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Centro De Estudia Teológico Santo Domingo De Guzmán.

Dominicos.
Nombre: José Alberto Gómez Bautista.
Profesor: Miguel Ángel Gullón
Materia: Moral Social.
Trabajo: Reseña Del Manual De Marciano Vida “Moral De Actitudes III”

Antes de entrar en materia en la reseña del libro, es importante conocer


un poco sobre la vida de este gran escritor como lo es Marciano Vidal García.
Nace en San Pedro de Trones, provincia de León y diócesis de Astorga, el 14
de junio de 1937.  Es considerado uno de los moralistas más importantes.
Sacerdote de la Congregación del Santísimo Redentor (redentoristas). Ha sido
profesor ordinario en la Universidad Pontificia Comillas (Madrid) y en el
Instituto Superior de Ciencias Morales (Madrid), y profesor extraordinario en
la Academia Alfonsiana (Roma). Podemos aquí dedicar toda una cuantas
páginas sobre este gran moralista, ya que toda su trayectoria viene
preparándose, desde una maestría a doctorados, escribiendo cantidades de
artículos, conferencias y libros, entre los cuales se encuentra en que será
objeto de estudia dentro de esta reseña “Moral de actitudes volumen tercero”.

El presente manual de Marciano Vidal, está compuesto por el tercer


volumen titulado Moral Social. Por último, en este, completa la temática de la
ética concreta en la que aborda los problemas que giran en torno al eje
transversal de la sociedad. Aquí el autor sigue el mismo esquema que los
demás volúmenes, una introducción, donde recoge los presupuestos
metodológicos, en la que abarca los temas de moral social fundamental, y
añade un capítulo sobre temático y bibliografía de la moral social, y una
segunda parte, bastante amplia sobre la moral concreta. Y por último, esta la
conclusión la cual la titula la conversión la justicia social y construcción del
Reino de Dios.

1
En las lecturas del presente manual, he venido dando pasos de fe y
encuentro con distintos métodos y forma de cómo me ha dejado ver el autor,
1
cfr. t.III, pp. 127-136
sus experiencias al escribir este tercer volumen de moral de Actitudes. Es
importante dar a conocer que, para poder entender este tercer volumen de
Vidal, tenemos que haber dado una ojeadita al primero y segundo volumen de
dicho tema. Ya que eso ayudara a poder seguir esta secuencia de contenido
sobre dicho tema, que debe de ser unos de los ejes transversales para nuestro
quehacer misionero, dentro de una sociedad de cambios, egoísta y falta de
valores fundamentales del ser humano.

El tercer volumen, que es muy extenso y que posee una riqueza en


contenidos, según el autor, se encuentra con el objetivo de construir una moral
social a lo que llama humanismo-socialista. De esta manera, quiere elaborar
una ética sobre la base de la Teología. Yo diría que mira también, la teología
de la liberación, por la razón de que estos teólogos, en algunos casos, no se
han preocupado del tema ético. Cuando abarca el tema de la ética social
cristiana, lo hace mirando el cambio metodológico-temático introducido en la
praxis teológica.

Por otro lado, se puede ver en este extenso volumen, las líneas que
presenta el autor de su opción socialista, se ven reflejada en dos vertiente que
son fundaméntale en la moral social; los derechos humanos y la propiedad
privada. En el primer caso, resalta que la razón ética de los derechos humanos
se apoya especialmente en la opción humanitarita, que de alguna manera,
reconoce el valor del hombre por encima de cualquier otra realidad, dando
como exactitud las bases de la ideología de los derechos humanos. Es por
tanto, el autor, siendo fiel a estos presupuestos metodológicos, señala
“creemos que la comprensión y la realización de los derechos humanos en el
momento actual ha de tener como marco la opción del socialismo
democrático”. El autor, sigue afirmando que, "La cosmovisión cristiana, con
sus insistencias en el valor de la solidaridad y del servicio, ha ayudado no
sólo a descubrir y a formular los derechos preferentemente sociales, sino a
apoyar el viraje de este tema hacia planteamientos de signo socialista. Este
viraje hacia la comprensión socialista democrática de los derechos humanos
evita las desviaciones del individualismo liberal, impide caer en las garras de
los totalitarismos y supera eficazmente los irreales sueños de las posturas
anarquizantes".
Por otro lado, al presentar la opción socialista, que está presente en toda
su moral social, esta es abordad por el autor cuando habla sobre el tema de la
propiedad. El al tratar sobre el tema, reconoce que su postura es
preferentemente crítica ante la mentalidad católica vigente. Pero también, es
de suma importancia el juicio moral que le ofrece a la propiedad colectivista.
Aquí la califica como inmoral solamente cuando “anule la función
personalizadora inherente a la realidad humana de la propiedad”. Se podría
decir que en el caso de la propiedad capitalista esa propiedad no se contempla.
Por lo que, aquí es vemos que la postura del autor es consecuente, ya que
califica al sistema como “radicalmente inmoral” y en lo que compete al
trabajo, injusto.

