GACETA JUDICIAL
ACCIONES RESOLUTORIA DE UN CONTRATO Y DE REN.INDICACION-ACCION
DE RESOLUCION INICIADA DESPUES DE LA DE CUMPLIMIENTO DEL CONTRATO.
JURISPRUDENCIA ACTUAL DE LA CORTE SOBRE ESE PUNTO.-CADUCIDAD POR
ABANDONO DE LA ACCION_
1.--:-Cuando se ejercita la acc1on
resulotoria del contrato, habiéndose
iniciado antes la de cumplimiento de
él, es necesario para que sea reci-
bible aquella, que el juicio en que
se demanda el cumplimiento no esté
vigente, que haya terminado por al-
guno de los medios legales o que se
demuestre que no obsta-nte el esfuer-
zo del acreedor, no ha podido éste,
en el juicio de cumplimiento, obte-
ner la contraprestación que deman-
da. En otros términos: no pueden
coexistir las dos acciones ni ejerci-
tarse simultáneamente sino una des-
pués de otra, cuando la primera-
mente excogitada no ha producido
los resultados buscados. por el acree-
dor. - 2.Aunque uno de los medios
legales de la terminación de un jui-
cio es el _de la caducidad por aban-
dono, él no es aplicable a los juicios
ejecutivos, de conformidad con el ar-
tículo 364 del Código Judicial actual.
3.-La condición resolutoria expresa
sigue la misma regla de la tácita en
el ejercicio de las dos acciones con-
sagradas por el artículo 1546 del C.
C., o sea, que ejercitada la de cum-
plimiento del contrato y no prospe-
rando ésta o terminado el juicio por
un medio legal, puede ejercitarse la
resolutoria. - 4.-En un mismo jui-
cio pueden entablarse la acción re-
solutoria de un contrato y su conse-
cuencial, o sea la restitutoria, sin
que sea necesario pqra ésta que pre-
viamente en juicio distinto se haya
decretado la resolución.
315
Corte Suprema de Justicia.-Sala de Casa-
ción en lo Civil. -Bogotá, mayo veinti-
nueve de mil novecientos cuarenta.
(Magistrado ponente, doctor Liborio
Escallón)
Los antecedentes de este pleito, plena-
mente comprobados y sobre los cuales no
hay disención entre las partes, son estos:
Q1 Antonio María Ocampo vendió a
Jorge Gaviria Echeverri la mitad proin-
diviso de la casa de tapia y teja y el te-
rreno en que está edificada, situada en la
carrera tercera de esta ciudad, marcada
con el número doscientos setenta y des-
lindada como aparece de la escritura dos
mil ciento setenta y nueve de diez y ocho
dE octubre de mil novecientos veintiocho
corrida ante el Notario cuarto de esta ciu-
dad de Bogotá. El precio de la venta fue
el de nueve mil quinientos tr~inta y nue-
ve pesos ($ 9,539) moneda corriente, de
los cuales el comprador quedó debiendo
al vendedor la cantidad de cinco mil pe-
sos ($ 5,000.00) que se comprometió a
pagarle seis meses después de la firma
dP la escritura.
