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Universidad Francisco IVIarroquín

http://www.archive.org/details/geografeconOOguerguat
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GUERRA BfORGES

f( ografía

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^ «^ DONADO POR <^ ^
CEES
Colección Hílary E. Arathoon

Universidad Francisco Marroquín


Biblioteca Ludwíg E. Von Mises
I

Portada

LlONEL MÉNDEZ DÁVILA


SE PROHIBE!
Svkroyar y/o morgínor este líbfOf

•O coso de devolverlo subrayado^


SE COBRARA SU VALOR
I
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA

I
ALFREDO GUERRA BORGES
Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la

Universidad de San Carlos de Guatemala

geografía económica
DE GUATEMALA

EDITORIAL UNIVERSITARIA, GUATEMALA, CENTROAMERICA


Esta primera edición de Geografía Económica de Guatemala consta de
2,000 ejemplares en papel Antiguo.

EDITORIAL UNIVERSITARIA

Vol. Núm. 58

(g^ Universidad de San Carlos


de Guatemala
1969

4211 ABC-2in.-8-69 Impreso N9 884

Impreso en Guatemala, Centroamérica — IMPRENTA UNIVERSITARIA


A
Elsay mi esposa;
y a mis hijos:
Carlos Alfredo y
Ana Patricia
ÍNDICE GENERAL

Prólogo, I

Capítulo I ELEMENTOS DE GEOGRAFÍA DESCRIPTIVA DE


GUATEMALA
Situación, límites y extensión territorial, 19. Montañas, 20. Vol-
canes, 24. Hidrografía, 27. Ríos, 28. Lagos, 34. Clima, 36. Di-
visión Administrativa, 40.

Capítulo II EL SUBSUELO
Regiones por características geológicas, 62. Existencias de mine-
rales y otras riquezas del subsuelo, 67. Tipo de minas en Guate-
mala, 71. Distribución geográfica de la producción, 73. Costos de
producción y utilidades, 76. Destino de la producción, 77. Política
de fomento de la minería, 78. Algunas informaciones concretas
sobre explotación minera, 79.

Capítulo III EL SUELO


Generalidades, 85. Asociaciones geográficas de los suelos de Gua-
temala, 93. Series de suelos de alta fertilidad natural, 96.

Capítulo IV ZONAS ECOLÓGICAS DE GUATEMALA


Introducción, 117. Zonas ecológicas de Guatemala, según Holdrid-
ge, 125. Zonas ecológicas y superficie que cubren de los municipios
de Guatemala, 145.

Capítulo V RECURSOS FORESTALES PARA LA OBTENCIÓN DE


MADERA, 163
Capítulo VI LOS RECURSOS PESQUEROS DE GUATEMALA
Especies de los ríos que desembocan en el Pacífico, 178. Especies
de los ríos que desembocan en el Caribe, 178. Especies de los ríos
qu^ desembocan en el Golfo de México, 178. Especies de los lagos
g ÍNDICE GENERAL

y lagunas,178. Recursos marítimos en el Caribe, 179. Recursos


marítimos del Pacífico, 180. Utilizacion.de los recursos pesque-
ros, 180.

Capítulo VII POBLACIÓN


Introducción, 187. Crecimiento intercensal (1950-1964), 190. La
población de Guatemala y de los países centroamericanos, 190. Dis-
tribución geográfica de la población, 193. Población urbana y
rural, 196. Sexo, fertilidad y natalidad^ 198. Población de Guate-
mala por grupo étnico, 201. Composición por edades. Expectativa
de vida, 213. Estado civil, 221. Nivel cultural, 227. Asistencia
escolar, 228. Población económicamente activa e inactiva, 230.
Situación nutricional de la población, 240. Vivienda de la pobla-
ción guatemalteca, 243. Condiciones de salubridad de la pobla-
ción, 247. Apéndice: Características principales de la población de
la ciudad de Guatemala, 249.

Capítulo VIII LA TIERRA


Algunos antecedentes históricos, 265. Los Censos agropecuarios,
278. Número y superficie de las fincas, 279. Distribución geográ-
fica de las fincas, 280. Fragmentación de las fincas, 283. Forma
de manejo de las fincas, 284. Formas de tenencia de la tierra, 285.
Concentración de la tierra, 291. Uso de la tierra, 296. Principales
características de los minifundios, 298. Principales características
de las fincas familiares, 308. Principales características de las
fincas multifamiliares, 325.

Capítulo IX ENERGÍA ELÉCTRICA


Antecedentes históricos, 337. Pequeño glosario, 343. Recursos
hidroeléctricos potenciales, 344. Hidrometeorología, 346. Capaci-
dad instalada total, 349. Sistema central interconectado, 354. Pro-
yecto hidroeléctrico Jurún-Marinalá, 359. Sistema Occidental, 360.
Sistema Oriental, 361. Proyecto hidroeléctrico Atitlán, 362. Gene-
ración y consumo de energía eléctrica, 366. Requerimientos y su-
ministro de energía eléctrica, 372. Apéndice: Potencial hidroeléc-
trico del rio Usumacinta, 377.

Anexo I RECURSOS FORESTALES DEL DEPARTAMENTO DEL


PETEN, 381.

Anexo II SOBRE RECURSOS DEL SUBSUELO


Cuencas petroleras de Guatemala, 387. Estado de la exploración
petrolera hasta 1969, 388. Recursos mineros de Guatemala en dos
áreas seleccionadas, 392. Explotación del níquel, 398. Datos com-
plementarios sobre producción minera, 400.

Anexo III PRIMEROS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN


CENSAL SOBRE USO DE LA TIERRA EN 1964, 407
ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 1 Área en proyección vertical de los macizos montañosos que


integran el sistema orográfico de Guatemala, 24.
Cuadro 2 Guatemala: explotación de minas abandonadas por depar-
tamento y producto, 1967, 73.
Cuadro 3 Explotación minera por departamento y municipio, 1967, 74.
Cuadro 4 Minas de Guatemala, localización y producción, 75.
Cuadro 5 Metales y minerales exportados por Guatemala, por país
de destino, 77.
Cuadro 6 Guatemala: producción minera, 1962-1965, 81.
Cuadro 7 Superficie territorial de las zonas ecológicas de Guatemala
(Clasificación Holdridge), 142.
Cuadro 8 Estimación del volumen de la pesca nacional de pescado y
mariscos, 1959, 182.
Cuadro 9 Guatemala: exportaciones de pescado, crustáceos, moluscos
y sus preparados, 183.
Cuadro 10 Población de Guatemala y de los otros países de Centro-
américa, 191.
Cuadro 11 Superficie, población y densidad demográfica de Centro-
atnérica (1950 y 1964), 191.
Cuadro 12 Distribución geográfica de la población de Guatemala, por
departamento (1950 y 1964), 193.
Cuadro 13 Guatemala: población urbana y rural (conforme definición
usada en el Censo de 1964), 197.
Cuadro 14 Guatemala: operadores indígenas según extensión de las
fincas, 207.
Cuadro 15 Guatemala: expectativa de vida por edad y grupo étnico,
1949-1951, 212.
Cuadro 16 Esperanza de vida al nacer en Guatemala y otros países, 219.
Cuadro 17 Guatemala: esperanza de vida al nacer en la República,
1950 y 1964, 220.
Cuadro 18 Guatemala: duración media de vida económicamente pro-
ductiva de la población total y por sexo, 1950 y 1964, 221.
10 ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 19 Guatemala: estado civil de la población, según grupo étnico,


sexo, urbana y rural, 1964, 223.
Cuadro 20 Guatemala: población casada y unida, urbana y rural, sexo
y grupo étnico, por grupos de edades, 1964, 226.
Cuadro 21 Guatemala: población económicamente activa, departamen-
tos con 50 000 y más personas activas, 232.
Cuadro 22 Guatemala: incremento de la población de 1950 a 1960-62, 237.
Cuadro 23 Guatemala: población agrícoaa efectivamente ocupada en
1950 y 1960-62, 237.
Cuadro 24 Guatemala: promedio anual estimado del total de días-
hombre requerido por hectárea para los cultivos que se
indican, 239.
Cuadro 25 Guatemala: cálculo del déficit de vivienda en 1964, 244.
Cuadro 26 Guatemala: viviendas necesarias por evolución demográ-
fica, 1966-70, 245.
Cuadro 27 Población de las capitales de América Latina, 249.
Cuadro 28 Población económicamente activa de 7 años y más de edad
en la ciudad de Guatemala, según ocupación, 1964, 252.
Cuadro 29 Población económicamente activa de la ciudad de Guate-
mala, por posición ocupacional, 1964, 254.
Cuadro 30 Ciudades de Guatemala, población en 1950 y 1964, 256.
Cuadro 31 Villas de Guatemala, población en 1950 y ,1964, 257.
Cuadro 32 Superficie, poblacióny densidad media de población por
departamento, 1950 y 1964, 258.
Cuadro 33 Guatemala: ooblación total de la República, urbana y rural,
por grupo étnico, por departamento, 259.
Cuadro 34 Guatemala: población económicamente activa por grupos de
edad, urbana y rural, 1964, 260.
Cuadro 35 Guatemala: población económicamente activa de 7 y más
años de edad, según sexo y grupos de ocupación, 1964, 261.
Cuadro 36 Adjudicación de tierras en propiedad por los gobiernos de
Justo Rufino Barrios a Manuel Estrada Cabrera, 272.
Cuadro 37 Guatemala: fincas nacionales que pasarán a cooperativas
agrícolas, 277.
Cuadro 38 Guatemala: número y superficie de las fincas por zonas
geográficas, 281.
Cuadro 39 Guatemala: relación de tierra en fincas a extensión terri-
torial total, 281.
Cuadro 40 Guatemala: número y superficie de las fincas, por departa-
mentos, 1950 y 1964, 282.
Cuadro 41 Guatemala: forma de manejo de las fincas, 1964, 285.
Cuadro 42 Guatemala: número de operadores según forma de tenencia
de la tierra, 1950, 286.
Cuadro 43 Guatemala: superficie de fincas según forma de tenencia
de la tierra, 1950, 287.
Cuadro 44 Guatemala: número de fincas según formas simples de tenen-
cia de la tierra, 1964, 288.
Cuadro 45 Guatemala: superficie de fincas según formas simples de
tenencia de la tierra, 1964, 289.
Cuadro 46 Guatemala: número y superficie de fincas según fOrmas
mixtas de tenencia de la tierra, 1964, 290.
ÍNDICE DE CUADROS 11

Cuadro 47 Guatemala: número y superficie de fincas según su tama-


y 1964, 293.
ño, 1950
Cuadro 48 Guatemala: número y superficie de fincas por grupos de
explotaciones, 1950 y 1964, 294.
Cuadro 49 Guatemala: minifundios y fincas familiares, por departa-
mento, 1950 y 1964, 295.
Cuadro 50 Guatemala: uso de la tierra según Censos agropecuarios
de 1950 y 1964, 297.
Cuadro 51 Guatemala: minifundios por departamento, 1950 y 1964, 300.
Cuadro 52 Uso de la fuerza de trabajo, promedio por parcela durante
el año hábil de 300 días, 301.
Cuadro 53 Guatemala: producción de artículos alimenticios seleccio-
nados en fincas menores de 10 manzanas, 1950, 304.
Cuadro 54 Clases de siembras y extensiones de tierra cultivada en
el Parcelamiento La Máquina (año agrícola 1965/66), 321.
Cuadro 55 Salarios anuales de colonos entrevistados, por tipo de fin-
cas, 329.
Cuadro 56 Ingreso anual total recibido por 59 colonos entrevistados, 330.
Cuadro 57 Guatemala: evolución de la potencia instalada en las cen-
trales de la Empresa Eléctrica de Guatemala y número
de unidades, 341.
Cuadro 58 Guatemala: capacidad total del potencial hidroeléctrico
bruto, 345.
Cuadro 59 Guatemala: estaciones hidrométricas del INDE, 1968, 348.
Cuadro 60 Guatesmala: capacidad instalada por zonas, en centrales de
servicio público y privado, 349.
Cuadro 61 Guatemala: tasas de aumento de población y capacidad
instalada, 1962-1967, 351.
Cuadro 62 Guatemala: capacidad instalada, porcentajes e incrementos
de servicio público y privado en el período 1955-1967, 351.
Cuadro 63 Guatemala: capacidad instalada por tipo de central de ser-
vicio público y privado, entre 1955-1967, 352.
Cuadro 64 Guatemala: potencia total instalada por habitante y poten-
cia instalada en centrales de servicio público por habitante
urbano, 352.
Cuadro 65 Potencia total instalada por habitante y potencia instalada
en servicio público por habitante urbano en las diferentes
zonas, 353.
Cuadro 66 Guatemala: capacidad instalada en el Sistema Central inter-
conectado, INDE-EEGSA, 1968, 356.
Cuadro 67 Guatemala: capacidad instalada en el Sistema Occidental,
1967, 361.
Cuadro 68 Guatemala: generación y consumo, por zonas, de centrales
de servicio público en el período 1962-67, 368.
Cuadro 69 Guatemala: generación por zonas, en centrales del INDE
y otras empresas de servicio público y en centrales de ser-
vicio privado, 1962-1967, 369.
Cuadro 70 Guatemala: consumos totales por zonas y por clase de ser-
vicio, 1962-1967, 370.
Cuadro 71 Guatemala: consumo total por habitante y consumo de ser-
vicio público por habitante urbano al año en las diferentes
zonas, 1962-1967, 371.
12 ÍNDICE DE CUADROS

Cuadro 72 Guatemala: resumen de los pronósticos de demanda y energía


por subestación, en las distintas zonas, 1968-1980, 373.
Cuadro 73 Guatemala: evolución de la generación y demanda per
capita en los sistemas eléctricos del Instituto Nacional de
Electrificación, 1968-1980, 374.

CUADROS DE LOS ANEXOS


Cuadro I-l Guatemala: Volumen de madera aserrable en el área de
manejo forestal seleccionada por FAO en el departamento
del Peten, 385.
Cuadro 11- 1 Guatemala: Producción minera, 1966-68, 400.
Cuadro III-l Guatemala: Uso de la tierra, 1964, 410.

Cuadro ni-2 Guatemala: Uso de la tierra, 1950, 411.

Cuadro III-3 Guatemala: Número de fincas, superficie y producción de


cultivos solos?, temporales o anuales, 1964, 412.
Cuadro III-4 Guatemala: Número de fincas, superficie y producción de
cultivos asociados o intercalados, temporales o anuales,
1964, 412.
Cuadro III-5 Guatemala: Número de fincas y superficie destinada a
hortalizas, 1964, 413.
Cuadro III-6 Guatemala: Número de fincas, superficie y producción de
maíz y frijol (como cultivos solos), por departamentos,
1964, 414.
Cuadro III-7 Guatemala: Número de fincas, superficie y producción de
arroz y trigo, (como cultivos solos), por departamentos,
1964, 415.
Cuadro III-8 Guatemala: Número de fincas, superficie y producción
de algodón en rama y de tabaco en rama, por departa-
mentos, 1964, 416.
Cuadro III-9 Guatemala: Número de fincas, superficie y producción
de cultivos permanentes y semipermanentes, por depar-
tamentos, 1964, 417.
ÍNDICE DE GRÁFICAS

Guatemala: pasos principales de los vientos alisios N. E., 37.

Esquema de las provincias fisiográficas de Guatemala, 63.

Esquema geológico simplificado de Guatemala, 65.


Clasificación de los suelos conforme usos agrícolas, 113.
Formaciones vegetales del mundo, 121.
Posición relativa de las regiones y fajas altitudinales nombradas en el
bosquejo de formaciones, 123.
Zonas ecológicas de Guatemala, 143.
Pirámide de la población de Guatemala, 215.
Curva de la distribución de edades por grupos quinquenales, 217.
Localización de plantas eléctricas del INDE y municipales con man-
tenimiento del INDE en mayo de 1968, 375.

GRÁFICAS DE LOS ANEXOS


Guatemala: Cuencas probables de petróleo, 389.
Guatemala: Solicitudes y derechos de exploración petrolera, 393.
Gráfica II-l Área seleccionada I, 401.
Gráfica II-2 Área seleccionada II, 403.
Mapa de solicitudes y concesiones de exploración minera, julio 1968, 405.
PRÓLOGO
El Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la
Universidad de San Carlos siente viva satisfacción al presentar
esta obra de Geografía Económica de Guatemala, cuyo principal
objeto es dar a conocer los recursos de nuestro país, su aprove-
chamiento actual y las posibilidades existentes para sustentar en
ellos el desarrollo económico nacional. Se trata de una obra
científica destinada a exponer la coordinación espacial de las
fuerzas productivas nacionales, a fin de tener una idea no sólo
del nivel de desarrollo económico alcanzado hasta la fecha, sino
de la potencialidad en que descansa el futuro de dicho desarrolla.
El Instituto cumple asi con uno de los puntos de su progra^
ma de actividades, orientado a contribuir a un mejor conoci-
miento de la realidad guatemalteca y de los problemas nacionales
de mayor importancia, Al mismo tiempo alcanza otro de los
objetivos para los cuales fue creado, que es colaborar en las
labores docentes de la Facultad de Ciencias Económicas, ya que
esta obra está llamada a ser una fuente de consulta de gran uti-
lidad para estudiantes y profesionales.
La preparación de la obra corresponde con exclu^vidad al
colaborador y amigo Alfredo Guerra Borges, quien tuva Ui ini-
ciativa de pt^eparar las primeras nota^, las cítales fueron presen-
tadas posteriormente al Instituto, que leus acogió con entusiasmo
y prestó toda su colaboración para que el trabajo pudiera lle-
varse oi cabo.
Es de justicia reconocer, por consiguiente, qu^ si no hubiera
sido por el interés del acucioso investigador Guerra Borges, la
obra difícilmente podría haberse realizado.
Para prestar su colaboración, el Instituto no sólo tomó
en cuenta la importancia del tema sino, fundamentalmente, la
II PRÓLOGO

prepmfición del autor, Tcmto wna cosa como la otra son mía
garantía para manifestar que la obra no es prodíicto de una sim-
ple posición ocasional, sino resultado de máximos esfuerzos, de^
sarroUddos muchas veces con privaciones y molestias.
El libro está dividido en dos partes: el primer volumen,
que ahora ve la luz pública, está consagrado al estudio de los
recursos de que dispone &ioatemala: los recursos qus encierra
el subsuelo, los recursos pesqueros y los hidroenerg éticos; los
bosques, la tierra que tiene o puede tener usos agropecvxirios, etc.
El Capitulo dedicado a la población muestra un gran interés
en dar a conocer las características principales del más valioso
de los recursos del país. Un segundo volumen, cuya edición
se ha iniciado y podrá coronarse en plazo no lejano, se consagra-
rá a la irrigación, la agricultura, la industria, los puertos, el
transporte, etc., dando a conocer el nivel en que se encuentrcín
tales sectores de la economía nacional; la estructura de su acti-
vidxid manufacturera, las características de los distintos cultivas,
sus rendimientos y posibilidades de expansión, el nivel tecnoló-
gico alcanzado, etc.
El Instituto estima de gran utilidad este libro, no sólo para
los estudiantes y profesionxiles de las ciencias económicas, sino
también para estudiantes y profesionales de otras ramas del
saber humano, así como de instituciones y centros nacionales y
del extranjero. No tememos ser exagerados al señalarlo, pues
ha sido propósito común del Instituto y del autor que la obra
llegara a contener no sólo aquello que es indispensable que co-
nozca el sector estudiantil, sino much& más que eso, a fin de que
pudiera ser una obra de consulta para propósitos científicos
muy diversos. Hasta la fecha no se hu contado con una obra de
esta naturaleza.
Por todo lo anterior, se encontrará que este libro trata con
cierta extensión los distintos motivos de la investigación realiza^-
da; ofrece en todos los casos en que fue posible o necesario ha-
cerlo, información bastante especializada;
y siempi^e que se
considera conveniente no se limita a dar nna simple descripción
d& los recursos y de las actividades económicas, sino entra a ex-
poner aspectos de los mismos que es necesario conocer en forma
viva y dinámica, como relación del hombre y la naturaleza.
No fue tarea fácil llevar a cabo el proyecto que el Instituto
confió a Guerra Borges, pues los materiales existentes para rea-
lizar la investigación se encuentran muy
dispersos, a veces no
son bien conocidos por las propias instituciones o dependencias
PRÓLOGO m
a que se acudió para obtenerlos; en ocasiones dichos mate-
las
rindes se ocitpan enforma reiterada solamente de ciertos afec-
tos, y en no pocos casos su consulta resulta casi inaccesible,
debido a la perjudicial difuMón de la práctica injustificada de
darle carácter "confidemciaV* a muchos estudios que están lejos
de tener tal naturaleza. Habiixt que agrega/r el obstáculo que
constituye, tanto para el investigador como pa/ra el estudiante
y el profesional, la costumbre generalizada de hacer ediciones
tan restrigidas de los distintos materiales económicos, que al
poco tiempo de ver la luz resulta casi im/posible encontrarlos.
Quizás sea esta la oportunidad de llama/r una vez más la
atención sobre Uis limitaciones con que tropieza la investiga/yián
científica en nuestro país. Es bien sabido que son rrmy limitados
los recursos que se destinan para realizarla. Y son aun más
limitados si se considera la complejidad de los problerruis que el
país está urgido en conocer y si se tiene eyi cuenta el lugoA* desta^
cado que ocupa la investigación científica en otros países. En
el caso de América Latina, y de Guatemala en particular, se ha
visto en los últimos años que numerosos investigadores de uni-
versidades extranjeras las recorren de un extremo a otro, en
WAichos ca^os con el loable propósito de cmiocer m^jor la reali-
dad IxitinoameHcana. Sin embargo, tal hecho no hace sino subra^
ya/r la ausencia de una participación más activa y diversa de los
investigadores gu/itemaltecos y latinoamericanos, de quienes se
está esperando una aportación más significativa para dar bases
científicas a las políticas económicas que necesitan nuestros
países con premura, a riesgo de una agravación de sus problemas
y de sus conflictos.
En el caso de Guatemala, si no se rectifica esa actitud
negligente hacia la investiga/don científica, seguiremos sin cono^
cemos a nosotros mismos; y seguiremos procediendo por tan-
teos y aproximaciones intuitivas, lo qu£ a menudo ha/^e imjpe^
riosa la rectifica/íión de planes y medidas al poco tiempo de
haberse emqyrendido su ejecución.
El Instituto, cuya labor no consideramos perfecta sino per-
fectible, está deseoso de conocer las opiniones y sugerencias de
las personas qu£ lean o consulten sus realizacion£s. En el pre-
sente casa las solicitamos expresamente, cumpliendo con un deseo
del propio autor, a fin de que en el futuro pweda, seguirse me-
jorando una obra cuya necesidad no es el caso volver a men-
cionar.
Nos resta únicamente agradecer su colaboraron a las per»
sonas e instituciones qu^e contribuyeron en una forma u otra a
17- PRÓLOGO

la preparación del presente libró, y asÍ7nismo dejar constancia


de nuestra p^^afundd satisfa<ici6n al ver cumplido uno de los
anhelos de todo investigador cual es qw su obra vea la luz
y

pública, hecho que, indudablemente, será un estimulo para el


OAitor y amigo Guerra Borges, a quien ns tenanos inenx)s qwe
felicitarlo por la realización de su obra.
Creemos qu£ la publicación de este primer volumen habrá
de complacer a sus lectores como a nosotros mismos.

Julio Alfonso Figueroa


Director del Instituto de Investigaciones
Económicas y Sociales
CAPÍTULO I

ELEMENTOS DE GEOGRAFÍA DESCRIPTIVA


DE GUATEMALA

I
I
'J . jCapitulo I

elementos de geografía descriptiva de guatemalai

1. Situación, límites y extensión territorial

La República de Guatemala es la más septentrional de las


na<;iones de Centroamérica. Se halla situada entre los 13 gra-
dos 45 minutos y los 17 grados 12 minutos de latitud norte; y
los 88 grados y 13 minutos y los 92 grados y 13 minutos de lon-
gitud oeste. Se encuentra entre El Salvador, Honduras y Mé-
xico.
La
extensión territorial de Guatemala es de 108 889 kiló-
metros cuadrados. Además, se considera territorio guatemalteco
el territorio de Belice, que tiene una extensión de 22 900 kiló-
metros cuadrados. Belice ha sido objeto de un prolongado liti-
gio con Gran Bretaña, que ha detentado el territorio ilegalmente.
La región beliceña se encuentra sobre el Mar de las Antillas,
intermedia por su constitución entre las tierras altas del Nor-
Este de Guatemala y las bajas y meridionales de la Península
de Yucatán. Se halla entre los 15° 34" y los 18° 29' de latitud
norte, y entre los 87° 20' y 89° 15' de longitud Oeste del meri-
diano de Greenwich, incluyendo sus islas y cayos.
El área terrestre de la República de Guatemala cubre una
extensión de 106 390 kilómetros cuadrados, equivalentes a

1 Con de que los datos que ofrecemos en esta parte tengan la mayor va-
el fin
lidez, .utilizamos como fuente principal
el Diccionario Geográfico de Guatemala de la
antigua Dirección General de Cartografía, hoy día Instituto Geográfico Nacional.
20 ALFREDO GUERRA BORGES

10 639 000 hectáreas. El área correspondiente a ríos y lagos es


de 2 500 kilómetros cuadrados, equivalente a 250 060 hectáreas.
Por su extensión territorial, Guatemala ocupa el tercer
lugar en Centroamérica. Las extensiones de los demás países
centroamericanos son las siguientes: El Salvador, 20 877 kiló-
metros cuadrados; Honduras, 112 088 kilómetros cuadrados;
Nicaragua, 148 000 kilómetros cuadrados; y Costa Rica, 51011
kilómetros cuadrados.^

2. Orografía

2.1. Montañas

Al entrar a Guatemala, la Cordillera de los Andes se divide


en dos ramales: la Sierra Madre y los Cuchumatanes. Comen-
zaremos nuestra descripción por estos últimos.

Sierra de los Cuchumatanes

A juicio del Cuchumatanes forman


Doctor Karl Sapper, los
una sola cordillera con el sistema de montañas de la Verapaz.
En tal caso, la cordillera correría desde la frontera mexicana
hasta el Océano Atlántico, pasando por los departamentos de
Huehuetenango, Quiche, Alta Verapaz e Izabal. La cordillera
estaría interrumpida solamente en una parte por el valle del
río Chixoy o Negro, quedando el sistema dividido en dos grupos
los Cuchumatanes al Oeste y las montañas de la Verapaz al Este.
Los Cuchumatanes se diferencian de las elevaciones calcá-
reas del vecino México y de la Verapaz, por su gran densidad de
valles, su relieve y el aparecimiento de formaciones que asemejan
planicies.
La Cordillera de los Cuchumatanes forma un núcleo aislado
por su formación geológica. Diversos geólogos Manó, el doc- —
tor Sapper, el doctor Franz Termer, etc. han estudiado esta —
región y han clasificado los mantos de la costra terrestre que
forma la alta cumbre de los Cuchumatanes como paleozoicas y
mesozoicas, basándose en la estratigrafía, el aspecto físico y la
composición química, así como en los restos de los fósiles de
animales y plantas que contienen algunas capas. La existencia

2. Dirección General de Estadfstiea, Censí) de Población de 196i, (Guatemala:


1066). p. 11.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 21

de los fósiles encontrados en las cumbres de los Cuchumatanes,


demuestran que en alguna época toda la región estuvo bajo
el mar.
Los Cuchumatanes tienen su asiento principal en los depar-
tamentos de Huehuetenango y Quiche. Son el macizo montañoso
más alto de Centroamérica (unos 3 000 mts. SNM). Sobre las
planicies se levanta lo que Sapper llama una cordillera super-
puesta, que son serranías entre las que destaca la de Xémal, con
una altura probable de 3 800 mts. SNM, en Huehuetenango.
Etimología en mam y en quiche tiene la voz Cuchumata-
:

nes la misma significación Congregación o r&unión por la fiterza.


:

Viene de la raíz Ciichu reunión o Congregación y matan modo


: ;
:

adverbial que expresa por la fuerza, "como si las montañas hu-


bieran sido reunidas por una fuerza superior''.^

Sierra Madre
Entrando por Niquihuil,al Oeste del departamento de San
Marcos, Sistema de la Sierra Madre atraviesa el territorio
el
nacional de Occidente a Oriente, a distancias que oscilan entre
80 y 100 kilómetros del Océano Pacífico. Abandona el territorio
guatemalteco por el departamento de Chiquimula, pasando a
la República de Honduras por el Cerro Oscuro. A medida que
se dirige hacia el Este, la cordillera pierde altura.
La Sierra Madre atraviesa los departamentos de San Mar-
cos, Quezaltenango, Totonicapán, Solóla, Chimaltenango, Saca-
tepéquez, Guatemala, Santa Rosa, Jalapa y Chiquimula. Marca
la división de las aguas territoriales. En ella está localizada la
meseta central o Altiplano, localizándose allí varios valles unifor-
mes y de pendiente moderada que son aptos para la agricultura.
No obstante lo que decimos, gran parte de la Sierra Madre no
puede ser utilizada para fines agrícolas debido a su relieve muy
irregular. En la parte central de la Sierra Madre, que es muy
plana, se encuentran las ciudades de Guatemala, Chimaltenango,
Antigua Guatemala, Solóla y Santa Cruz del Quiche.
A lo largo de la Sierra Madre es posible encontrar muy
distintos climas y zonas ecológicas, razón por la cual las regiones
aprovechables por su vocación agropecuaria son también de
condiciones muy diferentes, dando lugar a distintos cultivos.
Es fácil advertir, por ejemplo, las grandes diferencias climá-

3 Diccionario Geosrráfico de Guatemala, Tomo I, p. 112.


22 ALFREDO GUERRA BORGES

ticas — por ende, los cultivos


y, — entre dos valles que se en-
cuentran en la misma Sierra Madre: el de Quezaltenango, en el

Occidente, y el de Asunción Mita, en el sur-oriente.


Del sistema de la Sierra Madre se desprenden otros siste-
mas secundarios:
Uno de éstos se constituye en el departamento de Totonica-
pán, a la altura de Los Encuentros. Habremos de referirnos
en seguida a este sistema.
Otro ramal arranca al Nor-Oeste de Esquipulas, departa-
mento de Chiquimula, con el nombre de montañas de Copan. Se
desarrolla al Este de Chiquimula e Izabal con el nombre de Sie-
Tra del Merendón, Termina en el golfo de Honduras entre la
bahía de Omoa y el río Chamelecón, que corre en territorio hon-
dureno. En esta parte recibe el nombre de montañas de Omoa.
Este ramal de la Sierra Madre sirve de límite entre Gua-
temala y Honduras y alcanza una elevación aproximada de 2 500
mts. SNM.
Finalmente, hay otro ramal de la Sierra Madre que se des-
prende de ésta en el departamento de Santa Rosa y entra a la
República de El Salvador.

Sierra de Chuacús

Se desprende de la Sierra Madre en Los Encuentros, como


queda dicho arriba. Atraviesa el sur del departamento de Qui-
che, Baja Verapaz, El Progreso, Zacapa e Izabal, donde ter-
mina. Recibe distintos nombres, tales como montañas de Chua-
:

cús, en Baja Verapaz; Sierra de las Minas, en el Progreso y


Zacapa y montañas del Mico y de la Estrella, en Izabal. El
;

sistema tiene unos 300 kilómetros de longitud, y está separado


de la Sierra Madre por el valle del río Motagua.
Las máximas elevaciones, de unos 3 048 mts. SNM, se al-
canzan en la Sierra de las Minas.
El macizo montañoso de que nos ocupamos restringe el
^ área útil para fines agrícolas dentro de la región que cubre.
:;>
Más allá de los 2 134 mts. SNM se considera que no es económi-
^. -ca la producción de cultivos dentro de las fajas altitudinales que
corresponden a la Sierra de Chuacús. Solamente algunas espe-
cies forestales se han adaptado al relieve y las condiciones de las
partes de mayor altitud, y a los suelos que se encuentran en esta
Sierra.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 23

Este sistema tiene gran influencia sobre el clima de impor-


tantes regiones de Guatemala, sobre todo de las que están en el
sur-oriente del país. Ello obedece a que por su posición y altura
intercepta las masas gaseosas y los vientos provenientes del
Atlántico, dando lugar a fuerte precipitación pluvial en unas
zonas y a un clima árido o semiárido en otras, como se verá en
la Sección sobre Clima.

Sierra de Chama
Según el Instituto Geográfico Nacional y otras autorizadas
opiniones que citamos con anterioridad, la Sierra de Chama debe
considerarse una continuación de los Cuchumatanes. La descri-
bimos hasta ahora, pues por su importancia dista mucho de la
que tiene el segundo gran sistema orográfico de nuestro país:
la Sierra Madre. Se desarrolla al Oriente de los Cuchumatanes,
atravesando el departamento de Alta Verapaz, pasando al Norte
de Cobán, que es cabecera del indicado departamento', y luego
penetra en el departamento de Izabal, donde toma el nombre de
Sierra de Santa Cruz. Esta sierra se levanta al norte del lago
de Izabal y termina en Livingston. La Sierra de Chama está
limitada al Norte por el río Santa Isabel y al Sur por el río
Cahabón.
Cerca de Cahabón se desprenden de la Sierra de Chama
las Montañas Mayas, que entran en el departamento del Peten
en su extremo Sur-Este. Luego, penetran en Belice, donde S9 les
conoce con el nombre de Cokscomb. Longitud: unos 200 kiló-
metros. Altitud aproximada entre 500 y 1 000 mts. SNM. Las
:

Montañas Mayas separan los valles de los ríos Santa Isabel y


Sarstún.
En la Sierra de Chama son pocos los valles y áreas planas,
debido a lo cual la extensión que cubre sólo es posible aprovechar-
la en parte para cultivos mecanizados. Además, las condiciones
climáticas y la precipitación pluvial que prevalecen en el área, son
muy especiales, de modo que la clase de cultivo y prácticas de
producción deben ser allí diferentes de las que son indicadas
para otras regiones. Alcanzando este ramal una elevación má-
xima de unos 2 438 mts. SNM, se considera que son aprovecha-
bles con fines agrícolas las áreas comprendidas de los 1 524
mts. SNM hacia las zonas más bajas.
El área que cubren los distintos sistemas orográficos de
Guatemala puede apreciarse en el Cuadro siguiente:
'^ ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadxo 1

ÁREA EN PROYECCIÓN VERTICAL DE LOS MACIZOS


MONTAJÑOSOS QUE INTEGRAN EL SISTEMA OROGRÁFICO
DE GUATEMALA
.
S U P E R F I C I E
SIERRA Km« Hectáreas %deáreatolal

Cuchumatanes 9 795.0 979 500 8.99


Chama 6 731.0 673 100 6.19
Chuacús, Tias Minas,
Montañas de S. Gil 9 555.0 955 500 8.77
SierraMadre 24 205.0 2 420 500 22.23
Merendón 2 625.0 262 500 2.41
Cokscomb 5 367.5 536 750 4.93

Intervalo 0' a 1 00(K 49 873,0 4 987 370 45.80


Macizo triangular de
Occidente 737.5 73 750 0.68

TOTALES 108 889.0 10 888 900 100.00

Tomado de COMPACO, Estudio agronómico de la República de Gua-


témala, (Guatemala: 1963), I, p. 32.

2.2. Volcanes

El territorio de Guatemala, al igual que toda Centroamérica


y parte de México, se encuentra comprendido en una zona de
gran sismicidad que forma parte de lo que se conoce con el
nombre de "círculo de fuego del Pacífico". Los fenómenos tec-
tónicos dieron origen a la agrupación de los volcanes en filas
más o menos visibles claramente. Lo mismo ocurre en Guate-
mala que en los otros países centroamericanos. En toda la época
podemos abarcar, la mayoría de
histórica que los volcanes de
Guatemala han permanecido inactivos.
Hay 33 volcanes en Guatemala, todos los cuales se encuen-
tran alineados sobre la cordillera que corre paralela al Pacífico.
t Algunos geólogos, como el doctor Sapper, enumeran una mayor
cantidad de volcanes, pero la mayor parte de científicos con-
cuerdan en la cifra indicada. Tales volcanes son los siguien-
tes: Tacana, Tajumulco, San Antonio, Lacandón, Cerro Que-
mado, Zunil, Santa María, San Pedro, Santo Tomás, Chicabal,
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 25

Atitlán, Cruz Quemada, Tolimán, Acatenango, Agua, Fuego,


Pacaya, Cerro Redondo, Tecuamburro, Jumaytepeque, Moyuta,
Amayo, Chingo, Culma, Ixtepeque, Suchitán, Alzatate, Tahual,
Jumay, Tobón, Monterrico, Ipala y Quezaltepeque. Describi-
remos únicamente aquellos volcanes de mayor importancia, con
elevaciones superiores a los 3 500 mts. SNM.

Tajumulco: Se encuentra en el departamento de San Mar-


cos, en la parte Sur-Occidental de la República, aproximada-
mente a unos 20 kilómetros de la frontera con México. Altura
4 220 metros. (Es la altura a que se encuentra la estación de
triangulación instalada en la cima por la Dirección General de
Cartografía, hoy Instituto Geográfico Nacional).
De las dos cúspides que tiene el volcán Tajumulco se consi-
dera que la oriental es la parte más alta de un antiguo cráter,
cuya sección oriental fue destruida. El volcán es una unidad
morfológica joven. Se asienta sobre el centro de una ruina vol-
cánica, disectada fuertemente por profundos barrancos radiales.

Tacalla: se encuentra también en el departamento de San


Marcos. En un tiempo se le conoció con el nombre de volcán
Soconusco. Conforme el Tratado de Límites del 27 de septiembre
de 1882, la línea divisoria con México pasa por el volcán Tacana.
Altura 4 092 SNM. La cúspide está formada por una cúpula
:

de lava. Al pie de ésta se extiende una pequeña planicie que se


encuentra bordeada por una cresta semicircular. A las alturas
de 3 870 y 3 800 metros se encuentran, en la falda Sur-Este,
otras dos planicies o atrios. En cada una de esas crestas hay un
cráter más joven.
En la falda Sur-Oeste, a unos 190 metros bajo la cima, hay
un cráter adventicio elíptico. El volcán se asienta en un macizo
de granito.
Santa María: este volcán, con su cúpula de lava y su cráter,
se encuentra en el departamento de Quezaltenango, en la parte
Sur-Occidental de Guatemala. Altura: 3 772 metros SNM. (Es
la altura a que se encuentra la estación de triangulación del Ins-
tituto Geográfico Nacional). Con el nombre de Excamü o Gag-
xanul es mencionado este volcán en los títulos de la casa Ixquín
Nehaib, Señora del Territorio de Otzoyá (que data del siglo XVI)
y en los Anales de los Cackchiqueles. La traducción castellana
de esos nombres sería volcán o cerro desnudo.
:

El volcán Santa María tenía forma de cono ideal hasta que


tuvo lugar la erupción del 24 al 25 de octubre de 1902 y la pos-

Propiedad de la Bibihteca
ünlversidaa Francisco íviaíroquto
26 ALFREDO GUERRA BORGES

terior formación del cráter Santiaguito el 29 de julio de 1922.


La cúspide es puntiaguda. No tiene vestigios de un cráter. El
pie Norte del volcán descansa contra un macizo volcánico de
mayor edad, al que pertenece el volcán del Valle, de unos 3 000
metros SNM. Hacia el Sur, los depósitos del Santa María se
extienden hasta las planicies de la costa.

Atitlán: fue conocido también con los nombres de volcán


de Zapotitlán o Suchiltepéquez. La estación de triangulación
del LG.N. está a 3 536 mts. SNM. El cono es bello y regular.
En la falda Norte el límite de la selva llega casi hasta la cima,
en tanto que la falda Sur, desde unos 2 500 metros SNM hacia
arriba, carece de vegetación. La cúspide tiene un cráter de unos
250 mts. de diámetro y unos 50 mts. de profundidad. El cráter
está rodeado de hendiduras y grietas concéntricas, de las cuales
emanan débiles fumar olas. En una pequeña planicie en la parte
Nor-Este de la cima se localiza otro cráter de igual tamaño.
El volcán Atitlán, en el sentido estructural, tiene relación
muy estrecha con el origen del lago del mismo nombre, que es
una depresión formada por hundimientos tectónicos. De los
tres volcanes que rodean el lago de Atitlán, es el de este nombre
el único que ha tenido actividad varias veces desde los tiempos
de la Conquista española. Los documentos indígenas dan cuenta
de una erupción del volcán en 1469, o sea, antes del arribo de
los españoles. La última erupción tuvo lugar el 3 de junio de
1853. El nombre indígena original del volcán era Chiá, que sig-
nifica "junto al agua". Su nombre actual procede de voces
mexicanas y significa "lugar entre mucha agua".
El religioso dominico Fray Diego de Ocaña escribía en
1662 lo siguiente al referirse al volcán y el lago de Atitlán

«Toma este nombre de


Atitlán, de un pueblo grande llamado
así que está en su que aunque hay otros que la cercan,
ribera,
éste le dio nombre por ser no sólo el mayor de su contorno en la
antigüedad, sino cabeza del principado absoluto y de nación vale-
rosa, llamada Zutujil, que en la lengua materna quiere decir
flor de las naciones, porque Zutug quiere decir flor de la ma-
zorca de maíz y como ésta descuella tanto y sobrepuja a la caña
y a la mazorca, quisieron honrarse con este blasón diciendo con
pocas letras que excedían a los quichés y cackchiqueles sus
hermanos».

Acatenango: se encuentra este volcán entre los departa-


mentos de Chimaltenango y Sacatepéquez. Tiene dos picos: el
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 27

pico Sur, llamado también Pico Mayor o Pico Central, es la


cima principal. El pico Norte tiene los nombres de Yepocapa,
Tres Hermanas y Tres Marías. La estación de triangulación
del I.G.N. está instalada a los 3 975 mts. SNM. Debido a la
actividad del volcán en 1924-1927 la forma del cráter del Pico
Mayor ha sufrido algunos cambios.
Agua: está situado este volcán entre los departamentos
de Escuintla, Sacatepéquez y Guatemala. Su altura es 3 76G
metros SNM. El cono de este volcán tiene gran simetría y
por ello gran belleza. Hasta la cúspide se encuentra recubierto
de vegetación. En la pendiente Nor-Oeste, en la región del pia
y en el tercio inferior de su altura relativa, se localizan 6 pe-
queños cráteres, como a unos 4 kms. de Ciudad Vieja. El volcán-
no ha estado activo en ningún período registrado por la historia..
La noche del 10 al 11 de septiembre de 1541 bajaron por
las faldas del volcán corrientes de lodo que, junto a un terre-
moto, destruyeron la segunda capital de Guatemala. Aún es
materia de discusión el origen de dichas corrientes.
Fuego: su localización está entre los departamentos de
Chimaltenango y Sacatepéquez. Altura: 3 763 mts. SNM. Esta
densamente cubierto de vegetación en su parte inferior; sin.
embargo, la pendiente a mayor altura, que es de unos 3 000 mts.^
está desnuda. El zócalo inferior y el cono superior están fuer-
temente atacados por la erosión. En la pendiente Oeste se en-
cuentran corrientes de lava cubiertas por escorias recientes.
Cuando llegó a Guatemala Don Pedro de Alyarado, al frente de
las fuerzas españolas de conquista, el volcán de Fuego estaba
en erupción, y desde entonces, con breves intervalos, ha mante-
nido una actividad constante. Por ello la etimología Cackclii-
quel, Chicag, <iue significa "donde está el fuego", está más que
justificada.

3. Hidrografía
El sistema orográfico de Guatemala determina en forma
bien definida dos regiones hidrográficas: la de los ríos que de-
sembocan en el Océano Pacífico y la de los que vierten sus aguas
en el Océano Atlántico. Esta última se divide a su vez en otras
dos la región hidrográfica del Golfo de México y la del Golfo
:

de Honduras.
En el mapa sobre Vertientes Hidrográficas preparado por
el ex-Departamento de Recursos Hidráulicos del Ministerio de
2S ALFREDO GUERRA BORGES

Agricultura, aparecen clasificadas tres vertientes. Tal clasifi-


cación, que no se encuentra en discrepancia con la que indica-
mos arriba, es la más conocida y utilizada en diversos textos y
obras. Sus características son las siguientes:

Vertiente del Pacífico: tiene un área de 25 044 kilómetros


cuadrados. Se extiende en una faja casi paralela al litoral del
Pacífico, que se inicia en el vértice de Niquihuil, en la frontera
con México, y alcanza las cercanías del vértice fronterizo de
Guatemala-El Salvador-Honduras. Los ríos que desembocan
en el Pacífico tienen una extensión poco considerable. Corren
por suelos muy accidentados formando saltos de agua que se
pueden aprovechar para la generación de energía eléctrica. Los
ríos que desaguan en el Atlántico son más tranquilos, sobre todo
en su parte final, lo que hace posible la navegación en embarca-
ciones de distinto calado. En la actualidad solamente embarca-
ciones de pequeño calado.

Vertiente dsl Golfo de México: tiene un área total de 50 089


kilómetros cuadrados. Se extiende desde el límite de la Ver-
tiente del Pacífico hasta el altiplano del departamento de Toto-
nicapán; sigue las montañas que separan la cuenca del río Mo-
tagua — que desagua en el Atlántica — ;continúa por las monta-
ñas que forman el inicio de la cuenca del río Polochic— que lleva
sus aguas al lago de Izabal—-, y también del río Cahabón, que
es afluente del Polochic; continúa por los linderos de la Sierra
de Chama o Santa Cruz, y luego separa una parte del departa-
mento del Peten y él territorio de Belice.
Vertiente del Golfo de Honduras: tiene un área total de
33 756 kilómetros cuadrados. Incluye esta extensión los 22 900
kilómetros cuadrados de Belice. Esta vertiente está formada
por las cuencas de los ríos que desembocan en las costas de Be-
lice, o sea, en el Mar Caribe; la cuenca del río Sarstún, que en

parte de su curso sirve de límite con el territorio de Belice; la


cuenca del río Polochic, el lago de Izabal, el río Dulce —que
desagua en el Caribe — y el río Motagua.

SI. R^8* ^
Damos en seguida la descripción de algunos ríos, tomando
en cuenta su particular importancia geográfica y su importancia
desde el punto de vista económico.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 29

-^ üsumacinta: De la cuenca hidrográfica del Golfo de México,


el ríoÜsumacinta es el más importante. Su longitud apro-
ximada es de 1 100 kilómetros. Es, por tanto, el más largo y
caudaloso de Centroamérica. Es, al mismo tiempo, el desagüe
de los ríos que forman el sistema fluvial más extenso de Gua-
temala.
La fuente más lejana del Üsumacinta la encontramos en el
río Púcal o uno de sus tributarios en el municipio de Malacatan-
cito, departamento de Huehuetenango, que da origen al río
Negro o Chixoj\ Este último, al confluir con el río La Pasión
y él río Salinas, forman el Üsumacinta.
Etimología Usumd-tsin-tla, que significa "donde abundan
:

los monos reverenciados". Son voces de origen mexicano. Tam-


bién podría traducirse por "río del Mono Sagrado".
El Üsumacinta sirve de límite en una buena parte de su
curso entre Guatemala y México. Ya en territorio mexicano
forma los rápidos de Tenosique y se divide en dos brazos: uno
desemboca en el Golfo de México, con el nombre de río de San
Pedro y San Pablo, y el otro brazo se subdivide a su vez en dos
más que desembocan en la laguna del Este o laguna de Térmi-
nos, tomando el nombre de río Pausada; y el otro conserva el
nombre de Üsumacinta y se une al tío Grijalva, desembocando
en Golfo de México.
el
El Üsumacinta es navegable en una extensión aproximada
de 530 kilómetros, después de los rápidos de Tenosique, hasta
la laguna de Términos o el Golfo de México. Pequeñas embar-
caciones pueden recorrerlo igualmente en la parte que baña suelo
guatemalteco.
Las márgenes del río Üsumacinta son consideradas la cuna
de la civilización maya-quiché, así como del maíz. Aun se con-
servan en dichas márgenes sitios arqueológicos que dan testi-
monio de aquella civilización precolombina. Grandes canoas
cargadas de maíz, cacao y otros productos recorrían en aquellos
legendarios días las aguas del Üsumacinta, que servía de vía
de comunicación entre distintos centros de población maya.
Chixoy o río Negro: De los afluentes que forman el Üsu-
macinta es el más caudaloso. Con el nombre de río Negro nace
cerca de Santa Ana Malacatán (departamento de Huehuete-
nango, municipio de Malacatancito) En el indicado municipio
.

recibe las aguas de numerosos tributarios. En la primera parte


de su curso tiene localmente varios nombres río de Púcal, de San
:

Ramón y Serchil. A partir de su ingreso al departamento de


30 ALFREDO GUERRA BORüES

Quiche, en un lugar de gran belleza, toma ya el nombre de río


Negro y no tiene variación hasta llegar a San Cristóbal Vera-
paz. Entre Sacapulas y Chama se le conoce con el nombre de
río Chixoy y de las Salinas, cuando recibe las aguas saladas del
riachuelo de los Nueve Cerros. Los indígenas de la Verapaz
dan el nombre de Quimaljá al río que venimos describiendo,
poco antes de su confluencia con el tío La Pasión. Los lacando-
nes le dan también el nombre de Xayab.

De La Pasión: como se indicó anteriormente, este río es


uno de los que foman el Usumacinta. Nace en la Sierra de
Chama, en el departamento de Alta Verapaz, cerca del poblado
Francisco Vela (antes Sebol). Luego se interaa en el departa-
mento del Peten, recibiendo las aguas de numerosos tributarios
entre los que destacan los ríos Santa Isabel o Cancuén, Macha-
quilá, Santa Amelia y San Juan. Su entrada a las planicies
peteneras hacen su curso tranquilo y profundo. Aproximada-
mente en unos 300 kilómetros es navegable por canoas, desde la
montería El Porvenir hasta su confluencia con el río Salínaií,
Chixoy o Negro.
Sarstún: este río sirve de límite entre Belice y el departa-
mento de Izabal, en una extensión aproximada de 112 kilóme-.
tros. Según el fraile Agustín Cano, que descubrió el río Sarstún
en 1685, los indígenas lo denominaban Zactum, que significa
"piedra blanca". No es exacto, por tanto, que el nombre del río
proceda de las voces inglesas Shark (tiburón) y Stone (piedra) :

Sarstoon, como lo escriben los ingleses. La barra del río ha


sido dragada por la empresa nacional de Fomento y Desarrollo.
Económico del Peten (FYDEP),^ a una profundidad media de
4.57 mts. (15 pies) y un ancho (}e 31 mts.

Dulce: este río desagua el lago de Izabal, llamado antigua-


mente Golfo Dulce. Es navegable desde su origen hasta su de-
sembocadura en la Bahía de Amatique. A poca distancia del
lago de Izabal se ensancha para formar el llamado Golfete, de
unos 62 kms.2 Luego, su curso sigue por un cañón formado en
la serrezuela del sur de Livingston. En su origen tiene un ancho
de 25 metros, en El Golfete 9 kilómetros, y en la desembocadura
1300 metros. Su profundidad llega hasta un máximo conocido
de 13 mts., pero en la desembocadura es de solamente 2 mts.
debido a la barra que en ella se ha formado. Su longitud apro-
ximada es 36 kilómetros. El río, y los parajes que recorre, son
de una extraordinaria belleza, lo que hace de esta región un
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 31

punto de gran interés turístico, que aun no se ha aprovechado


en forma adecuada.
Por este río entraban las embarcaciones españolas en época
de la Colonia, para descargar en las márgenes del lago de IzabaL
Para preservarse de las incursiones de los piratas se construyó
en dicha época el Castillo de San Felipe, en la parte donde el río
estrecha su cauce al nacer en el lago mencionado. El Castillo ha
sido reconstruido y se usa con fines turísticos.

Polodiic: este río constituye el principal desagüe del de-


partamento de Alta Verapaz. Está formado por las aguas que
bajan del cerro Xucaneb, en jurisdicción municipal de Tactic.
Desagua en el lago de Izabal, en jurisdicción del municipio de
El Estor (departamento de Izabal), dividiéndose en tres brazos
que reciben los nombres de Quinel, El Comercio y Bujajal. En-
tre la Tinta y Panzós es navegable todo el tiempo en pequeñas
embarcaciones. Desde Panzós hasta su desembocadura tiene
mayores facilidades para la navegación, sobre todo después de
recibir las aguas del río Cahabón, ya en jurisdicción del depar-
tamento de Izabal. En esta parte el río tiene una anchura de
40 metros y una profundidad de 4 metros. La longitud aproxi-
mada del río es de 240 kms., pero no se ha verificado hasta la
fecha este dato.
En la Quinta Carta-Relación de Hernán Cortés a Carlos V,
fechada en México el 3 de septiembre de 1526, es mencionado el
río Polochic cuando se describe el paso por Guatemala de
dicho
conquistador, con rumbo a Honduras. En dicha Carta-Relación
dice Cortés:

«dieron en Grande, y dijeron que aquel era el que salía a


el río
los golfos donde yo había dejado el bergantín y barcas y canoas,
y nombráronle por su nombre, que se llama Apolochic. .» (Eti-
.

mología Pocomchí, Polo: de palau, lago o mar; chic: ya es).

Cahabón: Nace en los pantanos de Patal, llega a Tactic


(departamento de Alta Verapaz) y cruza este municipio de Este
Tactic
a Oeste. Desemboca en el río Polochic. Su anchura de
á

departamental de Alta Verapaz) es de 5 mts. I


a Cobán (cabecera
profundidad 2 mts. De Lanquín hasta su desembocadura ^
y su
5-6 mts.
tiene una anchura de 35-40 mts. y una profundidad de

Motagua: también llamado río Grande desde sus orígenes


en el municipio de Chichicastenango (departamento de Quiche)
hasta el municipio de Usumatlán (departamento de Zacapa).
32 ALFREDO GUERRA BORGES

Es el ríomás meridional e importante de la Cuenca Hidrográ-


fica del Golfo de Honduras. El Motagua sirve de límite depar-
tamental entre Quiche y Chimaltenango y entre Baja Verapaz
y Guatemala, y recorre además los departamentos de El Pro-
greso, Zacapa e Izabal. En la parte final sirve de límite, en
un corto trayecto, entre Guatemala y Honduras. De sus 400
kms. de extensión, unos 200 kms. son navegables por lanchas
de poco calado (desde el municipio de Gualán, departamento de
Zacapa, hasta su desembocadura). Profundidad: 2 a 5 mts.
El río Hondo, que es uno de los afluentes del Motagua,
mueve la hidroeléctrica que abastece la ciudad de Zacapa.
El Motagua marca dos valles de características físicas di-
ferentes: el que puede denominarse Valle Alto, comprendido
desde sus orígenes hasta Gualán; y el Valle Bajo, desde Gualán
hasta la desembocadura. En el primero corre con fuerte corrien-
te por cañadas profundas, lo que impide utilizarlo para irriga-
ción. En el Valle Bajo la pendiente es suave y sus aguas corren
más lentamente. Puede utilizársele para irrigación.
Suchiate: es el primer río de la Cuenca del Pacífico, reco-
rriendo ésta de Occidente a Oriente. Lo mencionamos porque
«irve de límite internacional entre México y Guatemala, de con-
formidad con el Tratado de Límites firmado el 27 de septiembre
de 1882. Sus orígenes se encuentran en el municipio de Sibinal,
departamento de San Marcos.
Sámala: nace al reunirse las aguas de los ríos San José
y Chacap, en jurisdicción municipal de San Carlos Sija, depar-
tamento de Quezaltenango, recibiendo en ese punto les nombres
de Caquizá o Sámala. Su corriente es muy fuerte. Al llegar
a Zunil, municipio del departamento de Quezaltenango, forma
varias cascadas o saltos de agua de importancia. Es en este pun-
to donde se encuentra la hidroeléctrica de Santa María de Jesús.
Se proyecta aprovechar las aguas del Sámala para instalar
nuevas hidroeléctricas. Desemboca en el Pacífico después de
atravesar el departamento de Retalhuleu.

Michatoya: es el río que sirve de desagüe al lago de Ama-


titlán. Al llegar a San Pedro Mártir (en el municipio de Es-
cuintla, departamento de Escuintla) forma algunas cataratas,
la mayor de las cuales tiene casi 60 mts. de altura. Sus aguas
son utilizadas para la generación de energía eléctrica por medio
de plantas que eran de propiedad de la Empresa Eléctrica de
Guatemala, y que en fecha reciente se decidió comprar por parte
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 38

del Estado. Desemboca en el río María Linda en jurisdicción


municipal de Guanagazapa, departamento de Escuintla. Eti-
mología pipil, que según el historiador Fuentes y Guzmán signi-
fica "pescado que se va*'. De michin: pescado; toyán: vamos.
De los afluentes del río Michatoya es digno de mención el
río Marínala, pues sus aguas, juntamente con las de otras co-
rrientes, moverán la hidroeléctrica estatal de Jurún-Marinalá
(60 000 kv.). Según Fuentes y Guzmán, el río se conocía en el
siglo XVII con el nombre de Malinalat, que significa "agua
que se tuerce".

Los Esclavos: nace en las montañas que se encuentran en


jurisdicción municipal de Mataquescuintla, departamento de
Jalapa. En su inicio es conocido con el nombre de río Grande.
Tiene importancia económica pues sus aguas son utilizadas por
la hidroeléctrica del Estado "Los Esclavos", un poco abajo del
histórico puente construido en la época colonial, aproximada-
mente a 1 kilómetro al sur de Casillas, cabecera del municipio
del mismo nombre, departamento de Santa Rosa.
El puente de Los Esclavos es un hermoso puente de sillería
que ha resistido el embate de las aguas del río durante varios
siglos. Su construcción se inició el 17 de febrero de 1592, bajo
la dirección de los arquitectos Francisco Tirado y Diego Felipe.
En 1636 se decidió la terminación del puente, construyendo un
bastión en la mitad del mismo, haciéndole además las reparacio-
nes que ya eran necesarias, pues debido a la falta del bastión
el puente se había dañado. Una reciente reparación, compuesta
de concreto y rieles, no duró más de un invierno, mientras la
mezcla que une las piedras desde su origen sigue desafiando
hasta ahora la violencia de las aguas durante la época de lluvias.
El puente moderno de un solo arco, construido en años recien-
tes, fue bautizado con el nombre de Baltazar de Orena, en me-
moria del Procurador Síndico que en 1579 propuso la erección
del puente.

Paz: es el último río de la cuenca hidrográfica del Pa-


cífico. Lo mencionamos porque sirve de límite internacional
entre Guatemala y El Salvador, de conformidad con el Tratado
de Límites firmado el 9 de abril de 1838. Nace en el lugar llama-
do Joya Verde, municipio de Quezada, departamento de Jutiapa.
Sin que se haya podido comprobar, dícese que su extensión es de
100 kilómetros, sirviendo de límite internacional cerca de 45
kilómetros.
34 ALFREDO GUERRA BORGES

3.2. Lagos,
Izabal: es el lago de mayor extensión de Guatemala. Ex-
tensión: 589 Kms.2. Elevación: 0.88 mts. SNM. Lo circunda
al Sur la Sierra de las Minas, y al norte las Montañas de Santa
Cruz. En la bahía de Sequenel se encuentra el puerto de El
Estor. Ala entrada del lago se encuentra la antigua fortaleza
o Castillo de San Felipe, al que se hizo referencia cuando des-
cribimos el río Dulce. La fortaleza data de 1652, y se le llamó
San Felipe de Lara en honor del Oidor Antonio de Lara y Mon-
grovejo, que terminó la construcción y organizó una guarnición
de 100 hombres y 1000 indios flecheros. En 1686 la fortaleza
fue incendiada por el pirata Sharp, y tuvo que ser reconstruida.
La fortaleza fue usada, más que para defensa contra los piratas,
como prisión hasta pocos años antes de la Independencia, en que
se hallaba prácticamente derruido y abandonado.
El lago de Izabal es agitado a menudo por fuerte tormentas.
Tiene abundancia de peces, cocodrilos y lagartos, así como una
variada población de aves acuáticas. Se ha visto en el lago de
Izabal el manatí (Trichechus manatus) cuya especie va extin-
,

guiéndose por la caza desmedida de que ha sido objeto debido a


su carne excelente y su abundancia de grasa. El 14 de marzo de
1959 se prohibió la caza del manatí.
El Ferrocarril Verapaz (fue de propiedad alemana y ahora
lo es del Estado) tiene un servicio de pasajeros y carga de Li-
vingston a El Estor. De Livingston hay servicio también hasta
Puerto Barrios.
El embarcadero de El Estor tiene un malecón de 133 metros
de largo, cubierto de concreto con armadura de hierro. Se
cuenta también con campo de aterrizaje de 1 200 mts. de largo
por 50 mts. de ancho, con pista debidamente afirmada.
Atitlán: fue conocido en otros tiempos con el nombre de
Laguna de Panajachel. Extensión: 125.7 Kms.- (Es, por tan-
to, el segundo en extensión en la República). Se encuentra en el
departamento de Sololá,'a 1562 mts. SNM. Es un lago de ex-
traordinaria belleza, de aguas limpias, azuladas. En sus orillas
hsLy numerosas fuentes sulfurosas, utilizadas con fines medi-
cinales. Hay también manantiales de agua mineral.
El lago de Atitlán es agitado frecuentemente por fuertes
vientos que los indígenas llaman Xocomil, nombre que podría
traducirse por "furor de los demonios".
En una de las 18 islas que tiene el lago, construyeron sus
fortificaciones los indios zutujiles, a los que sólo pudo vencer
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 35

el conquistador Don P-edro de Alvarado después de enconados


combates. Al ser vencidos, los indígenas se arrojaron al lago,
según reza la leyenda.
La profundidad del lago tiene un punto máximo registrado
de 333 metros. Varios ríos desembocan en el lago, pero no se
le conoce desagüe, por lo que se presume que sus aguas escapan
en forma subterránea. El lago tiene gran importancia turística
y en otros diversos aspectos, pero su importancia económica
principal es que servirá para desarrollar los proyectos Atitlán I
y Atitlán II, que son los más ambiciosos proyectos hidroeléctri-
cos de Guatemala, y quizás de Centroamérica. Se haoe extensa
referencia a los mismos en el Capítulo correspondiente.
El ornitólogo doctor Ludlov^ Griscom descubrió en el lago
de Atitlán un ave nueva para la ciencia: el Zambullidor (Podi-
lympv^ gigas), que se encuentra solamente en este lugar. Como
estuviera en vías de extinción dicha especie única en el mundo,
el 23 de enero de 1959 se emitió un Acuerdo gubernativo prohi-
biendo terminantemente la caza de aves acuáticas en el Lago
de Atitlán, y dentro de ellas, en forma muy particular, la del
Zambullidor. Además, se vienen tomando otras medidas para
favorecer la reproducción y conservación de esta ave preciosa.

Guija: se encuentra este lago entre Guatemala y El Sal-


vador: % partes corresponden a este país, y V^i a Guatemala
(o sea, unos 14 kilómetros cuadrados de su superficie total, que
es de 44 Kms.^) . La parte guatemalteca se encuentra en el mu-
nicipio de Asunción Mita, departamento de Jutia^a. Elevación
aproximada: 426 mts. SNM. De acuerdo con las tradiciones
indígenas, el lago se habría formado como consecuencia de la
obstrucción de los ríos Angue y Ostúa debido a las erupciones
de los volcanes San Diego, El Tule, El Puente, El Desagüe y Ma-
zatepeque, que habrían destruido también la ciudad de Güiíat.
El historiador Fuentes y Guzmán, en su "Recordación Florida",
cuenta que los conquistadores españoles libraron luchas enco-
nadas con los indígenas de la tribu de Güijar en esta región.
Peten Itzá: se encuentra en el departamento de El Peten.
Extensión aproximada: 99 kilómetros cuadrados. En la isla
Flores se encuentra la cabecera departamental y municinal. Se
le conoció antiguamente con varios nombres Tayasal, Chaltuná,
:

Flores, San Andrés, Itzá de Peten y otros.

Amatitlán: se encuentra en el municipio del mismo nom-


bre, en eldepartamento de Guatemala. Extensión aproximada
36 ALFREDO GUERRA BORGES

15.2 kilómetros cuadrados. Elevación : 1 186 mts. SNM. En


documentos del siglo XVIII se le menciona como lago de Ates-
cate. Hacia el año 1550 el fraile Diego Martínez pobló el lago
con mojarras que fueron traídas en botijas del Océano Pacífico.
En 1783 el Protomádico del Reino de Guatemala, doctor José
Felipe Flores, una de las inteligencias preclaras de aquel enton-
ces, hizo traer a sus expensas diversas especies muy preciadas
de peces del río Zacapa para diversificar la población del lago.
Al presente es uno de los centros de descanso más concurridos
por los habitantes de la ciudad de Guatemala.
Ayarza: se encuentra entre los municipios de Casillas y
San Rafael Las Flores, en el departamento de Santa Rosa. Ex-
tensión aproximada: 14 kilómetros cuadrados. Elevación 1410
mts. SNM. Sus aguas son muy frías y transparentes. No recibe
ningún afluente y tampoco se le conoce desagüe visible. Se
supone que dé nacimiento al río Ostúa.

Ixpaco: esta laguna, de poca extensión, cabe mencionarla


porque en sus crillas se ha instalado una empresa que explota
el azufre que abunda en ellas. Localización municipio de Pueblo
:

Nuevo Viñas, departamento de Santa Rosa.

4. Clima
Debido a las diferencias de elevación sobre el nivel del mar
hay en Guatemala gran variedad de climas. Pueden distinguir-
se las siguientes zonas climáticas en que la temperatura del aire
constituye un factor característico:

Tierra caliente. Altitud: entre O y 600 mts. SNM. Pro-


medio de temperatura anual: entre 23° y 26°C.
Tie'}^a templada. Altitud: entre €00 y 1800 mts. SNM.
Se distinguen dos zonas:
Una zona baja entre los 600 y los 1 200 mts. SNM, con un
promedio de temperatura anual de 20 a 23°C;
Una zona alta comprendida entre los 1 200 y los 1 800 mts.
SNM, con una temperatura promedio anual que oscila entre 17
y 20°C.
Tierra fría. Altitud : más de 1 800 mts. SNM.
A menor altitud se registran temperaturas más altas, y vi-
ceversa, estimándose la variación en medio grado cada 100 me-
o

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M

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O
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O
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 39

tros, pero debe tenerse presente que en distintos lugares y, sobre


todo, en las regiones húmedas, hay variaciones de considera-
ción en la regla general que hemos señalado. En las menores
altitudes el promedio de la temperatura mensual es más unifor-
me. No obstante, se manifiestan claramente variaciones de
carácter continental, o sea, mayor diferencia entre las tempera-
turas diurna y nocturna y entre las temperaturas estacionales.
Las temperaturas más bajas se registran en el mes de enero,
baio la influencia de la penetración de masas de aire frío pro-
cedentes del norte. Tal penetración, que tiene lugar en la época
de la estación seca, ejerce influencia en las variaciones de
temperatura en el curso del ano. Descensos relativamente fuer-
tes en la temperatura, sobre todo en las montañas septentriona-
les de Guatemala, son provocadas por estos nortes, piero su in-
fluencia llega hasta el área del Pacífico. Las temperaturas
máximas, sobre todo en las regiones del Pacífico, se alcanzan
en el mes de abril, poco antes de iniciarse la temporada de lluvias.
A veces se registra un segundo máximo entre julio y septiembre.
Guatemala se encuentra bajo la influencia de los vientos
alisios

El alisio nordeste sopla durante casi todos los meses


1.

máximo en los meses de no-


del año, pero alcanza su desarrollo
viembre, diciembre y enero (que corresponden a la estación
seca).
2. El alisio sudeste desviado llega a la costa del Pacífico
como viento sudoeste. Sopla sobre todo en los meses de febrero,
marzo y abril, que corresponden también a la estación seca.

En lalucha entre los dos sistemas predomina, generalmente,


el alisio nordeste, que en tales casos alcanza el litoral como un
viento relativamente seco. Debe tenerse en cuenta que el alisio
nordeste no ejerce mucha influencia sobre el litoral donde las
montañas descienden relativamente abruptas hacia el Pacífico.
En los sitios en que hay depresiones que facilitan el paso del
viento, el alisio nordeste sopla con libertad durante la estación
seca por el litoral como un viento cálido seco.
Otros vientos que tienen importancia son los vientos serra-
nos y de valle y los vientos terrenales y marinos. Los primeros
pueden desarrollarse con bastante fuerza en los llanos secos
rodeados de montañas por todos lados. El efecto monzón del
Océano Pacífico, que alcanza cerca de 15 kilómetros tierra
adentro, tiene fuerza moderada.
40 ALFREDO GUERRA BORGES

La humedad relativa es bastante estable durante el aña


y refleja con claridad las estaciones seca y lluviosa. El mínimo
se produce en los meses de marzo y abril. Por la influe-ncia del
Océano Pacífico, la humedad relativa es más alta en la región
del litoral. Además, vientos locales y el contra-alisio traen
aire húmedo que ejerce influencia sobre el clima, haciéndole
menos extremo. La parte norte de Guatemala es muy húmeda,
de lo que es responsable, sobre todo, el alisio nordeste, el prin-
cipal conductor de lluvia en las pendientes norte y este de las
montañas de Guatemala. La segunda zona lluviosa, situada en
las pendientes sur de la cordillera a lo largo del Océano Pací-
fico, tiene como principal conductor de lluvia el alisio sudeste.
Por lo general, la precipitación pluvial es menor en el lito-
ral del Pacífico que en las pendientes hacia el Atlántico, debido
a la mayor fuerza del alisio nordeste. La región entre las dos
cordilleras principales, y sobre todo los valles de la región orien-
tal, forman una zona seca. Una parte del litoral del Pacífico
pertenece a la zona seca de Guatemala. El extremo sudeste es
el más seco. En las pendientes del norte y del sur tienen lugar
con frecuencia temporales de bastante duración, que provocan
anegamientos.

División Administrativa

La República de Guatemala tiene 22 departamentos. Si-


guiendo un orden alfabético vamos a dar de cada uno de ellos
los datos relativos a sus límites, extensión y otros de carácter
descriptivo, omitiendo aquellas informaciones que corresponde
tratar en otras partes, como el número de habitantes, composi-
ción étnica de la población, producción agropecuaria principal,
etc.

1. Departamento de Alta Verapaz


Limites: colinda al norte con México y el departamento del
Peten al Este con el de Izabal al Sur con los de Zacapa y Baja
; ;

Verapaz, y al Oeste con el de Quiche.

Extensión: aproximadamente 8,686 Kms.^

Cabecera: Cobán (1,317 mts. SNM).


El territorio del departamento de Alta Verapaz es muy que-
brado sobre todo en la parte norte. Sin embargo, la erosión no
ha hecho estragos reduciendo la fertilidad natural de los suelos.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 41

gracias a que en Alta Verapaz no se registran lluvias torrencia-


les,sino una lluvia constante que mantiene húmeda la tierra
pero sin quitarle sus materias orgánicas y otros elementos de
fertilidad. Es característico de este departamento la formación
de grandes embudos por sus numerosas montañas, cerros y hon-
donadas. Es muy común que dichos embudos no tengan salidas
naturales y terminen en "siguanes" (barrancos) que sirven de
resumidero de las aguas pluviales.
Por su configuración topográfica el departamento de Alta
Verapaz presenta climas diferentes, desde cálido a frío, y
puede acoger cultivos muy variados. Abundan ahí numerosas
variedades de orquídeas, y entre ellas la orquídea Monja Blanca
(Líjeoste Skinneri Alba), que ha sido declarada flor nacional
de Guatemala.
Es característico del departamento de Alta Verapaz la exis-
tencia de numerosos ríos subterráneos, que afloran algunas ve-
ces, atraviesan un valle y vuelven a desaparecer en la montaña.

Fecha de creación: Ver departamento de Baja Verapaz.


El departamento tiene 14 municipios:
1. Cahabón 8. San Juan Chamelco
2. Cobán 9. San Pedro Carché
3. Chahal 10. Santa Cruz Verapaz
4. Chisec 11. Senahú
5. Lanquín 12. Tactic
6. Panzós 13. Tamahú
7. San Cristóbal Verapaz 14. Tucurú

2. Departamento de Baja Verapaz


Limites: Colinda al norte con el departamento de Alta Ve-
rapaz al Este con el de El Progreso al Sur con los de Guatemala
; ;

y Chimaltenango y al Oeste con el del Quiche.


;

Extensión: aproximadamente 3,124 kms.-


Cabecera: Salamá (940 mts. SNM).
Fecha de aleación: 4 de mayo de 1877, fecha en que se emitió
el Decreto del Ejecutivo número 1^1, que dividió La Verapaz
en dos departamentos: Alta y Baja Verapaz.

Tiene 8 municipios:
1. Cubulco 3. Granados
2. El Chol 4. Purulhá
;

42 ALFREDO GUERRA BORGES

5. Rabinal 7. San Jerónimo


6. Salamá 8. San Miguel Chicaj

3. Departamento de Chimaltenango

Limites: Colinda al Norte con los departamentos de Quiche


y Baja Verapaz; al Este con el de Guatemala y Sacatepéquez
al Sur con los de Escuintla y Suchitepéquez y al Oeste con el
;

de Solóla.

Extensión: aproximadamente 1,979 kms.^

Cabecera: Chimaltenango (1,800 mts. SNM).


El territorio de este departamento tiene las particularida-
des que le da el hecho de encontrarse sobre la Sierra Madre: en
algunas partes es muy quebrado, y en otros puntos tiene llanuras
fértiles de bastante extensión. Debido a su configuración topío-
gráfica presenta muy diferentes climas.
La cabecera departamental fue una plaza militar fortifi-
cada, y parece que de ello deriva el significado de su nombre,
ya que Chimal es una voz mexicana que quiere decir escudo o
rodela. Chimaltenango vendría a significar "muralla de escu-
dos".

Fecha de creación: por Decreto de la Asamblea Constitu-


yente del Estado de Guatemala se erigió en departamento el 12
de septiembre de 1839.

Ti ene este departamento 16 municipios:

1. Acatenango 9. San Andrés Itzapa


2. Comalapa 10. San José Poaquil
3. Chimaltenango 11. San Martín Jilotepeque
4. El Tejar 12. Yepocapa
5. Parramos 13. Santa Apolonia
6. Patzicía 14. Santa Cruz Balanyá
7. Patzún 15. Tecpán Guatemala
8. Pochuta 16. Zaragoza

4. Departamento de Chiquimula
Limites: al Norte limita con el departamento de Zacapa; al
Este con la República de Honduras; al Sur con la República de
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 43

El Salvador y el departamento de Jutiapa, y al Oeste con los


de Zacapa y Jalapa.

Extensión: unes 2,376 kms>*

Cabecera: Chiquimula (424 mts. SNM).


El departamento de Chiquimula es sumamente montañoso.
Un brazo de la Siera Madre penetra en él, por San Luis Jilote-
peque (departamento de Jalapa) y llega más allá de la cabecera
departamental. Al Este del departamento se separa del mencio-
nado sistema la montaña conocida con el nombre de Sierra de
Merendón y otrcs nombres.
Fecha de creación: 4 de noviembre de 1825, por decreto de
la Asamblea Constituyente del Estado de Guatemala.
El departamento de Chiquimula tiene 11 municipios:
1. Camotán 7. Olopa
2. Concei)ción Las Minas 8. Quezaltepeque
3. Chiquimula 9. San Jacinto
4. Esquipulas 10. San Juan Ermita
5. Ipala u. San José La Arada
6. Jocotán

5. Departamento de El Progreso

Límites: Colinda al Norte con los departamentos de Baja


Verapaz y Alta Verapaz al Este con los de Zacapa y Jalapa al
; ;

Sur y al Oeste con el de Guatemala.


Extensión: aprox. 1,922 kms.^

Cabecera: El Progreso (517 mts. SNM).


Fecha de Creación: 13 de abril de 1908 por medio del De-
creto número 683. En 1920 se suprimió este departamento, vol-
viéndose a crearlo por medio de decreto legislativo 1965 del 3
de abril de 1934.

El departamento de El Progreso tiene 8 municipios:


1. El Jícaro 5. Sansare
2. El Progreso 6. San Agustín Acasaguastlán
3. Morazán 7. San Antonio La Paz
4. Sanarate 8. San Cristóbal Acasaguastlán
44 ALFREDO GUERRA BORGES

6. Departamento de Escuintla
Limites: al Norte se encuentran los departamentos de Chi-
maltenang-o, Sacatepéqiiez y Guatemala; al Este el de Santa
Rosa ; al Sur el Océano Pacífico, y al Oeste el departamento de
Suchitepéquez.

Extensión: aprox. 4,384 kms.^

Cabecera: Escuintla (347 mts. SNM).


El departamento de Escuintla se encuentra sobre la cor-
dillera eruptiva del país, loque imprime a su topografía gran
variedad. En las partes bajas el clima es seco y ardiente. En
las partes altas el clima es fresco.

El departamento tiene 12 municipios:


1. Escuintla 7. Palín
2. Guanagazapa 8. San José
3. Iztapa 9. San Vicente Pacaya
4. La Democracia 10. Santa Lucía Cotzumalguapa
5. La Gomera 11. Siquinalá
6. Masagua 12. Tiquisate

7. Departamento de Guatemala

Límites: al Norte el departamento de Baja Verapaz; al Este


los de El Progreso, Jalapa y Santa Rosa al Sur el de Escuintla,
;

y al Oeste los de Sacatepéquez y Chimaltenango.


Extensión: 2,126 kms.^

Cabecera: Guatemala (1,499 mts. SNM).


El departamento se encuentra sobre la Sierra Madre. Las
cumbres principales son las llamadas de Don Justo, las del Tular
en San José Pínula, las de San Juan Sacatepéquez y San Pedro
Sacatepéquez, las de Palencia y las montañas de Las Nubes que
alcanzan alturas mayores de 2,500 mts SNM.

Fecha de creación: 4 de noviembre de 1825, por Decreto


de laAsamblea Constituyente.
El departamento de Guatemala tiene 17 municipios:
1. Amatitlán 3. Chuarrancho
2. Chinautla 4. Fraijanes
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 45

5. Guatemala 12. San Pedro Ayampuc


6. Mixco 13. San Pedro Sacatepéquez
7. Falencia 14. San Raimundo
8. Petapa 15. Santa Catarina Pínula
9. San José del Golfo 16. Villa Canales
10. San José Pínula 17. Villa Nueva
11. San Juan Sacatepéquez

8. Departamento de Huehuetenango

Limites: al Norte colinda con México; al Este con Quiche;


al Sur con Totonicapán y San Marcos y al Oeste con México.
;

Extensión: aprox. 7,403 kms.^

Cabecera: Huehuetenango (1,902 mts. SNM).


En departamento se encuentran las cimas más altas
este
del país y de toda Centroamérica, como quedó indicado al des-
cribir el sistema de los Cuchumatanes. No pertenecen a este
sistema las montañas de Cuilco y los cerros secundarios al sur
de la sierra, de la que están separados por el valle del río Selegua.
La faja comprendida entre la cima de Las Calaveras y el declive
de la cuesta de La Ventosa sobre Todos Santos Cuchumatán,
ha gozado desde hace mucho tiempo de gran reputación por la
excepcional riqueza del humus que encierra. Se trata de una
tierra de notable fertilidad. En la parte correspondiente se
dará información sobre las muchas riquezas minerales que hay
en este departamento.
En acta de la sesión celebrada el 20 de septiembre de 1821
por el Ayuntamiento de la cabecera, consta que los pobladores
de Huehuetenango, aun cuando no habían recibido noticias de
la ciudad de Guatemala sobre la proclamación de la indepen-
dencia, resolvieron que Huehuetenango y sus anexos quedaban
libres e independientes de la dominación española y perma-
necían unidos a Guatemala siempre que ésta tomara el mismo
camino de la independencia. Es una página muy honrosa para
la historia del departamento.

Fecha de creación: la primera vez que figura Huehuetenan-


go con la categoría de departamento es en el Decreto del efímero
Gobierno de Los Altos del 2 de noviembre de 1839. No obstante,
en los años siguientes se denominó a Huehuetenango como de-
partamento y como distrito, indistintamente. El Presidente
46 ALFREDO GUERRA BORGES

de la República, mariscal don Vicente Cerna, emitió el 8 de mayo


de 1866 un decreto decidiendo que Huehuetenango y otros que
habían conservado la denominación de distrito, fueran consi-
derados departamentos en lo sucesivo.

El departamento de Huehuetenango tiene 31 municipios:


1. Aguacatán 17. San Juan Atitán
2. Barillas 18. San Juan Ixcoy
3. Colotenango 19. San Miguel Acatan
4. Concepción 20. San Pedro Necta
5. Cuilco 21. San Rafael La Independencia
6. Chiantla 22. San Rafael Petzal
7. Huehuetenango 23. San Sebastián Coatán
8. Ixtahuacán 24. San Mateo Ixtatán
9. Jacaltenango 25. San Sebastián Huehuetenango
10. La Libertad 26. Santa Ana Huista
11. La Democracia 27. Santa Bárbara
12, Malacatancito 28. Santa Eulalia
13. Nentón 29. Soloma
14. Santiago Chimaltenango 30. Tectitán
15. San Antonio Huista 31. Todos Santos Cuchumatán
16. San Gaspar Ixchil

9. Departamento de Izabal

Limites: al Norte el departamento del Peten y el territorio


de Belice, la Bahía de Amatique y el Golfo de Honduras en el
Mar de las Antillas; al Este con la República de Honduras; al
Sur con el departamento de Zacapa; y al Oeste con el de Alta
Verapaz.

Extensión: aprox. 9,038 kms.^

Cabecera: Puerto Barrios (0.67 mts. SNM).


El territorio de este departamento es muy variado y está
regado profusamente por ríos importantes y numerosos ríos se-
cundarios. A más del Motagua, Polochic, Sarstún y Río Dulce,
son dignos de mención los ríos Ciénaga, Amatillo, Oscuro, Zarco
y Lámpara. Se presume que Izabal es uno de los departamentos
que tiene mayores riquezas minerales y, posiblemente, mantos
petrolíferos.
Las mayores alturas se alcanzan en el Cerro San Gil (1,267
mts. SNM) y en las sierras de Grita y del Espíritu Santo, que
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 47

se elevan a 2,000 mts. SNM.


más de El departamento tiene
también planicies muy extensas, así como lugares bajos y pan-
tanosos muy malsanos. El clima es cálido. En este departa-
mento se encuentran las ruinas mayas de Quiriguá.
Fecha de creación: Acuerdo Gubernativo del 8 de mayo de
1866.

El departamento de Izabal tiene cinco municipios:


1. El Estor
2. Livingston
3. Los Amates
4. Morales
5. Puerto Barrios

10. Departamento de Jalapa

Límites: al Norte los departamentos de El Progi^eso y Za-


capa; al Este el de Chiauimula; al Sur los de Jutíapa y Santa
Rosa; y al Oeste el de Guatemala.
Exte'nsión: aprox. 2,063 kms.^

Cabecera: Jalapa (1,362 mts. SNM).


Es un departamento bastante montañoso. En la parte Sur
se encuentra un ramal de la Sierra Madre, que entra por Mata-
quescuintla. Tiene importantes valles, como los de Jalapa, Achio-
tes, Monjas, Estancia, Garay, Jutiapilla y Santo Domingo, de
incuestionable riqueza. Después de
los terremotos de Santa
Marta (1773), que destruyeron ciudad de Guatemala, se pensó
la
en la posibilidad de erigir la nueva capital en el valle de Jalapa,
pero la comisión designada para hacer la inspección, que estuvo
presidida por el oidor decano licenciado don Juan González Bus-
tillo, informó que había escasez de agua potable. En general,
en el departamento de Jalapa hay escasez de aguas corrientes.
Los proyectos de irrigación, entre los cuales está el de irrigación
de Monjas, darían bastante impulso a la agricultura y la gana-
dería en este departamento.
Etimología: De la voz mexicana Xalapan, que se origina de
Xaxalli: arena; y pan, que significa abundancia. Algunos opi-
nan que el nombre de este departamento proviene del hecho de
haber abundado en él, en otros tiempos, el árbol jalapa (Exogo-
nium officinale o Ipomoea purga).
:

48 ALFREDO GUERRA BORGES

Fecha de creación: por Decreto del 26 de noviembre de 1873.

El departamento de Jalapa tiene 7 municipios

1. Jalapa 5. San Luis Jilotepeque


2. Mataquescuintla 6. San Manuel Chaparrón
3. Monjas 7. San Pedro Pínula
4. San Carlos Alzatate

11. Departamento de Jutiapa

Liynites: Colinda al Norte con los departamentos de Jalapa


y Chiquimula; al Este con la República de El Salvador; al Sur
con el Océano Pacífico y al Oeste con el departamento de Santa
;

Rosa.

Extensión: aprox. 3,219 kms.^

Cabecera: Jutiapa (906 mts. SNM).


Las elevaciones montañosas se acercan aquí al Océano Pa^
cífico y declinan poco a poco. El valle de Jutiapa se encuentra
encerrado entre los picos volcánicos menos elevados de la cor-
dillera y el valle formado por el río Paz. El clima es templado
y bastante sano.
En este departamento se encuentran restos de antiguas
ciudades de popolucas, pipiles y xincas.
los indios

Etimología: de Jute y apan, que significa río. O sea, **en


el río de los jutes'*.

Fecha de creación: Acuerdo Gubernativo del 8 de mayo


de 1852.
El departamento de Jutiapa tiene 17 municipios:
1. Agua Blanca 10. Jutiapa
2. Asunción Mita 11. Moyuta
3. Atescatempa 12. Pasaco
4. Comapa 13. Quesada
5. Conguaco 14. San José Acatempa
6. El Adelanto 15. Santa Catarina Mita
7. El Progreso 16. Yupiltepeque
8. Jalpatagua 17. Zapotitlán
9. Jerez
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 4$

12. Departamento de Peten

Límites: Colinda al Norte con México; al Este con el terri-


torio de Belice; al Sur con los departamentos de Izabal y Alta
Verapaz y ; al Oeste con México.

Extensión: aprox. 35,854 kms.^

Cabecera: Flores (aprox. 127 mts. SNM).


Este departamento, el de mayor extensión territorial de
Guatemala, está cubierto en gran parte de bosques. Numerosos
ríos lo cruzan en todas direcciones. Se distinguen tres regio-
nes la baja, la media y la alta. La región baja comprende las
:

llanuras y los lagos. Los vientos que predominan son los lla-
mados vientos orientales o de verano, que soplan de marzo a
septiembre. En octubre los vientos cambian, predominando los
del Norte y el Oeste, helados y húmedos, conocidos generalmen-
te con el nombre de vientos del Norte.
La región media incluye pequeñas colinas en los valles de
los ríos San Pedro, Azul o río Hondo y San Juan.
La región alta se encuentra en la parte occidental del de-
partamento y en ella se localizan las Montañas Mayas, de que
nos ocupamos ya en la parte relativa a la orografía. En esta
parte hay mejores condiciones climatéricas para el desarrollo
de la ganadería y diversos cultivos. Esto es cierto sobre todo
para los municipios de Dolores y San Luis. Por lo que toca a
la ganadería, hay magníficas sabanas en varios municipios.
Aparte del ramal de la Sierra de Chama conocido como
Montañas Mayas, hay otros varios ramales, uno de los cuales
se extiende al Nor-Oeste a lo largo del río Usumacinta, con al-
turas aproximadas de unos 250 mts. SNM. En general, la oro-
grafía del Peten se reduce a cuatro ondulaciones de poca altura
con dirección Este-Oeste, originándose en las Montañas Mayas
y extendiéndose hasta el río Usumacinta. Las llanuras forman
casi todo el centro del departamento.

Fecha de creación: Acuerdo Gubernativo del 8 de mayo


de 1866.

El departamento de Peten tiene 11 municipios:


1. Dolores 4. Melchor de Meneos
2. Flores 5. San Andrés
3. La Libertad 6. San Benito
;

50 ALFREDO GUERRA BORGES

7. San Francisco 10. Santa Ana


8. San José H. Sayaxché
9. San Luis

13. Departamento de Quezaltenango


Al Norte tiene el departamento de Huehuetenango
Liyyiites:
al Este los departamentos de Totonicapán y Solóla; al Sur los
de Suchitepéquez y Retalhuleu y al Oeste el de San Marcos.
;

Cabecera: Quezaltenango (2,333 mts. SNM).


Gran parte del departamento está compuesto de rocas erup-
tivas antiguas y modernas. El clima es, por lo general, frío y
sano, pero hay zonas templadas en las partes de menor elevación.
La cabecera departamental es conocida también con el nombre
indígena de Xelajuj, que quiere decir "bajo el gobierno de los
diez", según lo indica Frentes y Guzmán en su Recordación
Florida, a finales del siglo XVIL Tal designación obedeció a
que el territorio estaba dividido en diez secciones o gobiernos
separados. Antes de la dominación quiche, dominaron los ma-
mes y entonces el nombre de la ciudad era Culajá, que significa
"garganta de agua".
Ya en su Carta-Relación a Hernán Cortés, de fecha 11 de
abril de 1524, habla Don Pedro de Alvarado de Quezaltenango,
cuyo significado etimológico vendría a ser "en la muralla del
Quetzal", por las voces mexicanas co: en; tendn: muralla; y la
voz significativa Quetzal (Pharo^nachrits Moccino de la Llave).

Fecha de aleación: Decreto de la Asamblea Constituyente


del 16 de septiembre de 1845.

Este departamento tiene 24 municipios:


1. Almolonga 13. Olintepeque
2. Cabricán 14. Ostuncalco
3. Cajolá 15. Palestina de I03 Altos
4. Cantel 16. Quezaltenango
5. Coatepeque 17. Salcajá
6. Colomba 18. San Carlos Sija
7. Concepción Chiquirichapa 19. San Francisco La Unión
8. El Palmar 20. San Martín Sacatepéquez
9. Flores Costa Cuca 21. San Mateo
10. Genova 22. San Miguel Sigüilá
n. Huitán 23. Sibilia
12. La Esperanza 24. Zunil
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 51

14. Departamento del Quiche


Límites: Colinda al Norte con México; al Este con los de-
partamentos de Alta Verapaz y Baja Verapaz; al Sur con los
de Chimaltenango y Solóla; y al Oeste con los de Totonicapán
y Huehuetenango.
Extensión: 8,378 kms.^
Cabecera: Santa Cruz del Quiche (2,021 mts. SNM).
Predomina en el departamento el clima frío y el templado,
aunque hay algunas zonas cálidas. Se registran altitudes hasta
de 3,000 mts. SNM en la cordillera que atraviesa el departamento
de Oeste a Este. Como se dijo en otra parte, esta cordillera es
parte de los Cuchumatanes. Es característica la gran densidad
de valles que se encuentran en estas montañas.
Este departamento es poco conocido y en algunas partes es
muy despoblado.
El nombre del departamento puede provenir del que dieron
los indios precolombinos a uno de los sitios que poblaron cuando
la población indígena no cabía ya en los límites del Monte Haca-
vitz. Dicho sitio, según las crónicas indígenas, fue el llamado
Chi-Qui-Ché, o simplemente Quix-Ché, de donde se originó la
voz con que se conoció después a todo este pueblo. Según el
padre Ximénez, la palabra quiche se compone de las voces qui:
muchos; che: árboles; o de Queche, Quechelau, que significa
el bosque.
Fecha de creación: 12 de agosto de 1872, por Decreto 72.

El departamento del Quiche tiene 18 municipios:


1. CaniUá 10. Sacapulas
2. Cunen 11. San Andrés Sajcabajá
3. Chajul 12. San Antonio Ilotenango
4. Chiche 13. San Bartolomé Jocotenango
5. Chichicastenango 14. San Juan Cotzal
6. Chinique 15. San Pedro Jocopilas
7. Joyabaj 16. Santa Cruz del Quiche
8. Nebaj 17. Uspantán
9. Patzité 18. Zacualpa

15. Departamento de RetaXhvleu


Limites: colinda al Norte con departamento de Quezal-
el
tenango al Este con
; el de Suchitepéquez al Sur con el Océano
;
a ALFREDO GUERRA BORGES

Pacífico; y al Oeste con los departamentos de San Marcos y


Quezaltenango.

Extensión: aprox. 1,856 kms.^

Cabecera: Retalhuleu (239 mts. SNM).


El terreno de este departamento es poco accidentado y se
encuentra ampliamente irrigado por numerosos ríos de rápida
corriente. Predomina el clima caliente. Cuenta con ricos bos-
ques que no han sido todavía explotados. El suelo tiene gran
fertilidad.

Etimología: de o^etal: señal y huleu: hoyo de tierra. El


Diccionario Geográfico de Guatemala hace observar que en el
presente caso a la /i no le dan su pronunciación de j fuerte, sino
que la emiten aspirada como si la indicada voz se iniciara con
u solamente. Por tal motivo, el verdadero significado etimoló-
gico de Retalhuleu es "señal de tierra". Las raíces son quichés.

Fecha de creación: 16 de octubre de 1877, por decreto 194.


El departamento de Retalhuleu tiene 9 municipios:
1. Champerico 6. San Felipe
2. El Asintal 7. San Martín Zapotitlán
3. Nuevo San Carlos 8. San Sebastián
4. Retalhuleu 9. Santa Cruz Muluá
5. San Andrés Villa Seca

16. Departamento de Sacatepéquez

Limites: al Norte limita con el departamento de Chimal-


tenango al Este con el de Guatemala al Sur con el de Escuin-
; ;

tla; y al Oeste con el de Chimaltenango.

Extensión: aprox. 465 kms.-

Cabece7^a: Antigua Guatemala (1,530 mts. SNM).

Casi todo el departamento se encuentra en las mesetas su-


periores de la Sierra Madre. La parte sur del departamento pre-
senta más barrancos y gargantas profundas. La parte norte,
por el contrario, presenta un declive menos pronunciado, hasta
descender a los valles de Parramos y Chimaltenango. Este de-
partamento es el más pequeño de toda la República, pero a pesar
de ello tiene gran riqueza e importancia.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 53

El macizo montañoso de Sacatepéquez, que se extiende


20 kilómetros de Norte a Sur, presenta diferentes ramales: el
del cerro del Tigre, cuyas corrientes destruyeron en 1874 el
pueblo de Parramos Viejo; los montes de El Astillero, que cir-
cunda a San Miguel Dueñas la montaña de El Zarzal el monte
; ;

La Bandera, en cuyas faldas se libró la acción de San Lucas,


cuando en 1871 avanzaban las tropas liberales sobre la ciudad
de Guatemala para derrocar al gobierno conservador. En el
valle de Panchoy tiene su asiento la cabecera departamental, y
por más de 200 años tuvo su sede la antigua capital de la Capi-
tanía General de Guatemala.

