INTRODUCCIÓN

Los nuevos planteamientos curriculares hacen énfasis en el desarrollo de

competencias para la vida, las cuales están consideradas como el conjunto de
saberes, habilidades actitudes y valores que le garantizan a los estudiantes la
oportunidad de resolver correctamente la diversidad de problemáticas que se les
presenten. Para logar la formación de alumnos competentes capaces de aplicar
sus conocimientos correctamente en las diferentes situaciones de su vida se
requiere de un profundo cambio en la práctica docente que los maestros
desarrollan cotidianamente en las aulas. Es por ello que a raíz de las
modificaciones curriculares que se establecen en las reformas educativas, se
propone una serie de competencias profesionales que garantizan el desarrollo de
una práctica docente efectiva que contribuya al desarrollo de los aprendizajes de
los alumnos.

En el presente ensayo se realiza un análisis detallado del perfil profesional

docente que exige el nuevo currículo para lograr el alcance de los objetivos y
metas establecidas, además se agregan juicios personales, experiencias docentes
e inclusive algunas sugerencias para mejorar la implementación de las
modificaciones curriculares en pro de los aprendizajes de los alumnos mexicanos
considerando las particularidades de los diferentes contextos.

La organización del trabajo consta de una introducción en la que se explica de

manera general el objetivo del presente ensayo, en el desarrollo se incluye una
explicación a grandes rasgos sobre las características del contexto actual y el
origen de las reformas que determinan el perfil docente basado en competencias,
algunas ideas del acuerdo 649 en el que se definen las competencias que les
permiten a los profesores ejercer una práctica educativa de calidad y finalmente se
agrega una conclusión general del tema para emitir opiniones a favor o en contra
de las competencias profesionales que se proponen como indispensables para el
ejercicio de una práctica educativa de calidad que aporte positivamente al
desarrollo de los aprendizajes esperados de los alumnos.
DESARROLLO

La sociedad actual se encuentra inmersa en un proceso de evolución constante en

el que la tecnología y las diferentes modificaciones políticas, económicas y
culturales que surgen ante la realidad social a la que se enfrentan diariamente las
personas, exigen que la educación se reformule constantemente para otorgarle a
los alumnos las competencias cognitivas, actitudinales y procedimentales para
garantizarles la oportunidad de desenvolverse como ciudadanos responsables con
la capacidad de aportar positivamente al mejoramiento de las problemáticas
existentes en su entorno.

Conforme surgen los cambios sociales el sistema educativo debe ser también
reestructurado para atender las necesidades formativas de los alumnos que se
atiendan, sin embargo, las reformas en el ámbito educativo no se pueden
implementar en un periodo de tiempo corto porque los planteamientos curriculares
no pueden ser improvisados, requieren de un exhaustivo proceso de análisis de la
realidad, diseño curricular, modificación de planes y programas e implementación
de las acciones propuestas.

Por lo tanto resulta sumamente complicado que los cambios educativos se

generen a la par de los cambios que surgen en el contexto social, cuando se crea
una reforma educativa se analizan las problemáticas que se han presentado
durante varios años atrás para determinar el origen de la situación actual y realizar
una hipótesis de las posibles consecuencias futuras que permita el diseño e
implementación de estrategias de acción que evitarán que las problemáticas
identificadas se agraven más logrando una mejoría de la realidad social mediante
la formación de alumnos mejor preparados capaces de contribuir a la
rehabilitación de los ámbitos sociales que requieren mayor atención.

Los cambios sociales y las modificaciones curriculares que se presentan exigen a

su vez un perfeccionamiento del estilo docente y una transformación de la
metodología pedagógica que se utiliza para desarrollar los aprendizajes en los
alumnos porque no se puede educar a alumnos del siglo XXI cuyo contexto real se
encuentra rodeado de tecnología, fuentes de información y medios de
comunicación de la misma manera como se enseñó a niños de hace más de 10
años quienes su única fuente de investigación eran los libros, poseían una
cosmovisión limitada a su contexto y carecían de medios de comunicación que
facilitaran la interacción entre personas de diferentes lugares del mundo.

La necesidad de cambiar la práctica docente para atender correctamente las

demandas educativas de los alumnos determina el perfil docente con el que todos
los profesores deberán cumplir para garantizarle una educación de calidad que
aporte positivamente a la formación de ciudadanos competentes capaces de
enfrentar y resolver de manera óptima la diversidad de problemáticas que se les
presenten.

La Secretaría de Educación Pública se encarga de definir, estructurar y vigilar la

implementación de las propuestas curriculares, por lo tanto, esta organización
determina los rasgos del perfil docente que caracterizará la enseñanza de todos
los maestros para mejorar su desempeño.

