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Clase del miércoles 13 de mayo de 2020.

CENOBIO PANIAGUA, ÁNGELA PERALTA Y OTROS MÚSICOS


MEXICANOS DE LA RERORMA, LA INTERVENCIÓN Y EL 2DO
IMPERIO (1855-1867).

Óperas de compositores mexicanos estrenadas en esta época.-

1857.- Cenobio Paniagua.- Se tocaron Arias de su ópera “Catalina de Guisa”


en unas Galas de Ópera en el Teatro Nacional.

1857.- Cenobio Paniagua.- “Catalina de Guisa”, se estrena y se presenta los


días 29 de septiembre, 2, 7 y 15 de octubre en el Teatro Nacional y el 10 de
noviembre en el Teatro Principal, Concertador el mismo Cenobio Paniagua.

1859.- Antonio Borelli.- “Un Paseo en Santa Anita”, obra del compositor y
director italiano radicado en México, ópera cómica basada en costumbres
mexicanas, fue estrenada el 17 de noviembre y se volvió a presentar el 1 de
diciembre en el Teatro Nacional.

1860.- Se vuelve a presentar en México la soprano Ángela Peralta en la ópera


“Il trovador” de Giuseppe Verdi, Concertador Agustín Balderas.

1862.- Cenobio Paniagua forma la Compañía Mexicana de Ópera, la finalidad


era proporcionar a la clase pobre y honrada una buena disposición para las
bellas artes, especialmente la música y abrir el Conservatorio Mexicano.

1862.- Cenobio Paniagua.- “Catalina de Guisa”, se presenta nuevamente el


18 y 23 de noviembre en el Teatro Nacional.

1863.- Melesio Morales.- “Romeo y Julieta”, se estrena el 27 de enero en el


Teatro Nacional, aunque se compuso en 1861 se estrenó hasta 1863, el
Concertador fue el mismo Melesio Morales.

1863.- Cenobio Paniagua.- “Pietro de Abano”, se estrena nuevamente el 5 de


mayo en el Teatro Nacional. Concertador Cenobio Paniagua.
1864.- Miguel Meneses.- “Agorante, Rey de la Nubia”, se estrena el 6 de junio
en El Teatro Imperial.

1864.- Leonardo Canales.- “Pirro de Aragón”, estrenada el 12 de julio en el


Teatro Principal, Clavecín y Director de Orquesta Jaime Nunó.

1866.- Melesio Morales.- “Ildegonda”.- estrenada el 26 de enero y se siguió


presentada el 27 y 28* de enero y el 4 y 11 de febrero, con los Coros de
Melesio Morales, *el 28 de enero Ángela Peralta canta el personaje principal.

-CENOBIO PANIAGUA (1821-1882).-


Fue un músico y compositor mexicano, considerado el padre de la ópera
romántica en México y un prolífico autor de música religiosa.

Nació el 30 de octubre de 1812 en Tlalpujahua, Michoacán, sus primeros


estudios musicales los realizó bajo la dirección de su tío, Eusebio Vázquez,
quien dirigía la orquesta de la Catedral de Morelia y le impartió sus primeras
clases de violín. Desde muy temprana edad, el músico demostró inquietud por
conocer todos los instrumentos que integraban las orquestas pueblerinas. En
su adolescencia estudió la ejecución de varios instrumentos y composición en
Toluca, Estado de México, además, durante esta época creó sus primeras
piezas de salón. Alentado por sus primeros triunfos, el músico decidió
encaminar sus aspiraciones rumbo a la Ciudad de México. Tras varios intentos
fallidos por recibir cátedra de José Antonio Gómez, decidió estudiar por su
cuenta mediante métodos extranjeros en diversos idiomas.