Etimología: Según el historiador Fuentes y Guzmán, Saca-


tepéquez tendría un significado etimológico de procedencia pipil.
Las voces serían sacat: yerba; y tepet: cerro. O sea, "cerro
de yerba".

Fecha de creación: 4 de noviembre de 1825, por Decreto de


la Asamblea Constituyente.
El departamento de Sacatepéquez tiene 16 municipios:

1. Alotenango 9. San Lucas Sacatepéquez


2. Antigua Guatemala 10. San Miguel Dueñas
3. Ciudad Vieja 11. Santa Catarina Barahona
4. Jocotenango 12. Santa Lucía Milpas Altas
5. Magdalena Milpas Altas 13. Santa María de Jesús
6. Pastores 14. Santiago Sacatepéquez
7. San Antonio Aguas Calientes 15. Santo Domingo Xenacoj
8. San Bartolomé Milpas Altas 16. Sumpango

17. Departamento de Saii Marcos

Límites: Colinda al Norte con el departamento de Huehue-


tenango; al Este con el de Quezaltenango al Sur con el de
;

Retalhuleu y el Océano Pacífico; y al Oeste con México.

Extensión: 3,791 kms.^

Cabecera: San Marcos (2,398 mts. SNM).


Por este departamento entra la cordillera de los Andes a
Guatemala, como se explicó en la parte correspondiente. Como
se comprende, en estas zonas el clima es frío. Las partes sitúa-
:

5i ALFREDO GUERRA BORGES

das Sur de la cordillera tienen un clima templado. El depar-


al
tamento está muy bien irrigado por ríos numerosos, algunos de
importancia como son el Suchiate, el Naranjo, el Cabuz y otros.

Fecha de creación: 8 de mayo de 1866.


El departamento de San Marcos tiene 29 municipios
1. Ayutla 15. Río Blanco
2. Catarina 16. San Antonio Sacatepéquez
3. Comitancillo 17. San Cristóbal Cucho
4. Concepción Tutuapa 18. San José Ojetenán
5. El Quetzal 19. San Lorenzo
6. El Rodeo
'

20. San Marcos


7. El Tumbador 21. San Miguel Ixtahuacán
8. Esquipulas Palo Gordo 22. San Pablo
9. Ixchiguán 23. San Pedro Sacatepéquez
10. La Reforma 24. San Rafael Pie de la Cuesta
11. Malacatán 25. Sibinal
12. Nuevo Progreso 26. Sipacapa
13. Ocós 27. Tacana
14. Pajapita 28. Tajumulco
29. Tejutla

18. Departamento de Santa Rosa

Límites: Colinda al Norte con los departamentos de Guate-


mala y Jalapa; al Este con el de Jutiapa; al Sur con el Océano
Pacífico; y al Oeste con el departamento de Escuintla.

Extensión: 2,955 kms.^

Cabecera: Cuilapa (893 mts. SNM).


El clima es frío en las montañas de La Soledad o de Mata-
quescuintla,y caliente en la costa. Por lo general, el clima es
templado y sano.
Fecha de Creación: 8 de mayo de 1852, por Acuerdo Gu-
bernativo.

El departamento de Santa Rosa tiene 14 municipios:


1. Barberena 5. Guazacapán
2. Casillas 6. Nueva Santa Rosa
3. Chiquimulilla 7. Oratorio
4. Cuilapa 8. Pueblo Nuevo Viñas
;

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 55

9. San Juan Tecuaco 12. Santa Rosa de Lima


10. San Rafael Las Flores 13. Santa María Ixhuatán
11. Santa Cruz Naranjo 14. Taxisco

19. Departamento de Solóla


Límites: Al Norte, los departamentos de Totonicapán y
Quiche; al Este, el de Chimaltenango al Sur el de Suchitepé-
;

quez; y al Oeste los de Suchitepéquez y Quezaltenango.


Extensión: 1,061 kms.^
Cabecera: Solóla (2,113 mts. SNM).
Por el hecho de encontrarse este departamento sobre la
Sierra Madre, su suelo es muy accidentado. Está bien irrigado
por ríos importantes como el Coyolate, Nahualate, Madre Vieja,
Moca, etc.
La cabecera fue fundada por el Licenciado Juan Rogel,
Oidor de la Audiencia de los Confines, el 38 de octubre de 1547.
Es una de las poblaciones más antiguas de Guatemala, por con-
siguiente.

Etimología: Tzoloj-já en lengua quiche, y Tzoloj-yá en len-


guas Cackchiquel y Zutujil, significan por igual "agua de saúco"
(Sambucus mexicana).
Feclia de creación: 4 de noviembre de 1825, por Decreto
de la Asamblea Constituyente.
El departamento de Solóla tiene 19 municipios:
1. Concepción 10. San Pablo la Laguna
2. Nahualá 11. San Pedro La Laguna
3. Panajachel 12. Santa Catarina Ixtahuacán
4. San Andrés Semetabaj 13. Santa Catarina Palopó
5. San Antonio Palopó 14. Santa Clara La Laguna
6. San José Chacayá 15. Santa Cruz La Laguna
7. San Juan La Laguna 16. Santa Lucía Utatlán
8. San Lucas Tolimán 17. Santa María Visitación
9. San Marcos La Laguna 18. Santiago Atitlán
19. Solóla.

20. Departamento de Siichitepéquez


Límites: Colinda al Norte con los departamentos de Que-
zaltenango, Solóla y Chimaltenango ; al Este con el de Escuintla
M ALFREDO GUERRA BORGES

al Sur con el Océano Pacífico ; y al Oeste con el departamento


de Retalhuleu.
Extensión: 2,510 kms.^

Cabecera: Mazatenango (371 mts. SNM).


Los suelos de este departamento tienen una pendiente suave,
bajando desde las elevadas mesetas de la Sierra Madre hasta
el Océano. Son suelos de fertilidad muy alta. La parte sur es
muy plana. En territorio de lo que hoy es Suchitepéquez se
libraron los primeros combates entre conquistadores españoles
bajo el mando de Don Pedro de Al varado, y los pobladores in-
dígenas.
En departamento se encuentran dos zonas muy pro-
este
ductivas conocidas como Costa Grande y Costa Cuca. Antigua-
mente, la primera comprendía la segunda. Hüy día la Costa
Grande está constituida por la parte más baja y próxima al
Océano Pacífico; y la Costa Cuca se encuentra más lejos del
Océano, a alturas entre 800 y 1,000 mts. SNM.
Etimología: Deriva de voces mexicanas, la principal de las
cuales es Xochitepec, de Xóchitl: flor, y tepetl: montaña, lo que
significaría, por consiguiente, "lugar de flores o montaña flo-
rida*'.

Fecha de creación: 4 de noviembre de 1825, por Decreto


de la Asamblea Constituyente.
El departamento de Suchitepéquez tiene 20 municipios:
1. Cuyotenango 11. San Gabriel
2. Chicacao ,
12. San José El ídolo
3. Mazatenango 13. San Juan Bautista
4. Patulul 14. San Lorenzo
5. Pueblo Nuevo 15. San Miguel Panán
6. Río Bravo 16. San Pablo Jocopilas
7. Samayac 17. Santa Bárbara
8. San Antonio Suchitepéquez 18. Santo Domingo Suchitepéquez
9. San Bemardino 19. Santo Tomás La Unión
10. San Francisco Zapotitlán 20. Zunilito.

21. Departamento de Totonicapán


Limites: Al Norte se encuentra el departamento de Hue-
huetenango; al Este el de Quiche; al Sur el de Solóla; y al
Oeste el de Quezaltenango.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA ti

Extensión: 1,061 kms.^

Cabecera: Totonicapán (2,495 mts. SNM).


El departamento tiene un clima frío. Algunos días cae
una llovizna, conocida popularmente como "salud del pueblo",
que está determinada por vientos y neblinas.
Los indígenas quichés eligieron el lugar donde se encuentra
a la fecha la cabecera, que fue designada en las tradiciones
indígenas con el nombre de Chuimequená. Con este nombre
la designan todavía los indígenas. En los Anales de los Cakchi-
queles, que datan de 1578, se la menciona con el nombre de San
Miguel Chimequenyá.
En julio de 1820 tuvo lugar la insurrección de pueblos
indígenas de los municipios de San Francisco El Alto, Momos-
tenango, San Andrés Xecul y San Cristóbal Totonicapán, que
desconocieron la autoridad de los colonizadores españoles y nom-
braron rey quiche a Atanasio Tzul. La sublevación fue aplas-
tada al poco tiempo.

Etimología: De las voces mexicanas totl: pájaro; nica:


cerro, y el sufijo locativo pan; de donde resultaría "lugar o cerro
de los pájaros".

Fecha de creación: 4 de noviembre de 1825, por Decreto


de laAsamblea Constituyente.
El departamento de Totonicapán tiene 8 municipios:
1. Momostenango 5. San Francisco El Alto
2. San Andrés Xecul 6. Santa Lucia La Reforma
3. San Bartolo 7. Santa María Chiquimula
4. San Cristóbal Totonicapán 8. Totonicapán

22. Departamento de Zacapa

Límites: Colinda al Norte con los departamentos de Alta


Verapaz e Izabal al Este con la República de Honduras al Sur
; ;

r con el departamento de Chiquimula y el de Jalapa; y al Oeste


con el de El Progreso.
Extensión: 2,690 kms.^

Cabecera: Zacapa (185 mts. SNM).


En el Norte, el departamento está cruzado por la Sierra
de Las Minas. La parte Sur está recorrida en todas direcciones
68 ALFREDO GUERRA BORGES

por pequeñas cadenas de montes y cerros aislados, separados


por hondonadas más o menos profundas. La parte central está
bañada por el río Motagua, constituyendo un extenso valle donde
pueden encontrarse vegas de muy alta fertilidad y buenas posi-
bilidades de irrigación. Los llanos de La Fragua, actualmente
desolados, podrán llegar a ser una zona de gran productividad
cuando se lleven a cabo los proyectos de irrigación que se han
preparado.
Aunque departamento está recorrido por numerosos ríos
el
y no son muy fértiles debido a que hace
riachuelos, sus valles
falta irrigarlos. En épocas pasadas la tala de los bosques fue
inmoderada y esto tuvo graves consecuencias para la fertilidad
del suelo.

Etimología: de las voces mexicanas Zacatl: zacate o yerba;


y apán: en el río, se concluye que el significado sería "sobre el
río de zacate o de la yerba".

Fecha de creación: 10 de noviembre de 1871, por el Decre-


to 30.

El departamento de Zacapa tiene 10 municipios:


1. Cabanas 6. Río Hondo
2. Estanzuela 7. San Diego
3. Gualán 8. Teculután
4. Huité 9. Usumatlán
5. La Unión 10. Zacapa.
CAPÍTULO II

EL SUBSUELO
OJ
Capitulo II

EL SUBSUELO

Es lamentable elestado que tienen los conocimientos geo-


lógicos de Guatemala hasta la fecha. Bien es cierto que la in-
vestigación geológica requiere de técnicas avanzadas y tiene
costos muy elevados, pero no podría ignorarse que hasta ahora
no ha habido ningún Gobierno que haya tenido una orientación
definida sobre el particular, y que haya decidido poner los re-
cursos necesarios a disposición de programas de investigación
geológica de nuestro país. La falta de tales conocimientos es
tanto más lamentable, cuanto que la realización de tales pro-
gramas requiere un buen número de años. Mientras no se lleven
a cabo, Guatemala desconocerá cuáles son en verdad los recur-
sos de su subsuelo, y no podrá beneficiarse de las actividades
mineras e industrias modernas que potencialmente pueden desa-
rrollarse en este país.
La localización de la mayor parte de los yacimientos mi-
nerales de Guatemala ha sido obra de la casualidad, según se
nos indicara en la Dirección General de Minería.-f La importan-
cia de realizar una exploración sistemática de los' lugares donde
se presume la existencia de yacimientos, es obvia: sólo así
puede conocerse la correcta localización del yacimiento, la cali-
dad y cantidad del mineral y las condiciones físicas en que se
encuentra. De este modo, es posible determinar las caracte-
rísticas que tendrá la explotación, el monto de la inversión en
equipos y activos fijos, etc. La exploración sistemática per-
mite mantener al día la evaluación del yacimiento, a fin de evitar
inversiones inadecuadas e irrecuperables. El conocimiento de
62 ALFREDO GUERRA BORGES

la vida probable de un yacimiento y de su capacidad, permite


también obtención de asistencia crediticia, la regularidad
la
de su flujo de producción, la estabilidad de la mano de obra em-
pleada, etc.
Al presente se encuentran disponibles algunos estudios
geológicos realizados en fechas recientes. El Consejo Nacional
de Planificación Económica hace mención de dos en su "Situa-
ción del desarrollo económico y social de Guatemala", junio de
1965, comúnmente conocido en la forma abreviada de "Diagnós-
tico". Con este término nos referiremos a dicho estudio en lo
sucesivo. Los materiales indicados son los siguientes: un aná-
lisisgeológico simplificado y esquemático preparado por Roberts
and Irving (1957) ; y "The minerals position of Guatemala in
1961, with special reference to industrial minerals", by Ralph
L. Miller, U. S. Geological survey, en colaboración con la Direc-
ción General de Minería e Hidrocarburos de Guatemala y la
Agencia Internacional para el Desarrollo de los Estados Unidos.
Por su parte, el Diccionario Geográfico de Guatemala, al que nos
hemos referido ya en otras partes, publica una breve nota sobre
el subsuelo guatemalteco en las páginas 294 y 295 del Tomo I,
edición citada.

1. Regiones por características geológicas


Pueden distinguirse cuatro fajas paralelas, que corren de
Este a Oeste, con peculiares condiciones fisiográficas y geoló-
gicas.

1.1. Región septentrimial de Guatemala


Comprende de la llamada Cuenca
las rocas sedimentarias
del Peten, o sea, los departamentos de Peten, Huehuetenango,
Quiche, Alta Verapaz e Izabal. Hacia el Norte esta cuenca se
prolonga en territorio mexicano de la península de Yucatán.
Son rocas sedimentarias Cretácicas y Terciarias. Se estima
que en el departamento de Peten y los suelos inmediatos del
Sur tienen las mayores posibilidades de atesorar petróleo y
gas. Se da como posible también la existencia de depósitos
sulfúricos asociados con bóvedas de sal y otros tipos de sales.
Las indicadas rocas están limitadas al sur y en la parte
centro-oriental del Peten por rocas sedimentarias más antiguas,
principalmente Paleozoicas, predominando los tipos carbona-
tados y encontrándose una amplia distribución de calizas.
ESQUEMA DE LAS PROVINCIAS FISIOGRÁFICAS DE GUATEMALA

^x y

MÉXICO

/
/ SISTEMA

MONTAÑOSO . .s.p. carcha


CCBAN <¿p^ \¡ DE IZA bal/
•HUEHUETENANGO
DE .PURULHA

Tomado deJ. L. Walper, Geology of Cobán-Purulhá área^ Alta Verapaz, Guatemala:


American Association Petroleum Geologists BuUetm, V. 44, N^ 8, 1960.
I
ESQUEMA GEOLÓGICO SIMPLIFICADO DE GUATEMALA
(Según Roberts & Irving)

"* -1- ^''''^'


^''¡íí 'i 'ytiii '
'
^
- y*'^

Rocas Sedimeniarias. 1: Cuaternario. 2: Terciario. 3: Mesozoico. 4: Paleozoico.


Rocas ígneas. 5: CUATERNARIO, rocas volcánicas. 6: TERCIARIO, rocas volcá-
nicas. 7: Rocas intrusivas de diferentes edades.
Rocas de edad desconocida. 8: Serpentinas. 9: Rocas metamórficas.
(Fuente: U.S.G.S. Bulletin 1034).
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 67

1.2. Región Central de Guatemala


Las rocas Paleozoicas localizadas en la parte sur de la
Cuenca del Peten, están limitadas por rocas metamórficas e íg-
neas. Estas rocas forman un núcleo de las distintas sierras que
van de Oeste a Este, desde la frontera mexicana al Mar Caribe.
En la parte sur de esta franja se encuentran, además de es-
quistos, gneis y mármoles. En esta franja hay las mejores
posibilidades de encontrar depósitos importantes de minerales
metálicos y no metálicos.

1.3. Franja de la Cordillera del Pacifico

Se extiende entre 30 y 90 kilómetros de ancho y está cons-


tituida, sobre todo, de rocas volcánicas terciarias, en su mayor
parte andesitas y riolitas. Tales rocas están cubiertas en muchos
lugares por capas volcánicas recientes, principalmente cenizas
pómez. En esta faja están comprendidos los volcanes de la ca-
dena que se inicia en el Oeste con el volcán Tacana y atraviesa
todo el país en dirección hacia El Salvador. En esta faja se
encuentran algunas de las rocas más antiguas, en las que posible-
mente haya buenos depósitos de minerales metálicos y no me-
tálicos.

1.4. Franja de la planicie costera del Pacifico

Tiene un ancho aproximado de unos 60 kilómetros, alcan-


zando mayor amplitud en el centro del litoral y estrechándose
en sus extremos occidentales y orientales. En la planicie cos-
tera hay sedimentos clásticos no consolidados que provienen
de les materiales rocosos en las partes altas al Norte, es decir,
gravas y limos de componentes volcánicos. El espesor de los
depósitos de cenizas que recubren la región no es conocido to-
davía. Tampoco lo son las rocas que se encuentran bajo esos
depósitos, aunque se estima que se trata de formaciones volcá-
nicas terciarias.

2. Existencias de minerales y otras riquezas deiÍ


subsuelo^
Haremos una sucinta enumeración de las riquezas del sub-
suelo guatemalteco, ya establecidas o con probabilidad de ser
de importancia comercial. Sobre su explotación informaremos
un poco más adelante.
1 Ver en Anexo 1 información obtenida al encontrarse y« el libro en prensa.
:

68 ALFREDO GUERRA BORGES

Hie7ro, Aun cuando en la Dirección General de Minería


se tienen muestras recibidas de 14 de los 22 departamentos,
aun no se ha establecido con exactitud cuáles depósitos tienen
verdadera importancia^ Algunos parece que pueden llegar a
merecer una exploración física, pero ninguno ha sido cubicado
para establecer si conviene su explotación. En fechas recientes
se ha fijado la atención en la existencia de mantos de hierro en
las cercanías de Chiquimula y en el departamento de Quiche.
Pequeñas cantidades se han venido explotando para llenar
necesidades locales de la industria del cemento y otras.

Plomo y Debidamente establecidos y en explotación se


zinc.
encuentran depósitos en Alta Verapaz y en el departamento de
Chiquimula. En el primer caso el manto minero fue descu-
bierto hacia fines de la Segunda Guerra Mundial/y su explota-
ción se inició en 1946.
Cromo. Fue descubierto en Guatemala en 1917. Se le
encuentra desde la costa del Caribe hasta las fronteras con Mé-
xico (estado de Chiapas).

Cobre, Depósitos de este mineral se han encontrado en


Alta Verapaz, Baja Verapaz, Chiquimula, Guatemala, Huehue-
tenango, Jalapa y Jutiapa. La Dirección General de Minería
guarda muestras de otros departamentos también El Progreso,
:

Santa Rosa y San Marcos. No se conocen las posibilidades de


explotación comercial de los depósitos.

Níquel, Los principales yacimientos se encuentran en los


departamentos de Izabal y Alta Verapaz. En el primero de los
nombrados se iniciará dentro de poco tiempo la explotación.
Oro. No se tiene información de vetas auríferas. Su
existencia en las arenas de numerosos ríos es conocida desde
tiempos inmemorables, sobre todo en ríos tributarios del Mota-
gua en la parte baja de su curso en les afluentes del Río Negro
;

y otros. En épocas recientes la obtención de oro se ha reali-


zado como subproducto de la explotación de minerales de plomo
y zinc.
En cuanto a los llamados minerales industriales o minera-
lesno metálicos, la información disponible aparece en la citada
obra de Ralph L. Miller. Podría hacerse referencia de los
siguientes

Asbesto. Las existencias que presentan más perspectivas


se encuentran localizadas en los departamentos de El Prof'reso
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 69

y Zacapa, aun cuando en siete departamentos más existe en


grandes cantidades en los mantos de mármoles.

Baritina. Se encuentra en los departamentos de Huehue-


tenango, Baja Verapaz, Alta Verapaz, El Progreso, Chiquimula
y Zacapa. *>.

Bentonita, Hay indicios de la existencia de depósitos en


Chiquimula y Zacapa.

Rocas de Carbonatos, Las de mayor significación están


representadas por los mármoles guatemaltecos. Otras varieda-
des son usadas en la construcción de caminos, producción de
cemento, elaboración de cal, etc.

Cal. Hay depósitos importantes en Tactic y otros lugares,


pero son los del indicado municipio de Alta Verapaz los que
se explotan.

Arcillas.El depósito más importante y de mayor calidad


conocido hasta la fecha se encuentra en San Antonio La Paz,
departamento de El Progreso. Es una arcilla muy blanca,
apropiada para la cerámica fina.

Yeso. Se tiene información de su existencia en í^randes


cantidades en diferentes lugares, en particular en el departa-
mento de Peten donde se descubrió una zona que, probable-
mente, tiene 600 pies de espesor (unos 180 metros). La zona
se descubrió con ocasión de llevarse a cabo exploraciones petro-
leras.

Mica. Los depósitos más importantes se encuentran loca-


lizados en los departamentos de Quiche y Baja Verapaz, en un
manto que se extiende entre los municipios de Joyabaj y El Chol.
Cnstal de Cuarzo. Hay existencias en los departamentos
de Baja Verapaz y Quiche.

Sal mineral. Se tiene conocimiento de la existencia de un


depósito importante en Todos Santos Cuchumatán, departamen-
to de Huehuetenango, y de otros más en diferentes regiones
del occidente del país.

Azufre. Hay importantes depósitos en el departamento


de Santa Rosa (laguna de Ixpaco), cuya explotación se inició
recientemente.
70 ALFREDO GUERRA BORGES

Talco y Piedra pómez. La Dirección General de Minería


tiene numerosas muestras de 11 departamentos, pero no se ha
establecido la importancia' comercial de los depósitos.
La lista de minerales industriales de Guatemala preparada
por Ralph L. Miller incluye otro además de los citados, cuya
existencia se ha establecido: barita, diatomita, etc.
En cuanto al petróleo y el gas la situación es la siguiente:
no ha habido ni hay todavía explotación, aun cuando durante
cierto período posterior a la promulgación del Código de Petró-
leo (Decreto 345) fue intensa la actividad exploratoria. Se
hicieron 70 concesiones a compañías norteamericanas, inglesas
y de capital mixto. El área de cada concesión fue de 4,000 ki-
lómetros cuadrados y el territorio en que se llevaron a cabo las
actividades fue el de los departamentos de Peten, Quiche, Alta
Verapaz e Izabal. El que más se estudió fue el primero de los
nombrados, cuya superficie total fue dada en concesiones de
explotación.
Las actividades de las compañías concesionarias compren-
dieron el período 1956 - 1959. Los obstáculos que hubo que
vencer fueron bastante grandes, ya que debido a lo inaccesible
de las regiones seleccionadas hubo que construir pistas de
aterrizaje y transportar por vía aérea el equipo. En Chinajá
(Alta Verapaz) el equipo de perforación sufrió serios daños
al alcanzar capas de ácidos sulfurosos, que obligó a desviar
lo
el pozo, con el consiguiente aumento de Debido a
los costos.
estas circunstancias la actividad explora-toria decayó en los
años siguientes del período indicado. Indudablemente, un factor
influyente en el decaimiento de las actividades fueron las con-
cesiones muy favorables que han obtenido las compañías pe-
troleras en varias repúblicas africanas de reciente formación.
No puede afirmarse que no hay existencias de petróleo y
gas en cantidades comerciales en nuestro país, debido a que en
total se abrieron solamente 9 pozos. La experiencia indica
que de 12 pozos que se perforan, once resultan secos y uno con
petróleo. En Guatemala se abrió un pozo por cada 4,000 kiló-
metros cuadrados, en promedio. Además, los métodos utili-
zados para seleccionar los lugares de perforación (gravimetría,
sismografía y geología de superficie) dan solamente una posi-
bilidad del 10%de encontrar petróleo.
Los resultados delas perforaciones fueron los siguientes:
los pozos Castillo Armas N^ 1 y Livingston N*? 1, abiertos en
;

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 71

el departamento de Izabal; así como los pozos Peten Itzá N^ 1


y la Pita N^ 1, en el departamento de Peten, resultaron secos.
Los otros cinco pozos abiertos dieron indicios de la existencia
de hidrocarburos: Chinajá N^ 1 (60 barriles diarios con una
densidad de 35° API) San Román N^ 1 (50 barriles diarios)
;

San Francisco N^ 1 "A'' reveló la presencia de petróleo líquido


y de asfalto; Can Chacan N^ 1 dio muestras de hidrocarburos
líquidos y sólidos también y el pozo Laguna Blanca N^ 1 arrojó
;

gas en una cantidad aproximada de 33,000 pies cúbicos diarios.


Todos los pozos fueron taponados conforme la técnica pe-
trolera y pueden, por tanto, ser reabiertos en cualquier momento.
Las áreas otorgadas en concesión de exploración han sido rein-
tegradas al Estado y pueden dar lugar a nuevas actividades.
La región sur del país ha despertado el interés de las com-
pañías extranjeras en épocas más recientes. La costa del Pa-
cífico ha sido para su exploración. La Esso Standard
solicitada
Oil tiene autorización para operar en una parte de la plata-
forma continental. En agosto de 1967 la Texas Oil Company
obtuvo concesión para hacer exploraciones en parte de la plata-
forma continental y en los departamentos de San Marcos y
Quezaltenango. El 5 de diciembre de 1967 la prensa local in-
formó que el Ministerio de Economía había hecho entrega de
6 títulos de exploración sobre una superficie de 1115 787 hec-
táreas. Las compañías favorecidas fueron la Guatemala Supe-
rior Oil Company; la Texas Petroleum Company y la Mobil
Exploration Guatemala Incorporated. Según se ha informado,
las inversiones de estas empresas totalizarán un millón de dó-
lares.

3. Tipo de minas en Guatemala

La minería guatemalteca se desarrolla por medio de conce-


sionarios que realizan directamente las labores de exploración,
explotación y comercialización, y por medio de concesionarios
cuyo papel se limita a la comercialización de sus derechos o de
los productos que obtienen en las áreas que tienen en concesión.
Como puede comprenderse fácilmente, solamente las em-
presas grandes tienen sistemas de explotación técnicos, emplean
personal calificado, utilizan maquinaria y producen para la
exportación. Los pequeños concesionarios emplean mineros oca-
sionales, usan métodos muy rudimentarios, tienen baja produc-
tividad. Los mineros son pagados en efectivo o en especie.
72 ALFREDO GUERRA BORGES

Casi todo el plomo de consumo interno es producido bajo

este sistema. El concesionario se limita a la venta del producto,


actuando como un intermediario entre el minero y el consu-

midor.
La mayor parte de los mineros que trabajan en estas minas
lo hacen ocasionalmente o por temporadas,
como una actividad
para complementar los bajos ingreses que obtienen de la agri-
cultura. Por consiguiente, sus conocimientos sobre minería
son muy escasos y su productividad es bajísima, ya que, en nu-
que en totalidad de los casos, prácti-
merosos casos, si no es la
camente arañan la tierra, introduciéndose a gatas en ésta, como
si fueran topos. La seguridad en el trabajo es inexistente.
Con frecuencia tienen que abandonarse minas con mineral de
alto contenido, psro cuya extracción resulta muy peligrosa en
las condicionesen que se realiza.
Gran parte de las explotaciones mineras trabajan única-
mente en las épocas del año en que los campesinos de la región
no están dedicados a las labores agrícolas.
En la Dirección General de Minería había registradas, en
1967, un total de 101 concesiones mineras, de las cuales sola-
mente 10 realizaban una actividad continua.
Podemos distinguir en Guatemala las minas abandonadas,
las minas en explotación y los yacimentos minerales. Las pri-
meras son aquellos establecimientos cuya actividad ha sido sus-
pendida por agotamiento de les depósitos o por resultar anti-
eccnómicas, ya sea por una baja en los precios del mineral o por
otra causa. Se incluyen también en esta categoría los yaci-
mientos cuya concesión de explotación no fue otorgada.
Las minas de explotación son los establecimientos mineros
que se encuentran actualmente en explotación —
continua u oca-
sional — así como los yacimientos que se encuentran bajo ré-
,

gimen de concesión de explotación, sin que actualmente se rea-


licen labores mineras, pero encontrándose vigentes los contratos.
Los yacimientos minerales comprenden todos los afloramien-
tos localizados, aun cuando todavía está pendiente su evaluación,
así como los que a la fecha han sido solicitados para su explo-
tación.
Por lo general, los yacimientos localizados lo han sido gra-
cias a que por la acción de las lluvias o la erosión se producen
afloramientos. No ha habido, pues, una exploración científica
sistemática.
:

geografía económica de guatemala 73

4. Distribución geográfica de la producción

La actividad minera en Guatemala se ha localizado, princi-


palmente, en los departamentos de Huehuetenango, Alta Verapaz,
Baja Verapaz, Chiquimula, Izabal, Zacapa y Jalapa. En este
último departamento se han encontrado vestigios de fundiciones
de hierro (hornos, mineral, escoria). Parece que datan del
período colonial, lo que hace suponer la existencia de hierro en
cantidad comercial. En los siguientes Cuadros se hace una re-
lación de las minas abandonadas y de las minas actualmente en
explotación

Cuadro 2

GUATEMALA: EXPLOTACIÓN DE MINAS ABANDONADAS POR


DEPARTAMENTO Y PRODUCTO, 1967
Departamento Minerales

Huehuetenango Plomo, plata, cobre, zinc, manganeso y antimonio.


Alta Verapaz Plomo, plata, cobre y zinc.

Quiche Plomo, zinc, mica, cuarzo y talco.


Baja Verapaz Plomo, plata, zinc, cuarzo, mica, talco y oro.

Chimaltenango Plomo, plata, zinc, mica y oro.

Guatemala Plomo, plata, cobre, zinc, hierro y antimonio.


Progreso Hierro, cromo, cuarzo, asbestos, oro y caolín.

Jalapa Hierro, cromo, plomo y plata.

Izabal Níquel, manganeso y oro.


Zacapa Hierro, cromo y manganeso.
Chiquimula Plomo, plata, cobre, hierro, antimonio y zinc.

Santa Rosa Azufre.

Fuente: Dirección General de Minería e Hidrocarburos.


74 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 3

EXPLOTACIÓN MINERA POR DEPARTAMENTO Y MUNICIPIO, 1967

Deplo. y Municipio Mineral

HUEHUETENANGO
San Sebastián Huehuetenango Plomo, plata y zinc
San Miguel Acatan Plomo, hierro y zinc
La Democracia Plomo, plata, zinc y hierro
La Libertad Plomo, plata y zinc
San Rafael La Independencia Plomo
Santa Cruz Barillas Plomo y plata
San Pedro Soloma Plomo y plata
Nentón Plomo, plata, zinc, hierro y cobre
Ixtahuacán Plomo, plata, zinc, hierro y antimonio
Chiantla Plomo, zinc y hierro
Todos Santos Cuchumatán Plomo, plata, zinc y hierro

ALTA VERAPAZ
San Pedro Carcha Plomo, plata, zinc, hierro y cadmio
San Juan Chamelco Plomo, plata y zinc

BAJA VERAPAZ
Purulhá Plomo, plata, zinc, cobre y hierro

IZABAL
Livingston Níquel, cobalto, cromo y hierro
El Estor Níquel, hierro, cromo y cobalto
Los Amates Níquel, cromo, hierro y cobalto

CHIQUIMULA
Chiquimula Oxido de hierro
San José La Arada Hierro (Oxido de hierro)
Concepción Las Minas Plomo, plata, cobre y zinc

Fuente: Dirección General de Minería e Hidrocarburos,


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 75

Cuadro 4

MINAS DE GUATEMALA. LOCALIZACIÓN Y PRODUCCIÓN


Nombre de la mina Localización Mineral

Los Clavitos Ixtahuacan Huehue- Tungsteno y Antimonio.


tenango.

Torlon Chiantla, Huehue- Plomo.


tenango.

Rosario San Miguel Acatan, Plomo.


Huehuetenango

La Esperanza Chiantla, Huehue- Plomo.


tenango.

Caquipec San Juan Chamelco, Plomo, Zinc, Plata y


Alta Verapaz Cadmio.

Sulin, Suquinay Purulhá, Alta Ve- Zinc y Plomo.


rapaz

San José San José La Arada, Hierro.


Chiquimula.

Niquehua*! Izabal, El Estor, Níquel, Cromo, Hierro y


Livingston. Cobalto.

Azufres de Ixpaco*i Pueblo Nuevo Viñas, Azufre.


Santa Rosa.

Diana Patricia**^ Livingston, Izaba!. Magnesio, Hierro, Níquel,


Cobalto, Cromo y Man-
ganeso.

Cía. Minera El Pro- Morazán, El Pro- Talco y asbesto


greso** greso.

Oxee** Santa María Cobre, Níquel, Hierro y


Cahabón, Alta Cobalto.
Verapaz.

Fuenle: Dirección General de Minería e Hidrocarburos (1967).

* Minas a explotarse a corto p!azo de gran importancia económica.


•• Minas a explotarse a largo plazo.
1 Compañías de capital extranjero.
76 ALFREDO GUERRA BORGES

Los Cuadros anteriores, sobre todo el relativo a los depar-


tamentos y municipios y minerales que en ellos se explotan,
revela una gran difusión geográfica de la actividad minera, pero
lamentablemente, como hemos dicho antes, tal actividad no tiene
los rendimientos que sería de desearse. También debe tenerse
en cuenta que se consideran minas en explotación tanto a los
establecimientos mineros que funcionan todo el año, como los
yacimientos que habiendo sido otorgados en concesión de explo-
tación no han comenzado a explotarse todavía.
En el caso del Departamento de Chiquimula, el mineral de
hierro se transporta en bruto a la ciudad de Guatemala para
su consumo en la elaboración de cemento en la fábrica de Ce-
mentos Novella S. A.
Entre las explotaciones mineras que tienen verdadera im-
portancia económica, y cuya realización es a largo plazo, se en-
cuentran :

La explotación de níquel y otros metales por EXMIBAL.


(Ver información en Anexo 1 ya citado).
La Basic v Compañía Limitada (Refractarios Ltda.), que
ha solicitado el derecho de explotación de yacimientos de mag-
nesio en el departamento de Izabal. Los yacimientos de níquel
que descubrió también, se encuentran bajo estudio y aun no han
sido solicitados en concesión de explotación.
La Compañía Gallo y Smitter Limitada goza actualmente
de una concesión de exploración de minerales de talco y asbesto
en los departamentos de El Progreso y Baja Verapaz. No se
conocen todavía los resultados del estudio.
Ghitti y Compañía Limitada tiene a la fecha un derecho
de exploración de minerales de azufre y gases sulfhídricos en
parte del departamento del Peten. No se ha descubierto todavía
el mineral. Pero, como lo indican los Cuadros anteriores, se
encuentra operando una explotación azufrera en Santa Rosa.
Nicol, Anleu, Rodríguez y Compañía Limitada tiene derecho
de exploración de minerales de cobre, hierro, níquel, cobalto y
otros. Respecto al cobre puede informarse que la empresa está
explorando los afloramientos mediante barrenación.

5. Costos de producción y utilidades


No se conoce información de las empresas grandes. Por lo
que toca a la mayor parte de
concesionarios, que son explota-
ciones primitivas, sus costos de producción es más difícil obte-
nerlos dado que prácticamente carecen de capit¿il invertido en
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 77

la industria.Los concesionarios fijan el precio de cada quintal


de mineral ya beneficiado por los mineros mismos ¡que in- —
terrumpen la extracción cada vez que ya han reunido bastante
mineral para fundirlo y concentrarlo! —
y obtienen una utili-
,

dad que oscila entre Q.5.00 y Q.8.00 por quintal vendido, sin
haber hecho inversión de capital.

6. Destino de la producción
Unaparte de la producción minera se destina al consumo
interno. El plomo se vende en barras en este caso. Además,
otra parte se exporta, sobre todo por parte de las empresas
mejor organizadas. La exportación se compone sobre todo de
minerales concentrados de plomo, zinc, cromo y cobre en bruto.
Las exportaciones de minerales son poco significativas. Además,
son sumamente vulnerables a las oscilaciones de los precios en
el mercado norteamericano, razón por la cual la producción de
exportación a veces se suspende del todo, o en una gran pro-
porción.

Cuadro 5

METALES Y MINERALES EXPORTADOS POR GUATEMALA,


POR PAÍS DE DESTINO
Metales Países

Plomo, mineral y concentrado Estados Unidos, Países Bajos,


Gran Bretaña.
Plomo y plomo aleado (todas formas).. El Salvador.

No ferrosos

Metal base (todas formas) Estados Unidos Países Bajos y


Costa Kica.

Mineral y concentrado Estados Unidos, Bélgica y


Japón.

Plata y oro Estados Unidos, Honduras y


El Salvador.

Zinc y zinc aleado

Mineral concentrado Estados Unidos.


Semimanufacturado Estados Unidos.
; :
;

Tff ALFREDO GUERRA BORGES

Metales Países

No metálicos

Asbesto • Salvador, Honduras, Panamá.


Cemento El Salvador.

Materiales de construcción

Yeso - El Salvador.
Caliza El Salvador.

Fuente: Minerals Year Book (1963), Vol. IV, pág. 85.

7. Política de fomento de la minería

Con el fin de diseñar una política de fomento de la minería


en Guatemala, se está realizando un estudio de evaluación de los
recursos minerales por parte de la Dirección General de Minería
e Hidrocarburos, con la ayuda técnica y financiera de las Nacio-
nes Unidas. El estudio durará cuatro años. Su costo total
asciende a 01.261,100, de los cuales aportará el Gobierno
0471,200.
Con fecha 31 de enero de 1966 se declararon dos zonas de
reserva nacional, que comprenden los siguientes departamentos
Huehuetenango, parte de San Marcos, Quezaltenango, Totoni-
capán y Quiche y, por otra parte, los departamentos de El Pro-
;

greso, Zacapa, Jalapa y Chiquimula. El área de reserva es de


20,559 kms. cuadrados. El motivo de la selección de la primera
reserva fue que se ha establecido la presencia de:

a) Cantidad de depósitos de sulfuros de plomo y zinc, que


son de gran importancia por los minerales secundarios
b) Hallazgos conocidos de magnetita, hematita y titanio;
c) Depósitos de cobre, cromita y manganeso;
d) Extensos depósitos de yeso, alguna cantidad de carbón
y antimonio.

En cuanto a la segunda reserva se hizo en atención a lo si-


guiente :

a) Depósitos de plata, plomo, zinc, que ahora están inac-


tivos, pero que tuvieron gran importancia en el siglo
pasado
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 79

b) Depósitos de cromita;
c) Hallazgos conocidos de hematita, cobre y manganeso;
d) Hallazgos conocidos de barita, caolín y asbestos.

El estudio a que hicimos referencia anteriormente tiene


como objetivos el levantamiento de mapas topográficos, hacer
reconocimientos geoquímicos de todos los sistemas fluviales ma-
yores; reconocimientos geofísicos de la superficie; y, si es
necesario, geoquímicos aéreos. Finalmente, se realizarán tra-
bajos de prospección minera, tales como la apertura de zanjas,
perforaciones y toma de muestras. Donde las indicaciones del
volumen y la capacidad lo justifiquen, se realizarán estudios
metalúrgicos preliminares.
Se espera que al finalizar el proyecto de evaluación de les
recursos minerales de Guatemala se tenga ya una idea más
precisa sobre el potencial minero que tienen esas áreas.
Se cuenta a la fecha con un estudio para el desarrollo de la
pequeña minería en Guatemala, cuyo propósito es establecer la
factibilidad técnica y económica del desarrollo de un programa
de reactivación y expansión de la actual pequeña industria mi-
nera, prestando asesoría técnica al minero, además de facili-
tarle la adquisición de créditos bancarios y construirle plantas
de concentración adecuadas en lugares convenientemente deter-
minados. Se tiene en mente que gracias a estas medidas pueda
incrementarse la producción y bajar los costos de explotación, y
al mismo tiempo, mediante las plantas de concentración, puedan
procesarse los minerales secundarios extraídos y obtener me-
jores precios de venta.

8. Algunas informaciones concretas sobre explotación


MINERA
Planto. El valor de las exportaciones de concentrados de
plomo se encuentra determinado tanto por las condiciones que
prevalecen en los mercados exteriores de ese metal, como por
el porcentaje de plomo y de otros minerales contenidos en los
concentrados que se exportan. De más está decir que en la
forma como se exportan los minerales a la fecha, Guatemala
pierde mientras los exportadores ganan. Ha faltado que el pro-
cesamiento del mineral sea más completo en nuestro país y así
pueda precisarse mejor qué es lo que se exporta.
Los precios internacionales del plomo han sufrido bruscas
oscilaciones. La tendencia general ha sido a la baja. El prin-
cipal mercado para el plomo guatemalteco "Son los Estados
80 ALFREDO GUERRA BORGES

Unidos, pero como éstos han establecido cuotas para los países
exportadores más importantes, y Guatemala no tiene partici-
pación en tal sistema, el volumen de la exportación anual se
determina por la previa contratación con los compradores ex-
tranjeros.
Zinc, Los precios del zinc muestran cierto paralelismo con
los del plomo, posiblemente porque se hace oferta conjunta de
ambos ya que su extracción también está vinculada. En este
caso también han establecido un sistema de cuotas los Estados
Unidos, con el fin de dar mayor estabilidad al mercado y a su
propio abastecimiento. Guatemala no tiene participación en el
sistema de cuotas del zinc, razón por la cual las exportaciones se
determinan en virtud de las contrataciones previas que se hacen,
como en el caso del plomo. Desde 1962 la producción nacional
de concentrados de zinc ha venido en descenso, llegando a pro-
ducirse la mínima cantidad para exportación en 1964. El año
siguiente mostró una recuperación en las exportaciones, sobre-
pasando los niveles de 1962-63.
Guatemala podría tener en los concentrados de zinc el mi-
neral de más importancia para su exportación, si existieran
plantas de separación por flotación en el distrito minero de
Huehuetenango, donde existen ricos yacimientos de sulfuros de
plomo y zinc. Por falta de capital para la instalación de las
plantas, dichos yacimientos no se aprovechan. Y además, por-
que los concesionarios carecen de capacidad técnica para rea-
lizar esas actividades.

Antimonio, De los minerales exportados es el antimonio el


de menor importancia. Su explotación fue iniciada por la fir-
ma Kelly Safié y Compañía Limitada, que suspendió sus exporta-
ciones en 1962, ingresando a la extracción de antimonio la so-
ciedad Cernuda y Compañía. Después de 1963 las labores de
la empresa se suspendieron. Los concentrados de antimonio
exportados han mostrado poca variación en el contenido rela-
tivo de sus valores minerales, lo que sugiere que no se han apli-
cado mejores técnicas en los procesos de beneficio.
Cromo, La extracción de minerales de cromo se hace en
pequeña escala. Se le exporta sin ningún proceso previo de con-
centración, limitándose los productores a una simple selección
y limpia por medios naturales. La producción de minerales de
cromo ha descendido en forma continua. Las últimas cifras
de producción datan de 1962. Desde 1963 no han habido ex-
portaciones de este mineral.
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CAPÍTULO III

EL SUELO
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Capiíulo III

EL SUELO

1. Generalidades

1.1. El suelo y la cubierta vegetal

El estudio del suelo tiene la mayor importancia para el desa-


rrollo de la actividad agropecuaria de un país. Es su base de
sustentación. Antes de entrar al estudio de este importantísimo
tema, conviene dar al lector —sobre todo al estudiante de la
geografía económica de nuestro país —
algunas nociones de mu-
cho interés, principiando por el papel que juega la cubierta
vegetal en la conservación del suelo. Como es sabido, en Gua-
temala se ha observado un gran descuido en lo que toca a la
cubierta vegetal, sobre todo porque se desconoce su papel y por-
que distintos otros factores han determinado su destrucción en
territorios bastante extensos.
La protección del suelo por una cubierta vegetal más o
menos completa, más o menos permanente y que comprende un
número mayor o menor de pisos de monte, depende del apro-
vechamiento que se haga del suelo. En todos los casos deberá
tenerse presente que la cubierta vegetal sirve para regularizar
el escurrimiento de las aguas de lluvia y para evitar el arrastre
de los elementos componentes del suelo. Si el arrastre de
dichos elementos es muy intenso se llegará a la esterilización del
suelo y al entarquinamiento de los ríos.
86 ALFREDO GUERRA BORGES

Un monte en que se encuentre la serie completa de sus pisos


detiene las gotas de lluvia a unos 20 ó 30 metros del suelo gra-
cias al follaje de los pisos dominantes. El agua de lluvia es-
curre en seguida hacia el follaje del sotobosque, a una distancia
del suelo entre uno y cinco metros. Al seguir cayendo, encuen-
tra las hierbas de la cubierta viva a una distancia entre 10 cen-
tímetros y un metro, y finalmente cae al tapiz herbáceo de la
cubierta muerta que descansa directamente sobre el suelo. El
agua resbala entonces suavemente sobre las ramillas y hojas
muertas y llega al suelo lentamente, sin ninguna fuerza viva,
de tal modo que ya no ejerce ninguna acción, mecánica sobre
las partículas de tierra, y no desprende ni arrastra ni siquiera
a las más finas. Debido a la falta de velocidad con que cae
al suelo el agua de lluvia, una parte se filtra hacia la capa freá-
tica y el resto escurre con suavidad.
En otras palabras: la función de la cubierta vegetal de un
monte que tiene todos sus pisos, es frenar la velocidad de caída del
agua de lluvia y también la del agua que corre sobre el suelo.
Por otra parte, al desviar hacia la capa freática parte de las
aguas de escurrimiento, gracias a la disminución de la velocidad
de desagüe y a la permeabilidad del suelo, favorecida por la
cubierta vegetal, se consigue disminuir el caudal de los ríos du-
rante la temporada de lluvias y se constituye una reserva para
la estación seca, lo que permitirá mantener más alto el nivel
de les ríes durante dicha estación. Finalmente, la presencia de
raíces y de materias más o menos descompuestas, le da mayor
cohesión a los elementos del suelo y dificulta su arrastre por
las aguas.
Una mala administración de los montes, como ha ocurrido
en nuestro país, destruye en mayor o menor medida los dife-
rentes pisos de los mismos. Por ejemplo, la explotación sin
método destruye la continuidad del piso dominante. El pastoreo
realizado en forma abusiva por su intensidad, así como la quema
de los pastos, destruye la cubierta muerta y de este modo reduce
la permeabilidad del suelo. Las rozas, tan comunes en todo el
territorio de Guatemala, destruyen toda la cubierta vegetal, y
cuando se llevan a cabo en terrenos de fuerte pendiente, la es-
tabilidad misma del suelo se pone en peligro y se propicia la ero-
sión del mismo, con la consiguiente pérdida de capacidad de las
tierras para sustentar los cultivos. Basta con que falten la
cubierta viva y la cubierta muerta para que el monte ya no pueda
cumplir eficazmente su función. Los montes no deben verse
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA Ü
solamente como fuentes de recursos madereros, sino también
desde el ángulo de su acción reguladora de las agujos y protec-
tora del stcelo.
Lo anterior
significa que hay necesidad de que se observe
una de protección de todos los pisos del monte, y no
política
solamente de los árboles; y que en la repoblación debe procu-
rarse el establecimiento de todos los pisos del monte. ". De . .

un modo general, en toda repoblación forestal conviene mezclar


algunas especies frondosas con las coniferas. La mezcla de
hojas muertas proporciona en este caso una cubierta muerta
mucho más eficaz*'.^
En los cafetales encontramos
el piso dominante, que brin-
dan los árboles, sotobosque (los cafetos), pero las labores
y el
de conservación eliminan la cubierta viva y entierran la cubierta
muerta. De esto se desprende que, en casos de terrenos con
pendiente, es necesario que se hagan los correspondientes trabajos
para prevenir la erosión. Cosa parecida debe tenerse en cuenta
en relación a los demás cultivos.
En el caso de los pastos encontramos sólo dos pisos de
monte también la cubierta viva y la cubierta muerta. Si tales
:

pastos forman un tapiz continuo, bastarán esos dos pisos para


proteger el suelo y regularizar el escurrimiento de las aguas.
Por ello deberá tenerse un gran cuidado en evitar las rozas y
la excesiva densidad de reses por unidad de superficie, ya que
en ambos casos se destruye la continuidad del tapiz vegetal.
En los casos de cultivos anuales debe tenerse presente que
una o más veces al año el suelo queda completamente despro-
visto de toda cubierta, y que las labores de cultivo dejan al
suelo en condiciones de mayor permeabilidad, pero también
más propicias a la erosión. Por tal razón, sobre todo cuando
se trate de terrenos con declive más o menos pronunciado, debe-
rán emprenderse obras que prevengan la erosión, que faciliten
la infiltración de las aguas y eviten los daños de un escurri-
miento precipitado. Tales obras comprenden curvas de nivel,
bancales, terrazas, etc. Por falta de las mismas, el panorama
que presentan muchas regiones de Guatemala es desconsolador.
La labor de recuperación de esos sueles requerirá mucha tena-
cidad y fuertes inversiones.

1 M. Rocher, Informe al Gobierno de GnatemaUi tobre U eonoervación ie koKM*


V la rtgulaeión del régimen hidrológico, (Guatemala: Ediciones de la Aaoeladón de Batu-
diantes de Economía, 1953), p. 4.
;

88 ALFREDO GUERRA BORGES

1.2. Aptiticd de los suelos

Por aptitud de entiende la producción que más


los suelos se
conviene a éstos, bien sea agrícola, forestal o pastoral, e implica
que tal producción debe permitir la conservación de la fertilidad
y la estabilidad de los suelos, y no solamente el suministro de
los productos que necesita el país. La aptitud del s.uelo depende
de varios factores:

a) Factores ecológicos: el clima, la riqueza del suelo, la pen-


diente del mismo

b) Factores eco^iómicos: entre éstos se cuentan algunos de


los hechos anteriormente apuntados trabajos de protección con-
:

tra la erosión de los terrenos con pendiente en el caso de la pro-


ducción agrícola protección contra la práctica de las rozas me-
; ;

didas para evitar una excesiva densidad de reses por unidad


de superficie, etc., en los casos de producciones forestales y pas-
torales. Por supuesto, debe evitarse la tala inmoderada de bos-
ques, que, por lo general, no va seguida de la repoblación nece-
saria; debe abonarse los terrenos pobres, y debe repoblarse
activamente todas las áreas que han sido desoladas.
Los factores económicos se relacionan con otros hechos que
no siempre se tienen en cuenta. Por ejemplo, si un país es poco
poblado, podrán bastar las tierras fértiles de los valles, pero si
un país es muy poblado, o algunas regiones del mismo, habrá
que utilizar terrenos con declive, cuya aptitud agrícola puede
aprovecharse si la producción obtenida permite cubrir los gastos
de protección del suelo. En Guatemala se utilizan tierras con
pendientes muy fuertes, sobre todo en el altiplano occidental, y
la producción obtenida no sólo es a bajos rendimientos sino
tiene poco valor comercial (como es el caso del cultivo del maíz).
Por consiguiente, un cambio de la situación dependerá de la
política que siga el Estado en materia de dotación de tierras a
los minif undistas, así como de otras medidas tendientes a apoyar
las obras de protección del suelo, etc.

c)Factores sociales: son de una gran complejidad y de


difíciltratamiento ya que, por ejemplo, en el caso de las rozas
que hemos mencionado varias veces, son campesinos de pocos
recursos los que las llevan a cabo por lo general, y no se puede
pensar en la conservación de los suelos por separado de las me-
didas necesarias para resolver los problemas que inducen a los
campesinos a rozar sus tierras.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 89

En otros casos, la reforestación no puede esperarse de los


agricultores mismos, ya que si los recursos de éstos son de poca
cuantía no pueden cubrir los gastos que implica la repoblación
de los suelos que han quedado sin protección. Y si se tratara de
montes que son aprovechados para obtener maderas, el agri-
cultor de pocos recursos no puede esperar 20 ó 30 años a que se
reforesten los montes que han sido talados. El Estado deberá
jugar un papel muy activo en todo esto.

1.3. La práctica de las rozas

En un país como Guatemala, situado en la región tropical


de nuestro planeta, la vegetación que cubre el suelo se recupera
muy rápidamente después de haber sido cortada por el hombre.
Esto impone al agricultor la pesada tarea de tener que eliminar
una y otra vez esa vegetación, pero cuando carece de los medios
y las técnicas necesarias, recurre al fuego.
El uso del fuego tiene ventajas y desventajas. Entre las
primeras cabe mencionar, en primer término, la rápida des-
trucción de la vegetación, aunque no sea por mucho tiempo, y
el impedimento para que la vegetación forestal recupere los te-
rrenos que se destinan a pastos. Constituye también una ven-
taja la rápida movilización de los elementos fertilizantes acumu-
lados en la vegetación forestal viva o en la vegetación más o
menos agotada en el curso de la temporada de sequía, así como
la utilización inmediata de una parte de esos elementos ferti-
lizantes para ponerlos a disposición de los vegetales que se desea
producir (cultivos o pastos tiernos para el ganado).
Las desventajas de la utilización del fuego son numerosas.
En primer lugar, se tiene una gran pérdida de materias ferti-
lizantes que son bruscamente movilizadas, pero de las cuales
sólo aprovechan las plantas una escasa parte, perdiéndose la
otra en el momento de la quema o por el arrastre del viento en
las semanas siguientes o por acarreo de las aguas de escurrí-
miento. El fuego empobrece el suelo, pues de no haberse segui-
do la práctica de la roza, las materias fertilizantes se hubieran
acumulado lentamente en el humus. El fuego no sólo destruye
el humus sino también la vida microbiana, con lo cual se este-
riliza.
Las plantas rastreras, que por ser tiernas son muy apre-
ciadas por el ganado, son destruidas por el fuego, mientras que
las hierbas rizomatosas y bulbosas, que cubren mal el suelo y
96 ALFREDO GUERRA BORGES

son coriáceas, se multiplican en sustitución de aquéllas, pues


son resistentes al fuego.
Al destruir la cubiei*ta muerta y las plantas rastreras, que
son las más eficaces de la cubierta viva, el fuego destruye los
obstáculos para que el agua erosione el suelo. No es extraño
que por este motivo, y otros más que se han mencionado, al
cabo de algunos años el suelo se haya empobrecido en tal forma
que obliga a los campesinos a buscar nuevas tierras, cuando las
hay disponibles.
Si una población es reducida, la práctica de las rozas pueden
tener lugar por mucho tiempo sin que se sientan sus efectos
nocivos, pero si, por el contrario, la población tiene gran densi-
dad, no queda más recurso que volver sobre los mismos terre-
nos, abusando de ellos hasta que se les esteriliza por completo.
Lo grave en nuestro país es que la práctica de las rozas
tiene que seguirse tolerando, pues la población campesina carece
de medios y recursos que le permitan prescindir de las quemas.
Por supuesto, las quemas no son practicadas solamente por los
campesinos, sino también por agricultores de más recursos, pero
en este caso podría suponerse que se trata de la fuerza de una
tradición perjudicial.

1.4. ¿Qué es una clasificación de suelos?

Pasamos ahora a otros aspectos de nuestra exposición. An-


tes de conocer las características de los suelos guatemaltecos y
sus aptitudes agropecuarias, conviene tener una noción sobre
lo que es una clasificación de suelos, y qué significan algunos
términos que con frecuencia se usan en los libros sobre la ma-
teria.
Una clasificación de suelos consiste en "el examen, la dife-
renciación y la delimitación de suelos en el campo sobre un
mapa base, complementado por los estudios y análisis de labo-
ratorio que se estimen convenientes para caracterizarlos'*.^
Para llevar a cabo la clasificación es necesario recorrer el
territorio, con intervalos que varían según la intensidad de la
clasificación que se busca, así como en función de los medios
de transporte, las condiciones topográficas del terreno, etc. En
distintos puntos seleccionados se abren zanjas a fin de estudiar

2 Charles Simmons, José Manuel Tárano y José Humberto Pinto, Clasificación de


recov^cimicnto de suelos de la República de Guatemala, (Guatemala: 1959), p. 7.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA H
las distintascapas u horizontes que componen el perfil del suelo.
También se hacen barrenamientos y se estudian los cortes de los
caminos y las vías férreas, a fin de conocer las exposiciones que
aparecen en los mismos. Igualmente, es objeto de estudio la
roca madre que da origen En todos los casos se anotan
al suelo.
cuidadosamente el color, la estructura, la consistencia, el con-
tenido de materia orgánica y la presencia de otros materiales
(exceso de cascajo, grava, piedra, etc.). Un aspecto importante
que se tiene muy en cuenta es el drenaje del suelo, tanto el in-
terno como el externo. Se estudia asimismo la interrelación del
suelo y la vegetación. Las propiedades químicas y las constan-
tes físicas del suelo se determinan mediante muestras que se
envían al laboratorio.
Una
vez determinados los factores diferenciales que hemos
enumerado y otros más que aconseja la pedología (ciencia que
estudia los suelos) se pasa a la clasificación de éstos según sus
,

características internas y externas, prestando particular aten-


ción a las que tienen influencia en el crecimiento de las plantas.
Con base en lo anterior, los suelos se agrupan en unidades de
clasificación (series, tipos, etc.).
Se llama seHe al grupo de suelos que tienen semejanza en
todos sus horizontes genéticos, menos en la capa superior o
arable, y que tienen también un material madre semejante. O
sea. que con exclusión de la capa superior, los suelos comT>ren-
didos dentro de una serie tienen el mismo color, estructura, con-
diciones naturales de drenaje y otras características importantes
iguales. El nombre de la serie se toma del lugar en que los sue-
los fueron identificados por primera vez "Acasaguastlán", *To-
:

'"'-'*
tonicapán'', "Tolimán", etc.
Se llama tipo de suelo a aquellos que dentro de una serie se
diferencian por la textura de la capa superior. El nombre de
esta textura (arena, franco arenosa, franco limosa, arcillosa,
etc.) se agrega alnombre de la serie para completar el nombre
del tipo de suelo. Así, por ejemplo, conocemos el "Acasaguas-
tlán franco arcilloso", el "Totonicapán franco" y otros muchos
más. En los casos de una clasificación de suelos bastante deta-
llada, el tipo de suelos es la unidad principal, y por su carácter
específico es la unidad que debe relacionarse en forma directa
con las prácticas agronómicas.
En Guatemala se cuenta hasta ahora solamente con una
cUisificación de reconocimiento, en la que necesariamente las
unidades de mapificación son generales. Se utilizó como base
:

92 ALFREDO GUERRA BORGES

el mapa cartográfico preliminar a escala de 1 200 000, ela-


:

borado por el Departamento de Mapas y Cartografía del go-


bierno guatemalteco en 1942. Lros suelos fueron clasificados de
acuerdo con sus características genéticas, siguiendo el sistema
usado por la Oficina de Clasificación de Suelos del Ministerio
de Agricultura de los Estados Unidos. Los autores de este im-
portante trabajo fueron los señores Charles S. Simmons, José
Manuel Tárano y José Humberto Pinto. Los estudios preli-
minares se hicieron en 1944, pero fue hasta 1947 que se aprobó
el proyecto para la Clasificación de Reconocimiento de Suelos
a que hemos aludido antes, y se llevó a cabo por el Instituto
Agropecuario Nacional. El manuscrito en inglés fue prepa-
rado por Charles Simmons entre 1955 y 1956, cuando era Asesor
Técnico del Departamento de Suelos. La edición final en cas-
tellano la hizo el ingeniero Pedro Tirado-Sulsona, que en 1958
era jefe del mencionado departamento.
Como se trata de una clasificación de reconocimiento, la
unidad de clasificación fue la de la serie predominante. Cada
serie puede incluir varios tipos diferentes. "Las etapas lógicas
subsiguientes deben incluir: la determinación de las caracte-
rísticas morfológicas, físicas, químicas y biológicas de los dis-
tintos tipos de suelos; el estudio de la reacción de los tipos de
suelos a las prácticas de manejo, incluyendo la labranza, la fer-
tilización, la rotación de los cultivos, el control de abasto de
agua (el regadío, el drenaje, el terrazamiento y otras prácticas
de conservación de suelos), y las interacciones entre sí. Tam-
bién es indispensable correlacionar la capacidad de campo de
los suelos con los estudios de laboratorio y otros conocimientos
empíricos (cuando éstos existan). Esto es, en general, lo que
queda por hacer. ."^ .

1.5. Brevisiyno glosario

Como en esta obra, y sobre todo en estudios y libros especia-


lizados, el estudiante puede encontrar términos cuya significa-
ción le es extraña, no obstante su uso bastante frecuente, ofre-
cemos en seguida una brevísima explicación del contenido de
algunos de los términos con que se tropezará a cada paso

Sítelo ácido: un suelo que tenga un pH menor de 7.0. Para


propósitos prácticos, un suelo con pH menor de 6.6.

3 Ibid., p. 9.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 93

pH: medida numérica de la acidez o de la actividad del ion


de hidrógeno en el suelo.

Suelo alcalino: un suelo con pH sobre 7.0. Para propósitos


prácticos, un suelo con pH sobre 7.3.

Suelos de aluvión: suelos desarrollados de materiales trans-


portados, depositados en época relativamente reciente.

Lahar: flujo volcánico lodoso.

MateiHal madre: el horizonte compuesto por pedazos y par-


tículas de roca del cual se forma el suelo propiamente dicho.

Área seccionada: Área disecada. Dícese de un área que


posee muchos ríos y riachuelos que la dividen en secciones de
diferentes tamaños, ayudando a un mejor drenaje de las tie-
rras y, en ciertos casos, a un mejor abastecimiento de agua.

un suelo que contiene en proporción canti-


Siiclo franco:
dades relativamente iguales de arena y limo y una cantidad un
poco menor de arcilla. Generalmente, es una cualidad desea-
ble. Hay distintas clases texturales: arenoso franco, limoso
franco, arcilloso franco.

Suelo liviano: suelo de textura arenosa.

Suelo pesado: suelo compuesto por partículas finas de limo


y, principalmente, de arcilla.

Cultivos limpios: cultivos de plantas erectas, como el maíz


y tabaco, los cuales hay que mantener libres de plantas inde-
el
seables y que, por tanto, exponen el suelo a la erosión.

Plantas deciduas: plantas de hojas caedizas o que las mudan


cada año, por lo general en la estación de invierno.

\ 2. Asociaciones geográficas de los suelos de Guatemala

El Diagnóstico del Consejo Nacional de Planificación Eco-


nómica contiene una descripción de las asociaciones geográficas
de los suelos de Guatemala, determinadas por sus condiciones
geológicas y climáticas, habiendo utilizado para el efecto la obra
de Simmons y coautores. He aquí, en forma resumida, las
conclusiones que presenta el "Diagnóstico".
m ALFREDO GUERRA BORGES

Suelos desarrollados sobre calizas a elevaciones bajas

Cubren un poco más de un tercio del territorio nacional el :

departamento del Peten y las regiones bajas del norte de los de-
partamentos de Quiche, Alta Verapaz e Izabal. Son suelos cu-
biertos en un 90% de bosques. El área más extensa, que es la
del departamento del Peten, tiene suelos profundos con buen
drenaje solamente en un 10.9%. Es una región de bosques de
maderas finas. El 10% de estos suelos son sabanas, pero no se
recomiendan para la agricultura y la ganadería sin prácticas
agronómicas especiales.

Suelos desarrollados sobre depósitos marinos a


elevaciones bajas

Se encuentran en la costa norte del departamento de Iza-


bal. Son suelos pobres, ácidos o muy ácidos, cuyo destino prin-
cipal podría ser el pastoreo o la explotación forestal.

Suelos desarrollados sobre serpentina 1J rocas asociadas a


elevaciones inedias

Se localizan en una faja que principia en el departamento


de Baja Verapaz y se extiende hasta un poco más allá del lago
de Izabal. Son suelos pobres, por lo general, de reacción neutra
o ligeramente acida. Podrían ser utilizados para pastoreo o
explotación forestal.

Suelos desarrollados sobre rocas calcáreas a


elevaciones medias

Se encuentran al norte de los Cuchumatanes en los depar-


tamentos de Huehuetenango y Quiche y en gran parte del
departamento de Alta Verapaz. En un 70% son suelos bien desa-
rrollados pero con pendientes de bastante inclinación. Su vo-
cación principal es silvícola, para el pastoreo y el cultivo del
café.

Suelos desarrollados sobre rocas calcáreas a


elevacioines alta^

Se localizan en los Cuchumatanes y en su mayor parte son


profundos. Las partes planas a alturas mayores de 3,500 me-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 95

tros SNM están cubiertas de pastos naturales y arbustos ena»


nos. Su principal vocación es forestal y para el pastoreo de
ovejas.

Suelos desarrollados sobre esquistos a elevaciones medias

Se extienden al sur de los suelos mencionadcs anteriormente


desde el departamento de Huehuetenango hasta el de Izabal,
atravesando los departamentos de Quiche, Baja Verapaz y Za-
capa. En un 15% son aptos para el cultivo. Podrían utilizarse
para el pastoreo, para fines forestales y el cultivo de café al sol.
Son sueles poco profundos.

Suelos desarrollados sobre ceniza volcánica a


elevaciones median

Cubren una parte importante de los departamentos de Gua-


temala, Santa Rosa, Jutiapa, Izabal y Zacapa, y la totalidad de
los departamentos de El Progreso, Jalapa y Chiquimula. Son
suelos de buena profundidad, arcillosos y ligeramente ácidos.
Aunque el relieve de la región cubierta por estos suelos es bas-
tante escarpada, presenta numerosos valles. El principal obstá-
culo para los cultivos limpios lo constituye la larga duración de
la estación seca. En mucha partes estos suelos tienen vocación
para la silvicultura, café al sol, arroz, algodón, caña de azúcar,
frutales y otros cultivos.

Suelos desarrollados sobre ceniza volcánica a


elevaciones altas

Se localizan en el altiplano occidental, a altitudes que va-


rían entre los 1,800 y los 2,600 metros SNM. Tienen poca pro-
fundidad y son ligeramente ácidos. Por la región en que se
encuentran localizados su relieve es bastante quebrado, con
numerosos valles. Como en esta región se localiza el minifundio
indígena, una buena parte de estos suelos se destina al cultivo
del maíz y al pastoreo de ovejas. En esta región se desarrolla
el cultivo del trigo y una próspera horticultura. Son suelos que
pueden destinarse a fines forestales, a ganadería mayor y menor,
frutales, horticultura y granos.
m ALFREDO GUERRA BORGES

Suelos desarrollados sobre Tnaterial fluvio-volcánico


reciente a elevaciones medias

Se extienden desde la planicie costera del Pacífico hasta


altitudes un poco inferiores a los 1,800 metros SNM. Es la
región conocida como "bocacosta del sur" y atraviesa los de-
partamentos meridionales del país. El relieve de la región es
bastante inclinado toda vez que estos suelos ascienden a lo largo
de las faldas de los volcanes de la cordillera que corre paralela
al mar. Son suelos profundos y fértiles. Sustentan la produc-
ción cafetalera más importante del país. Además, pueden ser
destinados a la explotación forestal y al cultivo de frutales, to-
mando las medidas adecuadas para impedir una acelerada ero-
sión de los terrenos.

Suelos desarrollados sobre material fluvio^volcánico


reciente a elevaciones bajas

Se encuentran localizados en la planicie de la costa del Pa-


cífico y se extienden desde México hasta El Salvador. Por lo
tanto, se encuentran en parte o en la totalidad de los departa-
mentos de San Marcos, Quezaltenango, Suchitepéquez, Retal-
huleu, Escuintla, Santa Rosa y Jutiapa. Son los suelos más
productivos de Guatemala. Su reacción es neutra o ligeramente
acida. En ellos puede desarrollarse el cultivo del algodón, el
banano, la caña de azúcar, la citronela, el kenaf y otras varie-
dades con fines industriales o para la exportación. Por la
región en que se encuentran estos suelos, los cultivos pueden ser
fácilmente mecanizables.

Suelos aliyinos

Son suelos que se encuentran en la cima de los Cuchumata-


nes y de las montañas más altas de Occidente.

3. Series de suelos de alta fertilidad natural

Hemos considerado de interés, desde el punto de vista de


los recursos y posibilidades que tiene nuestro país para elevar
su producción y el bienestar de sus pobladores, hacer una rela-
ción de las series de suelos que tienen una fertilidad alta, indi-
cando la extensión superficial que cubren y los departamentos
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA JW

donde están localizadas. Naturalmente, es una relación incom-


pleta que de ninguna manera debe inducir a hacer la conclusión
de que solamente en estas series da suelos puede organizarse
una afipricultura productiva y rentable. Hay numerosos suelos
que tienen una fertilidad regular e incluso baja, que pueden ser
altamente productlivos con prácticas agronómicas adecuadas.
Sin embargo, el examen de todas las series excede los límites
de esta obra. Los programas de desarrollo, o bien los proyectos
concretos que tenga en mente realizar en un momento dado la
empresa privada o el sector público, tendrán que acudir nece-
sariamente a las obras especializadas, y seguramente habrán de
emprenderse estudios específicos en cada caso.
No obstante, hemos creído conveniente que la información
general sobre suelos proporcionada en esta obra fuera un poco
más allá de la que hemos dado en apartados anteriores. Uti-
lizando la Clasificación de reconocimiento de suelos, presen-
tamos en seguida una relación de las series de suelos de alta fer-
tilidad natural. De este modo ayudamos al lector a hacer una
primera aproximación al potencial productivo que subyace en los
suelos guatemaltecos.

3.1 Suelos de las montañas volcánicas

En este grupo se han localizado 5 series de suelos, tres de


las cuales se han identificado como de alta fertilidad:

Serie Canianchá

Comprenden 107 940 el 0.991% del área de


hectáreas, o sea,
la República, en de Guatemala. Son más ex-
la planicie central
tensos en el occidente de la planicie en los departamentos de
San Marcos y Quezaltenango, pero se han desarrollado igual-
mente en el departamento de Chimaltenango (al sur de Patzún),
al oriente del departamento de Guatemala y en el del Progreso.
Los suelos Camanchá se han desarrollado sobre planicies de
suave a fuertemente onduladas a elevaciones superiores a los
2 300 metros SNM. La gran altitud a que están situados limita
la clase de cultivos que pueden fomentarse. Se estima que
podrían desarrollarse cultivos como el del trigo, la papa, avena,
lino, forraje para pastoreo y para corte; podría ser una zona
productora de lana y leche mejorando el ganado y los pastos.
Se ha recomendado que cualquier cultivo que se haga debe
98 ALFREDO GUERRA BORGES

construir curvas de nivel y canales para controlar el exceso de


agua. Si el drenaje es bueno el peligro de erosión es limitado.

Serie Tolimán

Comprende un área de 15 398 hectáreas en las cercanías


del lago de Atitlán (departamento de Solóla) y en los departa-
mentos de Ghimaltenango y Suchitepéquez. Estos suelos ocupan
relieves que varían de ondulados a inclinados. Se encuentran a
elevaciones entre 1650 y 2250 metros SNM. En su mayor parte
están cultivados, principalmente de maíz y trigo, pero actual-
mente los rendimientos son bajos debido a que han sido culti-
vados en forma continua durante muchos años, con los métodos
atrasados que son usuales en los agricultores de estas regiones.
Posiblemente por la naturaleza abierta y porosa del suelo, y la
presencia dé menos niebla y nubes que son comunes a esta región,
la temperatura del suelo es más alta que la de los suelos pesados
y los cultivos parecen madurar antes que en otras partes de la
región. El problema principal es el control de la erosión, ya
que por la forma como han sido trabajados estos suelos han sido
fuertemente erosionados.

Serie Bulanjuyú

Comprenden unas 2 205 hectáreas. Se encuentran entre


el declive del Pacífico y la La elevación varía
altiplanicie.
de 2,300 a 2,600 metros SNM. Se encuentran en el departa-
mento de Chimaltenango, al sur-oeste de Patzicía. Casi toda
el área tiene bosque, aunque en parte ha sido limpiada para
el cultivo de maíz. Se adaptan muy bien el trigo y las papas.
Su contenido de materia orgánica es alto. El problema princi-
pal es evitar la erosión, para lo que se ha recomendado que entre
cosechas se cultiven plantas de cubierta que se preparen curvas
;

de nivel y se construyan canales para desviar el agua. La al-


tura a que se encuentran limita los cultivos que pueden desa-
rrollarse en ellos.

3.2. Suelos de la Altiplanicie Central

Serie Quezaltenango

Cubren un área de 14 957 hectáreas en los departamentos


de San Marcos y Quezaltenango. Ocupan los fondos de los valles
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA •!

casi planos a elevaciones mayores de 2,250 metros SNM. Casi


todos estos suelos han sido limpiados y cultivados, siendo el
maíz y el trigo los cultivos principales. Se cultivan también
algunas legumbres y haba. Esta serie de suelos es de las más
deseables, pues ocupan terreno casi plano y se labran fácilmente.
El problema principal es el mantenimiento de la materia orgá-
nica en el suelo superficial, pues se endurece y compacta cuando
está expuesto a los rayos del sol o a las lluvias fuertes.
Un medio adecuado para mantener este contenido orgánico
parece ser la incorporación de plantas y otros residuos orgáni-
cos. También se ha recomendado sembrar abono verde un año
cada tres o cuatro. Cabe agregar que estos suelos están asocia-
dos a los Camanchá, si bien ocupan un relieve más suave.

Serie ToHmdn, Sus características generales ya fueron


descritas.

Serie Cauqué

Comprenden unas 58 901 hectáreas. Se pueden localizar


al oeste y al norte de la ciudad de Guatemala en los departamen-
tos de Guatemala, Sacatepéquez y Chimaltenango. Su relieve
va ds ondulado a inclinado en la parte central de la Altiplanicie
Central. Se encuentran a elevaciones entre 1,500 y 2,100 me-
tros SNM en la mayor parte de los lugares. Están asociados a
los suelos Guatemala y Tecpán, pero su relieve es más ondulado
que el de éstos. La vegetación natural está constituida por pino,
encino y maleza. Estos suelos se encuentran en una región den-
samente poblada. La mayor parte del área se cultiva con maíz
y frijol, pero los métodos tradicionales dan como resultado un
rendimiento pobre y provocan la erosión en forma grave. Cerca
de San Lucas Sacatepéquez se cultivan en estos suelos distintas
variedades de frutas, tales como peras, ciruelas y manzanas.
En otras partes dan asiento a hortalizas para abastecer la
ciudad de Guatemala, que es el mercado más importante de la
zona. La localización de estos suelos y sus características,
hacen aconsejable que en ellos se desarrolle la industria lechera.
En general, casi toda la Altiplanicie Central está mejor adapta-
da para la industria lechera o alguna otra actividad que incluya
ganado. Siendo de fertilidad natural alta, ésta puede aumen-
tarse introduciendo el sistema de rotaciones de cultivo, así
como ganado. Es recomendable también que todas las labores
agrícolas se hagan en curvas de nivel y que se construyan ca-
100 ALFREDO GUERRA BORGES

nales para desviar exceso de aguas, dejando las partes


el más
inclinadas para bosques o pastos permanentes.

Sei'ie Guatemala

El área total de esta serie de suelos es de 34 402 hectáreas.


Se encuentran en la parte sur central de Guatemala, en el de-
partamento de este nombre y en el de Chimaltenango. Ocupan
un relieve casi plano a altitudes medianas. Están asociados con
los suelos Cauqué, Fraijanes y Moran, pero se distinguen de
éstos en que los suelos de Guatemala se encuentran en planicies.
Una parte importante de esta área se encuentra en el plano
urbano de la ciudad de Guatemala. En el resto se cultivan maíz
y café. El agua para un riego en gran escala es escasa, de
modo que la producción de artículos alimenticios tiene que ha-
cerse únicamente en la estación de lluvias. El maíz y el fríjol
podrían obtenerse en grandes cantidades, así como otros produc-
tos alimenticios, pero habría que tener mucho cuidado en la con«
servación de la materia orgánica, los elementos nutritivos y la
condición física del suelo. Aunque podría aumentarse la pro-
ducción de café, los suelos a que venimos refiriéndonos parecen
más adecuados a otros cultivos. Uno de los problemas más
serios del valle de Guatemala son los deslaves, que a la fecha
han dado lugar a que los barrancos avancen y hasta se unan
algunos de ellos, dejando aisladas áreas de terreno casi plano.
La altura a que se encuentran estos suelos varía de 1,200 a 1,800
metros SNM.

Serie Poaquü
El área que cubren es reducida unas 3 755 hectáreas. Son
:

extensos en el norte del departamento de Chimaltenango, al


nor-este de Tecpán, pudiéndose localizar otras áreas en los
departamentos de Guatemala, Quiche, Sacatepéquez ly Solóla.
Casi todas las áreas se encuentran a elevaciones que van de
1,800 a 2,400 metros SNM. Gran parte está con bosques o
con pastos, y una parte se usa también para la producción de
maíz, frijol, trigo y papas. Gran parte de esta serie de suelos
tiene una inclinación que la hace inadecuada para cultivos lim-
pios, ya que éstos vendrían a agravar el problema de la erosión.
Tales secciones deberían ser dedicadas a pastos.
geografía económica de GUATEMALA 101

Sei^ Camanchá, Ya ha sido descrita.

Serie Moran
Comprende 29 685 hectáreas en el altiplano, al oriente de
la ciudad de Guatemala: en los departamentos de Guatemala y
Santa Rosa. Ocupan relieves que varían de inclinados a ondu-
lados. En lugares que tienen una elevación menor de 1,500
metros SNM se cultiva el café. Estos suelos podrían ser utili-
zados para desarrollar la producción de plantas de forraje y
para la producción de leche. El problema principal que tienen
estos suelos es el control de la erosión y el mantenimiento de la
materia orgánica, por ello los cultivos limpios deberían practi-
carse solamente cuando sea necesario para una rotación.

Serie Sitbinal

El área cubierta por esta serie de suelos es de 89 089 hec-


táreas, pudiendo ser localizados en la parte sur central y sur-
este de Guatemala. Estos suelos son extensos en la vecindad
del departamento de El Progreso. Se les encuentra también
en los departamentos de Jalapa, Jutiapa, Chiquimula, Zacapa y
Baja Verapaz. Por encontrarse en un clima muy seco, inapro-
piado para el cultivo de maíz, debería ser destinado a pastos,
pero al presente ocurre todo lo contrario: gran parte del área
está o ha estado destinada al cultivo de maíz, lo que ha dado
lugar a una severa erosión^ dado que se le siembra en declives
muy inclinados, inadecuados para cultivos limpios. La Serie
Subinal se desarrolla a elevaciones que van de 600 a 1,500 me-
tros SNM.

Set^ Mongoy
El área cubierta por esta serie de suelos es bastante apre-
ciable 173 480 hectáreas, localizadas sobre todo en el departa-
:

mento de Jutiapa. En la mayor parte los declives son muy


inclinados, más del 30 por ciento. Por tal motivo no son suelM
adecuados para cultivos, pero puede aumentarse considerable-
mente su capacidad de pastoreo, limpiando la maleza e intro-
duciendo pastos más gustosos y nutritivos. Al presente casi
toda el área se usa para pastos. Cultivos sólo se encuentran
en una parte pequeña.

l(tt ALFREDO GUERRA BORGES

Serie Moyuta

Área 9 278 hectáreas, localizada en el volcán Moyuta y


:

el área circunvecina en la parte sur del departamento de Jutiapa.


Como se comprende, el relieve de estes suelos presenta inclina-
ciones superiores, en algunos lugares, al 50 por ciento. La pre-
sencia de nubes que rodean el Moyuta y las colinas que le cir-
cundan —
presencia que se mantiene gran parte del tiempo
tiene como consecuencia un régimen de humedad, debido a la
condensación, mucho más alto del que registraría un pluvió-
metro. Es probable que a esta circunstancia se deba el conte-
nido tan alto de materia orgánica que presentan estos suelas,
pues atmósfera fría y húmeda disminuye la pérdida de aquélla.
la
Casi toda el área está forestada. Hay cultivos de maíz y café.
Se ha sugerido la posibilidad de cultivar café al sol en esta área.

Serie Jilotepeque

La localización de esta serie de suelos se encuentra en el


sur-este de Guatemala, en los departamentos de Jutiapa, Jalapa
y Chiquimula. Comprenden 26 681 hectáreas. Ocupan relieves
inclinados a altitudes medianas. Casi toda el área ha sido lim-
piada y se usa para maíz, o bien ha sido abandonada. A pesar
de que los rendimientos actuales del maíz son en esta área muy
bajos, estos suelos son de los más cultivados de la región, lo cual
puede tener como explicación que son suelos más profundos y
menos secos que la mayoría de los que se encuentran en la zona.
Gran parte del área debería ser reforestada; y por supuesto,
deberían abandonarse los cultivos que actualmente se hacen
en relieves hasta de más del 40 por ciento de inclinación, los
cuales podrían destinarse a pastoreo, siempre que éste no fuera
excesivo.

3.3. Suelos del Declive del Pacífico

Serie Chocóla

Estos suelos se encuentran en los departamentos de Suchi-


tepéquez, Retalhuleu, Quezaltenango y San Marcos, cubriendo
un área total de 53 951 hectáreas. Ocupan terreno suavemente
inclinado, del 3 al 6 por ciento solamente, a una elevación mo-
deradamente baja sobre el nivel del mar. La vegetación nativa
consiste de bosques tropicales altos, pero en su mayoría han sido
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 103

talados. La región está cruzada por numerosos arroyos de cur-


so rápido, pero ninguno ha llegado a cavar canales de mucha
profundidad. Gran parte de estos suelos son utilizados para la
producción de café, ya que se cuentan entre los mejores para
este cultivo. Además, están adaptados adecuadamente para el
cultivo de banano, caña de azúcar y otras cosechas. Tienen la
ventaja de permitir el uso de maquinaria agrícola.

Sene Svx^hitepéquez

El área total cubierta por esta serie de suelos es de 77 593


hectáreas, al sur-oeste de Guatemala en los departamentos de
San Marcos, Quezaltenango, Retalhuleu, Suchitepéquez y Chi-
maltenango. La serie se encuentra a elevaciones entre 450 y
1 200 metros SNM, pero puede extenderse fuera de estos límites.
Estos suelos se encuentran comúnmente asociados con los Cho-
cóla, pero son más profundos y menos arcillosos. La vegetación
natural está constituida por bosque tropical alto de árboles de
hojas grandes y enredaderas. Los suelos Suchitepéquez se cuen-
tan entre los más productivos de Guatemala, estando bien adap-
tados para el cultivo de café, caña de azúcar y otros cultivos que
requieren abundante agua. Aunque no son especialmente ero-
sivos, estos sueles deben ser protegidos de la erosión mediante
las prácticas adecuadas, ya que la mayoría de las áreas se en-
cuentra en inclinaciones que van del 5 al 12 por ciento, y ade-
más son comunes en la región lluvias torrenciales de gran in-
tensidad.

Serie Mazatenmtgo

Comprende 40 127 hectáreas y se encuentran en la vecindad


de Mazatenango y Retalhuleu, en el sur-oeste de Guatemala.
Ocupan el límite bajo del declive del Pacífico. En esta parte
el declive es apenas del 2 por ciento. La elevación sobre el nivel
del mar va de 150 a 240 metros SNM. Los suelos de la Serie Ma-
zatenango son de los más productivos de Guatemala, no se ero-
sionan fácilmente. Un factor limitativo de la producción €s la
escasez de agua desde diciembre a abril, pero como el área está
cruzada por numerosos arroyos el riego puede ser instalado a
bajo costo. En estos suelos hay áreas importantes destinadas al
cultivo del café, la caña de azúcar, banano, gramíneas de aceites
esenciales, cacao, algodón, pastos y otros cultivos. Gran parte
del área se destina también al maíz.
104 ALFREDO GUERRA BORGES

Serie Sammjac

Se localiza en el sur-oeste de Guatemala en los departa-


mentos de Suchitepéquez, Quezaltenango y Retalhuleu. Com-
prende 16 062 hectáreas. Estos suelos se encuentran asociados
a los Chocóla y Suchitepéquez, pero se distinguen de éstos por
su pedregosidad y otras características. La mayor parte está
en bosques de especies deciduas. Les suelos de esta serie se usan
para café. No son convenientes para el maíz, pues como son
sumamente pedregosos no pueden usarse ni siquiera implemen-
tos livianos o tirados por bueyes. En cambio, el cultivo del café
puede aumentarse en forma considerable. Igual cosa pwede
decirse para los pastos. La fertilidad natural de estos suelos
varía de alta a regular.

Serie Copalchi

Cubren una extensión reducida 2 753 hectáreas, en los de-


:

partamentos de Retalhuleu y Suchitepéquez. Ocupan relieves


casi planos, a elevaciones entre 30 y 150 mts. SNM. La vege-
tación natural es un bosque alto, tropical y deciduo, pero en su
mayor parte estos suelos están cultivados o en potreros. Son
suelos muy productivos y de fácil manejo; con agua disponible
para riego en la mayoría de lugares. Por ello son muy bien
adaptados para caña de azúcar, banano, cacao, algodón, zacates
de aceites esenciales, etc. No obstante, la abundancia de lluvia
propia de esta región puede hacer difícil el control de insectos.
Se ha recomendado que, con el fin de mantener el contenido de
materia orgánica, en caso de cultivos limpios y continuos, sería
bueno sembrar una planta leguminosa de protección cada tres
cuatro cosechas. Con cultivos permanentes como el banano y
el cacao, es recomendable mantener una planta leguminosa de
protección en forma permanente. En casos como el cultivo de la
caña de azúcar, cada vez que se hace una nueva siembra debería
enterrarse previamente una leguminosa.

Serie Atitlán

Ocupa un área de 9 045 hectáreas en las pendientes de los


volcanes Atitlán y Tolimán, al sur del lago de Atitlán, departa-
mento de Solóla. Se desarrollan estos suelos a altitudes entre
1 000 y 2 000 metros SNM. La mayor parte del área Atitlán
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 105

está forestada, aunque una parte importante se cultiva con maíz,


frijol y también café. El mejor uso de estos suelos es para el
cultivo de café y para productos del bosque.

Serie Mocó.

Estos suelos se encuentran en los departamentos de Suchi-


tepéquez y Solóla, al norte de Patulul (depto. de Suchitepéquez).
Comprenden 5 499 hectáreas. Las elevaciones de (esta área
varían de 1 100 a 1 800 metros SNM. El abastecimiento de
agua está garantizado por los numerosos arroyos que cruzan
la región. Los suelos Moca se usan para el café, y a mayor al-
tura para cinchona. Gran parte del área está en bosques densos
de especies deciduas y enredaderas.

Seine Panán
Cubren estos suelos un área de 13 398 hectáreas en los de-
partamentos de Suchitepéquez y Escuintla. Se encuentran a
elevaciones medianas en el declive del Pacífico, en la parte sur
central de Guatemala. Una parte del área se destina al café,
para el que está bastante bien adaptada la serie. Por su pedre-
gosidad, la mayoría de las áreas de estos suelos son inapropiados
para el uso de maquinaria agrícola. Se usan también pyara
pastos y madera. La elevación a que se encuentran varía de 300
a más de 900 metros SNM. Es recomendable que se mantenga
sobre la superficie una capa de hojas descompuestas o parcial-
mente descompuestas para evitar las erosiones.

Serie Camantulul

La serie cubre un área de 8 983 hectáreas en el departa-


mento de Escuintla, cerca de Siquinalá. Son suelos sobre re-
lieves ondulados, adecuados para el cultivo de maíz y plantas
de forraje. El mejor uso de estos suelos parece ser p^ra po-
treros permanentes o para café, cacao, achiote y otros productos.

Serie Osuna
Comprende 14 681 hectáreas, en los departamentos de Es-
cuintla y Chimaltenango. Ocupa relieves que van de ondulados
a inclinados. La elevación típica es 900 metros SNM, pero al-
106 ALFREDO GUERRA BORGES

gunos sectores de estos suelos se encuentran hasta altitudes su-


periores a les 1 800 metros SNM. Casi toda el área se destina
al cultivo de café.

Serie Cutzán

Los suelos de esta serie cubren un área de 26 240 hectáreas


en los departamentos de Suchitepéquez y Escuintla. Estos sue-
los se encuentran a menudo rodeados de suelos Mazatenango,
a elevaciones de 150 a 300 metros SNM. Otras áreas se en-
cuentran a elevaciones de 900 metros y están rodeadas por los
suelos Suchitepéquez, Chocóla y otros. Una parte considerable
del área se destina a la producción del maíz, pero esta práctica
resulta inadecuada, pues la región presenta otros suelos más
apropiados. Aunque parte del área se destina a letreros, se
considera dudoso que deba darse este uso a los suelos de esta
serie. En cambio, se adaptan bien al cultivo del café. La
siembra de caña debería cuidarse que no se haga en áreas que
tengan el declive típico de la región. Parece que sería recomen-
dable dejar los suelos Cutzán para bosques, siempre que no se
interfiera el manejo de las áreas adjuntas.

Serie Yepocapa

Comprende 25 876 hectáreas en la vecindad de Yepocapa,


departamento de Chimaltenango, al norte de Santa Lucía Cot-
zumalguapa, departamento de Escuintla. Estos suelos se en-
cuentran a elevaciones entre 750 y 1 500 metros SNM. Gran
parte del área está dedicada al cultivo del café, y aun pueden
ampliarse las plantaciones de esta planta. Son cultivos im-
portantes de la región, el maíz y el frijol.

Serie Barberena

Cubren unas 48 156 hectáreas en los departamentos de Gua-


temala, Santa Rosa y Escuintla. La elevación varía entre 600
y 1 800 metros SNM. Son suelos con buena vocación para el
cultivo del café, a cuya Pfroducción está dedicada gran parte del
área. Podría ampliarse este cultivo, así como la actividad
lechera, puesto que en estos suelos pueden desarrollarse bien
pastos permanentes en áreas demasiado inclinadas y pedregosas
para ser cultivadas.
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 107

Serie Escuintla

Comprende 12 836 hectáreas en la vecindad de la cabecera


departamental de Escuintla, así como en Santa Lucía Cotzumal-
guapa, del mismo departamento. Los suelos de esta serie ocupan
pendientes poco inclinadas en las faldas del volcán de Agua y
del volcán de Fuego. Casi toda el área está bajo cultivo. La
caña de azúcar y el café predominan, pero también se encuen-
tran el maíz y los pastos en extensiones importantes. Es conve-
niente enterrar con frecuencia abonos verdes, de preferencia
leguminosas, en las áreas maiceras y entre cada plantación en
las áreas de caña de azúcar.

Serte Gtidcalate

Comprende 9 334 hectáreas en la parte norte del depar-


tamento de Escuintla. Ocupa llanuras casi planas con una in-
clinación promedio de apenas el 2 ó 3 por ciento. Parte del ái'ea
se encuentra en el Declive del Pacífico, pero algunas secciones
se encuentran dentro del Litoral del Pacífico. Las elevaciones
a que se encuentran estos suelos varían de 150 metros a 300 me-
tros SNM. Es impoi-tante señalar que estos suelos permiten
usar maquinaria agrícola pesada.
Estos suelos son adecuados para casi todas las cosechas
que se adaptan a la región en que se encuentran situados: caña
de azúcar, algodón, zacates de aceites esenciales, etc. Proba-
blemente los suelos en referencia no sean suficientemente pro-
fundos para el cultivo del banano y el abacá. Se ha recomendado
como único método de riego el aéreo, pues esta serie de suelos
es erosiva. Todos los cultivos deben realizarse con curvas a
nivel, para permitir el desagüe gradual del exceso del agua du-
rante la estación lluviosa.

Serie Guatcdón

Ocupa 8 217 hectáreas en la parte oriental del departamento


de Suchitepéquez, cerca del Río Bravo, a elevaciones entre 120
y 300 metros SNM. Son suelos adecuados al trabajo con ma-
quinaria agrícola, pero en cuanto al riego parece ser lo más in-
dicado el aéreo, ya que sería muy difícil distribuir el agua en
forma uniforme sobre terrenos de este suelo arenoso. Esta
serie de suelos es muy adecuada a cultivos propios de la región
108 ALFREDO GUERRA BORGES

gramíneas de aceites esenciales, algodón, kenaf, maíz, etc. Con


riego podrían ser convenientes para caña de azúcar y banano.

Serie Siquinalá

Esta serie cubre un área de 9 090 hectáreas en el departa-


mento de Escuintla. Las vías de drenaje casi no han cortado
el terreno. El relieve es inclinado. Parte del área se ha usado
como potreros. Debería reforestarse.

Serie Taxisco

La serie cubre un área de 36 514 hectáreas en los departa-

mentos de Escuintla y Santa Rosa. La elevación varía de 150


a 450 metros SNM. Los suelos Taxisco son adecuados en mu-
chos lugares para cultivos intensos, pero debe tenerse cuidado
de conservar abastecimiento de materia orgánica y evitar la
el

erosión. La vegetación nativa consistía de bosque de especies


deciduas, pero casi todo ha sido limpiado para potrero y maíz.

Serie Torolita

Comprende 13 553 hectáreas en la parte sur-oriente del de-


partamento de Escuintla. Los suelos de esta serie están situa-
dos sobre relieves casi planos, por lo general a menos del 3 por
ciento de inclinación, y a elevaciones que varían de 150 a 300
metros SNM. El área estaba cubierta originalmente de bosque
de árboles deciduos, pero ha sido limpiada y se destina a caña
de azúcar, zacates de aceites esenciales, maíz y otras cosechas,
así como potreros.

