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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Educación Universitaria “Ciencia yTecnología”


Universidad Nacional Experimental de los Llanos Centrales “Rómulo Gallegos”
Programa de Formación en Derecho
Área de Ciencias Políticas y Jurídicas
Unidad Curricular: Derecho Penal II
San Juan de los Morros; Edo. Guárico
3er Año- Sección 1

Delitos contra el Orden Público

Profesora: Integrantes:

María Romero Caldera Fabiola V. 27.238.760


Castro Ignacio V.27.863.806
García Fabiola V.27.408.804
Hernández Wilfreddy .12.692.791
Rojas Loreana V.27.049.399
Torrealba María V.28.174.178

Marzo, 2020
INTRODUCCIÓN

El Derecho Penal, ha ido evolucionando a medida que se desarrolla la


sociedad, y las diversas controversias que se presentan entre los hombres
que la conforman; en tiempos pasados la justicia se aplicaba bajo acciones
un poco ignorantes, donde no había respeto a los Derechos Humanos, y no
existían garantías constitucionales, un ejemplo de esto es la “Ley del Talión”,
esta se basa en el “Ojo por Ojo, Diente por Diente”, es decir, que la persona
sufriera el mismo daño que ocasiono con su delito. Por supuesto, que todas
estas acciones fueron cambiando, pasamos por la evolución de diversos
Códigos Adjetivos, como el de “Enjuiciamiento Criminal”, hasta llegar a
nuestros Códigos actuales, que se fomentan en los Principios establecidos
en nuestra Constitución, y que a su vez se desglosan en la materia penal,
donde su objetivo principal, es aplicar la justicia bajo el principio de Legalidad
y el In dubio Pro reo; básicamente, esto se refiere a que no puede existir
pena, sin una acción que se adapte al tipo Penal establecido en nuestro
Código, y que sin importar el delito cometido, así sea el mas atroz, el
presunto imputado debe ser tratado con respecto, y preservar su presunción
de inocencia.

En la Ley Penal, vamos a encontrar diversos elementos tantos


positivos como negativos, que nos harán entender cuando estamos en
presencia de un hecho que debe ser sancionado, y cuando a su vez, no
permita que sea sancionado, es decir las eximentes putativas. Todo esto va
a depender del tipo de delito que estemos estudiando, en este caso nos
enfocamos en los delitos que afectan el orden público, los cuales ocurren
cuando una persona participa en algún tipo de conducta escandalosa, tal
como peleas o amenazas de peleas en público, ruidos excesivamente altos,
gritos, música a alto volumen o incluso durante largos períodos de tiempo;
cuando las palabras o la conducta de una persona ponen en peligro el
derecho de los demás de gozar de paz y tranquilidad, pueden acusarla de
alteración del orden público.

Entre esos delitos que afectan el orden público tenemos, “la


importación, fabricación comercio, detentación y porte de armas”,
establecidos en el Capitulo I, del Artículo 272-282, “Instigación a Delinquir”,
establecida en el Capitulo II del Artículo 283-285, “Agavillamiento”, Capitulo II
del Artículo 286-292, y “de los que excitan a la guerra civil”, organizan
cuerpos armados o intimidan al público, del Artículo 293-297. Todos estos
tipos penales, serán desarrollados y desglosados en el presente trabajo a
cabalidad, y entenderemos que estos delitos no se consideran tan graves,
ciertamente, son acciones punibles con penas de prisión, multas
económicas o ambas, pero que no podemos dejar de mencionar, que sí
genera un desorden y el caos en público.

Es por eso, que observaremos que las leyes de alteración del orden
público abarcan una amplia variedad de conductas y varían en función del
estado. Generalmente, la conducta debe ser intencional y con intención
maliciosa para constituir alteración del orden público, ya que hay acciones
frecuentes que no constituyen una alteración del orden público, como por
ejemplo; participar en juegos de manos; simplemente avergonzar a alguien;
simplemente molestar a alguien;chocar accidentalmente con alguien;hacerle
un gesto a alguien, tal como mostrarle el dedo medio o (algunas veces
incluso a un funcionario de algún cuerpo encargado de administrar justicia en
el Estado). Sin embargo, si las acciones no violentas de una persona son
propensas a incitar la violencia o la alteración del orden público, puede haber
responsabilidad penal.
De lo anteriormente expuesto se puede decir, que para entender y
saber cómo actúan debemos conocer, analizar e indagar a plenitud esta
figura, para así diferenciarlas con las demás, y saber cómo actuar cuando
estemos en el desarrollo de nuestra profesión como Abogados, y mas si
nuestra inclinación se dirige a ser Penalistas, y tener en nuestras manos, las
sanciones correspondientes a cada acción, o hecho que requiera una
sanción penal.
Fabricación, Importación, Comercio, Posesión Y Porte Ilícito de Arma,
Uso Indebido de Armas, (Ley Para El Desarme Control de Arma y
Municiones)

“LEY PARA EL DESARME Y CONTROL DE ARMAS Y


MUNICIONES”

Esta Ley tiene por objeto, normar, regular y fiscalizar el porte,


tenencia, posesión, uso, registro, fabricación, abastecimiento, importación,
almacenamiento, almacenamiento, exportación, tránsito y transporte de todo
tipo de armas, municiones, accesorios, partes y componentes; tipificar y
sancionar los hechos ilícitos de armas de fuego y municiones; así como crear
los planes para ejecutar, coordinar y supervisar el desarme de las personas
naturales y jurídicas a los fines de garantizar y proteger a los ciudadanos de
ciudadanas e instituciones del Estado, sus propiedades, bienes y valores.

