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Algunas consideraciones en torno a Rediscovering Psychopathology: The Epistemology and

Phenomenology of the Psychiatric Object

La presente ponencia busca describir desde mi comprensión algunos conceptos presentes en el


artículo de Parnas, Sass y Zahavi: Rediscovering Psychopathology: The Epistemology and
Phenomenology of the Psychiatric Object del año 2012, desde este sugerente título se invita a la
consideración de la psicopatología desde una óptica diferente, como veremos más adelante el
marco teórico que se busca superar es el propuesto por el operacionalismo. A lo largo del texto,
los autores van mostrando una relación interdependiente entre epistemología y fenomenología,
de tal manera una aproximación fenomenológica al objeto psiquiátrico implica necesariamente
unas posibilidades de conocimiento y cierto acercamiento epistémico a dicho objeto.

Para desarrollar la temática de la presente ponencia presentaré las definiciones que aparecen
sobre el concepto de “objeto psiquiátrico” mostrando cómo las definiciones implican
necesariamente una forma de abordar la conciencia, y en la forma como esto se realice, a su vez
se determina una metodología para aproximarse al estudio de la experiencia y de la subjetividad.

El objeto psiquiátrico

1.Desde la introducción del artículo se nos presenta de forma concreta una primera definición de
objeto psiquiátrico: “Abnormal mental phenomena, ie, disorders of experience and expression, are
“the object” of psychiatry as a science and as a pragmatic medical discipline. This phenotypic level,
directly given in experience is, therefore, often termed phenomenal. It is at this level that we
delineate the phenotypes used for classification or as variables in empirical research” (Parnas et al,
2012, p.1) Se muestra que el punto de partida en la determinación del objeto psiquiátrico se
encuentra al nivel fenomenal, es en este nivel básico donde se indican los rasgos característicos de
las patologías para posteriores intereses investigativos y terapéuticos. Sin embargo, continúan
señalando los autores que este nivel que se da directamente en la experiencia requiere de una
traducción: “A"psychopathological description involves converting the patient’s experiences (lived
in the first-person perspective), or translating certain aspects of his/her expression and behavior,
into specific categories” of symptoms and signs that are defined in third-person terms, thus
providing “objective,” sharable information for diagnosis, treatment, and research” (Parnas et al,
2012, p.1) La experiencia directa corresponde a las vivencias del paciente, el problema es entonces
cómo la descripción del psiquiatra puede llegar a traducir estas vivencias del paciente que se
presentan en su perspectiva de primera persona a un lenguaje de tercera persona en el que se
pueda tratar con información objetiva. Explicar las posibilidades y la forma de llegar a comprender
las vivencias de otro individuo creo que es crucial para acreditar que le descripción psiquiátrica
pueda dar este paso, en otras palabras, explicar cómo es posible acceder a la subjetividad o la
conciencia del otro. En el presente artículo no se da una solución completa a esta cuestión, pero se
esbozan algunas sugerencias sobre cómo desarrollar un método más adecuado para acercarse al
domino fenoménico.

Hay otra cuestión que no se puede pasar por alto frente a esta primera definición que se da en la
introducción del artículo, que tiene que ver con lo que pareciera una prenoción frente al objeto
psiquiátrico, al referirse a él como a un “fenómeno mental anormal”, esto parece conducirnos a un
prejuicio en el que se distingue entre lo normal y lo anormal. Esta cuestión se aclarará al final del
artículo en la parte correspondiente a la propuesta de la entrevista psiquiátrica, como veremos
más adelante, realmente se debe dejar de suponer un mundo de prenociones compartidas, el
psiquiatra no puede asumir a priori que comparte una misma realidad con el paciente.

