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Insomnio
Ansiedad
Ansiedad e Insomnio
Ansiedad
Aspectos positivos
Aspectos negativos
Insomnio
Aspectos positivos
Aspectos negativos
Ansiedad e Insomnio
Aspectos negativos
Referencias
corrección Diana
corrección Betzabel Zavala Zavala
corrección Yessica
corrección Jacque
corrección valeria
corrección Lizbeth
Insomnio
El insomnio es una patología muy frecuente en la población general y una
situación más común de lo que se cree. Para ello a continuación se presentarán
14 artículos consultados de insomnio relacionados con diferentes aspectos como
calidad de sueño, el impacto que genera el insomnio en el rendimiento escolar,
algunas variables biológicas relacionadas con trastornos del sueño, la higiene del
sueño, aspectos psicosociales, cantidad del sueño, prevalencia, salud mental y
estrés, y cómo estos se relacionan entre sí.
Los resultados obtenido en este estudios fueron que los principales factores
asociados a los trastornos del sueño son el consumo de medicamentos con el
15%, medicamentos como el ácido valproico, tramadol, levotiroxina, lansoprazol,
omeprazol, salbutamol, beclometasona, cetirizina y losartan, el tabaquismo con el
10%, el alcoholismo con 51% y alguna enfermedad base con el 23%,
enfermedades como la migraña, gastritis, asma, rinitis, ovarios poliquísticos, colitis
ulcerativa, úlcera gástrica, hipotiroidismo y fibromialgia. La prevalencia global del
insomnio fue del 93% siendo más frecuente el grado leve, para la somnolencia fue
de 73.5% siendo más frecuente el grado moderado. En conclusión la gravedad del
insomnio se asocia estadísticamente con la presencia de alguna enfermedad, esto
debido a que el 70% de los que padecen insomnio presentan una enfermedad
base, también se relaciona con el género, ya que los resultados arrojaron que el
insomnio moderado fue 20% mayor en mujeres frente a los hombres, mientras que
la somnolencia se asocia estadísticamente con el ciclo de formación, esto debido
a que la somnolencia leve fue 60% mayor en estudiantes del ciclo profesional
frente al básico. Asimismo la elevada prevalencia de estos dos trastornos pone de
manifiesto implementar medidas de prevención primaria, debido a los impactos
negativos en las actividades cotidianas, el rendimiento académico y para la salud
física y mental.
Durán et al. en el año 2016, realizaron un estudio para determinar los factores que
se asocian a la calidad de sueño en estudiantes. En este estudio participaron 633
estudiantes de nutrición y dietética de la Universidad de San Sebastián de Chile,
de los cuales 543 fueron mujeres y 83 fueron hombres, de entre 18 a 39 años,
dicha muestra fue seleccionada bajo un criterio no probabilístico. Los instrumentos
usados fueron el Cuestionario de Insomnio o Insomnia Severity Index, es un
cuestionario de auto reportado de evaluación de la naturaleza, gravedad e impacto
del insomnio, la Escala de Somnolencia de Epworth, evalúa la propensión de
quedarse dormido en ocho situaciones sedentarias diferentes y el Índice de
Calidad del sueño de Pittsburg, evalúa la calidad del sueño, proporcionando una
evaluación global de su calidad y valoraciones parciales en siete componentes
distintos: calidad subjetiva del sueño, latencia, duración, eficiencia habitual,
alteraciones, uso de medicación hipnótica y disfunción diurna. Cada estudiante fue
evaluado antropométricamente y posteriormente se les aplicaron los 3
instrumentos, para la comparación de variables se utilizó la prueba t de Student,
se realizaron modelos de asociación logística para analizar los factores, también
se usó el programa estadístico SPSS 22.0.