Quedan sujetos a las normas contenidas en la presente Ley, todas las


personas naturales y jurídicas de derecho público y privado que porten,
detenten, posean, usen, registren, fabriquen, comercialicen, abastezcan,
almacenen, importen, exporten, transporten, ensamblen y trasladen armas,
municiones, accesorios, partes y piezas en el territorio y demás espacios
geográficos de la República.

A los efectos de la presente Ley se entenderá por:

Arma: el instrumento o herramienta que permite atacar o defenderse,


cuyo uso produce amenaza, vulnerabilidad, riesgo, lesión, muerte o daño a
personas, medio ambiente, animales y cosas.

Arma de fuego: es el instrumento mecánico que utiliza materia


explosiva que propulsa uno o múltiples proyectiles por medio de presión de
gases, los cuales son lanzados a gran velocidad, producto de la deflagración
de pólvoras, que despiden gas a alta presión tras una reacción química de
combustión.

Arma blanca: es el instrumento o herramienta cortante que consta de


una hoja de acero y punta filosa que indebidamente utilizado, puede causar
lesión, muerte o daño a personas, medio ambiente, animales o cosas.

En Venezuela el Código Penal, en su título V, Capítulo I, tipifica en su


artículo 272 y siguientes las penas por la comisión de los delitos contra el
orden público, posesión y porte ilícito de armas.

CAPITULO I

De la importación, fabricación, comercio, detención y porte de


armas

Artículo 273. Se consideran delitos y serán castigados conforme a los


artículos pertinentes deeste Capítulo, la introducción, fabricación, comercio,
posesión y porte de armas que seefectúen en contravención de las
disposiciones del presente Código y de la Ley sobre Armas yExplosivos.

Se considerará circunstancia agravante si dichos delitos fueren


cometidos por funcionarios depolicía, resguardos de aduana, funcionarios
públicos, vigilantes privados legalmenteautorizados y empleados públicos,
casos en los cuales se aumentará la pena hasta un tercio dela media.

 Artículo 274.- Son armas, en general, todos los instrumentos


propios para maltratar o herirmás, para los efectos de este
Capítulo, solo se considerarán como tales las que se enuncien
enla Ley citada en el artículo anterior.
 Artículo 275. El comercio, la importación, la fabricación, el
porte, la posesión, el suministro y elocultamiento de las armas
clasificadas como de guerra según la Ley sobre Armas y
Explosivos y demás disposiciones legales concernientes a la
materia, se castigarán con pena de prisión decinco a ocho
años.
 Artículo 276.- No incurrirán en la pena prevista en el artículo
anterior los que poseancolecciones de armas consideradas
como objetos históricos o de estudio, siempre que paraformar,
conservar o enajenar dichas colecciones se ciñan a los
Reglamentos que dicte elEjecutivo Nacional.
 Artículo 277. El comercio, la importación, la fabricación y el
suministro de las demás armas queno fueren de guerra, pero
respecto a las cuales estuvieren prohibidas dichas operaciones
por laLey sobre Armas y Explosivos, se castigarán con pena de
prisión de cinco a ocho años.
 Artículo 278. El porte, la detentación o el ocultamiento de las
armas a que se refiere el artículoanterior se castigará con pena
de prisión de tres a cinco años.
 Artículo 279.- En los casos previstos en los artículos 275, 277
y 278, las armas materia del 49proceso se confiscarán y se
destinarán al Parque Nacional.
 Artículo 280. No incurrirán en los delitos y penas establecidos
en los artículos 278 y 279 losmilitares en servicio, los
funcionarios de policía, los resguardos de aduanas, ni los
funcionarioso empleados públicos que estuvieren autorizados
para tenerlas o portarlas por las leyes oreglamentos que rijan el
desempeño de sus cargos.
 Artículo 281.- Tampoco incurrirán en las penas previstas en los
artículos 278 y 279 losciudadanos a quienes el Ejecutivo
Nacional autorice expresamente a portarlas conforme a
lasleyes y reglamentos sobre la materia.
 Artículo 282. Las personas a que se refieren los artículos 280 y
281, no podrán hacer uso de lasarmas que porten sino en caso
de legítima defensa o en defensa del orden público.Si hicieren
uso indebido de dichas armas, quedarán sujetas a las penas
impuestas por losartículos 278 y 279, aumentadas en un tercio
según el caso, además de las penascorrespondientes al delito
en que usando dichas armas hubieren incurrido.
 Artículo 283.- No incurrirán en las penas impuestas en los
artículos 277, 278 y 279 losposeedores de armas que las
hubieren empadronado de conformidad con la Ley sobre Armas
yExplosivos, siempre que posteriormente no les hayan dado un
destino contrario a lasdisposiciones de dicha Ley, caso en el
cual incurrirán en las penas citadas, según el caso.

