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SENTENCIA T408 DEL

2014

La historia clínica es un documento privado que comprende una relación ordenada y


detallada de todos los datos acerca de los aspectos físicos y psíquicos del
paciente. El artículo 34 de la Ley 23 de 1981 define dicho documento como “el
registro obligatorio de las condiciones de salud del paciente. Es un documento
privado sometido a reserva que únicamente puede ser conocido por terceros previa
autorización del paciente o en los casos previstos por la Ley”.

(1) La historia clínica, su contenido y los informes que de la misma se deriven,


están sujetos a reserva y, por lo tanto, sólo pueden ser conocidos por el médico y
su paciente.

(2) Sólo con la autorización del paciente, puede revelarse a un tercero el


contenido de su historia clínica.

(3) Levantada la reserva de la historia clínica, su uso debe limitarse al objeto y


al sentido legítimo de la autorización dada por el paciente.

(4) Datos extraídos de la historia clínica de un paciente, sin su autorización, no


puede ser utilizados válidamente como prueba en un proceso judicial.

(5) No puede el Legislador señalar bajo qué condiciones puede legítimamente


violarse el secreto profesional.

(6) El profesional depositario del secreto profesional está obligado a mantener el


sigilo y no es optativo para éste revelar su contenido o abstenerse de hacerlo”.

El mencionado fallo estableció la posibilidad de levantar la reserva de la historia


clínica a favor de los familiares del paciente fallecido, cuando estos requieran
tal documento para: (i) acceder a la administración de justicia, (ii) establecer la
verdad de los hechos y (iii) determinar el responsable del deceso siempre y cuando
haya un interés legítimo, real, concreto y directo de quienes fueron muy cercanos
al paciente[11].

“No obstante, lo anterior está sujeto al cumplimiento de unos requisitos mínimos


que permiten asegurar que la información sea obtenida únicamente por las personas a
que se ha hecho referencia en esa providencia; estos requisitos son:
a) La persona que eleva la solicitud deberá demostrar que el paciente ha fallecido.

b) El interesado deberá acreditar la condición de padre, madre, hijo o hija,


cónyuge o compañero o compañera permanente en relación con el titular de la
historia clínica, ya que la regla aquí establecida sólo es predicable de los
familiares más próximos del paciente. Para el efecto, el familiar deberá allegar la
documentación que demuestre la relación de parentesco con el difunto, por ejemplo,
a través de la copia del registro civil de nacimiento o de matrimonio según sea el
caso.

c) El peticionario deberá expresar las razones por las cuales demanda el


conocimiento de dicho documento, sin que, en todo caso, la entidad de salud o la
autorizada para expedir el documento pueda negar la solicitud por no encontrarse
conforme con dichas razones. A través de esta exigencia se busca que el interesado
asuma algún grado de responsabilidad en la información que solicita, no frente a la
institución de salud sino, principalmente, frente al resto de los miembros del
núcleo familiar, ya que debe recordarse que la información contenida en la historia
clínica de un paciente que fallece está reservada debido a la necesidad de proteger
la intimidad de una familia y no de uno sólo de los miembros de ella.

d) Finalmente y por lo expuesto en el literal anterior, debe recalcarse que quien


acceda a la información de la historia clínica del paciente por esta vía no podrá
hacerla pública, ya que el respeto por el derecho a la intimidad familiar de sus
parientes exige que esa información se mantenga reservada y alejada del
conocimiento general de la sociedad. Lo anterior, implica que no es posible hacer
circular los datos obtenidos y que éstos solamente podrán ser utilizados para
satisfacer las razones que motivaron la solicitud”. (Resaltado fuera de texto).

Por ello, esta Corte ha señalado que la historia clínica de un paciente fallecido,
en principio, tiene carácter reservado. Sin embargo, dicha reserva no es oponible a
su núcleo familiar[14], cuando:

(a) Demuestre el fallecimiento del paciente; (b) acredite la calidad de padre,


madre, hijo, hija, cónyuge o compañero o compañera permanente del titular de la
historia clínica; (c) exprese los motivos por los cuales demanda el conocimiento
del documento en mención; y (d) cumple con el deber de no hacer pública la historia
clínica del paciente

