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Qué es la diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que se origina


porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el
cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o
no es capaz de utilizarla con eficacia.
La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su
principal función es el mantenimiento de los valores
adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa
entre en el organismo y sea transportada al interior de las
células, en donde se transforma en energía para que
funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que
las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea
necesaria.
En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en
sangre (hiperglucemia), ya que no se distribuye de la forma
adecuada. Noemí González, secretaria de la Sociedad
Española de Diabetes (SED) y especialista en Endocrinología
y Nutrición del Hospital La Paz, de Madrid, explica que la
glucosa elevada puede ser perjudicial "para todo el
organismo, pero principalmente para el corazón, el riñón y
las arterias, por lo que las personas que tienen diabetes y no
lo saben o no la tratan tienen más riesgo de problemas
renales, infartos, pérdida de visión y amputaciones de
miembros inferiores".

Incidencia
Según el estudio di@bet.es, la incidencia de diabetes en
España es de 11.58 casos por cada 1.000 personas al año. Es
decir, cada día se producen 1.057 nuevos casos. El
porcentaje actual de personas con diabetes (prevalencia)
según este mismo estudio es del 13.8 por ciento. "Lo que es
más importante es que un 6 por ciento de ellos no lo saben
(diiabetes no diagnosticada)", resalta González. 
Causas
Luis Ávila, vocal de la Junta Directiva de la SED, apunta que
"no se conoce la causa exacta de la diabetes, entre otras
cosas porque hay muchos tipos diferentes". De hecho, el
momento de aparición de la enfermedad, las causas y los
síntomas que presentan los pacientes dependen del tipo de
diabetes:

Diabetes tipo 1
Aparece generalmente en niños, aunque también puede
iniciarse en adolescentse y adultos. Suele presentarse de
forma brusca y muchas veces independientemente de que
existan antecedentes familiares.
Se produce una destrucción de las células que producen la
insulina en el páncreas (las células beta) por
autoanticuerpos. "Es decir, el organismo ataca a sus propias
células como si fueran extrañas (como ocurre en la
enfermedad celíaca, y en otras enfermedades autoinmunes)",
aclara González. El mecanismo inicial que induce la aparición
de estos anticuerpos no está totalmente identificado y es
muy complejo. Se investiga si el origen está, según Ávila, en
"una predisposición genética que, debido a diferentes
factores ambiantales, produce esa respuesta autoinmune que
destruye esas células".

Diabetes tipo 2
Surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas
de edad avanzada y es unas diez veces más frecuente que
la tipo 1. En ella se produce una disminución de la acción de
la insulina, de forma que, aunque haya mucha, no puede
actuar. González indica que se da "un componente mixto: por
un lado, hay menor insulina en el páncreas y, por otro, esta
insulina funciona peor en los tejidos (la denominada
resistencia a la insulina)".
"Su principal causa es la obesidad porque el tejido graso
produce determinadas sustancias que disminuyen la
sensibilidad de los receptores de la insulina", agrega Ávila.
Puesto que la obesidad ha crecido de forma muy significativa
en España, también lo ha hecho este tipo de diabetes.

Diabetes gestacional
Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar
las reservas de energía. A veces, este incremento no se
produce, lo que puede originar una diabetes gestacional.
Suele desaparecer tras el parto, pero estas mujeres tienen un
alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.

Evalúa tus síntomas

Síntomas
Entre los posibles síntomas de una elevación de la glucosa se
encuentran los siguientes:
 Mucha sed (polidipsia).
 
 Sensación de mucha hambre (polifagia).
 
 Necesidad de orinar continuamente, incluso de noche
(poliuria).
 
 Pérdida de peso, a pesar de comer mucho.
 
 Cansancio.
 
 Visión borrosa.
 
 Hormigueo o entumecimiento de manos y pies.
 
 Infecciones fúngicas en la piel recurrentes.
Si la glucosa sube despacio, de forma progresiva (en general,
en la diabetes tipo 2), pueden pasar años hasta que
comiencen los síntomas, y por ello la enfermedad puede
pasar inadvertida. "Que no duela no quiere decir que no haga
daño, y de ahí la importancia del diagnóstico precoz para
prevenir la aparición de complicaciones", recalca González.

Prevención
En la actualidad no es posible prevenir la diabetes tipo 1, a
pesar de los múltiples intentos que se han hecho.
La diabetes tipo 2, que es la más frecuente, sí se puede
prevenir. Puesto que la causa más importante es la obesidad,
"todas las acciones que tengan que ver con la prevención de
la obesidad -evitar el sedentarismo, la comida basura, las
bebidas azucaradas...- van a tener un resultado positivo",
subraya González, quien afirma que se sabe "que un estilo de
vida saludable reduce en un 80 por ciento las posibilidades de
tener diabetes tipo 2".
Una vez que se ha diagnosticado la enfermedad, hay que
prevenir la aparición de complicaciones micro y
macrovasculares. El seguimiento del tratamiento prescrito,
así como de las recomendaciones dietéticas y de actividad
física es fundamental para evitar complicaciones como las
cardiovasculares, las renales, la retinopatía diabética o el pie
diabético. Además, se aconseja la realización de revisiones
periódicas, entre las que destacan las siguientes:
 Fondo de ojo.
 
 Análisis de la función renal.
 
 Revisiones de los pies.
 
 Electrocardiograma.
 
 Medición de la presión arterial.
Las personas con diabetes también deben estar atentas a la
aparición de hipoglucemia (bajo nivel de glucosa en
sangre). Actualmente se considera que una persona tiene
una hipoglucemia cuando su nivel de azúcar en sangre es
menor de 70 mg/dl. Es la complicación aguda de la diabetes
más frecuente y puede aparecer en multitud de
circunstancias:
 Dosis de insulina excesiva.
 
 Insuficientes hidratos de carbono en las comidas.
 
 Comidas retrasadas en el tiempo.
 
 Ejercicio extra para la dosis de insulina administrada.
 
 Algunos antidiabéticos orales también pueden causar
hipoglucemia.
 
 Administración de la insulina en músculo en lugar de en
tejido subcutáneo.
 
 Errores en la administración de insulina (administrar
insulina rápida en lugar de retardada o errores de dosis).
 
 Bañarse o ducharse con agua muy caliente poco
después de haberse pinchado la insulina.
Entre las medidas para prevenir la hipoglucemia cabe citar la
realización de un mayor número de controles de glucemia
durante el día, sobre todo si se ha hecho ejercicio físico, así
como la planificación con antelación del ejercicio físico que
se va a realizar para poder ajustar la insulina que se va a
administrar y los hidratos de carbono que se van a comer. En
este sentido, los expertos recalcan que nunca se debe
administrar la insulina sin haberse hecho un control de
glucemia.

¿Cómo medir los niveles de glucosa?


Existen diversas formas de medir la glucosa. Para la práctica
de deporte pueden resultar especialmente útiles los
medidores continuos de glucosa (MCG) implantables, que
constan de un pequeño sensor que va implantado en el
antebrazo y un transmisor que envía los datos a una
aplicación que el paciente instala en su móvil.
Estos dispositivos proporcionan resultados en tiempo real,
que además se pueden descargar en otros móviles. También
permiten programar alarmas que se activan cuando el
paciente tiene niveles próximos a la hipoglucemia y ofrecen
la posibilidad de llevar un registro de las glucemias y analizar
como la alimentación o la actividad física inciden en ellas.

Tipos

Diabetes Mellitus tipo 1


Está causada por la destrucción de las células productoras
de insulina. Suele aparecer en la infancia.

Diabetes Mellitus tipo 2


Es la más frecuente y prevenible y se produde por un défict
de insulina, que se suma a una acción reducida de esta
hormona en los tejidos.

Diabetes gestacional
Aparece en entre un 2 y un 5 por ciento de los embarazos. Se
asocia a complicaciones maternofetales si no se trata
adecuadamente.

Otros tipos de diabetes


Otro tipo de diabetes menos conocida es la que aparece por
lesión del páncreas, ya sea por una extirpación quirúrgica o
por una inflamcación. Se denomina diabetes pancreopriva.
Otros tipos de diabetes aparecen por causas genéticas o por
el consumo de ciertos fármacos.

Diagnóstico
El diagnóstico de la diabetes se realiza midiendo los niveles
de glucosa en la sangre. Se trata de pruebas que puede
realizar el médico de atención primaria. Ávila explica que solo
existen 4 formas de diagnosticar la diabetes:
 Glucemia basal (en ayunas) mayor de 126 mg/dl
 
 Hemoglobina glucosilada mayor de 6,5 por ciento
 
 Curva de glucemia con 75 g de glucosa mayor de 200
mg/ dl
 
 Glucemia al azar (en cualquier momento del día) mayor
de 200 mg/dl con síntomas típicos
Todos ellos deben ser confirmados en una segunda ocación
menos el último, que se ratifica por los síntomas.

Tratamientos
El tratamiento de la diabetes se basa en tres
pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene como
objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de
la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones
asociadas a la enfermedad.
La insulina es el único tratamiento para la diabetes tipo 1.
hoy en día solo puede administrarse inyectada, ya sea con
plumas de insulina o con sistemas de infusión continua
(bombas de insulina). "Es preciso ajustar la administración de
insulina a lo que la persona come, la actividad que realiza y
sus cifras de glucosa, por lo que el paciente debe medirse la
glucosa de forma frecuente, mediante el uso de glucómetros
(pinchándose los dedos) o con sensores de glucosa interticial
(alguno ya está financiado en varias comunidades
autónomas), de forma más sencilla y menos dolorosa",
comenta González.
La diabetes tipo 2 tiene un abanico terapéutico más amplio.
En este caso, a diferencia de los pacientes con diabetes tipo
1, no siempre va a ser precisa la administración insulina.
Adoptando un estilo de vida saludable y perdiendo peso, los
niveles de glucosa pueden normalizarse.
Junto a ello, añade la endocrinóloga, "el uso de uno o más
fármacos que ayuden a que la insulina funcione mejor van a
ser la mejor opción de tratamiento". Según Ávila, el fármaco
que se prescriba "dependerá fundamentalmente de las
características clínicas del paciente". Los grupos
terapéuticos disponibles son los siguientes:
 Biguanidas, de las cuales solo se utiliza la metformina.
 
 Inhibidores de la alfa decarboxilasa.
 
 Sulfonilureas.
 
 Inhibidores de la enzima DPP-4.
 
 Antagonistas de SGLT-2.
 
 Agnoistas de GLP-1.
 
 Insulinas.
Otros datos

Complicaciones
Existe una relación directa entre el cumplimiento del
tratamiento y un adecuado control glucémico, que a su vez se
relaciona con el riesgo de desarrollar complicaciones
crónicas asociadas a la diabetes.
Según el miembro de la junta directiva de la SED,
"actualmente la diabetes es la primera causa de diálisis y
de amputaciones no traumáticas, además de ser una causa
muy importante de ceguera". Asimismo, "tiene una gran
influencia en el desrrollo de problemas circulatorios,
como angina de pecho e infarto".
En esta misma línea, González resalta que "la diabetes puede
pasar desapercibida durante años, en los que ya produce
complicaciones. Por lo tanto, es importante acudir al médico
de atención primaria en caso de historia familiar de diabetes
o factores de riesgo (obesidad, hipertensión, diabetes
gestacional) para realizarse un análisis de glucosa".