Porte ilícito de armas: se aplica a aquellas personas que no estén


autorizadas por la autoridad competente o por la Ley tienen posesión de
armas de fuego

Instigación a Delinquir

Es la conducta calificada como delito en nuestra Legislación Penal


Venezolana Vigente, que consiste en la ejecución de uno o varios actos, que
tengan como móvil el determinar a un sujeto a cometer un delito. Donde los
estímulos dirigidos en tal sentido, deben ser de tal fuerza, que efectivamente
produzcan el resultado buscado y puedan tomar formas diversas y
expresarse mediante palabras, escritos, etc., debiendo en todo caso dirigirse
contra una persona determinada y encaminarla a que cometa un delito. Este
delito forma parte de los “Delitos contra el Orden Público”, previsto en
nuestro Código Penal y se encuentra establecido, en su Libro Segundo de
las Diversas Especies de Delito, Título V de los Delios contra el Orden
Público, Capítulo II, que comprende tres artículos, artículo 283, artículo 284 y
artículo 285, que comprende las clases de instigación, que son la instigación
específica o directa e instigación indirecta o genérica.

1-. Artículo 283. Instigación específica o directa: Con lo establecido


en este artículo, cualquiera persona que públicamente o por cualquier medio
induzca a otro a ejecutar actos en contravención a las leyes, por el solo
hecho de la instigación será castigado. Donde la persona será castigada
según el delito que induzca cometer y de acuerdo a los dos numerales del
artículo 283, la pena de la instigación será:

 Si la instigación fuere para inducir a cometer delitos para los


cuales se ha establecido pena de prisión, con prisión de una
tercera parte del delito instigado (N° 1 del artículo 283 del
Código Penal).
 En todos los demás casos, con multas de ciento cincuenta
unidades tributarias (150 U.T.), según la entidad del hecho
instigado (N° 2 del artículo 283 del Código Penal).

Se observa del artículo 283, que se suprime la pena aplicable en caso


de que el delito instigado tuviera asignada la pena de presidio, con lo cual se
crea una laguna legal insalvable en cuanto al tratamiento de los delitos que
tengan asignada esa pena, lo cual lleva a la absurda consecuencia jurídica,
de que para la instigación a cometer los delitos más graves (normalmente,
aquellos que tienen prevista la pena de presidio) no estaría asignada pena
alguna, tal supresión legislativa impide la aplicación de dicho tipo, cuando la
instigación esté dirigida a que se cometa un delito sancionado con pena de
presidio, debido que no habría pena en ese caso; pero en cambio sí sería
aplicable en los delitos menos graves, que son sancionados con pena de
prisión. Del contenido del artículo 283 deriva el elemento fundamental de
este tipo penal y conforme a varios criterios establecidos, por un sin número
de autores, en el delito de instigación a delinquir, el elemento fundamental es
el de “La inducción a Delinquir”, el cual se puede presentar en de dos formas:
la primera pública, es decir, de desafío a la ley, de reto abierto, en sitio
abierto y ante otras personas; la segunda, por cualquier otro medio que
igualmente induzca a otra a cometer un delito.

Se entiende entonces por instigación específica o directa, aquella


donde una persona instigue a otra de manera pública o por cualquier otro
medio a cometer un delito. Esta clase de instigación se caracteriza porque:

 Debe de existir la instigación, es decir cualquier acción o hecho


con la fuerza de estimular a la otra persona a cometer el delito,
que es el resultado buscado
 La instigación debe ser pública o por cualquier otro medio.
 Se requiere que efectivamente se incite a realizar un hecho
antijurídico

2-. Artículo 284: Señala la pena máxima para la instigación a


delinquir. Donde en el caso indicado con el numeral 1 del artículo 283, nunca
podrá excederse de la tercera parte de la pena señalada al hecho punible a
que se refiere la instigación.

3-. Artículo 285. Instigación indirecta o genérica: Se refiere a la


instigación al mal, donde aquella persona que instigare a la desobediencia de
las leyes o al odio entre sus habitantes (de unos contra otros entre clases,
razas, cultos o grupos de habitantes) o hiciera defensa de hechos que la ley
prevé como delitos, poniendo en peligro la tranquilidad pública, será
castigado con prisión de tres años a seis años.

Por el contrario, se entiende entonces por instigación indirecta o


genérica, aquella donde una persona hiciera apología de un hecho que la ley
prevé como delito, de modo que se pone en peligro la tranquilidad pública.
Sea mediante la excitación a la desobediencia de las leyes, por la excitación
al odio de unos habitantes contra otros y la apología de un hecho delictivo

RÉGIMEN LEGAL DE LA INSTIGACIÓN A DELINQUIR

El régimen legal del delito de instigación a delinquir ha sido analizado


por algunos estudiosos del derecho, entre ellos se encuentra: Antonio Isaías
Canova González (abogado y profesor de la Universidad Católica Andrés
Bello) y Luis Alfonso Herrera Orellana (abogado y licenciado en Filosofía, de
la Universidad Central de Venezuela).

