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social y transformación personal que abre las puertas al progreso y el desarrollo, al tiempo
que propende por la igualdad de derechos y condiciones para cada sujeto perteneciente a
una sociedad.
Desde esta perspectiva se convierte en un reto para los modelos educativos contemporáneos
y modernos, incluir en sus currículos herramientas o áreas que doten a la población de
estrategias sociales y humanas que hagan del proceso educativo una construcción de
ciudadanía. “Las relaciones humanas son necesarias para sobrevivir y para darle sentido a
la existencia. Desde el momento mismo de su nacimiento, niños y niñas empiezan a
aprender a relacionarse con otras personas y a entender qué significa vivir en sociedad. Este
aprendizaje continúa toda la vida.[ CITATION MEN \l 9226 ]
Se entiende por ciudadanía, “el acto que implica la participación y crear en el ciudadano el
sentido de compromiso con el destino de la sociedad” [ CITATION Mar92 \l 2058 ] en
diferentes esferas de interacción social como lo político (democracia), lo jurídico, lo
económico y lo sociocultural.
Una efectiva formación de ciudadanía debe comenzar por mejorar la educación
proporcionada en los centros de formación, para que sean ciudadanos integrales; que no
sólo conozcan sus derechos, sino también los deberes, obligaciones y toda la cultura
política y de legalidad que implica ejercer activamente la ciudadanía. Es decir, ciudadanos
que entiendan su rol más allá de la participación en los procesos electorales.
Las grandes metas de la formación en ciudadanía están ligadas a estos derechos y deberes;
igualmente buscan aportar a construir la paz, a fomentar la participación democrática y a
valorar la pluralidad.
A través de la educación, la formación de formadores y el apoyo del Estado, de la academia
y de las organizaciones sociales se puede llegar a la consolidación de una ciudadanía
responsable y una inclusión social. Todo esto ligado a la política y economía del país hace
que las ambiciones sean muchas y las realidades pocas.
La destinación de recursos por parte del estado para el apoyo a la educación está seriamente
limitada, generando desigualdad desde todo el seno de formación. El continente americano
no es pobre, sino injusto. La desigualdad no está necesariamente vinculada con el
subdesarrollo; puesto que hay países desarrollados en donde unos pocos concentran la
riqueza. Pero es importante reflexionar sobre el hecho de que la desigualdad no se vincula
únicamente con el ingreso y la situación económica, se vincula también con otro tipo de
fenómenos culturales y sociales que se incuban cada sociedad.
Cepeda, M.J. (2004, 25, octubre). Ponencia ―Ciudadanía y Estado Social de Derecho‖.
Foro Educativo Nacional de Competencias Ciudadanas. Bogotá, Colombia.