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EN LO PRINCIPAL: DEDUCE RECURSO DE UNIFICACIÓN DE

JURISPRUDENCIA; OTROSÍ: ACOMPAÑA SENTENCIAS.

ILUSTRÍSIMA CORTE DE APELACIONES DE SANTIAGO.

MARCO GONZALEZ PIZARRO, abogado, en representación de la parte


demandante don William Cruz Valat, en autos laborales de aplicación general por
declaración de existencia de relación laboral, despido injustificado, nulidad del
despido y cobro de prestaciones laborales adeudadas, caratulados “Cruz con
Ilustre Municipalidad de Lo Prado”, causa RIT: 0-4113-2017 y RUC: 1740036861-9
del 2°Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago, Rol ingreso Corte Nº 2554-
2017, a SS.Iltma. respetuosamente digo: Que, estando dentro de plazo y de
conformidad a lo previsto en los artículos 483 y siguientes del Código del Trabajo,
vengo en interponer Recurso de Unificación de Jurisprudencia en contra de la
sentencia de fecha 23 de mayo del 2018, pronunciada por la duodécima Sala de
la Corte de Apelaciones de Santiago, que rechazó el recurso de nulidad
interpuesto por esta parte en contra de la sentencia definitiva de la instancia
dictada el 31 de octubre de 2017, por el 2°Juzgado de Letras del Trabajo de
Santiago, por existir distintas interpretaciones sostenidas en fallos firmes
emanados de los Tribunales Superiores de Justicia, respecto de la materia de
derecho objeto del juicio en relación a la omisión en la aplicación del Principio de
la Primacía de la Realidad por sobre los documentos suscritos en la contratación a
honorarios, fijando como hechos de la causa la aplicación errónea de las normas
al caso sub lite, llevando esto como consecuencia la equivoca aplicación del
derecho, en atención a los argumentos de hecho y derecho que paso a exponer:

I. ANTECEDENTES DEL JUICIO.

1.- Demanda: Don William Cruz Valat, Egresado de derecho, demandó en


procedimiento de aplicación general del trabajo a la Ilustre Municipalidad de Lo
Prado, representado por don Maximiliano Ríos Galleguillos, ambos domiciliados
en Avda. San Pablo Nº 5959, comuna de Lo Prado, pidiendo que se declare que
entre el demandado y el actor existió una relación laboral, que hubo un despido
injustificado, la nulidad del despido, que se condene al demandado al pago de las
indemnizaciones de los artículos 162, 163 y 168 del Código del Trabajo,
cotizaciones impagas durante todo el periodo que duró la relación laboral, y las
que se deriven de la aplicación de los incisos 5 y 7 del artículo 162 del Código del
Trabajo denominada “Ley Bustos”. Funda su pretención en que comenzó a prestar
servicios bajo subordinación y dependencia en favor de la Ilustre Municipalidad de
Lo Prado, a partir del 20 Octubre del año 2014, por la labor que desempeñó
durante todo el periodo sin reclamos, ni amonestaciones de ninguna especie por
su comportamiento laboral, sino todo lo contrario, con constantes aumentos de sus
funciones y remuneraciones, hasta la fecha del despido injustificado del que fue
objeto el día 30 de abril del 2017. Señaló que, durante todo el tiempo que
desempeñó sus servicios para el demandado, trabajó como Asesor Jurídico de La
Oficina de “Mediación de conflictos comunitarios” del departamento de seguridad,
dependiente de la Dirección de Desarrollo Comunitario de la Ilustre Municipalidad
de Lo Prado, cargo evidentemente estable, permanente e indispensable en la
Organización de la Municipalidad. Durante todo ese tiempo, firmó renovaciones de
contrato a honorarios, en abierta infracción a la legislación aplicable, porque en
realidad, dichos servicios configuraron una efectiva relación laboral sujeta al
vínculo de subordinación y dependencia como se probó en el juicio, ya que fueron
sujeta a jornadas de trabajo claramente establecidas, al poder de mando de sus
superiores y, a su vez, al deber de obediencia en el desempeño de sus funciones.
2.- Contestación: Por su parte, el demandado Ilustre Municipalidad de Lo Prado,
en lo relativo al fondo, solicitó el rechazo de la demanda, fundado en que no
podría ser acogida, dado que la prestación de servicios que desarrolló el actor,
bajo ninguna circunstancia puede ser calificada de laboral o constitutiva de
contrato de trabajo que permita acoger la demanda. Fundó sus alegaciones en
que durante todo el tiempo de duración de los contratos de prestación de
servicios, se hicieron aplicables para el actor las normas de la Ley 18.883 por
expresa aplicación de los contratos a honorarios, en uso de las facultades que le
confiere el artículo 4º del Estatuto de Funcionarios Municipales. En base a esas
normas, las relaciones sobre la base de honorarios no comparten la naturaleza
jurídica de los contratos de trabajo regidos por el Código del Trabajo, por cuanto
los vínculos prestacionales establecidas en base a honorarios participan de la
naturaleza jurídica de un arrendamiento de servicios, reglado por las normas de
fondo del Derecho Civil.

3.- Sentencia de Primera Instancia: Finalmente, la sentencia definitiva recurrida


rechazó, en todas sus partes, la demanda interpuesta con fecha 30 de junio de
2017, por don William Cruz Valat, en contra de la Ilustre Municipalidad de Lo
Prado, representada por don Maximiliano Ríos Galleguillos.
Este Tribunal, en lo que interesa para efectos de lo cual esta parte interpuso
recurso de nulidad laboral, al respecto, cabe indicar que la sentenciadora en el
considerando cuarto y quinto expresa lo siguiente:
Cuarto Que el primer punto a dilucidar dice relación con la existencia de una
relación laboral entre el demandante y la demandada. Conforme a lo anterior y
apreciada la prueba de acuerdo a las reglas de la sana crítica y además no
estando discutidos, es posible tener por acreditado que el demandante se
desempeñó para la demanda bajo contratos de honorarios entre los años 2014 y
2017 no siendo estos sucesivos ya que no existe contratación escriturada al
menos entre los meses de octubre y diciembre del año 2015. Que también se tuvo
por acreditado que, aunque en los contratos respectivos se indique que la función
del demandante correspondía a procurador o asesor jurídico, se tuvo por probado
que desarrolló sus funciones en una oficina de conciliación vecinal en la cual se
trataba los problemas entre vecinos y el junto a las personas que se
desempeñaban en esta oficina de acuerdo a un programa establecido y financiado
por el Ministerio del Interior se practicaban estas conciliaciones o acuerdos entre
vecinos. También se tiene por acreditado que para respaldar el pago de los
servicios el actor emitió las correspondientes boletas de honorarios y que las
funciones eran desempeñadas de lunes a viernes en el horario de funcionamiento
de la Municipalidad.
QUINTO: Que corresponde entonces al tribunal calificar los hechos que han
tenido por acreditados en el considerando precedente. Para realizar lo anterior el
artículo 4° de la ley 18.883 dispone que podrán contratarse sobre la base de
honorarios a profesionales y técnicos de educación superior o experto en
determinadas materias cuando deban realizarse labores accidentales y que no
sean habituales de la Municipalidad mediante decreto del Alcalde. Del mismo
modo se podrá contratar sobre la base de honorarios a extranjeros con título
correspondiente a la especialidad que se requiera. Además se podrá contratar
sobre la base de honorarios la prestación de servicios para cometidos específicos
conforme a las normas generales. Las personas contratadas a honorarios se
regirán por las reglas que establezca el respectivo contrato y no les serán
aplicables las disposiciones de este estatuto. Por consiguiente de acuerdo con la
ley en el ámbito de las Municipalidades las contrataciones a honorarios pueden
tener lugar en las hipótesis siguientes: 1) Cuando deban realizarse labores
accidentales y que no sean las habituales de la institución. 2) Cuando se trate de
contratar extranjeros que posea el título correspondiente en la especialidad que se
requiere 3) Cuando la contratación lo sea “para cometido específico”. Es pacífico
en este caso que no resulta pertinente analizar la situación referida a extranjeros
ya que no es el caso del demandante. Conforme a lo antes indicado es dable
señalar que la ley no ha precisado lo que debe entenderse por accidental ni
específico, motivo por el que cabe asumir esas palabras de acuerdo a su uso
general o frecuente. Entre las acepciones de accidental están las siguientes:
Dícese del cargo que se desempeña con carácter provisional o interino. A su vez
provisional es aquello que se hace, se haya o se tiene temporalmente. En suma
denota la idea de algo transitorio y excepcional, impresión que se ve reafirmada
por la propia norma legal cuando supedita este tipo de contratación al hecho que
no puede tratarse de labores habituales de la institución. Por su parte específico
designa lo concreto, lo preciso y lo determinado; y de acuerdo con lo asentado en
autos la contratación del demandante se llevó a cabo para que prestara sus
servicios como procurador y/o asesor jurídico para un programa determinado; en
este caso de mediación vecinal, y por lo tanto a juicio del tribunal y de acuerdo a
los informes que rindió en cuanto a sus servicios el demandante, en cuanto a
solución de conflictos y mediación entre vecinos, estos son susceptibles de ser
encuadrados en la forma del cometido específico, o sea en la hipótesis que prevé
el inciso segundo del citado artículo 4°, como quiera que tuvieron por objeto el
desarrollo de una labor precisa y determinada. En efecto al margen de la labor
que se adscriba al departamento de desarrollo determinado, lo cierto es que se
trata del desarrollo de un programa concreto financiado por el Ministerio del
Interior y que no corresponde a funciones inherentes y naturales del municipio
demandado. Que la existencia de algún tipo de horario o la necesidad de rendir
cuenta de la labor ejecutada tampoco es de suyo un camino necesario para
efectos de determinar que exista una relación laboral, sino que se refiere a la
rendición de los resultados de un cometido específico que se encarga a un
contratado a honorarios en el caso en concreto. Por lo tanto, de acuerdo a lo
señalado en forma precedente, la contratación del demandante se ajustó la
normativa antes indicadas, y en esas condiciones se aplicó correctamente el
artículo cuarto inciso segundo de la 18.883 y conforme a ello la contratación del
demandante se ajustó a la facultad que tiene la Municipalidad al respecto y el
definitiva no existió y no fue acreditada la relación laboral invocada por el actor,
como consecuencia de lo cual se rechazará la demanda en todas sus partes.

