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H A C E P O C O T I E M P O U N A querida amiga norteame-

ricana me confesó su asombro por la situación de


Colombia. "No entiendo -me decía-, con el país que
ustedes tienen, con el talento de sus gentes, por qué
Título original: Colombia, el Proyecto Nacional se ve Colombia tan acorralada por la crisis social;
y la Franja Amarilla por qué vive una situación de violencia creciente tan
© William Ospina, 1997
dramática, por qué hay allí tanta injusticia, tanta
© de esta edición Editorial Norma s.A., 1999
inequidad, tanta impunidad. ¿Cuál es la causa de
http://www.norma.com
Primera edición: septiembre de 1999
lodo eso?" Por un momento me dispuse a intentar
Primera reimpresión: Febrero del 2000
•na respuesta, pero fueron tantas las cosas que se
Segunda reimpresión: mayo del 2000
agolparon en mí que ni siquiera supe cómo empezar.
Apartado 53550, Santa Fe de Bogotá
Sentí que aunque hablara sin interrupción la noche
entera, no lograría transmitirle del todo las expli-
Diseño de colección: Camilo Umaña caciones que continuamente me doy a mí mismo,
Fotomontaje: Natalia Ruiz y Juan Torres uatando de entender el complejo país al que perte-
nezca Por otra parte, entendí que muchas de mis ex-
Impreso por Cargraphics S. A. - Impresión digital
plicaciones no le habrían gustado a mi amiga, o la
Impreso en Colombia-Printed in Colombia
kdbrían puesto en conflicto con su propia versión de
ce. 21576 b realidad.
ISBN:958-04-5287-3 Es frecuente para nosotros oír de labios genero-
MK la deploración de esas desdichas y el asombro
Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medí
WÉt nuestra incapacidad para resolverlas. El primer
sin permiso escrito de la editorial.
anmocsspues, preguntarse si de verdad la sociedad
Este libro se compuso en caracteres Linotype Times Ten. cnfaBÉbiana vive una situación excepcionalmente
r

6 WILLIAM OSPINA ¿DÓNDE ESTÁ LA FRANJA A M A R I L L A ? 7

trágica, si es tan distinta esta realidad de la del resto legios que ha conquistado. Ver a los franceses mar-
de los países, o al menos de los países del llamado chando por las calles, armando barricadas ante un
tercer mundo. M i respuesta es que sí. Colombia es gobierno cuya legitimidad no desconocen, y hacien-
hoy el país con mayor índice de criminalidad en el do temblar a las instituciones, nos confirma que
planeta, y la inseguridad va convirtiendo sus calles Francia es el país de la Revolución, que ese país es
en tierra de nadie. Tiene a la mitad de su población en respetable porque tiene orgullo y porque tiene dig-
condiciones de extrema pobreza, y presenta al mis- nidad, porque sabe de lo que es capaz cuando sus
mo tiempo en su clase dirigente unos niveles de opu- gobernantes olvidan que son pagados por el pueblo
lencia difíciles de exagerar. Muestra uno de los y que son apenas los representantes de su voluntad.
cuadros de ineficiencia estatal más inquietantes del Ante ese ejemplo se hace más incomprensible que
continente, al lado de buenos índices de crecimien- una sociedad como la colombiana (donde ni siquiera
to económico. Muestra fuertes niveles impositivos los sectores fabulosamente ricos pueden sentirse
y altísimos niveles de corrupción en la adminis- satisfechos, pues el Estado que sostienen ya ni
tración. Muestra unas condiciones asombrosas de siquiera les garantiza la vida, donde nadie está pro-
impunidad y de parálisis de la justicia y al mismo tegido, donde el Estado no cumple sus más elemen-
tiempo una elevada inversión en seguridad, así como •^c5 deberes y donde todos los días ocurren cosas
altísimos costos para la ciudadanía en el manteni- indignantes) sea tan incapaz de expresarse, de exi-
miento del aparato militar. Muestra las más deplo- gir, de imponer cambios, de colaborar siquiera con
rables condiciones de desamparo para casi todos los m jwesión o con su cólera a las transformaciones que
ciudadanos, y sin embargo es un país donde no se lodos necesitamos. ¿Qué es lo que hace que Colom-
escuchan quejas, donde prácticamente no existen la bia sea un país capaz de soportar toda infamia, in-
protesta y la movilización ciudadana: una suerte de caifnz de reaccionar y de hacer sentir su presencia,
dilatado desastre en cine mudo. 91 grandeza?
Esto último es pasmoso. La visible pasividad de Muchos aventuran la hipótesis de que esa apa-
la sociedad colombiana alarma a los visitantes. En léale pobreza de espíritu y esa debiüdad de carácter
las recientes huelgas que conmocionaron a Francia ae deben a las características biológicas y genéticas
pudo verse cómo una sociedad que vive relativa- de la población: sería, pues, la expresión de una f ata-
mente bien en términos económicos y protegida por %áaá ineluctable. Otros sostienen lo mismo con res-
un Estado responsable, sabe reaccionar en bloque pecio a los índices de criminalidad: revelarían una
ante todo lo que la lesione, no se deja pisotear en sus • o n b l e enfermedad, y harían de nosotros un pobre
derechos y se resiste a que se menoscaben los privi- pacbio sin salvación y sin remedio. Pero la verdad
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es que nuestros índices de violencia y nuestra actual gobernables. Más bien yo diría que lo que vivimos
ineptitud política son hechos históricos susceptibles es el desencadenamiento de numerosos problemas
de explicación. Más aún, se diría que las explicacio- represados que nuestra sociedad nunca afrontó con
nes son tan evidentes e incluso tan sencillas que se valentía y con sensatez; y la historia no permite que
requiere estupidez o malevolencia para aventurar las injusticias desaparezcan por el hecho de que no
dictámenes fatalistas. Ninguna persona sensata sos- las resolvamos. Cuando una sociedad no es capaz de
tendría que por el hecho de haber precipitado en realizar a tiempo las reformas que el orden social le
cinco años la muerte de 50 millones de seres en con- exige para su continuidad, la historia las resuelve a
diciones de crueldad y de sevicia escandalosas, la su manera, a veces con altísimos costos para todos.
sociedad europea revele una patología siniestra e in- Y lo cierto es que Colombia ha pospuesto demasia-
curable. Ninguna persona sensata sostendría que do tiempo la reflexión sobre su destino, la definición
por el hecho de que la sociedad estadounidense de su proyecto nacional, la decisión sobre el lugar
haya sacrificado medio millón de personas en tres ^pe quiere ocupar en el ámbito mundial; ha pospues-
años de guerra para impedir su propia Secesión y to demasiado tiempo las reformas que reclamaron,
haya alentado después la Secesión de Panamá para tras otro, desde los tiempos de la Independen-
hacerse al canal interoceánico más importante del los más destacados hijos de la nación. Casi to-
mundo, de que haya participado en las guerras de ( ellos fueron sacrificados por la mezquindad y
Nicaragua, haya arrojado bombas atómicas sobre r la codicia, y hoy es larga y melancólica la lista
ciudades japonesas, haya invadido Vietnam, haya Mcidos y clarividentes colombianos que soñaron
apoyado a los peores dictadores del Caribe y de Cen- país grande y justo, un país afirmado en su terri-
troamérica, y haya bombardeado a Bagdad, eso sig- respetuoso de su diversidad, comprometido
nifique que los norteamericanos padecen de alguna i mn proyecto verdaderamente democrático, ca-
monomanía agresiva irremediable. Los historiado- [de ser digno de su riqueza y de su singularidad,
res vendrán en nuestro auxilio para explicarnos las •e pagaron con su vida, con su soledad o con su
precisas condiciones históricas que llevaron a aque- í o d haber sido fieles a esos sueños.
llas sociedades y a sus gobiernos a participar en esas Si kay algo que nadie ignora es que el país está
realidades escabrosas. mgf malas manos. Quienes se dicen representan-
Colombia vive momentos dramáticos, pero quien ét la voluntad nacional son para las grandes
menos le ayuda es quien declara, por impaciencia, de la población personas indignas de con-
por desesperación o por mala fe, que esas circuns- negociantes, vividores que no se identi-
tancias son definitivas, o que obedecen a causas in- el país y que no buscan su grandeza. Pero

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ello no es nuevo. Si algo caracterizó a nuestra socie- Esta tierra fue nuestra
dad desde los tiempos de la Independencia, es que antes de ser nosotros de esta tierra.
sistemáticamente se frustró aquí la posibilidad de Fue nuestra más de un siglo
romper con los viejos esquemas coloniales. Colom- antes de convertirnos en su gente.
bia siguió postrada en la veneración de modelos cul- Fue nuestra en Massachusetts, en Virginia,
turales ilustres, siguió sintiéndose una provincia pero éramos colonos de Inglaterra,
marginal de la historia, siguió discriminando a sus poseyendo unas cosas que aún no nos
indios y a sus negros, avergonzándose de su comple- poseían,
jidad racial, de su geografía, de su naturaleza. Esto poseídos de aquello que ya no poseíamos.
no fue una mera distracción, fue fruto del bloqueo Algo que nos negábamos a dar gastaba
de quienes nunca estuvieron interesados en que esa nuestra fuerza,
labor se realizara. Desde el comienzo hubo quien hasta entender que ese algo fuimos
supo cuáles eran nuestros deberes si queríamos nosotros mismos,
construir una patria medianamente justa e impedir que no nos entregábamos al suelo en que
que a la larga Colombia se convirtiera en el increí- vivíamos,
ble nido de injusticias, atrocidades y cinismos que ha y desde aquel instante fue nuestra
llegado a ser. No podríamos decir que fue por falta salvación el entregarnos.
de perspectiva histórica que no advertimos cuan im-
portante es para una sociedad reconocerse en su La historia de Colombia es la historia de una pro-
territorio, explorar su naturaleza, tomar conciencia Imgada postergación de la única aventura digna de
de su composición social y cultural, y desarrollar un » vivida, aquella por la cual los colombianos tome-
proyecto que, sin confundirlos, agrupe a sus nacio- • O K verdaderamente posesión de nuestro territorio,
nales en unas tareas comunes, en una empresa his- lOBemos conciencia de nuestra naturaleza -una de
tórica solidaria. tai nás hermosas y privilegiadas del mundo-, tome-
Siempre pienso en eso que no hicimos a tiempo • • K conciencia de la magnífica complejidad de
cuando recuerdo aquellos hermosos versos que leyó iii I composición étnica y cultural, creemos lazos
Robert Frost en la posesión de John Kennedy, don- fimes que unan a la población en un orgullo común
de declara la clave del destino de los Estados Uni- m im proyecto común, y nos comprometamos a
dos; cómo ese país que es históricamente nuestro «T m país, y no un nido de exclusiones y discordias
contemporáneo cumplió una tarea que aún nosotros áoade unos cuantos privilegiados, profundamente
no hemos cumpHdo: «•ergonzados del país del que derivan su riqueza,
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predican día y noche un discurso mezquino de des- me confesó que la primera canción en español la
precio o de indiferencia por el pueblo al que nunca había oído a los 20 años. Allí comprendí en manos
supieron honrar ni engrandecer, que siempre les pa- de qué clase de gente ha estado por décadas este
reció "un país de cafres", una especie subalterna de país. Aquellos príncipes de aldea con vocación de
barbarie y de fealdad. vjneyes sólo salían a recorrerlo cuando era necesa-
La primera traición a ese sueño nacional la obra- no recurrir a la infecta muchedumbre para obtener
ron los viejos comerciantes que, preocupados sólo : comprar los votos.
por sus intereses privados, se impusieron en el go- También desde el comienzo, a pesar de que han
bierno de la joven república para bloquear toda üdo poquísimos los casos de guerras entre naciones
posibilidad de una economía independiente, y per- f n este continente, se generó una tradición de pri-
mitieron que el país siguiera siendo un mero pro- TLicgios para el estamento mihtar, porque los gobier-
ductor de materias primas para la gran industria i»?s. que casi siempre descuidaban la suerte de las
mundial y un irrestricto consumidor de manufactu- njchedumbres humildes, necesitaban brazo fuerte
ras extranjeras. Así como nuestras sociedades colo- rvlso firme a la hora de conjurar rebeliones. Y ello
niales habían provisto a las metrópoHs de la riqueza -isjlta a su modo razonable, porque cuando se cons-
con la cual construyeron sus ciudades fabulosas y r-.ye un régimen irresponsable y antipopular se
desarrollaron su revolución industrial, así nuestro Sácc absolutamente necesaria la fuerza para man-
acceso a la república no impidió que siguiéramos iKicT a cualquier precio un orden o desorden social
siendo los comparsas serviles de esas economías mt¿ el pueblo difícilmente defendería como suyo.
hegemónicas, y siempre hubo entre nosotros secto- .'iQfjLsén Ignora aquí que las grandes mayorías de Co-
res poderosos interesados en que no dejáramos de .tML:yi3. no tienen nada que agradecerle al Estado tal

