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Actividad 5.

Estructura del Estado Colombiano


Problemáticas y posibles soluciones de la Rama Judicial

Juan Carlos Ramírez Arroyo

Corporación Universitaria Minuto de Dios


Programa de Administración De
Empresas, V Semestre Curso:
Constitución Política
Tabla de contenido
Introducción......................................................................................................................................4

Estructura y Funcionamiento del Estado Colombiano.....................................................................5

Rama Ejecutiva.............................................................................................................................5

Rama Legislativa..........................................................................................................................6

Rama Judicial...............................................................................................................................6

Mapa Mental: Estructura y Funcionamiento del Estado..................................................................8

Problemáticas y dificultades que se presentan en la Rama Judicial.................................................9

Propuesta de Solución................................................................................................................14

Conclusión......................................................................................................................................15

Referencias.....................................................................................................................................16
4

Introducción

Tal como lo establece la Constitución Política en su Artículo 1°, “Colombia es un Estado social

de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus

entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad

humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del

interés general.” Es decir, Colombia, es un Estado organizado y estructurado que delega a

entidades competentes el cumplimiento de los deberes y derechos humanos y fundamentales de

todos los ciudadanos.

El Estado colombiano basó su separación de poderes a partir del constitucionalismo del Siglo

XVIII y ha tenido distintos ajustes debido a su complejidad. Hoy día, está estructurado en dos

partes importantes: las ramas del poder público y los organismos del Estado.

En el presente documento usted podrá conocer la estructura y funcionamiento del Estado

Colombiano, profundizando en las ramas del poder público y el planteamiento de una

problemática y dificultad de la rama judicial.


Estructura y Funcionamiento del Estado Colombiano

Colombia es un país democrático considerado, tal como lo establece el texto Elementos para el

Estudio de la Constitución Política de Colombia, como un “Estado unitario centralizado

políticamente y descentralizado administrativamente”. Esto conlleva a que, por una parte, las

leyes expedidas por el mismo rigen en todo el territorio nacional y “que las decisiones que tomen

los jueces se hacen en nombre de la República y no de la entidad territorial donde funcionen” y,

por otra parte, estas funciones no son “exclusivas de los organismos y entidades del sector central

de la rama ejecutiva del Estado”, sino, por el contrario, son compartidas con todas la entidades

territoriales teniendo en cuenta sus necesidades.

La estructura del Estado colombiano está dividida en dos partes. La primera parte está integrada

por los Organismos del Estado, divididos en tres grupos dependiendo de su actividad, estos son:

Organismos de Control (Procuraduría General de la Nación, Defensoría del Pueblo, Contraloría

General de la República), Organismos de Organización Electoral (Consejo Nacional Electoral,

Registraduría Nacional del Estado Civil) y otros Organismos (Banco de la República y Comisión

Nacional del Servicio Civil). Y, la segunda parte, está integrada por las Ramas del Poder

Público estas son: Rama Ejecutiva, Rama Legislativa y Rama Judicial.

Rama Ejecutiva

Se encarga de representar al gobierno y se encarga de gestionar las políticas públicas y de

administrar y velar por los recursos de la nación. Dentro de esta rama la máxima autoridad es el

Presidente de la República de Colombia en calidad de jefe de Estado, lo que le da la calidad de

máxima autoridad administrativa del país y comandante en jefe de las Fuerzas Militares. Esta

rama está compuesta por:


Presidente.

Vicepresidente.

Ministros de Despacho.

Directores de departamentos administrativos.

Gobernaciones.

Alcaldías

Superintendencias.

Establecimientos públicos.

Empresas industriales o comerciales del Estado.

La rama ejecutiva gestiona diariamente al Estado y funciona en tres áreas específicas: Política

(vela por las áreas no decretadas por la ley, aprobación de tratados y conducir la nación),

administrativa (gestiona instituciones del Estado y vela por el correcto funcionamiento) y

reglamentaria (implementación de decretos).

Rama Legislativa

Tiene como finalidad “formular las leyes, ejercer control sobre el Gobierno y reformar la

Constitución” (Martínez, 2019). Está integrada por el Congreso de la República, quien a su vez

comprende el Senado de la República y la Cámara de Representantes. Al igual que los entes de la

rama ejecutiva, los miembros de estas entidades son elegidos por voto popular.

Rama Judicial

Tiene como función pública velar y de administrar la justicia de Colombia. Está integrada por

seis organismos fundamentales:

1. Corte Suprema de Justicia: Artículo 235 de la Constitución Política de Colombia.


2. Consejo de Estado. Artículo 237 de la Constitución Política de Colombia.

3. Corte Constitucional. Artículo 241 de la Constitución Política de Colombia.

4. Consejo Superior de la Judicatura. Capítulo VII de la Constitución Política, en sus

artículos 254, 255, 256 y 257.