4.- Recurso de Nulidad de la demandante: Esta parte interpone Recurso de


Nulidad contra el fallo de primer grado, por las siguientes causales:
i) Como fundamento principal de la nulidad se invocó la causal del literal c) del
artículo 478 del Código del Trabajo, esto es: “Cuando sea necesaria la alteración
de la calificación jurídica de los hechos, sin modificar las conclusiones fácticas del
tribunal inferior”. Sobre esta causal, se indica en lo medular que en su sentencia el
Juez reconoció la existencia de una relación de trabajo y, no obstante corroborar
la presencia de indicios demostrativos de subordinación y dependencia, tales
como cumplimiento de asistencia y control de horario, sujeción a la dependencia
de órdenes y, dirección, supervisión y control de sus funciones por su jefatura ,
decidió calificar la relación de las partes como una de carácter civil, puesto que
estima que los servicios prestados por el actor no corresponden a aquellos regidos
por el Código del Trabajo, por tratarse de una relación sujeta a honorarios.
ii) En forma subsidiaria se invocó la causal del artículo 477 del Código del
Trabajo, por haberse incurrido en infracción de las leyes que han influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo, a saber: Los artículos 1, 7, 8, 162, 163 y
168 del Código del Trabajo, y el artículo 4º de la Ley 18.883. Sobre esta causal,
esta parte alega que, el fallo recurrido ha infringido el artículo 1º del Código del
Trabajo al ser aplicado indebidamente a la causa de autos, y con ello, no aplicar a
la controversia el resto de la normativa laboral. En concreto, al aplicar
incorrectamente esta norma que excluye la aplicación del Derecho Laboral a las
materias que señala, la sentencia infringida concluye, erróneamente, que las
partes se encontraron vinculadas por un contrato a honorarios, excluyendo la
aplicación del Código del Trabajo. En efecto, a pesar de que mi representado
ejecutó sus servicios en una jornada laboral, de forma continua, permanente y
exclusiva, sujeta a una jefatura, y con una retribución mensual por dichos
servicios, estas circunstancias no fueron consideradas suficientes por la
sentenciadora para efectos de declarar la relación laboral con la Ilustre
Municipalidad de Lo Prado, y en ese sentido incurre en error de derecho el
sentenciador al hacer aplicable el estatuto de funcionarios municipales, tanto
porque ello implicó prescindir de lo previsto en el Código del Trabajo por el cual
debía regirse la relación entre las partes, cuanto aplicó el referido estatuto, siendo
que en ningún caso se cumplía con lo autorizado para realizar dicha contratación.
Lo anterior, dado que no sólo correspondía considerar los términos de los
respectivos documentos conforme a los cuales mis representado se incorpora a la
dotación municipal, tampoco los acuerdos arribados por las partes, sino lo que
sucedió en la práctica, en aplicación del criterio protector que la doctrina laboral
denomina “la primacía de la realidad”, y que en la legislación laboral, se encuentra
consagrado en el inciso primero del artículo 8º del Código del Trabajo, en la
medida que señala que toda prestación de servicios en los términos señalados en
el artículo 7º del mismo, esto es, de carácter personal, contra el pago de una
remuneración, y bajo subordinación y dependencia, hace presumir la existencia de
un contrato de trabajo, y cuya principal expresión se da cuando se contrata a un
trabajador dependiente con la apariencia de ser uno independiente a honorarios,
lo que obliga a establecer la verdadera naturaleza de la prestación a través de un
análisis completo y razonable de la prueba sometida a conocimiento del juzgador.

5.- Fallo de Nulidad: La sentencia pronunciada por la Ilustrísima Corte de


Apelaciones de Santiago, de fecha 23 de mayo de 2018, rechazó el recurso de
nulidad interpuesto contra la sentencia de 31 de octubre de 2017, dictada por el
2°Juzgado del Trabajo de Santiago en autos RIT Nº 04113-2017 de dicho tribunal.
Este tribunal, en lo que interesa para efectos del presente recurso de unificación,
desechó el recurso de nulidad por las causales mencionadas, indicando lo
siguiente:
QUINTO: Que el fallo recurrido en su fundamento quinto, concluye que la
contratación del demandante se ajustó a la normativa antes indicada y en esas
condiciones se aplicó correctamente el artículo 4 inciso segundo de la ley 18.883 y
se ajustó a la facultad que tiene la municipalidad al respecto y en definitiva no
existió y no fue acreditada la relación laboral invocada por el actor, como
consecuencia de lo cual se rechazará la demanda en todas sus partes”. Lo
anterior, después de analizar latamente la referida disposición legal,
particularmente en cuanto los requisitos específicos requeridos en esta
contratación a honorarios, concluyendo que “conforme lo asentado en autos la
contratación del demandante se llevó a cabo para que prestara sus servicios
como procurador y/o asesor jurídico para un programa determinado, en este caso
mediación vecinal, y por lo tanto a juicio de este tribunal y de acuerdo a los
informes que rindió en cuanto a sus servicios el demandante, en cuanto solución
de conflictos y mediación entre vecinos, estos son susceptibles de ser
encuadrados en la forma de cometido específico… porque tuvieron por objeto el
desarrollo de una labor precisa y determinada. Y se trata del desarrollo de un
programa concreto financiado por el Ministerio del Interior y que no corresponde a
funciones inherentes y naturales del municipio demandado. Termina refiriendo que
respecto al “horario y necesidad de rendir cuenta de la labor ejecutada”, que ello
se refiere a la rendición de los resultados de un cometido específico que se
encarga a un contratado a honorarios en el caso concreto. Todo lo anterior
conforme a los hechos establecidos en el fundamento cuarto del fallo, de acuerdo
a la prueba rendida. SEXTO: Que de lo relacionado precedentemente, se
concluye que el sentenciador calificó los hechos establecidos, conforme la prueba
rendida en autos, de acuerdo a dispuesto en el artículo 4 de la ley 18.883 y por
ello, rechazó la demanda en todas sus partes, toda vez que, en ella, se negaba la
existencia de un contrato a honorarios como afirmó la demandada, y se reclamaba
que se trataba de un contrato laboral y con ello se pedía se declarase su despido
(del actor) como injustificado y la nulidad del mismo, con los efectos
remuneracionales respectivos, a lo que no se accedió por no haberse comprobado
esa relación laboral por el tribunal. SEPTIMO: Que en consecuencia, al no
haberse acreditado la infracción legal invocada por la recurrente para anular el
fallo del tribunal del trabajo, no podrá ser acogido su recurso de nulidad. Y VISTO,
además, lo dispuesto en los artículos 477, 478 y 482 del Código del Trabajo, se
RECHAZA el recurso de nulidad deducido por el abogado de la demandante, don
Marco González Pizarro, en contra de la sentencia definitiva dictada en los autos
RIT: 0-4113-2017 y RUC: 1740036861-9 del 2°Juzgado de Letras del Trabajo de
Santiago, de fecha ocho de marzo del año en curso, sentencia que no es nula.