serlo. Ello les rendía beneficios: siempre hubo una - . constituido, y que por ello no están tan
aristocracia parroquial arrogante y simuladora que - - - ? .as como en otros países a entregarle sus jó-
procuraba vivir como en las metrópolis, disfrutando •t-ics ^ Es triste recordar que durante mucho tiempo
el orgullo de ser mejores que el resto, de no pare- m z.¿¿^s privilegiadas, las más defendidas por el Es-
cerse a los demás, de no identificarse con el necesa- - : :ron para librar a sus hijos del servicio
rio pero deplorado país en que vivían. Nunca he - - - 'os pobres tenían que cumplir irremedia-
dejado de preguntarme por qué los que más se lu- - . - ; \ es verdad que los jóvenes deploran te-
cran del país son los que más se avergüenzan de él. •er . -. .: un ejército cuya principal función es
y recuerdo con profunda perplejidad el día en que amr..- ; con su propio pueblo. Todo Estado tie-
uno de los hijos de un ex presidente de la república •B . - -T- :strar su legitimidad, su desvelo por la
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gente, para merecer la adhesión y la lealtad de su gen en nombre de todos poner freno a la codicia de
pueblo, y es un axioma que si el pueblo no es patrió- -ros cuantos, sino que representa sólo intereses
tico es porque el Estado no le da buen ejemplo. -czquinos y está hecho para defenderlos, a veces,
Grandes esfuerzos históricos intentaron cumplir - - -SO, con ferocidad.
la tarea imperiosa de afirmarse en una tradición y \erdad es que grandes poderes externos estuvie-
construir una patria. De los primeros y más valiosos ren interesados desde siempre en mantener nuestra
fue la Expedición Botánica, que empezó a revelar economía en condiciones desventajosas, que les per-
al mundo la exuberancia de nuestra ñora tropical y mneran realizar aquí sus negocios en los mejores
que despertó en una generación el sorpresivo or- •orminos. Para la gran industria mundial fue una prio-
gullo de pertenecer a los inexplorados trópicos de ~cid garantizar su provisión de materias primas, y
América. Una de las consecuencias de esa expedi- r i_-:ener aquí una clase privilegiada en condiciones
ción fue el movimiento de Independencia, pero la : ?nsumir productos de importación. Una de las
Reconquista frustró la paciente labor de tantos sa- I »er¿ades que no sabría explicar con claridad a mi
bios y artistas, y dos siglos después la Expedición f muza es por qué y de qué manera el gobierno nor-
Botánica sigue siendo una obra inconclusa. Colom- ci—ericano apoyó siempre a los partidarios co-
bia posee, según es fama, la mayor diversidad de - - anos del libre cambio, que abrían nuestras
pájaros del mundo, pero es tan inconsciente de sus - - 3s a sus productos, e incluso patrocinó siem-
riquezas que el libro más completo sobre las varie- • . • _ ¿: uno de los bandos en las guerras civiles que
dades de aves colombianas, Birds of Colombia, nc jtaearraron a Colombia durante el siglo xix. Ella
está traducido al español. En la segunda mitad del i o a r á la extrañeza de que los colombianos seamos
siglo X I X emprendió sus tareas la Comisión Coro- A JBweoturados, pero difícilmente entenderá que no
gráfica, y sin embargo aún hoy Colombia sigue sien- Í B H » estado solos en la construcción de nuestra
do un país sin un proyecto territorial, sin un plan de pBMna. que muchas veces su propio Estado parti-
desarrollo sensato y propio, sin un censo aprovecha- o p é en la preparación y el diseño de nuestro caos
do de sus recursos. El Estado, omnipotente a la hora a a n L Cuando se pensaba que el urgente canal
de imponer tributos y de reprimir descontentos, es wm >i íiiiid centroamericano pasaría por Nicara-
la impotencia misma a la hora de impedir saqueos, P B L Í O B Estados Unidos patrocinaron la aventura de
de moderar depredaciones y de proteger el patrimo- I H f c n Walker y se apresuraron a reconocer su in-
nio. Y ello porque en realidad no es un Estado que fldMe eobierno de mercenarios. Sólo el clamor in-
represente una voluntad nacional, y que pueda apo- J i p n á ü del continente impidió que Nicaragua se
yarse en ella para esas grandes decisiones que exi- « B o m e r a . por la vía del zarpazo, en un estado más
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de la Unión Norteamericana, y obligó a los Estados lado "apertura económica" desde los tiempos
Unidos a desdecirse de su apresurado reconoci- éd general Francisco de Paula Santander, miembro
miento diplomático. Pronto se decidió que el canal y favorecedor de las grandes famihas de comercian-
sería panameño, y Estados Unidos, nuestro solícito tes importadores de la sabana.
hermano mayor continental, que acababa de vivir Las guerras civiles del siglo xix derrotaron el
una guerra gigantesca y terrible para impedir una pensamiento liberal, el radicalismo y la tradición
segregación en su sagrado territorio, financió la se- lastrada de los sectores democráticos, e impusieron
gregación de Panamá y obtuvo a cambio la construc- ÉMlmente un régimen aristocrático clerical centra-
ción y administración del canal interoceánico por un iíiado cuya Constitución, promulgada en 1886, go-
siglo. "nanó al país durante más de cien años. Este régimen
Con todo, ¿cómo reprochar a los otros países que ocfi^irtió a Colombia en uno de los países más con-
defiendan sus intereses y que piensen en primer vadores del continente. A pesar de los esfuerzos
lugar en sus conveniencias? A eso es a lo que se lla- les de Manuel MurilloToro, de Tomás Cipria-
ma pomposamente el mercado mundial, a un juego »de Mosquera, de José Hilario López, quien había
de astucias y de rapiñas disfrazadas por un lenguaje :tado la libertad de los esclavos en 1854, antes
almibarado, a veces técnico y pragmático, a veces los Estados Unidos; a pesar de grandes luchas
grandilocuente y cínico. Lo que es digno de reproche ráticas, la sociedad colombiana se cerró bajo
es que haya gobiernos nacionales que en ese contex- d poder de los terratenientes y del clero; la Iglesia
to trabajen para favorecer los intereses de los otros f d Estado se confundieron en una amalgama indi-
y no los de su propio país. Y desde los primeros tiem- ada y nefasta, el índice católico prohibió la
pos de la república hubo aquí de esos gobiernos, 1 hbre durante buena parte del siglo, la educa-
"muy respetados y queridos en el exterior", que le • estuvo manejada por la Iglesia, y conquistas
entregaron nuestra economía a los intereses de las •entales de la sociedad liberal como el matrimo-
grandes potencias y que no permitieron el surgi- t chil y el divorcio, conquistas que poseen todos
miento de una industria local, de un mercado inter- países vecinos desde hace más de 6 0 años, son
no, y niveles de vida decentes para la población. . que la sociedad colombiana vino a obtener a
Siempre el discurso almibarado cifró nuestra felici- del siglo X X , mostrándose como uno de los
dad en la capacidad de competir libremente, lo que sociales más cerrados y oscuros de Occi-
significaba entregar nuestra economía sin protec- , Esto dio origen a tremendos cuadros de vio-
ción y sin escrúpulos a los rigores y las rapacidades familiar y de intolerancia social, a un enorme
del mercado mundial. A ese invento genial se lo ha íio por las creencias ajenas, y a la tendencia
¿PÓNDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? I 9
l 8 W I L L I A M OSPINA

persistente a considerar toda disidencia y toda re- i3r popular del liberalismo emprendió una defensa
beldía como un fenómeno religioso. La guerra civil áe Jos campesinos perseguidos, que rápidamente fue
de mediados de siglo, conocida como la Violencia, craiñgurándose como una enorme rebelión popular
se configuró como una inmensa guerra religiosa, he- 1H|C ia orientación del caudillo Jorge Eliécer Gaitán.
cha de fanatismo y de ceguera brutal, y llegó a ex- Gaitán comprendió muy pronto que Colombia ne-
tremos aberrantes, con la reconocida presencia de jEStaba con urgencia grandes reformas sociales, y
la Iglesia como uno de sus principales instigadores. - - ryecto nacional siempre postergado se convir-
Hacia 1930, al cabo de 5 0 años, la hegemonía -. - n su bandera. Pertenecía al partido liberal, pero
conservadora se vio debilitada por la inconformidad o K o d i ó que el principal enemigo de la sociedad co-
popular, arreciaron las luchas sindicales, hubo cona- onhiana era ese bipartidismo aristocrático cuyos
tos de rebelión, yfinalmentela escandalosa masacre formaban en realidad un solo partido de dos
de las bananeras precipitó el descrédito del régimen hecho para saquear el país y beneficiarse de
conservador. Un sector del liberalismo acaudillado d. a espaldas de las mayorías; y en sus discursos
por Alfonso López Pumarejo intentó una reforma ló hacia una reformulación de la crisis política
democrática que favoreciera la industriaHzación. <o el conñicto entre las mayorías humildes y au-
que modificara el régimen de propiedad sobre la KBOcas, y el mezquino país de los privilegios. Ha-
tierra, que modificara las relaciones entre el Estado lÉMdo del "país político" y del "país nacional",
y la Iglesia, y que abriera el camino para la adecua- ¿EBacando el modo como los dirigentes gobernaban
ción de la sociedad colombiana a algunas de las ten- p n una minoría, conquistó un caudal electoral in-
dencias mundiales del siglo. No era, por supuesto, la s o l a d o , y súbitamente la vieja clase dirigente se
reforma estructural que el país necesitaba, ni la vasta jnie un fenómeno de entusiasmo popular des-
toma de conciencia de la necesidad de un orden dis- « • o a d o en Colombia.
tinto, ni el gran esfuerzo por dignificar a una socie- La campaña de calumnias y difamaciones desa-
dad malformada por la exclusión y la estratificación IMÉft por la gran prensa no logró debilitar al movi-
social; era una reforma moderada, pero naturalmen- •ÉEBCO gaitanista, y la vieja casta comprendió que,
te desató una inmediata contrarreforma, que trajo «•K? el arco del legendario rey nórdico, "Noruega
violencia antiliberal a los campos y empezó a sem- « t e a romper entre sus manos". La clase dirigen-
brar el germen de algunos males futuros. El intole- it<atabezada por los jefes políticos y por los gran-
rante país feudal se resistía al cambio y su reacción lÉiii i iiii sostenedores del poder,confiaba ya sólo
despertó nuevas insatisfacciones. « k inorancia y la indisciplina de las huestes gai-
Como respuesta a la violencia antiliberal, el sec- mmaos. el "país de cafres" al que siempre habían
20 W I L L I A M OSPINA DE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 21