Posteriormente, Paniagua tuvo la iniciativa de crear su primera ópera, y al no


haber libretos ni libretistas, tomó uno de Felice Romani, libretista de Vincenzo
Bellini, y dio vida a su primera obra, titulada Catalina de Guisa, estrenada el
29 de septiembre de 1859, la cual fue dedicada al general Miguel Miramón. El
éxito que obtuvo con su primer obra lo animó a crear la Academia de Armonía
y Composición, donde estudiaron Melesio Morales, Mateo Torres Serratos,
Miguel Planas y Carlos J. Meneses. Fue profesor de Ángela Peralta. En dicho
instituto se crearon óperas como Cleotilde de Coscenza, de Octaviano Valle;
Adelaida y Comingio, de Ramón Vega; Atala, Agorante, rey de Nubia y La
reina de las hadas, de Miguel Meneses y Romeo y Julieta e Ildegonda, de
Melesio Morales, las cuales fueron representadas en su compañía, la primera
empresa operística mexicana. Entre 1862 y 1863 participó en diversos
conciertos organizados por un grupo de mujeres liberales encabezado por
Margarita Maza.

En 1863 compuso la ópera Pietro d’Abano (1863), obra que festejaba la


derrota del ejército francés en Puebla en mayo del año anterior. En ese mismo
año se le acusó de plagiario, pues se decía que su obra Catalina de Guisa era
una copia de una obra italiana llamada Marcos Visconti, compuesta en 1855.
Al parecer los críticos olvidaron que Paniagua había compuesto su obra 10
años antes. Dos años después, ya durante el gobierno del emperador
Maximiliano de Habsburgo, intentó viajar a Cuba, pero luego de tres años de
espera, en 1868 se trasladó a Córdoba, donde vivió hasta su muerte acaecida el
2 de noviembre de 1882. Compuso además la ópera El paria, el oratorio
Tobías, la pieza escénica breve El paria, un Réquiem y más de 70 misas.

Archivo Zevallos Paniagua.- El 27 de mayo de 2002, los musicólogos Eugenio


Delgado y Áurea Maya anunciaron el hallazgo y rescate del archivo musical
de Cenobio Paniagua. El acervo está integrado, además, por obras de uno de
los hijos de Cenobio Paniagua, Manuel, así como de algunos compositores
contemporáneos a ellos, tanto nacionales como extranjeros. Los mencionados
musicólogos publicaron un catálogo de tal archivo en el Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información Musical "Carlos Chávez"
Cenidim. El catálogo está integrado por 376 fichas e incluye 135 obras del
autor michoacano y 20 atribuibles a él; 90 de su hijo Manuel y 40 que se le
son atribuidas; 28 de compositores mexicanos y 22 de europeos y numerosas
de origen anónimo. Entre el material más sobresaliente se encuentran los
manuscritos de la mencionada ópera Catalina de Guisa, aunque incompletos,
pues sólo se localizaron las partituras del tercer acto, orquestado, y las del
primero y el tercero, en la versión para piano; del segundo acto, sólo se tiene
la guía del apuntador. Empero, se cuenta con todas las partes de las voces de
principio a fin de la obra. También se encontró la segunda ópera escrita por
Paniagua, Pietro d’Abano, de la cual falta la partitura de la orquesta, pero
están tanto la parte vocal con piano como las particellas.

Las indagaciones llevaron a la localización de otra ópera de la cual la historia


no daba noticia, intitulada Clementina. En contraste, no apareció nada en el
archivo de la ópera El paria, que sí está consignada en los registros históricos.

También se encontraron seis zarzuelas, género que se ignoraba hubiera sido


abordado por el compositor, así como un cuarteto de cuerdas.
Obras corales, para pequeña orquesta y banda, salmos, oratorios, pastorelas y
piezas para piano completan el catálogo, así como escritos teóricos de fin
diverso, como de solfeo, armonía, ejercicios de canto y métodos de
contrabajo.

Delgado señala que una vez editado el catálogo, el paso siguiente será
digitalizar el material para subirlo a internet y, eventualmente, editar un cd-
rom. También planean iniciar una serie de ediciones de las obras que, a su
juicio, son las más interesantes.

