Вы находитесь на странице: 1из 37

2.

Planteamiento del problema


2.1 Realidad problemática
Las noticias del día a día, siempre tienen presente al cogotero del día
que cometió un ilícito penal en cualquier esquina o plaza, siendo así la
prensa al ejercer presión sobre el Congreso y éste -cumpliendo su
función de aplicación del Derecho Penal simbólico- con su acostumbrada
criminal política, reorganizando de forma desproporcionada la penas, de
manera especial en los delitos tradicionales, dejan la tarea a nuestros
jueces y doctrinarios interpretar las leyes penales dadas.
En esta ocasión existe una preocupación porque al tener leyes
desproporcionadas en los delitos de hurto agravado, no se interpreta
de forma sistemática la doctrina en Derecho Penal - Parte General y
Especial; y de igual manera nuestras leyes.
La respuesta a esta práctica se da quizás porque “Uno de los mitos más
comunes en la Policía Nacional, en el periodismo y en la ciudadanía en
general es que el problema para enfrentar la delincuencia se da
porque las leyes son muy blandas y no permiten detener y sancionar
severamente a los infractores”
En la actualidad en el Perú estamos asistiendo a una interpretación
contradictoria del principio de legalidad, respecto de la aplicación de los
artículos 444°, 185° y 186° del CP, para interpretar la relevancia de la
cuantía como elemento del delito de hurto agravado.
Se aprecia en nuestra doctrina “la existencia de una voz mayoritaria” que
afirma que en los delitos de hurto simple y agravado no existe una
total dependencia, sino que por el contrario se aprecia un margen de
autonomía operativa, pudiéndose incluso exceptuar así en el delito de
hurto agravado el referente pecuniario que otorga sentido jurídico al
hurto básico
Al identificar el problema nos hemos preguntado si para tipificar el delito
de hurto agravado, debe sobrepasar el monto de lo sustraído a una
remuneración mínima vital, para así configurando el tipo base del
hurto, recién poder evaluar las circunstancias agravantes que lo tipifican
como tal; o para su tipificación, aún cuando su tipo base está regulado
por el artículo 185º del Código Penal, se debe excluir el criterio

1
cuantitativo, es decir, el valor de los bienes sustraídos dado que las
circunstancias agravantes que concurren para su perpetración, excluyen
la aplicación del artículo 444º del Código Penal
Problema planteado teniendo en cuenta que debido a la existencia de
criterios contrapuestos tanto en la doctrina como en la jurisprudencia y
en contraposición a los alcances del principio de seguridad jurídica, se
estén emitiendo resoluciones contradictorias en los diversos órganos
jurisdiccionales y aún en Segunda Instancia, existan votos discrepantes,
cuando se trata de establecer en qué circunstancia una determinada
conducta constituye hurto agravado y cuándo esta misma conducta
puede constituir una simple falta contra el patrimonio.
El principal argumento para admitir esta interpretación es dado por Rojas
Vargas señalando que: “el argumento que explica esta exclusión del
referente pecuniario racionalizador, hállese en una diversidad de
factores: pluriofensividad de la acción típica circunstanciada, notable
disminución de las defensas de la víctima, criterios de peligrosidad y
valoraciones normativas. La resultante ofrece la siguiente lectura: más
que el valor referencial del bien, lo que interesa en el hurto agravado es
el modo como se realiza la sustracción – apoderamiento”.
Otro sector de nuestra doctrina afirma que en irrestricta aplicación del
principio de legalidad, antes de calificar la agravante en el delito de
hurto, resulta necesario establecer si en el hecho concreto concurren
todos los elementos objetivos y subjetivos del hurto previsto en el
artículo 185° del Código Penal, en ese sentido, primero debe
establecerse si el valor económico de lo hurtado supera el monto que
exige el artículo 444° del Código Penal.
2.2 Definición del problema
Para estar ante una figura delictiva de hurto agravado, en nuestro actual
sistema penal con leyes desproporcionadas y ante criterios
contrapuestos tanto en la doctrina como en la jurisprudencia, con un
margen de autonomía operativa; se requiere la presencia de la totalidad
de elementos típicos de la configuración del tipo base de hurto, menos
del elemento del “valor pecuniario” indicado expresamente solo para el
hurto simple por el Código Penal Peruano.

2
2.3 Formulación del problema
¿Determinar porque ante la desproporcionalidad de leyes, margen de
autonomía operativa, configuración del tipo base de hurto, criterios
contrapuestos en nuestro sistema para la tipificación del hurto agravado
en el Código Penal Peruano, no se incluye el valor pecuniario?
3. Objetivos
3.1 Objetivo general
Determinar como la exclusión del valor pecuniario en la cuantía en el
delito de hurto agravado en el Código Penal Peruano genera
controversia dentro de la norma penal en el Perú
3.2 Objetivos Específicos
 Analizar jurídicamente el artículo 444 del Código Penal Peruano en lo
referente al hurto simple y agravado, si tienen entre sí determinadas
relaciones internas
 Explicar el Principio de Legalidad y el de Tipicidad en relación al
artículo 444 del Código Penal Peruano referente al hurto simple y
agravado
 Demostrar las doctrinas jurídicas referentes al artículo 444 del Código
Penal Peruano en relación a la cuantía en las faltas contra el
patrimonio
 Analizar jurisprudencialmente el artículo 444 del Código Penal
Peruano en lo referente al hurto simple y agravado
 Determinar una propuesta jurídica que posibilite la aplicación correcta
de la cuantía en las faltas contra el patrimonio en el Perú.
4 Justificación
Esta investigación es importante porque en el Perú la práctica judicial,
así como nuestra doctrina, existen leyes desproporcionadas que están
generando un grave problema, como es el enfrentar a la delincuencia
La existencia de criterios contrapuestos en los delitos de hurto simple y
agravado posibilita que no exista una total dependencia, un margen de
autonomía operativa, y esto resulta necesario analizar porque el
Principio de Legalidad, orienta el desarrollo del Derecho Penal, y permite
que todo ciudadano conozca con la debida anticipación y precisión

3
cuáles son las conductas que están prohibidas y se encuentran
amenazadas con la imposición de una sanción y cuáles son
comportamientos lícitos.
Para los operadores del derecho, la configuración del tipo base del hurto,
la exclusión del valor pecuniario en la cuantía en el delito de hurto
agravado en el Código Penal Peruano genera controversia, problemas
para interpretar y, después, aplicar lo normado en el Código Penal
Peruano. En ese sentido considero que la presente investigación es un
aporte sobre el tema y contribuye para una correcta interpretación del
tipo base del hurto y del valor pecuniario en la cuantía en el delito de
hurto agravado

5. Marco de referencia
5.1 La Cuantía
5.1.1 El principio de legalidad y la no aplicación de la cuantía en el
delito de hurto agravado.
Para efectos de dilucidar la controversia surgida a partir de las
posiciones antes descritas es necesario recurrir al tratamiento que brinda
la doctrina a determinadas instituciones jurídicas y político-criminales. En
primer lugar, es menester precisar que el principio de legalidad (nullun
crimen, nullun poena sine lege) en el derecho penal excluye la
posibilidad de crear delitos, aplicar penas o agravarlas sin la
correspondiente previsión legal emanada de manera válida. A partir del
principio antes mencionado surge el tipo como instituto jurídico-penal,
que contiene en esencia la descripción de la conducta concreta que el
legislador ha decidido sancionar como delito.
Ahora bien, precisamente bajo los parámetros del principio de legalidad
debe quedar establecido que, si bien el artículo 444º del C.P. establece
de manera expresa que cualquiera de las conductas previstas en el
artículo 185º del C.P. cuando la acción recae sobre un bien cuyo valor
no sobrepase una remuneración mínima vital será considerada como
falta contra el patrimonio, la regulación establecida en el artículo 444º del
C.P. también alcanza al Hurto Agravado en cuanto delimita al bien
mueble objeto de falta como aquel que no supera una remuneración

4
mínima vital, siendo que en el supuesto contrario se constituirá como
objeto de delito.
Lo anterior se explica en la medida que el artículo que contiene las
circunstancias agravantes (artículo 186º del C.P.) no tiene ninguna
descripción de la conducta típica, requiriendo su aplicación una
necesaria configuración del tipo básico, lo cual por cierto abarca el
monto de lo ilícitamente sustraído (objeto del delito). Una situación
contraria requeriría contrariamente una configuración expresa (de lege
ferenda) en el sentido que cuando concurran circunstancias o medios
que den gravedad al hecho la falta contra el patrimonio será considerada
como delito, tal como lo prevé la parte in fine del primer párrafo del
artículo 441º para las faltas contra la persona, pues una interpretación
de esta norma (de lege lata) en este sentido implicaría la vulneración de
la lex certa, por ser una aplicación por analogía in malam partem, la cual
reclama que el intérprete se sujete lo más estrechamente posible al texto
dado por el encargado de sancionar las leyes. Por tanto, bajo los
parámetros del principio de legalidad, debe descartarse la primera
posibilidad interpretativa, pues no debe confundirse principio de
legalidad con literalidad en la interpretación 1.
Se sostiene que el criterio cuantitativo que distingue a estas infracciones
(faltas contra el patrimonio) de los delitos está dirigida de manera
expresa para dos tipos penales, lo que quiere decir, que sólo dichas
conductas básicas requieren que el quantum del bien patrimonial sea
mayor a una remuneración mínima vital para considerarlo como delito;
por tanto, este precepto legal, no alcanza ni puede comprender al tipo
penal de hurto agravado, porque este tipo penal, a causa de las
circunstancias agravantes que presenta, reclama un mayor reproche
penal, por cuanto “objetivamente para estar ante una figura delictiva de
hurto agravado, se requiere la presencia de la totalidad de elementos
típicos del hurto básico, menos del elemento “valor pecuniario” indicado