despreciado. Fue entonces cuando Gaitán convocó - : - :onces que la democracia llevaría a Gaitán al
a la Marcha del Silencio, para protestar por la vio- . . . procedieron a ofrecerle su apoyo a cambio
lencia en los campos, y una impresionante multitud jc : _c él aceptara su asesoría, es decir, compartiera
gaitanista sobrecogió a Bogotá al marchar y concen- - . vu triunfo y les permitiera escoltarlo. Gai-
trarse de un modo disciplinado y silencioso. Aquel . - . gó, y arreciaron en su campaña difamatoria.
pueblo demostraba que no era una hidra vociferan- . - a ráfaga de aquella oposición rabiosa debió
te, que podía ser una fuerza poderosa y tranquila, y — - ;a mano fanática o mercenaria que le dio
esto exasperó a los dueños del país. A partir de ese - . . Y así comenzó la gigantesca contrarrevolu-
momento Gaitán era el jefe de la mayor fuerza po- antirrevolución, ya que conjuraba algo que
pular de nuestra historia y, de acuerdo con el orden • i c - : se había cumplido) que marcó de un modo
democrático, era el seguro Presidente de la Repú- _ . el destino de Colombia en los 5 0 años si-
blica. Llegaría al poder no sólo con un gran respal- - ".es.
do popular sino con una enorme claridad sobre las r-s"-a contrarrevolución tuvo tres etapas, cada una
reformas que requeríamos y sobre el país que Co- jt: i -is peor que la anterior. La primera fue el ase-
lombia debía llegar a ser para impedir la perdición szLi:: del caudillo, que provocó el incendio de la
de millones de seres humanos. zscr-i^. La segunda fue la Violencia de los años cin-
Gaitán debió presentir que un modelo de desa- atí-:--¿. que despobló los campos de Colombia e hizo
rrollo deshumanizado sería capaz de sacrificar a los iramáticamente las ciudades con millones de
campesinos de Colombia, que eran la mayoría de la _ \dos arrojados a la miseria. La tercera fue el
población, para favorecer sin atenuantes los desig- T*. ^ .ocrático del Frente Nacional, mediante el
nios ciegos de un capitalismo salvaje. Como alcalde j x i . . :s instigadores de la violencia se beneficiaron
de Bogotá había fijado en los sitios públicos el valor Jt: . se repartieron el poder durante 2 0 años,
oficial de la hora de trabajo, para dar a los trabaja- — . ' j ndo toda oposición, cerrando el camino de
dores una idea de su dignidad y de sus derechos a la riqueza para las clases medias empren-
Como ministro de Educación intentó abrirle paso jcci: - ¿5- y manteniendo a los pobres en condiciones
infructuosamente a una reforma educativa radical jfc . — o desamparo mientras acrecentaban has-
que respondiera a las necesidades del país que cre- i - >vcno sus propios capitales.
cía. Aún es posible oír en sus discursos su interés por B 9 de abril de 1948 fue la fecha más aciaga del
impedir que una economía de privilegios precipitara mee r¿ra Colombia. No porque en ella, como lo pre-
a Colombia en la pauperización y el aplastamiento « n c c - los viejos poderes, se haya roto la continui-
de las gentes más pobres. Sus enemigos comprendie- jau. j¿ nuestro orden social, sino porque ese día se
22 W I L L I A M OSPINA NDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 23

confirmó de un modo dramático. La estructura del -1: an hombre de origen humilde quien ennoble-
movimiento gaitanista, con su sujeción a lafigura> : icnguaje de la política; quien, exhibiendo un
el pensamiento del caudillo, permitió la desmembra- - -: ::namiento sintáctico y una notable claridad
ción y la disolución de aquella aventura en la que •. - - amiento, haya tenido eco en un pueblo pre-
se cifraba el porvenir del país. Gaitán tenía clara \ . _ ^mente ignorante y salvaje. No podemos ol-
necesidad de un proyecto nacional donde cupiera el _ ae también la gran empresa de renovar la
país entero; una nación de blancos y de mestizos, de , . • castellana y de convertirla en una lengua
negros y de inmigrantes que pudiera reconciliarse - . ¿na había sido liderada por un indio nicara-
con el espíritu de los pueblos nativos del territorio, . Rubén Darío; y que la gran poesía colom-
y extraer de esa complejidad una manera singular -e entonces estaba siendo escrita por un hijo
de estar en el mundo. Pero esa claridad lo llevó a en- — . I - pesinos de Santa Rosa de Osos que prácti-
frentarse ingenuamente, es decir, de un modo vale- aare-te nunca había estado en la escuela. Ello pa-
roso, sincero y desarmado, a esa clase dirigente que »:^mbroso pero es natural: la lengua, como el
se lucraba de la miseria nacional y que despreciaba - ento religioso, es hija de los pueblos; son ellos
profundamente todo lo que no cupiera en su mez- dores y sus transformadores, y las academias,
quina órbita de privilegios. Una casta de mestizos - .05 eclesiásticos, no son más que los avaros
con fortuna que nunca había intentado ser colom- - stradores de un tesoro que no siempre com-
biana, ni identificarse con nuestra geografía, con " _ - .1.
nuestra naturaleza, con nuestra población; que con- _ -^ue parecía insinuarse en el horizonte del gai-
tinuamente se avergonzaba, como sigue haciéndolr era una suerte de revolución nacional, de,
hoy, de este mundo tan poco parecido al idolatradc rmación de la ideología que reinaba por el
mundo europeo. Una élite deplorable que viajaba - - £ los partidos en el alma del pueblo; y la con-
a Europa y a Norteamérica, no a llevar con orgullc -lón de una gran franja de opinión capaz de
el mensaje de un pueblo dignificado por el respete "O sólo a Gaitán a la presidencia sino al país
y afirmado en su territorio, sino a simular ser euro- . - - -evo comienzo. Lo que parcialmente habían
pea, y a procurar por los métodos más serviles ser _ >tado países como México, cuya identifica-
aceptada por un mundo que no ignoraba su condi- - . nsigo mismos, cuyo respeto por las raíces
ción de rastacueros y su falta de carácter. cuya afirmación en su propio pueblo, en su
El discurso de Gaitán merece muchas reflexio- - _ en su gastronomía, en su indumentaria, en
nes. Es singular que en un país envanecido por la radiciones, eran un ejemplo para el desconcer-
retórica de sus gramáticos y de sus académicos haya :ontinente mestizo, y cuya revolución, sin duda
24 W I L L I A M OSPINA >DE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 25

llena de errores y de hechos dolorosos y trágicos, radKalizaron su lenguaje partidista, magnifica-


había conferido sin embargo un profundo senti- am maraña de diferencias retóricas entre los
miento de orgullo y de dignidad a sus gentes. partidos, y utilizando todos los recursos y todos
Como suele ocurrir con los magnicidios, el asesi- medios de influencia, fanatizaron a la ingenua
nato de Gaitán nos ha sido presentado como el cri- lón campesina,
men solitario de un enajenado o de un fanático. Lo l a l vez no se proponían desatar una oleada de
que no podemos ignorar es el clima social y políti- ia. pero el modo criminal e irresponsable
co en que se cumplió el hecho, los sectores visible- atizaron las hogueras del odio para ganar la
mente interesados en la desaparición del líder, y los ÜÉcttóád de sus proséfitos condena para siempre a
que se beneficiaban con ella. Si la mano que lo mató de ambos partidos que precipitaron a Co-
fue fanática o fue mercenaria, es algo indiferente: la 1: en la más siniestra época de su historia. Gen-
causa evidente del crimen fue la campaña de difa- isimildes que se habían conocido toda la vida,
mación realizada contra él por la gran prensa, que ; íc habían criado juntas, se vieron de pronto con-
lo mostraba como un peligro para la sociedad, como a responder a viejos odios insepultos, y sin
alguien que venía a destruir el país, y que lo caricatu- c^^-^mo. sin saber por qué, sin el menor beneficio,
rizaba como un salvaje a la cabeza de una banda de jetaron arrastrar por el increíble poder de la re-
caníbales. El crimen produjo en todo el país un es- facciosa que los bombardeaba desde las tri-
pontáneo levantamiento hecho de frustración y de desde los pulpitos y desde los grandes medios
desesperanza, pero incapaz de grandes propósitos y comunicación, y la carnicería comenzó. Entre
aun de trazarse nobles tareas inmediatas. Entre in- t¿ y 1965 Colombia vivió una verdadera orgía de
cendios y rapiña y estragos, el pueblo comprendió lare que marcó desalentadoramente su futuro,
que una vez más sus esperanzas habían muerto, y tal e ¿sombroso aún es que quienes precipitaron al
vez comprendió también que el poder imperante ja- B en ese horror sean los mismos que siguen diri-
más permitiría una transformación de la sociedad lo, aquéllos cuyo discurso es el único que
por las vías democráticas y pacíficas que Gaitán •tosra en la sociedad, aquellos que se resisten a en-
había escogido. Pero allí comenzó también la segun- •maer que si bien se han enriquecido hasta lo inde-
da fase de esa poderosa contrarrevolución, porque flÉie. han fracasado ante la historia; que tuvieron el
advertidos del peligro de un movimiento popular, fBB en sus manos durante más de un siglo y que el
los partidos políticos tradicionales se lanzaron a la •BBÉtado de su manera de pensar y de obrar es esto
reconquista de sus huestes y se esforzaron por con- junemos ante nosotros: violencia, caos, corrup-
trarrestar los efectos del discurso de Gaitán. Para flOL inseguridad, cobardía, miseria y la desdicha de
20 W I L L I A M OSPINA Z-: NDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 2J