Serie Xayá
Comprende 9 734 hectáreas en la parte nor-oeste del depar-
tamento de Escuintla. Son suelos sobre relieves muy suaves,
de inclinaciones menores del 5 por ciento, a elevaciones menores
de 240 metros SNM. En las partes bajas la elevación es de 90
metros solamente. Son suelos muy pedregosos para el uso de
maquinaria agrícola, pero han sido recomendados cultivos tales
como el cacao y el hule, así como pastos.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 109

3.4. Suelos del Litoi'al del Pacífico

Serie Ixtán arcilloso

Se encuentra al sur-oeste de Guatemala, cubriendo una ex-


tensión de 212 812 hectáreas en los departamentos de Retalhuleu,
sobre todo, y también en los de San Marcos, Quezaltenango y
Suchitepéquez. Originalmente, el área estaba cubierta en parte
por bosque alto con gran cantidad de árboles de caoba. Gran
parte de los suelos Ixtán se han dedicado a pastos y maíz, pero
se informa que el cultivo del algodón ha dado muy buenos ren-
dimientos. El Dr. Simmons habla de rendimientos hasta de
1 750 Kgrs. de algodón en rama por hectárea.

Serie Ixtán franco limoso

Comprende 5 522 hectáreas en el departamento de Retal-


huleu, cerca de la cabecera departamental. Esta serie es casi
similar a los Ixtán arcillosos en las características del subsuelo,
pero el suelo superficial es algo más profundo y tiene un conte-
nido más rico de materia orgánica a una profundidad de 20 cen-
tímetros. Cultivos importantes en la región han sido el maíz,
las gramíneas de aceites esenciales, el algodón y otros.

Serie Bucul

Comprende 94 498 hectáreas a lo largo de la costa sur de


Guatemala, sobre todo al oriente del río Nahualate. Esta serie
de suelos es una de las que tienen mayor potencialidad produc-
tiva en Guatemala. Es un área muy buena para caña de azúcar,
algodón, banano, arroz, fibras, etc. Ocupa relieves casi planos
a elevaciones menores de 120 metros SNM.

Serie Tiquisate franco arenoso

Ocupa un área de 89 306 hectáreas sobre relieves planos,


;

en el sur de Guatemala. Es casi similar al Tiquisate franco,


pero la textura de la superficie y del subsuelo es franco arenoso
fino. Es tal vez menos productivo que el tipo franco, pero la
productividad puede mantenerse alta mediante el empleo de abo-
nos verdes.
lio ALFREDO GUERRA BORGES

Serie Tiquisate franco

Comprende 161 986 hectáreas en los departamentos de San


Marcos, Suchitepéquez, Escuintla, Santa Rosa y Jutiapa. Los
suelos Tiquisate ocupan relieves casi planos. Las corrientes de
agua que riegan la región son ríos grandes, resultado de la
confluencia de numerosos riachuelos que forman el sistema
de drenaje del Declive del Pacífico. En esta serie de suelos es-
taban las plantaciones bananeras de la Compañía Agrícola de
Guatemala (subsidiaria de la United Fruit Company). Ahora,
en esas extensiones se desarrolla una vigorosa área algodonera.
Estos suelos son muy productivos de todos los cultivos tropi-
cales que requieren suelos friables y abiertos. La vegetación
natural consiste de bosques tropicales altos y deciduos, con es-
pecies de caoba y otras maderas finas.
El riego, con el fin de mantener alta la productividad, se
hace indispensable entre los meses de noviembre y mayo. En
gran parte del área el agua se puede aplicar por medio de co-
rrientes por gravedad.

S^rie Achigúate

El área de estes suelos es de 6 656 hectáreas, a lo largo


del río Achigúate, en el departamento de Escuintla. Ocupan
terreno casi plano, con menos del uno por ciento de inclinación.
Los suelos permanecen húmedos, incluso avanzado el verano, pues
el drenaje es lento. Los suelos de esta serie están bien adap-
tados para cultives tales como el maíz, la caña de azúcar, banano,
abacá, kenaf, ramio y otros.

Serie Tecojate

Comprende 24 466 hectáreas en los departamentos de Ju-


tiapa, Santa Rosa y Escuintla. Ocupan terreno casi plano, a
elevaciones menores de 30 metros SNM. Para su mejor aprove-
chamiento debe utilizarse drenaje artificial, pues la mayor parte
del área se inunda durante la estación de lluvias. Es una serie
de suelos propicia para el cultivo del arroz.

Serie Toltecate

Comprende 15 030 hectáreas al sur de Taxisco, departa-


mento de Santa Rosa. Los suelos ocupan llanuras casi planas
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 111

a elevaciones entre 30 y 150 metros SNM. Estos suelos son de


los mejores de la región y podrían ser objeto de cultivo intenso,
con bastantes facilidades para el riego. Si además se incorporan
abonos verdes, pueden sembrarse hasta dos o tres cosechas
anuales. Gran parte se usa para el maíz; otra parte está en
pastos y algodón. En algunos lugares debe cuidarse la erosión.

RESUMEN DE LAS SERIES DE SUELOS DE FERTILIDAD NATURAL


ALTA CORRESPONDIENTES A: SUELOS DE LAS MONTAÑAS
VOLCÁNICAS, DE LA ALTIPLANICIE CENTRAL, DEL DECLIVE
DEL PACÍFICO Y DEL LITORAL DEL PACÍFICO.

1. Número de series: 40.

2. Extensión total: 1 617 689 hectáreas (16 176.89 Kms.^).

Ya concluida esta obra, tuvimos el gusto de conocer el in-


forme sobre uso potencial de la tierra, preparado por C. V. Plath,
de la FAO, en que el área total de tierras de alto rendimiento
es de 16 016 kilómetros cuadrados. O sea, prácticamente la mis-
ma determinada en esta obra.
f
CLASIFICACIÓN DE LOS SUELOS CONFORME USOS AGRÍCOLAS

1 Clase Pendiente O
I: — 57o. Tipo de suelo: arcilla, migajón. Drenaje: Suelo no
inundable más de 24 horas. Penetración: Por lo menos 50 cm.
2 Clase II: Pendiente 6— 20%. Tipo de suelo: migajón arenoso y limoso. Dre-
naje: De 1 a 4 días. Penetración: 30 cm.
j

i
3 —
Clase III: Pendiente 21 45%. Tipo de suelo arenoso, barro o limo. Drenaje:
Mayor de 4 días pero cultivable en tiempo seco. Penetración: 15 cm.
4 Clase IV: Pendiente 46%. Tipo de suelo: Piedra fina o fango. Drenaje: Pan-
^

tano. —
Penetración: O 15 cm.
Basado en la Clasificación de Suelos de C. S. Sinmions. Elaborado en ADI de
Guatemala por Héctor Andrade y Milton W. Lau.
\
CAPÍTULO IV

ZONAS ECOLÓGICAS DE GUATEMALA


p_M*:r

I
Capíiulo IV

ZONAS ECOLÓGICAS DE GUATEMALA

1. Introducción

Para una mejor comprensión del Capítulo será necesario


decir algunas palabras de introducción, para que sea posible
comprender mejor ciertas nociones muy especializadas.
La Ecología es una ciencia que estudia a los organismos en
relación con su medio ambiente. A su vez, el medio ambierUe
es el complejo de factores que ejercen influencia sobre los or-
ganismos vivos: animales y plantas. La Ecología vegetal
estudia específicamente las relaciones que guardan con el medio
ambiente las plantas. Sin embargo, debe ser claro que no puede .

hacerse una delimitación rígida en este campo, pues saltan a ji-


la vista las relaciones de inter-dependencia que existen entre
plantas y organismos animales. Resulta de todo punto nece-
sario estudiar la influencia que sobre la vegetación ejercen los
animales y el hombre, pues de no hacerlo así se carecería de
una apreciación exacta de los hechos.
Para la agricultura tiene gran importancia el aporte que
da la ecología, el conocimiento de las zonas ecológicas del país,
ya que los distintos cultivos pueden desarrollarse, como es de
comprensión general, solamente si su localización es adecuaba.
En Guatemala existen varios trabajos de zonificación agrícola,
preparados algunos por dependencias estatales y otros por enti-
dades privadas, pero han tenido poca difusión. Los criterios
divergen en cuanto a cuál debe ser la base para detea-minar las
^

118 ALFREDO GUERRA BORGES

zonas agrícolas de un país, sin que pueda decirse que hay una
opinión definitiva sobre el particular.
La más conocida y usada de las clasificaciones de zonas
ecológicas de nuestro país es la preparada en 1950 por Holdrid-
ge, Lamb y Masón, en un estudio realizado bajo los auspicios del
Instituto Nacional de Fomento de la Producción (INFOP) y el
Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas (IICA). El
estudio fue preparado usando el método de Holdridge para deli-
mitar las formaciones vegetales. El señor Lamb es un experto
en silvicultura tropical, y el señor Masón un especialista en fo-
tografía aérea. El estudio, conocido bajo el título ''Los bosques
de GwitemaWy será transcrito íntegramente más adelante.
Los términos bosque, formación vegetal, formación o zona
de vida son usados con igual sentido ecológico, lo que debe ad-
vertirse para que no se crea que el mencionado estudio tiene
aplicaciones exclusivamente forestales. El término bosque es
usado más que todo en referencia a la vegetación original de
la formación, y no necesariamente a la que hoy día podría en-
contrarse en un área geográfica determinada. Y formación se
ha definido como "un grupo de asociaciones vegetales dentro
de una división natural del clima, las cuales, tomando en cuenta
las condiciones edáficas —
relacionadas con el suelo y las —
etapjas de sucesión, tienen una fisonomía similar en cualquier
parte del mundo".
Para la comprensión de lo que son las etapas de sucesión
téngase en cuenta que, en el supuesto de que el hombre cesara
todo trabajo agrícola en una región determinada, sobre los te-
rrenos abandonados se desarrollaría una vegetación que, al cabo
del tiempo, sería semejante a la vegetación existente en dichos
terrenos antes de la intervención del hombre. A esos cambios
hacia el estado original de una vegetación se les conocen como
una sucesión secundaria, y los grados sucesivos que pueden dis-
tinguirse constituyen las etapas de sucesión. Si sobre suelos
constituidos por roca viva se desarrolla una vegetación, a eso
se le conoce como sucesión primaria. Por ejemplo, vegetación
que coloniza un área determinada después de una erupción de
lava.
Lo anterior indica que la ecología debe prestar mucha aten-
ción al conocimiento adecuado de la vegetación original o na-
tural, a fin de comprender los cambios que luego se han operado

1 José Ramírez Bennúdez, Texto explicativo del mapa de zonifica^ión eeológiea


de Guatemala según sua formaciones vegetales, (Guatemala: 1958), p. 1.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 119

por acción de la actividad humana. Hay, pues, necesidad de


conocer y clasificar las comunidades naturales. Una buena cla-
sificación permite al agricultor disponer de información técnica
sobre prácticas o especies y variedades de plantas.
«Las formaciones no deben ser divididas entre dos grupos
paralelos de climas y suelos. El efecto del clima es siempre pri-
mordial. Cuando no hay factores edáficos especiales, la fisonomía
cambia, pero este aspecto o fisonomía tiene que conformarse con
el clima que rige en el sitio. Así, la fisonomía de un bosque de
galería en la estepa de la región templado-fría, es bien distinta del
bosque de galería en una sección árida de la región tropical. Aun
en la misma región de los trópicos, las condiciones edáficas espe-
ciales de los manglares dan lugar a una fisonomía distinta, de-
pendiendo de si se encuentran en secciones húmedas o secciones
secas. Es cuando uno entiende esa relación entre el clima y los
factores edáficos, que se puede hacer alguna ordenación en la
vegetación por medio de la fisc>nomía>.2

Por fisonomía debe entenderse el aspecto o morfología de


la vegetación. Es una experiencia bastante frecuente que se
encuentren rasgos o aspectos muy similares en la vegetación
de sitios que se encuentran a miles de kilómetros de distancia
unos de otros, y aun en diferentes continentes, dcnde las especies
son completamente diferentes. Se cita el caso de los páramos
de les Andes en la América del Sur y los páramos del pico Kili-
manjaro en África. En ambos páramos la veg&tación es muy
parecida en su aspecto o fisonomía. En los dos casos hay plan-
tas que parecen ser iguales y, sin embargo, pertenecen a dis-
tintas familias.
Los ecólogos han dividido las formaciones vegetales según
diferentes sistemas, la mayoría de los cuales requieren datos
muy complejos que no es fácil obtener en todas partes del mundo.
El Dr. Holdridge, por el contrario, ideó un sistema que requiere
datos simples sobre la temperatura y la precipitación pluvial,
fácilmente obtenibles en todos los países. El sistema de Hol-
dridge define una diferenciación de 100 zonas o formaciones, que
son casi equivalentes, de la vegetación de las áreas del mundo.
«Los valores de temperatura usados en el sistema se aproxi-
man a los de la estación del año en que se verifica el crecimiento
vegetal, y se determinan para cada lugar específico solamente
sumando las temperaturas medias mensuales que pasen de 0°C,
y luego dividiendo la suma por 12. En cualesquiera puntos de los
trópicos, excepto en los sumamente elevados, ninguna temperatura

2 Jbid.. p. 3.
120 ALFREDO GUERRA BORGES

media mensual baja de 0°C, de manera que se puede usar el valor


dado por la temperalura media anual. Las líneas de temperatura
que marcan los límites de 0°, 3°, 6°, 12" y 24" en el Gráfico de for-
maciones vegetales dividen al mundo en las regiones indicadas
a la izquierda de dicho gráfico, las cuales se extienden sucesiva-
mente desde los polos norte y sur hasta el Ecuador de calor».^

No debe confundirse tales líneas con indicaciones de latitud,


ya que no siempre coinciden con éstas en vista de la influencia
que ejercen las corrientes marítimas sobre la temperatura de
las distintas regiones geográficas.

«Como el efecto de ascender es igual al de viajar desde el


Ecuador de calor hacia los polos, el mismo bosquejo puede ser usa-
do verticalmente y divide las faldas de las montañas en las fajas
altitudinales indicadas a la derecha del gráfico. Naturalmente,
sólo en las regiones tropicales se encuentran todas las fajas altitu-
dinales. Por ejemplo, en la región templado -fría se encontrarían
solamente las fajas sub-alpina, alpina y ni val sobre la formación
basal, y en la región fría solamente las fajas alpina y ni val. .»*
.

También ha de tenerse presente en este caso que no es


fácil correlacionar las regiones básales con las fajas altitu-
dinales, ya que los límites de éstas varían en elevación sobre el
nivel del mar de acuerdo con las temperaturas de los mares
adyacentes, con la exposición, con las variaciones de precipita-
ción o la nubosidad.
No obstante lo anterior, la anchura de las distintas fajas
se pueden fijar, más o menos, como sigue: 500 metros para la
faja alpina; 500 metros para la sub-alpina; 1000 metros para
la montano; y 2 000 metros para la montano baja junto con la
subtropical. La región basal de los trópicos es, por lo general^
de menos de 1 000 metros. La faja subtropical tiene, general-
mente, una extensión de elevación de 1 000 metros. Las líneas
de los límites de las fajas van bajando en sus anchuras en rela-
ción con latitudes mayores, o sea, hacia los polos.
Los valores de la precipitación pluvial se toman como me-
dida del factor humedad, que tiene gran importancia para la
vegetación. En el Gráfico de formaciones vegetales se usan los
límites isoyéticos de 125, 250, 500, 1 000, 2 000, 4 000 y 8 000 milí-
metros de lluvia media anual, representados por las líneas que
van de la esquina baja de la izquierda a la esquina alta de la dere-
cha, formando ángulos de 60° con las líneas de temperatura.

3 Ibid, p. 3.

4 Ibid, p. 4.
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GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 125

Las líneas rotas que van de la parte superior izquierda a


la parte inferior derecha del indicado Gráfico, representan la
combinación entre la temperatura y la precipitación, o sea, los
valores de evaporación. Entre las formaciones secas y las for-
maciones húmedas corre la línea de unidad, en que la evapora-
ción es igual a la precipitación. A la izquierda de la línea la
evaporación excede la precipitación.
El Gráfico de posición relativa de las regiones tiene por ob-
jeto hacer mayor claridad sobre el concepto relativo a las fajas
altitudinales en que quedan las zonas de vida climáticamente di-
ferenciadas en los países tropicales.

2. Zonas ecológicas de Guatemala, según Holdridge


Antes de hacer la reproducción íntegra y textual del estudio
de Holdridge, Lamb y Masón que anunciamos hace un momento,
permítase un par de observaciones. En primer lugar, "como
Guatemala está totalmente comprendida dentro del trópico, cual-
quier valor de temperatura que baje de 24° C se piuede asignar
automáticamente a la faja correspondiente; por ejemplo, 22° C:
Subtropical; y 10° C: Montano tropical. ."^ La línea de tempe-
.

ratura crítica se encuentra en Guatemala muy cerca de los 1 500


mts. SNM, o sea, de los 5 000 pies, aproximadamente, que co-
rresponde en forma bastante próxima al límite superior de las
regiones cafetaleras. Esto por lo que toca a la vertiente del
Pacífico, pues en la vertiente del Atlántico los vientos nortes
determinan que el indicado límite esté a una altitud menor.
Se estima que la temperatura crítica o mínima es, aproximada-
mente, de 2.5° C.
Una última observación: debe tenerse en cuenta en todo
momento que los nombres de las zonas se refieren a la vegeta-
ción original, y no necesariamente a la actual, ya que puede
ocurrir a veces que sea diferente debido a la acción del hombre.
Tal cosa ocurre, por ejemplo, en el valle del Motagua.
He aquí el estudio de Holdridge y coautores

LOS BOSQUES DE GUATEMALA


«Para el botánico o el ecólogo, Guatemala presenta un campo
de estudio sumamente interesante, con su radio tan amplio de con-
diciones climáticas y con la correspondiente complejidad de su
variada vegetación. Desde los bosques tropicales situados al nivel

6 Ibid, p. 6.
12é ALFREDO GUERRA BORGES

del mar, el país asciende a una elevación de 4 211 metros en la


cima del volcán Tajumulco. Esto demarca una amplia variación
de cambios de la temperatura, y cuatro fajas o zonas de vegetación
perfectamente definidas. Además, la precipitación anual varía
desde las áreas que reciben 4,D00 milímetros, que nunca se secan
en una proporción apreciable, hasta las regiones en donde la preci-
pitación es de menos de 500 mm.; y en las que prevalecen largas
estaciones secas y de alto promedio de evaporación.»
«Como la agricultura, la silvicultura, las concentraciones de
población, las facilidades para el abastecimiento de agua y de los
suelos, etc., están en relación estrecha con el clima y vegetación
del país, no se puede obtener una idea exacta de estos diferentes
factores de la vida nacional, sin tener algunas nociones sobre la
vegetación natural del país, y sus divisiones climatológicas. Con
este fin, se ha preparado un mapa de las formaciones de la vegeta-
ción en Guatemala basado en la clasificación hecha por el Dr Hol-
dridge de las formaciones vegetales sobre bases climatológicas, que
fue publicada en la revista Science. Este estudio divide al país en
cuatro fajas altitudinales según las temperaturas, a saber: Tropical.
Subtropical, Monlaña Tropical Baja y la Montaña Tropical. Pueda
ser que Guatemala tenga áreas pequeñas de faja tropical subalpina
en sus más altos volcanes, pero estas regiones no fueron visitadas
para verificar la posibilidad de esta afirmación, y por lo demás,
esto no tendría mayor importancia en el estudio de los bosques y
la agricultura del país.»
«Es muy difícil presentar un mapa de la vegetación eH
escala reducida, debido a los cambios bruscos de la topografía y
sus correspondientes variaciones rápidas de temperatura y la pre-
cipitación pluvial, pues pueden abarcar toda una formación, en una
angosta zona de transición. Para darle mayor claridad al mapa
se han omitido deliberadamente zonas de formaciones muy peque-
ñas, aunque se pueden ver bien en el campo. Las áreas de cada
formación en kilómetros cuadrados y los porcentajes del área
total del país que abarcan se pueden ver en la Tabla 1. En la
información que damos a continuación se ofrecen datos sobre las
distintas fajas y formaciones:

FAJA TROPICAL
«Aunque todo el país de Guatemala está comprendido en la
región tropical del globo, solamente las partes de menor elevación
tienen vegetación y clima realmente tropicales, como lo determinan
las temperaturas elevadas. Esta faja básica de Guatemala com-
prende un área de 62,000 Kms. cuadrados, o sea, un 56.88 por ciento
de toda la extensión del país. El cuadro de formación la define,
aproximadamente, como el área que tiene una temperatura media
anual de más de 24° C. Esta región comprende la faja que se ex-
tiende desde el nivel del mar hasta, aproximadamente, los 700 me-
tros de altura en la vertiente del Pacífico, pero en las vertientes
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 127

del Atlántico, debido a los vientos fríos ocasionales, o sean, los


"nortes", la elevación de su límite más alto varía entre 400 y 600
metros.
«Debido al aumento de la concentración de las poblaciones
en las partes más elevadas, al progreso en el conocimiento de las
enfermedades tropicales y de su control, al aumento en la meca-
nización de la agricultura y las facilidades económicas que ello trae
consigo, se ha adelantado mucho en el progreso de esta faja tropical
en las últimas décadas, principalmente en la costa del Pacífico,
f en el valle del Motagua. Guatemala ha sido sumamente afortu-
nada al poseer dentro de su área extensas regiones todavía sin
cultivar. Prácticamente todo El Peten está comprendido en esta
categoría, y como representa una de las grandes riquezas forestales
de las Américas, se le ha dado especial atención en nuestro recono-
cimiento de los Dosques de Guatemala.»
«Las ¿videncias arqueológicas muestran que esta faja, y es-
pecialmente la región de El Peten, estuvo una vez densamente
poblada por los mayas. Fuera de los motivos que explica el actual
desarrollo que está alcanzando esa faja, salvo la posibilidad de
exceso de población en las tierras altas, es difícil comprender la
razón o razones de su desarrollo primitivo. La explicación más
probable es que hubiera alguna fuerza poderosa, tal como una acti-
vidad volcánica muy intensa con el coincidente depósito de densas
capas de ceniza en los centros de población que se habían acumu-
lado en las regiones altas. De igual manera, el abandono de las
poblaciones tropicales está envuelto en el misterio y se ha atri-
buido a epidemias, agotamiento de los terrenos, etc.»

Sabana Tropical o Bosque muy Seco


«Esta región comprende un porcentaje muy pequeño del área
del país, pero es relativamente bien conocido porque el ferrocarril
de la ciudad de Guatemala a Puerto Barrios atraviesa un gran
sector de esta formación. Es esencialmente "un punto seco" en el
centro del valle del Río Motagua, donde los vientos cargados de
humedad que soplan del Caribe son interceptados por la Sierra
de las Minas y por las montañas vecinas.»
«Esta es la zona más seca de Guatemala con lluvias en al-
gunas partes que alcanzan a menos de 500 mm. al año. Original-
mente la región estaba cubierta de bosques de hoja caediza bajos,
excepto en las partes muy llanas donde había sabanas naturales.
La vegetación predominante eran árboles e incluían muchas espe-
cies de maderas resistentes y durables. Por ello la región se pres-
taba fácilmente a la producción de durmientes para ferrocarril
y leña, y el hombre ha entresacado completamente las especies
más valiosas de esta formación accesible, de modo que la apariencia
actual es muy distinta de lo que fue el bosque original. Porque
tienen muy poco, o ningún valor, los cactos, los arbolitos espinosos
y los arbustos y árboles que nada valen, han ido quedando en lugar
128 ALFREDO GUERRA BORGES

preferente en sustitución de las mejores especies, y su predominio


y la escasez de vegetación han dado origen a que la región se
haya denominado como "desierto" o "bosque de espinas".»
«Hoy día esa región se ha dedicado especialmente al cultivo
de productos en las zonas irrigadas del valle, al pastoreo de ganado
y de cabras, y a la continua explotación de maderas que aun que-
dan en esa área y que tengan algún valor comercial. En el futuro,
el objetivo del empleo adecuado de la tierra debiera comprender
sólo el uso agrícola de las tierras bajas fértiles que puedan ser
irrigadas, y el resto a la producción de maderas duras para dur-
mientes o usos especiales. Como el país tiene vastas extensiones
de terreno en la región tropical que aun no han sido explotadas,
. con bastantes precipitaciones, lo que no hace necesario una irriga-
ción artificial, a los proyectos de irrigación de este valle a un alto
costo, se debiera dar una cuidadosa consideración. En cambio
podrían explotarse nuevas tierras agrícolas a un costo muchísimo
menor, con sólo la construcción de caminos transitables todo el
año, y que llevaran a áreas que actualmente son inaccesibles.
Sería una medida prudente la de dejar las posibilidades de un plan
de irrigación extensa para necesidades futuras y hasta que no se
haya alcanzado un control satisfactorio de las aguas de la cuenca del
río. Esto último sería importante a fin de conservar un abasteci-
miento de agua adecuado durante la estación seca así como para
reducir las inundaciones y de este modo disminuir la sedimentación
y daños en las instalaciones o represas de captación.»
«La ordenación apropiada de los terrenos forestales en esta
formación consistiría en reducir la corta de las especies buenas
por algunos años, a fin de darles la oportunidad de que se rege-
neren; de vez en cuando es conveniente hacer una corta de mejo-
ramiento para disminuir el porcentaje de fomentar la protección
contra las quemas y las malezas. Los beneficios que se derivan
de la cría de animales en terrenos de esta formación no pueden
compensar las pérdidas debidas a la disminución de la producción
de maderas, y a la erosión del suelo.»

Bosque Seco Tropical

«Esta formación se extiende sobre un área de más de 21,000


Kms. cuadrados, o sea, aproximadamente, una quinta parte de la
extensión total del país. Ocupa una ancha faja en las bajuras del
Pacífico que bordean el océano, la parle norte de El Peten, y una
pequeña porción del valle del Motagua comprendida entre la for-
mación que acabamos de describir y el valle de menor altitud más
lluvioso. El techo formado por el follaje en los bosques naturales
alcanza alturas considerables y a veces le sobrepasan árboles gi-
gantes como la caoba, el cedro y la ceiba. Los árboles tienen
menos altura en las regiones del bajo de El Peten. En estos lu-
gares, debido a las inundaciones que ocurren de vez en cuando,
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 129

o al drenaje defectuoso, la estructura del suelo se menoscaba


mucho, y los árboles sufren más por las sequías en la estación
seca de lo que sucede con los árboles que crecen en terrenos incli-
nados. En los bosques costaneros del Pacífico donde el terreno es
llano, se encuentran también áreas de bosques bajos. El aspecto
general de los bosques de estas regiones se asemeja más a los del
Bosque muy Seco Tropical, que se presta a la interpretación de
^ue estas áreas son más secas que las áreas típicas de formación
^general.»
«Las planta espinosas y los cactos son menos abundantes
que en la formación a que acabamos de referimos. Las palmas
son muy comunes pero están agrupadas especialmente en áreas
•de reconocida humedad. La maleza no es muy densa bajo los
bosques naturales. Los bosques de esta formación incluyen varias
-especies de maderas de alta calidad muy a propósito para construc-
«ción y ebanistería, y también varias especies de madera dura que
se aprovechan para usos especiales. Debido a las numerosas es-
pecies de valor y a las extensas regiones de bosques que no han
sido explotadas del todo, o que lo han sido sólo en partes, al norte
de El Peten, esta formación es de capital importancia para cual-
quier programa de silvicullura que se ponga en vigencia en el país.>
«En la región de la costa del Pacífico se ha cortado gran
«cantidad de las especies más valiosas y grandes extensiones han
sido taladas y dedicadas a la agricultura. Los mejores bosques
se encuentran al este de San José, hacia la frontera con El Salvador
•o en las proximidades de la costa oeste de San José. Las espe-
cies más buscadas son caoba, primavera, cedro, guayacán, hormigo,
juarillo, conacaste, cenicero, chichipate y chichique.»
«Una asociación bien definida, los manglares, se encuentran
^n grandes extensiones a lo largo de las playas del Pacífico.
Esta asociación llegará indudablemente a tener mucha importancia
cuando se haya disminuido el abastecimiento de otras maderas.
La corteza del mangle colorado contiene por lo común un 25 por
'Ciento de tanino y ofrece magníficas oportunidades comerciales para
la industria de la extracción del ácido tánico. Al sur de San José
están estableciendo una fábrica y cuando esté en operación va a
ser una gran ayuda en la dem.anda urgente de tanino, que existe en
las altiplanicies. Sería de desearse que se combinaran las indus-
trias para extraer el tanino, con la del empleo del árbol para pilo-
taje o para otros usos. Los manglares contienen cuatro especies,
-en que el mangle colorado ocupa las secciones más mojadas, y el
mangle botón ocupa las partes más secas. El crecimiento es rá-
pido, y aunque ninguna de las maderas que de ellos se obtiene es
de alta calidad, el alto rendimiento que da cada área y la facilidad
con que se puede ordenar su explotación hacen que estos bosques
tengan mucha importancia. Todas las cepas retoñan con excep-
<:ión de las del mangle colorado. Se pueden producir pequeñas
•estacas para jardines con un costo mínimo, y se debiera estudiar
tdO ALFREDO GUERRA BORGES

la posibilidad de exportar este material a los mercados de Cali-


fornia. Estas pequeñas estacas de mangle se obtienen con mayor
facilidad de los retoños de cepas o de brotes de mangle blanco,
que puede producir miles de estacas por acre en un corto período
de rotación.»
«Indudablemente, mucho más del área que resta de esta for-
mación en la costa del Pacífico, será aprovechada para usos agrí-
colas. Esto sería deseable en los terrenos de mejor calidad, y su
cultivo consistiría en pastos, cultivos alimenticios de estación llu-
viosa, y cultivos que prosperan todo el año en regiones que pueden
ser drenadas e irrigadas. Esta región debiera ser cultivada inten-
samente. Siempre quedará terreno en las partes más quebradas,
en las fajas más secas a lo largo de la costa y en las partes cubiertas
de pantanos, que se puede dedicar a la producción de madera. No
cabe la menor duda de que para el amplio desarrollo de estas in-
dustrias, es indispensable contar con caminos que se puedan tran-
sitar todo el año.
«La industria de la sal en la costa es pequeña, pero tiene cier-
ta importancia. A la larga, en el futuro se verá el desarrollo de
industrias que combinen el uso de la sal de mar producida loca-
mente, y la electricidad derivada de las montañas vecinas, para
producir ácidos e hidróxidos y todavía una combinación más, la
de ácidos y maderas para la producción de alimento para los ani-
males, en la forma de forraje para la estación seca. Todos estos
proyectos tienen que esperar hasta que se mejoren las vías de co-
municación, se desarrolle la electrificación y se ensanche la pro-
ducción de materia prima, todo lo cual está dentro de lo posible.»
«La región ofrece una de las mejores oportunidades con que
se cuenta al presente para el cultivo en plantaciones, de valiosas
maderas duras tropicales. Privadamente, algunas personas ya han
- establecido sus bosques de caoba y primavera y posiblemente el
futuro verá una verdadera expansión de esta industria.»
«En el Peten la disminución gradual de las lluvias, que se
observa desde el sur de El Peten hacia la región de Yucatán en
México, se traduce en una transición muy graduada de los bosques,
y, por consecuencia, la línea vecina a Flores, que di: ide este sitio
de la Formación Húmedo-Tropical no está claramente definida a
la vista. El mismo árbol, Achras Zapoía, produce un chicle de
mejor calidad en esta formación que en el Bosque Húmedo Tro-
pical del sur de El Peten. El clima puede muy bien ser la razón
que explique esta diferencia. Hay algunas especies que no son
comunes al Bosque Seco Tropical de El Peten y al bosque de la
costa del Pacífico, pero en general tienen una fisonomía muy
semejante. En la sección que trata de El Peten se dan mayores
detalles del plan de ordenación que se ha sometido para esta sec-
ción. Debido a lo muy inaccesible que es actualmente, por algún
tiempo la agricultura estará más limitada y se restringirá en es-
pecial a la siembra de pastos. La silvicultura ocupará durante un
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 131

tiempo largo un lugar predominante y pueda ser que indefinida-


mente constituya el mejor uso que se le dé a esta región de El
Peten.»
«Como algunos países están separando y protegiendo áreas
naturales para la conservación de las plantas y los animales exis-
tentes, sería de desear que Guatemala designara una extensa sec-
ción del terreno más accidentado del nordeste de El Peten para
este objeto. A los gobernantes que preveen el futuro y proyectan
tales planes, para la posteridad, las generaciones futuras les estarán
altamente reconocidas.»

Bosque Tropical Húmedo

«Esta formación cubre 39,200 Kms. cuadrados o sea más de


la tercera parte del área del país y es de un enorme significado
económico para la república. Maderas de exportación, chicle,
bananos, abacá, algo de café, zacate de limón, caña de azúcar y
ganado, son todos productos por los que le entran al país graades
sumas de dinero y representan un gran estímulo para el comercio
del país. Las potencialidades para el incremento futuro en las
regiones del Peten y del lago Izabal, son enormes. El factor pri-
mordial que limita hoy día su desarrollo es la falta de caminos
transitables durante todo el año. Si se toma en cuenta la impor-
tancia de la región, hace tiempo que se debió haber construido
una carretera de primera clase desde Escuintla hasta la frontera
mexicana. Peten necesita buenas carreteras para su adelanto y las
bajuras de Izabal, Alta Verapaz y Quiche apenas si pueden pro-
gresar con los caminos que descienden de las montañas. Lo que
se necesita son carreteras que atraviesen las bajuras con ramales
que vayan hacia las montañas.»
«Los bosques naturales de esta formación consisten de una
vegetación más densa y exuberante, pero este aspecto por lo ge-
neral va asociado a un mayor número de especies y, en cierto
modo, a una concentración menor de especies de valor. Debido
a las fuertes lluvias esta formación tiene mayores posibilidades
para la agricultura, sin que sea necesaria la irrigación, que los te-
rrenos a que acabamos de hacer referencia. La vasta región del
sur de El Peten y algimas partes de Alta Verapaz y Quiche con-
tienen maderas suficientes para construir carreteras transitables
en todo tiempo, y con la explotación de las maderas existentes
se pagaría su costo. Los teiTenos planos y fértiles se podrían
utilizai' entonces para cultivos permanentes y aprovechar los te-
rrenos más quebrados para la ordenación de bosques. Bien culti-
vada esta sola formación podría aliviar la aglomeración de pueblos
de formaciones menos productivos, y elevar considerablemente
el standard de vida de todo el país.»
«En las regiones donde existen bosques vírgenes, la explo-
tación simultánea de varias especies debiera contribuir a que los
132 ALFREDO GUERRA BORGES

bosques fueran mucho más productivos de lo que eran cuando se


seguía el sistema de corte de ima sola especie, y facilitar asi la
práctica intensa de la silvicultura, no sólo para mantener estos
bosques en producción, sino también para promover mucho más
la producción potencial de maderas. Esta formación ofrece la mayor
posibilidad para el desarrollo futuro de una industria maderera
en el país.»

FAJA SUBTROPICAL
«Casi una cuarta parte del país está comprendido en la faja
subtropical. Grandes extensiones son secas, pero la faja incluye
también los distritos más lluviosos de la república. La faja se
extiende desde la cima de las bajuras tropicales hasta las regiones
en que hay heladas, o a una línea de temperatura crítica que está
aproximadamente a 1,500 metros en la vertiente del Pacífico o a
una elevación menor en la vertiente norte, donde quizás el efecto
de los "nortes" tiende a deprimir la línea. En esta faja crecen
muchas plantas tropicales, especialmente cuando la parte más alta
de la faja es seca; pero la mayoría de los cultivos tropicales, que
están en el comercio, se concentran en las partes de menor altitud.»
«A esta región se le llama comúnmente 'Hierra templada" y
la temperatura aquí es mucho más agradable para vivir, que en los
verdaderos trópicos. Siempre se experimenta como un alivio al
subir la vertiente, desde las bajuras, o sea cuando llega al límite
del subtrópico, como, por ejemplo, cuando se va en el tren hasta
un poco más allá de Escuintla. Se siente inmediatamente la dife-
rencia del aire, más fresco cuando se cruza la línea entre los tró-
picos y los sub-trópicos.»

Sabana Subiropical o Bosque Seco

«Esta formación comprende 12,700 Kms, cuadrados de terreno,


en una gran sección que limita con El Salvador y que se interna
en los valles de los ríos del interior donde las cadenas de montañas
impiden el paso de los vientos cargados de humedad, provenientes
de las costas. Esa región está bastante poblada y casi todos los
bosques originales han sido talados para dedicar las tierras a la
agricultura de subsistencia. Había sabanas en las regiones llanas
y bosques de madera dura, de poca altura, en las montañas. La
costumbre de las quemas antes de hacer nuevas siembras en una
formación tan seca, debe haber sido un factor imp^ortante en la
disminución de los bosques naturales. La corta de madera para
durmientes, postes para casas, leña, etc., ha reducido mucho más
el área y la calidad de los bosques que han quedado en pie.»
«Debido a la calidad tan secundaria de los bosques que exis-
ten en esta formación, durante nuestra visita a esta región se les
dedicó poco estudio. Protección contra incendios y pastoreo, y
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 133

mejores métodos para su corta, exactamente como se hace en el


Bosque muy Seco Tropical, es el tratamiento aconsejable para los
bosques que hayan quedado. La formación ofrece excelentes posi-
bilidades para la producción de cortezas que contengan tanino
como, por ejemplo, de algunas de las especies de Acacia y sería
deseable ensayar plantaciones de algunas de las mejores especies
productoras de tanino. Algunos de los terrenos más pendientes
se debieran dejar descansar de los cultivos temporales, y someter-
los a un control más estricto para disminuir la erosión.»

Bosque Subtropical Húmedo

«Esta formación comprende solamente 4,900 Kms. cuadrado?,


o sea, menos del 5 por ciento del área del país. Se visitó esta for-
mación al sudeste de El Peten. Las dos asociaciones principales
de la formación en Guatemala son los bosques de pino y los bosques
de hoja ancha.»
«En las vecindades de Poptún, en El Peten, hay sabanas bas-
tante extensas pobladas de Pinus caribaea. Los suelos son pobres,
debido probablemente a las frecuentes quemas y los pinos se
encuentran junto con Byrsonima crassifolia« Curaíella americana*
Cresceniia Cujeie, y con la palma del pimento, Acoelorraphe pi-
netorimi/ todos los que, al igual que los árboles de pino de mayores
dimensiones, pueden soportar los efectos de las quemas. A lo
largo de los ríos se encuentran árboles de hoja ancha y en los si-
tios bajos y más húmedos. El papel que desempeña el fuego en la
conservación de las sabanas se hace patente en marcadas líneas
divisorias entre la sabana y los bosques de hoja ancha en donde
la humedad del suelo cambia bruscamente.»
«La densidad actual de los bosques de pino está en relación
directa con la historia pasada de las quemas. En las partes en que
no ha habido quemas durante varios años, de modo que los arbo-
litos que arraigaron allí crecieron hasta alcanzar un tamaño que
los pusiera a salvo de las quemas, los bosques son excelentes. En
lugares donde ha habido quemas frecuentes, las poblaciones son
muy ralas, debido a la desaparición gradual de árboles más viejos,
que no han sido reemplazados.»
«Al parecer, el uso más económico que pudiera hacerse de
estas tierras sería el de dedicarlas a la producción de madera de
pino. Los suelos están muy agotados para dedicarlos a labores
agrícolas. La región se ha dedicado bastante al pastoreo, pero los
pastos de las sabanas están muy debilitados y no serían muy pro-
ductivos, en términos económicos, si se dedicaran al engorde de
ganados. El pino que crece allí naturalmente, produce una exce-
lente madera de construcción y debería representar una buena en-
trada mediante un buen plan de ordenación. En el futuro se po-
dría establecer aquí una industria de productos resinosos.
134 ALFREDO GUERRA BORGES

«La ordenación de esta región consistiría en la combinación


adecuada de corta, con protección contra incendios y quemas re-
glamentadas. Los árboles más grandes que han alcanzado su
madurez se podrían cortar dentro de pocos años, y dejarlos sólo
donde sea necesario para aprovechar la semilla. Los rodales exis-
tentes de pino de tamaño de postes y los individuos que hayan cre-
cido hasta un tamaño de corta, constituirían la cosecha para una
segunda corta. Después de dos o tres ciclos de corta en que la
producción no sería muy apreciable, las nuevas plantaciones empe-
zarían a producir madera y a elevar la corta anual a cifras dignas
de tomarse en cuenta.»
«Se pueden obtener plantaciones densas en toda la sabana con
solo recurrir a la protección contra incendios. Esto es factible con
sólo construir rompe-fuegos mediante un tractor, en combinación
con las fajas y lotes naturales de árboles de hoja ancha que existan
a lo largo de los arroyos y en las partes bajas y húmedas. Una
vez que estas plantaciones nuevas han alcanzado la madurez ne-
cesaria para resistir los incendios, se pueden producir, bajo control,
algunas quemas para destruir la vegetación herbácea hasta cierto
grado que ofrezca seguridad, con el objeto de evitar incendios
serios y también para matar las especies de árboles de hoja ancha
que se hayan desarrollado después de haber establecido los medios
de protección contra el fuego.»
«También hay bosques de pinos en las lomas arenosas al este
de la sección de sabanas; en estas áreas debido a la facilidad con
que se secan los terrenos, las quemas evitan la presencia de ár-
boles de hoja ancha. Las fotografías aéreas muestran que hay
rodales buenos hacia el límite con Belice, pero las secciones que
visitamos en nuestras exploraciones, eran bosques de pinos muy
poco poblados.»
«La silvicultura de las lomas pobladas de pinos parece más
difícil que la de las sabanas, y la corta de trozas sería mucho más
costosa porque el terreno es mucho más quebrado. En las áreas
que visitamos el suelo estaba cubierto de una vegetación densa y
alta, de heléchos Dicranopleris, y de un zacate alto, de tallo muy
grueso, llamado "camalote". Si se tratara de proteger la región
contra incendios, sería muy difícil para los semilleros de pino
competir con esta vegetación y tanto la protección contra incendios
como las quemas aconsejables, serían cosa muy difícil.»
«Los bosques de hoja ancha de la región de El Peten con-
tienen muchas de las especies del Bosque Húmedo Tropical, pero
también se cuentan entre ellos otros árboles como por ejemplo
el Podocarpus, el cual se encuentra con más frecuencia en terre-
nos de mayor altitud. Si en El Peten se fuera a aglomerar una
mayor población, esta zona subtropical podría ser de importancia
para el cultivo de ciertos productos como son el café y las horta-
lizas, para satisfacer las necesidades locales. Los cafetos del pueblo
de Poptún se veían muy sanos, lo cual es de esperarse en forma-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 135

clones de la naturaleza de esta región. Las cosechas obtenidas en


vía de ensayo, por las colonias agrícolas en lugares en donde hubo
antes milpas, merecen interés porque muestran lo que puede hacer
la agricultura en esta sección del país.»

bosque Exlra-Húmedo Subtropical

«Esta formación ocupa solamente un 7 por ciento de la super-


ficie del país en las vertientes del Atlántico y del Pacífico, pero
tiene una enorme importancia en la economía del país. Produce la
mayor parte del café, que es un renglón de exportación muy im-
portante. Las plantaciones de cinchona en Guatemala, un cultivo
relativamente nuevo, están en gran parte restringidas a terrenos
de esta formación.»
«Debido a las abundantes lluvias los suelos normales no se sos-
tienen muy bien con un cultivo que pudiera llamarse limpio, y
hasta las plantaciones de café y de cinchona, que ofrecen una capa
de protección bastante buena para los suelos, no prosperan mucho
ni tienen tan larga vida como la tienen en la formación de Bosque
Húmedo Subtropical. Este factor se contrarresta en gran parte
en la vertiente del Pacífico, gracias a la presencia de los suelos
de origen volcánico, que son mucho más ricos en minerales nutri-
tivos, y tienen mejor contextura que los suelos climáticos, normales,
de la formación. Sin embargo, aun en esta clase de terrenos los
agricultores harían bien en proteger el suelo, lo más posible, de
los lavados ocasionados por las lluvias, teniendo el cuidado de que
siempre crezca una buena capa de hierba que cubra el suelo, y
mediante otras prácticas de protección.»
«Las plantaciones de árboles como café y cinchona y de pastos
bien establecidos, dan buenos resultados en estas formaciones, pero
no se recomienda el cultivo limpio que exige el maíz o siembras
similares, porque el suelo se deteriora con cierta rapidez y hay que
dejar que se vuelva a enmontar. La ordenación concerniente al
uso de la tierra debiera evitar que estos terrenos se dedicaran a
cultivos limpios de alguna extensión y dedicar un porcentaje lo
más alto posible de esta área a la población de bosques. En la
sección de Barillas, en la provincia de Huehuetenango, se podrían
utilizar lotes pequeños rodeados por bosques en terrenos empinados
para cultivo continuo durante 10 a 15 años antes de darle un des-
canso al suelo, pero si es toda una ladera o falda la que se ha limpia-
do para el cultivo, entonces éste puede hacerse durante un período
de sólo 2 a 3 años. Los agricultores dedicados a la siembra de café
y de cinchona debieran mantener árboles a lo largo de los arroyos
o ríos y en pendientes muy pronunciadas donde pueden ocurrir
desmoronamientos del terreno.»
«No hay especies importantes de madera en los bosques na-
turales, sino más bien varias maderas de regular valor. Se puede
136 ALFREDO GUERRA BORGES

hacer una corta de selección de madera de construcción o de leña,


pero el valor principal de los bosques en esta sección es el de
servir como medio de protección.»
«La poda anual de los árboles que dan sombra al café sumi-
nistra gran cantidad de leña para el consumo local. Esto es una
verdadera fortuna porque de este modo se evita cortar —
en mayo-
res proporciones —
los bosques de protección de la formación.»
,

Bosque Pluvial Subtropical

«En el mapa
han marcado solamente 500 Kms. cuadrados de
se
esta formación en la provincia de Huehuetenango. Es posible que
haya otras secciones de menor extensión a lo largo de la vertiente
del Atlántico, hacia la sección de Cobán. Los bosques naturales
están formados por densas poblaciones de muchas especies, de las
que, repetimos, pocas tienen importancia por su valor comercial
como madera, pero que ofrecen varias especies como la Talauma
mexicana que da muy buena madera para usos locales.»
«El clima es muy poco propicio para la vida humana y el
cultivo de las plantaciones no compensa la labor que consume. Se
rozaron los bosques de una parte de esta sección para dedicarla
a plantaciones de cinchona. En un bosque de esta naturaleza la
capa de humus nunca alcanza un grueso espesor, y en el caso an-
terior,aunque no se quemaran los árboles caídos, al final de 2 ó 3
años apenas si quedaba alguna hierba que no se hubiera desinte-
grado, y las plantaciones fueron un verdadero fracaso. La dismi-
nución en el crecimiento de los árboles se acentuó notablemente,
y las enfermedades pronto dieron fin a los debilitados árboles. En
principio, esta formación se debe dejar como bosque natural pro-
tector. Esto es aconsejable para controlar las inundaciones de las
cuencas inferiores de los ríos. El área es también uno de los pocos
refugios que han quedado para el quetzal, que constituye el em-
blema nacional, digno de toda protección.»

FAJA DE MONTAÑA TROPICAL (ALTITUD MEDIA)


«Esta faja comprende 20 200 Kms. cuadrados de la altiplanicies
de Guatemala. Sólo las cimas volcánicas y algunas otras regiones
altas sobrepasan a esta faja. Es una región sumamente interesante
de llanuras y montañas, profundos barrancos, y el hermoso lago
de Atitlán. Estos paisajes, lo mismo que los pintorescos trajes tí-
picos, los bosques de pino, campos de trigo, las plantas ornamen-
tales en flor, y muchos otros factores, atraen en miles a los turistas
de otras tierras. En general el clima es muy agradable, las tierras
muy productivas y, lógicamente, esta faja es la más densamente po-
blada de toda la república.»
«Esta es la Antigua Guatemala, donde, como en las vecindades
de Chimaltenango, los maizales tienen siglos de haber sido plan-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 137

tados. Aquí las modalidades modernas de vida se están incorpo-


rando gradualmente a las antiguas, y probablemente el tiempo se
encargará de marcar un ritmo más acelerado en estos cambios.>
«La mayoría de estos suelos tienen un rico origen volcánico
y, en general, los métodos agrícolas que se han puesto en práctica
han sido muy sólidos, y se ha mantenido, con resultados satisfac-
torios, el ciclo muy bien equilibrado del carbón y nitrógeno. Los
agricultores cosecharon más de lo que exige la subsistencia, y a
cambio del excedente, llenaron otras de sus necesidades. Pero en
los últimos años el espectro del exceso de población ha empezado
a asomar su cabeza y está amenazando la estabilidad de esta idí-
lica región. Cada vez más y más el exceso de población se ha ido
extendiendo por las regiones más accidentadas y se ha establecido
hasta en las faldas escarpadas de los "barrancos". Las copiosas
lluvias de septiembre pasado hicieron estragos en los maizales de
las pendientes muy pronunciadas, e inundaron o cubrieron con es-
combros las partes bajas de los valles de los ríos. Esta es una clara
voz de alerta de que algo peor sucederá en el futuro, a menos que se
adopten mejores métodos agrícolas para labrar la tierra. Algunos
de los organismos gubernamentales están llevando a cabo una
labor magnífica en este sentido, pero sólo pueden encargarse de
una porción muy pequeña de la empresa. Se requieren grandes
esfuerzos, planeados cuidadosamente, si es que se quiere volver
a la conservación del suelo y al cultivo adecuado del mismo. Este
plan exigiría la concentración de esfuerzos tanto del gobierno como
de los civiles, y mientras más se demoren en ponerlo en práctica,
más y costará más dinero.»
se dificultará,
«Debe tratarse de que la población de cada sección se equi-
libre sobre bases permanentes de acuerdo con la capacidad pro-
ductora de la zona. El cultivo en rotación debe implantarse
sólo en donde sea posible para evitar la erosión y mantener la
fertilidad del suelo y con los métodos de conservación necesarios
para alcanzar estos objetivos. La silvicultura, y hasta cierto lí-
mite el pastoreo, son los usos indicados para el resto de las tierras.
Los bosques juegan un papel muy importante en el planeo del uso
de la tierra en esta faja. No sólo tiene que proteger los suelos de
las pendientes y ayudar a regular las corrientes de los ríos, sino
también suministrar trabajo y crear un ingreso mediante la pro-
ducción de materias primas para uso inmediato, y para cierto
volumen de industrialización. El uso correcto de la tierra contri-
buirá a mantener la belleza del paisaje, y ayudará a atraer tu-
ristas.»
«Cualquier exceso de población que resulte después de haberse
adoptado un plan aconsejable para el uso de la tierra, debe obte-
ner su subsistencia en otras regiones, o mediante nuevas industrias.
Actualmente un gran número de habitantes de esta faja se gana
la vida trabajando parte del año en las labores estacionales en las
tierras bajas donde se cultiva café, caña de azúcar u otras cosechas.
138 ALFREDO GUERRA BORGES

Si hay un mayor incremento agrícola en las bajuras, éste puede muy


bien absorber mayor cantidad de trabajadores que se ocupan sólo
en determinada época. Quizás se pueda idear algún plan conci-
liador en este sentido para no tener que recurrir al traslado per-
manente de familias hacia las tierras bajas, lo cual ofrece siempre
problemas serios de reajuste.»

Sabana Tropical de Moníaña (Altitud Media) o Bosque Seco

«Esta formación cubre un área relativamente pequeña que se


estima en unos 300 Kms. cuadrados. Sin embargo, incluye llanuras
agrícolas excelentes como las que existen alrededor de Chimalte-
nango, Quezaltenango, y cerca de Huehuetenango. Estas regiones
llanas eran sabanas naturales, lo cual explica muy bien por qué
se escogieron como sitios de antiguos caseríos.»
«En los terrenos montañosos de esta formación, el árbol más
sobresaliente y más importante, es el Pinus Montezumcu el que
pijiedé reconocerse fácilmente por sus ramas gruesas, hojas largas
y pinas grandes. Debido a que abarca un área muy pequeña esta
formación tiene muy poca importancia en la silvicultura de la
república.»

Bosque Húmedo Tropical de Montaña (Altitud Media)

«Esta es la extensa formación de altiplanicies de Guatemala


que tiene una superficie estimada en 16 750 Kms. cuadrados, o sea,
un poco más del 15 por ciento de la superficie total del país. Como
se dijo en la definición general de la faja de montaña baja, esta
sección desempeña un papel muy importante en la agricultura de
subsistencia, es una fuente de trabajo, y contribuye a la industria
turística. Sus bosques son importantes para la producción de ma-
terial combustible y para la industria de maderas de pino del país,
y con el tiempo su importancia aumentará en este aspecto.»
«Los elementos más sobresalientes de los bosques naturales
son elPinus Pseudostrobus y varias especies de encino, Quercus.
También se notan aquí otros géneros de la zona templada como
el Pinus, Salix, Sambucus, Ostrya y Acer, lo mismo que árboles
frutales como el durazno, manzano, ciruelo, membrillo y man-
zanillo (Crataegus). El aliso, Alnus Acuminata, es muy común a
lo largo de los ríos lo mismo que en las laderas.»
«A lo largo de las orillas de esta formación se encuentran el
Pinus Pseudostrobus mezclado con otros pinos, como el P. cocarpa,
P. Monteziuna, var. rudis, P. strobus var. Chiapensis y el P. ayaca-
huite, pero en cuanto a la formación en general, el P. pseudostrobus
es el más importante como árbol para madera. Este es un her-
moso ejemplar de pino, con hojas flexibles o colgantes y pinas
de tamaño mediano. Es el pino que se planta más comúnmente
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 139

en la Ciudad de Guatemala como árbol ornamental, y el único que


se nota en las plantaciones artificiales.»
«Aquí el problema de la silvicultura es muy diferente del
de otras formaciones forestales importantes. Las tierras en su
mayoría son propiedad de familias pequeñas, y la silvicultura debe
estar íntimamente relacionada con la agricultura. Los problemas
de ordenación, protección, etc., son muy distintos de los problemas
que surgen cuando lo corriente es que las propiedades sean gran-
des. El uso adecuado de la tierra debe hacerse efectivo mediante
la combinación de leyes en ejecución, y de un proceso educativo.
Como la influencia de la escuela casi no se hace sentir en los dis-
tritos rurales, la educ-ción tendrá que llevarse a cabo por medios
de extensión y de los guardabosques. Como en el caso de la leña,
parece que la educación sobre ordenación de pequeños bosques de
pinos se puede realizar de manera más eficaz si se ayuda al pe-
queño agricultor en lá corta y venta de pequeños lotes de madera
para que él pueda ver el valor monetario de los árboles que crecen
en su propiedad. La cuestión de si ©sto puede llevarse a cabo
con mayor éxito vendiéndolos a contratistas particulares, o a ase-
rraderos pequeños, portátiles, manejados por el gobierno o por la
Comunidad, es un asunto que lo resuelven mejor los que están
más familiarizados con la psicología del pequeño agricultor.»

Bosque Exlra-Húmedo Tropical de Montaña (Altitud Media)

«Esta formación que comprendé 3 150 Kms. cuadrados se pre-


senta dondequiera que las montañas están expuestas a una precipi-
tación más abundante de lo que están las formaciones a que nos
acabamos de referir. Dentro de esta área hay muy poca agricul-
tura y debería abandonarse por completo en el futuro. Como faja
protectora de los bosques existentes arriba de la zona cafetalera de
la vertiente del Pacífico, donde nacen muchos de los ríos, ésta
tiene una influencia importantísima para regular el caudal de aguas
que atraviesa las zonas más bajas. Lo mismo se puede decir de
las fegiones aisladas de otras secciones de la altiplanicie. Los
bosques naturales de cipreses dentro de esta formación son valio-
sos porque producen maderas de excelente calidad.»
«El bosque climax parece ser una mezcla de varios árboles
de hoja ancha, de géneros tales como Prunus, Comus, Garrya«
miembros de la familia de las Lauraceae, Ericaceae, y de varios
otros árboles. Una especie muy interesante que se encuentra
comúnmente en estos bosques es la mano de mico, llamada así
por semejanza de los estambres de las flores con una mano.»
la
«En los sitios más secos, como es la cima de las cordilleras
donde el suelo puede secarse más, se pueden encontrar bosques
de cipreses. Estos se ven en varias secciones del país; las poblacio-
nes más grandes están en las montañas que se extienden entre :
140 ALFREDO GUERRA BORGES

Tecpán y los Encuentros. El ciprés parece ser nativo únicamente


en esta formación, pero ha sido plantado extensivamente en cercas,
en los patios de las casas y en sitios mucho más bajos y más secos.»
«Los terrenos dentro de esta formación que han sido talados
para convertirlos en plantíos debieran reintegrarse a los bosques.
Este tipo de terrenos debieran ser adquiridos por el Gobierno y
reforestarlos con cipreses como bosques nacionales. Tomando en
cuenta el valor bajo de la tierra para propósitos agrícolas, la im-
portancia de mantener bosques para la protección de las fuentes
de agua y las posibilidades de obtener un buen rendimiento de la
madera de ciprés de alta calidad, la acción del Gobierno en este
respecto representaría ima política sólida para el uso de las tierras
a largo plazo. Los terrenos sin vegetación al este de los Encuen-
tros, que bordean el camino que va para Tecpán, lo mismo que la
falda norte de las altas montañas entre Quezaltenango y Huehuete-
nango, cerca de Aguas Calientes, representarían dos áreas exce-
lentes para las actividades que dejamos anotadas.»

FAJA DE MONTAÑA TROPICAL


«Esta faja, de una elevación aproximada de 3,000 a 4,000
metros sobre el nivel del mar, no es muy extensa pues se estima
en sólo 800 Kms. cuadrados, o sea, menos del uno por ciento de la
superficie del país. Es la verdadera "tierra fría" de Guatemala,
y cuando uno llega a esta formación, siente frío hasta durante el
día. No se dispone de datos meteorológicos acerca de esta faja,
y los estudios de las formaciones de terrenos limítrofes más bajos.»
«Con excepción de un reducido cultivo de papas, el principal
uso agrícola que se da a esta región alta, parece ser el pastoreo
de ovejas. En la Sierra de los Cuchumatanes, donde se encuentran
las áreas más extensas de esta faja, los pastizales se han empo-
brecido por el excesivo pastoreo de manera que las ovejas están
muy degeneradas y producen poca lana. Si tuvieran menor nú-
mero de animales de mejor raza para la producción de lana, se
aliviaría el consumo anormal de los pastos, y los agricultores ten-
drían los mismos ingresos.»
«Los bosques de esta faja tienen una importancia local porque
producen maderas e indudablemente podrán colocarlas en el mer-
cado de la ciudad de Guatemala cuando la Carretera Panamericana,
construida de acuerdo con un alto estándar, haya pasado cerca de
estos bosques. La posibilidad de que en esta faja se siembren
árboles de Navidad, se discuten en el capítulo que lleva ese
nombre.»

Pradera Tropical de Moniaña o Bosque Húmedo


«Esta es la más extensa formación de la faja, y su mayor
parte queda en la Sierra de los Cuchumatanes. Las áreas que se
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 141

han delineado en el mapa enProvincia de San Marcos no fueron


la
visitadas, pero hsui de teneruna vegetación parecida. Las áreas
llanas son praderas abiertas abarcando plantas herbáceas de los
géneros más comunes que se encuentran en los climas septentrio-
nales. La vegetación de los bosques consiste especialmente de
coniferas.»
<En los Cuchumatanes, las montañas más secas y rocsdlosas
producen sólo el Juníperas StandleyL Como la precipitación aumen-
ta a medida que se acerca al lado lluvioso de la montaña, el juní-
pero se encuentra mezclado con el Pinus Monlezuma var. rudis,
Y en las porciones en que llueve más se encuentra con el pino
blanco, P. Ayacahuite.
«En esta formación las montañas de María Tecún sólo se
veían creciendo juntos los dos últimos pinos que acabamos de
mencionar. Los árboles de hojas anchas más comunes en ellas
son el aliso y la salvia, Buddleia.»
«Como madera, el junípero tiene muy poca importancia, pero
ambos pinos son de valor, y la madera del pino blanco es especial-
mente valiosa, probablemente aquí como en cusdquiera otra parte,
debido a la facilidad con que se puede elaborar. Esta madera,
proveniente de los bosques públicos de María Tecún, suministra ma-
teria prima para la importante industria de muebles ubicada cerca
de Totonicapán. En los caminos se pueden ver muebles de esta
fábrica que son transportados a todas partes de la república, espe-
cialmente sillas y mesas.»
«El pino blanco ha sufrido mucho debido a que se le despoja
de la corteza para extiaer tanino, y el Pinus Monlezuma var. rudis,
por los ataques del escarabajo horadador de la corteza. Esta peste
ha destruido extensas áreas, y el escarabajo está causando actual-
mente muchos destrozos en las montañas de María Tecún.»
«Los bosques de esta formación están produciendo sólo un
pequeño porcentaje de la madera que producirían si existiera una
ordenación satisfactoria. Ofrecen un magnífico campo para promo-
ver la educación en lo que respecta a la expansión de las actividades
de la silvicultura, y admitirían muchos más trabajadores para
ayudar a aliviar un poco la urgencia que pesa sobre los terrenos
agrícolas vecinos.»

Bosque Extra -Húmedo Tropical de Montaña


«Constituye la más pequeña de las formaciones de Guatemala,
y hasta es posible que su tamaño se haya exagerado un poco para
hacerla destacar en el mapa. Es un hermoso bosque de pino blanco
mezclado con abeto o pinabeto, Abies Guaiemalensis. Estas dos
clases de árboles alcanzan grandes dimensiones; se han observado
aquí árboles con un diámetro hasta de dos metros.»
«Los bosques están compuestos especialmente de individuos
que han pasado su madurez, y de rodales jóvenes que necesitan
142 ALFREDO GUERRA BORGES

ser arralados. Aquí, lo mismo que en la formación a que acabamos


de referirnos, hace falta la ordenación forestal para que los bos-
ques rindan la parte que les corresponde entre las producciones
del país.» ;

Hasta aquí el texto literalmente transcrito del estudio de


Holdridge, Lamb y Masón.
He aquí un Cuadro en que se resume la información sobre
superficie de las distintas Zonas:

Cuadro 7

SUPERFICIE TERRITORIAL DE LAS ZONAS ECOLÓGICAS


DE GUATEMALA
(Clasificación Holdridge)

Superficie % de área total


1 Sabana tropical o bosque muy seco 1600 1.47
2 Bosque seco tropical 21000 19.30
3 Bosque tropical húmedo 39 200 36.02

TOTAL FAJA TROPICAL 61800 56.79

4 Sabana subtropical o bosque seco 12 700 11,65


5 Bosque subtropical húmedo 4 900 4.50
6 Bosque extra-húmedo subtropical 7 900 7.25
7 Bosque pluvial subtropical 500 0.45

TOTAL FAJA SUBTROPICAL 26 000 23.85

8 Sabana tropical de montaña (altitud


media) o bosque seco 300 0.28
9 Bosque húmedo tropical de montaña
(altitud media) 16 750 15.40
10 Bosque extra-húmedo tropical de montaña
(altitud media) 3 150 2.90

TOTAL FAJA DE MONTAÑA TRO-


PICAL (aliiíud media) 20 200 18.58

11 Pradera tropical de montaña o


bosque húmedo 750 0.69
12 Bosque extra-húmedo tropical de montaña 50 0.05

TOTAL FAJA DE MONTAÑA


TROPICAL 800 0.74
ZONAS ECOLÓGICAS DE GUATEMALA

. muy seco. 2. Bosque tropical seco. 3. Bosque tropical húmedo.


Bosque tropical
^.Bosciue subtropical seco. 5. Bosque subtropical húmedo. 6. Bosque subtropical
nuy húmedo. 7. Bosque subtropical pluvial. 8. Bosque seco montano bajo. 9. Bos-
iUe húmedo montano bajo. 10. Bosque muy húmedo montano bajo. 11. Bosque
húmedo montano. 12. Bosque muy húmedo montano.
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 145

2.1. Zonas ecológicas y suverficie que cubren de


los municipios de Guatemala

Presentamos en seguida los porcentajes del territorio de cada


municipio de Guatemala que queda comprendido dentro de cada
una de las doce zonas ecológicas. La información ha sido obte-
nida del estudio agronómico de la COMPACO que hemos citado
con anterioridad. Nótese que las áreas indicadas por la citada
empresa no coinciden exactamente con las del Cuadro 7.

SABANA TROPICAL O BOSQUE MUY SECO

% del área incluida


Deparlamenio Municipio en la zona

EL PROGRESO San arate 50


El Progreso 75
El Jícaro 100
San Cristóbal Acasaguastlán 25
San Agustín Acasaguastlán 10
Morazán 5

ZACAPA Qsumatlán 25
Teculután 25
Río Hondo 18
Gualán 10
Cabanas 60
Estanzuela 90
Zacapa 60
San Diego 30
Huité 10

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuida la


Sabana Tropical

(en pies) Área en Km.'


0' — 1000' 541
1000' — 2000' 486
2000' — 3000' 333
3000' — 4000'
4000' — 5000' 53
5000' — 6000' 8
TOTAL 1 649
146 ALFREDO GUERRA BORGES

BOSQUE SECO TROPICAL


% del área incluida
Departamento Municipio en la zona

SAN MARCOS
Ayutla 45
Paiapita 30
Ocós 100

QUEZALTENANGO
Coatepeque 30
Genova 5

RETALHULEU
Retalhuleu 70
Champerico 100
Santa Cruz Muluá 70
San Andrés Villa Seca 70

SUCHITÉPéQUEZ
Cuyotenango 50
San Lorenzo 70
Santo Domingo Suchitepéquez 15
Río Bravo 3

ESCUINTLA
Tiquisate 80
La Gomera 80
La Democracia 20
Masagua 10
San José 100
Iztapa 90

SANTA ROSA
Taxisco 80
Guazacapán 95
Chiquimulilla 90
San Juan Tecuaco 5

jrUTIAPA
Asunción Mita 30
Pasaco 90
Moyuta 35
Conguaco 30
Agua Blanca 15

EL PETEN
Flores 97
San José 100
San Andrés 95

ZACAPA
Gualán 20
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 147

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuido el


Bosque seco tropical:

Inlervalo
(en pies) Area(0n<Km.2)
y — 1,000' 540
1,000' — 2,000' 21,066
2,000' — 3,000' 183
3,000' — 4,000' 53

TOTAL 21,842

BOSQUE TROPICAL HÚMEDO


% del área incluida
Departamento Municipio en la zona

SAN MARCOS
Tajumulco 15
San Pablo 30
El Rodeo 80
El Tumbador 60
Nuevo Progreso 25
La Reforma 5
Sibinal 8
Malacatán 100
Catarina 100
Ayutla 55
Pajapita 70

QUEZALTENANG O
Coatepeque 60
Flores Costa Cuca 90
Genova 80

RETALHULEU
Nuevo San Carlos 60
El Asintal 10
Retalhuleu 25
San Sebastián 55
Santa Cruz Muluá 30
San Andrés Villa Seca 25
Champerico 80

SUCHITEPÉQUEZ
Cuyotenango 40
Mazatenango 100
San Francisco Zapotitlán 10
San Gabriel 100
San Lorenzo 30
Samayac 50
San Bernardino 100
Santo Domingo Suchitepéquez 85
148 ALFREDO GUERRA BORGES

% del área incluida


Departamenlo Municipio en la zona

San Antonio Suchitepéquez 100


San José El ídolo 100
San Miguel Panán 70
Rio Bravo 87
Patulul 15
San Juan Bautista 65

ESCUINTLA
Santa Lucía Cotzumalguapa 70
La Gomera 20
Siquinalá 80
La Democracia 80
Escuintla 65
Masagua 90
Guanagazapa 95
Iztapa 10

SANTA ROSA
Pueblo Nuevo Viñas 30
Taxisco 20

EL QUICHE
Chajul 10
San Miguel Uspantán 5

HUEHUETENANGO
Badilas 10

ALTA VERAPAZ
Cobán 60
San Pedro Carcha 15
Chisec 100
Cahabón 70
Chahal 90

IZABAL
El Estor 30
Los Amates 60
Livingston 100
Puerto Barrios 90
Morales 95

EL PETEN
Sayaxché 100
San Luis 100
Dolores 100
Santa Ana 100
San Francisco 100
La Libertad 100
San Andrés 5
San Benito 60
Flores 3
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 149

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuido el


Bosque tropical húmedo:

Intervalos
(en pies) Xtm (•n. Kin.2)
0' — 1,000' 27,571
1,000' — 2,000' 8,380
2,000' - 3,000' 1,799
3,000' — 4,000' 450
4,000' — 5,000' 108

TOTAL 38.308

SABANA SUBTROPICAL O BOSOUE SECO


% del área incluida
D«partamenlo Municipio •n la tona

HUEHUETENANGO
Cuilco 25
Nentón 10
Jacaltenango 55
Ixtahuacán 40
La Libertad 90
La Democracia 60
Tectitán 80
San Antonio Huista 85
Santa Ana Huista 100

SAN MARCOS
Concepción Tutuapa 15

GUATEMALA
Chinautla 70
Guatemala 15
San Pedro Ayampuc 30
Mixco 80
Santa Catarina Pínula 95

ALTA VERAPAZ
Tactic 30
Santa Cruz Verapaz 15

BAJA VERAPAZ
Granados lOÓ
El Chol 100
Salamá 40
San Jerónimo 20
San Miguel Chicaj 40
Rabinal 50
Cubulco 30
150 ALFREDO GUERRA BORGES

% del área incluida


Departamento Municipio en la zona

EL QUICHE
Joyabaj 90
Canilla 100
San Andrés Sajcabajá 40
Sacapulas 90
San Miguel Uspantán 15

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuida la


Sabana Subtropical:
Intervalos
(en pies) Área (eni Km.2)
1,000' -^ 2,000' 1,123
2,000' — 3,000' 2,291
3,000' — 4,000' 3,643
4,000' — 5,000' 2,630
5,000' >- 6,000' 1,437
6,000' — 7,000' 568
7,000' — 8,000' 138
8,000' — 9,000' 43
9,000' — 10,000' 20
10,000' — 11,000' 5

TOTAL 11,898

BOSQUE SUBTROPICAL HÚMEDO


% del área incluida
Departamento Municipio en la zona

EL PETEN
San Luis 25

IZABAL T,f'?Afr-:?v.' /,'-

Livingston 10
El Estor .20

SANTA ROSA ^^.,^HH2y ÁlA^'


Santa Cruz Naranjo 80
Barberena 10
Santa Rosa de Lima 100
Cuilapa 3
Nueva Santa Rosa 70
Casillas 60
San Rafael Las Flores 30
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 151

% áéí ár»a izicluida


Deparlaxnenlo Municipio •nUiona

GUATEMALA
Frai janes 10

CHIQUIMULA
Esquipulas 65
Olopa 90
Jocotán 30
Camotán 60
Concepción Las Minas 30

ZACAPA
La Unión 80
Gualán 10
Zacapa 15

JALAPA
Mataquescuintla

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuida el

Subtropical húmedo:

Intervalos
(en pies) Área en Km.*
1,000' — 2,000' U28
2,000' — 3,000' 910
3,000' — 4,000' 1,391
4,000' — 5,000' 723
5,000' — 6,000' 320
6,000' — 7,000' 143
7,000' — 8,000' 35
8,000' — 9,000' 10

TOTAL 4,760

BOSQUE EXTRA-HÚMEDO SUBTROPICAL


% del área indukia
Departamento Municipio en la sona

SAN MARCOS
Tajumulco 20
San Pablo 50
El Rodeo 30
El Tumbador 60
Nuevo Progreso 60
La Reforma 40
Sinibal 80
San Rafael Pie de la Cuesta 60
152 ALFREDO GUERRA BORGES

% del área indiiida


Departamenio Municipio en la zona

QUEZALTENANGO 1
Coatepeque
Flores Costa Cuca 30
Genova 15
Colomba 60
El Palmar 60
Zunil 20

RETALHULEU 40
Nuevo San Carlos
El Asintal 80
Retalhuleu 3
San Sebastián 50
Santa Cruz Muluá 60
San Andrés Villa Seca 3
San Felipe 100
San Martín Jilotepeque 100

SUCHITEPÉQÜEZ 5
Cpyotenango
San Francisco Zapotitlán 80
Samayac 60
San Pablo Jocopilas 85
San Antonio Suchitepéquez 1
Chicacao 60
Santa Bárbara 80
Patulul 60
San Juan Bautista 40
San Miguel Panán 40
Pueblo Nuevo 80
Zunilito 55
Santo Tomás La Unión 40

SOLÓLA 30
Santa Catarina Ixtahuacán

CHIMALTENANGO 50
Pochuta
San Pedro Yepocapa 90

SACATEPÉQUEZ 20
San Juan Alotenango

ESCUINTLA 20
Sta. Lucía Cotzumalguapa
Siquinalá 30
Escuintla 40
San Vicente Pacaya 60
Palín 40

SANTA ROSA 40
Sta. María Ixtahuacán
El Oratorio 60
Cuilapa 15
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 153

% del área incluida


Departamenío Municipio •nUiona
.7

San Juan Tecuaco 50


Santa Rosa de Lima 100
Santa Cruz Naranjo 60
Nueva Santa Rosa 60
Casillas 60
San Rafael Las Flores 30
Barberena 10
Pueblo Nuevo Viñas 40
ZACAPA
Gualán 20
EL QUICHE
Chajul 50
San Miguel Uspantán 35
ALTA VERAPAZ
Tamahú 80
San Miguel Tucurú 30
Panzós 5
San Pedro Carcha 40
Cobán 20
San Cristóbal Verapaz 60
Santa Cruz Verapaz 40
Cahabón 15
Chahal 10
Lanquín 10

BAJA VERAPAZ
Purulhá 60
IZABAL
Los Amates 10
Morales 5
Puerto Barrios 5
Livingston 5

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuido el


Bosque extra-húmedo Sub-tropical

1,000' — 2,000' 1,926


2,000' — 3,000' 2,074
3,000' — 4,000' 2,080
4,000' — 5,000' 1,243
5,000' — 6,000' 834
6,000' — 7,000' 265
7,000' — 8,000' 55
8,000' — 9,000' 43
9,000' — 10,000' 15
10,000' — 11,000' 5
11,000' — 12,000' 5

TOTAL 8,549
154 ALFREDO GUERRA BORGES

BOSQUE PLUVIAL SUBTROPICAL


% del área incluida
Departamento Municipio en la zona

HUEHUETENANGO
San Mateo Ixtatán 45
Barillas 40
Nentón 5

Intervalos altitudinales en que está distribuido el Bosque


Pluvial Subtropical:
r ^:
Intervalo _

(en pies) Área en Km.2


2,000' -- 3,000' 163
3,000' — 4,000' 193
4,000' — 5,000' 93
5,000' — 6,000' 45
6,000' — 7,000' 40
7,000' — 8,000' 38
8,000' — 9,000' 18
9,000' — 10,000' 8

TOTAL 598

SABANA TROPICAL DE MONTAÑA (ALTITUD MEDIA)


O BOSQUE SECO
% del área incluida
Departamento Municipio en la zona

QUEZALTENANGO
Concepción Chiquirichapa 5
Zunil 10
Almolonga 40
La Esperanza 60
San Mateo 60
Quezaltenango 40

SACATEPÉQUEZ
San Antonio Aguas Calientes 30
Ciudad Vieja 20
Antigua Guatemala 30
Jocotenango 20
Pastores 100
Santa Catarina Barahona 10
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 155

% del área incluida


Departamento Municipio en la tona

CHIMALTENANGO
Parramos 50
El Tejar 15
Chimaltenango 5
San Andrés Itzapa 10

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuida la


Sabana Tropical de Montaña (altitud media) :

Intervalo
(en pies) Área en Km.^
5,000' — 6,000' 115
6,000' — 7,000' 128
7,000' — 8,000' 93
8,000' — 9,000' 25

TOTAL 361

BOSQUE HÚMEDO TROPICAL DE MONTAÑA (Altitud Media)

% del área incluida


Departamento Municioio en la zona

SAN MARCOS >

Tacana 40
San Ojetenán
.Tose 60
Concepción Tutuapa 60
Sibinal 20
Ixchiguán 25
Tejutla 85
San Miguel Ixtahuacán 80
Sipacapa 100
Comitancillo 100
Río Blanco 100
San Antonio Sacatepéquez 100
San Pedro Sacatepéquez 100
San Marcos 80
San Cristóbal Cucho 30

QUEZALTENANGO
San Martín Sacatepéquez 40
Quezaltenango 40
Concepción Chiquirichapa 70
Zunil 10
156 ALFREDO GUERRA BORGES

% del área in<duida


Departamento Municipio en la zona

Cantel 70
Salea já 100
Olintepeque 100
San Francisco La Unión 100
San Carlos Sija 80
Sibilia 50
Cajolá 100
Palestina 100
San Juan Ostuncalco 100
San Miguel Sigüilá 100
Almolonga 40
La Esperanza 10

TOTONICAPAN
San Bartolo 100
Momostenango 5
San Francisco El Alto 100
San Andrés Xecul 100
San Cristóbal Totonicapán 100
Totonicapán 60
Santa María Chiquimula 100
Santa Lucía La Reforma 100

SOLÓLA
Nahualá 70
Santa Catarina Ixtahuacán 15
San Pablo La Laguna 50
San Juan La Laguna 30
San Pedro La Laguna 90
Santiago Atitlán 60
San Lucas Tolimán 15
San Antonio Palopó 100
Santa Catarina Palopó 100
San Andrés Semetabaj 60
Panajachel 100
Concepción 50
Santa Cruz La Laguna 100
Solóla 70
San Marcos La Laguna 100
San José Chacayá 95
Santa Lucía Utatlán 95
Santa María Visitación 100
Santa Clara La Laguna 100

HÜEHUETENANGO
Santa Eulalia 80
San Juan Ixcoy 70
San Pedro Soloma 80
San Rafael La Independencia 50
San Sebastián Coatán 50
San Mateo Ixtatán 25
Nentón 20
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 157

% d*l área incluida


Deparlam«nio Municipio •nlasona

San Miguel Acatan 45


Jacaltenango 40
Concepción 80
San Antonio Huista 5
Todos Santos Cuchumatán 35
La Democracia 30
La Libertad 10
San Pedro Necta 100
Santiago Chimaltenango 100
San Idelfonso Ixtahuacán 30
Colotenango 100
San Rafael Petzal 100
Santa Bárbara 60
San Sebastián Huehuetenango 70
Chiantla 25
Aguacatán 85
Huehuetenango 60
Malacatancito 60
Cuilco 40
San Juan Atitán 100
Tectitán 1
Barillas 10

CHIMALTENANGO
Patzún 100
Acatenango 25
San Andrés Itzapa 35
Parramos 30
El Tejar 80
Chimaltenango 80
San Martín Jilotepeque 60
San José Poaquil 60
Comalapa 100
Santa Apolonia 90
Tecpán 90
Santa Cruz Balanyá 100
Patzicía 100
Zaragoza 100
Pochuta 100

SACATEPÉQUEZ
Santo Domingo Xenacoj 100
Sumpango 100
Santiago Sacatepéquez 100
Jocotenango 75
San Bartolomé Milpas Altas 100
San Lucas Sacatepéquez 100
Antigua Guatemala 60
'
Santa Lucía Milpas Altas 100
Magdalena 100
Santa María de Jesús 90
Ciudad Vieja 15
158 ALFREDO GUERRA BORGES

% del área incluida


Depariamenlo Municipio en la zona

GUATEMALA
Chinautla 30
Guatemala 25
Falencia 35
San José Pínula 85
Fr aijanes 30
Villa Canales 50
Mixco 50
San Pedro Sacatepéquez 100
San Juan Sacatepéquez 30
San Raymundo 20

EL PROGRESO
Morazán 20
San Agustín Acasaguastlán 40

JALAPA
San Luís Jilotepeque 20
Jalapa 45
Mataquescuintla 55
San Carlos Alzatate 60

CHIQUIMULA
Esquipulas 30
San José La Arada 5
Chiquimula 3

ZACAPA
Usumatlán 25
Teculután 30
Río Hondo 40
Gualán 3

EL QUICHE
San Miguel Uspantán 40
Chajul 40
Nebaj 85
Cunen 90
San Juan Cotzal 100

BAJA VERAPAZ
San Jerónimo 30
Salamá 20
Purulhá 5
San Miguel Chícaj 5

ALTA VERAPAZ
Tactíc
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 159

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuido el


Bosque húmedo tropical de montaña (altitud media) :

Inlervalo
(en pies) Aroa en Km.^
4,000' ™ 5,000' 2,642
5,000' — 6,000' 2,839
6,000' — 7,000' 3,985
7,000' — 8,000' 3.771
8,000' — 9,000' 2,126
9,000' — 10,000' 1,000
10,0C0' — 11,000' 345
11,000' — 12,000' 40
12,000' — 13,000' 13

TOTAL 16.761

BOSQUE EXTRA-HÚMEDO TROPICAL DE MONTAÑA


(allilud media)

% del área incluida


Departamento Municipio en la zona

SAN MARCOS
San Cristóbal Cucho 60
La Reforma 50
San Marcos 15
Esquipulas Palo Gordo 100
San Pablo 15
Tajumulco 15
Sibinal 70
Tacana 20

QUEZALTENANGO
Zunil 60
El Palmar 30
Quezaltenango 30
San Martín Sacatepéquez 50
Colomba 40
Concepción Chiquirichapa 5

SOLÓLA
Concepción 30
San Andrés Semetabaj 30
San Lucas Tolimán 60
Santiago Atitlán 60
San Juan La Laguna 60
San Pablo La Laguna 100
Santa Catarina Ixtahuacán 60
Nahualá 30
160 ALFREDO GUERRA BORGES

% del área incluida


Depaxlamento Municipio en la zona

CHIMALTENANGO
Acatenango 60
San Andrés Itzapa 5
Pochuta 30

ESCUINTLA
San Vicente Pacaya 10
Palin 40
Escuintla 3

SACATEPÉQUEZ
Santa María de Jesús
Antigua Guatemala
Ciudad Vieja
San Juan Alotenango
San Miguel Dueñas

GUATEMALA
Amatitlán

HUEHUETENANGO
Aguacatán 2
Chiantla 15
San Mateo Ixtahuacán 15
Barillas 5
San Sebastián Coatán 10
San Rafael La Independencia 30
San Pedro Soloma 5
San Juan Ixcoy 10

ALTA VERAPAZ
Panzós 10
Tactic 80
Tamahú 8
San Juan Chamelco 90
Cobán 15
Santa Cruz Verapaz 40
San Cristóbal Verapaz 30

BAJA VERAPAZ
Purulhá 15
Salamá 25
San Jerónimo e

IZABAL
El Estor 1

ZACAPA
Río Hondo 2
Gualán 1
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 161

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuido el


Bosque extra-húmedo tropical de montaña (altitud media) :

Intervalo '

(en pies) Área (en Km.2)


2,000' — 3,000' 8
3,000' — 4,000' 128
4,000' — 5,000' 370
5,000' — 6,000' 830
6,000' — 7,000' 488
7,000' — 8,000' 475
8,000' — 9,000' 473
9,000' — 10,000' 298
10,000' — 11,000' 150
11,000' — 12,000' 61
12,000' — 13,000' 23
13,000' — 14,000' 7

TOTAL ... 3,311

PRADERA TROPICAL DE MONTAÑA O BOSQUE HÚMEDO


% del área incluida
Deparlamenlo Municipio en la zona

HUEHUETENANGO
Chiantla 60
Todos Santos Cuchumatán 35
Concepción 15
San Juan Ixcoy 4
San Miguel Acatan 17
San Pedro Sol orna 5
San Rafael La Independencia 12
San Sebastián Coatán 23
Cuilco ) 8

SAN MARCOS
Tajumulco 8
Ixchiguán 60
Concepción Tutuapa 15
San José Ojetenán 30
Tacana 12
Sibinal 8
í Tejutla 1 4
1 San Miguel Ixtahuacán 3
162 ALFREDO GUERRA BORGES

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuida la


Pradera Tropical de montaña o Bosque húmedo:

Inlerval©
(en pies) Área (en Km.2)
6,000' — 7,000' 20
7,000' — 8,000' 75
8,000' — 9,000' 110
10,000' — 11,000' 218
11,000' — 12,000' 125
12,000' — 13,000' 85
13,000' — 14,000' 5

TOTAL 638

BOSQUE EXTRA-HÚMEDO TROPICAL DE MONTAÑA


% del área incluida
Departamenlo Municipio en la zona

QÜEZALTENANGO
Huitán 30
Sibilia 40
San Carlos Sija 20

TOTONICAPÁN
San Francisco El Alto 5
Totonicapán 2

Intervalos altitudinales en que se encuentra distribuido el


Bosque extra-húmedo tropical de montaña:

Intervalo
(en pies) Área (en Km.2)
8,000' — 9,000' 10
9^000' — 10,000' 32
10,000' — 11,000' 20

TOTAL 62
CAPÍTULO V

BECÜRSOS FORESTALES PARA LA


OBTENCIÓN DE MADERA
Capítulo V

RECURSOS FORESTALES PARA LA OBTENCIÓN DE MADERA

Las formaciones boscosas de Guatemala y, por tanto, las


que son objeto de explotación, son naturales. Existen algunos
bosques artificiales de reciente formación, pero de poca impor-
tancia económica, tanto por su extensión como por la clase de
madera (principalmente el pino).
Se tiene información de una extensión de 20 caballerías, en
la finca La Primavera, situada entre los municipios de La Demo-
cracia y La Gomera, en el departamento de Escuintla, sembrada
dé maderas finas palo blanco, cedro y caoba. Este bosque no
:

ha entrado todavía en explotación.


La Compañía Agrícola de Guatemala, subsidiaria de la Uni-
ted Pruit Company, sembró en dos caballerías variedades extra-
ñas a la región el Palo Blanco, que fue llevado del Sur de Gua-
:

temala; y la Teca (Tectona granáis), que fue importada de la


India. Ambas se han adaptado con buenos resultados. No se
continuaron estas siembras, ni se han explotado comercialmente.
La explotación de los bosques de Guatemala ha sido irra-
cional, y por ello se ha dado lugar a su destrucción paulatina.
En el nor-oriente del país "el problema mayor lo constituyen
las frecuentes migraciones de campesinos que provienen de
i"egiones más pobres o de terrenos sumamente parcelados y ago-
tados (El Progreso, Zacapa, etc.), quienes invaden terrenos mu-
nicipales o nacionales y destruyen o queman bosques con el
objeto de disponer de una superficie de tierra para sus cultivos
de subsistencia terrenos que en la mayoría de los casos se ven
;
166 ALFREDO GUERRA BORGES

obligados a abandonar a los 3 ó 4 años, en busca de nuevas tie-


rras, con la consiguiente secuela de destrucción de nuevos ro-
dales. .
."1

En la indicada región los industriales que son propietarios


de aserraderos explotan bosques municipales, privados y nacio-
nales. Compran el bosque, o bien celebran contratos para derri-
bar un número determinado de árboles.
En la región occidental el panorama también es desalenta-
dor. Los aserraderos se proveen de los bosques existentes en el
departamento de Solóla (Nahualá y Santa Catarina Ixtalmacán)
en el departamento de Quiche y en el de Chimaltenango (Santa
Elena, Patzún). A tal grado se han explotado irracionalmente
los bosques de esta región, que la mayor parte de su altiplanicie
se ha despoblado de árboles y casi no existen reservas forestales.
Un factor negativo en la explotación de los recursos fores-
tales en la región occidental es el minifundio.
En la región sur-occidental también puede decirse que casi
se han agotado todas las reservas forestales. Debe tenerse en
cuenta que eran reservas cuantiosas y que se contaban como las
mayores reservas de maderas finas de Guatemala. En esta
despoblación forestal ha influido la expansión que han tenido
los cultivos de algodón, citronela y otros. Se ha tenido como
única preocupación poner en producción tierras cubiertas de
bosque, y por ello la tala ha sido despiadada y desordenada. Una
parte de los árboles talados se ha vendido a los aserraderos de
Escuintla, Retalhuleu y Suchitepéquez, pero una gran parte sen-
cillamente ha sido quemada, perdiéndose en esta forma riquezas
de gran magnitud.
La explotación asistemática de los montes tiene como con-
secuencia fatal que los hace incapaces de producir madera de
construcción susceptible de una explotación económica.
Debe tenerse en cuenta que los bosques tropicales, a excep-
ción de algunos bosques de coniferas, contienen una mezcla de
gran número de diferentes especies de árboles, que con frecuencia
se cuentan entre 20 y 40 por hectárea. El aprovechamiento eco-
nómico de los montes en estas condiciones implica una serie de
aspectos que es conveniente destacar. Un número muy reducido
— de uno a dos árboles por hectárea —
es conocido en el mercado
y por ello es objeto de demanda y su explotación es económica-
mente provechosa. Un gran número de otras especies, que pue-

1 Bsnco de Guatemala, Informe Económico, N? 1, (marzo 1967), p.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 167

de llegar a sumar más de la mitad del volumen en pie, no es


conocida en el mercado; por tanto, no tiene demanda, y aun
cuando de tales especies puede obtenerse madera de buena cali-
dad para la construcción, su explotación económica no puede
realizarse hasta que se den a conocer sus ventajas y se cree
demanda de las mismas. Finalmente, otra parte, que por lo
general representa más de la mitad del volumen en pie, no puede
ser objeto de explotación económica ni técnica debido a cual-
quiera de los siguientes factores: rápida alteración de las ma-
deras en rollo o labradas la facilidad con que los insectos y los
;

hongos atacan los árboles cuando son apeados, de modo que en


pocas semanas los inutilizan; no pueden labrarse las trozas de-
bido a sus formas muy irregulares ; o bien, la madera se sierra
con mucha dificultad, desgastando con demasiada rapidez el
filo de las sierras, o se deforma demasiado en el proceso de
aserrío.
Teniendo en cuenta todo lo anterior puede concluirse que
en la explotación racional de un bosque debe perseguirse la
regenej^ación de las especies de la primera categoría; la conser-
vación de las especies de la segunda categoría, con el fin de ga-
rantizar la existencia de reservas de madera de construcción,
al mismo tiempo que se evitan masas puras que son poco resis-
tentes a las enfermedades; y, finalmente, la destrucción de los
árboles comprendidos en la tercera categoría.
Todo esto está lejos de tenerse en cuenta. El afán de lucro
y la ausencia de una rigurosa fiscalización, dan lugar a que las
explotaciones de los recursos forestales, por medio de permisos
o concesiones, conduzcan a resultados opuestos a los que daría
su aprovechamiento racional, destruyéndose hasta maderas pre-
ciosas que con frecuencia rodean los árboles explotados.

