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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

LA UNIVERSIDAD DEL ZULIA


FACULTAD DE MEDICINA
DIVISIÓN DE ESTUDIOS PARA GRADUADOS
POSTGRADO DE PEDIATRÍA
UNIDAD DOCENTE HOSPITAL DE NIÑOS DE MARACAIBO

PARASITOSIS Y ANEMIA EN NIÑOS EN EDAD PREESCOLAR

Trabajo Especial de Grado presentado ante la División de Estudios para Graduados de


la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, para optar al Título de Especialista
en Pediatría

AUTORA:
MARTHA LUCÍA SALTAREN PINTO
MEDICA CIRUJANA

TUTOR:
MERVIN CHAVEZ
ESPECIALISTA EN PUERICULTURA Y PEDIATRÍA
DOCTOR EN CIENCIAS MÉDICAS

MARACAIBO, MAYO 2 DE 2012


PARASITOSIS Y ANEMIA EN NIÑOS EN EDAD PREESCOLAR
Dedicatoria

A Dios

A mis Padres

A mi Esposo
Agradecimiento

Al Doctor Melvin Chávez por su colaboración en la realización de esta Investigación.

A todos los profesores del programa de Especialización en Puericultura y Pediatría del


Hospital de Niños de Maracaibo, por sus enseñanzas y consejos.

A mis compañeros de Postgrado, por porque juntos iniciamos un camino el cual culminó
con éxito.
ÍNDICE DE CONTENIDO

VEREDICTO
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTO
ÍNDICE
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN……………............................................................................ 11
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN……………………………………….….. 19
MATERIALES Y MÉTODOS…………………..………………………….………. 20
RESULTADOS ………………………………..………………………………........ 22
DISCUSIÓN…………………………………………………………………….…… 31
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES…...………………………..……... 33
BIBLIOGRAFÍA………………………………………........................................... 35
ANEXOS…………………………………………………………………………….. 37
ÍNDICE DE ILUSTRACIONES

TABLAS

Tabla 1. Edad de los pacientes………………………………………………. 22

Tabla 2. Distribución según sexo…………………………………………….. 23

Tabla 3. Distribución según procedencia……………………………………. 24

Tabla 4. Factores de riesgo: Hacinamiento…………………………………. 25

Tabla 5. Factores de riesgo: condiciones higiénicas………………………. 26

Tabla 6. Factores de riesgo: disposición de excretas……………………… 27

Tabla 7. Factores de riesgo: agua potable………………………………….. 28

Tabla 8. Examen coproparasitologico……………………………………….. 29

Tabla 9. Hematología realizada en los pacientes………………………….. 30

Tabla 10. Relación entre valores de hemoglobina y hematocrito y el


agente etiológico identificado………………………………………. 30

GRÁFICOS

Gráfico 1. Edad de los pacientes………………………………………………. 22

Gráfico 2. Distribución según sexo…………………………………………….. 23

Gráfico 3. Distribución según procedencia……………………………………. 24

Gráfico 4. Factores de riesgo: Hacinamiento…………………………………. 25

Gráfico 5. Factores de riesgo: condiciones higiénicas………………………. 26

Gráfico 6. Factores de riesgo: disposición de excretas……………………… 27

Gráfico 7. Factores de riesgo: agua potable………………………………….. 28

Gráfico 8. Examen coproparasitologico……………………………………….. 29


Saltaren Pinto, Martha Lucía. PARASITOSIS Y ANEMIA EN NIÑOS EN EDAD
PREESCOLAR. Trabajo Especial de Grado presentado ante la División de Estudios
para Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, para optar al
título de Especialista en Pediatría. Maracaibo, Venezuela. 2012. p 38.

RESUMEN

Objetivo: Correlacionar la parasitosis y la anemia de los niños en edad preescolar


atendidos en el servicio de consulta externa del Hospital de Niños de Maracaibo.
Materiales y Métodos: no experimental, prospectivo, descriptivo y correlacional, cuya
población estuvo constituida por 60 niños con edades comprendidas entre 2 y 5 años,
de ambos sexos, atendidos en la consulta externa del Hospital de Niños de Maracaibo.
A cada paciente se le tomó una muestra de sangre (3cc) para la determinación de
hematología completa y se le indicó la recolección de muestra de heces seriadas y por
concentración para realizar examen copro – parasitológico en cada caso, para
determinar la presencia de parásitos y su posible relación con anemia. Resultados: la
edad fue de 3,5 + 1,4 años, con predominio de sexo masculino. Procedentes del área
urbana (78,33%), como factores de riesgo se encontró hacinamiento (85%),
condiciones higienicas sub-optimas (60%), disposición de excretas regular a mala
(71,67%) y buena disposición de agua potable (78,33%). El examen coproparasitológico
reportó Blastocystis homini (20%), Entamoeba histolytica (30%), Giardia lamblia
(23,33%), Endolimax nana (15%) y Ascaris lumbricoide (11,67%). Los niveles de
hemoglobina fueron de 8,7 + 1,5 gr y el hematocrito fue de 29,8 + 5,3. Conclusión: Al
determinar las cifras de hemoglobina y hematocrito estos fueron bajos en todos los
pacientes, lo cual evidencia la asociación entre parasitosis intestinal y anemia, sin
embargo se deben considerar las condiciones económicas y los diferentes grados de
desnutrición presentes en estos niños.

