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I. Introducción.
venido produciendo en una tensión entre dos posiciones claras, una de naturaleza
funciones son regulados por esta rama del Derecho; y, otra, de naturaleza orgánica, esto
es, quién es el sujeto cualificado (la Administración como conjunto de órganos) de las
relaciones jurídicas que regula dicha rama del Derecho y que la dotan de características
específicas.
Desde los planteamientos del Siglo XIX, tomado como punto de partida
producido una lenta y cautelosa evolución saltando de una posición a otra, aunque con
y sus variaciones por la doctrina extranjera que pueda inducirnos a un cierto apriorismo
sobre el concepto de Derecho administrativo. Sin embargo, sí parece justo aislar ciertos
momentos en esta evolución que contienen una acabada manera de entender esta rama
administrativo puede representar, también, una suerte de reflexión sobre los desafíos del
Derecho administrativo del Siglo XXI, en los que, por la fuerza vertiginosa de la vida
1
actual, conviene buscar el suelo de los hallazgos del tiempo anterior. En realidad, las
históricas, de dos o tres corrientes doctrinales, a las que se pudiera reconducir un buen
Derecho administrativo. Esta es la idea sobre la que se intenta sistematizar este capítulo.
estudio del mismo. Se percibe con claridad una técnica de reelaboración científica, que
HAURIOU viene construida en torno a la dialéctica del dualismo2. Este Profesor utiliza
como método la explicación dual con el objeto de dar respuesta al problema de los
1
MAURICE HAURIOU: “Arréts sur décisions du Conseil d’Etat et du Tribunal de
Conflits”, Paris, 1929.
2
El Prof. HAURIOU realiza su produccción científica en los años clave del Derecho
Administrativo francés, es decir, cubriendo los inicios del siglo XX, la Gran Guerra y la
década de los años 20, no pudiéndose olvidar que el orden social y económico
experimenta una gran trasnformación que incidirá de manera clara en las concepciones
del Derecho público. Por otra parte, se trata de un perídodo en el que se desarrollan las
concepciones de los profesores que en 1882 habían ascendido a la docencia en el
“Grand Concours d’Agrégation”, con personalidades como Berthélémy, Duguit y el
propio Hauriou, puede consultarse la narración que lleva a cabo sobre este hecho
SAFEZ: “Essai sur la contribution du Doyen Hauriou au Droit Administratif français”,
París, 1966, págs. 66 y sgs.
2
enfoques del Derecho administrativo. En el prólogo a la 5ª edición de su “Précis de
Droit Administratif et de Droit Public Général”, en 1903, hace una referencia explícita a
la bondad de este método, así, bajo el título “Algunas observaciones sobre el dualismo”,
máximas: 1ª admitir que la unidad de los hechos sociales es el resultado de una síntesis
puramente práctica realizada por la vida social y que, en el análisis, todo hecho social se
un hecho social es necesario situarse en una perspectiva dinámica, es decir, admitir que
los elementos componentes esenciales son unas fuerzas que actúan las unas sobre las
otras; 3ª para distinguir entre las fuerzas componentes la que domina o dominará las
hay que situarse asimismo en una perspectiva dinámica...”, el Profesor, haciendo una
oposición entre la vía de autoridad y la vía de gestión, es decir, entre el uso del poder y
Necesidades”.
Esta explicación dual se utiliza, primero, para el análisis del enfoque subjetivo u
Civil, al afirmar literalmente que: “Existen dos métodos admisibles en las cosas del
Derecho, empleados uno y otro en distintas ramas del Derecho: o bien pueden
considerarse los hechos jurídicos como el resultado de fuerzas en las que no actúa
3
responsable (así se analizan en Derecho constitucional las relaciones de los poderes
del sujeto que realiza el acto jurídico. En Derecho Constitucional, no hay tal
objetivos, fundamentalmente por sus tesis sobre la “puissance publique”, como criterio
hacer notar que este Profesor siempre recurre al enfoque subjetivo, o, si se quiere, hace
subjetivo, diciendo de esta forma, lo siguiente: “Si, como creo, existe un polo positivo y
recurso de plena jurisdicción), sobre los actos de autoridad (en los que no hay
4
concluye: “La consecuencia lógica es que el Derecho administrativo debe tender a
aproximarse a estos otros Derechos que regulan el comercio del dinero y a admitir lo
patrimonios, en cuanto al resto, es preciso hacer algunas reservas, ya que estas personas
son, por así decirlo, personas señoriales”. De esta afirmación, se puede extraer con
personas públicas, llevando el supuesto a la responsabilidad de las mismas por sus actos
de gestión. Expuesto lo anterior, queda por abordar cómo se soluciona el tema de los
distinción entre la titularidad del Derecho y su ejercicio, de manera que, en relación con
enfoque objetivo; de esta forma, dirá el Profesor: “Es pues, ciertamente, con ocasión de
los actos, es decir, del ejercicio de los Derechos, como se organiza la combinación de
las ideas; y el mero hecho de que nuestro Derecho denomine recurso contencioso
mientras que considere como excepcional y subsidiario el recurso por exceso de poder,
que está establecido sobre la legalidad objetiva, basta para probar que ha hecho una
subjetiva”.
5
Estas afirmaciones, como consecuencia del desarrollo del Derecho positivo, han
contencioso, una verdadera inversión, de manera que el recurso por exceso de poder se
viene a dar la razón a HAURIOU en lo sustancial, esto es, en la idea de que el enfoque
subjetivo que tiene en cuenta el dato de una persona responsable de sus actos, es el más
los primeros años del siglo XX. Por otro lado, teniendo en cuenta estas afirmaciones, se
entiende con mejor precisión la tesis del Profesor sobre la “puissance publique”, al no
distintos actos jurídicos, sino, por el contrario, como un modo específico de gestión,
poderosos que son las Administraciones Públicas, tal y como la centralización las ha
los equilibrios constitucionales, estos personajes resultan ser más poderosos que los
administrados, sobre los cuales poseen poderes de dominación, o, dicho de otro modo,
6
poderes de Poder Público. Estamos, pues, en presencia de un Derecho que, en lugar de
estar fundado, como nuestro Derecho civil actual en la igual de las partes, lo está sobre
el estatuto especial y sobre la prerrogativa de las partes más poderosas, esta afirmación
cargas más gravosas que las que pesan sobre los particulares” o la innecesariedad de que
jurídica de hacerlo), sin que esté presente en la relación jurídica. A pesar de lo referido,
está penetrado por un importante tráfico jurídico, y nosotros seremos los primeros en
3
RIVERO: “Existe-t-il un critère du Droit Administratif?”, Revue de Droit Public,
1953.
4
Entre nosotros, MARTÍN MATEO: “La sustantividad del Derecho Administrativo”,
RAP Nº 53 (1967), págs. 35 y sgs.