El docente debe ser capaz de planificar lo que va a ser enseñado y evaluado, así
como seleccionar y diseñar estrategias de enseñanza, actividades para todos los
tipos de aprendizaje y utilizar diferentes materiales, que promuevan el
pensamiento crítico y científico; todos los rasgos anteriormente mencionados se
reflejan en un perfil basado en competencias.

La Reforma Integral para la Educación Básica exige un cambio en el rol docente

para dejar atrás las prácticas tradicionalistas de enseñanza comprendiendo que la
educación es un proceso que debe ser flexible para estar sujeto a las
modificaciones que se consideren necesarias en función de las diversas
transformaciones sociales que surjan en el contexto donde se desenvuelven
cotidianamente los estudiantes como consecuencia de la evolución tecnológica e
ideológica.

El primer paso para el desarrollo de un perfil docente basado en competencias

consiste en identificar cuáles son las áreas en las que se necesita cambiar para
atender correctamente las exigencias educativas y dirigir la acción formativa hacia
el alcance de un mejor futuro para los alumnos y el sistema educativo en general,
el autor Philippe Perrenoud propone 10 competencias profesionales que todos los
docentes requieren y que se encuentran inmersas en los principios pedagógicos
del Plan 2011 estableciendo las condiciones esenciales para la implementación
del currículo.

Las competencias profesionales que propone Perrenoud para el correcto ejercicio

de la práctica docente poseen una amplia relación con los diferentes ejes de
renovación que propone la reforma educativa, hacen énfasis en el desarrollo de
situaciones de aprendizaje, profesionalización constante, trabajo colaborativo,
profesionalismo laboral e integración de los recursos tecnológicos que se tienen al
alcance para fortalecer la tarea educativa fortaleciendo el máximo logro de los
aprendizajes esperados.

Existen varios autores que han realizado estudios relacionados con las
competencias profesionales que garantizan la impartición de una educación de
calidad, Philippe Perrenoud es uno de los más reconocidos en este campo de
estudio, también Laura Frade y Zabalza han realizado propuestas académicas que
abordan este tema, sin embargo, al realizar un análisis de los trabajos de los
diferentes autores se identificó una gran relación entre las competencias que
propone cada autor porque contienen sugerencias en cuanto: habilidades de
gestión, capacidades culturales y contextuales, capacidades comunicativas,
capacidades sociales, capacidades meta cognitivas, capacidades tecnológicas y
características de investigación. Por lo tanto, al hablar de competencias
profesionales independientemente del autor que las aborde, las ideas centrales
serán siempre similares y estarán encaminadas hacia el logro de los mismos
objetivos.

Los maestros son los principales encargados de llevar a cabo las propuestas
curriculares, es por ello que en su profesionalización radican las posibilidades de
éxito o fracaso de las reformas educativas y es de vital importancia definir las
características esenciales del perfil docente que aportará positivamente al
aprendizaje de los estudiantes. Si los profesores están correctamente preparados
y poseen las competencias profesionales indispensables para el ejercicio de la
labor formativa, los alumnos contarán con mayores posibilidades de éxito porque
recibirán una enseñanza de mayor calidad que les permitirá desarrollar sus
conocimientos, habilidades, valores y actitudes, lo anterior se puede resumir en
que si se desea formar alumnos competentes primeramente es indispensable que
los profesores desarrollen las competencias profesionales establecidas en el perfil
docente.

El perfil docente que todos los maestros del país deben poseer está definido por la
Secretaría de Educación Pública y se encuentra inmerso en los principios
pedagógicos, la intencionalidad didáctica de las asignaturas, la planeación, la
evaluación y de manera general en todas las áreas académicas del proceso
educativo, por lo tanto el éxito de las reformas se basa principalmente en el
mejoramiento de las acciones de los maestros en las aulas y el desarrollo de
competencias profesionales para impartir las clases de manera correcta
contribuyendo al desarrollo de conocimientos, habilidades, actitudes y valores en
todos los estudiantes.

La inserción de las competencias profesionales en el perfil docente exige que la

formación inicial de los maestros se centre principalmente en el desarrollo de
dichas competencias, las escuelas Normales tienen como principal
responsabilidad atender los rasgos profesionales mediante el desarrollo de
actividades, el análisis de información, la puesta en práctica de habilidades y el
intercambio de sentimientos y opiniones de manera que les brinden la oportunidad
de tener un mejor desempeño laboral.