II. PROCEDENCIA DEL PRESENTE RECURSO DE UNIFICACIÓN DE


JURISPRUDENCIA.
El recurso de unificación de jurisprudencia, está consagrado en el artículo 483,
inciso segundo, del Código del Trabajo, que dispone: “Procederá el recurso de
unificación de jurisprudencia cuando respecto de la materia de derecho objeto
del juicio existieren distintas interpretaciones sostenidas en uno o más fallos
firmes emanados de Tribunales Superiores de Justicia”. Por consiguiente, el
motivo de la impugnación por la vía del recurso de unificación es evitar lo que
ha ocurrido en el caso en estudio, esto es, que entre las mismas partes
genéricas (La parte demandante, una persona natural en contra de la
demandada, perteneciente a una Municipalidad), tratándose de hechos, y/o
pretensiones sustancialmente iguales (determinación del cuerpo normativo que
rige las relaciones entre estos, bajo determinadas circunstancias de hecho
probadas en juicio y consecuencialmente de aquello, establecer la procedencia
de las indemnizaciones por cese de prestación de servicios) se hubiere llegado
a decisiones distintas contradictorias. En este caso, uno de los aspectos
sustantivos de este asunto sometido a decisión de la Justicia consistió en
determinar la normativa aplicable a que se encuentran sometidos los
trabajadores que prestan servicios a organismos públicos del Estado, en la
especie una Municipalidad (contratados bajo la modalidad de honorarios, pero
que en las circunstancias particulares cumplen con todos los elementos de una
relación laboral), esto es, si en su relación con tal organismo se regula según el
artículo 4º del Estatuto Administrativo de Funcionarios Municipales, por las
reglas fijadas en el respectivo contrato y, en subsidio, por las normas del
Código Civil o si, por el contrario, ésta se rige por las normas del Código del
Trabajo, en aplicación al principio de la primacía de la realidad.

III. MATERIA DE DERECHO OBJETO DEL JUICIO.

El Principio de la Primacía de la Realidad establece que en caso de


discordancia entre lo que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos o
acuerdos, debe darse preferencia a lo primero, es decir, a lo que sucede en el
terreno de los hechos. El fundamento de este principio se vincula con el
carácter realista del Derecho del Trabajo. La existencia de una relación de
trabajo depende, no de lo que las partes hubieren pactado, sino de la situación
real en que el trabajador se encuentra colocado; y es que el Derecho del
Trabajo depende cada vez menos de una relación jurídica subjetiva, sino de
una situación objetiva cuya existencia es independiente del acto que
condiciona su nacimiento. Por esto resulta erróneo pretender juzgar la
naturaleza de la relación de acuerdo con lo que las partes hubieren pactado, ya
que si las estipulaciones consignadas en el contrato no corresponden a la
realidad, carecen de todo valor. El trabajador se encuentra en una situación de
vulnerabilidad que le impide discutir de igual a igual con su empleador las
cláusulas de sus convenciones, ni los términos en que éstas quedan
instrumentalmente consignadas. Los documentos suscritos entre trabajador y
empleador pueden reflejar la verdad, pero también pueden ocultarla para eludir
el cumplimiento de obligaciones legales u obtener un provecho ilícito. La
consagración normativa de este principio protector en la materia está
establecida en los artículos 7º del Código del Trabajo, donde define el contrato
de trabajo, señalando sus elementos tipificantes; a saber, prestación de
servicios personales, realizados bajo subordinación o dependencia y
retribuidos mediante una remuneración, y en el artículo 8º del mismo código,
donde se señala en su inciso primero que “toda prestación de servicios en los
términos señalados en el artículo anterior, hace presumir la existencia de un
contrato de trabajo”.
La Excma. Corte Suprema ha señalado que el principio de la primacía de la
realidad en el Derecho del Trabajo, implica que en caso de desacuerdo entre lo
que ocurre en la práctica y lo que surge de documentos o acuerdos, debe
estarse preferentemente a lo primero, es decir, a lo que sucede en el terreno
de los hechos, informa lo previsto en el artículo 8º del Código del Trabajo, que
presume la existencia de contrato de trabajo siempre que exista una situación
en que una persona se obliga a prestar servicios bajo dependencia y
subordinación de otra, que se obliga a pagar por estos servicios una
remuneración determinada. En efecto SS. En el caso de autos existieron
documentos que no son más que papeles físicos que se titularon como
contrato a honorarios, sin embargo lo que pasó en la realidad dista mucho de
lo que pueda constituir un vínculo de este tipo, pues como se pudo acreditar de
la prueba rendida en juicio, la relación que unió a mi representado con la Ilustre
Municipalidad de Lo Prado efectivamente se trató de una relación laboral unida
por un vínculo de subordinación y dependencia.De lo cual y en plena infracción
de este principio los sentenciadores de primera instancia y luego la Ilma. Corte
de Apelaciones de Santiago, asignaron valor a los diferentes contratos a
honorarios y a las Leyes que regulan dicha contratación para entonces
pronunciar su fallo, sin considerar parte alguna de la realidad en la cual se llevó
a cabo la relación entre las partes, y que por expresa aplicación de este
principio debió primar por sobre los papeles y la mera normativa que de ellos
emana.

IV. DISTINTAS INTERPRETACIONES RESPECTO DE LA MATERIA DE


DERECHO OBJETO DE ESTE JUICIO SOSTENIDAS EN DIVERSOS
FALLOS EMANADOS DE TRIBUNALES SUPERIORES DE JUSTICIA.

Como se ha señalado anteriormente, los artículos 483 y 483 letra a) del Código
del Trabajo, exigen que respecto de la materia de derecho objeto del juicio
existieren distintas interpretaciones sostenidas en uno o más fallos firmes
emanados de Tribunales Superiores de Justicia. En la especie, la materia de
derecho objeto de la sentencia de la Ilma. Corte de Apelaciones de Santiago
que se recurre, actualmente ha sido interpretada uniformemente de manera
diversa por la Excma. Corte Suprema, siendo necesario que ese máximo
Tribunal fije y ratifique la correcta interpretación de la misma.

1) PRIMERA INTERPRETACIÓN: La primera interpretación que este


recurrente somete a conocimiento de la Excma. Corte Suprema y que estima
correcta respecto de la materia de derecho objeto debatida en autos, es
aquella unificada por el máximo Tribunal, interpretación que actualmente se
encuentra vigente y sostenida en los tres fallos de unificación de jurisprudencia
que se acompañan como sentencias de contraste. Todos ellos, coinciden con
la teoría establecida por esta parte, en atención a que si bien las
contrataciones se realizan bajo la modalidad de honorarios, en los hechos, las
diferentes circunstancias que marcan su desempeño, se identifican claramente
con una relación laboral, por lo que corresponde aplicar en definitiva el Código
del Trabajo. En efecto, los tres fallos que se pasarán a extractar
posteriormente, acreditan que la interpretación que la Excma. Corte Suprema
estima acertada sobre la materia de derecho objeto de autos, es aquella que
aplica las normas del Código del Trabajo respecto de las personas naturales
contratadas por un órgano de la administración del Estado, en la especie una
Municipalidad que, aun habiendo suscrito sucesivos contratos de prestación de
servicios a honorarios, por permitírselo el estatuto especial que regula la
entidad contratante, en el caso sub-lite, el artículo 4º de la Ley 18.883, prestan
servicios en las condiciones previstas por el Código del Trabajo y no en los
términos del Derecho Civil en virtud de un contrato de arrendamiento de
servicios personales.

a.- Sentencia de Unificación de Jurisprudencia dictada por la Excma. Corte


Suprema con fecha 01 de abril de 2015, Rol Ingreso Nº 11.584-2014,
caratulados “Vial con Ilustre Municipalidad de Santiago”.