Lo anterior obedece a que, conforme con los artículos 86 de la Constitución y 10


del Decreto 2591 de 1991, cuando una persona considera que sus garantías
constitucionales fueron vulneradas, podrá ejercer la tutela: (i) por sí misma, (ii)
a través de un representante, (iii) mediante la figura de agencia oficiosa, siempre
y cuando el interesado del mismo no se encuentre en condiciones para actuar en su
propia defensa, o (iv) por el Defensor del Pueblo y los personeros municipales[17].

t-4231392
Bueno, Para el caso de la señora a la cual se le murio su esposo hay que tener en
cuentas algunos factores cmo por ejemplo. La persona de la que se solicita la
historia clinica esta muerta, la solicitante hace parte del nucleo familiar
( conyuge, compañero permanente, hijos o padres ). Los motivos por los cuales
solicita el conocimiento de dicho documento otorgan un grado de respnsabilidad
frente al resto de los miembros del nucleo familia. ademas argumento cuales eran
los motivos para solicitar el conocimiento de este en su derecho legitimo de
conocer cuales fueron los procedimientos médicos ralizadps a su esposo, y con ello
lograr establecer cuales fueron las posibles responsabilidades. Y cumple las
condiciones para no haerlo público. por lo tanto se le otorgo

T-4240218

En el caso de la señora marbey torres se le impide ya que la persona que interpuso


la acción de tutela es distinta a la persona que instaura la acción contra la
clínica. Esto se da en el entendido de que debe haber un nexo entre entre la
violación del derecho de la demandante y la actuación u omision de la clinica. No
goza de legitimación en la causa

T- 4243266

En este caso se le negó el acceso a la historia clinica dado que la persona no


estaba muerta y tampoco se demostro ninguna incapacidad mental ni física que
impidiera solicitar su historia clinica o autorizar para que un tercero pudiera
acceder a esta.

RESOLUCION 1995
DE 1999
a) La Historia Clínica es un documento privado, obligatorio y sometido a reserva,
en el
cual se registran cronológicamente las condiciones de salud del paciente, los actos
médicos y los demás procedimientos ejecutados por el equipo de salud que interviene
en
su atención. Dicho documento únicamente puede ser conocido por terceros previa
autorización del paciente o en los casos previstos por la ley.
Hoja 2 de 2
RESOLUCION NUMERO 1995 DE 1999
Por la cual se establecen normas para el manejo de la Historia Clínica
b) Estado de salud: El estado de salud del paciente se registra en los datos e
informes
acerca de la condición somática, psíquica, social, cultural, económica y
medioambiental
que pueden incidir en la salud del usuario.
c) Equipo de Salud. Son los Profesionales, Técnicos y Auxiliares del área de la
salud que
realizan la atención clínico asistencial directa del Usuario y los Auditores
Médicos de
Aseguradoras y Prestadores responsables de la evaluación de la calidad del servicio
brindado.
d) Historia Clínica para efectos archivísticos: Se entiende como el expediente
conformado
por el conjunto de documentos en los que se efectúa el registro obligatorio del
estado de
salud, los actos médicos y demás procedimientos ejecutados por el equipo de salud
que
interviene en la atención de un paciente, el cual también tiene el carácter de
reservado.
e) Archivo de Gestión: Es aquel donde reposan las Historias Clínicas de los
Usuarios
activos y de los que no han utilizado el servicio durante los cinco años siguientes
a la
última atención.
f) Archivo Central: Es aquel donde reposan las Historias Clínicas de los Usuarios
que no
volvieron a usar los servicios de atención en salud del prestador, transcurridos 5
años
desde la última atención.
e) Archivo Histórico. Es aquel al cual se transfieren las Historias Clínicas que
por su valor
científico, histórico o cultural, deben ser conservadas permanentemente.

Todo prestador de servicios de salud que atiende por primera vez a un usuario debe
realizar el proceso de apertura de historia clínica.
A partir del primero de enero del año 2000, la identificación de la historia
clínica se hará
con el número de la cédula de ciudadanía para los mayores de edad; el número de la
tarjeta de identidad para los menores de edad mayores de siete años, y el número
del
registro civil para los menores de siete años. Para los extranjeros con el número
de
pasaporte o cédula de extranjería. En el caso en que no exista documento de
identidad
de los menores de edad, se utilizará el número de la cédula de ciudadanía de la
madre, o
el del padre en ausencia de ésta, seguido de un número consecutivo de acuerdo al
número de orden del menor en el grupo familiar.