De acuerdo con el autor Perrenoud se dice que las competencias son adquiridas
mediante la práctica constante, pero al momento de dejar de implementarlas
constantemente dentro de la labor docente pueden ser olvidadas o se ven
afectadas, en palabras del autor “una competencia debe ser conservada mediante
su ejercicio regular”. Como se explicó anteriormente las competencias
profesionales se encuentran implícitas en los principios pedagógicos y los
diferentes ámbitos de la tarea educativa, los docentes debemos realizar una
evaluación constante de su práctica para identificar las áreas de oportunidad que
se poseen para posteriormente implementar acciones de profesionalización para
fortalecer la calidad del servicio educativo que se le proporciona a los estudiantes.

Las competencias profesionales de los maestros se hacen presentes durante todo

el proceso formativo, las diferentes evaluaciones a las que se someten los
profesores deben estar fundamentadas en las propuestas de cada competencia, el
ingreso y la promoción de los educadores gira en torno a los conocimientos,
habilidades, actitudes y valores que conforman las competencias profesionales del
perfil docente creado por la Secretaria de Educación.

Todas las acciones de mejoramiento que se desarrollen deberán atender los

rasgos del perfil y las competencias, es necesario que el profesorado comprenda
que el conjunto de características que conforman la expectativa docente en ningún
momento se verán concretadas porque conforme se presentan los cambios
sociales, las necesidades formativas de los alumnos varían y el ideal de maestro
que se necesita también es reformulado. De manera que un maestro en ninguna
etapa de su carrera laboral logra alcanzar un punto cúspide respecto al desarrollo
de competencias profesionales, pues estas se deberán desarrollar, fortalecer y
replantear conforme al paso de los años, en función de las innovaciones
tecnológicas y los cambios sociales característicos de cada época.

Lograr un desempeño profesional y laboral respecto a las competencias

profesionales exige un proceso continuo de capacitación, innovación, evaluación y
revalorización del quehacer en las aulas, para lo cual se necesita que los docentes
adquieran un profundo compromiso personal para el mejoramiento constante y por
otra parte las autoridades educativas deben poner al alcance de todos los
profesores las oportunidades de acceso a los diferentes medios de
profesionalización constante como cursos y talleres.

Es indispensable que cada maestro comprenda que el mejoramiento de sus

competencias profesionales y por ende de su desempeño en el aula es una tarea
que le corresponde principalmente a ellos mismos, si las autoridades educativas
exigen la capacitación constante no se logará la obtención de buenos resultados,
lo ideal es que este compromiso nazca de los mismos maestros, teniendo como
referente una evaluación exhaustiva del desempeño laboral que se ha reflejado y
los niveles de rendimiento académico de los alumnos que se atienden. De esta
manera cada profesor podrá detectar las áreas en las que necesita mayor
atención para implementar una serie de acciones y estrategias dirigidas al
perfeccionamiento profesional.

Al hablar del concepto de competencias profesionales es correcto entender que un

maestro que posee amplios niveles de conocimiento no necesariamente es un
docente competente, porque una competencia va más allá de la simple
acumulación teórica sino que exige habilidades, actitudes y valores que permitan
aplicar lo aprendido dentro del contexto laboral en el que se desenvuelven
cotidianamente para atender las diversas problemáticas que surjan durante el
ejercicio de la tarea educativa.

La práctica docente permite relacionarse y desenvolverse correctamente dentro

del contexto en el que se estará inmerso durante toda la carrera profesional, a
través de las diversas actividades que se desarrollan cotidianamente al interior de
las aulas se fortalecen y desarrollan las competencias que permiten desempeñar
una mejor labor educativa. De acuerdo con lo anterior se puede decir que “la
práctica hace al maestro”, los errores que surjan mediante el ejercicio de la tarea
educacional no deben verse como un principio de desánimo sino que se debe
tener la capacidad para comprenderlos como una oportunidad de mejora
constante para crear un proyecto de mejora profesional que ponga como prioridad
lograr un óptimo desarrollo integral de los alumnos que se atienden.

El desarrollo inicial de las competencias profesionales características de todos los

maestros del país se desarrolla en las Normales que son instituciones destinadas
a la formación de profesores y se centra en el logro del perfil de egreso de la
educación normal, el cual además de cierto nivel de conocimientos académicos,
exige que los estudiantes normalistas cuenten con nueve competencias
profesionales que le permitirán al egresado atender situaciones, resolver
problemas del contexto escolar; colaborar activamente en su entorno educativo y
en la organización del trabajo institucional con el fin de desempeñar la labor
docente para contribuir al aprendizaje significativo de los alumnos.