Barrenechea et al. en el año 2010, llevó a cabo el estudio para determinar el grado
de somnolencia diurna y calidad del sueño en estudiantes del tercero y cuarto año
de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Martín de Porres. La muestra
que se utilizó en este es estudio fueron 195 y 199 estudiantes de medicina de
tercer y cuarto año, con un rango de edad de 18 a 25 años y con una carga
curricular de 22 créditos en el periodo octubre-noviembre 2008-II (no existieron
criterios de exclusión), respectivamente se les aplicaron 3 cuestionarios de la
escala de escala de somnolencia de Epworth e índice de calidad del sueño
Pittsburgh Modificado con estudio probabilístico aleatorio simple de estudiantes de
medicina del tercer y cuarto año, el Test del Índice de Calidad de Sueño de
Pittsburg consta de 7 subescalas las cuales son: Subescala 1- Calidad de sueño
subjetiva y la pregunta con la que se evalúa es el número 6, Subescala 2- Latencia
de sueño evaluándose con la pregunta número 2 y 5a, Subescala 3- Duración del
dormir evaluada con la pregunta número 4, Subescala 4- Eficiencia de sueño
habitual con la pregunta 1 y 3, Subescala 5- Alteraciones del sueño se examina
con las preguntas 5b a 5j, Subescala 6- Uso de medicamentos para dormir se va a
evaluar con la pregunta número 7, Subescala 7- Disfunción diurna se va a
examinar con las preguntas 8 y 9.
Los resultados obtenidos dentro del estudio fue que con frecuencias de
Somnolencia diurna y calidad del sueño Resultados: Edad promedio global de
21.08 años. El 64.5% tiene mala calidad del sueño y 26%, excesiva somnolencia
diurna. Se encontró una media global de 5.6 horas de sueño. Se encontró alta
frecuencia de mala calidad del sueño y excesiva somnolencia diurna en los
estudiantes de medicina encuestados, además de un valor porcentual
considerable sobre el consumo de medicación hipnótica y una tendencia a dormir
6 horas o menos. En conclusión, la mala calidad de sueño y excesiva somnolencia
diurna está presente en la población de estudiantes de medicina estudiada, en un
porcentaje importante. Además, nos llama la atención los altos porcentajes de
mala calidad de sueño, lo que puede repercutir en el desempeño académico.
Los resultados indican que hay diferencias entre los niveles de somnolencia,
hábitos de uso de redes sociales y hábitos de sueño en las diferentes edades,
según el semestre y el sexo. De igual manera, se encontró una correlación
positiva entre el uso de las redes sociales y el horario para ir a dormir en los días
de clase. Dando como conclusión del estudio que los estudiantes que fueron
seleccionados para llevar a cabo el mismo encontró que 82.2% de los
participantes mostraron niveles bajos de somnolencia y 14% niveles altos, a lo que
podemos decir que el hecho de que los estudiantes de la Universidad Autónoma
de Yucatán, presenten somnolencia durante periodos de exámenes debido al nivel
de estrés que se genera, tanto a su vez el hecho de el uso de las redes sociales
como distractor principal a la hora del sueño.
Monterrosa, Ulloque y Carriazo en 2014 realizaron un estudio con el objetivo de
evaluar la calidad del dormir e insomnio y su asociación con el rendimiento
académico. Los participantes de este estudio fueron 210 estudiantes de primero a
décimo semestre de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, de
los cuales 103 fueron hombres y 107 fueron mujeres, con una edad promedio de
19.7±2.0. Se utilizaron dos instrumentos, el primero es el instrumento Índice de
Calidad de Sueño de Pittsburgh, que mide la calidad subjetiva del dormir en siete
aspectos, calidad subjetiva del sueño, latencia del sueño, duración del sueño,
eficiencia habitual del sueño, perturbaciones extrínsecas del sueño, uso de
medicación hipnótica y disfunción diurna. El segundo instrumento es la Escala de
Insomnio de Atenas, que permite identificar la presencia subjetiva de insomnio y
cuantifica subjetivamente trastornos del dormir e insomnio, basándose en criterios
de diagnósticos de la clasificación de trastornos mentales y del comportamiento,
los primero 5 ítems evalúan la dificultad de inducción del sueño, despertares
nocturnos, despertares tempranos, total de duración del sueño y calidad del
sueño, los últimos tres ítems exploran las consecuencias diurnas del insomnio,
miden los problemas sobre la sensación de bienestar, funcionamiento y
somnolencia diurna. A los participantes se les entregó el consentimiento informado
y participaron de forma voluntaria, primero se les aplicó un formulario
sociodemográfico y posteriormente los instrumentos, los datos obtenidos fueron
ingresados a una base de datos Microsoft Excel.