«Las maderas preciosas que se encuentran en los bosques


tropicales constituyen una riqueza acumulada durante varios siglos
y una generación de hombres no tiene derecho a agotar esta riqueza
que se ha formado en el curso de varias generaciones, sin poner
a tales montes en condiciones de producir las mismas riquezas u
otras del mismo valor para las generaciones futuras. Los respon-
sables de la administración de estos bosques han de velar, pues,
porque una parte de la riqueza extraída del monte mediante la
explotación de sus maderas preciosas, vuelva a invertirse en el
mismo monte; en forma, por una parte, de trabajos de regenera-
ción llevados a cabo metódicamente y destinados a obtener brin-
zales espontáneos, a asegurar el establecimiento del repoblado y
a coadyuvar a su crecimiento para que llegue a la edad en que
:

168 ALFREDO GUERRA BORGES

queda libre de la competencia entablada por la vegetación cir-


cundante. »2

En nuestro país, como en otros muchos más, los bosques son


aprovechados, hasta abusivamente, para la obtención de leña,
pero como los leñadores trabajan sin métodos técnicos y sin fis-
calización, el resultado es que se afecta profundamente la con-
textura de las masas arbóreas que llegan a no ser capaces de
producir más que ramaje.
En busca de una labor menos pesada, los leñadores apean
los árboles dejando tocones de 40 a 70 centímetros de altura,
ya que si se cortaran los árboles a matarrasa tendrían que aga-
charse y la labor sería más fatigosa. Ahora bien, cuando se dejan
esos tocones los brotes que salen sólo dan ramas, ya que sola-
mente los árboles que nacen a ras del suelo arraigan, se indivi-
dualizan y dan árboles nuevos. Y
solo en este caso la leña que
se obtiene en los nuevos cortes es de buena calidad por su diá-
metro y por ser recta.
Debido también a la orientación de producir el máximo de
leña con el menor esfuerzo, los leñadores cortan de preferencia
árboles de fuste largo y recto de unos 8 a 80 centímetros de diá-
metro, pues estes son los más fáciles de aoear y despiezar y dan
gran cantidad de leños redondos. Procediendo de esta manera,
los leñadores dejan en pie la maleza y los árboles cortos de tron-
co nudoso, ya que éstos son difíciles de despiezar. Las conse-
cuencias nocivas de estos procedimientos no se hacen esperar:
una vez libres de la cubierta de árboles rectos y altos, los mato-
rrales y los árboles cortos de tronco nudoso se propagan con
gran rapidez, conservando su forma defectuosa, y finalmente
invaden todo el terreno, impidiendo el nacimiento y crecimiento
de árboles susceptibles de producir buenos fustes.
La conclusión obligada es que debe hacerse cortar los ár-
boles a ras del suelo, juntamente con la maleza y los árboles
mal formados, a fin de conseguir que al renacer la vegetación,
la masa de los árboles esté compuesta de espiecies de fuste recto
y largo que crecen con mayor rapidez que la maleza y en poco
tiempo la sofocan.
Refiriéndonos ahora a las especies principales que son objeto
de explotación podemos señalar las siguientes
Pino: hay una superficie aproximada de IGOOO kilómetros
cuadrados cubierta con distintas variedades de coniferas. La

2 Rocher, 06, cit, p. 8.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 169

mayor paile se encuentra a elevaciones entre 1 500 y 3 000 me-


tros SNM.
La madera del pino está catalogada como "suave", de se-
gunda Su uso principal está en la construcción, en la
clase.
mueblería ligera y como combustible. Se explota el pino tam-
bién para la obtención de resinas y aguarrás.
Las variedades de pino de ocote (Pinus moctezumae) y el
pinabete blanco (Pinics teocote guatemalemsis) pueden utilizar-
se para la obtención de pulpa de papel, pues dan una materia
prima de excelente calidad. Cabe observar que el aprovecha-
miento para tal fin es pcsible cuando los árboles son jóvenes, y
en el caso del pino de ocote solamente cuando todavía la madera
es blanca.
El ciclo de cortabilidad de las coniferas varía según las al-
turas, oscilando entre los 15 y los 30 años. Como son de fácil
regeneración natural, se facilita la conservación de los bosques.
El Palo Blanco es también objeto de explotación y demanda.
Se localiza con exclusividad en la vertiente del Pacífico, a eleva-
ciones que van de los 10 a les 900 metros SNM. En fechas re-
cientes se ha introducido en el departamento del Peten, y al
parecer los resultados son buenos. Su ciclo de cortabilidad se
encuentra entre los 30 y los 35 años.
El Cedro (Cédrella mexicana) tiene también gran demanda
y es propio de la misma región que la especie anterior. Ciclo
de corte: 40 a 50 años.
La Caoba (Swetenia macrophilla) da una madera altamente
apreciada; pertenece a la misma región, pero se le encuentra
también en el departamento del Peten y el de Izabal. Su ciclo
de corte es igual al del cedro.
El Guayacán tiene demanda para construcciones navales,
carrocerías, tornerías y aun en ebanistería, pues su madera es
de las más duras y pesadas que se conocen. Guatemala explota
esta especie solamente para su exportación en trozas. Su loca-
lización se encuentra en la zona tropical seca y muy seca, o sea,
en la parte baja de los departamentos de San Marcos, Quezal-
tenango, Suchitepéquez, Retalhuleu, Escuintla, Santa Rosa, El
Progreso y Zacapa. Tiene un ciclo promedio de corte de 250
años, por lo que su reproducción espontánea se dificulta, agra-
vándose la situación cuando ocurren casos de explotación irra-
cional.
Algunas especies forestales muy precoces se dan en el de-
partamento de Izabal. Algunas tienen ciclos de corte de 5 años,
170 ALFREDO GUERRA BORGES

como en el caso del San Jioan, el Sangre y el Laurel, que dan


maderas suaves. Otras especies tienen ciclos de corte entre los
10 y los 15 años, y proporcionan maderas semiduras, pudiéndose
enumerar el Negrito, el Castaño, el Hormigo y el Ciprés de Mon-
taña.
En mangle, que crece en grandes extensiones de
cuanto al
las cestas del Pacífico, sobre todo en los departamentos de Es-
cuintla y Santa Rosa, tiene gran importancia para la obtención
de carbón vegetal de excelente calidad y tanino para la industria
de curtiembre, principalmente. "Se denomina manglar a la
masa forestal que cubre las zonas costeras bajas e inundadas,
al menos en cada marea alta, per aguas más o menos saladas*'.^
Estas masas, compuestas de árboles y arbustos, peírlje'-
necen a diferentes familias botánicas, conociéndose con el nom-
bre genérico de paletuvieráceas. El nombre de mangle se reser-
va para aquellas paletuvieráceas que peii^necen a la familia
de las rizoforáceas.
Rocher observa que en Centroamérica hay cierta confusión
terminológica en cuanto a la especie que nos ocupa. Ocurre en
algunos casos en Guatemala que se da el nombre de mangle al
conjunto de las paletuvieráceas, mientras en El Salvador se
da ese nombre a las rizoforáceas, o mangle propiamente dicho.
No importaría mucho esta confusión terminológica al menos —
en círculos ajenos al de los botánicos —
pero el hecho es que la
,

corteza de rizófora es la que contiene un porcentaje más alto


de tanino, y por consiguiente, es la que puede tener un aprove-
chamiento industrial más ventajoso. También es el mangle pro-
piamente dicho el que da un mejor carbón vegetal y mejores
estacas. Rocher hace algunas observaciones y da ciertos conse-
jos para que pueda determinarse con mayor precisión la propor-
ción de rizóforas que componen los manglares guatemaltecos.
A su estudio remitimos a los interesados.
Al parecer, es el llamado mangle colorado o mangle rojo el
que contiene más alta proporción de tanino. Según Lamb y
Holdridge su corteza contiene un 25% de tanino.
La madera procedente de bosques privados 'representa el
81% del total, y el resto se extrae de bosques municipales y na-
cionales. Se carece de información sobre el número de unidades
taladas en estos últimos. El número de árboles talados ha ve-
nido en aumento:

3 Ihid., p. 82.
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 171

1960 48 429 unidades


1961 38 000
1962 39 923
1964 64 783

La cifra correspondiente a 1961 fue calculada con base en


los 9 meses de que se dispuso de información. De los totales
antes mencionados las especies más explotadas son las siguientes

1960
Encino 11 788 árboles
Pino 26 361 árboles
Ciprés 2 392 árboles

1962
Encino ,. 11 720 árboles
Pino 17 357 árboles
Ciprés 3 156 árboles

1964
Encino 12 308 árboles
Pino 31 698 árboles
Ciprés 3 547 árboles
Cedro 1 754 árboles
Aliso 1 656 árboles

Las dos últimas especies mencionadas no aparecen en los


años 1960 y 1962 porque las cantidades fueron inferiores a
1 000 árboles.
El uso final que se ha dado a las especies cortadas con auto-
rización de la Dirección General de Recursos Renovables es el
siguiente: para combustible el 30%, y para construcción, eba-
nistería, extracción de corteza, extracción de resina, etc., el
70%. El encino es la variedad más usada como combustible
(53% del total).
Por lo que toca a las exportaciones puede decirse que han
venido en aumento. Así lo indican las estadísticas correspon-
dientes a los años 1955 - 1964. La variación ha sido, en miles
de quetzales, de 793.7 en 1955 a 1 922.3 en 1964, o sea, un cre-
cimiento del 242%.
La exportación de maderas finas muestra dos períodos bien
diferenciados : en el quinquenio 1955/1959 el valor de las expor-
;

172 ALFREDO GUERRA BORGES

taciones bajó de 0423.2 miles a ©190.8 miles en 1958. En el


quinquenio 1960/1964 el valor de las exportaciones mostró una
tendencia al alza a una tasa media anual del 33%, aumentando
de 0459.1 miles en 1960 a 01 450.5 miles en 1964.
El volumen de las exportaciones muestra también esos dos
I>eríodos en el primero de los quinquenios indicados el volumen
:

exportado varió de 5 518.1 miles de pies cuadrados a 726.8 mi-


les de pies cuadrados. En el segundo quinquenio el volumen
exportado creció a una tasa media anual del 45 % variando des-
,

de 1 232.3 miles de pies cuadrados en 1960 a 5 415.5 miles de pies


cuadrados en 1964.
El mayor importador de maderas finas guatemaltecas han
sido los Estados Unidos. El mayor importador de maderas or-
dinarias ha sido El Salvador.
Las exportaciones de maderas ordinarias han mejorado su
participación en el total, pues mientras en el quinquenio 1955/
1959 su valor fue cinco veces menor que el de las exportaciones
de maderas finas, en el quinquenio 1960/1964 llegaron a re-
presentar la mitad del valor de las exportaciones de maderas
finas. En volumen las ventas de maderas ordinarias al exte-
rior han aumentado de 1 813.5 miles de pies cuadrados, en 1955
a 6 599.1 miles de pies cuadrados en 1964.
Guatemala produce y exporta plyvi^ood desde los primeros
años del decenio 1950-1960. El principal mercado extemo era
Cuba, que absorbía el 50 % de las exportaciones de ply wood, pero
al interrumpirse las relaciones con dicho país, dichas exportacio-
nes sufrieron una fuerte baja. Los Estados Unidos y El Salva-
dor son al presente los principales compradores de ply wood guate-
malteco. Parece que el mercado centroamericano ofrece buenas
perspectivas futuras para las exportaciones de madera aglome-
rada y compactada.
Los recursos forestales del país, que tanto han sufrido de
su explotación irracional, como se ha dicho antes, no han sido
aprovechados debidamente. Baste decir que los estudios de que
se dispone indican que, solamente en el departamento de Peten,
la madera de caoba que se está perdiendo porque ha llegado a
su madurez total, asciende a más de 500 millones de pies y
podría generar un ingreso de 50 millones de quetzales. Si no
se toman solamente los recursos de caoba, sino también otras
maderas que se encuentran disponibles en El Peten, se llega a
la conclusión de que, sin perjudicar los recursos forestales de
este departamento, sino antes bien procediendo a entresaques
GEOGRAFÍA ECONÓÍÍICA DE GUATEMALA 173

indispensables, podría obtenerse un ingreso no menor de 250 mi-


llones de quetzales.^
Lo anterior da una idea de lo que podría obtenerse si Gua-
temala siguiera una política bien orientada en cuanto al apro-
vechamiento de sus recursos forestales. Pero al presente sola-
mente un 5% del total de madera que se explota en Guatemala
tiene un tratamiento industrial; las exportaciones tienen un ni-
vel inferior al que sería posible alcanzar, todo lo cual indica
que hemos sabido destruir nuestros bosques, pero no hemos
aprendido a utilizarlos en bien de la prosperidad económica
del país.

Ver en apéndice, al final de este volumen, información sobre la reciente evaluación


de recursos forestales que llevó a cabo la FAQ en el departamento de El Fetén.
9
f
CAPÍTULO VI

I LOS RECURSOS PESQUEROS DE GUATEMALA


r\

Capítulo VI s . ...',./

LOS RECURSOS PESQUEROS DE GUATEMALA

No es mucho lo que se conoce de los recursos de pesca con


que cuenta Guatemala. Hasta ahora está en su inicio un proyec-
to- auspiciado por el Gobierno guatemalteco y la FAO, pero ha-
brán de transcurrir algunos años para que sus resultados puedan
conocerse. Con anterioridad al presente un técnico de la FAO,
Ancil D. Halloway, preparó un interesante trabajo titulado
^'Recomendaciones para el desarrollo de los recursos pesqueros
de Guatenívala", que contiene valiosas informaciones sobre los
ríos de nuestro país (sus cuencas, las características de sus
aguas, de sus lechos, etc.). El "Diagnóstico** del Consejo Na-
cional de Planificación Económica utilizó la Tesis de gradua-
ción del licenciado Ramiro Bolaños Yela, *'Los recursos pesque-
ros de Guatemala, fuente atractiva de inversión*', que tiene como
antecedente el trabajo presentado por Bolaños Yela al Primer
Congreso Nacional de Economistas, Contadores Públicos y Audi-
tores (Guatemala, 1960), titulado '*Algunas consideraciones so-
bre los recursos pesqueros en Guatemala, su explotación y efectos
en la economía nacional". Por nuestra parte, utilizaremos estos
trabajos de Bolaños Yela para dar un cuadro de los recursos pes-
qu€ros que se han establecido o estimado hasta el presente en
nuestro país. En primer término veremos cuáles son los re^
cursos de los ríos luego, los de los lagcs y finalmente, lod re*
; ;

cursos marítimos.
178 ALFREDO GUERRA BORGES

1. Especies de los ríos que desembocan en el Pacifico

Sé cuentan unos 40 ríos que corren entre la cordillera y el


mar, a lo largo de las llanuras del sur del país, en los cuales la
I>esca puede desarrollarse. En general, las cuencas de los ríos
de esta región no son bien conocidas. Las especies que habitan
los ríos que bajan de la cordillera son de poca utilidad debido
a su tamaño: las mojarras (CichlasOTna) la pepesca (Astya-
,

nax), los Cuatro Ojos (Anableps), los Butes y Pupos (Profun-


dulos y Poecilistes) y el Juilín (Rhamdia),
En algunos de los numerosos ríos a que se hizo alusión más
arriba, tales como el Suchiate, el Nahualate, el Madre Vieja, el
Coyolate, Los Esclavos y otros, se encuentran Robalos (Centro^
pormcs), Tepemeschín (Agonostomus), y las especies ya enume-
radas.
Se considera posible y conveniente introducir algunas es«
pecies tales como el Chanel Catfish (Ictalunis Laciistris pivuc-
tattts), el Largemouth Bass (Microptems Salmoides) y el Small-
mouth Bass (Microptaos Dolimieu),

2. Especies de los tíos que desembocan en el Caribe

En estos ríos se encuentran 7 u 8 especies de Caracínidos


(CJiarecnidae), además de otras. Y
presentan buenas condicio-
nes para introducir el Smallmouth Bass y el Channel Catfish.

3. Especies de los ríos que desembocan en el Golfo


de México

Por sus características desfavorables, tales como el rápido


curso de las aguas, la gran cantidad de sedimentación y otras,
estos ríos no presentan buenas condiciones para el desarrollo de
la pesca. Se considera posible hasta ahora la introducción del
Channel Catfish, pero a condición de efectuar una repoblación
todos los años.

4. Especies de los lagos y lagunas


En lago de Amatitlán se encuentra el Guapote (Cichla-
el
soma Motaguense) la Sirica o Congo (Cichlasoma Nigrofascia-
,

tum), y el Bute. En el lago de Atitlán se encuentra la Sirica,


el Pescadillo (Mollienesia Sphenops) y la Gulumina (Profun-
dulus Gimtemalensis) En la laguna de Atescatempa se encuen-
.
;

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 179

tra la Sirica, la Sardina (Roeboides Salvadoris), la Angruila


(Sifribranchus) y el Bute. En el laj^o de Calderas se encuentra el
Bute. En la laguna del Pino el Bute. En el lago Meca la Gulu-
mina y el En el lago San Cristóbal hay Carpas (Ciprinus
Bute.
Cai-pio) y Peces Dorados (Carasscius Auratus), En el lago
de Ayarza sólo habita la Gulumina. Y en el de Lemoa sólo se
encuentran Pupos y Carpas.
La mayor fauna pesquera se encuentra en el Lago de Izabal.
El citado investigador de la FAO, Ancil Halowuy, juntamente
con el Dr. Robert R. Miller, logró recoger 37 géneros y 50 espe-
cies diferentes. Se puede citar, a guisa de ejemplo: el Tiburón
( Carchar hinus), el Pez Sierra (Pnstís), el Robalo (Centropo-
mtis U)idic¿nialis), el Sábalo (Megalov Atlanticus), la Lisa (Mit^
gil Cephalus), la Anchoa (Engi^aíüis encrasícholus) así como
,

Guapote y otros más. En el Río Dulce y el Polochic —el pri-


mero, que sirve de desagüe al lago de Izabal y el segundo, que
;

es su principal afluente — pueden encontrarse también algunas


,

de las especies mencionadas, aunque también abundan algunas


que son pobres para la alimentación.
Las lagunas de la cesta del Pacífico también son habitadas
por algunas de las especies recién mencionadas.
Tanto en los lagos como en les ríos de Guatemala hay una
abundante población de mariscos durante todo el año, sobre todo
camarón (Palaemón Carcimis) y Cangrejo (Potaniocarcínus
guatemdlensis) .

Se ha propuesto iniciar la repoblación de las aguas internas


de Guatemala con diversas especies norteamericanas, tales como
el Black Crai>pie (Pomo xis Nigro-Timculatics), el Channel Cat-
fish y el Smallmouth Bass. Seguramente los estudios que están
en desarrollo sugieran nuevas especies con las cuales se pueden
enriquecer los ríos y lagos guatemaltecos, mejorando su pobla-
ción y ampliando la producción pesquera de agua dulce.

5. Recursos marítimos en el Caribe

Siendo poco profundas las aguas en esta región, sobre todo


en la parte litoral comprendida entre Puerto Barrios y Punta
de Manabique, la pesca comercial no se considera productiva.
Hay, no obstante, aguas protegidas y bahías ccn buenas condi-
ciones para equipo de pesca. Las mejores zonas para la produc-
ción comercial se localizan entre las desembocaduras de los ríos
Sarstún y Dulce, en la parte más al norte del litoral del Caribe
180 ALFREDO GUERRA BORGES

la Piarte del litoral comprendida entre Río Dulce y las cercanías


de Puerto Barrios; y, finalmente, la Bahía de Amatique. Los
puertos de esta región ofrecen buenas condiciones para abrigar
flotas pesqueras.
En estos puertos se hacen capturas de peces de primera
clase usando redes y arpones. Podrían citarse los Robalos, el
Pargo (Dut jantes Colorado) y el Jurel (Caraux Hippos). Usan-
do curricanes se hacen capturas de Macarelas.
Hay una abundante población de ostras, cangrejos y cama-
rones, así 'como de almejas y tortugas en los arrecifes.

.6. Recursos /ynaritimos del Pacifico

la cuenca del Pacífico se obtienen Lrobina de Mar (Snap-


En
pei's),Macarela española y Lucio. Se pesca también el Camarón,
aunque todavía muy por debajo de las posibilidades que se han
estimado. Se considera también que hay buenas posibilidades
para la pesca del Tiburón y el Atún. También se ha estimado
que tiene buenas perspectivas comerciales la pesca de las espe-
cies que viven cerca de las orillas, pero es necesario construir
previamente las facilidades del caso. Las lagunas cercanas al
mar tienen el inconveniente de que varía en alto grado su sali-
nidad, de manera que sólo las habitan las especies que soportan
estos cambios.

7. Utilización de los recursos pesqueros

Es tan poca la información que puede darse sobre el apro-


vechamiento y explotación de los recursos pesqueros de Guate-
mala, que no la reservaremos para la parte relativa a las activi-
dades industriales de nuestro país, como ocurre en otros casos.

«A juicio de expertos de la FAO que han trabajado en Guate-


mala, nuestro país "posee tantos o más recursos naturales que los
demás países de Latinoamérica para el desarrollo de la pesca ma-
rítima El aprovechamiento efectivo de nuestros recursos del
mar, puede reducirse a una ínfima expresión con respecto a la
potencialidad de los mismos, no así el de las aguas continentales,
pero su rendimiento es bajo debido a lo poco denso de la pobla-
ción íctica, a la escasa intensidad pesquera o bien a la ineficiencia
del equipo empleado. .»i .

1 Banco de Guatemala, "La pesca en Guatemala, una gran oportunidad de inversión".


Informe económico, N? 9, (Septiembre 1960), p. 265.
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 181

Hasta 1958 se careció por completo de datos estadísticos


sobre la pesca. Ese año la Dirección General Forestal comenzó
a compilarlos a través de su Sección de Caza y Pesca. Antes de
esa fecha solo se contó con estimaciones e informaciones frag-
mentarias. Las estimaciones de la FAO para 1940-1946 dieron
un total de 300 toneladas métricas de pesca anual en los dos li-
torales guatemaltecos. En 1952 De Buen informó que una coo-
perativa de pescadores que operaba en el Atlántico estaba en
capacidad de enviar por vía aérea a la ciudad de Guatemala un
total de 54 178 libras de piescado fresco, 350 libras de pescado
seco, 2 668 libras de camarones y 2 862 de cangrejos. Total
60 058 libras, o sea, un poco más de 27 toneladas métricas. Para
1955 se estimó en 208 toneladas métricas anuales la producción
total de las pesquerías de los dos litorales guatemaltecos, corres-
pondiendo al Pacífico solamente 20 toneladas.
La pesca marítima se ha orientado casi con exclusividad
al camarón debido a que presenta mejores perspectivas en el
mercado internacional. Más adelante se da información sobre
las exportaciones de productos pesqueros, aun cuando las cifras
disponibles no indican la proporción de cada uno de los compo-
nentes de dichas exportaciones.
Como se indica en el Cuadro 8, el total de capturas en
1959 fue estimado en 1160 661 libras, de las que 879 367
fueron de pescado y 281 294 de camarones. El producto de la
pesca marítima fue solamente el 47% del total. El resto fue
pesca continental, correspondiendo a los esteros del Pacífico un
tercio, aproximadamente.
1S2 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 8

ESTIMACIÓN DEL VOLUMEN DE LA PESCA NACIONAL


DE PESCADO Y MARISCOS. 1959
(En libras)

I PESCA CONTINENTAL!
615 415
Esteros del Sur 352 800
Lago de Amatitlán 22 050
Lago de Ayarza 8 820
Laguna de Atescatempa 2 205
Laguna del Pino 220
Laguna de San Cristóbal 2 205
Lago de Atitlán 15 435
Lago de Izabal 88 200
Laguna de Lemoa 2 205
Río Motagua 44 100
Río Polochic 22 050
Río Negro 33 075
Otras fuentes 22 050

II PESCA MARÍTIMA
263 952
Livingston2 171 421
Empresas Pesqueras^
Atlántico: 42 493
Pacífico: 50 038 92 531

SUBTOTAL 879 367

Camarones^ 281 294

TOTAL 1 160 661

1 Estimaciones de S. Y. Lin en 1955. Se aplicaron estos datos a 1959


porque se cree que el volumen de capturas no fue sustancialmente
diferente.

2 Se estimó con base en el crecimiento promedio anual observado en


elvolumen de las capturas entre 1952 y 1954 (5%), según estadísticas
municipales de aquel lugar para pescadores individuales.

3 Pescan principalmente camarón. Según la Dirección General Forestal,


las capturas en 1959 fueron: Pacífico, julio-diciembre: 19 515; Atlán-
tico, agosto-diciembre: 13 173 libras. Ño disponiendo de otras cifras
se calculó todo el año con base en el por ciento que representó la cap-
tura de esos períodos dentro del total anual (por meses) en la pesca
organizada de una compañía nacional, julio-diciembre: 39%; agosto-
diciembre: 31%; Atlántico: 31% = 13 173; 100% = 42 493; Pacífico:
39% = 19 515; 100% = 50 038.

4 Fuente: Consejo Nacional de Planificación Económica.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 183

Las exportaciones guatemaltecas de pescado, crustáceos,


moluscos y su^ preparados, Capítulo 03 de la Nomenclatura Aran-
celaria Uniforme Centroamericana (NAUCA), han registrado el
siguiente movimento en el período 1960 - 1966:

Cuadro 9

GUATEMALA: EXPORTACIONES DE PESCADO, CRUSTÁCEOS,


MOLUSCOS Y SUS PREPARADOS

i>*e^ «« kti^ Valor FOB


Año Pesoenkiloi
Ou«txal#i

1960 255 105 159 520


1961 225 032 209 492
1962 884 620 1 023 135
1963 816 911 926 175
1964 1 252 753 1 045 141
1965^ 827 053 898 432
19661 779 600 647 500

1 Cifras Preliminares

FUENTE: Dirección General de Estadística de Guatemala.


CAPÍTXJLO VII

POBLACIÓN
w
Capüulo VII

POBLACIÓN
1. Introducción

El primer Censo de Población fue realizado en Guatemala


por losCuratos del Arzobispado con fines eclesiásticos en 1778.
Es ocioso decir que durante el período colonial no hubo ninguna
dependencia encargada de la investigación estadística. Fue has-
ta el 15 de noviembre de 1823, dos años después de haber con-
quistado Guatemala su independencia política, cuando se emitió
un Decreto, a propuesta de Don José Cecilio del Valle, sobre la
manera de formar la estadística de las Provincias Unidas de Cen-
troamérica. El 19 de mayo de 1824 se dio el primer Decreto
ordenando la formación de Censos de Población. El 13 de junio
de 1825 se constituyó la primera Comisión de Estadística, inte-
grada en la forma siguiente: Presidente, Manuel José Pavón;
Francisco Barrundia, José Barrundia, Francisco Cascara, Ma-
riano Aycinena, Isidro Méndez, Luis Pedro Aguirre, Mariano
Gálvez y Ramón Andrade. La Comisión tuvo el encargo de hacer
sugestiones al Gobierno sobre los medios más eficaces para
reunir información estadística. Sin embargo, fue hasta 1879,
bajo el Gobierno del general Justo Rufino Barrios, cuando se fun-
dó la Sección de Estadística como dependencia del entonces Minis-
terio de Fomento. En agosto de 1886, el indicado Gobierno elevó
dicha oficina a la categoría de Dirección General de Estadística.
Por Decreto Presidencial del 21 de enero de 1880 se dispuso
levantar un Censo de Población, cuyos resultados se dieron a
conocer en 1881. Entre las características investigadas estaban
188 ALFREDO GUERRA BORGES

el número de habitantes, la raza, el sexo, la nacionalidad, el es-


tado civil, la instrucción y otras.
El 26 de febrero de 1893, en cumplimiento de Decreto presi-
dencial del general José María Reina Barrios, se levantó un nue-
vo Censo de Población, cuyos datos se conocieron ya en 1894.
El 28 de agosto de 1921, durante el gobierno del general
José María Orellana, se levantó el Cuarto Censo de Población,
cuyos resultados se conocieron ya en 1924 y 1926.
El Quinto Censo de Población se realizó bajo el gobierno del
general Jorge Ubico en 1940. El Sexto tuvo lugar en 1950, y
el Séptimo en 1964.
A juicio de la Dirección General de Estadística solamente
estos dos últimos Censos puede considerarse que se hayan rea-
lizado sobre bases técnicas eficientes. Sobre los anteriores dicha
dependencia apunta que:

«Los resultados que se dieron a publicidad como datos ofi-


ciales denuncian falsedad, por haberse alterado deliberadamente
las cifras reales».
«La inexistencia de documentación original que denunciara
con mayor veracidad esta alteración, priva a la Dirección General
de Estadística de establecer con absoluta claridad el proceso de
inflación que motivó la falsedad de nuestras bases estadísticas. » .

«Sí fue posible comprobar, sin embargo, el monto de las alte-


raciones que se llevaron a cabo en 1921 y 1940, Las autoridades
responsables de este fraude ordenaron la destrucción de toda aque-
lla docimientación; y, por consiguiente, ha sido tarea de vastas
proporciones llegar a clarificar los orígenes y montos de las di-
ferencias.»
«Los resultados que se originaron como oficiales del Censo
levantado en 1921, arrojan un total de 2 004 900, y según compro-
bación y testimonios de personas enteradas por haber colaborado
en los trabajos mencionados, se inflaron las cifras reales en un
15% general.»
«Pero sobre este 15% que se había aumentado arbitrariamente
en en 1940 se cometió nuevamente el error, amparado por las
1921,
órdenes directas del Presidente Ubico y sus subalternos, el Mi-
nistro de Hacienda y demás funcionarios pertenecientes a los orga-
nismos respectivos. Y en esta ocasión el aumento fue caprichoso;
a cada jefe político se le enviaron telegramas en los cuales se in-
dicaba la cantidad que "debía ser considerada como oficial'* para los
efectos de información definitiva. .» .

.«Como medida para evitar el descubrimiento del fraude,


. .

las autoridades de 1940 ordenaron la incineración total de la pape-


lería que fue enviada a la capital, así como toda correspondencia
cursada entre los organismos centrales del Ejecutivo y las oficinas
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 189

d€partamentales. Por eso ha sido imposible localizar esta docu-


mentación que debiera existir en los archivos de la Presidencia, en
el Ministerio de Hacienda y en la Dirección General de Estadís-
tica. Sin embargo, I05 archivos de las ex-jefaturas políticas en
las cabeceras departamentales y los archivos de los municipios, al
ser revisados por los delegados de la actual Dirección General de
Estadística y la Oficina Permanente del Censo, sirvieron para
comprobar: primero, que el Ejecutivo por intermedio personal del
ex-Presidente Ubico y las autoridades superiores a la Dirección
General de Estadisticé^ impartieron órdenes directas para imponer
las cifras censales; y segundo, que estas alteraciones consistieron
en un aumento arbitrario y desmedido, que dio como consecuencia
el resultado ficticio para nuestra realidad nacional. .>i .

A guisa de ilustración reproducimos en se^ida uno de los


mensajes presidenciales que se giraron en aquella oportunidad:
"A Jefes Políticos. Casa Presidencial, 8 de abril de 1940. Se ha
. .

tenido a la vista el resultado numérico del Censo de Población


levantado en ese Departamento el día de ayer y cuyo resultado
numérico habrá que oportunamente, porque la cifra ano-
rectificar
tada como resumen de población no acusa la proporción que
total
debe existir con respecto al dato estadístico de que se tiene cono-
cimiento desde hace algún tiempo y que ha servido para la organi-
zación de milicias y el pago de la contribución de vialidad.>2

A consecuencia de lo anterior, o sea, por el abultamiento


fraudulento de los datos estadísticos con fines tales como la or-
ganización de milicias y el pago de las contribuciones de vialidad,
se dio el caso muchas veces de gentes humildes que cumplie-
ron varias semanas de vialidad, por el hecho de que la cantidad
de jornales no coincidía con las estimaciones arbitrarias del
dictador Ubico. Téngase presente que cuando una persona,
generalmente los campesinos, no podía pagar el "boleto de viali-
dad", estaba obligado a trabajar gratuitamente una semana en
la construcción y mantenimiento de caminos. Este sistema de
trabajo forzado fue abolido por la Junta Revolucionaria de Go-
bierno en 1944. Así pues, Con tal de llenar las cifras impues-
tas por el dictador, las autoridades obligaban ilegalmente a los
ciudadanos sin recursos a cubrir varias cuotas de vialidad, tra-
bajando dos o más semanas un mismo individuo.
En el Boletín de la Dirección General de Estadística citado
se da a conocer un Cuadro con los resultados de la verifica-

1 Dirección General de EsUdística. BoleUn^ (Guatemala, acostó 1950), Nt t€,


2 Ibidem.
:

190 ALFREDO GUERRA BORGES

ción de la información censal en 15 Departamentos, ya que


para entonces faltaba aun la verificación completa de los datos
correspondientes a los 7 Departamentos restantes. En dicho
Cuadro puede apreciarse que, en tanto los resultados publicados
para dichos 15 Departamentos ascendía a 2 185 039 habitantes,
los resultados reales eran solamente 1 360 806, lo que da un au-
mento artificial y fraudulento de 824 233 personas. Puede apre-
ciarse también en dicho Cuadro que los porcentajes de aumento
artificial van desde sólo 1.2% de los datos censales del Departa-
mento de Totonicapán, a 121.5 y 134.9% de los resultados de los
Departamentos de Zacapya e Izabal, respectivamente.

2. Crecimiento intercensal (1950-1964)

Comparando los resultados de los Censos de 1950 y 1964


vemos que la población creció de 2 790 868 a 4 284 473 habitan-
tes, o sea, se registró un crecimiento poblacional de 1 493 605
personas, con una tasa geométrica anual de 3.1%.
La Dirección General de Estadística estima que el notable
crecimiento demográfico registrado en los años indicados obe-
dece casi exclusivamente al excedente de nacimientos sobre de-
funciones ocurridos en el lapso intercensal, ya que la inmigra-
ción neta de Guatemala es prácticamente nula. La tasa de
mortalidad general ha descendido de 21.8 por millar en 1950 a
17.2 por millar en 1963. En el mismo período la tasa de nata-
lidad ha variado del 50.9 por millar al 47.7 por millar. Si repa-
ramos solamente en la tasa de mortalidad infantil, podemos com-
probar que también ha descendido en forma muy significativa
en el indicado período, pasando de 106.8 a 92.4 por millar de
niños nacidos vivos. Estos hechos han determinado, como se
comprende, un crecimiento demográfico impresionante, con una
tasa anual que puede compararse a las más altas del mundo.

3. La población de Guatemala y de los países


centroamericanos
Usando las cifras del Instituto Interamericano de Estadís-
tica (I ASI), publicadas en el Boletín Estadístico correspondiente
a diciembre de 1965, la población de Guatemala guarda la si-
guiente relación con la correspondiente a los otros países de
Centroamérica
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 191

Cuadro 10

POBLACIÓN DE GUATEMALA Y DE LOS OTROS PAÍSES


DE CENTROAMÉRICA

País Población total. 1964


(millones de habiiantet)

GUATEMALA 4.3

El Salvador 2.8

Honduras 2.1

Nicaragua I.5

Costa Rica I.4

CENTROAMÉRICA 12.2

FUENTE: Instituto Interamericano de Estadística, Boletín Esta-


dístico, Washington, diciembre de 1965.

Por la densidad de su población, Guatemala se encuentra


en la siguiente posición respecto a los países centroamericanos:

Cuadro 11

SUPERFICIE, POBLACIÓN Y DENSIDAD DEMOGRÁFICA


DE CENTROAMÉRICA (1950 y 1964)

Superficie Población Habitantes


(Km.2) (mülonec) (Km.'í)

1950 1964 1950 1964

Centroamérica 440 865 7.9 12.2 18 28

GUATEMALA 108 889 2.8 4.3 26 39


El Salvador 20 877 1.8 2.8 86 134

Honduras 112 088 1.4 2.1 12 19

Nicaragua 148 000 1.1 1.6 7 11

Costa Rica 51011 0.8 1.4 16 27

Fuente: Dirección General de Estadística. Censo de PobUdón 19M.


Guatemala.
192 ALFREDO GUERRA BORGES

Gomo puede observarse, Guatemala ocupa el segundo lugar


por su densidad demográfica entre los países centroamericanos.
De paso cabría observar que el crecimiento poblacional de Nica-
ragua fue muy bajo entre 1950 y 1964; el más bajo de todos los
países centroamericanos, aunque su territorio es el más extenso.
Mientras tanto. Gesta Rica aumentó en tres cuartas partes su
población en el período indicado, ocupando —
en cuanto a exten-
sión territorial —
el penúltimo lugar.

«Resulta muy interesante encontrar la densidad de población


por kilómetro cuadrado de tierra en uso agropecuario, dado que
no toda la extensión territorial es utilizable debido al relieve mon-
tañoso y otros obstáculos para su aprovechamiento. De esta ma-
nera se puede tener una idea más aproximada de la presión demo-
gráfica sobre la tierra productiva. No se conocen los datos del
Censo Agropecuario de 1964 sobre el uso de la tierra, pero utili-
zando el Censo de 1950 encontramos que Guatemala tenía una
densidad de 135.9 habitantes por kilómetro cuadrado de tierra
agrícola. Puede observarse que, mientras la densidad demográfica
por unidad de superficie total, era bastante más baja en Guate-
mala que la de El Salvador, la diferencia es muy pequeña al rela-
cionar la población con el territorio destinado a uso agropecuario.»
«En Tiealidad, la medición de la presión demográfica sobre las
tierras agrícolas se aprecia con más claridad considerando sólo
la población rural, que es la que primordialmente depende de la
agricultura. El hecho de que Guatemala contenga im porcentaje
mucho menor de población urbana que El Salvador, da por resul-
tado que Guatemala tuviera en 1950 una densidad de población
rural por hectárea actualmente en cultivo ligeramente mayor que
la de El Salvador. .»2
.

1 Louis J. Ducoff. Loa recursos humanos de Centroamérica, Panamá y México


en 1956-1980, (Naciones Unidas: 1960), pp. 6-6.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 103

4. Distribución geográfica de la población

Tanto el Censo de 1950 como el de 1964 indican una fuerte


concentración geográfica de la población en el Departamento de
Guatemala.

Cuadro 12

DISTRIBUCIÓN geográfica DE LA POBLACIÓN DE GUATEMALA,


POR departamento (1950 y 1964)

1 9 5 19 6 4

Deparlamenio Mulares Porciento Millares Porciento


habitantes del total habitantes del total

REPÚBLICA 2791 100.0 4210* 100.0

Guatemala 429 15.8 778 18.5


Progreso 48 1.6 66 1.6
Sacatepéquez 60 2.1 79 1.9
Chimaltenango 121 4.3 162 3.8
EscuJntla 124 4.4 252 6.0
Santa Rosa 110 3.9 160 3.8
Solóla 83 3.0 109 2.6
Totonicapán 99 3.5 143 3.4
Quezaltenango 184 6.6 266 6.3
Suchitepéquez 124 4.4 181 4.3
Retalhuleu 67 2.4 113 2.7
San Marcos 233 8.4 328 7.8
Huehuetenango 200 7.2 285 6.8
Quiche 175 6.3 255 6.1
Baja Verapaz 66 2.4 96 2.3
Alta Verapaz 190 6.8 263 6.2
Peten 16 0.6 28 0.7
Izaba] 55 2.0 114 2.5
Zacapa 70 2.5 99 2.3
Chiqunnula 113 4.1 145 3.5
Jalapa 75 2.7 99 2.4
Jutiapa 139 5.0 189 4.5

Incluye sólo hogares censales particulares.

Puente: Dirección General de Estadística, Censo de Población^ 1964.

Como puede verse en el Cuadro anterior, la población del


departamento de Guatemala representó el 15.8 por ciento del to-
tal en 1950, subiendo a 18.5 por ciento en 1964. No entramos
por ahora a analizar las causas de esta concentración.
Los otros departamentos que concentraron buena parte de
Ja población fueron San Marcos, Huehuetenango, Quezaltenango
Í!Í4 ALFREDO GUERRA BORGES

y Alta Verapaz, que en conjunto tuvieron el 27.2% del total del


país. Es de hacer notar que en 1950dichos departamentos ab-
sorbieron el 29.1% de la población total, lo que indica que su
p^eso conjunto ha disminuido un poco, mientras ha tendido a
crecer la concentración demográfica en la ciudad de Guatemala,
que es la que representa la mayor proporción de los habitantes
del departamento de ese nombre.
Los departamentos que tienenla más baja tasa de participa-
ción en de habitantes son los tres siguientes, que también
el total
ocuparon esta posición en 1950: Peten (0.7%), El Progreso
(1.6%) y Sacatepéquez (1.9%).
Cabe observar, finalmente, que mientras la mayor parte
de los departamentos disminuyeron su tasa de participación en
el período intercensal que venimos examinando, aumentó dicha
tasa en el caso de los departamentos de Escuintla, Retalhuleu e
Izabal, cuya importancia económica ha venido creciendo. Po-
dríamos incluir también el departamento del Peten en el núv
mero de los que aumentaron su tasa de participación, si bien la
población de dicho departamento tiene poco peso en el total.
De todos los mencionados, es el departamento de Escuintla el
que muestra un incremento más notable.
Geográficamente la población guatemalteca se encuentra
más concentrada en una faja de tierra templada o fría que corre
paralela a la costa del Pacífico. La faja comprende los departa-
mentos de San Marcos, Quezaltenango, Totonicapán, Solóla, Chi-
maltenango, Sacatepéquez y Guatemala. La zona costera, donde
la agricultura de plantación se encuentra más desarrollada, no
es, sin embargo, la más poblada del p;aís. La región más despo-
blada es la del extremo nororiente, que comprende los departa-
mentos de Izabal y Peten.
Nótese que la mayor concentración de la población se en-
cuentra en la indicada faja de tierra, pero con la particularidad
de que se trata de un territorio que¡ no dispone de grandes rique-
zas naturales, ni es tampoco la que cuenta con una agricultura
más desarrollada. Por el contrario, en esta faja densamente
poblada, sobre todo en la región occidental, encontramos una po-
blación que a duras penas sobrevive arrancando a minúsculas
parcelas una ración alimenticia miserable. En la parte relativa
a la tenencia de la tierra examinaremos esta situación en detalle.
De igual modo, cuando veamos la distribución de la población por
grupos étnicos, encontraíremos una corr*elación bastante alta
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 195

entre la concentración demoÉrráfica y la población del grupo


étnico indígena en la región antes mencionada.
Junto al fenómeno arriba expuesto debemos indicar su
opuesto: si la población está concentrada geográficamente en
algunas regiones, está dispersa en cuanto a su asentamiento en
lugares poblados. La mayor parte de los habitantes de Guate-
mala se encuentran diseminados en unas 7 000 aldeas, muchas
de ellas con menos de 1 000 habitantes, lo que no es de extrañar
si se tiene en cuenta que aun lugares poblados que tienen cate-
goría de villas cuentan en algunos casos con menos de 2 000 ha-
bitantes. (Ver Cuadro 31).
NathanL. Whetten, refiriéndose a las "comunidades de
plantación" o comunidades asentadas en fincas con más de 100
habitíintes cada una, informa que

«Una tabulación especial con base en los datos del Censo de


1950 indica que entonces había 1 408 de estas comunidades, cada
una con más de 100 habitantes. La población total de todas estas
plantaciones combinadas alcanzó 431 000, o sea, un promedio apro-
ximado de 300 personas por finca. Ello quiere decir que el 15 por
ciento de todos los habitantes de Guatemala vive en tales co-
munidades.»"

En las aldeas y caseríos los habitantes viven, por lo general,


dispersos en un área bastante extensa. El caserío es llamado
cantón en algunos municipios. En algunos casos están consti-
tuidos por una agrupación de casas y viviendas en muy malas
condiciones, pero la regla general es que las familias se encuen-
tran dispersas en los campos aledaños y en fincas pequeñas.
El mencionado Nathan L. Whetten informa que:

«con el objeto de determinar los tipos de poblados en los que


viven los habitantes de las aldeas y caseríos, el autor formuló un
cuestionario en 1952, en colaboración con el Instituto Indigenista
Nacional, que hizo, circular a todos los alcaldes de la República.
Se pidió a cada alcalde que suministrara la lista de todos los po-
blados en su municipio y que indicara aquellos en que predomi-
naban los poblados compactos y en los que los poblados disemi-
nados eran característicos.>
«Respondieron 179 de los 315 municipios, o sea, el 57 por
ciento. Del número total de poblados solamente el 20 por ciento
se clasificó como poblados compactos, mientras el 80 por ciento co-

3 Nathan L. Whetten, "Patrones de pobUción", en InUfffcién Sodmt 0n Gnmt^


mala, (Guatemala: Seminario de Integración Social de Cuaterna •, 1966). pp. 4S-4Í.
196 ALFREDO GUERRA BORGES

rrespondió a la variedad de poblados dispersos. Las aldeas, por


lo general, seencontraban más compactas que los otros tipos de
poblado, pero aun dentro de las aldeas el 73 por ciento son del
tipo disperso.»*

La situación descrita en párrafos anteriores tiene conse-


cuencias muy perjudiciales. La dispersión implica un gran ais-
lamiento social, un problema muy serio para el establecimiento
de vías de comunicación, ya que se requeriría invertir sumas
cuantiosas para abrirlas y mantenerlas en buenas condiciones;
e implica también grandes limitaciones para llevar a los pobla-
dores los servicios de la escuela, la sanidad pública, el alumbrado
eléctrico y otros más que serían indispensables para apoyar el
progreso de estas comunidades.

5. Población urbana y rural

Como natural consecuencia de su condición de país eminen-


temente agrícola, con un débil desarrollo industrial —y econó-
mico, en general —
la mayor parte de la población guatemalteca
,

se encuentra en la categoría "rural".

De acuerdo con el Censo de 1950 el 25 por ciento de la po^


blación fue considerada urbana y el 75 por ciento población rural.
El Censo de 1964 registró, por su parte, un 34.1 por ciento de po-
blación urbana y un 65.9 por ciento de rural.

Sin embargo, tales cifras no son comparables debido a que


se usó distinto criterio para definir las dos categorías en los
Censos indicados. Para el Censo de 1950 se consideraron zonas
urbanas todos aquellos lugares cuya población fuera de 2 000
habitantes o más, así como los que teniendo 1 500 habitantes
gozaran de servicio de agua. Para el Censo de 1964, en cambio,
se consideraron zonas urbanas todas aquellas poblaciones que
de acuerdo con la ley respjectiva tienen categoría de ciudad,
villa o pueblo.

Con el fin de obtener datos comparables hemos hecho para


esta obra una tabulación de las cifras de población de 1950
utilizando la definición empleada en el Censo de 1964, obteniendo
los resultados que se indican en seguida:

4 Ibid., pp. 52-53.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 197

Cuadro 13

GUATEMALA: POBLACIÓN URBANA Y RURAL


(conforme definición usada en el Censo de 1964)

Censo de Población U r b a n a R u r a 1 VarUción


Población Total Total % Total % IntercMiaal

1950 2 790 868 86L253 30.9 1929 615 69.1

1964 4 209 820 1 433 020 34.1 2 776 800 65.9 . 3.2%

Fuente: Elaborado con base en Censos de Población de 1950 y 1964.

NOTA: La tabulación que hicimos de la población de 1950 usando el


criterio usado en 1964 para definir la categoría urbana dio
los siguientes totales parciales: CIUDADES: 473 381. VILLAS:
74 728. PUEBLOS: 313 144. Ver en Cuadros 30 y 31 la varia-
ción intercensal de la población de ciudades y villas. La pe-
queña discrepancia en cuanto a población de villas obedece
a las fuentes usadas.

Del Cuadro anterior se desprende que la población rural ha


disminuido en un 3.2 por ciento en el período que corre de 1950 a
1964. En términos generales, la industrialización es un factor de-
cisivo en el proceso de absorción de grandes contingentes huma-
nes por los centros urbanos, pero en el caso particular de Gua-
temala parece indudable que el crecimiento de su industria no ha
sido suficiente para determinar una migración más vigorosa de
la población rural hacia dichos centros, razón por la cual el pro-
ceso de urbanización no ha sido más intenso. Además, como se
sabe, una parte de la población trasladada a centros urbanos
pasa a engrosar las poblaciones marginales de éstos, cuyas con-
diciones de vida son infrahumanas.

«Entre 1920 y 1950 la proporción de la población de Guatemala


que vivía en zonas urbanas se había mantenido prácticamente cons-
tante, pero de 1950 a 1964 dicha proporción se alteró sustancial-
mente con incrementos a favor de las zonas urbanas. Este éxodo
desde el campo no quiere decir que la población trasladada a las
ciudades haya encontrado empleo remunerativo; lo más probable
es que se haya debido a las desfavorables condiciones en que se
vive en el sector rural más que a las oportunidades de empleo que
realmente podía ofrecer el sector urbano. >5

6 Comité Ad Hoc del Comité de los Nueve d« la AUanx» p«ra el Pro««^ Eitth»»^
«costo
ti6n del Plan de deearrollo económico y »ocUü de GMateimOa, 19*6-19*9, (WashimítoB,
196<»). p. 50.
198 ALFREDO GUERRA BORGES

Aun cuando más adelante examinaremos la población por


grupos étnicos, cabe decir aquí que de la población urbana el
78 por ciento es no indígena y el 22 por ciento es indígena. En
cuanto a la población rural, el 45.8 por ciento es no indígena
y el 54.2 por ciento es indígena.

6. Sexo, fertilidad y natalidad

Una de las características de especie que más influyen en


la fisonomía del organismo demográfico es la proporción que
guarden los sexos. Debe tenerse en cuenta, a este respecto, el
período relativamente breve de fecundidad de la mujer, que va
decreciendo a partir de los 20 años en función de la edad.

«En las llamadas poblaciones naturales el número de nacimien-


tos por mujer es bastante bajo. Además, el período de fecundidad
de la mujer está prácticamente agotado cuando los hijos han alcan-
zado su plena autonomía. De aquí la singular debilidad de la espe-
cie humana y la gran carga que representan en las poblaciones natu-
rales, los hijos que no están aun en condición de bastarse a sí
mismos. .»6 .

La distribución total de la población por sexos ha sufrido


una ligera modificación en el período intercensal que venimos
utilizando. En
1950 los hombres representaban un 50.5% y las
mujeres un 49.5%, mientras en 1964 la proporción de hombres
y mujeres se igualó por mitad, registrándose 2.1 millones de per-
sonas de cada sexo. Sin embargo, habrá que esperar los resul-
tados definitivos del Censo de 1964 para establecer si tal modi-
ficación se mantiene, pues en la Muestra del 5 % que es la única ,

que se conoce hasta la fecha, no se tomaron en cuenta los grupos


no familiares, es decir, la población de las personas residentes
en cuarteles, cárceles, reformatorios, etc.
Si vemos cuál es la distribución por departamentos, obser-
vamos que el departamento de Guatemala acusó una mayor par-
ticipación de mujeres (52.9%), por lo que en promedio resulta-
ron 112 mujeres por cada 100 hombres.
Por el contrario, los departamentos de Retalhuleu, Escuintla
y Santa Rosa, que son tres importantes centros agrícola-gana-
deros, el porcentaje de hombres fue, respectivamente, del 53.B,
52.8 y 51.9%.

6 Claudio Napoleoni y otros. Diccionario de economía política, (Madrid: Ediciones


Castilla S. A., 1962), p. 1327.
:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 199

Whetten hace observar:


«Una proporción de fertilidad que relaciona el número de
niños menores de cinco años con el número de mujeres entre las
edades de 15 y 49 años da una idea de lo elevado de la tasa de fer-
tilidad. La proporción pone de manifiesto que hay 695 niños por
cada 1 000 mujeres comprendidas entre las edades indicadas. Este
es un Índice sumamente alto, si se compara con el de un país como
los Estados Unidos, en donde la proporción es únicamente de
423. . .>7

Haciendo los cálculos necesarios para determinar cuál fue


la situaciónpara 1964, hemos obtenido los siguientes resultados
para la población total de niños menores de cinco años y muje-
res entre 15 y 49 años, la proporción resulta ser de 780 niños
iwr cada 1 000 mujeres comprendidas entre tales edades. La
relación de niños menores de cinco años y mujeres entre 15 y
49 años de la población no indígena, nos da un total de 846 niños
por cada 1 000 mujeres de las indicadas edades. En el caso de
la población indígena la proporción es de 778. Todo lo cual nos
lleva a la conclusión de que al presente la tasa de fertilidad es
aun más alta de lo que era en 1950, que Nathan Whetten consi-
deraba ya bastante elevada.
La tasa de natalidad de nuestro país muestra también cifras
altas. Si tomamos la serie de 20 años comprendidos entre 1944
y 1963, obtenemos una tasa promedio de natalidad de 49.8 por
cada 1 000 habitantes. La curva de natalidad presenta sus or-
denadas mayores en los años 1947 - 1951, en que se encuentran
tasas de natalidad de 50.9, 51.6, 51.9 y 52.3 por ciento.
Ya anteriormente, al referirnos al crecimiento demográfico
registrado entre los Censos de 1950 y 1964, hemos dicho que el
rápido crecimiento que tuvo lugar se debe, en forma casi exclu-
siva, al excedente de nacimientos sobre defunciones. Señalamos
en esa oportunidad que la tasa de mortalidad general ha mos-
trado tendencia a bajar, lo mismo que la tasa de mortalidad
infantil.
En el período de 20 años que consideramos hace un mo-
mento, la tasa promedio de mortalidad general fue de 21.0 por
cada 1 000 habitantes. Sin embargo, este promedio está influido
por las tasas más altas que registraba la mortalidad general en
los primeros años de la serie. Para los últimos años las cifras
son inferiores a 17.5 por 1 000.
7 Whetten, ob. cit.. p, 41,
200 ALFREDO GUERRA BORGES

De todas maneras, debe considerarse que la tasa de morta-


lidad infantil sigue siendo muy alta en Guatemala. A
pesar del
descenso registrado, las cifras correspondientes al quinquenio
1959-1963, que son las más recientes que están disponibles, fueron
las siguientes 89.7, 91.8, 84.8, 91.3 y 92.4 por 1 000 lo que indica
: ;

que, apíroximadamente, un niño de cada 10 muere durante el


primer año de su vida. No podía esperarse otro resultado de
las pésimas condiciones higiénicas en que vive la mayor parte
de la población guatemalteca, y de la carencia de atención mé-
dica y facilidades sanitarias, sobre todo en las zonas rurales.
Debido a la relación que guardan las elevadas tasas de
fertilidad y de natalidad respecto a las tasas de mortalidad, Gua-
temala presenta una distribución inconveniente de edades. Se-
gún la muestra del 5 % del Censo de 1964, la población menor de
20 años era de 2 361 860 personas de ambos sexos, o sea, más de
la mitad del total de la población que nos da la muestra (4 209,-
820 personas) Lo anterior supone una pesada carga para una
.

parte de la población, como habremos de verlo cuando hablemos


de su distribución por grupos económicamente activos e inac-
tivos.
La investigación de la edad de una población tiene gran
importancia para determinar la tendencia que una sociedad
muestra tanto en su natalidad, mortalidad y nupcialidad, como
en otros aspectos tales como el potencial productivo de que dis-
pone.
En el movimiento de una población suele distinguirse el
"movimiento natural" del "movimiento social", entendiéndose
por éste las transferencias de individuos de un centro demográ-
fico a otro (o corrientes migratorias). Guatemala, como lo
apuntamos desde un principio, casi no registra un movimiento
social. La variación de su población obedece casi exclusivamente
al movimiento natural, o sea, al resultado de sus tasas de nata-
lidad y mortalidad.
Los datos disponibles del Censo de 1964 revelan que casi
no hubo cambio en la distribución de la población por edades
en comparación con las cifras de 1950. El grupo de edad menor
de 25 años representó el 63% de la p-oblación total en ambas
fechas.
En cambio, podemos encontrar variación en cuanto a la
edad mediana de la población, que en 1950 fue de 17.8 años,
mientras en 1964 fue de 16.5 años. Por consiguiente, la pobla-
ción de Guatemala es ahora más joven que hace tres lustros, he-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 201

cho que tiene indudable relación con lo que dijimos anterior-


mente en cuanto a las tasas de natalidad y fertilidad.
Si buscamos los valores del primero y tercero cuartiles de
la población guatemalteca encontramos que en 1964 el 25% de la
población total alcanzó edades hasta de 6.9 años; y el 75% de la
misma estuvo comprendida en edades hasta de 32.6 años.
Lo anterior indica que la carga que recae sobre la pobla-
ción apta para trabajar es muy considerable en Guatemala. De
cada 100 personas de 15 a 64 años de edad, que son usualmente
las que se considera/ en aptitud de trabajar, hubo 95 personas
correspondientes a los grupos de edad menores de 15 añas y
mayores de 65, que por lo general se considera como población
dependiente. Habremos de detenemos en este punto un poco
más adelante.

7. Población de Guatemala por grupo étnico

Si alguna característica de la población guatemalteca tiene


importancia en múltiples sentidos, es la composición étnica. Por
esta razón nos detendremos a examinar esta característica con
algún detalle, así como haremos algunos apuntes sobre diversos
hechos que tienen relación con la condición o el papel que se
juega en la economía, según sea una u otra la pertenencia a un
grupo étnico determinado.
En Guatemala se ha reconocido la existencia de solamente
dos grandes grupos étnicos el indígena y el no indígena o "la-
:

dino*'. En cierto grado estos dos grandes grupos se diferencian


por algunas características puramente raciales, pero en reali-
dad — —
y este es el criterio aceptado por la generalidad la clasi-
ficación de los dos grupos se considera como una clasificación
socio-cultural más que una clasificación racial, en el sentido
estricto de la palabra.
En el Censo de población de 1940, como en la mayor parte
de los Censos levantados por esa época en otros países de Amé-
rica, se investigó la "raza" de la población, dividiendo ésta en
cuatro grupos: la blanca y mestiza, la india, la negra y la
amarilla. Sin embargo, no era posible mantener este criterio.
Si hemos de referirnos sólo al aspecto estadístico de la cuestión,
cabe señalar que no era posible definir con exactitud los límites
de unos y otros, ya que en el curso de los años se ha producido
una fuerte mezcla de los distintos grupos.
Por otra parte, el número de personas clasificables como
202 ALFREDO GUERRA BORGES

•'amarillos" y *'negros" es insignificante en Guatemala, por lo


que no valía la pena hacer una investigación sobre el particular,
al menos a nivel de un Censo nacional. Solamente en algunos
municipios del departamenfto de Izabal, verbigracia el de Li-
vingston, la población negra ha tenido y tiene cierto peso. Se
trata de caribes negros, mezcla de negros africanos y caribes
insulares, según apreciación del conocido investigador Richard
N. Adams.^ Adams hace notar que aun en dicho municipio,
de los cinco grupos étnicos reconocidos por todos los habitantes,
solamente el de los indígenas de ascendencia maya es clasificado
como indígena. Pese a que los otros grupos reconocen que exis-
ten entre ellos distintas características que los diferencian, no
se consideran tales diferencias tan significativas como la dife-
rencia cultural que establecen entre el conjunto de dichos cuatro
grupos y el grupo indígena.
Los Censos de 1950 y 1964 desecharon el criterio utilizado
en 1940 para establecer la composición étnica de la población.
Se ha planteado la cuestión en términos más reales y se han
introducido algunos principios de definición que en otras expe-
riencias censales no se tomaron en cuenta.
Desde el Censo de 1880 se investigaron las poblaciones la-
dinas e indígenas, pero como puede colegirse de las instruccio-
nes de enumeración y de las publicaciones, no se dieron recomen-
daciones especiales para hacer la determinación de la pertenencia
algrupo ladino o al grupo indígena.
Jorge Arias, cuya labor de asesoría ha sido justamente muy
apreciada en las labores estadísticas en Guatemala, apunta en
un trabajo que habremos de citar con frecuencia lo siguiente:
«Para el Censo de 1950 se reconoció la dificultad existente en
formular una definición precisa de cualquiera de los dos grupos
(ladino e indigena). Estudios realizados por el Instituto Indige-
nista^ habían puesto de manifiesto, por medio de una encuesta rea-
lizada en los diferentes municipios del país, que no existía un
criterio fijo para la identificación del indígena, y que los criterios
comunes no guardaban el mismo orden de prioridad en una región
que en otra. Así, si en un municipio el traje podía constituir la
característica diferencial básica, en otros podría pasar a constituir
un factor secundario. Lo que sí se pudo poner de manifiesto fue

8 Richard N. Adams, Encuesta sobre la cultura de los ladinos en Guatemala,


(Guatemala: Seminario de Integración Social guatemalteca, 1956), p. 21.
9 Antonio Goubaud Carrera. "El Grupo Étnico Indígena: criterios para su de-
finición", Boletín del Instituto Indigenista N adagial, (Guatemala: marzo-junio 1943),
I. N9 2-8.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 203

el hecho de que en cada localidad existía lo que podría llamarae


una conciencia local de lo que era indígena, sin que pudieran ex-
presar las razones en forma precisa. Como consecuencia de ello, las
instrucciones de empadronamiento para el trabajo censal de 1950
señalaron, con relación a la investigación del grupo étnico, que el
enumerador debería tjener como base la estimación social que la
persona tenía en el lugar. Para lograr una mejor aplicación de la
norma, la Dirección de Estadística tomó como principio general el
de utilizar en cada lugar, siempre que ello fuera posible, los servi-
cios de empadronadores locales, quienes por tal motivo se encon-
traban plenamente identificados con los criterios utilizables en el
lugar, para asignar la calidad de indígena o de ladino a una persona,
sin tener que entrar en un interrogatorio que en algunos casos
podria ser molesto. Por consiguiente, la clasificación en indígena
y ladino es más bien de carácter local, pero aun así el agregado de
esas poblaciones así determinadas, tiene características demográ-
ficas diferenciales. .
.»io

Las estadísticas vitales compiladas por la Dirección Ge-


neral de Estadística han sido utilizadas también, como señala
Arias, en las investigaciones sobre las características demo-
gráficas del grupo indígena y las del grupo ladino. La Di-
rección General de Estadística recibe cada mes información de
los registros civiles establecidos, en número no menor de uno,
en todos los municipios. Los nacimientos, defunciones, matri-
monios y divorcios son registrados por mandato de la ley, y la
calidad de indígena o ladino en cada caso es asignada por el
registrador civil o es declarada por el informante del hecho. En
cualquiera de las dos formas, la asignación es hecha por una
persona de la localidad, y por ello puede considerarse con base
suficiente que la información puede ser tratada de modo seme-
jante a la que se obtiene en un Censo, aunque quizás en este caso
haya menos uniformidad.
Adams, en la obra citada, dice que en los períodos iniciales
de la colonización española, el término "ladino" fue utilizado
para designar a los indígenas que hacían suya la lengfua caste-
llana ,y adoptaban otras costumbres de los conquistadores y co-
Icnizadores españoles. Gradualmente, el término se fue haciendo
extensivo a toda persona que no hubiera tenido o retenido cos-
tumbres indígenas. De este modo, el término llegó a ser apli-
cable a todas las personas que tenían costumbres no indígenas,
sin que fuera determinante la cuestión racial.

10 Jorjre Arias, "Aspectos dcmojfráficoB de la población indígena de Gnatmia*»**.


Guatemala indígena. Instituto Indigenista Nacional, (Guatemala: abríl-junk) lf61), I^ N» t.
204 ALFREDO GUERRA BORGES

A juicio del investigador citado:

«Los términos 'indígena* y 'ladino* se aplican a miembros de


grupos socio-culturales distintos, con la adición de que el término
'ladino' se refiere a varios grupos socio-culturales, de los cuales el
más común es aquél que tiene ima herencia cultuíral orientada hacia
lo español. La variación en el uso del término provendrá de varia-
ciones en las características de la persona a la que se aplica, en la
particular posición social del que habla, y en el grado hasta el cual
el concepto de raza haya venido a integrarse en el cuadro.»ii

Adams menciona algunos ejemplos sobre el uso de la pala-


bra **ladino", según sean las características del que lo use. Los
guatemaltecos de herencia biológica y cultural hispánicas, y que
son personas adineradas, no aceptan la idea de ser ellos mismos
ladinos, ya que para ellos ladino y mestizo significan la misma
cosa, y dan al término mestizo una connotación peyorativa. Los
indígenas de la bocacosta del departamento de San Marcos ha-
cen —o cuando menos hacían en la época en que Adams realizó
sus estudios— distinción entre ladinos residentes en el pueblo
y finqueros de la localidad que tienen ascendencia alemana.
Pero tal distinción carece de significado para los indígenas del
resto del país. Así también influye en el uso que se haga del
término "ladino", la idea de superioridad racial que se tenga
en una comunidad determinada. Por ejemplo, en el caso de
Livingston que ya citamos con anterioridad, los grupps étnicos
constituidos por chinos, negros europeos e hindúes son clasifi-
cados como ladinos, y solamente los indígenas de ascendencia
maya son tenidos por indígenas.
Posiblemente salga de los marcos de esta obra entrar en con-
sideraciones sobre el "proceso de ladinización" que viene cam-
biando la estructura étnica de la población guatemalteca, aunque,
por otra parte, no dejamos de tener en cuenta que un examen
más detenido de este proceso podría haber sido conveniente.
Volvamos a la información censal. Con anterioridad
vimos cuáles eran los hechos que orientaron la adopción de un
principio general que debieron seguir los empadronadores en
1950. Las instrucciones que éstos recibieron rezaban a la letra
lo siguiente:

«Grupo étnico: Para considerar a una persona como indígena


o como ladina, el empadronador deberá tomar como base la esti-

11 Adams, ob. cit., p. 21.


: .

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 205

mación social en que se tenga a la persona en el lugar que se está


censando. Én las localidadespequeñas hay cierta conciencia social
que califica al individuo como indígena o ladino.
Cuando se trate de sirvientes, el empadronador deberá pre-
guntar al jefe de la familia o a la señora de casa si sus sirvientes
son ladinos o indígenas. Si hay duda, o no se trata de sirvientes,
el empadronador recurrirá al último medio que será el de preguntar
a la persona si es ladina o indígena, y anotará la contestación que
el censado dé a tal pregunta.»

«Los negros y los chinos se considerarán como ladinos.»

En una cuestión tan difícil y espinosa, al mismo tiempo que


tan importante, como es el deslinde de los grupos étnicos en Gua-
temala, hemos creído necesario transcribir las instrucciones im-
partidas en 1950, a fin det que cada quien pueda hacerse los
juicios que considere más oportunos.
En el Censo de 1964 se usó un criterio semejante al que ya
hemos indicado la determinación se hizo sobre la base de la es-
:

timación social que se tenía de la persona en el lugar censado.


Según el Censo de 1950 el porcentaje de la población indí-
gena fue de 53.6, mientras en 1964 la población indígena re-
presentó solamente el 43.3% del total de los habitantes. De mane-
ra, pues, que en el curso de los 14 años comprendidos en el período
intercensal hubo una reducción relativa del 10.3%. Hubo, por
consiguiente, una tendencia a operarse lo que se conoce como
integración social.
La forma como está distribuida geográficamente la pobla-
ción indígena es muy significativa. Joaquín Noval apunta lo
siguiente

«De acuerdo con el Censo de 1950, de los 2 790 868 habitantes


del país, 1497 261 (53.6%) eran indígenas. La mayoría de los in-
dígenas se concentra en el sector de la Sierra Madre conocido como
"altiplano occidental**, que se extiende de oeste a este desde la
frontera mexicana hasta la ciudad de Guatemala, y en la vertiente
meridional del altiplano, en el territorio de altitud intermedia que
forma la bocacosta del suroeste. Los departamentos de esta región
que tienen mayor porcentaje de indígenas (con sus respectivos
porcentajes según el Censo de 1950) son Totonicapán (96.8), Solóla
(93.8), Quiche Chimaltenango (77.6), San Marcos (72.4), Su-
(84.1),
chitepéquez y Quezaltenango (67.6). En los Cuchumatanes.
(67.7) .

. jestá el departamento de Huehuetenango, con 73.3% de indígenas.


.

En las vertientes de la Sierra de Chama. está el departamento de


. .

Alta Verapaz, con 93.4% de indígenas. En los demás departamentos


206 ALFREDO GUERRA BORGES

del país, los indígenas se hallan en franca minoría o tienden al


equilibrio numérico con la población no indígena.» ^'^

Conforme el Censo de 1964 los mismos departamentos


enumerados mostraron franco predominio de población indíge-
na. Los porcentajes correspondientes son, en el mismo orden
de presentación de les departamentos que tiene Noval: Totoni-
capán (95.1), Solóla (92.7), Quiche (84.7), Chimaltenango
(75.9), San Marcos (60.3), Suchitepéquez (54.1), Quezaltenan-
go (53.8), Huehuetenango (67.7) y Alta Verapaz (92.0).
De la anterior comparación se advierte que los departamen-
tos de San Marcos, Suchitepéquez y Quezaltenango presentan
modificaciones muy
importantes en la distribución porcentual de
la población indígena y no indígena. En dichos departamentos
la proporción de la población indígena es hoy día menor en 12.1,
13.6 y 13.8 por ciento, respectivamente.
Vamos ahora a detenernos en ^Igunos aspectos que son pe-
culiares, en un grado u otro, de la población indígena, y en al-
gunas de sus características demográficas más sobresalientes.
Principiaremos por ver al guatemalteco indígena en su relación
con la economía.
La gran mayoría de los indígenas vive de la agricultura,
pero de una agricultura que utiliza medios muy primitivos, que
se desarrolla en tierras muy empobrecidas, por lo general y en ;

un medio en que predomina el minifundio. Los indígenas son,


en su gran mayoría, agricultores con un ingreso sumamente bajo,
que a duras penas se mantienen en un nivel de simple supervi-
vencia. La escasez de Ueq^a es el problema económico más agii^
do de la población indígena. Con base en el Censo agropecuario
de 1950 puede afirmarse que el indígena del altiplano es mini-
fundista, y más de un tercio de la población indígena carecía
de tierra en propiedad privada; situación que en el curso de los
años se ha agudizado con el crecimiento vegetativo de la pobla-
ción.
Refiriéndose a la agudeza del problema de escasez de tie-
rras que tienen los agricultores indígenas. Noval subraya que:

«ello se debe a la presión de la población sobre la tierra, determi-


nada por el hecho de que en las montañas del oeste, que no ocupan
más del 20% de la superficie del país, se concentra alrededor del

12 Joaquín Noval, "Problemas económicos de los indígenas de Guatemala", Guate'


mala Indígena, Instituto Indigenista Nacional, (Guatemala: 1963), III, N? 1, pp, 7-8.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 207

60% de la población guatemalteca. También contribuye a ello Ul


fisiografía, que traba el desarrollo agrícola, y el deteriort de los
suelos, derivado de un uso continuado, prolongado y técnicamente
considerado como 'poco racional*.» > 3

En otras palabras: una población indífirena muy numerosa


se ve constreñida a mantenerse sobre un fondo de tierras
cada vez más insuficiente y de menor rendimiento, debido a que
no se han puesto en cultivo grandes extensiones de tierra con
aptitud agropecuaria, cuyos dueños no las cultivan en absoluto.
Naturalmente, el problema de la mala distribución de la
tierra y el mal uso de la misma no atañe con exclusividad a la
población indígena, pero sí la afecta en forma muy particular.

Cuadro 14

GUATEMALA: OPERADORES INDÍGENAS SEGÚN EXTENSIÓN


DE LAS FINCAS

Tamaño d« la finca
Por ciento d«l total
de operadores d» cada grupo

1950 1964
Fincas menores de manzana1 68.6 69.2
Fincas de 1 a menos de 2 manzanas 68.7 64.7
Fincas de 2 a menos de 5 manzanas 65.0 62.5
Fincas de 5 a menos de 10 manzanas 65.9 63.3
Fincas de 10 a menos de 32 manzanas 54.5 49.2
Fincas de 32 a menos de 64 manzanas 29.5 28.1

Fincas de 1 a 10 caballerías 10.0 9.7


Fincas de 10 a menos de 20 caballerías 5.0 3.5
Fincas de 20 a menos de 50 caballerías 4.7 3.1
Fincas de 50 y más caballerías

Fuente: Elaborado con base en Censos Agropecuarios de 1950 y 1964.

El Cuadro anterior indica claramente que las mayores concen-


traciones de operadores de fincas de reducida extensión corres-
ponden a los operadores i>ertenecientes al grupo étnico indígena.
Por tanto, los operadores indígenas se encuentran en su mayor
parte en minifundics, lo que tiene directa relación con la con-
centración de la población indígena en el altiplano occidental.
Se comprende ahora con mayor claridad por qué hemos dicho
que, si bien el problema de la mala distribución de la tierra no
atañe con exclusividad a la población indígena, si la afecta en

13 Ibid., p. 10.
,

^e^ ajam:i1Vlfredo guerra borges

forma particular. Esto significa, en otras palabras, que la ppsi-


cióií que ocupa la población indígena en la economía nacional, es
mucho más desventajosa que la que tiene el grupo étnico no
indígena.
Noval observa que porcentajes más o menos apreciables de
los indígenas se dedican en forma periódica o permanente al
comercio en pequeña escala en forma profesional; o al trabajo
por salario en la construcción de carreteras y edificios o en acti-
vidades económicas no agrícolas._^,^Y Juego señala un hecho que
no3 parece importante destacar: ', r;

bai)r^0jjj porcentaje todavía mayor trabaja por salario


; . í;
de manera
constante en la agricultura, pero sin asentarse definitivamente en
ninguna empresa. Posiblemente los indígenas de este grupo repre-
senten por ahora un segmento de población menor que el de los
trabajadores residentes en la bocacosta y que el de los agricultores
independientes del altiplano. Sin embargo, esta fuerza de trabajo
móvil tiende a aumentar rápidamente, porque a su seno llegan los
agricultores independientes del altiplano que son desplazados por
ia presión que hay allí sobre las tierras de cultivo, y también los
trabajadores residentes que son desplazados de aquellas fincas que
están siguiendo la tendencia de origen reciente de sustituir una
parte de su fuerza de trabajo sedentaria por trabajadores móviles,»i*

lo de "tendencia de origen reciente" con


Hemos subrayado
el propósito de destacar un hecho de la mayor importancia eco-
nómica. Tal hecho consiste en el proceso de gradual separación
del productor individual y los medios de producción que antes
poseía, lo que no es otra cosa que un proceso de foimiación del
mercado interno que impulsa el desarrollo capitalista de Gua-
temala. Por incipiente que este desarrollo sea, plantea ya el
fenómeno bien estudiado en la historia económica de los países
industrializados, que consiste en la formación de una masa de
personas que son arrancadas de su medio tradicional de su —
economía natural, típica de su fase feudal de desenvolvimiento —
y son lanzadas al mercado de la mano de obra, al mismo tiempo
que los medios de producción que antes eran de su pertenencia
personal se convierten en mercancías, en medios de producción
que entran al torrente del tráfico comercial de igual forma que
la fuerza de trabajo.
Por lo que toca a la población indígena, este proceso incide
de modo directo en el proceso de su ladinización, de su ti-ans-

14 Jhid., p. 9. I-o subrayado es nuestro, AGB.


:

GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 209

culturación, con lo que viene a modificarse la estructura étnica


de la población guatemalteca.
Esto nos lleva de la mano a una conclusión que es obligada
el centro nuclear del llamado "problema indígena" de Guatemala
está en la solución de sus problemas económicos, y sobre todo del
pmblema de la falta de tierras. Una acertada política agraria
sienta las bases para resolver ese "problema indígena", sin que
ello quiera decir que olvidemos las características sociológicas
que, indudablemente, deben integrar todo el enfoque de los pro-
blemas de la población indígena. Sin embargo, la posición que
asumimos está en abierto contraste con la forma simplista e
ineficaz de los que consideran que la solución del "problema in-
dígena" está en elevar el nivel cultural, o simplemente en la
alfabetización, de los guatemaltecos indígenas.
Dijimos ya que la insuficiencia de tierras y la mala distri-
bución de éstas afecta tanto a la población indígena como a la
población ladina, pero el hecho indudable es que todas las me-
didas educativas y asistenciales sólo podrán tener resultados
realmente significativos, si son correlativas de una política eco-
nómica acertada, y socialmente equitativa.

Compartimos el criterio de Noval cuando apunta:

«El complejo constituido por la escasez de tierras y el bajo


salario agrícolapuede servir para empezar a formular la proble-
mática indígena- Este complejo constantemente se entrelaza con
factores económicos die gran importancia, como la falta de califi-
cación y de empleo del indígena en actividades productivas que no
sean agrícolas, y con factores socio-culturales de gran persistencia
entre ellos los siguientes: la tecnología de la milpa, el analfabe-
tismo, el monolingüismo de la población que no habla español, la
dispersión de la población, la posición social subordinada del indí-
gena dentro del marco de las relaciones sociales del país, y otros
que quedan comprendidos dentro de un "problema" de naturaleza
por las orientaciones características de las per-
especial, constituido
sonas que son culturalmente indígenas. .^^^ .

En otras secciones de esta obra habremos de encontrar al


indígena como mozo colono en las grandes fincas, como traba-
jador estacional migratorio y ocupando otras posiciones dentro
de la economía nacional, i)ero con lo dicho parece posible tener

16 JbUi., p. 11.
210 ALFREDO GUERRA BORGES

una idea general de la i*elación que guarda el indígena con la


economía de nuestro país.
Por lo que toca al sexo y la edad la población indígena no
presenta rasgos que la diferencien en forma particular de la no
indígena. La mediana de la edad de la población indígena en
1950 resultó ser sólo ligeramente inferior a la de la ladina 18.2 :

para la primera, frente a 18.8 años de la segunda. El número


de hombres fue, por el contrario, un poco mayor en la población
indígena: 103.6 varones por cada 100 mujeres indígenas, mien-
tras la población ladina tuvo 100.7 hombres por cada 100 perso-
nas del sexo femenino.
El Censo de 1964 reveló que la proporción de hombres én la
población indígena fue del 49.9 por ciento, mientras en la pobla-
ción no indígena los hombres representaron el 50.1. La diferen-
cia es casi insignificante por cada 100 mujeres indígenas hubo
:

99.6 varones del mismo grupo étnico; mientras en la población


no indígena hubo 100.5 hombres por cada 100 mujeres.
Más adelante, al estudiar la característica del estado civil
veremos cuáles son las diferencias que en esta cuestión presentan
los des grupos étnicos.
Una característica importante cuando se estudia el grupo
étnico indígena es la lengtuí materna. Desgraciadamente, no es
posible conocer la evolución seguida en este aspecto, pues el Cen-
so de Población de 1964 no investigó esta característica.
El Censo de 1950 investigó la lengua materna en la pobla-
ción indígena de 3 y más años de edad, estableciéndose que
1 342 981 personas hablaban habitualmente dicha lengua, o sea,
un 75.3%. Debemos hacer observar que no todos los empadro-
nadores estuvieron en posibilidad de identificar su lengua, por
lo que en el proceso de revisión de las boletas censales se asignó
la que se hablaba en el municipio en el que había nacido la psr-
sona censada, en el supuesto bastante razonable de que la lengua
de su hogar de nacimiento sería la que seguiría hablando, aun
en el caso de que dicha persona hubiera emigrado de su lugar
do origen.
De las 16 lenguas básicas que se utilizaron en las tabula-
ciones del Censo de 1950, cuatro de ellas eran usadas por el
80%, api'oximadame^ite, de las personas que hablaban lenguas
indigetias. Dichas cuatro lenguas fueron el quiche, el mam, el
cakchiquel y el kekchí.
La distribución de las lenguas anteriores fue la siguiente:
el quiche lo hablaba el 35.5%; el mam lo hablaba un 17.6%;
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 211

el cakchiquel un 16.8%; y el kekchí un 13.2%. En orden de


importancia les seguían: el kanjobal (4.1%) y el pocomchí
(3.7%). Las 10 lenguas básicas restantes las hablaban menos
del 3% de la población indígena mayor de 3 años que fue in-
vestigada.
Una característica ampliamente conocida de la población
indígena guatemalteca es el uso de trajes regionales de bellos
colores. Solamente se conocen datos relativos a 1950, y nos
indican que para aquella fecha la población indígena que usaba
trajes regionales se distribuía de la siguiente manera: 60.7%
de los hombres y un 83.7% de las mujeres. En el área urbana
usaban tales trajes un 49.9% de los hombres y el 81.7% de las
mujeres. En las zonas rurales los usaban el 62.3% de los hombres
y el 84% de las mujeres.
Como puede verse por los dates anteriores, el uso de traje
indígena es más común en la mujer que en el hombre, y se en-
cuentra más difundido en la zona rural que en las áreas urba-
nas. En el medio rural, incluso el porcentaje de hombres que
usaban traje indígena fue más alto. Es de suponer que al avan-
zar el proceso de "ladinización*' de la población indígena, haya
disminuido el porcentaje general de indígenas que usan trajes
regionales, y es dable suponer también que en tal caso seguiría
siendo más alto el índice correspondiente a las mujeres, pues en
éstas tiene mayor persistencia la característica estudiada.
En cuanto a fertilidad y mortalidad, es característica de
la población indígena una fertilidad más alta que la de la pobla-
ción no indígena. Arias, en el ensayo de referencia, presenta
un Cuadro con datos para los años 1947-1957, en el que puede
apreciarse que la fertilidad del grupo étnico no indígena se
mantuvo en el período indicado un poco abajo del 50 por millar,
mientras en el grupo étnico indígena la tasa fue superior al 50
por millar.
Si la fertilidad la medimos usando la relación de niños me-
nores de 5 años y mujeres entre 15 y 49 años de edad, como lo
hicmos ccn anterioridad en otro caso, se obtiene el mismo resul-
tado una mayor fertilidad para el grupo indígena.
:

Al mismo tiempo, las cifras estadísticas muestran una tasa


de mortalidad más elevada en la población indígena. Para el
período 1948-1957 la tasa de mortalidad de la población ladina
dio valores inferiores al 19 por millar, mientras en la población
indígena la tasa fue en todos los años superior al 22 por millar.
Junto a esto puede observarse también que la tasa de mortalir
:

212 ALFREDO GUERRA BORGES

dad en la x)oblación no indígena muestra una tendencia a la


baja, mientras en la población indígena no sólo no encontramos
tal tendencia, sino en algunos años, como 1952, se ha llegado a
una tasa del 29 por millar.
La
expectativa de vida o esperanza de vida por edad y grupo
étnico muestra también diferencias importantes en los dos gru-
pos étnicos de la población guatemalteca. Al nacer la expecti-
tiva de vida de la población ladina es superior en 10.5 años a
la esperanza de vida en la población indígena. Esta diferencia
es mayor al principio del segundo año de edad, pues mientras la
expectativa de vida en la población no indígena es de 54.08 años,
en la población indígena es de 42.92, lo que da una diferencia
de 11.16 años. La diferencia decrece para los demás grupos de
edad, como puede verse en el Cuadro siguiente

Cuadro 15

GUATEMALA: EXPECTATIVA DE VIDA POR EDAD


Y GRUPO ÉTNICO, 1949-1951

Edad Ladino Indígena Diferencia Razón


en años

49.66 39.17 10.49 1.26


1 54.08 42.92 11.16 1.26
5 56.04 46.84 9.20 1.20
10 52.59 44.59 8.00 1.18
15 48.28 41.07 7.21 1.18
20 44.27 37.76 6.51 1.17
30 36.68 31.14 5.54 1.18
40 29.21 24.94 4.27 1.17
50 22.05 19.00 3.05 1.16
60 15.43 13.52 1.91 1.14
70 9.91 8.85 1.06 1.12
80 6.02 5.87 0.15 1.03

Fuente: Arias, ob. cii.« p. 29.

Es importante también la diferencia que puede establecerse


en duración media de la vida económicamente productiva de
la
ambos grupos étnicos, calculada por Arias con base en la tabla
de mortalidad. Tomando como duración media el período entre
15 y 60 años, la duración media de la vida económicamente
activa para el recién nacido fue como sigue: 29.85 años para
la población no indígena, y 23.55 años para la población indígena.
Lo anterior quiere decir que es de esperarse que el recién
nacido no indígena viva 29.85 años dentro de las edades pro-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 213

ductivas (o sea, en el intervalo de 45 años comprendidos entre


los 15 y 60 años de edad) mientras en el caso del recién na*
los ;

cido indígena es de esperarse que viva dentro de dicho intervalo


23.55 años. rEs decir, 6 años menos que el guatemalteco jk>
indígena. ..óÍMiídf'.h/?(> . y.r.rti

Todo que aquí se lleva dicho en relación a la mortalidad,


lo
sin haber llegado a investigar la mortinatalidad y otros aspec-
tos, no es sino reflejo de las peores condiciones de vida de la
población indígena; de su mayor carencia de asistencia médica
y facilidades sanitarias. Al mismo tiempo, es fácil advertir la
correlación de todos estos hechos con la circunstancia de que la
población indígena es predominante en el medio rural, donde
las condiciones de vida son más penosas, y con la desventajosa
situación que ocupa el indígena en la vida económico-social de
Guatemala.;q yí) aoioiíKioiq sá :ju?íoo8 y. aoimonooo noi

^''-^^8I-'7C0MP0SICIÓN POR EDADES. EXPECTATIVA DE VIDA


El estudio de la característica de edad constituye uno de los
aspectos fundamentales de la investigación demográfica. La
composición por edades de una población refleja el efecto histó-
rico acumulativo de los patrones de fecundidad y de mortalidad
que afectan a dicha población. En el caso de Guatemala, dicha
composición no se ve afectada por la que tienen los grupos de
inmigrantes o de emigrantes, pues el movimiento migratorio en
nuestro país es insignificante. De ello se deduce que la compo-
sición por edades de la población guatemalteca refleja con toda
pureza las tasas de fecundidad y mortalidad antes indicadas.
Una expresión gráfica muy utilizada para indicar la estruc-
tura demográfica de un país es la pirámide d^ poblacián., que pre-
senta las diversas proporciones de la población total en grupos
por edad y sexo. La pirámide de la población guatemalteca es
como se indica en la gráfica que insertamos a continuación.
La pirámide de población de Guatemala revela una estruc-
tura demográfica característica de las poblaciones que han man-
tenido una tasa de natalidad elevada y una tasa de mortalidad
también alta la pirámide tiene una base ancha, y luego, al pasar
:

de los grupos de edad más bajos a los más altos, se reduce en


forma regular y pronunciada.
La composición por edad de las poblaciones centroamerica-
nas es muy similar. Si se superpusiera la pirámide de cual-
quiera de estos países a la de cada uno de los demás países de
214 ALFREDO GUERRA BORGES

Centroamérica, su forma indicaría muy pocas diferencias, lo


que indica que la estructura por edad y sexo es muy semejante
en todas estas poblaciones.
Si elegimos dos medidas estadísticas como la moda y la
mediana, y buscamos sus valores en la distribución de edades
de la población guatemalteca, €ncontramos que la edad modal
en 1964 fue 4.5 años de edad. O sea, que en dicha edad se re-
gistra la más alta concentración de términos en la distribución
de frecuencias de las edades de nuestra población. En cuanto
a la mediana su valor es 16.5 años (ligeramente inferior a la
mediana en 1950, que fue 17.8 años) . O sea, que la mitad de la
población se encuentra en grupos de edad inferiores a los 16.5
años. (Ver gráfica pág. 217).
Lo anterior nos indica la presencia de un problema de gran
significación económica y social: la proporción de personas que
se encuentran en edad productiva — digamos, por caso, entre
15 y 60 años — es bastante menor que la proporción de personas
en edad improductiva. O sea, que son menores de 15 años o
mayores de 60, que son los extremos que usamos un poco antes.
Si tales extremos de la escala fueran otros, por ejemplo, de 15
a 64 años, que ha utilizado la Dirección General de Estadística,
el problema planteado subsiste. Lo que esto significa es que una
parte menor de la población, en edad económicamente productiva,
tiene que asumir la carga del mantenimiento de una proporción
bastante grande de la población que está en edad dependiente o
improductiva, por ser demasiado jóvenes o de edad avanzada
para trabajar. La carga de mantenimiento de la población que
no es activa en Guatemala es bastante mayor que en países que
tienen tasas de natalidad más bajas.
Con base en datos del Censo de Población de 1964 hemos
hecho los cálculos siguientes: si tomamos como población inde-
pendiente la comprendida entre 15 y 65 años, representaría el
51.5% del total. Y si tomamos como población independiente
la comprendida entre 15 y 60 años, representaría el 50.1%. Por
tanto, la población dependiente sería el 48.5 y 49.9 por ciento,
'respectivamente.
Cabría hacer dos observaciones más. Debe tenerse en cuenta
que, aproximadamente, la mitad de las personas entre 15 y 60
años de edad son mujeres, y de éstas sólo una ptarte es económi-
camente activa. Por consiguiente, la carga real representada
por las personas económicamente improductivas o dependientes.
+

PIRÁMIDE DE LA POBLACIÓN DE GUATEMALA


(1964)

85 y

75-79

70-74
[

D 65-69
60-64

55-59

50-54

45-49

40-44

35-39

130-34 hombres
mujeres
25-29

20-24

15-19

10-14

5-9

0-4

4 u
12 .
I i
'

9 8 7 6 5 4 3 2 1 3 4 5 6 7 8 9
íim

?^jém§i ^l9fU>^

zirJ
í ! i
CURVA DE LA DISTRIBUCIÓN DE EDADES POR GRUPOS
QUINQUENALES (1964)

Edades Pc^ladón
(años) (xnUes)

~ 4.9 742.3
5 — 9.9 660.0
10 — 14.9 536.5
15 — 19.9 423.1
20 — 24.9 337.1
25 — 29.9 288.5
30 — 34.9 259.4
35 — 39.9 235.9
40 — 44.9 181.9
45 — 49.9 142.2
50 — 54.9 118.6
55 — 59.9 84.4
60 — 64.9 83.2
65 — 69.9 47.7
70 — 74.9 32.5
75 — 79.9 17.8
80 — 84.9 10.8
85 y más 8.0

LA CLASE MODAL ES DE O — 4.9 AÑOS


Y LA MODA ES 4.5 AÑOS
LA MEDIANA ES 16.5 AÑOS
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 219

es mayor todavía de lo que se desprende de la simple compara-


ción demofirráfica de edades, como lo hemos hecho antes.
La segunda observación es relativa al hecho de que la pro-
porción de pobladores menores de 15 años que trabajan en ocu-
paciones remuneradas, es importante en Guatemala, pero tam-
bién es cierto que la proporción de mujeres adultas que no tie-
nen ocupaciones económicamente remuneradas es muy alta, y
por tanto, el hecho de que numerosos niños y adolescentes se
encuentran ya trabajando, sobre todo en las zonas rurales, no
modifica mayor cosa la conclusión principal.
Por lo que toca a la expectativa de vida de la roblación gua-
temalteca, ésta ha sido calculada por la Dirección General de
Estadística.'* Con el fin de hacer más fácilmente comprensible
la significación de las cifras correspondientes, el Cuadro que
insertamos da las esperanzas de vida calculadas también para
otros países

Cuadro 16

ESPERANZA DE VIDA AL NACER EN GUATEMALA


Y OTROS PAÍSES

SEXO
País Año Ambos Hombres MuforM

Gualjemala 1964 49.1 48.3 49.7


Estados Unidos 1960 69.9 66.8 73.2
Costa Rica 1963 63.3 61.9 64.8
Panamá 1960-1961 59.2 57.6 60.9
Chile 1960-61 54.7 59.9

Fu«nl«: Dirección General de Estadística, Tablas do vida, Ropública do


Guatemala, 1964.

La expectativa o esperanza de vida indica el número de años


que en promedio vivirá todavía una persona, en el supuesto de
que no se modificarán en nada la tasa de mortalidad y demás
condiciones consideradas en la elaboración de las tablas corres-
pondientes. El Cuadro anterior nos indica una esperanza de
vida al nacer bastante baja, en comparación con la de otros paí-

16 Dirección General de Estadística, Tablat de vida República de Guateimalm, 1M4.


2^ ALFREDO GUERRA BORGES

ses de características demográficas semejantes a las de Guate-


mala, y en comparación con la de un país de alto desarrollo (Es-
tados Unidos).
La esperanza de vida se ve influida por la tasa de mortalidad
durante primer año de vida, por lo que muchas veces se pre-
el
fiere como medida de la longevidad, la esperanza de vida al
primer año de edad, y no en el momento de nacer. Por ejemplo,
en el Cuadro anterior, la expectativa de vida al nacer es de 49.1
para ambos sexos, de 48.S para los hombres y de 49.7 para las
mujeres. Pero al primer año de vida la expectativa es de 53.0
para ambos sexos; de 52.5 para los hombres y de 53.4 para las
mujeres.
Comparando la expectativa de vida para 1950 y 1964 en-
contramos:

Cuadro 17 r^r:?-

GUATEMALA: ESPERANZA DE VIDA AL NACER EN LA REPÚBLICA


.;..v- --:/;' .; .1950 y. 1964 ,-v,.-.---

Población Esperanza de vida al nacer


1950 1964

'
Ambos sexos 43.64 49.09

Hombres 43.82 48.29

Mujeres 43.52 49.74

Fuente: -Dirección General de Estadística, Tablas de yida. República de


Guatemala. 1964.

Al referirnos a la expectativa de vida por grupos étnicos,


hicimos referencia a la duración inedia de la vida económica
productiva de ambos grupos, calculada para 1950 y tomando
como duración media el período entre 15 y 60 años de edad.
Con base en los cálculos de fecha reciente que hemos venido uti-
lizando, veamos cuál es la duración media de vida económica-
mente productiva de toda la población de Guatemala y por sexos.
En el Cuadro siguiente usamos el mismo intervalo de 15 a 60 años
de edad, aunque en seguida daremos los valores correspondientes
a un período entre 15 y 64 años, que es la escala más general-
mente usada en nuestro país en casos como éste.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 221

Cuadro 18

GUATEMALA: DURACIÓN MEDIA DE VIDA ECONÓMICAMENTE


PRODUCTIVA DE LA POBLACIÓN, TOTAL Y POR SEXO,
,., ,
, ;,.,,. 1950 y 19641

Población.^ ,^ ., r Año Año Variación


•A(i<a^i 1950 Abioluta
1964

Ambos sexos 29.81 32.88 -h 3.05


Hombres ...^
^ ^1 . 30.02 32.21 + 2.19
Mujeres *"^
29.52 33.49 + 3.97

1 Se toma como duración media de vida económicamente produc-


y 60 años de edad.
tiva el período entre 15
Fuente: Elaborado con base en Tablas de Tida« República de Guale-
mala« 1964.