1
CANCHO ALARCÓN, Rafael Elmer LA CUANTÍA EN EL DELITO DE HURTO AGRAVADO:
Un análisis crítico sobre el Acuerdo Plenario N.° 04-2011/CJ-116 y los fundamentos de la
necesidad de sobrepasar la Remuneración Mínima Vital para la configuración del Hurto
Agravado. Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)

5
expresamente sólo para el hurto simple por el artículo 444 del Código
Penal”.
Así, Salinas Siccha2 sostiene que por el principio de legalidad no se
exige que el valor del bien mueble sustraído deba sobrepasar el criterio
cuantitativo señalado en el artículo 444 de Código Penal, aclarando que
el argumento que explica la exclusión del referente pecuniario
racionalizador, siguiendo a Fidel Rojas Vargas 3, se halla en una
diversidad de factores: pluriofensividad de la acción típica
circunstanciada, notable disminución de las defensas de la víctima,
criterios de peligrosidad por parte del agente y valoraciones normativas;
concluyendo, que lo que interesa en el hurto agravado es el modo cómo
se realiza la sustracción o apoderamiento; existiendo jurisprudencia que
refrenda esta posición, como la RNº 3446-2003. Callao del 16 de mayo
de 2004 emitida por la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema, sin
dejar de mencionar que constituye la actual posición adoptada en
mayoría por la Sala Penal de Apelaciones de Cusco.
5.1.2 La cuantía como elemento del delito de hurto agravado, en
estricta aplicación del principio de legalidad.
En una segunda posición se sostiene que el tema planteado en estos
casos está íntimamente ligada al principio de legalidad, el cual consagra
que sólo son delitos o faltas, aquellas acciones u omisiones que al
momento de su comisión se encontraban sancionadas como tal en la ley
penal; en ese sentido, se sostiene que “en irrestricta aplicación del
principio de legalidad, antes de calificar las agravantes resulta necesario
establecer si en el hecho concreto concurren todos los elementos
objetivos y subjetivos del hurto previsto en el artículo 185º del Código
Penal, en ese sentido, primero debe establecerse si el valor económico
de lo hurtado sobrepasa el monto de las cuatro remuneraciones mínima
vitales que exige el artículo 444º del Código Penal” 4.

2
SALINAS SICCHA, Ramiro. Curso de Derecho penal peruano. Parte especial III. Delitos
contra el patrimonio. Lima: IDEMSA. (2002)
3
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra el patrimonio: Hurto, Robo, Abigeato. Lima: Editora
Jurídica Grijley, Volumen I. (2000)
4
GÓMEZ TORRES, Iván La cuantía en el delito de hurto. -Un propuesta diferente- Lima Edit
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)

6
Esta postura tiene además por sustento el criterio jurisprudencial
contenido en la resolución Nº 000865-2006 emitida por la Sala Penal de
la Corte Suprema de la República de fecha 30 de marzo de 2007,
emitida por mayoría que establece: “…que en el caso concreto se imputa
al acusado Javier David Caqui Tapia, haber sustraído una bicicleta
montañera del inmueble del agraviado Alfonso Romero Mamani el día
catorce de junio del año dos mil cinco; que al respecto es de precisar
que, aparentemente, no se habrían cumplido con todos los elementos
objetivos del injusto típico básico de hurto, pues la legislación nacional
ha establecido como condición sine qua non de delimitación (el valor del
objeto de la acción)-diferencia cuantitativa-; que por consiguiente,
cuando el valor no sobrepasa una remuneración mínima vital estaremos
frente a una falta, frente al patrimonio y no a un delito, véase artículo
444° del Código Penal. Que, dentro de este concepto, se advierte una
presunta vulneración al principio de legalidad penal, en tanto, no se
había tipificado correctamente la conducta del encausado Javier David
Caqui Tapia, afectándose el Debido Proceso, por lo que en el caso a
revisar; que, dicha afectación se vincula directamente con el inciso 3 del
artículo 139° de la Carta Magna…”5.
Puede concluirse por tanto, que de acuerdo a esta jurisprudencia que
resuelve un proceso penal de hurto agravado, se debe tomar en cuenta
la cuantía. Sosteniendo además que el primer nivel para analizar
conflictos en materia penal es la distinción entre un delito y una falta, y si
se llega al convencimiento de que es delito, recién analizar si es la forma
agravada. Se hace mención a que la primera etapa de análisis es
determinar si la conducta imputada es delito de hurto para después
analizar si concurren los elementos objetivos del tipo agravado, toda vez
que el articulo 185º del Código Penal describe una conducta “aquel que
se apodera de un bien ajeno parcial o totalmente ajeno para obtener
provecho, sustrayéndolo del lugar en el que se encuentra”, lo cual
responde al concepto de tipo penal, en cambio el articulo 186º
consideran que no describe ninguna conducta ni supuesto de hecho,

5
PEÑA-CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal. Parte Especial. Delitos contra el
patrimonio. Lima: Editorial Rodhas, (2009)

7
pues se trata de una norma penal incompleta o dependiente, limitándose
a señalar que el agente será reprimido con determinada pena, por lo que
obliga a remitirnos a otra norma, en este caso al articulo 185º del Código
Penal, donde sí encontramos el supuesto de hecho del delito de hurto;
por tanto se concluye que el artículo 186º no es un tipo penal
independiente o autónomo.
Apreciamos que este tema, que en un momento únicamente fue una
controversia en la doctrina penal peruana, ha trascendido a la práctica
judicial, tornándose en un verdadero problema de interpretación
normativa, que redunda en aspectos mucho más trascendentes como la
predictibilidad judicial, a la que hemos hecho mención al inicio de esta
ponencia, y que pone en riesgo no solamente la seguridad jurídica sino
también la certeza y confianza en el ciudadano sobre la forma cómo es
que concebidos el delito de hurto agravado.
5.1.3 Primera posibilidad interpretativa: Autonomía del delito de
Hurto Agravado frente a la cuantía.
Existe cierto sector en la doctrina que considera, amparado básicamente
en el ‘principio de legalidad’, que para la configuración del delito de hurto
agravado no se requiere la presencia del elemento valor pecuniario (una
remuneración mínima vital), pues este estaría indicado por el artículo
444º del C.P. expresamente solo para el hurto simple y no alcanza ni
puede comprender al tipo penal de Hurto Agravado 6. Tal situación es así,
adiciona este sector doctrinario, por cuanto los Hurtos Agravados
constituyen modalidades específicas de hurto por el que, si bien su
estructura típica depende del tipo básico, conservan en relación con éste
un específico marco de autonomía operativa por una diversidad de
factores: pluriofensividad de la acción típica circunstanciada, notable
disminución de las defensas de la víctima, criterios de peligrosidad por
parte del agente y valoraciones normativas, con lo cual en el delito de
hurto agravado –más que el valor referencial del bien– interesa el modo
como se realiza la sustracción y apoderamiento.

6
CANCHO ALARCÓN, Rafael Elmer LA CUANTÍA EN EL DELITO DE HURTO AGRAVADO:
Un análisis crítico sobre el Acuerdo Plenario N.° 04-2011/CJ-116 y los fundamentos de la
necesidad de sobrepasar la Remuneración Mínima Vital para la configuración del Hurto
Agravado. Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)

8
Cabe precisar que, en relación a los diversos factores que generan el
marco de autonomía operativa, se establece que el artículo 186º del C.P.
involucra no sólo al bien jurídico patrimonio, sino a otros bienes jurídicos
de mayor connotación constitucional, tales como: La intimidad de la vida
personal y familiar, la protección de la persona contra el prevalimiento, la
forma de perpetración o la mayor agresión del patrimonio, la solidaridad
con la persona que padece una desgracia, la vulnerabilidad del viajero,
la pluralidad de agentes, entre otros, de tal manera que no puede
llanamente establecerse que la afectación a bienes jurídicos más
trascedentes que el patrimonio deban quedar como conductas impunes
o derivarlas hacia la configuración de tipos penales diferentes, única
posibilidad que quedaría si se acepta la estimación de un cuantificador
en el tipo agravado como sucede en el tipo base.
Esta postura ha sido asumida por la Sala Penal Permanente de la Corte
Suprema en el Recurso de Nulidad N.° 3446-2003-Callao, del 17 de
mayo del 2004, donde de manera somera se estableció que para la
configuración del delito de Hurto Agravado no es relevante el valor de los
bienes sustraídos, dado que las agravantes excluyen la aplicación del
artículo cuatrocientos cuarenta y cuatro del código acotado 7.
5.1.4. Segunda posibilidad interpretativa: Necesidad de superar la
Remuneración Mínima Vital para configurar el delito de Hurto
Agravado.
Contrariamente, existe otro sector doctrinario, que entiende que al
tratarse el artículo 186º del C.P. de una forma agravada, este debe
cumplir previamente con los elementos que toman lugar en la
construcción base de la figura en cuestión. En ese sentido, al ser el
delito de Hurto Agravado una forma circunstanciada del delito de Hurto
Simple, deberá reunir en principio los mismos elementos de tipicidad
penal que contiene el artículo 185º del C.P., incluido el monto del valor
del bien sustraído, de conformidad a lo establecido en el artículo 444º
del C.P8.
7
GÓMEZ TORRES, Iván La cuantía en el delito de hurto. -Un propuesta diferente- Lima Edit
Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)
8
CANCHO ALARCÓN, Rafael Elmer LA CUANTÍA EN EL DELITO DE HURTO AGRAVADO:
Un análisis crítico sobre el Acuerdo Plenario N.° 04-2011/CJ-116 y los fundamentos de la
necesidad de sobrepasar la Remuneración Mínima Vital para la configuración del Hurto