Palabras Clave: Anemia – Parasitosis intestinal – Preescolares

Correo electrónico: malusapin@hotmail.com


Saltaren Pinto, Martha Lucía. PARASITIC DISEASES AND ANEMIA IN CHILDREN IN
PRE-SCHOOL AGE. Trabajo Especial de Grado presentado ante la División de
Estudios para Graduados de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, para
optar al título de Especialista en Pediatría. Maracaibo, Venezuela. 2012. p 38.

ABSTRACT

Objective: Correlate the parasitic diseases and anemia of pre-school children served in
the service of outpatient children Hospital, Maracaibo. Materials and methods:
experimental, prospective, descriptive and correlational, not whose population was
made up of 60 children aged between 2 and 5 years, of both sexes, treated in the
outpatient children Hospital, Maracaibo. Each patient was taken a sample of blood (3cc)
for the determination of complete Hematology and is told by concentration and serial
stool collection for test copro - parasitological in each case, to determine the presence of
parasites and their possible relation to anemia. Results: the age was of 3.5 + 1.4 years,
male-dominated. From the urban area (78.33%), as risk factors found overcrowding
(85%), legislated conditions sub-optima (60%), excreta disposal regular to bad (71.67%)
and readiness of drinking water (78.33%). The examination showed reported
Blastocystis homini (20%), Entamoeba histolytica (30%), Giardia lamblia (23.33%),
Endolimax nana (15%) and Ascaris lumbricoide (11.67%). Whats haemoglobin levels
were 8.7 + 1.5 g and the hematocrit was 29.8 + 5.3. Conclusion: to determine the
figures of hemoglobin and hematocrit these were lower in all patients, who evidence the
association between intestinal parasitoids and anemia, however should be considered
economic conditions and the different levels of malnutrition in these children.

Key words: Anemia - Intestinal parasitoids - Pre-school children

E – mail: malusapin@hotmail.com
INTRODUCCIÓN

Las parasitosis intestinales siguen constituyendo un problema de salud pública


para los habitantes de diversas regiones del mundo y en especial en áreas tropicales y
subtropicales. La población principalmente afectada sigue siendo la infantil debido a su
inmadurez inmunológica y poco desarrollo de hábitos higiénicos. Los parásitos
intestinales pueden llevar a consecuencias negativas, tanto físicas como desde el punto
de vista cognitivo, en muchos niños parasitados. La mayoría de los parásitos
intestinales son transmitidos por vía fecal-oral, especialmente ingestión de agua y/o
alimentos contaminados con formas infectantes. Esta contaminación puede ocurrir
directamente por deficientes prácticas higiénicas de manipuladores de alimentos
infectados o indirectamente a través de la ingestión de agua contaminada u otras vías
de contaminación cruzadas. Otros mecanismos de infección, llamados alternativos,
también han sido sugeridos y en los cuales intervendrían factores como higiene
personal inadecuada y elevada carga de formas infectantes. Uno de estos mecanismos
es el empleo de fómites o utensilios, debido a la conocida resistencia de los huevos de
helmintos y quistes de protozoarios a las condiciones ambientales1.

Los parásitos intestinales se clasifican en dos grupos: protozoos y helmintos. No


todos ellos son patógenos. Los datos existentes sobre la incidencia de parasitosis
intestinales en la población pediátrica provienen de laboratorios que procesan muestras
de Atención Primaria; pero, en general, coinciden en que el 89% de las parasitosis se
producen por protozoos y, de ellos, los más frecuentes son: Blastocystis hominis,
Giardia Lamblia, Entamoeba coli y Endolimax nana, por orden de frecuencia y seguidos
con una frecuencia mucho menor de Entamoeba histolytica/dispar y Cryptosporidium
parvum. Los nematodos suponen un 9% de las parasitosis intestinales y, de ellos, los
más frecuentes son Enterobius vermicularis y Trichuris trichiura, seguidos, con un
incidencia mucho menor, de Ascaris lumbricoides y Uncinarias. Los cestodos suponen
un 1%. La Giardia es el parásito patógeno más frecuente y el 70% de los pacientes con
giardiasis fueron niños menores de 5 años. La incidencia disminuye con la edad,
aunque puede producirse en cualquier grupo etario2.

La sintomatología clínica de las parasitosis intestinales es a menudo inespecífica


y, por eso, es difícil llegar a un diagnósticoclínico exacto. En los casos de disentería,
12
debe establecerse el diagnóstico diferencial con la enfermedad inflamatoria intestinal,
disentería bacilar, diverticulitis, colitis isquémica, tuberculosa o carcinoma. Dentro de los
datos aportados por el laboratorio, la anemia y la eosinofilia constituyen una pista hacia
el diagnóstico parasitológico. La hipereosinofilia se encuentra principalmente en las
parasitosis tisulares, aunque también se puede encontrar en algunas parasitosis
intestinales. Se debe valorar en números absolutos; así, se considera hipereosinofilia
los valores superiores a 500 cel/mm3. El valor en porcentaje nos lleva a una
infravaloración de la misma, principalmente en presencia de un alto número de
leucocitos.

