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JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA

Magistrado Ponente

SP714-2020
Radicación No. 49750
(Aprobado acta No. 055)

Bogotá, D.C., cuatro (4) de marzo de dos mil veinte


(2020).

La Sala decide el recurso extraordinario de casación


promovido por el apoderado de JUAN GABRIEL PARRA
FORERO contra la sentencia de 24 de noviembre de 2016,
por la cual el Tribunal Superior de Tunja confirmó la condena
irrogada al nombrado en primera instancia como autor del
delito de lesiones personales dolosas.

HECHOS

En la mañana del 31 de enero de 2010, JUAN GABRIEL


PARRA FORERO y José Eliécer Campos Peña coincidieron en
la plazoleta de ganado del municipio de Garagoa, Boyacá,
donde se enfrascaron en una discusión relacionada con los
linderos de sus respectivos predios.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

Al sitio llegó momentos después José Otoniel Franco


Cabezas, empleado del padre del primero nombrado, quien
se les acercó para indagar sobre el porqué de la discusión.

En ese contexto, PARRA FORERO realizó un


movimiento con un brazo que golpeó a Franco Cabezas en el
pecho, consecuencia de lo cual éste cayó al suelo y su cráneo
impactó contra el pavimento. Lo anterior le causó heridas
determinantes de una incapacidad médico legal definitiva de
45 días con secuelas permanentes, consistentes en
deformidad física y perturbación del órgano nervioso central.

ANTECEDENTES PROCESALES

1. El 10 de abril de 2014, en audiencia celebrada ante el


Juzgado Primero Promiscuo Municipal de Garagoa, la Fiscalía
formuló imputación a JUAN GABRIEL PARRA FORERO como
autor del delito de lesiones personales, de acuerdo con los
artículos 111 y 114, inciso 2°, de la Ley 599 de 20001.

El 9 de mayo siguiente, en diligencia dirigida por el


mismo despacho, hizo lo propio respecto de José Otoniel
Franco Cabezas, a quien también atribuyó la autoría del
punible de lesiones personales, pero conforme los artículos
111 y 112, inciso primero, de la misma codificación2. Esto,
porque PARRA FORERO denunció que también fue agredido
por el primero en el contexto de los hechos investigados.

1 F. 21, récord 9:45 y ss.


2 F. 44, récord 8:30 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

2. El escrito de acusación contra ambos fue radicado, sin


modificaciones en la calificación jurídica de las conductas, el
2 de julio de 20143, y se repartió para su conocimiento al
Juzgado Segundo Promiscuo Municipal de Garagoa, ante el
cual aquélla se formuló el 1° de agosto siguiente4.

3. La audiencia preparatoria se agotó en tres sesiones


realizadas los días 3 y 12 de septiembre y 24 de noviembre del
mismo año5. El juicio oral, por su parte, tuvo lugar el 27 de
febrero y el 6 de abril de 20156.

4. Mediante sentencia de 19 de mayo de 2015, el


despacho resolvió absolver a José Otoniel Franco Cabezas y
condenar a JUAN GABRIEL PARRA FORERO por los cargos
imputados. A este último, consecuentemente, le impuso las
penas de 48 meses de prisión (que suspendió
condicionalmente), inhabilitación para el ejercicio de derechos
y funciones públicas por igual término y multa de 34.6 salarios
mínimos mensuales vigentes7.

El fallo fue apelado por la defensa de PARRA FORERO y


el Tribunal Superior de Tunja, en decisión de 24 de
noviembre de 2016, lo confirmó íntegramente8. Una
Magistrada salvó el voto pues, en su criterio, debió declararse
que el condenado obró con culpa y no, como lo entendió la
mayoría, con dolo eventual9.

3 Fs. 73 y ss.
4 F. 89; récord 8:30 y ss.
5 Fs. 102, 109 y 138.
6 Fs. 226 y 236.
7 Fs. 283 y ss.
8 F. 360 y ss.
9 Fs. Fs. 332 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

5. El mismo sujeto procesal presentó y sustentó


demanda de casación que fue admitida por la Sala,
superando sus defectos formales, el 27 de junio de 201910.

LA DEMANDA

Con fundamento en la causal segunda de casación,


denuncia que el Tribunal desconoció las garantías de JUAN
GABRIEL PARRA FORERO por cuanto “violó directamente”
los artículos 9, 21, 22 y 23 del Código Penal.