Como resultado sobresalió el insomnio entre los tipos de trastornos del sueño, que
resultó más frecuente en el sexo femenino, con 31 alumnas, para 39,2 %; a este le
siguieron los ronquidos y las pesadillas, que predominaron también en las
féminas, con 29 y 25 de ellas, para 36,7 y 31,6 %, respectivamente. Concluyendo
con el estudio los problemas del sueño no se diferenciaba con especificidad la
predominancia de ciertas alteraciones del sueño en relación con el sexo de los
pacientes. Sin embargo, una revisión de la bibliografía existente que trata este
importante problema de salud muestra que hasta hace menos de 10 años se creía
que no existían diferencias entre hombres y mujeres en los estudios de insomnio,
y que el ronquido presentaba una incidencia definitivamente mayor en el sexo
masculino
Los resultados obtenidos a través de los test aplicados, arrojaron que el nivel de
estrés en los alumnos fue más alto con un 29%, seguido de depresión y ansiedad
con un 23.5% y finalmente los conflictos, que se dividen en familiares (20.5%),
pareja o amigos (17.5%) y escuela (9.5%). Se observó que en los aspectos
sociales que influyen en el insomnio como el consumo de estimulantes,
condiciones ambientales inadecuadas de la habitación, estilo de vida inadecuado,
ver programas de televisión relacionados con suspenso, acción intensa, horror o
violencia, leer libros de suspenso, violencia, acción u horror, afectan
principalmente a las mujeres con un 52.1% sobre los hombres con un 47.9%.
Además lo analizado arrojó que el estrés está relacionado con el insomnio, esto
debido a las tareas y la rigurosidad de los estudios. Lo anterior se explica, por qué
un agente estresante produce descarga adrenérgica que estimula el sistema
activador de reticular ascendente de la formación reticular, lo que activa el locus
cerúleo o centro del sueño, y esto produce un estado de vigilia. Así mismo los
hábitos tóxicos como la ingesta de café en horarios nocturnos, junto con el
consumo de tabaco, provoca la estimulación del sistema activador de reticular
ascendente de la formación reticular, por consecuencia activa el locus cerúleo,
provocando insomnio. En conclusión el estrés y los hábitos tóxicos están
relacionados directamente con el insomnio.
Durán, Rosales, Moya y García en 2017, realizaron un estudio para determinar los
factores asociados a la cantidad de horas de sueño, somnolencia diurna e
insomnio antes y durante un periodo de clases y exámenes. En este estudio se
evaluaron a 384 alumnos universitarios de la Universidad San Sebastián, sede Los
Leones, de ambos sexos de los cuales aproximadamente 74.1% fueron mujeres,
se incluyó a todos aquellos que aceptaron y firmaron el consentimiento informado.
Se aplicó el Cuestionario de Insomnio o Insomnia Severity Index, que mide la
gravedad e impacto del insomnio y se interpreta con puntos de corte, 0-7 ausencia
de insomnio clínico, 8-14 insomnio subclínico, 15-21 insomnio clínico moderado,
22-28 insomnio clínico grave, también se usó la Escala de Somnolencia de
Epworth, que evalúa la propensión a quedarse dormido en ocho situaciones
sedentarias diferentes y se agregaron preguntas de la encuesta de Pittsburg, que
evalúa calidad de sueño, las preguntas añadidas fueron hora habitual para
acostarse, número de minutos para conciliar el sueño, hora habitual de levantarse
y hora de sueño por noche, igual se realizó antropometría, es decir peso y talla.
Estos instrumentos se aplicaron en dos periodos, durante el primer semestre de
clases, primero en las 4 semanas antes de exámenes y el segundo en la semana
de los exámenes.
