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Asignatura:

PSICOLOGÌA EDUCATIVA
ENTREVISTA A PSICÓLOGO EDUCATIVO

NRC: 1169

Tutor
MILENA MORALES

Sede Virtual
Facultad de Ciencias Humanas

Bogota D.C. Junio 17 de 2017


Caso de Mariana

Mariana es una niña de 7 años de edad que estudia en un colegio privado y mixto de la ciudad
de Villavicencio, es una niña un poco reservada y con muy buenos resultados en las tareas
escolares.
Pedro es un compañero de Mariana, tiene importantes dificultades en autorregularse y controlar
su agresividad, sus compañeros han sido víctimas de sus agresiones, sus profesoras dicen que
el niño no pone atención y no puede quedarse quieto ni concentrado en una actividad.
Una lluviosa mañana, mientras Mariana se encuentra en el baño, Pedro y varios compañeros
hombres, motivados por él, toman la maleta de Mariana y riegan todos sus cuadernos en el
pasto mojado, untándolos de barro.
Cuando Mariana regresa del baño y ve la situación estalla en llanto. Acuden en su ayuda el
coordinador de la sesión, la tutora y el coordinador de convivencia del colegio, quienes indagan
durante largo rato en distintos cursos, hasta que un compañero de Pedro, que no ha
participado en la “travesura” pero que vio a los niños embadurnar los objetos de Mariana con
barro, acude a la coordinación de sesión para delatarlos, pidiendo al coordinador no revelar su
identidad. Este decide hacer una intervención en el curso invitando a Mariana a la sesión, con
el objeto de que Pedro y sus amigos reparen el daño emocional causado a la niña.

(Enseñante: E; Mariana: M, Agente 1: A1; Agente 2: A2, etc.)

E: ¡Buen día niños!, vengo a visitarlos con una nueva amiga, ella es Mariana.
(Todos al unísono): ¡Hola Mariana!, ¡Hola Pablo! (E) (se oyen algunas risas y murmullos entre
los niños).

E: Como quizá ya saben, Mariana está muy triste. En días pasados algunos de ustedes le
untaron sus pertenencias con barro y las regaron por todo el corredor de este edificio. Yo, su
tutora y Luis, (el coordinador de convivencia), la encontramos muy triste y muy angustiada,
pues varios de sus cuadernos, llenados con mucho esfuerzo a lo largo del año, han quedado
prácticamente inservibles, ¿qué tienen que decir frente a esto?

A1 (Antonia): Yo no sé nada, Pablo. Mis amigas y yo estábamos jugando fútbol en el patio y no


vimos nada de esto.

E: Gracias por tu aporte, Antonia. ¿Cómo te hubieras sentido si te hubieran hecho algo así?

A1: Pues muy mal. Lloraría todo el día y me daría miedo volver a la casa, porque mi mamá se
pondría furiosa al ver la maleta y todas las cosas llenas de barro.

E: ¿Quiénes comparten la percepción de Antonia?, ¿Quiénes se sentirían así como ella si les
pasara algo como lo que le pasó a Mariana?

La mayoría de los niños levanta la mano, incluido uno de los amigos de Pedro, autor de
la travesura. Pedro y Rodolfo (los otros dos) no levantan la mano. Rodolfo se sienta
debajo del pupitre y empieza a llorar.

E: ¿Qué pasa, Rodolfo?, ¡cuéntanos!.

A2 (Rodolfo): yo no hice nada, todo fue idea de Pedro.

Pedro se levanta de su silla y empieza a dar vueltas por el salón, se nota ansioso, el otro
niño que participó (Enrique), grita desde el pupitre: ¡cállate, sapo!

Mariana se queda mirando la escena con cara de asustada.

E: Les voy a pedir a todos que reflexionen sobre lo que les he preguntado, es decir: cómo se
sentirá Mariana después de lo ocurrido. Para eso, les voy a pedir que saquen su cuaderno y
anoten allí lo que piensan. Quiero que hagan silencio mientras yo hablo con Rodolfo
(Dirigiéndose a Rodolfo, y sentándose a su altura, bajo el pupitre). Eso te incluye a ti, Pedro, y
a ti Enrique.

