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El estrés y los niños

Estamos en una época en la que el estrés está más presente que nunca. Todo el mundo
habla del estrés, pero, ¿sabemos bien lo que esto significa?, ¿sabemos cómo afecta a
nuestros(as) pequeños(as)? y, sobre todo ¿tenemos alternativas, para poder afrontarlo y
prevenir que los afecte?
El estrés es una respuesta
común y necesaria para la
Hace algunos años atrás se pensaba que solo afectaba a
vida, ya que sirve como
personas mayores, las cuales estaban expuestas a un mayor impulso. Es por eso que es
nivel de exigencia en un mundo globalizado como lo es el importante que los padres
trabajo, relaciones familiares, problemas económicos, entre sepan cómo canalizarlo para
otros. Sin embargo, en la actualidad esta idea ha cambiado que actúe a favor de nuestros
ya que el estrés ha llegado a afectar también a niños(as). pequeños(as).

El estrés es una respuesta del organismo que predispone a la persona a interpretar


determinadas situaciones como amenazantes a su bienestar o integridad. Tiene un
correlato fisiológico, ya que el cuerpo responde mediante el sistema nervioso simpático
de activación que da lugar a la respuesta de lucha o huida.

El estrés es normal en la vida de las personas y en bajos


niveles es algo bueno, ya que motiva y puede ayudar a
las personas a ser más productivas. El eustrés o estrés
positivo es un proceso natural y habitual de
adaptación, que consiste en una activación durante un
período corto de tiempo con el objetivo de resolver una
situación concreta que requiere más esfuerzo.
Mientras que, en contraste, el distrés o estrés negativo
es aquel que supera las capacidades de afronte o
equilibrio del organismo causándole fatiga, mayores niveles de ansiedad, irritabilidad e
ira. Resulta dañino, impactando en la salud, sus efectos son múltiples y negativos.

El estrés infantil

Generalmente es provocado por situaciones que requieren su adaptación. Este puede ser
producido por cambios positivos, como iniciar una actividad nueva, pero está más
relacionado a actividades negativas como una enfermedad, pérdida de un ser querido,
situaciones que varían su dinámica, padres y/o familiares con altos niveles de estrés,
exigencias académicas o sociales o por una interpretación errónea de una determinada
situación.

Es importante reconocer que el estrés en los(as) niños(as) va más


allá del “nerviosismo normal”, Los cambios en la conducta son el
mejor indicador para detectarlo a tiempo. Como padres si bien no
pueden proteger a sus hijos(as) del estrés, pueden ayudarlos(as) a
desarrollar formas saludables de afrontar y de resolver los problemas
cotidianos.

Síntomas del estrés en niños:

Síntomas físicos: Incluye la disminución del Síntomas físicos: Incluye la disminución del
apetito, dolores de cabeza, Mojar la cama, apetito, dolores de cabeza, Mojar la cama,
tener pesadillas o alteraciones del sueño y tener pesadillas o alteraciones del sueño y
molestias estomacales. molestias estomacales.
Síntomas emocionales o de comportamiento: Abarcan la ansiedad, preocupaciones, incapacidad para
relajarse, miedos nuevos y recurrentes, incapacidad de controlar sus emociones, comportamiento irritable
y hasta agresivo, regresión a comportamientos de etapas previas del desarrollo, evitar participar de
actividades familiares o escolares.
Algunas estrategias para padres:

Enseñándole estrategias de afrontamiento saludables, usted preparará a su hijo(a) para


afrontar las tensiones que les deparará el futuro.

• Si existe un problema específico que le está provocando estrés a su hijo(a), hablen


juntos sobre lo que está ocurriendo, escúchelo(a).
• Comparta tiempo tranquilos y relajados con su niño(a).
• Estimule al niño a expresar sus inquietudes, escuchándolo(a).
• Estimule la actividad física.
• Anticipe a su niño(a) de posibles futuros cambios. Procure evitar los cambios
innecesarios. Es necesario que ante los cambios que ya se están dando o que se
van a dar en un futuro inmediato usted hable con su niño, explíquele y dígale lo
que va a pasar.
• Aclárale sus dudas, cada vez que su niño(a) le pregunte sobre un tema, es
importante que le conteste y le brinde la información que necesita, siempre
teniendo en cuenta la edad que tiene y procurando no brindar demasiada
información ya que esto podría generar más preguntas o incluso confundir al
pequeño.
• Pedir ayuda a un profesional si el problema se agudiza.

No olvidemos papitos que ustedes son los modelos de referencia de sus pequeños(as) es
por eso que, en estos momentos difíciles, trate de manejar sus propias preocupaciones,
enojo y estrés, para que pueda ayudar mejor a su hijo(a).

*Vigile su forma de hablar. Frases como: "No soporto más"


influyen en sus hijos(as). Los(as) pequeños(as) las toman
literalmente y creen que es verdad lo que dicen.
*Procure que no vea programas de televisión que aumenten
su tensión o angustia.
*Ayúdelo(a) a que se relaje, con un baño caliente,
escuchando música, bailando, preparando algo juntos,
haciendo rompecabezas, etc.
*Enséñele a respirar adecuadamente, inhalando y exhalando
lenta y profundamente. Puede hacerlo varias veces al día y
sobre todo al acostarse. Hágalo con él(ella). Los(as)
niños(as) pueden aprender a relajarse desde pequeños(as).

No olviden papitos que, si tienen dudas, ¡cuentan con el dpto. psicológico de Nido Arco
Iris.

Dpto. psicológico

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