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Nº 1
Instituto de Esrnd ios lndigenas
Universi<lad de La Frontera
Temuco - Chile
1994
''
PENTUKUN
1
PENTUKUN, .' '
es una palabra que representa el saludo solemne de dos 1
' ,
Los trabajos publicados pueden ser reproduc idos, ind icando su aU!or y
fuente, y enviando tres ejemplares dirigidos al Director de la Revista.
PRESENTACION
ESTUDIOS
C REACION
LITERATURA. La oralidad, la escritura ........ . 75
LORENZO AILLAPAN: Konvn wcnu, cnLrada al cielo. 76 81
JAIME H1JENUN: Relato 82 83
GRACIELA HUINAO: Piwke winka'" ...... 84
LIDIA NAH1JELÑlR: Oda a la noche. 85
LUCIERNAGA PINOA: Nguillatún en el Bfo Blo ... 86
ERWIN QUINTUPIL: Anciano ........................... 87
JULIAN WEITRA: Inche may kuifi, wcchc wcntru ngcn,
Antes cuando era joven 88 . 89
DOMINGO WENUÑANKO: ltro tuchi mapulfin,
Por todas tierras hago vaga r......... :....... .... 90
PLASTICA. E licura Chi huailaf ....... ... . 91
PENlUKUN
OPINION E S
ANDREA AMOLEF: Resolviendo la identidad 95 96
DOCUMENTOS
JOSE AYLWlN .: Discurso Acto Inaugural lnstiLuto de
Estudios Indígenas...... ......................... . 105 - 11 1
MAURJCIO HUENCHULAF: Discurso Celebración
del Afio Nuevo Indígena ... 11 2 - 123
N OTAS Y RESE Ñ AS
GRUPO DE ESTUDIOS AGRARIOS: Campesinado y Ganadería
Trashumamc e n Ncuquén, por Orictta Gccrcgat V... 125
CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE: Tercer Seminario
Nacional Pastoral Indígena. por Oricun Gccrcgat V.... 125
HAUG HNEY, D., MARIMAN, P. : Población mapuche: cifras y
criterios, por Orictta Gccrcgat V.. .. 126
LARA ROCHA, MARIA: Desarrollo Rural en la Araucanía.
Estrategias carenc ias y propuestas de acción, .por O rie tta Gccregat V... 126
SERGIO LAUSIC: Gente de la Pawgonia.poi Oriell.a Gecrcgat V... 127
FOERSTER, ROLF: Introducción a la Religión Mapuche,
por C hristia n Maníncz N.. 127 - 132
PRESENTACION
migrante le fue muy difícil lograr alguna capirn.lización eco nó mica que
permitiese la adquisición de algún bien raíz. Contribuía sin duda a
esro una suerte de compromiso tácito adquirido por el migrante con su
comunidad, en el sentido de contribuir con al guna ayuda econó mica a
sus famili ares más directos, obedec iendo con esto, ya sea a la
mantenció n de lazos afectivos o a la demostració n (legitimac ión) de un
cierto "exito" en la aventurJ urbana, en todo caso en ambas opciones
e nconmunos la mantención del mecanismo cuhural de la reciprocidad
(ver Mo ntecino, S., 1984: 116).
El paso desde una situación de migrante con residencia
inestable, a un asentamiento con propiedad en la ciudad conslituye un
verdadero hi10 en el transcurso histórico urbano mapuche. Es sólo a
pan-ir de Ja década del 60, según creemos, que la siluació n empieza a
cambiar. Fenómenos tales como el acentuado proceso de urbanización
oc urrido en todas las capitales de latinoamérica, así como la
incorporació n a las políticas estatales de planes masivos de vivienda
social, pem1itieron a una primera generac ió n de migran1es ya
asentados, e incluso con familia fonnada e n la c iudad, acceder a
una residencia pennanente y en propiedad en la urbe (un buen indicio
de esto se encuentra en la comprobación de que los lugares en que han
aparecido verdaderos "barrios mapuc he" comenzaron a poblarse
masivamen1e en esas fechas, por ejemplos comu nas como Cerro
Navia, Pudahuel, Peñalolén, La Pintana, etc .).
El tránsito entre una situació n de residencia inestable a un a
defi nitiva operó una suerte de modificació n de hábitos c ulturales en e l
individuo mapuche . La existencia de las "estruc turas transicionales"
estudiadas por Munizaga en la década del 60 (la inserción del migrante
en la ciudad y sus mecanismos de pasaje) se modifican ro1undamente
en el migran1e mapuche ya asentado definit ivamente en· la ci udad
(M uni zaga, C., 1961). De hecho, aquellas estructuras func io nan sólo
e n aquella etapa de reside nc ia ines tab le ha sta el día de hoy.
Poste rionnen1e desenvolverá su etn i&idad e n la ciudad. Más allá de
ello. no obsta nte, la cominuidad hi stórica en la ciudad, a contar desde
su mi sma inauguración, está signada tanto con la hos1ilidad básica de
este enlomo para el mapuche y e n la configuración de un amplio
repertorio de respuestas c ulturales hac ia ésrn (ver Ja descripción de
al gunos de los sueños de l mi grante L.A. en Muni zaga, C. . 1960: 50-
5 1).
REFERENCIAS BIBLIOGI\AFICAS.
4.- CO - A. RtCARDO
"Mapuche, Planificador y Dirigente"
En Boletín "Nü tram", Stgo., año I V N' 2, 1988.
8. - MONTEClNO, SONIA
'ºMuj eres de la Tierra" CEM -PEMCI. , Stgo., 1984.
a) LA COLO \A.
b) CRIOLLOS E INDEPENDENCIA.
e) El 1 DIGENISMO.
ncción. con i guales derechos, con i gua ldad vnlór ica . Impl ica
ncccs.1.ri::i.mc ntc una tr ansformación lenta pero sostenida en el e nccp10
gcncraliz.ado de las sociedades q ue cx is1e un p lo c ivilizado y otro
b:irba.ro. y que este últi1no tiene que desapn.rcccr.