Esta sentencia dice relación con la situación de un trabajador municipal que por
varios años prestó servicios para la I. Municipalidad de Santiago en virtud de
diversos contratos “a honorarios”, de forma continua e ininterrumpida por 4 años y
en actividades habituales al giro de la corporación demandada. El régimen
existente entre trabajador y Municipalidad tenía las características de una relación
laboral en cuanto a la subordinación y dependencia, deducida de hechos como la
imposición de horarios, órdenes recibidas por sus jefaturas, entre otras. Así el
conflicto ocurrió cuando el trabajador fue separado de sus funciones sin
indemnización alguna pues formalmente no tenía la calidad de trabajador. En este
escenario, el demandante solicitó que el juez de la instancia declare que la
relación que lo unió con la I. Municipalidad de Santiago era, en los hechos, de
carácter laboral, a fin que se declare que entre las partes existió relación de
naturaleza laboral, se considere indebido su despido, además de nulo por mora
previsional, en consecuencia, se condene a la demandada a pagar las cantidades
que indica por concepto de indemnización sustitutiva del aviso previo y años de
servicio, esta última con el recargo legal correspondiente, compensación del
feriado legal, cotizaciones previsionales por todo el periodo de tiempo trabajado y,
remuneraciones y demás prestaciones que se devenguen desde la fecha del
despido hasta la de convalidación, más reajuste, intereses y costas de la causa.
Esta interpretación es la que rechazó el juez de instancia, dictando sentencia que
fue impugnada mediante de recurso de nulidad laboral, igualmente rechazado por
la Ilma. Corte de Apelaciones de Santiago, que finalmente fuera acogido por fallo
de recurso de unificación de jurisprudencia individualizado precedentemente. La
Excma. Corte Suprema se basa en los siguientes argumentos para acoger el
recurso de unificación de jurisprudencia y en definitiva, declarar la naturaleza
laboral de la relación. “Séptimo: Que, para los efectos de la uniformidad sometida
a esta Corte, las divergencias surgen en tanto el demandante entiende que,
concurriendo los elementos propios de una vinculación de naturaleza laboral, lo
ampara la legislación del ramo y, por ende, le asisten los derechos inherentes a
esa clase de relación. En cambio, la Municipalidad demandada se asila en el
marco jurídico que rige a los funcionarios de esa entidad –Ley N° 18.883- para
sostener que la contratación del actor no pudo realizarse conforme a la normativa
del Código del Trabajo, por impedírselo el estatuto respectivo y la reglamentación
a la que debe someter sus actuaciones como órgano de la Administración del
Estado, subsumiendo la vinculación que la unió con el actor en la disposición del
artículo 4° de la Ley N° 18.883, de modo que carece, en su concepto, de los
derechos que el Código del Trabajo le reconoce en caso de término de la
vinculación. Octavo: Que, en el reproducido artículo 1° del Código del Trabajo, se
consignan, además de la ya referida premisa general, una excepción y una
contraexcepción. En efecto, la excepción a la aplicación del Código del Trabajo la
constituyen los funcionarios de la Administración del Estado, centralizada y
descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder Judicial, los trabajadores de
las empresas o instituciones del Estado o de aquéllas en que tenga aportes,
participación o representación, pero esta situación excepcional tiene cabida
únicamente en el evento que dichos funcionarios o trabajadores se encuentren
sometidos por ley a un estatuto especial. Por su parte, la contraexcepción se
formula abarcando a todos los trabajadores de las entidades señaladas, a quienes
se vuelve a la regencia del Código del Trabajo, sólo en los aspectos o materias no
regulados en sus respectivos estatutos, siempre que ellas no fueren contrarias a
estos últimos. En otros términos, se someten al Código del Trabajo y leyes
complementarias los funcionarios de la Administración del Estado que no se
encuentren sometidos por ley a un estatuto especial y, aun contando con dicho
estatuto, si éste no regula el aspecto o materia de que se trate; en este último
caso, en el evento que no se oponga a su marco jurídico. Noveno: Que, por
consiguiente, si se trata de una persona natural que no se encuentra sometida a
estatuto especial, sea porque no ingresó a prestar servicios en la forma que dicha
normativa especial prevé, o porque tampoco lo hizo en las condiciones que esa
normativa establece –planta, contrata, suplente-, lo que en la especie acontece,
inconcuso resulta que la disyuntiva se orienta hacia la aplicación del Código del
Trabajo o del Código Civil, conclusión que deriva de que en el caso se invoca el
artículo 4° de la Ley N° 18.883, norma que, sustrayéndose del marco jurídico
estatutario que establece para los funcionarios que regula, permite contratar sobre
la base de honorarios en las condiciones que allí se describen y que se
consignaron en el fundamento quinto, las que, en general, se asimilan al
arrendamiento de servicios personales regulado en el Código Civil y que,
ausentes, excluyen de su ámbito las vinculaciones pertinentes, correspondiendo
subsumirlas en la normativa del Código del Trabajo, en el evento que se
presenten los rasgos característicos de este tipo de relaciones –prestación de
servicios personales, bajo subordinación y dependencia y a cambio de una
remuneración, según ya se dijo-, no sólo porque la vigencia del Código del
Trabajo constituye la regla general en el campo de las relaciones personales, sino
porque no es dable admitir la informalidad laboral y suponer 18 que por tratarse de
un órgano del Estado, que debe someterse al principio de la juridicidad, recogido
en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República, puede invocar
esa legalidad para propiciar dicha precariedad e informalidad laboral, la que por lo
demás se encuentra proscrita en un Estado de Derecho. Décimo: Que, en
consecuencia, la acertada interpretación del artículo 1° del Código del Trabajo, en
relación, en este caso, con el artículo 4° de la Ley N° 18.883, está dada por la
vigencia de dicho Código del Trabajo para las personas naturales contratadas por
la Administración del Estado, en la especie una Municipalidad, que aun habiendo
suscrito sucesivos contratos de prestación de servicios a honorarios, por
permitírselo el estatuto especial que regula a la entidad contratante, prestan
servicios en las condiciones previstas por el Código del ramo. En otros términos,
se uniforma la jurisprudencia, en el sentido que corresponde calificar como
vinculaciones laborales, sometidas al Código del Trabajo, a las relaciones habidas
entre una persona natural y un órgano de la Administración del Estado, en la
especie, una Municipalidad, en la medida que dichas vinculaciones se desarrollen
fuera del marco legal que establece –para el caso- el artículo 4° de la Ley N°
18.883, que autoriza la contratación sobre la base de honorarios ajustada a las
condiciones que dicha norma describe, en la medida que las relaciones se
conformen a las exigencias establecidas por el legislador laboral para los efectos
de entenderlas reguladas por la codificación correspondiente. Por estas
consideraciones y, visto, además, lo dispuesto en los artículos 483 y siguientes
del Código del ramo, se acoge, el recurso de unificación de jurisprudencia
interpuesto por el demandante, contra la sentencia de veinticuatro de abril de dos
mil catorce, dictada por la Corte de Apelaciones de Santiago, por la que se
rechazó el recurso de nulidad interpuesto por el mismo actor en contra del fallo
pronunciado por el Primer Juzgado de Letras del Trabajo de esta ciudad, con
fecha siete de septiembre de dos mil trece, rectificado el día nueve del mismo mes
y año, en los autos RIT O-1801-2013, caratulados “Vial con Municipalidad de
Santiago”, decisión que queda sin efecto”.
Por su parte, la sentencia de reemplazo declaró la existencia de una relación
laboral por cuanto, en su parte pertinente:
“Quinto: Que, asimismo, los elementos de convicción incorporados, en su
conjunto y cada uno por separado, permiten inferir la subordinación y dependencia
que impregnaba la relación habida entre las partes, ya que cada una de las
convenciones adjuntas precisan la labor a desempeñar y la obligación del actor de
rendir cuentas de su gestión, sin que se advierta en las labores a desempeñar
algún matiz de especialización que escape a la subordinación y que conduzca a
concluir la inexistencia de la dependencia, propia y característica del vínculo
laboral sometido al Código del ramo. Por consiguiente, como hecho de la causa
ha de tenerse la existencia de dicha subordinación y dependencia, aunque no
aparezca el cumplimiento de horario específico; también se ha demostrado el
pago de remuneración mensualmente contra el recibo firmado por el trabajador,
en contraprestación a los servicios cumplidos; por último, la realización íntegra de
la labor para la que fuera contratado y que se mantuvo por más de 4 años de
manera ininterrumpida. Estos son los hechos probados en este proceso y a los
que corresponde calificar jurídicamente, sin perjuicio de la denominación que las
partes hayan dado a la relación que las unía e, incluso, no obstante esa
denominación y las cláusulas pactadas en los respectivos instrumentos suscritos
por ellas”. En definitiva, en esta sentencia se aprecia que la materia de derecho es
muy similar al de esta Litis, pues en ambos casos se trata de trabajadores a
honorarios que prestan servicios para un órgano de la administración del Estado
en virtud de un contrato “a honorarios”, sin perjuicio de que de los hechos del
juicio se desprende que tal relación tenía componentes de subordinación y
dependencia. Por otra parte en ambas sentencias llama la atención la cantidad de
años en que los trabajadores prestaron servicios ininterrumpidamente y en virtud
de sucesivos contratos a honorarios, cuestión que por sí sola pone en contracción
en carácter transitorio y específico del contrato “a honorarios” regulado por el
artículo 4º de la Ley 18.883.

b.- Sentencia de Unificación de Jurisprudencia dictada por la Excma. Corte


Suprema con fecha 14 de agosto de 2017, Rol Ingreso Nº 76444-2016,
caratulados “Ignacio Alejandro Campano Larrondo con I. Municipalidad de
Talcahuano”
En esta sentencia de contraste al igual que en la desarrollada anteriormente, el
máximo Tribunal acoge el recurso de unificación de jurisprudencia deducido por la
parte demandante en contra del fallo de la Ilma. Corte de Apelaciones de
Concepción. Se extractan seguidamente los considerandos relevantes de la
sentencia de unificación en comento, sin perjuicio que su texto íntegro se
acompaña al presente recurso.