Obras
Óperas
Catalina de Guisa (1859)
Pietro d’Abano (1863)
El paria
Clementina
6 zarzuelas (inéditas y no estrenadas)
Pastorelas (inéditas y no estrenadas)
Música religiosa
70 misas
Réquiem
Salmos
Las siete palabras
La pasión de Jesucristo
Música de cámara
1 cuarteto de cuerdas

ÁNGELA PERALTA CASTERIA (6 de julio de 1845 — 30 de agosto de


1883).-
Fue una cantante soprano mexicana del siglo XIX de fama nacional, conocida
como «El censontle mexicano» y llamada en Italia «Angelica di voce e di
nome». Antes de los 20 años conquistó los principales escenarios europeos.
Creadora del ruiseñor

Provenía de una familia de origen rica y recibió una buena educación,


mostrando un especial talento para el canto desde su infancia. Fue alumna de
Agustín Balderas quien fuera miembro del jurado del concurso para
musicalizar el Himno Nacional. A los ocho años fue muy aclamada cuando
cantó la cavatina Belisario de Gaetano Donizetti. Continuó sus estudios en el
Conservatorio Nacional de Música de México, a los quince años personificó a
Eleonora de Il trovatore de Giuseppe Verdi, debutando así, en el Teatro
Nacional. Animada por el éxito y por su padre, emprendió un viaje de gira a
Europa.

El 13 de mayo de 1862 debutó en la Scala de Milán con Lucia di


Lammermoor de Gaetano Donizetti con gran éxito. Cantó La sonnambula de
Vincenzo Bellini ante Víctor Manuel II y su esposa, saliendo en treinta y dos
ocasiones al palco escénico para agradecer las ovaciones,2 comenzando un
éxito rotundo en giras por Roma, Turín, Florencia, Bolonia, Lisboa,
Alejandría, Génova, Nápoles, San Petersburgo, Madrid, Barcelona y El Cairo
durante 1863, 1864 y gran parte de 1865.3

El emperador Maximiliano I de México le pidió regresar a México para cantar


en el Teatro Imperial Mexicano y en octubre de 1865 aceptó la invitación. El
20 de noviembre fue recibida por los artistas del Teatro Imperial, por los
alumnos de la Academia de San Carlos, intelectuales, músicos y por la
población en general que la vitoreó en los barrios de San Antonio Abad,
Portales, Mexicaltzingo e Iztapalapa.

Entre su repertorio favorito cantó La sonnambula, I Puritani de Bellini, Martha


de Friedrich von Flotow, Il barbiere di Siviglia de Gioachino Rossini, Lucia di
Lammermoor, La fille du régiment, L'elisir d'amore de Gaetano Donizetti, Il
trovatore y La Traviata de Giuseppe Verdi. Compartió créditos con Enriqueta
Sulzer, César Limberti, y Mariano Padilla bajo la batuta de Carlos Bosoni. La
temporada se prolongó hasta abril de 1866. Durante el mes de febrero estrenó
la ópera Ildegonda del compositor mexicano Melesio Morales.

En 1866 cantó para los emperadores Maximiliano I de México y Carlota de


México y se le nombró «Cantarina de cámara del imperio» provocando la
repulsión del escritor Ignacio Manuel Altamirano ya que un año después la
cantante cantó I Puritani de Vincenzo Bellini «a beneficio de la guerra contra
los invasores» en el puerto de Veracruz.

Realizó presentaciones en Guanajuato, León, San Francisco del Rincón. En


Guadalajara inauguró el Teatro Juan Ruiz de Alarcón (hoy Teatro Degollado).
Ante la caída inminente del régimen imperialista, se trasladó al puerto de
Veracruz y se embarcó a Europa.
En 1867 partió de nuevo a Europa, y se presentó en Italia y España. En
Madrid, contrajo matrimonio con su primo hermano y literato Eugenio Castera
lo cual significó su declive dedicándose a componer pequeñas piezas.

Después de cuatro años y medio, regresó a a la Ciudad de México el 6 de


mayo de 1871. Ahí estrenó la ópera Guatemotzin de Aniceto Ortega de Villar
el 13 de septiembre de 1871. El Teatro Nacional de México había recuperado
su nombre, alternó con Enrique Tamberlick, con el francés Gasseier, la
Visconti, la Tomasi, Verati, Testa y Mari, bajo la dirección de Enrique
Moderatti y Melesio Morales. Justo Sierra, impresionado por su voz le dedicó
un poema. En esta época la prensa escribe de ella:

En 1872 / 1874 realizó una tercera gira por Europa, Inició sus presentaciones
nuevamente en Italia y prolongó su estancia por más de tres años. Regresó a
México en 1877, y cantó en el Teatro Nacional Aída de Verdi, y Gino Corsini
de Melesio Morales. Se enamoró de su administrador Julián Montiel Duarte, y
fundó su propia compañía operística. Cuando el público se enteró se su amorío
dejó de apoyarla.Por la enfermedad de Castera estuvo impedida de seguir
realizando giras en 1876 recluyéndolo en un hospital en París donde murió en
el mes de marzo. Después de un periodo de luto se dedicó en México a
organizar el estreno del Requiem de Giuseppe Verdi y de la ópera Gino
Corsini de Melesio Morales. En esa época, su amante, el escritor Julián
Montiel y Duarte, publicó su Album Musical de Angela Peralta, que contiene
15 composiciones de ella.