Primero, para dichos autores la redacción del artículo 283, 284 y 285
de nuestro código penal vigente, son el resultado de la pésima técnica
legislativa, de la reforma del código penal del año 2005 y además de la
discrecionalidad del Ministerio Público y los tribunales al momento de
aplicarlos, esta falta de técnica legislativa se ve claramente en los artículos
283 y 284, en cuanto a la instigación específica o directa. En el artículo 283
se eliminó la referencia expresa a la instigación a cometer los delitos
penados con presidio, que es la pena de más gravedad en el ordenamiento
venezolano, incluso más que la de prisión. Solo se contempló expresamente
este supuesto, el de instigación a delitos con pena de prisión y dado esta
exclusión surge la duda, si la instigación a cometer delitos sancionados con
presidio ha de ser penada solo con multa, según el residual.
Por otro lado, también en el delito de instigación específica o directa,
en los numerales 1 y 2 del artículo 283, se establecen penas estáticas, es
decir, no se establece un rango para dar juego al principio de dosimetría
penal, que advierte la aplicación del término medio entre dos límites y la
aplicación de atenuantes o agravantes, pero en cuanto a las fallas de técnica
legislativa, se encuentra en la total falta de utilidad del artículo 284, que
prohíbe la pena impuesta en los casos de instigación a la comisión de delitos
de prisión (prevista en el aparte 1 del artículo 283) exceda la tercera parte de
la pena del delito cometido por el instigado. Donde al respecto, justamente el
aparte 1 del artículo precedente establece que la pena al instigador será
prisión por la tercera parte de la pena impuesta al instigado y el artículo 284,
alude a un supuesto que no es posible que ocurra en ninguna ocasión.

Segundo, en aspectos sustantivos. Por la reforma del código penal del


año 2005, se amplió el ámbito de aplicación del tipo penal, donde será
penada la instigación “pública” y también la realizada “por cualquier medio”,
sin determinarse cuáles pueden ser esos otros medios, incluso si son
privados, por lo que queda a discreción del Ministerio Público y los tribunales
su determinación en cada caso concreto.

Tercero, sobre el artículo 285 de instigación indirecta o genérica, se


omitió la referencia a que la instigación ha de hacerse “públicamente”, dando
pie a interpretar, en este caso, que puede existir algún tipo de instigación
indirecta “privada”, lo cual atenta totalmente contra la esencia y naturaleza de
este delito desde sus orígenes.

FORMACIÓN DE CUERPOS ARMADOS

Es un tipo penal que forma parte de los “Delitos contra el Orden


Público”, que se encuentra previsto en nuestro Código Penal, en su Libro
Segundo de las Diversas Especies de Delito, Título V de los Delios contra el
Orden Público, Capítulo IV. Donde este capítulo, comprende dos artículos, el
artículo 294 y el artículo 295 con relación al delito, de formación de cuerpos
armados.

1-. Artículo 294. Cuerpos armados delictivos: De acuerdo a este


artículo, aquella persona que, para cometer un hecho punible determinado,
forme un cuerpo armado o ejerza en él un mando superior o alguna función
especial, será penado por este solo hecho y será castigado, con presidio de
uno a cuatro años. Los demás individuos que hagan parte del cuerpo
armado, se castigarán con prisión de uno a dos años.

2-. Artículo 295. Cuerpos armados de defensa: Según este artículo,


aquella persona que, sin estar legalmente autorizado, forme un cuerpo
armado, aun cuando este no esté destinado a cometer hechos punibles, será
castigado con arresto en fortaleza o cárcel política por tiempo de tres a seis
meses.

DELITO DE AGAVILLAMIENTO

Esta palabra en su etimología proviene del verbo activo transitivo


«agavillar» y del sufijo «miento» que indica acción y resultado el
agavillamiento consisten la asociación de dos o más personas con el fin de
cometer delitos. Agavillamiento es lo mismo que asociación ilegal, asociación
ilícita, asociación criminal, es decir, se trata de la unión de dos o más
personas para realizar una actividad ilegal, y se usa con el mismo sentido
que conspiración.