A. Rol de la Corte Suprema 5.699-2.015, unificación de jurisprudencia, sentencia


de diecinueve de abril de dos mil dieciséis. En un contencioso entre un grupo de
trabajadores a honorarios y la I. Municipalidad de Talca, donde laboraban, los
jueces sostuvieron que “si una persona se incorpora a la dotación de una
municipalidad bajo la modalidad contemplada en el artículo 4 de la Ley N° 18.883,
pero, no obstante ello, en la práctica presta un determinado servicio que no tiene
la característica específica y particular que expresa dicha norma, o que tampoco
se desarrolla en las condiciones de temporalidad que indica, corresponde aplicar
el Código del Trabajo si los servicios se han prestado bajo los supuestos fácticos
ya señalados en el motivo anterior, que importan un concepto, para este caso, de
subordinación clásico, esto es, a través de la verificación de indicios materiales
que dan cuenta del cumplimiento de las órdenes, condiciones y fines que el
empleador establece, y que conducen necesariamente a la conclusión que es de
orden laboral. Lo anterior, porque dicho código constituye la regla general en el
ámbito de las relaciones laborales, y, además, porque una conclusión en sentido
contrario significaría admitir que, no obstante concurrir todos los elementos de un
contrato de trabajo, el trabajador queda al margen del Estatuto Laboral, en una
situación de precariedad que no tiene justificación alguna;”
B. Rol de la Corte Suprema 11.584-2.014, unificación de jurisprudencia,
sentencia de 1 de abril de dos mil quince. El motivo 11° de este fallo reza: “la
acertada interpretación del artículo 1° del Código del Trabajo, en relación, en este
caso, con el artículo 4° de la Ley N° 18.883, está dada por la vigencia de dicho
Código del Trabajo para las personas naturales contratadas por la Administración
del Estado, en la especie una Municipalidad, que aun habiendo suscrito sucesivos
contratos de prestación de servicios a honorarios, por permitírselo el estatuto
especial que regula a la entidad contratante, prestan servicios en las condiciones
previstas por el Código del Ramo.”;
5°.- La simple comparación entre dichos antecedentes jurisprudenciales, por una
parte, y la sentencia que origina este intento de uniformación, por la otra, deja de
manifiesto que entre las primeras y la última hay una diferencia de interpretación
con respecto a la materia de derecho que ha sido objeto del procedimiento y de la
sentencia, sin que opte a esta premisa la circunstancia de tratarse de una
regulación estatutaria como la de la ley 19.378, como quiera que la materia
jurídica es una sola. De esa manera se tiene que concurren en las especies todas
y cada uno de los requisitos que para la procedencia de un recurso de esta
especie exigen los artículos 483 y 483-A del código en permanente referencia,
según se dejó planteado en supra 2°. En consecuencia, esta Corte pasa a
hacerse cargo del fondo del asunto; 6°.- A los efectos de asentar lo que estos
jueces aprecian como recta exégesis en la materia, es menester traer a colación,
por lo pronto, el tenor del artículo 1 del Código del Trabajo, según el que: “Las
relaciones laborales entre empleadores y trabajadores se regularán por este
Código y por sus leyes complementarias. “Estas normas no se aplicarán, sin
embargo, a los funcionarios de la Administración del Estado, centralizada y
descentralizada, del Congreso Nacional y del Poder Judicial, ni a los trabajadores
de las empresas o instituciones del Estado o de aquéllas en que tenga aportes,
participación o representación, siempre que dichos funcionarios o trabajadores se
encuentren sometidos por ley a un estatuto especial. “Con todo, los trabajadores
de las entidades señaladas en el inciso precedente se sujetarán a las normas de
este Código en los aspectos o materias no regulados en sus respectivos
estatutos, siempre que ellas no fueren contrarias a estos últimos. “Los
trabajadores que presten servicios en los oficios de notarías, archiveros o
conservadores se regirán por las normas de este Código”; 7°.- La Ley 19.378 fija
su ámbito de aplicación en el artículo 1, enseñando que normará la atención
primaria de salud cuya gestión se encontrare traspasada a los municipios; la que
se efectúe en establecimientos de atención primaria de salud creados por las
municipalidades; la que se ejecute en recintos traspasados por los Servicios de
Salud; y la que se desarrolle en establecimientos que se incorporen a la
administración municipal, por cualquier causa. El inciso segundo del mismo
precepto señala que la ley regulará la relación laboral, amén de los deberes y
derechos del personal que ejecute acciones de atención primaria de salud. Su
artículo 4 predica que “en todo lo no regulado expresamente por las disposiciones
de este Estatuto, se aplicarán, en forma supletoria, las normas de la ley N°
18.883, estatuto de los funcionarios municipales.” A su turno, el artículo 4 de la
aludida Ley 18.883, preceptúa, en lo que viene al caso (inciso tercero), que “Las
personas contratadas a honorarios se regirán por las reglas que establezca el
respectivo contrato y no les serán aplicables las disposiciones de este Estatuto”;
8°.- Acorde con la normativa reseñada en los dos capítulos que anteceden, la
regla general es que todas las vinculaciones de índole laboral habidas entre
empleadores y trabajadores quedan tuteladas por el Código del Trabajo,
entendiéndose por tales, siempre en una perspectiva de orden general, las que
reúnen las características consignadas en el artículo 7 del cuerpo de leyes
sociales -servicios personales intelectuales o materiales, dependencia o
subordinación, remuneración-; 9°.- El transcrito artículo 1 del código define una
excepción a esa regla de general aplicación, consistente en que los lazos de
prestación de servicios del personal de la Administración del Estado -centralizada
y descentralizada- del Congreso Nacional, del Poder Judicial, de las empresas o
instituciones del Estado y de aquéllas en que tenga aportes, participación o
representación, se someten a sus respectivos estatutos especiales. Empero,
puede que en semejante regulación estatutaria no se encuentren normados
ciertos temas, evento en el que, en esos respectos -vacíos- se hace aplicable el
código, a condición que no contravenga la preceptiva estatutaria. Así, se
encuentran sometidos al Código del Trabajo los funcionarios anteriormente
referidos que no lo estén por ley a un estatuto especial; aún de estarlo, sólo
respecto de aspectos o materias no regulados por el régimen de la especie y
siempre que el tratamiento de la recopilación no se le oponga; 10°.- En ninguno de
los tópicos que se halla concernido lo presente -recordando, la declaración de
estarse en presencia de un vínculo laboral dependiente, la de habérsele puesto
término de manera injustificada, la de no haberse enterado cotizaciones
provisionales y la consecuente nulidad de la separación y, la procedencia de las
indemnizaciones por concepto de feriado- la Ley 19.378 anida algún tipo de
regulación. Dicho está que según su artículo 1 se aplica a “la relación laboral”, los
“deberes y derechos del respectivo personal que ejecute acciones de atención
primaria de salud.”, lo que impele a hurgar si previó las materias recién
enunciadas. Lo único que viene al caso es el artículo 48, que al definir las
causales de término del vínculo, contempla, como último capítulo, el de su especie
“i”, que tiene que ver con la disminución o modificación de la dotación, único
evento en el que prevé “una indemnización equivalente al total de las
remuneraciones devengadas en el último mes, por cada año de servicio en la
municipalidad respectiva, con un máximo de 11 años.” No hay más. Dada esta
constatación, se gatilla la supletoriedad que expresamente contempla el artículo 4
de la Ley 19.378, según el que, como ya se recordó, corresponde en tal silencio
atenerse a la Ley N° 18.883 o Estatuto de los Funcionarios Municipales. Sucede
que tampoco esta última legislación se plantea ante la especificidad de las
materias que generan esta vista. Entonces, siguiendo el hilo de lo que precede, no
queda más que recurrir al tenor de su artículo 4, en el sentido que “Las personas
contratadas a honorarios se regirán por las reglas que establezca el respectivo
contrato” y no por el Estatuto de los Funcionarios Municipales. Siendo así,
aparece con toda su fuerza la regla general del artículo 1 del Código del Trabajo,
pues no ha querido el ordenamiento jurídico interno dejar desreguladas, en
aspectos básicos del derecho social contemporáneo, como son los relativos al
término de la relación de trabajo y a las sanciones inherentes al incumplimiento de
las obligaciones que la ley le reconoce en su substancia, vinculaciones entre
personas que se desempeñan con sujeción a otro, a cambio de una remuneración
por su labor: 11°.- A partir de los análisis de supra  6°, es dable concluir que la
correcta doctrina jurídica va de la mano de la aplicación del régimen que establece
el Código del Trabajo en cada uno de los temas que conciernen a las acciones
impetradas por el psicólogo Campano, habida cuenta el silencio de la regulación
estatutaria pertinente; 12°.- Pero hay otra perspectiva desde la que el asunto
puede ser encarado. Los sentenciadores dejaron establecidos ciertos hechos que
se hace aconsejable traer a colación, entre los cuales conviene destacar que el
actor prestó servicios como psicólogo en el Centro de Salud Familiar Paulina
Avendaño, dependiente de la Dirección de Salud de la I. Municipalidad de
Talcahuano; lo hizo desde el diecisiete de marzo de dos mil nueve hasta el treinta
y uno de enero de dos mil dieciséis, en virtud de sucesivos contratos a honorarios;
estaba sujeto a un horario previamente establecido; no podía modificar esa
temporalidad, sin el consentimiento de la persona a cargo de la coordinación;
debía confeccionar un registro con sus actividades diarias; estaba obligado a
efectuar un registro mensual de atenciones; se le realizaba evaluaciones de
desempeño; su contrato de honorarios se efectuó con los fondos traspasados al
ente edilicio, por el programa Chile Crece Contigo; y las atenciones que prestaba
no se limitaban a los usuarios de ese programa de salud; 13°.- No puede
desconocerse que esa descripción se corresponde con lo que el artículo 7 del
Código del Trabajo asigna como característica a todo vínculo de dependencia
directa e inmediatamente regido por él. De manera que no solamente porque en
las materias que aquí convocan, no existe una normativa diversa a la del código
de fuero, que como se pretendió dejar explicado, constituye la regla común en el
campo de las relaciones personales, sino porque, además, en la situación en
examen se presentan los rasgos característicos de un vínculo dependiente, nada
legitima la prescindencia de este cuerpo de leyes, bastión, al menos en el actual
Estado de desarrollo del derecho social chileno, de cuanto concierne a la
asociación entre empleador y trabajador; 14°.- Lo contrario sería suponer que por
tratarse de un órgano del Estado -ayuntamiento- puede permitirse invocar una
legalidad que, en lo específico, no le viene, propiciando por esa vía una
precariedad e informalidad laborales, que además de incompatibles con la
necesaria sumisión de los órganos de la Administración al principio de juridicidad
recogido en los artículos 6 y 7 de la Constitución Política de la República, se
encuentran proscritos en el Estado democrático de Derecho de la
postmodernidad; 15°.- Al resolver como lo hará, no quiere esta Corte desatender
lo que viene equivaliendo a una máxima de experiencia, cuya consideración en
esta clase de contencioso se ve avalada por el criterio protector que la doctrina
laboral denomina “la primacía de la realidad”; la legislación del ramo le rinde
tributo, cuando en el inciso primero del artículo 8 del código enseña que toda
prestación de servicios en los términos descritos en su artículo 7, hace presumir la
existencia de un contrato de trabajo. No se oculta por qué se lo trae a colación. Su
principal expresión se da cuando se intenta encubrir a un trabajador dependiente,
bajo la apariencia de ser un funcionario público de salud, contratado a honorarios.
De ahí el empeño de desentrañar la verdadera naturaleza de la vinculación de
Campano; 16°.- En definitiva, se uniformará la jurisprudencia, en el sentido que
corresponde aplicar el Código del Trabajo a la relación que se generó entre y la I.
Municipalidad de Talcahuano, en los tópicos que viene demandando y que no se
encuentran regulados por la Ley 19.378. Consideraciones sobre la base de las
cuales se acoge el requerimiento de unificación de jurisprudencia incoado por
Ignacio Alejandro Campano Larrondo con motivo de la sentencia pronunciada por
la Corte de Apelaciones de Concepción el doce de septiembre de dos mil
dieciséis, que rechazó el de nulidad que interpuso contra el fallo de ocho de julio
del mismo año, emanado del Juzgado de Letras del Trabajo de Concepción en la
causa RIT O- 361-2.016, RUC 14-40036912-8, fundado en la causal del artículo
477, en relación con los artículos 1 y 8 del Código del Trabajo, 3 de la Ley 18.883,
1, 10 y 14 de la 19.378 y, en consecuencia, se hace lugar al referido recurso de
nulidad, y se declara que la sentencia de base es nula en la parte que rechazó la
demanda declarativa de existir relación laboral entre las partes, la de despido
injustificado, la de nulidad del despido y la de cobro de feriados legal y
proporcional, debiendo dictarse inmediatamente a continuación y sin nueva vista,
la de reemplazo que corresponde, en unificación de jurisprudencia.