29 El comprador, para mayor seguri-
dad .de su obligación, hipotecó la misma
mitad de la casa que compró a Ocampo,
pero la hipoteca no se registró por haber-
st, dejado agotar el término legal para el
registro de aqqella. La obligación, por lo
t?..nto del comprador y deudor al mismo
tiempo, quedó meramente personal;
39 Del certificado del Registrador de
Instrumentus Públicos y Privados de Bo-
gotá aparece que Jorge Gaviria Echeve-
rri compró a Marco Aurelio Duarte -por
 316 GACE'fA
siete mil quinientos pesos ($ 7,500.00) la
otra mitad de la casa mencionada, según
escritura número mil ochocientos noven-
ta y dos de doce de septiembre de mil no-
vecientos veintiocho, de la Notaría cuar-
ta de esta ciudad ;
49 El expresado Gaviria Echeverri ven-·
dió la totalidad de la casa expresada a
Luis Sáenz Urueta según aparece de la
escritura dos mil seiscientos noventa ·y
seis de veintidós de diciembre de mil no-
vecientos treinta pasada ante el Notario
tercero de Bogotá. Esta venta fue hecha
con pactó de retroventa por el término de
seis meses y por escritura mil ciento no-
. venta de veinticuatro de junio de mil no-
. vecientos treinta y uno de la N ataría
cuarta de Bogotá las partes contratantes
declararon en firme la venta y por lo tan-
to libre de.. la condición de dicho pacto;
5Q Sáenz Urueta traspasó la casa a
Luis Ayabar y éste a la "American Edu-
cational Eudoment Fund" (Fondo Dotal
Americano para Educación), domiciliada
en el Estado de Nebraska, Estados Uni-
dos de América, representada por Luis
Sáenz Urueta, quien obró como apodera-
de.. de dicha sociedad. Escritura número
mil cincuenta y ocho de veintidós de ju-
nio de mil novecientos treinta y cuatro
dt la Notaría primera de Bogotá. Cuando
sE· hizo esa venta ya se habían edificado
algunas casas en el lote primitivo;
69 El señor Gaviria Echeverri confesó
y acepta que no ha pagado los cinco mil
r)esos que quedó debiendo del precio de la
mitad del lote que le compró al señor
Ocampo.
'Este entabló la acéión resolutoria del
contrato de compraventa que consta en
Ir. escritura 2179 de 18 de octubre de
1928 ya mencionada, por falta de pago en
el resto del precio, por incumplimiento de
ese pacto y al mismo tiempo ejercitó la
acción reivindicatoria. Señaló como de-
mandados a Jorge Gaviria Echeverri, The
American Educational Eudoment Fund y
a Luis Sáenz Urueta. La acción resolu-
toria va dirigida contra el primero y la
reivindicatoria contra los dos segundos.
En sentencia de 21 de septiembre de
JUDICIAL
1937, el Juez de primer grado, 7v de este
Circuito, declaró probada la excepción pe--
rentoria de inexistencia de la acción de-
ducida en este juicio y en consecuencia
negó las peticiones formuladas en la de-
manda y absolvió a la parte demandada.
El actor apeló del fallo y el Tribunal
Superior de Bogotá, confirmó la senten-
cia recurrida en fallo de 27 de marzo del
año próximo pasado, fallo contra el cual
el demandante interpuso recurso de casa-
ción, que procede hoy la Corte a decidirlo.
La sentencia recurrida.
/
Se funda ésta, en que estando compro-
'bado en autos que Ocampo ejercitó la ac-
c;ón de cumplimiento del contrato, para
lo cual inició y siguió la correspondiente
ejecución contra Gaviria Echeverri y es-
tando pendiente ese juicio ejecutivo, no
e~, procedente aún la acción resolutoria
base de este pleito y se apoya en los ar-
tículos 1546 y 1930 del C. Civil. El Tri-
bunal dedujo por ese concepto la excep-
ción que calificó de inexistencia de la ac-
ción deducida en el juieio, propuesta des-
dt el principio por el demandado Gaviria
E:cheverri.
·E.l'recu.rso
Apoyado en la causal primera del ar-
tículo 520 del C. Judicial el recurrente
hace dos cargos a la sentencia. Primero.
For violación de los artículos 1546 y 1930
del C. Civil y por no aplicación de los ar-
tículos 1524 y 1769 de la misma obra. Se
funda este cargo en que el Tribunal incu-
rrió en error de derecho en la apreciación
de las pruebas aducidas por el demanda-
do Gaviria Echeverri para establecer que
e: demandante estaba ejercitando simul-
táneamente las acciones de cumplimiento
y resolutoria del contrato. En sentir del
recurrente el Tribunal no apreció debida-
mente los certificados del Juzgado Se-
gundo del Circuito en lo Civil, pues de
otra m~mera y al tenor del artículo 54 de
h1 Ley 105 de 1890 en relación con el 29
de la Ley 100 de 1899 habría concluído
 GACETA
que el juicio ejecutivo iniciado por Ocam-
po contra Gaviria había caducado por
abandono. También agrega que el deman-
dado Gaviria ha confesado que está en
quiebra y que por lo tanto la acción eje-
cutiva iniciada contra él resultaba inefi-
caz. Segundo. Estima infringido, por no
haberlo aplicado, el artículo 950 del C. Ci-
vil y por errónea interpretación de los ar-
tículos 1546, 1548, 1930 y 1933 de la mis-
ma obra. Además considera que no se dio
aplicación a los artículos 342 y 343 del J.
