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Muchos opinan que el libro VI del Código Civil sobre Obligaciones es el más importante por
que está dirigido a regular las maneras diversas como las personas pueden vincularse
jurídicamente para la satisfacción de sus necesidades; así también las obligaciones regulan
necesidades económicas, por que las personas se relacionan obligacionalmente desde el
momento que aceptan realizar una determinada acción.
Partiendo de esta premisa, es vital, antes de proceder al análisis de las normas legales
contenidas en el Código Civil, comprender el concepto de obligaciones, que desde el derecho
romano en las Institutas de Justiniano se le definía como "el vínculo de derecho que nos obliga
a tres cosas: dar, hacer y no hacer";
Para el desarrollo del Tema", primero debemos de ubicar al Derecho de Obligaciones dentro
del nuevo Código Civil, y entender el concepto de Obligaciones.
El nuevo Código Civil consta de diez libros, de un título preliminar y uno final. El libro sexto
trata del derecho de las obligaciones, desde el artículo 1132º al 1350º.
Es necesario señalar que el Legislador de 1984, a diferencia del anterior (1936), ordena el
derecho de las obligaciones en un libro aparte, y lo divide en dos secciones:
Justiniano lo define en sus INSTITUTAS como "El vínculo de derecho formado según el Derecho
Civil, que nos obliga a tres cosas: dar, hacer y no hacer".
Para nosotros la Obligación es la relación Jurídica entre dos o más sujetos, uno acreedor y otro
deudor, donde el segundo tiene el deber de realizar a favor del primero determinada
prestación.
Diversos son los criterios para clasificar las obligaciones, pero guiados por el Código Civil en su
Libro VI, sólo nos ocuparemos de la clasificación Legal.
b) Obligaciones de Hacer.
c) Obligaciones de No Hacer
Es aquel que está determinado e individualizado desde el inicio de la obligación, por tal razón
no puede, no admite ser sustituido por otro semejante.
Cuando hablamos de un bien cierto, puede ser indistintamente un bien mueble como un bien
inmueble; lo único que se exige es que sea específicamente determinado desde el mismo
momento de la celebración de la obligación hasta su ejecución
Art. 1132º.- "El acreedor de bien cierto no puede ser obligado a recibir otro, aunque éste sea
de mayor valor."
Este Artículo es una repetición del Art. 1171º del C.C. de 1936, con la diferencia que, en el
derogado se hablaba de la "cosa cierta", en cambio en la actual se dice "bien cierto", para
indicar así una mayor amplitud del concepto, toda vez que, si bien todas las cosas son bienes
en cambio no todos los bienes son cosas. Las cosas son corpóreas y los bienes comprenden
además de las corpóreas a las incorpóreas.
Tratándose de un bien cierto, que las partes han establecido expresamente al celebrarse la
obligación, ese bien cierto, no puede ser sustituido por otro, a sola decisión unilateral, del
obligado. El acreedor tiene derecho a que se le entregue el bien, por eso, no se le puede
obligar a recibir otro bien, aunque el bien ofrecido como sustituto sea de mayor valor y por el
cual, dicho acreedor puede ser beneficiario económicamente. Si se admite válidamente el
cambio, por arbitraria decisión del deudor, la obligación dejaría de ser bien cierto; Por otro
lado, si el acreedor acepta expresamente el cambio, esta modalidad de pago surtirá efectos
cancelatorios.
Como el deudor no puede obligar al acreedor del bien cierto a recibir otro, así sea de mayor
valor, el acreedor tampoco puede exigir al deudor a que le entregue otro bien, aunque este
sea de menor valor.
Art. 1135º.- "Cuando el bien es inmueble y concurren diversos acreedores a quienes el mismo
deudor se ha obligado a entregarlo, se prefiere al acreedor de buena fe cuyo título ha sido
primeramente inscrito o , en defecto de inscripción, al acreedor cuyo título sea de fecha
anterior. Se prefiere, en este último caso, el título que conste de documento de fecha cierta
más antigua".
El Código Civil actual resuelve el problema poniendo un orden de prioridades entre los
acreedores, de tal manera que se resuelve que en:
Primer lugar será preferido al acreedor de buena Fe cuyo título ha sido inscrito, en este caso se
exige dos condiciones indispensables "la buena fe" y la inscripción en los Registros Públicos.
Los otros acreedores que ya no tiene posibilidad de obtener el bien inmueble sólo tendrán el
derecho a ser indemnizados por los daños y perjuicios que le han sido ocasionados por hechos
del propio enajenante.
Art. 1136º.- "Si el Bien cierto que debe de entregarse es mueble y lo reclaman diversos
acreedores a quienes el mismo deudor se hubiese obligado a entregarlo, será preferido el
acreedor de buena fea quien el deudor hizo la tradición de él, aunque su título sea de fecha
posterior. Si el deudor no hizo la tradición del bien, será preferido el acreedor cuyo título sea
de fecha anterior, prevaleciendo, en este último caso, el título que conste de documento de
fecha cierta más antigua."
