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TEMA:
PRESENTADO POR:
C.D Elma Villagómez de la Torre
TACNA – PERÚ
2017
INDICE
PAG.
INTRODUCCION ------------------------------------------------------------------------- 02
HISTOLOGIA ------------------------------------------------------------------------- 04
INDICACIONES ------------------------------------------------------------------------- 12
CONTRAINDICACIONES -------------------------------------------------------------------- 12
CONCLUSIONES ---------------------------------------------------------------------------- 13
BIBLIOGRAFIA ---------------------------------------------------------------------------- 14
INTRODUCCION
Ledermann a finales de los años 70, publicó los primeros estudios sobre carga inmediata, ferulizaba
cuatro implantes in- termentonianos con una barra y colocaba una sobredentadura el mismo día de
la intervención; Schroeder, siguiendo el mismo método, demostró histológicamente una unión
íntima entre el hueso y el implante. Babbush y cols., Buser y cols., Schnitman y cols., consiguieron, a
medio y largo plazo, un éxito de 88 a 97 % para implantes con carga inmediata en la zona
mandibular anterior.
El protocolo implantológico inicial de Brånemark y cols, fue cuestionado por Szmukler-Moncler,
consideró que el tiempo de espera de 3-6 meses propuesto carecía de base científica; en un trabajo
posterior, analizó las circunstancias iniciales adversas para la carga inmediata y como la suma de
éstas daban lugar a un exceso de micro-movimiento que alteraba la oseo- integración normal.
Realizamos una revisión de la literatura desde 1997 a 2002, de los estudios relacionados con carga
inmediata de implantes en el Medline y las revistas odontológicas españolas. Hacemos puntuales
referencias a estudios anteriores a 1997, para establecer los orígenes y la evolució n del concepto
de carga inmediata.
Es en este contexto sostenemos que la prótesis inmediata individual en implantología oral,
derrumbando todos los paradigmas, revolucionó la implantología moderna en su momento y hoy
es una realidad en la práctica diaria, pero se sigue modificando desde las necesidades clínicas
planteadas a diario con desarrollos tecno lógicos de las casas matrices que facilitan su aplicación,
otorgan más precisión y predictibilidad .
CUERPO
El periodo de mayor riesgo para los implantes es el comprendido entre la segunda y la cuarta
semana después de su colocación. En este periodo decrece temporalmente la estabilidad primaria.
La estabilidad mecánica del implante lograda mediante el atornillado al hueso empieza a disminuir
porque los osteoclastos comienzan el proceso de reabsorción ósea. La de formación de nuevo
hueso, en el que los osteoblastos aportan nuevos contactos óseos, no está lo suficientemente
avanzada para proveer al implante de gran estabilidad secundaria. Estudios de análisis de la
frecuencia de resonancia demuestran que los implantes con buena estabilidad inicial la mantienen
de tres a cuatro meses tras su puesta en función. Implantes con bajos valores de estabilidad
después del primer o segundo mes de carga inmediata tienen un alto riesgo de fracaso.
Cierto grado de micromovimiento es beneficioso para la estimulación de los osteoblastos, el hueso
responde favorablemente a las cargas compresivas y estudios experimentales encontraron entre un
60 y 80% de contacto hueso-titanio en la superficie de los implantes cargados de forma
inmediata.8 Sin embargo, la prevención del micromovimiento es crítica para evitar la formación de
tejido fibroso alrededor del implante, no debiendo ser mayor de 50 o 100 µm, rangos de
movimiento superiores a 150 µm pueden comprometer la osteointegración. (4)
Fornés y cole 2007, presenta un reporte de carga inmediata con temporalización en una
sobredentadura inferior, para permitir que ocurra la oseointegración evita los micromovimientos
con resultados óptimos, hasta el momento definitivo de la rehabilitación definitivas con el sistema
MDI-SENDAX® (IMTEC, USA)
Encontramos en la revisión de la literatura unas tasas de éxito significativas para valorar el
significado de la carga inmediata, aunque no es un estudio profundo debido al número reducido de
implantes y el tiempo de valoración del estudio.
En los estudios sobre carga inmediata de implantes, se han identificado diversos factores de los que
depende el éxito terapéuticos los cuales pueden ser divididos en categorías:
1. Factor quirúrgico:
Comprenden estabilidad primaria y técnica quirúrgica. La estabilidad primaria está determinada por
varios factores como son calidad y cantidad ósea relacionados con el tipo de hueso de acuerdo a la
clasificación de Lekhom y Coll, preferiblemente hueso tipo I o II, pero este lo encontramos en el
maxilar inferior en la zona de premolares a ambos.