Diabetes
       

Es una enfermedad prolongada (crónica) en la cual el cuerpo no puede regular la cantidad de


azúcar en la sangre.

Causas
La insulina es una hormona producida por el páncreas para controlar el azúcar en la sangre.
La diabetes puede ser causada por muy poca producción de insulina, resistencia a la insulina
o ambas.

Para comprender la diabetes, es importante entender primero el proceso normal por medio del
cual el alimento se transforma y es empleado por el cuerpo para obtener energía. Suceden
varias cosas cuando se digiere y absorbe el alimento:

 Un azúcar llamado glucosa entra en el torrente sanguíneo. La glucosa es


una fuente de energía para el cuerpo.
 Un órgano llamado páncreas produce la insulina. El papel de la insulina es
transportar la glucosa del torrente sanguíneo hasta el músculo, la grasa y otras
células, donde puede almacenarse o utilizarse como fuente de energía.

Las personas con diabetes presentan niveles altos de azúcar en sangre debido a que su
cuerpo no puede movilizar el azúcar desde la sangre hasta el músculo y a las células de grasa
para quemarla o almacenarla como energía, y/o el hígado produce demasiada glucosa y la
secreta en la sangre. Esto se debe a que:

 El páncreas no produce suficiente insulina

 Las células no responden de manera normal a la insulina

 Ambas razones anteriores


Hay dos tipos principales de diabetes. Las causas y los factores de riesgo son diferentes para
cada tipo:

 La diabetes tipo 1 es menos común. Se puede presentar a cualquier edad,


pero se diagnostica con mayor frecuencia en niños, adolescentes o adultos
jóvenes. En esta enfermedad, el cuerpo no produce o produce poca insulina. Esto
se debe a que las células del páncreas que producen la insulina dejan de trabajar.
Se necesitan inyecciones diarias de insulina. La causa exacta de la incapacidad
para producir suficiente insulina se desconoce.
 La diabetes tipo 2 es más común. Casi siempre se presenta en la edad
adulta. pero debido a las tasas altas de obesidad, ahora se está diagnosticando
con esta enfermedad a niños y adolescentes. Algunas personas con diabetes tipo 2
no saben que padecen esta enfermedad. Con la diabetes tipo 2, el cuerpo es
resistente a la insulina y no la utiliza con la eficacia que debería. No todas las
personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o son obesas.
 Hay otras causas de diabetes, y algunas personas no se pueden clasificar
como tipo 1 ni 2.

La diabetes gestacional es el nivel alto de azúcar en la sangre que se presenta en cualquier


momento durante el embarazo en una mujer que no tiene diabetes.
Si uno de sus padres, hermanos o hermanas tiene diabetes, usted puede tener mayor
probabilidad de padecer esta enfermedad.

íntomas
Un nivel alto de azúcar en la sangre puede causar diversos síntomas, por ejemplo:

 Visión borrosa
 Sed excesiva

 Fatiga
 Orina frecuente

 Hambre

 Pérdida de peso

Debido a que la diabetes tipo 2 se desarrolla lentamente, algunas personas con el nivel alto
de azúcar en la sangre no presentan síntomas.

Los síntomas de la diabetes tipo 1 se desarrollan en un período de tiempo corto. Las


personas pueden estar muy enfermas para el momento del diagnóstico.

Después de muchos años, la diabetes puede llevar a otros problemas serios. Estos
problemas se conocen como complicaciones de la diabetes e incluyen:

 Problemas oculares, como dificultad para ver (especialmente por


la noche), sensibilidad a la luz y ceguera
 Úlceras e infecciones en la pierna o el pie, que de no recibir
tratamiento, pueden llevar a la amputación de la pierna o el pie

 Daño a los nervios en el cuerpo causando dolor, hormigueo,


pérdida de la sensibilidad, problemas para digerir el alimento y
disfunción eréctil
 Problemas renales, los cuales pueden llevar a insuficiencia renal
 Debilitamiento del sistema inmunitario, lo cual puede llevar a
infecciones más frecuentes

 Aumento de la probabilidad de sufrir un ataque cardíaco o


un accidente cerebrovascular
Pruebas y exámenes
Un análisis de orina puede mostrar niveles altos de azúcar en la sangre. Pero un examen de
orina solo no diagnostica la diabetes.
Su proveedor de atención médica puede sospechar que usted tiene diabetes si su nivel de
azúcar en la sangre es superior a 200 mg/dl (11.1 mmol/L). Para confirmar el diagnóstico,
se deben hacer uno o más de los siguientes exámenes.

Exámenes de sangre:

 Glucemia en ayunas. Se diagnostica diabetes si el nivel de glucosa


en ayunas es de 126 mg/dl (7.0 mmol/L) o superior en dos exámenes
diferentes. Los niveles entre 100 y 125 mg/dl (5.5 y 7.0 mmol/L) se
denominan alteración de la glucosa en ayunas o prediabetes. Dichos
niveles son factores de riesgo para la diabetes tipo 2.
 Examen de hemoglobina A1c (A1C). Lo normal es menos de 5.7%;
prediabetes es entre 5.7% y 6.4%; y diabetes es 6.5% o más alto.
 Prueba de tolerancia a la glucosa oral. Se diagnostica diabetes si
el nivel de glucosa es de 200 mg/dl (11.1 mmol/L) lo superior luego de 2
horas de tomar una bebida azucarada (esta prueba se usa con mayor
frecuencia para la diabetes tipo 2).
Las pruebas de detección de diabetes tipo 2 en personas que no presentan síntomas se
recomiendan para:

 Niños con sobrepeso que tengan otros factores de riesgo de


padecer diabetes, a partir de la edad de 10 años y se repite cada 3 años.
 Adultos con sobrepeso (IMC de 25 o superior) que tengan otros
factores de riesgo como tener la presión sanguínea alta o tener una
madre, padre, hermana o hermano con diabetes.

 Adultos de más de 45 años, se repite cada 3 años.

Tratamiento
La diabetes tipo 2 se puede algunas veces contrarrestar con cambios en el estilo de vida,
especialmente bajando de peso con ejercicio y comiendo alimentos más saludables.
Algunos casos de diabetes tipo 2 se pueden también mejorar con cirugía para bajar de peso.

No hay cura para la diabetes tipo 1 (excepto por un trasplante de páncreas o de células
insulares).

El tratamiento tanto de la diabetes tipo 1 como de la diabetes tipo 2 consiste en nutrición,


actividad y medicamentos para controlar el nivel de azúcar en la sangre.

Todas las personas con diabetes deben recibir una educación adecuada y apoyo sobre las
mejores maneras de manejar su diabetes. Pregunte a su proveedor sobre la posibilidad de
consultar a un educador certificado en diabetes (CDE, por sus siglas en inglés).

Lograr un mejor control del azúcar en la sangre, el colesterol y los niveles de la presión
arterial ayuda a reducir el riesgo para enfermedad renal, enfermedad ocular, enfermedad del
sistema nervioso, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular.

Para prevenir las complicaciones de la diabetes, visite al proveedor por lo menos de 2 a 4


veces al año. Coméntele acerca de los problemas que esté teniendo. Siga las instrucciones
del proveedor sobre el manejo de la diabetes.

Grupos de apoyo
Muchos recursos pueden ayudarle a entender más sobre la diabetes. Si usted padece esta
enfermedad, también puede aprender maneras de manejarla y prevenir las complicaciones.
Expectativas (pronóstico)
La diabetes es una enfermedad que dura toda la vida para la mayoría de personas que la
padece.

Un control estricto de la glucosa en la sangre puede prevenir o retardar las complicaciones


a causa de la diabetes. Sin embargo, estos problemas pueden presentarse, incluso en
personas con buen control de la diabetes.

Posibles complicaciones
Luego de muchos años, la diabetes puede causar problemas de salud graves:

 Usted puede tener problemas oculares, que incluyen problemas


para ver (especialmente de noche) y sensibilidad a la luz. También
podría quedar ciego.

 Sus pies y su piel pueden desarrollar llagas e infecciones. Luego


de mucho tiempo, puede ser necesario amputarle el pie o la pierna. La
infección también puede causar dolor y picazón en otras partes del
cuerpo.

 La diabetes puede complicar el control de su presión arterial y


colesterol. Esto puede llevar a un ataque cardíaco, accidente
cerebrovascular y otros problemas. El flujo de sangre a las piernas y los
pies puede volverse más difícil.

 Los nervios de su cuerpo pueden resultar dañados, lo que causa


dolor, hormigueo y entumecimiento.

 Debido al daño a los nervios, podría tener problemas para digerir


los alimentos que consume. Podría sentir debilidad o tener problemas
para ir al baño. El daño a los nervios puede hacer que los hombres
tengan problemas para conseguir una erección.

 Un alto nivel de azúcar en la sangre y otros problemas pueden


llevar a daño renal. Sus riñones pueden no funcionar tan bien como
solían hacerlo. Incluso pueden dejar de funcionar por lo que usted
necesitaría diálisis o un trasplante de riñón.

 Su sistema inmunitario puede debilitarse, lo que puede llevar a


infecciones frecuentes.

Prevención
Mantener un peso corporal ideal y un estilo de vida activo pueden prevenir o retardar el
comienzo de la diabetes tipo 2. Si usted tiene sobrepeso, tan solo perder 5% de su peso
corporal puede disminuir su riesgo. También pueden usarse algunos medicamentos para
retrasar o prevenir el inicio de la diabetes tipo 2.

En estos momentos, la diabetes tipo 1 no se puede prevenir. Sin embargo, existen


investigaciones prometedoras que muestran que la diabetes tipo 1 se puede retrasar en
algunas personas con alto riesgo.

Nombres alternativos
Diabetes - tipo 1; Diabetes - tipo 2; Diabetes - gestacional; Diabetes tipo 1; Diabetes tipo 2;
Diabetes gestacional; Diabetes mellitus

Instrucciones para el paciente


 Cuando usted se enferma a causa de la diabetes
 Cuidado de los pies en caso de diabetes
 Úlceras en los pies por diabetes

La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como
azúcar en la sangre, es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de
los alimentos. La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos
ingrese en las células para usarse como energía. Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente o no produce
nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células.

Con el tiempo, el exceso de glucosa en la sangre puede causar problemas de salud. Aunque la diabetes no tiene
cura, la persona con diabetes puede tomar medidas para controlar su enfermedad y mantenerse sana.

A veces las personas cuando tiene diabetes dicen que tienen “un poquito alto el azúcar” o que tienen
“prediabetes”. Estos términos nos hacen pensar que la persona realmente no tiene diabetes o que su caso es
menos grave. Sin embargo, todos los casos de diabetes son graves.

¿Cuáles son los diferentes tipos de


diabetes?
Los principales tipos de diabetes son tipo 1, tipo 2 y la diabetes gestacional.

Diabetes tipo 1
Con la diabetes tipo 1, el cuerpo no produce insulina porque el sistema inmunitario ataca y destruye las células
del páncreas que la producen. Por lo general, se diagnostica la diabetes tipo 1 en niños y adultos jóvenes,
aunque puede aparecer a cualquier edad. Las personas con diabetes tipo 1 tienen que usar insulina todos los
días para sobrevivir.