Debe tenerse en cuenta en el Cuadro anterior que las cifras


son tomadas de las Tablas abreviadas de vida, o sea, son prome-
dios para intervalos de edad de 5 años. Si se hacen los cálculos
con base en las cifras correspondientes a cada año, los resultados
son ligeramente diferentes, sin que se modifique el resultado
príncipel de lo expuesto.^^ El hecho es que entre 1950 y 1964
ha habido un cierto progreso en cuanto a la duración media de
vida económicamente productiva de la población. Si el intervalo
que usamos es de 15 a 64 años de edad los resultados serían como
sigue: la duración media en 1964 para ambos sexos sería 29.41;
para hombres sería 28.91 y para mujeres sería de 29.78, lo que
indica una variación absoluta positiva respecto a 1950 de 2.93,
2.22 y 3.86 años, respectivamente.
Lo anterior quiere decir, en otras palabras, que era de espe-
rarse que en 1964, el guatemalteco recién nacido viviera 29.4
años dentro de las edades productivas, o sea, en el intervalo de
50 años comprendido entre los 15 y 64 años, inclusive. La mis-
ma interpretación cabe hacer para las cifras relativas a hombres
y mujeres. ,^ 9^^\ -j^-n

9. Estado civil
Lacaracterística de estado civil se investigó en la población
de 14 y más años de edad. El Censo de 1950 reveló que el 39.4%
de la población vivía en uniones consensúales o uniones de he-
17 Los cálculos hechos con base en las cifras correspondiente» a cada año dan, para
10G4, e) siguientepromedio de vida económicamente activa en el tramo de 15 a 60 años:
a) ambos sexos: 30.82; b) Hombres: 30.26; e) Mujeres: 31.20. No olvidar que estaa
cifras no pueden compararte con las que da el Cuadro para 19&0, pues en este «aso jra
dijimos que son promedios para intervalos de edad de S
222 ALFREDO GUERRA BORGES

cho, mientras los casados representaban el 18.5%. Los solteros


constituían el 36.9%. El Censo de 1964 indicó algunos cam-
bios : las uniones consensúales representaron el 34.7 %
los ca-
;

sados estaban en proporción del 26.0%, y los solteros represen-


taron el 33.8%. Esto indica que ha habido cambios positivos,
pues disminuyeron los porcentajes de unidos y de solteros y se
elevó el porcentaje de casados.
Si se examina la información estadística por grupo étnico,
vemos que en 1950 casi la mitad (48%) de la población indígena
se encontraba viviendo en uniones consensúales. En la pobla-
ción no indígena el grupo "unidos" representó el 30%. Par el
contrario, el grupo "casados" fue del 23% en la población no
indígena, mientras en la población indígena fue del 13.9%. Con
forme el Censo de 1964 se pudo establecer que las uniones con-
sensúales representaban en la población indígena el 43.9%, mien-
tras en la población no indígena encontramos en este grupo el
28% de la población. Por otra parte, la proporción de casados
fue en la población indígena el 22%, y en la población no indí-
gena fue el 29%. Los solteros indígenas representaron el 28%,
y los no indígenas el 38.2%.
Las cifras anteriores indican que la proporción de uniones
consensúales en la población indígena ha bajado en 4.1%, y en
la población no indígena ha bajado en un 2%. La pailicipación
del grupo "casados" en la población indígena se ha elevado en
8.1%, mientras en la población no indígena subió en 6%.
La población soltera en 1964 fue un 7.4% menor en la po-
blación indígena en relación a 1950. La población soltera del
grupo no indígena bajó en igual período en 8.1%.
Aun cuando la población soltera ha disminuido, su partici-
pación sigue siendo muy elevada, sobre todo si se la compara con
la de otros países, y aun más si un análisis por grupos de edad
nos indica que es muy alta la proporción de solteros en grupos
en que normalmente deberían predominar los casados y unidos.
Por lo que toca a la alta proporción de uniones consensúales,
eUo fácilmente se comprende que tiene mucho que ver con ciertos
patrones de cultura y ciertas condiciones sociales que prev?Jecen
én un país como el nuestro.
Si las cifras hubieran de tomarse en su valor nominal, y no
se apreciaran los factores culturale3 y sociales, la alta proporción
de solteros podrían indicar que en el futuro se introducirían
canibios significativos en las tasas de natalidad y de crecimiento
demográfico de Guatemala. Pero es bien sabido que en nuestro
•I
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 223

país es crecido el número de hijos fuera de matrimonio, así como


elstatus de uniones libres, lo que dificulta deslindar los solteros y
laspersonas que viven dentro de tal status. Muchas mujeres que
declaran ser solieras, son, sin embargo, madres de uno o más
hijos. Para que una mujer y un hombre se declaren unidos en
uniones consensúales, se requiere a menudo que su unión haya
adquirido estabilidad y cierto carácter pennanente. Cuando no
ocurre así, la experiencia indica que las personas no declaran
estar unidas, aun cuando de su convivencia provisional o irre-
gular hayan nacido uno o más hijos. El estudio de las cifras
censales revela bastante concordancia en los porcentajes de hom-
bres y mujeres que declararon tener condición de unidos, de lo
que puede inferirse que las uniones consideradas mutuamente
como tales son aquéllas en que se hace vida en común en un mis-
mo hogar. Si no se vive en la misma casa, por lo general la
información censal registra a hombres y mujeres como solteros.
Lo anterior tiene importancia hacerlo notar, para no sacar
conclusiones erróneas de estos hechos en relación al futuro cre-
cimiento de la población. Numerosas mujeres que censalmente
aparecen como solteras, no constituyen una reserva de nacimien-
tos potenciales de la magnitud que podría hacer supor.'2r su ele-
vado número, ya que dichas solteras tienen hijos y, por tanto,
han dado su contribución a la natalidad y, por ende, al creci-
miento de la población.
Ahondando un poco más en el análisis de la característica
de estado civil de la población, hemos preparado un Cuadro en
que se reúnen varias características en relación con dicho es-
tado.
Cuadro 19

GUATEMALA^ ESTADO CIVIL DE LA POBLACIÓN, SEGÚN


GRUPO ÉTNICO, SEXO, Y URBANA Y RURALi 1994
p b 1 a c i ó n i n d i g • B •
u r b a n a R u r a 1

Estado Mascu- % Feme- % Mascu- % Feme- %


civil lino nino lino nino

Soltero 28 660 33.8 31440 31.0 131 500 31.8 95 660 22.6
Casado 27 440 32.4 31680 31.3 80 040 19.3 85 320 20.2
Unido 25 540 30.2 29 320 29.0 191 100 46.2 204 180 48.3
Viudo 2 820 3.3 8 280 8.2 10 820 2.6 36 080 8.6
Divorciado 260 0.3 540 0.5 460 0.1 1340 0.3

TOTAL 84 720 101 260 413 920 422 580


224 ALFREDO GUERRA BORGES

Población no indígena
U r b a n a R u r a 1

Estado Mascu % Feme- % Mascu- % Feme- %


civU lino nino lino nino

Soltero -131360 42.8 147 640 41.4 143 320 39.7 90 500 28.4

Casado 100 920 32.9 106.020 29.7 91840 25.4 91260 28.7

Unido 66 440 21.6 71940 20.1 117 060 32.4 116 400 36.5

Viudo 6 520 2.1 25 440 7.1 8 380 2.3 18 640 5.9

Pivor-
ciado 1720 0.6 5 880 1.7 760 0.2 1680 0.5

TOTAL 306 960 356 920 361 360 318 480

1 Comprende solamente población de 14 años y más.


Fuenie: Elaborado con base en el Censo de Población de 1964.

De conformidad con el Cuadro anterior, podemos ver que la


población indígena urbana soltera representó un 33.8 y 31.0 por
ciento, para hambres y mujeres, respectivamente, mientras la
población no indígena urbana soltera masculina representó el
42.8 por ciento, y la femenina el 41.4 por ciento. O sea, que la
proporción de solteros en la población urbana no indígena es
bastante mayor que en la población urbana indígena, tanto en
el caso de los hombres como de las mujeres.
En cambio, la proporción de hombres y mujeres indígenas
del sector urbano que estaban casados era, por el contrario, bas-
tante similar a la proporción de uno y otro sexo que estaba ca-
sada en la población no indígena del área urbana.
De nuevo encontramos una gran diferencia al examinar el
grupo de uniones consensúales, ya que la población indígena
urbana tiene porcentajes de unidos más elevados, en casi el 10
por ciento, que la población no indígena urbana unida, tanto en
lo relativo a hombres como a mujeres.
Si vemos los resultados obtenidos de las tabulaciones co-
rrespondientes al área rural llegamos a las siguientes conclusio-
nes a diferencia de lo que encontramos al examinar la población
:

casada urbana indígena y no indígena, donde los proporciones


eran bastante semejantes, en la población casada rural indígena
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 225

y no indígena hay fuertes diferencias, siendo más altos los por-


centajes de casados en la población rural no indígena. Por el
contrario, la población indígena rural del grupo de uniones con-
sensúales arroja porcentajes bastante más altos que los obtenidos
para las uniones consensúales de hombres y mujeres de la pobla-
ción rural no indígena. Los solteros representaron un porciento
más alto, tanto hombres y mujeres, en lá población rural no
indígena, que fue un fenómeno igualmente registrado al comi>a-
rar la proporción de solteros en la población urbana correspon-
diente a los dos grupos étnicos.
Un hecho llama la atención: las proporciones de solteros,
casados y unidos del sexo masculino y femenino, son bastante
semejantes en la población urbana tanto indígena como no indí-
gena, mientras en el caso del área rural hay fuertes diferencias
entre hombres y mujeres solteros, lo mismo en la población indí-
gena como no indígena. La población rural indígena tuvo un
31.8 ppr ciento de hombres solteros frente a un 22.6 de mujeres
solteras. La población rural no indígena tuvo un 39.7 por ciento
de hombres solteros frente a un 28.4 por ciento de mujeres sol-
teras. Habría que estudiar a qué obedecen tales diferencias,
ya que no se compensan con las diferencias que encontramos en
los porcientos relativos a personas viudas. La población mas-
culina indígena rural en el grupo de viudos fue del 2.6 por ciento,
frente a 8.6 por ciento de mujeres indígenas viudas en el medio
rural. La diferencia del 6 por ciento entre unos y otros no qom-
pensa la diferencia del 9.2 p.or ciento que registran las propor-
ciones de hombres y mujeres solteros indígenas rurales. Pare-
cidas consideraciones podrían hacerse en el caso de la población
soltera masculina y femenina del área rural del grupo étnico no
indígena, ya que en este caso la proporción de mujeres solteras
fue un 11.3% más alto que el de hombres solteros, mientras en
el grupo "viudos" la diferencia fue solamente de 3.6%. Nos
parece muy probable que la discrepancia se deba a la forma
como se dio la información censal y a las características socio-
culturales a que hicimos alusión con anterioridad, que influyen
en la forma como se proporciona dicha información.
En el Cuadro siguiente se reúnen las tabulaciones que hi-
cimos para hombres y mujeres casados y unidos, en tres grupos
de edades, tanto para el medio rural como urbano y por grupo
«étnico
226 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 20

GUATEMALA: POBLACIÓN CASADA Y UNIDA, URBANA Y RURAL*


SEXO Y GRUPO ÉTNICO, POR GRUPOS DE EDADES, 1964
EdUid Total Casados Unidos Total Casadas % Unidas %
(año») HOMBRES MUJERES

Sector ruraL Población no indígena

16 - 19 C3 420 800 1.26 2 300 61 980 7 040 11.36 13 ISO 21.2Í

20 - 24 51 í'20 8 380 16.14 13 720 26.43 48 720 15 000 S0.79 21 100 43.31

25 - 29 42 960 12 680 29.52 17 640 41.06 41 140 15 100 S6.70 19 620 47.70'

158 300 21 8G0 13.81 83 660 21.26 151 840 37 140 24.46 53 830 35.4»
Total

Sector rural. Población indígena


15 - 19 73 080 1240 1.70 7 240 9.91 74 620 6 6S0 8.95 23 400 31.S6

20 - 24 57 900 8 980 15.51 23 820 41.14 61780 13 800 22.34 34 940 &«.5ff

25 - 29 49 600 11 640 23.27 28 160 56.77 64 840 13 740 25.05 33 780 61.60'

21 760 59 220 32.80 191 240 34 220 17.80 92 120 4S.IT


Total 1^0 ^^^ 12.05 |

Sector urbano. Población no indígena

15 - 19 53 280 480 0.91 800 1.50 64 880 3 800 5.86 4 400 SJ» ^

20-24 41 280 6 080 14.73 7 020 17.00 50 560 13 540 20.78 12 660 28.03;

25-29 37 100 13 040 35.15 10 420 28.09 40 960 16 520 40.40 11 820 28.8ft

1-1«<Í0 19 600 14.89 18 240 13.85 156 400 33 860 21.65 28 880 1S.4T
Total

Sector urbano. Población indígena

15-19 14 0G0 440 3.13 7C0 5.41 17 760 1900 10.70 2 600 14.64'

120 27.51 13 600 4 420 32.50 4 760 35.00.


20-24 11 340 2 8S0 25.40 3

S5C0 S7.16 12 300 4 020 37.56 4 740 38.54


25-29 9 580 9 400 35.49

S4 980 6 720 10.21 7 440 21.27 43 660 10 940 2f).0fJ 12 120 27.76
Total

FUENTE: Elaborado con base en Censos de Población de 1964.


geografía económica de guatemala 227

10. Nivel cultural


Tomaremos los índices de alfabetismo como medida bastante
apropiada para establecer el nivel cultural de la población gua-
temalteca. El Censo investigó la característica de alfabetismo
€n la población de 7 y más años de edad.
El índice de alfabetismo a nivel nacional es el siguiente:
de un total de 3 174 900 personas mayores de 7 años, las alfabetas
totalizaron 1 166 580, que representaron el 36.7%; y las anal-
fabetas sumaron 2 008 320, o sea, el 63.3%. Según el Censo de
1950 el índice de analfabetismo fue de 71.9%, lo que revela una
mejoría en la situación, que de por sí continúa siendo grave,
pues dos terceras partes de la población desconocen el alfabeto,
y por tanto, carecen del mínimo instrumental para adquirir co-
nocimientos de todo orden.
El índice de alfabetismo por sexo indica una desproporción
bastante marcada de analfabetas del sexo femenino. El Censo
indicó que de un total de 1 580 200 varones mayores de 7 años,
un total de 659 780, o sea, el 41.8%, eran alfabetos; mientras
de un total de 1 594 700 mujeres eran alfabetas 506 800, que
representaron el 31.8%.
El índice de alfabetismo por grupo étnico indica una más
alta proporción de ladinos alfabetos. Las tabulaciones que he-
mos hecho con base en el Censo de 1964 arrojan los siguientes
resultados población total no indígena de más de 7 años 1 807-
: :

280, de los que eran alfabetos 985 320, o sea, el 54.5%. Pobla-
ción total indígena de más de 7 años 1 367 620, de los que eran
:

alfPvbetos 181260, que constituyen solamente el 13.3%. La si-


tuación es muchísimo más grave si estudiamos la característica
alfabetismo por grupo étnico y sexo, ya que los resultados son
los siguientes: Hombres no indígenas de 7 y más años de edad
903 240, de los que eran alfabetos 525 600 (58.2%). Mujeres
no indígenas : 904 040, de las que eran alfabetas 459 720
(50.9%). Hombres indígenas: 676 960, siendo alfabetos 134
180, o sea el 19.8%. Mujeres indígenas: 690 660 de las que
eran alfabetas 47 080, €s decir el 6.8%. (En todos los casos
en que no lo hemos indicado, se sobreentiende que nos referimos
a población de 7 y más años de edad).
Puede observarse, en primer lugar, que entre ambos grupos
étnicos las desproporciones se acentúan al estudiar el problema
con relación al sexo, ya que mientras la mitad de las mujeres no
indígenas era alfabeta, en el caso de las mujeres indígenas no se
llega ni siquiera a un 10%.
228 ALFREDO GUERRA BORGES

El índice de alfabetismo por población urbana y rural indica^


como era de esperarse, un nivel de alfabetismo mucho más alto
en las zonas urbanas respecto a las zonas rurales. Quien de-
seara establecer la correlación entre alfabetismo rural e indígena,
encontraría un coeficiente bastante alto de correlación. Noso-
tros nos hemos limitado a tabular la información sobre los si-
guientes aspectos: Población urbana total de 7 y más años de
edad: 1112 020, siendo alfabetos 709 100, que constituyen el
63.8%. La población rural fue de 2 062 880, de los que eran
alfabetos 457 480, o sea el 22.2%. Por lo que toca al índice de
alfabetismo teniendo en cuenta el sexo y el área en que se vive,
los resultados son los siguientes: Población masculina urbana
total 530 300, de los que eran alfabetos 364 260, o sea, el 70.0%.
:

Población femenina urbana total 591 720, de las que eran alfa-
:

betas 344 840, o sea, el 58.3 % . Población masculina rural


1 059 900, siendo alfabetos un total de 295 520, que representan
un 27.9%. Población femenina rural: 1002 980, de las que
eran alfabetas 161960, que constituyen apenas el 16.2% (En
todos los casos en que no se indica, se sobreentiende que nos re-
ferimos a población de 7 y más años de edad).

11. Asistencia escolar

En cuanto a asistencia escolar la población investigada fue


la comprendida entre los 7 y los 24 años, considerándose que es
la población apta para la enseñanza primaria, media y superior.
La población comprendida entre tales edades sumó un total de
1 664 040 personas, de las cuales asistían a la escuela 421 700,
o sea, el 25.3% mientras 1242 340 personas no asistían a la
escuela, o sea, el 74.7%.
Del total de 1 664 040 personas comprendidas entre los 7 y
los 24 años, hubo 827 660 hombres y 836 380 mujeres, o sea, en
cifras relativas, el 49.7 y 50.3%, respectivamente, de hombres y
mujeres. Del total indicado de varones asistían a la escuela
solamente 234 700, o sea, el 28.4%. Y del total de mujeres asis-
tían a la escuela solamente 187 000, o sea, el 22.4%.
De acuerdo con el Censo de 1950 se estableció que las perso-
nas en edad estudiantil que asistían a la escuela representaban
un 14.1%, de modo que al comparar los resultados que arrojó el
Censo de 1964 encontramos una situación mejor, ya que, como
hemos indicado antes, el 25.3% de dicha población tenía asis-
tencia a la escuela.

II
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 229

Se estima los límites de 7 y 13 años como edad para la ense-


ñanza primaria de 13 a 18 años para la enseñanza media, y de
;

18 a 24 años para la enseñanza superior. Según el Censo de


\

1964 el máximo porcentaje de asistencia a la escuela, como era


de esperarse, estuvo en el primer grupo, con un 40.4% de asis-
tencia. En el segundo grupo, o sea la población comprendida
entre los 13 y los 18 años, asistía a la escuela solamente el 20.7%.
Y, finalmente, en el grupo comprendido entre los 18 y los 24
años, que es la población en edad normal para recibir enseñanza
superior, se registró una asistencia de sólo el 5.1%.
También en este caso la comparación de las cifras con las
que se obtuvieron del Censo de 1950 muestra una situación me-
jor. El Censo de 1950 dio los siguientes datos: población de 7 y
13 años con 25.6% de asistencia escolar; el grupo de 13 y 18
años con 11.1%, y el grupo de 18 a 24 años con 3.0%. También
en este caso puede verse que fue la población en edad para recibir
la enseñanza primaria la que registró un progreso más aprecia-
ble. El Cuadro general, no obstante, sigue siendo digno de la
mayor preocupación, pues los porcentajes de población que no
asiste a la escuela son muy elevados, lo que, por una parte, es
consecuencia del atraso económico del país, pero al mismo tiempo
influye negativamente en el desarrollo económico de éste, ya que
una población que está privada de conocimientos elementales,
ya no digamos de orden técnico o superior, está incapacitada
para asimilar los conocimientos tecnológicos y de otro orden que
son necesarios en una economía dinámica moderna.
El nivel educacional de la población puede medirse con más
exactitud viendo cual es el último grado de etiseñanza aprobado
por las personas de 7 y más años de edad.
El Censo de 1964 reveló que, de un total de 3.2 millones de
personas de 7 y más años de edad, el 67.8% na habían aprobado
ningún grado de enseñanza; el 28.6% había aprobado uno o más
grados de primaria; el 3.2% había aprobado uno o más grados
de la enseñanza media y el 0.4% había aprobado uno o más gra-
;

dos de enseñanza universitaria. En el primer grupo fueron in-


cluidos los analfabetos y las personas que sabiendo leer y escribir
no tienen grado aprobado.
En 1950 la situación era aun peor, pues el 71.8% de la po-
blación de 7 y más años de edad no había aprobado ningún grado
de enseñanza; el 25.9% había aprobado uno o más grados de
enseñanza primaria; el 2.0% había aprobado uno o más gra-
230 ALFREDO GUERRA BORGES

dos de enseñanza media; y el 0.3% había aprobado uno o más


grados de enseñanza universitaria.
Como puede suponerse fácilmente, las personas de sexo fe-
menino de 7 y más años de edad que no habían aprobado en
1964 nin^n grado de enseñanza, constituyó el grupo más nume-
roso: 71.5%, en comparación con el grupo de hombres que fue
de 63.8%. Asimismo, también era de suponerse que el Censo
de 1964 registrara en las áreas rurales una proporción más alta
de personas que no habían ganado ningún grado de enseñanza.
Mientras en las zonas urbanas el porcentaje fue de 41.7%, en
las zonas rurales fue de 81.6%. Téngase en cuenta que las es-
cuelas se encuentran, en su mayor parte, en las cabeceras depar-
tamentales y municipales, de modo que los niños y muchachos de
las aldeas y caseríos tienen que recorrer a veces largas distan-
cias para asistir a aquéllas. En el caso de los hijos de trabaja-
dores migratorios la situación es más grare, P|í.ies con mucha
frecuencia acompañan a sus padres, de tal modo que no tienen
oportunidad de asistir a la escuela en su comunid^r^d, o pueden
asistir sólo una parte del año escolar. :^

12. Población económicamente activa e inactiva

Llegamos aquí al estudio de una de las más interesantes e


importantes características de la población, sobre todo en rela-
ción al desarrollo económico del país. La investigación de las
características económicas de la población se refirió al mes an-
terior al Censo, o sea, al período comprendido entre el 17 de
marzo y el 17 de abril de 1964. Las preguntas tendientes a es-
tablecer las actividades económicas de la población fueron he-
chas solamente a personas de 7 y más años de edad.
Se consideró población económicamente activa a la consti-
tuida por las personas de la edad indicada que en el mes antes
señalado estuvieran trabajando o buscando formalmente tra-
bajo. De acuerdo con el Manual del empadronador se consideró

«que una persona de 7 y más años de edad esiuvo trabajando


durante las últimas cuatro semanas anteriores al Censo. en los
. .

siguientes casos:

«a) cuando ha trabajado para otra persona, no de la familia,


recibiendo a cambio de ello salario, sea en dinero (sueldo, propina,
comisión, etc.) o en especie (casa, vestuario, alimentación, etc.)
independientemente de la clase de trabajo;
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEPÍALA 231

b) Cuando ha trabajado por su cuenta, ya sea en una finca,


en comercio o industria, ejerciendo una profesión, ya sea teniendo
a otras personas bajo sus órdenes (patrón) o sea por sí solo (traba-
jador por su cuenta) y ;

c) Cuando ha trabajado para otro miembro de la familia, ya


sea en una finca, tienda, taller u oficina, etc., habiendo o no re-
cibido pago, siempre que por lo menos haya trabajado seis días
durante el mes, si el trabajo es continuo.»

«En general, se considerará que una persona de 7 y más años


de edad está ocupada, durante el período de referencia (17 de marzo
a 17 de abril), cuando haya trabajado por lo rmenos durante seis
días o jornadas de trabajo. Las personas ausentes de su trabajo
por motivo de vacaciones, enfermedad, paro involuntario o huelga,
deben considerarse ocupadas.

«Por el contrario, se considerará que la persona no trabajó. .

... en los siguientes casos:

«a) Las personas que se dedican exclusivamente a las tareas


domésticas en sus propios hogares y no reciben por ello ningún
salario. Cuando por dicho trabajo se percibe un salario (caso de
sirvientes), se tomarán como personas ocupadas;

b) Los estudisuites que se dedican exclusivamente a sus es-


tudios;
Personas que viven en forma estable en instituciontes pena-
c)
les, de caridad, ^tc, aun cuando produzcan
religiosas, mentales,
artículos de diferente naturaleza. Los internados en hospitales,
que tienen un empleo o trabajo, pero no se encuentran desempe-
ñándolo por razón de su internación temporal, se considerarán
como que si tuvieran trabajo; y
d) Los rentistas, pensionados y los jubilados, es decir, per-
sonas que perciben rentas y que no se encuentran contenidas en
ninguno de los tres grupos anteriores, tales como: ciegos, paralí-
ticos, idiotas, etc., y que tampoco se encuentran internados en
institución alguna.»i^

El crecimiento de la población de 7 y más años de edad en


el período 1950-1964 fue de un millón de personas (1950: 2.2 mi-
llones; y 1964: 3.2 millones). El incremento geométrico medio
anual fue de 2.8%. Recuérdese que la tasa geométrica media
anual de crecimiento de la población total fue de 3.1%.

18 Dirección General da EsUdfstica, Manual para el empadronador, (Gaatemala:


1964), pp. 71-72.
232 ALFREDO GUERRA BORGES

En 1950 la población económicamente activa representó un


45% de la población de 7 y más años de edad, mientras en 1964
fue un 41.5%. El incremento intercensal de la población activa
fue del 2.2% y el crecimiento de la inactiva fue del 3.2%.
En cuanto a la distribución por sexos, el Censo de 1964
registró una distribución que es casi la misma de 1950: Hom-
bres: 87.3%; y Mujeres: 12.7%.

Por grupos étnicos la distribución es la siguiente:

Población activa no indígena: en 1950 el 46.9% y en 1964 ;

el56.6%.
Población activa indígena: en 1950 el 53.1% y en 1964 el
43.4%.

Lo anterior indica una creciente participación de la pobla-


ción activa no indígena, que de acuerdo con la Dirección Gene-
ral de Estadística habría registrado una tasa geométrica media
anual de incremento del 3.6%, frente a solo 0.7% de dicha tasa
de crecimiento de la población económicamente activa indígena.
Buscando la distribución geográfica de la población activa
vemos que en 1950 había sólo 7 departamentos que tuvieron
50 000 personas o más en el grupo económicamente activo, mien-
tras en 1964 el número de departamentos había subido a nueve.
La concentración geográfica de población activa puede verse en
el Cuadro tomando solamente los datos de
siguiente, los depar-
tamentos con 50 000 y más personas activas

Cuadro 21

GUATEMALA: POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA,


DEPARTAMENTOS CON 50 000 Y MÁS PERSONAS ACTIVAS
Departamento % del total de la República Variación

1950 1964
j

Guatemala 18.4 19.7 1.3 %


San Marcos 8.8 8.0 — 0.8 „
Huehuetenango 6.4 7.0 0.6 „
Escuintla 5.8 6.2 0.4 ^ ^
Quiche 5.9 6.1 0.2 ^
Qujezaltenango 6.6 6.1 — 0.5 „
Alta Verapaz 6.3 6.0 - 0.3 „
Jutiapa 4.2
Suchitepéquez 4.1

Fuente: Dirección General de Estadística, Censos de Población 1950


y 1964.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 233

En total, los siete departamentos que en 1950 tenían 50 000


y más personas activas concentraron el 58.2% del total. En
1964 esos mismos departamentos concentraron el 59.1%, pero
si tomamos los nueve departamentos que tenían en dichos años
más de 50 000 personas económicamente activas, la concentra-
ción es del orden del 67.4%.
Como puede verse en el Cuadro anterior, hubo tres depar-
tamentos que mostraron una ligera tendencia a la disminución
de su participación de población activa: San Marcos, Quezalte-
nango y Alta Verapaz.
Los siete departamentos primeros del Cuadro tuvieron tam-
bién la mayor concentración de población económicamente in-
activa en 1964: el 57% del total de la República.
En cuanto a la distribución de la población económicE'-
mente activa por ramas de ocupación, en el período intercensal
1950-1964 se registró un descenso de las cifras correspondientes
a la agricultura (de 67.3 a 64.5%). El grupo correspondiente
a los operarios de fábrica, artesanos y trabajadores similares
fue en 1964 un 0.4% menor que en 1950, pasando del 14.0%,
en 1950, a 13.6%. Esto indica que la industria, a pesar de haber
subido los índices de su producción y haberse establecido nuevas
empresas, no ha hecho uso de más recursos humanos en la me-
dida que hubiera sido de desearse. La mecanización de los tra-
bajos agrícolas e industriales puede haber dado lugar a despla-
zamiento de trabajadores manuales, según hace observar la Di-
rección General de Estadística, lo que influye sobre la cifra total
de ocupación en este sector. En cambio, se advierten incremen-
tos en los porcentajes correspondientes a los grupos de ofici-
nistas, de profesionales, de vendedores y otros.
La población económicamente activa según su posición
acu/pacional ha mostrado algunos cambios interesantes. El grupo
de "trabajadores por su cuenta" ha disminuido, pasando del
38.9% en 1950 al 30.1% en 1964. Por el contrario, el grupo
de "empleados" varió de 40.1% en 1950 a 46.0% en 1964. Tam-
bién aumentó el grupo de "patronos", pasando de 2.7% a 4.3%
en el mismo período.
De acuerdo con la Dirección General de Estadística a la fecha
«hay una mayor oferta de trabajo, deduciéndose que las actuales
fuentes de trabajo son insuficientes para absorber la creciente
población del pais.»i»

19 Dirección General de Estadística. Censo de PobbKidn 19C4, p. >J.


234 ALFREDO GUERRA BORGES

Lo anterior se ha deducido del hecho de que en 1950 el núme-


ro de personas que constituyeron la población económicamente
activa estaba descompuesta en un 99.6% de personas que esta-
han trabajando, y solamente un 0.4% de personas que estaban
buscamlo trabajo.; mientras en 1964 las personas que estaban
trabajando constituyeron solamente el 98.5% del total activo.
Este es un aspecto de la mayor importancia que, por des-
g-racia, no es posible conocer con más exactitud, pues en nuestro
país no se llevan estadísticas de empleo y no se han hecho inves-
tigaciones sistemáticas para determinar los niveles que alcanza
el desempleo, y mucho menos para tener una imagen estadística
de la desocupación disfrazada en el campo cuya magnitud es
muy considerable, como se infiere del análisis de otros aspectos
de la actividad económica del país.
A falta de material preciso sobre el particular, parece inte-
resante que hagamos hincapié en dos estudios que se detienen
a considerar el problema. No han tenido mayor divulgación,
y quizás pudiéramos despertar la inquietud en reflexionar sobre
el asunto al contribuir a la divulgación de sus conclusiones.
Principiaremos por hacer una extensa cita del estudio, ya citado
en páginas anteriores, de '^Evaluación del Plan de Desarrollo
Económico y Social de Guatemala, 1965-1969'*, preparado por el
Comité Ad Hoc del Comité de los Nueve de la Alianza para el
Progreso
«Si bien no se dispone todavía de estadísticas sistemáticas
sobre el empleo —
solo se tienen las cifras de población ocupada por
sector de actividad correspondientes a 1950-1962 —
es posible rea-
,

lizar desde ya algunos comentarios sobre la evolución que ha


experimentado la población ocupada. Entre 1950 y 1962 la pobla-
ción apta para el trabajo, que incluye edades entre los 15 y los 64
años, creció de 1 535 a 2 339 miles de personas, a una tasa igual a
la del aumento de la población total: 3.1 por ciento. En el mismo
período, la población ocupada creció de 963 a 1 226 miles de perso-
nas, o sea, el 2 por ciento anual. La diferencia que se observa en la
velocidad de crecimiento de ambas variables condujo a que la po-
blación ocupada —
como proporción de la "apta para trabajar",
que era de 63.0 por ciento en 1950 —
se redujera a 52.4 por ciento
en 1962, lo que de por sí refleja la gravedad de la evolución ocu-
pacional de Guatemala.20 En efecto, el país enfrenta una situación

20 "Debe notarse que las proporciones indicadas no se han calculado con respecto
& conceptos de población
los activa ni fuerza de trabajo de los cuales no De dispone pn
Guatemala. Por este motivo, la proporción de ocupados en relación a la población 'apta
para trabajar', puede parecer como demasiado baja: debe tenerse en cuenta que el concepto
utilizado tiene una magnitud mayor que el de la población activa y/o fuerza de trabajo".
(Nota al pie de página de la fuente que citamos).
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 235

en la que una proporción significativa de las personas comprendidas


entre los 15 y los 64 años de edad no tendrían oportunidad de em-
pleo. Como dato ilustrativo puede indicarse que el mantenimiento
de la proporción observada, entre 1960 y 1962, del 63 por ciento de
ocupados con respecto a la población apta para el trabajo, habría
requerido que la población ocupada en 1962, hubiese sido de 1 474
miles de personas, en vez de las 1 226 miles que efectivamente
alcanzó. De este cálculo teórico se desprende que para man-
tener aquella proporción de 63 por ciento de la población ocupada,
la economía guatemalteca hubiese debido agregar unas 284 mil
nuevas oportunidades de trabajo a las 258 mil existentes, o sea, casi
el doble de la que se produjo. .S'-i .

El estudio que venimos utilizando comenta que la situación


descrita, si bien por sí misma es grave, empeora aun más cuando
se analiza por separado la situación en las zonas ruralesy urba-
nas. El Comité Ad Hoc utilizó el supuesto de que toda la pobla-
ción ocupada, salvo la del sector agropecuario, vive en zonas
urbanas. A juicio del Comité se trata de una simplificación del
análisis, pero admisible dadas las magnitudes que se toman en
consideración, lo que induce a pensar que los errores en que se
puede incurrir no le restan validez a sus conclusiones. El Co-
mité razona así:

que la población rural alcanzó a 2 093 miles


«Si se considera
y a 2 687 miles. en 1950 y 1962, respectivamente, y la ocupada a
. .

660 mil y 824 mil en los mismos años, resulta que la proporción
entre población rural total y ocupada se mantuvo en alrededor de
31 por ciento en el sector. En cambio, en el sector urbano la pobla-
ción habría crecido de 698 mil en 1950 a 1 343 mil en 1962, en tanto
que la ocupada aumentó de 303 mil a 402 mil. En consecuencia, la
población ocupada, con respecto a la total de las áreas urbanas, se
redujo del 44 por ciento al 30 por ciento. En cifras absolutas, se
observa que entre 1950 y 1962, de los nuevos 645 mil habitantes
urbanos solo 94 mil han encontrado ocupación (uno de cada siete),
en tanto que la misma relación fue, aproximadamente, de uno a
tres en el campo.»^2

Como se habrá observado, el Comité Ad Hoc usó cifras de


población correspondientes a 1962 y, por tanto, obtenidas me-
diante proyección de las cifras de 1950. Pero si utilizamos las
cifras del Censo de 1964, y si además usamos las cifras de po-
blación urbana y rural que encontramos anteriormente utili-

21 Comité Ad Hoc, 06, cíí., pp. 63-54.


22 Jbidcm. p. 64.
236 ALFREDO GUERRA BORGES

zando un mismo criterio de definición para los Censos de 1950


y 1964, los resultados son como se indica en seguida
Población rural en 1950 1 930 miles
Población rural ocupada en 1950 660 mil
Proporción entre la población rural
total y ocupada 34 %
Población rural en 1964 2 777 miles
Población rural ocupada en 1964 861 mil
Proporción entre población rural
total y ocupada : 31 % (-3%enrela-
ciónal950).
Población urbana en 1950 861 mil
Población urbana ocupada en 1950 308 mil
Proporción entre la población urbana
total y la ocupada , 36 % .. . .

Población urbana en 1964 .,,


: , 143*3 miles
Población urbana ocupada en 1964 456 mil
Proporción entre población urbana
total y ocupada :........ 32 % (-4% en rela-
ción a 1950).

En cuanto a la estimación hecha con base en cifras abso-


lutas los resultados serían les siguientes: 572 mil nuevos habi-
tantes urbanos entre 1950 y 1964, de los cuales habrían encon-
trado ocupación 148 mil, o sea, uno de cada cuatro. Por lo que
toca al sector rural los resultados serían; 850 mil nuevos habi-
tantes rurales entre 1950 y 1964, dé los cuales habrían encon-
trado ocupación 201 mil, o sea, uno de cada cuatro también.

resumen, el crecimiento económico de Guatemala habría


<cEn
estado muy
lejos de poder ofrecer empleo a la tasa que lo exige
- el incremento de la población. Por otra parte, el panorama se
complica si se considera que la migración interna, que se ha ace-
lerado fuertemente en los últimos años, está originando una
gran masa de desocupados en las urbes y un empeoramiento de las
condiciones de vida urbana. Todo ello sin considerar que gran
parte de la población que en las estadísticas figura como ocupada,
está en realidad desempeñando cargos de muy baja productividad,
constituyendo, por lo tanto, 'desempleo disfrazado'. »23

Veamos ahora las consideraciones que hizo sobre el proble-


ma de la ocupación el Ministerio de Agricultura en fecha no
lejana.2* El punto de partida son los datos de población total.

23 Ibid., p. 54.
24 Ministerio de Agricultura, "Situación actual de la agricultura de GucUetnala",
documento presentado por la delegración guatemalteca a la Primera Reunión de Ministros
de Agricultura de Centroamérica, (Guatemala: 13-16 de febrero de 1964).
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 237

población rural, población agrícola y población agrícolamente


"ocupada". Con base en esos datos se presenta el Cuadro si-
guiente :

Cuadro 22
GUATEMALA: INCREMENTO DE LA POBLACIÓN DE 1950 a 1960-62*

Población Efectiva % Efectiva % Incremenio %


1950 1960-82

Total 2 790 868 100 3 978 600 100 1 167 732 42.5

Rural 2 094 410 75 2 983 950 75 889 540 42.4


Agrícola 1 727 473 62 2 458 774 62 731 301 42.3
Ocupada 1079 313 39 1 535 274 39 454 961 42.1

Datos estimados y promedio para los años 1960-61-62.

. Luego de la presentación del Cuadro inserto, el estudio de


.

referencia agrega "La población agrícolamente 'ocupada' cultivó


:

un de 787 966 hectáreas en 1949-50, subiendo a 882 786


total
Has. para el período 1960-62 (promedio de tres años), con un
incremento promedio de 8 260 Has. por año.
AI analizar estas cifras, y otorgando a cada cultivo un nú-
mero de días-hombre por hectárea,^^ y si cada individuo trabaja
290 días al año, se obtienen los siguientes datos:

Cuadro 23
GUATEMALA POBLACIÓN AGRÍCOLA EFECTIVAMENTE OCUP ADA
:

EN 1950 V 1960-82*

Población Efectiva % Efectiva % Incremento %


1950 1960-62

Ocupada 289 973 26.8 338 383 22.0 48 410 10.6

Desocupada 789 340 73.2 1 195 891 78.0 406 551 89.4

TotBl 1079 313 100.0 1 535 274 100.0 454 961 100.0

Datos estimados y promedio para los años 1960-61-62.

25 Ver Cuadro 24, pá«r. 239 con estimaciones de días-hombre por hcctáreA de eol-
tivo utilizado en el estudio.
238 ALFREDO GUERRA BORGES

«Es decir, que aunque ha habido un incremento neto en super-


ficie cultivada de 94 820 Has., esta superficie ocupó efectivainente
a 48 410 personas, que representan tan sólo un 10.6% del incremento
de población ocurrido en los años mencionados. Por lo tanto, la
población agrícola desocupada aumentó de 789 340 personas en 1950
a 1 195 891 en el período 1960-62, Este aumento en desempleo se
puíede comprobar por la inmigración que hacia los centros urbanos
ha ocurrido, especialmente hacia la capital.»^^

En la otra parte del estudio que venimos glosando, se dice

«Nuevas áreas de cultivo han sido incorporadas, pero el des-


empleo en el sector rural ha aumentado grandemente. Este incre-
mento de desempleo se estima en más de 30 000 personas por
año.^'^'o

Hasta aquí la referencia a los documentos indicados. El


problema sigue a la espera de una seria investigación y del in-
terés que le presten en el futuro las autoridades, cuando la esta-
dística de nuestro país merezca la consideración que es menester
y que a la fecha no se le da. Mientras tanto, solamente inferen-
cias pueden hacerse como las que se hacen en los documentos co-
mentados. Cualesquiera que sean los juicios que merezcan al
lector o al especialista, no cabe duda que en Guatemala se está
acumulando año con año un gravísimo problema ocup<acional.
En los últimostiempos se habla con bastante insistencia del
control de la natalidad, haciendo ver que el desarrollo económico
mismo se pone en peligro por la "explosión demográfica" de
nuestros países, pero cabe observar que no se establece la debida
correlación entre los incrementos poblacionales, su significación
económica, y la urgente necesidad de aplicar una política econó-
mica que permita utilizar ampliamente los recursos que hoy día
permanecen inactivos, gracias a lo cual podrían satisfacerse las
necesidades de una población mucho mayor que la que tiene
nuestro país en la actualidad. Mientras tal cosa no se haga, los
miles de personas que se incorporan año con año a la vida eco-
nómicamente activa, no encontrarán las oportunidades de em-
pleo que necesitan, o bien se ocuparán en actividades de tan baja
productividad que a duras penas ocultan la desocupación real
que existe. .

26 Ibidcm, pp. 18-19.


Cuadro 24

GUATEMALA: PROMEDIO ANUAL ESTIMADO DEL TOTAL


DE DÍAS-HOMBRE REQUERIDO POR HECTÁREA PARA LOS
CULTIVOS QUE SE INDICAN
Dias (to trabajo da S horas
Cultivo
A B C D
Maíz 55.77 51.48 48.62 44.33
Maicillo 60.06 51.48 47.19 45.76
Arroz 102.96 98.67 95.81 54.34
Trigo 102.96 57.20 50.05 47.19
Avena 58.63 44.33 38.61 34.32
Cebada 58.63 44.33 38.61 34.32
Tabaco 143.00 140.14 138.71 137.28
Papa 161.59 158.73 155.87 153.01
Yuca 81.51 77.22 72.93 70.07
Alfalfa 70.07 64.35 45.76 40.04
Maicillo y forrajes 55.77 51.48 50.05 44.33
Frijol 57.20 51.48 48.62 44.33
Haba 58.63 50.05 45.76 40.04
Arveja 60.06 48.62 44.33 40.04
Garbanzo 60.06 48.62 44.33 40.04
Lenteja 60.06 48.62 44.33 40.04
Hortalizas 151.58 143.00 138.71 131.56
Tomate 214.50 187.33 183.04 180.18
Maní 72.93 68.64 62.92 57.20
Ajonjolí 67.21 61.49 55.77 52.91
Algodón 107.25 104.39 98.67 94.38
Kenaf 70.07 62.92 57.20 50.05
Cardamonxo 67.21 65.78 61.49 58.63
Quina 68.64 67.21 64.35 62.92
Abacá 294.58 286.71 281.71 267.41
Henequén 44.33 40.04 35.75 31.46
Pina 131.56 125.84 122.99 120.12
Caña de azúcar 223.08 217.36 214.50 213.07
Banano 294.58 286.00 281.71 267.41
Plátano 294.58 286.00 281.71 267.41
Café 112.97 107.25 85.80 78.65
Cacao 107.25 100.10 82.94 77.12
Hule 67.21 67.21 65.78 64.35
Citronela 57.20 52.91 48.62 44.33
Té de limón 57.20 52.91 58.62 33.33
Manzana 91.52 85.80 64.35 57.20
Pera 91.52 85.80 64.35 57.20
Durazno 91.52 85.80 64.35 57.20
Naranja 91.52 8580 64.35 57.20
Aguacate 91.52 85.80 64.35 57.20
Coco 91.52 85.80 64.35 57.20

Referencias
A = Toda la energía de origen humano.
B = Energía de origen humano y animal.
C = Energía de origen humano, animal y mecánico.
D = Energía de origen humano y mecánico.
NOTA Los datos del Cuadro están basados en informaciones obtenidas
a través de los Agentes de Extensión e información recopilada
por el autor de dicho Cuadro, a través de entrevistas personalet
a los agricultores. No fue posible obtener el nombre del autor.
Los datos deben considerarse como promedios aproximados.
240 alfredo guerra borges

13. Situación nutricional de la población


Ante todo conviene tener un panorama del estado en que se
encuentra el estudio del consumo de alimentos de la población
guatemalteca. La fuente principal de información que utili-
zamos en este apartado es el ensayo ''Evaluación de la informa^
cien existente en relación al estado nutricional de la población
guatemalteca'', del doctor Romeo de León Méndez, que por largos
años ha consagrado su atención a esta importantísima cuestión.^^
Las primeras encuestas de consumo de alimentos datan de
1943. Su iniciador fue el antropólogo Antonio Goubaud Carrera,
que dejara huellas tan hondas en las investigaciones sobre la
población indígena de nuestro país. Las encuestas de 1943 se
realizaron en 13 comunidades pi^ponderantemente indígenas.
Más tarde, el Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá
(INCAP), en colaboración con el Departamento de Nutrición
de la Dirección General de Sanidad Pública, principió a estudiar
el consumo de alimentos de diversas comunidaes de Guatemala.
Unas 20 encuestas fueron llevadas a cabo en el i>eríodo de 1950-
1961. Para obtener mayor información, algunas encuestas se
repitieron en el mismo lugar, con resultados muy valiosos. El
INCAP ha estudiado también un grupo familiar específico: el
niño pre-escolar, y ha prestado asesoría para la realización de
investigaciones de este tipo, lo que dio por resultado una encuesta
en el grupo pre-escolar en un barrio de la ciudad de Guatemala.
El grupo seleccionado era de bajo nivel de ingresos.
Se ha establecido que el consumo de alimentos de nuestra
población sufre pocos cambios durante el año. Por lo mismo,
las encuestas reflejan el consumo habitual de la población. Las
variaciones que el INCAP ha podido establecer en ciertas épiocas
del año han sido poco significativas. Puede afirmarse, por con-
siguiente, que la información obtenida por medio de las encues-
tas realizadas tiene mucho valor no sólo para la época en que se
han llevado a cabo, sino también para establecer el consumo de
alimentos de la comunidad en el presente. Debe tenerse en
cuenta que los hábitos dietéticos de la población sufren cambios
solamente en períodos largos. De ahí que la información obtenida
en encuestas realizadas hace 20 años, por ejemplo, tiene valor
aun a la fecha. El INCAP, a través de su Sección de hábitos

27 Roxieo de León Méndez, "Evaluación de la información existente ex relación


de la población guatemalteca". Economía, Instituto de Investigaciones
al estado nutricional
Económicas y Sociales, (Guatemala: julio-diciembre, 1963), N? 6.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 241

cabo un estudio para determinar si en una co-


dietéticos, llevó a
munidad se habían operadocambios después de transcurridos
10 años, y no se encontró diferencias de significación.
Debido a la falta de personal adiestrado con alto nivel de
preparación científica para que pueda interpretar los resultados,
ha sido el INCAP el que ha tenido que realizar la mayor parte
de las encuestas. Falta, pues, que las autoridades Piresten mucho
más apoyo a los organismos que podrían hacer investigaciones
en este campo de tanta trascendencia. Si la principal fuerza
productiva con que cuenta un país es el hombre, cae de su peso
la enorme importancia que tiene el nivel nutricional del mismo,
ya que un estado nutricional insatisfactorio tiene perniciosas
consecuencias para el desarrollo normal del individuo y, en tér-
minos más generales, para el desarrollo económico del país.
De León Méndez opina:
«Estudiando las diferentes encuestas practicadas, llama la
atención la falta de un planeamiento sistemático para la recolección
de los datos tendientes a presentar el panorama real de la situación
nutricional del país, en base a las encuestas de consumo. Es nece-
sario establecer un sistema de muestra estadística para el país, en
la cual estén representados los factores más importantes a tener
en cuenta para el estudio del consumo de alimentos (grupos étnicos,
población urbana y rural, grupos de edad, etc.). .>28 .

Como no ha ocurrido así, eso ha tenido como consecuencias


las siguientes:
a) Las encuestas realizadas en Sacatepéquez y Chimálte-
nango constituyen el 33 % del total. O sea, las encuestas se han
concentrado en la región central del país.
b) La mayor parte de las encuestas han investigado comu-
nidades predominantemente indígenas, lo que no se justifica, ya
que el grupo étnico indígena constituye menos de la mitad de la
población
c) Aun cuando el número de poblaciones de más de 5 000
habitantes tiene alguna importancia —
dadas las condiciones pro-
pias de un país subdesarrollado como Guatemala —
las encuestas ,

se han realizado en comunidades de reducido número de habitan-


tes. Ciertamente, los Censos de población han indicado que la
mayor parte de la población vive dispersa en multitud de aldeas
y caseríos, pero aun así se hace sentir la necesidad de investiga-
ciones en centros poblacionales de mayor importancia.

28 Jtidem,t p. 6.
242 ALFREDO GUERRA BORGES

d) Se ha registrada una concentración de las encuestas en


el medio rural, que tiene el mayor peso demográfico en Guate-
mala. No obstante, no escapa a la atención del observador o del
estudioso la necesidad de realizar encuestas en el medio urbano,
sobre todo en poblaciones como la ciudad de Guatemala, donde
vive más del 13 por ciento de la población total del país, y se
concentra la mayor parte de la industria y de la actividad co-
mercial, política y cultural de Guatemala;
e) Hacen falta estudios de los grupos vulnerables de la po-
blación: las mujeres embarazadas, las mujeres lactantes, etc.
El grupo pre-escolar ha sido insuficientemente estudiado; y
f ) También se hace sentir la falta de estudios en el grupo
escolar, en el obrero, en el de nivel medio de ingresos; o bien,
estudios que tomen en cuenta para la agrupación las ocupaciones,
las profesiones, etc.
La Sección de encuestas dietéticas del INCAP elaboró una
dieta mínima teórica para el adulto guatemalteco, que se ha
utilizado como patrón comparativo para evaluar la adecuación
en términos de consumo de alimentos. Utilizando dicho patrón
y los resultados de todas las encuestas se han obtenido los índices
de deficiencia nutricional del guatemalteco adulto:

Alimento Déficit (%)


Leche y quesos 75.58
Huevos 62.95
Carne 64.21
Semillas y leguminosas 4.91
Vegetales verdes y amarillos 74.02
Otros vegetales 68.00
Frutas 76.39
Musáceas 74.68
Raíces y tubérculos 86.62
Tortillas de maíz 00.00
Pan de trigo 85.54
Arroz 82.02
Azúcar Blanca 71.27
Panela 00.00
Grasas 61.92

El Cuadro arriba inserto muestra que, con excepción de las


tortillasde maíz y la panela, el consumo de los restantes alimen-
tos está situado en niveles muy bajos y registran un déficit muy
elevado. Tal situación se debe, sin lugar a dudas, a que los in-
gresos de la población tienen igualmente muy bajo nivel. Ade-
más, como veremos más adelante, habría necesidad de duplicar
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 243

y hasta triplicar la producción para cubrir las deficiencias nu-


tricionales del guatemalteco.
En forma popularmente comprensiva diríamos que el con-
sumo de Guatemala es, aproximadamente, de un quinto
leche en
de vaso diai-io. Y que el consumo diario de huevos da apenas
un séptimo de huevo por persona.
El frijol negro es casi el único componente del consumo de
leguminosas, dado que el consumo de garbanzo tiene muy poca
importancia. En el rubro "Vegetales verdes y amarillos" el con-
sumo principal es de tomate. En el grupo "Otros vegetales" los
de mayor consumo son el güisquil, la cebolla, el ejote, el nabo y
el repollo. En el grupo "Raíces y tubérculos" el consumo más
papa y yuca. El bajo consumo de azúcar puede estar
alto es de
compensado por el de panela, que registró una cifra superior a
la establecida en la dieta mínima teórica. Finalmente, en el
consumo de grasas el componente principal es la manteca de
cerdo.

14. Vivienda de la población guatemalteca


Para calcular el déficit habitación al en Guatemala se tro-
pieza con el problema de que no hay todavía un sistema unifor-
me de evaluación. Por tal motivo los datos tabulados por el
Instituto Nacional de la Vivienda (INVI), por la Dirección
General de Estadística y por otras fuentes, no tienen correspon-
dencia unos con otros. Además, por falta o por deficiencia de
las estadísticas, las estimaciones con que se cuenta al presente
son insuficientes.
En el "Diagnóstico" del Consejo Nacional de Planificación
Económica, se da como déficit habitacional en 1962 un total de
781 631 viviendas, de las cuales 257 631 unidades correspondían
al sector urbano y 524 000 unidades al sector rural.
Por su parte el Colegio de Ingenieros de Guatemala^ ha
estimado, con base en los datos actuales disponibles, que el dé-
ficit de vivienda en 1966 era de 631 645 unidades, de las cuales
122 162 (19.34%) son viviendas urbanas y 509 483 (80.66%)
son viviendas rurales. Tal déficit ha sido calculado sobre la
base de una proyección del déficit de vivienda en 1964, tomando
como base el crecimiento de vivienda de 3.6% para el área ur-
bana, y de 1.65% para el área rural. He aquí el Cuadro corres-
pondiente a 1964
29 Coleífio de Ingenieros de Guatemala, "Sector vMenda y desarrollo url»n</*,
111 CongrcM Nacional de Ingeniería, Guatemala, 18-24 de Junio d« 19«7.
244 A í - ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 25
GUATEMALA: CÁLCULO DEL DÉFICIT DE VIVIENDA EN 1964

Urbana % del Rural % del Total %


área área Toi^ v

Reposición vi-
vienda deficiente
estructuralmente
y carente de ser-
vicios (Incluye
vivienda impro-
visada) (a) 43 830 15.0 293 112 55.5 336 942 42.D

Vivienda adicio-
nal para evitar
hacinamiento
(b) y (c) 70 000 25.5 200 000 38.0 270 000 33.5

TOTALES 113 830 41.0 493112 93.0 609 942 75.5

Número total de
viviendas en el
área 277 760 100.0 527 180 100.0 804 490 100.0

a) Tomado como base el % de vivienda con paredes inadecuadas


para cálculo de renovación total y considerando el N9 equivalente de
viviendas que compensaria por la reestructuración de las viviendas ina-
decuadas por techo o piso deficiente o carentes totalmente de servicios,
se llegó a las cifras indicadas que pueden considerarse como muy conser-
vadoras. Como dato ilustrativo para el Censo de 1950 se estimó que un
19% de viviendas urbanas "eran inadecuadas. Esto da un total de 51 444
aplicado al Censo de 1964, sin contar las "reguladoras", clasificadas en
tal Censo.

En los totales dados, se incluyen las viviendas improvisadas cuya


reposición debe ser total y que suman: 31 665 (11.5%) de la urbana;
45 609 (8.7%) de la rural y 77 274 (9.6%) de la vivienda total.

b) Esta cifra aproximada se calculó con base en el N9 de vivien-


das para alojar a la población sobrante, después de estabilecer la que
podria albergar la vivienda actual a razón de 3 personas por dormitorio.

c) Generalmente, con 3 personas se considera hacinamiento, pero


se cree que con un diseño adecuado podría albergar hasta 3 personas,
y se logra una estimación más realista de nuestra situación.

Fuente: III Congreso Nadonal de Ingeniería^ 1967.

En "Diagnóstico" se indica que al ritmo de crecimiento


el
que tiene la población guatemalteca, anualmente se necesitarían
más de 25 000 viviendas, en el supuesto de que solamente se cu-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 245

brieran las necesidades del incremento de población anual, de-


jando inalterable el déficit habitacional del presente.
Por su parte, el Colegio de Ingenieros de Guatemala estima
que "en vista de no haber datos suficientes sobre hogares o fa-
milias sus características pertinentes y su proyección f utura^, no
;

puede hacerse un cálculo aceptable de las necesidades futuras


de vivienda",^^ pero en forma aproximada hizo un cálculo par-
tiendo del número total de familias urbanas y rurales y de su in-
cremento anual, para dar una idea de la magnitud de la vivienda
requerida por crecimiento demográfico. Considerando que el
número de viviendas necesarias fuera, en tal caso, igual al núme-
ro de nuevas familias, los totales anuales de nuevas viviendas re^
queridas son como sigue:

Cuadro 26

GUATEMALA: VIVIENDAS NECESARIAS POR


EVOLUCIÓN DEMOGRÁFICA, 196670
Número de viyiendas
Año Urbanas Rural Tolal

1966 18 710 12 580 31290


1967 19 604 12 852 32 456
1968 20 541 13 131 33 672
1969 21523 13 417 34 940
1970 22 552 13 707 36 259

Fuente: Colegio de Ingenieros, 1967.

En cuanto a las necesidades de reposición, bien sea por dete-


rioro progresivo o por necesidad de renovación urbana, también
es muy difícil de calcular, ya que los cálculos tienen que tomar
en cuenta la zona (urbana o rural) en que se encuentre la vi-
vienda, la edad, de ésta, su construcción y las normas conforme
las que se construyó, así como el grado de reacondicionamiento o
mantenimiento que haya tenido. El Colegio de Ingenieros con-
sideró una reposición anual del 1.5% de las viviendas formales,
aun cuando otras instituciones, como la Unión Panamericana,
han recomendado que la reposición se calcule sobre una base del
2% anual.

80 Ibid., (no Uen« numeración U pás.).


246 ALFREDO GUERRA BORGES

Considerando, pues, una tasa de reposición del 1.5%, y en


el supuesto de que el déficit habitacional actual se eliminara en
30 años, el Colegio de Ingenieros estima que el número de vivien-
das que es necesario construir para 1967-1970 es el siguiente:
viviendas urbanas 131 354, y viviendas rurales 137 687. (Los
totales están tomados del Cuadro 1.5.5., p. no numel'ada, de
la ob. cit.). Las cifras anteriores indican que el número total
de viviendas que se estima que se deberían construir en el pe-
ríodo 1967-70, suponiendo que la construcción se orientara a
subsanar especialmente el problema del incremento demográfico,
es de 269 041 unidades. Esto representa una inversión no
menor de 0473 043 600.00 en el período indicado, estimación que
se basa en una serie de supuestos: para el área urbana las esti.
maciones a grosso modo se hicieron conforme número y tipo de
viviendas requeridas para 5 estratos de población clasificados
por ingreso, y para el área rural se estimó un costo promedio
fijo de 0700.00 por unidad. Esto daría un total de inversión
de 096 380 900.00 para construir las 137 687 viviendas del área
rural, y un total de 0376 662 700.00 para construir las 131 354
unidades del área urbana.
La vivienda se considera no simplemente como una cober-
tura física a la que acude la persona para defenderse del medio
ambiente, sino como el **medio ambiente material en que debe
desarrollarse la familia",^^ pero tal concepción no hace sino su-
brayar la gravedad de la situación habitacional de la población
guatemalteca. Ese "medio ambiente material" presenta deficien-
cias estructurales y de servicios, cuya magnitud puede verse por
algunas cifras que damos a continuación.
Con base en los datos del Censo de 1964 se ha establecido
que 463 484 viviendas (57.58%) tienen paredes de madera, caña,
bahareque y similares, siendo las construcciones de madera ade-
cuadas un número muy reducido en nuestro país un total de 299 ;

438 viviendas (37.20%) tienen techos de paja, palma y simi-


lares; y un total de 606 925 viviendas (75.40%) tienen pisos de
tierra. Esto indicaría que, como, mínimo, unas 300 000 viviendas
deberían reponerse totalmente, y otras 300 000 requieren rees-
tructuraciones sustanciales para que sean adecuadas.
Con base en el mismo (íenso se sabe que el 70.4% del total
de viviendas de la República carece de servicio de agua potable.

81 Comisión Ad Hoc de la Organización de Estados Americanos para el estudio del


problema de la vivienda económica, citado por Colegio de Ingenieros de Guatemala, 06. cit..
Introducción.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA W?

El indicado porcentaje indica que 566 698 viviendas deberían


ser dotadas del servicio de agua, a lo que deberían agregarse
100 000 viviendas más que no cuentan con servicio de agua insta-
lado en la vivienda. (98 676 viviendas, o sea, el 12.25% del
total tienen agua a, por lo menos, 100 metros fuera del edificio).
En cuanto a los servicios sanitarios la situación es la si-
guiente: 486 187 viviendas (69.4%) carecen de servicios sani-
tarios. No tienen inodoro el 90.4% no tienen baño el 83.7%
;

tienen pozo ciego solamente el 14.94% y carece de drenaje el


;

restante 84.30%.
El grado de hacinamiento en la vivienda es muy alto: el
81% de las unidades existentes cuentan con un solo dormitorio,
y el 67% de las viviendas albergan familias de 3 a 7 personas.
Estimándose en 588 332 el total de dormitorios en el área rural
y en 359 697 dormitorios en el sector urbano y siendo la pobla-
;

ción rural de 2 776 800 habitantes y la población urbana de 1 433


020, se llega a la conclusión de que hay un dormitorio para
cada 4 habitantes urbanos y uno para cada 4.72 habitantes
rurales. Hay, pues, un elevado nivel de hacinamiento. Para
dar una idea gráfica, si se quiere, de la magnitud del pro-
blema, digamos que el Colegio de Ingenieros calcula que si to-
dos los dormitorios existentes dieran abrigo a 3 personas, haría
falta construir 270 000 viviendas adicionales para alojar a la
población que en tal caso resultaría excedente, acomodándose
a razón de 5 personas por vivienda, que es el tamaño promedio
de la familia censal.

15. Condiciones de salubridad de la población

Sería imposible esperar que una población que vive en con-


diciones de tanta miseria tuviera buena salud. El problema de la
salud de la población guatemalteca es serio, y sigue en espera
de la atención debida.
En el sector rural es donde ocurre el 65% de las muertes
anuales en Guatemala, lo cual se debe no sólo al mayor peso de
la población en este sector, sino a la falta de atención médica y
otros factores, entre los cuales juega un papel importante el bajo
nivel cultural, pero, sobre todo, el bajo nivel de los ingresos.
La magnitud de la pérdida de vidas humanas puede apre-
ciarse teniendo en cuenta que en 1960 murieron 7 000 menores
de 28 días, 10 000 que se encontraban entre uno y 11 meses de
248 ALFREDO GUERRA BORGES

edad y 16 500 que se encontraban entre 1 y 4 años de edad. O


sea, que de un total de 68 000 muertes registradas ese año, el 49 9^
fue de niños menores de 4 años.
Las causas más importantes de defunción en 1960 fueron:
Gastroenteritis, el 15.6% ; Influenza, el 10.8% ; Neumonía, el
7.7% Parasitismo intestinal, el 5.2% Tos ferina 3.8% Saram-
; ; ;

pión, el 2.8 % ; y otras enfermedades infecciosas parasitarias^


el 58.8%.
Dijimos que una de las causas fundamentales de la lamen-
table situación de salubridad de la población guatemalteca está
en que tiene muy bajos ingresos. Cuando se conversa con mé-
dicos, sobre todo en cabeceras departamentales, ilustran la situa-
ción con numerosos ejemplos de enfermos que, aun dándoles las
medicinas gratuitamente, no pueden hacer uso de ellas porque
carecen de recursos para pagar el transporte de sus comunidades
a la cabecera departamental, cuando les llega el día de obtener
nuevas dosis de medicamentos.
Hacen falta también hospitales. En 1962 funcionaron en
todo el país 45 hospitales, de los cuales 36 eran del Estado, 6
recibieron subvención gubernativa y 3 funcionaron con fondos
privados. El número de camas utilizadas fue de 10 250. Del
total de camas, 4 863 funcionaron en la capital y el resto en los
departamentos. En resumen, hubo un promedio de 2.4 camas
por cada 1 000 habitantes, variando entre límites de 8.1 camas
por cada 1 000 personas en el departamento de Guatemala, a
0.6 camas por cada 1 000 habitantes en el departamento de Qui-
che, y ni una sola cama en los departamentos de Santa Rosa y
El Progreso.
La demanda de servicios hosi:|íitalarios del Estado ha aumen-
tado de 109 374 hospitalizados en 1954 a 136 154 en 1962 o sea,;

un crecimiento de 1.4% de la demanda anual.


En el año de 1963 se examinaron 11 111 madres en estado
de gravidez, lo que apenas representó un 5.4% del total de muje-
res embarazadas en dicho año.
En 1963 se sometió a examen médico un total de 10 207 ni-
ños, lo que significa el examen de solamente el 1.1% del total
correspondiente al grupo comprendido entre O y 6 años de edad
en el año indicado.
No nos referimos aquí a la proporción de médicos, odontó-
logos y otros profesionales y especialistas que tienen relación
con la salud pública, pues tal cosa nos parece que debe exami-
narse en un estudio de los recursos humanos.
APÉNDICE

Características principales de la Población de la ciudad de GUATE34ALA


Conforme al Censo de 1964 la población total die la ciudad de Gua-
temala fue de 577.1 miles de personas. El 22 de febrero de 1938 se le-
vantó un Censo Urbano de la ciudad de Guatemala, que registró un total
de 77.4 miles de pobladores. El Censo de 1950 dio una cifra de 294.3 miles.
Por consiguiente, en el período 1938-1950 se registró un crecimiento
geométrico anual medio de 11.9%, mientras en el período 1950-1964 la
tasa media anual fue del 4.9%.
Llama la atención que la tasa de incremento en el período 1938-1950,
haya sido, no sólo muy alta, sino mucho más alta que la tasa del período
1950-1964, ya que podría pensarse que el proceso de urbanización en el
segundo período, sobre todo hacia la ciudad de Guatemala, ha sido más
intenso. Si se tiene confianza en las cifras del censo urbano de 1938,
cabe preguntarse cuáles son las causas que explican una tasa tan alta
como el 11.9%.
En relación a las otras capitales de países latinoamericanos, la pasi-
ción que ocupa la ciudad de Guatemala por el número de sus habitantes
es la siguiente, según datos del I ASI:

Cuadro 27
POBLACIÓN DE LAS CAPITALES DE AMÉRICA LATINA*
Ciudad Aiío del Censo Millares de
habiíanies

t
Buenos Aires 1960 2 967.0
México, D. F. 1960 2 832.0
Santiago de Chile 1960 , 1907,0
Lima 1961 1 436.0
Montevideo 1963 1 204.0
250 ALFREDO GUERRA BORGES

Ciudad Año del Cenoso Millares de


habitantes

Caracas 1961 787.0


GUATEMALA 1964 577.1
Santo Domingo 1960 367.0
Quito 1962 355.0
Asunción 1962 305.0
Panamá 1960 273.0
San Salvador 1961 256.0
Managua 1963 235.0
Tegucigalpa 1961 165.0
San José 1963 100.0
Brasilia 1960 60.0

* Faltan Bogotá y La Paz.

Fuente: América en Cifras, 1963, lASI.

La distribución de la población de la ciudad de Guatemala por


sexo muestra un número más alto de mujeres que de hombres. El
Censo de 1964 registró un total de 310.6 miles de mujeres y 266.5 miles de
hombres; o sea, que por cada 100 hombres había 117 mujeres. En el
resto de la República, como se ha visto antes, la distribución de la pobla-
ción, según el sexo, fue por mitad, aproximadamente.
La composición por edades de la población de la ciudad de Guate-
mala muestra una alta proporción de personas menores de 25 años, cuyo
grupo representó el 60.6% de la población total. El resto de la Repú-
blica, como se indicó con anterioridad, muestra una propK)rción del
63.0%; o sea, un poco más alta que en la ciudad de Guatemala.
Si se calculan los cuartiles correspondientes, obtenemos los si-
guientes resultados: un 25% de la población está comprendida en edades
hasta 6.3 años; un 50% hasta 18.5 años; y un 75% hasta 33.9 años.
Por su estado civil la población de la ciudad de Guatemala tiene
los siguientes porcentajes de distribución: 43.9% de la población de 14
y más años de edad era soltera; 32.1% era casada; 18.2% era "unida";
4.4% era viuda; y el 1.4% era divorciada. Hay, por consiguiente, una
notoria diferencia entre los porcentajes de participación para las uniones
consensúales de la ciudad de Guatemala y el resto de la República, ya
que para toda la República las uniones representaron el 34.7%, con un
porcentaje más bajo de casados, como es de suponerse: el 26.0%. Esto
indica que en la ciudad de Guatemala está menos generalizada la práctica
de las uniones de hecho, y es más alta la proporción de personas que
contraen matrimonio.
La investigación del alfabetismo en la ciudad de Guatemala, rea-
lizada en la población de 7 y más años de edad, dio comot resultado un
total de 362.9 miles de alfabetos, sobre una población total de 452.5
miles. O sea, unas cuatro quintas partes. En este aspecto hay un agudo
contraste con la situación que prevalece en el resto del país, donde solo
dos quintas partes son alfabetos.

I
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA »!

Un hecho que llama la atención «s que, mientras en el resto de la


República el número de mujeres alfabetas fue menor que el de hombres
alfabetos, en la ciudad de Guatemala la situación es inversa, ya que ©1
51.5% de las personas que sabían leer y escribir eran mujeres.
Al analizar el grupo de población analfabeta, la proporción de
mujeres fue mucho más alta que la de hombres que no sabían leer y
escribir: 68.5%, lo que también resulta ser un índice más alto que el
número de mujeres analfabetas en el resto de la República (54.2%).
Por grupos quinquenal-es de edad la característica de alfabetismo
nos da los siguientes resultados: entre las edades de 10 a 39 años la pro-
porción de personas alfabetas fue superior al 81%, encontrándose la
situación más favorable en el grupo de 10 a 14 años, que dio un 87.3%
de personas alfabetas.
Veamos ahora la población en edad escolar, o sea, la población
entre los 7 y los 24 años que se considera apta para la enseñanza primaria,
media y superior. De un total de 225.6 miles de personas en edad es-
colar, recibían educación solamente el 55.7%. Este resultado es muy
grave, pues indica que casi la mitad de la población en edad escolar en
la ciudad de Guatemala — el principal centro de actividad económica,

social, cultural y política del país no reciben educación, y aun es más
grave por el hecho de que se registra un alto grado de deserción escolar.
La composición por sexo de la población que asiste a la escuela
es de un 51.7% de hombres, mientras que en el grupo que no afiiste a
la escuela encontramos un 62.0% de mujeres.
Estimado el grupo de 7 y 13 años como población apta para el
nivel primario de la enseñanza, el Censo de 1964 dio un 82.6% áe per-
sonas que asisten a la escuela. El grupo de 13 a 18 años — población
apta para la enseñanza media — tuvo un índice de asistencia de 57.4%.
Y el grupo de 18 a 24 años, o sea, el de edad para asistir a los centros
de enseñanza superior, tuvo una asistencia de solamente 20.3%. Las
cifras correspondientes para la República fueron: 40.4, 20.7 y 5.1 por
ciento, respectivamente. La comparación daría un resultado favorable
para la ciudad de Guatemala, pero no hay motivos para sentirse com-
placidos por ello, pues si bien desde el punto de vista relativo la posición
de los habitantes de la ciudad de Guatemala, en cuanto a la asistencia
a la escuela, es mucho más ventajosa que en el resto de la República,
los índices para la ciudad de Guatemala son muy bajos, y se encuentran
en todos los casos a un nivel muy inferior al que sería deseable para el
desarrollo económico y cultural de Guatemala.
En cuanto al último grado de enseñanza aprobado, o sea, el nivel
educacional de la población de la ciudad de Guatemala, el Censo de
1964 dio los siguientes resultados: de una población total de 452.5 miles
de personas de 7 años y más, el 26.5% no había aprobado ningún grado.
En esta proporción están incluidos los analfabetos y las personas que
aun sabiendo leer y escribir no tienen ningún grado de enseñanza apro-
bado. El 56.2% de los pobladores de la ciudad de Guatemala habían
aprobado uno o más grados de la enseñanza primaria; 14.6% uno o más
252 ALFREDO GUERRA BORGES

grados de la enseñanza media; y el 2.7% uno o más grados de la ense-


ñanza superior.
Veamos, finalmente, los resultados que dio el Censo de 1964 para
la población económicamente activa en la ciudad de Guatemala.
De los 452.5 miles de habitantes de 7 y más años de edad constituían
población económicamente activa 201.2 miles, o sea, el 44.5%; y eran
población económicamente inactiva los restantes 251.3 miles de perso-
nas (55.5%). Lo anterior indica que en la ciudad de Guatemala la pro-
porción de personas económicamente activas fue un tanto superior a la
de la República, donde se registró un 41.5% dte activos y 58.5% de inac-
tivos. El 94.5% de la población activa de la ciudad de Guatemala se
encontraba trabajando, en tanto que el 5.5% restante buscaba trabajo.
En la población económicamente activa los hombres representaron
el 65.2%. Y en la población económicamente inactiva las mujeres re-
presentaron el 71.0%.
Por ocupación, los habitantes de la ciudad de Guatemala mos-
traron la siguiente distribución en 1964:

Cuadro 28

POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA DE 7 AÑOS Y MAS


DE EDAD EN LA CIUDAD DE GUATEMALA, SEGÚN OCUPACIÓN,
1964

Ocupación^ Número Porcíenlo


del toial

261 200 100.0

Profesionales, técnicos y trabajadores afines 17 480 8.7


Gerent-es, administradores y directores 10 840 5.4
Oficinistas y trabajadores afines 18 220 9.1
Vendedones y simiflares 18 220 9.1
y madereros
Agricultores, pesca, caza 6 860 3.4
Trabajadores en ocupación de minas y canteras 100 0.0
Trabajadores en ocupación de transporte 10 540 5.2
Artesanos, operarios de fábrica y afines 60 920 30.3
Trabajadores manuales y jornaleros n.e.o.c. 9 460 4.7
Trabajadores en servicios y similares 45 060 22.4
Otros trabajadores n.e.o.c. en ocupaciones
ignoradas o no bien definidas 3 500 1.7

1 Según clasificación ocupacional del programa del Censo de


América, 1960.

Fuenie: Dirección General de Estadística de Guatemala, Población de la


ciudad de Guatemala* Censo 1964.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 258

El Cuadro anterior revela la existencia de dos grupos que repre-


sentan, en conjunto, más de la mitad de la población económicamente
activa de la ciudad de Guatemala: el grupo de artesanos, operaírios y
afines, y eJ grupo de trabajadores en servicios y similares, que en total
repres^entan el 52.7%.
En ambos casos la explicación es fácil de encontrar, ya que en la
ciudad de Guatemala se concentra la mayor parte de las actividades
industriales del país, y al mismo tiempo hay un elevado número de
trabajadores en seirvicios domésticos. Son éstas, indudablemente, el
componente principal del grupo de servicios y similares. Hay también
en este grupo un número crecido, relativamente, de mujeres que trabajan
como meseras en bares, fondas y otros establecimentos de igual natu-
raleza.
Tienen una importancia grande también, aunque bastante menor
que la de los dos grupos antes mencionados, los grupos de oficinistas
y de vendedores, que, en conjunto, representan el 18.2% del total.
También en estos casos la explicación es fácil de encontrar. Por lo que
toca a los oficinistas y trabajadores afines, es bien sabido que la ciudad
de Guatemala no sólo es la sede de muchas empresas comerciales, ban-
cos, oficinas de publicidad, etc., sino también es la sede del Gobierno
central. En el caso del grupo de vendedores, es la ciudad de Guatemala
donde se concentra el mayor número de agentes comisionistas, agentes
viajeros, agentes de seguros, etc., al mismo tiempo que cuenta con un
número bastante alto de vendedores ambulantes y buhoneros, dependien-
tes, empleados de mostrador, etc.
Para que pueda tenerse una idea más completa de la composición
que tiene la población económicamente activa de la ciudad de Guate-
mala, he aquí un Cuadro por Posición ocupacional de la población:

000 .
254 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 29

POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA DE LA CIUDAD DE


GUATEMALA POR POSICIÓN OCUPACIONAL
1964

Por au Fami"
Ocupación .
Total Patrono Empleado c%ienia liar u
otro

1 Profesionales, técnicos y
similaies 17 480 820 14 080 1600 980

2 Industriales, comercian-
tes, administradores, ge-
rentes y empleados de
categoría directiva 10 840 3 900 2 980 3 740 220

3 Oficinistas y similares 18 220 120 17 660 260 180

4 Vendedores y similares 18 220 660 8 280 7 460 820

5 Agricultores, pescadores,
cazadores, madereros y
similares 6 860 740 4 280 1540 300

6 Trabajadores en ocupa-
ciones de minas y can-
teras 100 80 20

7 Trabajadores en opera-
ciones de transporte 10 540 80 8 600 1680 180

8 Artesanos, operarios, y
otros obreros calificados 60 920 2 500 42 900 13 860 1660

9 Trabajadores manuales
y jornaleros N.E.O.C. 9 460 8 760 620 80

10 Trabajadores en servi-
cio y asistencia, y simi-
lares 45 060 320 42 040 2 360 340

11 Ocupaciones ignoradas
o no bien definidas 3 500 40 3 060 320 80

TOTAL 201200 9 180 152 720 33 460 4 840

Fuente: Dirección General de Estadística, Pobleurión de la ciudad de


Guat€^nala« Censo 1964.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 255

En el "Diagnóstico" del Consejo Nacional de Planificación Econó-


mica se indica que un total de 1 540 establecimientos industriales "de
la Región Central" ocupaban 39 000 personas. La cifra de 42 000 "em-
pleados" del grupo ocupacional de "artesanos, operarios y otros obreros
calificados" parece tener cierta congruencia con la cifra dada por el
"Diagnóstico", aunque en el caso del Censo se refiere a la ciudad de Gua-
temala y no a "la Región Central", que tradicionalmente ha significado
un área mucho mayor.
Si se recuerda la observación que hicimos antes, al referirnos al
gi'upo de trabajadores en servicios y similares, se encontrará un mayor
respaldo a nuestra observación teniendo en cuenta que, según el Censo
de 1964, del total de 42 040 personas del subgrupo "empleados", las
mujeres representan un subtotal de 33 460 personas, o sea, el 79.6%, las
cuales indudablemente tienen ocupación en las actividades mencionadas.
El número de personas que tienen catcgoria de artesanos es bas-
tante alto en la ciudad de Guatemala. Indudablemente, las 13 860 per-
sonas que aparecen en el subgrupo "por su cuenta" del grupo de arte-
sanos, operarios y otros obreros calificados, son artesanos propiamente
dichos, a los que habría que agregar las 1 660 personas del subgrupo
"familiar u otro", ya que es de suponer que dichas personas están aso-
ciadas a la actividad de los artesanos.
Parece, por otra parte, que también habría que sumar a esta cate-
goría las 2 500 personas que aparecen en el subgrupo "patronos", ya que
tratándose del grupo de artesanos, operarios y otros obreros calificados,
seguramente se trata de propietarios de industrias artesanales, en las
que ellos mismos participan en la producción, junto a otras personas que
son sus operarios, siendo, por tanto, artesanos unos y otros, en un sen-
tido estricto de la palabra, ya que no puede considerárseles patronos,
en la acepción que el término tiene cuando se trata de propietarios de
establecimientos fabriles propiamente dichos.
De esta manera, en las actividades industriales artesanales encon-
traríamos vinculadas un total de 18 020 personas, o sea, el 9 por ciento
de la población económicamente activa de la ciudad de Guatemala. Es
una proporción bastante alta, pero no puede extrañar si tenemos en
cuenta el nivel de desarrollo económico de nuestro país, en el que queda
enmarcada la principal de sus ciudades.
256 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 30

CIUDADES DE GUATEMALA. POBLACIÓN EN 1950 Y 1964

N? Ciudad Departamento Pobl ación Incremento


1950 1964 %

1 Guatemala Guatemala 284 922 573 254 101.19


2 Aniatitlán Guatemala 6 761 12 253 81.23
3 El Progreso El Progreso 2 427 3 374 39.01
4 Antigua Gua-
temala Sacatepéquez 10 744 13 907 29.43
5 Chimaltenango Chimaltenango 6 136 9 278 50.98
6 Tecpán Gua-
temala Chimaltenango 3 451 5 370 55.60
7 Escuintla Escuintla 9 746 25 482 161.46
8 Cuilapa Santa Rosa 2 685 4 001 49.01
9 Solóla Solóla 3 311 4 897 47.90
10 Totonicapán Totonicapán 6 403 7 963 24.36
11 Quezaltenango Quezaltenango 27 696 43 599 57.41
12 Coatepeque Quezaltenango 6 272 14 530 131.66
13 Mazatenango Suchitepéquez 11032 19 535 77.07
14 Retalhuleu Retalhuleu 9 209 14 702 59.64
15 San Marcos San Marcas 4 703 6 611 40.56
16 San Pedro Sa-
catepéquez San Marcos 6 081 9 283 52.65
17 Malacatán San Marcos 2 225 4 237 90.42
18 Huehuetenango Huehuetenango 6 188 10171 64.36
19 Sta. Cruz del
Quiche Quiche 4 211 6 555 55.66
20 Salamá Baja Verapaz 2 760 4 439 60.83
21 Rabinal Baja Verapaz 2 743 3 320 21.03
22 Cobán Alta Verapaz 7 917 10160 28.33
23 Flores El Peten 1574 1510 4.06
24 Puerto Barrios Izabal 15 332 22 252 45.13
25 Zacapa Zacapa 8 281 11549 39.46
26 Chiquimula Chiquimula 8 814 14 693 66.70
27 Jalapa Jalapa 6 494 10 309 56.33
28 Jutiapa Jutiapa 5163 7 633 47.84

TOTAL 473 381 874 867 84.81

Fuente: Dirección General de Estadística.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 267

Cuadro 31

VILLAS DE GUATEMALA Y POBLACIÓN EN 1950 Y 1964

N9 VUla Departamento Pobl ación Incremento


1950 1964 %

1 San Juan Saca- Guatemala 3 658 5 358 4?.47


tepéquez
2 Villa Nueva Guatemala 3 018 7 334 143.01
3 Villa Canales Guatemala 1381 2411 74.58
4 San Martín
Jilotepeque Chimaltenango 2 117 2 930 38.40
5 Patzún Chimaltenango 5 103 6 726 31.80
6 Patzicía Chimaltenango 5 021 6 259 24.65
7 Zaragoza Chimaltenango 2 779 3 296 18.60
8 La Gomera Escuintla 392 1336 240.81
9 Chiquimulilla Santa Rosa 3 499 5 449 55.74
10 Guazacapán Santa Rosa 3?6 3 933 16.84
11 Momostenan go Totonicapán 4 986 3 172 36.38
12 Salcajá Quezaltenango 3 290 5 317 61.61
13 San Juan Os-
tuncalco Quezaltenango 3 462 5 062 46.21
14 Cuyotenango Suchitepéquez 2 160 3 204 48.33
15 Samayac Suchitepéquez 2 978 3 775 26.76
16 San Antonio
Suchitepéquez Suchitepéquez 2 284 3 898 70.66
17 San Felipe Retalhuleu 2 336 2 923 25.12
18 Tejutla San Marcos 824 995 20.75
19 Chiantla Huehuetenango 556 2 150 286.69
20 Sto.Tomás Chi-
chicastenango Quiche 1622 3 580 120.71
21 Jayabaj Quiche 1260 2 720 115.87
22 Cubulco Baja Verapaz 1162 1560 34.25
23 San Cristóbal
Verapaz Alta Verapaz 2 846 4 440 56.00
24 San Pedro
Carcha Alta Verapaz 2 388 3 683 64.84
25 Gualán Zacapa 2 898 4 457 53.79
26 Jocotán Chiquimula 1088 1907 75.27
27 Esquipulas Chiquimula 2 844 5 192 82.55
28 Quezaltepeque Chiquimula 1515 2 550 68.31
29 Mataquescuintla Jalapa 2 268 2 579 13.71
30 Asunción Mita Jutiapa 4 015 6 367 58.58

TOTAL 77116 114 563 67.31 ;,

Puente: Dirección General de Estadística.


258 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 32

SUPERFICIE, POBLACIÓN Y DENSIDAD MEDIA DE POBLACIÓN


POR DEPARTAMENTO, 1S50 y 1964

Superficie Mulares habilanles


^"^^res naoiianies ^°'
Depariamento
km 2 j^^^
^^^^Km!^2^
1950 1964 1950 1964

REPÚBLICA: 108 889 2 791 4 210 26 39

Guatemala 2 126 439 778 206 366


Pi-ogreso 1 922 48 66 25 34
Sacatepéquez 465 60 79 129 170
Chimaltenango 1979 121 162 61 82
Escuintla 4 384 124 252 28 57
Santa Rosa 2 955 110 160 37 54
Solóla 1061 83 109 73 102
Totonicapán 1 061 99 143 93 134
Quezaltenango 1951 184 266 94 136
Suchitepéquez 2 510 124 181 50 72
Retalhuleu 1856 67 113 36 61
San Marcos 3 791 233 328 61 87
Huehuetenango 7 400 200 285 27 39
Quiche 8 373 175 255 21 30
Baja Verapaz 3 124 66 96 21 31
Alta Verapaz 8 686 190 263 22 30
Fetén 35 854 16 28 0.4 0.8

Izabal 9 033 55 114 6 13


Zacapa 2 680 70 99 26 37
Chiquimula 2 376 113 145 47 61
Jalapa 2 063 75 99 36 48
Jutiapa 3 219 139 189 43 59

Fuente: Censo de Población de 1964.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 259

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GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 281

Cuadro 35
GUATEMALA: POBLACIÓN ECONÓMICAMENTE ACTIVA
DE 7 Y MAS AÑOS DE EDAD, SEGÚN SEXO
Y GRUPOS DE OCUPACIÓN, 1964

Ocupación Toial % HombrM % Mui«rM %


Todas las ocu-
paciones 1 317 140 100.0 1 150 580 87.4 166 560 12.6

1 Pr*of€'SÍOTlñl&S t^C-
nicas y similares 30 600 2.2 18 700 61.1 11 900 38.9

2 Industriales, co-
merciantes, admi-
nistradores y ge-
rentes y emplea-
dos de categoría
directiva 24 700 1.9 18 040 73.0 6 660 27.0

3 Oficinistas y simi-
lares 27 780 2.1 19 700 70.9 8 080 29.1

4 Vendedores y si-
milares 54 400 4.2 38 860 71.4 15 540 28.6

5 Agricultores, pes-
cadores, cazadores,
madereros y simi-
lares 848 660 64.5 829 860 97.8 18 800 2.2

6 Trabajadores en
ocupaciones de mi-
nas y canteras 2 420 0.2 2 360 97.5 60 2.5

7 Trabajadores en
ocupaciones de
transporte 23 960 1.7 23 740 99.1 220 0.9

8 Artesanos, opera-
rios y otros obreros
calificados 178 480 13.6 143 530 80.4 34 990 19.6

9 Trabajadores ma-
nuales y jornale-
ros n.e.o.c. 32 120 2.4 29 700 92.5 2 420 7.5

10 Trabajadores de
servicio o asisten-
cia o simUares 87 260 6.7 20 180 23.1 67 080 76.9

11 Ocupaciones igno-
radas o no bien
definidas 6 760 0.5 5 860 86.7 900 18.3

Fuente: Censo de Población de 1964.


I
CAPÍTULO VIH

LA TIERRA

t
I

Capítulo VIII

la tierra

1. Algunos antecedentes históricos


Según el conocido investigador Sylvanus Morley, los Mayag
campesinos se asentaban en parcelas de 4 a 5 hectáreas en las
que cultivaban maíz. A los dos o tres años los rendimientos ba-
jaban; durante un año o dos más los campesinos trataban de
paliar el problema ampliando la superficie de siembra, pero al
cabo de 5 o 6 años tenían que abandonar las tierras. Se des-
plazaban las familias mayas a otras zonas de tierras vírgenes
y se abría de nuevo el ciclo descrito.
Esta teoría es objetada por Wolf, quien sostiene que al lado
de la agricultura trashumante debió existir entre los Mayas una
forma de agricultura estable de carácter comunal. Wolf arguye
que de otro modo no puede explicarse la existencia de tan nume-
rosos centros religiosos, cuyos vestigios son motivos de admi-
ración, ya que con una agricultura del tipo descrito la población
se habría encontrado dispersa y no hubiera estado dispuesta a
aceptar o a depender de un centro de control. Pero como ese
control lo tuvieron los sacerdotes mayas durante 8 siglos, "es
mucho más probable que los Mayas hayan conocido un sistema
de cultivo intensivo compatible con la existencia de centros de
control estables".^
1 Eric Wolf, Sons of the shaking earth. The pe<ypté of México mná OnmUmmIm
(thcir land, history and culture). Phoc-nix, 1950,ciUdo por S. S«nti«. "hm eonmunantét 4«
villasre che* les Incas, les Azteques et les Mayas", "L« P«wW«", N* 111, (PaHs agosto
1965).
266 ALFREDO GUERRA BORGES

La base de la sociedad ma^ya era una especie de comunidad


de aldea en la que se desconocía la propiedad privada de la tierra.
La comunidad daba a los individuos un simple usufructo tem-
poral de la tierra. Los miembros de la comunidad tenían que
pagar un tributo (parte de la cosecha, de la caza y de la pesca),
y además tenían que hacer prestaciones personales (jomadas
de trabajo en las tierras del señor, en la construcción de tem-
plos, etc.). Tales prestaciones tenían "carácter claramente
sei-viF'.^
En relación a la situación que encontraron los conquistado-
res españoles en el siglo XVI, apunta el licenciado Valentín
Solórzano que **la propiedad individual de la tierra solamente
se conoció en las llamadas tierras de jefes y caciques, así lo ase-
gura Bernal Díaz Por otra parte, existían en ma-
del Castillo.
yoría las tierras de comunidad, con una organización muy seme-
jante a la del 'calpulli' azteca. La explotación de la tierra se
. .

hacía en forma comunal y con un régimen organizado en la di-


visión del trabajo. Por algunos vestigios. parece haber exis-. .

tido un tipo de tierras dedicadas al cultivo comunal y cuyo pro-


ducto se destinaba al culto y a la guerra. Los esclavos traba-
jaban en las tierras de los señores. ."^ .

Con la conquista española el cuadro cambió fundamental-


mente, aun cuando diversas formas precolombinas de tenencia
de la tierra se mantuvieron, no solamente a lo largo de la Co-
lonia, sino también una parte del período independiente, en el
siglo XIX.
Tras la derrota militar de los indígenas, vino la destrucción
de sus siembras para obligarlos a someterse. Los primeros años
fueron terribles para los pueblos indígenas, por la brutalidad
salvaje con que se les trató. La defensa de los indios la inició
la Orden de los Dominicos, que era la Orden aliada de la Corona,
cuyos intereses habían entrado en pugna con los de los primeros
pobladores de nuestros territorios. El general de la Orden, Fray
Francisco de Loayza, era el confesor de Carlos V. Las Leyes
Nuevas u Ordenanzas de Barcelona, promulgadas en 1542, fue-
ron fruto de la polémica en defensa de los indios, cuyo principal
representante fue Fray Bartolomé de las Casas, de la orden de
los dominicos.
Las instituciones típicas del período Colonial fueron la enco-

2 Santis, 06. cit., p. 87,


3 Valentín Solórzano, HintoHa de la evolución económica de Guatemala, (México:
1947), p. 18.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 267

mienda y el repartimiento. Nos referimos a instituciones que


de una forma u otra tiene^n relación con la explotación de los
indios y las tierras.
De acuerdo con el historiador Severo Martínez, la enco-
mienda significó una cosa desde el descubrimiento de América
hasta 1542, y otra muy distinta desde entonces hasta finales
del siglo XVIII, cuando desapareció.
El término repartimiento tuvo cinco acepciones distintas
que correspondieron a cambies en el contenido real de las insti-
tuciones, o bien porque en forma colateral a dicha mutación sur-
gieron instituciones secundarias que se designaban con el mis-
mo vocablo.
Encomienda y repartimiento existieron asociados en el pri-
mer período: se reimrtían tierras e indios a los conquistadores, i/
y se encomendaba a éstos la evangelización de aquéllos. En
realidad, el reparto de tierras e indios se justificaba con la fór-
mula de que éstos eran encomendados. Se les enseñaba el evan-
gelio para que ganaran el cielo, y bien ganado lo tenían, pues
en esta tierra pasaban por el purgatorio y el infierno juntos.
Después de las Leyes Nuevas se autorizó solamente el re-
parto de tierras, sin concederse ningún derecho sobre los indios.
La encomienda quedó transformada en la concesión, otorgada
por la Corona en favor de particulares, de los tributos de uno
o varios pueblos de indios. Las últimas encomiendas se extin-
guieron en Guatemala hacia 1730. En 1665 había 72 encomien-
das que rentaban a sus posedores la suma de 80 000 ducados
anuales.
De acuerdo con la legislación colonial los indios tenían que
tributar anualmente para el rey. Hacia España Iba, pues,
una parte del fruto de su trabajo, sobre todo en la tierra. Los
puebles que tributaban para el rey se conocían como pueblos
realengos.
Estaban también los pueblos de encomienda o simplemente
encomiendas, que tributaban para el encomendero. La encomien-
da era por una vida: la del conquistador o de los primeros co-
lonos, pero por gestiones de sus descendientes se obtuvieron
encomiendas en segunda vida, en tercera vida, etc., hasta el año
antes indicado.
Según la legislación colonial, los pueblos de encomienda
debían hallarse lejos de las tierras del encomendero, cuando éste
las poseyera, que era bastante frecuente. En la práctica, los
encomenderos-terratenientes procuraron que sus fincas estu«
268 ALFREDO GUERRA BORGES

vieran cerca del pueblo de encomienda, porque eso fadlitaba


pactar con los indios para que no pagaran el tributo en especie,
como lo disponía la ley, sino en trabajo. Tampoco podían los
encomenderos tasar y cobrar los tributos que les correspondían,
pero también en este aspecto fue burlada la legislación, ya que,
cuando la finca o hacienda del encomendero era vecina del pue-
blo de encomienda, su cercana presencia le permitía violar la ley.
Dos formas de repartimiento nos interesa destacar en esta
obra: el repartimiento de tierras, que encontramos después que
las Leyes Nuevas abolieron la forma anterior de repartimiento;
y el repartimiento únicamente de indígenas. La investigación
histórica de la relación del hombre con la tierra en la situación
actual de Guatemala, nos lleva hasta los años de la Colonia.
Vivimos su herencia.
Las Leyes Nuevas establecieron la libre contratación de la
mano de obra de los indios, mediante **justa remuneración**,
pero la propia Corona, mediante autorizaciones especiales, abrió
el camino para la no libre contratación. No se volvió a la escla-
vitud de los primeros años, pero tampoco quedaron los indígenas
como trabajadores libres. Lo característico del período colonial
fue el régimen de servidumbre que se estableció y se consolidó
durante el mismo.
Hacia mediados del siglo XVI comenzaron a llegar a Gua-
temala reales provisiones autorizando la repartición de los indí-
genas por temporadas, con el fin de cubrir las necesidades de
mano de obra de las fincas de los españoles. Hacia 1580 se había
consolidado y legalizado el sistem.a, y duró hasta fines de la
Colonia. El repartimiento de indios fue un sistema de trabajo
forzado en las fincas, por el término de una semana, de tal
modo que en el curso del mes trabajaran en la finca la totalidad
de los indios repartidos. La rotación tenía en cuenta además
la necesidad de que los indios trabajaran también en las tierras
para tributar y en las tierras donde obtenían sus medios de
subsistencia.
Aunque las leyes disponían que los indios no debían ser
enviados a trabajar lejos de sus pueblos, en la práctica esta
disposición tampoco fue acatada. Al repartimiento de indios
del altiplano, que se mandaba a trabajar en las tierras bajas de
la costa, se le llamó mandamiento, y con este nombre perduró
más aHá del período colonial.
Se puede advertir fácilmente que el actual sistema de reclu-
tamiento de mano de obra migratoria en las regiones del alti-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 269

plano, tiene una larga tradición. No queremos decir con ello


qu« el uso de esa mano de obra tenga ahora las mismas caracte-
rísticas que «n el período colonial, ni siquiera en las últimas
I décadas del siglo XIX, a que habremos de referirnos más ade-
lante. Durante la Colonia o en el siglo XIX, el uso dei mano de
obra indígena del altiplano en labores agrícolas en las tierras
bajas, tenía un carácter compulsivo. En la actualidad, un mayor
desarrollo económico del país determina que los trabajadores
migratorios bajen a trabajar a la costa y bocacosta, en busca
de un ingreso monetario que complemente el producto que obtie-
nen de sus pequeñas parcelas. En el marco de la economía
natural predominante en el período de la Colonia y en el siglo
pasado, el incentivo de un salario no era suficiente para deter-
minar el desplazamiento de la mano d^ obra indígena. En la
actualidad, la necesidad de un ingreso monetario impulsa al
campesino indígena a trabajar en las fincas de café, algodón
y otros cultivos. Así pues, las raíces históricas de la migración
de mano de obra en Guatemala se hunden en los siglos de la
Colonia, pero han cambiado las modalidades y los incentivos de
tal migración.
Al llegar el período de vida independiente, se encuentra en
la legislación de tierras el sello de un pensamiento burgués pro-
gresista, inspirado en las ideas que¡ la Revolución francesa di-
fundió con su ejemplo magnífico. La primera ley sobre tierras
dictada por la Asamblea Constituyente el 27 de en€ro de 1825,
asentaba que el corto número de propietarios de tierras es una
de las causas del atraso de la agricultura, a la que consideraba
"la primera fuente de riqueza pública", y disponía: "Todas las
tierras baldías, que no han sido antes concedidas a persona al-
guna, o que habiéndolo sido, han vuelto al dominio del Estado,
se reducirán a propiedad particular. destinándolas al uso y
. .

cultivo que más les acomode, pero no será permitido tenerlas


incultas o sin uso, pasado el término de dos años desde la adju-
dicación, pudiendo en €ste caso pasar a segundo dueño, y devol-
viéndose al primero las cantidades que haya exhibido en virtud
de la composición".'* El precio mínimo que se fijaba para la
adquisición de una caballería (45 hectáreas), era de doce reales
y el máximo cuatro pesos, según la fertilidad de las tierras. La
ley, sin embargo, mantenía la legislación colonial en cuanto a

4 Julio César Méndez Montenegro, "444 años de legislación aerarla. 1518-1957",


Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociatra, (Guatemala: en«ro-d{ciembr«
1960), p. 89.
270 ALFREDO GUERRA BORGES

tierras de ejidos y pastos comunes de las ciudades, villas y pue-


blos, que se acostumbraba dar en arrendamiento bajo el sis-
tema llamado de censo enfitéutico.
La revolución liberal de 1871 imprimió un fuerte impulso
a entrega de tierras en propiedad privada. La política agra-
la
ria del general JustoRufino Barrios tenía la finalidad de crear
numerosos agricultores medios que impulsaran el desarrollo
económico del país, poniendo en producción extensas regiones.
Para ilustración de lo dicho pueden ponerse algunos ejemplos
interesantes.
En
1873 se dispuso enajenar terrenos baldíos por lotes de
una a cinco caballerías (45 a 225 hectáreas), en regiones de
tierras fértiles como son Costa Cuca y El Palmar, en la región
sur-occidental del país. La caballería era vendida a 500 pesos
cada una, salvo que estuvieran cultivadas con anterioridad a la
obtención del título de propiedad, en cuyo caso se vendían a
200 pesos. Según la ley debía 'entenderse "por terrencs culti-
vados solamente aquellos en que se halle alguna de las planta-
ciones siguientes: café, caña de azúcar, zacatón y cacao".^
Es importante el decreto 170, emitido el 8 de enero de 1877,
pues remidió los capitales representativos del valor del dominio
directo de los terrenos concedidos en enfiteusis. El prim-er
Considerando de la ley indica "Que el contrato de censo enfi-
téutico, tanto por su origen anticuado, como por las condiciones
especiales en que se funda, es una institución que no está en
armonía con los principios económicos de la época. ." agre-
. ;

gando que "si bien la enfiteusis ha facilitado el repartimiento de


la propiedad raíz poniéndola al alcance de los que de otra suerte
no habían podido adquirirla. .", por la naturaleza misma de la
.

enfiteusis creaba limitaciones y trabas que "producen necesaria-


mente un obstáculo que impide la libre transmisión de la propie-
dad, dando por resultado el decrecimiento de su valor y la falta
de estímulos para mejorarla en beneficio de la agricultura. ."^ .

