COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA

EMERGENCIA HUMANITARIA Y ECONÓMICA EN MEDELLÍN

Medellín, 16 de Abril de 2020

Como representantes de sectores, organizaciones y plataformas de la sociedad civil ante el Consejo Municipal
de Paz, reconciliación y convivencia de Medellín, queremos expresar nuestra preocupación por las condiciones
de vulnerabilidad en la que se encuentran miles de familias de la ciudad, de igual manera; nuestra solidaridad
con quienes en estos momentos afrontan dificultades para sobrellevar estos momentos. Además, queremos
presentar algunas ideas con respecto al tratamiento que consideramos, debe darse a la crisis humanitaria y
económica que se ha configurado a partir de las medidas de restricción para contener la propagación del COVID
19.

1. La ciudad debe avanzar rápidamente en el diseño de un Plan Municipal para la atención integral de la
crisis humanitaria y económica que vive gran parte de la población, el cual debería ser financiado
estructuralmente con recursos ordinarios del Municipio vigencia 2020 e integrado al Proyecto de
Acuerdo del Plan de Desarrollo Municipal. Dicho Plan, debe contener acciones de asistencia alimentaria,
acompañamiento psicosocial, subsidio de servicios públicos domiciliarios a los territorios con mayor
afectación y vulnerabilidad, el fortalecimiento de la red pública de salud y el desarrollo de estrategias de
prevención y pedagogía en el corto plazo y mediano plazo.

2. La estrategia de Gerencias comunales y corregimentales que ha sido creada, es un paso importante para
atender de manera organizada la demanda actual de los distintos territorios; sin embargo, es necesaria
la concertación con las organizaciones sociales, comunales y barriales, en tanto éstas, son conocedoras
de primera mano de la realidad de cada territorio y la activación de las rutas de protección a la
infancia, juventud y adulto mayor.

3. La dramática situación alimentaria que viven miles de familias, ha provocado acciones de desacato a las
medidas dispuestas en la cuarentena, incluso, acciones de hecho y saqueo de vehículos oficiales, como
sucedió en un territorio del occidente de Medellín. Alertamos que este tipo de acciones pueden seguirse
presentando; en este sentido, queremos conminar a la Alcaldía, para que diseñe protocolos para
prevenir o atender estas situaciones de manera civilista y no se implementen medidas o tratamientos
de orden público que vayan en contravía de los Derechos Humanos.

4. Queremos señalar que la crisis económica y social que vive la ciudad puede conducir a la agudización de
las violencias, al recurso de la ilegalidad para acceder a los medios de supervivencia y al fortalecimiento
de los actores armados que ejercen control en la ciudad. En este sentido, debemos como sociedad civil
e institucionalidad, brindar ofertas sociales y oportunidades de diversa índole para contrarrestar este
potencial efecto de la crisis.

5. Además de la aguda crisis alimentaria que sufren las familias en condición pobreza extrema, se suman
las notables dificultades que se vienen presentando en sectores de clase media emergente, de igual
manera, en sectores como las organizaciones sociales, los emprendedores, el sector cultural entre otros,
los cuales están en riesgo de quiebra. Consideramos que estos sectores deberían ser objeto de atención,
auxilio y cuidado por parte de la institucionalidad municipal.

6. Coincidimos con el planteamiento de que la pandemia ha puesto en evidencia, de manera

incuestionable, las estructuras de inequidad, pobreza y corrupción que determinan la vida de millones
de personas en el mundo, en Colombia y particularmente en nuestra ciudad. Debemos como humanidad,
iniciar un proceso de reflexión profunda para cosechar de esta crisis un nuevo paradigma ético, político
y económico donde la vida y el bien común sean el centro. Consideramos que la ciudad -una vez superada
total o parcialmente la crisis de salud- debería liderar una discusión en este sentido, en donde se incluyan
medidas para garantizar la satisfacción de las necesidades y los derechos de sus habitantes, sobre todo,
de aquellos que viven en condiciones más precarias.

La propuesta de garantizar una Canasta básica de derechos que incluya asuntos como la seguridad
alimentaria, el acceso a la salud, al trabajo decente, a la educación, a la vivienda digna y los servicios
públicos domiciliarios deberá ser un punto de partida para superar las brechas de inequidad y
desigualdad que se viven día a día en la ciudad de Medellín.

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