Вы находитесь на странице: 1из 5

CONCEPCIÓN SENDÍN

DIAGNÓSTICO PSICOLÓGICO

PRIMERA FASE DEL PROCESO DIAGNÓSTICO: LA ENTREVISTA INICIAL

El proceso diagnóstico comienza por la primera entrevista. La entrevista ha sido y sigue


siendo el instrumento más extendido y utilizado por los psicólogos. Su uso es habitual en
tareas que van desde la investigación hasta la práctica. Actualmente, están disponibles varios
programas en los que se han almacenado series de preguntas e instrucciones de tal manera
que es la computadora la que entrevista, planteando cuestiones al sujeto y según sus
respuestas, sigue un sistema lógico de árboles de decisión para escoger la próxima pregunta.
Las ventajas de su uso son: economía del tiempo, flexibilidad de aplicaciones, creaciones de
situaciones estándar, posibilidades de almacenar información. Limitaciones: no registran
información verbal, no exploran matices de los síntomas psíquicos, no son aplicables a niños
muy pequeños.

En las entrevistas personales el evaluador registra, selecciona, integra, contrasta y elabora


todas las informaciones que considera relevante.

Una entrevista psicológica es una relación interpesonal, con roles más o menos prefijados y
objetivos específicos, en cuyo estudio se analizan muchos tipos de información, entre los que
se destacan los datos derivados de la observación de la interacción. De este modo, el
comportamiento de las personas observadas solo puede ser entendido en términos de su
relación con otras que ejercen influencia en el mismo campo social, incluido el observador,
que es un elemento interactivo más.

El contenido de una entrevista se refiere tanto a los datos proporcionados por los
entrevistados como a las intervenciones específicas del entrevistador y a la interacción mutua.
Gran parte del contenido se transmite verbalmente pero también hay mensajes no verbales.
El entrevistador realiza dos acciones: observación e interacción con el fin de alcanzar los
objetivos predeterminados. Pueden darse dos situaciones: 1. Una observación participante
donde el observador forma parte del contexto. 2. Una situación de prueba donde un
individuo debe resolver una tarea compleja.

Todo ocurre en un marco prefijado.

La fiabilidad de una entrevista viene determinada por la correlación de los juicios que varios
entrevistadores obtienen sobre un mismo sujeto. Factores que aumentan la fiabilidad: mayor
estructuración en la entrevista y mayor experiencia del entrevistador. Las entrevistas muy
estructuradas si bien presentan ventajas también tienen limitaciones en lo que refiere a la falta
de flexibilidad para registrar otros aspectos ya que puede mermar la fluidez de intercambios.

Los errores más comunes en la conducción de una primera entrevista suelen proceder de tres
fuentes principales: 1. Sesgos en la lectura de la información disponible (dar mucho peso a las
primeras impresiones, detenerse en un aspecto, aferrarse a ideas preconcebidas), 2.
Inseguridad profesional del entrevistador (temor a hacer algo mal o temor a no captar datos
importantes, por eso es buena hacer una preparación), 3. Estereotipos comunes (ítems que se
intentan alcanzar a toda costa y generan ansiedad si no se logran).

Luego de haber realizado una primer entrevista, habrá que enfrentarse con la dificultad de
establecer conexiones, contrastar hipótesis y obtener conclusiones.

En una entrevista tiene que haber además: una escucha atenta y un aplazamiento de la
integración de informaciones y contraste de hipótesis. Estas capacidades se van adquiriendo
con la experiencia. Tampoco se corresponde con la realidad la idea de que el entrevistador
pueda ser una figura totalmente neutra. El profesional interactúa de manera constante, verbal
y no verbal. Los datos con significado psicológico surgen de una observación participante de la
relación interpersonal.

