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Texto: Lidia Fernández: “Instituciones educativas”

En su uso más antiguo, la palabra “institución” alude y refiere a normas-valor de alta significación para la
vida de un determinado grupo social, fuertemente definidas y sancionadas –formalizadas en el caso de las
leyes– con amplio alcance y penetración en la vida de los individuos. En gran cantidad de obras e informes,
el término se utiliza como sinónimo de establecimiento, definido como la concreción material y la versión
singular de una norma universal abstracta. Los desarrollos recientes han llamado la atención sobre dos
hechos vinculados al mundo de la institución en cualquiera de sus definiciones. En ambos, se señala la
existencia de las instituciones en el nivel simbólico de la vida social, a través de representaciones y
diferentes cristalizaciones de significados que se transmiten explícita –en el discurso manifiesto y latente– o
implícitamente –en la interacción misma–. La incorporación de estas representaciones y significados en los
niveles inconscientes y su asociación con imágenes y representaciones de índole primaria permiten a las
instituciones sociales operar sobre la intimidad de los individuos, ordenando su percepción y dirigiendo las
atribuciones de sentido según se lo considera normal y deseable. Las instituciones representan, por
consiguiente, a aquellos custodios del orden establecido que dan al individuo la protección de una lógica con
la cual organizar su mundo, de otro modo caótico y amenazante.

a) Institución como sinónimo de regularidad social, aludiendo a normas y leyes que representan valores
sociales y pautan el comportamiento de los individuos y los grupos, fijando sus límites.
Por ejemplo: la norma constitucional que establece la libertad y el derecho de enseñar y aprender; los
programas vigentes; las leyes de educación, etc.
El individuo actúa siempre dentro de grupos y organizaciones, las cuales sufren el efecto de dos tipos de
regulaciones: las que provienen de instituciones externas vigentes en el sistema mayor y entran en el grupo u
organización moldeando sus condiciones de realidad; las que provienen de instituciones internas resultantes
de acuerdos consolidados en la vida cotidiana y pueden modificar el modo en que operan las instituciones
externas dentro del grupo u organización.
b) Institución como sinónimo de establecimiento, que alude a una organización con función especializada
que cuenta con un espacio propio y un conjunto de personas responsables del cumplimiento de determinadas
tareas reguladas por diferentes sistemas.
Más allá de pertenecer a un tipo de institución particular, no hace al establecimiento idéntico al resto, ya que
los grupos humanos que conforman la comunidad de un establecimiento hacen una versión singular de los
modelos y las normas generales a lo largo de su historia institucional.
c) El sentido de institución ligado con los significados, que alude con él a la existencia de un mundo
simbólico en parte consciente, en parte de acción inconsciente, en el que el sujeto humano “encuentra”
orientación para entender y descodificar la realidad social.
Las instituciones sociales son las que, al marcar lo permitido y lo prohibido, muestran al individuo el poder
y la autoridad de lo social, el riesgo y la amenaza implícita en la transgresión, el beneficio y el
reconocimiento de la obediencia.
Frente a “lo social” en todo su poder, el individuo se experimenta muy indefenso, ya que, por el rechazo o
punición provoca temores e indefensas. Las instituciones (entendidas como significados) dirigen el
comportamiento de los individuos hacia la aceptación de, por ejemplo, ciertos modelos de autoridad.
Si bien las instituciones en su aspecto de lo institucional, lo instituido, configuran la trama de sostén de la
vida social y la vía por la que transcurre el crecimiento de los individuos, éstas (las instituciones) se
confrontan y entran en lucha con los desvíos que conforman el cuestionamiento y la posibilidad de
concreción de lo instituyente.