Los contenidos mínimos de este componente son: datos personales de identificación


del
usuario, apellidos y nombres completos, estado civil, documento de identidad, fecha
de
nacimiento, edad, sexo, ocupación, dirección y teléfono del domicilio y lugar de
residencia, nombre y teléfono del acompañante; nombre, teléfono y parentesco de la
persona responsable del usuario, según el caso; aseguradora y tipo de vinculación.

ARTÍCULO 13.- CUSTODIA DE LA HISTORIA CLÍNICA.


La custodia de la historia clínica estará a cargo del prestador de servicios de
salud que la
generó en el curso de la atención, cumpliendo los procedimientos de archivo
señalados
en la presente resolución, sin perjuicio de los señalados en otras normas legales
vigentes. El prestador podrá entregar copia de la historia clínica al usuario o a
su
representante legal cuando este lo solicite, para los efectos previstos en las
disposiciones
legales vigentes.

ARTÍCULO 14.- ACCESO A LA HISTORIA CLÍNICA.


Podrán acceder a la información contenida en la historia clínica, en los términos
previstos
en la Ley:
1) El usuario.
2) El Equipo de Salud.
3) Las autoridades judiciales y de Salud en los casos previstos en la Ley.
4) Las demás personas determinadas en la ley.
PARAGRAFO. El acceso a la historia clínica, se entiende en todos los casos, única y
exclusivamente para los fines que de acuerdo con la ley resulten procedentes,
debiendo
en todo caso, mantenerse la reserva legal.

ARTÍCULO 15.- RETENCIÓN Y TIEMPO DE CONSERVACIÓN.


La historia clínica debe conservarse por un periodo mínimo de 20 años contados a
partir
de la fecha de la última atención. Mínimo cinco (5) años en el archivo de gestión
del
prestador de servicios de salud, y mínimo quince (15) años en el archivo central.
Un vez transcurrido el término de conservación, la historia clínica podrá
destruirse.

SENTENCIA T-837 DEL


2008

2. Los casos acumulados en el presente expediente se refieren a la pregunta sobre


si los familiares de una persona fallecida o que ha caído en coma, en una entidad
hospitalaria, tienen derecho a reclamar la historia clínica de su familiar, pese a
que el titular de este documento no dejó firmada la correspondiente autorización.
En dos de los casos que se estudian, los familiares quieren acceder a la historia
clínica para verificar los procedimientos médicos que se surtieron en los
respectivos casos y acudir, de ser conducente, a las autoridades judiciales. En los
casos restantes, solicitan la copia de la historia clínica como requisito para
exigir el pago de una serie de obligaciones pecuniarias a cargo de terceros. La
Corte debe resolver si, en las circunstancias descritas, los familiares cercanos de
la persona fallecida o en coma tienen derecho a acceder a la respectiva historia
clínica pese a la inexistencia de autorización firmada de su titular.

Más adelante, en la sentencia, T- 834 de 2006, la Corte conoció el caso de una


mujer que solicitaba copia de la historia clínica de su madre con la finalidad de
esclarecer las circunstancias de su fallecimiento y poder así acceder a la
justicia. En este caso, la Corte encontró que primaba, sobre el derecho a la
intimidad de la persona fallecida, los derechos fundamentales de acceso a la
justicia e información de la actora. A juicio de la Corte, en estos casos la
historia clínica no es solo un documento privado objeto de reserva, sino la única
prueba sobre los tratamientos médicos recibidos por la titular de la misma. En
consecuencia, decidió proteger el derecho de la actora de acceder a la historia
clínica de su fallecida madre y, en consecuencia, garantizarle la posibilidad de
encontrar respuestas respecto a lo sucedido en el establecimiento hospitalario[3].
Adicionalmente, en esta sentencia la Corte se refirió al derecho “a saber” o “a la
verdad” de las personas que han sido perjudicadas por la muerte de un familiar y,
por esta vía, al derecho de acceder a los documentos en los cuales se da cuenta de
las circunstancias de la muerte

Entnces, en esta sentencia se reitera lo mencionado en la anterior. En los tres


casos se les permite acceder a la historia clinica amparados unos en el derecho al
minimo vital, otros en el derecho a la admministración de justicia y derecho a la
información. La corte tambien aclaro que se puede solicitar cuando una persona esta
ncapacitada fisica o mentalmente para dar su consentimiento. Y que la persona que
lo solicite debe de estar en su nucleo familiar proporcionando documento que lo
pruebe, ya sea registro civil o acta de matrimonio.