Los resultados obtenidos fueron que las quejas de insomnio más prevalentes
corresponden a la somnolencia (el 80,6% de los universitarios dicen que la
sufren), seguida de una duración insuficiente del sueño (el 57,7% dice no dormir lo
suficiente), la inducción retrasada del sueño (el 56,6% de los universitarios dice
que tarda en quedarse dormido) y los despertares nocturnos (el 53,6% refiere
despertarse durante la noche). La prevalencia de insomnio en función de las
variables sexo, edad, área de conocimiento, peso corporal percibido y nivel de
actividad física. Es destacable la prevalencia de insomnio en función del nivel de
actividad física, ya que, como se puede observar, a medida que aumenta el nivel
de actividad física, disminuye la prevalencia de insomnio, con diferencias
estadísticamente significativas. Por otro lado, el insomnio parece ser más
prevalente en universitarios de otras titulaciones que en Medicina y Ciencias de la
Salud, aunque no encontramos diferencias significativas en este caso.
García et al. en el año 2016, realizaron un estudio cuyo objetivo fue determinar la
relación del insomnio con el estrés en alumnos de la licenciatura en medicina en la
Universidad del Valle de México Campus Villahermosa, se evaluaron a 94
estudiantes, con un rango de edad de 18- 51 años, los cuales 35 eran hombres y
59 mujeres, dicha población fueron estudiantes de la carrera de medicina, con un
grado semestral de segundo a sexto. Se aplicaron dos instrumentos: para la
detección de insomnio se implementó la Escala de Atenas de insomnio, la cual
consta de ocho reactivos los cuales miden las dificultades que ocasionan un déficit
en la conciliación del sueño; denotando como caso positivo aquel con seis o más
puntos. Para los casos de estrés se empleó la Escala de estrés percibido, mide la
percepción de estrés psicológico, la medida en que las situaciones de la vida
cotidiana se aprecian como estresantes, incluye una serie de consultas directas
que exploran el nivel de estrés experimentado durante el último mes,
considerando casos positivos aquellos con puntaje mayor de 20 puntos, los datos
de los examinados se procesaron por medio de microsoft, excel y SPSS versión
23.
Ansiedad
La ansiedad tiene diversas consecuencias para los estudiantes universitarios, a
continuación se presentaran 35 artículos consultados de ansiedad relacionados
con diferentes aspectos, que son el estrés, depresión, exámenes, evaluaciones,
una muestra de estudiantes de educación, prevalencia, un estudio comparativo
entre españoles y dominicanos, niveles de ansiedad, situaciones que lo generan,
un estudio empírico, el síndrome de piernas inquietas y onicofagia, género y
conductas, estilos de personalidad, patrones de personalidad patológica,
inteligencia emocional y rendimiento académico.
Valencia et al. en el año 2017, realizaron un estudio cuyo objetivo fue probar si la
evitación experiencial y otras estrategias de afrontamiento predicen
independientemente la ansiedad-estado y la ansiedad-rasgo, la muestra estuvo
conformada por 284 estudiantes universitarios, con un rango de edad de entre los
16 y los 30 años, 172 mujeres y 112 varones de una universidad pública de Lima
Metropolitana, provenientes de las áreas académicas de Ciencias Sociales,
Ciencias de la Salud y Humanidades, Ingenierías y de Ciencias Básicas, todos los
participantes fueron alumnos de los tres primeros años de sus respectivas
carreras. Se aplicaron instrumentos como: Cuestionario de Aceptación y Acción II
(AAQ-II;). consta de 10 ítems que evalúan la evitación experiencial, se puntúan en
una escala Likert del 1 al 7, el Cuestionario de Afrontamiento COPE Breve;
plantea catorce estrategias de afrontamiento, miden los estilos de afrontamiento
centrado en el problema, centrado en la emoción y evitativo, al igual que se aplicó
el Inventario de Ansiedad Estado-Rasgo (IDARE) es un instrumento ampliamente
utilizado para evaluar la ansiedad, consta de dos escalas, de 20 ítems cada una:
una es para medir ansiedad-estado y la otra mide ansiedad-rasgo.
