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EDITORIAL:

Herramientas para una nueva era.


Escrito por: Raúl Castellanos Díaz.

La problemática actual más grande en la humanidad no sólo es la pandemia del COVID-19, sino la
falta de adaptación a esta transición de era que estamos viviendo, que muchos consideran un fin
apocalíptico, pero que otros observan oportunidades de desarrollo y evolución hacia una nueva era
digital mucho más sofisticada. Sí, claramente, antes del confinamiento y que estallara la noticia de
este virus, la humanidad utilizaba la tecnología como medio y herramienta en sus quehaceres
matutinos y en sus oficios laborales; pero no era tan común, aún existían, rudimentariamente, las
personas que no dependían de las redes ni del mundo virtual para desenvolverse en sus trabajos y
menos en cuanto a comunicación con sus seres más allegados.

Lo que es evidente en estos momentos es que gracias a esta situación de crisis que se vive
actualmente en el mundo entero, el ser humano ha tenido la necesidad de reinventarse y buscar
otras alternativas para estabilizar su economía y para que los niños, jóvenes y adultos que nos
encontramos en un proceso de formación académica, llámese bachillerato, pre grado, posgrado o
cursos intensivos, podamos recibir su derecho a la educación de una manera óptima y versátil.
Muchos países han optado por diferentes medidas en el ámbito de la educación virtual y a distancia,
pero, hablemos de Colombia, un país en vías de desarrollo, donde menos del 5% de los municipios
tienen buena conectividad, el 60% de los bachilleres en 2019 no tenía acceso a internet desde sus
hogares y, en zonas rurales, tan sólo el 9% de los jóvenes posee un computador; en estas
condiciones el panorama se vuelve más complejo a la hora de tomar medidas eficaces que
garanticen una educación de calidad y un desarrollo en cuanto a la pedagogía virtual que se
pretende establecer en estos momentos de pandemia.

El MEN (Ministerio de Educación Nacional de Colombia) tiene la responsabilidad de brindar las


condiciones que garanticen la cualificación de docentes y su formación pedagógica y digital para el
manejo de la virtualidad, debido a que muchos de ellos no están preparados aún para este cambio
de era ya que llevan toda una vida dictando clases de manera presencial y en su formación como
docente no adquirieron las herramientas necesarias para adaptarse a un cambio tan extremo como
el que estamos viviendo todos en estos momentos. En Colombia el 78% de las personas tienen
celular; los docentes deberían aprovechar esta herramienta tecnológica para formarse en la
virtualidad si no poseen un computador en sus hogares; ¡no hay excusa! El objetivo de la educación
siempre deberá ir encaminado al desarrollo del pensamiento, la creatividad, la autonomía, la
solidaridad, el análisis y la lectura; además, existen muchas herramientas virtuales - y cada día se
crean más -, que nos permiten obtener estos conocimientos y garantizar la calidad de educación de
la cual hemos carecido, sólo es cuestión de
organizar y estructurar mejor estos
recursos y aprender a dominarlos
rápidamente.

También siento que es necesario retomar


la televisión y la radio, y me refiero a que
es un buen momento para comenzar a
crear buen contenido académico de una
manera organizada y sistemática,
especialmente dirigida hacia los infantes
que debido a esta situación, ahora
permanecen más tiempo en sus casas, con
sus familias, y que muchas de ellas son
conscientes que sus hijos, mientras dure
este aislamiento, no podrán contar con el
apoyo y consejo de sus profesores, y
mucho menos podrán compartir juegos,
deportes o actividades con ninguno de sus compañeros. En este contexto, ellos tienen la obligación
de acompañar sus procesos emocionales y de orientarlos en las nuevas tareas que exige la
convivencia prolongada; el problema es que muchos padres de familia no poseen los conocimientos
ni herramientas de formación adecuados para con sus hijos, pues se confiaron y creyeron no
necesitaban aprender a ‘educarlos’, ya que en las instituciones educativas les brindarían “todo” lo
necesario para el desarrollo académico, intelectual y hasta moral de ellos. Así que el MEN y los entes
encargados deberían ir pensando ya en elaborar un plan articulado nacional y regional para
televisión y radio; de esta forma, se aprovecharía la brecha para impulsar las competencias tan
necesarias para el desarrollo cognitivo de un niño: creatividad, convivencia, pensamiento crítico y
analítico, entre otras, este sería un gran avance en la evolución a esta era netamente digital.

