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ÁNGELES CAÍDOS MENCINADOS EN LA BIBLIA Y LOS ÁNGELES DE DIOS

Ángeles caídos mencionados en la Biblia

Abadón (hebreo) o Apolión (griego): Que quiere decir "destructor" o "ruina"; es considerado "El
jefe de las langostas. Que es el ángel del abismo" (Apocalipsis 9, 11).

Asmodeo: Demonio de la maldad y la muerte. Es el espíritu maligno que mató a siete maridos a
Sara (Tobías 3, 8); y que fue encadenado en el desierto por San Rafael.

Beelzebú: "Señor de las moscas", llamado el "príncipe de los demonios" (Mateo 10, 25). Los
Fariseos acusaban a Jesús de recibir poder de este espíritu del infierno (Mateo 12, 24; Juan 8, 48-
49.52).

Belial: El "inútil" o el "impío" en hebreo. En los manuscritos del mar muerto, aparece como uno
de los nombres del demonio que utilizó San Pablo (2Corintios 6, 15).

Demonio: Del griego "daimon" significa en plural "espíritus impuros" (Apocalipsis 18, 2), son
"malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre este
mundo oscuro" (Efesios 6, 12). Pueden llegar a ser "legión"; es decir, "muchos" (Marcos 5, 9).

· Leviatán: Palabra hebrea que traduce "animal solapado", representado en la Biblia en forma
de serpiente, cocodrilo, bestia marina o dragón del abismo (Isaías 27, 1). La destrucción de Leviatán
por Dios, simboliza la derrota definitiva de los enemigos de Israel.

LOS ÁNGELES DE DIOS

Las Escrituras dan mucha información acera de los ángeles de Dios. Los ángeles no han existido
siempre, ellos fueron formados por Dios. La Biblia expresa que son parte de la creación de Él;
Nehemías 9:6 dice: «Tú hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército»;
obviamente, este ejército citado se refiere a los ángeles que Dios creó. En el Salmo 148 dice:
«Alabadle, vosotros todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos. . . Alaben el nombre
de Jehová; porque Él mandó, y fueron creados». En Colosenses 1:16 de igual manera: «Porque en
Él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e
invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio
de Él y para Él.

En la Biblia no se especifica el tiempo en que los ángeles fueron creados. No hay ninguna
referencia de esto. Podría ser que hayan sido creados enseguida de la creación de los cielos y antes
de la formación de la tierra, ya que en Job 38:4-7 dice: «. . . se regocijaban todos los hijos de Dios
cuando Él fundaba la tierra».

La Biblia afirma que los creyentes en Cristo serán como los ángeles, pero no afirma que serán como
ellos, cosa muy diferente. De acuerdo a las Escrituras, los fieles de Dios juzgarán a los ángeles (1 de
Co.6:8). «La compañía de millares de ángeles» se diferencian de «los espíritus justos hechos
perfectos » Es clara la separación del hombre y de los ángeles del cielo. (He. 12:22, 23).

Los ángeles son sumamente sabios en conocimiento, mucho más que los hombres, pero no son
omniscientes. En 2 de S. dice: «. . . Pero mi señor es sabio conforme a la sabiduría de un ángel de
Dios, para conocer lo que hay en la tierra». En Mt. 24:35 Cristo comenta: «Pero el día y la hora

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nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre». Los ángeles son más poderosos que
cualquier ser humano. En el Salmo 103:20, se da luz al respecto: «Bendecid a Jehová, vosotros sus
ángeles, poderosos en fortaleza, que ejecutáis Su palabra». En 2 de P. 2:11, también: «Mientras que
los ángeles, que son mayores en fuerza y potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas
delante del Señor». En 2 Ts. 1:7, 8, de igual forma: «Y a vosotros que sois atribulados, daros reposo
con nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder en
llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios, no obedecen el Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo».

Poderoso actos angelicales están descritos en la Biblia. Ejemplo de esto, lo podemos ver en la
liberación de los apóstoles de la prisión (Hch. 5:19; 12:7, 23), y en el retiro de la piedra de la tumba
de Cristo (cada piedra pesaba aproximadamente cuatro toneladas, era de granito, con una medida de
dos metros de diámetro con treinta centímetros de ancho. Ligerita la plumita, ¿no?). Es evidente, el
tremendo poder que los ángeles poseen. En el AT. se enseña que un solo ángel dio cuenta de
ciento ochenta mil solados en una noche (Is.37:36).