Este tipo óseo se determina a través de una tomografía computarizada, el tipo de implante influye
en la estabilidad primaria.
La técnica quirúrgica atraumática y con torque controlado según algunos autores ideal entre 25-
45N/Cm mejora la estabilidad, el corte de las fresas influye en la técnica atraumática, uso correcto
de las fresas y utilizar la fresa avellanadora(Countersink) adecuadamente para no entorpecer el
anclaje bicortical adecuado al sobre-preparar y crear un lecho quirúrgico más grande que la
superficie del implante, durante el preparado del lecho quirúrgico, como es sabido temperaturas
por encima de 47ºC ocasiona una necrosis térmica del hueso, por lo que es importante la
refrigeración, el aumento progresivo de velocidad y torque por parte del equipo ofrecen una corte
más eficiente y sin riesgo de aumentar la temperatura durante el corte.
2. Factores implantológicos:
El macrodiseño está determinado por la forma del implante, se prefieren en forma de tornillo
porque proporcionan mayor retención mecánica y estabilidad primaria, a mayor longitud mayor
área de superficie obteniendo entre un 20-30%.
Los implantes con superficie tratada aumentan la interface hueso-implante y acortan el proceso de
cicatrización.
Algunos autores sugieren utilizar implantes anatómicos con forma radicular ó ligeramente cónicos,
otros autores prefieren el sistema Brånemark System Mk IV TiUnite ( Nobel Biocare AB,
Gothenburg, Sweden) por presentar doble rosca lo que permite un mayor asentamiento.
La dimensión del implante en cuanto a la longitud se dice que mínimo 10mm y una plataforma de 4.
Otros autores sugieren que a mayor longitud de los implantes por encima de 13 mm mejoramos la
estabilidad.
Calandriello y Col en 2006 con su estudio de casos presentan implantes de plataforma ancha en la
región posterior mandibular para lograr una mayor estabilidad sin que eso fuera un factor
biomecánico relacionado con la plataforma ancha.(5)
CONSIDERACIONES QUIRURGICAS
Los procedimientos de carga inmediata exigen un diagnóstico previo, donde se valore de forma
precisa los aspectos generales y orales que pueden condicionar los resultados a corto, medio y
largo plazo del tratamiento implantológico. Los pacientes que padezcan trastornos sistémicos
graves que puedan comprometer la oseointegración deben ser excluidos de los protocolos de carga
inmediata y ser tratados con técnicas de implantología oral convencional o con otras alternativas
prostodónticas (prótesis removible o fija). En este sentido, los pacientes con trastornos metabólicos
(ej. diabetes no controlada) que puedan interferir en la cicatrización o afectar al hueso maxilar
deben ser evitados. Así mismo, diversos estudios han confirmado menores tasas de éxito en
tratamientos de oseointegración en pacientes fumadores.
Así mismo, es importante que todos los pacientes que vayan a ser rehabilitados mediante
procedimientos de carga oclusal inmediata estén informados del protocolo de tratamiento con
implantes, de los aspectos quirúrgicos y prostodónticos, de la temporalización del trata miento y
del seguimiento clínico, así como de la posibilidad de complicaciones y pérdida de implantes.
Antes de la realización del tratamiento implantológico con carga inmediata, todos los pacientes
deben ser valorados radiológicamente con una ortopantomografía. Cuando las características
clínicas y anatómicas del paciente lo requieran (frecuentemente) se realizará una tomografía axial
computarizada (TAC) o cone beam que permitirá una valoración real del tamaño, estructura y
disposición del maxilar, tanto en un sentido transversal como longitudinal, mediante los sucesivos
cortes realizados. Del mismo modo, las nuevas técnicas tridimensionales de imagen asistidas por
computador pueden ser útiles al configurar la posible localización de los implantes teniendo en
cuenta las características morfológicas del hueso maxilar.
Estabilidad inicial
La estabilidad primaria de los implantes viene determinada inicialmente por la densidad ósea,
estructura trabecular del hueso, la técnica quirúrgica, el número y diseño de los implantes
utilizados y su distribución en la arcada dentaria. Posteriormente es favorecida por un correcto
diseño oclusal que controle las cargas masticatorias, la ausencia de extensiones y la unión rígida de
todos los implantes por la prótesis provisional. (4)
Técnica quirúrgica
La técnica quirúrgica debe ser lo más precisa y menos traumática posible para evitar así una falta
de estabilidad y una excesiva necrosis ósea que ponga en riesgo el proceso de oseointegración. Una
técnica quirúrgica atraumática está estrechamente relacionada con la calidad ósea. En el hueso D1
los mayores fracasos están determinados por la necrosis térmica del hueso periimplantario. El
hueso cortical disipa peor el calor que el hueso esponjoso y tiene más riesgo de
sobrecalentamiento. Se necesitan sistemas de corte altamente efectivos y poco traumáticos. En
hueso D4, la gran mayoría de los fracasos están relacionados con la falta de estabilidad. Así mismo,
la respuesta de este tipo de hueso a excesos en el torque de inserción es especialmente crítica.
