Dentro de la globalización que abarca todo el mundo, el constante
cambio de las cosas ha hecho que la humanidad proponga todos los métodos que tienen al alcance de sus manos, para generar las herramientas que le permitirán hacer de un futuro, un modo de vida más fructífero. En este caso, las materias primas y elementos químicos que son ofrecidos por la corteza terrestre, han hecho en su mayoría este avance posible, ya que dentro de temas como lo es la infraestructura, tecnologías y comunicación entre otras, aportan significativamente a la evolución de los procesos que conllevaran un mejor vivir. Centrándonos un poco más en el tema, en este caso de los metales, que no son otra cosa que elementos químicos caracterizados por ser buenos conductores del calor y la electricidad, existen ciertas barreras que son generadas en el caso de sus propiedades.
Dentro esta problemática encontramos la corrosión, que se define
como el deterioro de un material a consecuencia de un ataque electroquímico por su entorno; por lo cual afecta directamente la calidad del metal buscando su forma de mayor estabilidad o de menor energía interna, provocando rupturas en el mismo. E por esto que en la mayoría de ocasiones se busca hacer aleaciones que en general sus propiedades físicas y químicas son similares a la de los metales, pero en el caso de sus propiedades mecánicas tales como dureza, ductilidad, tenacidad y otras pueden ser muy diferentes, obteniendo soluciones para dicho inconveniente.
Por otro lado podemos observar también en el caso de los metales
pesados, los efectos nocivos que puede provocar a la atmosfera, los ecosistemas o el agua, provocando un serio problema medio ambiental. La peligrosidad de los metales pesados reside en que no pueden ser degradados (ni química, ni biológicamente) y, además, tienden a bioacumularse y a biomagnificarse (que significa que se acumulan en los organismos vivos alcanzando concentraciones mayores que la que alcanzan en los alimentos o medioambiente, y que estas concentraciones aumentan a medida que ascendemos en la cadena trófica), provocando efectos tóxicos de muy diverso carácter. En el ser humano se han detectado infinidad de efectos físicos (dolores crónicos, problemas sanguíneos, etc) y efectos psíquicos (ansiedad, pasividad, etc).
En conclusión los metales son un grupo de vital importancia para el
desarrollo del mundo en general, aunque refiriéndose estrictamente a sus propiedades, no todas son beneficiosas, pues como ya pudimos observar existen ciertos peligros que conllevan intrínsecamente.