millones de seres humanos. Afortunadamente ya no k> demás se dará por su propio impulso. Diez
es necesario agotarse en argumentos para demostrar después de aquellas primeras hostihdades y
el fracaso de los dos partidos y de sus élites: basii íes, la Violencia ya se había fabricado sus
mostrar el país que tenemos. nprxics monstruos, y un cuma generaUzado de te-
Alguna vez, con triste ironía, el historiador inglés 1 Je impunidad daba los frutos más demencia-
Eric Hobsbawm escribió que la presencia de hombres nombres de Chispas, de Desquite, de Tarzán,
armados forma parte natural del paisaje colom- Capitán Veneno, de Sangrenegra, todavía nos
biano, como las colinas y los ríos. Es difícil,ciertamen- Bü'in la sangre, y sólo muy recientemente las
te, encontrar épocas de la historia en que nuestros : ictricas de Trujillo han venido a igualar las
campos no hayan sido escenario de hombres en ar- - . ^ h o r r o r y de depravación humana que se
mas, y el mismo Hobsbawm ha dicho que la Violen- r :c entonces en Colombia.
cia colombiana de los años cincuenta representó um • . - —r nos dijeron que la Violencia de los años
de las mayores movilizaciones de civiles armados de -. - - lue una violencia entre Uberales y conser-
hemisferio occidental en el siglo xx. Las huestes d-. xz-i. Eso no es cierto. Fue una violencia entre li-
los revolucionarios mexicanos recorrieron su país lu- pobres y conservadores pobres, mientras los
chando por la Tierra y la Libertad que les predicabi I y ios poderosos de ambos partidos los azuza-
Emiliano Zapata. Es triste comprobar que los hom- • inanciaban su rencor, dando muestras de una
bres en armas de mediados de siglo en Colombia nc B«of3sabilidad social infinita. La Violencia no po-
luchaban por ninguna reivindicación popular, sinc ^ iniciativa popular, pues no iba dirigida
instigados por poderes que siempre los habían des- : . . . nes se lucraron siempre del pueblo. Era
preciado, y cuando empezaron a luchar por algo p r - - . - - antigua historia de los pobres matándose
pio, fue por espíritu de venganza, para cobrarse las l a otros con el discurso del patrón en los labios,
injurias que esa misma guerra les había hecho. El persistente y venenosa fuente de odio ñuía de
gobierno conservador había politizado la policía, ha- parte y alimentaba la miseria moral del país,
bía soltado la siniestra "chulavita" a hostilizar libe-| gentes, esos que todavía le dictan por la ño-
rales. Éstos a su vez reaccionaron armándose, yj la opinión pública lo que ésta responderá ma-
empezaron a ver en todo conservador un enemiga las encuestas, simulaban no advertir cuál era
La causa de aquello estaba en el poder y en los pre- de ese desangre generalizado, y sin dejar de
dicadores del odio, pero muy pronto cada quien tuvo! el odio al godo y al rojo se quejaban del
argumentos propios para proseguir la retahacióa. iel pueblo. La verdad es que bastó que
Para las cadenas del rencor basta con comenzar.! _. = ras y Laureano Gómez se abrazaran y
*SDE ESTÁ L A FRANJA AMARILLA? 29
28 W I L L I A M OSPINA

pactaran la alianza para que la vasta Violencia co- I escapar al terror y a la ruina. Lo que Gaitán
lombiana dejara de ser un caos generalizado y se procurado impedir se cumplía ante la indife-
redujera a la persecución final de unas bandas de i de los poderosos y la frialdad de los eruditos.
asesinos envilecidos. Ahora bien: si la Violencia ha- 1 cambiado el cuadro de la propiedad sobre la
bía sido una guerra, ¿quién la ganó? Aparénteme" los terratenientes habían pescado en río re-
te nadie. Pero si juzgamos por la siguiente fase def .se habían invertido los índices de población
drama, el resultado es indudable: sobre 3 0 0 mil cam- y de población campesina, las ciudades ere-
pesinos muertos, el bipartidismo había triunfado. inconteniblemente, Colombia tenía muchos
Como ocurre al final de todas las guerras, sobre . propietarios que antes, y un oscuro porvenir
los campos todavía humeantes de la Violencia se firmó íria y de desempleo se cernía sobre las nue-
un pacto, y ese pacto fue el llamado Frente Nacio- luchedumbres urbanas. En ese panorama el
nal, por el cual los dos partidos irreconciliables se Nacional mostró al país sus innovaciones,
convertían en uno solo con dos colores y la misma si el pehgro para Colombia no fueran los
ideología, y se repartían el poder durante 20 años. tradicionales que la habían desangrado, y
En nombre del bipartidismo el pueblo se había he- mdo abiertamente la amenaza de un posible
cho la guerra a sí mismo: ahora se sucederían en el 10 de la Violencia que sólo ellos podían pro-
poder precisamente los representantes de la vieja r. repartió el poder entre liberales y conserva-
clase dirigente que había sido la principal promotora y prohibió en el marco legal toda oposición
de la violencia. Así se consumó la tercera fase de 1. Confirmó al Estado, previsiblemente, como
aquella implacable contrarrevolución. El liberalis- strumento para garantizar privilegios; sólo
mo y el conservatismo no tendrían problemas para litio la iniciativa económica en el ámbito de las
compartir el poder, y las reformas que Gaitán ha- , familias y empresas tradicionalmente empa-
bía prometido podían posponerse hasta el fin del las con el poder, y cerró las posibilidades de
mundo. Después de una guerra y de 3 0 0 mil muer- a la riqueza a las clases medias emprende-
tos, Colombia debía seguir siendo el país inauténti- . persistiendo en la política de negar el crédito
co, mezquino, antipopular y excluyente que era 20 i capitahzación a las clases humildes. Finalmen-
años atrás, y la clase dirigente amenazada por el incapaz de garantizar fuentes de trabajo para
gaitanismo se había salvado. lultitudes que seguían llegando a los grandes
ros urbanos, les cerró a los pobres la posibilidad
El país que surgía de aquella catástrofe no era
áe acceso a niveles mínimos de vida y condiciones
sin embargo el mismo. Millones de campesinos ex-
•Émnas de dignidad, permitió el crecimiento y la
pulsados por la Violencia llegaban a las ciudades
30 W I L L I A M OSPINA ; S D E ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 3 I

proliferación de cinturones de miseria alrededor de s a z ^ mientras se prohibía expresamente la existen-


las ciudades, y persistió en la vieja actitud señoría! zsi L' t partidos políticos distintos de los oficiales.
de no considerar que el Estado tuviera deberes fren- > se condenaba al país a un bipartidismo que
te a los pobres, de modo que le bastó con estimular . - c ra puramente aparente, pues desde hacía
campañas privadas de caridad. Nadie podía advertir r -- .;empo las palabras liberal y conservador
entonces que en el auge de campañas como El Mi- lHr>j_- perdido en Colombia todo contenido pro-
nuto de Dios, las granjas de beneficencia y las "tele- . " . 3. toda huella de un pensamiento o de una
fones", con enorme despUegue y difusión, lo que se ^ . ?e habían envilecido hasta ser tan sólo dos
ocultaba era la incapacidad o la indiferencia del Es- maceras hereditarias de odiar a los semejantes.
tado para cumplir prioritarios deberes sociales, y su r^:spués de la revolución cubana, la política
creciente hábito de dejar en manos de los particu- - ^íerica exigió que los ejércitos de América La-
lares no la solución, sino el esfuerzo por mitigar los iTibiaran sus prioridades de defensa de las
dramas de la pobreza y del desorden social. : - . - s por lo que llamaron "seguridad interna".
Todo lo que somos socialmente desde entonces - r.stitucionalizó uno de los fenómenos más
es fruto del Frente Nacional. Los sectores sensibles «TcT--íes del siglo. Cuando nuestros países reque-
lo deploraron en su hora como una gran derrota. Un oao: ¿cceder a la democracia real y madurar polí-
sector del liberalismo, el MRL, lo combatió vigorosa- • O D c n i e . una teoría perversa según la cual los
mente, lo mismo que el movimiento literario de los •••oamericanos no estábamos maduros para la de-
Nadaístas. Hay páginas memorables de Gonzalo •Bcracia. culpablemente apoyada por los gobiernos
Arango en las que cuenta que el Nadaísmo existió ••Teamericanos, permitió que la América Latina
porque había muerto Gaitán, que un movimiento • P i n j una de sus épocas más sombrías. Una pro-
rebelde y excéntrico como el Nadaísmo había sidc ires:?n de dictaduras militares antipopulares se
necesario porque se había destruido la esperanza de ar^ " camino para garantizar en el continente la apfi-
un pueblo, y que si Gaitán hubiera triunfado los n de las políticas económicas y acallar los re-
Nadaístas habrían sido jóvenes normales dedicados - s de justicia social y el libre ejercicio de la
a construir a su lado un gran país. Pero en su mo- . n. sin la cual la democracia es inconcebible.
mento los colombianos no advirtieron el terrible mai - ..mente, Colombia había vivido el fenómeno
que representaba para Colombia el pacto aristocrá- . . - a dictadura mihtar casi accidental que, impues-
tico, por el cual se sepultaba de un modo oficial el - - iiados de los años cincuenta por una coali-
derecho popular a expresarse políticamente. Ahora _ - ios partidos tradicionales como una suerte
nos resulta increíble que se pudiera hablar de demo- JE c-sayo de lo que sería el Frente Nacional, se fue
32 W I L L I A M OSPINA NDE ESTÁ L A FRANJA AMARILLA? 33

desviando de su propósito inicial cuando el dictador, món del Estado ni siquiera en los tiempos en
general Gustavo Rojas Pinilla, comprendió que el Colombia era una de las poquísimas barcas con
Estado, hecho para defender determinados privile- mcia democrática en un océano de sables.
gios desde siempre, podía servir a otrosfines.Allí se Esos 20 años de Frente Nacional trajeron algu-
dio una curiosa amalgama de obras benéficas pars «fe los males mayores de la sociedad colombia-
el pueblo y aprovechamiento del poder para bene- actual, males que se sumaron a los muchos que
ficio propio que, por supuesto, provocó una rápida strabamos desde los viejos tiempos, para con-
reacción de la clase política que había sido la inspi- el cuadro de impotencia y de desesperación
radora del experimento. No sobra recordar que las ahora tenemos ante los ojos. Como se prohibió
principales obras de modernización que emprendió oposición legal, cosa que sólo puede ocurrir en
Colombia a mediados de siglo fueron fruto de es= iduras más cerriles, surgió y se fortaleció la
pausa casi involuntaria en la mezquina dominaciór. ion ilegal, la oposición armada, que ha creci-
de las élites, y que en una atmósfera tan enrarecidr kasta ser dueña de la mitad del país. Durante
por el egoísmo de los poderosos ni siquiera el ejér- tiempo los ideólogos del poder explicaron la
cito resultó un ahado seguro. A tal punto el general a de las guerrillas como un producto de la
se les sahó de las manos, que diez años después fue -on de ideologías foráneas, en particular del
el protagonista de una aventura electoral que puso| _:ento comunista internacional. Lo explicaban
en peligro la dominación bipartidista, y obligó al de- i pesar de saber que en Colombia, como lo ha di-
mocrático gobierno del Frente Nacional a modificar Hobsbawm, siempre hubo en los campos hom-
a última hora los resultados electorales, con cifras en armas y es una tradición la práctica de la
llegadas de remotas provincias. También en tiempos focalizada en pequeña escala y el bandidaje
de Gaitán se había dado el fenómeno de que la po- Pero muchas de las guerrillas colombianas no
licía, compuesta por gentes del pueblo, terminara I en rigor comunistas, o sólo se revistieron de
volviéndose gaitanista, para desconsuelo de los due-1 ropaje mientras duró el auge mundial de aque-
ños del poder. Estas experiencias despertaron ui logía, y en cambio todos hemos podido com-
gran desconfianza de los poderosos en la iniciatÍN-a^ que el acallamiento del discurso castrista y
de sus fuerzas armadas, y con gran inteligencia se abrumadora de la Unión Soviética y la gra-
procuró que los jefes militares amasaran grande incorporación de la China a la economía de
fortunas, manejaran inmensos presupuestos, tuvie-] no sólo no precipitaron elfinde la guerri-
ran el control de la ciudadanía y aun de la justicia, yl biana sino que fueron simultáneos con su
gozaran de excesivos privilegios, pero no se les sol-, musitado en nuestro territorio. A pesar de su
34 W I L L I A M OSPINA NDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 35