Igual hipótesis que la contenida en el artículo anterior, con la diferencia de tratarse ahora de
bienes muebles.
Es también repetición del Art. 1173º de C.C. derogado, del que se ha eliminado la referencia al
título que conste en instrumento público. Se respeta la eficacia jurídica de la tradición, porque
tratándose de bienes muebles de derecho de propiedad sólo le corresponde a quienes han
recibido el bien y cualquier otro acreedor ya no podrá obtenerlo desde que, saliendo del
patrimonio del deudor ha ido a integrarse a otro patrimonio es decir al de quien recibió el
bien.
Los demás acreedores ya no pueden obtener físicamente el bien mueble, tienen sólo créditos,
pero les asiste el derecho de ser indemnizados por los daños y perjuicios padecidos. Si ningún
acreedor ha recibido todavía el bien, la preferencia corresponde al acreedor del título más
antiguo que conste ya sea en un documento público o privado, debiendo exigirse certeza en la
fecha, para evitar maniobras y engaños.
Si por ejemplo se trata de dos documentos, uno público y otro privado. Obvio es que la fecha
cierta corresponde al público que es anterior, la certeza en la fecha, primará sobre el público.
Si todos los documentos son privados, con mayor razón habrá de exigirse que se pruebe la
fecha cierta más antigua, ya solamente no el de fecha más antigua.
¿Cómo puede actuar el acreedor afectado, cuando el acreedor que recibió el bien, es de mala
fe? Es difícil e imposible probar la mala fe, ya que de habida cuenta que la buena fe se
presume, la acción dirigida a recuperar el bien, no puede ser la reivindicatoria, por que es
obvio que el demandante no tiene el dominio. Sin embargo si nos fijamos en la conducta
asumida por el deudor, que sin espetar la obligación contraída con el acreedor reclamante,
entrega el bien a un posterior acreedor, resulta claramente tipificado un fraude, por lo que, la
procedencia de la acción Pauliana aparece claramente.
5.-OBLIGACION DE DAR BIEN INCIERTO.-
Incluimos en el análisis la Obligación de Dar Bien Incierto, guiados por el artículo 1147º del C.C.
donde manifiesta que una vez elegido la prestación, la obligación de dar bien incierto se
transforma automáticamente en bien cierto; Es decir que con la elección termina la
indeterminación, de tal forma la elección se constituye en un elemento trascendente para
estas obligaciones, por que a partir de ellas, se habrá producido la transformación a bienes
ciertos. La indeterminación se hizo determinada. A partir de la elección se aplicarán, todas las
reglas que corresponden a las obligaciones de dar cosas o bienes ciertos.
Una vez aclarado este punto procederemos a realizar el análisis de la elección del bien incierto.
Art.1143º.- "En las obligaciones de dar bienes ciertos determinados sólo por su especie y
cantidad, la elección corresponde al deudor, salvo que lo contrario resulte de la ley, del título
de la obligación o de las circunstancias del caso.
Por regla general la elección corresponde al deudor, salvo que lo contrario resulte de la ley, del
título de la obligación o de las circunstancias del caso. Así mismo le corresponde cuando el
acreedor no lo verifica en el plazo convenido o en el fijado por el juez.
Corresponde la elección al acreedor cuando así se h establecido entre las partes o cuando el
deudor ha omitido verificarla dentro del plazo establecido.
La segunda parte de este artículo se habla de la forma de elegir tanto del deudor como por el
acreedor y también incluye la intervención de un tercero. En la elección interviene otro
elemento: la calidad, entonces cuando le corresponde la elección al deudor los bienes que
escoja, no deben ser bienes de "calidad no inferior a la media" como límite mínimo,
permitiéndose bienes de calidad media o superior a la medida. A juicio y libertad del deudor.
De la misma manera, cuando la elección corresponda al acreedor, tampoco podrá elegir bienes
calidad no superior a la media, como límite máximo, pudiendo hacerlo de calidad media o
inferior a la media.
Art. 1138º.- "en las obligaciones de dar bienes ciertos se observan, hasta su entrega, las reglas
siguientes:
1.-Si el bien se pierde por culpa del deudor, su obligación queda resuelta, pero el acreedor deja
de estar obligado a su contraprestación, si la hubiere, y el deudor queda sujeto al pago de la
correspondiente indemnización
2.- Si el bien se deteriora por culpa del deudor, el acreedor puede optar por resolver la
obligación, o por recibir el bien en el estado en que se encuentra y exigir la reducción de la
contraprestación, si la hubiera, y el pago de la correspondiente indemnización de daños y
perjuicios, siendo de aplicación, en este caso, los dispuesto en el segundo párrafo del inciso 1.
Si el deterioro es de escasa importancia, el acreedor puede exigir la reducción de la
contraprestación, en su caso.
3.- Si el bien se pierde por culpa del acreedor, la obligación del deudor queda resuelta, pero
éste conserva el derecho a la contraprestación, si la hubiere. Si el deudor obtiene algún
beneficio con la resolución de su obligación, su valor reduce la contraprestación a cargo del
acreedor.