Viajó por el norte de la República mexicana. Se presentó en Querétaro,


Celaya, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí y Morelia, en
el Teatro Progreso de Monterrey, en Saltillo, Durango y La Paz. Al llegar a
Mazatlán cantó Il trovatore y Aída, pero fue víctima de una epidemia de fiebre
amarilla.3 Contrajo nupcias in articulo mortis con Julián Montiel y Duarte,
falleció el 30 de agosto de 1883 a la edad de 38 años.6 Sus restos mortales
fueron trasladados a la Rotonda de las Personas Ilustres en abril de 1937.1

Obrasde Ángela Peralta, escribió:

México (galopa).
Un recuerdo de mi patria (danza).
Nostalgia (fantasía).
Adiós a México (vals).
Pensando en ti (fantasía).
Io t'ameró (romanza).
Margarita (danza).
El deseo (romanza).
Sara (melodía).
Retour (chotis).
Ilusión (mazurca).
Absence (vals).
Eugenio (vals).
María (vals).
Né m'oublie pas (vals).
Lejos de ti (vals).
Óperas estrenadas por Ángela Peralta
1866: Ildegonda de Melesio Morales
1871: Guatemotzin de Aniceto Ortega de Villar
1877: Gino Corsini de Melesio Morales

-ANTONIO BARRILLI.-
Su ópera “Un paseo por Santa Anita” es una ópera cómica que se estrena el 17
de noviembre de 1859 y se vuelve a presentar el 1 de diciembre en el Teatro
Nacional, en esta ópera se presenta una breve historia del Paseo de Santa
Anita en la ciudad de México y su relación con la música y el baile en una
temporalidad que va del siglo XVIII a la década de los treintas del siglo XIX.

-LEONARDO CANALES.-
Escribe en 1864 la ópera “Pirro de Aragón”, la cual fue estrenada el 12 de
julio en el Teatro Principal, el director Concertador fue Jaime Nunó.

-MELESIO MORALES (4 de diciembre de 1838-12 de mayo de 1908).-


Fue uno de los más importantes compositores mexicanos del siglo XIX. Nació
en la Ciudad de México. Desde muy joven, mostró una gran aptitud para la
música, pero su padre, D. Trinidad Morales, deseoso de que abrazara la
carrera de ingeniero civil, le dedicó al estudio de las matemáticas haciéndolo
entrar en la Academia de San Carlos. y alrededor de 1850 ya escribía sus
primeros valses y canciones.

Primera ópera Romero y Julieta.-


Se dice que compuso está ópera a la edad de 18 años. La obra fue estrenada el
27 de enero de 1863 en el Gran Teatro Nacional y fue interpretada por las
sopranos Elisa Tommasi (Romeo) y Mariana Paniagua (Julieta), el tenor
Manuel Morales (Tebaldo), el barítono Francisco de Paula Pineda (Lorenzo) y
el bajo Ignacio Solares (Capelio). La obra fue dirigida por el mismo Melesio
Morales quien dedicó su nueva ópera a su padre, Trinidad Morales.