En principio, los protozoos, cualquiera que sea su localización, no producen


eosinofilia. Los helmintos intestinales también producen una eosinofilia discreta, en
contraste con las helmintiasis de los tejidos que producen las eosinofilias más altas. En
la ascaridiasis, se puede encontrar una hipereosinofilia en un tercio de los pacientes
cuando el parásito presenta la forma adulta intestinal. En la oxiuriasis, encontramos una
eosinofilia moderada (600 eosinófilos/ mm3) en la mitad de los pacientes. Las
uncinariasis, estrongiloidiasis y tricocefalosis producen un aumento de eosinófilos más
importante. Los cestodos en general no producen aumento de eosinófilos y en los
pocos casos en los que se produce es bajo. Hymenolepis nana es la que con mayor
frecuencia evoluciona con una eosinofilia discreta (900 eosinófilos/mm3)2.

Parásitos intestinales más frecuentes

Giardia lamblia: la giardiasis es una de las enfermedades parasitarias más


frecuentes en todo el mundo y produce enfermedad intestinal y diarrea de carácter
endémico o epidémico. La Giardia lamblia es un protozoo cosmopolita que habita en el
intestino delgado del ser humano y de otros mamíferos. Es un patógeno del intestino
delgado proximal que no se disemina por vía hematógena. La infección ocurre cuando
se ingieren los quistes endurecidos en el ambiente, que se abren en el intestino delgado
y liberan los trofozoítos; éstos se multiplican por fisión binaria y alcanzan a veces un
número increíble. Los trofozoítos se encuentran dentro de la luz intestinal o se adhieren
a la mucosa a través de una ventosa o disco ventral. Cuando las condiciones son
desfavorables para el trofozoíto o se alteran (cambio de osmolalidad, cambio de pH o
13
de la concentración de sales biliares) se enquista. Ésta es la forma en que
habitualmente aparece el parásito en las heces.

Los trofozoítos se reconocen en las heces blandas acuosas, a veces en un


número abundante; sin embargo, el quiste resistente sobrevive fuera del organismo y es
el responsable de la transmisión. Esta forma quística no tolera el calor, la desecación ni
la exposición continua a las heces, pero permanece viable durante meses en agua fría
fresca. La transmisión es muy rápida; basta con ingerir un número muy pequeño de
quistes, a veces sólo 10, para que ocurra la infección en la especie humana. La
transmisión interpersonal ocurre en recintos con poca higiene fecal. La giardiasis como
infección sintomática o asintomática es muy frecuente en las guarderías. La transmisión
a través del agua es responsable de infecciones episódicas en turistas y de epidemias
masivas de carácter metropolitano. Los métodos físicos de purificación de agua, que
incluyen sedimentación, floculación y filtración, pueden eliminar los quistes de este
protozoo, que en agua fría pueden sobrevivir más de dos meses. Se ha demostrado
que los quistes son resistentes a las concentraciones de cloro que normalmente utilizan
os sistemas de purificación de agua para uso comunitario.

No todos los enfermos infectados desarrollan manifestaciones clínicas. A pesar


de no conocerse bien la patogenia de la diarrea en la giardiasis se han postulado varias
hipótesis, entre las cuales la más atractiva parece depender de las alteraciones
inmunológicas (incremento de linfocitos y células plasmáticas en la lámina propia de la
mucosa). En la mayoría de los casos la morfología intestinal no se altera. La historia
natural de la infección por Giardia es muy variable. La infección puede abortarse, ocurrir
de forma transitoria, recidivante o cronificarse. No se ha demostrado que el ser humano
desarrolle inmunidad protectora. Las manifestaciones clínicas varían desde los estados
de portador asintomático hasta la diarrea fulminante y malabsorción. Los síntomas
pueden aparecer de manera aguda o gradual. Los síntomas precoces más llamativos
son diarrea, dolor abdominal, flatulencia, eructos, borborigmo, náuseas y vómitos.
Aunque la diarrea es frecuente pueden predominar las manifestaciones del intestino
delgado.

La giardiasis aguda suele durar más de una semana, pero la diarrea


generalmente remite. En los enfermos con giardiasis crónica, la diarrea no es
14
característica, pero se observa flatulencia, disminución de la consistencia fecal, eructos
con olor fétido y, a veces, pérdida de peso. Estos síntomas pueden ser continuos o
intermitentes y persisten durante años. La fiebre y la presencia de sangre o moco en las
heces así como otros signos y síntomas de colitis son raros y sugieren otra enfermedad
asociada. Los datos analíticos pueden ser totalmente anodinos. Aun en contra de lo que
muchos tratados indican, al menos en nuestro medio, la eosinofilia constituye una forma
de presentación de la giardiasis.

El diagnóstico se establece identificando los quistes en las heces o los


trofozoítos en las heces o intestino delgado. Debido a que la excreción de los quistes es
irregular, se ha determinado que el estudio de una muestra fecal detecta el 76% de los
casos; el de dos muestras, el 90%; y por último, el de tres el 97,6%. Por tanto la primera
etapa diagnóstica consistirá en el estudio de dos o tres muestras fecales. El número de
quistes en una muestra no se correlaciona necesariamente con la intensidad de
infección o la sintomatología. Ciertos preparados, como el bario, antibióticos, algunos
enemas y antidiarreicos, pueden enmascarar temporalmente la presencia de Giardia.
Salvo en los casos en que estén en fase aguda con deposiciones líquidas, en los que
existe un predominio de trofozoítos que son muy lábiles, no es necesario un estudio
rápido (en fresco) de las deposiciones. A veces no es posible detectar quistes en las
heces y es necesario para el diagnóstico tomar muestras del jugo duodenal o realizar
una biopsia del intestino delgado.