bandidaje y de su falta de comunicación con la so- de la democracia económica, quienes aspiran


ciedad, la guerrilla no es un caso de policía, no es un jaeza sólo tienen el camino de la ilegalidad,
problema militar sino un problema político y por rey babilonio, en un relato de Voltaire, con-
ello salta a la vista que cuanto más se la combate y _esesperado al oráculo porque su hija la prin-
cuanto más se invierte dinero en recursos militares - ha fugado con un vagabundo, y el oráculo le
contra ella, más fuerte se hace. ¿Quién ignora que -de con estas palabras: "Cuando uno no casa
el campo colombiano está arruinado? ¿Que el país jchachas, majestad, las muchachas se casan
no les ofrece ninguna alternativa, ningún futuro, a Fue esto lo que ocurrió en Colombia desde
los habitantes del campo? ¿Con qué cara nos viene -.zos de los años setenta. La vieja ideología
a decir este Estado que los campesinos no tienen al había impuesto aquí la absurda lógica de
motivos para rebelarse, cuando hasta los profesio- - siquier concesión a los pobres es un escánda-
nales en Colombia tienen que meterse a taxistas. \ a ser rico, la única condición era haber tenido
todo reclamo, por justo que sea, está prohibido en :aución de serlo desde la cuna, y todo lo demás
la práctica? Prohibamos en Francia los reclamos de ¿tensión descabellada y ridicula. Ello es aún
la ciudadanía, el derecho a la indignación, y el de- -traño si pensamos que nuestra clase dirigen-
recho soberano de los trabajadores franceses a hacer : una voltereta tramposa, abandonó la vieja
temblar a sus instituciones, y no sólo harán guerri- - medieval de la nobleza de sangre y fingió
llas sino otra Revolución Cortacabezas, porque en ^r los principios de la democracia liberal de-
Francia sí saben que ser ciudadano es fundamental- ¿ la Revolución Francesa. Todo ello era muy
mente no dejarse pisotear de nadie, y menos si es .sto en la letra, pero que la servidumbre no
uno el que les paga el sueldo. Yo sostengo que es el ra propasarse, ni intentar escenas bochornosas.
Estado colombiano imperante, con su ineficiencia y _;. difícil sostener una sociedad señorial, racis-
su irrespeto por los reclamos de la ciudadanía, el que - jjyente y mezquina, en la que sobreviven tér-
fuerza a los campesinos a adherir a esos movimien- - como "gente bien", "gente de buena famiha",
tos armados que no tienen ningún futuro, pero que :smo tiempo barnizarla con un discurso liberal
por lo menos tienen presente. ado por la pretensión de que todos son igua-
El Frente Nacional cerró además el acceso a la e la ley y viven bajo el imperio de la Declára-
riqueza para las clases medias emprendedoras, y és- le los Derechos del Hombre y del Ciudadano,
tas se vieron empujadas por ello hacia actividades -te terminará creyendo que de verdad tiene
ilícitas como el contrabando y el narcotráfico, ya que nos y hasta puede intentar hacerlos valer. Y
si una sociedad niega las posibilidades legales en el = agrava si el modelo económico expone a las
36 W I L L I A M OSPINA :E ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 37

gentes al discurso de las metrópolis, pues lentamente -.« melodiosas de los medios y para merecer
empezarán a percibir que el modelo que se les pre- -. de su condición humana, la sociedad no
dica se parece muy poco al que se les ofrece. -. rmite porque está organizada para impedir
Allá al norte estaban los Estados Unidos, con >. .. - - moción, para perpetuar a los ricos en su ri-
respeto por el ciudadano, su igualdad de derechc- iejar que los pobres se mueran a las puer-
sus salarios decentes, sus oportunidades de emple; :s hospitales. Y descubre además que los
y consumo; y aquí vivíamos en una disparatada so- «nc :> en el vasto mundo que parecen tener la obh-
ciedad de consumo en la cual hasta las clases medi£> zskz. - ie mostrarse ejemplares y virtuosos son los

tenían que pensarlo muchas veces para comprar 1 iLie - an condenados a vivir en las sentinas, a pa-
que veían en las vitrinas. Se puede jugar así con 1¿ itr.'.- - jomo buenos pobres los laberintos de la bu-
gente, pero no con toda. Tarde o temprano alguien y los tacones de la ley en la nuca. Realmente
sentirá que le están haciendo trampa en el juego y se me hace extraño que en una situación como
descubrirá que él también puede hacer trampa. Ya 4 B L algún hombre sea víctima de malos pensamien-
se sabe que la única pedagogía es la pedagogía del y empiece a fantasear con fortunas menos virtuo-
ejemplo, y un Estado no puede exigir que se respe- rtro más posibles.
te la ley si él mismo no la respeta. Gobernar en fun- ^ r 1 Estado no le brinda garantías al ciudadano,
ción de unos cuantos privilegiados, saquear el tesoro . - puede reprocharle que recurra a métodos
público, abusar de la autoridad, es violar la ley de ipesulares para garantizar la subsistencia? El Frente
manera grave, y puede generar en la conciencia de •feaonal excluyó a las gentes humildes, y hemos
algunos la sensación de que si los encargados de "Vto crecer de un modo colosal la miseria material
aplicarla violan la ley, no puede ser tan grave que la M «oral del país. Cuando el Estado se esfuerza por
violen los particulares. Pero se da además el caso de » c s r cosas en beneficio de los pobres, todo lo hace
que el discurso público de la sociedad industrial, es un modo limosnero y exterior, porque los pobres
decir, la publicidad, pregona en todos los tonos po- m están representados en el Estado, y éste procura
sibles que la única condición digna de admiración y •aiamente mitigar las condicio.nes de pobreza, pero
de respeto es la riqueza. Los mensajes de autos y TPi: es una instancia comprometida con soluciones
perfumes y cigarrillos y tarjetas de crédito exhiben i-cs para esa población. Y no se trata de una mino-
esa refinada vulgaridad como la condición necesa- ra importante: se trata, según dicen las cifras, de la
ria de todo éxito y de toda felicidad. Y el pobre es- •smd de la población nacional. Uno se pregunta:
pectador descubre que le están vendiendo el suplicio función de quién gobierna el Estado si su pri-
de Tántalo; que, ávido por ser rico para obedecer las rcra prioridad no es el problema de la pobreza, a
38 W I L L I A M OSPINA NDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 39

través de la cual la sociedad entera se ha precipitado mmc su acceso a una relación viva con el lenguaje y
en el caos? De esa gigantesca masa de seres huma- l i r._:ura, puede disminuir considerablemente los
nos desterrados, excluidos, de esa infrahumanidai . ¿s de criminahdad y de delincuencia común en
muchos se han visto forzados a la delincuencia. H -/:^ia. La guerriUa, el narcotráfico y la dehn-
la principal fuente de delitos en la sociedad color ... ... común no pueden ser conjurados con me-
biana es la delincuencia común; no la dehncuenc • -cionespolicivas, su desaparición no depende
guerrillera ni la delincuencia del narcotráfico. ^ JT .-a costosísima política de guerra. La guerra
no la dehncuencia común, hija de la ignorancia, d. liiecc servir para justificar presupuestos gigantes-
resentimiento, de la pobreza, de las condiciones ir ra. pero no para alcanzar la reconciliación ni la su-
frahumanas de vida y, por supuesto, fortalecida t-ic-.ón efectiva de esos conflictos. El caso de la
perpetuada por la impunidad. • o :daá colombiana en los últimos 5 0 años es el
Aun sin realizar los cambios que Colombia re- .as; Je un Estado criminal que criminalizó al país.
quiere con urgencia para llegar a ser el país dign: Porque la consecuencia principal del Frente Na-
que queremos, aun sin esa gran revolución de la dig 1 L es que, abolida toda oposición, toda vigilan-
nidad, contra la miseria y contra la exclusión, seri¿ : . ,cadana, el Estado se convirtió en un nido de
un avance que el Estado curara las tres gravísimas - - : . i ones, en una madriguera de apetitos sin con-
heridas que le infligió a la sociedad con el esquema •rri entre dos partidos cómplices que no admitieron
del Frente Nacional: la prohibición de una oposicicr i s i i ización alguna. Por un camino muy distinto,
legal, la falta de democracia económica, la falta d¿ iiT -sámente, México llegó a una situación semejan-
un verdadero compromiso con las clases más pobres ti ^: como allá la existencia de un solo partido, sin
Sólo una oposición legal verdaderamente actuant¿ . n posible, fue corrompiendo al Estado has-
y eficaz puede hacer inútil e injustificada la dañina ^ . - \o en un nido de burócratas sin entrañas
oposición armada, con su capacidad de extorsión \ ambiciosos sin escrúpulos, así también nuestra
de terrorismo. Sólo el acceso a la iniciativa econó- H L ' i dura de un solo partido (con dos cabezas y con
mica y a la promoción social puede permitir que se . ^res) convirtió al Estado en una eficiente
supere la terrible situación de las clases medias, día r - ce corrupción, continuamente enfrentada con-
a día forzadas a persistir en la nada fácil acumula- icL misma, a la que ningún presupuesto le alcanza,
ción de riquezas ilegales. Sólo una política encami- j - ce cada pequeño funcionario manipula la ley a
nada a la capitahzación de los pobres, a garantizarles —jDiojo con toda impunidad, y donde una vasta red
condiciones de dignidad y niveles decorosos de vida. compadres y amigos parásita del caos y exprime
40 W I L L I A M OSPINA ¿DÓNDE ESTÁ LA FRANJA AMARILLA? 4 I

a todo el que cae en sus manos. Desde las más altas los Últimos 5 0 años también se vieron grandes pro-
hasta las más bajas esferas el tráfico de influencias cesos de iniciativa social, de lucha por los derechos
es la norma. de la comunidad, expresiones orguUosas y dignas.
Ahora bien, ¿puede esta larga enumeración de ¿Qué fue del movimiento sindical colombiano?
causas explicar por qué nuestra sociedad es incapaz ¿Qué fue de los valerosos reclamos de los campesi-
de reaccionar y de modificar una situación que se ha nos? ¿Qué fue de las movilizaciones de los estudian-
vuelto intolerable? "Ser maltratado no es un mérito", tes? Estremece pensar que mientras en todo país
dijo Bernard Shaw a un visitante que le enumeraba democrático el derecho al reclamo, la indignación,
sus males. He referido los precedentes de nuestra si- y la resistencia a la opresión son pilares de la vida
tuación, pero el propósito de estas páginas es pen- social, aquí toda indignación popular es causa de
sar en el porvenir y atrever reflexiones sobre la feroces persecuciones. Impedido en la práctica el
Nueva República, como la llamaba Gaitán, que es- acceso legal a la riqueza, todo enriquecimiento es
tamos en el deber de construir. Una república capaz ilícito, así como toda resistencia y todo reclamo son
de superar una larga historia de negligencias y de automáticamente ilegales. Estamos hablando de
crímenes, capaz de ofrecer al mundo algo mejor que tiempos innobles. Una cosa es lanzarse a las calles,
un recurrente memorial de agravios. El Proyecto como en Francia, sabiendo que el Estado respeta a
Nacional tantas veces postergado tiene que volver la población y responde por su legitimidad, sabien-
a alzarse, hasta que la cordura y la nobleza de cora- do que si la fuerza oficial fuera utilizada ilegalmen-
zón se impongan en el mismo escenario donde hoy te contra el pueblo sería severamente sancionada,
persisten los negadores del país y los destructores y otra sahr a las calles a reclamar sabiendo que des-
de su esperanza. "Todo recuerdo es triste y todo pre- pués de las marchas pacíficas, cuando los manifes-
sentimiento es alegre", dijo Novalis. El más inme- tantes dispersos vuelven solos a sus hogares, hay
diato deber de Colombia es presentir ese futuro y desapariciones silenciosas y ejecuciones anónimas.
adueñarse de él con pasión y con convicción. Las Un pueblo incapaz de darle la cara a los males
viejas castas dominantes se han destituido a sí mis- se merece su postración y su angustia. Pero cuando
mas, se han hecho indignas de respeto y no creo que uno se pregunta dónde están los que protestaron, los
merezcan un lugar en la historia. Es hora de que nos que se rebelaron, los que exigieron, los que se cre-
preguntemos cuál es nuestro lugar, cuál es nuestro yeron con derecho a reclamar un país más justo, más
papel y nuestro destino. respetuoso, el pensamiento se ensombrece. Los hé-
En todo este tiempo se han visto crecer la pasi- roes están en los cementerios, nos dice una voz al
vidad ciudadana, la indiferencia y el miedo. Pero en oído. Y entonces recordamos aquella pieza teatral
¿DÓNDE ESTÁ L A FRANJA AMARILLA? 43
42 W I L L I A M OSPINA