Es1c tercer requisito trae consigo l a necesidad de polflicn.s
111uy específicas. C itaré a lo menos dos que se ha logrndo csiablcccr
en la nuc a Ley Indígena de Chile y que deberán ponerse en marcha
en el f u 1UI0 próx imo. La primera es Ja necesidad de ca m biar los
planes y progrnmas ed ucacional es de l conjun to de Ja po blac ió n
res pec to a los temas indígenas. La his1oria que se enseña en nuestros
países es de un etnoccn1rismo y muchas veces rac ismo , man..:ado. En
segundo lugar, es preciso ca mbiar los planes de es tudio indígenas
insta urando unn verdadera ed ucac ió n intcrcullura l y bi lingüe. No se
trnrn de una educación bilin güe de tran s ició n q ue a part ir de Ja
u1i liz.ac i6 n d e Ja lengua in díge na ma terna lleve a l muc hac ho a
caste llani1.arsc m:'is d pido y luego a pe rder su le ngua de origen. Se
tra ta de ejerc itar la "intcrcultural idad" en e l terreno de la educació n.
Sabemos que no es f;ícil ni es t ~u·ca de un día o año.
El reconocimiento c ultur<i l trae consigo, o puede traer,
numerosas 01ras consecuencias prácticas. U na no menos importante
que l:l nn icrio r q ue ya cst:'í ocurriendo en va.rias legislac io nes. es e l
reconocimien to de la cos tum bre o el den o minado "derec ho
consue tudinario". La admini stración de justic ia ge neralmente es uno
de los pun1os bisagras m<ÍS con flicti vos entre Ja sociedad indígena y la
sociedad global. A ll í es do nde se aplic a Ju do minac ió n de u na
sociedad sobre o tra de manera m:1s plena. Muchas veces el indígena
no ent iende siquiera e l lenguaje en que se le dic ta sen te ncia . El
rcconoc imicn10 de la cos1u1n brc e n ju ic ios. e l es1ablec imiento de
1r.iduc 1o rcs. la cons1i1 uci6n d e tribuna les especiales indígenas. y en
cspccinl 13 recons trucció n de las formas tradic io nal es de j us1ic in.
ndaptadas n lns cond ic iones ac tualcs. nos p:i.rcce que son los
clcnlCnlOS b~si cos para que el rcconocimien10 de la :tul nomía cuh ura l
se cjcrz:i rtdccu:1d:1rnc111c.
io Cílbc d ud a, en c u;1rto lugar. que el reconoc imien to de
dcrc hos polít icos es e l pun to m:b delicado. complejo y di fíc il de
cnfrcnia r en nues1ros países. En la mayo r parte de las Repúblicas los
indígenas 1icncn derechos polf1icos como ciuclad:i.nos, pero no 1icncn
derechos polí1icos como indígenas.
! l ay ava nces i11 1cresan1cs en los ül1imos años, como e n e l
cns de los parl:unc111os indígenas establec idos por la Cons1i1 ució n
recién promu lgJdn en Colo mbia. l labrfa que ci tar la experiencia de
part icipación y autono mía en Panam:'i. donde lJ "Comarca C u na "
posee una interesant e fo rma de au1ogobicrno. El C.St3blcc imicnto de
tcrrüorios en Bolivia. acuerdos cmrc el gobicmo mexicano y los
DcSARROU..0 Y Al.JJ'ONOMIA lNDI GCNA 25
dcs nrro llo indígena que pueden ser puestos a disposic ió n por parte de
los Esmdos. Instrumen tos financie ros, in vesti gació n y tmnsfom1aci6 n
iccnológica. cstrnc turas de comerci3Jiz.aci6 n, en fin, una variedad de
instrumcn1:11. Q ui siera seña la r alg un os de ellos que e n Ja ac tual
e ndici n de los pueblos infiígcnns de América La1in a parecieran
posibles. \1iablcs y 1mnbién indispensables.
B) FONDOS AUTOGESTIONAOOS.
l. INTRODUCCION
(. . Pan. la daboudón de este irabajo ut ilizo mi artículo ..Adecuación curricu lar parn un
¡rnís plurilingüe y muhicuh urnl", en Rev ista de Educación. SIMAC. Guatemala, Marw·
Jun io 1990.
2. · Co mo e5 ubido, la educ ación bilingüe intercu\tural es un modelo educativo que se
aplic a. en Ch ile 11 igual que en otros pa[ses de América La lina. 1 las comunid ades
vemaculoh1bl.nte5. Por ser este el sector que dcm.nd1 atención prioritaria en cunnto a
inno vación de los métodos y contenidos de la educación, me atendré u.clusivamentc a
un concepto de educac ió n biligUc inc crcuhural pensando pa.ra los grupos indígenas de
Chile, aunque Ulc modelo educativo debería sc.r gencral iudo a todas las poblociones de
las naciones mullil ingUcs y pluricuhur1\es .
PEr-mJl<UN 34
2. 1. Educación Bilingüe .