El decreto 224, promulgado el 26 de octubre de 1878, tenía g


por finalidad el desarrollo de la ganadería en los departamentos
del Peten, Izabal, Zacapa y Alta Verapaz; y el 218, emitido el
22 de agosto de 1878, estableció derechos a favor de los que se
dedicaren al cultivo de la zarzaparrilla, hule y cacao.
Al parecer, la distribución de tierras fue aprovechada por
algunos para hacerse propietarios de grandes extensiones, a
132.
'
I
"
5 Ibid., p.
6 Ibid., p. 133.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 271

pesar de las disposiciones legales que fijaban un tamaño medio


por finca. Tal puede deducirse, por ejemplo, de los conside-
randos del Decreto 416, emitido el 20 de noviembre de 1888 por
el Presidente Barillas, en los que se dice "Que si bien el De-
creto Número 224 tuvo por mira el fomento de la industria ga-
nadera, su aplicación por espacio de diez años ha hecho conocer
en la práctica que lejos de obtenerse los buenos resultados que
se esperaban han traído inconvenientes que es preciso subsanar",
disponiendo que 'Toda concesión de terrenos baldíos, así para
la crianza d-e ganado como para todo otro objeto. no podrá
. .

exceder de treinta caballerías a favor de la misma persona. ."^ .

Por su parte, el Presidente Reyna Barrios, en Decreto 493


del 9 de febrero de 1894, consideró "Que el número de treinta
caballerías fijado por acuerdo de 11 de diciembre de 1891 como
máximum de las que puede adquirir cada persona, es por hoy
excesivo, atendiendo al grado de adelanto del país, al crecido
número de individuos que desean dedicarse a la agricultura y
a la división proporcionada que debe hacerse de la propiedad. .", .

estableciendo, por tanto, que "El máximum de la superficie que


puede adjudicarse a una sola persona, será de quince caballerías,
no debiendo tramitarse solicitud alguna por mayor extensión,
aun cuando fuere presentada por des o más personas. .^ .

Hemos hecho citas un tanto extensas, pues resulta intere-


sante el pensamiento de aquellos Jefes de Estado liberales en
cuanto a limitar la concentración de tierra en pocas manos. No
obstante, el estudio de la documentación apoii:ada por la fuente
consultada, indica que la tendencia a la concentración fue más
fuerte que la ley. Sobre todo durante el gobierno de Estrada
Cabrera encontramos numerosas titulaciones de tierras cuya
muy por encima de los límites puestos por sus
extensión estaba
antecesores.
Con base en la obra de Méndez Montenegro hemos tabulado
la infcrmación proporcionada, a fin de cuantificar en forma
aproximada la adjudicación de tierras en propiedad en el período
comprendido del gobierno de Justo Rufino Barrios al de Manuel
Estrada Cabrera, o sea, unos cincuenta años. Nos parece que
es éstA la primera vez que se presentan estas cifras.

7 Ibid.. p. 211.
8 Ihid.. pp. 234 y 236.
272 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 36
ADJUDICACIÓN DE TIERRAS EN PROPIEDAD POR LOS
GOBIERNOS DE JUSTO RUFINO BARRIOS A MANUEL ESTRADA
CABRERA
Gobierno Adjudica- Caballe- Manzanas Varas
ciones rías cuadradas

Justo Rufij?,o Barrios 8 224 11 6 705.9


Manuel Lisandro Barillas 2 7 6 7 500.0
José María Reyna Barrios 385 11245 16 534.1
Manuel Estrada Cabrera 1689 15 387 57 5 487.3

TOTAL 2 084 26 863 90 20 227.3

Fuente: Elaborado con base en J. C. Méndez Montenegro, ob. cit.

Haciendo la reducción de manzanas a caballerías y de varas


cuadradas a manzanas, el total de tierras adjudicadas es de
26 864 caballerías, 28 manzanas y 227.3 varas cuadradas, equi-
valentes a 1 208 835 hectáreas, aproximadamente.
En apariencia, el movimiento de tierras en el período de
Justo Rufino Barrios parece insignificante, aunque ocurrió todo
lo contrario. Por otra parte, las cifras correspondientes al
período de Estrada Cabrera son muy altas. La explicación de lo
anterior es que los acuerdos y decretos transcritos en la fuente
consultada, no indican en todos los casos el número de personas
favorecidas ni la extensión de las tierras que les fueron adjudi-
cadas en propiedad. Como se indicó con anterioridad, la tabu-
lación de los datos tomados de la obra de Méndez Montenegro,
permite cuantif icar sólo en forma aproximada el movimiento de
tierras registrado, aunque con dicha información hemos podido
dar un gran paso. Sigue haciendo falta un estudio exhaustivo
de la información disponible en archivos para tener un cuadro
completo de lo ocurrido en ese medio siglo.
Sin el propósito de hacer conclusiones definitivas ni la pre-
tensión de caracterizar en todos sus aspectos las políticas agra-
rias seguidas, me parece indudable que en Barrios y Reyna Ba-
rrios hubo un espíritu de impulsar la producción agrícola, mien-
tras en Estrada Cabrera hubo una consolidación del latifundio, en
presencia de una Revolución liberal que no sólo había perdido
ya su impulso inicial, sino hasta había degenerado por completo.
Una observación final: nos hemos detenido a examinar
diversos aspectos sobresalientes de las i>olíticas agrarias del pe-
ríodo indicado, por situarse en éste los antecedentes inmediatos

É
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA Vtt

de la propiedad agrícola de nuestros días. El Cuadro 36 indica,


por ejemplo, que en dicho período pasaron a propiedad privada
1.2 millones de hectáreas, dato significativo si se tiene en cuenta
que el Censo agropecuario de 1950 registró un total de 3.4 mi-
llones de hectáreas de tierra en fincas.
Hasta 1952 vueve a registrarse un acontecimiento de im-
portancia en materia agraria. En ese año, el gobierno del Co-
ronel Jacobo Arbenz promulgó el Decreto 900, Ley de Reforma
Agraria. Los dos primeros artículos de la Ley caracterizan sus
objetivos en forma clara
«Articulo 19 La Reforma Agraria de la Revolución de Octu-
bre tiene por objeto liquidar la propiedad feudal en el campo y las
relaciones de producción que la originan, para desarrollar la forma
de explotación y métodos capitalistas de producción en la agricul-
tura y preparar el camino para la industrialización de Guatemala».
«Artículo 29 Quedan abolidas todas las reformas de servi-
dumbre y esclavitud, y por consiguiente, prohibidas las prestaciones
personales gratuitas de los campesinos, mozos colonos y trabaja-
dores agrícolas, el pago en trabajo del arrendamiento de la tierra
y los repartimientos de indígenas, cualquiera que sea la forma
en que subsistan.»
«El pago en especie del arrendamiento solo se permitirá en
las tierras no cultivadas y que no sean afectables por la Reforma
Agraria, no pudiendo exceder la renta del 5% de la cosecha.»
«Cuando la renta se pague en dinero en las tieiras a que se
refiere el párrafo anterior, la misma no podrá ser tampoco mayor
del 5% sobre el valor de la cosecha.»

El artículo 32 de la Ley definía en los siguientes términos


los latifundios,cuya desaparición perseguía el Decreto 900 :

«Las tierras de propiedad privada, mayores de doscientas


hectáreas, sesenta y cinco áreas y cuarenta centiáreas (seis caba-
llerías), que no estén cultivadas por sus propietarios o por cuenta
de éstos o que hayan sido arrendadas en cualquier forma o explo-
tadas por sistemas de prestaciones personales o para substituir
o completar salarios deficientes durante cualquiera de los últimos
tres años, se considerarán latifundios y deberán ser expropiadas
a favor de la Nación o a favor de los campesinos y trabajadores a
que se refiere el presente artículo. . .»

La Ley consideraba inafectables las fincas hasta de dos


caballerías, estuvieran o no cultivadas las f incy.s mayores de dos
;

caballerías y menores de seis, que estuvieran cultivadas en sus


dos terceras partes; las tierras de las llamadas Comunidades
indígenas o campesinas las tierras propias o arrendadas en que
;
^4 ALFREDO GUERRA BORGES

estuvieran asentadas empresas agrícolas con cultivos técnicos


o económicos, tales como café, algodón, citronela, té de limón,
caña de azúcar, banano, tabaco, cereales, etc., cuya producción
estuviera dedicada a satisfacer necesidades del mercado interno
o externo las tierras destinadas a pastos en las empresas gana-
;

deras y las tierras aledañas a la ciudad de Guatemala, en cinco


;

kilómetros alrededor de su perímetro; y en las cabeceras de-


partamentales y municipales, las que de mutuo acuerdo fijaran
el Depaii:amento Agrario Nacional y la Municipalidad corres-
pondiente, temando en cuenta su población absoluta y relativa.
Tampoco eran afectables las instalaciones o establecimientos
industriales o comerciales de las empresas agrícolas de particu-
lares, del Estado, de la Nación o del Municipio, así como las
granjas modelo que determinara el Departamento Agrario Na-
cional.
Las tierras de las Fincas Nacionales, que por disposición
de Constitución
la de 1945 no eran enajenables, podían ser dis-
tribuidas entre los trabajadores y campesinos que las solicitaran,,
recibiéndolas en usufructo vitalicio.
Una vez concluido el procedimiento de expropiación de tie-
rras, se cubría su importe con **Bonos de la Reforma Agraria'%
fijando el valor de la tierra expropiada con base en el informe
de la Oficina Revisora de la Matrícula Fiscal. Les Bonos tenían
una tasa de interés del 3 por ciento, pagadero en anualidades
vencidas, y el plazo máximo para su pago total era de veinticinco
años, teniendo las distintas series plazos diferentes de venci-
miento. El agente financiero era el Banco de Guatemala.
Para evitar una reconcentración de la tierra, la Ley dis-
ponía que la que fuera distribuida conforme la Reforma agraria
no podía ser enajenada ni embargada durante un término no
mayor de 25 años. Sin embargo, se autorizaba darla en arren-
damiento.
Promulgada la Ley el 17 de junio de 1952, las primeras
expropiaciones de tierras tuvieron lugar en enero de 1953. AI
31 de diciembre de ese año "se habían afectado 569 fincas que
poseían un total de 897 miles de manzanas, de las cuales se expro-
piaron 475 miles de manzanas con un valor de 4 423.6 miles de
Quetzales, al mismo tiempo que se declararon inaf ectables de las
propias fincas, 422 miles de manzanas con un valor de 7 538.8
."»
Quetzales. .

9 José Luis Paredes Moreira, Reforma agraria, una experiencia en Guatemala,.


(Guatemala: agosto de 1963), p. 64.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA i75

Según Paredes Moreira, en total fueron adjudicadas 866


344 manzanas (equivalentes a 606 440 hectáreas). Y según el
Capitán Manuel Antonio Montenegro, que fue Director de Asun-
tos Agrarios con posterioridad al derrocamiento del gobierno
de Arbenz, fueron beneficiadas unas 100 000 familias cam^
pesinas.
El Decreto 994, Ley Orgánica del Banco Nacional Agrario,
promulgado el 8 de julio de 1953, constituyó paso importante de
la política agraria de aquel período, ya que tenía entre sus fun-
ciones "Conceder créditos de conformidad con esta ley y los
reglamentos respectivos, para el cultivo de parcelas de tierras
otorgadas en propiedad, usufructo o arrendamiento en aplica-
ción de la Ley de Reforma Agraria, y para el cultivo de tierras
de economía poco desarrollada, menores de noventa hectáreas,
veinticinco áreas y sesenta y dos centesimos (dos caballerías),
no provenientes de la Reforma Agraria. ." .

Según Memoria del Banco Nacional Agrario de 1954, entre


noviembre y diciembre de 1953, y enero a diciembre de 1954,
fueron concedidos 36.1 miles de créditos por un monto total de
8 541.4 miles de Quetzales. De ese total, veintiséis mil créditos
fueron concedidos en el período de aplicación de la Reforma
Agraria, con un monto de siete millones de quetzales. Con
anterioridad a la creación del Banco Nacional Agrario, se prestó
asistencia financiera a los campesinos beneficiados por la L^
de Refcrma Agraria a través del Crédito Hipotecario Nacional.
En total, en el período de aplicación de la Ley se otorgaron cré-
ditos a los campesinos por un monto total de unos doce millones
de quetzales.
Después del derrocamiento del gobierno de Arbenz, la Junta
de Gobierno emitió un Estatuto agrario con fecha 26 de julio
de 1954. El Decreto 900 había sido dejado sin efecto desde antes.
El decreto 57 de la Junta de Gobierno, de fecha 20 de agosto de
1954, restituyó al patrimonio del Estado las tierras de Fincas
Nacionales que habían sido distribuidas a los campesinos con-
forme el Decreto 900.
El instrumento jurídico principal de la nueva política agra-
ria, fue promulgado el 25 de febrero de 1956. Se trata del De-
creto 559, Estatuto agrario, que estuvo en vigencia hasta ser
sustituido por el Decreto 1551, Ley de Transformación Agraria,
promulgado el 17 de octubre de 1962. Esta última ley constituye,
en realidad, casi la misma cosa que el Estatuto agrario, de modo
que su emisión puede comprenderse solamente como una medida
2T6 ALFREDO GUERRA BORGES

dictada por conveniencia política del gobierno del general Ydí-


goras Fuentes.
La forma principal de dotación de tierras en la nueva
legislación, es el establecimiento de Zonas de Desarrollo Agrario,
establecidas en los inmuebles rústicos habilitados para tal efecto.
El Estatuto Agrario asentó en su artículo 11:

«Las Zonas de Desarrollo Agrario se establecerán, de prefe-


rencia, en las grandes extensiones inexplotadas y además en los
siguientes inmuebles:

a) Los terrenos ociosos propiedad de la Nación;


b) Las fincas o haciendas nacionales que fueren explotadas
en forma defectuosa o ineficiente; y
c) Las tierras de particulares que por cualquier título adquiera
el Estado después de la emisión de esta ley.»

Por su parte, la leyde Transformación Agraria en su


artículo 40, define las Zonas de Desarrollo Agrario como:

«aquellas áreas del territorio nacional de gran extensión, suscep-


tiblesde una profunda transformación de sus condiciones econó-
micas y sociales, que exigen para su ejecución obras y tn^bajos
complejos que superando la capacidad privada hacen necesario
el apoyo técnico, financiero y jurídico del Estado.»

En SU tiempo, el gobierno del general Ydígcras Fuentes se


interesó en destacar como una innovación notable de su legisla-
ción elllamado Patrimonio familiar, que viene a ser una par-
cela áo extensión suficiente para satisfacer las necesidades de
una familia campesina, sin tener que acudir a empleo de asala-
riados más que circunstancialmente, por exigencias estacionales
d¿l cultivo. Según lo dispone el artículo 75 del Decreto 1551

«La extensión superficial del Patrimonio será variable y se


determinará oportunamente por el Instituto, de acuerdo con las
condiciones de cada zona o región del país, pero tal extensión en
ningún caso será menor de veinte hectáreas.»

Además de las Zonas de Desarrollo Agrario se han esta-


blecido los llamados Microparcelamientos, en aquellas fincas
que por su extensión o por otros motivos no dan lugar a esta-
blecer dichas Zonas y las Lotif icaciones urbanas, que son áreas
;

contiguas a los poblados que se destinan a construcción de vi-


viendas.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 277

Desde 1955 hasta mediados de 1966, el número de beneficia-


dos con tierra en propiedad era de 25 524. La extensión d^ las
tierras distribuidas era de 161 582 hectáreas. La entrega de
tierras alcanzó un máximo en 1967, cuando se repartieron 9 568
parcelas, y luego decayó en los años siguientes.
Según datos del Instituto Nacional de Transformación
Agraria, desde julio de 1966 hasta el 31 de diciembre de 1967
se dieron títulos de propiedad a 1 252 personas.
El 4 de agosto de 1966 el gobierno de Julio César ?Iéndez
Montenegro decidió que las Fincas Nacionales que aun estaban
en manos del Estado o de entidades bancarias estatales, fueran
traspasadas a cooperativas de trabajadores agrícolas. Las fin-
cas comprendidas por esta disposición, son las siguientes:

Cuadro 37

GUATEMALA: FINCAS NACIONALES QUE PASABAN A


COOPERATIVAS AGRÍCOLAS

Finca Municipio Deparlamenio

Chuchuapa N9 4 Santa María Ixhuatán Santa Rosa


Chimax y anexos Cobán Alta Verapaz
Campur N9 53 San Pedro Carcha Alta Verapaz
Morelia Santa Sofía San Pedro Yepocapa Chimaltenango
Chocóla N9 22 San Pablo Jocopilas Suchitepéquez
Camelias Xolhuitz Nuevo San Carlos Retalhuleu
Candelaria Xolhuitz Nuevo San Carlos Retalhuleu
Edén Xolhuitz Nuevo San Carlos Retalhuleu
Mercedes N9 39 Colomba Quezal tenango
Pensamiento Palmira Colomba Quezaltenango
La Montaña N9 50 Malacatán San Marcos
La Isla, anexo Chimax Santa Cruz Verapaz Alta Verapaz
Chipoip, anexo Chimax San Pedro Carcha Alta Verapaz
La Providencia San Cristóbal Verapaz Alta Verapaz
Saxoc N9 60 Cobán Alta Verapaz
San Vicente Lanquín Alta Verapaz
Sacsuhá N9 68 Panzós Alta Verapaz
El Carmea Tajumulco Malacatán San Marcos
La Fortuna, anexo Chocóla San Pablo Jocopilas Suchitepéquez
El Carmen Villa Seca San Andrés Villa Seca Retalhuleu
Chirripex N9 134 Cobán Alta Verapaz
Candelaria Panán N9 135 San Miguel Panán Suchitepéquez
La Montañita San Agustín Acasaguastlán El Progreso
El Engaño, anexo Chocóla San Miguel Panán Suchitepéquez
El Cacahuito Taxisco Santa Rosa
Las Cabezas Oratorio Santa Rosa

Fuenle: Instituto Nacional de Transformación Agraria.


278 ALFREDO GUERRA BORGES

Desde la decisión tomada por el gobierno, se han entregado


a Cooperativas las fincas siguientes El Cacahuito, Las Cabezas,
:

Campur, Chirrip&c, Chipoip, San Vicente y Saxoc. El INTA


proyectaba entregar en 1969 las siguientes: Camelia Xolhuitz,
La Montaña y El Carmen Villa Seca.
Las familias beneficiadas sumaban 949, distribuidas así:
en Chirripec, 140 en Saxoc, 113 en San Vicente, 77 en Campur,
; ; ;

209 en Chipoip, 34 en Las Cabezas, 173 y en El Cacahuito, 203.


; ;
;

2. Los Censos Agropecuarios

En Guatemala se han levantado dos Censos agropecuarios:


el primero en 1950 y el segundo en 1964. Los dos censos se han
realizado sobre conceptos y definiciones comparables internacio-
nalmente. A iniciativa de la FAO se promovió el Censo Mun-
dial Agropecuario de 1950 en el que participaron 106 países y
territorios. La de conceptos sujetos a investigación y sus
lista
clasificaciones preparadas por la FAO, fueron las que sirvieron
de base al Programa del Censo agropecuario de América de
1950, aprobado por la Comisión de Mejoramiento de las Esta-
dísticas Nacionales del Instituto Interamericano de Estadística
(lASI). El II Censo Agropecuario Nacional utilizó los concep-
tos y definiciones del Programa del Censo Mundial Agropecua-
rio de 1960, el Programa del Censo de América y el Plan Censal
del Subcomité de Coordinación Estadística del Istmo Centroame-
ricano. Se han tenido en cuenta la realidad y las necesidades
del país.
El año agrícola, para fines censales, comprende el período
comprendido de 1^ de mayo de 1963 al 30 de abril de 1964. Al-
gunas informaciones, sin embargo, no se ajustan a ese período
uniforme debido a su propia naturaleza: a) existencia de ga-
nado, aves de corral y colmenas; b) productos pecuarios; y
c) equipo y vehículos agrícolas. La etapa de ejecución del Censo
de 1964 tuvo lugar del 18 al 26 de abril de dicho año. En 1968
se publicó un primer tomo, con la información relativa a las
características generales, la concentración y tenencia de la tierra.
Como parte de los trabajos censales, se realizó por primera
vez un Estudio Post-enumerativo con el objeto de llegar a cal-
cular estadísticamente el nivel de cobertura, así como la calidad
de les datos reunidos en los tres Censos de 1964 El Agropecua-
:

rio, el de Población y el de Vivienda. En junio de 1965 publicó


la Dirección General de Estadística un folleto especial, **Estu-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 279

dio Post-enumerativo Censal 1964*', que contiene las bases meto-


dológicas usadas en la referida investigación, así como sus re-
sultados. Oficialmente se consideran satisfactorios los resul-
tados.
De acuerdo con el citado Estudio, el porcentaje de omisión
de la superficie de tierra en fincas fue de 5.1 por ciento, con un
error standard de 3.0 por ciento, o sea, que hay una probabi-
lidad de 95.0 por ciento de que el porcentaje de omisión haya
estado comprendido entre 0.0 y 11.1 por ciento. La cobertura
del Censo Agropecuario de 1959 de los Estados Unidos registró
un porcentaje de superficie f altante del 6.0 por ciento.
Aceptando el coeficiente de omisión censal del Estudio Post-
enumerativo, se estima que la superficie en fincas agropecuarias
está comprendida entre 5 178 031 manzanas — en el caso de to-
marse un 5.1 por ciento por omisión — ,y 5 473 637 manzanas
al hacerse el ajuste de 11.1 por ciento de omisión censal. En la
publicación hecha por la Dirección General de Estadística se
usan los resultados finales, sin ajuste por omisión cenzal, de modo
que la superficie en fincas es de 4 926 766 manzanas (3 448 736
Ha.).
Esta cifra es menor en 388 709 manzanas al dato de super-
ficie en fincas del Censo de 1950, que fue de 5 315 475 manzanas
(3 720 833 Ha.).

3. NÚMERO Y SUPERFICIE DE LAS FINCAS

En el Censo Agropecuario de 1964 se definió como finca


o unidad de explotación a todo terreno, propio o ajeno, aprove-
chado tctal o parcialmente, destinado a la producción agrope-
cuaria, independientemente de su extensión. En el I Censo Agro-
pecuario, por el contrario, se consideró como finca a todo terre-
no destinado a la producción agropecuaria que tuviera, ciuindo
menos, la extensión de una cuerda de 25 varas poi* Indo (es decir,
20.9 metros por lado, o sea 436.8 metros cuadrados). La finca
puede ser reconocida por distintas denominaciones: terreno,
granja, labor, chácara, hacienda, huerta, parcela, lote, vega,
etc.,o simplemente finca.
Cada unidad de explotación puede estar constituida por uno
o más terrenos o parcelas, a condición de que estén ubicados en
el mismo municipio y se encuentren bajo la dirección del mismo
productor, y cuando en conjunto constituyan una sola unidad
técidca.
280 ALFREDO GUERRA BORGES

Se considera que hay unidad técnica en una finca, cuando


el terreno o terrenos de que está constituida se encuentran bajo
la misma dirección o administración, utilizándose la misma mano
de obra, maquinaria e implementos agrícolas y usándose los
mismos procedimientos de cultivo.
No se definieron como fincas los terrenos dedicados con
exclusividad a la producción de artículos forestales.
De conformidad con las definiciones aquí asentadas, las
parcelas que se dieron a los mozos colonos, jornaleros, peones,
arrendatarios y usufructuarios, se consideraron como fincas
diferentes.
El número total de fincas censadas registró un incremento
de 68 657, pasando de 348 687 fincas en 1950 a un total de 417
344 en 1964. De este incremento, una parte puede imputarse
a la diferencia de conceptos usados en los Censos, y otra puede
explicarse por el aumento natural de unidades de explotación.
La superficie total de tierra en fincas en 1950 fue de 5 315
475 manzanas, equivalentes a 3 720 833 hectáreas. En 1964 la
superficie censada fue de 4 926 766 manzanas, equivalentes a
3 448 736 hectáreas. O sea, 7.3 por ciento mencs respecto a
1950. No olvidar lo que se dijo antes en relación a la omisión
censal registrada en la información sobre superficie cubierta
por las fincas.

4. Distribución geográfica de las fincas

Como puede verse en el Cuadro 38, el número de fincas


aumentó en todas las Zonas, pero su participación en el total
apenas se modificó. Para la mejor comprensión del Cuadro,
téngase en cuenta los departamentos que comprende cada Zona r

Zana centre:.!: Guatemala, Progreso, Sacatepéquez y Chimalte-


nango

Zana szr: Escuintla y Santa Rosa;


Zona G'Ccidentál: Solóla, Totonicapán, Quezaltenango, Suchitepé-
quez, Retalhuleu, San Marcos y Huehuete-
nango

Zona- norte: Quiche, Baja Verapaz, Alta Verapaz, Peten e Izabal ;

Zona oriental: Zacapa, Chiquimula, Jalapa y Jutiapa.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 281

Cuadro 38
GUATEMALA: NÚMERO Y SUPERFICIE DE LAS FINCAS
POR ZONAS GEOGRÁFICAS
(En manzanas)!

Zona Número de explotaciones Superficio


1950 % 1964 % 1950 % 1964 %
Central 51072 14.6 53 205 12.7 607 226 11.4 497 427 10.0

Sur 26 008 7.4 35 490 8.5 1 024 822 19.2 971 528 19.7

Occidental 139 439 39.9 172 508 41.3 1 396 188 26.2 1 381 646 28.0
Norte 74 418 21.3 97 443 23.3 1 531 727 28.8 1 361 250 27.6
Oriental 57 750 16.5 58 698 14.0 755 512 14.2 714 915 14.5

1 Una manzana es equivalente a 0.7 hectáreas.

Fuente: Dirección General de Estadística, Censo Agropecuario de 1964.

La relación de la tierra en fincas respecto a la superficie


total de las distintas zonas, fue la siguiente:

Cuadro 39

GUATEMALA: RELACIÓN DZ TIERRA EN FINCAS A EXTENSIÓN


TERRITORIAL TOTAL
Z o n a % Superficie en fincas

REPÚBLICA 31.6

Zona Central 53.5


Zona sur 92.5
Zona occidental 49.2
Zona norte 14.6
Zona oriental 48.3

Fuente: Dirección General de Estadística, Censo Agropecuario de 1964.

tiene un porcentaje en fincas muy bajo de-


La zona norte
bido a que departamento de El Peten apenas tiene el 0.4 por
el
ciento de la superficie en fincas. El departamento de Izabal
tiene también un porcentaje bajo (el 13.9 por ciento). Según
el Censo la totalidad del departamento de Escuintla estaría cu-

bierto por fincas, y cuatro quintas partes del departamento de


Santa Rosa (ambos componen la zona sur). En el caso de Es-
cuintla hay un error censal indudable, ya que el departamento
282 ALFREDO GUERRA BORGES

tiene una superficie de 4 384 kilómetros cuadrados, mientras el


dato de extensión de tierra en fincas es de 4 406 kilómetros cua-
drados.
La situación por departamentos es la que indica el Cuadro
siguiente

Cuadro 40
GUATEMALA: NÚMERO Y SUPERFICIE DE LAS FINCAS. POR
DEPARTAMENTOS, 1953 y 1964
(Superficie en manzanas)

Número de fincas Super f icie


Departamep>to 1950 1964 1950 1964

REPÚBLICA 348 687 417 344 5 315 475 4 926 766


Guatemala 18 352 16 985 252 367 184 985
El Progreso 5 619 6 848 125 304 102 395
Sacatepéquez 9 042 8 163 51179 41415
Chimaltenango 18 059 21209 178 376 168 682
Escuintla 10 662 17 189 649 588 630 702
Santa Rosa 15 346 18 301 375 234 340 826
Solóla 13 561 15687 56 256 54 196
Totonicapán 17 620 22672 28 512 53 324
Quezaltenango 20 292 26011 196 453 181 140
Suchitepéquez 12 735 15 367 254 110 252 763
Retalhuleu 8 943 10 545 192 969 198 310
San Marcos 34 261 40 546 324 811 285 503
Huehuetenango 32 027 41680 343 077 356 410
El Quiche 26 469 37 308 289 657 348 834
Baja Very.paz 11771 13 831 222 561 193 071
Alta Verapaz 28 571 36 892 706 353 618 451
El Peten 2 206 2 309 21439 20 890
Izabal 5 401 7 103 291 717 180 004
Zacapa 6 249 7 216 167 377 178 331
Chiquimula 16 428 17 199 126 228 135 981
Jalapa 12 091 12 854 166 294 137 426
Jutiapa 22 982 21429 295 613 263 177

Fuente: Dirección General de Estadistica, Censos Agropecuarios de 1950


y de 1964.

Como puede observarse en el Cuadro anterior, el número


de fincas aumentó en todos los departamentos, con excepción
de los de Guatemala, Sacatepéquez y Jutiapa. En algunos casos
el incremento fue importante y en otros, como el departamento
;

de Jalapa, el aumento fue de poca significación. En cuanto a


superficie, los datos muestran decrementos en gran número de
casos, pero ya se ha dicho varias veces por qué ocurre esto.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 283

5. FRAGMENTACIÓN DE LAS FINCAS


En el apartado 3 de este Capítulo se indicó que una finca
podía estar constituida por una o más parcelas, detallándose las
condiciones establecidas en el Censo agropecuario para conside-
rarlas componentes de una sola unidad de explotación. El Censo
de 1964 investigó por primera vez el número de parcelas o terre-
nos que componen las fincas guatemaltecas. El número total de
éstas fue de 417 344, pero el total de parcelas fue de 672 069, lo
que da un promedio de 1.6 parcelas por finca. Por departamen-
tos, los puntos extremos los ocuparon Retalhuleu y Suchitepé-
quez, con un promedio de 1.1 parcelas por finca; y Solóla que
registró 2.3 parcelas por unidad de explotación. En todas las
regiones y departamentos de la República se observó que predo-
minaban las explotaciones agropecuarias constituidas por una
sola parcela o terreno (el 69.2 por ciento del total de fincas).
Con base en la información censal hemos investigado los
grupos que tienen más alto promedio de parcelas por finca en
cada departamento. Los resultados son los siguientes:

Guatemala: 1.9 parcelas en las fincas de 5 a menos de 10


y de 10 a menos de 32 manzanas;
El Progreso: 2.2 en los grupos de 32 a menos de 64 man-
zanas y de 20 caballerías a menos de 50

Sacatepéquez : 3 parcelas en el grupo de 5 a menos de 10


manzanas; y 3.1 en el de 10 a menos de 32;

Chimaltenango: 2.4 en las fincas de 32 a menos de 64 man-


zanas y 2.5 en los de 20 a menos de 50 caballerías
;

Escuintla: 1.7 en las fincas de 100 a menos de 200 caba-


llerías ;

Santa Rosa: 2.1 en las fincas de 10 a menos de 32 manzanas

Solóla: 3.1 en las fincas de 5 a menos de 10 manzanas y de


32 a menos de 64 y 3.6 en las fincas de 10 a menos de 32 man-
;

zanas

Totonicapán: 3.1 en las fincas de 5 a menos de 10 manzanas;


y 3 en las de 32 a menos de 64
Quezaltenango : 2.6 en el tramo de 5 a menos de 10 manza-
nas y 2.5 en el de 10 a menos de 32
;
284 ALFREDO GUERRA BORGES

Retalhuleu: 1.4 en las fincas de 10 a menos de 20 caba-


llerías ;

San Marcos: 2.3 en las fincas de 5 a menos de 10 manzanas


y las de 32 a menos de 64 y 2.4 en las fincas de 10 a menos de 32
;

Huehuetenango : 2.4 en las fincas de 5 a menos de 10 man-


zanas y de 32 a menos de 64 y 2.6 en las de 10 a menos de 32
;

Quiche: 2.7 en las fincas de 32 a menos de 64 manzanas;


y 3 parcelas en las de 50 a menos de 100 caballerías

Baja Verapaz: 2.1 en las clases de 10 a menos de 32 man-


zanas y de 1 a menos de 10 caballerías ; y de 32 a menos
2.3 en la
de 64 manzanas;

Alta Verapaz: 2.1 en las fincas de 20 a menos de 50 caba-


llerías y 2.3 en las de más de 200 caballerías
;

Peten: 1.5 en la clase de 5 a menos de 10 manzanas;

Izabal: 2 parcelas en la clase de 10 a menos de 20 caba-


llerías ;

Zacapa: 2.8 en el g-rupo de 1 a menos de 10 caballerías; y


3.2 en el de 10 a menos de 20
Chiquimula: 2.5 parcelas en las clases de 32 a menos de
64 manzanas y de 1 a menos de 10 caballerías
JaMpa: 2.8 en las fincas de 10 a menos de 20 caballerías;
y 2.7 en las de 20 a menos de 50;
Jutiapa: 1.8 en las fincas de 32 a menos de 64 manzanas y
de 1 a menos de 10 caballerías.

6. Forma de manejo de las fincas


Tanto en 1950 como en 1964 se estableció que las explota-
ciones agropecuarias pequeñas son atendidas directamente por
el productor. Los grupos de fincas menores de una caballería
(45 hectáreas), eran manejadas por el productor en el 99.7 por
ciento de los casos, con una superficie equivalente al 99.1 por
ciento. Los grupos de fincas de más de una caballería registra-
ron solamente el 76.5 por ciento de las fincas manejadas por el
productor, con el 47.5 por ciento de la superficie. En forma de-
tallada los datos sobre manejo de fincas son los siguientes
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 285

Cuadro 41
GUATEMALA: FORMA DE MANEJO DE LAS FINCAS, 1964

(Cifras relativas)

Manejadas por el Manejad as por el


productor Administrador ^

Cenceplo % de fincas %dela % de fincas % de la


superficie superficie

Menos de una manzana 99.8 99.7 0.2 0.3


De 1 a menos de 2 99.7 99.8 0.3 0.2
De 2 a menos de 5 99.8 99.9 0.2 0.1
De 5 a menos de 10 99.8 99.8 0.2 0.2
De 10 a menos de 32 99.4 99.2 0.6 0.8
De 32 a menos de 64 97.1 96.9 2.9 3.1

De 1caballería a menos de 10 80.8 71.3 19.2 28.7


De 10 a menos de 20 46.3 45.0 53.7 55.0
De 20 a menos de 50 36.5 35.5 63.5 64.5
De 50 a menos de 100 23.2 22.3 76.8 77.7
De 100 a menos de 200 23.3 22.3 76.7 77.7
De 200 y más 00.8 100.0 100.0

1 Se definió como administrador a la persona que ejecuta las dis-


posiciones generales del poseedor de la finca que no la dirige personal-
mente. No se incluyeron a los que sólo actuaban como encargados o
cuidadores de las fincas.

Fuente: Censo Agropecuario de 1964.

7. Formas de tenencia de la tierra


No
ea posible comparar los datos de los Censos Agropecua-
rios de 1950 y 1964 en cuanto a formas de tenencia de la tierra,
debido a que la información proporcionada usa definiciones di-
ferentes. En el Censo de 1964, se investigaron todas las formas
simples de tenencia, que incluyeron tierras propias, tierras arren-
dadas, etc. y por aparte las formas mixtas, que incluyeron dis-
;

tintas combinaciones de tierra propia y arrendada, propia y


comunal, etc., ya que en muchos casos las fincas son explotadas
en más de una forma.
Como se puede ver en la información estadística presentada
más abajo, el Censo Agropecuario de 1950 no proporcionó la
misma información que el Censo de 1964, sino agrupó las fincas
explotadas bajo formas simples de tenencia con las fincas explo-
tadas en formas mixtas. Es un hecho más de lamentar.
En 1964 el 57.8 por ciento de las fincas, con el 77.4 por
ciento de la superficie, eran tierras pi'&pias; el 11.2 por ciento
286 ALFREDO GUERRA BORGES

de las fincas, con 3.0 por ciento de la superficie, eran tierras


el
arreiidadas ; por ciento de las fincas, con el 1.7 por ciento
el 4.9
de las tierras, eran comunales; el 11.6 por ciento de las fincas,
con el 2.6 por ciento de las tierras, estaban bajo régimen de
colonato; y bajo otras formas simples, las cifras fueron 3.1 y
1.6 por ciento, de fincas y superficie, respectivamente. El Censo
de 1964 registró un 11.0 de fincas con 13.4 por ciento de super-
ficie, bajo formas mixtas de tenencia de la tierra.

Cuadro 42
GUATEMALA: NÚMERO DE OPERADORES SEGÚN FORMA DE
TENENCIA DE LA TIERRA, 1950
Departamento Total Propietarios 1 Arrenda- Colonos 3 Ocupantes 4 Adminis- Otros 5
tarios 2 tradores

República 348 687 191 395 59 192 43 298 34 964 2 512 17 326
Guatemala 18 352 9 436 3 862 2 792 1000 317 945
El Progreso 5 619 3 301 1 330 27 634 40 287
Sacatepéquez 9 042 5 690 1932 853 209 99 259
Chimalte-
nango 18 059 10 865 4 712 1418 156 102 806
Escuintla 10 662 1779 2 213 3 116 1040 234 2 280
Santa Rosa 15 346 6 175 3 809 2 964 1071 167 1 160
Solóla 13 561 7 361 854 217 4 937 53 139
Totonicapán 17 620 17 427 31 88 4 70
Quezalte-
nango 20 292 15 542 2 817 875 183 250 625
Suchite-
péquez 12 735 3 140 3 603 3 945 179 290 1578
Retalhuleu 8 943 2 515 3 682 1605 164 143 834
San Marcos 34 261 24 264 3 859 3 989 108 343 1698
Huehuete-
nango 32 027 23 028 3 913 1299 3 058 62 667
El Quiche 26 469 19 177 3 151 2 341 1257 57 486
Baja-Verapaz 11771 6 860 1814 1852 762 46 437
Alta Verapaz 28 571 9 675 1501 15 046 1219 167 963
El Peten 2 206 119 3 14 2 026 2 42
Izabal 5 401 320 835 91 2 894 20 1241
Zacapa 6 249 3 317 1570 204 615 34 509
Chiquimula 16 428 7 638 3 106 38 4 825 18 803
Jalapa 12 091 4 517 3 507 73 3 539 17 438
Jutiapa 22 982 9 249 7 088 539 5 000 47 1059

1 Comprende: propietario y las combinaciones propietario-arrendatario, propietario-


aparcero, propietario-colonoy propietario-ocupante.
2 Además del arrendatario, comprende al aparcero y las combinaciones arrendatario-
aparcero, arrendatario-colon r y arrendatario-ocupante.
3 Además de colono, incluye las combinaciones colon o- icup ante, colono-comunero
y colono-aparcero.
4 Comprende: ocupante, ocupante-comunero y comunero.
5 Comprende usufructuarios y "Encargados" (que no tienen funciones de admi-
nistrador).

Fuente: Censo Agropecuario de 1950.

«
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 287

Cuadro 43

GUATEMALA: SUPERFICIE DE FINCAS SEGÚN FORMA


DE TENENCIA DE LA TIERRA, 1950
(en manianas)!

Departamento Total Propietarios Arrenda- Colono» OeupanU» Admi- Otro»


tarios nistradoT*»

REPÚBLICA 6 315 475 2 484 001 151 424 84 2C4 148 044 1 768 356 679 886

Guatemala 252 3G7 122 7 30 9 929 4 615 11059 80 594 28 484

El Progreso 125 304 88 389 6 173 89 1 809 23 411 6 488

Sacatepéquez 61179 25 645 3 251 1617 827 13 502 6 987

Chimaltenansro 178 876 102 801 10 226 1 890 239 42 216 21005

EaculntU 649 688 109 991 6 062 2 523 1 766 307 164 228 062

Santa Rosa 375 234 175 787 9 367 4 982 3 827 155 293 26 978

Solóla 56 25G 30 500 1322 183 9 583 13 183 1486

Totonicapán 28 512 28 250 20 73 70 99

Quezaltenansro 196 453 85 997 8 660 719 151 90 309 15 617

9uchltepéquez 254 110 89 420 4 869 2 786 246 129 071 27 718

Retalhuleu 192 969 79 795 7 642 1 234 126 92 889 11S88

San Marcos 824 811 192 561 5 196 2 536 S62 108 391 15 766

Huehuetenango 343 077 240 556 11086 3 060 11768 25 960 8 261

El Quiche 289 657 182 107 17 419 7 186 7 966 62 729 22 261

Baja Verapaz 222 561 132 788 6 087 4 781 8 123 67 240 14 642

Alta Verapaz 706 353 210 699 6 578 43 887 5 649 416 467 24 078

Izabal 291 717 37 429 3 565 813 12 544 68 660 179 216

El Peten 21439 5 228 16 111 12 794 708 2 682

Zacapa 167 377 128 159 6 795 412 2 888 21287 886

Chiquimula 126 228 97 296 6 987 86 13 481 2 831 6 148

Jalapa 166 294 116 369 11702 178 20 194 9 680 8171

Jutiapa 295 613 201 499 17 623 1227 28 629 41221 10 414

1 Una manzana es equivalente a 0,7 hectáreM.

Fuenle: Censo Agropecuario de 1950.


288 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 44
9
GUATEMALA: NÚMERO DE FINCAS, SEGÚN FORMAS SIMPLES
DE TENENCIA DE LA TIERRA, 1964

Depariamento Total Propias Arren- Colonato Comu- Oirás


dadas nales

REPÚBLICA 371 039 241 542 47 026 48 604 20 593 13 274


H
Guatemala 15 201 8 955 3 001 2 556 478

El Progreso 5 815 3 482 1826 24 64 419

Sacatepéquez 6 837 5 292 689 532 139 185

Chimaltenango 17 739 14 131 2 119 1286 139 114

Escuintla 15 825 7 129 4 259 3 2Í2 118 1107

Santa Rosa 14 632 6 927 3 549 3 176 290 690

Solóla 13 756 6 560 440 239 6 486 31

Totonicapán 21 687 21562 43 1 72 9

Quezaltenango 23 393 19 816 1937 1443 71 126


m
Suchitepéquez 14 382 14 960 4 174 4 753 378

Retalhuleu •
9 773 4 008 3 594 1917 58
'"I
196

San Marcos 36 727 31542 2 187 2 506 378 114

Huehuetenango 36 076 28 974 1937 1237 1768 2 160

Quiche 34 408 27 640 1 198 3 505 1559 506

Baja Verapaz 11437 6 387 1911 2 023 589 527

Alta Verapaz 34 027 11497 1274 18918 1279 1059

Peten 2 300 123 2 177

Izabal 6 671 3 364 1093 346 169 1699

Zacapa 6 198 3 396 1432 440 782 148 m


Chiquimula 14 512 10 214 2 400 28 695 1175 ñ
Jalapa 11 300 5 251 3 174 64 2 724 S7 ^

Jutiapa 18 343 10 332 4 789 448 2 357 417

Fuente: Censo Agropecuario de 1964.

M
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 289

Cuadro 45

GUATEMALA: SUPERFICIE DE FINCAS SEGÚN FORMAS SIMPLES


DE TENENCIA DE LA TIERRA, 1964

U3n manzanas)

Deparlamenlo Tolal Propias Arren- Colonaio Comu- Otras


dadas nalM

REPÚBLICA 4 261 845 3 815 660 152 445 126 669 84 754 82 317

Guatemala 158 810 146 716 6 486 4113 937 558


El Progreso 90 391 79 386 8 012 67 203 2 723

Sacatepéquez 36 556 33 948 989 1175 153 291


Chimaltenango 147 159 141 451 3 592 1297 529 290
Escuintla 554 107 526 194 21078 3 640 358 2 837

Santa Rosa 302 045 283 611 8 875 4 403 512 4 644

Solóla 45 957 33 260 592 261 11 706 133

Totonicapán 50 431 50174 44 1 208 4


Quezaltenango 154 406 149 506 3 581 1106 65 1106
Suchitepéquez 221 560 206 503 10 030 3 265 656 1106
Retalhuleu 166 979 148 373 15 578 1327 345 1356
San Marcos 253 704 243 382 5 578 2 355 961 1428
Huehuetenango 320 505 285 973 4 648 2 477 14 809 12 598

Quiche 318 776 260 390 12 689 18 804 ]13 533 13 360

Baja Verapaz 166 722 152 009 5 004 5 253 2 703 1753
Alta Verai>az 556 441 466 933 4 885 74 142 4477 6004
Peten 20 611 5 562 15 049

Izabal 92 650 71172 7 554 7 076 1933 10 915

Zacapa 146 886 133 115 8 257 754 4 172 588

Chiquimula 112 681 100 344 5 359 63 3 047 3 868

Jalapa 120 533 100 018 8 210 152 ]11751 402

Jutiapa 223 935 197 640 11404 938 111696 2 257

Fuente: Censo Agropecuario de 1964.


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geografía económica de guatemala ^,
8. Concentración de la tierra
Para el estudio de la concentración de la tierra se tendrán
en cuenta dos clasificaciones de las fincas: en una la distribu-
ción de las fincas se hace conforme su extensión; y la otra es
la clasificación propuesta por el Instituto Universitario Centro-
americano de Investigaciones Sociales y Económicas (lUCISE),
en que la distribución de las fincas se establece por su capacidad
para dar ocupación a la fuerza de trabajo familiar o una cierta
magnitud de fuerza de trabajo. Los grupos integrados en esta
forma son los siguientes:
Minifundio: Se clasifica como tales a las explotaciones de
poca extensión que no pueden absorber la capacidad de trabajo
de una familia rural. Se estima tal capacidad en el equivalente
de dos trabajadores adultos que trabajen la mayor parte del año
en la explotación, empleando las prácticas agrícolas correspon-
dientes a una zona minifundista. Por el hecho de no ser absor-
bida la capacidad normal de trabajo de una familia rural, los
labradores minifundistas tienen que buscar trabajo en otras ex-
plotaciones agropecuarias —generalmente, las fincas grandes
destinadas a cultivos de exportación — ,con el fin de procurarse
un medio adicional de ingresos monetarios.
Los minifundios comprenden dos grupos: las fincas sub^
familiares, con una extensión comprendida entre 1 y 9.9 man-
zanas (0.7 a 6.9 Ha.) y las micro fincan, con una extensión menor
;

de una manzana (0.7 Ha.).


Fincas familiares o de tamaño familiar: Se conceptúan
tales aquellas explotaciones agropecuarias que pueden absorber
la capacidad normal de trabajo de una familia rural, por lo que
son suficientes para satisfacer las necesidades de la misma a los
niveles de vida prevalecientes en la región. Se comprende que
en este caso los agricultores no se ven forzados a vender su
fuerza de trabajo a otras fincas y tampoco requieren mano de
obra de afuera para las labores agrícolas. Cabe hacer observar
que la experiencia de algunos investigadores ha revelado que es
muy difícil definir la extensión de tierra suficiente para la sus-
tentación de una familia agrícola, pues dicha extensión varía
mucho de una región a otra. Sin embargo, es posible que a nivel
nacional sea aceptable suponer que las fincas de tamaño fami-
liar están comprendidas entre 10 y 64 manzanas (7 y 45 hec-
táreas).
Fincas midtifamiliares medianas: Se considera que tienen
esta calidad las que ocupan entre 4 y 12 trabajadores asalaria-
292 ALFREDO GUERRA BORGES

dos, que laboran bajo la dirección del productor o de un mayor-


domo. La extensión en que están comprendidas estas fincas se
ha fijado entre 64 y 1 280 manzanas (o sea, entre una y 20 ca-
ballerías. En hectáreas: 45 a 900 Ha.).
Fincas multifamiliar es grandes: Son aquellas que dan ocu-
pación a más de 12 trabajadores asalariados durante la mayor
parte del año, a los actuales niveles de vida y a los niveles tecno-
lógicos prevalecientes en la región. La finca multifamiliar
grande presenta una jerarquización del trabajo y una división
del mismo mucho más amplia que la finca multifamiliar media-
na, cuya estructura administrativia es liviana. Por su exten-
sión, este grupo comprende las fincas mayores de 1 280 man-
zanas.
Según el lUCISE, las fincas multifamiliares grandes consti-
tuyen latifundios. Nos parece inaceptable e«te criterio, ya que
define el latifundio tomando en cuenta solamente la extensió)i de
las fincas. En nuestra opinión, es necesario tener en cuent-a
también el uso intensivo o extensivo que se haga de los factores
de producción, así como las relaciones de producción prevale-
cientes en las fincas. Es evidente que hay fincas de bajsi pro-
ductividad debido a los sistemas de cultivo empleados uso exten-
:

sivo de la tierra y de la mano de obra; baja inversión; arren-


damiento de tierras a campesinos bajo sistemas de aparcería,
etc. Al mismo tiempo, fincas de igual extensión tienen índices
de rendimiento mucho más altos, debido a un mejor uso de la
mano de cbra y de la tierra, al empleo de equipo agrícola mo-
derno, etc. Por consiguiente, en un caso estamos en presencia
de fincas donde prevalecen sistemas y relaciones de producción
anticuados, mientras en otros casos predominan sistemas pro-
ductivos modernos. Son fincas capitalistas propiamicnte dichas.
Si el latifundio se define teniendo en cuenta solamente la
extensión territorial, se pierden de vista otros aspectos de gran
importancia en la aplicación de políticas diferentes a fincas qii«,
no obstante tener igual extensión, tienen una significación eco-
nómica diferente.
Según su tamaño, la distribución de las fincas fue la si-
guiente', de acuerdo con los Censos agropecuarios de 1950 y 1964:
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA t9S

Cuadto 47
GUATEMALA: NÚMERO Y SUPERFICIE DE FINCAS
SEGÚN SU TAMAÑO, 1950 y 1964
(Superficie en manzanas)

Número de Fincas S up«ríicit


Tamaño 1950 % 1964 % 1950 % 1964 %,
REPÚBLICA 348 C87 100 417 344 100 6 315 476 100 4 92 ó 766 100

Menores de 1

manzana 74 269 21.3 85 083 20.4 40 822 0.8 46 683 l.^

De 1 a menos de 2 91 581 26.2 98 658 23.6 135 177 2.6 lun-, 2.8

De 2 a menos de 5 99 779 28.6 129 115 80.9 302 987 6.7 88^704 7J
De 5 a menos de 10 42 444 12.2 52 023 12.5 282 780 6.3 346 904 12.f

De 10 a menos de 32 26 710 7.7 37 025 8.9 444 164 8.4 637 943 12.9

De 32 a menos
de 64 6 125 1.8 6 681 1.6 271 808 6.1 290 72« 6.9

De 1 a menos de
10 Caballerías C488 1.9 7 859 1.6 1 161 803 21.9 1 307 255 26.5

De 10 a menos de 20 569 0.2 561 0.1 606 100 9.6 493 913 10.0

De 20 a menos de 60 358 0.1 294 0.07 707 869 13.3 652 990 11.2

De 50 a menos de lOO 104 0.03 66 0.01 468 070 8.8 242 436 4.9

De 100 a menos de 200 32 0.009 30 0.007 280 476 6.2 254 926 6.1

De 200 y más 22 0.008 9 0.002 714 069 13.4 229 896 4.T

Fuente: Censo Agropecuario de 1964.

El Cuadro anterior permite concluir que la estructura agra-


ria de Guatemala ha permanecido en el período casi estacionaria
intercensal considerado. La elevada concentración de la tierra
en un número reducido de fincas, sigue siendo característica de
dicha estructura. En los grupos de fincas de 20 caballerías y
más, la superficie que cubren disminuyó en 41.0 por ciento, pero
tal disminución es atribuible a la omisión censal que hemos co-
mentado con anterioridad, ya que los restantes tamaños regis-
traron aumentos de diversa magnitud.
Los datos de los Censos agropecuarios arrojan los siguientes
resultados, al agrupar a las fincas según la clasificación del
lUCISE
294 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 48

GUATEMALA: NÚMERO Y SUPERFICIE DE FINCAS POR GRUPOS


DE EXPLOTACIONES
(Superficie en manzanas)

Númeio de Fincas Superficie


Grupo 1950 % 1964 % 1950 % 1964 %
REPÚBLICA 348 687 100 417 344 100 5 315 475 100 4 926 776 100

Microfincas 74 269 21.3 85 083 20.4 40 822 0.8 46 683 1.0

Subfamiliares 233 804 67.0 279 796 67.0 720 794 13.6 869 933 17.7

Fartiliares 33 041 9.5 43 656 10.5 715 472 13.5 928 674 18.9

Multifamiliarcs
medianas 7 057 2.0 8 420 2.0 1 667 903 31.4 1 801 168 36.6

Multifamiliares
grande 516 0.2 389 0.1 2 170 484 40.8 1 280 308 26.0

Fuentes Censo Agropecuario de 1964.

El Cuadro anterior indica que las fincas familiares tuvieron


un aumento de 10 615 unidades, o sea, 32.1 por ciento. De este
modo, las fincas familiares, que en 1950 representaron el 9.5
por ciento del total, en 1964 pasaron a representar el 10.5 por
ciento. Este modesto incremento en un lapso de 14 años, ven-
dría a confirmar la ineficiencia y laxitud de los programas de
distribución de tierras que se han aplicado, ya que el incremento
posiblemente se deba a tales programas.
La situación no parece haber mejorado en forma sustancial
si se toma el promedio de tierra por operador en cada uno de los
cinco grupos económicos. Los operadores de microf incas tenían
un promedio de 54 centesimos de manzana tanto en 1950 como
en 1964. Los operadores de fincas de tamaño subfamiliar tenían
3.0 y 3.1 manzanas en cada uno de los años indicados. Los agri-
cultores de las fincas familiares poseyeron 21.7 y 21.3 manzanas
en cada uno de los Censos. Los finqueros de las unidades de ta-
maño multifamiliar mediano poseyeron un promedio 236.3 y
213.9 manzanas, respectivamente; y los finqueros de las unida-
des multifamiliares grandes, registraron un promedio de 4 206.4
y 3 291.3 manzanas, según ambos Censos.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA

Cuadro 49

GUATEMALA: MINIFUNDIOS Y FINCAS FAMILIARES, POR


DEPARTAMENTO 1950 y 1964
(en cifras relaÜTas)

Minihmdios Fincas Familiares


Departamento 1950 1964 Variación 1950 1964 Variación

Guatemala 87.3 88.9 __ 1.6 10.4 7.9 2.5


El Progreso 80.4 83.4 4- 3.0 13.4 11.9 — 1.5
Sacatepéquez 99.0 95.2 — 3.8 5.3 4.2 — Ll
Chimaltenango 89.1 90.4 + 1.3 9.4 8.3 — 1.1

Escuintla 91.5 79.1 — 12.4 4.2 16.4 + 12.2


Santa Rosa 84.3 84.4 + 0.1 11.1 11.1
Solóla 95.7 96.5 + 0.8 3.9 3.2 — 0.7
Totonicapán 98.6 96.2 — 2.4 1.3 3.8 + 2.5
Quezaltenango 92.3 93.1 + 0.8 6.2 5.7 — 0.5
Suchitepéquez 93.4 88.9 — 4.5 3.2 7.7 + 4.5
Retalhuleu 94.1 86.1 — 8.0 3.7 10.8 + 7.1

San Marcos 85.7 90.7 + 5.0 13.0 8.3 — 4.7


Huehuetenango 87.9 86.7 — 1.2 10.2 11.7 + 1.5

Quiche 85.7 80.8 — 4.9 12.9 17.8 + 4.9


Baja Verapaz 80.2 83.6 + 3.4 16.3 13.1 — 3.2
Alta Verapaz 88.9 88.0 — 0.9 9.7 10.3 + 0.0
Peten 86.9 88.8 + 1.9 11.9 10.0 — 0.6

Izabal 93.7 84.4 — 9.3 5.0 13.5 -f 8.5

Zacapa 74.3 74.6 + 0.3 18.6 18.7 -f 0.1

Chiquimula 88.5 86.4 — 2.1 9.8 11.5 + 1.7


Jalapa 85.3 88.6 + 3.3 11.4 8.3 — 3.1
Jutiapa 84.1 81.1 — 3.0 13.0 15.2 + 22

Fuente: Elaborado con base en los Censos Agropecuarios de Guatemala


de 1950 y 1964.

El Cuadro anterior muestra una disminución relativa de los


minifundios en once departamentos, y un incremento relativo en
los otros once. En los departamentos de Santa Rosa y de Zacapa
la variación fue prácticamente insignificante. Los cambios más

1
286 ALFREDO GUERRA BORGES

significativos pueden observarse en el departamento de Escuintla


(— 12.4 por ciento), en de Retalhuleu — por ciento) y
el ( 8.0
en de Izabal —
el por ciento)
( 9.3 En dos primeros
. va- los la
riación intercensal de signo negativo quizás pueda explicarse por-
que tiende a desaparecer la práctica tradicional de dar tie-
rras a los trabajadores residentes en las grandes fincas (mozos
colonos). No aventuramos opinión en el caso del departamento
de Izabal por falta de más elementos de análisis, aunque es evi-
dente que en los tres departamentos citados el decremento rela-
tivo de los minifundios es correlativo del incremento relativo de
las fincas familiares.
Es de notar que en esos tres departamentos, entre otros, se
han creado Zonas de Desarrollo Agrario (Nueva Concepción, en
Escuintla; La Máquina, en Retalhuleu, etc.), lo que ha influida
en elevar la participación de las fincas familiares.
Sorprende, por otra parte, que un departamento tradicional-
mente minif undista, típico de la región del altiplano, como es el
departamento de Totonicapán, muestre un aumento relativa-
mente importante de las fincas familiares. Lo mismo ha ocurrido
en otros departamentos del altiplano, como Huehuetenango y
Quiche. Por el contrario, el departamento de San Marcos tuvo
un incremento importante de la proporción de minifundios (5.0
por ciento).

9. Uso DE LA TIERRA
La comparación de las cifras censales de 1950 y 1964, mues-
tra una ampliación de la superficie de las fincas que tiene uso
agrícola. El total de tierras destinadas a cultivos, es decir, la
suma de las tierras de labranza cosechadas, las dedicadas a café,
frutales y otros cultivos, así como las tierras en descanso y aque-
llas en que se perdió la cosecha, aumentó en 1 018 331 manzanas
(712 832 Ha.), pasando de 2 111 000 manzanas (1 477 700 Ha.)
a 3 129 331 manzanas (2 190 532 Ha.). En cifras relativas el
incremento registrado es de 48.2 por ciento.
Con fines de comparabilidad reproducimos en seguida el
Cuadro presentado en el Informe de la Comisión III, "Estructura
y evolución de la producción", del III Congreso Nacional de Eco-
nomistas, Contadores Públicos y Auditores (4-11 de enero de
1969)
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 2sn.

Cuadto 50
GUATEMALA: USO DE LA TIERRA SEGÚN CENSOS
AGROPECUARIOS DE 1950 y 1964
(En manzanas)

USO 1950 1964


Incremento
(Por ciento)

Maíz, Frijol, Trigo, Arroz,


Papa, Verdura en gene-
ral. Caña de azúcar,
Tabaco, Banano y Plá-
tano, Abacá, Ajonjolí,
Té de Limón, Citronela,
Algodón, Otros cultivos 938,000 1.200.000 27.9

Pastos cultivados 332,800 829,333 149.1

De labranza cosechada 1.270,800 2.029,333 41.2

Café, frutas, cacao


hule, etc. 237,200 450,314 89.8

Total aprovechado 1.498,000 2.479,644 65.5

Donde se perdió la cose-


cha y tierras en descanso 613,000 649,687 6.0

Total ya cultivada 2.111,000 3.129,331 48.2

Pastos naturales 832,600 3.129,331 — 191.2

Total Agropecuaxio 2.943,600 673,447 29.2

Bosques, montes, breñales


y no utilizables 2.371,900 1.123,988 — 52.6

TOTAL 5.315,500 4.926,766 — 7.3

Fuente: Dirección Greneral de Estadística y Comisión Nacional de Pro-


gramación, Guatemala.

Como puede el Cuadro anterior, la ampliación de


verse en
tierras bajo cultivo se ha conseguido a expensas de las tierras
con pastos naturales y de tierras con bosques, montes y breñales.
En cuanto a los bosques, ya se indicó en el Capítulo V que la
ampliación de cultivos tales como el algodón y la citronela ha
corrido parejas con una tala inmoderada de aquéllos. Esto sig-
nifica, en otras palabras, que en ausencia de las medidas ade-
cuadas y de la política de desarrollo indispensable, la cre?.ción
de una riqueza ha significado para el país la pérdida de otra.

1
298 ALFREDO GUERRA BORGES

Es importante observar que al ampliarse el área bajo cul-


tivo, la superficiede las fincas que se encontraba cultivada en
1964 fue un 63.5 por ciento de la misma, mientras en 1950 era
solamente un 39.7 por ciento. El porcentaje correspondiente a
1964 es un poco menor, pues el total de tierra cultivada se com-
para con un total de tierra en fincas menor al de 1950 en 388.7
miles de manzanas, debido a la omisión censal mencionada con
anterioridad.
No obstante lo anterior, los datos censales indican que la
reserva de tierra en poder de las fincas se está agotando, razón
por la cual en un futuro relativamente cercano el incremento de
la producción dependerá del uso más intensivo y eficiente de la
tierra, pues ya no habrá posibilidad de hacer depender e-se in-
cremento del uso extensivo de la misma.
Algunos autores estiman que un total de 10 240 000 man-
zanas (7 168 000 Ha.), equivalentes al 66 por ciento del territo-
rio nacional, son apropiadas para uso agropecuario. El apro-
vechamiento de ese potencial implica, como se comprende, la
inversión de recursos de magnitud desproporcionada para nues-
tro país, pero aun así tiene interés decir quG en 1950 el total de
tierras con uso agropecuario (tierras cultivadas y pastos natu-
rales), representaba el 28.7 por ciento de los recursos poten-
ciales, mientras en 1964 la proporción fue el 37.1 por ciento.

10. Principales características de los minifundios

Como se indicó en el apartado 8 de este Capítulo, se ha de-


finido minifundio como una explotación agrícola que, por su
el
pequeña extensión, no tiene capacidad para absorber la fuerza
de trabajo de dos agricultores adultos que emplearan la mayor
parte del año en la explotación, haciendo uso de las prácticas
agrícolas características de las zonas minifundistas. Dicha
fuerza de trabajo se considera equivalente a la de una familia
rural.
Las prácticas agrícolas correspondientes a las zonas mini-
fundistas, son prácticas tradicionales que se realizan con rudi-
mentarios medios de producción, de tal modo que tienen una baja
productividad y dan por 'resultado el agotamiento del suelo.
Los ingresos agrícolas que pueden obtenerse en esas condiciones
son tan reducidos que no alcanzan para cubrir las necesidades
familiares, aun cuando dichas necesidades son atendidas a ni
veles muy bajos, por completo insatisfactorios. El ingreso agrí

I
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 299

cola del minifundista tiene que completarse con otros in^esos,


bien sea en actividades de artesanía o como jornaleros en fincas
de la costa y la bocacosta. Como lo han establecido distintos
investigadores, el trabajador migratorio es, por regla general,
de procedencia minifundista.
Los minifundios se han subdividido en dos grupos: las
microf incas, con una extensión menor de una manzana (0.7 hec-
táreas) y las fincas subfamiliares, con una extensión compren-
;

dida entre una y 9.9 manzanas (0.7 y 6.9 hectáreas)


El Censo agropecuario de 1950 dio un total de 74 259 mi-
crofincas (21.3 por ciento de las fincas censadas) y 233 804
;

fincas subfamiliares (67.0 por ciento) .Por tanto, en la cate-


gorUi de minifundio se registró un total de 308 073 unidades,
que representaron el 88.3 por ciento de las explotaciones agrí-
colas.
La superficie de las microfincas fue de 40 822 manzanas
(28 575 Ha.), que equivalió al 0.8 por ciento del total. La su-
perficie de las fincas subfamiliares fue de 720 794 manzanas
(504 556 Ha.), o sea, 13.6 por ciento del total. La superficie
cubierta pm- los minifundios fue, por consiguiente de 761 616
manzanas (533 131 Ha.) (14.4 por ciento del total).
El Censo agropecuario de 1964 registró 85 083 microfincas
(20.4 por ciento) y 279 796 fincas subfamiliares (67.0 por
;

ciento). Por consiguiente, ett la categoría de minifundio se re-


gistraron 364 879 unidades, que representaron el 87.4 por ciento
del total de fincas.
La superficie de las microfincas fue de 46 683 manzanas
(32 677 Ha.), equivalente al 1.0 por ciento del total. La super-
ficie de las fincas subfamiliares fue de 896 933 manzanas (627
853 Ha.), o sea 17.7 por ciento del total. La superficie de los
minifundios fue^ per consiguiente, de 916 616 manzanas (641
631 Ha.) (18.7 por ciento del total).
Por su número, los minifundios disminuyeron en el 1.0 por
ciento. En cuanto a superficie, el cambio registrado en el pe-
ríodo intercensal es positivo sólo en apariencia, pues debe tener-
se en cuenta que la superficie total registrada por el Censo de
1964 fue menor que la registrada por el Censo de 1950 y, por
consiguiente, no debe sacarse la conclusión que los minifundios
tienen ahora más tierras. El promedio de tierra por minifundio
fue el mismo en los dos casos: 2.5 manzanas.
La distribución de los minifundios en los distintos depar-
tamentos es la siguiente:
300 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 51

GUATEMALA: MINIFUNDIOS POR DEPARTAMENTO, 1950 y 1S64

(En por cisnlo)

Da menos
Menos de Del a2 De2a5 Des a 10 del a 10
Depsxí ámenlo 1 manzana manzanas manzanas manzanas manzanas

1950 1964 1950 1964 1950 1964 1950 1964 1950 1964
Ou ateníala 20.5 17.0 26.9 29.4 29.7 34.0 10.2 8.4 87.3 88.9
El Progreso 10.0 6.9 21.2 20.0 32.5 40.0 17.1 16.7 80.4 83.4
Sacatepéquez 17.3 18.8 29.3 29.1 35.0 36.4 12.3 10.9 94.0 95.2
Chimaltenango 13.7 16.7 26.0 27.1 36.0 33.8 13.4 12.7 89.1 90.4
Bscuintla 54.2 22.9 20.2 22.0 12.5 25.0 4.6 9.3 91.5 79.1
Santa Rosa 11.1 14.1 36.6 30.3 27.3 30.4 9.2 9.7 84.3 84.4
Solóla 24.2 32.3 31.7 28.0 30.3 27.5 9.6 8.7 95.7 96.5
Totonicapán 54.3 48.7 27.3 21.9 13.1 19.0 4.0 6.5 98.6 96.2
Quezaltenango 36.2 42.7 26.1 23.1 21.0 19.6 9.1 7.7 92.3 93.1
Suchitepéquez 57.0 51.5 22.0 12.7 11.1 3.6 3.3 6.7 93.4 88.9
Ketalhuleu 46.2 44.0 28.8 23.4 14.4 13.9 4.6 4.8 94.1 86.1
San Marcos 26.5 24.4 18.4 21.5 22.8 29.9 18.0 14.9 85.7 90.7
Huehuetenango 14.3 14.8 28.0 21.8 31.0 33.6 14.6 16.4 87.8 86.7
Quiche 14.6 12.9 25.0 18.5 31.5 31.0 14.5 18.4 85.7 80.9
Baja Verapaz 8.5 8.4 22.5 20.5 35.3 39.7 14.3 15.1 80.6 83.6
Alta Verapaz 10.0 9.0 30.8 25.1 33.0 37.8 15.1 16.0 88.9 88.0
Peten 19.4 2.7 13.3 19.6 37.0 47.2 25.2 19.3 86.9 88.8
Izabal 19.4 4.8 22.2 23.5 38.5 41.7 13.5 14.6 93.7 84.4
Zacapa 7.3 7.6 22.5 22.8 31.4 32.1 13.2 12.0 74.3 74.6
Chiquimula 8.3 8.5 36.2 27.3 33.6 38.3 10.4 12.3 88.5 86.4
Jalapa 6.0 9.9 22.0 26.1 41.5 40.7 15.8 11.8 85.3 88.6
Jutiapa 7.1 6.3 24.8 23.9 38.8 37.8 13.5 13.1 84.1 81.1

Fuente: Elaborado con base en los Censos Agropecuarios de Guatemala


de 1950 y 1964.

Como se indicó al dar la definición de minifundio, la exten-


sión de las fincas es tan reducida y los métodos de cultivo son
tan ineficientes, que la fuerza de trabajo familiar no encuentra
ocupación en la parcela durante todo el año, haciéndose nece-
saria la obtención de un ingreso suplementario en otras activi-
dades.
Una encuesta realizada por la Escuela de Ciencias Econó-
micas de Occidente de la Universidad de San Carlos de Guate-
mala,^ arrojó los siguientes resultados

1 J. Antonio Erazzo Fuentes, Características y consecuencias del minifundio en


Guatemala, I Congreso de Estudiantes de Ciencias Económicas de Occidente, (Guatemala:
sin fecha), p. 6.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 5W

Cuadro 52

USO DE LA FUERZA DE TRABAJO, PROMEDIO POR PARCELA


DURANTE EL AÑO HÁBIL DE 300 DÍAS
Número Porci«nlo

Días-hombre dentro de la explotación 62 20.0

Días-hombre fuera de la explotación 227 76.0

Días desocupados 11 4.0

TOTAL •.
300 100.0

Fuente: Encuesta de la Escuela de Ciencias Económicas de Occidente.

Francis Lebeau, refiriéndose a la región del altiplano nor-


occidental y algunas zonas de altiplano en departamentos orien-
tales del país, fue de opinión que "del 70 al 80 por ciento de la
población agrícola tiene que arrendar tierra o trabajar para
otros, a fin de suplementar la producción de su propia tierra.
Es de donde se obtiene práctica-
este sector de la población de
mente toda mano
de obra agrícola estacional necesaria para
la
las fincas".- Lebeau concluyó "Quizás el ingreso individual de
:

dinero más fuerte con que cuentan las economías locales es el


de la exportación de mano de obra a las grandes f incas**."^
Muchos años antes, en una investigación realizada en 1937,
Charles Wagley había encontrado en Santiago Chimaltenango,
departamento de Huehuetenango, que "El viaje anual a las plan-
taciones ha llegado a convertirse en una parte necesaria de su
vida económica moderna".* Esta situación era debida a que
solo el 21 por ciento de los 253 hombres que vivían entonces en
Santiago Chimaltenango, poseían más de 7.5 manzanas (5.2 Ha.),
ext€nsión que se consideraba mínima para vivir del propio tra-
bajo agrícola.
En la investigación realizada por el Comité Interamericano
de Desarrollo Agrícola (CIDA), se estableció que la familia
minifundista promedio en los 31 casos estudiados en el Altiplano,

2 Francis Lebeau, Agricultura de Guatemala, en Integración Social en GMat€iiuJa,


Vol. 3, (Guatemala: Seminario de intesrración social aruatemalteca, 1966), p, 276.
3 Jbid., p. 278.
ÁCharles Wagley, Santiago Chimaltenango. Estudio antropológieo-tocial dé una
comunidad indígena de Huehuetenango, (Guatemala, Seminario.de intcffnidón aocial gmi»
temalteca, 1957), p. 89.
ALFREDO GUERRA BORGES

constaba de 6 miembros: los padres y cuatro hijos o parientes,


con uno de éstos últimos en edad de trabajar, o sea, mayor de 15
años; sacando de ello la conclusión que la mano de obra dispo-
nible era de dos hombres-año y la disponibilidad total de 600
días-hombre. Teniendo en cuenta que las parcelas estudiadas
tenían un promedio de 2.9 manzanas (2 hectáreas), que no eran
productivas en su totalidad, resultaba imposible darle pleno
empleo a la capacidad de trabajo familiar durante todo el año,
lo que

«explica las migraciones estacionales masivas de minifundistas a


otras áreas en busca de ocupación e ingresos adicionales.»
«Los datos obtenidos en la investigación de campo reafirman
esta conclusión: se encontró que el minifundista en los Altos ocupa
generalmente menos de 110 días de su trabajo en la parcela, cifra
que llega sólo a 60 ó 70 días en las partes más pobres de Totonica-
pán y La ocupación en los minifundios de la Costa apareció
Solóla.
más en los casos estudiados, llegando a 128 días ocupados del
alta
productor y su familia; esto es explicable por las condiciones de
clima y de suelos más favorables, junto con un mayor tamaño de
las parcelas.»
«Los minifundistas del Altiplano indicaron que trabajaban
la mayor parte del tiempo (233 días) fuera de la finca, en diversas
actividades como peones agrícolas, ayudando a vecinos, en arte-
sanía o comercio; la característica general es que casi todos tra-
bajaban en una combinación de muchas ocupaciones diferentes.»'»

El CID A
registró un hecho de gran interés en las parcelas :

minifundistas investigadas, un 35 por ciento del tiempo nece-


sario para las labores agrícolas, tanto en la región del Altiplano
como en las tierras bajas de la costa, se cubría empleando mano
de obra ajena a la familia minifundista. Este hecho obedecía
a que, cuando el minifundista encontraba ocupación asalariada
fuera de la parcela, prefería pagar hasta 40 centavos diarios,
si ellos iban a ganar siquiera unos 50 centavos al día. La mano
de obra contratada por los minifundistas procede de campesinos
sin tierras o que tienen muy
poca tierra.
En municipios del departamento de Quezaltenango, tales
como Zunil y Almolonga, donde hay numerosos minifundios que
se dedican a cultivo intensivo de hortalizas, la necesidad de
mano de obra es mayor. Tal mano de obra
6 Comité Interamericano de Desarrollo Agrícola (CIDA), Tenencia de la tierra
y desarrollo económico del sector agrícola. Guatemala. (Washington: Unión Panameri-
cana, 1965), pp. 100-101.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 30Í

«proviene casi totalmente del productor y sus familiares (260 días-


hombre en promedio, variando de 100 días en un caso hasta 390
días-hombre en el otro extremo); pero aun en ese caso se emplea-
ron, en 3 de I03 5 casos estudiados, 35,100 y 210 días-hombre adi-
cionales. Todo esto indica que ni aun en la explotación subfami-
liar, demasiado pequeña por definición, se utiliza exclusivamente
mano de obra del productor y su familia. >c

En la más
reciente investigación sobre trabajadores migra-
torios que se ha realizado en Guatemala, que estuvo bajo la di-
rección de Lester Schmid, los resultados obtenidos confirmaron
hechos como los antes apuntados. De los 120 trabajadores mi-
gratorios entrevistados,

«Casi la mitad tenía menos de una hectárea y el 83 por ciento tenía


menos de tres hectáreas. Varios autores convienen en que tres
hectáreas es el mínimimi con que una familia puede subsistir sin
otras fuentes de ingreso.»
«Las áreas cultivadas eran aun más pequeñas. Aproximada-
mente, el 61 por ciento de los trabajadores cultivaron menos de una
hectárea. Sólo cinco cultivaron más de tres hectáreas. Aun cuando
se poseyeran grandes extensiones de tierra, el área bajo cultivo
era en extremo pequeña. »7

Sólo muy pocos trabajadores migratorios entrevistados in-


formaron de la existencia de fincas grandes cercanas a sus co-
munidades en las que pudieran trabajar, pero la mayor parte
manifestó que tenían posibilidad de trabajar con vecinos que
poseían más tierra que ellos. Del total de entrevistados, 28
declararon que no había trabajo agrícola disponible en su co-
munidad de origen.
El salario promedio por trabajo agrícola fue de 40 centavos
diarios, pero más de la mitad de los trabajadores migratorios
entrevistados declararon que ganaban 35 centavos o menos.
Cerca de una tercera parte recibió raciones adicionalmente. En
los trabajos no agrícolas el salario promedio fue de 59 centavos
diarios, pero el 65 per ciento informó de salarios de 55 centavos
o menos.
Encuanto a uso de la tierra por los minifundistas, en el
momento de escribirse esta obra solamente se conocían los datos
del Censo Agropecuario de 1950. Es razonable suponer que la

6 Ibid., p. 101.
7 Lester Schmi.I, El papel de la mano de obra migratoria en el dcBarrollo eco-
nómico de Guatemala, Economía, N? 15, Instituto de Investijracione» Económicas y So-
ciales, traducción de Alfredo Guerra Bordes. (Guatemala: enero-nmrxo 1968), p. 61.

I
BOá ALFREDO GUERRA BORGES

situación actual es muy semejante a la mostrada por dicho Censo,


pudiéndose afirmar que el minifundio aporta la mayor propor-
ción del maíz, frijol y otros artículos alimenticios de amplio con-
sumo interno. Con base en datos de 1950, Rafael Piedra-Santa^
da la información siguiente:

Cuadro 53
GUATEMALA: PRODUCCIÓN DE ARTÍCULOS ALIMENTICIOS
SELECCIONADOS EN FINCAS MENORES DE 10 MANZANAS, 1950
(Por ciento de la producción total)

Tamaño de finca Maíz Frijol Trigo Arroz

Menores de 2 manzanas 25 19 17 19

Menores de 5 manzanas 51 50 45 47
Menores de 10 manzanas 66 68 69 62

La información reunida por Lester Schmid^ sobre trabaja-


dores mig'ratorios —
que, como se indicó antes, son minifundis-
tas, salvo raras excepciones —
confirma que al presente se man-
,

tiene una situación como la reflejada por el Censo agropecuario


de 1950. Del total de entrevistados, 107 cultivaban tierras, ly
de éstos el 61 por ciento cultivaba menos de una hectárea. Re-
sumiendo en algunos datos la información de Schmid puede es-
tablecerse :

—Del total de entrevistados, 105 cultivaban maíz. El ren-


dimiento promedio de sus parcelas fue de 16.8 quintales
por hectárea (o sea, 12 quintales por manzana). Los
trabajadores valuaron su producción en 03.92 el quintal.
— 58 entrevistados cultivaban frijol. El rendimiento pro-
medio fue de 6 quintales por hectárea (4.19 quintales por
manzana), con un valor estimado total de ft49.70, o sea,
un poco más de Q8.00 el quintal.
— 21 trabajadores migratorios cultivaban papas. El ren-
dimiento medio fue de 19 quintales por hectárea (13.28

8 Rafael Piedra-Santa, La mala distribución de la tierra como un obstáculo para


la industrialización de Guatemala, Guatemala Indígena, II, 3-4, Instituto Nacional Indige-
nista,(Guatemala: junio-diciembre 1961), p. 7.
9 Lester Schmid, The role of migratory labor in the economic development of
Guatemala, (Estados Unidos: University of Wisconsin, 1967), edición mimeográfica,
pp. 146 y 149.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA tW

quintales parmanzana) El valor estimado de cada quin-


.

tal fue en promedio Ó2.46.


— 11 campesinos cultivaban diversos granos, principalmente
trigo. El rendimiento medio por hectárea fue de 17.2
quintales (12 quintales por manzana). Valor estimado
de cada quintal Q5.38.
:

El minifundio está asociado al cultivo del maíz. Debido a


las técnicas atrasadas que se usan, la tierra se ha venido empo-
breciendo y su rendimiento es muy bajo. El Servicio de Fo-
mento de la Economía Indígena (SFEI) ha hecho algunos expe-
rimentos en Totonicapán para demostrar a los minifundistas las
ventajas de las prácticas modernas de cultivo, el uso de mejores
semillas, la utilización de surcos a nivel para preservar el suelo
de la erosión, etc. Debido a que la pobreza corre parejas con el
bajo nivel cultural, se encuentra en un principio cierta resistencia
de los campesinos a asimilar la asistencia técnica, pero se ha
•conseguido despertar su interés por las innovaciones, y los expe-
rimentos han dado buenos resultados. Sin embargo, la extensión
de estas prácticas es muy limitada. Hace falta un esfuerzo
mucho más vigoroso de parte del Estado, pues aunque se realice
una efectiva reforma agraria, cabe suponer que muchos cam-
pesinos quedarán asentados en parcelas minifundistas, cuyos
rendimientos podrían elevarse mediante prácticas de cultivo ade-
cuadas.
Un caso interesante de parcelas pequeñas con alta produc-
tividad se encuentra en el Valle de Almolonga, departamento de
Quezaltenango. Los campesinos del Valle se dedican a la horti-
cultura. El uso de la tierra es muy intensivo, se practica el
riego y se usan fertilizantes. La tierra tiene allí un precio ele-
vado. El CIDA encontró que un décimo de hectárea podía valer
hasta ft2 300. Los cinco casos investigados por el CIDA indi-
caron ingresos entre 0120 y 0700 en parcelas de 0.1 y 0.15 hec-
táreas. En todos los casos se usaban fertilizantes, insecticidas,
abono verde, estiércol y semillas certificadas. Los campesinos
de laregión practicaban una activa economía de mercado. No
fiólo venden en la región y abastecen a la ciudad de Guatemala,
sino exportan a El Salvador. Hay otras regiones hortícolas
igualmente interesantes en Zunil (departamento de Quezaltenan-
go), en Panajachel (departamento de Solóla), etc. El ejemplo
de estos campesinos indica claramente lo que puede conse-
guirse de las microf incas y parcelas subfamiliares, si se introdu-
cen en ellas nuevas prácticas de cultivo.
306 ALFREDO GUERRA BORGES

Una investigación realizada en el municipio de Zaragoza^


departamento de Chimaltenango, por Alfredo Méndez Domín-
guez, del Instituto de Nutrición de Centroamérica y Panamá
(INCAP), revela una situación que es común a muchas otras
comunidades y regiones de Guatemala, y por ello puede ser de
interés detenerse a conocer algunos de los datos aportados. Eit
el estudio de Méivdez Domínguez, como decimos, qntede e^icon-
tratase reflejada la vida de 'miles de minif nudistas:

«La disponibilidad de nutrientes para el hombre, y durante


la estaciónseca para el ganado, depende en gran parte de la pro-
ducción de maíz y de los desechos de la planta o tazol. »i^ .

La producción obtenida va desde lOQ y 250 libras por cuer-


da (1 600 varas cuadradas) a 200 u 800 libras. Esto significa
un mínimo de 6 quintales como mínimo y 48 como máximo por
manzana (0.7 hectáreas). Los campesinos más pobres tienen
solo una fracción de cuerda y no pueden utilizarlo para la siem-
bra dé maíz. Se arriendan tierras para aumentar los cultivos
del maíz. Los pobres arriendan tierras de las familias más aco-
modadas, pero el arrendamiento resuelve el problema solamente
en parte
«ya que el arrendatario desea que la producción de dichas tierras^
sea baja. La razón de ello es que temen que al obtener grandes
cosechas el propietario quiera entonces cultivarlas él mismo. ComO'
consecuencia, tales tierras se deterioran continuamente.» n
«La posición dominante que el maíz ocupa en la cultura zara-
gozana se traduce en una sumisión de gran parte de las activida-
des sociales a las demandas impuestas por el ciclo vegetativo, Eí
clima permite una cosecha al año solamente, y las siembran se
llevan a cabo en marzo, abril o mayo, inmediatamente antes o du-
rante las primeras lluvias, mientras que la cosecha ocurre en los
meses de noviembre, diciembre o enero. El largo período de cre-
cimiento de la planta, entre la siembra y la cosecha, produce es-
casez de tierras durante la época lluviosa, que es precisamente el
tiempo durante el cual podrían obtenerse pastos abundantes. Es
en este mismo período, debido a las circunstancias que más ade-
lante se detallan, cuando el maíz se hace escaso. Durante la mayor
parte de la estación seca hay disponibilidad tanto de tierra como*
de maíz, pero durante este período escasean los forrajes verdes,
de tal manera que el ganado para subsistir debe consumir grandes-
cantidades de tazol que se acaba de cosechar. A
menos que la

10 Alfredo Méndez Domínguez, Organización social y prevalencia de la malnutri-


ción proteica en una comunidad de Guatemala, Guatemala Indígena, II, 2, ( Guatemala
abril-junio 1962), p. 7.
11 Ihid., p. 9.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 807

producción de éste sea abundante, su existencia se verá agotada


al final de la estación seca. En las condiciones de producción ínfima
de grano y tazol que priva entre las clases bajas, un largo* período
de hambre comprendido entre la siembra y la cosecha representa
un constante peligro tanto para el hombre como para el ganado.
Es, pues, comprensible que en estas circunstancias las clases bajas
sientan la necesidad de cultivar sin ninguna discriminación toda
la tierra que les sea posible disponer. A pesar de ello, estas fami-
lias son capaces de suplir anualmente sus requisitos básicos de
maíz (de 6 a 8 libras diarias), únicamente por un período de cuatro
a cinco meses, y los de tazol (aproximadamente la producción de
nueve cuerdas por mes, por cabeza de ganado) por el término de
uno a tres meses.»^-*

Esperamos que el alto interés que tiene lo transcrito jus-


tifique haber hecho una cita tan extensa. Más adelante, Méndez
Domínguez se detiene a considerar la cuestión de la escasez de
dinero en relación con el ciclo vegetativo del maíz. En la esta-
ción seca abunda el maíz de reciente cosecha, pero los campesinos
pobres padecen por la escasez de trabajo y de dinero. En la
estación de lluvias el grano es escaso, pues está en crecimiento
el maíz, pero se puede obtener algo de dinero por medio de tra-
bajo agrícola. Las mejores tierras son de los campesinos y agri-
cultores acomodados, se siembran antes que las tierras de los
campesinos pobres, que trabajan para aquéllos y obtienen así un
ingreso monetario. Más tarde, cuando la milpa no requiere
miayor cuidado, puede obtenerse ocupación agrícola en fincas
vecinas de café, caña de azúcar y maíz.
Los campesinos pobres adquieren de las famiUas acomoda-
das el maíz que les hace falta durante la estación lluviosa. Para
ello les sirve el efectivo que ganan mediante su trabajo. Pero
como en ese período el maíz es escaso, los precios son dos y tres
veces más altos que en el período de la cosecha. Por el contrario,
durante la estación seca el maíz es abundante, pero el campesino
pobre no tiene dinero y se ve obligado a vender su propio maíz
para obtenerlo. En ese período el precio del grano es bajo.
Méndez Domínguez proporciona datos del mayor interés
sobr¿ el trueque en la estación seca y el trueque en la estación
lluviosa y otros hechos sobresalientes de la actividad de la comu-
Tiidad zaragozana, pero hemos de omitirlos aquí para limitamos
a lo dicho en relación a la tierra y el maíz. Como lo advertimos
en un principio, la situación descrita bien puede encontrarse en

12 Jhid., pp. 8.«.


tos ALFREDO GUERRA BORGES

muchas otras comunidades, al menos en términos bastante se-


mejantes, y por ello pensamos que es característica de la re^ón
minifundista.
Imposible referirse a todos los aspectos que sería de desear
en relación al minifundio y los minifundistas. Su situación y
características han sido objeto de numerosas investigaciones,
pero en esta obra no cabe referirse a sus resultados con el dete-
nimiento que podría hacerse en un ensayo específico. La solu-
ción de les problemas que plantea el minifundio guatemalteco
requerirá un esfuerzo de gran magnitud.
Como nota final conviene decir que en 1968 el Gobierno
presentó al Fondo especial de las Naciones Unidas una solicitud
de asistencia técnica para llevar a cabo un proyecto de "Desa-
rrollo rural integral del altiplano Centro-Occidental de Guate-
mala". El costo total del proyecto sería de 06 594 760.00, apor-
tando las Naciones Unidas 0798 867.50. La duración del
proyecto sería de cuatro años. Aunque se trata de un modestísi-
mo esfuerzo, dadas las dimensiones del problema, es de desear que
se ponga en práctica, en tanto tienen lugar en el país cambios
estructurales de alcance nacional, que son los que brindarían
posibilidades reales para abordar a fondo el problema del mini-
fundio y el minifundista.