Diabetes tipo 2
Con la diabetes tipo 2, el cuerpo no produce o no usa la insulina adecuadamente. La diabetes tipo 2 puede
aparecer a cualquier edad, incluso durante la infancia. Sin embargo, este tipo de diabetes se presenta con
mayor frecuencia en las personas de mediana edad y en los ancianos. Este es el tipo más común de diabetes.

Diabetes gestacional
La diabetes gestacional afecta a algunas mujeres durante el embarazo. La mayoría de las veces, este tipo de
diabetes desaparece después de que nazca el bebé. Sin embargo, cuando una mujer ha tenido diabetes
gestacional, tiene más probabilidad de sufrir de diabetes tipo 2 más adelante en la vida. A veces, la diabetes que
se diagnostica durante el embarazo es en realidad diabetes tipo 2.

Otros tipos de diabetes


Otros tipos menos comunes de esta enfermedad incluyen la diabetes monogénica, que es una forma hereditaria
de diabetes y la diabetes relacionada con la fibrosis quística   (PDF, 4.33 MB).
External link

¿Qué tan frecuente es la diabetes?


Para el año 2015, 30.3 millones de personas en los Estados Unidos, es decir, el 9.4 por ciento de la población,
tenían diabetes. Más de 1 de cada 4 de estas personas no sabían que tenían la enfermedad. La diabetes afecta a
1 de cada 4 personas mayores de 65 años de edad. Alrededor del 90-95 por ciento de los casos en adultos
corresponden a la diabetes tipo 2.1

¿Quién tiene más probabilidad de sufrir de


diabetes tipo 2?
Las personas que tienen más probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 son las que tienen más de 45 años de
edad, antecedentes familiares de diabetes o sobrepeso. La inactividad física, la raza y ciertos problemas de
salud, como la presión arterial alta, también afectan la probabilidad de tener diabetes tipo 2. Además, la
probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 es mayor si se tiene prediabetes o si se tuvo diabetes gestacional
cuando estaba embarazada. Aprenda más sobre los factores de riesgo de la diabetes tipo 2.

¿Qué problemas de salud pueden tener las


personas con diabetes?
Con el tiempo, los niveles altos de glucosa en la sangre causan problemas como:

 enfermedades del corazón


 accidentes cerebrovasculares
 enfermedades de los riñones
 problemas de los ojos
 enfermedades dentales
 lesiones en los nervios
 problemas de los pies

Las personas pueden tomar algunas medidas para reducir la probabilidad de tener estos problemas de salud
relacionados con la diabetes.

Descripción general

La diabetes mellitus se refiere a un grupo de enfermedades que


afectan la forma en que tu organismo utiliza el azúcar en sangre
(glucosa). La glucosa es vital para tu salud porque es una fuente
importante de energía para las células que forman los músculos y
tejidos. También es el combustible principal de tu cerebro.
La causa oculta de la diabetes varía según el tipo. Sin embargo,
independientemente del tipo de diabetes que tengas, puede
derivar en un exceso de azúcar en sangre. Demasiada azúcar en la
sangre puede generar graves problemas de salud.

Las afecciones diabéticas crónicas incluyen la diabetes tipo 1 y la


diabetes tipo 2. Las afecciones diabéticas potencialmente
reversibles incluyen la prediabetes, cuando tus niveles de azúcar
en sangre son más altos que lo normal, pero no lo suficiente como
para que la enfermedad se clasifique como diabetes, y la diabetes
gestacional, que se produce durante el embarazo pero puede
resolverse una vez que el bebé nace.

Síntomas

Los síntomas de la diabetes pueden variar según la cantidad de


azúcar en aumento. Algunas personas, en especial aquellas con
prediabetes o diabetes tipo 2, pueden no experimentar síntomas al
principio. En la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer
rápidamente y ser más graves.

Estos son algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y


tipo 2:

 Aumento de la sed

 Ganas frecuentes de orinar

 Hambre extrema.

 Pérdida de peso inexplicable

 Presencia de cetonas en la orina (las cetonas son un


subproducto de la degradación muscular y de grasas que se
produce cuando no hay insulina suficiente disponible).

 Fatiga

 Irritabilidad
 Visión borrosa

 Llagas de cicatrización lenta.

 Infecciones frecuentes, como infecciones en las encías, en


la piel y en la vagina.

Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad,


generalmente lo hace durante la infancia o la adolescencia. La
diabetes tipo 2, el tipo de diabetes más común, puede aparecer a
cualquier edad, aunque es más común en personas de más de 40
años.

Cuándo debes consultar con un médico

 Si tienes sospechas de que tú o tu hijo pueden tener


diabetes. Si observas algunos síntomas posibles de diabetes,
comunícate con tu médico. Cuanto antes se diagnostique la
enfermedad, más pronto se puede empezar con el tratamiento.

 Si ya te han diagnosticado diabetes. Después de recibir el


diagnóstico, necesitarás un seguimiento médico estricto hasta
que tus niveles de azúcar en sangre se estabilicen.

Causas

Para comprender la diabetes, primero debes entender cómo se


procesa normalmente la glucosa en el cuerpo.

Cómo funciona la insulina

La insulina es una hormona que se forma en una glándula ubicada


detrás y debajo del estómago (el páncreas).

 El páncreas secreta insulina en el torrente sanguíneo.

 La insulina circula, y así permite que el azúcar ingrese en las


células.
 La insulina disminuye la cantidad de azúcar que hay en el
torrente sanguíneo.

 A medida que tu nivel de azúcar en sangre baja, también lo


hace la secreción de insulina del páncreas.

La función de la glucosa

La glucosa, un azúcar, es una fuente de energía para las células


que forman los músculos y otros tejidos.

 La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos


y tu hígado.

 El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, donde ingresa


en las células con la ayuda de la insulina.

 Tu hígado almacena y fabrica glucosa.

 Cuando tus niveles de glucosa son bajos, por ejemplo,


cuando no has comido durante cierto tiempo, el hígado
descompone el glucógeno almacenado y lo convierte en
glucosa para mantener tu nivel de glucosa dentro del rango
normal.

Causas de la diabetes tipo 1

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. Lo que sí se


sabe es que tu sistema inmunitario, que normalmente combate las
bacterias o los virus dañinos, ataca y destruye las células que
producen insulina en el páncreas. Esto te deja con muy poca
insulina, o sin insulina. En lugar de ser transportada a tus células,
el azúcar se acumula en tu torrente sanguíneo.

Se cree que el tipo 1 es causado por una combinación de


susceptibilidad genética y factores ambientales, aunque todavía
no está claro cuáles son esos factores. No se cree que el peso sea
un factor en la diabetes tipo 1.

Causas de la prediabetes y de la diabetes tipo 2


En la prediabetes —que puede provocar diabetes tipo 2— y en la
diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la acción de
la insulina, y el páncreas no puede producir la cantidad suficiente
de insulina para superar tal resistencia. En lugar de pasar a tus
células donde se necesita como fuente de energía, el azúcar se
acumula en tu torrente sanguíneo.

No se sabe con certeza por qué sucede esto exactamente, aunque


se cree que los factores genéticos y ambientales desempeñan un
papel decisivo en el desarrollo de la diabetes tipo 2. El sobrepeso
está estrechamente relacionado con el desarrollo de la diabetes
tipo 2, pero no todas las personas con diabetes tipo 2 tienen
sobrepeso.

Causas de la diabetes gestacional

Durante el embarazo, la placenta produce hormonas para apoyar el


embarazo. Estas hormonas hacen que tus células se vuelvan más
resistentes a la insulina.

Normalmente, tu páncreas responde produciendo una cantidad


suficiente de insulina adicional para superar esta resistencia. Pero
algunas veces, el páncreas no puede seguir el ritmo. Cuando esto
sucede, en tus células ingresa demasiado poca glucosa y en tu
sangre permanece demasiada cantidad de glucosa, lo cual da
lugar a la diabetes gestacional.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo de la diabetes dependen del tipo de


diabetes.

Factores de riesgo para la diabetes tipo 1


Aunque se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, los
factores que pueden indicar un mayor riesgo incluyen los
siguientes:

 Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu


madre o algún hermano tienen diabetes tipo 1.

 Factores ambientales. Circunstancias como la exposición a


una enfermedad viral probablemente tienen alguna relación
con la diabetes tipo 1.

 La presencia de células del sistema inmunitario que causan


daños (autoanticuerpos). Algunas veces, los familiares de
personas con diabetes tipo 1 se someten a una prueba de
detección de autoanticuerpos de la diabetes. Si tienes estos
autoanticuerpos, tienes mayor riesgo de padecer diabetes tipo
1. Pero no todas las personas que tienen estos
autoanticuerpos padecen diabetes.

 Ubicación geográfica. Ciertos países, como Finlandia y


Suecia, presentan índices más altos de diabetes tipo 1.

Factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2

Los investigadores no están completamente seguros de la razón


por la que algunas personas manifiestan prediabetes y diabetes
tipo 2 y otras no. Sin embargo, está claro que algunos factores
aumentan el riesgo, incluidos los siguientes:

 Peso. Cuanto más tejido graso tengas, más resistentes se


vuelven tus células a la insulina.

 Inactividad. Cuanto menos activo seas, mayor riesgo


tendrás. La actividad física ayuda a controlar el peso, utiliza
toda la glucosa como fuente de energía y hace que las células
sean más sensibles a la insulina.

 Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu


madre o algún hermano tienen diabetes tipo 2.
 Raza. Aunque no resulta claro por qué, las personas de
ascendencias como la africana, hispana, indoamericana y
asiática presentan un riesgo mayor.

 La edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces. Esto


se puede deber a que, a medida que envejeces, tiendes a
hacer menos ejercicio, perder masa muscular y subir de peso.
Pero la diabetes tipo 2 también está aumentando entre los
niños, los adolescentes y los adultos jóvenes.

 Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes gestacional


cuando estabas embarazada, tu riesgo de padecer prediabetes
y diabetes tipo 2 con posterioridad aumenta. Si diste a luz a un
bebé de más de 9 lb (4 kg), también corres el riesgo de tener
diabetes tipo 2.

 Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener


síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad común
caracterizada por periodos menstruales irregulares,
crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo
de diabetes.

 Presión arterial alta. Tener presión arterial superior a


140/90 mm Hg (milímetros de mercurio) se asocia con un
mayor riesgo de diabetes tipo 2.

 Niveles de colesterol y triglicéridos anormales. Si tienes


niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad
(HDL) o colesterol "bueno", tu riesgo de diabetes tipo 2 es
mayor. Los triglicéridos son otro tipo de grasa que transporta
la sangre. Las personas con altos niveles de triglicéridos
tienen mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Tu médico
puede informarte cuáles son tus niveles de colesterol y
triglicéridos.

Factores de riesgo para la diabetes gestacional

Cualquier mujer embarazada puede manifestar diabetes


gestacional, pero algunas presentan mayor riesgo que otras. Los
factores de riesgo para la diabetes gestacional incluyen los
siguientes:
 La edad. Las mujeres mayores de 25 años presentan un
riesgo mayor.

 Antecedentes familiares o personales. Tu riesgo aumenta si


tienes prediabetes, un precursor de la diabetes tipo 2, o si un
familiar cercano, como uno de tus padres o hermanos, tiene
diabetes tipo 2. También presentas un riesgo mayor si has
tenido diabetes gestacional durante un embarazo anterior, si
diste a luz un bebé grande, o si has tenido una pérdida fetal
inexplicable.