SENTENCIA 1137 DEL 2008


Tal como lo ha reconocido esta Corporación, existen distintos grados de intimidad,
a saber: (i) la personal, la cual alude a la salvaguarda del derecho del individuo
a ser dejado sólo y a reservarse los aspectos íntimos de su vida únicamente para si
mismo, salvo su propia voluntad de divulgarlos o publicarlos; (ii) la familiar, que
responde al secreto y a la privacidad de lo que acontece en el núcleo familiar;
(iii) la social, que involucra las relaciones del individuo en un entorno social
determinado, como por ejemplo los vínculos labores, cuya protección -aunque
restringida- se mantiene vigente en aras de preservar otros derechos fundamentales
como la dignidad humana y, por último, (iv) la gremial, la cual se relaciona con
las libertades económicas e involucra la posibilidad de reservarse la explotación
de cierta información.

Tal como lo ha reconocido esta Corporación[4], existen distintos grados de


intimidad, a saber: (i) la personal, la cual alude a la salvaguarda del derecho del
individuo a ser dejado sólo y a reservarse los aspectos íntimos de su vida
únicamente para si mismo, salvo su propia voluntad de divulgarlos o publicarlos;
(ii) la familiar, que responde al secreto y a la privacidad de lo que acontece en
el núcleo familiar[5]; (iii) la social, que involucra las relaciones del individuo
en un entorno social determinado, como por ejemplo los vínculos labores, cuya
protección -aunque restringida- se mantiene vigente en aras de preservar otros
derechos fundamentales como la dignidad humana[6] y, por último, (iv) la gremial,
la cual se relaciona con las libertades económicas e involucra la posibilidad de
reservarse la explotación de cierta información

Estos grados de privacidad, ha dicho la Corte[8], comprenden todo aquello relativo


a la intimidad de las relaciones familiares, las prácticas sexuales, la salud, el
domicilio, las comunicaciones personales, las creencias religiosas, los secretos
profesionales y, en general, todo comportamiento del sujeto que únicamente puede
llegar al conocimiento de otros, siempre y cuando el mismo individuo decida relevar
autónomamente su acceso al público. Ello por cuanto la sociedad, de manera general,
sólo tiene un interés secundario en la información o realidad que existe en dichas
esferas, puesto que son temas o acontecimientos que única y exclusivamente afectan
o incumben al titular del derecho y que, en últimas, le permiten al hombre
desarrollar su personalidad y sustraerse de cualquier tipo de opinión pública al
respecto

De esta manera, el derecho a la intimidad puede verse sujeto a limitaciones


fundamentalmente por dos razones:

(i) Cuando el interés general se ve comprometido y se perjudica la convivencia


pacífica o se amenaza el orden justo, cierta información individual puede y debe
ser divulgada.

(ii) En determinadas circunstancias, cuando se presente una colisión con otros


derechos individuales que compartan el carácter de fundamental como, por ejemplo,
el derecho a la información, la dignidad humana y la libertad

- La información pública es aquella que “puede ser obtenida y ofrecida sin reserva
alguna y sin importar si la misma sea información general, privada o
personal.”[13]. Se refiere entonces, por ejemplo, a los documentos públicos de que
trata el artículo 74 constitucional, los actos normativos de carácter general, los
datos sobre el estado civil de las personas, etc. Esta información puede
solicitarse por cualquier persona de manera directa y sin el deber de satisfacer
requisito alguno.

- La información semi-privada es aquella que recoge información personal o


impersonal, para cuyo acceso y conocimiento existen grados mínimos de limitación,
de tal forma “que la misma sólo puede ser obtenida y ofrecida por orden de
autoridad administrativa en el cumplimiento de sus funciones o en el marco de los
principios de la administración de datos personales. Es el caso de los datos
relativos a las relaciones con las entidades de la seguridad social o de los datos
relativos al comportamiento financiero de las personas.”[14]

- La información privada, se refiere a aquellos datos personales o impersonales que


por encontrarse en un ámbito privado “sólo puede ser obtenida y ofrecida por orden
de autoridad judicial en el cumplimiento de sus funciones. Es el caso de los libros
de los comerciantes, de los documentos privados, de las historias clínicas o de la
información extraída a partir de la inspección del domicilio.”[15] (Se resalta).

