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PROYECTO EN SALUD: PREVENCIÓN EN HIPERTENSIÓN ARTERIAL

ANTECEDENTES GENERALES

Nombre del proyecto: Proyecto de prevención en un grupo de personas hipertensas entre los 40-
60 años.

Tipo de proyecto: Prevención terciaria, dado que la intervención se hará cuando la enfermedad está
incipiente, previniendo estados más avanzados de la enfermedad.

Principal área de trabajo: Hipertensión arterial

Resumen del proyecto: La hipertensión arterial se ha convertido en un problema de salud pública,


presentado una alta prevalencia en todo el mundo, siendo la más sobresaliente entre las
enfermedades cardiovasculares. En Colombia, es un tema relevante debido a la morbilidad que se
presenta, y especialmente en adultos la incidencia es significativamente alta. Teniendo en cuenta
esta problemática, se diseñó un programa de prevención terciaria, cuyo objetivo esta enmarcado
en aumentar la adherencia al tratamiento en un grupo de adultos con hipertensión, por medio de
un programa basado en el Modelo de Creencias de Salud. La intervención se lleva a cabo en
diferentes sesiones, los talleres son altamente participativos y se evaluarán todos y cada uno de los
objetivos propuestos para vigilar y garantizar su efectividad, permitiendo de esta forma promover
su continuidad para futuros pacientes, disminuyendo así, las complicaciones de salud generadas por
la enfermedad y mejorando la calidad de vida.

INTRODUCCION

Los seres humanos se ven enfrentados a múltiples situaciones con relación a la salud.
Entendiendo salud como un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la
ausencia de enfermedades (Organización Mundial de la Salud [OMS], 2015). Antiguamente el
desarrollo inicial de la Psicología de la Salud, se centraba en investigaciones sobre la salud mental,
el manejo psicológico de enfermedades crónico-degenerativas (cardiovasculares y cáncer), el dolor
crónico y las adicciones (Rodríguez, Rojas, 1998 como se cita en Grau y Flórez, 2005). Con el paso
del tiempo y en la actualidad, se puede afirmar que la investigación en Psicología de la Salud en el
mundo y en América Latina, comprende todos los momentos del proceso salud-enfermedad desde
la promoción de salud y la prevención de la enfermedad, hasta la rehabilitación y el cuidado de
pacientes en estadío terminal, con aproximaciones individuales, grupales y comunitarias, así como
con una gran variedad de enfoques teóricos y metodológicos (Grau y Flórez, 2005).
Con esta panorámica actual de la Psicología de la Salud y desde el marco de la prevención,
el presente proyecto tiene como objetivo, aumentar la adherencia al tratamiento en un grupo de
adultos con hipertensión entre los 40-60 años de edad. Entendiendo que para el contexto
Colombiano y para varios países del mundo, la hipertensión arterial (HTA), es definida como
enfermedad crónica asintomática que se caracteriza por una elevación de presión arterial sistólica
(PAS) mayor o igual a 120 mm Hg. y una presión arterial diastólica (PAD) mayor o igual a 80 mm Hg
(Ministerio de Salud y Protección Social, S.F.).

Así mismo, la HTA es una enfermedad de alta prevalencia en todo el mundo y es la más
sobresaliente entre las enfermedades cardiovasculares. Este mismo conocimiento permite tomar
decisiones acerca de la importancia de controlar las cifras de presión arterial y del impacto que se
espera con las diferentes medidas terapéuticas. Por tanto, la HTA es el factor de riesgo modificable
más importante para la prevención de la enfermedad cerebro-vascular. Dos tercios de los eventos
cerebro-vasculares en el mundo, se atribuyen al control sub-óptimo de la presión arterial (Luengas,
2007). Por tanto, si no se interviene a tiempo las consecuencias incrementarían de manera negativa
en la salud de las personas.

También, “la hipertensión incrementa entre tres y cuatro veces el riesgo de cardiopatía
isquémica, y entre dos y tres veces el riesgo cardiovascular general. La incidencia del accidente
cerebrovascular (ACV) aumenta aproximadamente tres veces en los pacientes con hipertensión
fronteriza, y aproximadamente ocho veces en aquellos con hipertensión definitiva. Se ha calculado
que 40% de los casos de infarto agudo de miocardio (IAM) o de ACV es atribuible a la hipertensión”
(Spector, et al; Berenson et al; Thompson y Furlan; Roomi, Heller y Wlodarczyk; Borghi, et al;
Marmot y Poulter como se cita en OMS, 2014, p. 12).

