Romanos 13:11 “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya
hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. 12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz. 13 Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, 14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
Hoy quiero que meditemos en este texto pensando en
este tiempo, donde la Biblia nos habla sobre la preparación, y los problemas frecuentes de la Iglesia en cuanto a estos últimos tiempos.
En cuanto a reprensiones la Biblia nos da detalles sobre
la Apatía, pereza, falta de interés que ha llenado la Iglesia en estos días. Estuvo presente en la Iglesia del primer siglo, donde el Señor reprendió en Apocalipsis 2:4 a la Iglesia de Éfeso “pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor” y en Apocalipsis 3:15-16 a la Iglesia de Laodicea (Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! 16 Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. 17 Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. “yo conozco tus obras que ni eres frio ni caliente”
(PDT) “Estoy enterado de todo lo que haces, y sé que
no me obedeces del todo, sino sólo un poco. ¡Sería mejor que me obedecieras completamente, o que de plano no me obedecieras! 16 Pero como sólo me obedeces un poco, te rechazaré por completo. Pues tú dices que eres rico, que te ha ido muy bien y que no necesitas de nada. Pero no te das cuenta de que eres un pobre ciego, desdichado y miserable, y que estás desnudo.”
Los mismos síntomas presenta la Iglesia en estos días.
Pablo en la carta a los Romanos nos aconseja y nos
amonesta a conocer el tiempo y a despertar de lo que nos mantiene dormidos. En Romanos 12:2 «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta «. Romanos 12:2
“No imiten las conductas ni las costumbres de este
mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.”. (NTV)
Dice “No imiten las conductas ni las costumbres de este
mundo,” ¿De qué mundo está hablando? ¿De este tiempo? ¿Cómo están los tiempos?
¿Si le preguntara a un político o un gran inversionista
acerca de estos tiempos que me diría? ¿Y si le preguntara a un Pastor o algún creyente piadoso sobre los tiempos que me diría? Como conocedor de la Palabra me respondiera que los tiempos están mal. Pero nosotros aun sabiendo por la palabra que este tiempo es malo, aun así, lo seguimos imitando, no hay ninguna diferencia, igual a todo el mundo.
Jesús mismo nos vuelve hablar como les hablo a las 7
Iglesias allá en apocalipsis. “Despiértate del letargo, del sueño de la indiferencia” Estas amonestaciones tanto para la iglesia de Roma, como para las 7 Iglesia mencionadas en Apocalipsis, son para nosotros ahora.
Jesús dijo que haríamos muchas señales en su nombre;
pero estos tiempos donde están esas señales. Por esto en este día el llamado de Dios a través de Espíritu Santo es a despertar del sueño y levantarnos hacer la obra que Cristo nos encomendó.
Tenemos que despertar para el amor de Dios
Tenemos que despertarnos al amor de Dios, muchos
siguen dormidos hacia el amor a Dios, están insensibles a Él, no lo reconocen, no lo perciben. No han aprendido a ir a la cruz, y como resultado de esta indiferencia, no aman a Dios con toda nuestra alma, nuestro corazón, nuestra mente, nuestra fuerza. (Deuteronomio 6:5 “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.” (Lo nos dice: Mateo 22: 37).
Muchos siguen en un sueño profundo sobre el amor a
Dios, como dijo el Señor Jesucristo en Mateo 15:7-9 “muchos con sus labios me honran, pero su corazón está lejos de mi”
Amar a Dios es guardar sus mandamientos. Es amar
también al hermano (1 Juan 4:20-21 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto? 21Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano.”
Si decimos amar a Dios debemos demostrarlo, amando al
hermano, el que no ama a su hermano todavía está dormido; el amor Dios no fluye, porque cuando ese amor nos ha inundado el resultado inmediato es que amamos al hermano, tal y como es. (1 Juan 3:16-17 “En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”
Y termina diciendo: 1Juan 3:18 (PDT) “Hijitos, nuestro
amor no debe ser sólo de palabras, pues el verdadero amor se demuestra con hechos.”
Tenemos que despertar al Estudio de la Palabra
Lamentablemente muchos siguen dormidos hacia la
Palabra de Dios, no han despertados al estudio de la palabra de Dios. Tenemos que despertarnos del sueño y estudiar dedicar tiempo a la palabra de Dios, ya que ella nos ayuda a crecer para nuestra salvación.
