El primer aspecto que salta a la vista de dicha norma, es que el legislador ha
querido dejar muy en claro que frente a una resolución emitida por el Tribunal Fiscal, no cabe la interposición de recurso administrativo alguno en la vía administrativa orientado a enervar los efectos del pronunciamiento definitivo del Órgano Colegiado. Esto es así, porque el legislador considera que ya se han ofrecido al recurrente todas las garantías y mecanismos para que pueda ejercer la plena defensa de sus derechos e intereses, motivo por el cual el hecho de permitir que se pueda impugnar nuevamente a través de un recurso administrativo la resolución emitida por el Tribunal Fiscal, implicaría una transgresión al Principio de Celeridad que debe regir en todo procedimiento administrativo, acorde a lo previsto en el subnumeral 1.9 del numeral 1, del artículo IV del Título Preliminar de la Ley N° 27444, Ley del Procedimiento Administrativo General.
Un segundo comentario que nos merece el artículo 153° del Código
Tributario, es que en su texto se regulan dos (2) instituciones que se engloban bajo el término general de “solicitud de corrección, ampliación o aclaración” de resoluciones emitidas por el Tribunal Fiscal; la primera,viene dada en la forma de una facultad otorgada de “oficio”,con la finalidad que sea el propio Tribunal Administrativo, el que en el supuesto que se presente un error, una omisión o algún pronunciamiento oscuro o poco claro, pueda de motu proprio es decir por su propia iniciativa–, proceder a corregir, ampliar o aclarar, respectivamente, una resolución que el mismo tribunal ha emitido con antelación, constituyendo dicha facultad una concreción del Principio de Impulso de Oficio contemplado en el subnumeral 1.3(2)del numeral 1 del artículo IV del Título Preliminar de la Ley N° 27444. De otro lado, y sin perjuicio de analizar el tema con mayor detalle más adelante, en la norma objeto de análisis se habla de la posibilidad que “a solicitud de parte” e igualmente–, cuando medie un error, una omisión o algún pronunciamiento oscuro o poco claro, sea el administrado el que presente por escrito un pedido dirigido al Tribunal Fiscal orientado a corregir, ampliar o aclarar, respectivamente, una resolución emitida por el referido tribunal, y en tal medida, estamos hablando de una declaración cuyo receptor es el Tribunal Fiscal y que encuentra su amparo en el subnumeral 1.2 del numeral 1 del artículo IV del Título Preliminar de la Ley N° 27444, que consagra el Principio del Debido Procedimiento.