E: (Centrado en Rodolfo): ¿qué fue lo que hiciste Rodolfo?

A2: Nada, ya te dije, todo se lo inventó Pedro.

E: ¿Qué cosa se inventó Pedro?

A2: Pues todo, lo de coger las cosas de esa niña y echarles barro y todo lo demás (habla entre
sollozos).

E: Veo Rodolfo. Tengo claro que la idea no fue tuya, pero si están tan mal, y lloras tanto, es
porque, de alguna manera, te sientes mal por lo que le pasó a Mariana, ¿La viste llorar cuando
encontró sus cosas en el corredor?

A2: no, yo me tapé la cara, no quise ver nada.

E: ¿La oíste llorar, entonces?

A2: gritaba mucho y salí corriendo para que no me cogieran.

E: Está bien lo que sientes, Rodolfo. Significa que te duele haberle hecho daño a otra persona
y que sabes que eso estuvo mal.

A2: Mal sí, pero yo no fui el de la idea, (sigue llorando).

E: Tengo claro que la idea no fue tuya, que fue de Pedro. Sé que estás muy alterado, porque te
sientes mal por Mariana. Pero debes reconocer que, aunque no fue tu idea, participaste y
ayudaste a Pedro a dañar las cosas de Mariana.

A2: Pero yo no quería.

E: Muy bien, es importante que reconozcas que no querías, pero debes reconocer también que
participaste.

A2: (llorando con más intensidad): No queríííííaaaaaa.

E: Vale, como sé que estás escuchando, voy a dejarte ahí mientras te calmas, está bien que te
sientas así porque eso significa que estás mal por Mariana, y eso es un signo de
compañerismo. Sé que te cuesta reconocer en palabras lo que hiciste, pero por tus actos, estoy
seguro de que aceptas que lo que hiciste estuvo mal, y que más allá de castigos o de
reprensiones, lo importante es reparar el daño que le hicieron a Mariana, ¿verdad?.
A2: (Asiente con la cabeza entre las piernas).

E: Bien, Rodolfo, voy a darte tiempo para que te calmes. Cuando estés calmado, me buscas
¿vale?, si quieres salir o dar una vuelta, me dices.

A2: (Asiente de nuevo). Me quiero quedar aquí, pero no quiero hablar con nadie.

E: Tranquilo, tómate tu tiempo.

(El enseñante vuelve con el grupo): Vamos a dejar a Rodolfo tranquilo, necesita pensar y
vamos a respetar eso, ¿de acuerdo, chicos?

(La mayoría de chicos asienten con la cabeza).

(Mientras el profesor charlaba con A2, el grupo se movilizó de la siguiente manera:


cuatro niñas se sentaron a hacerle un dibujo a Mariana, y, para eso, unieron sus mesas.
Acordaron dibujarle los ositos cariñositos, porque sabían que a ella le gustan. Le
pidieron perdón en la parte inferior del dibujo y las cuatro lo firmaron. La invitaron a
jugar con sus cosas para que no estuviera sola. Cinco niñas más, le hicieron, cada una
por separado, una tarjeta de amor. Una pintó corazones, otra flores, y otras hicieron
estrellas. La delegada de las cinco se las entregó todas a Mariana y le dijo que si
necesitaba ayuda o defenderse de Pedro, ellas la podrían ayudar, además la invitaron a
jugar todos los recreos del resto del año para que nunca estuviera sola y para que nunca
más le pasara eso. Las demás niñas (cuatro en total) de la clase, hicieron la labor
encomendada por el profesor, aunque lo comentaron entre ellas. Escribieron algo así
como: “Estuvo muy mal lo que hicieron Pedro, Enrique y Rodolfo, deberían pedirle
perdón a Mariana y comprarle cuadernos nuevos y otra maleta. Ella debe estar muy
triste”. Entre tanto, los niños de la clase, (cinco sin contar a Rodolfo), hicieron las
siguientes cosas: Enrique le pidió a su amigo Martín que le ayudara a escribir algo en la
agenda. Martín le dio algunas ideas: “eso está mal, Mariana debe estar muy triste, Pedro
es un idiota”, Enrique no estuvo de acuerdo en escribir la palabra “idiota”. Finalmente,
entre los dos, anotaron lo siguiente: “Pedro actuó muy mal, estuvo muy mal lo que
pensó y lo que hizo. Deberían echarlo del colegio, Yo (Enrique) no hice nada malo, sólo
lo que Pedro pensó. Le pido perdón a Mariana y no quiero que esté triste”. Pedro no hizo
nada y se dedicó a rayar una pared del salón, mientras que los otros tres niños hicieron
aviones de papel y decidieron acabarse la merienda de sus loncheras.

