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Gran parte del patrimonio de las reservas forestales, subsiste en condiciones de riesgo
cada vez mayores, debido a la fragilidad y vulnerabilidad de los ecosistemas contenidos
en ellas, a los modelos de desarrollo que se han venido implementando, convirtiendo
extensiones significativas de estas áreas en zonas agropecuarias, de extracción y
aprovechamiento de productos biológicos y mineros sin criterios de sostenibilidad,
generando una conflictividad jurídica y técnica de usos a su interior, con consecuencias de
gran significancia para la diversidad biológica e incluso para las condiciones ambientales y
base de recursos naturales renovables nacionales, regionales y locales. En efecto, de las
65 millones de hectáreas declaradas por la Ley 2ª de 1959, desde los años 60 se han
sustraído alrededor de 14 millones de hectáreas para atender especialmente demandas
de la colonización de tierras con fines de implementar sistemas productivos agrícolas y
pecuarios, tal como se indica en la siguiente tabla:
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No obstante la anterior situación, el verdadero problema de estas reservas se relaciona
con el grado de transformación de sus ecosistemas y/o fragmentación de bosques con
que vienen siendo intervenidas para el establecimiento de actividades agrícolas y
pecuarias sin criterios de sostenibilidad, poniendo en riesgo el patrimonio forestal del país
y en muchos casos la prestación de servicios ambientales básicos a poblaciones locales.
En efecto, de las 51 millones de hectáreas de reserva forestal remanentes, alrededor de
4.6 millones de hectáreas vienen siendo intervenidas con procesos de fragmentación y
alrededor de 4.4 millones de hectáreas han sido transformadas en agroecosistemas, tal
como se indica en la siguiente tabla:
De otra parte, en los procesos de formulación y adopción de los Planes y/o Esquemas de
Ordenamiento Territorial, se ha podido evidenciar que de los 307 municipios que tienen
jurisdicción sobre las reservas forestales declaradas por la Ley 2ª de 1959, muchos de
ellos no tuvieron en cuenta las disposiciones que definen y reglamentan las reservas
forestales nacionales, contradiciendo lo definido por la Ley 2ª de 1959, así como lo
dispuesto en el artículo 10 de la Ley 388 de 1997 en lo relacionado con la adopción de
determinantes ambientales que deben ser tenidas en cuenta, dentro de las cuales se
define explícitamente a las Reservas Forestales Nacionales.
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1. La gestión y actividades orientadas al ordenamiento y manejo de las áreas de manejo
especial, dentro de ellas las reservas forestales nacionales tienen su fundamento en la
Constitución Política de Colombia de 1991, que establece el deber del Estado de proteger
la diversidad e integridad del ambiente, conservar las áreas de especial importancia
ecológica y fomentar la educación para lograr estos fines, así como planificar el manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales, para garantizar su desarrollo sostenible, su
conservación y restauración.
2. La ley 99 de 1993 que creó el Sistema Nacional Ambiental (SINA), asignó funciones
especificas a las autoridades ambientales en materia del ordenamiento y manejo de las
reservas forestales nacionales, dándole específicamente al Ministerio de Ambiente
Vivienda y Desarrollo Territorial (antes Ministerio del Medio Ambiente) las funciones de
reservar, alinderar, sustraer y reglamentar el uso y funcionamiento de las reservas
forestales nacionales, y a las Corporaciones Autónomas Regionales la función de
administrar tales áreas en su jurisdicción.
3. Por su parte la Ley 388 de 1997, estableció que dentro de los procesos de elaboración
y adopción de los planes de ordenamiento territorial los municipios y distritos deberán
tener en cuenta, entre otras las siguientes determinantes, que constituyen normas de
superior jerarquía: “Las directrices, normas y reglamentos expedidos en ejercicio de sus
respectivas facultades legales, por las entidades del Sistema Nacional Ambiental, en los
aspectos relacionados con el ordenamiento espacial del territorio, de acuerdo con la Ley
99 de 1993 y el Código de Recursos Naturales, tales como las limitaciones derivadas del
estatuto de zonificación de uso adecuado del territorio y las regulaciones nacionales sobre
uso del suelo en lo concerniente exclusivamente a sus aspectos ambientales; las
regulaciones sobre conservación, preservación, uso y manejo del medio ambiente y de los
recursos naturales renovables, en las zonas marinas y costeras; las disposiciones que
reglamentan el uso y funcionamiento de las áreas que integran el sistema de parques
nacionales naturales y las reservas forestales nacionales.
5. La Ley 812 de 2003, por la cual se estableció el Plan Nacional de Desarrollo 2003 –
2006, dentro de los objetivos de conservación y uso sostenible de bienes y servicios
ambientales, definió la necesidad de emprender acciones orientadas al ordenamiento y
realinderación de las reservas forestales nacionales creadas por la Ley 2ª de 1959 y el
Decreto 111 de 1959.
6. El Decreto ley 216 de 2003, determinó los objetivos y la estructura orgánica del
Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial; y en su artículo segundo dispuso
que éste cumpliría, además de las funciones dispuestas en la Ley 99 de 1993, entre otras
las siguientes funciones: Determinar los mecanismos e instrumentos para orientar los
procesos de ordenamiento territorial del orden nacional, regional y local; velar porque en
los procesos de ordenamiento territorial se apliquen criterios de sostenibilidad e
incorporen las áreas de manejo especial, reservas forestales y demás áreas protegidas; y
establecer los criterios y directrices para articular las áreas protegidas y de manejo
especial de carácter nacional a procesos de planificación y ordenamiento territorial
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municipal, regional y nacional.
A partir de la línea base con que cuenta el país sobre los temas tratados en el estudio, se
diseñará de manera participativa con las autoridades ambientales y entes territoriales un
Plan Maestro para la ordenación, manejo y administración de siete reservas forestales
nacionales. Igualmente, se implementará a nivel piloto dicho Plan en una de las reservas
forestales prioritarias, generando mecanismos de evaluación, seguimiento y monitoreo
que permita retroalimentar y validar la estrategia nacional que será implementada para el
resto de reservas forestales nacionales en el corto, mediano y largo plazo.
Con el programa se pretende establecer los mecanismos operativos y financieros, con los
siguientes propósitos:
Establecer una línea base biofísica, socioeconómica y cultural de cada una de las
reservas forestales, como referente para la administración, manejo y seguimiento de
tales áreas.
Obtener una zonificación forestal de cada una de las reservas forestales que permita
trazar pautas o directrices generales para el ordenamiento ambiental y territorial, así
como la planificación y la reglamentación del uso y manejo de las tierras y recursos
forestales que hacen parte de éstas.
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los niveles de información y las medidas de manejo para estas áreas de reserva forestal
definidas en el plan de manejo ambiental, así como para facilitar en el orden nacional y
regional, el seguimiento de la implementación del Programa de ordenación, conservación
y restauración de ecosistemas forestales del Plan Nacional de Desarrollo Forestal y otras
políticas ambientales.
LOCALIZACIÓN: Nacional
DURACIÓN: 5años
OBJETIVO GENERAL
RESULTADOS ESPERADOS
Cada Reserva Forestal Nacional cuenta con un plan de ordenación y manejo debidamente
formulado participativamente y adoptado a nivel nacional, regional y local.
A nivel de una reserva forestal prioritaria, se desarrollan acciones tendientes a cumplir con
los propósitos definidos en el Plan Maestro para la Ordenación, manejo y administración.
ACTIVIDADES
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