Una institución escolar es un conjunto de personas y bienes promovidos por las autoridades públicas o por
particulares, cuya finalidad será prestar un año de educación preescolar y nueve grados de educación básica
como mínimo y la media superior. La misión de las instituciones educativas se trata sobre la tarea
convocante de la escuela el enseñar para que los alumnos aprendan.
El análisis de un establecimiento escolar puede realizarse con diferentes propósito. Es necesario tener en
cuenta que para cada establecimiento institucional, existe un estilo que opera entre las condiciones y los
resultados.
En la categoría condiciones quedan incluidos todos aquellos aspectos preexistentes que aparecen
preexistentes al fenómeno en estudio que con él se relacionan.
En la categoría resultados deben incluirse el fenómeno en el estudio y aquellos otros aspectos que aparecen
como derivados de la producción institucional en los niveles material y simbólico de esas condiciones.
La realidad de las instituciones muestra que los resultados entran al circuito de la vida institucional como
condiciones en sí y en su calidad de prueba de potencia, cumplimiento de mandatos y fuentes de valoración
social, mostrará también que los aspectos considerados condiciones son, en muchos casos, resultados de la
acción institucional del mismo establecimiento o de otras instituciones de la comunidad.
Las características principales de una institución escolar son:
-La ideología institucional funciona como fuente de legitimación del modelo y de los resultados
institucionales, se tiende a incorporar ideas sobre los sujetos que se educan y sus probabilidades de
desarrollo, las posibilidades de la escuela y los maestros de tener éxito en sus esfuerzos, sobre su
responsabilidad y posibilidad de influir respecto del medio social en la que está inserta, sobre la importancia
y valor de la educación.
-La identidad institucional constituye una definición consensuada de lo que el establecimiento es, la
definición de su función tal como lo expresa el proyecto y el modelo institucional, y la definición de lo que
va siendo según su estilo.
- El modelo institucional es una creación cultural que permite a la escuela preservar su idiosincrasia al
seleccionar hechos, características, sucesos, que puedan o no ser tolerados en su ámbito.  La ideología
institucional preserva el modelo y la realidad que éste expresa de cuestionamientos que pueden conmover la
certeza de los individuos respecto de su adecuación, su capacidad, su potencia. Protege el tipo de
transacciones que se ha hecho para resolver contradicciones y demandas paradójicas del ambiente.
También es importante destacar los componentes:
 espacio material con instalaciones y equipamientos.
 conjunto de personas.
 proyecto vinculado a un modelo de mundo y persona social valorados.
 tarea global que vehiculiza el logro de los fines y sufre alguna forma de división del trabajo.
 serie de sistemas de organización que regulan las relaciones entre los integrantes humanos y los
componentes materiales comprometidos en la realización de la tarea.
Todo esto funcionando en un espacio geográfico, en un tiempo histórico y en el nivel simbólico que en
forma genética se llama cultura institucional.

Texto : Lucia Garay “Análisis institucional”

