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El documento describe los procesos de socialización a través de los cuales los individuos aprenden las normas y valores de una cultura. La familia y la escuela son instituciones fundamentales en la socialización primaria de los niños, enseñándoles los primeros elementos sociales y preparándolos para integrarse a la sociedad. Autores como Berger y Luckman analizan la dialéctica entre individuo y sociedad, donde la realidad se construye socialmente a través de la exteriorización, objetivación e interiorización.
El documento describe los procesos de socialización a través de los cuales los individuos aprenden las normas y valores de una cultura. La familia y la escuela son instituciones fundamentales en la socialización primaria de los niños, enseñándoles los primeros elementos sociales y preparándolos para integrarse a la sociedad. Autores como Berger y Luckman analizan la dialéctica entre individuo y sociedad, donde la realidad se construye socialmente a través de la exteriorización, objetivación e interiorización.
El documento describe los procesos de socialización a través de los cuales los individuos aprenden las normas y valores de una cultura. La familia y la escuela son instituciones fundamentales en la socialización primaria de los niños, enseñándoles los primeros elementos sociales y preparándolos para integrarse a la sociedad. Autores como Berger y Luckman analizan la dialéctica entre individuo y sociedad, donde la realidad se construye socialmente a través de la exteriorización, objetivación e interiorización.
La socialización es un mecanismo a través del cual la comunidad enseña a
sus nuevos integrantes a descubrir las normas, los valores, las tradiciones y las creencias que forman parte de su propia cultura.
La familia es una institución fundamental en el desarrollo y la construcción
de las sociedades de la cultura además, dentro de la familia se aprende los primeros elementos sociales y su funcionamiento, lo que permite preparar a los nuevos integrantes para su incorporación formal a la sociedad.
Al retomar la tesis de Mead en la obra de la construcción social de la
realidad, publicada por primera vez en Nueva York en 1966, Berger y Luckman se refieren al hecho de que la realidad se construye socialmente y por la dialéctica que caracteriza las relaciones que median entre individuo y sociedad. Ello significa que el individuo crea la sociedad, pero al mismo tiempo también es creado por ella mediante procesos:
a) Exteriorización. la sociedad es un producto de la actividad de los hombres.
b) Objetivación. La sociedad es una realidad objetiva que se realiza mediante la institucionalización y la legitimación. c) Interiorización. El hombre es un producto social como consecuencia de la socialización.
Mediante los procesos sociales de institucionalización se produce la sociedad,
que de esta forma se objetiva. En el proceso de socialización de la realidad objetiva en la sociedad es absorbida por la consciencia, de tal modo que las estructuras objetivadas determinan la estructura de la consciencia que la ha producido. Uno de los niveles de legitimación a los que se refieren Berger y Luckman está constituido por lo que denominan universos simbólicos, que se define como "cuerpo de tradición teórica que integran zonas de significado diferente y abarcan un orden institucional en una totalidad simbólica". Estos universos simbólicos forman la realidad social creada subjetivamente. La socialización, concepto de gran importancia en la sociología, es definida como la inducción amplia y coherente del individuo en el mundo objetivo de una sociedad o en un sector de el. Estos procesos de socialización se llevan a cabo en estructuras sociales determinadas y trata de establecer una simetría entre la realidad definida objetivamente y la realidad subjetiva. La aportación más valiosa de los autores citados está en el intento de elaborar una interpretación dialéctica acerca de las relaciones existentes entre individuo y sociedad. A partir del análisis de la interacción recíproca de lo que se experimenta como realidad exterior y lo que se considera como algo interior a la consciencia de individuo (entendida ésta como el sentido común). Por su parte, Coulon examina las relaciones que la escuela, como organismo social, mantiene con la comunidad, sobre todo en el aspecto de la movilidad vertical entre profesores y padres, en la cultura específica de la infancia; se basa en Waller, quien describe la vida en la escuela y aseguran que tienes su cultura propia. La escuela es sede de complejos rituales que rigen las relaciones personales y que configuran un mundo diferente del de los adultos, con su propia cultura, la de los jóvenes, que está separada de los adultos. De esa manera, la escuela vive sus propios conflictos. Dichos conflictos son de dos tipos: uno que enfrentan a los profesores, representantes de la cultura en sentido amplio, con los alumnos, y están impregnado de valores de la comunidad; otros son los clásicos conflictos generacionales entre profesores y alumnos, entre adultos y menores al fin y al cabo, en los que los adultos intentan imponer su cultura a la cultura propia de los niños. El mundo del niño es radicalmente distinto al de los adultos, por lo que la mejor de las pedagogías no lograría evitar por completo el conflicto.
Además de la socialización o integración a un mundo que va más allá de los
adultos que integran la familia, los niños encuentran agentes socializadores que forman un grupo más amplio, en la escuela, donde se realiza la socialización o integración a un mundo de los pares.
Eduardo Weiss, por su lado, hace un análisis de la socialización en la escuela
y señala que esta produce un individuo adaptado a la sociedad: el actor es obligado a aprender roles a través de los cuales interioriza normas y aptitudes.