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de la norma jurídica
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daderas o falsas, sino de justas o injustas, eficaces o ineficaces, etc., mientras
que las segundas sí, por ser, en última instancia, meras descripciones.
Una norma jurídica, por ejemplo la del art. 79 del Código Penal, se formula
así: «Se aplicará prisión de ocho a veinticinco años, al que matare a otro...».
Una proposición normativa dirá: «En el derecho penal argentino, el homicidio
simple es reprimido con la pena de prisión de ocho a veinticinco años».
Si es A debe ser B
Dado A debe ser B
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2.1.2. Disposición o consecuencia jurídica
2.1.3. Nexo
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Las técnicas de motivación directa son propias de la moral, que simplemente
indican el contenido de la norma, lo que se debe hacer. Por ejemplo: «Debes
cumplir tus promesas», «Debes honrar a tus padres», etc.
Contrariamente, el derecho es visto por Kelsen como una técnica de moti-
vación indirecta en tanto el comportamiento que se pretende lograr no está
directamente expresado sino que se amenaza con sanciones para la conducta
no querida o, eventualmente, con un premio para la deseable; de allí que,
para el autor citado, la norma jurídica genuina es la que prescribe una san-
ción (norma primaria).
Según el autor inglés John Austin las normas son órdenes o mandatos formu-
lados por el soberano a los súbditos.
Una orden es una expresión de voluntad de un soberano, es decir, una
autoridad que tiene la facultad de mandar, que está dirigida a los súbditos,
quienes están obligados a seguirla bajo la amenaza de un mal para el caso
de incumplimiento de dicho mandato.
Según Austin, el elemento distintivo de las normas jurídicas de todo otro
mandato radica en que los mandatos jurídicos tienen su origen en la voluntad
del soberano.
Kelsen difiere en este aspecto con la postura de Austin en cuanto sostiene
que las normas, como juicios del deber ser, carecen de una voluntad psico-
lógica, por lo que rechaza la identificación propuesta por Austin.
En este sentido, diversos ejemplos demuestran la imposibilidad de asimilar
una norma jurídica a una orden:
• existen normas, como las consuetudinarias, que no derivan de una autori-
dad y que, por tanto, no se encuentran enunciadas en forma de mandatos;
• las normas subsisten con independencia de la voluntad del emisor, como
ocurre con el testamento cuya vigencia depende del fallecimiento del
otorgante;
• tampoco puede verse voluntad psicológica real en los legisladores al dictar
una ley, porque puede ocurrir que éstos, pese a participar en el acto, ignoren
el contenido del proyecto.
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El profesor inglés considera que la visión de Kelsen sobre los elementos
que integran la estructura de la norma jurídica aparece como limitada a
aquellos enunciados que prevén sanción, contemplando al derecho exclusi-
vamente desde el punto de vista del incumplimiento de la norma, olvidando
que lo normal y habitual es que éstas sean aceptadas, acatadas y cumplidas
espontáneamente por sus destinatarios.
Tampoco advierte que en el ordenamiento jurídico existe un importante
número de normas que no prevé sanción, es decir, no todos los enunciados
que componen el derecho tienen esa misma estructura, sino que existen otros
que sólo confieren permisos o potestades. El error de Kelsen consiste en cen-
trar su atención especialmente en las normas que establecen obligaciones
o prohibiciones.
Hart acepta considerar al derecho como un conjunto de normas, pero su
aporte consiste en afirmar que éstas pueden ser de dos tipos. En su obra El
concepto de derecho así las caracteriza:
Según las reglas de uno de los tipos, que bien puede ser considerado el
tipo básico o primario, se prescribe que los seres humanos hagan u omitan
ciertas acciones, lo quieran o no. Las reglas del otro tipo dependen, en cierto
sentido, de las del primero o son secundarias en relación con ella. Porque las
reglas del segundo tipo establecen que los seres humanos pueden, haciendo
o diciendo ciertas cosas, introducir nuevas reglas del tipo primario, extinguir
o modificar reglas anteriores, o determinar de diversas maneras el efecto de
ellas, o controlar su actuación. Las reglas del primer tipo imponen deberes;
las del segundo tipo confieren potestades, públicas o privadas. Las reglas del
primer tipo se refieren a acciones que implican movimiento o cambios físicos;
las del segundo tipo prevén actos que conducen no simplemente a movimiento
o cambio físico, sino a la creación o modificación de deberes u obligaciones
(H. L. A. Hart: El concepto de derecho [Traducción de G. Carrió], Buenos Aires,
Abeledo Perrot, 1990, pág. 101).