INSTITUCION: Alude a dos realidades distintas que tienen existencia más allá de los actores y actos
individuales. -Refieren con el término institución a los establecimientos educacionales, organizaciones
observables en espacio y tiempos concretos: escuelas, colegios, facultades etc...
-Son también configuraciones de ideas, valores, significaciones instituidas, en Leyes, Normas, Pautas,
Códigos. Son lógicas que regulan la actividad humana. Pueden conservarse y trasmitirse oralmente sin
figurar en ningún documento. Este sistema de leyes, normas, pautas serían objetivaciones de aquellas ideas,
valores y significaciones.
Propone al establecimiento como unidad de análisis, a veces los límites son complejos, a donde empieza una
institución y comienza otra. El establecimiento, las prácticas cotidianas y las representaciones mentales de
los individuos, configuración de representaciones, significaciones, normas, serían las instancias más
singulares de concretización de las instituciones: son instancias simbólicas.
INSTITUIDO: se corresponde con lo dado, lo organizado, con los patrones según los cuales se hace todo en
pro de la institución.
INSTITUYENTES: son fuerzas y luchas que transforman la institución es un proceso de tres momentos:
Universidad, particularidad y singularidad.
INSTITUCIONALIZACION: Es vista como un proceso, el pase de lo instituyente en instituido. Supone
otras instituciones, desplaza a algunas, reabsorbe otras. Este proceso se puede analizar en tres planos:
Sociedad y etapa histórica; sociedad con la creación de condiciones y mecanismos que aseguren su
reproducción; la institucionalización de los individuos. Este proceso deja marcas, instituye fronteras precisas
y permeables.
HISTORIZACIÓN
Los autores coinciden en que la historia institucional se divide en tres fases: prehistoria, historia y
prospectiva. La dimensión histórica es una variable a investigar en la institución educativa. Hay dos
elementos de la historia: el edificio (infraestructura, mudanzas, ampliaciones) y los directivos. La historia
técnica, el registro de experiencias curriculares, metodológicas, institucionales y de producción, no se
encuentra en instituciones educativas, carece de memoria. En el análisis institucional encontramos una
dimensión que denominamos historia. Aquí podemos ubicar dos planos: el de la historia, como
ordenamiento objetivo de acontecimientos y el de la historización, como ordenamiento subjetivo de los
acontecimientos. En ambos, lo que interesa es el “sentido” de los sucesos en su relación con los contextos
que los producen (historia) y el sentido del reconocimiento y la significación de esos sucesos en relación con
la subjetividad de los actores implicados. Por lo tanto, el sentido que los colectivos han construido del
suceso está anclado en la subjetividad auto-referenciada. Existe un vacío de “memoria técnica”. y hasta
memoria singular de las escuelas, no hay memoria de producciones, ni de desempeños, ni de proyectos y
realizaciones colectivas. Los docentes y alumnos llegan y se van sin dejar huellas de sus actuaciones
pedagógicas. El genérico “docentes” no hace historia. y menos en un espacio público representado como
opuesto a la singularidad. El docente no elige la escuela, es sorteado, o ingresa por puntaje. Hace mucho que
el docente no vive en la comunidad o barrio de la escuela. Desconoce con frecuencia el nombre del
establecimiento como las razones sociales de  su existencia. Su lugar en un proceso con historia es
reemplazado por un lugar en las estadísticas.

La atribución de significados a la historia institucional


Se trata del lugar y la significación que se le atribuye a la historia en la causalidad y determinación de los
acontecimientos del presente y en la posibilidad de existencia de un futuro. Lo que pasó antes se entiende
como causa lógica de lo que pasó después. . La repetición modificaría esta lógica simple en dos aspectos: en
lo temporal, y el lugar del sujeto en la producción de la historia. El acontecimiento-repetición es atribuido
como proviniendo de un lugar, alguien, completamente ajeno a los sujetos que sienten que “son juguetes”
del sistema, del poder, de otros. Cuando se atribuyen a los acontecimientos el significado de repetición se
produce una negación de la historia y un borramiento de la historización. La historia es reemplazada, según
Bianchi, por la idea de destino. Donde ambas nociones son útiles para explicar fenómenos sumamente
comunes en el campo institucional escolar. Engene Enriquez hace una distinción entre instituciones de
existencia y organizaciones e instituciones cuya finalidad principal es la producción material de bienes. La
institución tiene una finalidad de existencia, no de producción; se centra en las relaciones humanas, en la
trama simbólica y no en las relaciones económicas

Matriz institucional
La institución está “atravesada” por instituciones de distinta naturaleza, atravesamientos que pueden ser
evidentes por el efecto que producen en el funcionamiento institucional; pueden, también, operar desde un
plano no explícito. La institución es, en realidad, una multiplicidad de instituciones: instancias de la
institución en sí, del sujeto, de lo social y lo interinstitucional. Se habla entonces de dimensión normativa,
organizacional, ideológica, cultural, histórica, contextual, de las prácticas, etc. El concepto más apropiado
para dar cuenta de la multiplicidad de instancias y de dimensiones de los fenómenos institucionales es el
concepto de MATRIZ. - Matriz si consideramos a las instituciones como sistemas de instancias y
dimensiones; - como formación que mediatiza, y gesta, el advenimiento del individuo humano a su cultura; -
como modelo matrizante, prefigurante, estructurante del sujeto y sus prácticas. Una matriz da cuenta y
respeta un aspecto fundamental: la lógica tripartita de los fenómenos institucionales, una triple relación: del
individuo con la institución, del individuo con el o los grupos y la relación del individuo con el grupo en la
institución. La estructura institucional nunca es binaria.

