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DECRETO 410 DE 1971

CÓDIGO DE COMERCIO

Para dar cumplimiento a los artículos del decreto 410 de 1971 se debe tener en
cuenta una serie de responsabilidades, parámetros y/u obligaciones que están
estipuladas en el código de comercio para todo aquel que sea comerciante o
realice algún tipo de labor comercial. De igual forma hay que tener presente que
las personas que realizan un acto de comercio ocasional, son sujetos accidental
de comercio, mas no son comerciantes; sin embargo, de acuerdo al artículo 1 del
decreto 410 de 1971 del código de comercio; “Los comerciantes y los asuntos
mercantiles se regirán por las disposiciones de la ley comercial, y los casos no
regulados expresamente en ella serán decididos por analogía de sus normas”, que
expresa claramente la aplicabilidad de la ley comercial, da a entender que estas
personas que realicen alguna acción comercial ya sea ocasional o de manera
continua al igual que los comerciantes están sujetas a dicha ley; a su vez afirma
que esta ley será aplicada a situaciones no contempladas expresamente en ella,
pero que sólo se diferencien un poco en aspectos jurídicamente irrelevantes, estos
casos según lo que contempla el artículo serán resueltos por analogía de sus
normas.

Por otra parte, los asuntos comerciales que no puedan ser regulados por la norma
anterior, se aplicará bajo criterios de la legislación civil, que tiene por objetivo
regular las relaciones civiles de las personas físicas, jurídicas, privadas o públicas.
Esto se afirma basado en el artículo 2 de este decreto, en el que se estipula: “En
las cuestiones comerciales que no pudieren regularse conforme a la regla anterior,
se aplicarán las disposiciones de la legislación civil”.

La costumbre mercantil como conjunto de prácticas que se repiten y aplican


reiteradamente por un grupo de personas frente a un hecho o tema determinado y
adquiere obligatoriedad por el hecho mismo de ser una norma creada para usos
sociales, siempre que estas no sean contrarias a la ley y se ejecuten de manera
reiterada, pública y uniforme. La autoridad o jurisdicción para la aplicación de esta
ley de la costumbre mercantil será la misma autoridad que representa a la ley
comercial, esto teniendo un cuenta una serie de incisos y requerimientos que
están contemplados en esta ley, mencionados en el artículo 3; “La costumbre
mercantil tendrá la misma autoridad que la ley comercial, siempre que no la
contraríe manifiesta o tácitamente y que los hechos constitutivos de la misma
sean públicos, uniformes y reiterados en el lugar donde hayan de cumplirse las
prestaciones o surgido las relaciones que deban regularse por ella. En defecto de
costumbre local se tendrá en cuenta la general del país, siempre que reúna los
requisitos exigidos en el inciso anterior”. Además, las disposiciones contractuales
tienen por preferencia a las normas legales supletorias que es cuando  lo
dispuesto por la ley puede ser cambiado o modificado según la voluntad de  las
personas intervinientes en la situación jurídica por la ley abordada o regulada y a
las costumbres mercantiles bajo las condiciones mencionadas anteriormente;
como está estipulado en el artículo 4 de la siguiente forma: “Las estipulaciones de
los contratos válidamente celebrados preferirán a las normas legales supletivas y
a las costumbres mercantiles”.

Finalmente, la prueba de la costumbre mercantil se realizará por medio de prueba


de testigos de acuerdo a lo que dispone el Artículo 6; “La costumbre mercantil se
probará como lo dispone el Código de Procedimiento Civil, Art. 179 (Art.179.-
Prueba de oficio y a petición de parte. Las pruebas pueden ser decretadas a
petición de parte, o de oficio cuando el magistrado o juez las considere útiles para
la verificación de los hechos relacionados con las alegaciones de las partes. Sin
embargo, para decretar de oficio la declaración de testigos, será necesario que
éstos aparezcan mencionados en otras pruebas o en cualquier acto procesal de
las partes. Las providencias que decreten pruebas de oficio no admiten recurso
alguno. Los gastos que implique su práctica serán a cargo de las partes, por igual,
sin perjuicio de lo que se resuelva sobre costas). Sin embargo, cuando se
pretenda probar con testigos, éstos deberán ser, por lo menos, cinco
comerciantes idóneos inscritos en el registro mercantil, que den cuenta razonada
de los hechos y de los requisitos exigidos a los mismos en el artículo 3o.; y
cuando se aduzcan como prueba dos decisiones judiciales definitivas, se requerirá
que éstas hayan sido proferidas dentro de los cinco años anteriores al diferendo”.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Decreto 410 de 1971. Código de comercio, República de Colombia, Marzo 27.

[2] Decretos números 1400 y 2019 de 1970, Código de procedimiento civil,


República de Colombia, Agosto 6 y Octubre 26.

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