EL RANGO DE LOS ÁNGELES

Hay diversos rangos que la Biblia especifica:

El Ángel de Jehová: Es el más alto de los rangos angelicales. Se hace mención de él en Gn. 16:7-
13; 18:16-22; 19:1; 2211-18; 32:24-30; Ex. 3:2, 4; Num. 22:22; Jue. 2:1-4; 6:11-22; 13:2-20: 2 S.
24:16, 17; 1 R. 19:5-7; 2 R. 1:3, 15; 19:35; Zac. 1:11-19; 3:1-6. Los nombres que se le dan a este
ser celestial son: El Ángel de Jehová, de la Presencia, el Mensajero del Pacto, y nada tiene que ver,
en lo absoluto, con una preencarnación falsa de Cristo.

LOS QUERUBINES

Se hace mención de ellos en Gn.3:24; 2 R. 19:15; Ez. 10:1-20; 28:14-16. Se piensa que cubrir y
guardar es el significado de «cherub». Los querubines son más altos en rango que los ángeles y los
arcángeles, y tienen relación en la administración del gobierno celestial delante del trono de Dios.

LOS SERAFINES

Se mencionan en Is. 6:2, 6. Son los guardianes de la santidad. En los versículos antes escritos,
vemos a los serafines en una actitud de humildad, que limpian al profeta mesiánico de su
inmundicia. Su actividad está centrada en la santidad y no en juicios ni en poder.

LOS ARCÁNGELES

Sólo se mencionan dos veces como tal dos en la Biblia. La primera es en 1 de Ts. 4:16, y la segunda
es Judas 9. El único arcángel que se nombra es Miguel. El comanda sus ángeles (Ap.12: 7), y es el
príncipe de su pueblo Israel (Dn.10:13, 21).

LOS ÁNGELES COMUNES

Son innumerables: «Millares y millares le servían, y millones y millones estaban delante de Él »


(Dn.10:13; Ap.5:11). El Salmista dice: «Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de
millares. . . » (Sal.68:17).

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ESTUDIO BÍBLICO
Por: Camilo Sastoque
Ministerio Unidad de la Fe

2Pe 2:1 En el pueblo judío hubo falsos profetas, y también entre ustedes habrá falsos maestros que
encubiertamente introducirán herejías destructivas, al extremo de negar al mismo Señor que los
rescató. Esto les traerá una pronta destrucción.
Toda herejía niega la verdad, y niega la obra redentora del Señor. Cualquier enseñanza que
comprometa esta verdad, no es sana y debes evitarla. Los falsos maestros no están lejos, están en tu
congregación, los puedes encontrar escribiendo libros aparentemente cristianos, pero en el fondo la
esencia de su mensaje consiste en negar la obra poderosa de Dios en Cristo nuestro Señor que nos
rescató del pecado. La escritura nos muestra el testimonio de los falsos profetas que existieron en la
antigüedad cuyo testimonio de destrucción debe servirnos de exhortación para llamarnos a seguir la
verdad.
2Pe 2:2 Muchos los seguirán en sus prácticas vergonzosas, y por causa de ellos se difamará el
camino de la verdad.
Muchos son los que hoy en día siguen prácticas y enseñanzas que no producen frutos de verdad, que
son vergonzosas por el simple hecho de que dejan de lado la esencia de la verdad y su práctica
difama el camino. Toda práctica que nos aleje del camino de la verdad es vergonzosa para aquel que
la practica, todo acto que no tenga un sustento bíblico para soportarlo es una obra que denigra la
verdad.
2Pe 2:3 Llevados por la avaricia, estos maestros los explotarán a ustedes con palabras engañosas.
Desde hace mucho tiempo su condenación está preparada y su destrucción los acecha.
Algunos maestros enseñaran engaños para explotarles, para manipularles, usarles y sacarles dinero
motivados por la avaricia que aún persiste en sus corazones. Cualquiera que no sienta
contentamiento con lo que el Señor le ha permitido tener, puede ser tentado por la avaricia que
surge en su corazón para ir en pos de más cosas materiales y junto con ello engañar a los incautos.
2Pe 2:4 Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al abismo,*
metiéndolos en tenebrosas cavernas* y reservándolos para el juicio.
Pedro utiliza el ejemplo de los ángeles que según el libro de Enoc, fueron arrojados al abismo luego
de haber pecado uniéndose a las hijas de los hombres (Génesis 6) y trayendo más maldad a la tierra,
su testimonio del castigo debe servir de exhortación para que enseñemos la verdad, sin
tergiversaciones, confrontando la maldad de nuestros corazones y siguiendo el camino de justicia.
2Pe 2:5 Tampoco perdonó al mundo antiguo cuando mandó un diluvio sobre los impíos, aunque
protegió a ocho personas, incluyendo a Noé, predicador de la justicia.
2Pe 2:6 Además, condenó a las ciudades de Sodoma y Gomorra, y las redujo a cenizas,
poniéndolas como escarmiento para los impíos.
De nuevo Pedro refuerza su argumento con el testimonio del diluvio que acarreo la justicia de Dios
sobre la maldad de los hombres y con lo sucedido en Sodoma y Gomorra para exhortarnos a seguir
la verdad y dejar todo engaño atrás.
2Pe 2:7 Por otra parte, libró al justo Lot, que se hallaba abrumado por la vida desenfrenada de
esos perversos,
2Pe 2:8 pues este justo, que convivía con ellos y amaba el bien, día tras día sentía que se le
despedazaba el alma por las obras inicuas que veía y oía.
Dentro de su exhortación también nos recuerda la vida de Noé como un predicador de justicia en
medio de depravación del hombre, y la justicia de Lot quien se encontraba abrumado por la
perversidad a su alrededor. Sus vidas también sirven de ejemplo para quienes enseñamos las
escrituras, pues debemos mantenernos firmes en la enseñanza de la verdad con todo sustento en las
escrituras para validar nuestros argumentos y experiencias. Quien ama la verdad y la justicia de
Dios sufre al ver la depravación que puede alcanzar el hombre lejos de Dios.