El objeto psiquiátrico desde la perspectiva de Jaspers

2.La segunda definición del objeto psiquiátrico que aparece en el artículo corresponde a la
presentada desde la perspectiva de Karl Jaspers: “The object of psychopathology is the “conscious
psychic event,” and psychopathology consequently involves and requires an in-depth study of
experience and subjectivity” (Parnas et al, 2012, p.2) En esta definición Jaspers pone en el centro
de la discusión a la conciencia, y señala la necesidad de profundizar en la experiencia subjetiva. Sin
embargo, adentrarse en la subjetividad no implica deslindarla del rigor científico, incluso Jaspers
menciona que el fenómeno psicológico debe estudiarse sin perder de vista su relación con las
estructuras y procesos neurales, pero el error que cometen las teorías fisicalistas es pretender
reducir los fenómenos de la conciencia a comportamientos de la estructura cerebral, pero es
absurdo pretender realizar este reduccionismo cuando ni siquiera se conoce aquello que se
pretende reducir: “Conscious experience is “an explanandum in its own right,” as recent
philosophers of mind have emphasized. Indeed, “without some idea .".". of what the subjective
character of experience is, we cannot know what is required of physicalistic [reductive] theory.”
(Parnas et al, 2012, p.2)

Ahora bien, como se ha señalado la conciencia es el concepto central que se presenta en esta
definición ¿Qué es lo que debemos entender por consciencias desde la perspectiva de Jaspers?,
Bien, los autores nos presentan tres significados para el término:

1. Estar despierto y vivir las experiencias


2. Ser consciente de un objeto, lo cual implica el “aboutness” o dirección intencional de la
consciencia.
3. Nuestra capacidad para autoconciencia reflexiva

Sin embargo, los tres sentidos aquí planteados aún no integran una cuarta dimensión, en la cuál
Jaspers ubica en el dominio de la enfermedad psíquica, ésta precisamente muestra el objeto de
estudio psicopatológico y Jaspers parece señalar las dificultades que se muestran en este dominio
de la conciencia: “The incompletness and vulnerability of human beings and their freedom and
infine posibilities are themselves a cause of illness”( Parnas et al, 2012, p.2) Al observar la forma
como se nos presenta el dominio de lo patológico implica una forma de trato que no se restringe a
una perspectiva única, lo patológico parece romper las restricciones de aquello que denominamos
“real”. Desafortunadamente en el artículo no se explica en qué sentido la libertad y las infinitas
posibilidades de la conciencia son causas de la enfermedad mental, los autores continúan
señalando la metodología sugerida desde los planteamientos de Jaspers para el psiquiatra y de los
desafíos que esta suscita.

Según Jaspers, el psiquiatra debe dejar a un lado cualquier ambición explicativa o terapéutica y
centrarse en una tarea observacional y descriptiva, claro está que en este proceso descriptivo
debemos tener en cuenta la relación que se da ente el objeto psiquiátrico y el psiquiatra dentro de
las aclaraciones previas que nos hacía Jaspers, esta relación no se debe entender dentro del
dualismo que separa definitivamente a estos dos polos, si no se supera el marco dualista, en la
tarea descriptiva sugerida por Jaspers no se obtendría nada distinto de las descripciones que se
dan dentro del operacionalismo en el que se atiende a exclusivamente a unos datos suministrados
sensorialmente.

Como veremos a continuación con la tercera forma de considerar el objeto psicopatológico, el


operacionalismo pretende una fundamentación ateórica, esta idea de reducir los problemas
epistemológicos y conceptuales simplemente al dominio de lo empírico es una de las ideas que se
ataca a lo largo del texto. Jaspers señala que el ejercicio psiquiátrico requiere de unos conceptos
bien determinados pero estos conceptos no pueden ser extraídos inductivamente de una
colección de datos, amasar una gran cantidad de datos no implica una mejor aproximación al
fenómeno, según Jaspers es más valioso estudiar profundamente un caso, entenderlo realmente.
“It is not so much the number of cases seen that matters in phenomenology but the extent of the
inner exploration of the individual case, which needs to be carried to the furthest possible limit.”
(Parnas et al, 2012, p.4)

El objeto psiquiátrico en el operacionalismo

3. El tercer sentido que podemos señalar en el artículo sobre el objeto psiquiátrico tiene que ver
con el enfoque de la psicología operacional y de cómo se asume la conciencia dentro de este
marco:

Consciousness and experience are typically treated as if they were somehow on a par with
other spatial-temporal, substantive objects of the natural world (ie, things)—ie, as if
conscious events (such as delusions or auditory hallucinations) were well-delimited, atomic
entities that could be easily captured and quantified without much concern for more
contextually based or Gestalt-like features. (Parnas et al, 2012, p.3)

Esta definición obedece a un marco teórico inspirado en el positivismo y en el behaviorismo, que


según los autores en sus comienzos se basaba en los planteamientos del positivismo lógico y
mantenía una sana postura antimetafísica, rechazando afirmaciones sobre la esencia de la
realidad. Sin embargo, con la aparición del DSM-III, se fueron adoptando planteamientos
epistemológicos donde se pretendía alcanzar una verdad objetiva, descartando toda perspectiva
humana. Este fisicalismo, nos señalan los autores, pretende abordar los objetos de la conciencia
como si se tratara de objetos físicos al estilo de la física Newtoniana.

La búsqueda de una fundamentación conceptual “descontaminada” de la perspectiva humana


condujo al operacionalismo hacia una búsqueda de definiciones básicas que estuvieran
fundamentadas en las bases biológicas del cerebro. Buscando alcanzar dichas definiciones se
plantean las definiciones operacionales, que tuvieron su origen en la física, estas definiciones,
como muestran los autores, definen los conceptos en términos de la transformación en las
propiedades físicas de los objetos, así muestran cómo se puede definir, por ejemplo, el concepto
“hielo” en términos de las condiciones físicas que transforman el agua a un estado sólido. (Parnas
et al, 2012) Sin embargo, este tipo de definiciones no pueden aplicarse a los objetos psíquicos
porque, como señalaba Jaspers, los fenómenos de la conciencia no se dan de forma discreta, no
son elementos aislados que podamos considerar independientemente del contexto en el que se
desarrollan.

Jaspers presenta de forma concreta una crítica a la pretensión objetivista del operacionalismo
fundamentada en una negación de la subjetividad: “a psychopathology which simply confines itself
to what can be directly perceived through the senses becomes inevitably a psychopathology
without a psyche.” (Parnas et al, 2012, p.3). Así, la psicopatología definida en estos términos
parece un oxímoron, una disciplina que niega su objeto propio de estudio.

Fenomenología contemporánea del objeto psiquiátrico.

La última perspectiva que se nos muestra del objeto psiquiátrico aparece en la parte final del
artículo donde los autores muestran algunas caractecterísticas del enfoque fenomenológico
contemporáneo, realmente esta parte no es radicalmente diferente a la que ya se había expuesto
desde Jaspers, así puede considerarse como una extensión del planteamiento de Jaspers donde se
aclaran algunas cuestiones conceptuales y metodológicas que no se mencionaban desde su
planteamiento. Debemos resaltar, como se ha intentado mostrar hasta aquí, que la forma como se
aborda la conciencia determina a su vez el modo como se abordará el objeto psiquiátrico.

Como muestran los autores la psiquiatría no se puede reducir a problemas de tipo empírico,
también hay grandes problemas epistemológicos y conceptuales que necesitan ser abordados. Los
intentos reduccionistas pretenden, valga la redundancia, reducir los problemas epistemológicos al
dominio empírico, pero como se ha señalado esta pretensión tiene varias complicaciones.

El objeto psiquiátrico siempre se desarrolla en el reino fenomenal de la experiencia (Parnas et al,


2012), lo cual implica que una verdadera aproximación debe buscar adentrarse en los dominios de
la subjetividad y lograr acceder a la perspectiva de primera persona del paciente. Esto suscita dos
grandes interrogantes para la psiquiatría, y necesita según los autores, de un esfuerzo
interdisciplinario: Primero, aclarar la noción de subjetividad y de la perspectiva de primera
persona y segundo, determinar cuáles son las posibilidades del psiquiatra para adentrarse en la
experiencia del paciente, cómo es posible acceder a la subjetividad del paciente y reconstruir esa
experiencia en términos objetivables.