Es necesario también contar con un verdadero apoyo del gobierno en estas crisis; hoy en día más
de 5 millones de niños reciben el privilegio de alimento en sus instituciones educativas, pero viendo
como crece la curva exponencial de contagiados en el país, no es una excusa el obligar a desplazar
a familiares o allegados a dichas instituciones para recibir este privilegio cada semana, como lo ha
dispuesto el MEN. Una mejor opción sería entregar mensualmente bonos que se puedan canjear en
supermercados o dispensas de alimentos; de esta forma, el gobierno estaría poniendo su ‘grano de
arena’ asertivamente evitando exponer a la gente a la movilidad semanal y al posible contagio con
el ambiente; eso sí es un “aislamiento inteligente”.

Retomando el tema de la transformación a esta nueva era virtual, en países como China, Estados
Unidos, Italia y Bolivia, el gobierno ha optado por garantizar la conectividad gratuita desde el celular
para todos los estudiantes que no cuenten con este recurso, creando a su vez más herramientas
digitales (como aplicaciones y softwares) que sean compatibles con este dispositivo móvil, y así
poder viabilizar la educación continua y virtual a todos los estudiantes; esto debería convertirse en
una obligación ética y constitucional. Más que protesta, sería una de las consignas por la cual
deberíamos exigir los estudiantes en estos momentos, una conectividad gratuita y de buena calidad
que por lo menos garantice que se cumpla nuestro derecho a la educación.
La educación siempre deberá adaptarse y responder a las necesidades del contexto, siempre ha sido
así y debería continuar siéndolo aún en esta crisis mundial; el índice de violencia intrafamiliar en
Colombia es bastante alto y posiblemente se eleve en estas circunstancias de cuarentena y
confinamiento en casa. Pero es ahí donde se debe aprovechar la oportunidad que la vida nos está
brindando para compartir más en familia, en una época donde están prohibidos los abrazos, es
mejor reflexionar y detener ese maltrato físico y psicológico, es momento de unirnos como seres
humanos y mejorar nuestros comportamientos e ideologías absurdas muchas veces infundadas por
el sistema mismo. Los padres deberán convertirse en una pieza clave en la formación mental e
intelectual de sus progenitores, ya no es tarea de los docentes solamente, los seres con los que
probablemente los niños compartan más tiempo en físico son sus padres y ellos deberán también
aprender a adaptarse a estas nuevas condiciones con amor, tolerancia y mucha sabiduría.

Las cartas ya se han puesto sobre la mesa y ahora es el momento de actuar. La educación no puede
parar a pesar de este virus, pero tampoco podrá volver a ser la misma. No parará, porque como
sociedad, no podemos permitir que niños, jóvenes ni adultos se queden sin su derecho a estudiar y
no volverá a ser la misma, porque las crisis, bien manejadas, son muy buenas oportunidades para
impulsar el desarrollo y la evolución. Muchos docentes ya están en la tarea de seguirse formando
en el ámbito virtual, ya sea por iniciativa propia o porque así lo exige su desempeño laboral, el caso
es que, en estas épocas de incertidumbre, encierro y miedo, la salud mental es prioridad de todos,
comenzando por la de los niños. Nadie debe ser indiferente ante este estado de alarma que estamos
viviendo como sociedad, al combatir con un enemigo casi invisible que, ante el más mínimo
descuido, nos infecta. Todos somos responsables de que esta crisis se prolongue en el tiempo o no
y de cambiar nuestra mentalidad generando consciencia, ya que gracias a nuestro estilo de vida
(destrucción de selvas, el consumo irracional, descongelamiento glaciar y las inequidades sociales y
económicas) estamos actualmente en esta situación, donde debemos ingeniarnos las mejores
estrategias para sacar provecho de esto y seguir viviendo en el sistema.

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