Por último, la información reservada está compuesta por datos personales,


estrechamente relacionados con los derechos fundamentales del titular, por lo que
“se encuentra reservada a su órbita exclusiva y no puede siquiera ser obtenida ni
ofrecida por autoridad judicial en el cumplimiento de sus funciones. Cabría
mencionar aquí la información genética, y los llamados "datos sensibles"[16] o
relacionados con la ideología, la inclinación sexual, los hábitos de la persona,
etc.”

En este sentido y de acuerdo con lo establecido por la jurisprudencia


constitucional, su contenido esencial se manifiesta en tres facultades concretas:

“a) El derecho a conocer las informaciones que a ella se refieren;

b) El derecho a actualizar tales informaciones, es decir, a ponerlas al día,


agregándoles los hechos nuevos;

c) El derecho a rectificar las informaciones que no correspondan a la verdad.

Derecho a la caducidad del dato negativo: la cual estipula que los datos negativos
de una persona no pueden permanecer para siempre en un banco de datos. se garantiza
que pasado un tiempo razonable este debe desaparecer

si algún dato es obtenido por medios ilicitos este no puede circular en bancos de
datos

Terceros, historia clinica. autoridad judicial cimpetente

Como se señaló en la sentencia T-158 A de 2008 y se reiteró por las sentencias T-


303 de 2008, T-343 de 2008 y T-837 de 2008 de esta misma Sala, en los casos en los
que se reúnan los criterios descritos, es obligación de los centros, entidades e
instituciones hospitalarias y médicas suministrar la información pertinente, con el
objeto de proteger los derechos enunciados entre los que se destacan el derecho a
la intimidad familiar y a la vida en condiciones dignas, el derecho a la verdad y
el derecho de acceso a la administración de justicia. En estos casos, las entidades
mencionadas deben inaplicar lo dispuesto en la Ley 23 de 1981 y la Resolución No.
1995 de 1999 y aplicar directamente los derechos constitucionales fundamentales que
han sido mencionados en la doctrina constitucional citada

T-119 de 2009

Relata que su hijo falleció en la clínica Mediesp de la ciudad de Barranquilla, el


15 de marzo de 2008.

Indica que, en vida, su hijo tramitó y adquirió diferentes obligaciones y derechos


que, como consecuencia de su muerte, en este momento es necesario cancelar y
sustituir.

Aclara que a su hijo sólo le sobreviven sus padres y hermanos, pues no tuvo hijos
ni contrajo matrimonio.

Resalta que en trámites como la cancelación de hipoteca, devolución de saldo y


sustitución de pensión, les han exigido que se aporte la Historia Clínica del
fallecido pero que ello no ha sido posible ya que la clínica Mediesp negó tal
documento a pesar que fue solicitado a través de derecho de petición.

Considera que la negativa de la demandada vulnera sus derechos de petición, verdad


y la intimidad familiar.

Solicita la protección de sus derechos fundamentales y, como consecuencia, requiere


que se ordene a la demandada la expedición de una copia de la historia clínica de
su hijo.

VI. Expediente T-2075309

La ciudadana Luz Elena Henao Gil, en su propio nombre, presenta acción de Tutela
contra la IPS Punto Robledo, en defensa de sus derechos fundamentales de
información, verdad y acceso a la administración de justicia. Fundamenta su
petición en los siguientes

1. Hechos

Manifiesta que su padre, de 61 años, tenía asignada la IPS Punto de Salud Robledo
para la atención de las enfermedades que le aquejaban.

Advierte que los días 4, 5 y 6 de marzo de 2008 su padre se acercó a dicha


institución, pues presentaba varias dolencias, y que allí le formularon
medicamentos y le aplicaron un tratamiento que no le dio ninguna mejoría.

Señala que sus dolores persistieron y que, por tanto, consultó en urgencias de otro
hospital, en donde le realizaron varios exámenes que concluyeron que su dolencia
era “gangrena de Fornier”. Como consecuencia, procedieron a operarlo y, “estando
preparado para realizar la colostomía sufrió un paro cardíaco falleciendo
inmediatamente”.

Indica que en la institución demandada nunca le hicieron los exámenes requeridos,


ni le valoraron por especialista con el objeto de conocer la causa de sus síntomas
y que “sólo al consultar por urgencias del Hospital Pablo Tobón Uribe se pudo
concretar el diagnóstico”.