en la que un personaje exclama: "¡Desgraciado el en una dictadura a la manera soviética o cubana, y


país que no tiene héroes!",y otro le responde:"¡No, subordinó los esfuerzos de transformación de la so-
desgraciado el país que los necesita!" ciedad a la repetición de esas fórmulas con las cua-
Colombia ha tenido ya muchos héroes, pero lo les la sociedad rusa pasó de la autocracia zarista a
triste es que los necesita, porque siendo evidente la la dictadura estatista de José Stalin. EUo impidió que
injusticia, siendo evidente el monstruoso contraste nuestro país pudiera seguir el camino que le había
entre los que tienen mucho y los que no tienen nada, trazado sabiamente Gaitán, la búsqueda de un des-
siendo evidentes la corrupción y el delito, el increí- tino propio que consultara su naturaleza, su singu-
ble exterminio de todo un partido político de opo- laridad, su riqueza de matices y de culturas. Las
sición, las calles populosas de indigentes que bandas sectas comunistas se alimentaron aquí de la vieja
de muchachos ricos salen a asesinar en la noche, tradición escolástica, parasitaria, dependiente, y
siendo evidente el abandono de los campos, la quie- también cuando buscaba soluciones a su drama
bra de las empresas nacionales en nombre de la mo- Colombia persistió en el culto dogmático de mode-
dernización, siendo evidente que la mitad del país los ilustres y de fórmulas prestadas.
no parece merecer respeto ni futuro, decirlo es ile- Es innegable nuestra pertenencia al orden men-
gal y combatirlo puede ser mortal. Los dueños del tal europeo. Un país cuya lengua es hija del latín y
poder en Colombia parecen dispuestos a sacrificar del griego; que ha profesado por siglos una rehgión
lo que sea con tal de conservar sus privilegios. No de origen hebreo, griego y romano; que se ha pro-
les tembló la mano para hacer que el viejo país cam- puesto el modelo democrático debido a la Revo-
pesino se desgarrara a sí mismo en un conflicto que lución Francesa y que se reclama defensor de la
ellos habrían podido impedir con un poco de con- Declaración de los Derechos del Hombre; una so-
ciencia patriótica, de generosidad y de previsión. El ciedad que se ha formado instituciones siguiendo el
surgimiento de las guerrillas comunistas a comien- modelo hberal europeo, no puede pretender encon-
zos de los años sesenta los hizo pensar que cualquier trar soluciones ignorando esa tradición. La demo-
concesión significaría sacrificar sus riquezas, y la cracia sigue siendo para nosotros una promesa y aún
guerra a muerte contra la izquierda revolucionaria necesitamos en Colombia una crítica lúcida, vigoro-
fue desde entonces la única consigna de los gobier- sa, implacable, de las iniquidades del poder impe-
nos y de los orientadores de la opinión púbhca. La rante, como la que emprendió Voltaire en su día, y
ideología comunista puso a toda una generación de una propuesta seria de sensatez, de lógica, de gene-
jóvenes a pensar que se trataba de derribar violen- rosidad y de valor civil. Lo que requerimos es com-
tamente a las élites para transformar a la sociedad prender que una cosa es ser hijos de Europa y otra
i i U ILLIA M o S PI N A ¿DÓNDE ESTÁ L A FRANJA AMARILLA? 45