“Artículo 287: Cuando dos o más personas se asocien con el fin de


cometer delitos, cada una de ellas será penada, por el solo hecho de la
asociación, con prisión de dos a cinco años”
Cada una de estas personas se hace acreedoras, por el solo hecho de
la asociación, a la pena de dos a cinco años de prisión. Se trata, por
consiguiente, de un delito colectivo, como que, para su consumación, se
requiere que se asocien, por lo menos, dos personas imputables

Características:

1. La asociación de dos o más personas


2. La asociación implica el acuerdo de varias voluntades orientadas al
logro de un fin común. Este acuerdo tiene carácter mediato, pues, no
se trata de asociación o banda destinada a cometerlos, con
independencia de la ejecución o inejecución de los hechos planeados
o propuestos. Para que pueda hablarse de asociación o banda, es
necesario cierto elemento de permanencia, para lo cual es manifiesto
que habrá de atenderse en cada caso a la naturaleza de los planes de
la asociación, pues se trata de un concepto relativo a la permanencia.
El elemento cardinal es in dispensable de una organización criminosa
es la organización permanente. Pero esto no quiere decir que el
agavillamiento debe estar sometido a normas previamente
establecidas en estatutos, reglamentos o actas, ni tampoco
organizado jerárquicamente puesto que tantos los jefes, como los
promotores pueden existir o no. Determinar si hay o no agavillamiento,
es cuestión de hecho, que ha de establecer el Juez, teniendo en
cuenta que no es indispensable, para la existencia de la gavilla, que
todos los integrantes del grupo cumplan las mismas ocupaciones, sino
que, por el contrario, pueden asumir distintos roles o papeles durante
la actividad delictuosa
3. .El fin de cometer delitos. En efecto, es requisito indispensable, para
que exista el delito en estudio, que la asociación de que se trata se
haya constituido para cometer delitos. Por muy inmoral o ilícito que
sea el objeto para el que se haya formado una banda o pandilla, si es
distinto al expresado, no llegaría a configurarse el delito de
agavillamiento, puesto que este solo existe cuando-valga repetirlo- la
asociación se ha formado “ con el fin de cometer delitos” No es
punible como agavillamiento la asociación constituida para cometer
faltas, sino solo las que se formen para perpetrar delitos, sean de los
tipificados en el código Penal, o de los previstos por leyes especiales..

Elementos:

 Sujeto Activo: es indiferente, ya que cualquier persona puede incurrir


en este delito, no se exige ninguna condición especial.
 Sujeto Pasivo: es indiferente, ya que la alteración la comisión de este
delito afecta la colectividad en general.
 Acción (Verbo Rector): asociarse para delinquir.
 Consumación: se consuma con el solo hecho de asociarse, ya hizo
todo lo necesario.
 Culpabilidad: es estrictamente dolosa. Tuvo la intención y existe el
dolor específico representado por la consciente voluntad de asociarse,
para cometer delitos
 Objeto Jurídico: el orden público como bien jurídico protegido. La paz
social, la tranquilidad el bien común
 Objeto Material: la sociedad como principal afectada.
 Naturaleza Jurídica de la Acción: es de acción pública se inicia de
oficio le corresponde el enjuiciamiento al estado a través del ministerio
público este se encarga de perseguir el delito. A través de sus
órganos competentes

PENA: con el solo hecho de asociarse, prisión de dos a cinco años; si


recorren campos o los caminos y si dos de ellos, por lo menos, llevan armas
la pena será de presidio de dieciocho meses a seis años; los promotores o
jefes de la gavilla incurren en la pena de presidio de dieciocho meses a cinco
años en el caso del art, 286, y de treinta meses a seis años en el caso del
art. 287.

EXCITACIÓN A LA GUERRA CIVIL

Desobediencia a la Autoridad y los Actos Contrarios contra la Decencia


Pública

De las faltas contra el orden público

CAPITULO I De la desobediencia a la autoridad

1) Artículo 485 C.P.- El que hubiere desobedecido una orden


legalmente expedida por la autoridad competente o no haya
observado alguna medida legalmente dictada por dicha autoridad en
interés de la justicia o de la seguridad o salubridad públicas, será
castigado con arresto de cinco a treinta días, o multa de veinte a
ciento cincuenta bolívares.
2) Artículo 486 C.P.- El que, en caso de tumulto, de calamidad o de
flagrante hecho punible haya 86 rehusado, sin justos motivos, prestar
su ayuda o servicio, o bien se haya excusado de facilitar las
indicaciones o noticias que se le exijan por un funcionario público en
ejercicio de su ministerio, será castigado con multa de diez a
cincuenta bolívares. Si fueren mentirosas las acusaciones o noticias
comunicadas, la multa podrá ser de cincuenta a doscientos cincuenta
bolívares.
3) Artículo 487 C.P.- El que, interrogado por un funcionario público en
ejercicio de su ministerio, rehusé dar su nombre y apellido, su estado
o profesión el lugar de nacimiento o domicilio o cualquiera otra
cualidad personal, será penado con multa de diez a cincuenta
bolívares. Si fueren mentirosas las indicaciones dadas, la multa puede
ser de cincuenta a ciento cincuenta bolívares.
4) Artículo 488 C.P.- Todo individuo que, con desprecio de las
prohibiciones legales de la autoridad competente, haya promovido o
dirigido ceremonias religiosas fuera de los lugares destinados al culto
o procesiones, así civiles como religiosas, en plazas, calles u otras
vías públicas, será penado con multa de veinte a cien bolívares. Si el
hecho hubiere ocasionado tumulto público, el culpable será castigado
con arresto hasta por treinta días.
5) Artículo 489 C.P.- El ministro de cualquier culto que haya procedido a
ceremonias religiosas de culto externo, en oposición a las
providencias legalmente dictadas por la autoridad competente, será
penado con arresto de uno a dos meses o con multa de cincuenta a
setecientos cincuenta bolívares.