Ascaridiasis: el Ascaris lumbricoides es el mayor nematodo intestinal en la


especie humana y puede alcanzar a veces una longitud de 40 cm. La mayoría de las
personas infectadas se encuentran asintomáticas. Los gusanos adultos viven en la luz
del intestino. Las hembras maduras de Ascaris producen hasta 200.000 huevos al día,
que se eliminan con las heces, son muy resistentes al medio ambiente y se tornan
infecciosos a las pocas semanas de su maduración en el suelo. Cuando el huevo
infeccioso es transmitido por la vía fecal-oral, se rompe en el intestino, libera larvas que
invaden la mucosa y emigran por la circulación hasta los pulmones, perforan el alveolo,
ascienden por el árbol bronquial y vuelven a ser deglutidos al intestino delgado, donde
maduran hasta el gusano adulto. Este parásito se encuentra extensamente distribuido
en los climas tropicales y subtropicales.
15
El contagio ocurre típicamente a través de los suelos contaminados por las
heces, como consecuencia de la falta de instalaciones sanitarias o por el uso de
estiércol humano como fertilizante. La infección fuera de las zonas endémicas, aunque
rara, puede ocurrir a través de los huevos que contaminan a los vegetales. Durante la
fase pulmonar de migración de la larva, aproximadamente 9-12 días después de la
ingestión del huevo, los pacientes experimentan una tos irritativa no productiva y una
sensación de ardor retroesternal, que se agrava con la tos y la inspiración profunda. La
eosinofilia ocurre en esta etapa sintomática y remite lentamente a lo largo de varias
semanas. Las infecciones de las formas maduras del gusano adulto que afectan al
intestino delgado suelen ser asintomáticas. Los gusanos solitarios producen
enfermedad cuando emigran hacia lugares aberrantes. Pueden dar lugar a cólicos
biliares, colecistitis, colangitis y pancreatitis.

La mayoría de los casos de ascariasis se diagnostica mediante el examen de las


heces para la detección al microscopio de los huevos mamelados característicos de
Ascaris en las muestras fecales. La eosinofilia, prominente en la fase precoz, suele
disminuir hasta valores mínimos una vez establecida la infección. En alguna ocasión se
pueden observar estos parásitos mediante un tránsito intestinal con bario. Los gusanos
pancreatobiliares se detectan mediante ecografía y colangiopancreatografía retrógrada
endoscópica; este método también se ha utilizado para extraer los gusanos biliares de
Ascaris.

Enterobiasis (oxiuros): esta parasitosis es más frecuente en los países con clima
templado que en el trópico. Ciclo vital y epidemiología Los gusanos adultos miden
aproximadamente 1 cm de longitud y se desarrollan en la luz intestinal. La hembra
grávida emigra por la noche hasta la región perianal y libera hasta 10.000 huevos
inmaduros. Estos huevos se convierten en formas infecciosas al cabo de unas horas y
se transmiten desde la mano a la boca. Las larvas se ropen y maduran totalmente
dentro del intestino. La autoinfección ocurre por el rascado perianal y el transporte de
los huevos infecciosos con las manos o debajo de las uñas hasta la boca. Debido a la
facilidad para la transmisión de una persona a otra, las infecciones por oxiuros son
frecuentes entre los miembros la misma familia. La mayoría de las infecciones por
oxiuros son asintomáticas.
16
El prurito perianal constituye el síntoma cardinal. Éste empeora por la noche
debido a la migración nocturna de las hembras y a veces provoca escoriaciones y
sobreinfecciones bacterianas por el rascado. La eosinofilia y el aumento de los niveles
séricos de IgE ocurren raramente. En general, los huevos de oxiuro no suelen liberarse
al intestino y el diagnóstico no se puede establecer examinando las heces. Sin
embargo, los huevos depositados en la región perianal se reconocen aplicando una
cinta transparente de acetato de celulosa por la mañana sobre dicha región. Si se lleva
la cinta adhesiva a un portaobjetos de microscopio se aprecian los característicos
huevos de oxiuro ovalados con un examen a bajo aumento.

Amebiasis intestinal: la amebiasis es una infección producida por el protozoo


intestinal Entamoeba histolytica. Tiene gran prevalencia en regiones tropicales. Aunque
en nuestro país es excepcional, se observa con frecuencia en enfermos emigrantes o
viajeros, tanto adultos como niños que provienen de países en donde la amebiasis es
endémica. Existen siete especies diferentes de amebas que pueden parasitar la boca y
el tracto intestinal humano. De ellas, sólo algunas cepas son patógenas y se
encuentran en el colon del hombre en dos formas: el trofozoíto o forma móvil, que es la
forma invasiva, y el quiste, que es la forma infectante. Los trofozoítos habitan en la luz,
en la pared o en ambos lugares del colon. Se multiplican por fisión binaria, crecen mejor
en condiciones anaerobias y necesitan la presencia de bacterias o sustratos tisulares
para su nutrición.