Los factores relacionados con los implantes son muy importantes en los protocolos de carga in-
mediata. El diseño, la superficie, el diámetro, la longitud y el número de implantes constituyen
algunas características que configuran el éxito de esta terapéutica implantológica. Innovaciones en
la macroestructura (diseño) y microestructura (superficie) de los implantes dentales han
contribuido a mejorar su estabilidad y pronóstico ante una situación tan estresante como lo es la
carga oclusal inmediata.
En el hueso D1 y D2 la transmisión de fuerzas a lo largo del eje del implante se produce sobre hueso
cortical. Este hueso es 10 veces más rígido que el hueso esponjoso, esto explicaría el por qué la
longitud del implante y su forma no juegan un papel tan crítico en estas densidades.
En los huesos D3 y D4 la cortical es muy fina o inexistente, el implante está rodeado de hueso
esponjoso muy elástico y las fuerzas son transmitidas hacia la porción apical y periimplantar, la cual
no tiene la resistencia suficiente para brindar la estabilidad necesaria para la carga inmediata. Un
paso de rosca decreciente, no cortante en la porción apical, ayuda a compactar el hueso más
esponjoso. En este tipo de densidades debemos conseguir la mayor superficie de contacto,
recomendándose colocar el mayor número de implantes posibles con la máxima longitud y
diámetro.
El tamaño (longitud y diámetro) de los implantes puede también influir en los protocolos de carga
inmediata. Por cada 3 mm de longitud, el área de superficie se incrementa un 20-30 %. Además, los
fracasos implantario son superiores cuando se utilizan implantes con una longitud menor de 10
mm. Estas consideraciones son críticas en la carga inmediata, ya que la carga funcional ocurre antes
del establecimiento de una conexión celular entre el hueso y la superficie del implante. En este
sentido, el tamaño del implante es todavía más relevante en los casos de mala calidad ósea. En lo
general, diversos estudios han aceptado dimensiones de implantes de 3.75 mm de diámetro y 10
mm de altura como mínimo para protocolos de carga oclusal inmediata. Los diseños con conexión
interna se prefieren también ya que mejoran la estabilidad de los elementos protésicos evitando así
movimientos indeseados en la etapa inicial. Por otro lado la distribución de los implantes es de
especial relevancia siendo una disposición en arco cruzado la más favorable biomecánicamente. (6)
La mayoría de trabajos realizan la carga inmediata en zonas de hueso maduro; sin embargo, otros la
plantean sobre implantes colocados en el momento mismo de la exodoncia o en alvéolos frescos
post-extracción.
Chaushu y cols obtuvieron un 82.4 % de éxito al cargar en forma inmediata, 19 implantes
inmediatos, con un seguimiento de 6 a 24 meses. Malo y cols. en 54 prótesis fijas inmediatas, sobre
94 implantes, perdieron 4 fijaciones, tras 12 a 24 meses de seguimiento; todos los implantes
perdidos fueron colocados en lechos frescos.
2. Tipo de implante y superficie
Tarnow y cols., en una muestra de 107 implantes, utilizaron 4 sistemas distintos de implantes
roscados, concluyen que la carga inmediata era viable en todos. Chiapasco y cols., en
sobredentaduras mandibulares sobre 4 fijaciones, utilizaron 776 implantes roscados de diferentes
sistemas, con un éxito del 96.9%, tras 2-13 meses de seguimiento.
Para Albrektsson y cols., en carga inmediata, las super- ficies texturizadas de 1-1.5 um serían más
adecuadas que las lisas. Ibanez y cols. tuvieron 100% de supervivencia, en 87 implantes roscados
con superficie híbrida. El mismo resultado, obtuvieron Andersen y cols. en 8 implantes ITI ®
roscados de superficie TPS tras 5 años; al igual que Rungcharassaeng y cols., tras un año, en 20
implantes Steri-Oss®, con superficie de hidroxiapatita. Gatti y cols. lograron 96% de éxito en 76
implantes ITI–TPS®, colocados en zona mandibular anterior, tras 25-60 meses. Jaffin y cols. lograron
un 99% de éxito en implantes con superficie TPS o SLA y un 83% en fijaciones de superficie
maquinada (MTS).