confundimos con ella, cuando pertenecemos a un gara que muchos viven en condiciones de opulencia
territorio tan distinto, cuando les debemos respeto difíciles de imaginar? ¿Quién negará que los que se
profundo a los viejos padres que poblaron este te- esfuerzan por acallar la insatisfacción y la indigna-
rritorio por siglos y de los cuales también descen- ción de los colombianos conscientes, tienen razones
demos, cuando sabemos que la diversidad de nuestra sobradas para defender lo que existe? Si algo no po-
composición natural, étnica y cultural es un privile- demos proponernos es convencer a tres millones de
gio, y no permite la arbitraria imposición de un solo personas que viven espléndidamente de que el país
modelo, de una sola verdad, de una sola estética. está mal. Muros fortificados y puertas con claves
Ningún país podrá construir jamás un orden social electrónicas y ejércitos privados de guardianes y de
justo y equilibrado si no es capaz de reconocerse a mastines casi los autorizan a decir que éste es un país
sí mismo y de diseñar su proyecto económico, polí- seguro. Y tampoco podemos hacer que los cinco
tico y cultural a partir de esa conciencia de sus po- millones que se desvelan luchando por acceder a ese
sibilidades y sus limitaciones. círculo exquisito acepten que el modelo social ex-
Un chiste común dice que en Colombia los ricos cluyente ha fracasado, aunque cada día sientan más
quieren ser ingleses, los intelectuales quieren ser cerca las lenguas del caos. Altos ingresos y cartas de
franceses, la clase media quiere ser norteamericana crédito y clubes y lujosos centros comerciales don-
y los pobres quieren ser mexicanos. Después de si- de se puede vivir por un rato como en Nueva York,
glos de un esfuerzo vergonzoso y esnob por fingir ser y a donde no llega todavía la violencia de los mise-
lo que no somos, es urgente descubrir qué es Colom- rables y la brutalidad de las mafias les garantizan la
bia; que surja entre nosotros un pensamiento, una conveniencia del modelo. No se preguntan por qué
interpretación de nosotros mismos, una alternativa las gentes acomodadas de otros países no tienen que
de orden social, de desarrollo, un sueño que se pa- conformarse con pequeños guetos residenciales y
rezca a lo que somos. El principal enemigo de ese comerciales sino que pueden andar por sus ciudades
sueño es el paradójico clamor de los defensores del y por sus campos disfrutando plenamente del mun-
caos existente que pretenden negar el charco de do. Se han resignado a vivir tras los muros y no ig-
sangre en que vivimos y el absoluto fracaso de este noran que algo está podrido en el mundo que tan
modelo en su deber de brindar, ya que no felicidad, celosamente defienden.
siquiera mínima dignidad a la población. Esos in- Pero gradualmente el país se ha hecho inhóspi-
comprensibles que editorial tras editorial nos mues- to y difícil aun para los que siempre se lucraron de
tran cuatro cifras abstractas de prosperidad para él; la postergación de las reformas y la renuncia al Pro-
demostrarnos que vivimos en el paraíso. ¿Quién ne- yecto Nacional han vulnerado tanto a la población.
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que ya hasta los dueños del poder se quejan del país realicen periódicas cruzadas de limpieza por cam-
que hicieron. Existen hoy en el territorio más de 4 0 0 pos, playas y ríos del planeta. La vieja estrategia
personas secuestradas, y los presentadores de noti- consiste en privatizar bien las ganancias, y socializar
cias nos despiertan en las mañanas a la pesadilla de vastamente las pérdidas.
recordar que vivimos en un país sitiado por guerri- A veces admiten que las cosas están mal, pero in-
lleros, narcotraficantes, paramilitares, autodefensas, mediatamente les indigna que se pretenda buscar
milicias populares y delincuentes comunes. Los due- responsables. ¿Por qué buscar un culpable?, se pre-
ños del país tienen que sentir alarma ante esto que guntan. ¿Por qué no asumir que la historia nos ha
no han sabido evitar con su poder. Esos millones y traído a esto y que ahora lo tenemos que resolver
millones de pesos que nunca fueron capaces de in- entre todos? La verdad es que la corrección de los
vertir en evitar los males de la pobreza, los tienen males exige descubrir dónde están las causas, ya que
que gastar en armas para reprimir a los hijos del re- todo proyecto histórico que pretenda erradicar los
sentimiento y de la miseria. Como es su costumbre, males sin conocer su fuente está condenado al fra-
olvidan que ellos tuvieron siempre el derecho y el caso. Nuestro insensato modelo mental es en eso de
poder de hacer y deshacer a su antojo, y acusan al una siniestra comicidad. El mejor crítico de ese
pueblo de ser el causante del caos. Leemos en los modelo, Estanislao Zuleta, solía decir que no hay
grandes diarios, cuyo esfuerzo persistente por disi- que confundir las causas de las cosas con las condi-
mular el horror y cuya renuncia culpable a ser la ciones que las hacen posibles. "Por ejemplo -decía-,
conciencia crítica de la sociedad han sido por déca- si a uno le cuentan que alguien se suicidó arroján-
das el sedante de la opinión pública, que el país ha dose de un octavo piso, y le preguntan cuál fue la
perdido sus valores, que se han deteriorado la moral causa de esa muerte, uno no responde que la ley de
y las buenas costumbres. Pero, como decía Bernard la gravedad". Pues bien, en Colombia continuamen-
Shaw, hay momentos en que el pueblo no necesita te confundimos las causas de las cosas con las con-
más moral sino más dinero. Tener con qué comer no diciones que las hacen posibles. Si un par de sicarios
garantiza que alguien se porte bien, pero no tener- asesina a alguien desde una moto, al día siguiente
lo francamente exige que uno se porte mal. Los res- prohibimos las motos. De la misma manera, con-
ponsables del drama empiezan a exigir que sean las fundimos las causas con los efectos, creemos que
víctimas quienes arreglen lo que la codicia ha daña- alterando los efectos corregimos las causas. La delin-
do, exactamente a la manera como ahora los fabri- cuencia común generalizada es hija de la miseria y
cantes de basuras no biodegradables proponen que de la exclusión, pero siempre hay alguien interesado
en vez de ellos detener la producción, los pueblos en acabar con la delincuencia sin alterar para nada
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esas condiciones de injusticia. El narcotráfico es fru- cista, ¿con qué derecho podrán protestar cuando les
to de una situación en la cual el trabajo honrado no llegue el turno de ser expropiados, en la hora inmi-
permite siquiera sobrevivir, mientras el trabajo ile- sericorde de los resentidos y de sus machetes? M i
gal es pagado copiosamente por un imperio opulen- humilde opinión, pero hay quienes aseguran que no
to. Siempre hay alguien que quiere disipar el efecto es así, es que esa hora espantosa está más cerca de
sin modificar para nada la causa. La proHferación de lo que muchos imaginan, y que, como diría Shakes-
vendedores ambulantes es fruto de la falta de alter- peare, el egoísmo está afilando un cuchillo destina-
nativas formales de supervivencia. Siempre hay al- do a su propio cuello. El mal está andando, nadie
guien que cree que la solución es echarles la policía hace nada por detenerlo, Colombia tiene cada año
o encerrarlos en sótanos donde no puedan compe- más crímenes que el anterior, más secuestros, más
tir. Y es tan grave la miseria mental de algunos, que extorsiones, más corrupción, más desigualdad, y las
se llega a pensar seriamente que la causa de la po- voces oficiales parecen estar de acuerdo en que, si
breza es que haya pobres, y que por lo tanto la so- alguien está insatisfecho, pues que se encargue de
lución es acabar con ellos, eso sí, a medianoche y en arreglar las cosas.
la oscuridad. Tal vez tienen razón. Tal vez ha llegado el mo-
Curiosamente, ahí sí hay culpables. Quienes se mento en que sean las comunidades, y no los cau-
empeñan todo el día en negar que la responsabili- santes del mal, quienes se apliquen a la tarea de
dad de los males sociales le pueda ser imputada a resolverlo. Incluso, tal vez ha llegado el momento en
los privilegiados (los únicos que tuvieron en sus que, a pesar de estos largos y necesarios análisis de
manos la posibilidad de humanizar un poco el mo- las causas de nuestra crisis, la sociedad deba asumir-
delo), siempre están dispuestos a vociferar que la se como responsable de lo que ocurre y emprender
culpa de la pobreza está en los pobres, la culpa de la tarea de cambiarlo. Hasta ahora, la aceptación de
la delincuencia en los delincuentes y la culpa de los que había una clase dirigente, conocedora de los
sicarios en las motos que los llevan a cumplir sus rumbos de la nación, capaz de diseñar las políticas
crímenes. Y no aceptarán nunca que si una sociedad económicas, los modelos de desarrollo, los planes
tiene 35 millones de habitantes y toda su riqueza culturales, ha permitido que la sociedad se adorme-
está en manos de cinco, los otros 30 han sido expro- ciera en la indiferencia o asumiera el papel igual-
piados. Está bien, así es la vida. Pero si esos cinco que mente lastimoso de reclamar soluciones o recibir
son dueños de todo no se esfuerzan por garantizar hmosnas. Pero demostrado el catastrófico fracaso de
que su sociedad sea mínimamente viable para los esas élites, de sus partidos y de sus discursos, ¿no debe
otros, y se encierran en un egoísmo enfermizo y fas- la sociedad asumir que su deber es dar soluciones
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en lugar de estar reclamándolas o implorándolas? ción; y a la vez no creo que podamos renunciar a la
Cada ciudadano debe ser capaz de decirse a sí mis- existencia de un Estado que mínimamente regla-
mo: "Lo que yo no resuelva, no tengo derecho a es- mente la convivencia social y garantice condiciones
perar que otro lo resuelva por mí". Y asumir en para la iniciativa privada, la regulación económica,
consecuencia que el mero reclamo y la mera peti- la aplicación de la ley, la primacía del interés común
ción son maneras tan sumisas de estar en el mundo sobre los intereses privados, la protección del ám-
como la indiferencia o el silencio cobarde. ¿No es- bito inviolable de la libertad individual.
tará llegando la hora de no pedir ni esperar nada, ¿Qué hace que nuestra sociedad no reaccione?
de construir un modelo distinto? ¿No estará empe- Tal vez lo mismo que hizo que dos hombres del pue-
zando a tener su sentido y su función la propuesta blo alzaran sus hachas contra Rafael Uribe Uribe,
de desobediencia civil que Thoreau razonó hace un que un hombre del pueblo asesinara a Jorge Ehécer
siglo y medio? ¿Supone esto abandonar al Estado Gaitán, que durante la Violencia los pobres del par-
en manos de los políticos corruptos, la economía en tido azul fueran enemigos de los pobres del partido
manos del mercado mundial, las calles en manos del rojo y se degollaran por el color del pañuelo. Lo que
hampa? nos paraliza es que en nuestra sociedad siempre im-
Ante esto hay varias alternativas. O uno acepta peró un solo lenguaje, el que Gaitán intentó erradi-
al Estado, cree en su legitimidad, y en esa medida car del alma del pueblo, ese discurso excluyente y
confía en él, respeta sus reglas, participa en eleccio- señorial que repite que unos cuantos son legítima-
nes, sostiene en ese marco sus puntos de vista y lu- mente dueños y voceros del país, y que todos los
cha por imponerlos; o uno no acepta la legitimidad demás son la turba insignificante, la chusma. Es el
del Estado, se organiza por fuera de él o contra él, y discurso disociador que excluye a todo lo que no
lucha por la instauración de un Estado en el que forme parte del círculo de privilegios. El discurso
pueda creer y confiar; o uno no cree en la validez de económico que pretende que la situación del país se
ningún Estado, y se organiza para sobrevivir en la mide por las cifras de la inflación, del crecimiento
selva del mundo sin dar por supuesto un contrato económico, del producto interno bruto o de la tasa
social y unas normas de convivencia. Yo sincera- de cambio, y no por las verdaderas condiciones de
mente no creo que la sociedad colombiana pueda vida de los individuos concretos. El discurso que si-
sobrevivir en su diversidad y su complejidad, con ex- gue sosteniendo, como durante los dos siglos previos,
pectativas de una vida digna, en el ámbito del Esta- que los únicos modelos válidos son los que nos dic-
do actual, con sus supuestos mezquinos, su mole tan las metrópolis, y que no tenemos derecho a pro-
burocrática, su legalismo irresponsable y su corrup- poner alternativas, porque nuestro deber es ser
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dóciles réplicas de lo que inventan otros. Ese discur- futuro, salvo cuatro caballeros de industria y sus
so ha remplazado la realidad de hambre y de san- voceros en los medios de comunicación. Éstos tie-
gre por un espectro de cifras, sondeos y promedios. nen que esforzarse por combinar la información
Ese discurso se autoproclama feliz porque este fin objetiva, a menudo escabrosa, con espectáculos en-
de año hubo 297 crímenes "y no 302 como el año pa- tretenidos que atenúen el efecto desolador del ver-
sado". Ese discurso nos repite sinfinque vivimos en dadero país que nos cerca y para el que nadie parece
el mejor de los mundos, que Colombia es una de las tener soluciones; y hemos llegado al extremo de que
democracias más perfectas que existen. Ciertos pe- ver cosas alarmantes es pesimismo; el optimismo
riódicos están concebidos para hacernos sentir consiste en decir por obligación que todo va bien e
que todo está bien, que la economía es pujante, que irá mejor, y mencionar los males se ha vuelto más
el crecimiento económico fue considerable, que las censurable que los males mismos.
autoridades reportan normalidad, que Colombia es Es urgente decirle adiós en Colombia al doble
un país de seres abnegados pero felices, que le ha- partido liberal conservador, cuyas dos cabezas siem-
cen frente a la inexplicable adversidad con optimis- pre están en desacuerdo en las minucias mezquinas
mo y con fe en el futuro, y que en realidad nuestros del reparto y siempre de acuerdo en la lógica gene-
males consisten en que hay unos cuantos bandidos ral de la ambición y del saqueo. Después de haber
de los que ya se encargará la policía. Se considera arruinado al país, siguen barajando los nombres de
alarmismo decir que en Bogotá la gente tiene mie- las mediocridades que nos gobernarán en el próxi-
do de subirse en los buses ante la posibilidad de un mo siglo. No construyeron una nación, una industria,
atraco, que nadie quiere salir de noche a las calles una cultura, un arte, una ciencia, una filosofía: hasta
porque la ciudadanía perdió el derecho a los espa- los bellos ejemplos de su arquitectura los demolie-
cios públicos, que tener auto es tan peligroso como ron ellos mismos por codicia, para vender los lotes
andar a pie por los callejones, que todos los días oí- al mejor postor; gastaron su momento histórico en
mos historias de familias que han sido saqueadas y simulacros estériles y despreciaron todo lo grande
amordazadas por el hampa en condiciones extremas que Colombia tenía para ofrecerle al mundo. Nos
de impunidad, que hay personas trabajando turnos convirtieron en un pobre país subalterno de gana-
de 24 horas por el salario mínimo, que hay capita- panes y de imitadores, pero algo profundo y sagrado
les de departamento sin agua potable, que nadie se impidió que ese proceso fuera completo: tal vez este
siente convocado por un proyecto de sociedad, que territorio cuya riqueza natural sigue pasmando a los
los jóvenes se aturden por gozar el presente sin pre- visitantes, esta riqueza cultural criolla y auténtica
guntas y sin pensamientos porque nadie cree en el que cada vez se hace más importante y más vigorosa.
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Debemos extraer nuestra poesía del futuro, pero sin quísimas obras poéticas de nuestra tradición que
olvidar que, como dice García Márquez, y como pen- nombra el territorio con admiración y con reveren-
saba Gaitán, uno no es de donde le llegan las mo- cia, una de las pocas en que existen los pueblos na-
das, sino de donde tiene sembradas las tumbas. Esas tivos, con su complejidad, su violencia y su heroísmo.
generaciones colombianas que hicieron de éste un Ahí está el ejemplo desafiante de la Expedición
suelo mestizo y mulato, un suelo criollo, donde debe- Botánica, la memoria de sus naturafistas y sus pin-
mos buscar nuestra manera de ser, la cara de Colom- tores, lo mismo que un tramo memorable de la Ex-
bia que el mundo aprenderá a respetar y a querer. pedición de Aimé Bonpland y de Alexander von
Pero ese país nuevo no es un mero sueño proyec- Humboldt. Ahí está el ejemplo de proceres como
tado al inasible futuro sino una realidad que se ha José María Carbonell, que realmente creyeron en la
ido construyendo por años y años. Esa Nueva Re- posibilidad de una autonomía política y en una in-
pública está viva en miles y miles de esfuerzos que dependencia espiritual del poder opresivo de las
interpretan de otro modo el país, que abren canales metrópolis. Ahí están los ejemplos de José Hilario
de expresión para la inmensa franja de colombianos López, de Tomás Cipriano de Mosquera, y de todos
excluidos por la miseria moral de las clases dirigen- aquellos, muchos pertenecientes a las clases diri-
tes. Ninguno de los grandes sueños patrióticos, nin- gentes tradicionales, que creyeron en el país y pro-
guno de los componentes del presentido Proyecto curaron su grandeza con verdadero amor por el
Nacional podrá ser olvidado por el país nuevo que territorio y verdadero respeto por su gente. Ahí está
nace sobre las ruinas del bipartidismo faccioso y de el ejemplo de la Comisión Corográfica; el doble viaje
su Estado delincuente. físico y literario de Jorge Isaacs descubriendo la
Ahí están, vivas, 6o naciones indígenas con sus riqueza y la belleza de los trópicos americanos; el
mitologías, sus lenguas, sus filosofías trascendenta- pensamiento de Rafael Uribe Uribe y los viajes ex-
les de respeto por la naturaleza y de armonía con el ploratorios de Rafael Reyes. Ahí está la sorprenden-
universo natural, con sus músicas, sus danzas, sus in- te aventura lingüística de Rufino José Cuervo y la
dumentarias, sus ornamentos, sus rituales, sus sabi- notable labor crítica de Baldomcro Sanín Cano. Ahí
durías ancestrales, su medicina y su magia, sus artes están la saga fundadora de los antioqueños, la saga
y sus artesanías. Ahí está la epopeya admirable de de los ferrocarriles, el sueño de una economía na-
don Juan de Castellanos, quien nos narró minucio- cional que desde los años veinte nos propuso un
samente el proceso de la conquista de la Nueva Gra- destino distinto; la aventura legendaria de la nave-
nada, una obra llena de información sobre nuestros gación por el Magdalena; la aventura mental y ver-
mayores de distintas razas y culturas; una de las po- bal de José Eustasio Rivera explorando el Casanare
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y la selva, y denunciando el infierno de las cauche- vivos los vínculos entre nuestra cultura y la gran
rías. Ahí está la obra de Porfirio Barba Jacob, su vida tradición occidental. Ahí está el esfuerzo de Luis
de rebelde, de aventurero, de soñador, y de hombre Carlos Galán por dignificar la política. Ahí está la
continental: el respetable proyecto liberal de Alfon- música popular de Carlos Vieco y de Tartarín Mo-
so López Pumarejo y su Revolución en Marcha; el reira, de Guillermo Buitrago y de Lucho Bermúdez,
ejemplo ciudadano, la misteriosa elocuencia y el de José A. Morales y de Jorge Villamil, del inspirado
lúcido ideario político del más grande dirigente del maestro José Barros y de Carlos Washington Andra-
siglo, Jorge Ehécer Gaitán. Ahí están la combati- de, de Crescendo Salcedo y de los juglares vallena-
vidad y la integridad de María Cano y de Ignacio tos. Ahí está la intensa y paciente labor filosófica de
Torres Giraldo; la lucha de los mártires de las bana- Danilo Cruz Vélez; y el genio reflexivo y la pedago-
neras; la Bibhoteca Aldeana de Daniel Samper Or- gía estética de Estanislao Zuleta, que abrió nuestro
tega, jy su generoso proyecto intelectual. AW está }a pensamiento a los horizontes de la modernidad.
Í E S jrranáe irah^ía que se )xa \ieciiay¿ranáe
prometida con el país, del maestro Fernando Gon- el que resta por hacer, pero es posible que Colom-
zález. Ahí está el ejemplo de los grandes líderes bia, sin saberlo muy bien, sin decírselo siquiera a sí
populares del MRL, el ejemplo de Alfonso Barberena misma, haya emprendido hace ya tiempo la tarea de
luchando en las barriadas por las muchedumbres propiciar una transformación que no pueda ser frus-
que llegaban huyendo de la Violencia. Ahí está la trada por las balas de la codicia. Sus mayorías re-
obra de Gabriel García Márquez, que hizo que Co- nunciaron hace mucho a la fe en los líderes y en los
lombia ingresara en las letras universales; y ahí está partidos, pero importantes sectores de la población,
la poesía edénica de Aurelio Arturo. Ahí están los apartándose del mundillo prepotente y antinacional
grandes movimientos obreros de los años sesenta, que nos gobernó, se han dedicado a la labor fecun-
el movimiento estético impulsado por Marta Traba, da y duradera de reconocerse en el país y de cons-
y el gran esfuerzo intelectual impulsado por Jorge truir un proyecto que no pueda ser socavado por la
Gaitán Duran y la revista Mito. Ahí está el ejemplo difamación ni por el crimen. Ha venido creciendo
generoso de Camilo Torres Restrepo, capaz de dar una conciencia distinta que no puede situarse ni aca-
todo por sus convicciones. Ahí está el Nadaísmo, ex- llarse, porque está en todas partes. Está en la labor
presión de la rebeldía juvenil en una década inolvi- admirable y generosa de Gerardo Reichel-Dolma-
dable, renovador del lenguaje literario y conciencia toff, quien nos reveló los mundos asombrosos de
crítica de su tiempo. Ahí está el largo y enriquecedor misterio y de sabiduría de los pueblos indígenas a
esfuerzo cultural de la revista Eco por mantener los que nuestra cultura oficial había considerado
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siempre salvajes y primitivos. Está en la labor per- pera el lenguaje receloso, faccioso y excluyente que
sistente de antropólogos y sociólogos, de biólogos e nos enseñaron, pero en incontables ciudadanos exis-
ingenieros, de médicos e investigadores que, como te ya la semilla de esa Nueva Repúbhca, unida en
los miembros de la vieja Expedición Botánica, no su complejidad étnica y cultural, y a la vez respe-
ignoran las implicaciones políticas de su labor, no tuosa de sus diferencias. En la admirable literatura
ignoran que su esfuerzo es parte de la búsqueda de testimonial más reciente, después de 50 años de si-
un destino mejor para Colombia. Está en la crecien- lencio, gentes del pueblo que fueron protagonistas
te labor de escritores y artistas, de filósofos y psicó- de una historia tremenda han empezado a recons-
logos, de historiadores y arquitectos, de científicos truir su destino mediante un lenguaje vivo y lleno
y técnicos cuya silenciosa rebelión está en la volun- de revelaciones. En lugar de pensar en dominarlo y
tad de construir un saber que se deba a nosotros y en administrarlo, muchos colombianos están inte-
que resuelva problemas de nuestra realidad. A l lado rrogando y pensando el país. Después de las vahosas
del país de los privilegios, del Estado corrupto y de Jornadas Regionales de Cultura, el alegre esfuerzo
sus políticos, al lado de las violencias guerrilleras y de las comunidades permitió salvar otra convocato-
estatales, de la mafia y del hampa, al lado de las tor- ria cultural dignificadora y fecunda, el programa
turas y las ejecuciones sumarias, de las masacres Crea, una expedición por la cultura colombiana,
políticas y de los cinismos electorales, ha ido crecien- sostenido a ciegas por varias administraciones sin
do ese otro país al que ya no engañan los poderes comprender muy bien su valor, y que vino a sorpren-
económicos egoístas y sus voceros en los medios de dernos con la riqueza, la diversidad y la vitalidad de
comunicación. De ese país indignado pero respon- nuestra cultura presente. El nuevo país crece en la
sable y creador, de ese país que no es noticia, debe labor de industrias y cooperativas regionales; de em-
salir el futuro que Colombia merece. presas solidarias; de movimientos ecológicos; de me-
Pero ese país en formación aún no está integra- dios alternativos; de eventos literarios, artísticos y
do en un Proyecto Nacional. Sus esfuerzos crecie- musicales de trascendencia mundial logrados gracias
ron aislados, y por eso la nación donde se gesta la a la iniciativa particular en varias ciudades; en la
rebelión civilizadora, llamada a cambiar por fin los dignidad de una nueva generación de periodistas
protagonistas de la historia colombiana, todavía responsables y valerosos; en creadores de música y
produce la sensación de ser sólo un dilatado desas- danza que se han inclinado sobre las fuentes de su
tre en cine mudo. Todavía ese pensamiento plural no propia cultura para encontrar un lenguaje con el
se ha cohesionado en un lenguaje que nos permita cual hablarle originalmente al mundo; en el trabajo
entrar en diálogo creador unos con otros. Aún im- de grupos y personas comprometidos con el país.
6o W I L L I A M OSPINA ¿DÓNDE ESTÁ L A FRANJA AMARILLA? 6l

