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PLAN DE GOBIERNO ( COMUNIDAD CIUDADANA)

El programa de Gobierno de Carlos Mesa está compuesto por ocho tareas


urgentes y cuatro grupos de propuestas orientadas a “rescatar la
democracia”.}

Desde hoy, los programas políticos podrán entrar al debate en la carrera


electoral rumbo a las elecciones del 20 de octubre. El Tribunal Supremo
Electoral hará públicas las propuestas presentadas la noche del viernes en la
página web y permitirá analizar las ofertas electorales de las nueve fuerzas en
pugna.

Hasta ayer, se hicieron públicas las propuestas del Movimiento Al Socialismo,


de Evo Morales; Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa; Bolivia Dice No, de
Óscar Ortiz, y el Movimiento del Tercer Sistema, de Félix Patzi, mientras que
Víctor Hugo Cárdenas, de Unidad Cívica Solidaridad, sigue haciendo públicas
propuestas polémicas, como la legalización de la marihuana para uso
medicinal. El MAS ha actualizado la Agenda Bicentenario con la que ganó las
elecciones de 2014.

A los 13 pilares que tenía le sumó cuatro áreas prioritarias para tratar de
revalidar el mandato de Morales y García Linera: consolidación de las bases
económicas, inclusión y bienestar para todos los bolivianos, oportunidades
económicas y empleo digno, y el Estado al servicio de la sociedad: más justicia
y seguridad; menos corrupción y burocracia.

El programa de Gobierno de Carlos Mesa está compuesto por ocho tareas


urgentes y cuatro grupos de propuestas orientadas a “rescatar la democracia”.

Entre las tareas urgentes anotadas destacan la restitución de la vigencia del


artículo 168 de la Constitución, para limitar las reelecciones a una vez en
periodos continuos, el cambio de la forma de elección de autoridades
judiciales, empleo para jóvenes a través de formación técnica.

Las cuatro temáticas de los mesistas son transformación democrática para


impulsar el desarrollo ético en el país, la diversificación productiva para
generar empleos de calidad, transformación territorial con ciudades creativas y
pacto fiscal y trabajos dignos y servicios de educación y salud de calidad.
 Carlos Mesa centrado sus ejes discursivos en el restablecimiento de
las libertades democráticas plenas, la recuperación de la
institucionalidad y la lucha contra la corrupción.

La continuidad y ajustes al modelo

El programa del Gobierno enfatiza el cumplimiento de la agenda 2025, en


alusión al próximo quinquenio, que apuesta a la transformación productiva
y a la industrialización sobre todo a partir de la constatación de la caída de
los ingresos del gas, la principal fuente de sostenimiento de la economía
boliviana. El Gobierno se propone impulsar el litio, la producción del
agro, para garantizar la seguridad alimentaria, y la exportación de
energía eléctrica.

El programa de Carlos Mesa hace hincapié en la reducción gradual


del déficit público, que este año se prevé supere el 6 por ciento. Para
eso pretende optimizar la inversión en obras de impacto productivo y
social, cortando el despilfarro en propaganda y otros
gastos. También se propone reducir gradualmente la deuda pública en el
periodo 2025-2030. Para eliminar el despilfarro en el gasto y la inversión
pública promete una auditoría técnica y financiera a todas las obras y
proyectos suntuarios. Otra de sus ofertas es el mejoramiento cada año
de la renta Dignidad que se paga a los adultos mayores.

Lo que se marca como eje central en el programa económico de Mesa


es la idea de una profunda transformación del patrón de desarrollo
de Bolivia. "Debemos superar, progresivamente, el extractivismo
económico depredador de la naturaleza y sustituirlo por un desarrollo
sostenible.Bolivia necesita abandonar el péndulo entre estatismo y
liberalismo", sostiene el programa de Comunidad Ciudadana.

Programas de gobierno: comunidad ciudadana

Ejemplo de uno de los gastos suntuosos del gobierno de turno


PLAN DE GOBIERNO
Presentamos en esta oportunidad, una serie de artículos referidos a
los programas de gobierno de los diferentes partidos políticos (de
los más importantes, según mi criterio) que intervendrán en las
elecciones primarias. Los mismos estarán referidos específicamente,
a algunas consideraciones generales y a la propuesta económica.

