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UNIDAD DE ENTRENAMIENTO

CLASE #___23 _ MESOCICLO: ___1 ___

MICRO: ___5 _____ ASUNTO: Unidad # 3. Breves


Nociones de Historia del Ajedrez.
FECHA: ___________

GRUPO: perspectivo 9-10 años m-f

OBJETIVOS: Fundamentar sobre la historia del ajedrez en Cuba.


Desarrollar la estabilidad de la atención, la imaginación para contribuir al
pensamiento creador. Desarrollar la personalidad integral en los alumnos.

PARTE ACTIVIDAD PROC . MEDIOS MET INDIC.


DOSIF ORG. METOD
.
REP
TIEM. .
I  Formación
N  Presentación
I  Pase de lista.
C  Breve síntesis de Material
I las efemérides. 10 min. Frontal Suplement 1
A  Orientación de
L los objetivos.

P  Breve historia
R del Ajedrez en
I Cuba. José Raúl
N Capablanca. (Ver
C material 100 Tablero
I suplementario de min Mural
P la clase.) Frontal 1-2
A  Jugar Partidas.
L

F Recogida de
I materiales.
N Análisis de la 10 min. Frontal 1-2-3
A clase.
L O.T.I
Despedida.

MATERIAL SUPLEMENTARIO PARA LA CLASE #23


Resulta una tarea sumamente ardua escudriñar en los anales del ajedrez
cubano acerca de los orígenes sobre quienes, de un modo u otro, han
ostentado la hegemonía insular en nuestros torneos mayores. Justo es
reconocer que la bibliografía disponible sobre este tema es bien escasa, sin
embargo para conocer el desarrollo e incidencias de su primer centenario
existe la monumental obra, de referencias obligadas Ajedrez en Cuba: Cien
años de historia del periodista y AI Carlos A. Palacio Toscano (1904-1985).

LOS 100 PRIMEROS AÑOS DE NUESTRO AJEDREZ MAYOR

Las primeras noticias de un Campeón cubano de ajedrez nos las ofreció


Andrés Clemente Vázquez.; el precisa en su libros “El tablero Latino” (1890)
que Félix Sicre (1817-1871) había sido el primero entre sus iguales en 1860.
Dos años más tarde arriba a nuestro país para establecerse el español Celso
Golmayo (1820-1898), que vence holgadamente en un match a F. Sicre,
convirtiéndose así no sólo el nuevo campeón sino el primero en lograrlo tras un
encuentro con ciertos visos de oficialidad.
El Club de Ajedrez de La Habana fundado con todas la de la ley en
1885, desempeñó un activo protagonismo en el quehacer trebejístico de la isla
e independientemente sus asiduos cambios de residencia, supo y pudo
aglutinar en torno suyo a la incipiente afición cubana, amén de alcanzar una
esplendorosa vida, ya que por sus salones transitaron celebridades del mundo
ajedrezado que unieron los siglos XIX y XX, entre ellos W. Steinitz (1888, 1889
y 1892); M. Chigorin (1889, 1890 y 1892); I. Gunsberg (1890); J.H. Blackburne
(1891), Enm. Lasker (1893, 1906 y 1921); H.N. Pillsbury (1900); F. J. Marschall
(1913); A. Aliojin (1939); R. Fine (1942); M Euwe (1945) y P. Keres (1960),
entres otros.
Pero hay más, su principal mérito consistía en que bajo su regencia se
había celebrado el 2do. Y 4to. Matches por el Campeonato Mundial de Ajedrez.
Ello, unido a la brillantez y magnificencia de sus eventos, dado por la
frecuencia y calidad de los mismos, motivó a Steinitz bautizarlo con el nombre
del “Dorado de el Ajedrez”.
En 1897, por primera vez, se efectuó en el Club de Ajedrez de La
Habana un torneo donde se ponía en juego el título de Campeón de Cuba. En
el mismo no participó Golmayo, no obstante triunfó su hijo Celso, que había
nacido en Cuba; luego del necesario match de desempate entre Andrés C.
Vázquez. También en 1898 se realizó un certamen similar y en esta ocasión el
triunfo correspondió a Juan Corzo (1873-1941).
La entrada de escena de un prodigio de 12 años José R. Capablanca
(1888-1942), que en 1900 había logrado resultados relevantes ante los más
fuertes jugadores del país, le propició concertar en 1901 un match por el
Campeonato de Cuba frente a J. Corzo, que ostentaba la corona. Luego de un
inicio francamente adverso donde Capablanca inclinó su rey en dos ocasiones,
sobrevino el gran viraje y con ello la victoria de 4x3 y seis empates para José
Raúl, que se convertía de este modo en el monarca más joven que ha tenido
nuestro país siempre.
En 1902 se retorna a la fórmula de torneo para discernir al Campeón
Cubano y en el mismo regreso al trono Juan Corzo, por cierto, aquí
Capablanca solamente consiguió el 4to peldaño; por lo que resulta de interés
destacar que en los dos únicos torneos donde interviniera “Capa” en su país (el
otro fue en 1913) nunca pudo vencer.
A partir de 1912 y hasta 1937, los certámenes donde se dilucidaba el
máximo título cubano se caracterizaron fundamentalmente por un importante
incremento en la calidad de sus participantes y ponerse en juego la Copa
Dewar, hermosa obra de plata, la que sería rotativa entre sus ganadores hasta
que uno de ellos lograra obtenerla en tres ocasiones. Este honor fue para
Rafael Blanco (1890-1955), ya que venció en las ediciones de 1914, 1920 y
1937.
En esta etapa, es significativo hacer referencia al triunfo de María
Teresa Mora en 1922, convirtiéndose así en la primera y única fémina en
reinar en el ajedrez mayor de nuestro país.
Sin embargo lo más interesante en los 25 años de vida que tuvo la Copa
Dewar, resultó ser la polémica observación hecha por J. Corzo, en la revista “El
Fígaro”, con fecha 11- XII- 1921, cuando escribió: El Campeonato de Cuba
nunca se ha discutido realmente... con independencia de habérsele
atribuido significación del título al ganador de la Copa Dewar”.
El incremento en la actividad ajedrecística a todo lo largo y ancho de la
isla; la extraordinaria liberalidad en la reglamentación, otorgamiento y disfrute
del título de Campeón cubano y la creación de dos federaciones, la Cubana de
Ajedrez y la Nacional de Ajedrez de Cuba, francamente antagónicas y
plenamente divergentes, matizaron nuestro entorno ajedrecístico en el período
desde 1938 hasta 1949.
Precisamente esta pugna se erigió en toda una verdadera paradoja y su
principal consecuencia se tradujo en más torneos convocados, pese a estar
lejos de una práctica masiva, ya que aún prevalecía una marcada potencia
elitista. De ese modo en 1939 el triunfo fue alcanzado por Miguel Alemán
(?- ?), siendo proclamado por la Federación Cubana de Ajedrez como
Campeón Nacional.
Los tres torneos efectuados durante los ´40 fueron organizados por la
Federación Nacional de Ajedrez donde vencieron Juan González (1942 y
1943) y José Fernández León (1944).