Como consecuencia, relata que solicitó a la IPS la copia de la historia clínica de


su difunto padre, “con el fin de conocer la verdad sobre la atención allí brindada
y determinar si es posible demandar”, pero que dicha institución se negó a
expedirla pues ésta es reservada para el paciente o un tercero con su autorización
o una orden judicial.

Considera que dicha negativa atenta vulnera sus derechos fundamentales como hija
del fallecido, pues desea conocer “qué sucedió con la atención en salud tantas
veces buscada por mi padre ante la IPS Punto de Salud Robledo”.

Solicita la protección de los derechos invocados y, como consecuencia de ello,


requiere que se ordene a la demandada la expedición de una copia completa de la
historia clínica de su padre.

“Así las cosas, estimó que en el evento en el cual un tercero tuviera un interés en
conocer el contenido de una historia clínica de una persona sin importar si ésta
hubiere fallecido o no, debía recurrir a los mecanismos ordinarios previstos en el
ordenamiento jurídico para tal efecto, tales como: la exhibición del documento o la
inspección judicial del mismo, y debía ser la autoridad judicial competente quien
determinare si cuenta con un interés legítimo para levantar la reserva de la
historia clínica de una persona fallecida
Bajo las condiciones antedichas es necesario concluir que en la actualidad la
reserva de la historia clínica se encuentra vigente pero, en virtud de la
protección de otros derechos fundamentales, ésta es más débil respecto de los
familiares más cercanos del paciente que fallece y que justifican debidamente el
acceso a dicho documento. En las sentencias T-158 A de 2008 y T-343 de 2008 se
enlistaron los requisitos que pueden anteponerse al familiar para poder acceder a
dicho documento, en los siguientes términos:

a) El familiar que solicita la historia clínica debe demostrar que el paciente


falleció.

b) Asimismo, debe quedar plenamente acreditado su condición de padre, madre,


hijo o hija, compañero o compañera permanente, teniendo en cuenta que, según las
reglas de la experiencia, son esas personas con quienes se tiene el “más estrecho
lazo de confianza, de amor, de proximidad en las relaciones familiares y quienes
podrían resultar potencialmente afectadas con la información contenida en la
historia clínica, en un mayor grado”.

c) Debe precisar detalladamente las razones por las cuales solicita el acceso a
la historia clínica, las cuales deberán estar fundamentadas por las anteriores
consideraciones. Ello con el objeto de exigirle algún grado de responsabilidad en
la información que solicita frente a los otros miembros del núcleo familiar.

d) En ningún caso, podrá hacer pública la información contenida en la historia


clínica, y la misma, solamente puede ser utilizada para satisfacer las razones que
motivaron la solicitud

SENTENCIA
T-595 DEL 2009

1. Afirma el gestor jurídico del ente hospitalario accionante que el señor Víctor
Manuel Barragán, acudió a la Clínica San Pedro Claver el 14 de marzo de 2008, según
descripción de resumen médico, como un “paciente de 51 años de edad que ingresó con
cuadro clínico de 45 minutos de evolución dado por dolor precordial asociado a
disnea y mareo con electrocardiograma “EKG” sugestivo de infarto agudo de
Miocardio “IAM” cara inferior elevación de enzimas cardiacas, por lo que es llevado
a cateterismo el cual no puede realizarse por no paso de la guía de catéter
decidiéndose manejo quirúrgico”.

Así mismo, el agente oficioso describió los diversos procedimientos a los que fue
sometido el señor Víctor Manuel Barragán y las complicaciones de los mismos, lo que
dio como consecuencia de esta enfermedad coronaria “encefalopatía anoxo-isquémica
severa y un estado vegetativo permanente con pronóstico funcional vital malo.”.

2. Ilustra que el 1 de mayo de 2008, la Corporación Universitaria Juan Ciudad,


asumió la prestación de los servicios de salud de la ESE Luis Carlos Galán
Sarmiento en liquidación (Clínica San Pedro Claver). El 4 de mayo de 2008 el señor
Barragán fue valorado por el servicio de medicina interna el cual sugirió “que una
vez se concluya tratamiento trasladar al paciente a una IPS de segundo nivel.

