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marginal en la producción de petróleo entre los países de América Latina y El

Caribe.

La producción anual de petróleo, que había registrado un descenso entre 2005 y


2009, aumentó en los últimos años, pasando de 12,3 millones de barriles (33,8 mil
barriles diarios) en 2009 a 17,3 millones de barriles (47,5 mil barriles diarios) en
2013. En 2005, la producción de líquidos había sido de 15,4 millones de barriles,
por lo que entre 2005 y 2013, la producción de petróleo solo aumentó a una tasa
promedio anual de 1,5% por año, muy por debajo del crecimiento del PIB y de la
demanda interna de hidrocarburos líquidos.

or otra parte, entre 2005 y 2013 las ventas de carburantes líquidos en el mercado
interno aumentaron a una tasa promedio anual de 7,6%, por encima del
crecimiento del PIB y de la producción interna de líquidos. Durante este periodo,
las ventas anuales de carburantes en el mercado interno subieron de 11,2
millones a 20,2 millones de barriles. Se destaca las mayores ventas de diésel, que
aumentaron de 6,6 millones de barriles en 2005 a 10,7 millones en 2013 y las
ventas de gasolina automotriz subieron de 3,4 millones a 8,1 millones de barriles.
Por las tendencias observadas anteriormente en la producción y en la demanda de
líquidos, se ha producido una creciente brecha entre la producción y la demanda
interna de petróleo y sus derivados. En 2013, las ventas de carburantes líquidos,
alcanzaron a un equivalente de 20,2 millones de barriles, por encima de la
cantidad producida que fue de 17,3 millones de barriles. La brecha tuvo que ser
cubierta con importaciones, que ese año llegaron a un equivalente de 8,2 millones
de barriles. Las importaciones de carburantes crecieron entre 2005 y 2013 a una
tasa promedio anual de 13,6%, pasando de un equivalente de 3 millones de
barriles en 2005 a 8,2 millones de barriles en 2013.
El sustancial aumento en la demanda y en las importaciones, junto con el
insuficiente crecimiento en la producción interna de hidrocarburos líquidos, han
estado principalmente asociados a los precios internos de carburantes, que han
sido fijados administrativamente en niveles muy por debajo de los precios
internacionales de los carburantes. Esto ha generado una gran distorsión en el
mercado y en las condiciones de oferta y demanda de hidrocarburos líquidos en el
país, incentivando la demanda de carburantes y desincentivando la oferta.
Además de los recursos impositivos que deja de percibir el Estado al mantener un
precio bajo de carburantes, éste ha tenido que erogar un monto considerable de
recursos como subsidio explícito a las importaciones de carburantes, los cuales
son importados a los precios vigentes en los mercados externos, y vendidos
internamente a un precio subsidiado menor.
La importación de diésel aumentó en un 20% durante los primeros 10 meses de
este año comparado con similar periodo de 2017, debido a la caída en la
producción de líquidos asociados al gas natural.

De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre enero y
octubre del año pasado el país compró del exterior 795.040 toneladas métricas
(TM), pero en igual lapso de este 2018 el volumen ascendió a 953.833 TM, como
se muestra en la siguiente gráfica.
En valor esto significó un aumento de 493 millones de dólares a 697 millones de
dólares.

La explicación es clara, no se produce el suficiente crudo (ni suficiente petróleo


condensado) para tener autarquía en diésel y gasolina, como resultado del
agotamiento de los campos.

Es por ello que se toman medidas “ambiguas y desesperadas” como la


comercialización del Súper etanol 92, poco o nada ayudarán a reducir la
importación del combustible.

Subvención fijada para este año será superada

Expertos anticipan que la subvención de hidrocarburos de 479 millones de


dólares, fijada para este año en el Presupuesto General del Estado (PGE) 2018,
será superada.

Sólo para el subsidio de diésel y gasolina el presupuesto proyectado fue de 245


millones de dólares (1.705 millones de bolivianos).

Para el experto Francesco Zaratti, el monto de la subvención de este año se irá


incrementando ya sea por el precio del petróleo o por el descenso de la
producción nacional.

El mayor gasto para la internación del energético se da pese a que el Gobierno


impulsa desde hace varios años el uso de Gas Natural Vehicular (GNV).

Para 2019 el Órgano Ejecutivo también proyecta un aumento de 30% en el gasto


destinado a la subvención a los hidrocarburos. Es decir, el valor crecerá de 3.300
millones de bolivianos este año a 4.345 millones de bolivianos (623 millones de
dólares). Los recursos para el subsidio de diésel y gasolina subirán de 1.705
millones de bolivianos a 2.727 millones.