9
Seguidamente, se añade a esta posición, porque el bien jurídico
protegido en este delito es el patrimonio, de tal manera que su
configuración como tal requiere de la manifestación de una lesión
considerable o significativa al mismo, mientras que aquellas conductas
que no lo hagan deberán ser sustraídos del ámbito de punición como
delito, ello en atención a la opción político-criminal adoptada por nuestro
Código Penal, basada en los principios de última ratio y mínima
intervención, siendo que en dichos supuestos nos encontraremos frente
a una falta contra el patrimonio (de hurto).
Esta postura también ha sido asumida a nivel de la jurisprudencia, tal
como se puede apreciar en la Ejecutoria Superior recaída en el
Expediente N.° 807-07, del 18 de agosto del 2008, emitida por la Cuarta
Sala Especializada en lo Penal para Procesos con Reos Libres de la
Corte Superior de Justicia de Lima, que confirmando la sentencia de
primer grado consideró que, para la materialización del delito de hurto
agravado, se requiere: en primer término, que la conducta atribuida al
agente o agentes se encuadre en el tipo base del delito de hurto, el que
está contenido en el numeral 185º del Código Penal, necesariamente
concordante con el numeral 444º del mismo cuerpo legal, esto es, que
se trate del “apoderamiento ilegítimo de un bien inmueble, total o
parcialmente ajeno, cuyo valor sobrepase las cuatro remuneraciones
mínimas vitales (cuantía que corresponde al texto del precitado numeral
444º del Código Penal, vigente a la fecha de los hechos que se
incriminan), sustrayéndolo del lugar donde se encuentra, con la finalidad
de obtener provecho del mismo”; y en segundo término, que
adicionalmente concurra cualquiera de las causales de agravación
previstas en el numeral 186º del citado cuerpo legal.
Ahora bien, la misma Corte Suprema, por intermedio de la Primera Sala
Penal Transitoria, ha asumido en el Recurso de Nulidad N.° 1534-2005-
Lima, del 24 de enero del 2006, que la circunstancia agravante (que no
contiene conducta alguna) solamente será valorada si previamente se
cumplieron con todos los elementos objetivos y subjetivos del injusto
típico básico de hurto en cuanto aquí se describe la conducta –contenida

Agravado. Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)

10
en el artículo 185º del citado Código–; que dentro de este contexto debe
precisarse que el sólo despojo del dinero al agraviado no resulta
suficiente para establecer la concurrencia de la figura penal anotada –
como delito– en cuanto la legislación nacional ha establecido como
condición sine quanon de delimitación “el valor del objeto de la acción” –
diferencia cuantitativa–; que en tal sentido cuando el valor no sobrepasa
las cuatro remuneraciones mínimas vitales, entonces vigente, estaremos
frente a una falta contra el patrimonio –véase artículo 444º del Código
Penal–; que en este último caso el desvalor de la acción es idéntico al
delito de hurto en tanto se protegen también bienes y derechos que
integran el patrimonio y que son puestos en peligro por la inobservancia
de las normas establecidas en la ley.
5.1.5. La discusión de la cuantía en el delito de Hurto Agravado
como una discusión de la Teoría del Tipo.
La discusión planteada tampoco puede ser ajena al desarrollo alcanzado
en la dogmática penal respecto a la Teoría del Tipo, dentro de la cual se
considera al tipo como la descripción concreta de la conducta prohibida
hecha por el legislador y que en buena cuenta delimita el campo de lo
prohibido en el que interviene el Derecho Penal, acogiendo todos los
elementos que fundamentan el contenido material del injusto de un
determinado delito, siendo esta la consecuencia más valiosa del
principio de legalidad (reiteramos, uno de los principios pilares de
nuestro Estado de Derecho).
Esto es así, por cuanto una de las funciones del tipo (garantizadora)
permite al ciudadano un conocimiento seguro en cuanto al límite entre la
conducta sancionada y la atípica, obstaculizando el ejercicio arbitrario
del poder penal. Lo anterior va de la mano con la concepción de bien
jurídico, pues esta constituye la base de la estructura e interpretación de
los tipos, siendo el núcleo central y directriz en la formación del tipo.
En ese contexto, considerando que los tipos penales tienen múltiples
formas de manifestación, debe resaltarse la existencia de tipos que
señalan sus formas básicas (tipos base) y que derivan en otros (tipos
privilegiados y cualificados) determinadas circunstancias que van a
atenuar o agravar la antijuridicidad o culpabilidad; sin embargo, la regla

11
entre ambos es que a los segundos le son aplicables las reglas del tipo
básico, esto es, los elementos del tipo básico vuelven a entrar sin
modificaciones y con la misma interpretación en las cualificaciones.
Siendo ello así, la segunda posibilidad interpretativa muestra una
dogmática penal aplicada coherente, pues el objeto sobre el que recae
materialmente la acción típica (bien mueble) es un elemento del tipo que
el legislador ha decidido utilizar para la protección del interés jurídico
patrimonio, de tal manera que si este posee un valor mayor a una
remuneración mínima vital se habrá afectado dicho bien jurídico con una
intensidad tal que el hecho merece sancionarse como delito, pero si no
se sobrepasa dicho monto el hecho constituirá falta contra el patrimonio,
siendo este un parámetro de configuración del tipo que no puede
eludirse de manera alguna.
De otro lado, cabe resaltar que en la doctrina también existen los
denominados delitos autónomos, que no tienen ciertamente todos los
elementos de otro delito, es decir, no son casos agravados o atenuados,
sino tipos autónomos con su propio tipo injusto; sin embargo, hasta
donde alcanza nuestro conocimiento, no existe sector en la doctrina y la
jurisprudencia que reconozca la existencia de tipos penales cualificados
con cierto marco de autonomía operativa frente a los tipos básicos, salvo
quienes sostienen esta hipótesis interpretativa, contrariamente se ha
establecido (reiteramos) que el tipo básico vuelve a entrar sin
modificaciones y con la misma interpretación en la configuración de los
tipos cualificados, por lo que la misma debería ser dejada de lado al
mostrar un análisis asistemático del tipo penal.
5.1.6. La discusión de la cuantía en el delito de Hurto Agravado a
partir del Principio de Lesividad.
Habíamos referido que el bien jurídico constituye la base de la estructura
e interpretación de los tipos, siendo el núcleo central y directriz en la
formación del tipo, constituyendo así mismo el motivo y el límite del
derecho penal. En tal sentido, la presencia de diversos factores:
pluriofensividad de la acción típica circunstanciada, notable disminución
de las defensas de la víctima, criterios de peligrosidad por parte del
agente y valoraciones normativas, que generarían además el supuesto

12
marco de autonomía operativa, no es una cuestión exclusiva del delito
de hurto agravado, de tal manera que a lo largo del C.P. existen tipos
cualificados donde existen igual o similares factores que precisamente
por ello agravan los tipos básicos, v. gr. el delito de Daños Agravado
(artículo 206º del C.P.) en relación al delito de Daños Simple (artículo
205º del C.P.), pero aquellos no guían la configuración del tipo penal
básico, sino lo que lo realiza es el bien jurídico protegido 9.
Tal es así que, siguiendo la línea expositiva del acápite anterior, en el
delito de Daños Calificado no existe sector en la doctrina que establezca
que al no sobrepasarse la cuantía exigida por el tipo (una remuneración
mínima vital) el hecho constituirá delito al presentarse las circunstancias
cualificadas, manteniéndose el hecho contrariamente como faltas contra
el patrimonio, con lo cual la argumentación del sector que sostiene la
primera hipótesis muestra una incongruencia evidente, pues el artículo
186º del C.P. contiene sólo un catálogo de circunstancias agravantes y
no alguna descripción de la conducta típica que permita inferir que la
misma sea un tipo penal autónomo o con ‘relativa autonomía’, la cual
también la haría devenir en un tipo penal pluriofensivo, con lo cual se
puede asumir de manera consistente que el bien jurídico protegido es el
patrimonio, tanto en el tipo básico como en el tipo agravado.
5.1.7. La discusión de la cuantía en el delito de Hurto Agravado bajo
los parámetros de los criterios Político-Criminales que inspiran el
Código Penal de 1991.
Ahora bien, desde la política criminal que inspira nuestro Código Penal
(ultima ratio y mínima intervención), la segunda posición resulta más
coherente, en la medida que se sustrae del ámbito de punición
conductas que no manifiestan un grado de lesividad significativo al bien
jurídico tutelado, para el caso sub examine el patrimonio, máxime si el
valor del bien ha sido disminuido a una remuneración mínima vital. Una
situación contraria, manifestando que la falta de hurto ostenta un
carácter residual y que no aplica al hurto agravado, implica el

9
PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho penal. Parte general. Teoría del delito y de
la pena y sus consecuencias jurídicas. Lima Editorial Rodhas. S.A.C. (2007)