3. Informa que el 7 de mayo del 2008 el paciente fue valorado por neurólogos
adscritos a la entidad, los cuales determinaron: “el paciente se encuentra en
estado vegetativo en evolución secundario a encefalopatía hipóxico isquémica,
frente al dictamen emitido, la familia del paciente es informada de la necesidad
del traslado del paciente, además, se aclara la expectativa de no recuperación
neurológica y la necesidad del traslado para evitar riesgos de infección que lleve
a una situación de salud mas gravosa para el paciente, de la misma forma para
realizar apoyo inotrópico- terapia respiratoria y física.”

Como producto de la valoración y la recomendación reseñada anteriormente, ante la


permanente negativa de los familiares accionados en la aceptación del traslado, la
Corporación Universitaria Juan Ciudad afirma haber agotado diversas instancias al
fin de salvaguardar los derechos fundamentales del señor Barragán, tales como
acudir a la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación, la cual
llamó a conciliación sin éxito, por la renuencia de los familiares del paciente.

4. Indica que en diversas ocasiones el medico tratante del señor Víctor Manuel
Barragán explicó a la familia las complicaciones derivadas de su permanencia en la
IPS, pues “a pesar de encontrarse en una habitación individual, ha padecido y
continua expuesto a graves infecciones nosocomiales, entre otras, como la infección
de vías urinarias nosocomial por seudomona aeruginosa, atelectasia basal derecha,
infección de traqueostomia e infección de gastrectomía.”

5. Adicionalmente, la Corporación Hospitalaria Juan Ciudad informa que para la


fecha de la interposición de la presente acción (enero de 2009), estaba tramitando
un cupo para el traslado del paciente a la Clínica de la Paz, unidad de crónicos,
entidad de segundo nivel adscrita a la Nueva EPS (entidad a la que se encuentra
afiliado el paciente) y con la cual la IPS tiene convenio. No obstante, informa que
los familiares del paciente no admiten el traslado aduciendo que sólo lo harían
cuando la clínica les diera una carta en la que la entidad acepte la
responsabilidad del estado actual de salud presentado por el señor Barragán.

Sobre la base de los argumentos expuestos, solicitó mediante el escrito tutelar,


que se ordene el traslado del señor Víctor Manuel Barragán a una Institución
Prestadora de Salud de segundo nivel. Al igual que se ilustre a los accionados
sobre la importancia del traslado de su familiar a la entidad sugerida
3.1 La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha señalado el alcance
interpretativo que debe darse al inciso 2º del artículo 10º del Decreto-Ley 2591 de
1991 en relación con la posibilidad de que las personas agencien derechos ajenos. A
saber, la norma mencionada contempla:

“ARTICULO 10. Legitimidad e interés. La acción de tutela podrá ser ejercida, en


todo momento y lugar, por cualquier persona vulnerada o amenazada en uno de sus
derechos fundamentales, quien actuará por sí misma o a través de representante. Los
poderes se presumirán auténticos.

“También se pueden agenciar derechos ajenos cuando el titular de los mismos no


esté en condiciones de promover su propia defensa. Cuando tal circunstancia ocurra,
deberá manifestarse en la solicitud.

Ha dicho la Corte que la denominada agencia oficiosa en materia de tutela debe


reunir dos aspectos mínimos de procedibilidad que son: (i) la manifestación de
estar actuando como agente oficioso a nombre de quien no está en condiciones de
promover su defensa y (ii) que el titular del derecho no esté en condiciones de
promover su propia defensa, condición que, como es lógico, no basta afirmar sino
que es menester demostrar.

A manera de ilustración, esta Corporación, en la Sentencias T-881 de 2002, explicó


y citó apartes de más jurisprudencia en la que se ha estudiado el concepto de
dignidad humana[15] precisando que (i) es un principio fundante del ordenamiento
jurídico y en este sentido tiene una dimensión axiológica como valor
constitucional, (ii) es un principio constitucional y (iii) tiene el carácter de
derecho fundamental autónomo

En síntesis, “si el respeto a la dignidad humana, irradia el ordenamiento, es


claro que la vida no puede verse simplemente como algo sagrado, hasta el punto de
desconocer la situación real en la que se encuentra el individuo y su posición
frente el valor de la vida para sí. En palabras de esta Corte: el derecho a la vida
no puede reducirse a la mera subsistencia, sino que implica el vivir adecuadamente
en condiciones de dignidad[19].”(Subrayados y negrillas por fuera del texto
original)

5. El concepto del médico tratante es el principal criterio para determinar el


servicio que se requiere; no obstante, no es el único. Reiteración de
jurisprudencia.