Afirma que la sentencia de segunda instancia es


equivocada porque, aunque «da por demostrado que el
condenado le propinó a la víctima un manotazo… para
apartarlo (sin) la intención de lesionar», profirió condena por
la modalidad dolosa del delito y no, como correspondía en
atención a ello, por la culposa.

Asevera que la Fiscalía no demostró que el procesado


haya obrado con la intención de lesionar al perjudicado ni
que haya dejado librada al azar la producción de las heridas
corporales que sufrió, sino apenas que lo empujó con el
propósito de «retirarlo o hacerlo a un lado» y, en esas
condiciones, lo acreditado es que «actuó desatendiendo el
deber objetivo de cuidado».

Por lo expuesto, pide a la Sala que intervenga para


«amparar los derechos del procesado» y, en tal virtud, que se
case la providencia censurada y, en su lugar, se profiera
condena «por el delito de lesiones personales culposas».

10 F. 5, c. de la Corte.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

AUDIENCIA DE SUSTENTACIÓN

1. El demandante reiteró sus argumentos y pretensión,


insistiendo en que el Tribunal admitió que el acusado obró
negligentemente, pero, a pesar de ello, profirió condena por
la modalidad dolosa del punible de lesiones personales11.

2. La Delegada de la Fiscalía pidió que no se case el fallo


atacado. Admitió que la sentencia de segundo grado exhibe
argumentos contradictorios respecto de la modalidad de la
conducta investigada, pero estimó que ello no incide en la
decisión adoptada, pues en últimas se demostró que PARRA
FORERO actuó «con la inobjetable intención de lesionar a la
víctima» y fue indiferente al resultado lesivo que pudiese
causarle con la embestida. En ese orden, concluyó, la
elección normativa del Tribunal fue adecuada12.

3. La Representante del Ministerio Público coadyuvó la


pretensión del actor y pidió que se case la providencia
cuestionada para que, en su lugar, se condene al procesado
por la modalidad culposa del delito objeto de acusación.

Manifestó que la lesión sufrida por Otoniel Franco


Cabezas no fue consecuencia directa del empujón que le
propinó PARRA FORERO, sino que se trató de un resultado
«secundario y sobreviniente» ocasionado por su caída al suelo.
Lo anterior, dijo, rompe el nexo de imputación entre el

11 Récord 6:00 y ss.


12 Récord 14:30 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

conocimiento y la voluntad de lesionar, de las cuales


entonces no hay certeza.

Aseguró que el ad quem reconoció la duda sobre ese


aspecto y, a pesar de ello, acogió «la tesis más grave», esto es,
la del dolo eventual; así mismo, que la representación del
resultado típico en el agente es insuficiente para condenarlo
en esos términos, pues ello – la representación – también es
un elemento del delito culposo13.

CONSIDERACIONES DE LA CORTE

1. Ninguna controversia existe en este asunto respecto


de la intervención de JUAN GABRIEL PARRA FORERO en los
hechos investigados ni, particularmente, en cuanto a que fue
él quien el 31 de enero de 2010, en la plazoleta de ganado del
municipio de Garagoa, golpeó a José Otoniel Franco Cabezas
y provocó que cayera al suelo, con lo cual recibió una lesión
en la cabeza determinante de la incapacidad médico legal de
45 días con secuelas permanentes, consistentes en
deformidad física y perturbación del órgano nervioso central.
La controversia, entonces, radica exclusivamente en
cuál es el título al que ese resultado típico le es imputable y
cuál el delito (si lesiones personales cometidas con dolo
eventual o con culpa) por el que, en consecuencia, debe
condenársele.

2. La Sala, de entrada, anuncia que el cargo está


llamado a prosperar. Las razones son las que siguen:

13 Récord 19:30 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

2.1 De acuerdo con el artículo 22 del Código Penal, la


conducta es dolosa cuando «la realización de la infracción
penal ha sido prevista como probable y su no producción se
deja librada al azar».

Ese precepto consagra el denominado dolo eventual,


que, entonces, se integra por dos elementos; por un lado, la
previsión de la infracción penal como probable y, por otro, la
indiferencia respecto de su realización.