Judicial.
El recurrente estima que el Tribunal
tomó como una sola las acciones resoluto-
ria y reivindicatoria ejercitadas en el
pleito y ésta en síntesis, es la base fun-
damental en que apoya su segundo cargo.
Estudio de los cargos.
La Corte considera:
El artículo 1930 del C. Civil no es sino
In aplicación al contrato de compraventa
del artículo 1546 de la obra citada que
consagra una norma general para todos
los contratos bilaterales. En un principio
se sostuvo que escogida por un contra-
tante la acción resolutoria o la de cumpli-
miento del pacto esa escogencia tenía un
c~:.rácter exhaustivo y fatal, de modo que ·
el insuceso legal en la prosperidad de la
acción excogitada hacía imposible que el
contrato pudiera luégo invocar la otra.
Se aplicó pues, en todo su rigor, el prin-
cipio del derecho romano, en el cual no
se admitía la condición resolutoria tácita
sjno sólo la expresa que condicionó la fi-
gura jurídica del pacto comisorio. ·Mas
un estudio y análisis det~nido del asunto
llevó más tarde a la jurisprudencia y a
los expositores a una solución contraria,
basada en textos expresos mejor inter-
pretados y en razones de equidad. A par-
tir del Código de Napoleón la condición
resolutoria expresa quedó configurando
( el pacto comisorio, en el contrato de com-
praventa, y la tácita imperando como re-
gla general en todos los pactos. bilatera-.
les. Desde Mercadé, Baudry-Lacantinerie
y demás autores clásicos hasta los moder-
JUDICIAL 317
nos como Colin y Capitant adhieren a esa
última solución, lo mismo que el comen-
tador Vélez, solución que ~onsiste en sos-
tener que si bien es cierto que no pueden
ejercitarse simultáneamente las acciones
resolutoria del contrato y de ejecución
de( mismo, o mejor que no pueden co-
existir procesalmente, sí pueden ejerci-
tarse ambas, una después de otra, cuan-
do ha habido insuceso legal o imposibili-
dad de hacer efectiva la prestación co-
rrespondiente con la acción elegida en pri-
mer término. ·
La Corte en sentencia de 28 de mayo
dE. 1926 (Gaceta Judicial, Tomo XXII, pá-
gina 334), rectificando doctrinas de los
tribunales y aún de esta misma corpora-
ción, definió claramente el asunto, y des-
ele entonces no ha habido ninguna ·vacila-
ción en jurisprudencia tan acertada. Dijo
así la Corte : ."La Corte considera que el
principio sentado por el Tribunal, si bien
exactan:ente riguroso en derecho roma-
no, no lo es en el derecho moderno, pues
sj el acreedor ha fracasado en sus accio-
nes para la ejecución de un contrato, rio
puede en justicia quedar inhabilitado pa-
r::.. recuperar, por medio de la resolución,
las cosas que ha entregado, si no ha ob-
tenido el equivalente de sus prestaciones
a causa del incumplimiento del deudor.
Lo que quiere decir el artículo 1930 del
Código Civil, en relación con el artículo
1546 de allí, es que el acreedor no puede
ocurrir simultáneamente a dos remedios
que se excluyen, y que una vez que ha
prosperado uno de los remedios elegidos,
queda el otro eliminado; pero en ningún
caso pueQ.e entenderse la disposición en
el sentido de que intentada sin éxito cual-
quiera de las acciones concedidas al acree-
dor para hacer efectivo su derecho, no
pueda hacer uso de la otra en subsidio,
como defensa del incumplimiento del deu-
dor".