E: Muy bien. Vamos a ver qué pensaron sobre la pregunta que les hice hace un rato sobre
Mariana (Para ese momento todos los niños se hacen en mesa redonda uniendo los pupitres).

A3: (Alejandra, del grupo que invita a Mariana a jugar): Nosotras le hicimos una gran tarjeta y le
pedimos perdón. No hicimos nada pero nos sentimos muy mal por ella.

E: Muy bien Alejandra, ¿quieres mostrarnos la tarjeta?


A3: Alejandra levanta la tarjeta y la muestra a todos.

E: Cuéntanos qué dibujaron, Alejandra.

A3: Son los ositos cariñositos, ellos son tiernos, hasta gruñoncito. Ellos son como nosotros
ahora, están rodeando a Mariana para que no se sienta mal.

E: Qué bien Alejandra, gracias por acoger a Mariana tan bien. Eso la va hacer sentir mejor,
¿verdad Mariana?

M: Sí, me siento un poco mejor, Pablo.

E: Muy bien, chiquis. Alejandra nos acaba de mostrar dos cosas. Una, que Mariana debe estar
muy mal por lo sucedido, y otra, que es posible hacer cosas por los demás cuando están
tristes, aunque nosotros no hayamos causado directamente esa tristeza, ¿cierto?.

(Varios niños asienten. Mariana sonríe).

A4 (Mónica, del grupo de niñas que hicieron las tarjetas individuales): nosotras también le
hicimos tarjetas a Mariana, tienen flores y corazones para que ella sepa que siempre la vamos
a querer y que estamos tristes por ella.

E: son todas ustedes chicas (dirigiéndose a las nueve niñas) muy reparadoras, eso significa
que entienden muy bien el estado de tristeza de Mariana y están dispuestas a ayudarla. ¡Nos
están dando una gran lección!.

A3: Pero no queremos que los papás la regañen, los papás tienen que saber que no fue culpa
de ella.

E: Claro Alejandra, esa es una buena idea, ¿Qué tal si se unen las nueve y le hacen una carta
a los papás de Mariana contándoles lo que pasó para que no la regañen cuando llegue a la
casa sin sus útiles?

(Las niñas se recogen en un pequeño círculo, sentadas en el suelo, y empiezan a pegar


hojas para escribir. Alejandra es la delegada de escribir y las demás decoran. Cada una
toma un trozo de la hoja y hace dibujos. Las niñas van dando las ideas espontáneamente
y Alejandra las va consignando en el centro de la hoja. Básicamente, anotan tres ideas:
Que tres niños de su salón tomaron las cosas de Mariana y las dañaron, que ella no tuvo
nada que ver y que ellas la van a consolar para que no esté sola nunca más).

E: Mientras las chicas trabajan, los caballeros vamos a hacer un círculo y a mirar qué hicieron
(para entonces Rodolfo ya se ha incorporado al salón y le pide a Pablo hacerse con las
chicas para trabajar en la carta a los papás. Ellas lo invitan a sentarse y le ayudan a
hacerle una tarjeta a Mariana, pidiéndole perdón).

E: Yo quiero saber qué pensaron ustedes, muchachos.

A5 (Enrique): yo sólo hice lo que dijo Pedro, Rodolfo es un sapo, porque nosotros no hicimos
nada, toda la culpa es de Pedro.

E: ¿Ustedes creen que haber acompañado a Pedro a untar las cosas de barro y haberle
llevado la idea, no hace que también sean culpables?

A6: (Martín), yo no hice nada, Pablo.

E: Yo lo se Martín, y aquí no estoy juzgando a nadie, sólo les hago la pregunta, ¿qué me
contestarías tú?

A6: No entendí bien, ¿puedes repetirla?