7
importancia. Pero, también debemos reconocer que bajo esta capa de relaciones del
tráfico jurídico, existe una capa más primitiva de instituciones y estatutos”. Estas
primeras páginas del Prefacio a la sexta edición. Como siempre, HAURIOU formula el
jurídica del Estado, ya que, como afirma: “Toda teoría del Derecho público que se tenga
por tal, debe poseer una doctrina relativa a la personalidad del Estado. Es en este punto
donde se la espera para juzgarle”. De tal manera que parte del reconocimiento de la
admite como una realidad social, no como una ficción; únicamente limita el alcance de
esta personalidad subjetiva mediante otra noción que es la individualidad del Estado.
Esta individualidad objetiva no es otra que el Estado contemplado como Institución, con
sus medios del Derecho disciplinario y de los fenómenos estatutarios. Cada una de las
dos nociones tiene su propio campo. El Estado no es más que una institución si
planteamos la cuestión de la relación de los órganos entre sí, o de los súbditos con los
único que conviene. Por añadidura, el Estado es una persona jurídica, pero únicamente
en las relaciones del tráfico jurídico propiamente dicho, es decir, en sus relaciones con
las partes, o con las personas que le acompañan, en cuanto unos y otros no son
contemplados como órganos o súbditos suyos”.5 Es obligado hacer notar que para
5
Véanse al respecto las primeras cuarenta páginas del Prefacio de HAURIOU:
“Précis...”, 6ª edición, París, 1907.
8
cabo lo que él denomina “el fenómeno estatutario”, consistente en la capacidad de
palabras del propio HAURIOU contenía “la pretensión de hacer de dichas personas el
soporte de todas las situaciones jurídicas estables y también de las reglas de Derecho”,6
toda la existencia jurídica. Sin embargo, para el Decano de Toulouse, son las
instituciones, consideradas como individualidades objetivas, las que crean las reglas de
Derecho y no al revés. Por eso, afirmó HAURIOU en 1925,7 que “es necesario dar de
public", París 19338, donde condensó una importante crítica a la teoría del servicio
público, esbozando otra orientación del fundamento del Derecho Administrativo al hilo
descansa sobre dos nociones: la de servicio público como la actividad que ha de ejecutar
6
HAURIOU, Maurice: “La théorie de l’institution et de la fondation”, París, 1925.
7
HAURIOU: “La théorie...”, op.cit.
8
Este Prólogo es conocido y citado en España a través de la edición 12ª del "Précis..." y
las ideas que incorpora está recogidas en las páginas IX a XVII.
9
recordando, que el régimen de Derecho público implica un reconocimiento, a la vez, al
poder público y que la gestión de los mismos implica un verdadero proceso ejecutivo, lo
de los servicios no esté sometido jurídicamente, por lo que el servicio público no está
fundado sobre el Derecho y, por ello, no puede constituir el fundamento del Derecho
administrativo.
Derecho especial público, exorbitante del común, sujeto a una jurisdicción especial, por
lo tanto diferente al modelo anglosajón del "common law". Así pues, el Derecho
poderes y facultades de que son titulares estas personas administrativas para gestionar
10
incorporación a través de convenios de la actividad privada etc, pero la aportación del
vaivenes del Derecho positivo de cada momento, pueden constituir una de las grandes
opciones que se presentan al jurista de Derecho público de nuestro tiempo, por lo que su
PROFESOR HAURIOU.
posiciones doctrinales actuales de gran interés. De entre ellas, cabe destacar, por su
importancia, la idea de la primacía del poder ejecutivo sobre el resto de los poderes
Desde luego, HAURIOU había realizado una gran labor al efectuar un análisis
“Précis de Droit Constitutionnel” (París, 1923) al plantear las relaciones entre Derecho
9
HAURIOU: “Précis de Droit Constitutionnel”, París, 1923, págs. 410 y sgs.
11
se formula en la primacía del Poder ejecutivo sobre los otros dos poderes
gobierno a través de la decisión ejecutiva rápida que, con posterioridad, puede ser
cosa pública exige que sus decisiones valgan por ellas mismas, hasta su sumisión a la
Ley”.10
Esta labor del sector doctrinal recuperador de la tesis del Ejecutivo fuerte de
HAURIOU ha sido iniciada por VEDEL en el bien conocido trabajo “Les bases
aclarar el objeto del Derecho Administrativo y, el tema de establecer cuáles son las
10
Ibídem, pág. 445.
11
VEDEL: “Les bases constitutionnelles du Droit Administratif”, en “Etudes et
Documents du Conseil d’Etat”, n. 8 (1954, págs. 21 a 54); luego, también, analizando
ya los datos de la Constitución de 1958 en su “Droit Administratif”, 4ª edición, París,
1968.
12
reglas que constituyen su ámbito de estudio o dicho de otra forma, se trata de afrontar,
la Constitución, por ello, afirma, de manera rotunda: “Sea desde un punto de vista
del hecho de que ésta es el fundamento jurídico del orden jurídico francés y la carta de
según se parta de una u otra Constitución. Por ello, y es lo que se demuestra con su obra
Constitución de 1958.
Esta definición de VEDEL contiene una gran novedad interpretativa, toda vez
12
Ibídem, pág. 21.
13
VEDEL: “Droit Administratif”, pág. 46.
13
la decisión ejecutoria, la prerrogativa en los contratos administrativos, sumisión al
leyes”, porque ésta hace referencia a “procedimientos de Poder público”15, por lo que
Administración.
Conviene dejar bien sentado que esta formulación tiene sus fundamentos en la
francesa de 1958, lo que explica que VEDEL mantuviera dicha formulación con
anterioridad a 1958. Por esto VEDEL incluye la noción de ejecución y poder ejecutivo
entre, como él afirma, “Los datos constitucionales que deben ser conservados”.
quedado definido, se aplica como regla general a todos los actos o actividades del
Estado, por lo que solamente se sustraerían del “régimen administrativo” los actos
estatales que quedaran expresamente excluidos en virtud de una norma excepcional, que
14
VEDEL: “Les bases constitutionnelles du Droit Administratif”, op. Cit. Pág. 43,
donde resuena la influencia de la elaboración de CARRÉ DE MALBERG.
15
Ibídem, pág. 45.
14
les sometiera a otro régimen, que, por cierto, no tiene porqué ser obligatoriamente el de
Constitución de 1958, se redefine como “el Derecho común de las actividades del
Estado y demás personas jurídico-públicas” o “el Derecho común del Poder público”.
HAURIOU y la de VEDEL) en relación con lo que cabe denominar como “la primacía
en concreto, la regla de competencia para ser aplicada jurídicamente por los Tribunales.
16
El artículo 34 dispone que “La ley será votada por el Parlamento.