EL TERRORISMO

Siendo el Terrorismo una de las más graves amenazas que se ciernen


sobre la humanidad, la convivencia pacífica y la progresión democrática de
las sociedades civilizadas, resulta preciso aprehender su concepto. La tarea
no resulta sencilla, dada la ambigüedad del término y de la carga emocional
y valorativa del concepto. Una mirada a la historia política señala que el
Terrorismo es un modo de consecución del poder político, un modo de
dominación política y hasta un pensamiento político. Como modo de
consecución del poder político, supone la utilización de medios violentos
dirigido a destruir el orden democrático constitucional (finalidad política o
social) produciendo como resultado un clima de terror colectivo, ya que,
como estrategia, la violencia se ejerce por procedimientos de riesgo general,
generalmente mediante el empleo de explosivos, incendios, o catástrofes en
general. Como modo de dominación política, desde el poder se utiliza el
miedo de los gobernados como mecanismo de dominación, fundado en
normas legales que generan gran inseguridad por imprecisas y difusas; se
trata del llamado "Terrorismo de Estado", empleado para referirse a sistemas
políticos que vulneran derechos y garantías ciudadanas.

Por otra parte, desde un punto de vista jurídico-penal, resulta inútil


hablar de terrorismo de Estado en sistemas políticos donde se amparan
legalmente prácticas opresivas y / o autoridades y funcionarios actúan como
si nada pasara. Pero sí tendría sentido el planteamiento desde la perspectiva
del Derecho Internacional, donde al Estado como ente cabría
responsabilidad por determinados comportamientos calificados como
terroristas. Como pensamiento político, el concepto se vincula a ideologías
anarquistas, a movimientos de liberación nacional y al fundamentalismo
islámico. Desde una perspectiva jurídica penal, el concepto de Terrorismo
tiene perfiles propios. Por ser una forma de violencia que utiliza
procedimientos de riesgo general, ha sido tratado por algunos ordenamientos
como delito propio y específico y por otros, como circunstancia calificativa de
delitos comunes, habida cuenta de que de los actos de terrorismo pueden
configurarse otros delitos específicos, sea contra las personas, contra la
libertad ejemplo la toma de rehenes, contra la propiedad ejemplo el pago de
impuesto revolucionario o vacuna, contra la seguridad común, contra la
tranquilidad pública, contra los Poderes Públicos y el orden constitucional o
contra la propia Administración, donde la circunstancia calificativa es
determinada por el sujeto activo, esto es, por la existencia de un grupo o
banda organizada y armada, la especial gravedad de los hechos punibles y
la finalidad política perseguida (toma del poder o destrucción del orden
político o social) todo lo cual, nos lleva a delimitar los delitos terroristas de los
delitos políticos.

El Título V del Libro Segundo del Código Penal venezolano vigente


contempla diversas especies de delitos contra el orden público, incluyendo
en ellas diversos tipos que la doctrina alemana califica como delitos vagos y
que no llegan a constituir una unidad jurídica, pues comprenden: importación,
fabricación, comercio, detención y porte de armas; instigación a delinquir,
agavillamiento, excitación a la guerra civil, organización de cuerpos armados
e intimidación al público. Es a este último grupo de delitos al cual se hará
referencia dado el tema que estamos tratando. En ellos, el sujeto pasivo de
los delitos lo constituye la colectividad en forma indeterminada y el bien
jurídico tutelado, el orden público. En efecto, establece el aparte único del
artículo 297:

"...Quienes, con el solo objeto de producir terror en el público, de


suscitar un tumulto o de causar desórdenes públicos, disparen armas de
fuego o lancen sustancias explosivas o incendiarias contra personas o
propiedades, serán penados con prisión de tres a seis años, sin perjuicio de
las penas correspondientes al delito en que hubieren incurrido usando dichas
armas".

Dos series de acciones aparecen tipificadas en este artículo: la


primera, señalada en el encabezamiento de la norma comprende la
importación, fabricación, porte, detención, suministro u ocultamiento de
sustancias o artefactos explosivos o incendiarios de modo ilegal, que
resultan penados cada uno con prisión de dos a cinco años; la segunda,
sancionados con pena agravada (prisión de tres a seis años) por los disparos
de armas de fuego y el lanzamiento de sustancias explosivas e incendiarias
contra personas o propiedades, con el objeto de producir terror en el público,
suscitar tumultos o causar desórdenes públicos. Ciertamente, existen
notables diferencias en la gravedad que supone disparar un arma y lanzar
una sustancia explosiva a personas o propiedades, pero todas resultan
sancionadas con idéntica pena. Ello lo explica la doctrina por cuanto la
intimidación se sanciona por el hecho de ser capaz de causar terror o pánico
en el grado requerido para que se produzca un desorden público.