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2Pe 2:9 Todo esto demuestra que el Señor sabe librar de la prueba a los que viven como Dios
quiere, y reservar a los impíos para castigarlos en el día del juicio.
Su argumento demuestra con gran convicción que Dios libra de la prueba y el juicio a aquellos que
vive conforme a sus enseñanzas, mientras ejerce su justicia sobre la existencia.
2Pe 2:10 Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza
humana y desprecian la autoridad del Señor. ¡Atrevidos y arrogantes que son! No tienen reparo en
insultar a los seres celestiales,
Quien vive conforme a su naturaleza terrenal y desprecia la verdad es osado y soberbio pues ha
dado preeminencia a su ser por encima de todo, pero quien actúa así no tiene esperanza de vida
eterna. Su mismo atrevimiento y arrogancia hace que no tengan ningún reparo en despreciar los
seres espirituales existentes.
2Pe 2:11 mientras que los ángeles, a pesar de superarlos en fuerza y en poder, no pronuncian
contra tales seres ninguna acusación insultante en la presencia del Señor.
Mientras el hombre en su arrogancia y atrevimiento vilipendia a los seres espirituales, los ángeles
que tienen una mayor fuerza y poder no pronuncian palabra alguna en su contra pues permanecen
en la presencia del Señor. Su mensaje es una clara exhortación a aquellos que usan palabras
arrogantes y de desprecio para con los seres espirituales, para que mejor guarden sus palabras y
callen. Quien calla actúa con mayor sabiduría que aquel que habla.
2Pe 2:12 Pero aquéllos blasfeman en asuntos que no entienden. Como animales irracionales, se
guían únicamente por el instinto, y nacieron para ser atrapados y degollados. Lo mismo que esos
animales, perecerán también en su corrupción
Aquellos que hablan mal, maldicen, y condenan a los seres espirituales no tienen entendimiento, ni
discernimiento acerca de lo espiritual. Quien así obra solo lo hace guiado por su naturaleza terrenal,
ellos son atrapados y cercenados por sus propias declaraciones blasfemas.
2Pe 2:13 y recibirán el justo pago por sus injusticias. Su concepto de placer es entregarse a las
pasiones desenfrenadas en pleno día. Son manchas y suciedad, que gozan de sus placeres mientras
los acompañan a ustedes en sus comidas.
Su castigo es el justo pago por sus injustas palabras y acciones. Quien vive bajo el influjo del
pecado solo puede entregarse al placer que vive en un completo desenfreno en su ser. Aunque
parezcan ocultos sus actos desenfrenados a la vista de todos, sus pasiones tarde o temprano les
delatan.
2Pe 2:14 Tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables en el pecar; seducen a las personas
inconstantes; son expertos en la avaricia, ¡hijos de maldición!
Quien vive en su naturaleza carnal permanece lleno de promiscuidad y su ser se vuelve insaciable
para buscar el placer. Tienen una gran habilidad para seducir a los inconstantes en el camino de la
verdad, pues contaminan tu ser con sus palabras y acciones, la ruindad consume su ser en el deseo y
el placer.
2Pe 2:15 Han abandonado el camino recto, y se han extraviado para seguir la senda de Balaam,
hijo de Bosor,* a quien le encantaba el salario de la injusticia.
Pedro con gran conocimiento de las escrituras usa los ejemplos de antaño como una reflexión para
aquellos que van por el camino de la verdad. Y que mejor ejemplo que Balaam que siendo profeta
del Señor desvió su camino por la avaricia que consumía su ser y se fue en contra del pueblo del
Señor.
2Pe 2:16 Pero fue reprendido por su maldad: su burra --una muda bestia de carga-- habló con voz
humana y refrenó la locura del profeta.
Dios dispuso de una burra que le llevaba para refrenar la locura del profeta, de igual manera Dios
puede usar métodos poco ortodoxos para con aquellos que se desvían del camino y van tras sus
propios deseos.
2Pe 2:17 Estos individuos son fuentes sin agua, niebla empujada por la tormenta, para quienes
está reservada la más densa oscuridad.