La Ley fijará las normas referentes a:
- los derechos cívicos y las garantías fundamentales concedidas a los ciudadanos
para el ejercicio de las libertades públicas, las prestaciones impuestas por la
defensa nacional a los ciudadanos en cuanto a sus personas y sus bienes:
15
competente para actuar ejerciendo su potestad reglamentaria, salvo en aquellas materias
expresamente reservadas a la ley, por lo que hay, con toda claridad, una atribución
general de competencia al Gobierno – campo que debe ser respetado por la Ley -. Por
16
Teniendo en cuenta lo anterior, el método de VEDEL consiste en extender,
como afirma literalmente, dicha “regla de Derecho común no sólo a la distribución del
reglamentario puede a voluntad (en virtud del art. 37), aprobar reglas generales en
virtud de las cuales podrá intervenir por vía de actos no reglamentarios....Dicho de otro
modo, aún cuando aparentemente limitado al caso particular de los reglamentos hechos
Derecho común. No obstante, esto es sólo un primer paso, puesto que VEDEL afirma
“se puede generalizar esta primera constatación: no es sólo en relación con la actividad
17
VEDEL: “Droit Administratif”, pág. 43.
17
2) La crítica a VEDEL de CHARLES EISENMANN:
Droit Administratif”18que merece la pena traer aquí como análisis de la citada tesis del
que la Constitución de 1958 autorice ella misma y por sí sola – ni con mayor razón,
extrañas); menos aún – si cabe para que esa misma Constitución pueda justificar el
postulado inicial admitido sin discusión ni examen por GEORGES VEDEL (en todo
caso, él no deja sospechar demasiado que tenga conciencia de hacer así una primera
opción decisiva): a saber, que según ella, la noción clave del sistema del Derecho
18
EISENMANN, Charles: “La théorie des bases constitutionnelles du Droit
Administratif”, Revue de Droit Public, n. 6 (1972), págs. 1345 a 1422.
18
conjunto de actividades, y no como el Derecho de la Administración – conjunto de
instituciones y órganos”.19
privada” del ámbito del Derecho administrativo. Este autor literalmente afirma “desde
órganos y, especialmente, todos los problemas que conciernen a las actividades de los
órganos administrativos, sean cuáles fueren las actividades, sean cuáles fueren las reglas
a las que obedezcan, sea cuál fuere la naturaleza del régimen que se les aplica es decir,
problemas y dificultades.
olvidar que VEDEL derivaba sus conclusiones de una interpretación del art. 37 de la
19
Ibídem, págs. 1372, 1373.
20
Ibídem, págs. 13-86.
19
Constitución francesa de 1958: este precepto establece una regla general en favor de la
regla administrativa, dicha regla general debe hacerse extensible al resto de los actos
formulando una crítica al fondo del planteamiento de VEDEL, de manera que expresa
que se trata de una extrapolación: los reglamentos son una variedad de los actos
administrativos que ejecutan directamente una ley y en los que aplicando la tesis de
general: el régimen aplicable a tal o cual categoría de actos normativos que adoptan
derecho el que se aplica a las reglas generales que las prevén o que las permiten. Sino,
estatales), dictadas en base a una ley, deberían estar sometidas al régimen legislativo; un
grado más arriba, las disposiciones legislativas deberían ser tratadas a su vez como
disposiciones constitucionales”.22
21
Ibídem, págs. 13-91.
22
Ibídem, págs. 13-92.
20
También critica EISENMANN la segunda extrapolación de VEDEL – la
todo el conjunto de actos estatales (como Derecho común) -, al preguntarse “¿Cómo una
cual fuere, para las acciones y actos que carecen de relación con una norma
reglamentaria?”.23
reconocerse a la obra de HAURIOU, aunque no haya sido el único autor en seguir dicho
método. También parece evidente que existen diversas formas de considerar las
estatal. Con claridad VEDEL tiene presente un determinado modelo de Estado que se
éste claramente sucesor del “Estado liberal”. Sin embargo, como también critica
23
Ibídem, pág. 1396.
21
precisamente la novedad que caracteriza la actividad administrativa de nuestros días.24
grandes partidos. Sin duda, parece más prudente la formulación de HAURIOU que
nunca fue más allá de los límites de una mera “constatación empírica”, sin saltos en el
Conviene recordar que este autor mantiene que el Derecho Administrativo sólo cumple
impone la búsqueda de criterios que permitan una adecuada sistematización del mismo.
de dejar constancia sobre el hecho de que la teoría del Servicio público en el Derecho
francés, que tanto impacto produjo con posterioridad en nuestro Derecho, no ha sido
24
Ibídem, pág. 1303.
25
GALLEGO ANABITARTE: “Ley y reglamento en el Derecho Público occidental”,
Madrid, 1952.
22
positivo. Por el contrario, puede afirmarse que en el Derecho positivo francés siempre
Estado Francés que, luego, fue recogida y sistematizada por eminentes juristas (Duguit,
Bonnard, Jéze, etc.) y, de nuevo, como en la Teoría de los actos de autoridad y los actos
administratif?"27 manifestaba que "frente al Derecho civil, conocido bajo todos sus
situación regulada por reglas derogatorias del Derecho común y, por ello mismo, en
26
ALBI CHOLBI, F.: "Tratado de los modos de gestión de las Corporaciones Locales",
Madrid 1960, pág 5 y ss.
27
En "Revue du Droit Public et de la Science Politique", nº. 2 (abril-junio de 1953) pág.
279 y ss.
28
El Asunto "Rothschild c. Larcher et Administration des Postes", de 6 de diciembre de 1855; el Asunto
"Carcassonne", de 20 de febrero de 1858; el Asunto "Bandry c. Ministre de la Guerre", de 1 de julio de
1861. Tomo estas referencias y las de la nota siguiente de PAREJO ALFONSO: "El Concepto..." cit.,
págs. 95 a 97.