1 Pedro 2:2 “Como bebés recién nacidos, deseen con
ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación. Pidan a gritos ese alimento nutritivo”
Una característica de los niños es que quieren crecer
como su padre, la característica de todo creyente es desear crecer espiritualmente por eso Debemos de dedicar tiempo a la palabra de Dios.
Debemos de ser como los de Berea (Hechos 17:11 “Y
éstos eran más nobles que los que estaban en Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así.”).
Estos judíos no tenían una mente cerrada: recibían la
palabra con toda solicitud. No eran negligentes; sino escudriñaban cada día las Escrituras. Que investigaron diligentemente lo que el apóstol Pablo enseño.
La palabra de Dios es la que alumbras nuestras vidas (2
Pedro 1: 19 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”).
Ella es como una lámpara en nuestras vidas, nos ilumina,
pero si estamos dormidos al estudio de ella, no nos va poder alumbrar para saber por dónde ir.
La palabra de Dios debe ser nuestro deleite. Mira como
lo dice la Palabra en el Salmo 119:16-24 (BLS) “Mi mayor placer son tus mandatos; jamás me olvido de ellos. 17 Yo estoy a tu servicio; trátame bien, y cumpliré tus órdenes. Estoy de paso en este mundo; dame a conocer tus mandamientos. ¡Ayúdame a entender tus enseñanzas maravillosas! 20 Todo el día siento grandes deseos por conocerlas. ¡Qué lástima me dan los que no cumplen tus mandamientos! ¡Tú reprendes a esos orgullosos! No permitas que me desprecien pues siempre obedezco tus mandatos. 23 Los poderosos hacen planes contra mí, pero yo sólo pienso en tus enseñanzas. 24 Ellas me hacen feliz, y me dan buenos consejos.”
La palabra de Dios debe ser nuestro deleite, sino lo es,
entonces quiere decir que no nos hemos despertado del sueño seguimos dormidos.
Debemos de anhelar el estudio de la palabra de Dios. La
palabra de Dios debe ser nuestro anhelo en todo tiempo. Despertemos al estudio de la palabra de Dios, el tiempo que dedicamos a la televisión, la música, dediquémosla a la palabra de Dios. Tenemos que despertarnos a la oración.
La oración es el medio que Dios nos ha dado para
podernos comunicar con Él, a través de la oración nosotros podemos llegar a Dios para la ayuda oportuna (Hebreos 4:6 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
“Acerquémonos” Jesús era un hombre de oración,
siempre lo estamos viendo orando en todo momento. Él dio una parábola a sus discípulos para que entendieran lo importante que es la oración (Lucas 18:1-9) “La importancia de orar y no desmayar”
Los discípulos estaban durmiendo a la hora que Jesús iba
ser entregado mientras Jesús está dedicado por completo a la oración. (Mateo 26:38, 40, 43, 45). ¿Cuántos de nosotros en la hora de la prueba, de la tentación, estamos durmiendo? ¿Porque no estamos alerta ante nuestro enemigo?
La Biblia nos anima a que Debemos orar si cesar, (1
Tesalonicenses 5:17) nadie a orado lo suficiente, ni nadie ora más que otro. Dios pone un sentir de orar ya sea 10 minutos, 1 hora, 6 horas. Constantes en la oración (Efesios 6:18 “Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos”) ¿cómo podemos orar en todo tiempo?
No es necesario que se aislé a cada rato de sus
quehaceres rutinarios. Puedes hacerlo en su mente, dándole gracias a Dios por todo lo que hace, aun al acostarte, agradeciéndole por todo lo que él ha hecho por ti y los tuyos.
En resumen, Dios nos sigue hablando y preparando nos
está enseñando que viene y que puede venir más pronto de lo que pensamos.
Declaración de fe: Padre, ayúdame a despertar del sueño
en que hemos caído. Que estemos alerta a las señales que en este tiempo está dando. Que podamos leer esto tiempos de crisis y mucho temor para el mundo, pero a la luz de tu palabra. No nos permita, Señor, que como la parábola de las 10 vírgenes, que sigamos cabeceando y nos tome por sorpresa tu venida. Ayúdanos Señor
Acción del día:
Memorizar Hebreos 4:6 “Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”