5. Fiscalía General de la Nación. Capítulo VI de la Constitución Política de Colombia,

Artículos del 249 al 253.

6. Jurisdicciones Especiales. Capítulo V de la Constitución Política de Colombia, Artículos

246, 247 y 248.

En el siguiente apartado usted podrá observar, a manera de resumen, la estructura y funcionamiento

del Estado teniendo en cuenta las características y funciones de las Ramas del Poder.
8

Mapa Mental: Estructura y Funcionamiento del Estado

Referencias:
Constitución Política Nacional de Colombia.
Elementos para el Estudio de la Constitución Política de Colombia.
Problemáticas y dificultades que se presentan en la Rama Judicial

Las críticas más recientes se han concentrado fundamentalmente en la cúpula de la justicia, es

decir, en las altas cortes. La cúpula judicial debe ser el ejemplo moral y el norte jurídico de toda

la rama judicial. Sin embargo, es necesario aclarar que existe una diferencia grande entre las

altas cortes y el resto de la rama. Por ejemplo, la elección de los jueces de los demás rangos es

hecha mediante un concurso público de méritos que además sujeta a los seleccionados a un

régimen de carrera judicial. Los sistemas de elección, las competencias, las asignaciones

salariales, e incluso las prebendas, son muy distintas para quienes administran justicia en

tribunales y juzgados. Igualmente, la relación entre los tribunales inferiores y la ciudadanía es

distinta a aquella que tienen las altas cortes. Si bien los lineamientos de la jurisprudencia se

definen en las altas cortes, el grueso de las decisiones y el relacionamiento de la ciudadanía con

la justicia se da es en los tribunales y juzgados. Solamente en casos muy excepcionales una

necesidad jurídica de una ciudadana de a pie llega al conocimiento de una de las altas cortes. Es

por ello que a pesar del papel mediático protagónico que han adquirido los escándalos recientes,

la ciudadanía ve con mucha lejanía los orígenes del debate y en buena medida no entiende el

impacto que éstos pueden tener en sus vidas.

A estas dificultades institucionales, se suma la falta de estadísticas judiciales, el caos

organizacional interno del CSJ, los procedimientos de administración fiscal y las políticas

improvisadas de asignación de recursos humanos y económicos (Davis, 1995). La ausencia de un

sistema eficiente de profesionalización de la administración de justicia es el factor más citado por

juristas en América Latina y académicos de todo el mundo como el principal obstáculo a la plena

realización del principio de la independencia. La misma rama judicial debe encargarse de que la
carrera judicial sea eficiente y proporcione una educación de calidad, así se admita que ésta por sí

sola no garantiza la independencia del sistema judicial ni tampoco la calidad de la magistratura

Problemáticas de la rama judicial

Qué funciona bien y qué funciona mal en la justicia en Colombia es hoy en día la pregunta del

millón. De hecho, una de las grandes críticas que se le hizo a la propuesta de reforma a la justicia

presentada por el Gobierno hace dos años fue que no partió de un verdadero diagnóstico del

estado actual de la justicia.

• Autonomía, independencia y transparencia

El sistema judicial colombiano siempre se ha preciado de gozar de una gran autonomía frente al

régimen político y de una notoria estabilidad institucional. Para mantener esta distancia entre la

política y la justicia fue fundamental el proceso de cooptación, a partir del cual se le otorgó

autonomía a la rama para llenar las vacantes sin que existieran nombramientos directos de los

gobiernos u otros estamentos de poder.

No obstante, la cooptación combinada con otros factores como la falta de transparencia de la

rama, una concepción errada de la independencia judicial, y los pocos controles internos, ha

dado lugar a que la autonomía e independencia se convierta en corporativismo judicial. Las

altas cortes son la muestra de ello. Camarillas de poder en donde verdaderos clanes se pelean por

sus sucesores y su dinastía como si fueran casas reales. No existe escrutinio externo de los

candidatos, no existe transparencia en la forma de elección, ni ningún sistema de rendición de

cuentas.

Y este problema va más allá de los nombramientos. Se extiende, por ejemplo, a los problemas de

autogobierno de la rama (que ha estado a cargo del Consejo Superior de la Judicatura desde
la Constitución de 1991). Si bien es importante defender la independencia judicial y el

autogobierno de la rama judicial, el diseño actual de los órganos de gobierno de la rama le da un

poder excesivo a la cúpula judicial. Como se propuso en un documento preparado por Rodrigo

Uprimny, Miguel La Rota y Carolina Bernal, de justicia, es necesario que voces distintas a las de

las altas cortes y del gobierno, como las de los usuarios de la justicia y de la academia, hagan

parte de los órganos de gobierno de la rama. Es también recomendable poner límites a la

cooptación y combinarla con los concursos de mérito.