Por su parte, el artículo 23 ibídem define dos supuestos


de delito culposo; el primero, correspondiente a la llamada
culpa sin representación, que se configura cuando el
resultado típico se materializa por una infracción al deber
objetivo de cuidado del agente, quien, no obstante ser aquél
previsible, no se lo representa mentalmente como posible. El
segundo – la denominada culpa con representación - en la
cual el agente, habiendo previsto la configuración de un
resultado típico, sigue adelante con el curso
comportamental negligente porque confía
(equivocadamente) en poder evitarlo.
Como se ve, el dolo eventual y la segunda modalidad
de culpa tienen en común la representación del resultado
en la órbita cognoscitiva del agente y se distinguen
fundamentalmente porque mientras aquél, en el dolo
eventual, permanece apático respecto de su ocurrencia –
le da igual si sucede o no, aun cuando sabe que su
acaecimiento es probable -, en la culpa con
representación obra confiado en que no sucederá porque
podrá evitarlo, pero al final falla en ese cometido.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

Así, al margen de la postura doctrinal o conceptual que


se asuma para distinguir el dolo eventual de la culpa con
representación en el ámbito de la adjudicación judicial14, lo
irrebatible es que un mismo comportamiento no puede
identificarse simultáneamente como doloso y culposo (al
menos no sin incurrir en una ostensible violación de los
principios lógicos de identidad y contradicción), pues unos y
otros, no obstante revestir algunas similitudes, corresponden
a modalidades conductuales distintas y mutuamente
excluyentes.

El Tribunal, como con acierto lo plantean el


demandante y la Procuradora (y lo admite también la Fiscal
Delegada, así pretenda contradictoriamente la desestimación
del cargo), consignó en el fallo atacado aserciones
ambivalentes respecto de la tipicidad subjetiva que tuvo por
demostrada.
En efecto, luego de admitir que «la materialidad del
punible de lesiones se halla probada» y tras tener por
acreditado que «quien causó las lesiones no fue otra persona
que JUAN GABRIEL PARRA FORERO»15, consideró lo
siguiente:

«… lo que en verdad se presentó… fue que el señor JUAN GABRIEL


PARRA le dio un empellón a Otoniel a la altura del pecho, acción
del procesado PARRA FORERO que no diluye la responsabilidad
que le asiste en los daños que le fueron causados a Otoniel,
producto de ese empujón o golpe… pues se tiene probado que las
lesiones no obedecieron a un puño o golpe, sino que el señor
Otoniel al perder el equilibrio gracias al envión que le propino (sic)

14 Teorías del consentimiento, sentimiento o probabilidad; la Sala, en particular, se ha inclinado


por esta última, poniendo énfasis en el elemento cognitivo para distinguir una y otra modalidad
conductual (CSJ SP, 15 sep. 2004, rad. 20560; CSJ SP, 25 ago. 2010, rad. 32964; CSJ SP, 9
may. 2018, rad. 45889; CSJ SP, 12 abr. 2014, rad. 36312; CSJ SP, 9 may. 2018, rad. 46263.
15 Fs. 339 y 340.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

JUAN GABRIEL cayó de espaldas y se golpeó la cabeza


causándole graves lesiones.

(…)

Otro aspecto que cuestiona el defensor técnico… es lo referente a


la calificación de la conducta punible en el aspecto de la
culpabilidad dispuesta por el a quo, el cual atribuyo (sic) las
lesiones personales a título de “dolo eventual”… los hechos
apuntan inequívocamente a la intensión (sic) que tuvo JUAN
GABRIEL de empujar y/o golpear a José Otoniel, teniendo en
cuenta también que con lo probado en el plenario no se está ante
una conducta culposa… debiéndose entender entonces que la
conducta… fue a título de dolo.

(…)

Dolo eventual que se halla presente en el asunto… ya que la


conducta punible de lesiones personales desplegada por JUAN
GABRIEL PARRA encaja perfectamente en esta modalidad de la
culpabilidad, en tanto que JUAN GABRIEL deseo (sic) el acto inicial
que lo fue el golpe y/o empujón propinado a José Otoniel, del que
se produjo su caída al piso causándole lesiones, por ende este no
solamente debe responder de las consecuencias de su acción
previstas y queridas, sino también de las que libro (sic) al azar aun
así el daño causado no corresponda en toda su extensión a la
intención que primeramente opero (sic) en el agente… pues la
intención como el mismo condenado relato (sic) fue empujar o
apartar a la víctima según este porque José Otoniel lo estaba
agrediendo, es decir que este empujo (sic) y/o golpeo (sic) a la
víctima con la intención de hacerlo, con la voluntad, queriendo la
realización de su cometido sin prever las consecuencias que su
obrar traería sobre Franco Cabezas dejando al azar el
resultado de aquel empujón y/o golpe que termino (sic) con la caída
de espaldas contra el suelo…»16.