29
Normalmente este asunto se cita sin más, pero casi nadie lo ha leído, por ello se transcribe lo esencial a
continuación: "A la vérité, le Conseil d'Etat a parfois distingue parmi les différents services ou parmi les
divers actes de la puissance publique ceux qui avaient un caractere exclusivement politique; mais se n'a
jamais été pour revendiquer á leur égard la compétence de la juridiction administrative; c'était tout au
contraire pour décliner cette competence. Quant aux services administratifs proprement dits, les seuls
dont nous ayons á nous ayons á nous occuper, quel que soit leur aspect extérieur, qu'ils soient relatifs a la
haute police administrative, a la régie economique ou financiere du pays, ils ont tous le meme caractere
de services administratifs, et, a ce titre, ils ne sont justifiables que de la juridiction administrative, sauf des
23
orientación no se delimita y precisa hasta los Asuntos Terrier de 1903 y Therónd de
191030 por los que ya se objetiva la idea de "la organización de los servicios" como
arranca del principio básico según el cual el servicio público es un régimen jurídico
especial o excepcional, distinto del régimen jurídico privado, es decir, que a través del
intereses en conflicto y, siempre, el interés particular debe ceder ante el interés general;
encuentran en pié de igualdad, sin que ninguno de ellos pueda prevalecer sobre el otro.
de "Mutabilidad", según el cuál, como consecuencia del predominio del interés público
modificables. En cualquier momento por los gobernantes, sin que sea posible,
exceptions determinées par la loi. Reste la circonstance que ce sont simples ouvries qui ont causé
I'accident. Mais c'est toujours chose delicate et qui comporte une inmixtion dans les détails intérieurs d'un
service, que d'apprécier les rapports exacts qui existent entre l'Etat et les divers individus qu'il y emploie,
et les conséquences qui pouvent dériver de ces rapports vis-a-vis des tiers. Or, une pareille inmixtion, une
pareille apréciation essentiellement administrative par son objet, ne saurait appartenir aux tribunaux
judiciaires. D'ailleurs, quel soit le caractére des individus qui ont causé l'accident, il es une chose certaine,
c'est que les faits reprochés se rapportent directement a un service administratif, puisque c'est précisément
cette circonstance qui es le fondement de la demande. Or, elle suffit pour la faire rentrer dens le regle
générale d'aprés laquelle toute reclamation formée contra l'Etat, a l'ocassion d'un service public,
appartient a la compétence administrative -regle qui n'est, en definitive, que la sanction pratique du
principe de la séparation des pouvoirs".
30
"En traitant dans les conditions ci-dessus rappelées avec le sieur Therónd, la Ville de Montpellier a agi
en vue de l'hygiene et de la sécurité de la population pouvant résulter de l'inexécution ou de la mauvaisse
exécution de ce service sont, a défaut d'un text en attribuant la connaissance a une autre juridiction, de la
compétence du Conseil l'Etat".
31
JÈZE, GASTON: "Principes généraux de Droit administratif", París 1921-1936 (hay diversas
traduciones al español, las clásica es la de García Oviedo de 1928, pero la más utilizada es la de la
Editorial Depalma, Buenos Aires 1948-1950).
24
jurídicamente, impedir dicha modificación; b) el principio de continuidad y de
regularidad del servicio, ésto es, que el servicio debe funcionar de modo ininterrumpido
y con entera sujeción a las normas establecidas para su régimen; c) el principio de igual
dad de los usuarios, de manera que no puede rehusarse a nadie la prestación del servicio
Sin embargo, estas grandes líneas de la teoría del servicio público requieren
complementarse con otra idea clave: el Servicio Público requiere como presupuesto
en relación con los servicios públicos y, una jurisdicción ordinaria, que conoce de los
litigios en relación con las demás actividades administrativas y las cuestiones entre
particulares.
soberanía como fundamento del Derecho Público, es decir, lo que justifica la existencia
única noción, de manera que las particularidades del Derecho administrativo no derivan
Por un lado, las reglas del Derecho administrativo se diferencian del Derecho
no se dan en las relaciones de Derecho privado. Esta primera idea, como es evidente,
25
entronca en lo sustancial con la idea de “puissance publique” de HAURIOU, por lo que,
Administración con obligaciones mucho más estrictas que los mandatos que el Derecho
privado impone a los particulares. Es decir, nos encontramos ante derogaciones del
Derecho común que imponen una mayor vinculación (no una mayor potestad) para la
interés público que debe presidir toda la actividad administrativa que contrasta con la
libertad que ostentan los particulares para perseguir sus fines e intereses; o, por ejemplo,
(derogaciones “en más” y derogaciones “en menos”), todas ellas legitimadas por las
ideas de interés o Servicio público. De esta forma, este autor manifiesta su tesis
imponen a su libertad de acción sujeciones más estrictas que aquéllas a las que están
jurídico, sino que como afirmó con acierto VEDEL, se trata de un “ensemble de
compétences conditionnées”32.
32
VEDEL: “Les bases constitutionnelles du Droit Administratif”, op. cit., pág. 43.
26
Sin embargo, se debe reconocer a RIVERO que procedió a definir con mayor
así lo reconoce, su enfoque dualista parece fracasar cuando afirma que su noción “no
podría rendir cuentas de todas las reglas que la componen”, por lo que, siguiendo la
la prerrogativa “en más”. Puede traerse aquí las aportaciones del Prof. MARTÍN
MATEO cuando afirma que: “Las prerrogativas en más aparecen siempre, aun cuando
33
MARTÍN MATEO: “La sustantividad del Derecho administrativo”, RAP n. 53
(1967), en nota a pie de página de la pág. 60.
27
V. EL ENFOQUE OBJETIVISTA DE LÉON DUGUIT Y SU
PROLONGACIÓN EN JÈZE.
aunque se suele entender que eran una reacción a la idea de “Puissance publique” del
de Derecho, considerada como cosa en sí, frente a las posiciones subjetivistas donde el
acción estatales, situando en primer lugar la idea del fin en el Derecho. El fin es aquí el
soberanía, idea de “puissance publique”, idea de autoridad, etc...). Aunque lo que llama
34
DUGUIT, L.: “Traité de Droit Constitutionnel”, 2ª ed. (1921-1925).
28
gobernantes el de gestionar los mismos. Los Servicios públicos son, dice DUGUIT,
“actividades cuya prestación se debe asegurar, regular y controlar por los gobernantes,
social”.35
un criterio del Derecho administrativo, en cuyo marco el problema había sido planteado
desde medidados del siglo XIX, DUGUIT hizo deslizar la cuestión hacia un terreno
mitad sociológico, mitad filosófico, pensando por otra parte que actuaba como jurista, y
añadir, además, que el hecho de rechazar de plano la idea de personalidad jurídica del
Estado, provoca que DUGUIT rechace, también, la idea de un Derecho especial para la
Administración, de un Derecho cuyo objeto sean las relaciones entre la persona jurídica
Estado que “si esto fuera verdad, resultaría lógicamente que los actos jurídicos de
Derecho público no tendrían el mismo carácter que los de Derecho privado, que así, por
ejemplo, habría contratos de Derecho privado y contratos de Derecho público y que las
reglas aplicables a aquéllos no lo serían a éstos” y, continúa más adelante, “entiendo que
35
DUGUIT,L.: “Les transformations du Droit Public”, 1913, pág. 39. Debe hacerse
notar un excelente artículo en relación con las influencias de DURKHEIM en la tesis de
DUGUIT sobre la solidaridad, M. PESET: “Philosophie et Sciences dans l’oeuvre de
Léon Duguit”, Revue de Droit Public de 1971, págs. 356 a 386.