Ildegonda.-
El 27 de enero de 1866 se estrenó su segunda ópera, Ildegonda, un drama
lírico en dos actos con libreto de Temistocle Solera en el Gran Teatro
Nacional, entonces llamado Teatro Imperial.1

Melesio Morales utilizó para su ópera un libreto de Temistocle Solera que ya


había sido puesto en metro músico por otros compositores. Uno de ellos fue
Emilio Arrieta cuya ópera Ildegonda en dos actos, se estrenó en 1845 en Milán
y que luego fue reestrenada en el Palacio Real de Madrid en 1849. La ópera
estaba lista, cuando un grupo de notables, entre los que se encontraban los
señores don José Urbano Fonseca y don José Ignacio Durán, se apersonaron
con el empresario del Gran Teatro Imperial, don Annibale Biacchi, a fin de
que fuera estrenada en ese teatro la ópera de Melesio Morales. El empresario
contestó que no pondría en escena una obra de un mexicano que perjudicara
sus intereses. Al respecto Mañon escribe: La contestación dada por Biacchi
indignó grandemente a los citados señores, así como a un grupo numeroso de
músicos, diletantes y personas distinguidas que formaban la prestigiada
sociedad denominada "Club Filarmónico", quienes después de toda clase de
inútiles tentativas, polémicas en la prensa. etc., resolvieron presentarse en el
Gran Teatro Imperial la noche del 14 de noviembre (de 1865), en los
momentos en que cantaba "Un baile de máscaras", haciendo su aparición
acompañados de un gran número de alumnos de la Escuela de Bellas Artes, y
durante el primer entreacto, secundados por casi la totalidad del público,
pidieron a gritos y por medio de un cartelón, que desplegaron en la barandilla
de la galería, la representación de "Ildegonda". Fue tal el escándalo que se
produjo impidiendo la continuación de la ópera de Verdi, que el empresario
Biacchi se vio obligado a salir a escena para manifestar que estaba dispuesto a
complacer al público, estrenando la obra del maestro Morales. Aplacóse
entonces aquél, y pudo continuarse entonces la representación de "Un baile de
máscaras", pero al día siguiente Biacchi, por medio de un manifiesto, censuró
al público su actitud, al secundar al grupo que inició el escándalo en el teatro.
En dicho manifiesto también hacía graves cargos al Ministerio de
Gobernación del emperador Maximiliano, en virtud de que se le había
asignado una subvención de cinco mil pesos que no había percibido, y que
atendiendo a ella había contratado en Europa a la eminente diva Ángela
Peralta, viéndose en la imposibilidad de cumplir su compromiso por no haber
recibido la citada subvención. Entonces el Ministerio le hizo saber a Biacchi,
que por las economías se había suprimido el subsidio ofrecido, pero el
Emperador tomó cartas en el asunto y dio orden de que se hiciera efectiva al
empresario Biacchi la suma acordada, con cargo a la lista civil del Imperio (...)
el sábado 27 de enero, una vez que hubo recibido el empresario Biacchi la
subvención del gobierno imperial y obtenido del Emperador el compromiso de
cubrir el déficit que hubiera en contra del maestro Morales por tres
representaciones de su ópera "Ildegonda", contraídas en $6,000.00, estrenóse
dicha ópera, constituyendo un clamoroso éxito para su autor, que fue coronado
por la Peralta en medio de entusiastas aclamaciones del público.

Al respecto del estreno de Ildegonda escribió el periódico "La Seguridad":3


En las noches de ayer y anteayer, ha sido puesta en escena la ópera del joven
compositor mexicano don Melesio Morales, intitulada "Ildegonda", por la
compañía lírica que trabaja en el Teatro Imperial, y teniendo a su cargo los
principales papeles la señorita Alba y los señores Tombesi y Cornago. Ante
todas las cosas, felicitamos al autor por su partitura, al país por la honra que le
cabe en el mérito de la producción, y a los amigos del señor Morales, por ver
demostrado el acierto con que juzgaron desde un principio la "Ildegonda", y
coronados los esfuerzos que hicieron para verla representada. Lo fue por
primera vez el sábado como queda dicho, y, acaso por ser función
extraordinaria, no fue muy abundante la concurrencia. No por eso dejó de ser
patente el triunfo de la nueva ópera, cuyo autor fue repetidas veces saludado
con el mayor entusiasmo, llamado a la escena y coronado en el intermedio del
primero al segundo acto por la señorita Peralta a nombre del público. Sabido
es que tratándose de composiciones musicales, ni los muy inteligentes pueden
descubrir todos sus defectos y sus principales bellezas, en una primera
audición, ni pueden ellos apreciar todo el mérito que en el sentido favorable
encierren, ni la generalidad del auditorio halla en la ejecución el principal
placer que, indudablemente consiste en retener en la memoria los más notables
pasajes y motivos, y prepararse a gozar en su repetición material. Casi todas
las obras nuevas gozan con tal inconveniente, y entre otros ejemplos, hay el
del "Fausto", de Gounod, en cuya belleza convienen todos hoy, siendo así que,
en lo general, no agradó en su primera representación en México. Óperas hay,
sin embargo, que agradan a la primera audición, como la "Marta" de Flotow, y
esto se explica así por su mérito real, como por el estilo brillante y adaptado al
gusto del auditorio, cuyo placer sigue siempre en aumento en las repeticiones.
Igual suerte ha tenido Ildegonda, pues agradó desde la noche del sábado, y el
agrado, que ha tenido considerable aumento en la de ayer, será mucho mayor
en las siguientes representaciones.