Lo institucional y sus registros. Hechos, sucesos, acontecimientos. Lo simbólico.


La naturaleza de lo institucional no es sólo hechos, sucesos, acontecimientos (registro de los sucederes)
observables a través de indicadores empíricos directos. Su forma de ser más esencial es lo simbólico, En
primer lugar, encontramos lo simbólico en el Lenguaje, en segundo lugar, en las Instituciones. La acción
institucional, como todo comportamiento social, no es comprensible fuera de la red simbólica que lo genera
y del universo imaginario que ella misma engendra, dentro de un campo determinado de relaciones sociales,
en el contexto determinado de una cultura. Los sucederes, como sucesión de hechos, interacciones,
espacios, tiempo, no tienen significación en sí mismos; no son portadores de significación por sí mismos.
La significación, es producto de una operación de significar, investimento de sentido a las acciones,
que aparece en las representaciones que los sujetos realizan de ellas.

El registro imaginario en la institución


Las prácticas, la vida institucional, así como está estructurada por el orden simbólico, también están
prisioneras de estas tramas que constituyen el universo imaginario institucional. Estas construcciones
imaginarias se edifican en los espacios vacíos de información que la organización deja. En efecto, los sujetos
construyen un mundo propio, en primer lugar, con lo que está a su alcance, con lo que la organización le
permite acceder; en segundo lugar, por lo que se “quiere ver y escuchar”, es decir, mediatizado por su
subjetividad. También las instituciones construirán estos modos propios: discurso de la institución sobre sí
misma. Los enunciados imaginarios cumplen distintas funciones: atraer y atrapar en sus metas y demandas;
una función transaccional, porque los individuos vivencian la realidad institucional como algo complejo,
fragmentado; o la función del imaginario institucional de ser lo que nunca debe realizarse .Estos topes están
puestos en el orden simbólico. Cuando la transgresión o ruptura alcanza a la ley, la institución está
amenazada de disolución.

Texto: Graciela Frigerio y Poggi “Las instituciones educativas”

Trabajo escolar es el trabajo que se asigna a los estudiantes por parte de sus profesores, y que se indica para
que sea completado, en su caso, fuera del aula y de la jornada escolar, en el entorno doméstico, con o sin
ayuda de la familia o de otros supervisores. Las tareas comunes pueden incluir una gran cantidad o período
de lectura para rendir, escritura o mecanografía para completar, problemas para resolver, un proyecto escolar
para construir u otras aptitudes para practicar. El trabajo escolar permite al educador detectar los
conocimientos y habilidades que posee el alumno y, sobre esta base, organizar su actividad didáctica a fin de
proporcionar a cada uno las experiencias que más convengan para su formación. Una tarea es propia o activa
en el sentido de que el alumno deba llegar a la recreación del saber.

El campo político debe entenderse como el que genera el marco para el servicio; el administrativo como el
que procura las condiciones para las condiciones para prestación del servicio; y el profesional como el que
efectúa el servicio. Si bien estos tres campos de actividades conciernen a tres agentes o actores
diferenciados, las mismas convergen en cada uno de quienes tienen a su cargo un establecimiento educativo
bajo el modo de distintas preocupaciones:
-como "políticos" nos interrogaremos acerca de si nuestra institución ofrece a la ciudadanía un servicio de
calidad,
-como "administradores" estaremos atentos al mejor uso de los recursos para garantizar un buen servicio,
-en tanto "profesionales de la educación" nos cuestionaremos sobre nuestras actividades y su impacto en la
calidad de la educación.