El presente artículo está referido al programa de gobierno de una


opción política nueva, denominada Comunidad Ciudadana, a la
cabeza de Carlos Mesa y Gustavo Pedraza.

En una primera parte nos hablan de algunas características sociales


heredadas que todavía perviven en nuestros días: patriarcado,
colonialismo, centralismo y caudillismo. Las mismas provocan
además algunas consecuencias, como: patrimonialismo,
corporativismo, prebendalismo y clientelismo. En este ámbito,
pervivieron instituciones excluyentes y se instauró una visión
inviable de desarrollo sustentado en un patrón extractivista.

Asimismo, hace mención al 21 de febrero de 2016, donde el pueblo


boliviano ratifica su voluntad de impedir la reelección de sus
gobernantes actuales, exigiendo un cambio de régimen, frente al
despilfarro prebendal, la corrupción, la ineptitud, el autoritarismo y
la impostura que caracterizaron al "proceso de cambio".

Comunidad Ciudadana es una opción política de largo aliento


destinada a instaurar en el país un Gobierno de Ciudadanos. La
misma constitución de esta opción política confirma a la ciudadanía
como una cualidad integral que no establece diferenciaciones
demográficas y que integra al mundo urbano y al mundo rural,
reivindicando la conciencia individual, las potencialidades creativas
de la persona y la certeza del ejercicio de sus libertades con el
derecho a su identidad plena.
Por otra parte, el nuevo Estado deberá incluir en su diseño y
funcionamiento, la nueva generación de derechos, además de los
derechos humanos reconocidos, situándolos en sus tres
dimensiones: lo individual, lo colectivo y lo ambiental. Las mismas,
serán traducidas en unos Pactos.

Un Pacto Democrático expresado en un Estado de Derecho,


sustentado en la normativa de derechos humanos, la separación de
poderes, justicia independiente, democracia intercultural y un
compromiso ético en la política y la gestión pública.

Un Pacto por una economía en armonía con la naturaleza, que


promueve una diversificación productiva que supere el
extractivismo, que dé empleo digno y no supere las capacidades
regenerativas de los ecosistemas.

Un Pacto por una nueva relación entre el Estado y la gente, que


desconcentre el poder estatal, devuelva el gobierno a la gente, que
haga realidad la autonomía plena y que permita a los gobiernos
regionales y municipales contar con los recursos necesarios para
atender las necesidades de los ciudadanos.

Apuntan también, que el Gobierno de ciudadanos garantiza los


derechos de las personas, de los pueblos y de la naturaleza,
facilitando la prosperidad y el bienestar.

Referente a cuestiones que tienen relación con la economía y la


inversión pública, hacen mención a una reforma del órgano rector
de contrataciones estatales, con la idea de que sea independiente
del poder político, de manera que asegure la transparencia, la libre
competencia, la sostenibilidad ambiental, la justicia y la
ecuanimidad, otorgando garantías a los participantes, con una
posibilidad real de impugnar procesos de contratación, así como la
participación prioritaria de empresas y profesionales bolivianos.
Asimismo, se impondrán sanciones drásticas a quienes transgredan
las disposiciones expresas establecidas.

Entrando ya a la temática económica, manifiestan que la economía


boliviana debe abandonar gradual y responsablemente el modelo
extractivista y su dependencia a los combustibles fósiles,
propendiendo hacia una transición a energías renovables y limpias.
La falacia de Bolivia, como "corazón energético de la región" será
sustituida por una estrategia realista.

En este proceso de cambio de matriz energética se deberá atender y


compensar los impactos derivados de la menor incidencia de los
impuestos y regalías hidrocarburíferas y su impacto en los ingresos
de las regiones.

Por otro lado, se debe superar la arcaica discusión entre estatismo y


libre empresa para construir un modelo mixto y verdaderamente
plural, se debe sustituir la lógica de los "polos de desarrollo" por
modelos de desarrollo económico local adaptados a las condiciones
biofísicas locales.