El artículo 298 prevé un tipo agravado tomando en cuenta las


condiciones de lugar, tiempo y personas para graduar la responsabilidad y
aumentar la penalidad (cuatro a ocho años) cuando la explosión o amenaza
se producen en el lugar de una reunión pública o al tiempo en que ésta se
verifica, o en ocasión de peligro para mayor número de personas en época
de agitación, calamidad o desastres públicos. Los delitos, de peligro y
esencialmente dolosos, resultan concurrentes con los producidos por efecto
del uso de las sustancias o artefactos explosivos o incendiarios, como serían
los delitos de daño, homicidio, lesiones personales, incendio y otros. El dolo
requerido en el ilícito tipificado en el aparte único del artículo 297, consiste en
producir terror o causar tumultos o desórdenes públicos. Así, el efecto
querido por el agente se convierte en meta objetiva y no efecto sometido a
constatación fáctica. Puede observarse que el encabezamiento de la norma
del artículo 297 se refiere a simples actos preparatorios que resultan punibles
por la circunstancia de modo de no contar con el permiso de la autoridad
competente 15 para la importación, fabricación, porte, detentación,
suministro de sustancias o artefactos explosivos o incendiarios, así como el
ocultamiento de los mismos. Se advierte asimismo que una correcta técnica
legislativa, debe incluir el tipo entre los delitos sobre fabricación, importación,
comercio y porte de armas toda vez que los explosivos constituyen una
categoría del género armas, aunque con mayor peligrosidad y capacidad
destructiva, tal y como lo conceptúa el artículo 274 del Código Penal
venezolano que remite a la Ley de Armas y Explosivos, el establecer el
listado de las armas a las que se refiere el Título referente a los Delitos
contra el Orden Público.

Venezuela, por su situación geográfica y la falta de un lenguaje oficial


respaldado con hechos, enfrenta frecuentes noticias de incursiones de
guerrilleros, aumento de plagios y secuestros en la frontera, denuncias de
tráfico de armas y pago de vacunas por parte de nacionales a favor de
grupos guerrilleros, que han elevado el tono propio de la diplomacia con
Colombia y exigen coherencia y respaldo del Estado venezolano al gobierno
legítimamente constituido en el país vecino, pues ciertamente, es la realidad
social de los países de la región, la que tiene mayor repercusión en el
nuestro.

Al respecto, en nuestro ordenamiento jurídico también existe una ley


expresamente dirigida a los actos de terrorismo, promulgada en abril de 2012
la “Ley Orgánica Contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al
Terrorismo”, dicha ley tiene por objeto prevenir, investigar, perseguir, tipificar
y sancionar los delitos relacionados con la delincuencia organizada y el
financiamiento al terrorismo de conformidad con lo dispuesto en la
Constitución de la República y los tratados internacionales relacionados con
la materia, suscritos y ratificados por la República Bolivariana de Venezuela.

De los que excitan a la guerra civil, organizan cuerpos armados o


intimidan al público

Se encuentra tipificado en el Capítulo IV del Código Penal, que


comprende seis artículos, del 293 al 297.

