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La imagen ante la muerte en la era de silicio

Nan Goldin

T. Monserrat García Espinosa (Nancy)

El arte ha vivido el proceso intenso y rápido de transformación tras la revolución industrial.


Es un momento dentro del avance tecnológico en el cual hay una rápida evolución
multimedia. La siguiente serie de apuntes tiene la intención de reflexionar el problema de la
imagen ante la muerte desde algunas propuestas lanzadas por M. Heidegger y algunos
pensadores del siglo XXI, esto con la intención de partir del individuo de la sociedad post
industrial, aquel cuya mirada se posa en la muerte sólo a través de pantallas, pantallas que
son dispositivos de formación y control de subjetividades. De este modo, de acuerdo a
nuestra propuesta, la vida psíquica y la sensibilidad se ven afectadas tras la relación con la
imagen de la muerte en los mass media y en la digital media,
De acuerdo con esta hipótesis ahora no es la producción de imágenes lo que se desempeña
como el principal enfoque de las artes, si no la conformación de los códigos o conceptos 1.
A su vez la digitalización ha traído consigo la hibridación de técnicas y con ello, de
sensaciones. La digitalización abre paso a un tipo de sinestesia que permite considerar a la
realidad de una forma mucho más rica. Sin embargo, de igual modo los nuevos medios se
ven envueltos en un discurso particular que significa nuestra relación con la máquina y la
tecnología, la subjetividad de los individuos ya no es creada, modulada y regulada
únicamente por dispositivos de la era industrial, que disponían y disciplinaban los cuerpos.
Ahora, en la era digital la subjetividad es intervenida de forma informática (es decir, de
administración de métodos y técnicas para transmitir información digital).

Para pensar el tema de los medios quiero apoyarme en la obra de Nan Goldin (USA 1953),
esto debido a la particularidad de su trabajo fotográfico que se decanta a la auto
documentación de la vida newyorkina de la década de los 80’s, retratando los excesos, el
color, la vulnerabilidad y la intensidad de la vida en esos momentos, haciendo un principal
enfoque en las personas con VIH y sus complicaciones, así como en las personas con
problemas de adicciones, el dragqueen y las fiestas. Sin embargo el trabajo de Goldin
pronto pasó de ser sólo fotográfico, a convertirse en un performance (1979) , en el cual
proyectaban las fotografías acompañadas de música, y de este modo se abría paso a una
nueva forma de comprensión de sentido de las imágenes, se hacía apertura a otro tipo de
emociones. De esta forma, ya para el año de 1987 Goldin expuso una pieza sonora en el
MoMa de New York, cuya banda sonora resignifica el discurso implícito en cada
fotografía, sería su pieza The Ballad of Sexual Dependency, que desembocó a su vez en un
libro que realizó tras la fractura de una relación violenta y co-dependiente, dicha pieza
colocaría a Nan Goldin como una de las fotógrafas de la era post industrial, más
importantes y fundamentales para la comprensión de la estética contemporánea.

El slideshow original duraba aproximadamente 48 minutos, y llevaba aproximadamente 30


canciones, las cuales actuaban como el texto narrativo de las fotografías, sin embargo en

1
Kuspit, Donald, Arte digital y video arte, ediciones pensamiento, Madrid, España 2006, p. 12
cada performance había variaciones entre presentación y presentación, que se realizaban en
cinemas underground, mucho antes de llegar al MoMa.

De acuerdo con nuestras reflexiones, con la posibilidad de ver el slideshow fotográfico y


escuchar la banda sonora de The Ballad en nuestras computadoras, podemos tener un
control nuevo sobre la velocidad de movimiento de las fotografías, de este modo las
escenas que constituyen el universo fotográfico de Goldin, los desnudos masculinos, los
personajes, lugares y cosas cobran un sentido distinto al atravesar nuestras pantallas 2. Esto
debido a que al atravesar por la red de sentidos que conllevan estos dispositivos, por
ejemplo la posibilidad de acceso inmediato, la idea de instantaneidad, de actualización, de
novedad, la lectura que obtenemos de sus piezas esta mediada por las cargas semióticas
impuestas en la sociedad neoliberal. Puesto que el performance fotográfico de Goldin está
ideado en un contexto previo a la normalización del uso del internet, el carácter de sus
fotografías pese a ser proyectadas en espacios públicos, se mantiene sumamente íntimo, de
álbum familiar, o de recuerdo que se guarda en cajas escondidas en closets.

