ENTREVISTA Edición 165 • 25 junio • 2009 8

i América Latina fuera capaz una parte de la riqueza para luego

“LA COOPERACIÓN ESPAÑOLA CON
AMÉRICA LATINA TIENE UN PESO
EVIDENTE”
S de afrontar un proceso de
reforma fiscal seria que
suponga, para entendernos, un
repartirla y poder hacer políticas
públicas, estaríamos en una infle-
xión. La cooperación española con
reparto de rentas, una fiscalidad América Latina tiene un peso evi-
que permita recobrar al Estado dente.

Soraya Rodríguez I
Secretaria de Estado de Cooperación Internacional del Gobierno de España

“Es un momento
importante en la
cooperación con
Latinoamérica”
Compromiso y rigor son los dos ejes fundamentales sobre los que sustenta su labor al
frente de un departamento tan necesario como desconocido para la opinión pública en
general, básico para la cooperación internacional

g o b i e rnos conservadores. Trans- ción que el presidente del Gobier-

mite rigor, conocimiento, opti-
mismo y compromiso por una la-
bor que ayuda a mejorar la vida de
miles de personas.
La cooperación al desarrollo
Hasta este momento
hay un consenso de
no tiene muy clara. Cuando las
consecuencias de la crisis en los
países con los que cooperamos
son terribles, es cuando tenemos
que dar un mensaje claro: “He-
mos estado antes, seguid contan-
do con nosotros, nos quedamos
con vosotros”. Mantenemos el
compromiso asumiendo y gestio-

tip todos los partidos

RUBÉN CARAVACA I al desarrollo. Ocupa el puesto
FOTOS: Pepa Acedo desde que Leire Pajín lo dejase
vacante para ocuparse de la Se-
La cita con Soraya Rodrí- cretaría de Organización del
guez es en el madrileño Palacio PSOE. Tiene la responsabilidad
de Santa Cruz, sede del Ministe- de que la ayuda española llegue a
rio de Asuntos Exteriores y de sus verdaderos destinatarios, más
Cooperación. Como secretaria de necesaria que nunca en estos mo-
Estado de Cooperación Intern a- mentos. Sobre ello transcurre esta
cional viene de fi rmar un acuerdo conversación, que nos ha permiti-
con la FEMP para lograr una me- do conocer una de las líneas de
jor coordinación con los más de actuación que el presidente del
800 municipios españoles que re- Gobierno siempre señala que
alizan programas de cooperación marca la diferencia con la de los
políticos en torno a la
necesidad de
mantener nuestro
objetivo de crecimiento y
salvaguardar nuestra
política de cooperación,
espero que así continúe.
es una de las prioridades del
Gobierno de Zapatero. ¿Crees
viable el desarrollo del Plan Di-
rector aprobado recientemente
con una crisis como la actual?
En la elaboración y ejecución
del Plan Director nos enfrentamos
en este momento a un contexto
absolutamente diferente en lo
económico, al que vivía España
en la pasada legislatura. Hay más
dificultades pero también un
compromiso político fuerte de
mantener la ayuda, una convic-
nando la política de cooperación
en un contexto de crisis, de res-
tricción del gasto, de dificultades
económicas; es una oportunidad y
un reto.
¿No puede frenar la crisis el
impulso de cambio en este cam-
po y que las tendencias más
conservadoras afl o ren, tanto en
el gobierno como fuera de él?
Hasta este momento hay un
consenso de todos los partidos
políticos en torno a la necesidad
de mantener nuestro objetivo de
crecimiento y salvaguardar nues-
tra política de cooperación, espe-
ro que así continúe. La política de
cooperación al desarrollo se sigue
sustentando sobre una base muy
sólida de consenso de todas las
fuerzas políticas.
Recientemente se ha difun-
dido un informe que indica que
consumiendo un 1 por ciento
más de productos procedentes
de África mejoraríamos las
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“
En la pasada cumbre latinoamericana en
“ME SORPRENDIERON MUY El Salvador me sorprendieron muy favo-
rablemente discursos y debates que se
FAVORABLEMENTE DISCURSOS DE realizaron sobre la necesidad de la cohe-
LA CUMBRE DE EL SALVADOR” sión social, de reformas importantes en
la fiscalidad, de acabar con la economía
informal, de derechos sociales que son
la otra cara de la moneda de los dere-
chos políticos, para poder hablar de pro-
fundización de derechos democráticos.
No sé si está al alcance de la mano, pe-
ro tenemos una oportunidad, algunos pi-
lares para poder trabajar y sustentar ese
cambio.

Trabajamos en países
donde los niveles de
pobreza, de falta de
oportunidades, de
accesos a derechos, a
tip
servicios básicos,
tienen en bastantes casos
mucho que ver con las carencias
de un estado democrático