11. Principales características de las fincas


familiares
Con anterioridad hemos indicado que se consideran fincas
familiares las que absorben la capacidad normal de una familia
rural, o sea, entre 600 y 1 200 días-hombre por año, y que en el
caso de Guatemala estas fincas, por su extensión, están compren-
didas en el grupo de 7 a 45 hectáreas (equivalentes a 10 y 64
manzanas, es decir, entre 10 manzanas y una caballería)
En la práctica los límites de este grupo varían de una región
a otra. En el altiplano, por ejemplo, explotaciones entre 7 y 20
hectáreas resultan con frecuencia insuficientes para dar trabajo
a 3 ó 4 hombres al año, que es el criterio utilizado, como se in-
dicó antes, para definir el grupo. De esa suerte, dichas explo-
taciones son, en realidad, subf amillares, debido a que una gran
parte de sus tierras son inutilizables o tienen una productividad
muy baja, por causas diversas.
Puede darse también el caso contrario. En algunos casos
los poseedores de fincas familiares han intensificado los cul-
tivos con mejores técnicas y empleando más mano de obra que
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA «00

el mínimo de 3 ó 4 trabajadores antes indicado. Desde el punto


de vista de lafuerza de trabajo ocupada, esas fincas pertenecen
en realidad al grupo multifamiliar mediano.
La finca de tamaño familiar viene siendo considerada la
más adecuada dentro de una política de dotación de tierras a la
población campesina. Tal es la orientación de la Ley de Trans-
formación Ag-raria, calcada en el Estatuto Agrario. Sin embar-
go, una extensión promedio de 19 hectáreas, que fue el promedio
de las fincas familiares investigadas por el CIDA, es una exten-
sión superior a las posibilidades actuales de los campesinos. Por
el contrario, si los beneficiarios de esas parcelas contaran con
medios económicos y técnicos para aprovechar en su totalidad
esas 19 hectáreas, es indudable que ya no podría seguirse ha-
blando de fincas familiares, pues emplearían cierto número per-
manente de trabajadores asalariados y se situarían en el grupo
de las fincas multifamiliares medianas.
Finalmente, en el marco de estas observaciones generales,
cabe recordar que el CIDA había previsto una disminución del
número de fincas familiares, como consecuencia de la subdivi-
sión de la propiedad agrícola en el altiplano, y aun en regiones
de tieiTas bajas donde la alta concentración de la tierra da lugar
a una creciente escasez de la misma al aumentar la población
campesina de esas regiones, no sólo por crecimiento vegetativo
sino también por la inmigración hacia esas zonas.
Los datos de que se dispone ahora permiten concluir que el
pronóstico del CIDA no fue confirmado, ya que aun en algunas
zonas del altiplano ha aumentado la proporción de las fincas
familiares en relación al total de fincas. El Cuadro 49, incluido
en el apartado 8 de este Capítulo, muestra esa variación positiva
en el departamento de Totonicapán, en Huehuetenango y otros
más. El análisis de los datos reunidos en el Cuadro indicado se
hizo ya donde correspondía, y no es necesario insistir en el
mismo.
El valor de las parcelas adjudicadas por el Estado en las
Zonas de Desarrollo Agrario, que tienen el tamaño de finca fa-
miliar, oscila entre Q600 y Q700 en las zonas de desarrollo agra-
rio en la costa del Pacífico, y unos ftSOO en la región del noro-
este. Tales sumas deben cancelarse en un plazo de 10 años.
Como se ha podido establecer, en los parcelamientos creados
después de 1954 se ha originado una fuerte especulación con la
tierra, vendiéndose las parcelas a terceros, aun cuando después
se obtenga una nueva parcela, que a veces se revende de nuevo.
310 AL^í'REDO GUERRA BORGES

En muchos casos, las tierras se clan en arrendamiento, en contra-


vención de la ley.
Las fincas de tamaño familiar establecidas en los parcela-
mientos o Zonas de desarrollo agrario son utilizadas en su mayor
parte para cultivos anuales, sobre todo maíz, lo que indica que
en este aspecto no han servido hasta ahora para cambiar la si-
tuación que anteriormente tenían los campesinos que han sido
beneficiados con parcelas. Ahora podrán tener, quizás, ingresos
más elevados, debido a que disponen de más tierra, pero siguen
encontrándose a un nivel que no permite mayor independencia
al agricultor o una capitalización suficiente.
Es de lamentar que la literatura disponible sobre fincas
familiares sea muy escasa —
y quizás inexistente, si se tiene un
criterio más exigente —por lo que toca a regiones distintas de
los parcelamientos o Zonas de desarrollo agrario. Estas regio-
nes son de creación reciente y sus características posiblemente
divergen en aspectos muy importantes de las que tienen las
fincas familiares del altiplano y de otras zonas donde existen
desde mucho tiempo atrás. Un estudio concienzudo de las fincas
familiares en estas regiones podría revelar un alto grado de
influencia de la tradición y del subdesarrollo general del país;
y la carencia de medios y recursos para explotar las tierras, de
tal modo que resultan desaprovechadas o explotadas con muy
baja productividad. Podrían revelar tales estudios la presencia
de trabajo asalariado u otras formas de relación laboral con los
propietarios, etc. Pero no se cuenta con ninguna investigación
que permita arrojar suficiente luz sobre estos aspectos. En
Guatemala se han estudiado sobre todo el minifundio y el lati-
fundio, y aun en estos aspectos queda mucho por hacerse. Ha-
brá que conformarse por ahora con la información disponible
sobre fincas familiares en las Zonas de desarrollo agrario.
Como se indicó con anterioridad, las fincas familiares de
dichas zonas arrojan un gran número de casos de tierra^s arren-
dadas, aun cuando el arrendamiento es ilegal en estos casos.
Esta es una buena razón por la que los informantes ocultan con
frecuencia la verdadera situación. El cultivo predominante
es el maíz, como también lo indicamos hace un momento. Se
cultivan también otros productos anuales como el frijol y el
arroz, particularmente.
Según información del INTA se cultivaron unas 97 966
manzanas (68 576 Ha.) en los años 1964/66. Los cultivos fue-
ron muy diversos, aunque algunos de poca significación. Según
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA SU
esa información, se destinaron al cultivo del maíz 77 384 man-
zanas (54 169 Ha.), o sea, el 79.0 por ciento del total. Le si-
guieron en importancia los cultivos de arroz (5.6 por ciento),
de maicillo (2.5 por ciento), de caña de azúcar (1.7 por ciento),
de frijol y ajonjolí (1.5 por ciento), de algodón (1.2 por ciento)
y de yuca (1.1 por ciento). Los demás cultivos (achiote, na-
ranja, melón, tomate, etc.) no representaron siquiera el uno
por ciento de la superficie cultivada.
Como se indicó antes, el valor de las tierras de las fincaa
familiares formadas en los parcelamientos es fijada, como punto
de partida, por el Estado. Sobre la base de la comparación con
el valor de otros bienes rústicos ya desmontados, puede admitir-
se que esas tierras hasta quintuplican su valor al ser puestas
en condiciones de cultivarse. De ese modo, una hectárea de
tierra no desmontada, con un valor inicial promedio de ft35,
puede llegar a valer 0175 cuando el terreno ya está limpio. Si
se considera que de un promedio de 19 hectáreas unas 14.5 son
tieiTas que están en uso, en descanso o arrendadas, puede supo-
nerse que el valor de las tierras, sobre la base estimada de Q175
la hectárea, representan un capital de Q2 538.
Sumando el valor estimado de los cultivos permanentes, del
ganado y aves de corral, las herramientas y las viviendas, puede
obtenerse un valor promedio de Q645. Lo que da un capital
total de 03 183, sin tomar en cuenta 0158 que estarían represen-
tados por el valor de las 4.5 hectáreas de tierras no desmontadas.
Si se agi*ega este valor, el capital de que disponen, en promedio,
las fincas familiares en los parcelamientos, sería de 03 345.*^
Debe tenerse en cuenta que las viviendas tienen un bajo
valor debido a que las condiciones en que viven los propietarios
de fincas familiares son muy bajas. También el capital represen-
tado por las herramientas y equipo de trabajo es reducido, lo
que indica que se siguen empleando métodos de cultivo que difie-
ren relativamente poco de los utilizados en el minifundio. En
esto están presentes no sólo la fuerza de la tradición y la baja
cultura de este grupo de agricultores, sino también la ausencia
de una política del Estado para apoyar en todas formas el desa-
rrollo de las fincas familiares, que una vez establecidas son de-
jadas en buena medida a su propia suerte, sin acceso al crédito
ni a otros recursos que podrían promover una agricultura más
moderna y eficiente. Es frecuente que los gobiernos insistan en

13 CIDA, ob. cíí., pp. 130-iai.


312 ALFREDO GUERRA BORGES

que su política agraria no consiste simplemente en repartir


tierras, pero en la práctica esto significa que la tierra se distri-
buye con suma lentitud y a un número muy limitado de campesi-
nos que la necesitan, sin que puedan percibirse los otros aspec-
tos de la política agraria preconizada (crédito, aj^uda técnica,
apoyo financiero, etc.).
En las fincas familiares los propietarios trabajan casi exclu-
sivamente dentro de la explotación. No venden fuerza de tra-
bajo, y no es mucha la que contratan para realizar los cultivos.
Junto al propietario trabajan sus hijos y su mujer. En los casos
estudiados por el CIDA, el total de jomadas de trabajo emplea-
das en las fincas familiares promedió los 557-595 días al año,
según fuera la zona. Esto significa que, trabajando los propie-
tarios un promedio de 300 días en el año, los otros miembros de
la familia, y ocasionalmente algunos trabajadores asalariados,
aportan un total de 295 días en promedio.

«Estas cifras son interesantes, pues muestran que el promedio


no alcanza el limite máximo de 600 jornadas consideradas como
necesarias para definir la explotación de tipo familiar en Gua-
temala.»^*

En los casos en que la intensidad de trabajo es muy baja,


quizás la causa sea la falta de ayuda técnica y crediticia, lo que
impide aprovechar mejor las tierras, utilizando más mano de
obra. Pero es posible también que no se haya hecho la labor
necesaria para romper los vínculos que unen al pasado, ya que
muchos propietarios de fincas familiares, viviendo en malas
condiciones, no se sienten movidos a explotar mejor sus tierras,
pues están habituados a niveles de vida muy bajos. Nada se
ha podido determinar hasta la fecha sobre el particular, ya que
la cuestión permanece sin estudiarse.
Los ingresos promedio de los propietarios de fincas fami-
liares se encuentran a un nivel bastante más alto que los de los
minifundistas. En los parcelamientos de "La Máquina" y "La
Blanca", en la costa del Pacífico, se han encontrado ingresos
promedio de 01 200 y 01 970. Dichos ingresos incluyen tanto
las ventas de los productos de la finca como el consumo de artí-
culos provenientes de la misma y otros ingresos obtenidos fuera
de la explotación (trabajo asalariado agrícola y no agrícola,
actividades comerciales, etc.).

14 Ibid., p. 182.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 313

A pesar de que los parcelamientos constituyen la parte me-


dular de una política agraria que se ha presentado como la solu-
ción óptima entre las diferentes que se han propuesto para resol-
ver el problema agrario de Guatemala, poco es lo que se ha
hecho hasta ahora para que las colonizaciones establecidas ten-
gan buenas vías de acceso. En algunos casos los caminos son
tan malos que prácticamente no se les puede utilizar en la esta-
ción de lluvias. Los costos de transporte suben por tal motivo.
O se tienen que hacer sobre las espaldas de los propios produc-
tores. En la región del noreste la situación, en cuanto vías de
acceso, es bastante más favorable.
La comercialización de los productos se hace a través de nu-
merosos intermediarios, con la consiguiente especulación y el
daño para los ingresos de los productores. No se tienen faci-
lidades de almacenamiento de granos, y por ello hay necesidad
de venderles pronto, a bajos precios, y además se sufren pér-
didas sensibles por la acción de los roedores y los hongos.

«. . .se puede concluir que no se ha avanzado mucho aun en el


suministro de servicios de utilidad común en los parcelamientos»,'*

lo que explica las grandes deficiencias que se observan en ellos.

11.1. Zona d^ Desart'ollo Agrario de Mueva Concepción


La Zona de Desarrollo Agrario de Nueva Concepción fue
creada en 1956, y está situada en el municipio de Tiquisate, de-
partamento de Escuintla. Tiene una superficie de 34 909 hec-
táreas, 28 áreas y 51 centiáreas (equivalentes a 733 caballerías
y 29 manzanas). Colinda con varias fincas (Cuntan, Las Viñas,
Luisiana y San Lorenzo), los ríos Coyolate y Madre Vieja y el
Océano Pacífico. La elevación sobre el nivel del mar varía de
O a 300 pies (o sea, de O a 91.71 metros). La topografía es
plana, con pendientes que no exceden del 4 por ciento. En su
mayor parte los suelos son Bucul y Tiquisate, tipo café claro,
suelto y arenoso. Una tercera parte de la extensión total se
considera que tiene óptimas condiciones para una gran variedad
de cultivos; otra tercera parte tiene un grado de salinidad que
haría necesarios algunos programas de mejoramiento; y otra
tercera parte es susceptible de inundación en la estación de
lluvias. El clima de la Zona es cálido-húmedo, y la precipitación
pluvial es de 1 500 a 2 000 mm. anuales.

15 Ihid., p. 140.
314 ALFREDO GUERRA BORGES

Originalmente se asentaron 1 382 familias, a las que se ad-


judicaron parcelas de 20 hectáreas. Un reciente Censo de po-
blación, realizado por el INTA, empadronó 4 756 familias, de
las cuales se dedicaban a actividades agrícolas 3 771 y a activi-
dades no agrícolas 985.

«La familia promedio cuenta con 5.6 miembros. El número


de habitantes que se dedican a la agricultura es de 21 854 y los
que se dedican a otras actividades son 4 552. La población total
es de 24 406 personas.»i6

Del total de familias vivían 1 982 en los 24 caseríos y aldeas


existentes en el área, y 2 774, vivían en Parcelas, Calles y Áreas.
En una publicación del Instituto Nacional de Transforma-
ción Agraria (INTA), que puede suponerse es de fecha 1964 o
1965, se indica que había 1 260 familias con parcelas, sumando
un total de 7 560 personas 458 familias con lotes urbanos en
;

los centres del Parcelamiento (65 hectáreas), y una población


flotante de 11 000 personas, todo lo cual arrojaba un total de
20 750 personas. En la Sección I, con una extensión de 17 000
hectáreas, se habían asentado 420 familias, en posesión de
8 400 hectáreas y en la Sección II, con una extensión de 17 909
;

hectáreas, se habían asentado 840 familias, cuyas parcelas cu-


brían una extensión de 15 200 hectáreas.^^
Lo que significa esa "población flotante" puede compren-
derse a la vista de los datos establecidos por el INTA en la in-
vestigación citada: sólo 756 familias tenían título de tenencia
de la tierra, y 486 lo estaban tramitando. O sea, que en total
solamente 1 242 familias (32.9 por ciento) tenían parcelas con-
forme la legislación pertinente. Junto a esto, 1 072 familias
(28.4 por ciento) eran arrendatarias, y 41 (1.1 por ciento) eran
medieros (o sea, que tenían tierras en arrendamiento también).
Un total de 256 familias (6.8 por ciento) eran "ocupantes"
(carecían de título para disponer de las parcelas que explota-
ban). Otras 555 (14.7 por ciento) trabajaban la tierra como
'^contratistas". Se registraron 78 encargados y guardianes, y
10 casos en que no se obtuvo declaración. Finalmente, se regis-
tró un total de 517 jornaleros sin tierra (13.7 por ciento). Tal

16 Instituto Nacional de Transformación Agraria, Información sobre el Programa


de fortalecimiento de la reforma agraria y desarrollo rural en el parcelamiento de Nueva

Concepción^ (Guatemala: 1967), p. 7.


17 Ronny Alvarado Pinetta, La transformación agraria en Guatemala^ (Gnatiemala:
sin fecha), pp. 53-55.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 315

es la abigarrada composición de esa "población flotante'*, cuya


importancia es muy grande como reflejo de la situación que, al
margen de la ley, se ha ido creando a lo largo de once años, por
la fuerza misma de los hechos.
Veamos más de cerca el problema. No obstante lo que la
ley de materia prescribe, y los propósitos que han proclamado
la
distintos gobiernos, solamente un 33 por ciento de los parcelarios
tienen derechos efectivos sobre las tierras, mientras el 67 por
ciento restante constituye una población en condiciones precarias,
sujeto a dependencia de los parcelarios. No es ésta la situación
prevista en el espíritu de la legislación ni el resultado de una
correcta política de reforma agraria. Tal situación revela que
los parcelarios no están en posibilidad de explotar las tierras
que han recibido. El citado estudio del INTA indica que "Nueva
Concepción constituye un área de tenencia y uso de la tierra
defectuosos", y "que en el aspecto económico las actividades
agropecuarias se desarrollan con métodos que han permitido
un continuo desperdicio de recursos humanos y de capital, refle-
jados en un bajísimo ingreso neto per-capita". Agrega el es-
tudio:

«que uno de los problemas más serios que padecen los agricultores
de Nueva Concepción es el limitado acceso al crédito agropecuario,
lo cual se debe a falta de pago de años anteriores, a la estructura
de tenencia de la tiexra, a limitada asistencia técnica así como el
<iefectuoso sistema de comercialización.>i8

Dada una tal situación el estudio apunta, como una de las


Metas a alcanzar dentro del programa que sugiere, "cambiar la
estructura de la producción agrícola y pecuaria desde su nivel de
subsistencia actual al nivel de producción diversificada para el
mercado. ."^^ .

Lo primero que puede decirse es que una política de reforma


agraria debe dar como resultado principal el salto de la agricul-
tura de subsistencia a una producción agropecuaria de ma^'or
rendimiento, orientada hacia el mercado, pues sin ello no puede
sacarse a la población rural de su paupérrimo nivel de ingreso
actual, y no se amplía el mercado interno en la medida que lo
exige el desarrollo de una economía moderna.
Por otra parte, si la información disponible fuera más de-
tallada, podría comprobarse con toda seguridad que los arren-

18 INTA, ob. cit., p. 4.

19 76td., p. 5.
316 ALFREDO GUERRA BORGES

datar ios están sujetos a prácticas semifeudales o precapitalistas


(pagos en trabajo o en especie, por ejemplo), y la existencia de
medieros está indicando la subsistencia de formas precapitalis-
tas de explotación de la tierra. El caso es, pues, que unai de las
más importantes Zonas de Desarrollo Agrario, registra la per-
sistencia de formas de explotación que una política de reforma
agraria estaría llamada a eliminar, por las perjudiciales conse-
cuencias económicas y sociales que conllevan.
El Censo levantado en Nueva Concepción dio cuenta de 139
campesinos que explotaban extensiones de tierra menores de una
manzana (menos de 0.7 hectáreas) El informe da la cifra de
.

656 familias, pero cabe observar que aquí se incluye a los 517
jornaleros que no tienen tierra. Las familias que trabajan en
tierras con extensión entre 1 y 5 manzanas (0.7 y 3.5 Ha.) suman
1 513, o sea, un 40.2 i)or ciento. Es decir, que si sumamos las
139 familias del primer grupo, tenemos un total de 43.9 por
ciento de familias que trabajan una extensión de tierra menor
de 5 manzanas (menor de 3.5 hectáreas).
En cuanto a las familias que tenían título de propiedad de
la tierra o que tenían título en trámite, el Censo reveló lo si-
guiente: 10 familias estaban situadas en el tramo de 10 a 14.9
manzanas (7 a 10.4 Ha.). En el tramo de 25 a 29.9 manzanas
(17.5 a 20.9 Ha.) encontramos 1 222 familias. Y un total de
9 familias en el grupo de 30 manzanas y más (21 Ha. y más).
Si se tiene en cuenta la extensión total de las parcelas otor-
gadas conforme la ley, fácil es concluir que los arrendatarios,
medieros, ocupantes, etc., están trabajando en tierras que per-
tenecen a los que poseen títulos sobre las mismas. Esto indica,
por una parte, que por falta de asistencia crediticia, técnica y
otras facilidades los parcelarios no utilizan toda la tierra que
poseen. Y, por otra parte, que han pasado a explotar trabajo
ajeno en formas anticuadas que el desarrollo económico del país
necesita proscribir.
El estudio varias veces citado indica que se han determinado
ya dos tipos de explotación que se considera factibles. Citamos
textualmente

«Tipo A. Prevee una explotación no mecanizada a base de


maíz, ajonjolíy té de limón en rotación anual que requiere una ex-
tensión de 8 manzanas, con un total anual de 13 manzanas equiva-
lentes. Esta explotación daría ocupación plena a ima familia de 5.5
trabajadores, con un 15 por ciento de los jornales provenientes de
mano de obra asalariada en distintas épocas del año. Los ingresos
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 317

líquidos anuales provenientes de este tipo de explotación se esti-


man en "Ql 258.00>.

«Tipo B. El tipo B contempla la utilización parcial de ma-


quinaria agrícola y está basada en una rotación anual de maíz,
ajonjolí, té de limón, soya y anroz. Esta rotación requiere una
extensión anual de 22 manzanas equivalentes sobre una área de
13 manzanas.»

«Nuevamente, este tipo de explotación daría pleno empleo


a una familia de 5.5 trabajadores, más 10 por ciento del total
de jornales provenientes de mano de obra asalariada. El ingreso
anual líquido sería de ^1 865.00.>

«Ambos planes contemplanel uso adicional de tierra para


cultivosque vengan a suplementar los ingresos económicos o la
manutención de la familia. Actualmente se están elaborando otros
tipos alternativos de explotación.»20

El documento publicado por el INTA indica que se conti-


nuarán otros estudios de diagnóstico, mercadeo de
se estudiará el
los productos agropecuarios de la Zona, la concesión de crédito
a distintos plazos, la creación de granjas de demostración, la
organización de cooperativas, etc. Uno de los objetivos es me>-
jorar el sistema vial de la lotificación. Difícilmente puede ha-
blarse de comercialización de los productos sin un mejoramiento
sustancial de los caminos de la Zona. En 1967 el área contaba
con una red de comunicaciones viales de 132 kilómetros, que
conectaban las parcelas con los centros poblados y las aldeas,
y éstos con la carretera Panamericana que lleva a la capital
de la República. Además de las vías de acceso, había cuatro
caminos troncales balastrados que atravesaban de Norte a Sur
el Parcelamiento. Con tales caminos es posible movilizarse en
la estación seca, pero sólo sirven con muchas limitaciones duran-
te la estación de lluvias.

11.2. Zona de Desarrollo Agrario de **La Máquina**

El Parcelamiento (o Zona de Desarrollo Agrario) de La


Máquina es, juntamente con el de Nueva Concepción, uno de los
más importantes que se han constituido bajo la legislación agra-
ria promulgada desde 1956. También en este caso utilizaremos
información procedente de una investigación de campo de fecha
reciente. Nos referimos a la investigación llevada a cabo entre

20 Ihid., p. 14.
318 ALFREDO GUERRA BORGES

1964 y 1967 por el Instituto de Investigaciones Económicas y


Sociales de Occidente (IIESO).^!
El Parcelamiento La Máquina tiene una extensión de 34 478
hectáreas, 99 áreas y 42 centiáreas, que equivalen a 764 caba-
llerías y 5 manzanas. Fue constituido con tierras de varias fincas
que estaban ubicadas en los municipios de Cuyotenango, departa-
mento de Suchitepéquez y de San Andrés Villa Seca, departa-
mento de Retalhuleu. En su parte más ancha, al sur, tiene 38
kilómetros, y en parte septentrional que es la más angosta
tiene 26 kilómetros. La elevación sobre el nivel del mar va de
a 200 metros. Los suelos son de la serie Ixtán. El clima es
cálido, con temperaturas que oscilan entre los 25 y 35 grados
centígrados. La precipitación pluvial es de 2 000 y 3 000 mm.
anuales.
El informe monográfico del señor José Luis Morales Chacón,
citado en la investigación del HE
SO, da la siguiente distri-
bución de la población de La Máquina: 15 500 personas (67.4
por ciento) viven en las parcelas; 2 500 personas (10.9 por
ciento) viven en los centros urbanos; y 5 000 personas (21.7
por ciento) constituyen la llamada "población flotante". Total
de población 23 000 personas.
:

En caso del parcelamiento de Nueva Concepción el 48 por


el
ciento de las familias vivían en las parcelas y el 26.6 por ciento
en los centros poblados. En La Máquina vivía solamente el
10.9 por ciento en dichos centros.
El Parcelamiento está dividido en dos grandes centros: el
Centro N^ 1 comprende los sectores A y B, en los que hay, res-
pectivamente, 184 y 548 parcelas. Total 732. El Centro N^ 2 :

comprende los sectores C y D, en los que hay 537 y 21 parcelas


respectivamente. Total: 558. La suma de parcelas en los dos
centros es 1 290.
En el momento de realizar su investigación el IIESO un
total de 1 150 parcelas (89 por ciento) tenían 28 manzanas (19.6
Ha.) de extensión, y las restantes 140 parcelas tenían 60, 70,
84 y 128 manzanas (42, 49, 58.8 y 89,6 Ha.) Ya sólo esto indica
.

que no se ha seguido un criterio acorde con el espíritu de la


legislación agraria, pues el Decreto 1 551, Ley de Transforma-
ción Agraria, dice en su artículo 41 que aun las unidades supe-
riores no podrán tener una extensión que "exceda en ningún
caso de aquella que como máximo se estime pueda ser técnica y

21 Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de Occidente, Parcclamionto


La Máquina, (Guatemala: 1968), 117 pp.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA S19

racionalmente explotada por un propietario individual". Se


comprende que -esto se refiere a las posibilidades de explota-
ción dentro del nivel tecnológico prevaleciente en la región,
pues en condiciones diferentes otros países podrían considerar
adecuada a un propietario individual una finca incluso de mayor
extensión.
El Parcelamiento La Máquina €«tá cruzado por carret^raa
balastradas que toman el nombre de "ejes" cuando van de norte
a sur y de "Líneas" las que cruzan el parcelamiento de este a
oeste. Tiene comunicación con la carretera del Pacífico en Cuy<>-
tenango, que se encuentra a 29 kilómetros del Centro N^ 1, y a
215 kilómetros de la ciudad de Guatemala. En total los caminos
primarios tienen una longitud de 173 kilómetros. Hay 58 kiló-
metros de caminos secundarios y 18 kilómetros de vías de acceso.
Esta red vial es transitable en la estación seca, pero su costo de
mantenimiento es muy alto. Los caminos secundarios y las vías
de acceso se vuelven intransitables en la estación de lluvias.
Los dueños de parcelas viven en un 93 por ciento en el Par-
celamiento. Se registra un 7 por ciento de propietarios ausen-
tistas. El sector D es el que más alto porcentaje de ausentismo
registra: 30 por ciento. Le sigue el Sector A con un 13 por
ciento de propietarios ausentistas. Ello se debe a que, sobre
todo en el sector D, se ha favorecido con parcelas a burócratas,
oficiales del ejército, altos funcionarios del Gobierno. El pro-
pietario de una parcela del Sector D reside en la ciudad de Mé-
xico. No es extraño, por tanto, que en el mencionado sector
las parcelas sean de mayor extensión (56 manzanas, o sea,
39.2 Ha.) que el promedio.
No obstante que el arrendamiento de tierras está prohibido
legalmente, la investigación realizada por el IIESO estableció
que un 15.6 por ciento de las parcelas están siendo explotadas
por arrendatarios. Algunos propietarios de tierras arriendan
otras que pertenecen a propietarios ausentistas. Los factores
que influyen en el arrendamiento de tierras pueden ser los si-
guientes, a juicio del IIESO:

a) asistencia crediticia inadecuada;

b) deficiente asistencia técnica;

c) demanda de tierra de los campesinos que carecen de


ella; y
d) especulación.
^20 ALFREDO GUERRA BORGES

Las parcelas de 28 manzanas que fueron investigadas tienen


un precio de 0600, valor que debe amortizarse en 10 años. Las
parcelas de 64 manzanas tienen un precio de 01 200, amortiza-
bles también en el mismo período. Solamente un 3 por ciento
de los parcelarios ha cancelado ya su deuda. Un 81 por ciento
ha hecho una amortización parcial, y el 16 por ciento no ha hecho
ninguna amortización. "Indudablemente —
dice El IIESO
entre estos últimos habrá incluidos algunos parcelarios nuevos,
pero en el grupo sabemos que existen 19 personas que tienen
más de nueve años trabajando y además de esa deuda han lo-
grado obtener nuevos préstamos de instituciones estatales, pri-
vadas y de personas particulares, pudiendo decir que en más
de un caso nos consta que han capitalizado en la parcela el
monto total de la deuda adquirida. Otros manifestaron que
están capitalizando y que piensan cubrir la totalidad al cum-
plirse los diez años del plazo".^^
El hecho apuntado tiene relación con la desconfianza de
los campesinos a perder la parcela que han recibido. El parcela-
miento se inauguró oficialmente el 3 de noviembre de 1956,
pero sólo 3 personas investigadas tenían los 10 años de trabajo
ininterrumpido ; la mayoría tenía unos 6 años y el promedio ge-
neral fue de 5 años.

«Esta realidad es demasiado dura, quizás, i>^o algunos par-


celarios nos manifestaron que *de repente viene un nuevo gobierno
y nos quita la parcela\j'23

Veamos ahora cual es la utilización de la tierra en el Par-


celamiento La Máquina y cuales son las prácticas de cultivo, a
fin de establecer si en este caso se ha conseguido el cambio que
es esencial de una reforma agraria.

22 Ibid., pp. 35-36.


23 Ibid., p. 36.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA tfX

Cuadro 54

CLASES DE SIEMBRAS Y EXTENSIONES DE TIERRA CULTIVADA


EN EL PARCELAMIENTO LA MAQUINA (AÑO AGRÍCOLA 1965/66)
Cla-ae de cultivo Extcntión (en Ha.) Por eitmto

Cultivos temporales 14 434 60J7


Maíz de 1^ y 2^ cosecha 12 467 52.57

Otros cultivos 1967 8.30

Cultivos permanentes 564 2^


Pastos 2 955 12.45

Sembrados 2 294 9.67

Naturales 661 2.78

Tierras en descanso 2 891 12.19

Bosquesi 2 078 8.51

Otras formas2 851 3.60

TOTALES 23 714 100.00

1 La mayor parte son firuamiles, cercas, etc.


2 Cosas, caminos, barrancos, chagrüites, etc.

Fuente: Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de Occidente.

Como puede observarse en el Cuadro 54, el maíz cons-


tituye el cultivo principal. No se ha conseguido, por consi-
guiente, que los campesinos parcelarios se dediquen a cultivos
de mayor rendimiento económico, y mantienen el cultivo que es
tradicional del campesinado. Podría objetarse que en sí no tiene
nada de censurable dedicar tierras al cultivo del maíz, pero el
caso es que en el Parcelamiento La Máquina no constatamos
un cultivo mecanizado, de altos rendimientos, que proporcio-
nen a los productores un alto ingreso. El IIESO encontró ren-
dimientos que oscilaban entre 19.2 y 25 quintales por man-
zana (aproximadamente, 25.7 y 35.9 quintales por hectárea).
Tales rendimientos son comunes a otras regiones, y si bien
exceden el promedio nacional, debe tenerse en cuenta que dicho
promedio es muy bajo por la influencia de las regiones donde no
se obtienen siquiera 10 quintales por manzana (14 .quintales
por Ha.).
No pueden extrañar esos rendimientos si se tiene en cuenta
que en La Máquina siguen utilizándose instrumentos de produc-
322 ALFREDO GUERRA BORGES

ción tradicionales en nuestra agricultura: machete, azadón,


macana, coa, etc. La mecanización del cultivo se ha introducida
solo en un bajo grado debido a que su costo no está al alcance
de las posibilidades de la mayoría de parcelarios.
Los costos unitarios de la producción de maíz son elevados
debido a los bajos rendimientos. En los sectores B y C el
IIESO estableció costos supei'iores al precio de mercadeo del
maíz, que en promedio es 02.75 por quintal. Los campesino»
parcelarios consideran que "ganan poco", pero en su estructura
de costos no toman en cuenta el valor de su trabajo, que el IIESO
sí estimó, como es natural.
El sector A dedica una superficie mayor que los oti'os a
pastos cultivados, posiblemente porque aquí se practica desde
hace tiempo el arrendamiento de tierras, teniendo los arrenda--
tarios la obligación de dejar sembradas las extensiones que cul-
tivan. Los pastos son destinados para pastura de animales aje-
nos. Por consiguiente, los propietarios de esas parcelas obtienen
ingresos menores que si los exportaran directamente, en el caso
de tener medios para hacerlo.
En el sector B se registraron también bastantes casos de
tierras arrendadas, y tuvo la proporción más alta de tierras en
descanso. Es posible que ello se deba al mal estado de las vías
de comunicación, que se hacen intransitables en época de lluvias.
El sector C dedicó más tierra que los otros a cultivos anua-
les y permanentes.
El sector D, donde se localizaban las parcelas de mayor
tamaño, según se indicó con anterioridad, registró solamente
un 5 por ciento dedicado a cultivos y gran número de casos de
arrendamiento de tierras.
En cuanto al destino de la producción, el IIESO encontró
que el 78 por ciento de la producción anual de maíz se destinó
al mercado el 17 por ciento para el consumo familiar del parce-
;

lario; el 3 por ciento para semilla de la siguiente temporada,


y el 1 por ciento para los trabajadores asalariados. Como pago
en especie del arrendamiento de tierras los propietarios reciben
una parte de la cosecha que viene a representar el 0.16 por cienta
de la producción anual.
El 94 por ciento de los productores venden el maíz en su pro-
pia parcela a gran número de intermediarios que regionalmente
se conocen como "maiceros". Solamente un 6 por ciento ven-
dieron su producción en el centro administrativo del sector, en
Cuyotenango, en Mazatenango u otro pueblo no muy distante^
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 323

Los precios son bastante estables. Los fijan, por lo general,


los "maiceros".
En cuanto a los otros productos la información obtenida
por el IIESO indicó lo siguiente el 81 por ciento del valor total
:

de los cultivos temporales (frijol, arro*:, ajonjolí, etc.) se recibe


por ventas; el 13 por ciento lo representa el consumo familiar
del parcelario; el 4 por ciento por las reservas para forraje o
semillas, y el 2 por ciento para raciones de los trabajadores
asalariados.
En el caso de los cultivos permanentes (pina, aguacate,
cítricos,banano, etc.) pudo establecerse que el 67 por ciento del
valor de la producción lo representan las ventas el 32 por ciento
;

el consumo familiar; el 1 por ciento la reserva para forraje o


semillas el 0.4 por ciento el pago en «specie de los trabajadores
;

asalariados.
La producción pecuaria tiene poca difusión en La Máquina.
El ganado es de reciente introducción en el Parcelamiento. Sólo
el 33 por ciento de los parcelarios lo tenía, y aunque representa
un nuevo renglón de ingresos todavía se destina la mayor parte
para mejorar la dieta del parcelario. El 63 por ciento de los
parcelarios que tenían ganado lo utilizaban con ese fin.
El IIESO estableció que el 60 por ciento de los parcelarios
tenían aves de corral. El 10 por ciento de las existencias estaba
destinado a la venta y un 35 por ciento para el consumo familiar.
De los campesinos poseedores de aves de corral, el 36 por ciento
vendían huevos y por tal concepto obtenían un ingreso anual de
Q142. Gran número de campesinos — la mayoría —
utilizaron
los huevos como complemento de su dieta familiar.
Veamos ahora un aspecto importante de la situación en el
Parcelamiento La Máquina al que hemos hecho referencia con
anterioridad: el arrendamiento de tierras. Como se sabe, el
artículo 114 del Decreto 1 551, Ley de Transformación Agraria,
prohibe tal arrendamiento y las razones son obvias. Pero el
caso es que tanto en el Parcelamiento de Nueva Concepción
como en La Máquina lo hemos encontrado y es de suponer que
lo mismo ocurre en las otras Zonas de Desarrollo Agrario. Esto
indica una seria deficiencia de la política agraria —
o de reforma
agraria, como se la ha llamado — actualmente en vigor.
El IIESO hace notar que "la importancia del estudio de
este aspecto de la tenencia de la tierra en el Parcelamiento, no
está tanto en la extensión de tierras que se dan en arrendamiento,
ya que apenas significan el 5.12 por ciento del total de la tierra
encuestada, sino más bien en los matices especiales un poco
324 ALFREDO GUERRA BORGES

agudos, aunque no típicos de la zona, que se manifiestan en las


formas de arrendamiento". ^^ Debe recordarse una vez más que
debido a que se prohibe el arrendamiento de tierras hay indu-
dables omisiones en la información obtenida.
La encuesta del HE SO registró tres formas de renta de la
tierra, que constituyen las tres formas típicas de la renta pre-
capitalista a) el pago en dinero, que es practicada por el 51 por
:

ciento de los campesinos sin tierra; b) el pago en especie, que


es practicada por el 11 por ciento; y c) el pago en servicias o en
trabajo, que es practicada por el 38 por ciento.
En los casos de renta en dinero el pago promedio fue de
01.12 por cuerda. Sobre la base de una cuerda de 40 varas
por lado, una manzana (0.7 Ha.) sería arrendada por un pago
de 06.72. En el sector C el promedio fue de ftl.28. El mínimo
se encontró en el sector D 01.00 por cuerda. En casos aislados
:

se encontró un pago de 00.50 por cuerda, y en un solo caso el


pago fue de 08.00. En ambos casos influyen circunstancias
especiales para un pago tan bajo o tan alto.
En los casos de renta en especie el pago se fijó en un quin-
tal de maíz por cuerda de tierra arrendada. O sea, 6 quintales
por manzana. No se registraron casos de medianeros (distribu-
ción por mitad de la cosecha entre arrendante y arrendatario).
"La estimación del monto pagado por el arrendamiento de la tie-
rra dada en esta forma, se efectuó considerando el valor de un
quintal de maíz a los precios promedios de venta específicos del
arrendatario, y en tal sentido el pago por el derecho de explo-
tación de una cuerda de tierra dada en arrendamiento es de un
promedio general para el parcelamiento de 01.72, es decir, 53.8
por ciento más que si consideramos los valores del pago en
dinero".25
La renta en especie se encontró solamente en los sectores
B y C. En primero el promedio de pago fue de 02.27 por cuer-
el
da y en el segundo 01.52.
El pago en trabajo consistió en cubrir el valor de la renta
prestando servicios de vigilancia de ganado, trabajos agiúcolas,
etc. Al convertir estos servicios en su equivalente monetario
se encontró que significaron un pago 364 por ciento mayor que
la renta en dinero. Por cuerda la renta fue equivalente a 05.80,
variando de 03.16 que es el promedio en el sector A, hasta 07.16
que €s el promedio en el sector C.

24 Ibid., p. 44.
26 Ibid., p. 46.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA

La encuesta realizada por el IIESO contiene mucha más


información de gran valor. Si se investijraran todas las Zonas
de Desarrollo Agrario los resultados serían igualmente intere*
santes, y se destacarían las medidas urgentes que son necesa-
rias para consolidar las fincas de tamaño familiar, que ahora
todavía no representan el rompimiento con el pasado que seria
de desear.

12. Principales características de las fincas


multifamiliares
Como se indicó con anterioridad, se ha considerado que las
fincas multifamiliares comprenden dos tipos de fincas: la mul-
tifamiliar mediana, que tiene extensión suficiente para emplear
entre 4 y 12 trabajadores; y la multifamiliar grande, que tiene
extensión suficiente para sostener a más de 12 trabajadores a
los actuales niveles de vida, y que permite su utilización la mayor
parte del año, empleando las prácticas agrícolas que prevalecen
en la región.
En la práctica, la mano de obra que ocupan estas fincas es
mucho mayor que el mínimo indicado, ya que utilizan en amplia
escala la mano de obra migratoria —
campesinos indígenas mi-
nifundistas del altiplano — sobre todo en los períodos de cose-
,

cha. En 1965-1966 un millón de personas, aproximadamente,


estaban relacionadas con este tipo de trabajo.
Las fincas multifamiliares grandes son las que tienen
mayor importancia en este grupo. En algunas obras se conocen
estas explotaciones con el nombre de "plantaciones", aunque
en Guatemala es poco frecuente el uso del término. El nombre
de "haciendas", que se emplea en algunas obras, se reserva en
Guatemala, por lo general, a las fincas ganaderas.
Las grandes fincas producen sobre todo para la exportación
(café, algodón, banano, etc.). Una parte reducida de la produc-
ción se destina al mercado interno. En otros casos, como el de
la ganadería, una parte importante de la producción queda en
el mercado interno. En los últimos años se han destinado a la
exportación azúcar y productos de la ganadería, pero su impor-
tancia en las exportaciones totales es todavía pequeña.
«. .La plantación se caracteriza por un sistema de tres cUtei :
.

1) los propietarios, que por regla general están ausentes y con fre-
cuencia se hallan organizados en empresa, la cual actúa como
enlace con los agentes externos; financia la operación y dirige la
estrategia; 2) los administradores, que ejecutan las órdenes, contra-
*WÍ ALFREDO GUERRA BORGES

tan y despiden a los empleados, llevan las cuentas, mantienen el


orden y la autoridad, y en general ejecutan la parte táctica; 3) los
trabajadores (que a su vez pueden dividirse en especializados, no
especializados y dé tiempo parcial), a quienes se remunera según
una tasa usual dé pago. Las relaciones entre las tres clases son
de naturaleza económica impersonal. »2c

En el caso de Guatemala es muy reducido el número de em-


presas agrícolas. Generalmente, el finquero opera como inver-
sionista individual. Las primeras plantaciones, según opinión
de Dessaint, no se diferenciaban mayor cosa de las otras fincas
d propietario vivía en la plantación. Con la introducción del
café comenzaron a venir a Guatemala inversionistas extran-
jeros. Muchos de ellos fueron alemanes, cuya producción de
café llegó a ser muy importante. En 1913 un total de 170 fincas
de propiedad alemana producían 358 000 quintales de café,
mientras 1 657 fincas de propietarios guatemaltecos producían
525 000 qüintales-^"^ El establ,ecimiento de la United Fruit
Company en Guatemala en los primeros años del presente siglo,
introdujo al país la verdadera plantación.
En comparación con el total de fincas censadas en Guate-
mala, el grupo de las fincas multifamiliares es de poca impor-
tancia, pero por la superficie que cubren y su potencial econó-
mico (tanto el valor de su producción como el capital de sus
propietarios), adquieren una significación particular. No nos
detenemos en esto, pues las cifras y los comentarios del caso
se hicieron ya con anterioridad.
Como es de suponer fácilmente, los ingresos agrícolas de
las fincas multifamiliares grandes son mucho más elevados que
los de las otras categorías de fincas. Los cálculos que se han
hecho de tales ingresos divergen bastante unos de otros. El
estudio del CIDA que hemos mencionado repetidas veces, estima
que a nivel nacional el valor bruto de la producción de estas
fincas puede ser de unos Q42 000 por finca al año. Las 12 fincas
estudiadas por el CIDA tuvieron un ingreso promedio de ÍÍ68 000
anuales. Sergio Maturana^^ estimó el ingre-so bruto en, aproxi-
madamente, ft30 000 al año.
26 Alain Y. Dessaint, Papel que juegan la hacienda y la plantación en el cambio
socio-cultural: Guatemala y Brasil, Guateviala Indígena, Yol. II, N"? 2, (Guatemala:
eferil-junio 1962), pp. 19-26.
27 Sanford A. Mosk, Economía cafetalera de Guatemala durante el período 1850-
1918, en Economía guatemalteca, (Guatemala: Seminario de Integración Social, 1958), p. 171.
28 Sergrio Maturana, Laa relaciones entre la tenencia de la tierra y la eficiencia
del «so de los recursos agrícolas en Guatemala, Guatemala: 1962, citado por CIDA.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 327

has grandes fincas tienen acceso fácil a las fuentes de


crédito y a los mercados. Muchos finqueros son, al mismo tiem-
po, accionistas de las instituciones bancarias y de empresas de
comercialización interna y extema de los productos. En su
conjunto, las grandes fincas absorben más del 95 por ciento del
crédito bancario destinado a la agricultura y la ganadería. Los
préstamos son destinados para g-astos de operación, como prés-
tamos refaccionarios. Las inversiones y las reinversiones de
utilidades son de poca cuantía, relativamente, por lo que en la
matyoría de los casos la introducción de innovaciones técnicas
y otras mejoras se operan con suma lentitud. Los sistemas de
cultivo y la organización de la producción son anticuadas en
gran número de casos. En realidad, se sigrue descansando en
de utilizar en gran escala mano de obra barata,
la posibilidad
como consecuencia de la mala distribución de la tierra.
En muchos casos, las fincas multifamiliares hacen uso de
una proporción bastante reducida de su superficie total, que^
dando en descanso, en bosques o en arrendamiento el resto de
las tierras. El arrendamiento de tierras ocupa sólo una parte
reducida de las fincas. Los convenios de arrendamiento son
verbales, por lo general, con una duración de un año. Es muy
común que el arrendatario tenga la obligación de sembrar pastos
en las tierras que toma en arriendo. En otros casos el arren-
datario adquiere el compromiso de trabajar en la finca por sa-
larios inferiores a los que ganan otras categorías de trabajado-
res. También se acostumbra el pago de la renta en productos.
De igual modo que ocurre con la determinación del valor
de laproducción de las fincas multifamiliares, resulta muy di-
fícil encontrar similitud en las estimaciones del monto de los
capitales invertidos en ellas. Maturana indica en su estudio
que en una serie de grandes fincas del sur de Guatemala en-
contró "como valor medio del total de capital fijo. la suma
. .

de 0175 000, con una variación de 010 000 hasta 0560 000 por
finca. Las tres cuartas partes de estos capitales correspondían
a plantaciones permanentes. El valor total de la propiedad
inmueble y del capital variable sumaba 0420 000 en promedio,
variando de 050 000 hasta 0900 000".2«
La investigación de los gastos de las fincas multifamiliares
indica que entre el 30 y el 60 por ciento de aquéllos está repre^

29 CIDA. ob. cit., p. 73.


328 ALFREDO GUERRA BORGES

sentado por la compra de insumos (fertilizantes, insecticidas,,


etc.) y por maquinaria. Otra parte importante de los gastos la
constituye el pago de salarios en dinero a los trabajadores.
Según lo indican los estudios hechos, en las fincas de la costa
es más general el pago por trabajo a destajo, mientras en las
fincas de café los pagos en especie se encuentran bastante di-
fundidos como parte integral del ingreso del trabajador.
Las grandes fincas trabajan a base de asalariados: mozos
colonos, o trabajadores permanentes de las fincas trabajadores ;

voluntarios, o sea, trabajadores que van de finca en finca ofre-


ciendo su fuerza de trabajo; y trabajadores migratorios.
Ante todo, cabe decir que el sistema de colonos muestra
tendencia a reducirse, al mismo tiempo que ha aumentado eí
número de trabajadores voluntarios. En muchas fincas ya no
se dan tierras a los colonos para sus siembras de subsistencia,,
como complemento de sus salarios, sistema que era típico para
este grupo de trabajadores. Por lo tanto, se depende en medida
creciente del ingreso salarial, como lógica consecuencia del desa-
rrollo de la producción agrícola capitalista y la degeneración
de las anteriores relaciones de producción.
Según el Censo agropecuario de 1950 el número de colonos
ascendía en aquella fecha a 43 298. Según el Censo agropecuario
de 1964 el total de colonos fue de 48 604. Además, se registra-
ron 1 282 casos de fincas poseídas en forma mixta (propia y en
colonato), lo que daría un total de 49 886. En el Censo de 1950
la combinación propietario-colono se registró en el grupo "pro-
pietarios". Sin embargo, la Asociación Nacional del Café^^ in-
forma que en 1950 el número de colonos de las fincas d^ café era
de 80 421, habiendo bajado en 1960 a 74 490. Por lo tanto, las
cifras de los Censos parecen conservadoras. O bien, hay dis-
crepancias en la forma de registrar o de obtener los datos.
El pago de salario comprende, en muchos casos, tanto el
salario en metálico como raciones (maíz, frijol, etc.). Es más
común que las fincas de café den raciones, y menos frecuente
en las fincas algodoneras. Esto hace difícil la comparación de
los ingresos de los trabajadores agrícolas por tipo de finca, ya
que si bien en muchas fincas algodoneras los salarios parecen ser
más altos que los que pagan las fincas dedicadas a otros cultivos,
las diferencias pueden atenuarse y hasta desaparecer cuando se
toma en cuenta el valor de las raciones y de otras prestaciones.

80 Asociación Nacional del Café, El problema nacional del café, (Guatemala, abril
de 1967), p. 70.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 329

En la investigación llevada a cabo conjuntamente por el


Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Facul-
tad de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos
de Guatemala, y el Instituto de Estudios sobre la tenencia de la
tierra de la Universidad de Wisconsin (E.E. U.U.),'^ se entre-
vistó a 59 colonos de grandes fincas, de los cuales 31 eran de
fincas de café, 16 de fincas de algodón y 12 de fincas de caña
de azúcar. Los ingresos monetarios anuales de estos colonos
fueron, en el 60 por ciento de los casos, de ftl51 a Q350, como
puede verse en el Cuadro siguiente:

Cuadro 55

SALARIOS ANUALES DE COLONOS ENTREVISTADOS,


POR TIPO DE FINCA
Salario anual Tipo d o linca
Café Algodón Cañad» azúcar Total

Menos de 151 2 _ 1 3
151 ~ 250 15 — 4 19
251 — 350 11 4 1 16
351 — 500 3 4 3 10
501 — 000 1 — 6 3 9
Más de 1000 — 2 — 2

Toial 31 16 12 59

Fuente: Lester Schmid, The role of migratory labor In the economle


development of Guatemala, manuscrito, p. 268.

La
tierra que se autorizó a cultivar en las fincas a los co-
lonos estudiados en la investigación de referencia, varió entre
0.03 hectáreas y 1.4 hectáreas, con un promedio de 0.53 hectá-
reas. Las parcelas estaban destinadas, por lo general, al cultivo
de maíz o de maíz y frijol. Los rendimientos eran muy bajos:
entre 15 y 25 quintales por hectárea, lo que significa un rendi-
miento que va de 10 a 17.5 quintales por manzana, para expre-
sarlo en una unidad de superficie más comúnmente usada en
Guatemala.
Al menos una cuarta parte de les administradores de fincas
entrevistados manifestaron su disposición a cultivar esas tierras

81 Lester Schmid, The role of migrat<yry labor in tke tecmamie éewetanment •/


Guatemala. (Wiaconsin: 1968). En manuscrito todavía al escribir caU obrm. .,^
330 ALFREDO GUERRA BORGES

por cuenta de las fincas, con una productividad más alta, y de


la producción tomar lo que se da a los colonos en raciones. Sea
por este motivo o por una mayor utilización de las tierras de las
fincas o por otras razones, parece que hay una tendencia a no
dar tierras a los colonos. En el estudio de referencia se cita
una información de Rafael Piedra-Santa, según la cual los co-
lonos viajan largas distancias en busca de tierras para arren-
darlas. Esta práctica aumenta los costos, ya sea por transporte
de los colonos y su producto o por empleo de mano de obra para
cultivar las parcelas obtenidas en arrendamiento.
Las formas de otorgamiento de tierras a los colonos son
muy diferentes. En algunos. casos se da la tierra a una familia
por períodos de muchos años, de tal modo que en la práctica
son como tierras de propiedad de los colonos, aunque legalmente
siguen siendo de propiedad de la finca. En otros casos las tie-
rras son distribuidas cada año a diferentes familias, lo que im-
plica un menor interés del colono en hacerles mejoras.
Tomando en conjunto el salario en efectivo, las raciones y
el valor estimado de las parcelas, el ingreso anual de los colonos
entrevistados en la investigación a que hemos venido haciendo
referencia tuvo las siguientes frecuencias:

Cuadro 56

IKGRESO ANUAL TOTAL RECIBIDO POR 59 COLONOS


ENTREVISTADOS
Ingreso total Café Algodón Caña de azúcar Total

151 — 250 5 ^_ 3 8
251 — 350 22 4 3 29
351 ~ 500 4 4 2 10

501 — 900 2 6 2 8

Más de 900 — 2 2 4

Total 31 16 12 59

Nota: El valor de las raciones se calculó sobre la base de las que re-
cibió el jefe de familia. En algunos casos las esposas y los hijos
mayores recibieron también raciones en el periodo en que traba-
jaron en la cosecha. Tanto el valor de la tieirra como de las racio-
nes se calcularon según las estimaciones hechas por los adminis-
tradores.
El valor de la tierra se calculó sobre la base de una renta
en dinero de i530 por hectárea.
Fuente: Lester Schmid, ob. cit., p. 271.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 331

El promedio de infirreso total recibido por lo« 31 colonos de


fincas de café entrevistados fue de ft289.62. El promedio para
los colonos de fincas de algodón fue de Q644.35, y para loa co-
lonos de fincas de caña de azúcar el promedio fue Q459.43.
Una muestra de 90 familias del total de 1 800 que cubrió
una encuesta del Instituto de Investigraciones Económicas y So-
ciales de la Facultad de Ciencias Económicas, arrojó los siiruien-
tes resultados preliminares: 36 familias de fincas cafetaleras,
con un total de 161 miembros, obtuvieron un ingreso anual pro-
medio de Q396.85, lo que da un ingreso per capita de Q88.74
anuales; 7 familias de fincas algodoneras, con un total de 31
miembros, tuvieron un ingreso medio anual de Q616.66, lo que
da un ingreso per capita de ftl39.25; y 4 familias de fincas de
caña de azúcar, con un total de 24 miembros, tuvieron en promew
dio un ingreso anual de 0404.97, lo que da un ingreso per
capita de 067.50. Los datos corresponden a 1966.
Resulta difícil estimar como parte de los ingresos el valor
de las viviendas de los mozos colonos en las fincas. Por lo gene-
ral, los trabajadores permanentes (colonos) de las fincas, viven
en viviendas que tienen un piso de 12 por 18 pies. Las hay más
pequeñas y más grandes, pero el área indicada da una idea ge-
neral de dichas viviendas. La casi totalidad de éstas tiene piso
de tierra. Es muy común que las viviendas estén construidas
de madera, con techo de lámina de acero o de zinc. En numero-
sas fincas las viviendas son simples barracas construidas con
caña y palma.
Las viviendas se agrupan, en la generalidad de los casos, en
los alrededores de las instalaciones principales de las fincas,
formando lo que se llama comúnmente "rancherías"
«La ranchería permite mantener una supervisión más estre-
cha del finquero sobre los trabajadores y también generalmente
un acceso más rápido a la fuente de agua. Pero, por otra parte,
algunos finqueros se quejaron de que en las secciones más apretadas
de la ranchería los hombres acusan una tendencia mayor a pelear.
Frecuentemente, los trabajadores prefieren vivir en un aislamiento
relativo, aun cuando ello signifique mayores dificultades para el
acarreo del agua.»-'*^

En últimos años, con la gran difusión comercial que han


los
tenido los radios a transistores, los colonos han adquirido gran

32 Eliz&beth E. Hoyt. El trabajador indígena en laa fincas d? café, «a Etmtt^mim


Guatemalteca, (Guatemala: Seminario de Inteirración Soeial), p. tVt.
332 ALFREDO GUERRA BORGES

número de éstos. La citada investigación del Instituto de Inves-


tigaciones Económicas-Universidad de Wisconsin, encontró que
cerca de la mitad de los colonos tenían radios, lo que indica que
en esta cuestión la escala de salarios no es el único factor que
induce a adquirirlos.^^
Lainvestigación realizada por el CIDA sobre la tenencia de
la tierra en Guatemala, estudió 12 casos de grandes fincas mul-
tifamiliares en el occidente del país, encontrando que

«once de los propietarios vivían en la ciudad de Guatemala, siendo


seis de ellos comerciantes, dos industriales, uno inversionista, uno
exmilitar y otro médico. Uno de los propietarios era la excei>ción,
pues se dedicaba por entero a la agricultura, en una explotación
organizada según el modelo de sociedad anónima. Estos casos de
fincas multifamiliares ilustran la situación general de la tenencia
de este tipo de explotaciones del país, caracterizadas.' por propieta-
rios ausentistas, dedicados a otras actividades, y que dejan sus
explotaciones a cargo de administradores.»^*

El mismo estudio, al investigar las características sociales


de las fincas multifamiliares, indica que el nivel de vida de sus
propietarios

«es bastante alto y lujoso, se goza de todas las comodidades de la


vida moderna, y sus miembros tratan de mantener una vida aris-
tocrática colonial, al mismo tiempo que tratan de idealizar e imitar
el nivel de vida norteamericano.»35

La investigación del CIDA y otros estudios realizados in-


dican un alto grado de independencia de los propietarios de
fincas grandes en cuanto a la venta de sus productos es decir, ;

no dependen de intermediarios. En algunos casos, el productor


es, al mismo tiempo, exportador de su producto.
Las fincas multifamiliares tienen condiciones favorables
para su desarrollo, pero todo depende en esta materia de la acti-
tud de sus propietarios. En algunos casos éstos se mantienen
informados de las innovaciones técnicas y muestran interés en
aprovecharlas. En otros casos, los finqueros son reacios a todo
cambio, aun cuando del mismo se derivarían beneficios directos
para ellos antes que nada. El citado estudio del CIEVA indica
que el grupo de terratenientes que tiene un espíritu conservador

33 L. Schmid, 06. cit., p. 275.


34 CIDA, ob. cit., p. 79.
35 ídem.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMAL.^ 333

«prefiere mantener sus tradiciones y costumbres, tanto en el agro


como en el país en general. Este grupo de terratenientes es ho-
. .

mogéneo en el sentido que no les interesa hacer esfuerzos para


mejorar la plantación, continúan con el monocultivo sin cambios
tecnológicos, y dicen abiertamente que se oponen a los avances
sociales de los trabajadores. En dos casos investigados no se hizo
ninguna inversión en los últimos cinco años.

En
dos casos de fincas de la Vertiente del Pacifico se en-
contró que los propietarios no permitían la entrada de los agentes
de extensión agrícola; esto no parece excepcional en la zona, a
juzgar por las declaraciones de dos agentes de extensión entre-
vistados. . .>36

Al mismo tiem^po, puede encontrarse otro grupo de fin-


queros

«con criterio más avanzado, que acepta los cambios, tanto tecno-
lógicos como sociales; son partidarios de la di versificación de cul-
tivos, de algunos cambios sociales y de la inversión de las utili-
dades en los sectores de la producción que asi lo exijan y que
además les aseguren nuevas fuentes de ingreso. son empresarios
. .

con una mentalidad capitalista moderna que no temen el riesgo. .>^f .

Por lo general, el CIDA encontró que estos empresarios


eran gente joven, especialmente aquellos que han estudiado en el
extranjero.
Otras características sobresalientes de las fincas multifa-
miliares podrán encontrarse en otras secciones de esta obra,
al estudiarse el desarrollo de los cultivos más importantes del
sector de exportación.

36 Ihid., p. 81.
37 Ibid., p. 82.
(
CAPÍTULO IX

ENERGÍA ELÉCTRICA
Capitulo IX

energía eléctrica

1. Antecedentes históricos
A
juicio de Ramos González, la primera planta hidroeléc-
trica de Guatemala, y de Centroamérica, fue inaugurada en
1890, por concesión hecha a J. L. Bueron. Dicha central fue la
planta hidroeléctrica de Zunil. La potencia inicial fue de 80
Kva., ampliada posteriormente a 350 Kva. La planta prestó
servicios hasta fecha reciente y abasteció de energía a Quezal-
tenango, Zunil y Almolonga.^
Otra fuente señala que en abril de 1877 se otorgó la pri-
mera concesión para establecer un servicio de energía eléctrica,
habiéndose puesto en operación en 1889. La hidroeléctrica ins-
talada abasteció de fluido a la ciudad de Guatemala. Ese mismo
año se otorgó otra concesión para establecer un servicio en Re-
talhuleu, y otras dos para Quezaltenango y el Puerto de San
José.2
En
1896 se instalaron dos unidades de 366 Kv. cada una en
la estación hidroeléctricade Palín (departamento de Escuintla),
aprovechando el caudal del río Michatoya. La estación abasteció
de energía a la ciudad de Guatemala. La hidroeléctrica fue cons-
truida por una firma alemana, que en 1916 construyó adicional-

1 Juan Antonio llamos González. HUtoria del deteM^voMwtitnU 4^ la OtclrifU*'


ción en Occidente, (Guatemala: 1961), p. 8.
2 III Congreso Nacional de Economistas, Contadorea Públfoos j AodltflTCB. lafonD*
de la II Comisión: "La infraestructura de Guatemala", (Guatemala: XM9), p. B.
338 ALFREDO GUERRA BORGES

mente la planta "Modelo", con capacidad de 160 Kv., también


para suministrar energía a la ciudad de Guatemala. La empresa,
conocida como Empresa Eléctrica del Sur, fue ampliando sus
servicios e incluyó en los mismos a las poblaciones de Amatitlán
y Palín. En 1918 fue nacionalizada, y luego pasó a manos de
inversionistas norteamericanos, dando origen a la actual Em-
presa Eléctrica de Guatemala Sociedad Anónima (EEGSA).
La primera piedra del sistema energético oriental, proba-
blemente sea la Empresa Eléctrica de Zacapa, constituida como
sociedad anónima el 28 de febrero de 1924 e inaugurada el año
siguiente. Por acuerdo del 11 de agosto de 1941, el Presidente
Ubico extinguió la sociedad anónima y la municipalidad compró
las acciones en poder de les vecinos. La central pasó a ser
Empresa Eléctrica Municipal. Al crearse la empresa se insta*
laron 570 Kv.^
El sistema occidental tuvo su erigen remoto en la hidro-
eléctrica de Zunil antes mencionada, pero su principal estación,
la hidroeléctrica de Santa María, sobre el río Sámala, fue insta-
lada en 1927, contando con des unidades tasadas en 1 840 Kv.
cada una. La central suministraba energía al ferrocarril de
Los Altos, pero al fracasar esta empresa se dispuso en 1936 que
pasara a servicio público y se abasteció de energía a la ciudad
de Quezaltenango.
La empresa eléctrica de Chimaltenango, propiedad de Emi-
lio Selle y Compañía Limitada, fue construida entre 1928-1933,.
aprovechando el caudal del río Pixcayá.
La misma empresa és propietaria de la Empresa Eléctrica
del Puerto de San José, instalada en 1922. Otros sistemas de
menor importancia se mencionarán en este Capítulo, pero dentro
de la reseña histórica que hacemos no tienen mayor importancia.

1.1. Reseña histórica de la EEGSA


Con motivo de la entrada de Guatemala en la Primera
Guerra Mundial, al lado de los países que combatían a los ale-
manes, el gobierno del licenciado Manuel Estrada Cabrera dictó
el de julio de 1918 el Decreto N^ 737 disponiendo la interven-
1<?

ción absoluta de los intereses, derechos y acciones de la Com-


pañía Eléctrica de Guatemala, que era de propiedad alemana.
El 2 de octubre de 1918 se dictó el Decreto gubernativa N^ 742,

3 Adán Díaz Cordón, "Historia de las hidroeléctricas Río Hondo I y Río Hondo IF
El Imparcial, Guatemala: 11 do junio de 1968.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 339

por el que se procedió a la confiscación y nacionalización de las


empresas ocupadas e intervenidas. El 14 de febrero de 1919 los
señores W. S. Way y Emilio Selle presentaron al Intendente
General, señor Daniel B. Hogsdom, un informe sobre la evalua-
ción efectuada en la Empresa Eléctrica de Guatemala, o sea,
sobre la propiedad alemana nacionalizada. El informe estimaba
el valor financiero de la Empresa Eléctrica de Guatemala en un
millón de dólares. El capital social de la empresa era de 600
acciones de mil dólares cada una.
El 31 de mayo de 1919 la empresa fue arrendada con todos
isus derechos al señor Henry Whaland Catlin. El arrendamiento
se tasó en 40 000 dólares anuales, de los cuales se pagaría el
50 por ciento y el otro 50 por ciento se aplicaría a mejoras que
fuera necesario efectuar, autorizándose realizarlas hasta por la
cantidad de 300 000 dólares.
El 31 de marzo de 1920 el gobierno de Guatemala vendió
a Catlin 495 acciones por valor de 495 000 dólares. El pago lo
hizo Catlin con giro a 3 días vista a cargo de la Electric Bond
and Share Ccmpany, de Nueva York, de la cual era represen-
tante.
El 21 de junio de 1921, Catlin, por medio de su apoderado,
hizo entrega de las acciones a su cesionaria, la Central American
Power Company. Si se tiene en cuenta la valorización efectuada
de las acciones y las mejoras pagadas por el Estado, las 600
acciones de la empresa tenían un valor de 1 900 dólares cada
una, pero el Estado vendió por debajo de su valor, ya que de-
biendo recibir 940 500 dólares, aceptó recibir solamente los indi-
cados 495 000, por lo que resultó una pérdida para el Estado, y
una ganancia para les adquirentes norteamericanos, de 445 000
dólares.
En la fecha indicada arriba dejó de existir la Empresa
Eléctrica de Guatemala, ya que la Central American Porwer
Company era no sólo cesionaria de Catlin sino además repre-
sentante de la Electric Bcnd and Share Company.
A su vez, la Central American fue una creación de la Ame-
rican and Foreign Power Company, que en 1922 la fundó con
el objeto de que se estableciera en Guatemala.
El 4 de mayo de 1922 la Central American celebró un con-
trato con el Gobierno guatemalteco para la prestación del ser-
vicio de energía eléctrica, para lo cual adquirió la Empresa
Eléctrica alemana, la Empresa eléctrica de Escuintla y la Em-
presa eléctrica del Norte, que era de propiedad alemana y na-
cional.
340 ALFREDO GUERRA BORGES

El 3 de agosto de 1923 Central American se convirtió en


la
la Empresa Guatemalteca de Electricidad Incorporada. El cam-
bio fue simplemente de la razón social. Igual cosa ocurrió en
1940, cuando la empresa cambió de razón social nuevamente,
pasando a llamarse Empresa Eléctrica de Guatemala S. A.,
nombre que conserva hasta la fecha.
No es éste el lugar para analizar con pormenores la evo-
lución seguida por la EEGSA y la significación legal y econó-
mica de cada uno de sus pasos. En documentos oficiales e in-
vestigaciones, como la de Bauer Paiz^, ha quedado en evidencia
que la historia de la EEGSA ha sido tortuosa;

«a través de numerosas transformaciones y sucesiones ha tratado


de disfrazar la identidad originaria para eliminar la responsabili-
dad que pudiera hacerse valer contra ella como resultado de las
deudas fiscales. también ha quedado establecido el siguiente hecho
. .

importantísimo: sólo ha habido un desembolso efectivo de capital,


efectuado por el señor Henry Catlin como testaferro o gestor de la
Electric Bond and Share Co. de New York por la suma de 495 000
pesos oro americano. en todas y cada una de las transferencias pos-
. .

teriores: a favor de la American Foreign Power and Light Co.; de la


Central American Power Inc. y de la Empresa de Electricidad Gua-
temalteca Inc., no se han hecho sino aumentos nominales de capital,
sin desembolsos efectivos. Estos aumentos se han producido por
revalorizaciones privadas entre presuntos cedentes y cesionarios,
que convinieron convertir lo que en realidad eran 495 mil pesos
oro en un millón de pesos oro. . .»5

Hay, por supuesto, otros aspectos jurídico-financieros igual-


mente truculentos, que en suma han significado una sustracción
fraudulenta de utilidades, con perjuicio para Guatemala y pro-
vecho exclusivo de la Electric Bond and Share Co.

4 Alfonso Bñuer Paiz, Cómo opera el capital yanqui en Ccntroaméríca, ( Meneo


Editora Ibero Americana, S. de R. L., 1056), pp. 60-104.
6 Ministerio de Economía, La Empresa Eléctrica de Guatemala S. A., un problema
nacioruil, (Guatemala: Editorial del Ministerio de Educación Pública, 1950), p. 19.
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342 ALFREDO CUEREA BORGES

1.2. Organismos de electrificación

El Gobierno creó en 1940 Departamento de Electrifica-


el
ción, adscrito a la Dirección Generalde Obras Públicas. Aunque
no contó con los recursos necesarios, el Departamento realizó
algunos proyectos, tales como la hidroeléctrica de Zunil, inau-
gurada en 1957, con capacidad de 1 200 Kw. la hidroeléctrica
;

La Castalia, en el departamento de San Marcos, inaugurada en


1958, con una potencia de 250 Kw.; la hidroeléctrica de San
Juan Chamelco, inaugurada en 1950, con capacidad de 20 Kw.
la de Concepción Tutuapa, inaugurada en 1953, con potencia
instalada de 20 Kw. la de Santa Rosalía, inaugurada en 1954,
;

con capacidad de 175 Kw. la de San Juan Sacatepéque^, inaugu-


;

rada en 1955, con potencia de 50 Kw. la de Santa Catarina Mita


;

(100 Kw.) la de Comaja (200 Kw.) la de Senahú (24 Kw.)


; ;
;

y la de Río Hondo II (2 400 Kw.). Otras pequeñas hidroeléc-


tricas y varias pequeñas plantas diesel en diferentes poblaciones
del país, fueron instaladas por el Departamento citado.
Los primeros estudios para realizar los proyectos de las
hidroeléctricas de Los Esclavos y de Jurún-Marinalá, se deben a
ese Departamento.
Por decreto 1287 se creó en mayo de 1959 el Instituto Nacio-
nal de Electrificación (INDE), como entidad estatal autónoma.
El INDE inició sus operaciones en 1961, formando su capital
con los bienes del Departamento de Electrificación, las plantas
pertenecientes al Estado y 015 000 000 provenientes de una emi-
sión de bonos del Tesoro. El INDE ha realizado estudios fun-
damentales sobre las necesidades de generación eléctrica y el
incremento de la demanda de energía ha hecho inventario de los
;

recursos hidroeléctricos, y ha elaborado un programa bien fun-


dado que incluye las obras que se propone llevar a cabo en el
período 1967-1982.
El INDE ha venido suministrando energía a un número
creciente de poblaciones. Se sigue la acertada orientación de
prestar servicio con energía generada por plantas grandes, aun-
que todavía no ha sido posible sustituir todas las antieconó-
micas plantas pequeñas que operan en diversos municipios. En
detenninadas condiciones y circunstancias, el INDE presta su
cooperación a algunas municipalidades para realizar obras de
generación o de transmisión que son indispensables.
El INDE mantiene relaciones con empresas particulares,
como la EEGSA y la Hidroeléctrica del Atlántico S. A., por
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 343

ejemplo, a las que vende en bloque energía generada en sus


plantas.

2. Pequeño glosario
En la literatura sobre generación y consumo de energía
eléctrica es frecuente encontrar los términos que se definen a
continuación. Se usa como fuente el estudio de Acres Inter-
national,^ cuyas definiciones se transcribirán en forma textual:
«Fuerza firme. Esta es la fuerza que puede suministrarse
por una planta generadora operando a un factor de planta espe-
cífico, usualmente el factor de planta del diseño, sobre una base
continua sometida a inten'upción solamente como resultado de cir-
cunstancias muy poco usuales o imprevistas o por fuerza mayor.
La operación por debajo del factor de planta del diseño se hará
necesaria para algunas de las plantas hidroeléctricas cuando el
caudal baja a menos del caudal bajo promedio. Sin embargo, la
capacidad de estas plantas puede considerarse firme todavía, si
se le puede hacer frente a la deficiencia de energía resultante por
medio de generación térmica o por medio de una planta hidro-
eléctrica con almacenaje a largo plazo.

«Energía firme. Para plantas hidroeléctricas, ésta es la ener-


gía quela planta puede generar durante un período determinado,
utilizando el caudal de diseño o el caudal bajo promedio, según
el que sea más bajo de éstos. Toda la energía generada por una
planta térmica, menos los requerimientos de servicios de la planta,
se considera como firme.
«Fuerza secundaria. Esta es la fuerza que puede abastecerse
sobre una base interrumpible. Para proyectos hidroeléctricos es
la fuerza que se encuentra disponible cuando el caudal es mayot
que el caudal en que se calculó el diseño y factor de planta.
«Energía secundaria. Esta es la energía que se puede sumi-
nistrar sobreuna base interrumpible. Para plantas hidroeléctricas,
ésta es la energía que se puede generar en períodos cuando el
caudal e^ mayor que el caudal sobre el cual el diseño y el factor
de carga de la planta se habían basado.
«Factor de carga. El factor de carga es la relación entre la
demanda promiedio y la fuerza máxima suministrada para hacer
frente a una carga o grupo de cargas durante un período de tiempo
específico.

«Factor de planta. El factor de planta para una estación


generadora es la relación entre el rendimiento de fuerza y la capa-
cidad de planta, durante un período establecido.

6 Acres International Limited, Estudio de eleetri/ieaeión y riego, II, (Guaieauüa:


Instituto Nacional de Electrificación, 1962), pp. 60-61.
344 ALFREDO GUERRA BORGES

«Capacidad actual de la planta. La capacidad actual de una


planta hidroeléctrica es el máximo rendimiento de fuerza obteni-
ble en servicio normal. La capacidad de una planta termoeléctrica
se define como la capacidad nominal actual instalada menos ser-
vicio de la planta.

«Caudal bajo medio. Este es el caudal bajo medio a largo


plazo que ocurre en im río. El caudal bajo medio ha sido compu-
tado sobre una base mensual y representa, por tanto, el caudal
bajo promedio que se debe esperar en el curso de un mes. Se raide
en metros cúbicos por segundo.

«Caudal anual medio. Este es el caudal medio anual a largo


plazo que se puede esperar en un río. Se mide en metros cúbicos^
por segundo.

«Precipitación anual media. Esta es la cantidad de precipi-


tación media a largo plazo que cae en cualquier área determinada
durante el curso de un año. Se mxide en milímetros.»

3. Recursos hidroeléctricos potenciales

No se conocen con exactitud los recursos hidroeléctricos de


Guatemala, pero ya se han hecho estimaciones de los mismos.
Las estimaciones preliminares del Instituto Nacional de Elec-
trificación indican que unos 60 ríos del país podrían permitir
la instalación de 1 500 000 Kv. Por su parte, la Acres Interna-
tional Limited ha hecho un cálculo del potencial bruto total de
los recursos de energía hidro-eléctrica de Guatemala. Las esti-
maciones de la Acres dan un potencial total de 3 818 500 Kv.
Para mejor comprender el Cuadro que muestra los cálculos,
de la Acres, téngase en cuenta las consideraciones que hace
dicha firma:

«A fin de proveer una estimación general de los recursos de


energía hidroeléctrica de Guatemala, se calculó el potencial bruto
del país. En este cálculo se asumieron varias cosas. Se asumió
que toda la afluencia media anual podría utilizarse por medio de
almacenaje y que todas las plantas estarían operando en un sis-
tema a un factor de carga de 50 por ciento. Se hicieron deduc-
ciones apropiadas de la caída disponible para hacerse cargo de las
pérdidas hidráulicas. En aquellos casos donde existían caudales:
muy bajos o muy poco inclinados, se ignoró la pequeña cantidad
de energía que se podría aprovechar.»^

7 Ibid., p. 56.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA

Los cálculos de la Acres se muestran en el Cuadro siguiente


Cuadro 58
GUATEMALA: CAPACIDAD TOTAL DEL POTENCIAL
HIDROELÉCTRICO BRUTO
Área de
Drenaje Caudal Elevación Caída Caída Capacidad
Media Promedio (Mis.) Brula Uta Teórica
Rio (Km.2) (cm/seg) (Mis.) (Mil,) (Kw.)

Amelia 464 25.20 2150-1000 1150 860 180,000


Aguacapa 661 16.06 1500- 230 1270 900 120,000
Cabús 540 8.24 1200- 300 900 720 49,200
Cahabón 1688 18.30 1200- 300 900 450 68,500
Chilasco 164 4.00 2000- 600 1400 1260 41,800
Chixoy 11040 65.00 1500- 600 900 450 242,000
129.00 600- 250 350 175 187,000
Coyolate 1659 9.24 2000- 500 1500 1050 80.500
Cuilco 2212 22.00 1700- 400 1300 650 118,000
Grande de
Zacapa 1916 33.60 200 100 28.000
Guacalate 1389 11.00 1400- 200 1200 1020 93,000
Ixcán 2360 76.00 1000- 300 700 470 296,000
Los Esclavos 2098 30.86 1000- 200 800 400 107,000
Madre Vieja 1090 6.24 1600- 300 1300 1000 51,500
Michatoya 1077 9.52 1100- 350 750 675 53,500
Motagua 14456 46.00 1300- 500 800 400 153,000
80.60 500- 150 350 175 117,000
Nahualate 1851 4.42 2000- 500 1500 1270 46.500
Naranjo 1288 10.40 1500- 400 2100 1780 147.000
Nentón 1120 18.00 1700- 600 1100 990 143,000
Ocosito 1068 10.40 500- 300 200 120 10,000
Paz 35.40 500- 50 450 225 66,000
Pixcayá 798 9.94 1500- 600 850 635 52,500
Polochic 4320 4.20 1500- 300 1200 1050 35,300
Ribaco 148 4.00 1500- 500 1000 900 29,800
Salamá 668 3.46 1520-1080 440 400 11.500
Sámala 1433 23.80 2150- 500 1650 1450 286,000
Santa Amelia 464 10.00 400- 200 200 100 8,500
Sarstún 2232 25.00 100 50 10,400
Selegua 1144 11.20 800 400 37,000
Suchiate 37.20 1840- 400 1440 1300 400,000
Usumacinta 600.00 50 250,000
Xalbal 33.80 1700- 300 1400 1050 294,000

TOTAL 3.818.500

Fuente: Acres International Limited.


346 ALFREDO GUERRA BORGES

En relación a las cifras anteriores, debe tenerse en cuenta


que representan la capacidad bruta del potencial, y que en la
mayoría de los casos solo una fracción de la cifra bruta podría
tener aprovechamiento económico. En cuanto a la generación
de energía en condiciones económicas, debe tenerse en cuenta
además la relación de costos que pueden tener métodos altemos
de producción de energía, pues los cambios que sufren los precios
de combustibles, las innovaciones tecnológicas y otras circuns-
tancias pueden introducir modificaciones en dicha relación.
Los estudios realizados por la Acres la llevaron a concluir que
gran parte del potencial energético de aprovechamiento económi-
co estaba localizado en los ríos de la cuenca colectora del Pacífico.
En dicha cuenca los ríes descienden desde los altos volcánicos
hasta las planicies costeras. Se tuvo también en cuenta en dicha
selección, que los proyectos de dicha región estarían muy pró-
ximos a las principales áreas de demanda de la carga. Por otra
parte, la información hidrológica y topográfica de la cuenca
colectora mencionada, es mucho más completa que la existente
en relación a los ríos del Atlántico, cuyo recorrido cruza áreas
inaccesibles en el norte de Guatemala.
En cuanto al río Motagua, uno de los más importantes del
país, pudo establecerse que su potencial de energía era desilu-
sionante. La causa de lo anterior consiste, principalmente, en
la amplia variación que se registra entre el caudal bajo y el
caudal medio. Un aprovechamiento del potencial del río haría
necesario el almacenaje estacional para subsanar la variación
indicada, pero no existen sitios apropiados para establecer los
embalses.
Sobre el potencial del río Usumacinta se da información en
Apéndice de este capítulo.
Los datos anteriores indican hasta que punto se está desa-
provechando el potencial hidroenergético de Guatemala, ya que
hasta 1968 apenas se aprovechaba un 2 por ciento del potencial
estimado por el INDE. Baste decir que solamente la utiliza-
ción del lago de Atitlán, almacenando y regulando en el propio
lago las aguas de algunos ríos cercanos, permitiría instalar
una capacidad de 435 000 Kv^., o sea 435 Mw. En opinión de
algunos autores, el potencial del lago quizás llegue hasta 507 Mw.

4. HlDROMETEOROLOGÍA
Hasta que el INDE creó la Sección de Hidrometeorología en
1962, no se había hecho ningún intento de efectuar un inventa-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA M7
rio y evaluación de los recursos hidráulicos del
país. Es un
hecho lamentable, pues los estudios hidrometeorológicos
propor-
cionan la información necesaria para la determinación
y el de-
sarrollo de proyectos hidroeléctricos. Tal información debe
comprender, cuando menos, un período de 15 años. A falta
de
la misma, se ha tenido que proceder sobre
bases menos satis-
factorías.
Se toma como año hidrológrico el comprendido entre el 1*
de
moiyo de un año y el 30 de abril del año sií^uiente,
o sea, de
acuerdo con el ciclo de inicio de las lluvias y el final
de la
estación seca.
Los ríos bajo control están clasificados de Occidente
a
Oriente y de Norte a Sur, de acuerdo con las
vertientes natu-
rales de Guatemala.
El INDE, conjuntamente con el Ministerio de
Ajrricultura,
a través de su Dirección General de Recursos Naturales
Renova-
bles y el Observatorio Nacional; y el Ministerio
de Comunica-
Clones y Obras Públicas, a través del Instituto
Geográfico Na-
cional, ha diseñado una red hidrometeorológica
nacional. El
proyecto fue enviado al Sub-Comité Centroamericano de
Electrí-
ficación y Recursos Hidráulicos, para su evaluación
e inclusión
dentro del Fondo especial del programa de las Naciones
Unidas
para el desarrollo. El Plan de operaciones del proyecto fue
aprobado por los países centroamericanos en diciembre de 1966.
y fue declarado operacional por las Naciones Unidas en sep-
tiembre de 1967.
El programa contempla la creación de un Comité regional
de Recursos Hidráulicos. Sus miembros son los presidentes
de
los comités nacionales encargados de la ejecución del
proyecto
en cada país centroamericano. En Guatemala, desde noviembre
de 1966, quedó integrado el Comité Coordinador de Hidrología
y Meteorología. La ejecución física del programa corre a cuenta
del INDE. El programa, con una duración de cinco años, a
partir de 1967, es financiado en un 45 por ciento por las Na-
ciones Unidas y en un 55 por ciento por los países centroame-
ricanos.
Dos grandes campos comprende el estudio hidrometeorológi-
co a) estudio específico sobre proyectos ya definidos o en ejecu-
:

ción; y b) estudios a realizar mediante el establecimiento de


la red hidrometeorológica nacional con el fin de evaluar a largo
plazo los recursos del país. Según información del INDE de
principios de 1969, las estaciones hidrométricas instaladas son
las siguientes:
3^ ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 59

GUATEMALA: ESTACIONES HIDROMÉTRICAS DEL INDE, 1968

Control iniciado
N9 Estación Rio o Lago Cuenca Vertiente
por el INDE

1 Las Gradas Tzoc Suchiate Pacífico 19-11-66

2 Patí Chapa Suchiate Pacífico 19-11-66

3 Cantel Sámala Sámala Pacífico l-X-64


4 Chutinimit Sámala Sámala Pacífico 25-III-65

5 Candelaria Sámala Sámala Pacífico l-X-62


6 Panibaj Madre Vieja Madre Vieja Pacífico 7-III-62

7 Palmira Madre Vieja Madre Vieja Pacífico 1-1-63

8 Sto, Tomás Perdido Sto. Tomás Madre Vieja Pacífico 6-1-63

9 Puente Quixayá Quixayá Madre Vieja Pacífico 16-VI-65


10 La Siorra Xayá Coyolate Pacífico SO-VII-62 1

11 Monte María Nacimientos Pacífico


12 Jurún Monte María Guacalate Pacífico l-VI-64
13 El Morlón Michatoyi» María Linda Pacífico 12-III-64

14 Paquib L. de Amatitlán L. de Amatitlán Pacífico l-XII-53

14 AgM& Caliente Yaczá Nahualate Pacífico l-VII-66

15 La Sonrisa Asruacapa María Linda Pacífico 23-1-62

17 Poza Escondida Los Esclavos Los Esclavos Pacífico 12-III-65

18 Chajcar Tapalapa Los Esclavos Atlántico 1-111-62

19 Puente Concuá Chabón Polochic Atlántico 4.VH-62


20 El Tesoro Motaarua Motagua Atlántico l-V-66
21 Pasabién Pixcayá Motagua Atlántico

22 Tul« Sunzapote Motagua Atlántico 20-VII-62 1

23 Puente Caído Colorado Motagua Atlántico l-IV-64


24 Zapatero Escondido Escondido Atlántico 16-VI-65

25 Jaibal Pichilingo Pichilingo L. de Atitlán 18-11-66

Quiscab L. de AtiÜán 18-11-66

26 Panajachel Panajachel L. de Atitlán


L. de Atitlán 10-11-66

27 £1 Guayabo Guija L. de Guija L. de Guija 15-n-66


28 Santa Catarina l-VI-66
Ixtahuacán Nahualate Nahualate Pacífico 15-III-62

1 Control iniciado por el Ministerio de la Defensa.

FUENTE: Instituto Nacional de Electrificación.

i^
geografía económica de guatemala 349

5. Capacidad instalada total

El Cuadro siguiente da información sobre la potencia insta-


lada en centrales de servicio público y privado y los incrementos
registrados entre 1962 y 1967:

Cuadro 60

GUATEMALA: CAPACIDAD INSTALADA POR ZONAS« EH


CENTRALES DE SERVICIO PÚBLICO Y PRIVADO
(Megavatiot)

SERVICIO PÚBLICO
Ñor-
Occidental Central Oriental Central 1 Atlántica 1-t Totmlt
Añoa INDB Otras INDE Otra» INDE Otra*

1992 6.07 7.40 0.20 62.91 2.70 0.86 0.66 2.31 78.00
1»63 7.60 7.40 0.10 63.90 2.70 0.85 0.60 2.35 76.60
1964 7.60 7.60 0.30 66.90 2.60 1.10 1.10 2.60 89.70
1965 7.78 8.90 12.80 69.60 2.92 1.62 1.48 2.80 107.90
1966 8.72 9.46 25.60 67.62 8.12 1.86 1.62 2.11 120.00
1967 8.90 9.46 87.66 66.56 2.76 2.04 1.74 2.11 121.20

SERVICIO PRIVADO
Año» Occidental Central Oriental Nor^entral Atlántica Total S

19C2 8.11 8.80 1.39 0.40 2.20 15.0

1963 8.40 8.80 1.41 0.49 2.20 16.8

1964 9.28 8.80 1.69 0.60 2.28 17.5

1966 10.20 5.05 1.70 0.86 2.40 lOJ


1966 11.60 4.69 1.92 0.89 2.40 S1.S

1967 12.70 4.78 2.00 1.09 2.68 UJ


1 Están incluida» planta» diesel traspasad fts al INDE momento de su eraadóm.
en el

2 En 1967 el INDE colocó 600 Kw. en Puerto cuando se retiraroa por


Barrios,
obsoletas las plantas diesel de la Hidroeléctrica del Atlántico S. A.
3 Excluido el Departamento del Peten.

FUENTE: Dirección General de Estadística y encuestas directas del INDE.

De conformidad con el Cuadro anterior, la capacidad insta-


lada total en 1967, para servicio público y privado, fue de 144.4
megavatios. En 1968 se agregaron 18.0 Mw. de potencia para
servicio público, llegándose así a un total de 139.2 Mw. Para
35d ALFREDO GUERRA BORGES

servicio privado se instalaron 1.1 Mw., lo que permitió llegar


a una capacidad de 24.3 Mw. Por tanto, en 1968 la capacidad
instalada total fue de 163.5 Mw.
Por servicio público se entiende la empresa que vende ener-
gía eléctrica, ya sea de propiedad del Estado o de particulare-s.
Y por servicio privado «e entiende la empresa que genera
energía para consumo propio.
Según el Cuadro 60, la capacidad instalada en 1%7 se dis-
tribuía en la fcrma siguiente:

I) Sistema central interconectado: tenía una capacidad


instalada de 94.2 Mw., en servicio público, lo que representaba
el 77.7 por ciento del total, que fue de 121.2 Mw. y tenía 4.78
;

Mw. de capacidad instalada en servicio privado, o sea, 20.6 por


ciento del total, que fue de 23.2 Mw.
II) Sistema Occidental: tenía una capacidad instalada de
18.36 Mw. en servicio público (15.1 por ciento) y 12.7 Mw. en
;

servicio privado (54.7 por ciento).


III)Sistema Oriental: tenía 4.79 Mw. en servicio público
(4.0 por ciento);y 2.0 Mw. en servicio privado (8.6 por ciento).
IV) Sistema Nor-Central: tenía en servicio público 1.74
Mw. (1.14 por ciento) y 1.09 Mw. en servicio privado (4.7 por
;

ciento).
V) Sistema Atlántico: tenía 2.11 Mw. en servicio público
(1.7 por ciento) ; y 2.63 Mw. en servicio privado (11.3 por
ciento)

Por muchos años, la potencia generadora del país estuvo


representada en su mayor parte por las centrales de la Empresa
Eléctrica de Guatemala. Hasta fecha reciente, el Estado cambió
la orientación de su política en esta materia, creando el INDE
e imprimiéndole un mayor impulso a la instalación de nueva ca-
pacidad. Si sólo se toma el período 1965-1968, y se utilizan
para fines de comparación solamente las centrales Los Esclavos,
Guacalate I y Guacalate II, puede verse que el INDE ha agre-
gado un 35.2 por ciento a la capacidad instalada en 1964, que
era de 107.2 Mw. Por otra parte, se viene siguiendo la sana
orientación de nacionalizar el servicio de energía eléctrica, y
de prestarlo mediante centrales hidráulicas relativamente gran-
des, ya que hasta el presente operan en muchos municipios pe-
queñas centrales que, por su reducida potencia, tienen altos cos-
tos y son ineficientes.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 351

El Cuadro siguiente muestra las tasas de aumento de la


población y de la potencia instalada en 1962-1967:

Cuadro 61
GUATEMALA: TASAS DE AUMENTO DE POBLACIÓN
Y CAPACIDAD INSTALADA, 1962-1967
Zona Población PoimotAm Inilalada

CENTRAL 4.2 11.5


OCCIDENTAL 2.9 7.7
ORIENTAL
NOR-CENTRAL 2.7
2.3 M
24.1
ATLÁNTICO 5.3 1.0

Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.

La capacidad instalada, porcentajes e incrementes de ser-


vicio público y privado en el período 1955-1967 así como la capa- ;

cidad instalada por tipo de central de servicio público y privado,


y capacidad por habitante en el mismo período, pueden apre-
ciarse en los Cuadros siguientes

Cuadro 62

GUATEMALA: CAPACIDAD INSTALADA. PORCENTAJES


E INCREMENTOS DE SERVICIO PÚBLICO Y PRIVADO EN
EL PERÍODO 1955-1967
(Megavatios)

Servicios Porcentaje» Incremento» A^nuaUt Capot \dMt


¡natalada
Añ0 Público Privado PúbUeo Privado Público Privado Total Total
MW MW Ve % % % % MW

1955 32.1 10.0 76 24 _ _ __ 42.1


1956 37.4 10.5 78 22 16.5 5.0 13.8 47.9
1957 43.5 12.0 78 22 16.3 14.3 15.9 55.5
1958 44.3 13.0 77 23 1.8 8.3 3.2 57.3
1959 58.6 13.6 81 19 32.2 4.6 26.0 72.2
1960 59.5 15.8 79 21 1.5 16.2 4.3 75.3
1961 71.0 15.8 82 18 19.3 0.0 15.3 86.8
1962 73.0 15.9 82 18 0.7 0.6 2.4 88.9
1963 75.5 16.3 82 18 3.4 2.5 3.3 91.8
1964 89.7 17.5 84 16 18.8 7.4 16.8 107.2
1965 107.9 20.2 88 12 20.3 15.4 19.5 128.1
1966 120.0 21.5 85 15 U.l 6.4 10.5 141.5
1967 121.2 23.2 84 16 1.0 7.9 2.1 144.4

Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.


352 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 63
GUATEMALA: CAPACIDAD INSTALADA POR TIPO DE CENTRAL
DE SERVICIO PÚBLICO Y PRIVADO, ENTRE 1955-19671
(Megavalios)
Hidroeléctrica Termoeléctrica Totolea Total Porcentajea
Año Público Privado Público Privado Hidro Termo República Hidro Termo

1955 23.4
1956 23.4
1957 25.1
1958 25.5
1959 27.3
1960 27,3
1961 27.3
1962 28.1 4.1 44.9 11.8 32.2 56.7 88.9 36.2 63.8
1963 28.5 4.2 47.0 12.1 32.7 59.1 91.8 35.6 64.4
1964 29.8 4.6 59.9 12.9 34.4 72.8 107.2 32.1 67.9
1965 30.3 4.9 77.6 15.3 35.2 92.9 128.1 27.5 72.5
1966 44.1 5.6 75.9 15.9 49.7 91.8 141.5 35.1 64.9
1967 43.9 6.5 77.3 16.7 50.4 94.0. 144.4 34.9 65.1

1 Antes del año 1962 no se dispone de suficiente información


sobre los tipos de centrales.
Fuenie: Instituto Nacional de Electrificación.

Cuadro 64
GUATEMALA: POTENCIA TOTAL INSTALADA POR HABITANTE
(W/HABT.) Y POTENCIA INSTALADA EN CENTRALES DE
SERVICIO PÚBLICO POR HABITANTE URBANO (WSP/HU)
(Miles de Hahilanles — Megayalios y W/per capita)
Población Pot. Inatálada Watios Per Capita índices 10 50 = 10&

Años Total Urbana Totol Serv. Púb . W/Habt. WSP/ W/Habt. WSP/
1955 3238 956 42.1 32.1 13.0 33.6 100 100
1956 3340 1002 47.9 37.4 14.3 37.3 110 111
1957 3444 1047 55.5 43.5 16.1 41.5 124 124
1958 3552 1097 57.3 44.3 16.1 40.4 124 120
1959 3665 1149 72.2 58.6 19.7 51.0 152 152
1960 3780 1201 75.3 59.5 19.9 49.5 153 147
1961 3900 1256 86.8 71.0 22.3 56.5 172 168
1962 4025 1314 88.9 73.0 22.1 55.6 170 165
1963 4154 1377 91.8 75.5 22.1 54.8 170 163
1964 4284 1438 107.2 89.7 25.0 62.4 192 186
1965 4422 1506 128.1 107.9 29.0 71.6 223 213
1966 4561 1574 141.5 120.0 31.0 76.2 238 227
1967 4706 1645 144.4 121.2 30.7 73.71 236 219
1968 4858 1721 163.5 139.2 33.6 80.8 258 240

1 En 1967 el INDE colocó 500 Kw. en Puerto Barrios, cuando se


retiraron las plantas diesel de la Hidroeléctrica del Atlántico, S. A.
Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 3ft3

Cuadro 65

POTENCIA TOTAL INSTALADA POR HABITANTE (W/HABT.) Y


POTENCIA INSTALADA EN SERVICIO PÚBLICO POR HABITANTE
URBANO (WSP/HU) EN LAS DIFERENTES ZONAS
(Vatios por Habitante)

Vatio» por Habitante Vatio» Servicio Público hobUante iir6«ii«

iVor-
Año» Occi- Cen- Oriente Cen- Atlán- Oeci- Cen- OrUnté Ñor* AUámtieo
dente tral tral tico denU tral Centrml

1962 15.0 53.1 6.7 1.4 49.6 43.2 78.4 22.8 6.5 86^
1963 16.8 51.8 6.6 1.6 47.4 46.0 71.8 21.6 6.6 88.0
1964 16.0 61.1 6.9 2.4 47.8 44.7 86.0 21.6 11.4 89J
1966 17.1 72.3 7.9 3.2 49.1 47.0 00.6 26.2 14.6 9<.t
1966 18.6 77.6 8.6 3.4 40.3 49.0 107.8 26.5 16.1 70.»

1967 18.7 75.4 8.3 8.7 40.2 47.4 104.8 24.4 16.4 70J
1968 20.3 82.9 8.2 3.7 47.2 68.0 114.9 23.6 14.6 87.0

ÍNDICES: AÑO 1962 == 100

. Ñor ••

Aiiot Oeci' Cen- OrienU Cen - Atlán- Occi- Cen. Oriente Ñor- AtU0^
dente tral tral tico denU tral Centml tk*

1962 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
1963 106 98 99 114 95 105 97 96 102 00
1964 107 116 108 171 96 104 116 96 176 104
1965 114 136 118 229 99 109 186 111 228 111
'
1966 123 146 128 248 81 113 147 116 232 tt'
1967 126 142 124 264 81 110 142 107 287 tt
1968 135 166 122 264 96 123 157 104 tu 1«
•V
Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.

Como puede verse en el Cuadro relativo a potencia insta-


lada por habitante, dicha capacidad tuvo un incremento de 20.6
vatios en el período 1955-1968, lo que significa un crecimiento
relativo de 158.5 por ciento. No obstante que creció en poco
más de vez y media, la capacidad instalada per capita en Gua-
temala sigue siendo muy baja, y coloca al país en una posición
muy desfavorable. El Cuadro 65 permite ver que la capacidad
instalada por habitante es mucho más alta para la población
servida por el Sistema central, mientras es muy baja para la
que sirve el Sistema oriental. En otras palabras, la distribución
354 ALFREDO GUERRA BORGES

de la capacidad instalada es muy desigual y muy desfavorable


para regiones importantes, lo que salta aun más a la vista al
encontrar 114.9 vatios de servicio público por habitante urbano
en la zona central, mientras solo hay 14.5 vatios por habitante
urbano en la región servida por el sistema Nor-Central.