1. DEMANDA DE GAS NATURAL.

De acuerdo a las estadísticas graficadas a continuación se puede advertir que


durante la gestión 2011, el volumen promedio comercializado incrementó en
comparación a gestiones pasadas en 9.76%; el volumen más bajo correspondió a
enero con el volumen de 37 MMmcd cuando Brasil demandó menos gas, a partir
de febrero los volúmenes comercializados de gas natural oscilaron entre 38 y 46
millones de metros cúbicos día.

El volumen comercializado de gas natural está en función a las nominaciones


efectuadas por el contrato de exportación al Brasil (GSA), siendo éste mercado el
más importante de comercialización del gas en la actualidad.

DEMANDA DE GAS NATURAL EN MERCADO INTERNO DE BOLIVIA

La comercialización del gas natural en el mercado interno se la realiza por redes


primarias y secundarias. Los sectores de generación eléctrica, industrial y
vehicular se conectan directamente a la red primaria construyendo acometidas
correspondientes para su inculpación al sistema de distribución. En el caso de las
redes secundarias, éstas atienden tanto al sector comercial como doméstico.

DIVISION SEGÚN SU USO

 El sector de Generación Eléctrica, comprende las termoeléctricas, y se


debe tomar en cuenta que es el sector potencial del consumo ya cuenta con
el 59% de la generación en todo Bolivia, además existen proyectos
termoeléctricos los cuales no solo puedan abastecer al mercado nacional, si
no también se pueda exportar energía eléctrica.
 El sector Industrial, comprende todas las industrias que utilizan el gas
natural como combustible para producir algún bien o servicio, como ser las
empresas de cerámicas, cementeras, etc.
 El sector comercial, comprende aquellas empresas que utilizan el gas
natural como insumo para ofrecer algún servicio, como ser hoteles,
restaurantes, etc.
 El sector doméstico, comprende el gas natural utilizado como energía en
los domicilios.
 El sector GNV, es el utilizado como combustible en el parque automotor.

A continuación, se aprecia la distribución del consumo de gas natural en el


mercado interno, por sector de consumo.

Consumo de Gas natural por sector


Gestión 2011
Domestico
2%
Industrial
24%

Electricidad
56%

GNV
17%
Comercial
1%

El número de instalaciones gratuitas de gas domiciliario en Bolivia se sextuplicó en


los últimos cinco años bajo administración de la Gerencia Nacional de Redes de
Gas y Ductos de YPFB Corporación, cuyo beneficio se extendió a siete
departamentos de manera simultánea.

Con la Nacionalización de los Hidrocarburos, el número de domicilios con gas


natural ascendió de 26.917 efectuadas en 12 años de gobiernos anteriores (1994-
2005) a 211.636 efectuadas durante el gobierno del presidente Evo Morales que
instruyó masificar el uso subvencionado del energético en Bolivia. De acuerdo a
los registros oficiales, ese incremento significó un 686,2% más en instalaciones de
gas en los últimos cinco años.

Bajo la administración de la Gerencia de Redes de Gas y Ductos de YPFB, el pico


más alto en las instalaciones de gas a domicilio se registró durante la gestión 2010
con 70.182 instalaciones a nivel nacional, gestión que abarcó a siete
departamentos, excepto Beni y Pando, regiones que se beneficiarán con el
Sistema Virtual de Distribución de Gas Natural Licuado, según un informe de la
GNRGD.

Las inversiones para la extensión de las redes que transportan el gas natural en el
mercado interno aumentaron considerablemente.
CONSUMO HISTÓRICO DE GAS NATURAL EN EL MERCADO INTERNO

El año 2009, el consumo de gas natural destinado para la generación de energía


eléctrica en Bolivia tenía un promedio de 3,21 millones de metros cúbicos día
(MMm3d), mientras que en 2017 el consumo aumentó a 5,59 MMm3d, lo que
representa un incremento del 74 por ciento.
Esta situación convierte a las termoeléctricas en el principal consumidor de gas
dentro del mercado interno. Un especialista considera que este alto consumo se
debe a que la generación de energía a través de hidroeléctricas y energías
renovables todavía no tienen un importante impacto en la matriz energética
nacional.

En virtud a los Decretos Supremo Nos. 29129, 29325, 29510 y 29709; YPFB
suscribió Contratos de Comercialización de gas natural con todos los clientes del
mercado interno, así como Contratos de Transporte y Compresión con los
Concesionarios de Transporte correspondientes, mejorando las condiciones
establecidas en anteriores contratos para beneficio del país. Los sectores del
mercado interno de gas natural atendidos por YPFB después de la
Nacionalización de los Hidrocarburos son: Distribución de Gas Natural por Redes
(industriales, comerciales, domiciliarias, Gas Natural Vehicular (GNV)),
Generación Eléctrica (Termoeléctricas), Refinerías, Transporte por Ductos y otros
consumidores directos. El crecimiento del consumo de gas natural en el mercado
interno es significativo en relación con años anteriores, en función a las políticas
de expansión e incremento en la masificación del uso de este energético.