Tabla 2. Esquema sobre el tipo de carga o función en implantología. (adaptado de Aparicio y Cols.)
TIEMPO DE
TIPO DE CARACTERÍSTICAS SITUACIONES CLÍNICAS
CARGA
CARGA
-Implantes de dos fases
-Implante entre dientes naturales con
pilar corto
-Implantes/pilares en zonas desdenta-
No carga - Sin carga masticatoria das sin prótesis provisional o ésta es
dentosoportada
Gatti y cols. excluyeron a pacientes, con una disponibilidad ósea mandibular incapaz de albergar
fijaciones de al menos 10 mm de longitud y 3.3 mm de diámetro. Los implantes inmediatos
mandibulares de Ericsson y cols. siguieron el mismo criterio de longitud, al igual que los 107
implantes de Tarnow y cols. colocados en maxilar y mandíbula; y los 776 implantes del estudio de
Chiapasco y cols.
Horiuchi y cols. utilizaron fijaciones, de 10 mm o más en maxilar y en zona intermentoniana,
mientras que en la zona man- dibular distal fueron como mínimo de 7 mm, debiendo sumergir
algunas; de 105 fijaciones mandibulares sólo se perdieron dos en la zona anterior.
4. Tipo de prótesis
Para Maeglin la carga inmediata comprometería la estabilidad primaria de un implante unitario, sin
embargo, la ferulización de varios implantes en la zona mandibular anterior, permitiría la función
temprana de una prótesis. Gatti y cols. mediante 84 implantes, rehabilitaron 21 pacientes con
sobredentaduras; la supervivencia a los 25-60 meses fue de 96%.
Chiapasco y cols. trataron 10 pacientes con 4 implantes roscados Brånemark System MK II®,
conectados en forma rígida a una barra en U, en la zona mandibular anterior; tras 6-24 meses el
97.5% se mantuvo en buenas condiciones.
May y Romanos trataron 51 pacientes con sobredentaduras, soportadas por coronas cónicas
prefabricadas, atornilladas a 4 implantes intermentonianos del sistema Ankylos®, con hilo de rosca
progresivo que le otorga una forma cónica que se ajusta mejor a la anatomía alveolar, aumentando
la estabilidad primaria; perdieron 5 implantes (2.5 %) de 204 colocados, en un período de 2 a 37
meses.
En el sistema Brånemark Novum® se instala la prótesis man- dibular definitiva el mismo día de la
cirugía; entre 1996 y 2000 fueron tratados cerca de 200 pacientes y los resultados a corto plazo son
favorables. Pi y Vericat trataron 25 pacientes con el sistema Novum®, durante 6-24 meses y el 92%
de los 75 implantes se mantuvieron en condiciones de normalidad.
Malo y cols. colocaron 23 puentes y 31 coronas unitarias sobre 94 implantes en zonas estéticas de
ambas arcadas, la su- pervivencia de los implantes fue de un 96%, pero no se empleo un sistema de
carga inmediata sino de prótesis inmediata, ya que durante los primeros 5 meses las prótesis
provisionales se colocaron en anoclusión.
Ericcson y cols. obtuvieron un 85% de éxito a los 18 meses, en 14 implantes unitarios del sistema
Brånemark®, cargados con una corona temporal antes de 24 horas; tras 6 meses se colocó la corona
definitiva. Andersen y cols. trataron a 8 pacientes, con un implante cargado antes de una semana
con una corona acrílica provisional y tras 5 años no perdieron ninguna fijación. Proussaefs y cols.
tampoco obtuvieron fracasos, a los 12 meses de seguimiento, en 10 implantes unitarios con
coronas inmediatas colocados en el área premolar maxilar. Hui y cols. obtuvieron un 100% de
permanencia en 24 implantes co- locados en zonas estéticas, seguidos de 1 a 15 meses. (1)
Indicaciones
. Ausencia de bruxismo.
CONCLUSIONES
La carga inmediata implantes es actualmente un procedimiento predecible, su éxito en
mandíbula se sitúa entre un 90% y un 100%. En maxilar superior el éxito es menor, variando
entre un 66% y un 95.5%.
Existen múltiples consideraciones quirúrgico- protésicas que el clínico tratante debe conocer y
respetar siendo la más importante la estabilidad inicial de los implantes. A su vez, esta última,
así como la ausencia de movimientos excesivos durante la fase de oseointegración, depende
de la calidad ósea y su variables, del diseño del implante (longitud, geometría, superficie) y de
la técnica quirúrgica empleada (preparación del lecho, torque de inserción). Así mismo, son
de importancia el número y la ubicación de los implantes, el diseño de la prótesis provisoria
y el estado sistémico del paciente.