13
desconocimiento de este principio, empero además que las diferencias
entre delito y falta son esencialmente cuantitativas.
Adicionalmente, la exigencia del rechazo a la impunidad, para cuyo
efecto se trata de ejemplificar algunos inconvenientes prácticos, no
puede dejar de lado la posibilidad de aplicar otros tipos penales como la
violación de domicilio y asociación ilícita para delinquir, por ejemplo, y el
desconocimiento en el tratamiento de la tentativa –donde se trata de
considerar que existiría nula valoración del bien objeto de apropiación– o
de la existencia de tipos penales mono-ofensivos y pluriofensivos, siendo
que el Hurto pertenece al primero y el Robo al segundo 10.
Tal interpretación deberá ser así, salvo que se asuma una política
criminal expansiva de lege ferenda, tal como se percibe en el Proyecto
de Ley N.° 166/2011-CR existente en el Congreso de la República –
donde se propone dejar de lado el elemento cuantía para la
configuración del Hurto, tornándola en irrelevante, de tal manera que con
ello también se eliminará del Hurto como falta contra el patrimonio–, lo
cual por cierto es altamente discutible. Quizá una situación más
deseable sea plantear otra posibilidad de lege ferenda como tipificar las
conductas de faltas contra el patrimonio agravadas, a guisa de lo que
ocurre en las faltas contra la persona, para hacerlas devenir en delitos,
bajo el principio de proporcionalidad equiparable al hurto simple; o
también adoptar una fórmula como la consignada en el artículo 198º del
Texto del Anteproyecto de Ley de Reforma del Código Penal elaborada
por la Comisión Especial Revisora del Código Penal del Congreso de la
República, la cual establece que las circunstancias agravantes serán
aplicadas independientemente del valor del bien, donde quizá sea
posible admitir la existencia de un tipo penal con cierta autonomía
operativa.
Lo que debe resaltarse en todo caso, más allá de criterios político-
criminales o instituciones jurídico-dogmáticas, es que uno de los factores
que ha desencadenado el debate es la deficiente técnica legislativa o
mala redacción de los artículos 185º y 444º del Código Penal, pues al

10
ROY FREYRE, Luis E. "Derecho Penal – Parte Especial". Lima. Editorial Rodhas
Representaciones E.I.R.L. Segunda Edición. (1986)

14
tratarse de tipos penales correspondientes el monto del objeto de
sustracción debió estar precisado en ambos artículos, tal como sucede
en la legislación española; sin embargo, dicha omisión no ha sido óbice
para que la doctrina entienda que el monto del objeto de sustracción
forma parte de la tipicidad objetiva del delito de hurto simple, lo cual
consecuentemente debería ocurrir en el hurto agravado.
5.1.8. La incorrección dogmática y hermenéutica del Acuerdo
Plenario N.° 04-2011/CJ-116.
El Acuerdo Plenario in comento sostiene la autonomía del hurto
agravado respecto al hurto simple, pues para su configuración no
requiere que el bien alcance una cuantía superior a una remuneración
mínima vital, esto es, no se tiene que verificar la cuantía del objeto de
sustracción, basándose en la pluriofensividad de los bienes jurídicos
afectados. Esta postura respetaría el principio de legalidad, ya que el
artículo 444º del C.P. (que establece la cuantía como criterio
diferenciador entre la falta y el delito de hurto) solo se refiere al artículo
185º del C.P. y no al artículo 186º del C.P.), además de evitar la
impunidad de algunos supuestos, como el caso de una banda que
comienza a ejecutar el hurto de un bien de poca monta sin consumarlo,
cometerá una falta en grado de tentativa, lo cual no será punible
conforme al inciso 1) del artículo 440º del C.P.
En ese contexto, considerando lo expuesto hasta ahora, se puede
afirmar que la Corte Suprema desconoce, en el Acuerdo Plenario in
comento, que la configuración del delito de Hurto Agravado sólo es
posible si se configura el delito de Hurto Simple, incluyendo el valor del
objeto sobre el cual recae la acción típica, pues este se constituye en un
elemento constitutivo del mismo. En este sentido, muestra incorrección
dogmática al no explicar el motivo porque el Hurto Agravado es
autónomo u ostenta una autonomía relativa; además por no explicar
porque el mismo es pluriofensivo, dado que también expresa un
desinterés en el valor del patrimonio o en el grado de afectación al

15
mismo, indicando que el interés en la sanción de este delito es la
afectación de otros bienes11.
Asimismo, la Corte Suprema al adoptar el Acuerdo Plenario siguiendo a
un sector doctrinario y jurisprudencial igualmente incongruente, porque
desconoce que la cuantía o el valor del bien objeto de sustracción es un
elemento constitutivo del tipo básico y, por ende, del agravado, por lo
menos hasta que el legislador decida modificar el tipo agravado en otro
sentido. De tal manera que la omisión en la valoración de este elemento
implica una contradicción con la Teoría del Tipo y el Principio de
Lesividad, pero sobretodo con el principio de legalidad, a través de su
dimensión de lex certa, que en buena cuenta implica la prohibición de la
analogía in malam partem, incorrección hermenéutica en la que también
incurren los magistrados de las Salas Penales de la Corte Suprema.
No obstante lo anterior, cabe resaltar que el Acuerdo Plenario tiene un
voto singular suscrito por el Juez Supremo Víctor Prado Saldarriaga 12,
quien apartándose del criterio en mayoría establece (de lege lata) que el
artículo 186º del C.P. es un tipo agravado y como tal contiene un
catálogo de circunstancias agravantes en relación al artículo 185º del
C.P., de modo que no opera autónomamente. En tal sentido, solo podrá
configurarse el mismo cuando se sustraiga un bien mueble cuyo valor
sea superior a una remuneración mínima vital, siendo que los efectos
político-criminalmente indeseados que se estime acarrea esta tesis
deberán resolverse de lege ferenda.
Finalmente, el voto singular del Juez Supremo Prado Saldarriaga, tiene
la finalidad que los demás magistrados de la máxima instancia de
nuestro país cambien pronto de parecer, pues sólo es posible admitir lo
acordado por la Corte Suprema en este Pleno en una situación de lege
ferenda, tal como se planteó en un reciente Proyecto de Ley presentado
en el Congreso (Proyecto de Ley N.° 166/2011-CR), esto es, suprimir el
11
CANCHO ALARCÓN, Rafael Elmer LA CUANTÍA EN EL DELITO DE HURTO AGRAVADO:
Un análisis crítico sobre el Acuerdo Plenario N.° 04-2011/CJ-116 y los fundamentos de la
necesidad de sobrepasar la Remuneración Mínima Vital para la configuración del Hurto
Agravado. Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)
12
CANCHO ALARCÓN, Rafael Elmer LA CUANTÍA EN EL DELITO DE HURTO AGRAVADO:
Un análisis crítico sobre el Acuerdo Plenario N.° 04-2011/CJ-116 y los fundamentos de la
necesidad de sobrepasar la Remuneración Mínima Vital para la configuración del Hurto
Agravado. Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)

16
elemento cuantitativo para el delito básico y, consecuentemente, para el
tipo agravado, suprimiéndose también la falta contra el patrimonio (de
hurto), o por el contrario asumir la propuesta del Anteproyecto de Ley de
Reforma del Código Penal.

5.2. Hurto.
5.2.1. Generalidades
Debido que en la construcción de los delitos patrimoniales y en su
hermenéutica jurídica intervienen abundantes institutos de estricta
creación del derecho privado, siempre ha sido un problema a resolver
para el jurista del derecho penal, la interrogante de saber si los
conceptos de los institutos del derecho civil o comercial tienen el mismo
contenido cuando son utilizados en el campo del derecho punitivo, o en
su caso, tienen conceptos diferentes. En efecto, con el profesor Rojas
Vargas13 se concluye que en síntesis, de lo que se trata de saber es si el
Juez debe decir a términos tales como bien mueble, ajenidad, posesión,
dinero, valor, depósito, comisión, administración, propietario, prenda,
gerente, administrador, socios, etc., su significación de origen, vale decir,
el otorgado por el derecho civil, comercial o societario. O es que acaso
tales vocablos jurídicos adquieren un sentido especial propio cuando son
utilizados en la normatividad penal?
En la literatura penal encontramos hasta tres posiciones teóricas al
respecto14:
1.- Una primera que se etiqueta como civilista, monista o de la identidad,
por la cual se afirma que el derecho penal debe utilizar y aplicar los
mismos conceptos que otorga el derecho privado. Debe respetarse las
significaciones de origen, estando vedado al derecho penal recrear los
conceptos dados por el derecho civil.
2.- La segunda teoría denominada autónoma o independiente sostiene
que el derecho penal recibe los institutos creados por el derecho privado
pero en su aplicación le otorga un contenido particular de acuerdo a las

13
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra el patrimonio: Hurto, Robo, Abigeato. Lima: Editora
Jurídica Grijley, Volumen I. (2000)
14
ROY FREYRE, Luis E. "Derecho Penal – Parte Especial". Lima. Editorial Rodhas
Representaciones E.I.R.L. Segunda Edición. (1986)

17
exigencias de sus fines.
3.- La tercera teoría rotulada como mixta, ecléctica o integrad ora
sostiene que el derecho penal recepciona los conceptos elaborados por
el derecho privado y los aplica respetando su significado original, sin
embargo, cuando se presente conflictos lingüístico s no le está prohibido
al derecho penal recrear algunos conceptos por vía de interpretación
para un caso concreto.
De las tres teorías los juristas peruanos se han inclinado por la tercera,
es decir, por la mixta o ecléctica. Roy Freyre 15 afirma que los conceptos
e instituciones autónomas del Derecho Privado, en cuanto son utilizados
por la ley penal, deben ser entendidos desde una perspectiva publicista
que tenga en consideración el fin inmediato del derecho penal (especial
protección de concretos intereses comunes) y también su fin mediato
(paz social con justicia), sin olvidar lo que sostienen los teóricos
objetivistas, que los nuevos fenómenos jurídicos, económicos, políticos,
morales o técnicos imponen una interpretación de la ley desde aquí y
para ahora (interpretatío ex nune) y no con el sentido que las
expresiones legales tuvieron en pasadas circunstancias determinantes
de la actividad del legislador (interpretatío ex tune).
Por su parte, Peña Cabrera16 parafraseando al también desaparecido
español Quintana Ripollés17 sostiene que la solución ha de hallarse pura
y simplemente en saber elegir en cada caso concreto, bien la autonomía
institucional, bien la dependencia, rehuyendo posturas absolutas que de
antemano están abocadas al fracaso. En determinadas ocasiones
-continúa Peña Cabrera- los institutos jurídicos son efectivamente
idénticos en lo penal y en lo civil, pero en otras muchas requieren un
tratamiento aparte pese a la identidad léxica, que por lo mismo debiera
ser evitada prefiriéndose el uso de denominaciones distintas cuando las
cosas o ideas también lo sean.