c.- Sentencia de Unificación de Jurisprudencia dictada por la Excma. Corte


Suprema con fecha 28 de abril de 2016, Rol Ingreso Nº 7091-2015,
caratulados “Candía con Ilustre Municipalidad de Talca”.
El caso contemplado en este Recurso de Unificación de Jurisprudencia,
corresponde a una situación donde el actor demandó el despido injustificado, su
nulidad, además del cobro de prestaciones laborales adeudadas. Dicha pretensión
basada en existir en la realidad una relación laboral fundamentada en un vínculo
de subordinación y dependencia. Mediante la respectiva Audiencia de Juicio y en
base a los puntos de prueba fijados por el tribunal, rindió prueba para sustentar el
vínculo de subordinación y dependencia alegada. Sin embrago, el Juzgado de
Letras del Trabajo de Talca, rechazó la demanda porque decidió que la relación
contractual que existió entre las partes, se regulaba por lo dispuesto en el artículo
4 de la Ley 18.883, la que permite contratar bajo la modalidad de honorarios. La
demandante dedujo Recurso de Nulidad en contra de la sentencia de primera
instancia, el que fue rechazado por la Ilma. Corte de Apelaciones de Talca. Y en
contra de este último fallo, la demandante dedujo Recurso de Unificación de
Jurisprudencia. Fue así como la Excma. Corte Suprema de Justicia, mediante el
pronunciamiento del fallo que acoge el recurso interpuesto por la demandante,
establece en su considerando