El grado de estructuración de la entrevista depende de los objetivos que se persiguen y de


determinadas características del entrevistado y entrevistador. El grado de estructuración no
resulta esencial, siempre que se garantice el logro de los objetivos. En la mayoría de los casos,
se adecúa mejor la entrevista semi-estructurada, donde los sujetos tienen suficiente libertad
para exponer sus problemas y a su vez el entrevistador interviene en determinados momento
para centrar los temas, inquirir sobre aspectos pocos claros, asegurar el cumplimiento de los
objetivos. Se recomienda seguir una secuencia donde se comience con una técnica más
directiva, dejar fluir la información más libre, volver hacia el final con una actitud más activa y
por último aportar un breve resumen como conclusión. El primer momento sería más
directivo, seguido de dos momentos más libres y el último nuevamente directivo. El hecho de
que se deje lugar a la espontaneidad no significa que se trate de un encuentro informal.

Sea cual sea el criterio que se elija, resulta obvio que la entrevista (como todo instrumento
diagnóstico) requiere de un análisis previo de la tarea y un marco organizativo encaminado a
sistematizar su cumplimentación. De este modo, la labor principal en la preparación de una
entrevista consiste en definir qué se intenta lograr con ella, qué objetivos son prioritarios, y en
función de ellos cómo se va a planificar el encuentro, teniendo en cuenta el tiempo limitado
que se dispone.

Hay situaciones específicas que se refieren al hecho de que el entrevistador puede no manejar
con facilidad el idioma y la cultura, lo que puede llevar a interpretaciones erróneas. Otra puede
ser cuando en los sujetos hay dificultades por déficits lingüísticos o sensoriales. Se puede
plantear la entrevista con el apoyo de un intérprete. Debemos tener en cuenta, que este no es
una máquina que convierte el lenguaje instantáneamente captando el significado exacto,
debería poseer conocimiento no sólo de ambos idiomas sino de ambas culturas, y por último el
intérprete pasa a formar parte del campo interactivo.

Sistemas de registro de información: 1. Recurso a la memoria del entrevistador (puede jugar


malas pasadas por no recordar luego datos concretos o incluso deformarlos). 2. Grabaciones
magnetofónicas y filmaciones (es un artefacto que al entrevistado le puede resultar incómodo,
no registra comunicaciones no verbales, su transcripción lleva tiempo, costo económico,
permiso expreso de los sujetos). 3. Toma de notas escritas (sigue siendo lo más práctico y
sencillo a pesar de que cuenta con limitaciones. Estas notas ayudan a seleccionar, simplificar y
organizar información, representan un sistema aceptado por los sujetos, no suponen la
inclusión de artefactos. La toma de nota continua también puede traer inconvenientes. La
toma de nota puede distraernos de la situación, merma de la escucha atenta, la toma de notas
también tiene sesgos. Se trata de registrar lo imprescindible sin necesidad de desplazar
significativamente la atención.) Cada profesional elegirá aquel medio que le resulte más
cómodo y útil.

Fases de la entrevista.

1. El comienzo: puesta en marcha de la relación interpersonal que requiere de una


presentación sencilla (informando el nombre y la función, describiendo el proceso, su
encuadre, los objetivos y límites). Todo debe darse en forma interactiva. Se puede indagar al
sujeto sobre lo que piensa o sienten por estar allí, o explorar motivos de consulta. Aclarar
expectativas, reducir la incertidumbre, favorecer la motivación, crear una atmósfera propicia,
postura de atento interés por parte del evaluador. El entrevistador puede tener fuentes de
malestar que tienen que ver con que carece de repertorios de actuación previos, va a tratar
con un desconocido problemas muy personales.

Hay un primer momento de transición. Entre la fase de comienzo y la de desarrollo de la


entrevista, que es cuando se ha terminado la presentación y se comienza a hablar sobre los
problemas actuales.

2. El desarrollo de la interacción. Comienza con un abordaje más personalizado de las


circunstancias que llevaron al sujeto a solicitar el diagnóstico. El entrevistador puede guiar la
comunicación pero empieza a dar mayor lugar a la espontaneidad de los intercambios. Exige
una cuidadosa adaptación del entrevistador a las características de los sujetos. Se puede seguir
una secuencia que implica la situación actual (motivo de consulta, las reacciones al mismo, las
soluciones previas), información biográfica (datos evolutivos relevantes, antecedentes
personales y familiares, situación escolar o laboral), proyectos y planes para el futuro
inmediato.