Durante su periodo de estudios en Europa confirmó su influencia italiana y


rehízo Ildegonda. La ópera se estrenó en el Teatro Pagliano de Florencia. La
segunda versión de la ópera fue presentada en Italia en múltiples ocasiones
con gran éxito. A su regreso a México, Melesio Morales fue tratado como un
héroe, luego de que su segunda ópera había sido aceptada en las principales
ciudades italianas. A su regreso de Italia se dedicó a la docencia, la dirección
de orquesta y escribió artículos periodísticos sobre temas relacionados a la
música. Su dedicación pedagógica en el campo de la música lo llevó a
participar en la fundación del Conservatorio de Música y Declamación de
México. En el Conservatorio enseñó armonía y composición, sustituyendo a
Felipe Larios y a Aniceto Ortega. En 1867 escribió su himno "Dios salve a la
patria" y dos años después su "Sinfonía Vapor", una obra muy alabada por
quienes la llegaron a escuchar, la cual se estrenó el 16 de septiembre de 1869,
día en que el presidente Benito Juárez inauguraría en la capital poblana la
estación del Ferrocarril Central Mexicano. Recientemente, la obra ha sido
ejecutada cada año en el Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos de
Puebla por la Orquesta Sinfónica 5 de mayo de dicha ciudad.

Gino Corsini.- El 4 de julio de 1877 logra estrenar su ópera Gino Corsini en el


llorado Gran Teatro Nacional, entonces llamado Teatro Imperial. La obra se
estrenó en la misma temporada en que se vio el estreno de Aída y de la Misa
de Requiem de Verdi. Las tres obras fueron cantadas por Ángela Peralta. La
nueva ópera de Melesio Morales tuvo éxito y acrecentó su fama.

Cleopatra.- En 1891 estrena en el Gran Teatro Nacional, auspiciada por la


Compañía de Ópera Italiana Sieni y con la soprano Salud Othón como
protagonista, su ópera Cleopatra. La obra tiene un libreto de Antonio
Ghislanzoni, quien colaboró con Giuseppe Verdi en su ópera Aída. La obra se
estrenó en el Teatro Nacional. Al respecto del estreno de Cleopatra refiere
Mañón:

El sábado 14 de noviembre (de 1891), ante numerosísima concurrencia que


estaba impaciente por conocer la obra del autor mexicano Melesio Morales, se
representó al fin, "Cleopatra". El éxito fue excelente. En el primer acto gustó
mucho el concertante, y al ser aplaudido se llamó a escena al autor,
aclamándolo. Después, un terceto del bajo, tenor y el barítono, que le valió a
Morales un nuevo aplauso y llamada, y todavía se le ovacionó al final del acto.
En el segundo, el aria de la soprano ligera Giuseppina Mussiani. La artista
tuvo que repetir el allegro de aquel trozo, muy delicado, inspirado y difícil.
Aunque el tercero y cuarto acto parecieron un poco cansados y con
deficiencias en la parte coral, todavía se aplaudieron algunos números y se
llamó al foro al maestro Morales. En el último acto, o sea el cuarto, el tenor
Rawner cantó admirablemente un aria en que lució sus hermosos agudos. Los
cantantes todos demostraron mucho empeño en estudiar esta obra y la
interpretaron lo mejor que pudieron, lo que contribuyó no poco a su éxito. El
vestuario estuvo bueno y las decoraciones, encargadas a Italia, bellísimas y
algunas de gran mérito. Se dió "Cleopatra" varias veces y el sábado 2 a
beneficio del autor mexicano, que recibió magníficas coronas, además tuvo el
gusto de ver que se escogió esta noche, para que en el escenario del Teatro
Nacional le fuera entregada una medalla de oro a su hijo Julio Morales,
medalla que había sido ofrecida para el mejor Himno Patriótico en un
concurso organizado por el periódico "La Patria", habiendo resultado
vencedor este joven hijo del laureado maestro. La obra se representó cuatro
veces, hecho insólito tratándose de un compositor mexicano.