E: Pedro tuvo la idea, pero Enrique y Rodolfo lo apoyaron, ¿esto los hace responsables, o no?

A6: Pues sí, pero de manera diferente.

E: Explica eso, Martín.

A6: De manera diferente, porque una cosa es tener la idea y otra cosa es ayudar.

E: De acuerdo, significa que los tres tienen la culpa, pero diferentes culpas.

A6: A Pedro deberían expulsarlo (Pedro se para y escupe a Martín).

E: Eyyyy, Pedro, ¡cuidado!, que no compartas el punto de vista de Martín no significa que
puedas hacerle daño.

A7 (Pedro): Martina la gallina, todos son unos sapos y esa niña es una tonta.

E: Dame un cuaderno tuyo Pedro (Pedro saca el de ciencias y se lo pasa a Pablo con cara de
extrañeza).

E: ¿Qué tal si yo abro este cuaderno tan bonito de colores y le pongo la suela encima Pedro?

A7: ¿y por qué?, yo no te he hecho nada a ti.


E: Porque se me ocurrió. Así como a ti se te ocurrió dañarle las cosas a Mariana. El profesor
pone el cuaderno en el piso y lo abre por la mitad…

A7: ¡¡¡NOOOOOO!!! No me hagas eso, que mi mamá me pega.

E: Date la vuelta, de espaldas a mi.

A7: No quiero, me vas a dañar el cuaderno (empieza a llorar).

E: Date la vuelta, confía en mí, Pedro.

A7: No puedo, tu me lo vas a romper.

E: ¿Por qué no confías en mí?

A7: Porque me vas a hacer algo malo.

E: Imagina que ahí, donde estás tu, está Mariana.

A7: ¿y qué?

E: ¿Cómo se sentiría ella si le rompemos el cuaderno?

A7: mal.

E: Con esa misma angustia que tienes ahora, ¿ves?

A7: A ella le va a pegar la mamá, como a mí.

E: Seguramente, ¿sería justo que yo te rompa el cuaderno y tu mamá te pegue por algo que yo
hice?

A7: No, (bajando la mirada)

(Los otros compañeros se muestran tristes).

E: Estoy rompiendo la confianza que me tienes a mi Pedro, ¿ves?, eso fue lo que ustedes
rompieron cuando dañaron las cosas de Mariana, la confianza que todos tenemos a ustedes…
qué piensas Enrique, dime…

A5: Está muy mal lo que hicimos, a Mariana le va a pegar la mamá por la idea de Pedro, y tu ya
no confías en nosotros. Lo que hicimos está muy mal.
E: Muy bien, has reconocido tu falta, eso es un acto de valentía muy grande. Tu también Pedro,
eso está bien. Yo concluyo que ustedes son buenas personas, niños buenos y compañeristas,
que atravesaron por un mal momento. Si lo reparan, podremos volver a confiar en ustedes.

A5: Yo juro que no lo vuelvo a hacer.

E: Estoy seguro de que no, Enrique. Ni tú, ni Pedro, y tampoco Rodolfo. Ninguno volverá a
hacer algo así. Pero ahora tenemos que recompensar a Mariana por lo que hicimos. Y pedir
perdón no es suficiente.

A7: ¿Y qué más hay que hacer?


E: Hay que ayudarla a reparar el daño que le hicieron, y así se reparará también la confianza
que todos les podamos tener más adelante. Sé cómo podemos hacerlo.

A5: ¿Cómo?

E: Curiosamente, le dañaron tres cuadernos. El de español, el de inglés y el de ciencias.


¿Quién de los tres es bueno en español?

A7: A mi no me gusta, pero inglés sí.

E: Muy bien Pedro, ¿y quién de los dos es bueno en ciencias?

A5: Rodolfo es bueno en español, a mi me gustan las ciencias un poquito.

E: ¡Pues hecho!, ya lo tenemos. A ver, chicos. Los cuadernos de Mariana no sirven. Lo que
había hecho se perdió, ¿qué habrá que hacer?

A5: Comprarle otros cuadernos…¿eso toca?

E: Eso, y pasárselos todos, Pedro el de inglés, Enrique el de ciencias y Rodolfo el de español.

