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LA EXPERIENCIA DEL APRENDIZAJE COMPARTIDO O COMO SOSTENERSE

SOBRE EL DESCONOCIMIENTO.

Por Sonia Abadi

El aprendizaje es un proceso que transcurre en el área de la experiencia entre, por


lo menos, dos sujetos: uno que enseña y otro que aprende.

Esta experiencia inserta en un marco cultural, historia personal, sus deseos, ideales
y su relación con los objetos; en particular con ese que consideramos a compartir: el
conocimiento.

El deseo de saber implica el reconocimiento de la existencia de lo desconocido y la


esperanza de aprehenderlo.

Conocer un objeto es amarlo y la necesidad de dominarlo, de adueñarse de él,


intento de aliviar el contenido persecutorio porque detenta todo aquello que se
desconoce.

Cuando el objeto a conocer es sentido como peligroso, por la proyección de


experiencias infantiles, o aún porque su magnitud no es mediatizada por otro, puede
suceder que la aproximación se torne imposible. El único recurso será entonces la
defensa, es decir la negación, la indiferencia, la incapacidad de aprender.

Y el que puede mediatizar es el docente – maestro.

Reflexionemos acerca de sus motivaciones, sino que es la esencia de su función:


“el deseo de enseñar”.

¿Y desde dónde surge este deseo?  Quizás de su necesidad de compartir,


comunicar una experiencia a partir de su propia relación con su conocimiento y su
pensamiento. De la necesidad que tiene todo pensamiento de ser reconocido por otro
para adquirir existencia.

Enseñamos para saber que pensamos, enseñamos para poder seguir pensando.
Pensar es siempre pensar con el otro.

¿Enseñamos para no enloquecer? Quizás sí. Y sin embargo la necesidad de hacer


reconocer nuestro pensamiento como verdad última y absoluta imponiéndolo al otro,
puede llevarnos a otra forma de locura: enseñar lo incuestionable para no pensar ni
dejar pensar.
En esta comunicación intentaré recorrer ese espacio creativo y vital, precario y
permanente que se extiende entre el placer y la angustia de conocer y la necesidad y
los riesgos de enseñar. Espacio en el que intento  permanecer al exponer esta
hipótesis.

PSICOANALISIS Y PENSAMIENTO

A partir del descubrimiento del inconsciente sabemos que aquello que no puede ser
pensado, no será excluido sino que retorna a través de los sueños, los síntomas y los
actos.

Lo reprimido encontrará nuevas formas de expresarse, pero se habrá perdido la


posibilidad de conocerlo – dominarlo y decidir acerca de ello. No podemos controlar
aquellos impulsos reprimidos como tampoco protegernos de una realidad que negamos
o que nos niega conocer, estamos permanentemente expuestos a lo que no podemos
pensar.

La autodeterminación sólo puede surgir del conocimiento. La libertad de pensar es


la única libertad potencialmente plena del individuo viviendo en la cultura.

¿QUÉ ES LA POSIBILIDAD DE PENSAR?


Es la adquisición gradual que comienza en los primeros tiempos de vida, y se irá
desarrollando en diferentes momentos, pero requiere ser favorecida por los otros,
padres – maestros – entorno en general. Esta permitirá el desarrollo del aparato
psíquico, aparato de pensar que lo llevará a conocer, representar, en fin simbolizar.
Esta capacidad de simbolizar, marcará ingreso a la cultura y posibilidad de
comunicarse con otros.
El aparato psíquico se construye de las experiencias de proximidad y separación
(satisfacción y frustración) con el otro. Allí se crea el espacio para que recorra con
su deseo, su pensamiento y su palabra. Aprendemos y enseñamos para ampliar el
espacio de pensar

La enseñanza represiva y sus efectos

Dicha enseñanza no cumple con las condiciones necesarias para el aprendizaje.


Cuando la palabra del que enseña es incuestionable, aquel que intenta aprender,
queda enfrentado a una doble paradoja:

• Si bien puede acatar la totalidad de la propuesta y ofrecer la ilusión de un


aprendizaje exitoso, queda excluida la posibilidad de pensar. (sería un
aprendizaje por idealización, por imitación, por identificación masiva con el
otro).
• Su otro recurso es, rebelarse (contra la autoridad y los contenidos). Aparente
triunfo sobre del sujeto sobre ese objeto que intenta sujetarlo. En realidad
fracaso y empobrecimiento del pensar.

Para que el otro, la autoridad o el conocimiento aceptados como diferentes y sean


deseables, es necesario que se ofrezcan como objetos provisorios, transicionales, de
apertura a otros objetos.

La experiencia de aprendizaje compartido

El aprendizaje compartido, será aquel donde el maestro pone en juego su deseo de


enseñar y aprender. En donde el deseo de saber del alumno, no será reprimido.

Aquel que enseña debe mediatizar y hacer tolerable para el otro, la magnitud de
lo desconocido. Debe ofrecerse como objeto transicional que permite tolerar el
desconocimiento y la supervivencia del deseo del saber. Los contenidos servirán como
soporte circunstancial, andamiaje provisorio.
Si ambos aprenden. ¿cuál es el función del maestro?

Es el criterio de autoridad y la experiencia; y sobre todo la difícil tarea de mantener


siempre abierto el espacio de pensamiento, sin ceder a su propia tentación de
ofrecer respuestas definitivas.

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