Академический Документы
Профессиональный Документы
Культура Документы
—¡Te las verás conmigo, tonto dragón! —gritaba el príncipe, aunque nadie
lo escuchaba. Y mientras cabalgaba, entonaba una canción para darse
valor:
2
—¡No debiste meterte con mi amada, tonto dragón! —gritó de nuevo el
príncipe, olvidó su canción y cabalgó más rápido.
—Si el zapato te entra te casarás conmigo —le dijo a la princesa con una
sonrisa.
3
“¡Oh, no!”, pensó el príncipe, aterrado. “El dragón ha terminado con
todos. Temo por la vida de mi amada”. Y desenfundando la espada,
cabalgó hacia la cima de la colina a toda velocidad.
4
—¿Qué hacés acá, salame?
****************
Tiempo después el virus pasó, la gente volvió a salir a las calles, la vida
retomó su ritmo. Pero el príncipe Fredesvindo todavía sentía vergüenza
por el papelón que había hecho con la princesa Gelsumina. Permanecía
encerrado en sus aposentos, triste y sin ganas de nada. Hasta que alguien
golpeó a su puerta. ¡Era la princesa!
—Vine para que me expliques eso que me dijiste la última vez de que yo
era tu amada. ¿Me invitás un té?
5
Si querés comunicarte con el autor:
www.fernandodevedia.com
Instagram: @fernandodevedia
Facebook: www.facebook.com/fernandodevedia