La instituci6n escuela, como otras que comparten con ella la escena social, es un producto histórico y como
tal debe ser pensada. Cada institución se construye a partir de lo que puede llamarse un primer contrato o
contrato fundacional. Los contratos -bajo la forma de constituciones y leyes- formalizaron, legalizaron o
legitimaron tanto las relaciones de los individuos entre sí como de estos con el Estado y su gobierno. En el
primer caso dieron origen al derecho privado, en el segundo al derecho público". En ambos el consenso fue
uno de los principios de las obligaciones que, una vez contraídas, debían ser respetadas bajo pena de
sanción. Las nuevas exigencias sociales que resultan de los cambios anteriormente mencionados, explican el
surgimiento de instituciones que tomaron a su cargo la satifacci6n de algunas de estas necesidades,
estableciendo con el todo social, acuerdos o contratos respecto a sus funciones y ámbitos de
Desempeño. La escuela, como hoy la conocemos, es una construcción y un producto de los Estados que se
hicieron a sí mismos y en los que ocupaban un lugar central las cuestiones relativas a la representación, la
participación y la legitimación de un orden social más justo.

La escuela como institución contó con el reconocimiento social y también con e1 derecho a participar en la
definición del contenido y el sentido de las acciones que realizaba en el marco de ese contrato. En sus
prácticas, el sistema educativo tuvo (y tiene) capacidad potencial de redefinir los términos del contrato
fundacional. El curriculum escolar prescripto asume una importante y particular responsabilidad en la
medida en que permitirá la formulación y explicitación de los contratos que articulan el quehacer educativo
y que son modos de "traducir" y de resignificar con precisiones y especificaciones el contrato original entre
la sociedad global y las instituciones escolares. El currículo darán forma al contenido a los contratos
organización es decir a aquellos que se de cada establecimiento para crear las condiciones necesarias para el
cumplimiento de la tarea sustantiva de enseñar. Entre esas condiciones se pueden mencionar las reglas de
convivencia, los acuerdos sobre estilos, grados y contenido de la participación, la distribución de
responsabilidades, los roles institucionales, la distribución asignación de tiempos y espacios, etc.
En este contexto la escuela deberá redefinir su contrato: el mismo, deberá contemplar la lógica cívica que
requiere la construcción de un orden democrático; la lógica domestica que demanda equidad para que el
destino sea una const.rucci6n social e individual. A su vez cada establecimiento deberá resignificar este
contrato global, a partir de 1ª cual diseñara su proyecto. Esta es una de las tareas que coordina la conducción
del establecimiento y en la que participan todos los actores.

Texto: Graciela Frigerio y Poggi “La cultura institucional escolar”

Cuando nos referimos a las instituciones solemos tener una imagen-representación: “es tradicional”-
“moderna”- “no existe”, etc. Estas y otras tantas expresiones, son formas de señalar que cada escuela tiene
una “personalidad”, un “estilo”. La imagen-representación de la institución no solamente contiene
contenidos manifiestos sino también aspectos menos visibles. El estilo de los vínculos, los modos en que se
toman las decisiones, la percepción de los actores institucionales, etc.
Por lo tanto, cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que les son propias, ambos
constituyen y simultáneamente son aprehensibles en los que denominamos “CULTURA
INSTITUCIONAL”.

Imaginario institucional es el conjunto de imágenes y representaciones que alteran las relaciones entre los
sujetos de la institución escolar ya sean éstas interpersonales, sociales o vínculos con el conocimiento.
Pueden sostener y favorecer la tarea y en otras oportunidades ser obstáculos para el desarrollo de
actividades. La cultura e Imaginario resulta de la lógica de los actores institucionales y las características de
cada establecimiento que no son modelos fijos rígidos e inmutables, sino que se adecuan en función de
cambios permanentes. Ambos se ven reflejados en el modelo de gestión que cada institución utiliza