3.- Una variable q ue puede neutralizar las incide ncias positiv as del bilin güismo
consis1e en el bajo nivel sociocconómico del nifto, sobre todo cuando su esrn tus eslá
asociado con el connicto (socio)li11gUfs1ico cnu e los hablantes de dos comunidades
t!tnica.s diferenciRdas y pot el cm1l la lcngua materna del nifto c.s una lengua dominada y
de baJO prestigio social al lado de In segunda etapa que u el idioma dominllllle y gM.a de
un alto reconocimiento socinl. L11 escuela puede corregir la relación asim étrica c nt1e las
dos k.nguas en contacto (LI y L2"J favoreciendo en el nii\o la formación de una im agen
pos111va de su idcntid11d lingUfstica y la conciencia de las razones que e.\plican 111
subordinación de su lc11gu11 nrntcma a 111 lengua de m ayor pruitigio (L2). Al margen de
estas importantes p1ecisioncs. lo que interen JXlncr de relieve aqui es q ue el apremlil..aje
de una segunda lengua se ve beneficiado por un creciente dc.uno\Jo lingUfstico en LI y
q ue, simfar icamente, e l incrc111ento que \1 competencia de la L2, reuoalimenta el
d esurollo lingOfstico en Ll .
flAC IA UN CURR ICULUM IN"ffiRCULlURAL DLLINGÜE 35
plu ral idad étnica y lin gu ística como en e l caso chil eno. la educació n
bili ngil e es aquel modelo ed ucativo necesario para desarroll ar la
competencia lin güísti ca e n dos idiomas: un o, la lingua f ranca o
le ng ua de com uni cació n intcrcultural, y el otro e l idio ma de la
comun id ad nacional o étnica c uyos derechos deben ser respetados.
La ed ucación bilingüe es una educació n en y de dos lenguas:
la lengua mat ern a y la segunda leng ua. Cabe conside rar q ue e n
con 1ex tos bilin gües y di sglós icos las personas pueden ser bilingües,
si bien puede variar su ni ve l de competencia en una lengua y en otra .
En todo caso, las le nguas en contac to devienen tanto en áreas de
aprendizaje como en instrume ntos de la comunicació n didáctica. La
seg und a lengua , cua nd o no es co noc ida o c uando su do mi ni o es
impcrfec10, es enseñada con una metodología específica que hace
inca pié en e l logro de un a buena competencia oral de la L2 como
condición previa para pasar a la lectura y escritura en la mi sma lengua.
Estas, a su vez. se basa n en la tran sferenc ia de la L l a la L2 de
las hab ili dades lec10-escritoras que el niño ya ha de sarro ll ado por
haber sido alfabetizado en su lengua materna .
4.- A partir de cs1os núcleos de lrnbajo. gmdunlmc mc . .se inscnan e integran otms
tcmátns que rc.ílcjan o Lro cullurn y también otras conccpcioocs del mundo.
HA CIA UN CURRICULUM INTERCUL11JRAL BILINGÜE 45
Los procesos a los que aludimos -e l desarrollo de hábi tos , des trezas
y habilid ad es- no son creados por la escuela, sino qu e la esc uela, a
tr'Jvés de acc iones sistemáticas que responde n a criterios pedagógicos
y metodol ógicos, los fome nta y fortalece. Dicho de otra fom1a, la
enseñanza-aprendiz.aje ayuda a los niños a hacer algo que y a hacen en
su vida d iaria: observar, analizar, clasificar, e tc. Les ay uda para
evolucionar a cabalidad estas capacidades innatas y permitirles así que
aprenda n a aprender por sf solos. Les ayuda a aprender para hacer y
dar respuesta a los problemas de su vida cotidiana. Y no olvide mos
que tod as es tas capacidades existen en concreto y se incrementa n en
estrecha vinculación con el desarrollo de la facultad del lenguaje.
Sabe mos que e l aprendizaje es un comp le 10 proceso de
integración de nuevos conoc imientos al patrimon io de conoci mien tos
que e l in div iduo ya posee. Este patrimonio co ns tituye la matriz o
es truc wra a tra vés de la c ual se pueden incorporar nuevos
conoc im iento s. Estos entra n en relació n con los aprendiz.ajes previos,
interac túan con ellos modificándolos y amp li ándo los para finalmente
quedar incorporados en el caudal de conocimientos, ya enriquecido
co n los nuevos elementos. Si no hay relac ión en tre aprend izajes
anteriores y nu evos. la ed ucación se hace más difícil, y el niño tendrá
problemas para retener las informaci ones que la escu ela le transmi te.
A medida que ava nza el proceso de formac ió n, los niñ os
logran apropiarse con mayor facilidad de nu evas in fomiac iones que ·
no so n parte de l re pertorio de conocimientos de su cu ltura. De la
misma manera. se aprop ian de una forma d iferente de s u mundo
cu lt ura l, es dec ir lo s conocen re flexivamente, desarrollan concep tos e
id eas, anali zan y toman mayor conciencia de un a rea lidad qu e quizás
percibían sólo en algunos de sus aspectos y significados.
Sin embargo, como ya dijimos, la escue la interc ultura l hace
algo más qu e o rg an izar la acción educativa en torno a la s cu lturas.
Hay un itine rari o qu e va de lo propio y cu lturalmente cerc ano a lo
ajeno y cuhuralmcnte desconocido, y vicev ersa. Pe ro la mi sma
intercuh uralidad como tal, ad emás de la s culturas, cobra relevancia e n
esta nu eva escuela.
Asum am os que la intercu huru1idad es Ja condició n en que se
d ese nvue lven 1od as las soc iedades con1 emporánea s. Los mest izajes,
los cruces y las síntesis c ultu ra les so n los fe nómenos qu e viven, en
mayo r o m eno r med ida, todos los pueblos al estar e xpu es tos a la
g lo bali za c ió n d e las co muni cac ione s. Es tas tran s po rta n tant o
informac ion es co mo v~tl o r es. se nsib il idades y con ce pws. Cada
soc ied ad e s tá co nectada con tantas obras, y rec ibe influencias
cx óge nus e n cnn1idad y ritmo que algu nos deceni os a trás eran
impensables. La CEPAL hab la de "desteni toria\ización cultural" y
PEl'ITUK 48
5 .· o coruidcr1.1 e mo~ nquf por no dc5via111os del tema ecnll•I de este uob11jo, el
pru blcm• del .-ccoo y fruición de los bienes euhuf•lcs. Es innegable. •in embn.rgo, que
ou 1 form • de di~criminqción de los pueblo5 indfgcnu eofK'ieme a 1us limi1adu
pw1b1l 1d~u de pu1icipn.r en l• p1oducción. reproducción y consumo de los bicnu
euhuulcs.