condiciones de vida de cerca de 125 mi-
llones de personas. ¿Cómo se afronta es-
ta evidencia con propuestas como la rea-
lizada por del ministro Miguel Sebastián
emplazando a consumir sólo productos
nacionales?
El comercio es un elemento de desarro-
llo evidente. Uno de los mayores problemas
que tienen grandes áreas regionales de paí-
ses en desarrollo es que no tienen un co-
mercio desarrollado, no sólo de cara a la
ex p o rtación, sino que tampoco tienen los
mínimos circuitos comerciales de intraco-
mercio; por lo tanto, si hubiera mayor ca-
pacidad de colocar productos locales en
mercados europeos, por ejemplo, sus eco-
nomías tendrían un cambio muy import a n-
te, pero no es así. El comercio, más allá de
las normas internacionales, de la OMC, de
ex p o rtaciones… tiene sus reglas, hay serias
dificultades de acceso, políticas que hay
que cambiar, tenemos que hacer un trabajo
desde el punto de vista del desarrollo fun-
damental para generar reglas intra-regiona-
les. El nacionalismo comercial no es una
medida de salida de la crisis, es un error.
Hay que potenciar la apertura de nuevos
circuitos. Europa es un gran éxito de inte-
gración económica, lo es por consolidar un
gran mercado sin fronteras comerciales,
aranceles, contingentes donde hay una gr a n
circulación de capitales. Tenemos otros dé-
ficits, pero en integración comercial y eco-
nómica somos un éxito.
Vistas las desigualdades planetarias
parece evidente que las políticas de las
grandes potencias han fracasado. Algu-
nas conclusiones muy claras debemos sa-
car de esta crisis. Desde hace años habl a-
mos de procesos globales pero lo que es-
tamos padeciendo es un proceso produc-
to de esa globalización. Una crisis que
surge en un mercado financiero muy
maduro, el más avanzado, y que ha gene-
rado unos efectos contaminantes a todas
las escalas de la economía mundial muy
i m p o rtantes y con gran rapidez. ¿Qué
debemos sacar de esto?
No estamos en un bache, estamos en un
proceso de agotamiento de modelo. Se pen-
saba que se podía convivir bien entre el de-
sarrollo y un gran pozo de miseria y subde-
sarrollo, que prácticamente es la mitad del
planeta, y que este pozo no te acabaría atra-
pando, pero esta convivencia no es posible.
El PIB hay que medirlo con otros objetivos,
no solamente en lo que crecemos y genera-
mos económicamente, también en lo que
supone en mejora de vida, crecimiento per-
sonal, humano, social… Tenemos una
o p o rtunidad de cambiar el paradigma del
crecimiento que nos permita salir fortaleci-
dos con una perspectiva global más inter-
conectada.
¿Van los cambios políticos produci-
dos en Estados Unidos y América Latina
en esta dirección?
La victoria de un líder global como
Obama va a tener sin duda alguna efectos
positivos en los que son avances necesarios
de la comunidad internacional, apostando
por un proceso más concertado de acuerdo
con ésta, multilateral. Las convicciones en
que se sustentan sus políticas son mucho
más abiertas, solidarias, piensa en el desa-
rrollo humano, a pesar de las dificultades
para poder realizarlas, es una buena base de
p a rtida. En relación con América Latina,
donde la cooperación española tiene un pe-
so evidente, nos encontramos en un mo-
mento importante. Están sufriendo las con-
secuencias de la crisis de una manera más
significativa de lo que pensaban en un prin-
cipio. Parecía una crisis financiera más que
no iba a afectar a sectores en los que se ba-
sa fuertemente su economía, como expor-
taciones de recursos naturales, materias pri-
mas, alimentos… todo esto está afectado,
pero el continente va a afrontar esta crisis
de manera muy diferente a como lo hicie-
ron en anteriores circunstancias. Tiene un
índice de deuda diferente, ha mejorado pa-
radigmas de fiscalidad, de endeudamiento,
ha crecido mucho en los últimos años, pe-
ro hay un gran déficit de reparto, de trans-
ferencia de renta. Si América Latina fuera
capaz de afrontar un proceso de reform a
fiscal seria que suponga, para entendernos,
un reparto de rentas, una fiscalidad que
p e rmita recobrar al Estado una parte de la
riqueza para luego repartirla y poder hacer
políticas públicas, estaríamos en una infle-
xión. Políticas públicas absolutamente ne-
cesarias de inversión en capital humano bá-
sico, educación y consolidación de un teji-
do social de protección a las personas que
pueda acabar con esa gran iniquidad entre
los más ricos y los más pobres acabando
con un sistema paradigmático. Han crecido
mucho y en algunos países las bolsas de
pobreza han aumentado. Hay un gran reto
desde el punto de vista de la política de co-
hesión social que pasa por una reform a
muy importante de las políticas fiscales.
Debe desterrarse para siempre lo de “¿Qué
hacemos?” “¿Primero crecemos y luego re-
p a rtimos?” No son procesos separados.
Quienes han sido capaces de repartir de
forma más justa y equitativa han ido incre-
mentando y favoreciendo su proceso de
crecimiento.
¿Los nuevos gobiernos progresistas
latinoamericanos van en esa línea?
En la pasada cumbre latinoamericana
en El Salvador me sorprendieron muy fa-
vorablemente discursos y debates que se re-
alizaron sobre la necesidad de la cohesión
social, de reformas importantes en la fisca-
lidad, de acabar con la economía inform a l ,
de derechos sociales que son la otra cara de
la moneda de los derechos políticos, para
poder hablar de profundización de dere-
chos democráticos. No sé si está al alcance
de la mano, pero tenemos una oportunidad,
algunos pilares para poder trabajar y sus-
tentar ese cambio.
En el desarrollo de las políticas de
cooperación se suelen producir conflic-
tos con las autoridades políticas locales.
¿Cómo se convive con esto?
Trabajamos en países donde los nive-
les de pobreza, de falta de oport u n i d a d e s ,
de accesos a derechos, a servicios básicos,
tienen en bastantes casos mucho que ve r
con las carencias de un estado democráti-
co, social… Es un obstáculo para el desa-
rrollo y nosotros trabajamos para el desa-
rrollo. n