Ante la presencia de diarrea los trofozoítos salen en el contenido fecal,


frecuentemente con eritrocitos fagocitados, signo patognomónico de amebiasis. Cuando
no existe diarrea, los trofozoítos suelen enquistarse antes de abandonar el intestino y
se rodean de una pared muy resistente a los cambios ambientales, a las
concentraciones de cloro en el agua potable y a la acidez gástrica. Los quistes maduros
al ser ingeridos por un nuevo hospedador repiten el ciclo. Como los trofozoítos mueren
rápidamente fuera del intestino, no tienen importancia en la diseminación de la
infección. La forma infectante es el quiste, ya que es capaz de resistir la cloración del
agua y las condiciones ambientales. Los quistes se eliminan del agua por filtración y se
destruyen por cocción. La expulsión asintomática de quistes es lo que origina las
17
nuevas infecciones; un portador crónico puede llegar a excretar hasta 15 millones de
quistes al día.

La transmisión de la infección puede ocurrir por varios mecanismos. La


transmisión fecal-oral está favorecida por condiciones sanitarias deficientes. La
enfermedad puede transmitirse de forma indirecta a través de la ingestión de agua para
beber y alimentos contaminados. En el portador asintomático el parásito reside en la luz
intestinal como comensal sin causar lesión en los tejidos. Su importancia es, pues,
epidemiológica, ya que elimina quistes en las deposiciones y transmite así la infección.
En los sujetos sintomáticos la clínica aparece tras un período de incubación que varía;
la media es de dos a cuatro semanas. El parásito puede producir lesiones
ulceronecróticas en recto y sigma que se manifiestan como un cuadro, de comienzo
agudo, de deposiciones mucosanguinolenta en número de siete a diez diarias. La
diarrea se acompaña de dolor en hemiabdomen inferior o fosa ilíaca izquierda. Puede
aparecer fiebre acompañada de mal estado general.

El diagnóstico precoz de la amebiasis es importante, ya que el tratamiento es


muy efectivo. En la fase aguda es fundamental distinguirla de otros procesos como la
colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn, ya que el uso de corticoides en la amebiasis,
equivocadamente, puede ser letal. El diagnóstico se establece por el examen en fresco
de las heces. Este examen establece el diagnóstico en las formas sintomáticas en el
90% de los casos al identificar trofozoítos. El hallazgo de trofozoítos con eritrocitos
fagocitados indica invasión de la pared intestinal y confirma una amebiasis aguda
invasora. Existen otros medios especiales para identificar trofozoítos mediante cultivos,
así como técnicas de identificación rápida, como la inmunofluorescencia y la
inmunoabsorción por enzimas para detectar antígenos fecales de trofozoítos. Antes de
iniciar tratamiento debe practicarse un examen endoscópico de sigma. Con esta técnica
se pueden observar las úlceras características, crateriformes, pequeñas, planas,
superficiales, con bordes mal definidos y cubiertas por un exudado amarillento. La
mucosa entre las lesiones es normal en contraste con la colitis ulcerosa.

Entre las consecuencias de padecer parasitosis intestinal se encuentran la


anemia, principalmente porque esos parásitos se localizan en ciertas porciones del
intestino donde provocan pequeños sangrados que muchas veces no se ven, con la
18
pérdida de hierro y otros nutrientes. También se presenta diarrea y retardo en el
crecimiento. La presencia de anemia infantil en países desarrollados oscila entre 1 y
8%. Estos números pueden ser mayores en algunos grupos socioeconómicos, por
ejemplo, en países de bajo ingreso per cápita, la prevalencia de anemia en niños puede
superar el 80%3,4,5,6,7.

La anemia es una enfermedad hemática que es debida a una alteración de la


composición sanguínea y determinada por una disminución de la masa eritrocitaria que
condiciona una concentración baja de hemoglobina. Rara vez se registra en forma
independiente una deficiencia de uno solo de estos factores. La anemia es una
definición de laboratorio que entraña un recuento bajo de eritrocitos y un nivel de
hemoglobina o hematocrito menor de lo normal. La Organización Mundial de la Salud
(OMS) estima que al menos la mitad de todas las anemias se deben a deficiencia de
hierro. Otras causas a considerar son otras deficiencias nutricionales (vitamina B12, B6,
vitamina A, riboflavina y ácido fólico), enfermedades crónicas e inflamación, condiciones
que causen pérdidas o hemólisis (infecciones parasitarias como la malaria o
hemorragias) y hemoglobinopatías. En países en vías de desarrollo y sectores rurales,
debemos considerar la alta prevalencia de parásitos (ej. Giardia lamblia) que puede
manifestarse con anemia ferropriva que no resuelve con tratamiento8.

Con la finalidad de reducir la prevalencia de la anemia y minimizar su importancia


como factor de riesgo para el normal crecimiento y desarrollo del niño, se hace hincapié
en el hecho de que la detección precoz y el tratamiento adecuado de las parasitosis
intestinales, resultan de gran trascendencia9. Es por ello que con este estudio se
pretendió determinar la prevalencia de anemia causada por la presencia de parásitos
intestinales en niños de edad preescolar.
19
OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN

Objetivo general

Correlacionar la parasitosis y la anemia de los niños en edad preescolar


atendidos en el servicio de consulta externa del Hospital de Niños de Maracaibo.