Así pues, el tenor del fallo revela que el ad quem adujo


concomitantemente (e incluso, en un mismo párrafo) que
PARRA FORERO dejó librada al azar la producción de las
lesiones sufridas por el ofendido y, a la vez, que no previó que
estas podrían producirse como consecuencia del empujón
que le propinó.

16 Fs. 339 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

Más allá de que el planteamiento es ilógico


(sencillamente porque un individuo no puede ser indiferente
respecto de la ocurrencia de algo que no se ha representado
como posible o probable), lo que el Tribunal hizo fue dar por
probadas dos hipótesis que se excluyen mutuamente.

En efecto, al tener por acreditado que el acusado, al


empujar a Otoniel Franco, dejó librada al azar la probable
producción de lesiones corporales, ubicó su conducta en el
ámbito del dolo eventual; con todo, al reconocer
seguidamente que PARRA FORERO actuó «sin prever las
consecuencias que su obrar traería sobre Franco Cabezas»
excluyó de plano esa hipótesis (pues, como quedó visto, el
dolo eventual requiere necesariamente la representación del
resultado) y entonces fincó la imputación subjetiva en el
campo de la culpa sin representación, que precisamente se
configura cuando el agente no visualiza el resultado típico
aun siendo previsible.

Lo que revela esa estructura argumentativa (aparte de


una evidente confusión conceptual) es, en últimas, el
reconocimiento, por parte del Tribunal, de que no existe
certeza probatoria sobre los elementos estructurales del dolo
eventual.

Frente a tal ambigüedad, y conforme lo alega con acierto


la Delegada del Ministerio Público, la garantía de la duda
favorable al reo le imponía al ad quem, como única decisión
ajustada a derecho, la condena por la modalidad culposa del
delito; mal podía, en acatamiento de ese principio, reconocer
probados los presupuestos subjetivos del delito imprudente

10
Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

y declarar la responsabilidad por el doloso, bajo el aparente


(y contradictorio) argumento de que éste también resultó
acreditado.

Al resolver el asunto en contrario, entonces, el Tribunal


violó directamente la ley sustancial, pues excluyó los
artículos 7° y 381 de la Ley 906 de 2004 y 120 del Código
Penal y aplicó indebidamente los preceptos atinentes a la
modalidad dolosa del comportamiento imputado.

Lo anterior resulta suficiente para concluir que el cargo


formulado está llamado a prosperar y que, en consecuencia,
la condena debe proferirse por el delito de lesiones personales
culposas, lo cual resulta posible en esta sede porque la
degradación del título de imputación no agrava la situación
del acusado (sino que le favorece) y no comporta tampoco
alteración del núcleo fáctico del proceso ni afectación de sus
garantías fundamentales.
2.2 Al margen de lo anterior – y para abundar en
consideraciones – la Sala observa, en contravía de lo alegado
por el Fiscal en la audiencia de sustentación, que las pruebas
practicadas en el juicio no permiten inferir que PARRA
FORERO obró de manera dolosa, sino apenas que, al
empujar al ofendido, incurrió en un comportamiento
negligente que se materializó en un resultado típico que aquél
ni quiso ni asumió displicentemente como probable.

2.2.1 El propio José Otoniel Franco Cabezas evocó que


el 31 de enero de 2010, en la plazoleta de ganado de Garagoa,
observó que el acusado discutía con José Eliécer Campos
Peña, a quienes en consecuencia abordó para preguntarles

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

«qué pasó». Dijo que inmediatamente, sin que existieran


agresiones verbales o físicas previas, PARRA FORERO
«sacudió las manos», «sacó el brazo» y «le tiró el guantazo» y,
así, le impactó el pecho, consecuencia de lo cual lo «botó» al
suelo. Al caer se golpeó la cabeza y sufrió las lesiones ya
referidas17.

Por su parte, José Eliécer Campos Peña relató que en la


mañana de la fecha referida estaba en la plazoleta de ganado
en compañía de JUAN GABRIEL PARRA FORERO y su padre,
Gabriel Parra, cuando hizo presencia Franco Cabezas y
preguntó «ahora qué pasó». El enjuiciado, dijo, «sacó la mano
hacia un lado» y «le dio un mangazo» o «un puño» en la cabeza
al ofendido, quien cayó como consecuencia de ello18.

Finalmente, Jorge Enrique Cárdenas Manrique atestó


que el día de los hechos estaba en la ya mencionada
plazoleta, por lo cual observó que JUAN GABRIEL PARRA
FORERO, su padre y Eliécer Campos dialogaban cuando
llegó José Otoniel Franco Cabezas y se paró al lado de
aquéllos. En ese momento, afirmó, PARRA FORERO «sacó la
mano… y se la colocó por el pecho y lo botó hacia el piso»19.