36
BENOÎT: “El Derecho administrativo francés”, I.E.A, Madrid 1977, pág. 108.
29
los hechos y sobre todo, conduce forzosamente a dar, al menos en apariencia, una base
jurídica a la omnipotencia del Estado”.37 Sin embargo, esta afirmación presenta una
suyo, SFEZ el que ha subrayado este silencio del Profesor de Burdeos manifestando que
“si bien defiende la idea de que la vocación del Estado reside en la organización y el
Siguiendo este apunte de SFEZ, lo que DUGUIT proporciona es una noción del
Servicio público que, quizás sea más útil para la teoría general del Derecho que para el
propio Derecho administrativo, así este Profesor afirma literalmente: “Es toda actividad
cuyo cumplimiento debe ser asegurado, reglado y controlado por los gobernantes,
37
DUGUIT, L.: “Traité de Droit constitutionnel” (t. I), pág. 525.
38
Ibídem, pág. 540.
39
SFEZ: “Essai sur la contribution du doyen HAURIOU au Droit Administratif
français”, París, 1966, pág. 366, donde narra el “grand concours d’Agrégation de 1882”
con nombres de la categoría de BARTHÉLÉMY, DUGUIT y el propio HAURIOU.
30
realizada más que por la intervención de la fuerza gobernante”.40 Sin embargo, a partir
de este punto, DUGUIT realiza vagos planteamientos de su concepto, sin poder resolver
Defensa nacional. Como afirma SFEZ, “está claro que si DUGUIT no encontraba un
administrativo, sino más bien sobre toda una concepción general del Derecho, se podría
idea del fin frente a la idea del medio entendida como “Puissance publique”, el “acto –
40
DUGUIT, L.: “Traité...”, cit. T. II, pág. 55.
41
SFEZ: “Essai sur la contribution...”, cit. pág. 366.
31
2) La prolongación de DUGUIT en JÈZE:
JÈZE, quienes construyen la noción de Servicio público como criterio conceptual para
fundamentar el Derecho administrativo. Parece prudente que traigamos a este punto del
está dominado por las ideas políticas que prevalecen en determinada época. Para
para volver a modelar todas las instituciones de Derecho público” y “constituye una
a los Servicios públicos. Todo país civilizado tiene Servicios públicos, y para regular el
puede, pues, afirmar que en todo país donde se haya alcanzado la noción de Servicio
público tal como la expondremos más adelante, es decir, en todo país civilizado, existe
Derecho administrativo”.
42
JÈZE: “Principios generales del Derecho administrativo”, vol. I, Buenos Aires, 1948,
esta cita se recoge en la pág. 40 del Prefacio a esta edición argentina.
43
JÈZE: “Principes généraux...”, cit. 2ª ed. Francesa, en el prefacio pág. 65.
32
La novedad de JÈZE respecto a DUGUIT consiste en que define el Servicio público
desde el punto de vista del criterio conceptual del Derecho administrativo. Esta idea se
segundo elemento, según este autor, se trata de la traducción moderna de una antigua
periculosa; nunca fue el antiguo proverbio mejor confirmado”. Tras esta dura expresión,
el análisis realizado por HAURIOU pone de manifiesto que en los dos elementos
implícita la confesión de que las prerrogativas del poder, tales como la requisa y la
Derecho público se reduce, en definitiva, al empleo del poder público. En relación con
el segundo elemento, “la mutabilidad del Servicio”, se produce, dice HAURIOU, bajo
44
JÈZE, op. Cit., pág. 260.
45
Ibídem, pág. 161 y sgs.
33
la acción del poder legislativo y del poder reglamentario; el poder reglamentario, al ser
HAURIOU aprovecha este Prefacio para criticar conjuntamente tanto a DUGUIT como
Es necesario reconocer, tras casi setenta y cinco años de las aportaciones de los
entendida como “piedra angular del Derecho administrativo” (JÈZE), es indudable que
ha quedado superada, algo, por otra parte, reconocido por sus continuadores, que
matizadas o de orden ecléctico y mixto y por ello más realistas. Sin embargo, también,
es necesario reconocer que haber enfocado el problema sobre los fines legitimadores del
poder público, recordando que las funciones estatales no son un Derecho subjetivo de la
persona jurídica “en estado”, sino un deber de gestión de los Servicios, supuso un
potente impulso para la ciencia del Derecho público. Por último, debe resaltarse que el
1. La crítica de CHENOT.
34
Después de la Segunda Guerra Mundial comienzan a aparecer signos claros de
PÁG. 21) y, en 1953, el artículo “L’existentialisme et le droit” (Revue F. S.P., pág 57),
definitiva, ponía de manifiesto la insuficiencia del criterio del servicio público para
instituciones, desarrollan una actividad de interés general. Desde este punto de vista, y
afirmará: “Lo que queda como cierto es que, a menudo, las personas administrativas
actúan en el marco del Derecho público, y las personas privadas en el marco del
Derecho común. Sin embargo, excepciones muy importantes demuestran que las
personas privadas pueden llevar a cabo, bajo un régimen público, misiones de interés
general y que las personas públicas realizan, a la inversa, y sobre todo en el dominio
económico, numerosos actos como los harían simples particulares”46. Por ello, el
46
CHENOT, B.: “La notion...ob.cit”, pág 81.
35
Esta posición ha sido criticada por muchos autores, ya que se debe aclarar, que la
misma fue una reacción concreta a los famosos “arrets” MONPEURT y Bouguen, que
Waline planteo sus tesis iniciales sobre “la utilidad pública” en el Prefacio al
teniendo en cuenta la tradicional necesidad del Derecho francés por encontrar un criterio
idea de “utilidad pública” en una regla excesivamente amplia, igual que ocurre con la
por ello, a la idea de “puissance publique”. Una vez más, Waline pone de manifiesto la
47
El caso MOMPEURT se refería a unas Comisiones de organización industrial,
creadas en 1940 por el Gobierno de Vichy, y cuya función consistía en la organización
de la producción industrial, como consecuencia de la escasez provocada por la Guerra.
Una decisión de una de estas Comisiones –la denegación de una autorización- dio lugar
al citado “arret”, de 31 de julio de 1942, en el que se declaraba que. “Los Comites de
Organización, aunque el legislador no haya hecho de ellos establecimientos públicos,
están encargados de participar en la ejecución de un servicio público, y que las
decisiones que han de adoptar en la esfera de su7s atribuciones, ya por la vía de los
reglamentos, ya por las disposiciones de orden individual, constituyen actos
administrativos”. Véase, en relación con este asunto, EISENMANN: “L’arret
MONPEURT: Legende et realité”, en Melanges Mestre, 1956, págs. 221 y ss., además,
SABOURIN: Peut-on dresser le constat du deces du critere organique en droit
administrative francaise?”, RDP nº. 3 (1971), pág. 589.