La boda de cookie y Vittorio. New York City. 1986

2
Aquí quiero acotar que por pantalla estoy pensando en Smartphones, tablets, computadoras de escritorio y
portátiles, aquellas que presenten un medio de acceso a internet.
II

De este modo, resulta interesante pensar aunque la sociedad siempre se ha encontrado en un


constante cambio, y ello ha traído consigo el advenimiento de nuevas técnicas, nuevos
medios, esto conlleva también el advenimiento de nuevas formas de comprender el arte, sin
embargo la particularidad de la era digital es la velocidad con la que lo obsoleto es
descartado. Podemos contrastar esto con pensar el proceso tecnológico que se ve como una
incesante mejora, pero de algo que ya resuena en el pasado tal como lo plantea Zielinski, en
la introducción de su texto Arqueología de los nuevos medios:

“Existe algo así como una actualidad de lo pasado. Sin embargo, si hemos de comprender
la actualidad de la historia no solamente allí donde es correcto verla como carga y
obligación, sino también allí donde vale la pena dejarla desplegarse como atracción
especial, entonces necesitamos cambiar esa actitud que logra solo hallar lo viejo en lo
nuevo. La historia vista en esta perspectiva es en el fondo una promesa de conservación,
es la celebración del progreso constante bajo el signo de la humanidad. Ya todo estuvo
alguna vez presente, sólo que en forma menos elaborada. Solo tienen que observar con
mayor detenimiento. Los siglos son para pulir y perfeccionar las grandes ideas arcaicas”3

Sin embargo coincidimos al pensar con él que la importancia que tiene el pasado no es la
de ser rescatado en un sentido de mejora o pulido, sino de pensar en los acontecimientos
afortunados que el accidente y el azar abrieron paso cuando se iba en la búsqueda de algo,
de esta manera el progreso no tendría que ver con mirar hacia adelante en un avance
infinito hacia la ruina, sino en pensar “los procesos de variación de eventos y expansión de
la diversidad”4, todo aquello que abre paso a lo otro venidero.

De esta manera, la mirada arqueológica desarrollada por Foucault y repensada por


Zielinski tiene la intención de desarrollar una concepción de progreso distinta de aquella
que parte de lo inferior a lo superior, sino recuperar aquella variabilidad posible tras re
pensar los constructos históricos, y dejar de pensar la cadena causal histórica más allá de la
especificidad de los acontecimientos, es cuestionar su carácter homogéneo y continuo.
Ahora a través de la huella se piensa en un encuentro de relaciones, como pensará en algún

3
Zielinski, Siegfred, Arqueología de los nuevos medios P. 4
4
Ibid. P. 7
momento Derrida, la huella permite pensar los hilos que elaboran los tejidos, para así
prestar atención a aquello que se ha mantenido al margen, detrás de los grandes
acontecimientos, los fragmentos.

Kenny en su cuarto, New York, 1979.

III

Sin embargo, pese a la apertura que tiene la mutabilidad de la tecnología a nuevos modos
de comprender el mundo, las tecnologías de la subjetivación el uso de las pantallas como
aparatos de control y domesticación, que como pensará Byung-Chul Han en sus críticas 5,
se presenta ahora como una amigable red que se presenta de manera seductora para que de
forma voluntaria el sujeto se vuelva usuario de sus interfaces, dichos dispositivos cuya
finalidad se inserta en el diseño de las subjetividades levanta otro paradigma de la
visualidad. Si consideramos que el medio va más allá de la materialidad y es una práctica,
no podemos pensar el arte como autónomo de su contexto sociopolítico.

De este modo, y retomando el hecho de la posibilidad de apreciar la obra de Nan en


nuestros dispositivos móviles, nos hace inevitablemente pensar en el contraste que esto
5
HAN, B. (2011). Psicopolítica Barcelona, España. Herder Editorial.
significa si pensamos que en dicha obra los protagonistas parecen mostrarnos una
experiencia de la que podemos ser partícipes dentro de su intimidad, cuyas vidas son
desnudadas frente a nuestros ojos, y cuya apreciación va más allá de la visualidad,
involucrando al espectador también en una experiencia sonora, canciones que quizá ya
hemos escuchado en un día de borrachera suenan en nuestros oídos mientras apreciamos
las fotografías de Goldin, una a una, desfilando a nuestros ojos sentimos la nostalgia de
vidas que nunca hemos vivido, somos partícipes de la comunión y el diálogo de este sector
de la sociedad newyorkina de mediados de los 80’s, envuelto en drogas, sexo y
enfermedades venéreas. Sin embargo, ella aclara más de una vez que su trabajo nunca tuvo
la intención de retratar la marginalidad, puesto que a los partícipes de su trabajo
fotográfico poco les importaba lo que la gente straight opinara sobre ellos, eran mucha
gente viviendo vidas similares, recalcando así la importancia de la tribu, la necesidad de
los jóvenes de encontrar con quién hacer un diálogo. Y las fotos de Nan, son prueba de que
todas estas vidas ocurrieron, de aquello que ni el paso del tiempo logrará llevarse consigo,
y la unión de las fuerzas de la intimidad y la autonomía.

Butch y Jane. New York City. 1982

Nos detenemos aquí entonces a pensar cómo es que en la sociedad neoliberal


contemporánea, con libre acceso a internet, el dispositivo móvil, las redes sociales como
Instagram, se convierten en una tecnología del yo que hace registro de las actividades del
usuario. La fotografía aquí pierde entonces el carácter intimista que había logrado Goldin
al fotografiar a estas parejas disidentes sexuales besándose, mostrando sin mostrar parte
de su vida íntima, logrando con una increíble belleza respetar la intimidad y a su vez
relatándola en imágenes y música.

