Construcción de una

verdad
La divina comedia- Dante Alighieri

Ana Victoria Espitia Zapata

 Construcción de una verdad
La divina comedia se muestra como una herramienta de elevación del hombre hacia verdades cuya
comprensión sólo se logra a través de la manifestación de una conciencia suprema: la humanidad.
Una buena obra debe despertar interrogantes, un nuevo conocimiento y una indestructible
argumentación. Al hablar de infierno, purgatorio y cielo prevalece un sentimiento que puede
encaminarnos hacía direcciones totalmente opuestas; la incertidumbre.

¿Existen estos lugares? Si existen ¿son como los describió Dante? ¿A dónde iré? ¿Estaré en uno
de los nueve círculos del infierno, o tal vez en uno de los nueve cielos del Paraíso? Dos extremos y
un medio que me provoca un miedo mayor; el purgatorio, esta montaña organizada en 7 anillos
recordando uno a uno los siete pecados capitales, para mi es, el colapso en un mundo de preguntas
sin respuestas ¿cuándo acabará? ¿Cómo sabré que estoy cerca de cumplir con mi purificación? El
tiempo se extiende y los días de esperanza se desangran poco a poco, siendo el doble de doloroso
que una decisión final.

Hace varios meses tuve la oportunidad de ver una serie sobre Lucifer el ángel caído, tal vez la
mayoría lo vea como un show sin reflexión alguna, pero este trae consigo algo de verdad y de
parcial acuerdo con la divina comedia de Dante “El infierno es un Bucle, un lugar donde serás
condenado a vivir una y otra vez, sin escape alguno tu mayor pecado y arrepentimiento” Esta idea
no está muy lejos de lo que en varias ocasiones suele convertirse la vida. Incluso, algunos creen que
el infierno está representado por la maldad del mundo, pero ¿No existe un lugar al cual ir después
de la muerte? Porque seguramente si se encuentra un infierno en la tierra, también debe verse como
el paraíso. En este momento algunas personas pararán de preguntar, porque han encontrado una
respuesta que calme su incertidumbre, pero, si no existe un lugar donde pagar las penas después de
la muerte ¿Qué pasa con aquellas personas impías que destrozaron vidas y arrebataron sueños?
¿Si no hay un castigo para ellos en la tierra, después no lo habrá? Entonces ¿este es selectivo? y si
lo es ¿con que características hay que cumplir para recibir uno?

Existe una parte de la maldad que me parece interesante, cada persona conoce la suya y hay
quienes ni siquiera se percatan de que la tienen ¿Esas también pagan? O como en los juicios
terrenales, lo pasarán por alto “porque no estaba en sus cinco sentidos” ¿Qué pasa con los daños
colaterales? Con aquellas personas que no eran el objetivo; seres queridos de personas con deudas
¿Qué debían pagar ellos?

La divinidad y el desconocimiento de lo cierto, genera en las personas diferentes posiciones; existen

quienes sin ver alimentan la fe, quienes por el contrario ese se convierte en el limitante y descartan
estas ideas, y un último grupo de personas, aquellas que toman parte de cada teoría y forman una
creencia propia. Es complicado hablar de una verdad universal sobre lo religioso, cuando día a día
más personas encuentran una verdad diferente. Siempre se cree en algo; en un ser superior, la
madre tierra o incluso en sí mismo.

Hace varios años mi mamá me decía constantemente que Dios habita en mi ser, y que cada una de
las personas que me rodean son una parte de Dios, y era esa la razón para nunca hacerles daño,
para no juzgar y para amar sin limitantes. La escuchaba decir antes de tomar una decisión “Yo soy
perfección, porque Dios habita en mí y dentro de él no existe la maldad, ni la corrupción” No lo había
entendido hasta hoy. Solía pensar que era utópico que un ser superior habitara mi cuerpo y pudiera
librarme de algún mal, pero ¿existen un mal más grande que hacérselo a otras personas? Mi madre
me estuvo protegiendo a su manera de hacerle el mal a las personas, de ensuciar mi alma y esa se
convirtió en mi verdad, antes y después de comprenderla.

Jesús dijo a los judíos “La verdad os hará libres” pero algunos pensadores, que estuvieron en busca
de respuestas y en constante reflexión se encuentran en el infierno descrito por Dante, y las
respuestas de algunos se convierten en preguntas mas grandes para otros.

Después de leer el infierno de Dante y de recopilar información sobre él, construyo mi verdad
afirmando que, para mí, el paraíso está en el apreciar el universo en el que me encuentro y el
infierno es la incertidumbre con la que debo cargar.