48
Waline: “Precis de Droit Administrative”, París 1969, pág. 66.
36
cuando los actos o los hechos que dan lugar al proceso han constituido el ejercicio de la
patrimonio, a fin de obtener ingresos”49. Se desprende de esto que Waline coincide con
teoría en la misma Francia, y, además por la vía jurisprudencial del Consejo de Estado.
servicios público en gestión privada, a partir, del asunto "Eloka" (1914?) , que permite
la utilización del Derecho privado. Luego, con el asunto "Vezia" (1935) y "Montpeurt"
los funcionales en el servicio público. Esta crísis jurisprudencial del servicio público,
sin embargo, queda cerrada en falso por las nacionalizaciones francesas posteriores a la
A mediados del Siglo XX, aparece en Francia una profunda crísis de la Teoría
49
Ibidem, pág 68.
50
MARTÍN REBOLLO, L.:"De nuevo sobre el servicio público", RAP 100-102, Vol III
(1983), pág. 2510.
51
Sigo en este punto la fenomenal aportación de ALBI CHOLBI: "Tratado de los
Modos de Gestión", págs. 14 y ss.
52
CORAIL, JEAN LOUIS DE: "La crise de la notion juridique de service public en
droit administratif francais", París 1954.
53
DRAGO, ROLAND: "Les crises de la notion d'établissement public", París 1950.
37
sirvió el problema desde la óptica del Establecimiento público y del Establecimiento de
Derecho administrativo) desde las reglas del Derecho del servicio público.
Francia, la teoría del servicio público como dogma totalizador del Derecho
es decir, como se ha puesto de relieve entre nosotros ya hace cuarenta años, el servicio
público constituye "una idea vaga y confusa, que ha ganado en extensión a costa de
exactitud y de claridad. Por eso, los propios juristas que han tratado de mantener el
conclusiones en las que admiten, con mayores o menores reservas, que la idea de
54
VEDEL: "Cours de Droit administratif", París 1951-52, entiende por servicio
público: "toda organización asumida directa o indirectamente...por una persona pública
y que tenga por objeto prestaciones positivas destinadas a la satisfacción de una
necesidad de interés general", Pág 829.
55
ALBI CHOLBI: "Tratado...cit", pág. 19.
38
No obstante lo afirmado anteriormente, todavía en Francia, a partir de 1960, se
criterio único y exclusivo, pero se defiende como criterio de aplicación del mismo,
FORMAL.
Duguit -que fueron el vehículo de recepción de la teoría alemana de las funciones del
Estado-, sin embargo la obra del primero no ha tenido influencia alguna en España57.
Malberg y está presente en todas sus obras, siendo, quizás, su mejor exponente el
56
Véase MARTÍN REBOLLO, L.: "De nuevo sobre el servicio público" cit., pág 2508
y 2509, en especial la nota 86 en su segunda parte, que recoge muy expresivamente la
bibliografía francesa sobre este extremo.
57
Véase GALLEGO ANABITARTE: “ Ley y Reglamento en el Derecho Público
Occidental”, Madrid 1972, pág. 268.
58
CARRE DE MALBERG: “Teoría General del Derecho”, Fondo de Cultura
Económica, México 1948, Págs. 427 y ss.
39
La concepción de Carre de Malberg está formulada partiendo de las concepciones
función administrativa propuestas por los autores alemanes pueden agruparse en torno a
dos puntos de vista que parte de un punto en común que es la concepción material de
Ley, por lo que los temas claves son Ley material, reserva de Ley y distribución del
generalidad” como el criterio para establecer la idea de Ley material. Para éstos59 la
Duguit y Jeze.
materia propia del acto legislativo y del acto administrativo, considerando la primera
orientación como una posición formal. De esta forma, según las aportaciones de Laband
disposición general o particular que no suponga una modificación del régimen jurídico
59
Quizá su mejor representante es MEYER, G.: “Lehrbuch des Deutschen
Staatsrechts”, séptima edición, 1919, págs. 637 y ss.
40
Carre de Malberg reconoce expresamente que esta segunda orientación “tiene
administrativa viene a ser, ante todo, investigar cuáles son los actos que según el
una crítica de naturaleza metodológica: “al colocarse así en el terreno del derecho
positivo, hay que reconocer que la definición de administración propuesta por Hauriou,
carácter ejecutivo; exige que todo acto administrativo se haga en ejecución, o sea en
De esta constatación Carre extrae que los fines, objeto, procedimiento o acción
actividades estatales concurren en el idéntico fin de proveer las necesidades del Estado:
60
Carre de Malberg: ob. cit., pág. 436.
61
Ibidem, pág. 437.
62
Ibidem, pág. 440.
41
recogían algunos artículos de la Declaración de 1789), porque no es necesaria, puesto
que todos los actos administrativos dependen de la ley, son ejecución de ley.
hay que buscarla en un criterio formal: la Administración, con idénticos fines que la
enfoque presenta un gran parecido a las posiciones de Otto Mayer que, formulando su
Parece indudable la influencia ejercida por la obra de O. Mayer sobre Carre. Sin
embargo, se aprecia que existe una diferencia de importancia entre ambas, al menos, en
francés.
orienta a “la organización fundamental de los poderes”, según el cual “debe la autoridad
administrativa, en todos los casos y respecto a todas las materias, subordinarse al orden
una ley”63. Por ello, la Constitución francesa sitúa a la ley como límite de la potestad
administrativa y como condición de ésta, así afirmará que: “la legislación domina por
63
Ibidem, pág. 451.
64
Ibidem, págs. 456 y 457.
42
Sin embargo, como consecuencia de la realidad jurídica según la cual las
disposiciones administrativas van, con mucha frecuencia, más allá de los límites de la
que: “es cierto que la función administrativa de ejecución de las leyes entraña cierta
corresponde a la ley. Por eso, todo acto administrativo presupone una ley previa que
cuando aplica la ley no lo hace a ciegas, sino que, dice Carre, “la autoridad
administrativa, incluso cuando estatuye por sí misma, y con una amplitud más o menos
grande en virtud de un poder legal, no hace con ello sino activar conforme a la ley que
estricta ejecución, entra dentro de ese ámbito de las habilitaciones legales o, si se quiere,
del “estar fundado” o “autorizado” en la ley. Por ello, Carre llega a distinguir entre
administrativa.
65
Ibidem, pág. 454.
66
Ibidem, pág. 457.