Tercero: “...agregando que “la habitualidad con que se realiza el aseo y ornato en
la comuna, no obsta a que se pueda disponer de cometidos específicos”…, de
manera “que a pesar de que se puedan dar circunstancias fácticas similares a los
indicios que la doctrina y la jurisprudencia ha señalado como demostrativos de
subordinación y dependencia, no hacen que exista un contrato de trabajo entre las
partes, y que ha sido una disposición legal especial la que ha establecido una
forma de contratación civil cuando se trate, entre otros, de cometidos específicos”,
concluyendo rechazar la demanda porque la contratación del actor está
expresamente autorizada por la ley para someterse a las reglas del mismo
contrato sin sujeción a la normativa laboral.” Para luego establecer en el
considerando Cuarto: “Que, por lo tanto, concurren dos interpretaciones sobre una
idéntica materia de derecho, presupuesto necesario del recurso de unificación de
jurisprudencia, por lo que se debe establecer cuál es la correcta, lo que se traduce
en determinar qué estatuto jurídico regula la vinculación que se genera entre una
persona natural que se desempeña en una entidad perteneciente a la
Administración del Estado, en este caso, una municipalidad, y ésta última, cuando
su desempeño, no se encuadra en los términos de la normativa conforme a la cual
se incorporó a la dotación del ente municipal.” En efecto, lo que hace la Cuarta
Sala al apreciar la causa citada, es considerar la contradicción en la que cae la
Iltma.C.A. de Talca al pronunciar su fallo, pues rechazan la demanda porque la
contratación del actor, está expresamente autorizada por la Ley para ser de
carácter a honorarios.
Para luego en el considerando cuarto, señalar que el raciocinio que se debió
aplicar, es qué estatuto jurídico regula la vinculación de una persona natural que
se desempeña en una entidad perteneciente al Estado, cuando su desempeño no
se encuadra en los términos que establece la normativa que en el caso es, la
normativa para contratar a honorarios.
Luego en el considerando Octavo los Excelentísimos jueces señalan: “Que, en
consecuencia, para resolver la Litis se debe establecer si el demandante en el
ejercicio de las funciones que le fueron cometidas desplegó un quehacer
específico y acotado en el tiempo – como lo ordena el citado art 4 de la Ley N°
18.883, o si, por el contrario, desarrolló una labor permanente bajo las condiciones
de subordinación y dependencia de su empleador...”
En el citado considerando, el raciocinio lógico que ocupa la Cuarta Sala para
resolver la Litis en cuestión, es apreciar si el actor en el ejercicio de sus funciones,
dicho ejercicio lo desplegó dentro de lo que estipula el artículo 4 de la Ley 18.883,
o si, por el contrario desarrolló una labor bajo las condiciones de subordinación y
dependencia. Esa es la pregunta que lógicamente señalan los jueces como la
trascendente para resolver la demanda.
Siguiendo esa lógica, los Excelentísimos Ministros establecen:
Noveno: “Que, de los supuestos fácticos descritos precedentemente, se evidencia
que la demandante desarrolló la labor encomendada bajo vínculo de
subordinación y dependencia, entendido en su noción material, esto es, que las
llevó a cabo en dependencias de la demandada, en horarios y bajo las
instrucciones que ella dispuso, por lo que, corresponde encuadrar la situación de
la actora en la normativa que contiene el Código del Trabajo, y atendido que los
servicios prestados por la demandante, como se especificó, se desarrollaron
conforme a los requisitos que, al efecto, contempla el artículo 7° del citado texto
legal, consecuentemente, no se insertan en la normativa especial del artículo 4 de
la Ley N°18.883, razón por la cual, el vínculo contractual se rige por el texto
normativo antes indicado.” Del citado considerando la Cuarta Sala tomó en
consideración supuestos fácticos apreciables en la realidad como lo son: que la
demandante cumplió un horario y seguir órdenes de la demandada, para
lógicamente concluir que los cometidos prestados por la actora se desarrollaron
conforme a los requisitos establecidos en el artículo 7º del Código del Trabajo, que
bien como sabrá SS., dicho artículo constituye una consagración normativa del
Principio de la Primacía de la Realidad. A su vez, los Excelentísimos Ministros
lógicamente concluyen que las labores ejecutadas por la actora, no se insertaron
en la normativa especial que prevé el artículo 4 de la Ley 18.883. Finalmente en el
considerando Décimo se señala: “Que, en estas condiciones, yerran los
sentenciadores de la Corte de Apelaciones de Talca al calificar que la relación
contractual de los litigantes se enmarcó dentro del régimen especial del Estatuto
Administrativo que rige a los funcionarios municipales y, estimando,
consecuentemente inaplicable el Código del Trabajo, porque la conducta
desplegada por la actora en el ejercicio de su labor no cumple los requisitos que la
norma especial exige...”
En consideración a lo establecido, la Cuarta Sala termina ratificando la aplicación
de lo que en la realidad entre las partes existió, sin considerar los documentos que
mediaron entre la actora y la demandada, y la normativa que emanó de dichos
documentos como lo establece el artículo 4 de la Ley 18.883, puesto que, en la
práctica las prestaciones de servicios efectuadas por la actora cumplían con todos
los requisitos para poder ser considerada como una relación laboral en los
términos que impone el artículo 7º en relación con el artículo 8º, ambos del Código
del Trabajo.
De lo anteriormente expuesto, se desprende que el razonamiento lógico que tuvo
la Excelentísima Corte Suprema de Justicia, para pronunciar el fallo sobre el
Recurso de Unificación de Jurisprudencia interpuesto por la actora, fue el de
hacer primar la realidad por sobre la mera normativa y los documentos físicos que
mediaron entre las partes para acoger el citado recurso. Sin embargo, en los
presentes autos bajo la misma causa de pedir, y acompañando prueba suficiente
para demostrar las mismas circunstancias, el sentenciador de primera instancia y
a su vez, la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Santiago concluyeron lo contrario,
rechazando la demanda por sólo considerar y establecer como un hecho de la
causa, que las partes estuvieron unidas por una contratación a honorarios,
teniendo en consideración la sola normativa y los contratos firmados, sin
considerar parte alguna de la relación que efectivamente existía.
2) SEGUNDA INTERPRETACIÓN:
La segunda interpretación respecto de la materia de derecho objeto del juicio y
que este recurrente considera equivocada, ya que se aparta de la directriz
jurisprudencial unificada por la Excma. Corte Suprema, ya expuesta anteriormente
y sostenida en una serie de fallos firmes del máximo Tribunal, algunos de los
cuales en copia se acompañan al presente recurso, es la sostenida en la
sentencia que por este acto se recurre de unificación de jurisprudencia, dictada
por la Ilma. Corte de Apelaciones de Santiago, con fecha 23 de mayo pasado, la
cual rechaza el recurso de nulidad deducido por esta parte demandante en contra
de la sentencia de 31 de octubre de 2017, del 2°Juzgado de Letras del Trabajo de
Santiago, dictada en autos RIT Nº O-4113-2017, declarando que en consecuencia
la misma es nula.
La Ilma. Corte de apelaciones de Santiago, para rechazar el recurso de nulidad
interpuesto por el actor, fundó su decisión, al igual que el sentenciador del grado,
en la circunstancia de que queda establecido que el vínculo entre las partes, se
desarrolló en el contexto de una contratación de servicios a honorarios para
cometidos específicos, en el marco de una relación convencional porque tuvieron
por objeto una labor precisa y determinada y se trata de un programa
financiado por el ministerio del interior y que no corresponde a funciones
inherentes y naturales del municipio demandado ( pese que aun dicho
programa sigue ejecutándose y con fondos municipales)
Los considerandos respectivos del fallo de la duodécima Sala de la Ilma. Corte de
Apelaciones de Santiago, en los que funda su decisión de rechazo del recurso de
nulidad deducido por el demandante en contra de la sentencia del grado, son los
que a continuación se transcriben.
Quinto Que el fallo recurrido en su fundamento quinto, concluye que la
contratación del demandante se ajustó a la normativa antes indicada y en esas
condiciones se aplicó correctamente el artículo 4 inciso segundo de la ley 18.883 y
se ajustó a la facultad que tiene la municipalidad al respecto y en definitiva no
existió y no fue acreditada la relación laboral invocada por el actor, como
consecuencia de lo cual se rechazará la demanda en todas sus partes”. Lo
anterior, después de analizar latamente la referida disposición legal,
particularmente en cuanto los requisitos específicos requeridos en esta
contratación a honorarios, concluyendo que “conforme lo asentado en autos la
contratación del demandante se llevó a cabo para que prestara sus servicios
como procurador y/o asesor jurídico para un programa determinado, en este caso
mediación vecinal, y por lo tanto a juicio de este tribunal y de acuerdo a los
informes que rindió en cuanto a sus servicios el demandante, en cuanto solución
de conflictos y mediación entre vecinos, estos son susceptibles de ser
encuadrados en la forma de cometido específico… porque tuvieron por objeto el
desarrollo de una labor precisa y determinada. Y se trata del desarrollo de un
programa concreto financiado por el Ministerio del Interior y que no corresponde a
funciones inherentes y naturales del municipio demandado. Termina refiriendo que
respecto al “horario y necesidad de rendir cuenta de la labor ejecutada”, que ello
se refiere a la rendición de los resultados de un cometido específico que se
encarga a un contratado a honorarios en el caso concreto. Todo lo anterior
conforme a los hechos establecidos en el fundamento cuarto del fallo, de acuerdo
a la prueba rendida. SEXTO: Que de lo relacionado precedentemente, se
concluye que el sentenciador calificó los hechos establecidos, conforme la prueba
rendida en autos, de acuerdo a dispuesto en el artículo 4 de la ley 18.883 y por
ello, rechazó la demanda en todas sus partes, toda vez que, en ella, se negaba la
existencia de un contrato a honorarios como afirmó la demandada, y se reclamaba
que se trataba de un contrato laboral y con ello se pedía se declarase su despido
(del actor) como injustificado y la nulidad del mismo, con los efectos
remuneracionales respectivos, a lo que no se accedió por no haberse comprobado
esa relación laboral por el tribunal. SEPTIMO: Que en consecuencia, al no
haberse acreditado la infracción legal invocada por la recurrente para anular el
fallo del tribunal del trabajo, no podrá ser acogido su recurso de nulidad. Y VISTO,
además, lo dispuesto en los artículos 477, 478 y 482 del Código del Trabajo, se
RECHAZA el recurso de nulidad deducido
Razonamiento que escapa de toda aplicación al principio de la Primacía de la
Realidad, estableciendo y ponderando fundamentalmente las contrataciones
establecidas en los documentos allegados al juicio, excluyendo por tanto las
demás pruebas, aun cuando se reconocen expresamente los elementos que
determinan la relación laboral, circunstancia que se aleja absolutamente de lo
permitido por el respectivo Estatuto Administrativo.