Objetivos Específicos

- Identificar los factores de riesgo para parasitosis en niños es edad preescolar

- Describir el tipo de parasito encontrado en la población estudiada

- Relacionar la anemia con la parasitosis encontrada en niños en edad preescolar


20
MATERIALES Y MÉTODO

Estudio no experimental, prospectivo, descriptivo y correlacional, cuya población


estuvo constituida por 60 niños con edades comprendidas entre 2 y 5 años, de ambos
sexos, atendidos en la consulta externa del Hospital de Niños de Maracaibo, que
reúnan los siguientes criterios de selección.

Criterios de inclusión

− Signos clínicos de anemia (Palidez cutáneo mucosa, debilidad


generalizada, inapetencia)
− No infectados

Criterios de exclusión

− Pacientes con patología de base


− Anemia por causa demostrada, diferente a la estudiada

Los datos se recogieron en fichas diseñadas para tal fin, obteniéndose datos de
identificación, edad, sexo, procedencia. A cada representante se le interrogó sobre las
condiciones en que vive: hacinamiento, higiene, disposición de excretas, presencia de
agua potable. De igual manera al representante de cada niño se le explicó sobre las
ventajas y desventajas de la investigación y se le solicitó por escrito su consentimiento
para la participación del niño en el estudio.

A cada paciente se le tomó una muestra de sangre (3cc) para la determinación


de hematología completa y se le indicó la recolección de muestra de heces seriadas y
por concentración para realizar examen copro – parasitológico en cada caso, para
determinar la presencia de parásitos y su posible relación con anemia.

Determinación de hemoglobina y hematocrito

La hemoglobina (Hb) y el hematocrito (Hto), fueron medidos en un contador


hematológico electrónico automatizado marca Sysmex K-800. La evaluación del perfil
hematológico se realizó según las recomendaciones de la OMS, considerándose como
21
anemia en niños menores de 6 años Hb < 11 gr/dl y hematocrito < 33%; niños de 6
años Hb < 12gr/dl y Hto < 36%21.

Exámenes de heces

A todos los pacientes se les solicitaron tres muestras de heces frescas, la


cuales se analizaron para la detección de formas evolutivas parasitarias, mediante
examen coproparasitológico directo con solución salina al 0.85% y lugol, así como
mediante la técnica de concentración de Ritchie (formol-éter)22.

Los datos obtenidos fueron registrados en tablas y gráficos con valores


absolutos, porcentajes, promedios y desviación estándar.
22
RESULTADOS

Se procesaron un total de 60 muestras de heces y de hematología completa para


determinar los parásitos mas frecuentemente asociados a anemia en preescolares.

Tabla 1
Edad de los pacientes

Edad (años) N° %
2–3 23 38,33
3,1 – 4 16 26,67
4,1 – 5 21 35,00
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos.

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

En la tabla 1 y gráfico 1, se observa la distribución según edad de los pacientes


donde el 38,33%(23) de preescolares con edades entre 2 – 3 años fueron los más
frecuentes seguido de 35,00%(21) en el grupo de 4,1 – 5años y de 26,67% (16) el
grupo de 3,1 – 4años.
23

Tabla 2
Distribución según el sexo

Sexo N° %
Masculino 38 63,33
Femenino 22 36,67
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

La tabla 2 y gráfico 2, en relación al sexo el 63,33%(38) correspondieron al sexo


masculino y el 36,67%(22) al femenino.
24

Tabla 3
Distribución según procedencia

Procedencia N° %
Área urbana 47 78,33
Área rural 13 21,67
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

En la tabla 3 y gráfico 3, según la procedencia el 78,33%(49) pertenecían a


áreas urbanas y el 21,67%(25) a zonas rurales.
25

Tabla 4
Factores de riesgo: hacinamiento

Hacinamiento N° %
Si 51 85,00
No 9 15,00
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

La tabla 4 y gráfico 4, dentro de los factores de riesgo se encuentra el


hacinamiento, encontrando que el 85%(51) viven en hacinamiento mientras que el
15%(9) no.
26

Tabla 5
Factores de riesgo: condiciones higiénicas

Condiciones higiénicas N° %
Optimas 19 31,67
Sub – optimas 36 60,00
Precarias 5 8,33
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

La tabla 5 y gráfico 5, muestra las condiciones higiénicas en las cuales viven los
pacientes las cuales eran optimas en el 31,67%(19) de los casos, sub-optimas en el
60% (36) y precarias en el 8,33%(5).
27

Tabla 6
Factores de riesgo: disposición de excretas

Disposición de excretas N° %
Buenas 17 28,33
Regular 29 48,33
Mala 14 23,34
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

La tabla 6 y gráfico 6, se evidencia la disposición de excretas encontrando que


en un 28,33%(17) de los niños son buenas, el 48,33%(29) es regular y en el
23,34%(14) de los casos es mala.
28

Tabla 7
Factores de riesgo: agua potable

Agua potable N° %
Si 47 78,33
No 13 21,67
Total 106 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

La tabla 7 y gráfico 7, representa la disponibilidad de agua potable encontrando


que el 78,33%(47) tiene agua potable mientras que el 21,67%(13) no tiene
disponibilidad de esta.
29

Tabla 8
Examen Coproparasitológico directo

Coproparasitológico N° %
Blastocystis homini 12 20,00
Entamoeba histolytica 18 30,00
Giardia lamblia 14 23,33
Endolimax nana 9 15,00
Ascaris lumbricoide 7 11,67
Total 60 100,00
Fuente: Instrumento de recolección de datos

Fuente: Instrumento de recolección de datos.