Otro gran problema de la rama es la falta de información y los problemas de

transparencia. El servicio que presta el Consejo Superior de la Judicatura en la producción de

datos y el acceso a información es muy precario. Igual de limitado es el monitoreo y la

evaluación de políticas judiciales. Y eso incluye los temas de presupuesto. A estos problemas

se ha sumado una crisis ética en la cúpula judicial, acompañada de un entendimiento

muy limitado de la independencia judicial. La defensa grosera de ciertos privilegios ha

sido deplorable. La participación de las cortes defendiendo extensiones de período y de la

edad de retiro forzoso en el Congreso fue una vergüenza. Una vergüenza que luego pareciera a

ver sido superada por la lamentable y pobre defensa de los privilegios pensionales y otras

prebendas laborales como las de los excesivos permisos remunerados. Lo más triste es que

cuando la ciudadanía y la prensa piden explicaciones, la cúpula judicial ha terminado con salidas

en falso. Por un lado, se ha defendido que nada de ilegal existe en lo que se ha hecho, como si el

ejemplo ético de quienes administran justicia (sobre todo en estos cargos) no fuera una

condición básica para la democracia. Por otro lado, en otros casos, en lugar de dar

respuesta se ataca a quienes piden transparencia pues ciertos magistrados sostienen que el

escrutinio les vulnera su independencia judicial.


Los problemas de eficiencia

De lo que poco se habla hoy en día (y tampoco se habló durante la discusión del proyecto de

reforma a la justicia), pero que también afecta de manera clara a la justicia, son sus problemas de

eficiencia y eficacia. A pesar de múltiples reformas y ajustes, la justicia en Colombia sigue

siendo lenta, ineficiente, e insatisfactoria para gran parte de quienes acuden a ella. En un estudio

reciente dirigido por Miguel La Rota se encontró, por ejemplo, que solamente el diez por ciento

de los homicidios intencionales llegan a ser imputados por la Fiscalía. Esta cifra es alarmante si

se tiene en cuenta que el homicidio doloso o intencional es una de las cuestiones sobre las que

más se preocupan las sociedades. Asimismo, esta cifra es muy diciente si se compara con otros

países en condiciones similares a la nuestra, como Chile, en donde la Fiscalía imputa 7 de cada

10 homicidios cometidos.

Datos similares se encuentran en otras jurisdicciones como la civil, la laboral o la

administrativa. Qué decir, además, de la poca eficacia del sistema para solucionar los

asuntos pendientes y para otorgar decisiones en un tiempo razonable. La misma

investigación antes citada encuentra que en el sistema judicial colombiano buena parte de

los casos están pendientes. Se encuentran sin resultado alrededor de la mitad de los conflictos

que han entrado al sistema judicial y que no han sido retirados por las partes.

La Rama Judicial en Colombia ha sido víctima continua de la violencia, pero en igual sentido, se

ha convertido también en un factor generador en la medida en que la falta de una pronta y

cumplida justicia o la imposibilidad de acceder a ella, trae como consecuencia una desconfianza

en la institucionalidad y una tenencia a la búsqueda de otras soluciones al margen de la ley. No

obstante la existencia de un marco normativo idóneo para impulsar procesos de paz en Colombia
y los intentos formales por acudir a los mecanismos concertados de solución de conflictos, el

fracaso de tales esfuerzos se debe a la ausencia de voluntad política real de los actores del

conflicto, lo que ha venido generando en la comunidad incredulidad y desesperanza en la

solución del conflicto por estas vías. Sin embargo, es vital para el futuro de la sociedad

colombiana persistir en la exploración de fórmulas que busquen una salida a la coyuntura

dolorosa de violencia que estamos pasando.

Las fallas administrativas de la rama judicial colombiana tienen su causa última en la inadecuada

estructura que se implementó con la Constitución Política de 1991. Esto significa que las

estrategias convencionales de reforma a la justicia (cambios de procedimiento, aumentos de

presupuesto, incrementos en el número de jueces, etc.) no han arrojado resultados positivos

porque han omitido el tema de la estructura misma de la administración de justicia, y que el

principio de la independencia de la rama judicial, corolario fundamental de la separación de

poderes, no se realiza plenamente en Colombia porque (a) el sistema de autogobierno judicial

colombiano (Consejo Superior de la Judicatura-CSJ) no es el más idóneo para esta nación dado

su problema de justificación, composición y atribuciones; (b) la carrera judicial es inoperante e

impide que la rama se modernice y que su personal se profesionalice, y (c) la planeación en el

sector de la justicia es inefectiva por las deficiencias institucionales que impiden el diseño de

directrices y objetivos precisos.