 Peso. Tener sobrepeso antes del embarazo aumenta el


riesgo.

 Raza. Por motivos que no resultan claros, las mujeres


afroamericanas, hispanas, indioamericanas o asiáticas tienen
más probabilidad de padecer diabetes gestacional.

Complicaciones

Las complicaciones de la diabetes a largo plazo se desarrollan de


manera gradual. Cuanto más tiempo hace que tienes diabetes (y
cuanto menos controlado esté tu nivel de azúcar en sangre),
mayor riesgo de complicaciones existe. A la larga, las
complicaciones de la diabetes pueden provocar una discapacidad
o incluso ser mortales. Las posibles complicaciones incluyen las
siguientes:

 Enfermedad cardiovascular. La diabetes aumenta


drásticamente el riesgo de sufrir diversos problemas
cardiovasculares, como arteriopatía coronaria con dolor de
pecho (angina), ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y
estrechamiento de las arterias (aterosclerosis). Si tienes
diabetes, eres más propenso a tener una enfermedad cardíaca
o un accidente cerebrovascular.

 Daño a los nervios (neuropatía). El exceso de azúcar puede


dañar las paredes de los vasos sanguíneos diminutos
(capilares) que alimentan los nervios, especialmente en las
piernas. Esto puede provocar hormigueo, entumecimiento,
ardor o dolor, que generalmente comienza en las puntas de los
dedos de los pies o las manos y se extiende gradualmente
hacia arriba.

Si no recibes tratamiento, podrías perder toda la sensibilidad


de los miembros afectados. El daño en los nervios en relación
con la digestión puede causar problemas con náuseas,
vómitos, diarrea o estreñimiento. En el caso de los hombres,
puede dar lugar a la disfunción eréctil.

 Daño renal (nefropatía). Los riñones contienen millones de


racimos de vasos sanguíneos diminutos (glomérulos) que
filtran los residuos de la sangre. La diabetes puede dañar este
delicado sistema de filtrado. El daño grave puede conducir a la
insuficiencia renal o a la enfermedad renal terminal
irreversible, que pueden requerir diálisis o un trasplante de
riñón.

 Daño ocular (retinopatía). La diabetes puede dañar los vasos


sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), que puede
conducir a la ceguera. La diabetes también aumenta el riesgo
de otras afecciones graves de la visión, como cataratas y
glaucoma.

 Daños en los pies. Los daños en los nervios del pie o un flujo


sanguíneo insuficiente en los pies aumenta el riesgo de
diversas complicaciones en los pies. Si no se tratan, los cortes
y las ampollas pueden dar lugar a graves infecciones, que
suelen tener una cicatrización deficiente. Estas infecciones
pueden, en última instancia, requerir la amputación del dedo
del pie, del pie o de la pierna.

 Enfermedades de la piel. La diabetes puede volverte más


susceptible a tener problemas en la piel, como infecciones
bacterianas y micóticas.

 Deterioro auditivo. Los problemas de la audición son


comunes en las personas diabéticas.
 Enfermedad de Alzheimer. La diabetes tipo 2 puede
aumentar el riesgo de tener demencia, como la enfermedad de
Alzheimer. Cuanto más deficiente sea el control del nivel de
azúcar en sangre, mayor será el riesgo. Aunque existen teorías
de cómo pueden estar relacionados estos trastornos, ninguna
de ellas se ha demostrado todavía.

 Depresión. Los síntomas de depresión son comunes en


personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. La depresión puede
afectar el manejo de la diabetes.

Complicaciones de la diabetes gestacional

La mayoría de las mujeres con diabetes gestacional dan a luz


bebés sanos. No obstante, los niveles de azúcar en sangre no
controlados o no tratados pueden provocarles problemas a ti y a tu
bebé.

A causa de la diabetes gestacional, pueden


aparecer complicaciones en tu bebé, como las siguientes:

 Exceso de crecimiento. La glucosa en exceso puede


atravesar la placenta, lo cual hace que el páncreas de tu bebé
fabrique más insulina. Esto puede hacer que tu bebé crezca
demasiado (macrosomía). Los bebés muy grandes son más
propensos a requerir una cesárea.

 Bajo nivel de azúcar en sangre. Algunas veces, los bebés de


madres con diabetes gestacional presentan un nivel bajo de
azúcar en sangre inmediatamente después del nacimiento
porque su propia producción de insulina es elevada. La
alimentación inmediata y, algunas veces, una solución de
glucosa intravenosa pueden hacer que el bebé recupere su
nivel normal de azúcar en sangre.

 Diabetes tipo 2 más adelante. Los bebés de madres con


diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de padecer
obesidad y diabetes tipo 2 más adelante en su vida.
 Muerte. La diabetes gestacional sin tratar puede producir la
muerte del bebé, ya sea antes o inmediatamente después del
nacimiento.

A causa de la diabetes gestacional, también pueden


aparecer complicaciones en la madre, como las siguientes:

 Preeclampsia. Esta afección se caracteriza por la presión


arterial alta, el exceso de proteínas en la orina, y la hinchazón
en las piernas y los pies. La preeclampsia puede dar lugar a
complicaciones graves e incluso mortales, tanto para la madre
como para el bebé.

 Diabetes gestacional posterior. Una vez que has tenido


diabetes gestacional en un embarazo, eres más propensa a
tenerla nuevamente en el próximo embarazo. También eres
más propensa a padecer diabetes, en general, diabetes tipo 2,
a medida que envejeces.

Complicaciones de la prediabetes

La prediabetes puede transformarse en diabetes tipo 2.

Prevención

La diabetes tipo 1 no puede prevenirse. Sin embargo, las mismas


opciones de estilo de vida saludable que ayudan a controlar la
prediabetes, la diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional también
pueden ayudar a prevenirla:

 Come alimentos saludables. Elige alimentos con menos


contenido de grasa y calorías, y más contenido de fibra.
Prefiere frutas, verduras y granos integrales. Introduce la
variedad para evitar el aburrimiento.

 Realiza más actividad física. Trata de hacer 30 minutos por


día de actividad física moderada. Haz una caminata rápida
diaria. Anda en bicicleta. Practica natación. Si no puedes
realizar una sesión de ejercicios larga, divídela en sesiones
más pequeñas a lo largo del día.

 Elimina las libras (o los kilos) que tienes de más. Si tienes


sobrepeso, bajar incluso el 7 % de tu peso corporal, por
ejemplo, 14 libras (6,4 kilogramos) si pesas 200 libras
(90,7 kilogramos), puede reducir el riesgo de tener diabetes.

Sin embargo, no intentes bajar de peso durante el embarazo.


Habla con el médico sobre la cantidad de peso saludable que
debes subir durante el embarazo.

Para mantener tu peso dentro de un rango saludable, realiza


cambios permanentes en tus hábitos alimenticios y de
actividad física. Motívate recordando los beneficios de bajar
de peso, como tener un corazón más sano, más energía y
mayor autoestima.

Algunas veces, los medicamentos también son una opción. Los


medicamentos para la diabetes de administración oral, como la
metformina (Glucophage, Glumetza, otros), pueden reducir el
riesgo de diabetes tipo 2, pero las opciones de un estilo de vida
saludable siguen siendo fundamentales. Controla tu nivel de
azúcar en sangre al menos una vez al año para verificar que no
presentes diabetes tipo 2.

Diagnóstico

Los síntomas de la diabetes tipo 1 suelen aparecer de manera


repentina y suelen ser el motivo por el cual controlar los niveles
de azúcar en sangre. Debido a que los síntomas de otros tipos de
diabetes y prediabetes aparecen más gradualmente o pueden no
ser evidentes, la Asociación Estadounidense de la Diabetes (ADA)
cuenta con pautas de detección recomendadas. La ADA
recomienda que las siguientes personas se realicen un análisis
para detección de la diabetes:
 Cualquier persona con un índice de masa corporal más alto
de 25 (23 para los asiáticos americanos), independientemente
de la edad, que tengan factores de riesgo adicionales, como
presión arterial alta, niveles de colesterol anormales, un estilo
de vida sedentario, antecedentes de poliquistosis ovárica o
enfermedades cardíacas y que tengan un pariente cercano que
padezca diabetes.

 Se recomienda a toda persona mayor de 45 años realizarse


un análisis para establecer el nivel inicial de azúcar en sangre;
luego, si los resultados son normales, realizarse el análisis
una vez cada tres años.

 Se recomienda a toda mujer que haya padecido diabetes


gestacional realizarse un análisis para detección de diabetes
cada tres años.

 Se recomienda a toda persona a quien le hayan


diagnosticado prediabetes realizarse pruebas todos los años.

Pruebas para la diabetes tipo 1, la diabetes tipo 2 y la


prediabetes

 Prueba de hemoglobina glucosilada (A1C). Este análisis de


sangre, que no requiere ayuno, indica tu nivel de azúcar en la
sangre promedio en los últimos dos o tres meses. Mide el
porcentaje de azúcar en la sangre unida a la hemoglobina, la
proteína que transporta oxígeno en los glóbulos rojos.

Cuantos más altos sean tus niveles de azúcar en sangre, más


hemoglobinacon azúcar unida tendrás. Un nivel de A1C del
6,5 % o más en dos pruebas individuales indica que tienes
diabetes. Un A1C de entre 5,7 % y 6,4 % indica prediabetes.
Debajo de 5,7 se considera normal.

Si los resultados de la prueba de A1C no son constantes, si la


prueba no está disponible o si tienes ciertas afecciones que
pueden hacer que la prueba de A1C resulte poco precisa (por
ejemplo, si eres mujer y estás embarazada o si tienes una forma
no común de hemoglobina, conocida como una variante de la
hemoglobina), es posible que el médico use las siguientes pruebas
para diagnosticar diabetes:

 Prueba aleatoria de azúcar en la sangre. Se tomará una


muestra de sangre en un momento al azar.
Independientemente de cuándo comiste por última vez, un
nivel de azúcar en sangre al azar de 200 mg/dl (miligramos por
decilitro) u 11,1 mmol/l (milimoles por litro) o más sugiere
diabetes.

 Prueba de azúcar en sangre en ayunas. Se tomará una


muestra de sangre después de ayunar durante una noche. Un
nivel de azúcar en sangre en ayunas menor que 100 mg/dl
(5,6 mmol/) es normal. Un nivel de azúcar en sangre en ayunas
de entre 100 mg/dl y 125 mg/dl (5,6 mmol/l y 6,9 mmol/l) se
considera prediabetes. Si los valores son de 126 mg/dl
(7 mmol/l) o más en dos pruebas individuales, tienes diabetes.

 Prueba oral de tolerancia a la glucosa. Para esta prueba,


debes ayunar durante una noche, y se mide el nivel de azúcar
en sangre en ayunas. Luego bebes un líquido azucarado y los
niveles de azúcar en sangre se analizan varias veces durante
las dos horas siguientes.

Un nivel de azúcar en sangre menor que 140 mg/dl


(7,8 mmol/l) es normal. Un valor de más de 200 mg/dL
(11,1 mmol/L) después de dos horas indica diabetes. Un valor
de entre 140 mg/dl y 199 mg/dl (7,8 mmol/l y 11,0 mmol/l)
indica prediabetes.