Berrio et al. en el año 2015 realizan una investigación para evaluar el impacto del
programa de prevención para la depresión y la ansiedad a través del desarrollo del
pensamiento crítico y estrategias en solución de problemas en estudiantes
universitarios de primeros semestres. Participaron 60 estudiantes de dos
Universidades de Colombia que cursaban el primer año de formación (25%
hombre y 75% mujeres), edad promedio 18.5 años; grupo experimental n=31,
grupo control n=29. El programa tuvo una duración de 10 sesiones. Se utilizaron 5
instrumentos. La escala de Depresión del Centro de Estudios Epidemiológicos,
comprende de 20 ítems relacionados con el humor, el comportamiento y la
percepción, que fueron considerados relevantes en estudios clínicos sobre
depresión. Fue construida siguiendo los criterios para la elaboración de escalas
tipo Likert de 4 puntos, que van desde 0 (rara vez o ninguna de las veces) a 3 (la
mayor parte o todo el tiempo). Consta de 20 reactivos representativos de los
componentes más importantes de la sintomatología depresiva, y de acuerdo con el
análisis factorial de la escala, los reactivos quedan agrupados en cuatro factores:
a) afecto depresivo, b) afecto positivo, c) actividad somática, y d) relaciones
interpersonales. SCL-90 (Derogatis, 2002) Inventario autoadministrado que
consta de 90 ítems. Evalúa 9 dimensiones sintomatológicas primarias:
Somatización (12 ítems), Obsesividad compulsividad (10 ítems), Sensibilidad
interpersonal (9 ítems), Depresión (13 ítems), Ansiedad (10 ítems), Hostilidad (6
ítems), Ansiedad fóbica (7 ítems), Ideación paranoide (6 ítems) y Psicoticismo (10
ítems). El cuestionario de Acontecimientos estresantes (APES) que está
conformado por una primera parte sobre Estrés Vital que costa de los 11 primeros
ítems, estos acontecimientos son relacionados con la separación de los padres,
dificultades académicas o problemas de salud, y la segunda parte del cuestionario
es acerca de Estrés Social que cuenta con 10 ítems (12 al 21), comprenden una
amplia gama de acontecimientos estresantes interpersonales. ATQ (Kendall,
Howard y Hays, 1989) Consta de 40 ítems, 30 de los cuales hacen parte de la
escala de pensamientos automáticos negativos y los 10 restantes de la escala de
pensamientos automáticos positivos. Es una escala de auto registro que determina
la frecuencia de los pensamientos automáticos positivos y negativos. Las opciones
de respuesta van desde “nunca” hasta “siempre”, dependiendo de la frecuencia
del pensamiento. Las normas de corrección indican que cada escala debe ser
calificada por separado para obtener dos valores diferentes, el de la escala de
pensamientos positivos y el de pensamientos negativos. ASSQ (Kendall y Hollon,
1989). Este cuestionario fue construido con el fin de investigar el lenguaje interno
asociado a la ansiedad, para: a) identificar aquél que discrimina entre sujetos de
alta y baja ansiedad; b) evaluar el grado en que la valoración del estrés eleva el
lenguaje interno ansioso; y c) evaluar la terapia de los trastornos por ansiedad. El
instrumento discrimina fiablemente entre sujetos de alta y baja ansiedad.
Flores, Chávez y Aragón en el año 2016, tienen como objetivo en este estudio
conocer las situaciones que generan respuestas de ansiedad y cuáles son esas
respuestas de ansiedad en estudiantes de odontología. En este estudio
participaron 87 estudiantes de odontología de la FES Iztacalaca de la UNAM de
entre 17 y 31 años, de los cuales 54 fueron mujeres y 33 fueron hombres, de
primer, tercer, quinto y séptimo semestre de la carrera de odontología. Se utilizó
el Inventario de Situaciones y Respuestas de Ansiedad de Miguel-Tobal y Cano-
Videl (1994), este inventario mide la ansiedad en tres escalas, la cognitiva que
mide ansiedad cognitiva como dificultad concentrarse, fisiológica que mide
ansiedad fisiológica como que el cuerpo esté tenso y motora que mide ansiedad
motora como realizar movimientos repetitivos con alguna parte del cuerpo. Se
aplicó este inventario a cada uno de los participantes, se clasificaron y una vez
identificados aquellos estudiantes que presentaron niveles altos de ansiedad en
cualquiera de sus modalidades, se realizó un análisis individual de las respuestas
y situaciones que cada uno de los participantes dio al Inventario de Situaciones y
Respuestas de Ansiedad, todo esto para determinar que provoca la ansiedad y los
tipos de respuestas. Se analizaron las situaciones y respuestas por sexo y
semestre.
