Camaron de poza vernal: La madre puede morir cuando se seque la charca pero las crías tienen la supervivencia

asegurada pues los huevos (que pueden resistir temperaturas de hasta -100º) se mantienen hasta que la charca vuelve a
tener agua. Este proceso puede durar incluso siglos. Cuando los huevos vuelven a tener contacto con el agua se
despiertan de su largo letargo y dos días después cientos de camarones de una nueva generación vuelven a poblar la
charca a la espera de seguir reproduciéndose en el futuro al margen de los impedimentos que la madre naturaleza tenga
a bien ofrecerles. Y lo hacen rápido pues en apenas unas semanas estos bichos ya alcanzan la madurez y están
preparados ya para reproducirse.

Liebre variable: La liebre se adapta muy bien a la vida en el norte. Tiene patas grandes y peludas, que actúan como
raquetas para caminar sobre la nieve. Su piel es gruesa para protegerse de las temperaturas tan bajas. En invierno su
cuerpo toma un color blanco, volviéndose casi invisible para los depredadores, en un fondo cubierto de nieve. Estas
adaptaciones físicas permiten le sobrevivir en el clima extremo del norte.

La dieta de esta liebre varía no sólo por el hábitat, sino también por la temporada. En el verano, los habitantes de los
bosques consumen sobre todo las hojas y ramas. Los que viven en la tundra se alimentan de
plantas alpinas. Pastos, líquenes, y la corteza de árboles. Dichas liebres, rara vez se ven a beber, de modo que se cree
que se puede comer nieve. Otras adaptaciones de invierno incluyen la alimentación con la espalda al viento y limpiar la
nieve de las superficies de los alimentos con sus patas. Muchas veces en el invierno, cuando la comida es escasa y se
enfrentan a la hambruna, estas liebres pueden destruir los cultivos de cereales y Brassica, así como árboles frutales y
otras plantaciones de árboles.

Es un animal sumamente veloz. Alcanza los 70 Km/h. Su contextura es bastante atlética, sus extremidades son finas,
largas y musculosas. Se caracterizan por tener hemoglobina en sus músculos lo que le da mayor velocidad y resistencia
en la marcha; además, es la causa del característico color rojo oscuro de su carne.

Mariposa hoja: La selección natural hace posible estas sorprendentes adaptaciones que hacen invisibles a estos
animales entre la hojarasca. Hay mariposas y otros animales que imitan a las hojas vivas para evitar a sus depredadores.
Estas mariposas dan un giro de tuerca más en la lucha por la supervivencia y también evitan a los herbívoros que nunca
las confundirán con un sabroso alimento. 

Tienen una gran capacidad de vuelo y, por lo general, se encuentran en en bosques densos con lluvias abundantes,
entre matorrales y a lo largo de arroyos. Sus principales predadores son las aves y, cuando notan su presencia, vuelan
erráticamente para despistarlas y poder aterrizar en el follaje y permanecer inmóviles con las alas cerradas para
camuflarse y pasar totalmente desapercibidas. Otros enemigos naturales son las hormigas, las arañas, las avispas y
algunas bacterias.

Insecto palo: Los insectos palo tienden a tener cuerpos largos y delgados, con pequeñas cabezas. La mayoría de las
veces no tienen ala, aunque algunos de ellos si las poseen. Su forma general, tamaño, y coloración pueden variar
dependiendo de las especies específicas. Algunos de ellos miden sólo una pulgada de largo y otros pueden ser de hasta
un pie.

Todas las especies de insectos palo tienen ojos compuestos, que les permiten ver lo que está pasando a su alrededor en
todo tipo de condiciones, incluso áreas de iluminación tenue. Como resultado, tienen una mejor oportunidad de ser capaz
de mantener la seguridad y evitar a los depredadores. La mayoría de los insectos palo son nocturnos,  y capaces de ver
bien durante ese período de tiempo.

Además de camuflaje, algunas especies de insectos palo poseen fuertes olores que pueden lanzar como una especie de
mecanismo de defensa. Tales comportamientos les permiten escapar de los depredadores cuando no son capaces de
ocultarse a la vista de ellos.

Hojas ambulantes: Los insectos hoja son totalmente herbívoros, como su nombre sugiere, alimentándose de las hojas de
diversas plantas y arbustos por la noche y echados en reposo durante el día. Su perfecto parecido con las hojas de las
plantas las hace unos maestros del camuflaje, evitando así  ser detectados por los depredadores. En algunos casos, la
aparición de manchas oscuras, anillos o agujeros reales o simulados acrecienta su semejanza con una hoja más o
menos atacada de parásitos.  Una vez que han alcanzado madurez, la hoja femenina pone unos pocos huevos cada día.
El color y forma de los huevos les permite pasar desapercibidos. Son como cápsulas, con forma de semilla que rodean al
huevo. Abandonados por el adulto, pocos insectos llegan a la madurez.