V. RELACIÓN PRECISA Y CIRCUNSTANCIADA DE LAS DISTINTAS


INTERPRETACIONES.

De lo expuesto, resulta evidente concluir que, enfrentados a hipótesis de hechos


idénticas en iguales circunstancias de pretensiones, han existido diferentes
interpretaciones en cuanto a los elementos necesarios para hacer primar el
Principio de la Primacía de la Realidad por sobre la normativa y los documentos, a
saber:

En el presente juicio seguido ante el 2°Juzgado de Letras del Trabajo de Santiago


RIT O-4113-2017, Rol de ingreso Nº 2554-2017 ante la Ilustrísima Corte de
Apelaciones de Santiago, en su respectiva sentencia ya citada en este recurso se
estableció:
a) Que el demandante es persona natural que formula su demanda en calidad de
trabajador.
b) Que la parte demandante formuló demanda en contra de Órganos de la
Administración del Estado, en la especie, una Municipalidad, la I. Municipalidad de
Lo Prado.
c) Que la vinculación entre el demandante y la respectiva Municipalidad, se
extendió por un tiempo considerable, en el caso de autos fue, de 3 años
d) Que el trabajador prestó sus servicios de forma continua.
e) Que a través de la prueba incorporada, se pudo probar que el actor presó sus
servicios sujeto a una jornada de trabajo y con cumplimiento de horario.
f) Que el demandante recibió una remuneración de forma mensual por sus
servicios.
g) Que el actor se encontraba sujeto a una jefatura, bajo su dirección, supervisión
y control.

Respecto de los fallos de unificación de jurisprudencia dictados por la Excma.


Corte Suprema en causas Rol Ingreso Nº 11.584-2014, Nº 76444-2016 y Nº 7091-
2015 debemos considerar que:
Las 3 sentencias citadas anteriormente plantean idéntico presupuesto de hecho y
controversia jurídica que la discutida en autos. Así en todos los casos podemos
establecer que:
a) Un órgano del Estado que contrata a personas por largos periodos de tiempo,
en virtud de sucesivos contratos “a honorarios” haciendo uso de la facultad
conferida por la Ley Nº 18.883 sobre Estatuto Administrativo de Funcionarios
Municipales; b) sujetos que tras desempeñarse en tareas generales y habituales
de los servicios públicos son desvinculados de sus labores, por lo que demandan
y solicitan que se declare la existencia de una relación laboral y las consecuentes
indemnizaciones; c) En lo relativo al juicio, en todos los casos la cuestión debatida
es la procedencia de la contratación “a honorarios”, la presencia de subordinación
y dependencia y, en definitiva, la posibilidad de aplicar correctamente el Código
del Trabajo y sus normas.
Así las cosas, la Excelentísima Corte Suprema frente a los hechos establecidos,
deciden aplicar como razonamiento lógico para resolver la Litis el Principio de la
Primacía de la Realidad. No obstante existir evidentes similitudes, el sentenciador
de primera instancia y en consecuencia el Tribunal de alzada de estos presentes
autos, deciden calificar la naturaleza de la contratación de la presente causa como
la de un contrato a honorarios, basando su decisión en la normativa del artículo 4º
de la Ley 18.883. El sentenciador de primera instancia no considerando los
hechos, materia fundamental en estas causas, decidió que el actor se encontraba
sujeto a la norma citada que da lugar al contrato de honorarios por el solo hecho
de existir una normativa que faculta a las Municipalidades para dicha contratación.
Y así en consecuencia el Tribunal de alzada, señaló en el fallo que resolvió la
nulidad, rechazar las causales interpuestas por esta parte, sin consideración
alguna respecto de los hechos que esta parte pudo probar en primera instancia.

VI. FUNDAMENTOS DEL RECURSO: LA CORRECTA INTERPRETACIÓN DEL


OBJETO DE DERECHO MATERIA DEL JUICIO.

La correcta interpretación y aplicación de las normas jurídicas referidas a las


materias de derecho que han sido el objeto principal de este juicio son aquellas
sostenidas en las sentencias que se acompañan al presente recurso y
fundamentan la necesidad que la Excma. Corte Suprema unifique la jurisprudencia
sobre esta materia, interpretación que actualmente se encuentra vigente y
sostenida en los fallos mencionados. Los fundamentos jurídicos para sostener que
ésta es la correcta jurisprudencia fueron detalladamente expuestos tanto en la
demanda de autos como al interponer el recurso de nulidad desestimado por
vuestra Ilma. Corte, así como también fueron sucintamente resumidos en la
primera sección de este libelo, los que solicito se tengan íntegramente
reproducidos para los efectos de no incurrir en innecesarias reiteraciones.
Los tres fallos de contraste, acreditan que la interpretación que la Excma. Corte
Suprema estima acertada sobre la materia, es aquella que le da vigencia y
aplicación a la normas del Código del Trabajo respecto de las personas naturales
contratadas por un órgano de la administración del Estado, en la especie, una
municipalidad que, aun habiendo suscrito sucesivos contratos de prestación de
servicios a honorarios, por permitírselo el estatuto especial que regula a la entidad
contratante, en el caso sub-lite, la Ley sobre Estatuto Administrativo de
Funcionarios Municipales, prestan servicios en las condiciones previstas por el
Código del Trabajo. Dada las posturas y razonamientos totalmente polarizados
que se han expuesto, frente a hipótesis de hecho respecto de una causa
cumpliendo con total identidad respecto de la otra, y frente a otra donde los
escenarios se encuentran totalmente diferenciados, es que esta parte solicita al
máximo Tribunal unificar la jurisprudencia, en relación con la aplicación del
Principio de la realidad y su primacía por sobre la normativa y documentos
pactados entre las partes.
POR TANTO, de acuerdo a lo expuesto, normas citadas y lo dispuesto por los
artículos 483 y siguientes del Código del Trabajo, SÍRVASE SS. ILTMA.: tener
por interpuesto Recurso de Unificación de Jurisprudencia en contra de la
sentencia dictada por la Duodécima Sala de la Ilustrísima Corte de Apelaciones
de Santiago de fecha 23 de mayo de 2018, por existir distintas interpretaciones
respecto de la misma materia de derecho objeto de la sentencia, sostenidas en
fallos firmes emanados de los Tribunales Superiores de Justicia, darle tramitación
y concederlo, para ante la Excma. Corte Suprema de Justicia, a fin de que dicho
Tribunal acoja el recurso interpuesto, y dicte acto continuo sentencia de reemplazo
unificando jurisprudencia.

OTROSÍ: A objeto de cumplir con lo dispuesto en el inciso segundo del artículo


483 letra a) del Código del Trabajo, sírvase SS. Ilma. Tener por acompañadas:

a.- Copia Sentencia de Unificación de Jurisprudencia dictada por la Excma. Corte


Suprema con fecha 01 de abril de 2015, Rol Ingreso Nº 11.584-2014, caratulados
“Vial con Ilustre Municipalidad de Santiago”, y su respectiva sentencia de
reemplazo.

b.- Copia Sentencia de Unificación de Jurisprudencia dictada por la Excma. Corte


Suprema con fecha 14 de agosto de 2017, Rol Ingreso Nº 76444-2016,
caratulados “Ignacio Alejandro Campano Larrondo con I. Municipalidad de
Talcahuano “y su respectiva sentencia de reemplazo.
c.- Copia Sentencia de Unificación de Jurisprudencia dictada por la Excma. Corte
Suprema con fecha 28 de abril de 2016, Rol Ingreso Nº 7091-2015, caratulados
“Candía con Ilustre Municipalidad de Talca”, y su respectiva sentencia de
reemplazo

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