Cuando se ejercita pues la acción reso-
lutoria del contrato, habiéndose iniciado
antes la de cumplimiento del pacto, es :pe-
cesario para que sea recibible aquella,
que el juicio en que se demanda el cum-
plimiento, no esté vigente, que haya ter-
318 GACE'l'A
minado por alguno de los medíos legale&
o que se demuestre que no obstante el
esfuerzo del acreedor, no ha podido éste,
en el juicio de cumplimiento obtener la
contraprestación que demanda. En otros
términos: no pueden coexistir las dos ac-
ciones ni ejercitarse simultáneamente si-
no una después de otra, cuando la prime-
ramente excogitada no ha producido los
resultados buscados por el acreedor.
En el caso de autos resulta lo siguien-
te: El demandante Ocampo ejercitó, an-
tes de este juicio, la acción de cumpli-
miento del contrato, iniciando ante el
Juzgado 2Q del Circuito de Bogotá, la ac-
ción ejecutiva de cumplimiento contra el
demandado Gaviria Echeverri para el pa-
go de los cinco mil pesos que éste le que-
dó debiendo a aquél en razón del coNtrato
de compraventa celebrado entre los .dos y
de que ya se ha hecho mérito.
Al folio segundo del cuaderno número
5 aparece el siguiente informe del Juez
2'1 del Circuito de Bogotá: "El Juez Se-
gundo Civil del Circuito de Bogotá, en
cumplimiento de lo solicitado en el ante-
rior despacho, informa: que el juicio eje-
cutivo que Antonio María Ocampo ade-
lanta ante este despacho contra Jorge
Gaviria Echeverri, permaneció en sus-
penso desde el diez y ocho de abril de mil
novecientos treinta y dos hasta el día
veinticuatro de enero de mil novecientos
treinta y cinco, fecha en que el doctor
Ocampo, ejecutante, solicitó el desglose
del instrumento base del recaudo ejecuti-
vo, juicio que en la actualidad se halla en
el archivo del Juzgado. Bogotá, mayo ca-
torce de mil novecientos treinta y Ocho".
Uno de los medios legales de la termi-
nación de un juicio es el de la caducidad
por abandono, pero este medio no es apli-
cable a los juicios ejecutivos. De ahí que
el inciso final del artículo 364 del C. Ju-
dicial diga lo siguiente: "En los juicios
ejecutivos y de concurso de acreedores
m. tiene cabida la caducidad; en ellos sólo
se decreta el desembargo de los bienes y
el levantamiento del secuestro en caso de
abandono".
Luego aun cuando el juicio ejecutivo
JUDlCRAI.
de que se ha hecho mérito se halle archi-
vado, ello no quiere decir que la acción
e:iecutiva haya caducado y entonces esté
paralizado en su actuación pero vigente
en la relación procesal que él entraña. En
otros términos y de acuerdo con el certi-
ficado que se acaba de transcribir: En el
momento de la iniciación de la demanda
que ha dado origen a este pleito, o sea
cuando se ejerció la acción resolutoria por
e1 doctor Ocampo, estaba vigente la ac-
ción de cumplimiento del contrato que
había entablado en el Juzgado 29 del Cir-
cuito en lo Civil:
Aun cuando la acción de cumplimiento
SE entabló antes de la vigencia del Códi-
gc Judicial actual, como del certificado
transcrito aparece que la suspensión se
inició desde el 18 de abril de 1932, las dis-
posiciones aplicables sobre caducidad y
abandono son no las del antiguo Código
sino las del hoy vigente, de acuerdo con
el artículo 1228 de la Ley 105 de 1931.
La copia que corre a los folios 3 a 5 del
cuaderno número 3 en la cual están in-
sertas varias piezas del juicio ejecutivo
seguido por Ocampo contra Gaviria Eche-
verri en nada infirman o desvirtúan el
informe o certificado que se transcribió
en esta sentencia. · De esas copias apare-
ct~ que se dictó auto ejecutivo, que se de-
nunciaron bienes y se embargaron y que
el ejecutado dio fiador de saneamiento
que fue aceptado sentándose la respecti-
va diligencia. Por este aspecto resulta
además que no puede afirmarse aún, que
haya habido insuceso legal al ejercitarse
la acción de cumplimiento del contrato
por el demandante Ocampo.