15
ROY FREYRE, Luis E. "Derecho Penal – Parte Especial". Lima. Editorial Rodhas
Representaciones E.I.R.L. Segunda Edición. (1986)
16
PEÑA CABRERA, Raúl "Tratado de Derecho Penal" – Parte Especial I. Lima. Ediciones
Jurídicas. Segunda edición. (1994)
17
QUINTERO OLIVARES, Gonzalo Manual de derecho penal – parte general, Navarra, Ed.
Aranzadi. 2ª. Edición, 2000

18
En tanto que Rojas Vargas18 después de glosar las opiniones de Joan
Queralt, Ricardo Núñez, Alfredo Etcheverry, Roy Freyre, Bajo Fernández
y Francesco Antolisei, tomando posición considera correcta la teoría
ecléctica, integradora y teleológica. Al tratarse fundamentalmente de
problemas de interpretación y de semántica jurídica aplicada a los fines
superiores del derecho penal, la recreación de los términos extrapenales
-sean éstos normativos o naturales- sólo se legitima en función a dichos
fines y a las posibilidades de los usos lingüísticos que brinde el lenguaje.
Es más, el autor citado sentencia que al no tomarse en cuenta tales
presupuestos ocasionaría las siguientes indeseables consecuencias: a)
desbordar arbitrariamente las significaciones que brinda el idioma; b)
contradecir el principio de taxatividad de la ley; y c) incurrir en analogía.
Por nuestra parte, tomando postura y para efectos del presente trabajo
dogmático consideramos que la postura adecuada resulta ser la teoría
ecléctica o integradora, pero no en su sentido radical que sostiene que
cuando no coincida los conceptos creados por el derecho privado con
los utilizados por el derecho penal debe hacerse una recreación total de
las expresiones hasta el punto de darle un concepto diferente, sino en un
sentido moderado, esto es, si llega a determinarse que el concepto del
derecho privado resulta contrario a los fines del derecho punitivo, el
jurista, al momento de interpretar debe ampliar o restringir sus alcances.
Ello significa que el concepto seguirá siendo el mismo con la diferencia
que según el caso concreto para el derecho punitivo interpretativamente
el concepto será utilizado en su acepción amplia o restringida.
El problema es de interpretación de la ley penal, en consecuencia
corresponde al jurista u operador jurídico, haciendo uso de los métodos
adecuados, determinar en cada caso concreto si el término utilizado en
el tipo penal tiene el mismo concepto al otorgado por el derecho privado
o por el contrario, tiene otro sentido. Al concluir el intérprete que no
tienen el mismo significado, en el caso concreto, deberá recurrir al
concepto original para finalmente ampliar o restringir su contenido de

18
ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra el patrimonio: Hurto, Robo, Abigeato. Lima: Editora
Jurídica Grijley, Volumen I. (2000).

19
modo que no se oponga a los fines propios del Derecho Penal 19.
Si consideramos que el núcleo o base fundamental de un sistema
jurídico nacional lo constituye los lineamientos previstos en la
Constitución Política de determinado Estado, por razonamiento lógico
debe concluirse sin mayor inconveniente que en aras de construir o
enarbolar un sistema jurídico coherente, lógico y que tenga consistencia
interna, el legislador primero al construir las normas y el jurista después
al interpretarlas, tienen la obligación científica de lograr por medio de los
métodos de interpretación que los conceptos de los institutos jurídicos
tengan contenidos equivalentes o parecidos en todas las ramas del
derecho. Aquellos institutos sólo deben diferenciarse por sus efectos que
producen en el campo social en que son aplicados.
No encontramos razones consistentes que conceptos de instituciones
del derecho civil, comercial o tributario tengan contenidos diferentes en
el campo del derecho punitivo o administrativo. Alegar construir un
sistema jurídico coherente y después proponer conceptos diferentes
para institutos con denominación lingüística parecida dentro del mismo
sistema, resulta contraproducente y cuando no, pone al descubierto que
el sistema no tiene coherencia interna ni externa.
El argumento en el sentido que anteriormente se ha aceptado en forma
pacífica que los términos utilizados por el derecho punitivo no tienen
porque tener el mismo contenido o significado que los utilizados por el
derecho extra-penal, no debe significar que en la actualidad, sigamos
sosteniendo lo mismo. Ahora cuando el conocimiento avanza hacia lo
que han denominado los científicos globalización, teorías que cobijan,
guardan o proponen incoherencias internas de un determinado sistema,
no tienen cabida.
5.2.2 Evolución histórica
El bien jurídico protegido bajo esta rúbrica es el patrimonio; pero dentro
del patrimonio consideramos que lo específicamente protegido es la

19
CASTILLO ALVA, José Luís. Algunas consideraciones sobre el bien jurídico en los delitos
contra el patrimonio. En: Revista Peruana de Ciencias Penales. Edición Especial sobre el
Código Penal Peruano. Nos. VII-VIII. Lima: Idemsa, (2002)

20
posesión, si bien hay que reconocer que indirectamente resultará
lesionado el derecho de propiedad de la persona 20.
No obstante, si se parte de que el Derecho trata de resolver las zonas
conflictivas nacidas a la luz de las relaciones de los sujetos, el derecho
penal y la nueva criminología encuentran situaciones en la cuales la
figura del hurto resulta discutible.
Así existe un amplio sector de hurtos cometidos donde el poco valor
económico de la cosa sustraída debería remitir la resolución de estos
casos sólo a las vías civiles y/o administrativas. Incluso las propias
víctimas de estos delitos aducen generalmente razones pragmáticas
para no denunciar estos hechos, en la medida en que el perjuicio es
demasiado pequeño.
Por otro lado hay un ámbito de la realidad en que, por las características
del actual sistema económico, se dan facilidades respecto a la
apropiación de las cosas, así los llamados hurtos de supermercados o
hurtos de comercio, que por esto mismo, deberían quedar relegados a
las vías civiles y/o administrativas. También es importante precisar a
este respecto que hay una amplia cantidad de hechos que no
trascienden, dado que se solucionan por acuerdo de los sujetos
interesados, cuando el autor de la apropiación es descubierto,
circunstancia que sirve para aumentar la cifra negra de este delito. De
otro lado, esto incita a que los mismos comercios busquen sus propios
medios especiales de vigilancia.
Destaca también el hurto famélico o hurto del hambriento, hechos que
se explican por la existencia de desigualdades materiales abismales y su
no corrección por parte del Estado, y en la medida en que se
comprometen la existencia del sujeto. Tales hechos se intentan
solucionar aplicando el estado de necesidad –Art. 20, 4º CP-interpretado
en un sentido amplio. Cuando ello no fuera posible, y a efectos de
determinación de la pena, el juez debe acudir a lo dispuesto en el art.
46,6º CP, en la medida en que ha de tener en cuenta los móviles y fines
del sujeto que le impulsan a realizar los hechos delictivos.