HACIA UN CURR ICULUM INTERCULTIJRAL BILI NGÜE 49
4_ ONO.USIONES
BlllLIOGRAFIA
Di C ri stofaro L., G: Ide ntitJ e cul tura . Pcr una antropo logia della
reciprocit?t, Ro ma, Edizioni Studium. 1993.
l. INTRO DUCCION.
mcdiuti zadns por los fillfOS se lec tivos del sistema idcncional nu puche,
dcstucá_ndosc In ri qucz.a de su imng'innrio colec ti vo. Este imngi nari o se
ex tc rn a liza m ediant e c rec ncins, mitos y narrativa s , topo nimia s y
mnpus cog nitiv os , o rie ntn c ió n de viv iend as y e spac ios ritu ales ,
ncLi vidad cs cc.rcm onialcs y danzas, etc. Todos nqu c\los reprod ucen,
reuc tu ali zn n y Lrnn sformn n aspec tos releva ntes de los pa tro nes
espacia les y tradi cionales map uc he -en especial sus recu rsos de ·
orie nta c ió n y signifi cad os-, respond ien do a un a consrrucció n
simbó li ca co nscnsmtl del espacio.
La co ncepc ión espacial mapuc he se ciñe a dos pcspcctivas
complcmc nmri as , un a hori zonta l y la otra verti cal:
Lámina Nº 1: La Tierra de los cuatro lugares sus div isiones y csp:icios rituales.
E {pucl -mapu)
puelche
pikunchc
1~1 (5)
will iche
'
lafkcnchc 2
<D
Q ( lafkén-mapu)
(5) Los espíritus de los cuatro vientos (ngcn- kürre f') forman parte
del s ubsistema de los espíritus dueños o guardianes (ngcn ) que
ejercen control sobre diversos elementos de la naturaleza silvestre no
conrnm inados po r el hombre. Los mapuches no pueden acceder o
e xplo tar recursos naturales silvestres que ellos no han generado, a no
ser que sean autorizados mediante un proceso ritual de com unicación
y reciprocidad con los ngcn.
En la cuhura mapuche de Chile, la construcción simbólica de
la tierra y del espac io se ajus1a a las ideas centrales -orden cósmico y
fertilidad- y los principios do minantes que rigen el q uehacer cultural
sur-and ino-dualidad, relac iones si métricas, bifu rcació n de género,
reciprocidad y c ompleme ntariedad- (Grebe 1992). Se vinc ula
estrechamente a concepciones y creencias consensuales asociadas a
cienos fenómenos que se dan en el mundo circundante conocido,
referidos tanto al cosmos como a la tierra, a la naturaleza y sus seres
vivoS. Se cent ra principalmente en los referentes de las cuatro
direcciones horizon tales correspondientes a los puntos cardinales; y
de las tres posiciones verticales: wenu (zenith), m inche (nad ir) y
ran gi ñ (centro). Estos referentes condensan experie ncias humanas
concretas y evocan la calidad de las interacciones entre los mapuche y
su medio ambie nte. De e llas se desprenden las connotaciones
positivas o negativas de los fe nómenos ambientales.
La construcción simbólica espacial de la tierra de los c uatro
lugares y de los c uatro vientos se apoya e n la idea cen tral andi na del
orden cósmico. Esta idea se expresa elocuentemente en los
references simbólicos del número cu<itro y del espacio cuadrado, que
revelan la búsqueda persistente de la perfección en la simetría y el
equilibrio. Se asocia al principio dominance andino de la dualidad, que
se expande generando simetrías y bifurcaciones, reciprocidades y
complemcntariedades. La búsqueda de la perfección en la simetria se
MELI - WITRAN - MAPU: CONSTRUCCION SIMBOLICA 65
DE LA TIERRA EN LA CULTURA MAPUC HE.
REFERENCIAS
Sharon, Dougl as. El Chamán de los Cuatro Vientos. Méx ico, Siglo
XXI. 1980.
Urton, Gary. At the Croosroads of the Earth and the Sky: An Andean
Cosmology. Austin, University of Austin Press. 1981.
cuyos "Ma 'ori Kohou rungo rongo " "maestros en recitación de;
las tablillas", perecieron en tierras peruanas, llevándose el secreto de
una esc rirura b ustro fedó n a su propia tumba, sin po sibil ida d, al
menos has ta ahora, de descifrar de modo convincente su mi sterioso
co ntenido, a pesa r de las múltiples tentativas "ad hoc".
Volv iendo de nu evo al aspecto religioso, el hombre era
considerado, con respecto a su Creador, como ente in tra scende nte
"ko' ura tcre hcnua ", "pul ga o insecto que camina por Ja tierra" , y
cuya vida era tan frágil y débil como un "he moa toke te tangata
'e te vi 'e", "un pollo robado por el hombre o la muj er", expresión
metafórica que alude a la corta existencia del hombre sobre la tierra,
como Ja del pollo robado para ser comido al instante. Las almas que
había n guardado el "ta pú " gozaba n de felicidad en el Más All á; en
cambio, las qu e no lo hi c iero n, quedaban junto a sus cadáveres
sufriendo hambre y sed. C~ían, por lo tanto, e n la inmort alidad del
alma , aunq ue no se puede colegir ningún sig no de fe e n la
metempsicosis. También creían en los "Ak uak u", los espíritus dt la
noche , ve nidos de l otro mun do , que se mos traban un as veces
defen sores, be ni gnos y tulelares, y otras, venga tivos, severísimos y
casti gadores de intru sos. Los términos clásicos de "ivi Atu a" , e l
alma, y "a kua~u " han sido hace tiempo reemplazados por la voz
tahit ia na \' arua". La in vesti gad ora in glesa Mrs. Rout ledge hizo una
11
CREAC ION
LITERATURA
LA ORALIDA D.