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Pedro compara a aquellos que abandonan el camino recto con fuentes sin agua, que son fuentes
muertas, que no desconocen su origen y se llenan de maleza, con agua empujada por la tormenta de
sus emociones y pensamientos y para quienes se haya reservada la más pesada oscuridad en lo
eterno.
2Pe 2:18 Pronunciando discursos arrogantes y sin sentido, seducen con los instintos naturales
desenfrenados a quienes apenas comienzan a apartarse de los que viven en el error.
Sus alocuciones están llenas de sí mismos, no tienen ningún sentido acerca de la verdad, cautivan
con facilidad a aquellos que viven en el error de una falsa enseñanza.
2Pe 2:19 Les prometen libertad, cuando ellos mismos son esclavos de la corrupción, ya que cada
uno es esclavo de aquello que lo ha dominado.
Nadie puede prometer dar de aquello que no ha experimentado en su propio ser, quien no es libre
del pecado, no puede hacer libres a otros, quien no se libera de los malos deseos de su corazón no
puede guiar a otros para dejarlos, cada uno da de lo que tiene y cada uno es esclavo de aquello que
le domina, si somos esclavos de Cristo entonces debemos tener el dominio propio para vivirlo en
cada área de nuestras vidas, así como aquel que es dominado por el pecado es esclavo de él y obra
conforme a su naturaleza carnal.
2Pe 2:20 Si habiendo escapado de la contaminación del mundo por haber conocido a nuestro Señor
y Salvador Jesucristo, vuelven a enredarse en ella y son vencidos, terminan en peores condiciones
que al principio.
2Pe 2:21 Más les hubiera valido no conocer el camino de la justicia, que abandonarlo después de
haber conocido el santo mandamiento que se les dio.
Quien ha escapado de la contaminación del mundo por medio de Cristo y vuelve a enredarse en ella
termina por quedar en una condición peor a la que estaba en un principio, si era fornicario ahondara
más en su condición anterior, si era mentiroso profundizara en este grotesco estado. Claro que
hubiese sido mejor, porque con el abandono del conocimiento que les fue confiado solo ganaran la
justa condena por sus acciones. Algunos pueden preguntarse si se puede perder la salvación, pero
eso no es lo que la escritura hace referencia.
2Pe 2:22 En su caso ha sucedido lo que acertadamente afirman estos proverbios: "El perro vuelve
a su vómito",* y "la puerca lavada, a revolcarse en el lodo".

Proverbios 26:11 nos sirve de exhortación para que evitemos faltar a la verdad, evitando volver al
lugar de donde salimos, lo cual solo puede ser posible mediante una relación que se fortalece en la
oración, la palabra y el poner por obra todo aquello que entendemos de parte de Dios. Pedro en este
capítulo exhorta al creyente y al servidor a entregarse de corazón a la verdad, siguiendo su consejo
y fortaleciendo su relación con el Señor, para que no se desvíe del camino y el llamado que le
acompaña.

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