Si existen sospechas de diabetes tipo 1, se realizará un análisis


de orina para detectar la presencia de un subproducto que se
produce al utilizarse tejido muscular y tejido adiposo como fuente
de energía porque el organismo no cuenta con insulina suficiente
para usar la glucosa disponible (cetonas). El médico
probablemente te realizará una prueba para ver si tienes las
células destructoras del sistema inmunitario asociadas con la
diabetes tipo 1, llamadas autoanticuerpos.
Pruebas para la diabetes gestacional

Tu médico probablemente evalúe tus factores de riesgo de


diabetes gestacional en la primera etapa del embarazo:

 Si presentas riesgo de padecer diabetes gestacional, por


ejemplo, si tenías obesidad al comenzar tu embarazo; si
tuviste diabetes gestacional durante un embarazo anterior; o
si tu madre, tu padre, un hermano o un hijo tienen diabetes, tu
médico puede realizarte la prueba de detección de diabetes
durante la primera visita prenatal.

 Si estás en riesgo promedio de padecer diabetes


gestacional, probablemente te hagan un análisis para la
detección de diabetes gestacional en algún momento del
segundo trimestre, generalmente entre las 24 y las 28
semanas de embarazo.

Tu médico puede indicar los siguientes exámenes para la


detección:

 Prueba de sobrecarga de glucosa inicial. Comenzarás la


prueba de sobrecarga de glucosa bebiendo una solución de
glucosa similar a un jarabe. Una hora después, te realizarán un
análisis de sangre para medir el nivel de azúcar en sangre. Un
nivel de azúcar en sangre inferior a 140 mg/dL (7.8 mmol/L)
generalmente se considera normal en una prueba de
tolerancia a la glucosa, aunque esto puede variar en clínicas o
laboratorios específicos.

Si tu nivel de azúcar en sangre es más alto que lo normal, solo


significa que tienes un riesgo mayor de padecer diabetes
gestacional. Tu médico te indicará una prueba de seguimiento
para determinar si tienes diabetes gestacional.

 Prueba de tolerancia a la glucosa de seguimiento. Para la


prueba de seguimiento, te pedirán que ayunes durante una
noche y te medirán el nivel de azúcar en sangre en ayunas.
Luego beberás otra solución dulce, que tendrá una
concentración mayor de glucosa, y se controlará tu nivel de
azúcar en sangre cada hora durante un periodo de tres horas.

Si al menos dos de los valores de azúcar en sangre son más


altos que los valores normales establecidos para cada una de
las tres horas de la prueba, te diagnosticarán diabetes
gestacional.

Tratamiento

Según el tipo de diabetes que tengas, el control del nivel de azúcar


en sangre, la insulina y los medicamentos orales pueden influir en
tu tratamiento. Una alimentación sana, un peso saludable y la
actividad regular también son factores importantes en el control
de la diabetes.

Tratamientos para todos los tipos de diabetes

Una parte importante de controlar la diabetes, al igual que tu


salud en general, es mantener un peso saludable a través de una
dieta sana y un plan de ejercicios:

 Alimentación saludable. En contra de la creencia popular, no


existe una dieta específica para la diabetes. Tendrás que
seguir una dieta con más frutas, verduras y granos integrales
(alimentos que son muy nutritivos y ricos en fibra, y con bajo
contenido de grasa y calorías) y reducir el consumo de grasas
saturadas, hidratos de carbono refinados y dulces. De hecho,
es el mejor plan de alimentación para toda la familia. Los
alimentos azucarados están permitidos de vez en cuando,
siempre y cuando formen parte de tu plan de comidas.

Sin embargo, entender qué comer y en qué cantidad puede ser


un desafío. Un especialista en nutrición certificado puede
ayudarte a crear un plan de comidas que se adapte a tus
metas de salud, tus preferencias alimenticias y tu estilo de
vida. Es probable que ese plan incluya un cálculo de hidratos
de carbono, en especial si tienes diabetes tipo 1.

 Actividad física. Todos necesitan hacer ejercicio aeróbico


con regularidad, y los diabéticos no son la excepción. El
ejercicio disminuye el nivel de azúcar en sangre al trasladar el
azúcar a las células, donde se utiliza como fuente de energía.
El ejercicio también aumenta tu sensibilidad a la insulina; esto
quiere decir que el cuerpo necesita menos insulina para
transportar el azúcar a las células.

Obtén la aprobación de tu médico para hacer ejercicio. Luego


elige actividades que disfrutes, como caminar, nadar o andar
en bicicleta. Lo más importante es que incorpores la actividad
física en tu rutina diaria.

Trata de hacer al menos 30 minutos o más de ejercicio


aeróbico la mayoría de los días de la semana. Los periodos de
actividad pueden ser de tan solo 10 minutos, tres veces al
día. Si no has hecho actividad durante un tiempo, comienza
despacio y aumenta gradualmente.

Tratamientos para la diabetes tipo 1 y tipo 2

El tratamiento para la diabetes tipo 1 implica la colocación de


inyecciones de insulina o el uso de una bomba de insulina,
controles frecuentes del nivel de azúcar en sangre, y el cálculo de
hidratos de carbono. El tratamiento de la diabetes tipo 2 implica,
principalmente, cambios en el estilo de vida y el control del nivel
de azúcar en sangre junto con medicamentos para la diabetes,
insulina o ambos.

 Control del nivel de azúcar en sangre. Según tu plan de


tratamiento, puedes controlar y registrar tu nivel de azúcar en
sangre hasta cuatro veces al día o con más frecuencia si
tomas insulina. Un control atento es la única manera de
asegurarte de que tu nivel de azúcar en sangre se mantenga
dentro del rango objetivo. Aquellas personas que tienen
diabetes tipo 2 y no se colocan insulina suelen controlarse el
nivel de azúcar en sangre con mucha menos frecuencia.

Las personas que reciben un tratamiento de insulina también


pueden elegir controlar sus niveles de azúcar en sangre con
un monitor continuo de glucosa. Aunque esta tecnología aún
no ha reemplazado por completo al medidor de glucosa, puede
reducir bastante la cantidad de pinchazos en los dedos
necesarios para controlar la cantidad de azúcar en sangre y
proporcionar información importante sobre las tendencias del
nivel de azúcar en sangre.

Incluso con un control cuidadoso, los niveles de azúcar en


sangre algunas veces pueden cambiar de manera
impredecible. Con la ayuda del equipo de tratamiento de la
diabetes, aprenderás cómo cambia tu nivel de azúcar en
sangre en respuesta a los alimentos, la actividad física, los
medicamentos, las enfermedades, el consumo de alcohol, el
estrés y, en el caso de la mujer, las fluctuaciones en los
niveles hormonales.

Además del control diario de los niveles de azúcar en sangre,


el médico probablemente te recomiende una prueba de A1C
periódica para medir tu nivel de azúcar en sangre promedio de
los últimos dos o tres meses.

En comparación con las pruebas diarias repetidas del nivel de


azúcar en sangre, la prueba de A1C indica mejor cómo está
funcionando tu plan de tratamiento de la diabetes en general.
Un nivel de A1C elevado puede indicar la necesidad de
cambiar tu régimen de medicamentos orales o de insulina, o tu
plan de comidas.

Tu meta de A1C puede variar según tu edad y diversos


factores más, como la presencia de otras enfermedades. Sin
embargo, para la mayoría de las personas con diabetes,
American Diabetes Association (Asociación Estadounidense
de Diabetes) recomienda un nivel de A1C de menos del 7 %.
Pregúntale al médico cuál es tu A1C objetivo.

 Insulina. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan recibir


tratamiento de insulina para vivir. Muchas personas con
diabetes tipo 2 o diabetes gestacional también necesitan
tratamiento de insulina.

Existen numerosos tipos de insulina disponibles, incluidas la


insulina de rápida acción, la de acción prolongada y otras
opciones intermedias. Según tus necesidades, tu médico
puede recetarte una combinación de tipos de insulina para que
uses durante el día y la noche.

La insulina no puede administrarse por vía oral para bajar el


nivel de azúcar en sangre porque las enzimas digestivas
interfieren en la acción de la insulina. La insulina se suele
inyectar con jeringa y una aguja fina o con una pluma de
insulina, un dispositivo que parece una larga pluma de tinta.

Una bomba de insulina también puede ser una opción. La


bomba es un dispositivo del tamaño aproximado de un
teléfono celular que se usa en la parte externa del cuerpo.
Cuenta con un cable que conecta el reservorio de insulina a un
catéter que se introduce por debajo de la piel del abdomen.

Ahora también existen bombas sin cables que funcionan de


manera inalámbrica. Tú programas la bomba de insulina para
que administre cantidades específicas de insulina. Se puede
ajustar para que administre mayor o menor cantidad de
insulina, según las comidas, el nivel de actividad y el nivel de
azúcar en sangre.

Un nuevo enfoque de tratamiento, que todavía no se encuentra


disponible, administra la insulina por circuito cerrado; también
se conoce como páncreas artificial. Conecta de manera
continua un monitor de glucosa con la bomba de insulina y
envía de forma automática la cantidad correcta de insulina
cuando es necesaria.
Existen varias versiones diferentes del páncreas artificial, y
los ensayos clínicos han arrojado resultados alentadores. Se
necesitan más investigaciones antes de que un páncreas
artificial completamente funcional pueda recibir aprobación
regulatoria.

Sin embargo, se han hecho avances hacia la creación de un


páncreas artificial. En el año 2016, la Administración de
Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó una bomba de
insulina combinada con un monitor continuo de glucosa y un
algoritmo de computadora. No obstante, el usuario aún debe
indicarle a la máquina cuántos hidratos de carbono consumirá.

 Medicamentos orales u otros. Algunas veces, también se


recetan medicamentos de administración oral o inyectables.
Algunos medicamentos para la diabetes estimulan el páncreas
para que produzca y libere más insulina. Otros inhiben la
producción y liberación de glucosa del hígado, lo cual significa
que necesitarás menos insulina para transportar el azúcar a
las células.

Sin embargo, otros bloquean la acción de las enzimas


intestinales o digestivas que descomponen los hidratos de
carbono o hacen que los tejidos se vuelvan más sensibles a la
insulina. Generalmente, el primer medicamento que se receta
para la diabetes tipo 2 es la metformina (Glucophage,
Glumetza, otros).

 Trasplante. En el caso de algunas personas con diabetes


tipo 1, un trasplante de páncreas puede ser una opción.
También se están estudiando los trasplantes de islotes. Con
un trasplante de páncreas exitoso, ya no necesitarías más un
tratamiento de insulina.

Pero los trasplantes no siempre son exitosos, y son


procedimientos que conllevan grandes riesgos. Necesitas
inmunosupresores de por vida para prevenir el rechazo del
órgano. Estos medicamentos pueden tener efectos
secundarios graves, por ello, los trasplantes generalmente se
reservan para las personas cuya diabetes no se puede
controlar o para aquellas que además necesitan un trasplante
de riñón.