20
VILLA STEIN, Javier. Derecho Penal. Parte Especial. II-A Delitos contra el patrimonio. Lima:
Editorial San Marcos, (2001)

21
No obstante y cuando el valor de lo hurtado no supere las cuatro
remuneraciones mínimas vitales, el código penal da salida a estas
situaciones considerando la existencia de una falta y no de un delito en
el art. 445,1º CP, donde se indica: “El que se apodera, para su consumo
inmediato, de comestibles o bebidas de escaso valor o pequeña
cantidad…”
5.2.3 Bien jurídico protegido.
El bien jurídico protegido bajo esta rúbrica es el patrimonio; pero dentro
del patrimonio consideramos que lo específicamente protegido es la
posesión, si bien hay que reconocer que indirectamente resultará
lesionado el derecho de propiedad de la persona 21.
No obstante, si se parte de que el Derecho trata de resolver las zonas
conflictivas nacidas a la luz de las relaciones de los sujetos, el derecho
penal y la nueva criminología encuentran situaciones en la cuales la
figura del hurto resulta discutible.
Así existe un amplio sector de hurtos cometidos donde el poco valor
económico de la cosa sustraída debería remitir la resolución de estos
casos sólo a las vías civiles y/o administrativas. Incluso las propias
víctimas de estos delitos aducen generalmente razones pragmáticas
para no denunciar estos hechos, en la medida en que el perjuicio es
demasiado pequeño22.
Por otro lado hay un ámbito de la realidad en que, por las características
del actual sistema económico, se dan facilidades respecto a la
apropiación de las cosas, así los llamados hurtos de supermercados o
hurtos de comercio, que por esto mismo, deberían quedar relegados a
las vías civiles y/o administrativas. También es importante precisar a
este respecto que hay una amplia cantidad de hechos que no
trascienden, dado que se solucionan por acuerdo de los sujetos
interesados, cuando el autor de la apropiación es descubierto,
circunstancia que sirve para aumentar la cifra negra de este delito. De
otro lado, esto incita a que los mismos comercios busquen sus propios
medios especiales de vigilancia.
21
SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra el Patrimonio. Lima: Editorial Iustitia, 4ª edición.
(2010)
22
PAREDES INFANZÓN, Jelio. Delitos contra el patrimonio. Lima: Gaceta Jurídica. (1999)

22
Destaca también el hurto famélico o hurto del hambriento, hechos que
se explican por la existencia de desigualdades materiales abismales y su
no corrección por parte del Estado, y en la medida en que se
comprometen la existencia del sujeto. Tales hechos se intentan
solucionar aplicando el estado de necesidad –Art. 20, 4º CP-interpretado
en un sentido amplio. Cuando ello no fuera posible, y a efectos de
determinación de la pena, el juez debe acudir a lo dispuesto en el art.
46,6º CP, en la medida en que ha de tener en cuenta los móviles y fines
del sujeto que le impulsan a realizar los hechos delictivos.
No obstante y cuando el valor de lo hurtado no supere las cuatro
remuneraciones mínimas vitales, el código penal da salida a estas
situaciones considerando la existencia de una falta y no de un delito en
el art. 445,1º CP, donde se indica: “El que se apodera, para su consumo
inmediato, de comestibles o bebidas de escaso valor o pequeña
cantidad…”
5.2.4 Artículo 185
Descripción legal.
El que, para obtener provecho, se apodera ilegítimamente de un bien
mueble, total o parcialmente ajeno, sustrayéndolo del lugar donde se
encuentra, será reprimido con pena privativa de libertad no menor de
uno ni mayor de tres años.
Se equiparan a bien mueble la energía eléctrica, el gas, el agua y
cualquier otra energía o elemento que tenga valor económico, así como
el espectro electromagnético.
Bien jurídico protegido.
Se protege el patrimonio, específicamente la posesión.
Tipicidad objetiva.
Sujeto activo puede ser cualquiera, a excepción del propietario del bien
por disposición expresa del Art. 185 CP al aludir a “.,.un bien mueble
total o parcialmente ajeno…” si es el propietario quien sustrae el bien
mueble, será autor de un delito de apropiación ilícita –art. 191 CP. Por

23
tanto, si pueden ser sujeto activo los condóminos y el copropietario
respecto de la parte del bien que le corresponde 23.
Puede ser cualquier persona, física o jurídica, que posea el bien mueble.
El comportamiento consiste en apoderarse ilegítimamente de un bien
mueble, total o parcialmente ajeno, sustrayéndolo de lugar donde se
encuentra. Por apoderarse se entiende toda acción de poner bajo su
dominio y disposición inmediata un bien que antes se encontraba en la
esfera de custodia de otra persona. Cuando se da el apoderamiento, el
sujeto tiene la posibilidad inmediata de realizar actos de disposición
sobre el bien, posibilidad de la que carecía antes de este
comportamiento al encontrarse dicho bien en la esfera de dominio del
poseedor.
El objeto material sobre el que recae este delito es un bien mueble. Por
bien mueble hay que entender todo objeto del mundo exterior con valor
económico, que sea susceptible de apoderamiento material y de
desplazamiento. El párrafo segundo del art. 185 CP equipara a bien
mueble – es decir asimila o comprende como bienes muebles a los
afectos del delito de hurto, aunque no son en esencia bienes muebles- la
emergía eléctrica, el gas, el agua y cualquier otra energía o elemento
que tenga valor económico, así como el espectro electromagnético.
Por lo tanto el concepto de bien mueble en el delito de hurto es un
concepto funcional y autónomo del derecho penal, que no coincide con
el concepto civil del mismo.
Finalmente cabe indicar que solo se considerará delito cuando la acción
recaiga sobre un bien cuyo valor sobrepasa las cuatro remuneraciones
mínimas vitales, en caso contrario, estaremos ante una falta contra el
patrimonio.
Si al momento de cometer el delito, el bien sobrepasara esta cantidad y,
en la investigación o antes de la sentencia, el bien ya no alcanza la
cantidad indicada, habrá que seguirse el procedimiento por faltas- Art.
386 y ss CP.

23
BRAMONT - ARIAS TORRES, Luis Alberto; GARCIA CANTIZANO, María del Carmen.
"Manual de Derecho Penal – Parte Especial". Lima Editorial San Marcos. Cuarta Edición (2006)

24
Tipicidad subjetiva.
Se requiere el dolo y, además, un elemento subjetivo del tipo, el ánimo
de lucro, que comprende la intención de apropiarse del bien (disponer
del bien como su propietario) y la de obtener un beneficio o provecho. Ej.
no concurriría ánimo de lucro en quien se lleva un abrigo de pieles de un
restaurante donde ha estado cenando creyendo que era suyo.
Grados de desarrollo del delito: Tentativa y consumación.
Según el momento en que se entiende apoderado del bien mueble, se
han expuesto las siguientes teorías24.
1. Contrectatio
El apoderamiento se produce al tocar el agente el objeto con su
mano. Esta tesis es demasiado amplia y podrá comprender simples
actos preparatorios.
2. Ablatio.
El momento consumativo exigiría el traslado de la cosa
aprehendida de un lugar a otro. Esta interpretación es demasiado
exigente ya que no es necesario que al cosa se saque del lugar
en que se encuentra para que una persona sea desposeída de
ella. Lo que sucede, por ej. con el huésped de un hotel que tiene
la cosa guardada en la valija de su habitación.
3. Hatio.
Se considera consumado cuando el bien es transportado por el
ladrón a un lugar seguro, previamente escogido, donde
permanece oculto y a salvo de la reivindicación del titular. Se
funda en el ocultamiento de la cosa. Esta teoría puede dar lugar a
consecuencias demasiado amplias, ya que esconder una cosa
puede constituir sólo un acto ejecutivo para el desposeimiento, así
por ej. quien deja en un supermercado una radio pequeña entre
unas toallas, para después llevársela sin que nadie lo note; o por
el contrario, puede dar lugar a una interpretación muy restringida,
ya que exige que se oculte la cosa, aunque el ladrón la pueda

24
BRAMONT - ARIAS TORRES, Luis Alberto; GARCIA CANTIZANO, María del Carmen.
"Manual de Derecho Penal – Parte Especial". Lima Editorial San Marcos. Cuarta Edición (2006)

25
tener a la vista de todos, Ej. quien sale de un supermercado
llevando puesto el abrigo que ha cogido.
Para la consumación no se requiere en ningún momento que el
sujeto activo haya efectivamente lucrado con su acción; basta con
la intención de obtenerlo.
Por lo anteriormente dicho, no hay inconveniente en admitir en el
hurto la tentativa, que tendría lugar, por ej. Cuando un sujeto entra
a una casa, destruye la caja fuerte y al sacar el dinero que
encuentra en ella es detenido en ese instante por la policía. No se
habrá consumado el delito de hurto, puesto que no se ha sacado
el dinero fuera de la esfera de custodia en la que se encontraba,
lo que impidió que pudiera disponer de él. De otro lado, desde el
momento en que el sujeto escaló la pared e la casa para hurtar,
ya hay tentativa de hurto, y no simples actos preparatorios.
Actos preparatorios serían vigilar la casa, esperar que las
personas salgan de la casa, traer a la casa instrumentos para
poder entrar, etc. a pesar de todo, hay que reconocer que hay
situaciones límites donde dependen de la interpretación de los
hechos el saber si el delito está en grado de tentativa o
consumado.
5.2.5 Artículo 186
Descripción legal.
El agente será reprimido con pena privativa de libertad no menor de tres
ni mayor de seis años si el hurto es cometido:
1. En casa habitada.
2. Durante la noche.
3. Mediante destreza, escalamiento, destrucción o
rotura de obstáculos.
4. Con ocasión de incendio, inundación, naufragio,
calamidad pública o desgracia particular del agraviado.
5. Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de
viajero.
6. Mediante el concurso de dos o más personas.

26
La pena será no menor de cuatro ni mayor de ocho años si el hurto es
cometido:
 Por un agente que actúa en calidad de integrante de una
organización destinada a perpetrar estos delitos.
 Sobre bienes de valor científico o que integren el patrimonio cultural
de la Nación.
 Mediante la utilización de sistemas de transferencia electrónica de
fondos, de la telemática en general, o la violación del empleo de
claves secretas.
 Colocando a la víctima o a su familia en grave situación económica.
 Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la destrucción
o rotura de obstáculos.
 La pena será no menor de ocho ni mayor de quince años cuando el
agente actúa en calidad de jefe, cabecilla o dirigente de una
organización destinada a perpetrar estos delitos.

Análisis de los agravantes.