La tabla 8 y gráfico 8, refleja los resultados obtenidos del examen de heces


realizado, los cuales reportaron: Blastocystis homini 20%(12), Entamoeba histolytica
30%(18), Giardia lamblia 23,33%(14), Endolimax nana 15%(9) y Ascaris lumbricoide
11,67%(7) de los casos.
30

Tabla 9
Hematología realizada a los pacientes

Hematología Hemoglobina Hematocrito Eosinofilos (%)


Promedio 8,7 29,8 5,6
Desviación
1,5 5,3 3,0
Estándar
Mínimo 3,2 9,9 1,8
Máximo 10,7 38 12
Fuente: Instrumento de recolección de datos

La tabla 9, representa las cifras de hematología completa presentes en la


población estudiada encontrando niveles de hemoglobina de 8,7 + 1,5 gr con cifras
mínimas de 3,2gr y máximas de 10,7 gr; el hematocrito fue de 29,8 + 5,3 % con mínimo
de 9,9% y máximo de 38%; y valores de eosinofilos de 5,6 + 3,0%, con mínimo de 1,8%
y máximo de 12%.

Tabla 10
Relación entre valores de hemoglobina y hematocrito y el agente etiológico
identificado

Coproparasitológico Hemoglobina (gr) Hematocrito (%)


Blastocystis homini 9,12 + 0,40 31,47 + 4,38
Entamoeba histolytica 8,05 + 1,60 28,10 + 5,96
Giardia lamblia 8,14 + 1,05 29,10 + 4,86
Endolimax nana 10,30 + 0,35 33,70 + 2,47
Ascaris lumbricoide 8,38 + 1,36 28,73 + 5,26
Fuente: Instrumento de recolección de datos
Chi2: p<0,05

En la tabla 10, se establece la relación entre los niveles de hemoglobina y


hematocrito encontrados con el agente etiológico identificado, se puede apreciar que
cifras más bajas de hemoglobina y hematocrito se observan principalmente en la
infestación por Entamoeba histolytica, Giardia lamblia y Ascaris lumbricoide; de igual
manera se aprecian niveles por debajo de lo normal en pacientes afectados por
Blastocystis homini, encontrando relación estadística significativa entre parasitosis y la
presencia de anemia (p<0,05).
31
TABLA 11

RELACION ENTRE VALORES DE EOSINOFILOS Y EL AGENTE ETIOLOGICO


IDENTIFICADO

Coproparasitologico Eosinofilos %

Blastocystis homini 1%
Entamoeba histolytica 2%
Giardia lamblia 1%
Endolimax nana 1%
Ascaris lumbricoide 4%

Fuente: Instrumento de recolección de datos


Chi2: p<0,05

TABLA 11, Relación entre los valores de eosinofilos y el agente etiológico identificado,
se puede apreciar que las cifras más bajas de eosinofilos se encontraron en
Blastocystis Homini y Giardia Lamblia, seguidos por Entamoeba Histolytica y
Endolimax Nana y se encontró relación estadística significativa entre parasitosis por
Ascaris Lumbricoides y la presencia de Eosinofilia (p<0,05).
32

DISCUSIÓN

En la realización del presente estudio se observó que la edad promedio de la


población estudiada fue de 3,5 + 1,4 años, con predominio del sexo masculino. Se debe
resaltar que la mayoría de los pacientes que consultan al hospital son procedentes de
áreas urbanas pero de estratos sociales bajos en los cuales las condiciones
socioeconómicas y de higiene no son las más idóneas. Otro de los aspectos resaltantes
de este estudio fueron las condiciones de la vivienda, el hacinamiento, mala disposición
de excretas, disponibilidad de agua y la falta de aseo o lavado de manos después de
atender al niño o después de ir al baño, esto último demuestra la falta de educación de
las madres o cuidadoras. Ríos y col.10 y Cermeño y col.11, describen características
similares.

Devera y col.12, han demostrado que la parasitosis intestinal es uno de los


principales agentes etiológicos causantes de diarrea en niños menores de 5 años en
países en vías de desarrollo, observando una prevalencia del Blastocystis hominis y
Giardia lamblia. Cermeño y col.11, en un estudio realizado en Ciudad Bolívar sobre
etiología de la diarrea, también reportan como principales agentes parasitarios el
Blastocistis hominis y la Giardia lamblia. Rincón y col.13, reportan prevalencia de
protozoarios sobre los helmintos en la etiología de diarrea, siendo el Blastocystis
hominis y el complejo E. histolitica / E. dispar como principales agentes, seguidos de
helmintos como el Ascaris lumbricoide. En el estudio de Ríos y col.10, predominaron los
protozoarios sobre los helmintos, siendo la G. lamblia, el Crystosporidium ssp. y el B.
hominis los más frecuentemente encontrados. El Crystosporidium, causante de diarrea
aguda, se observa con mayor frecuencia en pacientes inmunocomprometidos, como los
desnutridos14. La presencia de de parásitos fue evidente en los niños estudiados
predominando la presencia de protozoarios, como la Giardia lamblia y la Entamoeba
histolytica y el Blastocystis homini, dentro de los helmintos solo se encontraron casos
de Ascaris lumbricoide, resultados similares a los descritos por otros autores. En
nuestros resultados no se presentaron casos de Crystosporidium a pesar de ser
reportado por otros autores.
33