43
ejecutar la ley, estar fundada en la ley. Esto es aplicable en todos los niveles, es decir,
método basado en el análisis riguroso del Derecho positivo y del marco constitucional,
Laband, Jellinek, etc). Sin embargo, la profunda evolución de la realidad estatal y de las
Quizás el que mejor ha captado los valores de este autor, así como su crítica, halla sido
Gallego Anabitarte, que en su obra Ley y Reglamento, como botón de muestra, dirá:
resultados a que llega el Derecho público alemán son, en gran medida, distintos. No se
debe olvidar que en 1806 había desaparecido, por imposición de Napoleón, el Sacro
aceptar, como derecho imperial del nuevo régimen la vigencia del Derecho romano, por
lo que era urgente su sustitución por un derecho propio. Savigny es el mejor ejemplo de
67
Gallego Anabitarte: “Ley y reglamento... cit.”, pág. 260.
44
esta tendencia. Como ha puesto de manifiesto el Profesor Aguilera Barchet "tras dedicar
sus primeros años a realizar el examen clasificatorio de los restos del derecho alemán
Historia del Derecho Romano en la Edad Media (1815-1831), se fue desviando del
historicismo inicial para avanzar inequívocamente por una senda sistemática. Sólo así
puede entenderse que al final de su vida sus esfuerzos se dirigiesen a tratar de construir
1791). Por ello la obra de madurez de Savigny, que lleva el significativo título de
Sistema del Derecho Romano actual (System des heutigen römischen Rechts: 1840-
Derecho público. Primero, con Laband que centra sus esfuerzos, a través de la lógica
(1914), con un conocimiento perfecto del Derecho francés69, teniendo en cuenta las
aportaciones de LABAND, parte del hecho de que el objeto del Derecho Administrativo
es el Estado ("el ser común ordenado"), que al ejecutar sus fines ejerce una actividad
68
AGUILERA BARCHET, BRUNO: "Introducción jurídica a la Historia del
Derecho", Madrid 1996. Págs. 55 y 56.
69
Ya es de dominio público que era Catedrático en Estrasburgo y amigo de Gastón
Jèze, como puso de manifiesto el prólogo a su obra en versión francesa.
45
que se denomina "Administración". Pero el Estado tiene un "prius", un poder superior
matiza con la exigencia de otorgarle al pueblo una participación en el poder del Estado a
través de la elaboración de la legislación, lo que ha dicho decir a algún autor actual que
Derecho Administrativo.
hablar de liderazgo político del Estado. Ahora bien, la Administración es sólo una parte
negativa, existe en el seno del Estado una actividad residual que no es administrativa,
sino una actividad propia y auxiliar del Derecho Constitucional: a) las propiamente
70
"Als Tätigkeit des Staates die nicht Gesetzgebung oder Justiz ist"
46
Así pues, para Mayer, el Derecho administrativo es un Derecho público especial
naturaleza de esa relación tiene como prius la noción de Administración que delimita
los dos extremos de aquella: El Estado y los súbditos. Expresamente afirma este autor
que: “Frente a este Estado administrador se halla colocada la masa de los individuos, de
sus súbditos; ella proporciona la otra persona. No puede existir cuestión de Derecho
Debe ser destacado el enfoque material que lleva a cabo Mayer en relación con
todas actividades mediante las cuales el Estado tiende a realizar su fin. Lo que las
distingue entre sí son las distintas maneras en que ellas han de servir a esta realización.
No hay que buscar esta diferencia en la simple etimología de las palabras. El desarrollo
71
O. MAYER: “Derecho Administrativo Alemán”, Vol I., Buenos Aires 1949, pág. 17.
72
Ibidem pág. 4.
47
Sin embargo, Mayer, a pesar de su orientación historicista, describe la específica
manera en que la Administración realiza sus fines, y así dirá que: “La administración,
desde su comienzo, ha sido contemplada como una actividad del Estado que se ejerce
bajo la autoridad del orden jurídico que él debe establecer”, es decir, la actividad de la
que “en la legislación tal como la entendemos, el Estado se encuentra sobre este orden
jurídico; en la justicia, todo se hace por este orden jurídico. Aquí, plantea Mayer, el
sentencia, de las que se reserva hacer un uso especial, se confiere la esencia de su fuerza
Administración y que determina frente al súbdito lo que para él debe ser de derecho en
un caso concreto”73
derecho administrativo moderno está dominado por él”74. Es en este punto donde Mayer
Derecho administrativo. Para ello, coloca otra noción fundamental que es la “idea de
73
Ibidem, pág. 126.
74
Ibidem, pág. 125.
48
administrativo cuando su contenido se refiera “al ejercicio del poder público”, así, dirá
Derecho público subjetivo como “poder jurídico sobre el ejercicio del poder público”75 .
instituciones y llenándolas con la idea del poder público76. A la vez, distingue dos
posibles aplicaciones del Derecho civil a la actividad del Estado. Primero, cuando la
que expresamente declarará “el curso de las cosas iba a seguir un rumbo distinto al que
75
Ibidem, pág. 143.
76
Ibidem, pág. 183.
77
Ibidem, pág. 188.
49
Derecho civil, que él con tanta energía había llevado a cabo, quedó abandonada en gran
administrativos evitando la ordenación soberana y sólo según los principios del Derecho
privado o por medio de formas de organización en las que se daban unidos elementos de
aborda una descripción de la misma. Así dirá que “Desde antiguo se encuentra la
Forsthoff en sus críticas a las posturas residuales (Mayer y Jellinek) afirma que
80
“en estas circunstancias es más fructifero, no definir, sino describir”. Aunque, como
es natural, tal descripción no está exenta de dificultades puesto que “no puede
sino que tiene que dar a entender que se trata de un complejo dotado de sentido propio.
Para lograr esto, la descripción tiene que tener en cuenta, una proporción adecuada,
relaciones entre el orden jurídico y el orden social. Tras la primera guerra mundial, el
78
FORSTHOFF: “Tratado de Derecho Administrativo”, IEP, Madrid 1958, pág. 89.
79
Ibidem, pág. 11.
80
Ibidem, pág. 11.
81
Ibidem, pág. 12.
50
orden social no es para el Estado un dato dado, sino “cometido y objeto de
del Derecho. Sin embargo, al contrario del Derecho regulador de las actividades
tradicionales del Estado, este nuevo derecho no puede trasladarse a normas positivas, de
esta forma afirmará que “la norma legal sólo puede hablar cuando el objeto de la Ley ha
adquirido forma, aunque ello sea, por de pronto, en la mente de aquél que proyecta la
normación, porque no es ius normatum sino iustitia normans”82. Desde esta óptica, la
conformación del orden social se regirá por unos principios jurídicos cuya valoración y
82
Ibidem, pág. 111.