Para comprende la idea de objeto psiquiátrico que se nos muestra en esta última parte podemos
ver lo que consideran los autores acerca de la subjetividad (concepto que parece ser
intercambiable con el de conciencia), ésta se presenta como un campo donde se manifiestan o
donde ocurren los objetos de la conciencia, continúan señalando: “Consciousness, the
phenomenal manifestation of thoughts, feelings, and perceptions, is not some kind of complex
spatial, 3-dimensional object but a lived reality, a presence to itself and the world: “psyche,”
writes Jaspers, is “not [...] an object (..) but ‘being in one’s own world,’ the integrating of an inner
and outer world.” (Parnas et al, 2012, p.5) Frente a esta cuestión podríamos señalar un aspecto
esencial que se muestra en esta definición de conciencia, aquí se plantea una superación del
dualismo entre lo interno y lo externo, entre el mundo objetivo de la realidad externa y la realidad
interna del individuo, si recordamos este era un abismo que aparecía en el enfoque
operacionalista. De tal forma, como señala Jaspers realmente en la conciencia se da una
integración, un “estar (siendo) en el mundo” donde estas realidades aparentemente separadas
obedecen a un mismo flujo, a un mismo movimiento. Analizar una experiencia implica situarse en
el entramado de las experiencias del sujeto, no es algo que se de manera discreta, como se señaló
anteriormente.

Estas propiedades de la conciencia llevan a considerar igualmente, a los síntomas patológicos no


como cosas determinadas o delimitadas espaciotemporalmente, sino como totalidades, como
señalan los autores, el psiquiatra no está tratando con objetos del mundo físico, sino con personas,
“another embodied consciousness embedded in the realm of meaning” ( Parnas et al, 2012, p.6),
esto quiere decir que toda conciencia al estar encarnada, debe asumir un punto de vista, una
perspectiva, no se puede abstraer de ese estar en el mundo, todos los objetos son constituidos por
un sujeto encarnado, el cual es el punto de referencia de estos objetos que constituyen sus
experiencias. Por otra parte, en la anterior c ita se indican algunas pistas que desde el enfoque
fenomenológico se podrían referir al segundo domino relativo a los alcances del psiquiatra para
acceder a los estados mentales del paciente. Al considerar al objeto psiquiátrico como otro ser
humano, que al igual que nosotros es una conciencia encarnada en el mundo, la relación es
drásticamente distinta, la cuestión es cómo se accede a esta conciencia, claramente el psiquiatra
no puede sentir lo mismo que su paciente, pero si recordamos algunas nociones relativas a la
conciencia podemos reconocer que en ese curso en el que se entretejen las experiencias subyacen
estructuras formales como la intersubjetividad, que se muestra como condición de posibilidad
para explicar ese acceso a la conciencia de otros individuos aparentemente condenados al
aislamiento (a la reclusión solipsista).

Conforme a lo anterior, los síntomas, y los signos al igual que la conciencia no pueden tratarse de
manera fragmentaria, los signos (expresiones) se despliegan en un contexto conjuntamente con
los síntomas (el contenido expresado en los signos) que se develan a través de una unidad entre
“interior” y “exterior”, como es sugerido desde la teoría de la Gestalt en la que se propone la
existencia de una unidad que debe ser considerada como una totalidad diferente a la suma de
elementos discretos, “el todo es más que la suma de sus partes”

Lo que se sugiere en el artículo es que el análisis de los síntomas debe conducir a una
determinación de las causas de la pérdida de la unidad interna de la conciencia. El intento de
individuación de los síntomas busca hacerlos legibles a partir de un esfuerzo de conceptualización.
Esta relación entre los síntomas patológicos y una disociación al nivel formal en las estructuras
internas de la conciencia es ejemplificada en el artículo por medio del caso de los “pensamientos
audibles” para mostrar que por medio de un análisis en los datos sensibles que el fenómeno
muestra, no podríamos acercarnos a la naturaleza propia del objeto psiquiátrico, no es por el
volumen o el tono sino, por una desintegración estructural o formal en la unidad del pensamiento
interno en sus componentes de significado y expresión.