Dado como concluido el estudio se sugiere llevar a cabo estudios empíricos que
midan el impacto o beneficio que puede traer consigo la tecnología aplicada al
proceso de enseñanza de la matemática, a la par de otras herramientas didácticas
que modifiquen esa aversión aparente del alumno hacia la materia de matemática.
Los resultados de las cinco variables muestran un alfa de crobach de .841, esto
demuestra que el instrumento reúne las características de consistencia y fiabilidad
requerida para el caso y por ende se confirma la validez del test, tomando como
referente el criterio de alfa de crobach > 0.6 (Hair,1998). Los resultados muestran
que los estudiantes consideran que, de las variables expuestas, el más
preponderante es la ansiedad que les causa las matemáticas cuando se
encuentran en situaciones de la vida real. Los resultados dejan ver que las
variables analizadas contribuyen con el 81% a determinar la ansiedad hacia las
matemáticas, el 19% restante es explicado por otras variables que no han sido
consideradas en esta investigación. Los estudiantes consideran que, de las
variables expuestas, la más preponderante es la ansiedad que les causa las
matemáticas cuando se encuentran en situaciones de la vida real. Además, los
resultados dejan ver que las variables contribuyen con 81% a determinar la
ansiedad hacia las matemáticas, el 19% restante es explicado por otras variables
que no han sido consideradas en esta investigación.
Castillo y Luque (2018), cuyo objetivo fue medir la ansiedad, la muestra total del
estudio fue de 368 estudiantes de los cuales el 192 fueron mujeres 176 fueron
hombres, el rango de edad fue de entre los 19 y 24 años. El instrumento utilizado
fue el inventario del IDARE que evalúa Ansiedad Rasgo-Estado- se encuentra
estandarizado y cuenta con 40 baremos de medición y con tipificación diagnóstica.
Para los resultados se encontró que en las escalas del MCMI III, la mayoría de los
patrones de personalidad se identificaron de la misma forma para los dos grupos;
se encontraron mayores puntuaciones en el patrón compulsivo, seguido del patrón
histriónico (predominante en mujeres) y el narcisista (predominante en hombres) y
ausencia en general del patrón autodestructivo; mientras que para el caso de la
variable “ansiedad”, las mujeres presentaron mayor ansiedad estado (18,6 %) que
los hombres (5,1 %), al igual que en ansiedad rasgo: 22 % en mujeres y 3,4 % en
hombres. Para concluir sabemos que la ansiedad puede asociarse frecuentemente
a otros trastornos mentales, produciendo un gran impacto sobre la calidad de vida
de las personas.
Cea D´Ancona (2004), con el objetivo de analizar los factores que pueden predecir
el desarrollo de ansiedad social en adolescentes, centrándose en conocer la
influencia que los estilos educativos parentales, la disciplina parental, la
competencia social y la autoestima pueden ejercer sobre la propia percepción del
problema y las diferencias que pueden aparecer si se agrupan los escolares por
sexo y edad, aplicándose a 2060 estudiantes de Educación Secundaria
Obligatoria (ESO), de los cuales, el 52,1% eran chicos y el 47,9% chicas, la edad
de los estudiantes fue de entre 12 y 19 años, siendo las características principales
que estudien en centros públicos y en centros privados. Se utilizaron los siguientes
instrumentos: “Escala de ansiedad social para adolescentes”, este instrumento
consta de 18 ítems que se responden en una escala tipo Likert de cinco opciones
de respuesta, según el grado de verdad de la afirmación para el sujeto (desde 1=
“en absoluto” hasta 5= “todo el tiempo”). Esta escala evalúa tres factores de la