 Cirugía bariátrica. Aunque no se considera específicamente


un tratamiento para la diabetes tipo 2, las personas con
diabetes tipo 2 que también son obesas y tienen un índice de
masa corporal mayor que 35 pueden resultar beneficiadas con
este tipo de cirugía. Las personas que se han sometido a una
cirugía de bypass gástrico han visto importantes mejoras en
sus niveles de azúcar en sangre. No obstante, se desconocen
todavía los beneficios y los riesgos a largo plazo de este
procedimiento para la diabetes tipo 2.

Tratamiento para la diabetes gestacional

El control de tu nivel de azúcar en sangre es fundamental para


mantener la salud del bebé y evitar complicaciones durante el
parto. Además de mantener una alimentación saludable y hacer
ejercicios, tu plan de tratamiento puede incluir el control del nivel
de azúcar en sangre y, en algunos casos, el uso de insulina o
medicamentos de administración oral.

El médico también controlará tu nivel de azúcar en sangre durante


el parto. Si tu nivel de azúcar en sangre aumenta, es posible que el
bebé libere altos niveles de insulina, lo cual puede dar lugar a un
bajo nivel de azúcar en sangre inmediatamente después del
nacimiento.

Tratamiento para la prediabetes

Si tienes prediabetes, optar por estilos de vida saludables puede


ayudar a que tu nivel de azúcar en sangre vuelva a los valores
normales o, por lo menos, evitar que suba a los valores que se
observan en la diabetes tipo 2. Mantener un peso saludable
haciendo ejercicios y llevando una alimentación saludable puede
ayudar. Hacer por lo menos 150 minutos de ejercicio por semana
y bajar aproximadamente un 7 % de tu peso corporal pueden
prevenir o demorar la diabetes tipo 2.

Algunos medicamentos, como la metformina (Glucophage,


Glumetza, otros), también son una opción si presentas un alto
riesgo de padecer diabetes, incluso cuando tu prediabetes está
empeorando o si tienes una enfermedad cardiovascular, esteatosis
hepática o síndrome de ovario poliquístico.

En otros casos, se necesitan medicamentos para controlar el


colesterol (en particular, las estatinas) y para la presión arterial
alta. Tu médico puede recetar un tratamiento con una dosis baja
de aspirina para ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares
si presentas un alto riesgo. No obstante, optar por un estilo de
vida saludable sigue siendo fundamental.

Signos de complicaciones en cualquier tipo de diabetes

Debido a que existen tantos factores que pueden afectar tu nivel


de azúcar en sangre, algunas veces pueden surgir problemas que
requieren atención inmediata, como los siguientes:

 Nivel alto de azúcar en sangre (hiperglucemia). Tu nivel de


azúcar en sangre puede subir por muchas razones, como
comer demasiado, estar enfermo o no tomar suficientes
medicamentos para bajar la glucosa. Controla tu nivel de
azúcar en sangre como te lo indique el médico, y presta
atención a signos y síntomas de un alto nivel de azúcar en
sangre (ganas frecuentes de orinar, aumento de la sed, boca
seca, visión borrosa, cansancio y náuseas). Si tienes
hiperglucemia, tendrás que realizar ajustes en tu plan de
comidas, en tus medicamentos o en ambos.

 Aumento de cetonas en tu orina (cetoacidosis diabética). Si


tus células necesitan energía, es posible que tu organismo
empiece a descomponer la grasa. Esto produce ácidos tóxicos
llamados cetonas. Presta atención a falta de apetito,
debilidad, vómitos, fiebre, dolor de estómago y olor a acetona
del aliento.

Puedes controlar el exceso de cetonas en la orina con un


equipo de prueba de cetonas de venta libre. Si tienes un
exceso de cetonas en orina, consulta a tu médico de
inmediato o busca atención de emergencia. Esta afección es
más común en personas con diabetes tipo 1.

 Síndrome hiperosmolar hiperglicémico no cetósico. Los


signos y síntomas de esta afección potencialmente mortal
incluyen: valores de azúcar en sangre de más de 600 mg/dl
(33,3 mmol/l), boca seca, sed extrema, fiebre, somnolencia,
desorientación, pérdida de la visión y alucinaciones. El
síndrome hiperosmolar es provocado por un nivel de azúcar en
sangre sumamente elevado que hace que la sangre se vuelva
espesa y melosa.

Tiende a ser más frecuente en personas con diabetes tipo 2 y


suele estar precedido por una enfermedad. Si tienes signos o
síntomas de este trastorno, llama al médico o busca atención
médica inmediata.

 Bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia). Cuando tu


nivel de azúcar en sangre cae por debajo de tu rango objetivo,
se conoce como nivel bajo de azúcar en sangre
(hipoglucemia). Si consumes medicamentos que bajan el nivel
de azúcar en sangre, incluida la insulina, tu nivel de azúcar en
sangre puede bajar por muchos motivos, como saltearte una
comida y realizar más actividad física que lo normal. La
disminución del azúcar en sangre también se produce cuando
tomas demasiada insulina o un exceso de medicamentos que
bajan la glucosa, que promueve la secreción de insulina por
parte del páncreas.

Controla periódicamente tu nivel de azúcar en sangre y presta


atención a signos y síntomas de bajo nivel de azúcar en
sangre: sudoración, temblores, debilidad, hambre, mareos,
dolor de cabeza, visión borrosa, palpitaciones cardíacas,
irritabilidad, dificultad para hablar, somnolencia,
desorientación, desmayos y convulsiones. El nivel bajo de
azúcar en sangre se trata con hidratos de carbono de rápida
absorción, como el jugo de frutas o las tabletas de glucosa.

Estudios clínicos

Explora los estudios de Mayo Clinic de evaluación de


tratamientos, intervenciones y análisis nuevos como medio para
prevenir, detectar, tratar o controlar esta enfermedad.

Estilo de vida y remedios caseros

La diabetes es una enfermedad grave. Seguir tu plan de


tratamiento de la diabetes requiere compromiso permanente. El
control cuidadoso de la diabetes puede reducir tu riesgo de
complicaciones graves e incluso mortales.

 Comprométete a controlar tu diabetes. Obtén toda la


información que puedas acerca de la diabetes. Entabla una
relación con un instructor para la diabetes, y pídele ayuda al
equipo de tratamiento de la diabetes cuando la necesites.

 Elige alimentos sanos y mantén un peso saludable. Si tienes


sobrepeso, la pérdida de tan solo el 5 por ciento del peso
corporal puede hacer una gran diferencia en el control del
azúcar en la sangre si tienes prediabetes o diabetes tipo 2.
Una dieta saludable es aquella que incluye muchas frutas,
verduras, proteínas magras, granos integrales y legumbres,
con una cantidad limitada de grasas saturadas.

 Incorpora la actividad física a tu rutina diaria. El ejercicio


periódico puede ayudar a prevenir la prediabetes y la diabetes
tipo 2, y puede ayudar a aquellos que ya tienen diabetes a
mantener un mejor control del nivel de azúcar en sangre.
Como mínimo, se recomiendan 30 minutos de ejercicio
moderado, como una caminata rápida, la mayoría de los días
de la semana.

Una combinación de ejercicios (ejercicios aeróbicos, como


caminar o bailar, la mayoría de los días, combinados con
entrenamiento de resistencia, como levantamiento de pesas o
yoga, dos veces por semana) suele ayudar a controlar el nivel
de azúcar en la sangre de manera más efectiva que cualquiera
de los tipos de ejercicio por sí solos.

También es una buena idea pasar menos tiempo sentado y sin


moverse. Intenta levantarte y moverte durante algunos
minutos al menos cada 30 minutos cuando estés despierto.

Estilo de vida para las personas con diabetes tipo 1 y


tipo 2

Asimismo, si tienes diabetes tipo 1 o tipo 2:

 Identifícate. Usa una etiqueta o un brazalete que indiquen


que tienes diabetes. Ten cerca un equipo de glucagón en caso
de emergencia por nivel bajo de azúcar en sangre, y asegúrate
de que tus amigos y seres queridos sepan cómo usarlo.

 Programa un examen físico anual y exámenes de la vista


periódicos. Los controles periódicos de la diabetes no deben
reemplazar los exámenes físicos anuales ni los exámenes de
la vista de rutina. Durante el examen físico, tu médico
intentará detectar cualquier complicación relacionada con la
diabetes y otros problemas médicos. Tu especialista en el
cuidado de los ojos controlará signos de daño en la retina,
cataratas y glaucoma.

 Mantén tus vacunas al día. Un nivel alto de azúcar en sangre


puede debilitar tu sistema inmunitario. Vacúnate contra la
gripe todos los años. Tu médico puede recomendarte, también,
que te vacunes contra la neumonía. Los Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también
recomiendan, en la actualidad, vacunarse contra la hepatitis B
si no te has vacunado anteriormente y eres un adulto de entre
19 y 59 años con diabetes tipo 1 o tipo 2.

Las pautas más recientes de los CDC recomiendan la


vacunación lo antes posible después de recibir un diagnóstico
de diabetes tipo 1 o tipo 2. Si tienes 60 años o más, tienes
diabetes, y no te han administrado la vacuna anteriormente,
pregunta al médico si es adecuado para ti.

 Presta atención a tus pies. Lávate los pies con agua tibia


todos los días. Sécatelos suavemente, en especial entre los
dedos. Aplica una loción humectante, pero no entre los dedos.
Controla tus pies a diario para ver que no tengas ampollas,
cortes, llagas, enrojecimiento o hinchazón. Consulta a tu
médico si tienes en los pies alguna llaga u otro problema que
no cicatriza solo de inmediato.

 Mantén controlados la presión arterial y el colesterol. Llevar


una alimentación saludable y hacer ejercicios con regularidad
son muy importantes en el control de la presión arterial alta y
del colesterol. También es posible que se necesiten
medicamentos.

 Cuida tus dientes. La diabetes puede hacer que estés más


propenso a sufrir infecciones más graves en las encías.
Cepíllate los dientes y usa hilo dental por lo menos dos veces
al día. Además, si tienes diabetes tipo 1 o tipo 2, programa
exámenes dentales periódicos. Consulta al dentista de
inmediato si te sangran las encías, o se ven rojas o
inflamadas.

 Si fumas o usas otros tipos de tabaco, pídele al médico que


te ayude a dejar este hábito. Fumar aumenta el riesgo de
presentar diversas complicaciones de la diabetes. Las
personas que fuman y tienen diabetes son más propensas a
morir de una enfermedad cardiovascular que las que no fuman
y tienen diabetes, según la Asociación Estadounidense de la
Diabetes. Habla con tu médico acerca de formas de dejar de
fumar o de usar otros tipos de tabaco.
 Si bebes alcohol, hazlo de manera responsable. El alcohol
puede producir un nivel de azúcar en sangre alto o bajo, según
cuánto bebas y si lo haces mientras comes. Si decides beber,
hazlo con moderación: una bebida al día en el caso de las
mujeres y hasta dos bebidas por día en el caso de los
hombres, siempre con las comidas.

Recuerda incluir los hidratos de carbono de cualquier bebida


alcohólica en tu cálculo diario de hidratos de carbono.
Además, controla tus niveles de azúcar en sangre antes de irte
a dormir.

 Tómate el estrés en serio. Las hormonas que puede producir


tu cuerpo en respuesta al estrés prolongado pueden evitar que
la insulina funcione adecuadamente, lo cual aumentará tu
nivel de azúcar en sangre y te estresará todavía más.
Establece tus límites y prioriza tus tareas. Aprende técnicas
de relajación. Y duerme mucho.