51
destinadas a la prestación de servicios al individuo, no pueden ser aprehendidas bajo
dicha fórmula”83.
sustentado en la Administración tradicional por una parte –que toma el orden social
Derecho administrativo, también, tiene una estructura dualista, y así debe ser, ya que la
nueva concepción no arrumba sin más todo el orden social sin aceptar nada del mismo,
sino que arranca siempre de partes dadas, adoptadas como justas, y en las que la
La pega que añade este autor consiste en considerar que esta estructura dualista
nuevas funciones objeto de otras disciplinas jurídicas. Sin embargo, es obligado señalar
Wolff es quizás uno de los mejores representantes de los esfuerzos por conseguir
una armonización sincrética desde el punto de vista doctrinal. Este profesor de Munster,
83
Ibidem, pág. 117.
84
Véase JESCH: “Ley y Administración”, IEA, Madrid 1978, pág 227 y ss.
52
que la dificultad de todas las construcciones descansa en que no existe un único
como el cuidado de los asuntos públicos o defensa de los mismos, gestionando los
viene cualificada por la naturaleza pública de esos asuntos. El sentido del término
otra forma, el pueblo en el marco del Estado, Región, Municipio, etc. Por ello, “asuntos
públicos” son los asuntos de la comunidad y de sus miembros, encomendados por ésta a
(Besorgung, Wahrnehmung) tiene sus fines regulados por la Constitución, las Leyes y
85
H.J. Wolff: “Verwaltungsrecht”, Vol I, Munich 1968. pág. 8. Esta orientación, con
más o menos matices es la es seguida en la doctrina alemana (Bachof, Stober, Maurer):
“Allgemeines Verwaltungsrecht” Munich 1992 (8ª. Ed.) pág. 2 : “Administración en
sentido formal la totalidad de la actividad ejercida por los órganos de la Administración
con independencia de que, desde un punto de vista material, se pueda calificar o no
como administrativa”; o en Ehlers: “Allgemeines Verwaltungsrecht”, Berlin 1995 (10ª.
Ed) pág.8: “Este concepto comprende toda la actividad imputable a los órganos de la
Administración, sea de intervención (actuación con imperium), prestadora, empresarial
o, incluso, la que pudiera ser materialmente de gobierno, jurisdiccional o de creación de
Derecho objetivo”,
53
de los que corresponden al Legislativo, al Gobierno y al Poder judicial, funciones que
actividad realizada por los órganos que una comunidad ha nombrado para llevar a cabo
e, incluso, judicial86.
Sobre estos datos procede a la definición del Derecho administrativo con un doble
supremacía del sujeto Administración pública”, quedando así configurado como una
rama del Derecho público, diferenciada del Derecho privado, que también se halla a
disposición de la Administración87.
86
Ibidem, pág. 8 a 17.
87
Ibidem pág. 91.
88
Dicey: "Introduction to the Study of the Law of the Constitution" 1885.
54
autoridades administrativas y del Gobierno; 2º. La igual sumisión de todas las clases al
Derecho ordinario del país, administrado por los Tribunales ordinarios; y 3º. La
afirmación de que el Derecho constitucional inglés no es la fuente, sino la consecuencia
de los derechos del individuo, tal y como han sido definidos y aplicados por los
Tribunales.
Estos principios, desde luego han evolucionado, y no se adaptan a la realidad
que se inauguró, con una fuerte intervención de los poderes públicos, a principio del
Siglo XX (Leyes para la defensa del Reino de 1914 y 1915, fundación de "public
corporations" etc.), de manera que pueden ser resaltadas las siguientes características
del sistema del "Common Law":
1º. La Administración goza, en el ejercicio de sus competencias, de amplios poderes
discrecionales que, a veces, impiden la ulterior fiscalización por los Tribunales
ordinarios. Las restricciones a la acción judicial son tres: a) La "cláusula de Enrique
VIII" que consiste en considerar "todo reglamento dictado por las autoridades de
Gobierno y Administración en ejecución de ley como parte de la misma ley", por lo que
quedan fuera de la fiscalización de los Tribunales ordinarios, sin embargo, des la
decisión adoptada por la Cámara de los Lores en 1931 en el asunto "ex parte Yoffee", ha
caído en desuso; b) la "cláusula de la prueba decisiva" (conclusive evidence) que
consiste en considerar que la aprobación ministerial de determinados expedientes
implica que tal expediente reúne todos los requisitos legales, por lo que se excluye del
control judicial; c) en ocasiones, la Ley concede, expresamente, a los Ministros las más
amplias facultades discrecionales mediante fórmulas como "Las autoridades podrán
tomas las medidas que consideren razonables" o "actuar como estimen conveniente".
2º. El control judicial de la legalidad de la actividad administrativa corresponde a los
Tribunales ordinarios. De esta manera, el Tribunal Supremo de Justicia (Supreme Court
of Judicature), integrado a su vez por la "Hight Court of Justice" y por la "Court of
Appeal", es quien conoce de las demandas contra la Administración. También, la
Cámara de los Lores (House of Lords), constituida en Tribunal de Justicia y en el "Privy
Council", es la más alta jurisdicción. Los Tribunales. Los Tribunales pueden dictar
ordenes y mandatos (writs) a las autoridades administrativas con el objeto de revisar su
actuación (habeas corpus, mandamus, prohibition, certiorari, declaration).
3º. los motivos por los que se puede impugnar la actuación de las autoridades del Reino
Unido son: a) "ultra vires", semejante al exceso de poder del Derecho francés; b) por
violación de "la justicia natural" (natural justice), que supone la infracción de las reglas
55
de competencia, imparcialidad del juzgador o de la audiencia de las partes; c) por
infracción del criterio de la racionalidad (rule of reasonnableness) contra los poderes
discrecionales que no pueden utilizarse "irracionablemente".
4º. La responsabilidad de la Corona es efectiva desde la "Crown proceedings Act" de
1947, sometiéndola a responsabilidad por daños.
5º. Creación de algunos Tribunales Administrativos, más como instrumentos creados
por el Parlamento para resolver imparcialmente conflictos resultantes de los
mecanismos administrativos, de naturaleza cuasi.arbitral.
Unión Europea.
los ordenamientos jurídicos nacionales por el impacto que producen los actos y las
Unión Europea que despliega sus efectos o influencia sobre los Derechos
De esta manera lo diferenciamos, con claridad del Derecho Administrativo propio por el
y aplicación (art. 220 TCE). Este Derecho administrativo comunitario tiene dos
armonización, bien por la aprobación de normas nuevas; segundo, obliga a que los
Gobierno nacionales adopten medidas necesarias para que la ejecución del Derecho
56
Todo el nuevo edificio del Derecho administrativo europeo se asienta sobre unas
aseguran una influencia permanente sobre la formación del Derecho Comunitario. Pero
también se configuran como cuestiones comunes los elementos del estado de Derecho
horizontal, la teoría general del acto administrativo para reforzar la "Decisión europea"
formación del sistema se dice que es una tarea o función común también porque debe
89
Schmidt-Assmann: "La Teoría General del Derecho Administrativo como Sistema",
Madrid/Barcelona 2003, pág. 418.
57
58