LA ESCR ITURA .
KONYNWENU
LORENZO AYLLAPAN
Epuke amun zugu azumfal uwelay akun mew ka tri paye zugu, ka
mollfvñ wefrumepalu fapvle - kechu pataka kvñe 1ripantv zewma
amu ley tachi ñiwvlkawvn wczake zugu - welu re mogekclay ta che -
taiñ ''\Venu Chaw" Omfucha / Omkuze rumel kellulckcy.
Pillan pigey fey kallfv kw-v pvllv wentru re keley ñi femgen ge n zegv ñ
- gen mawiza - c he w ñi nwleken llvlluf - milla - itro fil pañilwe - kurv
ka lv g pañilwe - min che m ap u mvlekey feyti pvllv rume fvtra vlme n
kvpal - fvtra newe n nieyey ka feyti yiw iñk o witrulelu minc he
mapumew. K ay kay egv n tuwvkvlelu rurnel felekerken.
K vñc rag iñ mvte m nwle w i fey tac hi "pvtaflUkiJ wirin zugu ": Ñvmikan
zv wen pu zomo-fey pu werken yenieafulu piam amul zugu kañpvle
lofmew - fvtra ka mapu rume wvlpual wekvwvn zugu. Goymanval
pen tuk u zugu - yenielu elkun anlv - ka ñi yc meyal azvmmuwvn zugu
- epuñpvle kell uwal pu ka lof.
Ka feyli nvkvr makuñ zvwen pu zoma, trariwe , tr arilo nko fey mew
tukugekerkefuy "pvtaf wirin" - femgechi goymagelay zugu.
ENTRADA AL CIELO
Cuatro cuatro subida tiene este antig uo cerro donde todo crece, donde
nace la identidad de nuestra gente, do nde los amepasados oraban co n
s us Jo nkos de linaje, donde siempre debe ría e fectuarse la rogat iva
preparada por los sabios.
CREAC ION 79
Así decía este sabio "orador" que el ser human o no vive así no más,
sino qu e está sujeto a su "Padre del c ielo" por medio de un"espírit u"
que viene del c ielo, entonces ah ora se va enraiza ndo aquí en la ti erra,
para ayud ar e n forma permane nte a los map uche del Juga r que lo
invocan correcta1nente. Por eso en todas panes, alrededor del mundo,
hay un poder "dueño" del lu gn r, región o comarca, que provie ne de l
Padre del cielo - y que se des prende de su energía, demostrá ndose
como entes cada uno con su nombre propio:WlT RANAL\VE, espíritu
semejante a un hombre blanco, de es tirpe ri co, siempre es tá e n
movimien to. ti ene gra n poder aquí en la tierra.
AN CHV 1tALLEÑ pri ncesa es como la luz del sol, su espíri tu semeja
ser una mujer. Amarillo res plandecie nte es su rostro. como la lu z de la
lun a es ella. trig ueña rubia su cabe ll era, tam bién se dice qu e es
poderosa. Se ena mora de vmones bien parecidos dice n, por med io del
sueño se revela es rn doncella, henn osa co mo una jove n machi . de
bonitas piernas, muy querendona, pero es sólo sueño.
PEITTUKUN 80
Este sabio orador siempre está diciendo que la naturaleza habla de que
ex is te "Trcm· Tre m" d esde hace más de 10.000 años, cerro
considerado como e l altar más elevado, y que crece pcnnanentemcnte
·doiado de un poderoso espíritu· según como aparecen in vasores,
e nem igos de diferen1cs panes. Este cerro Trem·T rem sagrado
d e fensor de la v ida d e la gente mapuc he cua ndo hay un "sismo",
d ec larac io nes de guerra, erupc io nes volcánicas, ma rem oto,
inundacio nes. lluv ias que duran 50 días como gran di lu vio. En1onces
es1e cerro "Trc m· Trem" va creciendo lentamente, ll amando
cuidadosamente a personas humildes de buen vivir; también d iversos
ahimales, aves de corral y pájaros de buen aspec10.
los cántaros, en los tejidos (c illli llos, mantas, fajas), en los aros, e n
los anillos, en los prendedores, en los collares, en tocio lo que hay_
Ta mbi én es tá diciendo que había: historietas, fábula, adi vinanzas, el
an e de contar lo que existe e imaginamos.
Casi 10dos los conocimien tos antiguos se llevaron los ancia nos
oradores, e n el "cementerio" estáp sepultados a más de 200 metros
debajo de la tierra. ' ,,
En la hechura del cántaro enu-e los expertos iban asimismo escritos los
signos taqui gráficos para no olvidar los años y nombre de la persona
y todo lo que había que saber de ellos. ·
Nblll: Esta \'crs ión en castell ano, tlc l tex to que pe rtenece n Lorenw Aillnpan, fue
hecha en col::ibomció n con Kuralaf Nawel.
PEl'ffUKUN 82
RELA1D
JAJME llUENUN
a Ricardo Caifal y a su
madre, Manuela Piutrín.