Las nuevas instituciones judiciales puestas en marcha con la Constitución Política de 1991 no han

producido los efectos esperados. Ninguno de los indicadores convencionales para evaluar las

mejoras en la administración de justicia (eficiencia en evacuación de procesos en los juzgados,

profesionalización de jueces, magistrados y otros empleados de la rama, adecuada distribución de


los recursos financieros, etc.) parecen haber variado positivamente, a pesar de los profundos

cambios a que se sometió la rama judicial hace ya más de cinco años.

Las condiciones actuales muestran una estructura de la administración de justicia bastante

compleja, con multitud de órganos de la misma jerarquía y sin una clara delimitación de

competencias, funciones y atribuciones. Esto ha originado conflictos de competencias a todos los

niveles; incoherencias en las políticas estatales hacia el sector justicia; inexistencia de un sistema

de rendición

Propuesta de Solución

Frente a todo lo anterior se ve necesario un trabajo unificado entre la administración pública y la

Rama Judicial, no solo es juzgar sino hacerlo con eficiencia. Esta tarea no se debe ver retrasada

por asuntos administrativos ajenos a las tareas disciplinarias correspondientes a cualquier

institución. Por otro lado es necesario revisar las aptitudes y calificaciones del personal que está

dentro del servicio judicial, reevaluar que tan competentes son para el ejercicio de sus funciones;

revisar que los procesos de selección, evaluación, remuneración y contratación sean los

apropiados para posicionar al personal adecuado. Para esto se propone estandarizar los procesos

organizacionales para cumplir con indicadores de calidad y productividad de sus actividades.

Todos los profesionales de la Rama Judicial deben estar altamente capacitado en herramientas

electrónicas que permitan la agilización de diligencias, resolución de casos y ejecución de leyes

dentro de los términos y plazos establecidos por la Constitución. Finalmente, es necesario la

promoción y capacitación en valores para disminuir aspectos como la corrupción que permitan

llevar a cabo las funciones de la Rama Judicial tal como lo establece la Ley y en pro de la

protección de los Derechos de los ciudadanos.


Conclusión

El Estado Colombiano está conformado por dos partes importantes que permiten el buen

funcionamiento del mismo y, a su vez, buscan establecer un orden y un control social. En el

anterior documento se describe la estructura y funcionamiento del Estado, teniendo en cuenta los

Organismos y las Ramas del Estado.

Del mismo modo se hizo referencia a la Rama Judicial, planteando distintas dificultades que

sugieren una reforma que permita mejorar todas estas falencias.


Referencias

Constitución Política de Colombia.

Yong Serrano, Manuel. Elementos para el estudio de la Constitución Política de Colombia.


Uniminuto Virtual y Distancia. Recuperado de:
http://elibro.uniminuto.edu/Main.php?MagID=47&MagNo=54
Martínez, Andrés G. 2019. Estructura del Estado en Colombia. Toda Colombia. Revisado el
25/10/2019, recuperado de: https://www.todacolombia.com/informacion-de-
colombia/estructura-estado-colombiano.html
Sánchez, Nelson C. (2016). Las crisis de la justicia en Colombia. Centro de Estudios de Derecho,
Justicia y Sociedad de justicia. Recuperado de: http://justiciayverdad.com.co/wp-
content/uploads/2017/10/Las-crisis-de-la-justicia-en-Colombia.pdf
Gómez Araujo, L. A. (2011). La Rama Judicial frente al conflicto armado. Revista de Derecho,
19(19).
Consejo Superior de la Judicatura, Sala Administrativa, Ley Estatutaria de la Administración de
Justicia, 1995, 30
Banco Interamericano de Desarrollo. Justicia y desarrollo en América Latina y el Caribe,
washington: BID, 1993
Consejo Superior de la Judicatura (Sala Administrativa). Ley estatutaria de la administración de
justicia. Elementos para el análisis, Santafé de Bogotá: 1995.
Davis, William. 1995. Colombia: Proyecto de modernización de justicia. Breve análisis de la
situación actual y estrategias recomendadas para el desarrollo del proyecto, Washington:
Banco Interamericano de Desarrollo, 1995.
Hotel, C. P. (1997). Independencia judicial y política en Colombia.

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