Medicina alternativa

Existen numerosas sustancias que han demostrado mejorar la


sensibilidad a la insulina en algunos estudios, mientras que otros
estudios no pueden encontrar ningún beneficio para el control del
nivel de azúcar en la sangre o de la reducción de los niveles de
A1C. Debido a los hallazgos conflictivos, actualmente no existen
tratamientos alternativos que se recomienden para ayudar a todas
las personas con el control del nivel de azúcar en la sangre.

Si decides probar algún tipo de tratamiento alternativo, no dejes


de tomar los medicamentos que te recetó el médico. Analiza con
el médico el uso de cualquiera de estos tratamientos para estar
seguro de que no provocarán reacciones adversas o que no
interactuarán con tu tratamiento actual.

Además, no existen tratamientos (alternativos o convencionales)


que puedan curar la diabetes, por lo cual es esencial que las
personas que reciben tratamiento de insulina para la diabetes no
dejen de usar insulina, a menos que se los indiquen sus médicos.

Estrategias de afrontamiento y apoyo

Vivir con diabetes puede ser difícil y frustrante. Algunas veces,


incluso cuando hayas hecho todo bien, tus niveles de azúcar en
sangre pueden subir. Pero sigue firmemente tu plan de control de
la diabetes y es probable que veas una diferencia positiva en tu
A1C cuando visites al médico.

Debido a que un buen control de la diabetes puede llevar tiempo, y


a veces resultar abrumador, a algunas personas les alivia hablar
con alguien. Es probable que tu médico te recomiende un
profesional de la salud mental para que hables con él, o tal vez
desees intentar con un grupo de apoyo.

Compartir tus frustraciones y tus triunfos con personas que


entienden por lo que estás pasando puede resultar muy útil. Y tal
vez descubras que otras personas tienen excelentes consejos
para compartir sobre el control de la diabetes.

Es posible que tu médico conozca algún grupo de apoyo local, o


puedes llamar a la Asociación Estadounidense de la Diabetes al
800-DIABETES (800-342-2383) o a la Fundación de Investigación de
la Diabetes Juvenil al 800-533-CURE (800-533-2873).

Preparación para la consulta

Es probable que comiences viendo a tu médico de atención


primaria si tienes síntomas de diabetes. Si tu hijo tiene síntomas
de diabetes, debes ver a su pediatra. Si los niveles de azúcar en
sangre son sumamente altos, es probable que te envíen a la sala
de emergencias.
Si los niveles de azúcar en sangre no son lo suficientemente altos
como para que tú o tu hijo estén en riesgo inmediato, es posible
que te deriven a un médico especialista en diabetes, entre otros
trastornos (endocrinólogo). Inmediatamente después del
diagnóstico, probablemente te reúnas con un instructor para la
diabetes y un especialista en nutrición para obtener más
información sobre cómo controlar tu diabetes.

A continuación, se presenta información que te ayudará a


prepararte para tu consulta y a saber qué esperar.

Lo que puedes hacer

 Ten en cuenta las restricciones que debes cumplir antes de


asistir a la consulta. Cuando programes una consulta,
pregunta si tienes que hacer algo por anticipado. Es probable
que esto incluya restringir tu dieta, por ejemplo, para una
prueba del nivel de azúcar en sangre en ayunas.

 Anota todos los síntomas que tengas, incluidos aquellos que


parezcan no tener relación alguna con la diabetes.

 Anota información personal clave, como situaciones de


estrés importantes o cambios recientes en tu vida. Si estás
controlando tus valores de glucosa en casa, trae un registro
de los resultados de glucosa, con detalles de las fechas y los
horarios de los análisis.

 Realiza una lista de todas las alergias que tengas y todos los
medicamentos, las vitaminas y los suplementos que estés
tomando.

 Registra tus antecedentes médicos familiares. En particular,


toma nota de todos los familiares que hayan tenido diabetes,
ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares.

 Solicita a un familiar o un amigo que te acompañe, de ser


posible. La persona que te acompañe puede ayudarte a
recordar la información que necesitas.
 Anota preguntas para hacerle al médico. Pregunta sobre
aspectos del control de tu diabetes acerca de los cuales
tengas dudas.

 Ten en cuenta si necesitas recetas nuevas para tus


medicamentos. El médico puede renovar tus recetas durante
la consulta.

Elaborar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar al


máximo tu tiempo con el médico. Para la diabetes, algunas de las
preguntas para hacer incluyen las siguientes:

 ¿Los síntomas que tengo se relacionan con la diabetes o con


otra enfermedad?

 ¿Tengo que hacerme algunas pruebas?

 ¿Qué más puedo hacer para proteger mi salud?

 ¿Qué otras opciones hay para controlar mi diabetes?

 Tengo otros trastornos. ¿Cómo puedo manejar mejor estas


enfermedades en conjunto?

 ¿Existen restricciones que tengo que seguir?

 ¿Debo ver a otro especialista, como a un especialista en


nutrición o a un instructor para la diabetes?

 ¿Existe alguna alternativa genérica al medicamento que me


receta?

 ¿Tiene folletos u otros materiales impresos que pueda


llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Qué esperar de tu médico

Es probable que tu médico te haga una serie de preguntas, como


las siguientes:

 ¿Puedes describir tus síntomas?


 ¿Tienes síntomas todo el tiempo, o los síntomas se
manifiestan y desaparecen?

 ¿Qué tan graves son tus síntomas?

 ¿Tienes antecedentes familiares de preeclampsia o


diabetes?

 Cuéntame acerca de tu dieta.

 ¿Haces ejercicio? ¿De qué tipo y cuánto?

¿Qué es la Diabetes Mellitus?

La diabetes es una enfermedad crónica que se caracteriza por presentar niveles aumentados de
azúcar en sangre (glucemia). Una enfermedad crónica es aquella que no se cura pero con un
seguimiento y tratamiento adecuado la persona con diabetes puede prevenir complicaciones y
llevar una vida normal. Se estima que la diabetes afecta a más de 3.000.000 de personas en
nuestro país y dado que por varios años permanece silenciosa, aproximadamente la mitad de
quienes la padecen, desconocen su condición.

¿Cuáles son sus causas?

La glucosa es un azúcar que proviene de la digestión de los alimentos que comemos, circula por la
sangre y es utilizada por el organismo como fuente de energía. La causa de la diabetes es una
alteración en la producción o el funcionamiento de la insulina, hormona fabricada por el páncreas,
que funciona como una llave facilitando el pasaje de la glucosa desde la sangre a los órganos y
tejidos. Existen varios tipos de diabetes. En la diabetes tipo 1 no hay producción de insulina por lo
tanto el organismo no cuenta con la llave que permita abrir la puerta de entrada de los azúcares a
los tejidos. Comienza generalmente antes de los 30 años y su tratamiento requiere seguir un plan
de alimentación adecuado y la aplicación de inyecciones de insulina. La diabetes tipo 2 es la forma
más común. Si bien suele comenzar después de los 40 años, la enfermedad se observa en forma
cada vez más frecuente en jóvenes y adolescentes. Este tipo de diabetes suele ser consecuencia
del sobrepeso, la obesidad, la mala alimentación y el sedentarismo. Si bien existe producción de
insulina la misma actúa de forma inadecuada. La llave no encaja en la cerradura de modo que el
pasaje de la glucosa a los tejidos, se ve dificultado. En consecuencia, a través de cualquiera de los
dos mecanismos, la glucosa se acumula en la sangre y los órganos se quedan sin combustible para
su funcionamiento. El aumento del azúcar en sangre por encima de valores normales se denomina
hiperglucemia. La hiperglucemia sostenida y sin tratamiento puede dar lugar a complicaciones en
diferentes órganos, como los ojos, riñones, corazón, arterias y pies, entre otras.
¿Cómo se detecta la Diabetes?

El diagnóstico de diabetes se realiza mediante la determinación de glucemia en ayunas en sangre


venosa. La determinación en sangre capilar (punción en la yema del dedo) es útil para la
supervisión del tratamiento en las personas que reciben insulina, pero no se recomienda como
método diagnóstico.

¿Cómo se presenta la enfermedad?

La diabetes puede presentarse por varios años de manera silenciosa. Esto significa que a veces no
presenta síntomas, pero con el tiempo pueden aparecer:

Tendencia a infecciones en la piel

Aumento de la sed

Pérdida de peso.

Aumento del apetito

Aumento de la producción de orina

Sequedad de boca.

Existen algunas situaciones que aumentan el riesgo a desarrollar la enfermedad:

Tener más de 45 años

Padres o hermanos con diabetes


Obesidad o sobrepeso

Hipertensión arterial

Enfermedad cardiovascular

Colesterol elevado

Diabetes durante el embarazo

Mujeres con hijos nacidos con peso mayor a 4,5Kg.

Si tiene alguno de estos síntomas o características, acérquese al centro de salud más cercano para
realizar un control.

¿Cómo se puede prevenir la diabetes?

Aumentar el consumo de frutas y hortalizas

Evitar los alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de
copetín, quesos, etc.)

Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.

Realizar 6 comidas diarias: 4 principales y 2 colaciones

Consumir carnes rojas o blancas (pollo o pescado) no más de 5 veces por semana.
Cuidar el cuerpo y evitar el sobrepeso.

Sumar al menos 30 MINUTOS diarios de actividad física de manera continua o acumulada: usar
escaleras, caminar, bailar, etc.

Y muy importante, no fumar. Incluso pocos cigarrillos por día son muy dañinos para las arterias, en
especial para las personas con diabetes.

Para tener en cuenta...

Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de presentar niveles elevados de colesterol,
hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. La prevención y control de estos factores
son un aspecto fundamental del tratamiento de esta enfermedad. Si Ud. tiene diabetes,
recuérdele a su médico:

Pesarlo, medirlo y tomarle la presión.

Examinarle los pies.

Calcular su riesgo cardiovascular global al menos una vez al año

Control con oculista y odontólogo.

Consulte si debe recibir aspirina.

Tratamiento

Se basa en 4 pilares:
Plan de alimentación saludable: (ver link de alimentación)

SÁBILA La sábila es una planta medicinal, conocida también


como Aloe vera, que posee diversas propiedades para la salud y es
utilizada en diversos tratamientos de belleza, principalmente a nivel
del cabello y de la piel. 
Su nombre científico es Aloe Vera  y puede comprarse en tiendas de
productos naturales, farmacias de manipulación, algunos mercados
municipales y supermercados. Además de esto, puede ser fácilmente
cultivada en casa, ya que no necesita cuidados especiales.

Para qué sirve


La sábila proporciona poderosos beneficios sobre la piel y el cabello,
debido a que contiene sustancias mucilaginosas y quercetina que
funcionan como un emoliente y renuevan las células dañadas de la
sobre la piel, asimismo, posee polisacáridos y hormonas
vegetales responsables por la estimulación e hidratación de las
células.
El aloe vera por ser rico en vitaminas y minerales como vitamina A,
B, C y E, calcio, magnesio, potasio, selenio, zinc y fosfato de
manosa, este último actúa sobre el crecimiento de los tejidos
proporcionando un efecto cicatrizante, así como ayuda a fortalecer el
sistema inmune.
Otra propiedad de al sábila es que ejerce un fuerte efecto laxante,
debido a que posee unos compuestos llamados antraquinonas que
actúan a nivel del colon promoviendo la salida de las heces. Sin
embargo, este efecto purgante es drástico, pudiendo irritar el colon,
por ello las cápsulas de sábila deben ser utilizadas sólo bajo
orientación del médico. 
Además de ser una gran aliada para la salud del cabello y de la piel,
la sábila vera también se puede utilizar para tratar problemas como
anemia, artritis, dolor de cabeza, dolor muscular, heridas, gripe,
insomnio, pie de atleta, en procesos inflamatorios, estreñimiento y
los problemas digestivos.