Pues bien, de ese hecho no puede deducirse que PARRA


FORERO se representase el resultado típico (así fuese
previsible) y tampoco, por ende, que haya asumido una
postura de indiferencia frente a su probable realización.

17 Sesión de 27 de febrero de 2015, récord 21:00 y ss.; sesión de 6 de abril de 2015, récord
39:00 y ss.
18 Sesión de 27 de febrero de 2015, récord 1:30:00 y ss.; sesión de 6 de abril de 2015, récord

1:06:00 y ss.
19 Sesión de 27 de febrero de 2015, récord 1:00 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

Desde luego, los elementos constitutivos del dolo y la


culpa, en tanto atañen a procesos mentales internos
cognoscitivos y/o volitivos, rara vez aparecen probados
directamente y por lo general, entonces, se deducen
indiciariamente de las circunstancias fácticas objetivas
acreditadas en la actuación. En el presente asunto, resultan
relevantes las siguientes:

(i) Por lo general, un empellón como el descrito por la


víctima no causará la caída de quien lo recibe. Se trata de un
acto del cual no puede afirmarse que siempre o casi siempre
desencadenará en la producción de lesiones como las
sufridas por Franco Cabezas.

Es que no se trató, de acuerdo con los testimonios


recabados, de una embestida especialmente agresiva o
potente, sino apenas de un contacto físico – uno sólo –
definido ambivalentemente como un “puño” o “mangazo”,
pero a la vez, como una “sacudida” de las manos.

Adicionalmente, el imputado dirigió el golpe al pecho de


la víctima (como lo adujo esta misma, con respaldo en el
testimonio de Cárdenas Manrique y en contravía de lo
descrito por Campos Peña), esto es, en un lugar de su
anatomía en que un manotazo como el descrito
probablemente no causaría lesión alguna ni su caída, lo cual
pone en entredicho que PARRA FORERO actuase con el
propósito de causar daños corporales al ofendido o de hacerlo
caer al piso, y que se representase esos resultados como
probables y los asumiese con indiferencia.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

(ii) Desde luego, la valoración ex ante de los posibles


resultados de un empujón como el descrito (y su
representación en la órbita cognitiva del agente) variará
dependiendo de las características de la superficie en que se
produce, de las que dependerá la probabilidad de que quien
lo reciba pueda sufrir lesiones como consecuencia de ello.

En este asunto, ninguno de los testigos (porque la


Fiscalía no se ocupó de ello) describió las condiciones del
terreno en que ocurrieron los hechos, es decir, si era plano o
inclinado, irregular o llano, liso o corrugado; pero como se
sabe que sucedieron en la plazuela de ganado de Garagoa,
puede inferirse razonablemente que se trataba, cuando
menos, de una planicie. Tampoco se obtuvo información de
que en el suelo, y particularmente en el espacio
inmediatamente contiguo a donde se encontraban PARRA
FORERO y Franco Cabezas, hubiera obstáculos o desniveles.

En esas condiciones, mal puede afirmarse, al menos en


grado de certeza, que el acusado se representó como probable
que José Otoniel Franco caería al suelo y se lesionaría, y
menos todavía, por consecuencia, que asumió apáticamente
ese resultado típico.

(iii) La prueba practicada no revela que a los hechos


investigados les precediera una riña o reyerta de la cual
pueda inferirse de los participantes el ánimo de agredirse
mutuamente. En efecto, el propio José Otoniel Franco
aseveró que no tenía ningún conflicto previo con PARRA
FORERO ni existía entre ellos inquina alguna, e incluso, que

14
Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

recibió de aquél el empujón sin que en instantes previos se


hubiese suscitado ningún conflicto.

En tal contexto – esto es, uno desprovisto de


animosidades – aparece como conclusión razonable que el
propósito del acusado al mover con su brazo al ofendido no
fue herirlo ni provocarle una caída, y por lo mismo, que actuó
así sin prever el resultado que, como consecuencia de ello,
en últimas se materializó.
2.2.2 Desde luego, lo anterior no significa que las
lesiones sufridas por Franco Cabezas, así JUAN GABRIEL
PARRA no las haya previsto, no fuesen previsibles, pues lo
cierto es que el ofendido es un adulto mayor – nació el 15 de
agosto de 1949 y tenía, para la época de los sucesos, sesenta
y un años20 -, mientras que el acusado tenía para entonces
33 años21, por lo cual era evidente la desproporción de sus
fuerzas. Los respectivos formatos de arraigo indican
también que el enjuiciado es significativamente más alto que
el ofendido.