Con pena privativa de libertad no menor de tres ni mayor de seis años:
En casa habitada.
El fundamento de la agravación radica en un posible riesgo para las
personas y en la lesión que sufre la intimidad de éstas dentro de un
determinado espacio físico. El principal problema que plantea esta
agravante es la definición de que se entiende por casa habitada. Ha de
realizarse una interpretación restrictiva, limitándola sólo al lugar donde
moran una o más personas. Se incluirán en estos casos las casas de
negocios o dependencias, siempre y cuando en estos lugares viva por lo
menos alguna persona como por ej el guardián.
La agravante no es de aplicación si el hurto tiene lugar en la casa donde
el autor habita, lo que tendría lugar por ej., si se sustrae la cartera a un
amigo que va de visita. Es indiferente si en el momento de realizar el
acto hay o no personas en la casa habitada. Discutible no obstante, es el
caso de las casas de temporada, como sucede con las casas que se

27
emplean solo en verano, permaneciendo todo el invierno deshabitadas 25.
En estos casos no se aplicaría esta agravante, salvo que el delito se
cometa en la temporada en que la casa esté habitada. Tampoco se
incluye en esta agravante las habitaciones de los hoteles, amenos que el
sujeto esté viviendo en él, ya que ha de haber cierta permanencia o una
estancia relativamente continuada en el lugar.
Durante la noche.
Es una circunstancia objetiva que implica una mayor facilidad en la
ejecución del delito para el sujeto activo y, correlativamente pone en una
situación de indefensión o inferioridad a la víctima. Pero habrá que tener
en cuenta que esta agravante se aplicará sólo cuando el sujeto se haya
aprovechado especialmente de tal circunstancia para la comisión del
delito. Así, por ej., no se agravaría el hurto que tiene lugar cuando el
sujeto sustrae a la 01.00 am un abrigo de pieles del guardarropa de un
casino que solo abre en las noches.
En estos casos la lesión del bien jurídico se considera más grave porque
existe una mayor indefensión y, por lo tanto, se necesita de mayor
protección.
En último lugar no puede identificarse noche con oscuridad, el
aprovechamiento de la oscuridad para hurtar, en virtud del principio de
legalidad, no puede configurar ningún agravante.
Mediante destreza, escalamiento, destrucción o rotura de obstáculos.
En este caso se hace referencia a modalidades empleadas por el sujeto
activo en la ejecución del delito destinadas al quebrantamiento de las
defensas opuestas por el propietario o poseedor del bien. Se distinguen
dos categorías:
Destreza y escalamiento.
En ambos supuestos e hace referencia a una cierta habilidad del sujeto,
puesto que el escalamiento presupone ya destreza; se establece una
cláusula abierta al emplearse el término “destreza”, donde se comprende
todo medio que emplee el sujeto y presuponga una especial habilidad en
su persona.
25
CASTILLO ALVA, José Luís. Algunas consideraciones sobre el bien jurídico en los delitos
contra el patrimonio. En: Revista Peruana de Ciencias Penales. Edición Especial sobre el
Código Penal Peruano. Nos. VII-VIII. Lima: Idemsa, (2002)

28
Destrucción o rotura de obstáculos.
Es un caso de violencia de las cosas, que debe tener una cierta
magnitud para obtener la destrucción o rotura. No se aplicará esta
agravante cuando estas formas constituyan el medio natural de apertura
del objeto que hubiera empleado su poseedor. Por ej. no es constitutivo
de esta agravante el rompimiento de una alcancía de barro para coger el
dinero; en cambio, sí se aplicaría cuando, para abrir una gaveta con
llave se palanquea la cerradura, en la medida que su poseedor hubiera
empleado la llave.
Con ocasión de incendio, inundación, naufragio, calamidad pública o
desgracia particular del agraviado.
Otras legislaciones la denominan, hurto calamitoso. Estos supuestos se
presentan en una situación excepcional, ya que el cuidado o vigilancia
ordinariamente obtenida sobre los bienes sufren un abandono o una
considerable disminución; por ello, y en la medida que disminuye la
tutela privativa se refuerza la tutela pública.
Sobre los bienes muebles que forman el equipaje de viajero.
Hay que recordar que nos estamos refiriendo a un supuesto de hurto,
por tanto, no puede darse violencia sobre la persona ni intimidación, en
cuyo caso existiría robo- Art. 188 CP. El fundamento de esta agravante
se encuentra en la mayor facilidad del sujeto en la comisión del delito.
Hay que entender por “viajero” toda persona que está siendo
transportada, incluyendo desde un pasajero de avión al que le hurtan en
el aeropuerto hasta el viajero de los micros.
Mediante el concurso de dos o más personas.
Se alude solo al hecho de que se cometa el delito por dos o más
personas para poder ya aplicar esta agravante. El acuerdo puede
llevarse acabo en el mismo acto de la comisión del delito. Pero en
aquellos casos en los que los sujetos pertenezcan a una organización
criminal no procederá aplicar esta agravante. Los menores de edad y
los enfermos mentales son aptos también para integrar con el autor en
mínimo de personas que establece la ley. La inimputabilidad de los
copartícipes los exime de pena, pero no suprime la condición de autores
de hechos típicos y antijurídicos.

29
Con pena privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de ocho
años.
Por un agente que actúa en calidad de integrante de una
organización destinada a perpetrar estos delitos:
Comprende los casos en los que el sujeto, aun de manera
individual, comete el delito de hurto, en la medida en que se
requiere que el sujeto activo actúe como integrante de una
organización, lo cual no tendrá lugar si actúa en nombre propio.
Ha de pertenecer a una organización destinada a cometer delitos
de hurtos con el de asociación ilícita, donde en virtud del principio
de consumación, este último quedaría absorbido por el delito de
hurto agravado, admitir la doble incriminación, supondría atentar
contra el principio non bis in idem.
Sobre los bienes de valor científico o que integren el patrimonio
cultural de la Nación.
Esta agravante se establece por la cualidad del bien mueble. Se
comprenden los bienes de valor científico y los que integran el
patrimonio cultural de la Nación, los cuales previamente tienen
que ser declarados como tales.
En referencia a los bienes que integran el patrimonio cultural de la
Nación, cuando dichos bienes se extraigan del país, existirá un
concurso aparente de leyes entre el delito contra los bienes
culturales y el delito de hurto agravado. Por aplicación del delito
de especialidad será castigado el hecho por el delito contra los
bienes culturales.
Mediante la utilización de sistemas de transferencia electrónica de
fondos, de la telemática en general, o la violación del empleo de
claves secretas.
En este apartado se da acogida a lo que actualmente la doctrina
determina como delito informático. Estas tres modalidades de
conducta son únicas que se contemplan en nuestro Derecho bajo
la calificación de delito informático.

30
Por sistema de transferencia de fondos se entiende el movimiento
de información con respaldo dinerario por mediación del cual tiene
lugar una transferencia de dinero de una cuenta bancaria a otra.
La telemática, técnicamente se define como la informática a
distancia, entendiendo por “informática” el tratamiento de la
información. Por ej. el “hurto de información”, que tendría lugar
con la sustracción de información de una empresa con la finalidad
de obtener un beneficio económico. Si en estos casos la
sustracción se produce con intención de demostrar una simple
habilidad, podría constituirse un delito de hurto en uso. Si se
destruyen los datos contenidos en el sistema, habrá un delito de
daño. Por último, con la violación de claves secretas se alude,
fundamentalmente, al uso indebido de las claves en los cajeros
automáticos.
Colocando a la víctima o a su familia en grave situación
económica.
Esta agravante se establece en relación a la situación o condición
de la víctima o su familia. El sujeto activo ha de conocer la
concurrencia de tales circunstancias en el momento de ejecutar el
delito, en caso contrario, por más que coloque a la víctima o a su
familia en grave situación económica, no podrá aplicarse la
agravante. Asimismo, la grave situación económica no exige
necesariamente que la víctima o su familia queden en una
situación de pobreza absoluta, esta situación puede ser temporal.
Con empleo de materiales o artefactos explosivos para la
destrucción o rotura de obstáculos.
La agravante se funda en la peligrosidad de los medios
empleados, es decir, si son materiales o artefactos explosivos
empleados para la destrucción o rotura de obstáculos, lo que
representa a su vez una agravación del agravante previsto en el
inciso tercero del primer párrafo de este artículo – destrucción o
rotura de obstáculos.

5.3 Marco conceptual

31
 Cuantía. Es el criterio de valuación económica que permite
determinar la conducta delictiva desplegada en el caso de
cometido un ilícito, con relación a los hechos que han quedado
debidamente acreditados26.
 Hurto. Delito cometido por la persona quien toma un bien mueble
y ajeno sin la voluntad de su dueño y actúa con ánimo de lucro.
No debe haber fuerza en las cosas ni violencia o intimidación en
las personas, pues de darse estos dos elementos, el delito no es
de hurto sino que se conceptúa como robo 27.
 Hurto agravado. Es el delito de tomar un bien con la agravación
radicada en un posible riesgo para las personas y en la lesión que
sufre la intimidad de éstas dentro de un determinado espacio
físico28

6. Hipótesis
Si se incluye el valor pecuniario de la cuantía en el delito de hurto agravado en
el Código Penal Peruano entonces no se generaría controversia dentro de la
norma penal en el Perú
6.1 Variables
6.1.1 Variable Independiente
 Valor pecuniario
6.1.2 Variable dependiente
 Hurto Agravado
6.2 Indicadores
6.2.1 Valor pecuniario
 Desproporcionalidad de leyes,
 Margen de autonomía operativa
 Desconocimiento de cuantía o el valor del bien objeto de
sustracción como elemento constitutivo del tipo básico

26
ORTIZ ZEVALLOS, José Francisco. Falta agravada o la necesidad de la autonomía del delito
de hurto agravado en Perú. Lima Editorial Jurídica Grijley. (2011)
27
SALAS ARENAS, Jorge Luís y Néstor Ángel CÁCERES TRUJILLO. Las calificaciones en el
hurto agravado y sus relaciones con el hurto simple: Entre la legalidad, la favorabilidad y la
impunidad. En: Estudios de Derecho Penal. Arequipa: Editorial Adrus, (2006)
28
VILLA STEIN, Javier. Derecho Penal. Parte Especial. II-A Delitos contra el patrimonio. Lima:
Editorial San Marcos, (2001).