ansiedad social: el primero de ellos, denominado “miedo a la evaluación negativa”,
refleja los miedos, preocupaciones e inquietudes con respecto a las evaluaciones
negativas de otras personas e incluye ocho ítems “Escala para la evaluación del
estilo educativo de padres y madres de adolescentes”, este instrumento está
compuesto por 82 ítems (41 ítems relativos al estilo del padre y 41 para el de la
madre) que se contestan en una escala tipo Likert con seis opciones de respuesta
en función del grado de acuerdo (desde 1= “totalmente en desacuerdo” hasta 6=
“totalmente de acuerdo”). Esta escala evalúa seis dimensiones del estilo
educativo: el afecto y comunicación. “Inventario de dimensiones de disciplina,
versión niños y adolescentes” Este inventario se compone de 52 ítems (26
relativos a la disciplina paterna y 26 a la materna) que se responden a través de
una escala tipo Likert con 10 opciones de respuesta, que oscilan de 0 a 9, según
la frecuencia con la que los progenitores han llevado a cabo alguna las acciones
recogidas (desde 0= “nunca” hasta 9= “2 o más veces al día”). Dichos ítems se
estructuran en cuatro factores que a su vez pueden dividirse en comportamientos
más específicos. El primero de ellos es la disciplina inductiva (DI), que recoge
conductas de distracción, de explicación y de recompensa, El segundo
denominado supervisión (SUP), alude a los comportamientos de vigilancia o de
ignorar la conducta del menor, el tercero es el castigo (CAS), que engloba tanto el
castigo físico como la agresión y finalmente, el cuarto denominado coste de
respuesta (CR), está formado por conductas de conllevan una compensación del
daño o retirada de privilegios
Gómez, Casas & Ortega en 2004 d con el objetivo de analizar los factores que
pueden predecir el desarrollo de ansiedad social en adolescentes, centrándose en
conocer la influencia que los estilos educativos parentales, la disciplina parental, la
competencia social y la autoestima pueden ejercer sobre la propia percepción del
problema y las diferencias que pueden aparecer si se agrupan los escolares por
sexo y edad, aplicándose a 2060 estudiantes de Educación Secundaria
Obligatoria (ESO), de los cuales, el 52,1% eran chicos y el 47,9% chicas, la edad
de los estudiantes fue de entre 12 y 19 años, siendo las características principales
que estudien en centros públicos y en centros privados.
Ansiedad e Insomnio
La ansiedad e insomnio se relación con diversos factores, a continuación, se
presentan 6 artículos relacionados con la asociación entre estas variables, la
conducta alimentaria, depresión, estado de salud mental, pasiflora como
tratamiento y si existen alguna relación con la anemia.
Según los puntajes del ICSP; 693 alumnos tuvieron una mala calidad de sueño.
Según el DASS-21; 290 (32,5%) alumnos padecían depresión, 472 (52,9%)
ansiedad y 309 (34,6%) estrés, el sexo femenino aumenta en 13% las
probabilidades de ser mal dormidor. Se encontró asociación entre la mala calidad
de sueño y los componentes de la escala DASS-21: aquellos que padecieron de
depresión presentaron un 23% de probabilidad de ser malos dormidores, con
trastorno de ansiedad representó un 32% y trastornos de estrés tuvieron 26% de
probabilidad de sufrir una mala calidad de sueño. El presente estudio refleja una
gran representatividad en la población de estudiantes de facultades de medicina
humana del Perú, permite conocer la prevalencia de los malos dormidores y su
relación con problemas de salud mental como ansiedad, estrés y depresión, se
concluye que, la mala calidad de sueño se asoció con la ansiedad, depresión y
estrés, siendo los estudiantes de segundo y tercer año quienes más la padecían.