Sin embargo en este momento ya no se trata de la lucha contra una sociedad totalitaria y
dominante que impide la libre expresión, sino todo lo contrario, los medios digitales se
convierten así en vigilancia digital. En pos de una supuesta transparencia de datos y de
una falsa claridad, el usuario se vierte en estas interfaces tras la explotación de sus
inclinaciones inconscientes, los humanos se vuelven así paquetes de datos explotables, el
ello es susceptible de ser explotado. 6

Tampoco estamos frente a modelos disciplinarios que repliegan los cuerpos y los
automatizan, ahora el usuario, frente a la pantalla, dona sus datos, contribuye
voluntariamente a los algoritmos de las interfaces, se auto explota, se auto produce
ilimitadamente.

El humano de la era de silicio parece ser un ser sin intimidad, vuelca lo privado en lo
público por sí mismo, a través de la pantalla se reafirma, cree desear, pero en realidad es
el algoritmo de las interfaces que él mismo ha alimentado el que le dicta que objetos
ansiar, que productos comprar, cómo verse. Incluso las diferencias son absorbidas por
estos medios, lo radical, lo distinto, también opera dentro de esta lógica. Nada queda
fuera.

6
Ibid p. 29 - 61
IV

Suzann llora New York City. 1985

Finalmente, para cerrar estas reflexiones en torno a la intimidad dentro de la imagen, para
nuestras investigaciones personales en torno a la muerte y el duelo, nos parece importante
que el trabajo de Goldin retrata también el duelo frente a las enfermedades de transmisión
sexual. Muchas de las personas que aparecen en los escenarios murieron varios años atrás
a causa del sida, que fue una epidemia que terminó con muchísimos miembros de su
generación.

La fotografía frente a la muerte nos recuerda esos cuerpos que desaparecieron, lo


esenciales que eran para la vida de otras personas, innecesarios para una sociedad en
constante movimiento y aumento de velocidad, pero únicos, irremplazables. Se recuerda
el valor y la fuerza de la vida aunque esté ausente.

A diferencia de la fotografía de las redes sociales que vuelca la intimidad de una manera
prefabricada, con sus retoques y sus filtros, la fotografía de Goldin se convirtió en una
extensión de su mirada, esos cuerpos se muestran en su plenitud, esos espacios no están
predispuestos, el azar y la belleza de lo caótico juegan un papel sumamente importante.
No se trata de calidad increíble o ángulos ostentosos, sino de honestidad y claridad frente
al otro, respeto a su diferencia.7

La obra de Goldin es una prueba de que la intimidad va más allá de mostrarse a los otros
desnudo o teniendo sexo, la intimidad lo es la falta de retoque, las pilas de libros apiladas,
la luz chocando contra las superficies, el punk sonando crudo y rápido, la confrontación
que es la vida misma, sin pose, sin maquillaje caro.

Pese a que como pensará Kuspit, en el arte digital hay más libertad, “más elementos
libres que pueden combinar y manipular de forma más libre”8, a su vez los ordenadores
pueden volcarse como nuevas formas de control, administración y formulación de
información. Dentro de las sociedades de control, aquel espacio (internet) que parecía una
promesa de libertad de creación, un medio de producción de arte que no se había visto
antes, se ha convertido en una renuncia al azar como espacio de acontecimiento. En la era
del big data tenemos la utilización de las emociones humanas para la productividad, es
delgada la línea que separa nuestro intento de constituirnos a partir de esa mirada
autobiográfica que impregnamos en las redes, de la desnudez voluntaria en las redes
sociales que nos vuelven panóptico de nosotros mismos.

7
Goldin, Nan, https://www.youtube.com/watch?v=2B6nMlajUqU, Moca interview
8
Kuspit, Donald, Arte digital y video arte, ediciones pensamiento, Madrid, España 2006

p. 34
Bibliografía

Han, B. Psicopolítica Barcelona, España. Herder Editorial, 2011

Camera Historica. “The Ballad of Sexual Dependency.”


https://histheoriculture.wordpress.com/2016/01/22/the-ballad-of-sexual-dependency/
Consultada el 10 de junio de 2019. Las fotografías fueron extraídas de aquí.

Kuspit, Donald, Arte digital y video arte, ediciones pensamiento, Madrid, España 2006

Ryder, Adam. “Nan Goldin’s The Ballad of Sexual Dependency Turns 30. The Ballad
will be presented live at Aperture Foundation’s annual benefit.”
http://www.americanphotomag.com/nan-goldins-ballad-turns-30 Consultada el 10 de
junio de 2019

Zielinski, Siegfried, Arqueología de los medios, Universidad de los Andes, Bogotá,


Colombia, 2011

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