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4.2. Reglas secundarias
Son aquellas que están referidas a las primarias y que, por lo tanto, no tienen
por fin directo regular los comportamientos de los individuos. Son normas
instrumentales o de organización y sus destinatarios son los funcionarios de
los poderes del Estado.
A su vez, las reglas secundarias se clasifican en:
• Reglas de reconocimiento: se destinan a identificar a las normas primarias
estableciendo criterios de validez a partir de los cuales se puede considerar
a una norma como perteneciente al ordenamiento jurídico. Por ejemplo, el
art. 31 de la Constitución Nacional que establece: «Esta Constitución, las
leyes de la Nación que en su conse-cuencia se dicten por el Congreso y los
tratados con las potencias extranjeras son la ley suprema de la Nación...».
• Reglas de cambio: regulan el proceso por el cual se introducen nuevas
normas primarias y se modifican y expulsan las existentes, es decir, reglan
la producción, modificación y derogación de las normas primarias, dina-
mizando así el ordenamiento jurídico. Por ejemplo: las normas estable-
cidas en el Capítulo V, Sección Primera, Segunda Parte de la Constitución
Nacional, bajo el título «De la formación y sanción de las leyes».
• Reglas de adjudicación: atribuyen y regulan la competencia de los jueces
en la tarea de determinar si se ha infringido una norma primaria, es decir,
regulan la aplicación del derecho. Por ejemplo, las normas establecidas en
el Capítulo I, Sección Tercera de la Constitución Nacional, bajo el título «Del
Poder Judicial».
5. Enunciados no normativos
Otra de las críticas que se han formulado a la tesis de Hans Kelsen ha sido la
de los autores argentinos Carlos Alchourrón y Eugenio Bulygin.
Como vimos, según Kelsen, el derecho está compuesto por normas coactivas.
Los nombrados autores van aún más lejos, inclusive que la postura de Hart, al
clasificar las normas en reglas primarias y secundarias, sosteniendo que el
ordenamiento jurídico está compuesto por enunciados de diferentes tipos,
algunos de los cuales ni siquiera son normas.
En efecto, en un sistema jurídico se puede encontrar:
Son las normas que establecen una conducta como debida y la correspon-
diente sanción para el caso de incumplimiento de la misma. Son las normas
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coactivas que concibe Kelsen como el único ingrediente del derecho. Por ejem-
plo, el art. 79 del Código Penal que establece: «Se aplicará prisión de ocho a
veinticinco años al que matare a otro...».
Son también enunciados normativos, entre los que se incluirían las reglas
secundarias de Hart, que no contienen sanciones. Por ejemplo el art. 446 del
CCyC, que establece el objeto de las convenciones matrimoniales que pueden
realizarse antes de la celebración del matrimonio por los futuros cónyuges,
como la designación de los bienes que cada uno lleva al matrimonio, las deudas,
etc. Se trata de actos facultativos cuya omisión carece de efectos sancionatorios
ni modificatorios del régimen de bienes previsto en la ley.
6. Normas y principios
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6.1. Directrices políticas
Son estándares que establecen objetivos que han de ser alcanzados, metas
o propósitos sociales, económicos, políticos, etc.; son más bien propios del
Poder Legislativo, ya que se suele recurrir, en ese ámbito, a éstos como argu-
mentos que justifican las normas que crean para alcanzar dichos objetivos
y pueden quizá encontrarse en las exposiciones de motivos que encabezan
a algunas leyes.
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7.1. Según el ámbito espacial de validez
Considera la índole del contenido que la norma regula y parte de la división del
derecho objetivo en ramas (cuestión que se desarrollará en el Capítulo VI):
• Normas de derecho público, que a su vez pueden ser: constitucionales,
administrativas, penales, procesales, etc.
• Normas de derecho privado, que a su vez pueden ser: civiles, comerciales, etc.
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7.5. Por su imperatividad
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• Normas permisivas son las que simplemente facultan la realización de un
acto u omisión, como el art. 1542 CCyC, que define la donación cuando una
parte se obliga a transferir gratuitamente una cosa a otra, y ésta la acepta.
Pueden ser:
• Normas legales: emanan del Poder Legislativo (la ley).
• Normas consuetudinarias: provienen de los grupos sociales que generan una
costumbre jurídica.
• Normas jurisprudenciales: surgen de las interpretaciones contenidas en los
pronunciamientos de los tribunales superiores, como la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, o de los criterios uniformes emanados de sentencias
de distintos tribunales sobre la misma materia.
• Normas contractuales: son creadas por los particulares al celebrar contra-
tos en el marco de la libertad de contratación prevista en el art. 958 CCyC,
dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las
buenas costumbres.
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