A5: Pero eso es mucho.


E: Es lo menos que pueden hacer. Si yo rompo el mapa tan bonito del cuaderno de ciencias de
Pedro, ¿quién tiene que repetirlo?

A6: Creo que tu.

E: Yo, que dañé el mapa… ¡Sí señor!

A7: ¡En la que nos metimos!, ¿y así reparamos la confianza?

E: Sí Pedro, así. Por suerte, hay forma de remediarlo. Vamos a contarle a Rodolfo y luego a
Mariana.
A6: Me parece bien, los demás también podemos ayudar.

E: ¡Qué bien Martín!, ¡qué bien!

Soluciòn de caso

El tipo de intervenciòn realizada por el terapeuta, es de tipo humanista, en donde parte de la


postura de fritz perls , un tipo de terapia altamente confrontativa, en donde el enseñante hace
uso del “Darse cuenta”a fin de que pedro y sus compañeros asuman una postura
responsable,frente a una desiciòn tomada, es decir que entiendan que por la razòn que fuese
partiendo de su libre albedrío realizaron algo que finalmente tiene consecuencias, Este tipo de
intervenciòn percibir al sujeto como un ser políticamente libre y responsable de sus decisiones,
capaz de reflexionar y asumir las consecuencias de sus actos, Firl perts habla del principio de :
cuando yo causo daño y lo reparo entiendo el daño que he causado y por lo tanto cambio.Así
que la técnica de reparaciòn de daño insta al sujeto a que entienda a partir de la reflexiòn que

1- tomo una desiciòn(en el caso de pedro hacerle una travesura a mariana, Rodolfo y Enrique
acompañar en la travesura)

2-Responsabilizarse de las consecuencias(someterse al castigo que pueda imponer el colegio


debido al mal comportamiento, adicional a que deben responsabilizarse y entender que
causaron daño a otra persona(mariana)

3-Perdòn- Aceptar que su decisiòn fue dañina y ofrecerle perdòn a Mariana por haber roto su
confianza

4-Reparaciòn de daño- cada uno pone de su parte a fin de enmendar el error, transcribiendo
los tres cuadernos dañados

5-Memoria y olvido- Entender que pese a que hagan todo lo anterior es Mariana quien decide si
perdona y sigue confiando en ellos o si lo mantiene en su memoria y prefiere mantenerse
alejada de ellos.
Este tipo de intervenciòn cree en la capacidad que tiene el ser humano de cambiar, de mutar
de algo altamente destructivo a algo constructivo, capitaliza las experiencias y las resignifica,
además de darle una acción participativa a los chicos, con la finalidad de hacerles reconocer su
dificultad y lograran comprender el cómo Mariana se sintió ante la situación que ellos
provocaron.

Reconocer el caso desde la postura humanista, también permite que los niños tengan
conciencia de sus emociones, y se construyen como seres humanos que tienen en cuenta sus
necesidades y las de las personas que les rodean, además se toma en cuenta que la iniciativa
a decir la verdad fue notoriamente conducida por E, ya que mediante la presión de preguntas
como quién tuvo la idea, quienes lo siguieron y por último los participantes, así de esta manera
se empieza a desarrollar una serie de conflictos de qué es lo que está bien y qué es lo que está
mal, por lo tanto los niños al verse desde la postura de Mariana, empiezan a percibir la
situación desde otro ángulo mostrándose a sí mismos qué lo qué hicieron está mal y no tiene
justificación alguna para haberle hecho ese daño a Mariana, por otra parte al notar qué van a
ser castigados fuertemente por sus padres alternan su conducta y cambian.

En el caso de Mariana, tiene una capacidad innata para el aprendizaje, se promueve una
enseñanza participativa, ya que ella decide, mueve sus propios recursos y se responsabiliza de
lo desea aprender, ayuda a desarrollar la individualidad de las personas, apoya sus
compañeros para que se muestren como seres humanos únicos y contribuyendo a que
desarrollen sus propias potencialidades.
El educador presenta una relación basada en el respeto con sus alumnos, debe partir siempre
de las potencialidades y necesidades individuales de los alumnos, crear y fomentar un clima
social básico que permita que la comunicación de la información académica y la emocional.

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