La Institución escolar: Una cuestión de familia: Se caracteriza por la escena familiar, idealizando los
aspectos positivos y gratificantes, negando los conflictos que suelen no resolverse ni elaborarse.• El
currículum prescripto es ignorado: se prioriza lo afectivo por sobre los contenidos escolares, es decir, la
contención del tipo familiar es considerada fundamental antes que los contenidos curriculares.• Por lo
anterior corre el riesgo de perder la especificidad como institución educativa
La participación no requiere especial atención ya que “siendo todos de la misma familia…”• Se desvalorizan
los canales formales de comunicación.• No existe una clara división de tareas, por lo que no hay una clara
asignación de roles y funciones.• El personal se concibe igualitario y dependiente entre si, por lo que entre
ellos surgen conductas propias de las relaciones entre hermanos: celos, rivalidad, ambivalencia, etc.
Basado en un modelo de gestión casero, los contratos son basados en lealtades invisibles.• La tarea se centra
en el mantenimiento del sistema y no en lograr el objetivo principal de la escuela ya que la relación entre
conocimiento, docente y alumno es desconocida o descuidada.• Alienta a la innovación (importa el saber
hacer)• Cuando los conflictos no pueden ser neutralizados o resueltos a través del modelo de gestión casero
suele recurrirse al modelo contrapuesto: el tecnocrático para lograr gobernabilidad.
La Institución escolar: Una cuestión de papeles o expedientes: Se caracteriza por su excesiva
racionalidad, todo acata a la norma y las reglas, prioriza lo administrativo• El grupo humano que trabaja en
esta institución se rige según el organigrama de funciones• Modelo de gestión tecnocrático: Predominan las
estructuras y reuniones formales, los canales de comunicación son por lo general escritos.
Se privilegian los vínculos impersonales, los sentimientos son ignorados, esta cultura desconoce la trama de
relaciones informales que se gestan entre los sujetos, por lo que se muestra incapaz de resolver lo
imprevisto• Devalúa la dimensión comunitaria por lo que corre el riesgo de aislarse de la comunidad y la
sociedad• Los conflictos son neutralizados o “negados”. No se elaboran ni se resuelven, se definen por
posiciones de jerarquía
Se busca lo previsible, lo que no impide que algunos miembros utilicen los intersticios de las normas• El
currículum prescripto es imposible de modificar: es un plan de instrucción. En ocasiones se desatienden los
contenidos y se priorizan los procedimientos.• Si bien, este tipo de instituciones corre el riesgo de “cerrarse”
con respecto a la comunidad y a la sociedad, cabe señalar que es necesaria una cuota de racionalidad para
todos los establecimientos.
La Institución escolar: Una cuestión de concertación: Se caracteriza por privilegiar la negociación: Se
utilizan los espacios de libertad individual como un recurso para concertar negociaciones, pone de
manifiesto la pluralidad de intereses y aspiraciones.• La negociación es entendida como actividad de
resolución de problemas• Cada grupo de actores consolida su identidad a través de percibir aquello con que
identifica y caracteriza
Se privilegian los vínculos contractuales y respetuosos, los sentimientos están puestos en la tarea sustantiva.
Se adjudica el poder a quien se muestre capaz de resolver problemas específicos. Sus miembros son actores
estratégicos.• En consecuencia, el conflicto se visualiza como inherente al funcionamiento institucional.• La
información constituye un recurso indispensable para la toma de decisiones y posibilidad de consenso• El
modelo de gestión es profesional, admite que los individuos tienen intereses propósitos y objetivos
diferentes.
El currículum prescripto funciona como organizador institucional, que los actores moldearan a partir de la
utilización de los intersticios.• Tendrá siempre presente el alcance pedagógico didáctico cualquier decisión.•
Responden a la visión de la Institución como sistema político.• El riesgo principal de esta cultura es la
instalación de la consulta permanente, que puede conllevar a la dilución de las tareas del equipo de
conducción.
Texto: Graciela Frigerio y Poggi “Actores, instituciones y conflictos”