Es cierto que el demandado aseveró
que estaba en quiebra, pero si, por un la-
do, la simple aseveración de un deudor
sobre que está en quiebra no lo constitu-
ye por sí sola en ese estado legal, por
otro, habiendo fiador de saneamiento en
el juicio ejecutivo y además bienes em-
bargados, no está acreditada plenamente
la imposibilidad de Ocaii?-PO para hacer
efectiva la obligación que demanda. de
Gaviria Echeverri en el Juzgado 29 del
Circuito de Bogotá.
 GACETA .JUDICIAL 319

De lo anterior resulta lo siguiente, a por un medio legal, puede ejercitarse la

juicio de la Corte: No hubo por el Tribu- resolutoria.
nal interpretación errónea de los artícu- El Tribunal, en el fondo, no confundió
los 1546 y 1930 del C. Civil porque la las dos acciones iniciadas sino que res-
sentencia no se sostiene en el principio pecto de ·la restitutoria halló que no es-
de que ejercitada la acción de cumpli- taba comprobada la existencia legal de la
miento del contrato sea imposible cuando entidad demandada o sea de la American
ésta fracasa ejercitar la resolutoria. No Endument Fund, y por eso dedujo la ex-
hubo violación, por omisión, del artículo cepción correspondiente. Este extremo no
1524 de la obra citada, porque el Tribu- ha sido combatido en casación, sino que
nal no negó la existencia ·de la causa en antes bien el mismo recurrente consiente
el contrato celebrado entre Ocampo y Ga- en él como se desprende . del siguiente
viria Echeverri sino que dedujo una ex- aparte de su demanda: "De modo· que en
cepción por cuanto consideró que está vi- el doctor Ocampo, para su acción contra
gente la acción de cumplimiento del pac- -terceros, concurría la primera condición
to, consideración respaldada en los autos de que habla la doctrina de la Corte que
y que no entraña error de derecho por dejo transcrita; pero le faltaba la segun-
mala apreciación de la prueba. No hubo da cuando inició su acción reivindicato-
finalmente violación del artículo 1769 del· ria, o sea la sentencia que ha de devol-
C. Civil porque la situación de quiebra se verle el dominio en virtud de la acción
establece por medios legales adecuados, resolutoria. Por lo tanto el Tribunal ha-
pero no por la sola confesión del deudor. bría acatado la ley si hubiera declarado
Se rechaza pues el cargo. la resolución del contrato con indemniza-
Respecto del segundo, se considera lo ción de perjuicios y reconocido la excep-
siguiente: En el presepte juicio se han ción de petición antes de tiempo, en lo
ejercitado dos acciones: la resolutoria del r~ferente a la revindicación, que no sien-
contrato de compraventa mencionado, que do de fondo, no. desconoce la obligación
va dirigido contra el comprador Gaviria del demandado".
Echeverri, y la restitutoria de la mitad Cree la Corte oportuno observar que
del predio a que se refiere dicho contra- pueden entablarse en un mismo juicio, en
to que se dirigió contra The American una misma demanda, la acción resoluto-
Educational Endument Fund, poseedora ria y su consecuencial la restitutoria, sin
de ese fundo y representada por Luis que sea necesario para ésta que previa-
Sáenz Ureta. mente en juicio distinto se haya decreta-
do la resolución.