32
 Desconocimiento del principio de lesividad

6.2.2 Hurto agravado


 Configuración del tipo base de hurto
 Criterios contrapuestos para la tipificación del hurto
agravado en el CP
 leyes que no permiten sancionar severamente a los
infractores en caso de hurto agravado
 Exclusión del criterio cuantitativo, es decir, del valor de los
bienes sustraídos

7. ASPECTOS METODOLÓGICOS
7.1 Tipo de estudio:
Descriptivo.
7.2 Metodología:
Deductiva.
7.3 Población, muestra y muestreo:
Debido a que la población de informantes para el cuestionario fueron los
jueces, fiscales y abogados que ejercen la profesión en el Distrito
Judicial de Lambayeque.
Magistrados:
Jueces = 5
Especialistas = 14
Fiscales = 6
Total de magistrados = 25
Abogados = 3650
Total = 3675
Tamaño de la muestra:
Muestra: Esta formada por el subconjunto de miembros de una
población.
Donde:
z: correspondiente al nivel de confianza elegido.
p: proporción de una categoría de la variable.
e: error máximo.

33
n: tamaño de la población.
N= 3675 N= Estimación del numero total de la población.
Z= 95% 1.96 grado de confianza.
E= 10%
p= 50%
q= 50%
p=0.5 z=1.96 n=3675 personas
q=0.5 e=0.05

(1.96)2(0.5)(0.5)(3675)
n= ----------------------------------------------- = 110 encuestas
(0.05)2(3675)+(1.960)2(0.5)(0.5)
 Muestreo.
Encuesta. Bajo la modalidad de cuestionario, compuesto de un
conjunto de preguntas que deberán ser respondidas por escrito,
este tipo de preguntas, serán de alternativa múltiple, dicotómicas
y de jerarquización o estimación. Sobre la base de las variables e
indicadores de estudio, se procederá a confeccionar de manera
muy cuidadosa, tratando que cada uno de los ìtemes refleje
realmente los indicadores de estudio.
Fichas de datos. Instrumentos que preparará el investigador,
para recopilar y anotar la información que complementara la
observación de los hechos.

8. Bibliografía
1) BACIGALUPO, Enrique "Estudios sobre la Parte Especial de Derecho
Penal" Madrid, Akal, 2 ed. (1994)
2) BACIGALUPO, Enrique. Derecho penal Parte general, Buenos Aires
Hammurabi, 2ª edición (1999)
3) BERDUGO GOMEZ DE LA TORRE, Ignacio Temas de Derecho Penal.
Lima Cultural Cuzco S.A. Editores. (1997)

34
4) BRAMONT - ARIAS TORRES, Luis Alberto; GARCIA CANTIZANO,
María del Carmen. "Manual de Derecho Penal – Parte Especial". Lima
Editorial San Marcos. Cuarta Edición (2006).
5) BRAMONT ARIAS, Luís Alberto. Derecho penal peruano. (Visión
Histórica). Parte general. Lima Ediciones Jurídicas UNIFÉ. (2004)
6) BUSTOS RAMÍREZ, Juan J. /HORMAZÁBAL MALARÉE, Hernán.
Lecciones de Derecho Penal, Madrid Edit Trotta. Volumen I. (1997)
7) CANCHO ALARCÓN, Rafael Elmer LA CUANTÍA EN EL DELITO DE
HURTO AGRAVADO: Un análisis crítico sobre el Acuerdo Plenario N.°
04-2011/CJ-116 y los fundamentos de la necesidad de sobrepasar la
Remuneración Mínima Vital para la configuración del Hurto Agravado.
Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)
8) CASTILLO ALVA, José Luís. Algunas consideraciones sobre el bien
jurídico en los delitos contra el patrimonio. En: Revista Peruana de
Ciencias Penales. Edición Especial sobre el Código Penal Peruano. Nos.
VII-VIII. Lima: Idemsa, (2002).
9) CASTILLO ALVA, José Luis. Principios de Derecho Penal – Parte
General. Perú. Editorial. Gaceta Jurídica. 1ra edición (2002)
10)CASTRO TRIGOSO, Hamilton. Las faltas en el ordenamiento penal
peruano. Un estudio sustantivo y procesal. Lima: Editora Jurídica Grijley,
(2008).
11) CEREZO MIR, José. Derecho Penal Parte general Madrid UNED, 2ª
Edición, (2000)
12) FONTAN BALESTRA, Carlos "Derecho Penal. Parte Especial" Buenos
Aires. Editorial Abeledo-Perrot. Décimo sexta edición. (2002)
13)GARCÍA CAVERO, Percy. Lecciones de Derecho penal. Parte general.
Lima Editorial Jurídica Grijley. (2008)
14)GÓMEZ TORRES, Iván La cuantía en el delito de hurto. -Un propuesta
diferente- Lima Edit Universidad Nacional Mayor de San Marcos (2012)
15) HURTADO POZO, José. Manual de Derecho penal. Parte general. T l;
Lima; Editorial GRIJLEY; 3ra. ED. (2005)
16) LUZÓN PEÑA, Diego-Manuel. Curso de Derecho Penal: Parte General
I, Madrid. Editorial Universitas S.A., (1996)

35
17) MIR PUIG, Santiago. Derecho penal, parte general. Barcelona: Ed.
Reppertor. 6ª ed, (2002)
18) MUÑOZ CONDE, Francisco y GARCÍA ARÁN, Mercedes. Derecho
Penal. Parte General, Valencia, Tirant lo Blanch, (2002)
19)ORTIZ ZEVALLOS, José Francisco. Falta agravada o la necesidad de la
autonomía del delito de hurto agravado en Perú. Lima Editorial Jurídica
Grijley. (2011)
20)PAREDES INFANZÓN, Jelio. Delitos contra el patrimonio. Lima: Gaceta
Jurídica. (1999)
21)PEÑA CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho penal. Parte general.
Teoría del delito y de la pena y sus consecuencias jurídicas. Lima
Editorial Rodhas. S.A.C. (2007)
22) PEÑA CABRERA, Raúl "Tratado de Derecho Penal" – Parte Especial I.
Lima. Ediciones Jurídicas. Segunda edición. (1994)
23) PEÑA-CABRERA FREYRE, Alonso Raúl. Derecho Penal. Parte
Especial. Delitos contra el patrimonio. Lima: Editorial Rodhas, (2009).
24) QUINTERO OLIVARES, Gonzalo Manual de derecho penal – parte
general, Navarra, Ed. Aranzadi. 2ª. Edición, 2000
25) ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra el patrimonio: Hurto, Robo,
Abigeato. Lima: Editora Jurídica Grijley, Volumen I. (2000).
26) ROY FREYRE, Luis E. "Derecho Penal – Parte Especial". Lima.
Editorial Rodhas Representaciones E.I.R.L. Segunda Edición. (1986)
27) SALAS ARENAS, Jorge Luís y Néstor Ángel CÁCERES TRUJILLO. Las
calificaciones en el hurto agravado y sus relaciones con el hurto simple:
Entre la legalidad, la favorabilidad y la impunidad. En: Estudios de
Derecho Penal. Arequipa: Editorial Adrus, (2006)
28)SALINAS SICCHA, Ramiro. Curso de Derecho penal peruano. Parte
especial III. Delitos contra el patrimonio. Lima: IDEMSA. (2002)
29) SALINAS SICCHA, Ramiro. Delitos Contra el Patrimonio. Lima: Editorial
Iustitia, 4ª edición. (2010).
30) SOLER, Sebastián "Derecho Penal Argentino". Buenos Aires. Editorial
depalma Tomo II (1978)
31) VILLA STEIN, Javier. Derecho Penal. Parte Especial. II-A Delitos contra
el patrimonio. Lima: Editorial San Marcos, (2001).

36
32) VILLAVICENCIO TERREROS, Felipe. Derecho Penal. Parte General.
Lima Edit. Grijley. Ed. 1ª, (2006)
33) ZAFFARONI, Eugenio Raúl, ALAGIA, Alejandro y SLOKAR, Alejandro.
Derecho Penal Parte General, Buenos Aires, Ediar, (2005)
9. Cronograma
Tiempos Ag Se Oc No Di En
Etapas o t t v c e
1. Elaboración del proyecto X
2. Presentación del proyecto X
3. Revisión bibliográfica X
4. Elaboración de los instrumentos X
5. Aplicación de los instrumentos X
6. Tabulación de datos X
7. Elaboración del informe X
8. Presentación del informe X
9. Sustentación X

10. Presupuesto
a) Personal
- Apoyo especializado S/ 2000.00
- Apoyo secretarial S/ 750.00
- Otros S/ 150.00
b) Bienes
- Material de escritorio S/ 150.00
- Material de impresión S/ 350.00
- Otros S/ 120.00
c) Servicios
- Movilidad y viáticos S/ 200.00
- Servicios de impresión S/ 350.00
- Servicios de computación S/ 100.00
- Otros S/ 150.00
Total S/ 4,320.00

37

Вам также может понравиться