A ello debe adicionarse que, de acuerdo con el


testimonio de Luz Marina Rivera Toro, esposa de José Otoniel
Franco, éste había consumido «una cerveza»22, en lo cual
coinciden otros testimonios – los de Marco Antonio Umaña y
Clara Paulina Ballesteros, por ejemplo23 -, quienes
manifestaron que aquél «estaba tomadito».

20 Fs. 193 y 190.


21 F. 192.
22 Sesión de 27 de febrero de 2015, récord 5:00 y ss.
23 Sesión de 6 de abril de 2015, récord 7:00 y ss.; récord 29:00 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

El estado de alicoramiento en que se encontraba el


perjudicado fue percibido por el propio PARRA FORERO,
quien aseguró que el primero «estaba borracho»24, y ello hacía
previsible que el empujón que le propinó podría hacerle
perder el equilibrio, pues es conocido que la intoxicación
alcohólica afecta el balance de las personas.

2.2.3 Así las cosas, lo que enseña la prueba practicada


es que JUAN GABRIEL PARRA FORERO ejecutó un
comportamiento extrapenal y objetivamente atípico (empujar
a un tercero) y, en ese curso conductual, desconoció el
cuidado debido en la interacción humana, con lo cual
ocasionó un resultado típico no previsto pero previsible. En
otras palabras, que obró con culpa.

3. Así pues, surge evidente el yerro en que incurrió el


Tribunal en cuanto confirmó la condena irrogada a PARRA
FORERO como autor del delito de lesiones personales
dolosas, por lo cual se impone casar parcialmente el fallo
atacado para, en su lugar, declarar que la responsabilidad
del nombrado procede por la modalidad culposa de la
infracción.

4. El delito objeto de condena, definido en el segundo


inciso del artículo 114 de la Ley 599 de 2000, está reprimido
con pena de prisión de 48 a 144 meses y multa de 34.66 a
54 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

Esos límites punitivos deben reducirse de las cuatro


quintas a las tres cuartas partes por proceder la condena por

24 Sesión de 27 de febrero de 2015, récord 46:30 y ss.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

la modalidad culposa del punible, conforme lo dispone el


artículo 120 ibídem; así, los correspondientes a la pena
privativa de la libertad quedan cifrados en 9.6 y 36 meses y
los atinentes a la sanción pecuniaria, en 6.9 y 13.5 salarios
mínimos.

Como el a quo, en atención a que contra PARRA


FORERO no se adujeron circunstancias de mayor
punibilidad y considerando las circunstancias de los hechos,
cifró la sanción en los límites mínimos, la Sala, para respetar
ese criterio, hará lo propio; en consecuencia, impondrá al
nombrado las penas de 9 meses y 18 días de prisión y multa
de 6.9 salarios mínimos mensuales legales vigentes.

En todo lo restante, el fallo atacado permanecerá


incólume.

En mérito de lo expuesto, la Corte Suprema de Justicia,


Sala de Casación Penal, administrado justicia en nombre de
la República y por autoridad de la Ley,

RESUELVE

1. CASAR PARCIALMENTE el fallo atacado, de acuerdo


con la parte motiva de esta decisión.

2. En consecuencia, CONDENAR a JUAN GABRIEL


PARRA FORERO como autor del delito de lesiones personales
culposas, de acuerdo con los artículos 111, 114, inciso 2°, y
120 del Código Penal.

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

3. Por lo anterior, IMPONERLE las penas de 9 meses y


18 días de prisión, multa de 6.9 salarios mínimos mensuales
legales vigentes e inhabilitación para el ejercicio de derechos y
funciones públicas por el mismo término de la sanción
privativa de la libertad.

En lo restante, la sentencia de segunda instancia


permanece sin modificaciones.

Contra esta decisión no procede ningún recurso.

Notifíquese y cúmplase,

PATRICIA SALAZAR CUÉLLAR


Magistrada

JOSÉ FRANCISCO ACUÑA VIZCAYA


Magistrado

EUGENIO FERNÁNDEZ CARLIER


Magistrado

LUIS ANTONIO HERNÁNDEZ BARBOSA


Magistrado

JAIME HUMBERTO MORENO ACERO


Magistrado

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Casación No. 49750
JUAN GABRIEL PARRA FORERO

EYDER PATIÑO CABRERA


Magistrado

NUBIA YOLANDA NOVA GARCIA


Secretaria

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