De acuerdo a estadísticas de gestiones pasadas, el consumo promedio de gas


natural a nivel nacional, muestra un comportamiento diverso con tendencia
creciente gestión a gestión.
DEMANDA DE GAS NATURAL EN MERCADO EXTERNO DE BOLIVIA

La petición de mayores volúmenes por Brasil y el crecimiento de la demanda


interna obligó a YPFB a reducir a la mitad los volúmenes que envía a Cuiabá. Por
la falta de producción de gas natural y por una mayor demanda del mercado
interno y del Brasil (contrato GSA), el Gobierno se vio obligado a racionar el
energético para el mercado externo.

“La demanda del mercado interno subió de cerca de 5 a 6 millones de metros


cúbicos diarios (MMmcd) de gas. En tanto, Brasil ahora pide 28,5 MMmcd para el
mercado de Sao Paulo, cuando sólo estaba importando un máximo de 26
MMmcd”.

Argentina es el mercado que paga más por el gas boliviano ($us 5 por millón de
BTU – Unidad Térmica Británica), y aun así no se le puede vender mayores
volúmenes. “El problema es que, por la falta de inversiones en los últimos años, la
producción de gas natural está al tope, al límite, y actualmente no se tiene el gas
suficiente como para cumplir con toda la demanda externa”.

2. CONCLUSIONES.

Analizando los problemas, soluciones y proyecciones propuestos por el presente


informe referentes a la demanda de hidrocarburos en Bolivia, se puede evidenciar
lo siguiente:
 La demanda interna de Líquidos en Bolivia, es gran demanda, y al tener
una baja producción hace que el gobierno tenga que hacer políticas de
importación del combustible diésel generando un gasto millonario en las
arcas del estado. Y eso más la suma de los anteriores gobiernos que se
implementó la subvención a la gasolina para el consumo interno. Refleja un
enorme gasto. Y las políticas actuales de reducir su consumo no hacen
ningún efecto.
 En tanto la demanda de Gas Natural, internamente va en aumento es por
ello que se implementan políticas de ampliaciones de las diferentes redes
de distribución para lograr la mayor cobertura a todas las familias
bolivianas. Externamente con los contratos de firmados con Argentina y
Brasil, de igual forma van haciendo negociaciones para el aumento de
volumen de exportación. Sumándose de las nuevas negociaciones del
gobierno para poder exportar a mas mercados internacionales para generar
mayores ingresos para el país pero sin desabastecer al mercado interno.
3. COMENTARIOS.

La política de hidrocarburos de los últimos diez años (2006-2016) se caracterizó


por la maximización de ingresos para el Estado y muy pocos incentivos para la
exploración de hidrocarburos. Ello pudo ser posible debido a un contexto de
precios internacionales del petróleo notoriamente favorable para los países
productores de hidrocarburos y; en menor medida, a la necesidad urgente de
Argentina por mayores volúmenes de gas natural por parte de Bolivia.

Como resultado de una política hidrocarburífera guiada de la forma previamente


mencionada, gran parte de la inversión en el sector fue destinada a la explotación
de reservas antes descubiertas. Ello se refleja en el comportamiento de dos
variables: 1) notable incremento en la producción de hidrocarburos y; 2)
disminución en la tasa de recuperación de reservas de gas natural.

Las dos variables que guiaron la política de hidrocarburos en el pasado, crecientes


niveles de demanda y altos precios internacionales del petróleo, con alta
probabilidad no se repetirán en el corto y mediano plazo. En este sentido, es
necesario redireccionar dicha política a una que tenga básicamente dos objetivos:
1) abrir mercados y; 2) atraer inversión en exploración y explotación. Naturalmente
son varias las tareas exigidas para dicho redireccionamiento, una de ellas, quizás
el primer paso importante, es la aprobación de una nueva Ley de hidrocarburos
orientada a la apertura de nuevos mercados y la atracción de inversión, pública y/o
privada.

En el mercado interno será fundamental alinear los precios domésticos, del gas
natural y los derivados del petróleo, a su oportunidad internacional, lo que
usualmente se denomina "la eliminación de los subsidios". Tomando en cuenta la
experiencia pasada e internacional, queda claro que este ajuste de precios debe
ser gradual y consensuado con la sociedad civil.

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