4.-Si el bien se deteriora por culpa del acreedor, éste tiene la obligación de recibirlo en el
estado en que se halle, sin reducción alguna de la contraprestación, si la hubiere.
5.-Si el bien se pierde sin culpa de las partes, la obligación del deudor queda resuelta, con
pérdida del derecho a la contraprestación si la hubiere. En este caso corresponden al deudor
los derechos y acciones que hubiesen quedado relativos al bien.
6.-Si el bien se deteriora sin culpa de las partes, el deudor sufre las consecuencias del
deterioro, efectuándose una reducción proporcional de la contraprestación. En tal caso.
Corresponde al deudor los derechos y acciones que pueda originar el deterioro del bien."
Si el bien se pierde por dolo o culpa del deudor se genera las siguientes situaciones:
-El acreedor tiene derecho a una indemnización por daños y perjuicios por parte del deudor.
Si el bien se deteriora por dolo, culpa inexcusable o culpa leve del deudor, el acreedor puede
optar por:
-Resolver la obligación y exigir una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
Pérdida del bien por culpa del acreedor, en este caso la obligación del deudor queda resuelta
pero tiene derecho a la contraprestación, si la hubiera, o de ser el caso, puede ser reducida, si
el deudor obtiene algún beneficio por la resolución de la obligación; en consecuencia mientras
que la obligación del deudor queda sin efecto, la obligación del acreedor a la contraprestación.
Si la hubiera queda subsistente, debiendo cumplirla.
Si el bien se deteriora por culpa del acreedor, el deudor lo entregará en el estado en que se
encuentra, no pudiendo aquél rehusar a recibirlo. Además si hubiera contraprestación, ésta no
podrá reducirse, debiendo cumplirse en forma íntegra.
Si la pérdida se produce por causa no imputable al deudor, es decir, por causa de fuerza mayor
o caso fortuito, la obligación se extingue. El deudor ya no está obligado y pierde el derecho a la
contraprestación si la hubiese, pero queda subsistente a su favor los derechos y acciones que
hubieran quedado relativos al bien.
Cuando la pérdida del bien se da sin culpa del acreedor, la obligación del deudor queda
resuelta y el acreedor no está obligado a cumplir con la contraprestación. En este caso no hay
culpa de ambos, ni del acreedor, por ende, tampoco del deudor.
7.- CONCLUSIONES.-
en las obligaciones de dar bien cierto enmarcado dentro del C.C. del Artículo 1132º al 1141º,
se han realizado diversas modificaciones con respecto al código civil anterior, tratando de esta
manera llegar a un mejor entendimiento y ordenamiento a las relaciones jurídicas existentes
entre el deudor y acreedor en sus diversas y complejas modalidades. En el anterior Código se
habla de "cosa cierta" en el nueva de bien cierto, tomando en cuenta esta acepción última se
puede referir tanto a bienes muebles o inmuebles. Siguiendo esta aclaración se establece
regulaciones en cuanto a la concurrencia de varios acreedores sobre un mismo bien que
puede, ser determinado o indeterminado, ya que una vez realizado la elección de un bien
indeterminado éste se convierte en determinado inmediatamente y se aplica las reglas que
proceden a la del bien determinado.
De igual forma nos aclara que el acreedor no está obligado y no se le puede obligar a recibir
otro bien, que no sea el que se haya pactado al momento de celebrarse la obligación, pero si el
acreedor acepta tal cambio se estará efectuando el pago; otra punto interesante referido e el
código es la concurrencia de acreedores tanto en los bienes muebles como en los inmuebles y
está el orden de preferencia del acreedor, estableciendo que tiene la preferencia en los bienes
muebles aquel a quien el deudor le hizo la tradición o entrega del bien, en caso que no se haya
realizado esta acción se, resuelve, que la preferencia la tendrá aquel que tenga el título o
registro con fecha anterior, es decir que el acreedor cuyo título es de mayor antigüedad será el
favorecido en la entrega del bien; Para los bienes inmuebles se produce la misma elección
salvo que aquí no es primordial que se haya realizado la Traditio, pues no es válido esta acción,
sólo se toma en cuenta en orden de preferencia el título que esté inscrito en los registros
públicos o en su defecto el título privado cuya fecha es de mayor antigüedad. En ambos casos
los acreedores que no hayan sido favorecidos sólo les queda reclamar al deudor una
indemnización por los daños y perjuicios ocasionados.
BIBLIOGRAFIA
Celis Zapata, Carlos Alberto. "Libro VI Código Civil Obligaciones", Fondo editorial UAP.
Osterling Parodi, Felipe. "Las Obligaciones", Fondo editorial Pontificia Universidad Católica del
Perú, tercera edición.
Palacios Pimentel, Gustavo. "Las Obligaciones en el Derecho Civil Peruano", editorial Sesator
2da edición.
Villar Ñañez, Hugo. "Las Obligaciones en el Código Civil", Estudio jurídico Alfonso