Se suele empezar con el presente, luego de manera progresiva hacia los acontecimientos del
pasado y finalmente hacia una visión prospectiva de los sujetos acerca de lo que ellos anticipan
que puede ocurrir. Conviene seguir en las preguntas una regla que lleva de lo general a lo
específico, y de lo más personal hacia lo íntimo. Han de hacerse elecciones distintas frente a
sujetos distintos, algunos responderán con facilidad otros con menos. No existe una única
actuación, el evaluador deberá adaptarse a cada caso.

Segundo momento de transición. Sin introducir cortes bruscos para arribar a la conclusión del
encuentro. El entrevistador debe hacer este paso gradualmente dejando de preguntar,
evitando sacar nuevos temas y permitiendo que los sujetos terminen de hacer sus
comentarios.

3. La terminación. Hacer un escueto resumen descriptivo del grueso de la información


intercambiada. Puede durar aproximadamente de 10 a 15 minutos. El momento de poner fin
también depende de la sensibilidad y experiencia del profesional. Las interrupciones abruptas
son negativas. Hay entonces que resumir brevemente de manera descriptiva y no
interpretativa las dificultades expresadas y señalar lo que se piensa hacer a continuación para
buscar soluciones.

Cada sujeto o grupo familiar que solicita un psicodiagnóstico constituye una entidad única e
integra una diversidad de aspectos patológicos y saludables de una forma peculiar e
irrepetible. Tales peculiaridades interactúan con las propias del entrevistador. El éxito o
fracaso en el cumplimiento de los objetivos de una entrevista depende de la experiencia pero
también de la claridad con que el evaluador haya podido conceptualizar previamente.

Objetivos: El establecimiento de un clima facilitador de la comunicación (el entrevistador debe


dejar tiempo para que se vayan sintiendo menos amenazados por la situación y puedan ir
comprometiéndose poco a poco), la obtención de una perspectiva histórica de la vida del
sujeto (comprender antecedentes y factores relevantes, aspectos como el grado de
cooperación y sinceridad, las propias conceptualizaciones de su problema, selección de
acontecimientos biográficos que pudieran haber generado un malestar significativo,
información también sobre aspectos positivos), la percepción de los sujetos tal y como se
presentan (datos fenomenológicos como la vestimenta, los gestos, la composición del grupo
familiar, la manera de comunicarse, los cambios en la comunicación. Estos datos se integran
también con el nivel de concienca, la orientación es espacio y tiempo, las distorsiones del
pensamiento), el registro de las modalidades de comunicación (qué, cómo, cuándo verbaliza.
Los estilos del lenguaje, qué secuencia elige para hablar, cuáles son sus opiniones. El lenguaje
no verbal, los gestos, la postura, la existencia de algún código comunicativo, expresiones
afectivas), el estudio del sistema relacional (roles, la presencia de “papeles”, las respuestas de
los mismos, tipos de vínculos, cuáles son las modalidades de relación, si las descripciones de
las mismas concuerdan, si existen alianzas, si aparecen conflictos, grados de tolerancia al
desacuerdo, si habla solamente un miembro), el análisis de la demanda (delimitar el problema
integrando las variables del entorno en el que se produce. Tener en cuenta condiciones
sociales y ambientales, relaciones actuales y del pasado. La decisión familiar o individual de
solicitar la ayuda de un profesional es el resultado de un complicado proceso condicionado
culturalmente e influido por la disponibilidad y tipo de servicios que ofrece una comunidad.