La relación entre los actores con la institución esta mediada por reglas, normas o leyes que establecen pautas
a seguir. Estos elementos establecen un ligazón que determina que estemos sujetados a la institución. La
función de estas reglas están sujetas a marcar un comportamiento deseable en los actores, es decir, nos
recuerdan cuestiones de disciplinamiento. En las instituciones son necesarias las reglas que abren el espacio
para que se pueda cumplir con la función específica. En la relación con la ley se entretejen cuestiones
objetivas (la ley como es) y subjetivas (nuestra interpretación). Esta característica alude al aspecto restrictivo
que tiene una ley pero también protector, lo que nos lleva, en ocasiones, a generar un rechazo por la
institución o atracción (certidumbres e incertidumbres)

El poder a veces, está relacionado con los lugares formales y en particular, con las cúpulas que dirigen las
instituciones, organizadas piramidalmente. Sin embargo no siempre el poder está allí. Las redes informales
de una institución dan cuenta de cómo se ha distribuido y concentrado el poder en las prácticas cotidianas de
la institución. Desde esta perspectiva, el poder remite a las relaciones de intercambio entre los actores
institucionales y no tiene existencia por sí mismo sino en una red de relaciones.
Las relaciones de intercambio asimétricas implican reflexionar acerca de las diferentes zonas de clivaje, es
decir, zonas de ruptura, presentes en las instituciones. Un primer clivaje es el que separa a los agentes de los
usuarios. Los agentes son aquellos que se dicen representantes de la institución (los que hablan en su
nombre); los usuarios, por su parte, están constituidos por el grupo de actores a quienes se intenta imponer la
disciplina (norma, ley) institucional.
Los modos particulares en que en cada institución aparecen los clivajes y como se posicionan los actores
frente a los mismos, configurará distintas redes de poder. Conocer las zonas de clivaje es sumamente
importante porque permite que los actores institucionales puedan reconocer lugares desde los cuales trabajar
para desarrollar acciones que tiendan lazos para articular lugares de posible fractura.
Los clivajes institucionales están relacionados con el hecho de que en cada institución, cada actor y grupo de
actores, hace uso de una fuente de poder. Estas pueden estar provenir de diferentes lugares, entre ellos:
conocer la normativa, poseer medios de sanción, manejar los medios de control de los recursos, acceder a la
información, controlar la circulación de las informaciones, la legitimidad que emana de la autoridad formal,
la competencia técnica.

Los conflictos inciden en forma determinante en la conducta de los miembros en las organizaciones y en el
grado de eficiencia institucional. En toda institución el conflicto es inherente a su funcionamiento, es parte
de su propia dinámica. Los individuos y grupos presentan intereses que en más de una ocasión, se
contraponen entre si o con los objetivos de la institución de la que forma parte. Los actores desarrollan
estrategias con el fin de obtener satisfacción a sus deseos y necesidades individuales o profesionales
El carácter de los conflictos: lo previsible, lo imponderable. Los conflictos pueden ser previsibles en las
instituciones cuando podemos anticipar su aparición. En cambio los imponderables son aquellos conflictos
que hacen irrupción y son novedosos en las instituciones.
El posicionamiento de los actores frente a los conflictos. Para tratar de hacer de los conflictos una fuente de
aprendizajes debemos indagar el posicionamiento de los actores frente a ellos. a) El conflicto es ignorado b)
El conflicto se alude c) El conflicto de redefine y se disuelve d) El conflicto se elabora y se resuelve.

En Instituciones educativas se pueden encontrar cuatro tipos de conflictos:


a) Conflictos en torno a la pluralidad de pertenencia: Es el hecho de formar parte dentro del mismo sistema,
de distintos establecimientos, desempeñando distintos roles, a veces, en distinto niveles o modalidades.
b) Conflictos en torno a la definición del proyecto institucional
c) Conflictos en torno a la operacionalización y concreción del grupo educativo.
d) Conflictos entre la autoridad formal y la autoridad funcional.
Los actores asumen en la estructura de la organización múltiples funciones especializadas, denominadas por
alguna autoridad funcional. Entre ésta y la autoridad formal se generan tensiones y potencializan conflictos.

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