La condición resolutoria, por el no pa- El Tribunal estudió la acción resoluto-
go, consta en el título y por lo tanto, ria, independiente de la restitutoria y en-
afecta a terceros, de acuerdo con .el ar- contró que aquélla no podía prosperar por
tículo 1933 del C. Civil en concordancia cuanto existía la acción de cumplimiento
con el 1548 de la misma obra. Quiere ello clel contrato cuando se entabló esta de-
decir que si la acción resolutoria prospe- manda. Las razones que tuvo el fallador
ra, el poseedor y dueño hoy del predio para llegar a esta conclusión quedaron
vendido por Ocampo a Gaviria Echeverri analizadas al estudiar el cargo anterior y
queda obligado a la restitución. Y no está de ese análisis concluyó la Corte que son
;
por demás advertir, que la condición re- legales.
solutoria expresa sigue la misma regla Vista así la cuestión como se despren-
que la tácita en el ejercicio de las dos ac- de de la sentencia acusada, la Corte con-
ciones consagradas por el a rtículo 1546 cluye que no hubo violación del artículo
del C. Civil, o sea que ejercitada la ac- 950 del C. Civil por cuanto el Tribunal
ción de cumplimiento del contrato y no nc tuvo oportunidad de entrar en el fon-
prosperando ésta o terminado el juicio dc, de la acción reivindicatoria, primero
320 GACETA JUIDYCIAL

porque no prosperando la resolutoria, la j¡;icio, sino que constituye una defensa

restitutoria que era su consecuencia, no que puede calificarse de petición antes
podía prosperar; y segundo, porque la de tiempo o. sea que, terminado por cual-
excepción consistente en no estar compro- quier medio legal el juicio sobre cumpli-
bada la personería sustantiva de la socie- miento del contrato, puede establecerse
dad demandada, detuvo al Tribunal en el entonces la de resolución. El Tribunal no
estudio mismo de la acción como acaba dedujo esa conclusión y por ese aspecto
de decidirse. No hubo violación de los ar- sí violó los artículos 342 y 343 ya citados,
tículos 1546, 1548, 1930 y 1933 de la obra h cual lleva: a la casación del fallo, por
citada por cuanto el Tribunal no negó la las razones y en el sentido que acaba de
acción resolutoria impetrada, sino que no expresarse y que constituye la parte mo-
la declaró por· haber hallado que simul· tiva a este respecto, de la sentencia de la
táneamente se ha ejercitado con la de Corte.
cumplimiento. Por lo expuesto, la Corte Suprema de
Lo que resulta en el fondo es lo si- Justicia, Sala de. Casación en lo Civil, ad-
guiente: Las excepciones se caracterizan ministrando justicia en nombre de la Re-
y configuran más por los hechos en que pública de Colombia y por autoridad de
se fundan que por el nombre que se les la ley casa la sentencia recurrida, revoca
dé. El Juez a quo declaró probada la ex- ·Ja de primera instancia dictada por el
cepción perentoria de inex}stencia de la Juez séptimo del Circuito de Bogotá el
acción deducida en este juicio y el Tribu- veintiuno de septiembre de mil novecien-
nal confirmó la sentencia apelada "tenien- tos treinta y siete y falla así este pleito:
do en cuenta motivos distintos en gran Declárase probada la excepción de pe-
parte de los que tuvo en cuenta el Juzga- tición antes de tiempo y por lo tanto se
de de primera instancia". Entre esas ra- niegan todas las súplicas de la demanda
zones, las fundamentales son en síntesis : y se absuelve a los demandados de los
Que las acciones resolutorias y de cum- c~rgos deducidos contra ellos.
plimiento del contrato no pueden ejerci- Sin costas en el juicio ni en el recurso.
tarse conjuntamente, y que estando de-
mostrado que existe otro juicio entre las Publíquese, notifíquese, cópiese, insér-
mismas partes para hacer efectiva la obli- tese en la Gaceta J udicia1l y devuélvase e1
gación del comprador · resulta demostra- expediente al Tribunal de su origen.
da una de las -excepciones propuestas des-
de el principio de este juicio. Liborio JEscallón-José Miguel Arango.
Ahora bien: esto es exacto, pero tam- Isaías Cepeda-Ricardo Hinestrosa IDaza.
bién lo es que esa excepción no tiene el Fulgencio Lequerica V élez-Hernán Sala-
carácter de perentoria ni entraña la in- manca - Pedro León Rincón, Srio. en
existencia de la acción deducida en este ppdad.