The patient seems to listen to or attend to his “spoken” thoughts (or to thoughts
expressed in writing or other visual form) in order to grasp what he is thinking.
This is in contrast with normal experience, in which one simply knows what one
thinks while thinking it, without any need to focus directly on verbal signifiers
passing through one’s mind and without any temporal or experiential gap
between the subject and his thought. (Parnas et al, 2012, p. 6)

Esta experiencia de alteración de la estructura de la conciencia, se puede entender un poco mejor


tomando algunas ideas del artículo de Parnass y Zahavi The role of phenomenology in psychiatric
diagnosis and classsification, en el que se presentan unas características específicas de la
temporalidad como una condición de posibilidad de la experiencia. En el artículo, la temporalidad
aparece como una estructura formal de la experiencia donde las vivencias del individuo se dan
dentro de la unidad de un flujo constante, imposible de fragmentar en entidades discretas. Según
los autores el engaño está en situarnos siempre en un nivel reflexivo, y diferencian entre dos pares
conceptuales “recollection-expectation” y “retention-protention” estos últimos son las formas
básicas de la conciencia temporal, así que son procesos pasivos y que preceden todo acto reflexivo
de la conciencia.

Whereas the two latter experiences (recollection-expectation) presuppose the work


of retention and the protention, the protention and retention are intrinsic moments
of any occurrent experience I might be having. They provide us with consciousness of
the temporal horizon of the present object, they are the a priori structures of our
consciousness, strutures which are the vey condition of temporal experience. They
are passive or automatic processes that take place without our active contribution.
(Parnas y Zahavi, 202, p.149)

Volviendo al ejemplo del caso de los pensamientos audibles podemos ver que obedece a una
alteración en la estructura temporal, en la que el individuo ha perdido la unidad temporal de la
experiencia, por un espacio que surge entre pensamiento y lenguaje.

Este intento de alcanzar una especificación detallada en el nivel formal, muestra un rasgo esencial
del enfoque fenomenológico, que busca acercarse a la forma y no al contenido de la conciencia, la
búsqueda de las estructuras es la búsqueda de cómo se da la experiencia, esto nos indican los
autores, es mucho más valioso que centrarse solamente en los contenidos que se presentan en la
conciencia. Podemos ver cómo la explicación que los autores buscan situar en el nivel estructural
de la conciencia, contradice el intento de alcanzar un “mayor grado de objetividad” atendiendo
exclusivamente al contenido, como si se pudiera conocer sin referencia a las estructuras formales
que posibilitan el despliegue de la conciencia. En otras palabras, el enfoque fenomenológico se
opone a la pretensión de amasar datos y establecer las definiciones psiquiátricas a partir de un
promedio de los rasgos comunes de las muestras.

Los autores finalizan el artículo mencionando algunas sugerencias para implementar en la


entrevista psiquiátrica, destacando como un rasgo fenomenológico esencial el de desprenderse de
los prejuicios. La sugerencia que se hace para la entrevista es dejar de presuponer la idea de un
domino compartido en el que se presupone lo que se puede considerar como real y lo que no (la
actitud natural). Aquí se muestra la naturaleza del método fenomenológico de la suspensión, es
con esta suspensión que es posible la comprensión y descripción de las otras perspectivas con
otras dimensiones ontológicas.

Referencias

 Parnas, Sass, Zahavi: “Rediscovering Psychopathology: The Epistemology and


Phenomenology of the Psychiatric Object”- Schizophrenia Bulletin Advance Access.
December 23, 2012
 Parnas J, Zahavi D. The role of phenomenology in psychiatric classi!cation and diagnosis.
In: Maj M, Gaebel JJ, Lopez-Ibor N, Sartorius N, eds. Psychiatric Diagnosis and
Classi"cation. Chichester, UK: John Wiley & Sons Ltd; 2002:137–162.

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