UNO
oos
T omo el mate en un jarro de aluminio. Los ancianos de Ja casa hablan
de un hombre que enloqueció buscando plata en las montañas. Volvió
con una calavera en el mom:i y tl n par de fa langes carcomidas por la
nieve. A qu ié n lo o ía, invitaba a subir crue les caminos para seguir
buscando huesos, su ri,queza, la corruptible pla1a de los muertos.
Pobre loco -dice Juan-, murió all á arri ba, perdido de camino,
aplasrndo por la nevazón.
De Lonquimay, un tren cargó sus restos hasta Quepe. Envuelto en
arpill ares lo entregaron a la policía.
Antonio Calfumán nombraban -dice-.
TRES
Arde al viento el sah umerio
en lo.s corrales
(ruda y foye contra el brujo
,,...,.--...-----.:
CREACION 83
y el wekufe); vue la
en sueños un pájaro
de agüeros,
solitario y monal
para los campos.
Su graznido
detiene la memoria
ocultándonos
la llama de la luna.
A susurros corre el agua del Huilquilco
como un cisne
desangrándose en silencio.
Sopla aullido el vien¡o en Catripulli; los volcanes
_ nos con templan en tinieblas.
Viejo abuelo azu l cóndor, hablan las cumbres,
pule tu hueso, tu mirada oscura y fría:
flores caen
para el barro y las pisadas
entre potros y becerros montaraces.
Viejo abuelo azúl cóndor, oye
a los viejos
manantiales de la nieve y los pehuenes:
huele tu sangre emplumada,
céndor ciego,
hecha nieve y negra plata entre los muertos.
Los olores del sahumerio se han perdido:
ya la llama del poder cogió los su rcos. ·
En el huerto se aposen tan los espíritus
y se para entte las ramas la lechuza
· PIWKE WINKA
GRACIELA //U/NAO
ODA A LA NOCHE
LIDIA NA llUELÑIR
NGUILLATUN EN EL 810-BJO
LUCIERNAGA I'INDA
Fe ley.
CREACION 87
ANCIANO
f.Rll'IN QUINTUPIL
El hombre, el anciano
se detuvo en algún pu n10 del ciclo interminable
y habló el amarillo de la tierra c;u1sada
la blandura del camino.
El bosque dijo su verde esperanza.
El aire detuvo su incesante ,c amimtr.
Surg~o un destello milenario
y luego
llegaron
fa luz del trigo
el tono claro de Ja madera
el calor de la ceniza
y el aroma de las plantas:
todos hablaron por su voz.
El hombre, el anciano
buscó en su memo ria relatos antiguo!'i
y después
más tarde en el tiempo
cuando el sol humilde incl inó su claridad
la luna asomó sus ojos
pidió silencio la lechuza
la Tierra vuelve a su gir;,1r.
Duenne la cas...'l
el anciano
el hombre
el bosque
la montaña
y el aire vuelve a caminar
en tonando una canción.
PENTUK UN 88
JULIAN WEITRA
DOMINGO WENUÑAMKO
mi pensamiento triste.
Di ga de mí el bmjo:
"Que mu era",
¿no he de morir?
PLASTICA.
Sus principales man ifes 1nciones son: la tex ti lcrfa -que posee una gran
variedad de di seños de profundo con1enido cullural-. y la alfarería. Se
puede mencio nar tambi én la platería y la escultura en madera.
La primera exposición indi vidual de pintura fue reali zada por Felicila
Lle"fumán. A e ll a le han seguido· las de Ju an Sil va Painequ eo,
Cristian Collipal, Angela Levil, Jéssica Cona, Doris H uenc hullán;
Lorena Lemu ngu ier, en recreación de texril; y Leonardo Cu ril ern y
Rosendo Huisca , en fotografía.
OPINIONES
RESOLVIENDO LA IDENTIDAD.
Pese a formar parte importante de nuestro origen como
pueblo, si nceramente nunca me había preocupado de la procedencia
de mi apellido y mucho menos sabía que era Mapuche. El llegar acá
a Temuco hi zo surgir esa inquietud, ya que ames en Puerto Montt,
que es la ciudad de do nde vengo, jamás me lo había planteado.
Creo que una de las razones fundamental es fue e l
desconocimiento por parte de mis padres del origen del apellido
Amolef y un poco falta de interés por averiguarlo, aunque siempre me
pregu ntaban cual era la procede ncia de éste, yo respond ía con un "no
sé", ya que era la verdad~ es así como pasé la enseñanza bás ica y
media sin preocuparme mayom1ente de esto, pero cuando lleg ué acá a
Temuco las preguntas se hicieron más frecuentes y la inquietud creció
mucho más, puede ser por el hecho de que acá se tiene más conciencia
que el tener un apellido mapuche o mejor dic ho el pertenecer a esta
comunidad no significa una marginación y se valora más.
Es así, invitado por uno de nuestros doce ntes de la Carrera
de Periodismo, un profesor mapuche, Carlos Revi Rañilao, visitó la
Uni versidad, al cual, luego de una interesante exposición sobre las
costumbres y creencias, le consulté sobre IT!i apellido, si correspondía
al Mapuche puesto que existían terrhi naciones de alguna s palabras que
coincidían co n las de mi apellido. Entonces comenzó a expl icanne lo
que significaba y por ende a confinnanne la procedencia; es así como
lo desglosó en dos palabras las cuales tenían sign ificado distinto.
En seguida comenzó a dar características de mi personalidad
a partir del solo hecho de descomponer mi apellido. Lo que más me
asombró fue el hecho de que casi todo lo que me decía era verdad ,
correspondía a mi fonna de ser.