2
Es por tanto, que Vidal, cuando se refiere a estos presupuestos
concluye, "creemos que la ética cristiana ha de desengancharse de la
inspiración capitalista y orientarse hacia una inspiración socialista no
totalitaria", pues "la inspiración cristiana ha de tender a propiciar formas de
socialización autogestionaria". El autor presta especial atención al conflicto
como motor del mismo: "la sociedad humana no puede ser entendida si no es
desde la conflictividad. El conflicto constituye el nudo hermenéutico de la
estructura social; también es la puerta de entrada de la moralización social" y
tal conflicto es la lucha de clases: "la cuestión sobre la lucha de clases se
identifica con el proyecto global de la ética social".

Aquí la afirmación del autor, mira a un valor hermenéutico ante los


distintos temas. Señala el alcance de la cuestión, cuando indica, que la lucha
de clases nos sitúa ante el problema de la opción de clase, la cual mira a una
doble vertiente, "la primera a una epistemológica, que abarca la perspectiva de
la opción de clase, y la segunda que es la praxica, que mira una opción de
lucha por los intereses de la clase trabajadora". Poco después añade: "La vida
y la función de la Iglesia, tanto a nivel intraeclesial como en su relación con la
sociedad, tampoco escapan al análisis de la lucha de clases" (t.III, p. 570).
2
cfr. t.III, p. 171. t.III, p. 358. t.III, p. 356. t. III, p. 561.
cfr. t.III, p. 175. t.III, p. 365. t.III, p. 366.
cfr t.III, p. 175. t.III, p. 356. t.III, p. 367.
La lucha de clases no es sólo para el autor una perspectiva de análisis
social. Es también, y sobre todo, un medio para implantar la justicia. La
cuestión, que está presente en gran parte del tercer volumen, la plantea el autor
de modo claro: "La ética ¿debe propiciar la subjetivización del cambio (la
transformación de los corazones) o el cambio objetivo (la transformación de
las estructuras)? ¿Qué forma de cambio es más coherente con la ética: la
evolución o la revolución?". Reconoce el autor el hecho de que "la doctrina
social católica ha adoptado una actitud negativa ante la revolución". Lo cual
no le impide concluir que "el creyente tiene que vivir su coherencia ética tanto
dentro de la evolución como de la revolución; el apoyar una u otra depende de
opciones que han de ser pensadas según las posibilidades de justicia que
ofrecen las situaciones histórico-concretas. Sin embargo, en el momento
actual, la estimativa ética cristiana ha puesto de relieve el flanco
revolucionario del cristianismo.

En fin, son muchos los temas abordado por Vidal, los cuales,
llenaríamos bastantes páginas de sus experiencias al escribir estos volúmenes
sobre la moral de actitudes. Este tercer volumen, que quiere concluir
proclamando la conversión a la Justicia social y exhortando a la construcción
del Reino de Dios. Conversión a la Justicia social y construcción del Reino de
Dios: ésos son los ejes que unifican el dinamismo ético-teológico propuesto en
toda la obra, Moral de actitudes, y de un modo particular en esta parte
dedicada a la Moral Social. Aquí el autor resalta, la conversión a la Justicia
social, la cual formula, en certera síntesis, las exigencias éticas del creyente.
Por tanto, la Justicia es al mismo tiempo actitud ética y objetivación de la
bondad moral. Por eso se precisa conversión continua a la Justicia y
realización social de la bondad con la que la persona es justa. La Justicia
proyecta, según el autor, el ethos de los creyentes hacia horizontes utópicos de
igualdad y participación, ya que la Justicia tiene su morada allí donde no
existe, el más y el menos, y “donde no se realiza la triste constatación de que,
cuanto más haya de lo mío menos habrá de lo tuyo”.
3

cfr t.III, p. 570.


3
Es una de la experiencia más enriquecedora en adquirir contenido que
he hecho durante la lectura de este manual, por lo que he marcado lo que me
resulto más interesante y que fueron como un resumen de clase. Ya que,
muchos de los temas visto en el manual, ha sido debates en clases, tanto por el
profesor como por los alumnos. Pero es importante como he dicho al inicio,
que para entender con mayor profundidad el tercer volumen de este autor, hay
que darse un recorrido por los demás volúmenes escritos por él, ya que tiene
una secuencia embase al tema de moral de actitudes. Claro está, que los temas
que abarca este volumen, aporta mucho a los temas que hemos visto en clases
presenciales y que fueron objeto de discusiones, trabajos y exposiciones.

Me quedo con los ánimos ardientes de leerme los demás volúmenes, los
cuales me seguirán aportando más conocimiento sobre lo que este tercer
volumen ha aportado. Y lo más importante es saber que, el recorrido no se
detiene aquí, sino que, continúa. Ya que no he tocado ni siquiera la mitad del
contenido del manual por lo extenso que es. Por lo que solo me enfoque el
algunos temas que ya tenía experiencias por el proceso que he venido había
venido haciendo en el aulas, las cuales, las notas tomadas me fueron de mucha
ayudas.

cfr t.III, p. 570.


cfr t.III, p. 630. 
Cfr t.III, p. 638.

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