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Abono y Riego

Escrito por J.J.M.A.

Parto de la base de que los árboles están sanos y bien abonados la temporada anterior. Como
ya he comentado otras veces, mis mezclas debido a mis métodos de cultivo están formadas
exclusivamente de akadama y grava o volcánica, sin ningún aporte de otros tipos de materia.
También explicar que los tengo situados a la intemperie casi todo el año por lo que están
expuestos a las lluvias sean muchas o pocas. Sólo los protejo de mediados de Noviembre a
finales de Febrero en un invernadero frío, más por organización que por verdadera necesidad,
y por la época y la protección del invernadero casi no requieren riego.

Durante todo el tiempo en que me he dedicado al cultivo de árboles, siempre he regado con el
agua del grifo. El agua que sale de mi grifo no es agua de glaciares nórdicos, tiene su cloro,
sus sales, su cal en la proporción en que toca, vamos, que no es agua de osmosis ni mucho
menos. Pero la verdad sea dicha, es que excepto en verano, y no todos los veranos, con el
agua del grifo riego bastante poco. La mayor parte de los riegos a mis árboles los hace una
coleguita muy apañada llamada Madre Naturaleza. Así que el aporte de elementos extraños o
perjudiciales para el sustrato y la planta, es muy pequeño, y además, al llover tanto, el efecto
de lavado del sustrato es muy frecuente, por lo que la acumulación de sales es mínima.

Tengo una colección tanto de árboles como de plantones en distintas fases de formación
bastante amplia. Regando con regadera, y teniendo en cuenta que acostumbro a regar en dos
o tres pasadas, doy más viajes al deposito de agua de lluvia (también tengo uno) para llenar la
regadera que para regar como tal. ¿Porque no utilizo “casi” abonos químicos solubles en el
agua?. Por varias razones fundamentales.

1.Debido a las lluvias es prácticamente imposible mantener un plan de abonado que se pueda
llevar a cabo con un mínimo rigor. Si decido abonar cada diez, o cada quince días, y el abono
he de aportarlo mediante el agua de riego, se da el caso de que cuando toca abonar, está
lloviendo, por lo que no riego, con lo cual no abono, y he de esperar al momento propicio para
hacerlo (demasiado aleatorio).

2. Si he de preparar la mezcla en la regaderita, de cuatro litros, utilizo decenas de litros de


mezcla, con lo que supone de trabajo y de desperdicio de abono (muy laborioso y caro a 
larga).

3. Si para aprovechar la mezcla lo hago por inmersión, o colocando bandejas de recogida de


agua para reaprovecharla, tengo dos cosas en su contra. La panzada a mover árboles que he
de pegarme, cosa a la que no estoy dispuesto y la posibilidad de transmitir posibles
enfermedades de un árbol a otro mediante el agua, cosa que prefiero también evitar.

4. Al abonar mediante el riego con estos abonos, teniendo en cuenta que mis mezclas no
poseen nutrientes por si mismas y he de confiar este aporte de nutrientes al abonado, que la
acción de lavado (lixiviación) es muy alta, y que en mi opinión es mejor un abonado constante y
controlado que uno puntual y aleatorio, me hace desestimar este método.

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Abono y Riego

Escrito por J.J.M.A.

  Artículo escrito originalmente por J.J.M.A. para la web Portalbonsai y publicado en su foro con
el título "cuando el diablo se aburre" .

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