Fue así; como después de esta visita comprendí la
importancia que tiene el pertenecer a esta cultura, aunque sea en fonna
ind irecta, ya que lame nt ablemen te no he tenido la oportun idad de
relacionanne más directamente con ellos. Lo otro que me hace se nt ir
orgullo es la sabiduría de este pueblo, el que a través del tiempo ha
ido forjando una cu ltura y una tradició n de acuerdo a sus propios
conocimientos y sin métodos sofis ticados o una tecnología avanzada
como los demás pueblos. Por esta razón, ahora me he creado una
conciencia sobre lo que significa el ser mapuche, lo que significa un
orgullo y no una vergüenza, pues corresponde a una parte de nuestra
vida e historia que debemos _valorar y apreciar, y no de borrar, ya que
PENTUKUN 96
Señor
José Aylwin O.
Insti tuto de Estudios Indígenas
Casilla54-D
Temuco
Estimado Señor:
Una vez tenido todos los antecedentes necesari os, buscar los
elementos adecuados en cada caso; es dec ir, los rec ursos humanos si
son profesionales o nat'urales o ambos elementos, porqu e para llegar a
un éxito hay que con tar con elementos básicos mu y sóli dos, sin dañar
los valores cu ltural es de la propia co munid ad, es deci r el estado
natural en que se encuentra, porque han habido in vestigad ores
foráneros que es tudi an las costumbres indígenas só lo con fines de
lucro, olvida ndo sus valores cu lturales y su di gnidad como perso na ,
es decir sin resolv er nada, entonces los mapu che nos se ntimos
engañados y marginados con la sola teoría.
Por lo tan to, junto con agradecerte esta in vitac ión, pi enso
que para lograr el objetivo del desarrollo de la in ves ti gación es contar
con eleme nt os apropiados en cada caso , co n estud io permanente,
asumiendo mucha responsabilidad, con conoc im iento prác1ico en las
comunidades donde se lleve a efecto esta invest igac ión. Es un aporte
nada más.
José Meliñir
··;:;::mE,¡;_-...•::;: J
PENI'UKUN N'l, 1994: 105-123 105
DOCUMENTOS
JOSE AYLW/N
l. CONTEXTO HISTORICO.
Presentación de Jos6 Aylwin con ocasión del Acto lnaugunl Instituto de Estudio1
lndf¡en.s de la Universidad de La Fronten. Temuco, 6 de Mayo de 1994.
PEl'ITUKUN 106
Pero las leyes por sí solas no son sufi cie ntes para gara nti zar
los cambios. Exi sten much os problemas y desafios aún pendientes
para hacer realidad la nueva relación de la que aqul se ha hablado.
Por un lado están aquellos problemas que dicen relación con
la sociedad mayoritaria, con su capacidad de compre nder los ca mbios
que se es tán verifi ca ndo en e l mund o, co n s u tole ra ncia a la
diversidad. Formados por la hi storiografía clásica qu e negando. una
parte de nuestra pasado, nos inculcó l;;i tes is de homogene idad étnica
y cultural del pueblo chileno, muchos aún , por ig norancia o prejuicio
son incapace s de aceptar los nuevos e nfoqu es sobre relac io nes
interétnicas qu e hoy emergen en el mundo.
Por otro lado están los problemas q ue afectan a los propios
indígenas.
t< Arrinconados e n una porc ión ínfima de sus territorios,
generalmenie en los de peor ca lidad, forzados a mj gr.rr a las ciudades·
donde pierden sus raíces·, co n seria s difi cultad es para acceder a la
salud , vivi e nda y ed ucac ió n, parte impo rtante de la pob lación
indígena vive hoy una situac ión de pobreza, margin ació n y perdida de
iden tidad cultural difícil de reverti r.
ProduclO de la mi sma realidad, muchos carece n hoy de las
herramientas que les permitan hacer frente a los desafíos de
partici pación y desarrollo que ell os mi smos han exigido a la sociedad
global. La ause ncia de representantes in díge na s en las di stint as
instancias de deci sion del país, sean éstas nacionales, regio nales o
comu nales, constituye un ejemplo de lo anterio m1ente señalado.
\ La carencia de téc nicos y profesio nales ind ígenas para hacer
frente a la gest ión de su propio desarrollo , constituye tambi én un
obstáculo a la materialización de los ca mbios que se ahnclan.
Ell o rev iste mayor gravedad hoy cuando se crean nuevos
espac ios destinados a enfrentar dichos probl emas.
CIERRE.
Lienlaf, quien en uno de sus poemas expresa una visión qel pasado y
futuro de su pueblo que resulta iluminadora para el desafio planteado
con la creación de este InstitulO:
!Veniente de sangre!
avanzo, avan~o' ,
Muchas gracias.
,,
PEITTUKUN 112
MAURICIO llUENC/IULAF
MUCHAS GRACIAS.
PENTUKUN N'r:-; 994: 125- 132 115
NOTAS Y R ESEÑAS
las tradic iones ances trales, de la identidad, los ritos ani culan ambas
d imensi o ne ~y recrean el vínculo, e n cuanto acto rcaliz.ado. En esia
perspectiva, "la institucionalidad de lo religioso al esiar nuclcada en el
plano del rito, supone la existencia, por un lado, de uña comunidad
que lo realiza y, por el otro, de una tradic ión que constan tcmcmc se
rcactualiza" (p.56). El el rito, por tanto, el que permi te "la fu sión del
ethos con la cosmovisión" (p.11).
Tercero, de ac uedo a Foerster, la llamada Pacificación de la
Araucanfa, produjo profundos cambios en la sociedad mapuche, que
incluso abarcaron el ámbito de la identidad y religiosidad. Esto, por
cua nto la identidad ya no se plantearla como un fenóme no
exclusiva mente interno a la comunidad mapu che, sino en re lac ión a
nuevos referen tes, externos a ella. "El proceso de pacificación y de
subordinación al Estado -como campesinos o como cirndinos- ob liga a
los mapuches a justificar o legi tim ar, por primera vez, frente al OTRO
y NO SOLO FRENTE A SI MISMO sus derechos territ oriales.
cultura les y sociales" (p.12). La alteridad se ria un nuevo elemento a
considerar en la def;inición de lo mapuche, lo q ue se habría traducido
en un cieno distanciamie nto y objetivación de sus representacione s.