que no tienen el menor afán por lanzarse a la con- por su historia, puede llegar a ser. Tarde o temprano
quista del poder, o que, habiendo conocido las re- tendremos que pensar, no en una economía aislada
des parahzantes de su enorme laberinto kafkiano, ya e independiente, cosa imposible, pero sí en una eco-
saben cuan imposible es cambiar algo en la bruma nomía cuya primera prioridad sea la gente colom-
pesadillesca de los incisos y de los occisos. biana.
Sólo tomando posesión de ese lenguaje, múltiple Yo sueño un país que esté unido física y espiri-
y cohesionador, que le dé un nuevo sentido a la na- tualmente con los demás países de la América del
ción y a su historia, podremos llegar a constituir un Sur. Que un grupo de jóvenes venezolanos o colom-
movimiento capaz, no de reclamar ni de pedir sino bianos pueda tomar el tren en Caracas o en Bogotá
de provocar los grandes cambios sociales que re- y viajar, si así lo quieren, hasta los confines de Bue-
quiere el país y proponer una vida viable en el ám- nos Aires. En un mundo donde se hacen autopistas
bito de las posibilidades contemporáneas. Para de isla en isla, no ha de ser imposible tender ese ca-
realizar una revolución que no pueda ser detenida mino de unidad entre naciones hermanas. Yo sue-
y frustrada por las balas, se requiere la unión de la ño un país que cuando hable de desarrollo hable de
inteligencia, la creatividad y la solidaridad de millo- desarrollo para todos, y no a expensas del planeta
nes de seres humanos, de los que ya saben que el sino pensando también en el mundo que habitarán
poder existente sólo busca un futuro para esa exi- las generaciones futuras; que cuando hable de indus-
gua minoría que se avergüenza de sus compatriotas tria nacional sepa recordar, como Gaitán, que indus-
y que sistemáticamente los desprecia y los excluye. tria son por igual los empresarios, los trabajadores
Un país formidable en recursos y capaz de gran- y los consumidores. Yo sueño un país consciente de
des empresas está en condiciones de nacer. Basta sus tierras, de sus árboles, de sus mares y de sus cria-
que los colombianos nos permitamos ser conscien- turas, donde hablar de economía sea hablar de cómo
tes de nuestra fuerza, ser los voceros orgullosos de vive el último de los hijos de la república. Yo sueño
nuestro territorio, los defensores de nuestra natura- un país donde sea imposible que haya gentes dur-
leza y los hijos perspicaces de una historia que yace miendo bajo los puentes o comiendo basuras en las
en el olvido. Hoy ya no se trata de alcanzar el cielo calles. Yo sueño un país cuya moneda pueda mos-
sino de salir del infierno, de un infierno de intoleran- trarse y negociarse en cualquier lugar del planeta.
cia y de desamparo circunscrito por la historia a la Yo sueño un país que gane medallas en los Juegos
línea de nuestras fronteras.^Pero bastará dar ese Olímpicos. Yo sueño un país de pueblos y ciudades
paso inicial que nos arrebate al horror para que ya hermosos y dignos, donde los que tengan más sien-
sea posible soñar el país que Colombia, aleccionada tan el orgullo y la tranquilidad de saber que los otros
62 WILLIAM OSPINA

viven dignamente. Yo sueño un país inteligente, es


decir, un país donde cada quien sepa que todos ne-
cesitamos de todos, que la noche nos puede sorpren-
der en cualquier parte, que el carro se nos puede
varar en las altas carreteras solitarias, y que por ello
es bueno que nos esforcemos por sembrar amistad
y no resentimiento. Yo sueño un país donde un in-
dio pueda no sólo ser indio con orgullo, sino que su-
perando esta época en que se lo quiere educar en
los errores de la civilización europea aprendamos
con respeto su saber profundo de armonía con el
cosmos y de conservación de la naturaleza. Yo sue-
ño un país donde tantos talentosos artistas, músicos
y danzantes, actores y poetas, pintores y contadores
de historias, dejen de serfiguraspintorescas y mar-
ginales, y se conviertan en voceros orgullosos de una
nación, en los creadores de sus tradiciones. Todo eso
sólo requiere la apasionada y festiva construcción de ^
vínculos sinceros y valerosos. Y hay una pregunta
que nos está haciendo la historia: ahora que el rojo
y el azul han dejado de ser un camino, ¿dónde está
la franja amarilla?
Marzo de 1996

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