EL PRIMER CAMPEON DE CUBA VERDADERAMENTE NACIONAL

La decidida intervención de la Dirección de Cultura adscripta al


Ministerio de Educación en 1949, constituyó el primer intento serio para
colegiar y legislar un reglamento capaz de garantizar la participación de
jugadores en toda la República, previas eliminatorias municipales y
provinciales, quienes obtendrían el derecho a competir en pos del título de
monarca nacional.
Este evento se escenificó desde el 8 hasta el 27 de marzo de 1950, y en
el mismo concluyeron en la cima Rosendo Romero (1902?) y Eldís Cobo
(1929 ?). Hubo que esperar agosto para que Romero se instalara en el trono,
luego de vencer a Cobo 5 x 1 y dos tablas en el match de desempate celebrado
en Camaguey.
Por primera vez un evento de esta naturaleza abandonaba los predios
capitalinos. Otro aspecto importante de este certamen lo constituyó el hecho
de que entre sus 18 participantes, se hallaban representadas las 6 provincias
del país.
SE APLICA UN NUEVO SISTEMA

A partir de un Decreto Presidencial con fecha 13-IX-1950, los


campeonatos Nacionales reciben un nuevo status y soporte oficial. En su
reglamentación se contempla que un año se efectuarían eliminaciones
generales y el ganador del torneo nacional discutiría al siguiente año, el título
de campeón de un match. de esta forma la década se inicia con Rosendo
Romero como campeón.
En la relación que se ofrece más adelante, se precisan desde 1860 a
1944 los campeones oficiales, mientras que desde 1950 a 1958 aquellos que
alcanzaron los primeros lugares en los torneos nacionales efectuados y que
obtuvieron el derecho a disputar el campeonato en un match.
Pienso que este sistema era del más absoluto beneficio para el monarca
reinante y lo excluía para verlo luchando con todos sus potenciales retadores
en un mismo torneo, además le otorgaba la ventaja del controvertido y
discutido “medio punto” a su favor.
El primero de estos maches pudo realizarse en 1953, donde el campeón
defensor Rosendo Romero retuvo la corona tras concluir empatado a 6 puntos
(3 x 3 y 6 tablas) con Juan González (?), que se había convertido en aspirante
al ganar el torneo nacional en 1951.
Nuevamente en 1955 se vieron las caras estos mismos rivales, más en
esta ocasión Juan González, ganador del nacional de 1954, derrotó a Romero
5 x 1 y tres tablas, proclamándose así como el nuevo Rey del ajedrez cubano.
En el propio 1955, Carlos Calero (¿ ?) Había vencido en el torneo nacional y
en 1956 cae ante Juan González con score de 5 x 1 y tres tablas. En el
certamen nacional de 1956 se ubica en el lugar más alto Armando Cabrera
(? ?), pero en el match celebrado en Bayamo 1957 González alcanza una
rotunda victoria de 5 x 0 y dos tablas, manteniendo su condición de campeón.
Las localidades capitalinas de Marianao, Puentes Grandes y Ceiba,
sirvieron de escenario para que Eleazar Jiménez (1928), ganador del nacional
de 1957, retara y venciera al campeón González, en un peleadísimo match 6 x
4 y un empate, Rogelio Ortega (1915-?) fue el ganador del torneo de 1958,
pero jamás llegó a celebrarse un match frente el campeón Jiménez.
Un resumen de lo acaecido en los primeros 100 años del ajedrez cubano en su
nivel élite se ofrece a continuación.

ANALISIS DE LA CLASE # 23

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