En este estudio se evidencia la presencia de anemia, representada por niveles


bajos de hemoglobina y hematocrito encontrados en los pacientes estudiados, donde se
podría establecer la relación entre estos hallazgos y la presencia de parasitosis, aunque
se debe tener en cuenta la presencia de desnutrición en algunos de estos pacientes,
así como el tipo de alimentación (harinas principalmente), factores que contribuyen al
déficit de hemoglobina en los mismos. Gutiérrez y col.15, determinaron la frecuencia de
helmintiasis intestinal y su asociación con desnutrición y deficiencia de hierro en 243
niños con una edad promedio de 5,4 ± 0,7 años, encontrando que el 60,9% y el 2,5%
de los niños presentaron disminución de la ferritina y anemia respectivamente. El 16%
mostró trichuriasis, el 6,9% ascaridiasis y el 5,3% ambas. Revollo y col.16, llevaron a
cabo un estudio epidemiológico que consistió en realizar un examen
coproparasitológico a una muestra elegida al azar. De las 277 muestras obtenidas, se
evidenció la presencia de parasitosis intestinal en 61% de los niños, siendo las
parasitosis más frecuentes E. histolytica, H. nana y G. lamblia, encontrando una
prevalencia baja de parasitosis que cursan con anemia. Quizhpey col.17, determinaron
la prevalencia de anemia en 626 niños. Se recogieron los datos demográficos y
antropométricos (peso y talla); se determinaron los valores de hemoglobina y de
protoporfirina eritrocitaria, y se analizaron muestras de heces en busca de infestación
por parásitos. La prevalencia general de anemia fue de 16,6% y de los escolares
afectados 75,5% tenían anemia por déficit de hierro. La prevalencia de desnutrición
crónica moderada fue de 28,8% y la de desnutrición crónica grave de 9,3%. Las
infecciones parasitarias fueron muy frecuentes (82,0%). Los parásitos más comunes
fueron Entamoeba coli (30,3%) y Ascaris lumbricoides (25,0%).

Estudios realizados por Baron y col.18, demuestran también la presencia anemia


en preescolares y la prevalencia de parasitosis intestinal, siendo Blastocystis hominis,
Entamoeba coli y Giardia lamblia, las especies más frecuentes, resultados similares a
los encontrados por nosotros en este estudio. Se hace evidente el problema de salud
publica existente con relación a la anemia y a la alta prevalencia de parasitosis
intestinal, reflejo de las pobres condiciones sanitarias y socioeconómicas de las familias
estudiadas.
34

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

- Es alta la presencia de parasitosis en la edad preescolar y esta se asociada


generalmente desnutrición y a malas condiciones socioeconómicas y sanitarias.

- Los parásitos causantes de enfermedad diarreica en la población estudiada fueron


principalmente protozoarios como la Giardia lamblia, la Entamoeba Coli y
Blastocystis homini. el único helminto hallado en este estudio fue el Ascaris
lumbricoide.

- Todos los pacientes presentaron cifras bajas de hemoglobina y hematocrito, lo cual


evidencia la asociación entre parasitosis intestinal y anemia, sin embargo se deben
considerar las condiciones económicas, lo cual contribuye también a la presencia
de anemia.

- Se hace necesario realizar una intervención educativa nutricional y para la salud


como estrategia fundamental para disminuir la prevalencia de anemia y parasitosis
intestinal.

- Al analizar todos los resultados se pudo evidenciar la elevada prevalencia de


parásitos intestinales en la población infantil estudiada, por lo que es importante
darle a sus representantes o tutores educación sanitaria, acerca de cómo prevenir
las infecciones y por ende las reinfecciones.

- Educar a la población general con relación a la higiene personal, empezando por la


eliminación de las heces en lugares adecuados.

- Enseñar al niño a lavarse las manos después de jugar con tierra o arena, después
de ir al baño y antes de ingerir alimentos. Es importante lavar bien las uñas, donde
pueden refugiarse los parásitos.
35
- Supervisión continua de las organizaciones de salud pública a las personas que
preparan alimentos en lugares públicos, así como la limpieza general de los locales

- Realizar exámenes coprológicos a todos los integrantes del círculo familiar al que
pertenezca el individuo afectado y tomar antiparasitarios periódicamente, de
acuerdo a lo señalado por el especialista.
36

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PARASITOSIS Y ANEMIA EN NIÑOS EN EDAD PREESCOLAR

Proyecto de Investigación para optar al Titulo de Especialista en Pediatría

INSTRUMENTO DE RECOLECCION DE DATOS

Sección 1: Características epidemiológicas

Nº _________
Nombre: _________________________________________________________
Edad: ______________

Procedencia: Rural … Urbana …

Sección 2: Factores de riesgo

Hacinamiento: Si … No …
Condiciones higiénicas. Optimas … Sub-optimas … Precarias …
Disposición de excretas: Buenas … Regulares … Malas …
Agua potable: Si … No …
Otros:_______________________________________________________________

Sección 3: Exámenes de laboratorio

Hemoglobina:__________________
Hematocrito:___________________

Heces directo:__________________________________________________________

Heces concentración:____________________________________________________

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