Se rearticularán los actores económicos: El Estado (manejando el


sector estratégico y promoviendo la diversificación productiva), el
mercado y la sociedad civil (inversionistas del sector privado
nacional e internacional, pequeña y mediana empresa, asociaciones,
emprendedores y otros agentes económicos), coordinarán e
implementarán la diversificación y la democratización de la
economía, articulado en un Consejo Económico Social, como
instancia de representación de organizaciones sociales, gremios y
municipios.

Este objetivo de cambio de modelo se logrará mediante una


combinación de políticas macroeconómicas y políticas sectoriales,
mejoras en la infraestructura de transportes y comunicaciones,
acuerdos público - privados, cualificación de la fuerza de trabajo, de
manera que se cuente con las habilidades y conocimientos
necesarios para una inserción en empleos de calidad, densificando y
fortaleciendo la trama productiva nacional.

La movilización de los recursos financieros se hará tanto desde el


sector privado, con regulaciones para un financiamiento fluido del
sistema financiero, como desde el sector público, con ingresos
provenientes de una tributación que recaude adecuadamente, pero
sin penalizar a los esfuerzos privados.

Respecto a la estabilidad macroeconómica, se debe reducir el actual


elevado déficit fiscal, reduciendo el índice de ineficiencia de gasto
público y mejorando los controles para evitar las filtraciones en las
transferencias monetarias. Por otro lado, se buscará la más amplia
participación de Bolivia en el comercio internacional y en los
acuerdos regionales de integración, con el propósito principal de
incrementar nuestras exportaciones no tradicionales,
particularmente las de manufactura.

En referencia al sector minero, este debe adecuarse a las


necesidades sociales y ambientales, enfrentar una innovación
tecnológica donde se requieren nuevas normas en cuanto al
régimen regalitario y de impuestos, que compatibilice el interés
nacional con la inversión privada local y extranjera.

En el sector de agricultura y ganadería, se debe propender a la


seguridad alimentaria con la producción de alimentos sanos,
priorizando el fortalecimiento de los pequeños y medianos
productores, proporcionando facilidades crediticias, sistemas de
acopio y distribución, acceso a tecnologías, insumos y maquinaria.
Asimismo, se trabajará por mejorar la productividad y el rendimiento
de los cultivos y de la ganadería, en lugar de aumentar irresponsablemente la
frontera agrícola.

En cuanto a la industria manufacturera, que es responsabilidad


principalmente del sector privado, es claro que su espacio no debe
ser invadido por empresas estatales que producen competencias
desleales; y, por otro lado, la estructura arancelaria - cambiaria,
debe tener como cometido la protección a la producción nacional.

Por último, anuncian que corresponderá al Estado, a través de


alianzas público - privadas, desarrollar estándares de calidad,
certificaciones de productos, procesos y sostenibilidad
socioambiental, denominaciones de origen, marca país y otras
iniciativas que mejoren la competitividad de los productos
bolivianos, especialmente para mercados externos.

El presente programa de gobierno, no creo que se constituya en una


versión acabada de su propuesta, en vista del adelantamiento de la
contienda electoral con las elecciones primarias a la vuelta de la
esquina. Tampoco podemos afirmar que en su contenido presenta
propuestas innovadoras, sino más bien, medidas de ajuste de
políticas fallidas en estos últimos doce años.

En realidad, tenemos un programa de gobierno; que, según mi


criterio, recoge varias propuestas que se han venido manejando
durante estos doce años del actual gobierno. En general considero
que lo planteado es consistente y coherente con la teoría
económica y con las necesidades del país. Sin embargo, el reto no
está en el planteamiento de políticas económicas y sociales, sino
más bien en su implementación. Lo que debe quedar claro para
todos los bolivianos es que se debe enfrentar de manera eficiente la
diversificación económica, la generación de empleo y el incremento
de la producción y nuestras exportaciones, dejando de lado el
modelo extractivista que ya es como una maldición que perdura a
través de la historia boliviana.

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