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Introducción
El ambiente terrestre en la Zona Norte se caracteriza por tener temperaturas elevadas durante la mayor parte
del año, por la aridez de los suelos y la ausencia de lluvias; de ahí que exista poca diversidad o variedad de
vegetales.
El ambiente terrestre en la Zona Central se caracteriza por tener bien definidas las cuatro estaciones del año.
El suelo está constituido por amplios valles interrumpidos por cumbres cordilleranas y el clima es templado; de
ahí que la vegetación sea abundante.
El ambiente terrestre en la Zona Sur se caracteriza por tener precipitaciones durante todo el año y
temperaturas que van descendiendo a medida que la región se acerca al territorio Antártico, donde se
encuentra la Zona Austral.
La vegetación es abundante, y entre la VII y XI Región se encuentran grandes bosques, los que disminuyen
en la XII Región
La fauna de la Zona Norte se encuentra en la región cordillerana altiplánica y la región desértica. Ambas
presentan diferencias climáticas producto de su ubicación geográfica. La temperatura en la región altiplánica
es bastante baja. En la región desértica, las diferencias de temperaturas entre el día y la noche son muy
marcadas: altas durante el día y muy bajas en la noche.
La fauna de la Zona Central se distribuye en las regiones mediterráneas que abarcan desde la costa hasta la
cordillera de Los Andes y la región Andina, la cual corresponde a las cumbres altas y valles volcánicos. Esta
zona se caracteriza por inviernos fríos y lluviosos y veranos secos y cálidos.
Esta zona corresponde a las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Coquimbo. Se caracteriza por la
aridez de sus suelos y la escasa vegetación, debido a la ausencia casi total de lluvias. A pesar de la gran
sequedad, del calor reinante durante el día y del intenso frío nocturno, el desierto es el hábitat de varias
especies de la flora y de la fauna. Otras especies vegetales nativas del desierto chileno son el algarrobo, el
pimiento y el chañar. El algarrobo puede vivir más de doscientos años. Su fruto es una vaina azucarada que
se utiliza como alimento para el ganado.
Otro paisaje del norte chileno es la zona del altiplano, en la Cordillera de los Andes, sobre los 4.000 metros de
altura, donde las condiciones de vida son aún más rigurosas que en el desierto. Dentro de las pocas especies
vegetales nativas, allí crecen la llareta, la queñoa, el coirón y el cactus candelario.
En cuanto a la fauna de esta zona, entre las especies nativas se encuentran la llama, la vicuña, la alpaca, el
guanaco, la vizcacha, el puma, el cururo, la perdiz, el cóndor, el halcón, el quirquincho, el cuy, la chinchilla, la
tagua, la parina gigante, el ñandú y el flamenco. La flora y la fauna de una zona geográfica determinan el tipo
de trabajo que realizan algunas personas. Por ejemplo, en el norte chileno la presencia de alpacas, vicuñas y
llamas hace posible la fabricación de lanas con el pelaje de estos animales.
Esta zona corresponde al sector comprendido entre la V Región de Valparaíso y la VIII Región del Biobío.
Desde un punto de vista climático, la zona central se caracteriza por la marcada presencia de precipitaciones
invernales que van en aumento de norte a sur. El período seco dura entre cinco y siete meses. La lluvia y los
cursos de agua favorecen la formación de comunidades biológicamente ricas con gran abundancia de
animales y vegetación. Las principales especies vegetales nativas de la zona central son el arrayán, el belloto,
el chagual, el espino, el maitén, el molle, la palma chilena, el roble, el guayacán, el litre, el quillay, el peumo y
el bollen.
Dentro de las especies vegetales introducidas en esta zona, se cuentan la zarzamora, el sauce amargo, el
álamo, el eucalipto, el pino insigne, el acacio, el aromo, el pino macro, el damasco, la vid, el kiwi y el limonero.
La fauna nativa de esta zona destaca por la abundancia de insectos, anfibios, mamíferos y aves. Algunas
especies son: mariposas, coleópteros, el degú, el lauchón, la lauchita de los espinos, el coipo, la comadreja, el
culpeo, la chilla, el gato montés, el quique, el puma y diversos roedores.
En la Antártica las condiciones climáticas son muy rigurosas, por lo que la vida vegetal es bastante escasa y
sólo destaca la presencia de líquenes y musgos. Alrededor de 400 especies diferentes de líquenes han
logrado adaptarse a las condiciones del medio. Entre ellos se distinguen los líquenes terrícolas, que surgen de
la tierra; los saxícolas, que crecen sobre las rocas; los muscícolas, que se sustentan sobre los musgos; los
foliosos, que tienen forma de hoja, y los crustáceos, que se asemejan a una ostra.
Dentro de las aves que habitan en el territorio antártico chileno, sobresalen los pingüinos, de los cuales
existen varias especies. Algunos son el pingüino de penacho amarillo, el pingüino rey, el pingüino macaroni, el
pingüino papúa, el pingüino emperador y el pingüino antártico.