El primero de los artículos, el 293, establece: “El que haya ejecutado


algún acto que tenga por objeto exponer alguna parte dela República la
devastación o al saqueo, será castigado con prisión de dieciocho meses a
cinco años. Si la tentativa se efectuare, siquiera en parte, se impondrá la
pena de presidio de cinco a nueve años”.
En la referida disposición legal aparecen contempladas dos hipótesis:
la primera, la comisión «de algún acto que tenga por objeto exponer alguna
parte dela República la devastación o al saqueo»; la segunda, «si la tentativa
se efectuare, siquiera en parte». La acción, en el primer supuesto, consiste
en ejecutar un acto con el objeto de exponer alguna parte dela Repúblicaa la
devastación o al saqueo. Consiguientemente, si ese acto es ejecutado por
alguna persona, queda consumado el delito. Mal pudo el legislador,
entonces, considerar, como lo hizo, el caso de que «la tentativa se efectuare,
siquiera en parte», porque no es cierto que se trate «de una tentativa
configurada como hecho punible» de que habla Mendoza Troconis.
No basta con que el agente haya ejecutado el acto con el expresado
objeto; es indispensable además, que el mismo sea capaz de alcanzarlo.
Devastar, según el Diccionario Académico, significa «destruir un territorio,
arrasando sus edificios, o asolando sus campos». Saquear quiere decir:
«apoderarse violentamente los soldados de lo que hallan en un paraje. Entrar
en una plaza o lugar robando cuanto se halla».
La segunda hipótesis ocurre «si la tentativa se efectuare, siquiera en
parte». Pero es obvio que, si el hecho que el agente intenta cometer se
efectúa, ya no será tentativa, sino consumación.
Sujeto activo de este delito puede ser cualquiera; y la consumación
ocurre, en la primera hipótesis, tan pronto como el agente ejecute el acto con
el objeto de exponer alguna parte de la República la devastación o al
saqueo, y siempre que ese acto sea idóneo para producir uno cualquiera de
los efectos perseguidos; y, en la segunda, cuando se haya producido la
devastación o el saqueo. En aquel caso, se trata de un delito de peligro; y, en
éste, de uno de daño. En cualquiera de ellos, la imputación es a título de dolo
genérico, representado por la voluntad consciente de alterar el orden público
mediante la ejecución de un acto susceptible de producir la devastación o el
saqueo de alguna parte de la República. La pena aplicable al autor de este
hecho delictuoso es la de prisión, por tiempo de dieciocho meses a cinco
años; y si la devastación o el saqueo se producen, será la de presidio de
cinco a nueve años.
El artículo 294 dispone: «El que, para cometer un hecho punible
determinado, haya formado un cuerpo armado o ejerza en él un mando
superior o alguna función especial, por este solo hecho, con presidio de uno
a cuatro años. Los demás individuos que hagan parte del cuerpo armado se
castigarán con presidio de uno a dos años. Serán aplicables las
disposiciones de los artículos 162 y 289 del presente Código».
Sujeto activo de este delito puede ser cualquiera: aunque, si se trata
de militares, habrá que acudir al Código de Justicia Militar para calificar la
conducta de los mismos.
Este delito es imputable a título de dolo genérico y específico. El
primero representado por la voluntad consciente de formar un cuerpo
armado; y el segundo, por la intención de destinarlo a cometer un hecho
punible previamente elegido.
La pena será en todo caso de presidio: de uno a cuatro años para el
que forme el cuerpo armado, tenga en él mando superior o desempeñe
alguna función especial; y por tiempo de uno a dos años para cada uno de
los demás individuos que hagan parte de aquél.
El artículo 295 dispone: «El que, sin estar legalmente autorizado,
forma un cuerpo armado, aun cuando no esté destinado a cometer hechos
punibles, será castigado con arresto en fortaleza o cárcel política por tiempo
de tres a seis meses».
Lo primero que sorprende en este precepto legal, es la naturaleza de
la pena en él señalada. El arresto en fortaleza o cárcel política es reservado
sistemáticamente por el legislador para castigar los delitos políticos. Tal
circunstancia impone la conclusión de que la formación de un cuerpo armado
que no esté destinado a cometer hechos punibles, por quien no está
legalmente autorizado para ello, es para aquél un delito político, como ocurre
en los códigos penales de todos los países, a pesar de que lo haya incluido
entre los delitos contra el orden público.
La acción consiste en formar un cuerpo armado no destinado a
cometer hechos punibles, no estando legalmente autorizado para ello. A
muchos sorprenderá, seguramente, el caso de que se autorice a particulares
para formar cuerpos armados, puesto que el reclutamiento para el servicio
militar, el adiestramiento de los reclutas, su distribución en las distintas
armas y el licenciamiento de los mismos son atribuciones del Ministro dela
Defensa, quien debe ejercerlas de acuerdo con las disposiciones legales que
regulan el expresado servicio. Pero bien sabido es que, bajo el régimen
autocrático del General Juan Vicente Gómez, no pocos de sus amigos,
generalmente hacendados residentes en el interior del país, y expresamente
facultados al efecto, formaban con los peones de sus fincas, cuerpos
paramilitares para la defensa y vigilancia de las mismas, pero que estaban
en todo tiempo a las órdenes de aquél.
Se trata de un delito de sujeto activo indiferente, puesto que puede ser
cometido por cualquiera.
Es imputable a título de dolo genérico, representado por la consciente
voluntad de formar un cuerpo armado, no destinado a cometer hechos
punible s, sin estar legalmente autorizado para ello.
La pena aplicable es, como antes se dijo, arresto en fortaleza o cárcel
política, por tiempo de tres a seis meses. 
CONCLUSIÓN

La función del Poder Judicial es de administrar la justicia, aplicando el


derecho a los hechos conforme a la Constitución y a las leyes vigentes como
la Ley Para El Desarme Control de Arma y Municiones y el Código Penal,
con la finalidad de mantener la tranquilidad y la paz social.
Los delitos contra el orden público son el irrespeto que causa la
inestabilidad y atenta contra la tranquilidad de la sociedad.
Todo ciudadano que es sorprendido con un arma de fuego de manera
ilegal es puesto a las órdenes del ministerio Público, que a su vez lo acusa
por el porte ilícito de arma de fuego y el arma decomisada es objeto de
experticia y reconocimiento legal por parte de los expertos del CICPC, para
luego depositarla Y remitirla posteriormente AL Parque Nacional de Armas.
Según el artículo 287 del Código penal, el agavillamiento consiste en
la asociación de dos o más personas con el fin de cometer delitos, por
consiguiente se trata de un delito colectivo que para su consumación, se
requiere que se asocie, por lo menos dos personas imputables.
Todos los artículos relacionados con el mantenimiento del orden
público en Venezuela si se llevan a cabo en el estricto cumplimiento, genera
en los ciudadanos la suficiente confianza para ser partícipe en el
cumplimiento de las políticas públicas.
Bibliografía

 Código Penal Venezolano. Gaceta Oficial N° 39.818 12 de


diciembre de 2011

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