Vals Netzahualcoyotl.- Obra importante en su haber que toma su nombre de


una sociedad nacionalista del siglo XIX la cual encargó al maestro su
composición. La composición de óperas del último periodo de Melesio
Morales coincide con la creación de las óperas, en México de su propio hijo
Julio Morales, de Felipe Villanueva, Ricardo Castro y Gustavo E. Campa,
entre otros. Este movimiento operístico mexicano formó parte de un
movimiento de creación operístico latinoamericano finisecular en el que
destacan los nombres del chileno Eliodoro Ortiz de Zárate, los colombianos
José María Ponce de León y Augsto Azzali, el brasileño Antonio Carlos
Gomes, el uruguayo León Ribeiro y los argentinos Francisco Hargreaves,
Miguel Rojas y Edoardo Torrens. Melesio Morales también fundó la revista
"La armonía", órgano de difusión de la Sociedad Filarmónica Mexicana.
Melesio Morales falleció el 12 de mayo de 1908.

Anita.- Ópera basada en un capítulo de la Segunda Intervención Francesa en


México, fue escrita para ser estrenada durante las festividades del Primer
Centenario de la Independencia de México. La obra fue dedicada al Presidente
de México Porfirio Díaz, el cual aparece en escena al final de la ópera
mientras suena el Himno Nacional. La obra debió estrenarse en 1910 junto
con otras óperas comisionadas para las festividades, como la ópera en tres
actos Matilde o México en 1810 de Julián Carrillo. Como consecuencia de la
Revolución de 1910, todas estas óperas no se estrenaron, y Melesio Morales y
su ópera Anita cayeron en el olvido. La partitura de la ópera Anita estuvo
guardada en un archivero hasta 1987 en que se presentó en la Sala
Nezahualcóyotl.5 A finales del siglo XX se inició un paulatino rescate de la
obra de Melesio Morales. La ópera Anita se estrenó, primero, de modo
fragmentario y en concierto, en 1987 con alumnos del Conservario.

La producción más importante de Melesio Morales está dedicada al escenario.


Melesio Morales compuso las óperas Romeo y Julieta, Ildegonda, Carlo
Magno, Gino Corsini, Cleopatra (1891), La tempestad, El Judío Errante y
Anita. Al morir, Melesio Morales dejó sin estrenar siete óperas, aunque se
desconoce si logró terminar dos de ellas. De estas siete óperas inéditas al
momento de su muerte, tan sólo se ha estrenado Anita. Su ópera La tempestad
fue mandada a La Scala de Milán para su ejecución, pero nunca se estrenó. El
gobierno mexicano nunca se ha preocupado de pedir el regreso de esta
partitura, si es que aún se encuentra en los archivos de La Scala. La ópera
Anita, basada en un capítulo de la Segunda Intervención Francesa en México,
estuvo guardada en un archivero hasta 1987 en que se presentó en la Sala
Nezahualcóyotl.5 En total se le atribuyen alrededor de 130 obras de todo tipo.

Existe una autobiografía del compositor donde él mismo relata las carencias
existentes en el medio cultural y musical mexicano, persistiendo algunas de
ellas hasta nuestros días. Su nieta María Morales custodió el archivo familiar
que luego, en 1956, fue donado al Conservatorio Nacional de Música de
México. En tal archivo familiar se reúne más del 95 por ciento de la obra de
Melesio Morales, del propio Julio Morales e incluso de Guadalupe Olmedo, la
segunda esposa de Melesio Morales y una de las primeras compositoras
mexicanas. Durante mucho tiempo se le adjudicó ser la autora del primer
cuarteto para cuerdas escrito en México hasta que se encontraron obras de ese
género debidas a su maestro Cenobio Paniagua.