Beneficios de la Sábila
Los beneficios de la sábila para el organismo son:
1. Estimula el crecimiento del cabello
La sábila posee enzimas que ayudan a remover las células muertas
del cuero cabelludo, además de ser una excelente fuente de
hidratación y minerales para las hebras del cabello. De esta forma, el
cabello crece más rápido y fuerte. 
Cómo usar: junte 2 claras de huevo con 2 a 3 cucharas del gel
interior de las hojas de sábila, mezcle bien y aplique sobre el cabello,
garantizando que las raíces queden bien cubiertas. Espere 5 minutos
y retire con agua fría y champú. Vea otros consejos para que el
cabello crezca más rápido.
2. Elimina la caspa
La caspa está formada por placas de células muertas, por lo que la
sábila puede ser usada para su tratamiento por contener enzimas que
eliminan las células muertas.
Cómo usar: mezclar 2 cucharadas de sábila con 1 cucharada de miel
y 2 cucharadas de yogur natural. Utiliza la mezcla para masajear el
cuero cabelludo durante unos 15 minutos. Deje reposar 30 minutos
más y, finalmente, lave el cabello con un champú anticaspa. Esta
máscara se debe hacer sólo 1 vez a la semana.
3. Evita la caída del cabello
La sábila ayuda en la producción de colágeno y, por esto, ayuda a
fijar las hebras del cabello al cuero cabelludo, evitando su caída.
Además de esto, posee minerales y agua, fortalece todo la
hebra haciéndola más fuerte y menos quebradiza.
Cómo usar: junte 2 cucharadas de gel de sábila con 2 cucharadas
de aceite de coco, mezcle bien y aplique sobre todo el cabello. Deje
actuar de 10 a 15 minutos y luego retire con agua fría y champú.
Repita este proceso sólo una vez por semana.
4. Remueve el maquillaje del rostro
La sábila es una forma natural de remover el maquillaje de la piel,
pues no contiene químicos e hidrata la piel al mismo tiempo que
alivia la irritación provocada por las sustancias del maquillaje.
Cómo  usar: coloque un poco del gel de la hoja de sábila en un
pedazo de algodón y luego frote ligeramente sobre las regiones de la
cara con maquillaje. Por último, lave la cara con agua tibia y un jabón
neutro.
5. Combate las arrugas
Esta planta posee propiedades que estimulan la producción de
colágeno por la piel, que es la sustancia responsable de mantener su
elasticidad. Así que cuando se utiliza regularmente, la sábila puede
disminuir el grado de las arrugas y hasta eliminar algunas marcas de
expresión, en los ojos, frente o boca.
Cómo usar: aplique con los dedos, una pequeña porción de gel de
sábila sobre los lugares donde se encuentran las arrugas y marcas de
expresión como en los ojos, alrededor de los labios o en la frente.
Haga un ligero masaje sobre estos lugares y deje actuar durante 5 a
10 minutos. Por último, retire con agua fría y un jabón neutro.
6. Limpia las capas profundas de la piel
La sábila funciona como una excelente base para preparar un
exfoliante, ya que además de hidratar la piel, proporciona oxígeno, el
cual es importante para mantener las células más profundas de la
piel fuertes.
Cómo usar: mezclar 2 cucharadas de gel de sábila con 1 cucharada
de azúcar o bicarbonato de sodio. A continuación frote la mezcla en
la cara o en otras partes más secas de la piel como los codos o
rodillas, por ejemplo. Retire con agua y un jabón neutro, y repita 2 a 3
veces por semana.
7. Calma irritaciones en la piel
Su aplicación tópica proporciona un alivio rápido de la comezón y las
quemaduras asociadas con a quemaduras por exposición solar
prolongada, en el tratamiento de la psoriasis, dermatitis y mucositis
oral, ayudando a regenerar la piel, siendo considerado inclusive como
un remedio casero para las quemaduras.
Esta planta medicinal también es excelente para tratar la lengua
cuando se quema por ingerir algún alimento o líquidos calientes.
Contraindicaciones
El uso interno de la sábila está contraindicado para niños,
embarazadas y durante la lactancia, así como en pacientes con
inflamaciones en el útero u ovarios, hemorroides, fisuras anales,
cálculos en la vejiga, varices, apendicitis, prostatitis, cistitis,
disenterías y nefritis.
Es también muy importante que se verifique si la sábila es del
tipo Barbadensis miller, pues ésta es la más indicada para el uso
humano, siendo que las otras pueden ser tóxicas y no deben ser
consumidas.

Actividad física. (ver link actividad física)

Tratamiento farmacológico: medicación vía oral o inyecciones de insulina, y otros dependiendo de


los factores de riesgo asociados.
Educación diabetológica: Incorporar conocimientos acerca de la enfermedad y las estrategias para
los cuidados cotidianos es un componente esencial del tratamiento de la diabetes y otras
enfermedades crónicas.

La sábila es una planta, cuyo nombre científico es Aloe Vera, que es utilizada principalmente con
fines medicinales y cosméticos.

El jugo de sábila, presente dentro de sus hojas, contiene numerosas vitaminas, minerales y otros
componentes, que pueden ser utilizados para el cuidado de la piel y para diferentes tratamientos
con los que mejorar la salud del organismo.

La sábila presenta en la mayoría de sus variedades poca altura y hojas finas y alargadas con
espinas situadas en sus laterales.

Además de los usos medicinales y cosméticos, la planta de la sábila es también aprovechada como


elemento decorativo y ornamental en muchos espacios privados y públicos, no solo por la
atractiva presencia que ofrece, sino también por el característico aroma que transmiten las hojas
de aloe vera.

El origen de la sábila es bastante incierto. Se cree que procede de algún país árabe, aunque su
capacidad para crecer sin excesivos cuidados en regiones subtropicales o de clima templado, ha
propiciado su expansión en todo el mundo. No obstante, su hábitat ideal es el de zonas calurosas y
desérticas, con temperaturas siempre por encima de los cero grados.

Además de usos cosméticos, medicinales y decorativos, la sábila también puede ser aprovechada,
con un correcto procedimiento, para comer aloe vera puro o ingerirla en preparados de jugo o
zumo.

Usos saludables de la planta de Sábila


La planta de la sábila ha demostrado tener muchos usos saludables, sobre todo relacionados con
una regulación digestiva de quien puede aprovecharla.

La sábila es así beneficiosa para proteger la flora intestinal, combatir el estreñimiento y mejorar


de forma general la digestión.
Otros beneficios están relacionados con la diabetes, dado que entre sus propiedades, es capaz
de reducir los niveles de glicemia, ayudando con ello a personas que sufren deficiencia de
insulina.

Su gran cantidad de vitaminas, minerales y aminoácidos, también hace recomendable la sábila


para reforzar nuestro sistema inmunitario, así como componente de prevención ante futuras
enfermedades.

Su uso cosmético también puede ofrecer beneficios saludables. Los más conocidos son los efectos
antienvejecimiento de la piel y, sobre todo, sus propiedades hidratantes.

Gracias a ellas, garantiza disfrutar de una piel no solo más llamativa, sino también en un verdadero
estado más saludable.
Vitaminas y propiedades de la
Sábila
En la actualidad, se ha llegado a identificar hasta 75 componentes de la sábila, entre vitaminas,
minerales y otros. Gracias a todos ellos, las propiedades aloe vera son consideradas de las más
beneficiosas que pueden aprovecharse con una planta natural.

Entre las vitaminas que incluye la sábila encontramos las siguientes:


         Vitamina A

         Vitamina B (todas sus variantes)

         Vitamina C

         Vitamina E

En lo referente a minerales contiene todos estos:

         Calcio

         Cobre

         Cromo

         Magnesio

         Manganeso

         Potasio

         Selenio

         Sodi

         Zinc

Aunque con todos estos componentes la sábila se constituye como una de las plantas naturales
más útiles en muchos sentidos, lo cierto es que la lista de componentes es inmensa. Si tuviéramos
que destacar los que más se utilizan en cualquiera de sus formatos (cosmético o medicinal),
podríamos identificar todos estos:

         Ácido fólico
         Ácidos grasos

         Aminoácidos

         Antraquinonas como aloína o emodina

         Azúcares

         Colina

         Creatina

         Enzimas como aliasa o amilasa, entre otras

         Hormonas auxinas

         Hormonas giberelinas

         Mucílagos

Esta increíble fuente de recursos naturales es lo que fomenta el uso de la sábila en muchas


situaciones, gracias a todas las propiedades que pueden aprovecharse.

Las propiedades más conocidas de esta planta son las siguientes:

         Propiedades antiinflamatorias.

         Propiedades cicatrizantes.

         Ofrece alivio en la piel inflamada, quemada o irritada.

         Propiedades antibacterianas.

         Propiedades analgésicas.
         Máxima hidratación de la piel.

Dónde comprar productos de Sábila


A la hora de comprar Sábila, te recomendamos que acudas a las tiendas especializadas en el sector
como Aloe Plus Lanzarote S.L..
Solo en este tipo de tiendas podrás encontrar aloe vera puro, conservando en cualquiera que sea
el formato escogido el 100% o casi de todos sus nutrientes naturales y, de esta forma, podrás
aprovecharlos para el fin medicinal o cosmético que desees.

Además, solo en tiendas especializadas en la comercialización de sábila encontrarás este producto


en todos los acabados que necesites.

Dispones desde cremas faciales o corporales hasta champú de aloe vera para la limpieza diaria;
zumos y jugos con aloe, que te aportarán muchos beneficios digestivos; así como también otros
formatos muy distintos y originales como jabón de aloe vera, pasta dental de sábila y hasta
perfume que aprovecha el aroma original de la planta.

Descubre la Sábila en los museos Aloe


Plus
En la isla de Lanzarote hemos tenido el privilegio de ir abriendo distintos museos de aloe vera, que
deberías poder visitar al menos una vez en la vida.

En la actualidad tienes 6 museos abiertos en diferentes pueblos, cinco en la isla como Arrieta, La


Graciosa, Punta Mujeres, Teguise y Yaiza, junto a otro más en Tenerife, en la localidad La
Esperanza.

Los museos de Aloe Vera hacen un repaso a la historia de la sábila que se conoce hasta ahora y los
diferentes usos que se han ido aprovechando, desde hace mucho tiempo hasta la actualidad.

Con salas audiovisuales; otras salas complementarias sobre otros elementos como la sal, la orchilla
o la cochinilla; y amplias facilidades para todos los que quieran visitarlos (entrada gratis, abierto de
lunes a sábado, guía gratuito en varios idiomas), esperamos que el mayor número posible de
personas se interese en profundizar en todo lo que la planta de sábila puede ofrecerles, para
cambiar su vida a mejor.

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