, la selección de las pruebas idóneas para completar la exploración (

Formato mínimo de exploración biográfica: 1. Nacimiento, lactancia y primer año de vida


(embarazo y parto, hábitos alimentarios, pautas de maduración) 2. Primera y segunda infancia
(desarrollo evolutivo acorde a la edad cronológica, adaptación a la escolaridad, relaciones
sociales, características del comportamiento) 3. Adolescencia (inicio y circunstancias de la
pubertad, relaciones con iguales y adultos, adaptación escolar, sexualidad) 4. Vida adulta (la
profesional, la familiar, la social). Se investigan también el hecho de haber tenido accidentes,
enfermedades, perdidas afectivas, eventos estresantes. Antecedentes personales (nivel de
ajuste previo al episodio actual, presencia de problemas psíquicos en otros momentos,
tratamientos anteriores) y antecedentes familiares (miembros de la familia con problemas
psíquicos, enfermedades crónicas, dificultades que alteran la convivencia).
Guía para la confección de una historia clínica: Datos del sujeto en relación a su familia de
origen (lugar que ocupan sus hermanos, edad y profesión de los padres, tipo de convivencia
actual), situación actual (motivo de consulta, tiempo que llevan manifestándose los problemas,
intentos previos de solución, tipos de derivación, nivel de ajuste previo), antecedentes
personales y familiares, datos relevantes del desarrollo evolutivo, peculiaridades biográficas y
modalidad de resolución de problemas, intereses y actitudes (aficiones, actividades sociales,
aspiraciones y logros). Según se va recopilando esta información, el individuo y/o sus padres
aportan simultáneamente muchos otros mensajes analógicos a través de su aspecto general,
apariencia, gestos, expresiones faciales, actitudes.

A la hora de tomar la decisión de solicitar ayuda psicológica existen en una relación


dialéctica aspectos socio-demográficos, modelo sanitario y escolar, patrones culturales,
características personales del individuo y su familia. El motivo de consulta no es un concepto
simple y unívoco (es una conducta que preocupa a un sujeto, a padres o personas ajenas a la
familia. Se puede señalar uno o varios problemas), la demanda implica con frecuencia a
personas ajenas al grupo familiar (la solicitud de ayuda en muchas ocasiones viene de otros
profesionales), la demanda debe inscribirse en un contexto y en la historia de cada sujeto (la
duración del problema, la extravagancia de los síntomas, la presencia de disfunciones, los
intentos previos de solución).

Selección de pruebas idóneas. Hay que considerar las áreas que requieren exploración, cuáles
son las que mejor se adecúan a las características y necesidades del caso, en qué secuencia se
van a aplicar. Además hay que elegir las pruebas buscando el punto óptimo entre las
polaridades exceso/defecto, ni aplicar varias que aporten información repetitiva y abundante,
ni deja de explorar aspectos significativos para la contrastación de hipótesis, la mejor
comprensión del sujeto y la planificación de la intervención.

Existen tres grandes áreas del funcionamiento psicológico: Aspectos intelectuales, aspectos
de la personalidad, campo de las relaciones sociales. Dentro de estas áreas pueden
diferenciarse múltiples aspectos y niveles de exploración. Ante cada evaluación debemos tener
en cuenta aspectos como la edad del sujeto, la presencia de algún tipo de excepcionalidad, la
disponibilidad de baremos adaptados a la población de referencia, el grado de motivación para
ejecutar un test de longitud o dificultad considerables. Hay técnicas que a pesar de su extenso
rango de aplicabilidad son cuestionadas porque no se adaptan a las características de la
persona evaluada, o porque se requiera un contraste de sus medidas en algunos aspectos.

Si una entrevista inicial ha cubierto razonablemente todos los objetivos, se puede pasar a la
segunda fase de la evaluación. En el caso de que se decida hacer una segunda entrevista, esta
ha de ser mucho más estructurada, el evaluador ha de prepararla con sumo cuidado, ser más
directivo que en la primera y conducirla para aclarar dudas, completar información, y cubrir los
objetivos que no se pudieron alcanzar en la anterior. Entre los objetivos de la entrevista inicial
no se incluye el de obtener conclusiones diagnósticas. Se trata entonces, de acumular
información, que habrá que ir procesando detenidamente en fases posteriores.

Вам также может понравиться