Óperas
Romeo y Julieta (1863).
Ildegonda (1866).
Gino Corsini (1877)
Cleopatra (1891).
Anita (2000)
Carlo Magno (sin estrenar).
La tempestad (perdida, algunos investigadores afirman que se encuentra en los
archivos de La Scala de Milán).
El Judío Errante (perdida).
Silvia (perdida).
Claudia (¿inconclusa?)
Asuero (¿inconclusa?)
Otras obras
Las siete palabras de Cristo, oratorio.
Misa para solistas, coros y orquesta.
Dios Salve a la Patria, cantata para coros infantiles y orquesta, estrenada en el
Teatro Iturbide en 1869.
diversas piezas para piano, canto, danzas, valses y nocturnos.
diversas piezas orquestales
Sinfonía vapor (1869)

-MIGUEL MENESÉS.-
Dentro de la producción operística mexicana del siglo XIX sobresalen la ópera
“Agorante, rey de la Nubia” de Miguel Meneses, estrenada durante las
festividades conmemorativas por el cumpleaños del emperador Maximiliano I
de México, el 6 de junio de 1864 en el Teatro Principal.

Fue pianista, compositor, director de orquesta y profesor de música. Inició su


formación musical en el seno familiar. Muy joven marchó a Morelia para
proseguir sus estudios y hacia 1852 se radicó en la ciudad de México, donde
fue recibido por Cenobio Paniagua como auxiliar en la orquesta de la catedral
metropolitana. Con ese mismo maestro recibió las primeras lecciones de
composición, además de que Paniagua lo alojó en su domicilio particular hasta
1858, en que Meneses fue contratado por varias empresas operísticas para
dirigir orquestas en teatros capitalinos. En 1859 fue designado director
concertador de la compañía italiana de ópera de Luigi Donizetti, con la cual
recorrió gran parte de la República. En la ciudad de México fundó su propia
academia de música en 1861, la cual fue absorbida por el Ayuntamiento en
1864, y que sobrevivió bajo esa administración hasta el gobierno del
presidente Calles (1927), manteniendo una orquesta juvenil.

-ANICETO ORTEGA (1824-1875).-


Nace con el nombre de Aniceto de los Dolores Luis Gonzaga Ortega del Villar
en Tulancingo, Hidalgo; fue un médico mexicano, compositor y pianista.
Aunque tuvo una distinguida carrera como médico y cirujano, también se le
recuerda hoy en día por su ópera de 1871 Guatemotzin,una de las óperas
mexicanas más tempranas en utilizar un tema nativo.
Aniceto Ortega del Villar, estudió en la Escuela de Medicina de México, a la
que ingresó el 12 de enero de 1841, obteniendo su título de Médico el 30 de
diciembre de 1845. Estudió obstetricia en Francia, a partir de 1849. Gran
investigador en embriología, fue el primero en practicar la medicina
preventiva en México a su regreso del Continente Europeo en 1851.

El 1º de noviembre de 1865, fue nombrado por el Emperador Maximiliano


miembro del Consejo Superior de Salubridad, creado por el Emperador, y el 1º
de febrero de 1868, es nombrado por Benito Juárez, quien no le quería, pero
que reconocía sus capacidades profesionales, Catedrático en la Escuela de
Obstetricia. El 8 de marzo de 1870, recibió el nombramiento de Director del
Hospital de Maternidad de México. (Teodomiro MANZANO, "Hidalguenses
distinguidos", 1940)

Además de médico, fue un destacado músico. Fundó en el año de 1866 la


Sociedad Filarmónica Mexicana, convertida hoy en el Conservatorio Nacional
de Música. Gran crítico musical, como compositor escribió valses, polkas,
mazurcas, así como la conocida marcha Zaragoza y una de las primeras óperas
mexicanas con un sentido nacional llamada Guatemotzin, basada en una
novela histórica de la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda basada en un
pasaje de la historia de la conquista de México.

Obras:
Piano.-
Invocación a Beethoven
Elegía, amor e inocencia
Romanza sin palabras
El canto de la huilota
Recuerdo de amistad (Dedicado al pianista mexicano virtuoso y compositor,
Tomás León)
Valses
Enriqueta
Brillante
Marchas
Zaragoza
Potosina
Republicana

Opera: Guatimotzin

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