La nueva precariedad que significó la ocupac ión de In
Arau canía (W almap u), ya sea tant o e n la nueva co ndición
subord inada, como en la falta de tierras, entre otros, se trad uj o en un
nu evo "refere nt e salvffico", el Estado , encarnado en la figura
trnscendente del "Presidente de la Repúbli ca" (p. 123). El Estado y el
Preside nte, habrían redefi nid o la represe ntaci ón del límite y de la
ins1it ucionalidad religiosa map uche. Esto, por cuant o, para los
mapuches "lo sagrado es sinónimo de poder (de don) y lo profano
sinónimo de carencia (de conílicto, de lucha emre el bien y el mal , de
p~edad)" (p.56). En este sentido, se podria dec ir que para nada
precariedad existiría una contraparte "sagrada." otorgadora del don que .
lo oplacaria. El Estado chileno sería comprendido por los mapuches a
la luz de esa perspec tiv a. Relación de implicación que me parece
ba.stante c ues ti onable, co mo lo veremos más ad elante. Pero Rolf
Focrster toma ~us precauciones. Entre Chao gc nechen y e l Esiado,
en cuanto referentes salvffi cos, existirían diferencias cua litu ti vns. El
pri mero es símbolo y fu ente de la vida. en cambio, el seg und o. es
"fuente sólo de dctenninadas donaciones" (p.124). Más aún, e l autor
recoge el hecho contrad ictorio con su previa fo rmul ac ión, de que "en
iodo map uche hay siempre late nt e, aún hoy, unn co nc ienc ia y un
deseo de que el huinca desaparezca ya que lo re sponsab ili za de todos
sus actuales males" (p. 124).
Cuarto, Foerster piensa que es el rito el que permite
rcacrualizar el Ad Mapu y, con ello, la propia rel igiosidad (CF. p.12).
PENTUKUN 130
Siendo asf, se compre nde que sean precisamente los.rims los únicos
capaces de "convocar y eslructurar" a los diversos agregados
mapuches (p. 11 2). Pero lo an<erior debe ser leído en función de una
segunda lectúrn. Siguiendo a Pedro Morandé, Rolf Foers<er piensa
que es en ese plano donde se puede establecer una comunicación
sincrética, y no en el de las crt:encias. La condición polivalenre de los
símbolos sería la puerta de entrada al sincretismo, en oposición a la
condició n il umi nisrn de los ideas y la raz.ón, tan propias de las
~ligiosidades modernas de índole anglosajón. "Lo concreto es que
hoy existe un sincretismo religioso que se produce a nivel del símbolo
y del rito, y no a nivel del "lagos" o en la coherencia de las creencias
(el logos no puede abarcar al símbolo y si lo hace lo transfom1a en
signo)" (p.121). "Por úhimo, los símbolos sagrados se articulan no
en el logos sino en el riw" (p.123).
Quinto, el sincretismo religioso mapuche se habría producido
en el plano del símbolo tanto con Ja religiosidad católica, como co n la
protestante así como con la piedad campesina y otras expresiones
religiosas populares. "Así, -nos señala el autor- no es extraña la
presencia de numerosos mapuches en las grandes peregrinaciones y
fies1as religiosas campesinas( .. .) ni tampoco la presencia de toda una
serie de símbolos cri s<ianos en los riws de l NGU lLLATUN y
MACHlTUN" (p. 120). Esws, habrían sido rein <erpre<ados, de
acuerdo a su calidad pol isémica. Ello explicarla, a su vez, la inserción
de los mapuche e n dos constelaciones religiosas específicas: la
católica popu lar campesina y la pcntecostal. En la pri mera destacan Ja
imbricación e n un calenda rio que sigue e l ciclo agríco la y la
celebración festiva de ciertos rituales de veneración e interseción por
medio de la Virgen y los San<os. "El calendario religioso mapuc he se
ensambla con el de la religiosidad popular campesina, com pa rt iePido
ambos su sentido ri tua l, comunitario y feslivo. Son esias dimensiones
las que posibili rnn e l encuentro; pero, también y en menor grado, la
simbólica de la Virgen y de los Santos como mediadores equivalen res
a los an<epasados entre los mapuches" (p.111). Pero, <ambié n, el
au1or reconoce lu reahzac1ón de cultos alternalivos a los católicos
como la peregrinación a Piedra Santa, en. el día de San Scbastián (id.)'.
En el segundo, el pentecostahsmo, 1ambién se daría una
continuidad con el culto tradicional en el plano del rito, ya sea en la
comprensión de la divinidad como en la legitimación del Lrabajo.
Según Foerster, "la presencia del pcntccostalisrno evidencia un hecho
fundamental: enlre los mapuches, como en Ja religiosidad popular, lo
que convoca, en últi ma instancia, son los ritos. Sólo en es1e plano el
NOTAS Y RES~AS 131
los estudios del mundo indígena chi leno y lectores en general. Más
que observac iones específicos sobre cnda una de lns tesis en unci adas
por e l autor, hay que reco nocer su ni vel de coherenc ia, la capacidad
de npunrnr a los nudos centrales de la d iscusión y, po r sobre todo,
que e ll as dicen más de lo q ue fo rmalme nte seña la n. Es e n es ta
condic ión de dcspert;u la re íle xión, de asumir un mundo en sus
mú h iples relac iones, de soñar la c ultura y e l pasado, do nde se
enc uentra, sin d udas, su mnyor riqueza.