6. Sistema central interconectado

El principal sistema eléctrico de Guatemala es el Sistema


central interconectado, constituido par las plantas generadoras,
las líneas de transmisión y de distribución de la EEGSA; y las
plantas generadoras y líneas de transmisión del INDE. Hasta
1967 el Sistema central servía a 33 municipios del total de 43
que tienen departamentos de Guatemala, Sacatepéquez y Es-
los
cuintla. En
año citado, la población servida por el Sistenia
el
era, aproximadamente, de 772 000 habitantes, en su mayor par-
te vecinos de la ciudad de Guatemala. La población indicada
constituía el 94.4 par ciento de la población urbana de los tres
departamentos, y el 53.9 por ciento de la urbana de todo el país.
El Consejo Directivo del INDE acordó con fecha 10 de no-
viembre de 1966, la autorización para que la Gerencia general
propusiera a la EEGSA las bases de una negociación del sistema
Michatoya, que comprende las plantas Palín, San Luis y El
Salto. La propuesta fue presentada a la EEGSA en diciembre
de 1966.
El Gobierno aceptó el 6 de marzo de 1967 el resultado de
.

la negociación, y con fecha 7 de junio del mismo año autorizó


la compra del sistema antes mencionado, libre de pasivo laboral
para el Gobierno, por la cantidad de US$3 186 593.83, que se
haría efectiva mediante un pago inicial de US$400 000.00 y
veinte pagarés semestrales consecutivos, con una tasa de inte-
rés del 7.5 por ciento sobre saldos deudores. El 10 de agosto
de 1967, el Presidente de la República dictó nuevo Acuerdo, por
considerar que en el anterior no estaban claramente consideradas
las propiedades inmuebles objeto de la negociación. El 12 de
agosto del año indicado se suscribió la escritura pública for-
malizando el contrato de compra- venta.
El Congreso de la República, por medio del Decreto 1712,
de fecha 18 de octubre de 1967, aprobó el contrato contenido en
la escritura pública antes mencionada, con la única modificación
del pago inicial, que debería hacerse en quetzales y no en dó-
lares.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 186

«La negociación realizada comprende los bienes siguientes:


1 671.7 Ha. de terreno comprendidas en 9 fincas situadas entre
Palín y El Salto; las plantas hidroeléctricas de San Luis, El Salto
*'
y Palín; edificios, talleres e instalaciones; cesión de las comsniertat
sobre el rio Michatoya en Amatitlán. El sistema se recibió libre
de todo pasivo laboral, gravamen o servidumbre.»»

En cuanto a las condiciones y normas de la venta de po-


tencia y energía del INDE a la EEGSA, concesionaria de la
distribución de la energía eléctrica en el sistema central, se fir-
mó un contrato entre el INDE y la empresa el 7 de marzo de
1967, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 1968.
En virtud de todo lo anterior, que hemos expuesto en de-
talle por la significación que para los guatemaltecos tiene el paso
dado, el INDE tenía en 1968 una capacidad instalada, en el
Sistema central interconectado, de 49 882 KW., equivalente al
48.6 por ciento del total. Antes de la firma del contrato, la
capacidad del Sistema central era de 90 172 Kw., pues no había
entrado en operación la central Guacalate II, y de ese total per-
tenecía al INDE el 28.3 por ciento.
El III Congreso Nacional de Economistas, Contadores Pú-
blicos y Auditores, celebrado en la ciudad de Guatemala del 4
al 11 de enero de 1969, recomendó que, al vencerse la concesión a
la EEGSA en 1972, no sea renovada por ningún motivo, y el Es-
tado pase a ser el propietario absoluto de todo el Sistema central.

8 INDE, Memoria de labores. (Coatcmala: 1M7). p. 9S.


356 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 66

GUATEMALA: CAPACIDAD INSTALADA EN EL SISTEMA CENTRAL


INTERCONECTADO, INDE-EEGSA, 1968

Capacidad (Kw.)
Plaxiítas Propieíario Instalada Máxima Firme

HIDROELÉCTRICAS
El Salto INDE 5 500 5 500 1500
San Luis INDE 5 000 5 000 1550
Palín INDE 1632 1550 930
Modelo EEGSA 680 600 400
Zapote EEGSA 360 550 60
Los Esclavos INDE 13 000 13 000 2 300

Sublotal 26 172 26 200 6 740

TERMOELÉCTRICAS
a) Vapor
La Laguna EEGSA 30 000 33 800 30 000

Subtotal 30 000 33 800 30 000

b) Diesel

Castellana EEGSA 5 000 4 000


La Laguna EEGSA 4 000 4 000

Subtotal 9 000 9 000

c) Gas
La Laguna EEGSA 12 500 11500 12 500
Guacal ate I INDE 12 500 12 000 12 500
Guacalate II INDE 12 250 12 250

Subtotal 37 250 37 250

Total planteas existentes 102 422 82 990

Nota: La información de las plantas de la EEGSA, así como las del


sistema Michatova que ahora pertenecen al INDE, fue proporcio-
nada por EEGSÁ.
Fuente: Instituto Nacional de Electrificación,
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA

Como puede verse en el Cuadro anterior, el INDE tiene el


96 por ciento de la capacidad instalada de origen hidráulico,
y la EEGSA tiene el 67.5 por ciento de la potencia de origen
térmico.
La descripción de las plantas del sistema central interco-
nectado, es la siguiente:

PlflAita El Salto: fue construida en 1939 y aprovecha aguas


del río Michatoya. Capacidad 5 500 Kw.
:

Planta San Luis: fue construida en 1925-1927. También


aprovecha aguas del río Michatoya. Capacidad 5 000 Kw. :

Planta Patín: fue construida a fines del siglo pasado. Dos


de las tres unidades con que cuenta fueron instaladas en 1896, y
la tercera data de 1927. Capacidad 1 632 Kw. Se encuentra
:

a unos 40 kilómetros de la ciudad de Guatemala, y a unos 8


kilómetros de la planta San Luis.
Como la captación de Jurún-Marinalá sobre el río Micha-
toya se encuentra aguas arriba de las dos primeras plantas
mencionadas, su generación se verá reducida en unos 15 millones
de kilovatics-hora anuales, equivalentes a un 29.0 por ciento de
su producción total

Planta El Zapote: fue construida en 1923. Se encuentra en


la parte norte de la ciudad de Guatemala, y opera en la salida
de las aguas de desagüe de la misma. Tienen un alto costo de
operación dada su reducida capacidad, que es de sólo 360 Kw.

Planta Modelo: fue construida en 1916. Aprovecha aguas


del río Guacalate, cerca de la ciudad de Escuintla. En 1924 se
agregó una segunda unidad a la primera ya instalada. Capaci-
dad : 680 Kw.

Plantas de La Laguna: la primera planta termoeléctrica


instalada en este lugar, a unos 20 kilómetros de la ciudad de
Guatemala, fue construida en 1946-1948. Las dos primeras uni-
dades eran de 3 500 Kw. En 1959-1960 se instalaron dos unida-
des adicionales de 11 500 Kw. cada una. Estas últimas se ali-
mentan con aceite Bunker C, mientras las primeras consumen
petróleo. El agua de enfriamiento se toma del lago de Amatí-
tlán y se descarga en el mismo. Capacidad total : 30 000 Kw.
En la Laguna se encuentran instaladas también cuatro uni-
dades Diesel de capacidad nominal de 1 000 Kw. cada una.
358 ALFREDO GUERRA BORGES

En mayo de 1964 se agregó una planta más al sistema La


Laguna. Es una central de turbina de gas con capacidad de
12 500 Kw.

Planta La Castellana: se encuentra en la ciudad de Guate-


mala y cuenta con cinco unidades Diesel de 1 000 Kw. cada una.
Se operan en las horas de mayor demanda o cuando hay desper-
fectos eh las unidades de vapor.

Plantas El Guacalate: se encuentran situadas en el depar-


tamento de Escuintla, sobre la carretera CA-2, entre los kiló-
metros 63-64. La primera planta, de turbina de gas, se instaló
en 1965. Capacidad: 12 500 Kw. La segunda planta entró en
operación el 27 de junio de 1968. Capacidad: 12 250.

Planta Los Esclavos: su construcción se inició en 1957, pero


los trabajos se suspendieron en 1961, habiéndose reiniciado en
septiembre de 1964. Se terminó el 15 de septiembre de 1966 y
fue puesta en operación el 15 de agosto de 1966. Se encuentra
situada cerca de la ciudad de Cuilapa, cabecera departamental de
Santa Rosa. Su costo estimado es de (56 363 829.35, habiéndose
financiado con un 51 por ciento de fondos propios y un 49 por
ciento de fondos suministrados a crédito por el Banco Intera-
mericano de Desarrollo.
La planta cuenta con un dique localizado 46 metros aguas
arriba del famoso puente colonial tiene 225 metros de largo y
;

25 metros de ancho en la base. En la parte central del verte-


dero el concreto llega hasta la cota 213.0 y sobre éste se instaló
,

la Presa de goma, que consiste de un tubo inflable de 2.00 me-


tros de diámetro, para elevar la altura de embalse a la cota 215.0.
El embalse aguas arriba del dique tiene una capacidad de
almacenaje variable de 121 400 metros cúbicos a 250 000 metros
cúbicos. Con el objeto de formar una cortina impermeable de-
bajo de la presa, se hicieron trabajos de perforación y enlechado
de cemento a presión.
La central tiene dos unidades de 7 500 Kw. cada una. Fac-
tor de potencia: 0.9. Los generadores están calculados a base
de 7 500 Kw. y 6 900 voltios. Las turbinas son del tipo "Fran-
cis", vertical, para una caída neta de 108.0 metros.
Se tendió una línea de transmisión para la ciudad de Gua-
temala, con una longitud de 55.5 kilómetros. El plan de electri-
ficación que realiza el INDE teñe prevista la interconección con
el sistema oriental.
geografía económica de guatemala mi
1, Proyecto hidroeléctrico Jurún Marínala
Quizás uno de los proyectos de que más se ha hablado en
Guatemala durante muchos años es el proyecto hidroeléctrico
Jurún-Marinalá. El Presidente Jacobo Arbenz lo incluyó en su
programa de obras fundamentales de desarrollo, junto a la re-
forma agraria, la construcción de la carretera al Atlántico y la
del Puerto Santo Tomás. Antes de su derrocamiento, Arbenz
dejó completados los estudios necesarios para llevar a cabo el
proyecto. El cambio de gobierno dejó en suspenso la realización
del mismo. En 1956 la Empresa Eléctrica de Guatemala, para
consolidar sus posiciones, hizo la oferta de costear la construc-
ción de Jurún-Marinalá, instalar además una planta electro-
atómica de 10 000 Kw,, y prestar en lo sucesivo un buen servicio.
El Colegio de Economistas, Contadores Públicos y Auditores,
en sesión general del 18 de mayo de 1956, aprobó una ponencia
de Rafael Piedra-Santa,^ y se pronunció contra la continuación
de las discusiones entre el Gobierno y la EEGSA, considerando
que tales discusiones tenían por objeto "forzar al Gobierno a
firmar un nuevo contrato que le otorgue condiciones aun más
ventajosas", y se pronunció también parque "el Estado debe
iniciar sin más demora la ejecución del proyecto Jurún Marínala,
pues desde marzo de 1954 fue calificado como el mejor aprove-
chamiento que podría hacerse de las aguas del río Michatoya,
lo cual ha sido corroborado recientemente por la Harza Engine-
ering Company".^^
El proyecto Jurún-Marinalá fue, finalmente, iniciado por
el INDE, que ejecutó las obras correspondientes al túnel de de-
rivación, chimenea de equilibrio, los caminos de acceso y la línea
de transmisión interna. El INDE contrató la ejecución de las
obras civiles con la compañía norteamericana Nat Harrison Asso-
ciates Inc., por un total de Q5 235 786.00. El montaje y la fa-
bricación del equipo electromecánico fue adjudicado a la com-
pañía suiza Brown Boveri & Cía.
Según el programa de desarrollo, elaborado por el INDE,
el proyecto Jurún-Marinalá entrará en operación en el segundo
semestre de 1969.
El objetivo del proyecto es satisfacer la demanda de po-
tencia y energía del sistema central interconectado, a partir de

«•-
9 Cokgio de Economistas. ConUdores Público» y Auditor*». La eUeirifiemcián
ci<mal en función del desarrollo económico y el mejoramiento •ocioK {Gvmimnaim:
ItMÍ,
pp. 3-21.
10 Ibid., p. 21.. .
360 ALFREDO GUERRA BORGES

noviembre de 1969. Jurún-Marinalá tendrá una capacidad total


de 60 000 Kw., y se estima que generará anualmente 196 millones
de kilovatios-hora. Durante la estación seca, la planta satisfará
una demanda de potencia de 15 Mw., generando, aproximada-
mente, 65.5 millones de kilovatios-hora en la base de la curva dé
carga, y una demanda de 45 Mw., con una generación aproxi-
mada de 40.5 millones de kilovatios-hora, en el pico de la curva
de carga. Durante la estación de lluvias, Jurún-Marinalá ope-
rará en el pico de la curva de carga, satisfaciendo una demanda
de 60 Mw., con una generación aproximada de 90 millones de
kilovatios-hora.
El proyecto Jurún-Marinalá se localiza en los departamentos
de Guatemala y Escuintla. Su desarrollo principia en el lago
de Amatitlán, cuyo desaguadero es el río Michatoya. Desde este
punto hasta su desviación en la toma de Jurún, localizada un
poco abajo de la planta Palín, el río recorre unos 13 kilómetros.
La capacidad de embalse del lago de Amatitlán permitirá com-
pensar la disminución de caudal durante la estación seca. Se
utilizará una caída aprovechable de 660 metros entre la toma
de Jurún (cota 1000.5 metros SNM), hasta la orilla del río
Pajal, afluente del Marínala (cota 348.75 metros SNM)
El esquema adoptado consiste en un embalse de regulación
antes de la toma, un túnel de aducción de baja presión, una chi-
menea de equilibrio y una tubería forzada que llega a una cen-
tral exterior.

8. Sistema Occidental
Algunas referencias históricas de la hidroeléctrica Santa
María, la planta más importante de este sistema, se han dado ya
en el apartado correspondiente. El sistema está localizado en
la región sur-occidental del país y sirve a 52 poblaciones de los
departamentos de Quezaltenango, Quiche, Solóla, Totonicapán,
Suchitepéquez, San Marcos y Retalhuleu, con un número total
de consumidores de 11 704. El sistema occidental es propiedad
deJ INDE.
En 1968 se incorporó al sistema occidental la hidroeléctrica
El Porvenir, con potencia de 2 200 Kw., aliviando un poco el
déficit de suministro de energía en la región. Por deficiencia
del servicio público eléctrico, hay 15 000 H.P. (equivalentes a
111.9 kilovatios) instalados en la Zona Occidental en las des-
motadoras de algodón, que por escasez de electricidad mueven 1
las máquinas procesadoras con energía mecánica.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 381

Cuadro 67

GUATEJ4ALA: CAPACIDAD INSTALADA EN EL SISTEMA


OCCIDENTAL, 1967
(en kiloratiofl)

Capacidad Capacidad
Cenlral Unidad Unidad Total firm* total

Santa María N9 1 1900


N9 2 1840
N9 3 2 200 5 940 4100
San Felipe N9 1 500
N<? 2 500
N9 3 1400 2 400 2 400

TOTAL 8 340 8S00

Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.

9. SISTEMA Oriental

Los requerimientos de potencia y enerpría del sistema los


absorben las hidroeléctricas Río Hondo I y Río Hondo II, con
capacidad total de 2 400 Kw. La unidad diesel de Puerto Ba-
rrios, de 500 Kw. de potencia, inició su operación en marzo de
1967, año en que la empresa particular fue intervenida por el
INDE. El año anterior, Puerto Barrios registró una tasa ne-
gativa de 1.8 por ciento por haberse retirado del servicio público
las unidades diesel de la Hidroeléctrica del Atlántico, S. A., que
ya habían llegado al término de su vida útil. En mayo de 1968
el INDE agregó una unidad de 700 Kw., con lo que la potencia
de Puerto Barrios llegó a los 1 200 Kw.
El Sistema Oriental presta servicio directo en tres departa-
mentos con el sistema Río Hondo. En Puerto Barrios el INDE
vende en bloque la energía a la empresa particular concesionaria
de la distribución.
En 1969 el sistema oriental quedará integrado al sistema
central, con una línea de transmisión de 69 Kw. de los Esclavo.s-
Progreso, y una subestación situada en El Progreso. De este
modo, las poblaciones incluidas en la región del sistema oriental,
que no pueden ser servidas dii-ectamente por éste debido a limi-
taciones en la capacidad instalada, recibirán energía del sistema
central.
362 alfredo guerra borges

10. Proyecto hidroeléctrico Atitlán

El proyecto hidroeléctrico Atitlán es el de mayor magnitud


dentro del programa del Instituto Nacional de Electrificación.
Es un hermoso proyecto de gran magnitud para un país como
Guatemala. La primera etapa del proyecto estaba seleccionada
para construirse en el período 1963-1966, pero los obstáculos
que han entorpecido las actividades del INDE obligaron a pos-
poner la iniciación de los trabajos. Por otra parte, como se in-
dicará en seguida, la elección entre diversas alternativas de eje-
cución del proyecto, ha sido bastante compleja.
El Lago de Atitlán, como se indicó en el Capítulo de Geogra-
fía Descriptiva, no tiene desagüe conocido. Se supone que una
serie de ríos que nacen en cotas inferiores al nivel de la super-
ficie del lago se forman por filtraciones de éste. En el sur se
encuentran las bahías de Santiago y de San Lucas. En esa
misma dirección el terreno tiene un acelerado descenso, forman-
do una gran caída que constituye la característica principal del
proyecto.
Pe las firmas consultoras, la Acres International Ltda.^^
estudió el desarrollo del proyecto por la bahía San Lucas. La
Electro- Watt (Suiza) ^- se pronunció por la solución Bahía San-
tiago. La CE PAL, en una evaluación comparativa de las pro-
puestas anteriores, se pronunció por Bahía Santiago.^^
En noviembre de 1966 se contrataron los servicios de la
Compañía consultora Verbund Plan GES. M.E.H., de Viena
(Austria), para hacer un estudio de factibilidad, sin costo en
moneda externa para el INDE. La compañía entregó su estu-
dio en septiembre de 1967.
A principios de 1967 inició un estudio de factibilidad la
Societé Francaise d'Etudes et de Realisations d'Equipment Elec-
triques (SOFRELEC). Tal estudio fue emprendido a solicitud
de la compañía y sin costo alguno para el INDE. El informe
fue presentado en septiembre de 1967.
El informe de la Verbund Plan considera tres alternativas
para su evaluación técnica y económica:
«Solución A. Desarrollo en dos caídas. Bahía de Santiago
Atitlán. Toma de agua en la orilla suroccidental de la Bahía San-
tiago, junto al lugar denominado Xetuc.»

11 Acres International Limited, Informe dq factibilidad Atitlán I, 1963.


12 Electro-Watt, Preanálisis y notáis justificativas del proyecto Atitlán, 1964.
13 CEP AL, Desarrollo del sistema eléctrico central de Guatemala. Evaluación com-
parativa de las resoluciones propuestas por Aeres y Electro-Watt, 1966.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 363

Las centrales principales son: El Chorro: 212 Mw.; Esperanza


I, en caverna: 212 Mw.; Elsperanza II: 3 Mw.; Chuisibel: 80 Mw.,
sumando un total de 507 Mw. y una producción de energía de I 000
millones de kilovatios-hora anuales. El costo total de esta alter-
nativa, incluyendo las derivaciones de los ríos Madre Vieja, Yatzá,
Nahualate y Sámala, es de Q97.4 millones, lo que es igual a un
costo unitario por kilovatio instalado de Q193.
«Solución B. Desarrollo en una caída. Bahía de Santiago
Atitlán. Central subterránea. Utiliza el mismo trazo de la so-
lución A. Explotación de una central principal —
420 Mw. y las ,

centrales Esperanza II —
3 Mw. —
y Chuisibel —
80 Mw. —
haciendo
,

un total de 503 Mw. y una producción anual de 994 millones de


kilovatios-hora. El costo total, incluyendo la derivación de los río«
que utiliza la solución A, es de ^96.3 millones, o su equivalente
de ^192 por kilovatio instalado.
«Solución C. Desarrollo en tres caidas. Bahía de San Lucas
Atitlán. Toma de agua en la Bahía de San Lucas. Caída superior:
utiliza el 60 por ciento del salto total hasta la desembocadura del
rio Santo Tomás, con una central de 250 Mw. Caída media: recoge
el agua de la caída superior, la del río Madre Vieja y la conducción
del río San Jorge, con una central de 9(J Mw. Caída inferior: uti-
liza el resto del agua del río Madre Vieja y la conducción del río
Quixayá, sobre el río Santa Teresa, con una central de 51 MJw. El
desarrollo incluye, a su vez, la central Chuisibel, sobre el río Sá-
mala, de 80 Mw., haciendo un total instalado de 477 Mw., con una
producción de energía igual a 1 056 millones de kilovatios-hora
anuales. El costo total de la obra, incluyendo la derívación de
los ríos utilizados en las soluciones A y B, es de ^114.6 millones,
igual a ^240 por kilovatio instalado.
Las tres alternativas consideran la construcción de la central
Chuisibel, con una capacidad de 80 Mw. y una producción de ener-
gía de 284 GWh. La central utiliza las aguas del río Sámala, que
posteriormente son derivados al lago.»'*

El estudio de factibilidad de la Verbund Plan permite con-


cluir que el proyecto hidroeléctrico Atitlán es muy conveniente,
al comparar costos de explotación con centrales térmicas. El
costo de generación del proyecto Atitlán será de 87 centavos el
kilovatio-hora cuando. la obra esté terminada. La instalación
de centrales térmicas se justificaría únicamente para cubrir
insuficiencias temporales de producción de las hidráulicas. Por
otra parte, queda claro que la derivación de los ríos que se ha
propuesto, es económicamente más ventajosa que aprovechar-
los en su propia cuenca mediante una cadena de centrales.

14 INDE. Memori» de labores, 1M7. pp. 16-17.


364 ALFREDO GUERRA BORGES

El programa de desarrollo del proyecto Atitlán, integrado


en un programa de nivel nacional, necesitaría proyectos comple-
mentarios, tales como una unidad de vapor de 33 Mw. en 1975
y dos proyectos hidroeléctricos de 180 Mw. en 1978 y 1981, res-
pectivamente, a fin de que se pueda satisfacer el pronóstico de
demanda de potencia y energía del país.
Por su parte, la SOFRELEC hizo el análisis de cinco alter-
nativas que se enumeran a continuación:

Desarrollo a través de la Bahía de San Lucas.


Desarrollo a través de la Bahía de Santiago:

Alternativa A: dos caídas desiguales con centrales en su-


perficie.

Alte^^aativa B: una caída con centrales en superficie.

Alternativa C: dos caídas de igual altura con centrales en


superficie.

Alternativa D: una caída con una central subterránea.

El proyecto incluye el desarrollo de la central Chuisibel,


utilizando las aguas del río Sámala a medio camino de su deri-
vación ál lago. Las características principales de las alterna-
tivas se resumen a continuación:

Solución Polencia Energía Costo Costo unitario


(Mw.) (GWh.) (Millones (Q/Kw.)
Quetzales)

San Lucas 476.0 790 114.6 240


Santiago A 388.5 1112 67.2 173
Santiago B 384.0 1107 67.6 176
Santiago C 384.0 1122 63.9 166
Santiago D 380.0 1144 67.4 177
Chuisibel 36.0 197 9.2 256

Los costos de las diferentes alternativas incluyen el de la


central Chuisibel.^^
Es común a los estudios de las dos compañías mencionadas,
la derivación de los ríos antes citados, considerando que la deri-
vación de otros ríos resulta antieconómica. La compañía SO-
FEELEC recomendó la obturación de las filtraciones del lago,
mientras la Verdund Plan fue de opinión que este problema se
estudiara con posterioridad.

16 Ibid., p. 19-20.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 365

La Verbund Plan seleccionó el desarrollo en doe caídas,


oon una central superficial y una subterránea, mientras la
SOFRELEC seleccionó el desarrollo en una sola caída y una
central subterránea.

«Los costos difieren sensiblemente, y la diferencia puede expli-


carse, parcialmente, debido a las caracterí^icas propuestas en lot
estudios, entre ellos la diferencia de capacidad de la central Chui-
sibel, una mayor longitud de túneles sin recubrimiento, propuesta
por SOFRELEC, así como una mayor pendiente y dimensiones me-
V , ñores en los túneles, y el diseño más senciUo de las bocatomas.
Sin embargo, un alto porcentaje de la diferencia de costos no tiene
, .
una explicación racional.» is

El INDE hizo los estudios necesarios y las conclusiones so-


bre los informes de factibilidad presentados por las compañías
consultoras, y también llevó a cabo un estudio propio de facti-
bilidad del proyecto. La alternativa de una sola caída se des-
cartó en virtud de que requería una inversión inicial mucho
maiyor, y también porque la topografía del lugar obliga a cons-
truir todas las obras en subterráneo.
Se ha llegado ya a determinar las etapas de realización del
proyecto. En las páginas anteriores queda, en apretado resu-
men, una reseña del largo camino recorrido para tomar una de-
cisión final en este proyecto, que será motivo de orgullo para
los guatemaltecos cuando esté concluido. Las etapas son las
siguientes

«Primera etapa. Se inicia su construcción a inicios de 1971,


entrando en operación dos unidades en Atitlán I a nwdiados de
1973, con una potencia total de 106 Mw. Los caminos de acceso
se comenzarán a construir a inicios de 1969. Los recursos hidráu-
licos de esta etapa provienen del río Nahualate y de un descenso
intencional del lago.
Segunda etapa, se inicia su construcción en 1971 para entrar
en operación en el año 1975, instalando la central Chuisibel con
una potencia de 68 Mw. —
tres máquinas , haciendo un total,
hasta esta etapa, de 174 Mw. Hasta esta etapa, las turbinas tra-
bajarán con los caudales del río Sámala, los del río Nahualate y
un descenso intencional del lago.
Tercera etapa. A
mediados de 1978 se instala una unidad
más en Atitlán I, de 53 Mw., haciendo un total de 227 Mw. En
esta época los recursos de agua provendrán del río Samali, el rio
Nahualate, el río Madre Vieja y un descenso intencional del laga

16 ibid., p. 20-21.
368 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuarta etapa. Se inicia su construcción €n 1976 para entrar


a mediados del año 1979, por medio de la construcción de Atitlán 11,;
con tres máquinas y una potencia suplementaria de 159 Mw., lle-
vando así la capacidad total del proyecto a 386 Mw. A finales de
1979 se deriva el ría Yatzá hacia el lago, con lo que se completan
todas las derivaciones del proyecto. El descenso intencional del
lago se suspende hasta 1982, habiéndose bajado en total 5.40 me-
tros. A partir de esa fecha el proyecto producirá una energía pro-
medio anual de 1 000 GWh., proveniente exclusivamente de los
ríos derivados.
Etapas posteriores. A medida que a demanda de potencia lo
exija, se instalan dos máquinas más de 53 Mw. cada una, en las
centrales Atitlán I y Atitlánpara así completar la potencia
II,

total del proyecto, convirtiéndola en una central de pico, con un


factor de carga de 0.25, sin incluir en ello a la central Chuisibel.
Observaciones. Se espera llegar a obturar el 50 ó 60 por ciento de
las filtraciones en 1977. Con esto se lograría eliminar la instala-
ción, en el sistema del INDE, de ima central térmica de 33 Mw.,
pudiendo entonces satisfacer, solamente con el Proyecto Atitlán,
el incremento de demanda durante el período 1973-1980.»^^

11. Generación y consumo de energía eléctrica


A consecuencia de la negligente política observada por mu-
chos años por el Elstado, la capacidad instalada y la generación
de energía se desarrolló a base de centrales térmicas. Tal gene-
ración no sólo significó un desaprovechamiento de los recursos
hidráulicos del país, sino causó serios daños a las reservas inter-
nacionales de Guatemala, ya que el combustible debe ser impor-
tado. Esa política permitió también que el incremento de po-
tencia y generación quedara, en buena parte, en manos de la
EEGSA, que actuó con suma lentitud y retraso en relación al
crecimiento de la demanda y de las necesidades de la población.
La citada empresa es responsable también del crecimiento des-
proporcionado de la capacidad y la generación de origen tér-
mico. En el período 1950-1964, la EEGSA aumentó su capa-
cidad de generación hidráulica en solamente 29.5 por ciento,
mientras sus centrales térmicas aumentaron su potencia en
635.7 por ciento.
De la generación de electricidad de la EEGSA, un 75.5 por
ciento fue de origen hidráulico en 1950, mientras en 1964 tuvo
ese origen solamente el 29.6 por ciento. Por otra parte, mien-
tras en el período de 15 años considerado, la capacidad instalada

17 INDE, Plan nacional de electrificación, (Guatemala: 1968), pp. A-22/A-24.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA ae?

de la EEGSA creció en 176.6 por ciento, su generación aumentó


en 313.2 por ciento, lo que indica un aprovechamiento más in-
tensivo de la capacidad disponible, para hacer frente a la de-
manda creciente, lo que tuvo como consecuencia un precio máa
alto del kilovatio-hora.
Hasta en los últimos años se introdujo un cambio funda-
mental en la orientación seguida. Por una parte, el Estado
tiende a hacer de la generación de energía un servicio público de
propiedad estatal y, por otra parte, como hemos visto, el Plan
;

nacional de electrificación contempla instalar nueva capacidad


de origen hidráulico. Las centrales térmicas instaladas por el
INDE en 1965 y 1968, como son Guacalate I y II, por ejemplo,
han tenido por fin cubrir la demanda de energía, en tanto co-
mienza a operar la hidroeléctrica Jurún-Marinalá. Otras cen-
trales térmicas que se instalarán en el futuro, permitirán cubrir
insuficiencias temporales de las centrales hidráulicas o cubrir
necesidades que, por diversas razones, no fuera posible atender
con dichas plantas. Tal podría ser el caso, por ejemplo, de las
unidades diesel de tipo móvil, con capacidad hasta de 6 000
kilovatios, que se instalarán en las inmediaciones de Puerto
Barrios, para cubrir la demanda de energía de la zona Nor-
oriental, principalmente del puerto mencionado y el de Santo
Tomás.
En 1967 el Sistema central generó en plantas hidráulicas
el 52.0 por ciento del total, y el 48.0 por ciento en plantas tér-
micas. El costo de producción fue de 1.2 centavos por kilovatio-
hora.
En el mismo año, el Sistema occidental generó el 95.0 por
ciento en plantas hidráulicas y el 5.0 por ciento en plantas tér-
micas. Costo de producción: 2.2 centavos el kilovatio-hora.
Por su parte, el Sistema oriental generó toda su energía en
plantas hidráulicas. Costo de producción, incluyendo el de la
planta térmica de Puerto Barrios 2.5 centavos el kilovatio-hora.
:

En Cuadros siguientes se da información completa sobre


los
generación y consumo de energía eléctrica en el período 1962-
1967:
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GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 300

Cuadro 69

GUATEMALA: GENERACIÓN POR ZONAS, EN CENTRALES DEL


INDE Y OTRAS EMPRESAS DE SERVICIO PÚBLICO Y EN
CENTRALES DE SERVICIO PRIVADO, 1962-1967
(Millones de Kilovaliog-Hora)

GENERACIÓN PEL SERVICIO PÚBLICO


Nor-
Cen- Atlán-
Central Occidental Oríental tral tica Total
Años INDE Otras INDE Otras INDE Otras

1962 0.4 242.0 18.8 18.1 3.3 1.2 0.8 4.6 289.2

1963 0.2 278.1 20.0 18.5 4.0 1.3 0.9 4.7 327.7

1964 0.6 314.2 20.5 19.8 4.0 1.7 1.6 5.0 367.4

1965 7.7 370.3 21.3 23.1 7.4 2.5 2.2 5.6 440.1

1966 59.2 357.6 21.6 24.6 7.8 2.8 2.5 5.7 481.8

1967 103.1 344.5 23.2 26.4 8.1 3.1 2.7 5.6 616.7

GENERACIÓN DEL SERVICIO PRIVADO


Nor-
Años Central Occidental Oriental Central Atlántíca Total

1962 4.9 10.6 1.9 0.6 4.5 22.5

1963 5.2 12.0 2.1 0.6 4.8 24.7

1964 4.7 14.0 2.2 0.7 4.9 26.5

1965 6.6 17.7 2.6 1.0 5.6 33.5

1966 6.8 22.9 3.2 1.2 6.3 40.4

1967 7.6 27.8 4.5 1.4 7.1 48.4

TASAS % 9.18 21.27 18.92 18.47 9.65 16.56

Tasas nacionales de crecimiento entre 1962/67: Servicio Público 12.30%.


Servicio Privado 16.56%.
Total Nacional 12.63%.

Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.


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372 alfredo guerra borges

11. Requerimientos y suministro de energía eléctrica

Según información del INDE, el Sistema central interco-


nectado, en período 1957-1967, tuvo una tasa de crecimiento
el
promedio anual del 12.7 por ciento para la potencia máxima, y
del 13.7 por ciento para las ventas de energía. Ambas tasas se
obtuvieron mediante ajuste de una ecuación exponencial.
En el período indicado cambió la estructura de consumo que
se mantuvo hasta 1963. Este año el sector residencial tuvo el
mayor porcentaje del consumo, siguiéndole, en su orden, los
sectores industrial, comercial, municipal y de Gobierno. A par-
tir de 1963 el sector industrial pasó a ocupar el primer lugar,
y desde entonces ha venido en aumento el porcentaje de con-
sumo de dicho sector.
Considerando solamente los años extremos del período in-
dicado, la distribución porcentual del consumo, en 1957, fue del
42.0 por ciento para el sector residencial; 33.0 por ciento para
el sector industrial; 15.0 por ciento para el sector comercial;
3.0 por ciento para el sector municipal y 7.0 por ciento para el
;

sector Gobierno. En el año 1967 la estructura del consumo fue


la siguiente para los distintos sectores: industrial, 41.0 por
ciento; residencial, 31.0 por ciento; comercial, 15.0 por ciento;
municipal, 9.0 por ciento; y Gobierno, 4.0 por ciento.
Para el período 1968-1972 el pronóstico de energía máxi-
ma y de consumo de energía se hizo con base en una proyección
anual, a una tasa media de 13.5 por ciento. Se escogió como
base el año 1967, pues se consideró que la situación que afectó
la demanda de potencia y el consumo, seguirá influyendo sobre
les pronósticos para el sector de energía, aun cuando la tenden-
cia supuesta del 13.5 por ciento es más alta que la observada du-
rante el período 1957-1967.
Las demandas máximas de potencia se fijaron para el mes
de diciembre de cada año, de acuerdo con el comportamiento
observado en los años anteriores. Para dicho mes el pronóstico
de potencia máxima fue el siguiente: 100.2 Mw. para 1968;
113.8 Mw. para 1969; 129.1 Mw. para 1970; 146.5 Mw. para
1971 y 166.5 Mw. para 1972.
;

^^ El resumen de los pronósticos de demanda y energía para


las distintas zonas, excluida la zona central, para el período
1968-1980; así como la evolución de la generación y demanda
per capita en los sistemas del INDE, se indican en los Cuadros
siguientes
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374 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro 73

GUATEMALA: EVOLUCIÓN DE LA GENERACIÓN Y DEMANDA


PER CAPITA EN LOS SISTEMAS ELÉCTRICOS DEL
INSTITUTO NACIONAL DE ELECTRIFICACIÓN, 19681980
(KWH por Habilanle al Año y Vatios por Habilanle)

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1969 18.3 4.0 19.3 4.7 — — 36.6 8.4

1970 22.6 4.9 29.6 6.5 — — 46.0 10.6

1971 35.6 6.7 33.8 7.3 0.71 0.22 82.3 18.6

1972 46.1 8.1 37.1 7.9 0.80 0.25 82.1 17.9

1973 50.9 9.3 39.7 8.3 0.89 0.27 88.4 18.6

1974 55.8 10.2 41.8 8.7 1.85 0.55 88.4 18.2

1975 61.7 11.2 44.1 9.0 2.10 0.62 90.2 18.4

1976 66.9 11.9 47.8 9.5 2.56 0.74 95.3 18.7

1977 76.3 13.2 49.8 9.6 2.89 0.81 94.7 18.1

1978 81.3 13.6 50.8 9.6 8.91 1.92 96.3 17.9

1979 77.51 13.11 52.4 9.7 11.97 2.52 98.3 17.7

1980 79.4 13.2 54.3 9.9 13.27 2.48 99.6 17.1

Tasas (% ) 15.63 12.25 12.41 12.15 38.40 30.70 10.40 7.73

1 La disminución se debe a la terminación de las obras de la Hi-


droeléctrica Atitlán.

Fuente: Instituto Nacional de Electrificación.


I

i
APÉNDICE

Potencial hidroeléctrico del río Usumacinta

En este Apéndice extractamos información contenida en el


informe del ingeniero Jorge A. Bendix, de fecha 15 de julio
de 1965.^ Bendix presentó la segunda parte del informe en
abril de 1966.
La Cuenca tributaria del río Usumacinta, estimada con al-
gunas reservas por falta de información cartográfica, es la si-
guiente :

1) Río de La Pasión, hasta su confluencia con el río Sa-


linas, con el cual forman el Usumacinta, tiene 11 384 Km.'
Todo es territorio guatemalteco.
2) Río Salinas, hasta su confluencia con el río La Pasión,
tiene 13 395 Km.^ en territorio guatemalteco y 1 000 Km.' en
territorio mexicano. Total: 14 395 Km.^
3) Río Lacantún: 4 664 Km.^ en territorio guatemalteco y
15 470 Km.2 en territorio mexicano.
4) Usumacinta, hasta la estación de aforos El Tigre: (con-
fluencia con el río Lacantún) 29 643 Km.- en territorio guate-
:

malteco y 16 470 Km.2 en territorio mexicano. Total: 46113


Km.2
5) Usumacinta, desde El Tigre hasta el emplazamiento del
dique previsto iK>r México cerca de San José Río Grande:
3 069 Km.2 en territorio guatemalteco y 4 380 Km.* en territorio
mexicano. Total: 7 449 Km.*
1 Jorpre A, Bendix, RccuraoM hidráuticoé del Peten, 2 Vola.. (

Nacional de Electrificación, 3. F.), VoL I. 91 pp.; Yol. H, 75 pp.


;

378 ALFREDO GUERRA BORGES

6) Resumen: Usumacinta hasta el dique de San José Río


Grande 32 712 Km.^ en territorio guatemalteco y 20 850 Km.^
:

en territorio mexicano. Total 53 562 Km.^


:

Aforos dentro de la Cuenca del Usumacinta:

1) Río Subín, en el Paso "El Puente", 30-4-58 1 226 L/Seg. :

(promedio de los tres aforos que hizo el Ing. Bendix) ;

2) Río Santa Amelia, a unos 4 Km. río arriba de la desem-


bocadura en el río La Pasión, 28-4-58: 4 016 L/Seg. (promedio
de los tres aforos que hizo el Ing. Bendix) ;

3) Río Sebol, en El Carrizal, 2-5-65: 11765 L/Seg.;


4) Río La Pasión, en Tres Islas, aproximadamente 4 Km.
antes de que entre el Santa Amelia, 28-4-58: 25 011 L/Seg.; y
entre El Porvenir y El Gancho, aproximadamente 9 Km. antes
de la confluencia con el río Salinas, 25-4-65 56 052 L/Seg. :

5) Río Usumacinta, estación de aforos El Tigre, aproxi-


madamente 2 Km. río abajo de la desembocadura del Lacantún,
octubre 1964, Máxima absoluta en un año 4 100 m^/Seg. y :
;

20-4-65, Mínima absoluta en un año: 539 M'^/Seg.

6) Río Lacantún, estación de aforos Agua Verde, 2 Km.


río arriba de la desembocadura en el Usumacinta, 7-10-64, Má-
xima absoluta en un año: 2 938 MVSeg. y en la misma esta-
;

Mínima absoluta en un año: 201 M^/Seg.; y


ción, 27-4-65,

7)Río Salinas (Deducción de los aforos en el Usumacinta,


Lacantún y La Pasión, menospreciando el pequeño tramo entre
las desembocaduras de La Pasión y del Lacantún). Lugar: con-
fluencia con el río La Pasión, abril 1965, 102 M'VSeg.
El Gobierno mexicano tiene proyectos de gran envergadu-
ra en la zona fronteriza con Guatemala. El Informe Bendix,
después de aportar abundantes datos técnicos, que no es el caso
de transcribir en este Apéndice, hace algunas Conclusiones so-
bre el potencial hidroeléctrico del Usumacinta y los puntos de
vista que podría sustentar Guatemala. Muy brevemente pode-
mos decir que la solución técnica más favorable, a juicio de
Bendix, sería construir un dique de 84 metros de altura en Boca
del Cerro. El caudal medio anual útil sería de 1 177 M-^/Seg.
La caída media útil sería de 80 metros. El área inundada con
embalse lleno sería la siguiente en Guatemala 1 600 Km.^ y en
:

México 400 Km.2 Factor de carga 0.5 Potencia instalada:


1 530 000 Kw. Producción anual 6 700 000 000 Kwh.
:
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 379

«Esta solución es la más favorable desde el punto de vista


hidroeléctrico. Pero debido a que se inundan los mejores terrenos
de El Peten, no necesariamente tiene que ser la mejor al considerar
el bien colectivo en generaL>>

Bendix considera que la propuesta recomendable para Gua-


temala sería emplazar un dique de 60 metros de altura en alirún
punto entre Raudal de González y Boca del Cerro, optando pro-
bablemente por este último sitio. El caudal medio sería de 1 260
M-VSeg. La extensión inundada sería de 150 Km.' La potencia
instalada 1 500 000 Kw.
: La producción anual 5 350 000 000:

Kwh.
Bendix considera que, en relación a la producción hidro-
eléctrica,

«todo emplazamiento en territorio mexicano que repercuta sobre


territorio y condiciones hidrológicas guatemaltecas, encierra el de-
recho de una participación en la producción o en las utilidades por
parte de Guatemala. En consecuencia, una presa en territorio
mexicano con un embalse que se interne total o parcialmente en
territorio guatemalteco, hace imposible el emplazamiento de otras
presas en el tramo del río desde la presa hasta la cabecera del
embalse. En nuestro caso, el tramo a que se refiere la exposición
anterior, en toda la parte del Usumacinta que toca territorio guate-
malteco, y en vista de que esta parte también puede ser aprove-
chada para la construcción de presas, aun cuando los derechos sean
por mitad entre México y Guatemala, se le priva a Guatemala de
una proporción del potencial hidroeléctrico que en el tramo fron-
terizo le pertenece por mitad.»-**

Bendix estima, con razón, que México está interesado en el


aprovechamiento hidroeléctrico máximo, mientras por parte de
Guatemala pueden hacerse las siguientes objeciones:

«a) En la zona guatemalteca todavía no existe mercado para


la cantidad de energía que se pretende generar;

b) Las distancias hasta los principales centros de consumo gua-


temaltecos son bastante grandes y el desarrollo resulta antieconó-
mico en relación con otros recursos que tiene Guatemala; y
c) La demanda local puede ser cubierta por centrales hidro-
eléctricas, que aprovechan los ríos en forma escalonada, evitán-
dose la aportación inicial de sumas que pueden estar fuera del

2 Bendix, ob. eit.. I, p. 23.


3 Jhid., p. 31.
880 ALFREDO GUERRA BORGES

alcance de Guatemala, e inundaciones de terrenos valiosos para


la agricultura.»*

Por otra parte, Guatemala no puede oponerse al aprove-


chamiento del potencial hidroeléctrico del Usumacinta por parte
de México. Bendix estima, en consecuencia, que podría conve-
nirse en la construcción del primer emplazamiento del Usuma-
cinta, a condición de que la cabecera del remanso con embalse
lleno no excediera de la cota 95 a 100 metros SNM. Tal cota
corresponde a un segundo posible emplazamiento en Agua Azul,
indicado por la parte mexicana, y el límite indicado se basa en
sus propios datos. La cota 95, más 5 metros de tolerancia para
las crecientes, sería la máxima admisible para el embalse.
En cuanto a la potencia y la producción de la hidroeléctrica,
se sugiere que sea de propiedad mancomunada guatemalteco-
mexicana, y ante probables objeciones de la parte mexicana se
hace notar que la cuenca guatemalteca aporta más del 60 por
ciento del caudal aprovechado. El Gobierno mexicano debería
proporcionar la potencia y energía eléctrica al requerirlo Gua-
temala, pagándola según la tarifa de ese momento,

«entendiéndose que esa tarifa cubrirá los gastos propios de la hi-


droeléctricay de las lineas de transmisión hasta la frontera, sin
más recargo que la depreciación y una capitalización del & por
ciento de la inversión.»^
Nonos extenderemos transcribiendo otras recomendaciones
más que hace Bendix, en defensa de los intereses legítimos de
Guatemala.

4 Ihid., pp. 31-32.


6 Jbid.. p. 34.
;

Aii«xo X

RECURSOS FORESTALES DEL DEPARTAMENTO DEL PETEN

Los recursos forestales del departamento del Peten y las


posibilidades de su explotación han sido determinados en una
investigación llevada a cabo por la FAO. En 1960 Guatemala
hizo al Fondo especial de las Naciones Unidas una solicitud
para que se llevara a cabo un estudio de pre-inversión para el
desarrollo de áreas forestales. En 1963 se suscribió el plan de
operaciones del proyecto. Se han invertido ya unos dos millo-
nes de dólares, habiéndose terminado en 1968 la evaluación de
los recursos correspondientes al Peten.
La evaluación incluye la identificación de especies, la ela-
boración de mapas de la riqueza maderera existente, la identi-
ficación de posibles brechas para la construcción de camines;
la selección de un área de manejo forestal, con el trazo de sus
posibles vías de comunicación; la instalación de un aserradero
en el lugar denominado El Rosario, para utilizarlo en la zona
de manejo el análisis de laboratorio de 52 especies de maderas
;

el análisis inicial del volumen de especies y el volumen de las ma-


deras de explotación anual que podría alcanzarse cuando se
cuente con las vías de comunicación adecuadas.
El resumen de la información disponible se presenta a con-
tinuación con base en un artículo de J. Antonio Palacios.'
De una superficie total de 3 739 900 hectáreas que tiene

1 J. Antonio Palacios, Perspectiva para el desarrollo da las indostrlaa


en El Peten, Industria, Cámara de Industria de Guatemala. Nt 78, (Goatamala: Octubre
de 1068), pp. 13-17.
382 ALFREDO GUERRA BORGES

el departamento del Peten, los bosques productivos cubren una


superficie de 2 778 300 Ha., o sea, el 82.3 por ciento.
Pueden identificarse claramente tres regiones:

1) Bosque tropical seco, con un área de 956 400 Ha.;


2) Bosque húmedo tropical, en la región sudoeste, con un
área de 941 100 Ha. y ;

3) La región sudeste con una superficie de 880 800 Ha,

El área de manejo tiene una extensión de 338 379 hectá-


reas. Se dispone de fotomapas a escala de 1 25 000. Incluye
:

ocho tipos diferentes de bosques comerciales. Se estima que


tiene 13 977 516 metros cúbicos de madera aserrable. El volu-
men comercial de explotación puede alcanzar 284 211 metros
cúbicos anuales en el área comprendida entre el río La Pasión
y el Usumacinta.
La evaluación reveló la existencia de maderas por un total
de 1 196 326 000 metros cúbicos. En su mayor parte se trata de
maderas duras. Del total indicado, las maderas aserrables re-
presentan 153 682 000 metros cúbicos, equivalentes a 27 201
714 000 pies tablares. Al encontrarse en operación las indus-
trias forestales en toda el área del Peten, la explotación anual
será de 5 000 000 de metros cúbicos.
De las 52 especies analizadas en los laboratorios de produc-
tos forestales de Madison (Wisconsin, Estados Unidos), las más
importantes desde el punto de vista comercial suman 30 espe-
cies. Al contarse ya con las carreteras necesarias, la produc-
ción maderera puede llegar a situarse en un nivel de 28 a 30
millones de dólares. En los próximos 25 años todo el Peten tiene
capacidad para una producción anual de más de 100 millones
de dólares, con una dotación de turnos de renovación de especies
cada 30 años.
En 1956 América Latina tuvo una producción maderera que
representó el 4.1 por ciento del total mundial. En 1965 su par-
ticipación en la producción mundial fue de 3.6 por ciento. Por
otra parte, la América Latina ha registrado un déficit de 250
millones de dólares entre sus exportaciones e importaciones de
maderas en el período 1956-1965. Por tanto, las perspectivas de
mercado para la producción forestal de Guatemala son bastante
halagüeñas, sobre todo si se tiene en cuenta su loralización
geográfica.
Al mismo tiempo que se han hecho ya sondeos para inte-
resar a distintas fuentes de financiamiento y a inversionista»
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA lO

en la explotación de los recursos forestales del Peten, se han


hecho arreglos preliminares con las Naciones Unidas {Mira cubrir
una siguiente etapa de la investigación. En esa etapa se reali-
zarán estudios para facilitar la promoción de distintas industrias
madereras con el fin de elaborar trozas, producir madera ase-
rrada, durmientes, puntales para minas; aserrar cuartones (fli-
ches) para la industria de terciado y chapas; fabricar terciado
y chapas; fabricar tableros de partículas, a fin de aprovechar
los desperdicios de las otras industrias ¡y los residuos que se
dejan en el bosque. La fabricación de tableros de fibra (fiber
board) permitiría la casi completa anulación de los desperdicios,
al mismo tiempo que abriría buenas perspectivas de parti-
cipación en el mercado mundial. Se contempla también la ma-
nufactura de casas prefabricadas. Por medio de licitación se
determinará la firma consultora que dará asesoría en el esta-
blecimiento de los procesos piloto para el proyecto de casas
prefabricadas. *

Las inversiones estimadas por FAO para adquisición de


equipo y maquinaria en los próximos siete años, ascienden a
unos 27 millones de quetzales. Tal suma no incluye las inver-
siones en construcción de carreteras y otras más que serán
exclusivamente estatales, aunque se prevé la recuperación de
las mismas con el rendimiento de la producción maderera.
El gobierno ha contratado ya estudios de factibilidad de
las principales carreteras que es necesario abrir. Tales carrete-
ras unirían la región petenera con el área de Cobán (departa-
mento de Alta Verapaz) y con el océano Atlántico. Se ha pro-
yectado también el enlace de la zona con la frontera occidental
de Guatemala, en el vértice central-poniente del país.
Wí ALFREDO GUERRA BORGES

RESUMEN DEL POTENCIAL MADERERO DE EL PETEN

I Total de madera inventariada Metros cúbicos

a. Maderas ampliamente conocidas en el mercado


mundial '
179 420 000

b. Maderas preciosas poco conocidas en el mercado


mundial 505 756 000

c. Maderas preciosas no conocidas en el mercado


mundial ....'.
511150 000

TOTAL 1 196 326 000

II Volumen de madera aserrable en el área de manejo

Su Especies ampliamente conocidas en el mercado


"''
'
- mundial : 3 588 456

b. Especies valiosas poco conocidas en el mercado


mundial : , 7 602 538

c. Especies valiosas desconocidas en el mercado


mundial , :...., - 2 786 522.

TOTAL 13977 516

NOTA: Del total de tnadera inventariada es aserrable un volumen de


153 682 000 metros cúbicos, equivalentes a 27 201 714 000 pies ta-
blares. Esta última cantidad se debe explotar en períodos de
renovación de 30 años, lo que permite una explotación anual
de 5 000 000 de metros cúbicos. Esa producción alcanza un
valor anual de más de QIOOOOOOOO.
Cuadro I-l

GUATEMALA: VOLUMEN DE MADERA ASERRABLE EN EL ÁREA


DE MANEJO FORESTAL SELECCIONADA POR FAO EN EL
DEPARTAMENTO DEL PETEN
(en Metros Cúbicos)

BUhpu THmlem
Etpteic» abundante» conocida» «n «< _ érmU
mercado mundial A B C
1 Terminalia am. Volador 20S.821 218,888 SOS^M TM.4M
2 Calophyllum b. Mariüo 861,669 206,947 176,8I6 7U,4tt
3 Swiet«nia mac. Caoba 189,960 129,748 96489 866,ft7
4 Ceiba SP. Ceiba 226,164 176.484 92.609 494.1t7
5 Pithec. arb. Plumiüo 61,627 77,860 47.658 187.141
6 Samanea, leu. Cenicero 16,691 80,399 21,262 •7,S4S
7 Sebast. lonsr. Yaanic 98,863 82,262 61,989 lft.lM
8 Sickíngia sal. Puntero 87,664 61,482 29,849 111
9 Sweetia pan. Chichipate 9,797 87,264 46.198
10 Aspidos. mefir. Chichique 100,876 87,714 10.911 149JM
11 Vochysia SP. San Juan 62,785 16,426 106,848 18S.M4
12 Astronium SP. Jocote Fraile 68.646 29,718 18.988 10X.11I
13 Cedrela odo. Cedro 26,089 14,676 16,087 64.8n
14 Loncho, cas. Chaiicmil 42,647 84,086 88,164 114.tS<

SUBTOTAL 1,489,466 1,090,886 1,068,166 8.68S,4M

Especies abundantes pero poco


conocidas en el mercado mundial
1 Dialumgxii. Medaüo o Tamarindo 906,421 362.791 424,266 l.f98.4«S
2 Brosimum SP. Ramón o Ujuxte 874.026 889,020 206,066 1.469.1 If
3 Ampelocera ho. Luin Hembra 189.876 191,878 261.000 692.7U
4 Drypetes bro. Huesito de Costa 10,190 188,741 68,646 867,f7t
5 Spondias nom. Jocote Jobo 201,980 124.149 220,642 ft46,171
€ Vatairea lun. Palo Zope 274.869 167.986 126.761 M9.tM
7 Bursera sim. Palo Jiote 161,714 126,704 106,642 ttMM
5 Manilkara zap. Chico Zapote 170,676 61.881 171.964 4»i.ttl
9 Pithec. others. Motiüo O 21,696 23,496 4t,191
10 Pithec. mac. Motiüa O 17,699 88,991 •€.•••
11 Schizolo. par. Plumajillo 181,162 96.762 79,088 80€.t4S
12 Licania plat. Sunca 125,866 43,380 106,669 276.814
13 Pouteria mam. Injerto 86,829 69,860 66.801 161.99«
14 Belotia cam. Holol 40,641 67,266 25.669 lf8.4M
16 Pseudol. spu. Botoncülo 82,216 26,607 8.245 61.Mt
16 Guarea SP. CedriÜo 11,103 87,110 22.470 70.68S
17 Drypetes lat. Hueso de tortuga O 86,336 6,110 41.444
18 Pseudobom. el. Amapola 86,768 19,449 84,470 189,67*
19 Ficus radula. Chiman 95,229 86,669 23,869 166.717
20 Cordia SP. Laurel 22.470 22.424 19,ia M.Mt
21 AspidoBpe. cr. Chichique 6,833 46,382 16.448 M^Hf
2¿ NecUndra SP. Canoj .. 67,774 24,396 10.728 lt8,lit

SUBTOTAL 8,894,096 2.152,666 X.066.786 T, 8W,i tt

Otras especies menos abundantes


1 Bucida buce. Hucar ~ 106.841 8.228 MM ll*,fn
2 Lysiloma bah. Salam 6,667 26.079 f UjtH
3 Pouteria am. Silión 106.188 28.541 21.792 liMSl
4 Poulsenia ar. Chirimoya _ O 28.646 6.906 84^1
6 Zanthoxy. SP. Ch<mt€ 75.820 22,158 24,619 llX.4tf
6 Otras especies ..1,046.202 638.004 636.224 t^lMÜ
SUBTOTAL „ «. 1.340,618 761,664 6944M tJtMJUM

TOTAL - 6.174.180 3.995.145 3.808.191 13.977.516

FUENTE: FAO.
:-n'H
.

Anexo II

sobre recursos del subsuelo

1. Cuencas petroleras de Guatemala


La exploración del petróleo se inició en Guatemala entre
los años 1900 a 1922, según los registros de la Dirección General
de Minería e Hidrocarburos. En ese período se presentaron
varias denuncias de diversas zonas. En 1922 se elaboró la
primera legislación sobre exploración y explotación de hidro-
carburos. En los años siguientes se prepararon algunos infor-
mes geológicos con base en contratos del Estado y diversas
compañías. Entre los años 1936 a 1939 un grupo subsidiario
de la Shell obtuvo un contrato de exploración y explotación de
petróleo en el departamento del Peten. Todo lo que obtuvo el
Estado de ese contrato fueron las copias y negativos fotográ-
ficos del levantamiento aéreo efectuado. Esos materiales fue-
ron utilizados más tarde por la Geocon en un estudio fotogeoló-
gico de la región occidental del Peten (entre el meridiano 90 y
la frontera con México). La mayor actividad de exploración
se ha realizado después de 1956, y sus resultados se describen
en el Capítulo II.
La localización de las probables cuencas petrolíferas de
Guatemala se encuentran claramente definidas. (Ver Mapa de
cuencas probables de petróleo)
En la Cuenca Norte o del Atlántico las zonas sedimentarias
del Peten y algunas partes de los departamentos de Huehuete-
nango, Alta Verapaz y de la Costa Atlántica y Belice, son una
prolongación de la cuenca sedimentaria llamada Macuspana,
388 ALFREDO GUERRA BORGES

localizada en el sureste mexicano, en la que se ha obtenido ya


producción de varios millones de barriles.
Las áreas productoras de petróleo en México se han locali-
zado por lo general, en el Cretásico, y éste se manifiesta tam-
bién en Belice en forma paralela a las Montañas Mayas. La
perforación de nueve pozos en Guatemala y de veintinueve en
Belice ha revelado la presencia de estructuras y la existencia de
capas del Cretásico con intercalaciones de anhidrita. Como se
indicó en el Capítulo II, hasta ahora no ha sido localizado petró-
leo en cantidades comerciales.

«Sin embargo, tanto los estudios gravimétricos como magneto-


métricos y sísmicos revelaron anomalías negativas, fallas y otras
estructuras con muchas posibilidades y condiciones para contener
petróleo, que aun no han sido tocadas por la barrena, y que con
mayores esfuerzos económicos, aplicando la técnica moderna, puede
obtenerse en el futuro resultados más halagadores. »i

La Cuenca del sur o del Pacifico está compuesta por sedi-


mentos del período terciario. Los estudios geofísicos llevados
á cabo en esta cuenca han reflejado la existencia de grupos de
anomalías indicativas de posibilidades petrolíferas.

«Las perforaciones estratigráficas ya realizadas, comproba-


ron gran espesor de esta cuenca, así como también buenas con-
el
diciones de porosidad y fuerte acumulación fosílífera.»2

2. Estado de la exploración petrolera hasta 1969

En cuanto al estado de la exploración petrolera, hasta abril


1969, se dice lo siguiente en la fuente citada:

«... dentro del área libre se han otorgado los siguientes


derechos de exploración:

Sobre la Cuenca del Pacifico:

Esso Standard Guatemala Inc.


Texas Petroleum Company;
Guatemala Superior Oil Company;
Mobil Exploration Guatemala Inc.;
Tenneco Guatemala Inc.

1 Ministerio d« Economfa, Guatemala: recursos naturales no renovables, abril


1969, p. 4.

2 ídem.
GUATEMALA: CUENCAS PROBABLES DE PETRÓLEO

Puenie: Dirección General de Minería e Hidrocarburos.

ift
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA I»

Sobre la Cuenca del Atlántico:


José Luis Rene Abularach A.
Compañía Centram S. A.

«En la actualidad y dentro del área libre «e están tramitando


solicitudes de otorgamiento de derechos de exploración de Us
siguientes personas:

Sobre la Cuenca del Pacifico:


Esso Standard Guatemala Inc.
Tenneco Guatemala Inc.
Miguel Ángel Roberto Abularach A.
Fernando Antonio Granados B.

Sobre la Cuenca del Atlántico:


Compañía Centram S. A.
The Hanna Mining Company
López Torrebiarte
Lie. Carlos Rafael
Gumersindo Enríquez Coyro
Luis Beltranena S.
Adolfo Braun Valle
Héctor Menéndez y J. L. Domínguez
Rodrigo Morales Bran.

«Para el desarrollo de las zonas de Reserva Nacional en la


cuenca norte y de conformidad con lo preceptuado por el Código
de Petróleo, el Gobierno puso el año pasado a disposición de la
iniciativa privada, a través de una subasta, la disponibilidad de
(4.163.000 Ha.) cuatro millones ciento sesenta y tres mil hectáreas,
que estaban divididas en ochenta (80) cuadrículas y de las cuales
se adjudicaron un total de 58 cuadrículas, las que constituirán un
derecho petrolero de exploración cada una, que ascienden a una
extensión de (3.038,470 Ha.) tres millones treinta y ocho mil cuatro-
cientos setenta hectáreas, entre las siguientes personas individuales
y jurídicas:

Viviendas, S. A.
Petro-Guat. Ltda.
Ing. Ricardo Barrios Peña
Lie. Víctor W. CarroU
Rudi Weissenberg M.
José Luis Rene Abularach
Víctor Kairé Sabbaj
Juan U. Maegli
Centram S. A.
Hanna Mining Co.
ALFREDO GUERRA BORGES

Quedando una disponibilidad en el área de reserva de (1.815^


000 Ha.) un millón ocho cientos quince mil hectáreas, divididas en
36 cuadrículas, las cuales, por recomendación de la Comisión Es-
pecífica que fuera nombrada por Acuerdo Gubernativo del 13 de
junio de 1967, para elaborar un plan para el desarrollo petrolero
en las zonas de reserva nacional, recomendó que estas cuadrículas
podrían ser subastadas posteriormente, salvo el caso en que se
presenten ofertas para la exploración de la misma por medio de
contratos que fueran más convenientes para los intereses nacio-
nales. »3

3. Recujrsos mineros de Guatemala en dos áreas


seleccionadas (proyecto guatemala — onu)
En el Capítulo correspondiente se hizo mención del pro-
yecto emprendido por Gtiatemala con la colaboración de las
Naciones Unidas, a fin de conocer mejor sus recursos minerales.
De la publicación ya citada, Guatemala: recursos naturales no
removables, tomamos los extractos siguientes de un artículo fir-
mado por Henry C. Meyer, que encabeza la misión de las Na-
ciones Unidas a cargo del proyecto mencionado:

«Con el objeto de llevar a cabo un inventario del potencial


minero del pais, en una tentativa de incrementar la contribución
de la minería a la economía nacional, el Gobierno de Guatemala
decidió en 1964 iniciar un programa de exploración sistemático.
Para iniciar este programa, la Dirección General de Minería e Hi-
drocarburos (D.G.M.H.) del Ministerio de Economía seleccionó dos
áreas prometedoras en el centro de Guatemala.
«El Gobierno entonces solicitó a P.N.U.D (Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo) asistencia para llevar a cabo
un programa sistemático de exploración en las dos áreas selecciona-
das en cooperación con D.G.M.H. Este programa también compren-
de el entrenamiento de personal guatemalteco en las técnicas mo-
dernas de exploración para proveer a la agencia de contraparte
con personal capacitado para continuar el trabajo después de la
terminación de este proyecto.
«Las dos áreas seleccionadas (Gráficas II- 1 y II-2) cubren una
parte de la cordillera central de Guatemala. El área total es de
20,000 Km.2 y representa aproximadamente el 16 por ciento de la
superficie del país.
«El área I, en la región de Chiquimula (Gráfica II- 1) cubre
aproximadamente 6,000 Km.2. Hacia el este se extiende hasta
la frontera de Honduras y El Salvador. Hacia el norte y el sur

8 Ibid., pp. 15-18.


GUATEMALA: SOLICITUDES Y DERECHOS DE EXPLORAaóK
PETROLERA

Fuente: Dirección General de Minería e Hidrocarburos.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA llt

está limitado por los paralelos 14^ 50* y 14^ 20* de latitud norte.
El limite occidental lo constituye el meridiano 909 15' de longitud
oeste.

«Las elevaciones varían entre los 400 metros en el nort« •


los 2,000 metros sobre el nivel del mar en el sur. El punto más alto
al este de Mataquescuintla llega a una altura de 2,709 metrot sobre
el nivel del mar. .>
.

«El área II, en la región de Huehuetenango (Gráfica 11-2)


cubre aproximadamente 14,000 Km.2 Se extiende hacia el norte
y occidente hasta la frontera de México. Los limites sur y oriente
están marcados respectivamente por el paralelo 159 00* latitud norte
y el meridiano 909 50' de longitud oeste.

Elevaciones varian entre los 1,500 y 3,000 metrot tobrt el nivel


del mar, y el área incluye el pico más alto en Centrotmérica que
es el volcán Tajumulco (4,200 m.). .».

«En la preparación de un programa de exploración regional


en busca de metales básicos en Guatemala se consideraroo dos
técnicas: un estudio geofísico aéreo y un reconocimiento geoquí-
mico fluvial. En vista de la posible existencia de mineralización
de sulfures en Guatemala, un levantamiento geofísico aéreo nece-
sitaría combinar técnicas magnéticas y electromagnéticas. Este
reconocimiento se puede llevar a cabo rápidamente, dejando asi
más tiempo para el trabajo de detalle. Desafortunadamente el
relieve topográfico y algunas de las características de las rocas en
el área son tales que podrían resultar muchas indicaciones elec-
tromagnéticas sin significado económico (efectos topográficos, luU-
tas negras conductivas y sedimentos salinos, etc.). Otro factor
en contra de un reconocimiento geofísico aéreo es el relieve del
terreno que no permite un levantamiento por métodos aéreos con-
vencionales y requeriría el costoso trabajo de helicóptero.

«Tomando en cuenta los factores mencionados anteriormente,


un reconocimiento geoquímico fluvial se perfiló como el método
más apropiado de exploración regional en Guatemala. Aunque
substancialmente consume mucho más tiempo que el levantamien-
to geofísico aéreo, el método es más selectivo, más barato y per-
mite observaciones geológicas a las cuadrillas de campo.

«El principio del reconocimiento geoquímico fluvial es tan


antiguo como la minería misma. Se basa en el hecho de que se-
dimentos en ríos y arroyos desaguando zonas mineralizadas tienen
un contenido de metales más altos que lo usual. Asimismo el
contenido de metal en los sedimentos sube al aproximarse el rio
a la zona de mineralización.
396 ALFREDO GUERRA BORGES

«1.a densidad de los patrones de drenaje es tal que permite


buen recubrimiento aún en las áreas más remotas, exceptuando, en
el Área II, la región relativamente inaccesible con marcada topo-
grafía "karst" del norte de los Cuchumatanes. Las condiciones
del terreno en ambas áreas del Proyecto se prestan muy bien a
un reconocimiento geoquímico.

«En la preparación del levantamiento geoquímico se tuvo que


afrontar el problema que el muestreo requeriría un tiempo consi-
derablemente más largo del que se previo en la exploración regio-
nal del Plan de Operaciones. Consecuentemente esto reduciría
el tiempo disponible para trabajo de detalle y evaluación.

«Con el objeto de reducir el tiempo requerido lo más posible


se decidió comprometer todo el personal y recursos materiales del
proyecto en el levantamiento geoquímico de un área de prioridad
totalizando aproximadamente 12,000 Kms.2, o sea el 60 por ciento
del área total.La región topográfica "Karst" de los Cuchumatanes,
cubriendo aproximadamente 8,000 Kms.2 en el norte del bloque II,
se excluyó de este programa de prioridad.

«Después de ima cuidadosa evaluación de los recursos del


proyecto y de los problemas técnicos y logísticos a resolverse, se
programó un período de un año para el reconocimiento de las áreas
de prioridad. El estudio comenzó en noviembre de 1966, Entre
5 y 8 cuadrillas de campo, compuestas de un geólogo "subalterno",
un asistente de campo y un chofer se comisionaron permanente-
mente al muestreo geoquímico hasta la conclusión del programa
en octubre de 1967. Aprovechando la estación seca, el estudio
se inició en noviembre de 1966 en la parte sur del Área II donde
la precipitación anual es de 4 a 5 veces mayoír a la del Área L Esta
parte del reconocimiento se completó el 15 de mayo de 1967. El
levantamiento del Área I se completó en 5 meses terminando así
el reconocimiento total ligeramente adelante del horario estable-
cido, o sea a mediados de octubre de 1967. La región de los Cuchu-
matanes fue explorada por uno a tres grupos de campo en forma
menos intensiva, este trabajo estaba casi concluido al principio
de abril de 1969. (Gráfica II-2).

«La instalación del laboratorio se retrasó hasta mediados de


febrero debido a dificultades en la obtención del equipo. Como
consecuencia de esto el laboratorio empezó con un atraso de mues-
tras que necesitó su proceso inmediato. Afortunadamente el la-
boratorio se puso al día en corto plazo.

«El proceso, interpretación y evaluación de miles de resul-


tados geoquímicos consumió mucho más tiempo del que se previo.
La preparación del borrador del primer informe tomó aproxima-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA Wl
damente tres meses y fue completado en mayo de 1968. Este fue
presentado oficialmente al Ministerio de Economía en octubre de
1968. Se estudia la posibilidad de su publicacióo, pero copias del
texto en inglés ya están a la disposición de los intereíadoc en U
Dirección General de Minería e Hidrocarburos del Iflniftcrk) de
Economía.

Caraclerisiicas geológicas principales

«En el Área I, la región estudiada consiste principalmente en


depósitos volcánicos en que se presentan intrusiones graníticas
tipo "Stock". Sin lugar a dudas, los distritos minen» conocidos
más prometedores del país están relacionados con estas intrusio-
nes. El distrito de plomo, plata y zinc de Concepción en el área I
<Gráfica II- 1), el cual se ha reportado haber producido hasta 40
millones de onzas de plata durante el siglo anterior, presenta mi-
. neralización consistente en cuerpos de substitución en las aureo-
las de contacto entre calizas e intrusiones granodioriticas Tercia-
rias. Una relación genética similar probablemente existe entre
un "Stock" Terciario y mineralización de sulfuros en el dis-
trito de Mataquescuintla (Cu, Ag.) donde se ha reportado una pro-
ducción de 40,000 onzas de plata entre los años de 1886 y 1887
en las yetas de una toba riolítica silicificada.

«La parte meridional del Área II consiste principalmeiite en


rocas cristalinas ancianas de composición muy variada. A
primera
vista no parece ofrecer un ambiente geológico favorable para el
emplazamiento de depósitos minerales de metales básicos. Sin
embargo, debe de considerarse la posibilidad que estas rocas llama-
das del basamento pueden incluir intrusiones Terciarias similares
a las que ocurren en Área I. Por lo tanto, esta zona no debe eli-
minarse en una exploración futura.
«La parte septentrional del Área, la meseta de los Cuchu-
matanes, consiste principalmente en rocas calcáreas. Dos distri-
tos de plomo y zinc, los cuales han sido conocidos desde los días
^e la Colonia Española, se encuentran en la meseta de calizas de
los Cuchumatanes en la parte Norte deil Área II. Pertenecen éstos
a una cadena de depósitos de plomo y zinc que se extiende desde
la frontera de México hacia el este hasta Alta Vcrapaz, al norte
-de la ciudad de Guatemala. El distrito de Chiantla-San Sebastián
Huehuetenango se encuentra más al sur. £1 distrito nvinero más
al norte, San Miguel- Yolnabaj, está localizado en la parte menos
accesible del Área II. En ambos distritos, los depósitos son cuerpos
de reemplazamiento en calizas. Los sulfuros primarios general*
mente han sido oxidados y los principales minerales
<;erusita, smithsonita y calamina. Un poco de
«n la mina Laurita. 'i
398 ALFREDO GUERRA BORGES

«Las rocas calcáreas de los Cuchumatanes están separadas


de las rocas cristalinas por una zona de fracturas en la cual se
encuentran cuerpos o lentes de serpentina, esta roca se conoce
localmente como "mármol verde". Intemperización de los lentes
de serpentina a lo largo de las fracturas ha producido lateritas ni-
queliferas en la región de Izabal, actualmente en explotación por
la EXMIBAL, y probablemente también en la región de Alta Ve-
rapaz. Desafortunadamente las condiciones geomorfológicas y el
drenaje en las áreas del proyecto no son favorables para el desa-
rrollo de estas lateritas. Cromita fue explotada durante la Se-
gunda Guerra Mundial en las serpentinitas cerca de Jalapa, la
calidad del mineral es buena pero los lentes de cromita son muy
irregulares y generalmente pequeños.»

cResullados

«La mayor prueba de la método de exploración


eficacia del
ha que todos
sido el hecho de yacimientos y ocurrencias mine-
los
rales conocidas están reflejadas en los resultados del levantamiento
geoquímico. Se puede asumir con bastante seguridad que ningún
yacimiento mineral de importancia económica, en poca profun-
didad o en afloramiento, escapó a la búsqueda.
«El conocimiento geoquímico reveló 47 áreas favorables para
cobre, plomo, zinc, posiblemente molibdeno o metales asociados.
«En el Área I las zonas más prometedoras están localizadas
alrededor de un intrusivo cerca de Chiquimula. (Ver Gráfica II-l).

«En el Área II las investigaciones en detalle no han dado


resultados en la parte sur de la misma. Sin embargo, las indica-
ciones en el Norte del Área II son las mejores obtenidas en toda
la investigación. Hay grandes y bien fundadas esperanzas de des-
cubrir nuevos yacimientos de plomo, especialmente en La Demo-
cracia (Ver gráfica II-2). Una indicación geoquímica de cobre al
noreste de La Democracia llevó al descubrimiento de, aproximada-
mente, 5 toneladas de mineral de cobre argentífero en rodados.
Desafortunadamente, se dio demasiada publicidad al asunto, crean-
do esperanzas falsas en la región. Sin embargo, las brigadas de
campo continúan la búsqueda del origen del mineral con todos los
métodos de prospección a su disposición.»

4. Explotación del níquel

La explotación de los yacimientos niquelíferos en un futuro


cercano constituirá la mayor explotación de la historia minera
de Guatemala. La operará EXMIBAL, subsidiaria de la Hanna
Mining Co. Los yacimientos tienen un gran valor, lo que jus-
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 309

tíficauna inversión que se ha dicho que llegará a los 180 millones


de quetzales. Aun más se justifica si se tienen en cuenta las
favorables condiciones y perspectivas del mercado mundial, en tí
que la demanda muestra una sostenida tendencia a crecer, frente
a una oferta insuficiente que nuestro país vendrá a estimular.
En torno a la explotación niquelífera se ha abierto un impor-
tante debate. En la Mesa Redonda celebrada por la Facultad
de Ciencias Económicas de la Universidad de San Carlos los
días 12, 13 y 14 de mayo de 1969, se hizo un detenido examen
de numerosos aspectos de la negociación. La Mesa Redonda
aprobó un documento en que se asientan objeciones y desacuer-
dos con las concesiones, después de lo cual se han hecho nuevas
publicaciones tanto en pro como en contra de los términos en
que la negociación se ha realizado. Rebasa los límites de esta
obra entrar a examinar los materiales presentados en el curso
del debate.
Como información puede decirse que el asunto se inició el
27 de julio de 1956, fecha en que la Hanna Coal and Ore Cor-
poration presentó su primera solicitud de exploración minera en
los municipios de El Estor (departamento de Izabal) y de Pan-
zós (departamento de Alta Verapaz). Las extensiones solici-
ta-das fueron de 4 000 y 5 000 hectáreas. Se buscaba níquel,
cobalto, cromo y cobre. En septiembre de 1956 la misma com-
pañía solicitó la concesión de exploración de un área de 22 376
hectáreas adicionales en los mismos municipios. Dos licencias
más fueron solicitadas el 11 de febrero de 1957, extendiendo la
superficie investigada a los municipios de Cahabón y de Chahal
(departamento de Alta Verapaz).
La primera licencia fue concedida a la Hanna el 25 de junio
de 1957 por el Presidente Carlos Castillo Armas. El 16 de enero
de 1958 le fue otorgada nueva licencia por el Presidente interino,
Guillermo Flores Avendaño, unificando las áreas concedidas con
anterioridad, lo que hizo un total de 56 325 hectáreas en expío-
ración. El 10 de junio de 1960 el Presidente Miguel Idígoras
Fuentes otorgó nueva concesión de exploración. El 22 de sep-
tiembre de 1960, a petición de la Hanna, se redujo el área de
exploración a 24 275 hectáreas.
A fin de operar en el país, la Hanna Mining Company, an-
teriormente conocida por el nombre que se indicó más arriba,
constituyó la sociedad Exploraciones y explotaciones mineras
de
Izabal S. A. (EXMIBAL) . El capital se estableció en «300 000,

pudiendo aumentarse a Ql 500 000, en 3 000 acciones de «100


400 ALFREDO GUERRA BORGES

cada una. El 27 de octubre de 1960 se transfirieron a EX-


MIBAL las concesiones de exploración de la Hanna Mining-.
La solicitud de explotación minera fue presentada por el
Gerente general interino de EXMIBAL, Gabriel Biguria, el
15 de junio de 1962. La extensión solicitada fue de 38 537 hec-
táreas. La mina se denominó Niquegua, dividida en cuatro
áreas parciales Sección Montúf ar, Sección Sexa, Sección Chulac
:

y Sección El Estor. La Concesión de explotación fue concedida


a EXMIBAL el 14 de agosto de 1965.

5. Datos complementarios sobre producción minera

Con el fin de disponer de cifras estadísticas hasta la fecha


más reciente posible, incluimos en seguida un Cuadro que com-
pleta la información que se dio en el Capítulo correspondiente:

Cuadro II-l

GUATEMALA: PRODUCCIÓN MINERA, 1966-68

(Peso en toneladas de 2,000 libras y Valor en Quetzales)

1 9 6 6 1 9 6 7 19 6 8

Descripción Tone- Valor Tone- Valor Tone- Valor


ladas ladas ladas

Concentrados de plomo 520.14 189 414.73 1 160.00 46 400.00

Concentrados de Zinc 275.69 93 067.89 434.00 17 460.00

Plomo fundido para consumo


locaJ 237.34 49 715.89 71.20 20 300.68 66.45 16 206

Cobre en bruto: venta local 1.25 317.50 12.50 317

Jadeíta (muestras de mercado


al exterior) 7.00 6 971

TOTAL 1 033.17 282 198.07 1 666.45 84 378.18 86.&5 23 495

Puente: Dirección General de Minería e Hidrocarburos.


NOTA: Las siete toneladas de Jadeíta fueron exportadas por cuenta del señor Miguel Ángel
Mérida Tello, en carácter de muestra para mercadeo con destino a MING'S INC., HONO-
LULÚ, HAWAI.
Gráfica II- 1

ÁREA SELECCIONADA I

nombre de la
anomalía
51 Mataquescuintla
52 Carrizal
53 El Chucte
54 El Mico
55 El Zapote © ( r4u«ntro de oftO»«ofco)

56 Tontol
57 Xororagua
58 Platanar
59 El Sillón
60 Suchiquer
61 Talco f««iriC«

62 Concepción
63 Montecristo
64 Los Toros

Hidrocarburos,
Fuenle: Dirección General de Minería e
Gráfica II-2

ÁREA SELECCIONADA II

M EXICO

1 »tc;4¡»TC 12 SACAfULA» t) CHtCOT


2 TAJUUULCO • PAH!MA
5 24 CATARMA
3 HINSPACKE 14 CHICMf tt CNICKtMCS
4 TUTU*»* •3 A8UA CALIf ítTt t« *\XP\%
9 SANTA BAKSAM l« SAN LUIS 17 ISlOm (SAN)
« XCCOMILAJ ir PAHSAC >• OOMINOO («ANTOI
T CANCABAL u NEBAJ t* INJtnTO
• MCfciOSTCKANSO •• CHIANTLA 10 MMILLA
• 3AKTA MAMIA so CMOCHAL 11 ANTONIO MaSTA
10 LLAMO OCL ecrOTC 21 LAUNITA S> CAUOJ* «lUKOt
U ?ICKiauiL £t ACATAN (S.M.I M MLHIIIA

MMieO ^V
\.
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TI
//í

Fucnlc: Dirección General de Minería e Hidrocarburos.


MAPA DE SOLICITUDES Y CONCESIONES DE EXPLORACIÓN
MINERA, JULIO 1968

Fílenla: Dirección General de Minería e Hidrocarburos.


i

Anexo III

PRIMEROS RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN CENSAL


SOBRE USO DE LA TIERRA EN 1964

En este Anexo se presenta información del Censo Arrope-


cuario de 1964 sobre uso de la tierra. Es parte de la información
que estuvo disponible cuando llegaba ya a su fin la impresión de
esta obra. Por esta razón nos limitaremos a incluir alanos Cua-
dros con informaciones básicas sobre uso de la tierra, sin poder
hacer su análisis. No obstante, comprendemos el interés que
tiene esta información, habida cuenta que el anterior Censo
agropecuario se levantó hace veinte años.
En esas dos décadas han tenido lugar cambios sigTiifica-
tivos, en algunos aspectos, en cuanto a uso de la tiei-ra. Puede
afirmarse, con base en la información censal, qu.e la ampliación
de la superficie cultivada en Guatemala es imputable en buena
parte al incremento de las tierras dedicadas a cultivos de expor-
tación, que se desarrollan en empresas agrícolas capitalistas. Es
importante también la ampliación de los pastos cultivados. Pa-
rece posible afirmar que no ha ocurrido un proceso semejante
en las tierras dedicadas a cultivos con destino al mercado in-
terno, principalmente maíz, frijol, arroz, trigo, etc., que se desa-
rrollan sobre todo en fincas de campesinos minifundistas, a
base de métodos atrasados. Cuando se disponga de la informa-
ción censal completa sobre uso de la tierra, será de gran interés
analizar la evolución seguida por la producción y el número de
fincas correspondientes a los distintos cultivos, asi como otras

I
408 ALFREDO GUERRA BORGES

características sobresalientes de la estructura productiva del


campo guatemalteco.
A guisa de simple ilustración llamamos la atención sobre
datos como los siguientes:
Caria de azúcar: En 1950 se cultivaron 25 802 manzanas,
mientras en 1964 se cultivaron 59 505. Incremento: 10 332
manzanas.
Té de limón: En los dos años indicados las superficies
cultivadas fueron 1 593 y 11 925 manzanas. Incremento: 10 332
manzanas.
181 527 y 330 923 manzanas, en los años menciona-
Café:
dos, con un incremento de 149 396 manzanas.
Hule: No se registraron superficies cultivadas en 1950,
mientras en 1964 el Censo indica que se destinaron a dicho cul-
tivo un total de 10 201 manzanas.
Algodón: El Censo agropecuario de 1950 no publicó cifras
sobre este cultivo. Marcos Mishaán^ informa que en 1949/50
se destinaron al algodón 4 645 manzanas. El Censo de 1964 da
una cifra total de 122 041 manzanas. Incremento: 117 396
manzanas.
Lo anterior indica que solamente en lo que corresponde a
los cultivos indicados, la superficie que se dedicó a ellos aumentó
en 321 028 manzanas, o sea, en un 150.3 por ciento.
Con base en los Cuadros III-l y III-2 puede establecerse
también que la superficie de tieiTa en fincas cubierta de pastos
naturales disminuyó en el período intercensal en 159 146 man-
zanas (19.1 por ciento), y la superficie cubierta de bosques y
montes disminuyó en 751959 manzanas (39.4 por ciento).
No hacemos ninguna consideración sobre cultivos tempo-
rales o anuales (maíz, frijol, etc.), pues en este caso la informa-
ción fue registrada en distinta forma en los Censos agropecuarios
de 1950 y 1964, lo que exige un mayor cuidado en el trata-
miento de las cifras, y además no nos es posible ahora detener-
nos en el análisis, por las razones indicadas al principio.

Dos observaciones finales:

1. Les datos globales sobre uso de la tierra se presentan


en los Cuadros III-l y III-2. Obsérvese que los datos fueron
agrupados en distinta forma. En 1964 se hizo la distinción de
*
'cultivos temporales" y "cultivos permanentes y semipermanen-

1 Marcos Mishaán La producción nacional de algodón y la industria textü algo-


donera, (Guatemala, 1961), p. 21.
GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 409

tes'*. En el primer rubro se afirrupó la información relativa •


maíz, frijol, maicillo, arroz, haba, papa, trigro, ajonjolí, maní,
algfodón, tabaco, tomate y otros. En el rubro de cultivos perma-
nentes y semipermanentes se agrupó la información sobre café,
banano, plátano, cacao, caña de azúcar, hule, henequén, kenaf,
citronela, té de limón y otfros, además de los frutales (ciruela,
manzana, etc.). El Censo a^opecuario de 1960, por su parte,
agrupó en el rubro de tierras "de cultivo cosechadas" la infor-
mación relativa a cultivos temporales y a cultivos permanente»
y semipermanentes, con la excepción del café, frutales y viñedos
que se presentó en rubro aparte. Además, la información sobre
pastos cultivados se incluyó en el rubro de tierras de cultivo
cosechadas, mientras en 1964 se presentó por separado, como
puede verse en el Cuadro III-l. Permítasenos decir que nos
parece mejor la forma de presentación de los datos usada en e!
Censo de 1964, pues la desagregación de los datos permite ha-
cerse una idea de la distribución de las tierras con mucha mayor
facilidad.
2. El Censo agropecuario de 1964 agrupó los datos relati-
vos a cultivos temporales o anuales en los cuadros siguientes:
"cultivos solos", "cultivos asociados o intercalados", "sucesivos
solos" y "sucesivos intercalados". En estos dos últimos cuadros
se reunió la información relativa a segundas cosechas de maíz,
frijol, etc.
El Cuadro III-l indica que los cultivos temporales ocuparan
una de 965 476 manzanas. Este total se descompone
supeíi-f icie
en la siguiente forma 840 400 manzanas para "cultivos solos"
:

y 125 076 manzanas para "cultivos intercalados".


Para obtener la prodticción total de los cultivos temporalea
o anuales deberán sumarse los datos correspondientes a los
cuatro rubros indicados: cultivos solos, cultivos intercalados,
sucesivos solos y sucesivos intercalados.
3. Aunque sea de pasada, tal vez tenga interés decir, por lo
que sugiere en relación comportamiento del uso de la tierra con
al
cultivos temporales o anuales, que la superficie de un cultivo de
tanta importancia alimenticia como es el arroz, registró un
incremento de 1 201 manzanas en el período intercensal, pero
si el análisis se lleva a nivel de departamentos, puede estable^
cerse un impresionante incremento de la superficie arrocera
en el departamento de Izabal, donde en 1960 se cultivaron sola-
mente 87 manzanas, mientras en 1964 el cultivo cubrió una su-
perficie de 3 045 manzanas. El departamento de Escuintla de-
410 ALFREDO GUERRA BORGES

dicó al arroz un total de 46 manzanas en 1950, mientras en 1964


la superficie arrocera fue de 1 173 manzanas. En cambio, otros
departamentos disminuyeron su participación. El departamento
de Jutiapa, por ejemplo, que en 1950 dedicó al arroz 4 707 man-
zanas (42.1 por ciento de la superficie arrocera total), en 1964
registró un área cultivada de solamente 2 439 manzanas (19.7
por ciento del total).
La superficie triguera sufrió una reducción en el período
intercensal considerado. En 1950 se cultivaron 44 174 manza-
ñas, mientras en 1964 la superficie cultivada fue solamente
de 32 717 manzanas. Sin embargo, mientras en 1950 la produc-
ción obtenida fue de 359 348 quintales, en 1964 fue de 395 593
quintales. Eso es consecuencia de una perseverante política
de la Gremial de Trigueros que se ha preocupado de generalizar
el uso de semillas mejoradas y de fertilizantes.
Otros cultivos temporales, como la papa, el ajonjolí, el ta-
baco, etc., sufrieron también reducciones en la superficie cul-
tivada, aunque no tuvo la importancia de casos como el del trigo.

Cuadro III -1

GUATEMALA: USO DE LA TIERRA, 1964

Caracíeristicas Superficie
(en manzanas)

TOTAL 4 926 766

De cultivos temporales 965 476


Donde se perdió la cosecha 51168
Pastos temporales 51586
De cultivo que están en descanso 598 519
Con cultivos permanentes y semipermanentes 456 314
Sembradas con pastos permanentes 777 747
Con pastos naturales permanentes 673 447
Con montes y bosques 1 152 121
Cualquier otra clase de tiernas 200 388

Fuente: Dirección General de Estadística, Censo agropecuario, 1964.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 411

Cuadro III-2

GUATEMALA: USO DE LA TIERRA, 1950

Caraclerisiicas Sup«iiici*

TOTAJL 5 31S 47S

De cultivo cosechadas 1 267 279


Con cafetales, frutales y viñedos 227 193
Donde se perdió la cosecha 82 025
En descanso 530 967
Con pastos naturales 832 593
Bosques, montes y breñales 1904 080
No utilizables 471338


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GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 4U

Cuadro III-S

GUATEMALA: NÚMERO DE FINCAS Y SUPERFICIE DESTINADA


A HORTALIZAS, 1964

(Superficie en manzanas)
Depariamenlo Número de fincas Superficie

República 3 885 1642


Guatemala 532 352
El Progreso 49 38
Sacatepéquez 921 550
Chimaltenango 194 109
Escuintla 15 10
Santa Rosa 39 14
Solóla 915 166
Totonicapán -

Quezaltenango 547 135


Suchitepéquez 3 4
Retalhuleu
San Marcos 36 3
Huehuetenango 29 11
Quiche 88 14
Baja Verapaz 18 3
Alta Verapaz 53 4
Peten __
Izabal 13 13
Zacapa 47 32
Chiquimula 86 27
Jalapa 43 6
Jutiapa 257 121

Fuenle: Dirección General de Estadística, Censo Agropecuario. 1964.


414 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro III-6

GUATEMALA: NÚMERO DE FINCAS, SUPERFICIE Y PRODUCCIÓN


DE MAÍZ Y FRIJOL (COMO CULTIVOS SOLOS),
POR DEPARTAMENTOS, 1964
(Superficie en manzanas y producción en quintales)

14 [ A f Z F R I J O L
Departamento Ñ9 de Super- Produc- N9 de Super- Produc-
fincas ficie ción fincas ficie ción

República 320 788 628 481 8 066 799 40 268 27 843 274 484

Guatemala 11792 24 243 257 050 941 896 7 185

El Progreso 6 263 14 664 117 650 1453 1107 7 829

Sacatepéquez 7 625 12 165 90 576 1700 1210 7 037

Chimaltenango 16 155 30 138 319 652 1579 1438 9 446


Escuintla 14 690 44 590 791 721 650 594 7 202

Santa Rosa 12 767 22 946 303 458 1976 1268 12 626

Solóla 12 300 14172 117 735 1020 635 4 827


Totonicapán 16 582 13 030 146 648 176 74 814
Quezaltenango 20 049 23 864 503 288 274 191 3 413

Suchitepéquez 11991 19 314 426 612 216 111 1436


Retalhuleu 9 085 24 920 494 824 191 43 804
San Marcos 31282 37 722 503 283 2 215 511 5 256

Huehuetenango 36 015 70 691 752 556 3 158 1541 15 634

Quiche 26 766 51460 561 425 2 897 1528 11111


Baja Verapaz 11938 30 538 385 456 2 066 1252 10 534

Alta Verapaz 29 174 84 831 974 430 7 299 1977 18 634


Fetén 2 193 7 244 104 146 595 270 3 325
Izabal 6 303 16 493 308 748 1297 1759 25 649
Zacapa 6 090 15 411 163 391 1621 1883 20 311
Chiquimula 12 380 21936 239 007 3 153 2 393 23 454
Jalapa 9 778 26 747 234 396 1432 1505 14 721
Jutiapa 9 572 19 362 270 747 4 357 5 657 63 236

Fuente: Dirección General de Estadística, Censo Agropecuario, 1964.


GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA 418

Cuadro III-?

GUATEMALA: NÚMERO DE FINCAS, SUPERFICIE Y PRODUCCIÓM


DE ARROZ Y TRIGO, (COMO CULTIVOS SOLOS),
POR DEPARTAMENTOS, 1964
(Superficie en manxanas 7 producción en quinlmlet)

A R R Z T R I
Deparla-
xnenio N9 de Super- Produc- NV de 8up«r- Prodoe-
fincas ñcU ción finesa dóa

República 9 187 12 377 283 364 32 821 32 717 395 593

Guatemala 5 11 97 6 4 29
El Progreso 7 1 23 5 5 63
Sacatepéquez 8 44 443
Chimaltenango 6 9 69 2 974 4 299 64 427
Escuintla 420 1173 26 648 3 3 36
Santa Rosa 986 1325 34 524 35 26 357
Solóla 11 3 62 2101 2 090 24139
Totoni capan 8 6 58 6 818 4 915 51175
Quezaltenango 585 223 6 722 8 232 10 005 148 039
Suchitepé-
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Retalhuleu 1005 726 15 279 6 971
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San Marcos 973 265 4 472 7 784' 6 953 65 340


Huehuetenango 9 8 89 4 004 3 515 34 689
Quiche 8 3 41 659 581 4 271
Baja Verapaz 33 27 381 8 6 41
Alta Verapaz 132 1428 24 452 18 3 50
Fetén 62 16 278 2 3

Izabal 1050 3 045 85 273 14 16 436


Zacapa 232 153 2 793 16 11 124
Chiquimula 537 473 6 982 27 20 205
Jalapa 78 111 1699 54 180 956
Jutiapa 1 769 2 439 44 698 41 39 607

Fuente: Dirección General de Estadística, Ceaao 1964.


416 ALFREDO GUERRA BORGES

Cuadro III-8

GUATEMALA: NÚMERO DE FINCAS, SUPERFICIE Y PRODUCCIÓN


DE ALGODÓN EN RAMA Y DE TABACO EN RAMA,
POR DEPARTAMENTOS, 1964
(Superficie en manzanas y producción en quintales)

ALGODÓN EN RAMA TAB/LCO EN RAMA


Departamento N9 de Super- Produc- N9 de Super- Produc-
fincas ficie ción fincas ficie ción

RepúbUca 589 122 041 3 744 132 1234 2 300 35 200

Guatemala 16 220 4 670

El Progreso 153 305 7 464

Sacatepéquez
Chimaltenango 1 1

Escuintla 229 73 948 2 406 543 2 9 177

Santa Rosa 7 863 21774 72 138 1778


Solóla 2 14
Totonicapán
Quezaltenango 10 1129 43 268 2 7 162
Suchitepéquez 134 11596 275 033 1 3
Retalhuleu 171 29 549 833 897 1 1 80
San Marcos 24 4 899 162 811
Huehuetenango 28 22 261
Quiche 33 23 178
BajaVerapaz 2 17 298
AltaVerapaz U 12
Peten 17 1 41
Izabal 16 20 351
Zacapa 1 18 270 26 136 2 716

Chiquimula 7 33 475 208 419 4 910

Jalapa 2 3 28 225 421 6 171

Jutiapa 4 3 33 418 561 5 923

Fuente: Dirección General de Estadística, Censo Agropecuario. 1964.


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GEOGRAFÍA ECONÓMICA DE GUATEMALA


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mil novecientos sesenta y nueve, en la Imprent»
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de Guatemala, con un tiraje de dos mil ejempla-
res en papel antiguo.
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