El VIH se contagia a través del semen, la sangre, las secreciones
vaginales y la leche materna. Estos son los fluidos corporales que
presentan una concentración del virus suficiente como para infectar a una persona.
Por tanto, hay tres vías mediante las cuales el virus del sida sí se contagia:
Vía sexual: mediante el contacto sexual, ya sea vaginal, anal u oral;
Vía sanguínea: se produce al compartir cualquier material que haya estado en contacto con sangre de una persona infectada Vía vertical (madre-hijo): cuando la madre es seropositiva se puede producir la transmisión del virus durante el embarazo, el parto y la lactancia.
Partiendo de esto, hay una serie de colectivos que presentan un mayor
riesgo de contraer el VIH:
Recién nacidos de madres con VIH que durante el embarazo no
recibieron ningún tipo de terapia.
Drogadictos que comparten agujas para inyectarse drogas por vía
intravenosa.
Personas que mantienen relaciones sexuales sin preservativo.
Personas que recibieron transfusiones sanguíneas o
hemoderivados entre 1977 y 1985 Prostitutas.
En otros fluidos como las lágrimas, la saliva o el sudor, el virus está
presente pero en una cantidad insuficiente para contagiar a otra persona. De manera que se puede mantener una estrecha relación con una persona seropositiva sin riesgo de contagio, mientras que se tengan una serie de precauciones. El contagio del VIH/SIDA ocurre a través del contacto con fluidos corporales como esperma, sangre, secreción vaginal o leche materna contaminada con el virus del VIH, también puede ocurrir durante el embarazo o el parto. Lo que ocurre es que el virus del VIH entra en el organismo del individuo comienza a debilitar el sistema inmune causando síntomas como fiebre, malestar general, tos seca y dolor de garganta que, generalmente, se manifiestan 3 a 6 semanas después de la infección, pudiendo ser fácilmente confundidos con una gripe o resfriado. De esta forma si el individuo tuvo algún comportamiento de riesgo como contacto íntimo sin preservativo, debe realizarse una prueba de VIH después de 40 a 60 días para confirmar si tiene o no VIH.
Cómo no se contagia el sida
Para infectar el organismo el VIH necesita entrar en la corriente sanguínea, y para ello precisa una vía de entrada, bien a través de heridas recientes, o infectando directamente las membranas mucosas de vagina, ano o recto, pene, boca, nariz y ojos, por lo tanto, el sida no se transmite en los siguientes casos:
A través de los animales domésticos. El VIH no se puede transmitir
del ser humano a los animales, ni viceversa.
Al tener contacto con saliva, sudor, heces, orina o lágrimas.
Por picaduras de insectos.
Donando sangre, semen u órganos. Las agujas y el material
empleados durante cualquier donación están esterilizados.
Acudiendo a piscinas, recintos deportivos, baños, centros
comerciales, cines, restaurantes, o cualquier otro lugar público, frecuentado por personas infectadas.
Principales síntomas del SIDA
Una vez que la persona se contagia con el virus del VIH, la enfermedad pasa a un período de latencia en donde se va reproduciendo muy lentamente no presentando síntomas, este va destruyendo las células del sistema inmune poco a poco, siendo que en aquellas personas que no realizan el tratamiento antirretroviral, el SIDA puede presentarse en 8 a 10 años, y en aquellas que sí lo realizan, puede demorar muchos años más en surgir. Por lo que los síntomas pueden ser: 1. Fiebre persistente; 2. Tos seca prolongada y garganta irritada; 3. Sudores nocturnos; 4. La presencia de aftas que no se curan con facilidad; 5. Hinchazón de los ganglios linfáticos durante más de 3 meses; 6. Dolor de cabeza y dificultad de concentración; 7. Dolor en los músculos y en las articulaciones; 8. Cansancio, fatiga y pérdida de energía; 9. Pérdida rápida de peso; 10. Candidiasis oral o genital que no se cura; 11. Diarrea por más de una semana;
12. Náuseas y vómitos.
Es muy utilizada la terapia antirretroviral altamente activa (HAART en inglés o
TARGA en español). Se trata de una combinación de varios fármacos antirretrovirales, cuya finalidad es impedir que se multiplique el virus. Consigue reducir el número de partículas de VIH en la sangre, y permite que el conteo de CD4 permanezca alto, lo que conduce a mejorar y prolongar la vida del paciente. Aunque hay que tener presente que el paciente puede seguir transmitiendo el virus. Esta terapia tiene sus inconvenientes, y es que pueden aparecer los efectos secundarios específicos de cada uno de los fármacos que componen la terapia. Entre los más comunes: náuseas, dolor de cabeza, debilidad, malestar general, y acumulación de grasa en la espalda y en el abdomen. Cuando se utilizan durante un tiempo prolongado aumentan el riesgo de que el paciente sufra un ataque cardíaco. El médico que prescriba este tratamiento tiene que hacer un seguimiento al paciente para valorar estos posibles efectos secundarios y, cada tres meses, solicitar análisis de sangre para medir los conteos de CD4 y la carga viral del VIH.
Otro incoveniente de esta terapia es que el VIH se puede hacer resistente al
tratamiento, por lo que sería preciso cambiar la combinación, y sustituir unos fármacos por otros.
Actualmente se dispone de pruebas genéticas capaces de determinar si una cepa
de VIH es resistente a un fármaco concreto, lo que puede ayudar a seleccionar la mejor combinación de medicamentos posible para cada persona, y modificar así el tratamiento farmacológico cuando este comienza a fallar.
En el caso de que se trate de una mujer embarazada, el tratamiento debería incluir
zidovudina (AZT), desde el comienzo del 2º trimestre hasta el final del embarazo y el parto. El bebé también debe ser tratado durante las seis primeras semanas de vida.
Otros fármacos usados son: lamivudina o nevirapina.
Es muy beneficioso para los enfermos de sida mantener una buena nutrición, ya
que es frecuente observar deficiencias de cinc, selenio, cobre, vitamina B6 y vitamina B12. El hecho de mantener unos niveles correctos de nutrientes les proporcionará una mejora en la función del sistema inmunitario, así como el mantenimiento del peso corporal, lo que mejorará la respuesta al tratamiento.