No obstante, esta regla no es absoluta puesto que, en algunos casos, no aceptar per
se el criterio de un médico externo puede convertirse en una barrera al acceso del
derecho constitucional a la salud. Por ejemplo, ello ha ocurrido cuando la entidad
responsable tuvo conocimiento de dicho concepto, pero no lo descartó con base en
información científica y en la historia clínica particular sea porque: (a) se
valoró inadecuadamente a la persona; (b) hubo ausencia de evaluación médica de los
especialistas que sí estaban adscritos, sin importar el argumento que originó la
mala prestación del servicio; o (c) en el pasado, la entidad apreció y aceptó su
dictamen como médico tratante.[

No obstante, esta regla no es absoluta puesto que, en algunos casos, no aceptar per
se el criterio de un médico externo puede convertirse en una barrera al acceso del
derecho constitucional a la salud. Por ejemplo, ello ha ocurrido cuando la entidad
responsable tuvo conocimiento de dicho concepto, pero no lo descartó con base en
información científica y en la historia clínica particular sea porque: (a) se
valoró inadecuadamente a la persona; (b) hubo ausencia de evaluación médica de los
especialistas que sí estaban adscritos, sin importar el argumento que originó la
mala prestación del servicio; o (c) en el pasado, la entidad apreció y aceptó su
dictamen como médico tratante.[

La Sentencia T-760 de 2008 indicó que esta excepción puede aplicarse cuando: (i)
exista un concepto de un médico que no está adscrito a la entidad encargada de
garantizar la prestación; (ii) se trata de un profesional reconocido que hace parte
del Sistema de Salud; y (iii) la entidad no lo ha desvirtuado, según las razones
científicas pertinentes en el caso específico del paciente. Todo esto debido a que
la entidad debe someter a evaluación médica interna al paciente en cuestión y si no
desvirtúa el juicio del medico externo, debe atender y cumplir lo que éste
prescribió

“Del recuento normativo señalado, se tiene que aun cuando la regla general es que
la historia clínica es un documento sometido a reserva no es posible predicar de
ella un carácter absoluto, particularmente, por cuanto es posible que terceros
conozcan su contenido bien porque han obtenido la autorización del titular, bien
porque existe orden de autoridad judicial competente que así lo establece o debido
a que se trata de individuos que por razón de las funciones que cumplen en el
sistema de seguridad social en salud tienen acceso a ella, lo cual se explica si se
considera la utilidad de este documento como mecanismo para determinar de qué
manera deben ser tratadas las dolencias de un paciente en aras de restablecer su
salud.

“No obstante lo anterior, frente a terceros que no se encuentran en ninguna de las


situaciones atrás descritas, la reserva sí es oponible y, en consecuencia, no es
posible que respecto de ellos se produzca la circulación del dato médico contenido
en la historia clínica del paciente”

En este caso se hacén presentes varios conceptos, como por ejmplo que se puede
tener en cuenta la opinión de alguien externo para el diagnostico o concepto
teniendo en cuenta aspectos como que lo debe emitir un un prfesional que este
reconocido y que no se desvirtue la información por parte de los profesionales
capaces.obviamnete si se desvirtua debe de tner cierto fundamento cientifico.
Tambien se puede dar la excepción cuando la entiddad tenga conocimiento de que el
diagnostico proporcionadpo fue inadecuado, cuando hubo ausencia en la valoracion
por parte de medicos especialistas,teniendo que si estaban adscritos -no importa el
argumento que manifiesten en contra- en el pasado se acepto a un profesional de la
salud como médico tratante. En cuanto a la historia clinica se les accedio el
conocimiento a esta dado que hacian parte del nucleo familiar (1) . la persona
estaba incapacitada para solicitar su histori clinica o autorizar a un tercero ya
que se encontraaba en una situacion grave de salud ( estado vegetativo ) que se lo
impedia (2). tambien la razón por la cual lo solicita n es legitima ya que quieren
saber que procedimiento medico fue realizqado para tener claro cuales fuern las
causas de la muerte. ademas al acceder a se estaba respetando lq intimidad
familiar.ademas se estaba vulnerando el derecho al acceso a administracion de
justicia. tambien es legitima ya que se otorga y la persona posee un cierto grado
de responsabilidad para velar por el respeto a la intimidad familiar y la honra de
el paciente.

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