El concepto de competencia profesional en el contexto educativo según el acuerdo

649 establece que las competencias expresan desempeños que deben demostrar
los futuros docentes de educación básica, tienen un carácter específico y se
forman al integrar conocimientos, habilidades, actitudes y valores necesarios para
ejercer la profesión docente y desarrollar prácticas en escenarios reales. Con las
definiciones y planteamientos de este acuerdo se identifica la relación y
concordancia que existe entre las ideas principales de cada documento, estudio o
investigación que abordan el concepto de competencias profesionales, en todos
se puede destacar la misma intención: desarrollo de conocimientos, habilidades,
actitudes y valores que le garanticen a los maestros la oportunidad de
desempeñar su labor de la mejor manera posible y garantizando la obtención de
resultados favorables para los alumnos.

CONCLUSIÓN

Las competencias profesionales de los docentes deben ser comprendidas como

un elemento indispensable para el desarrollo de la tarea educativa, todos los
maestros deben centrar sus esfuerzos en el desarrollo y mejoramiento constante
dichas competencias porque gracias a ellas podrán ofrecerle a los alumnos una
educación de mayor calidad que aportará significativamente a su adaptación y
desenvolvimiento dentro del contexto social en que viven comprendiéndose como
individuos responsables y capaces de aportar positivamente para la solución de
las problemáticas existentes.

Establecer un perfil docente en el que se definan las competencias básicas que

todos los profesores deben tener para ejercer una enseñanza significativa es de
vital importancia porque tomando en cuenta sus planteamientos los maestros
pueden crear un proyecto de mejoramiento y profesionalización, de esta manera
se sabe qué áreas del desempeño laboral se deben evaluar y cuáles requieren de
mayor énfasis.
Desde una perspectiva personal considero que crear un perfil docente único para
todos los maestros del país más que favorable para el desarrollo de los
aprendizajes de todos los estudiantes, es hasta cierto grado un poco perjudicial
porque no otorga la flexibilidad para realizar ciertas adecuaciones que tomen en
cuenta las características particulares de cada uno de los diferentes contextos
educativos de México.

El desarrollo de las competencias no debe ser comprendido como algo que se

logrará durante unos meses o incluso en un año frente a grupo, esta acción se
debe entender como un proceso continuo que comienza durante la formación
inicial que se recibe en la Normal, se prolonga durante todo el tiempo que se
ejerza la labor educativa frente a grupo y no existe un punto máximo en el que se
posean todas las características o rasgos del perfil docente porque este se
modifica constantemente en función de los diferentes cambios sociales que surgen
con el paso del tiempo. Por lo tanto, los maestros nunca debemos dejar de
actualizarnos porque si lo hacemos nuestro desempeño laboral se verá afectado y
por ende también se perjudican los niveles de aprendizaje de los alumnos y esto
repercutirá negativamente en su vida futura como miembros de una sociedad.

Como maestros no debemos fanatizarnos ni comprometernos al cien por ciento

con una metodología didáctica aunque nos haya resultado de gran utilidad, porque
los alumnos que atendemos durante el ejercicio de nuestra labor formativa poseen
intereses, características y habilidades muy diferentes entre sí, por lo que aquello
que nos fue útil con un grupo de alumnos podrá no serlo con otro diferente y a
consecuencia de esto debemos reformular nuestra práctica para atender las
particularidades de cada grupo que se atienda. Homogenizar la enseñanza para
los niños de todas las escuelas es un gran error que desemboca en fracaso.

El desarrollo de las competencias docentes puede variar en función de las

características particulares de cada profesor, pues algunos poseen mayor
habilidad o conocimiento que otros, sin embargo, si se practica constantemente y
se adquiere un compromiso verdadero todos los maestros pueden desarrollar los
rasgos del perfil docente para ofertar una educación de calidad que contribuya
significativamente al desarrollo de los estudiantes.

Cada maestro debe crear su proyecto de profesionalización en función de las

áreas de oportunidad que identifique mediante un profundo análisis de desempeño
laboral y de los resultados de los alumnos que se atienden. El trayecto formativo
de capacitación y actualización de cada profesor es diferente aunque está
encaminado hacia el logro de los mismos objetivos y la concreción de los rasgos
del perfil docente establecido por la Secretaría de Educación.

La labor docente se enfoca principalmente en el logro de los aprendizajes

significativos en los alumnos, para lograrlo es necesario que se desarrollen las
competencias del perfil docente, por lo tanto, las competencias docentes son parte
fundamental dentro de la tarea educativa. Si enfocamos nuestra atención en el
desarrollo y perfeccionamiento de las competencias lograremos un desempeño
laboral efectivo, al establecer prioridades de formación y desarrollar estrategias de
mejora estamos contribuyendo favorablemente a la resolución de las
problemáticas sociales del país, el cambio está nuestras manos.