Ramón et al. en el 2019 realizaron un estudio con el objetivo de este estudio fue
analizar la calidad de la dieta en una población universitaria y cuantificar su
asociación con la prevalencia de ansiedad, depresión, estrés e insomnio, con una
muestra de 1055 estudiantes universitarios, con rango de 18-42 años, 744 mujeres
y 311 hombres, la mayoría de ellos cursaba una titulación sanitaria, no fumaba,
refería un consumo ocasional de alcohol, no mantenía una relación estable y vivía
con su familia. Se utilizaron tres instrumentos: el Índice de Alimentación
Saludable (IAS), para saber que alimentos habitualmente son más ingeridos por
la población española, consta de 10 variables puntuables de 0 a 10 puntos cada
una, puntuación > 80: alimentación saludable, entre 50 y 80 puntos: necesita
cambios, menor de 50 puntos: poco saludable. Las Escalas de Depresión,
Ansiedad y Estrés (DASS-21) evalúan la presencia e intensidad de estados
afectivos de depresión, ansiedad y estrés, está conformado por las subescalas
DASS-A (ansiedad) la cual considera síntomas subjetivos y somáticos de miedo,
activación autonómica, ansiedad situacional y experiencia subjetiva de afecto
ansioso, DASS-E (estrés) evalúa activación persistente no específica, dificultad
para relajarse, irritabilidad e impaciencia. y DASS-D (depresión) evalúa disforia,
falta de sentido, autodepreciación, falta de interés y anhedonia. El DASS-21 es un
instrumento compuesto de 21 ítems, 7 para cada subescala, con evaluación de
tipo Likert de 0 a 3 puntos (0 significa “no me es aplicable en absoluto” y 3 “me es
aplicable mucho o la mayoría del tiempo”). Y por último el Índice de Severidad
del Insomnio, mide la naturaleza, severidad e impacto del insomnio, cada ítem se
puntúa mediante una escala de tipo Likert de 0 a 4 puntos. Las características de
la muestra se resumieron usando la media y la desviación estándar para las
variables continuas, y el número y el porcentaje para las cualitativas.
Mourenza en el año 2017, realizó una revisión bibliográfica en relación con esos
dos trastornos (ansiedad e insomnio) y la Pasiflora, constatándose la eficacia y
seguridad de su uso en la deshabituación benzodiacepina y el tratamiento del
insomnio y la ansiedad de corta y larga duración para poder así utilizarla como
tratamiento para estos trastornos, con el objetivo de comprender las bases
fisiológica y químicas del tratamiento farmacológico habitual del insomnio y la
ansiedad, a fin de compararlo con el nivel de acción de la pasiflora y entender, de
este modo, la efectividad de la misma en el tratamiento de estos trastornos. En
2008, se llevó a cabo un estudio en el que se evaluaba la eficacia del uso de la
pasiflora en pacientes con insomnio primario, en quienes se medía, durante una
semana y por medio de un polisoban a ser sometidos a cirugía, se observó que,
dentro de los 60 pacientes estudiados, aquellos a los que se les administró 500
mg de Passiflora en capsulas, noventa minutos antes de la intervención
presentaron niveles significativamente más bajos que los control (los que se les
había administrado un placebo), también en 2014, un equipo de investigación de
la escuela de Psicología y Psiquiatría de la Universidad de Clayton (Australia)
midió la eficacia del uso de té de Passiflora incarnata en un estudio doble ciego
sobre 41 adultmnógrafo, el efecto que sobre el sueño tenía la ingesta de tres tazas
del mismo al día frente a un placebo. Se observó que la calidad subjetiva del
sueño era significativamente superior en aquellos que habían bebido el té de
pasiflora. Se aplicó la acción ansiolítica de la pasiflora en ansiedad tanto de corta
como de larga duración dando así resultados inconcluyentes, aunque no
despreciables, en relación con la efectividad de la pasiflora en el tratamiento de la
ansiedad.
Los resultados fueron que la Passiflora incarnata es una de las alternativas
terapéuticas más utilizadas y estudiadas para el tratamiento de la ansiedad y el
insomnio. Son muchos los ensayos realizados con el fin de evidenciar el
mecanismo por el cual ejerce su acción depresora sobre el SNC así como la
eficacia y la seguridad en el uso de la pasiflora como tratamiento de estos estados
patológicos. Los ensayos experimentales realizados con pasiflora evidencian una
actividad de la misma o un mecanismo de acción a nivel del receptor de GABA.
Insomnio
Aspectos positivos
Aspectos negativos
Ansiedad e Insomnio
Aspectos negativos
Así mismo el estudio de Ramón et al. (2019) muestra que pueden desencadenar
conductas de riesgo, en estados de estrés, ansiedad, depresión o insomnio a
competencia y la presión por los resultados académicos, los cambios en las
cargas de trabajo y en las redes de apoyo, y en ocasiones estar lejos de la familia
durante un periodo.
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