Por su parte, las enfermedades crónicas (cardiopatías, accidentes cerebrovasculares, cáncer


y diabetes), son la principal causa de muerte en el mundo y su impacto aumenta continuamente
(OMS, 2004). Estudios epidemiológicos han señalado las enfermedades cardiovasculares, como la
primera causa de morbimortalidad en los países desarrollados (Lewington; Burt como se cita en
Herrera, 2012).

En el mundo, las enfermedades cardiovasculares causan cerca de 17 millones de muertes


anuales, y entre ellas las complicaciones de la hipertensión general el 9,4 millones de muertes. Para
2008, en el mundo se habían diagnosticado con hipertensión aproximadamente el 40% de adultos,
mayores de 25 años; el número de personas afectadas aumentó de 600 millones en 1980 a 1.000
millones en 2008 (OMS, 2013).

Según la Organización Mundial de la Salud, en Colombia la prevalencia de tensión arterial


alta (tensión arterial sistólica ≥140 o tensión arterial diastólica ≥90) en adultos mayores de 25 años
fue de 34,3% en hombres y de 26,5% en mujeres, muy similar a la estadística del grupo de países de
ingresos medianos altos, donde la prevalencia fue de 35,3% para hombres y de 28,3% para mujeres
(Ministerio de salud, 2014).

De igual manera, estudios en Colombia de corte transversal, muestran que el 20% de la


población general, puede sufrir hipertensión arterial. Sobre los 50 años de edad, la prevalencia es
de 50% y en mayores de 80 años es del 65% (Wilson; Hanes, Weir, Sowers como se cita en Varela,
2007). La incidencia bienal en hombres entre los 30 y los 39 años, es de 3,3% y aumenta a 6,2% entre
los 70 y los 79 años; de otro lado, en las mujeres para estos mismos grupos etéreos, es de 1,5% y
8,6%. (Varela, 2007).

Así mismo, la proporción se incrementa en la población anciana, debido a los cambios


asociados al envejecimiento, y se estima que la prevalencia de hipertensión en la población de edad
mayor a 65 años, es superior al 50% (Sierraa, López-Soto y Cocaa, 2008). Por tanto, para lograr
disminuciones importantes en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, debe controlarse
a más del 85 % de los hipertensos (Macías Castro; Dueñas y de Noval como se cita en Herrera, 2012).

Específicamente para el año 2013, “los porcentajes más altos de casos de hipertensión
arterial se presentaron en el Distrito Capital, con un 19,39% (468.246); en el departamento de
Antioquia, con un 17,84% (430.732); y en el Valle del Cauca, con un 13,12% (316.724). Las
prevalencias en servicios de salud más altas tanto en mujeres como en hombres se presentaron en
Risaralda, Valle del Cauca y Antioquia (0,09 y 0,06, respectivamente, en todos los departamentos),
aunque no hay evidencia estadísticamente significativa que indique que la prevalencia en servicios
de salud es diferente a la nacional en ningún departamento; el nivel de confianza es del 95%”
(Ministerio de salud, 2014 p. 145).

Entonces, con base a toda está panorámica sobre HTA, podría ser considerada hoy como
una de las principales problemáticas de salud pública. A su vez, hace que se torne relevante y
necesario los programas de control de la HTA, los cuales, tienen como reto principal lograr la
adherencia a los tratamientos (AT), considerado como la clave del éxito en los programas de
intervención en salud, que ayuden a detener y a disminuir las cifras de enfermedades crónicas.
Además, la adherencia deficiente al tratamiento, es la causa más importante de la presión arterial
no controlada y solo de 20 a 80% de quienes reciben tratamiento para la hipertensión en situaciones
de la vida real se consideran buenos observantes (Burt et al; Hershey et al; Lucher et al; Costa como
se cita en OMS, 2014).

De acuerdo a lo descrito hasta el momento, la descripción del problema a intervenir cómo


parte de los programas de promoción y prevención de una institución prestadora de salud (IPS) en
la ciudad de Cali/ Colombia, se encuentra el programa de Hipertensión Arterial, el cual debe
rediseñarse y ejecutarse de acuerdo al plan de desarrollo de salud de esta institución, y que debe
dar respuesta a la norma nacional de servicios de salud de acuerdo a la Ley 1438 de 19 enero 2011
y la Ley 1751 16 febrero 2015 (Ministerio de la Protección Social, 2011 y 2015). Así mismo, en
cumplimiento de la actualización de normas incluidas en la resolución 412 de 2000, en la cual se
establece la guía de promoción de la salud y prevención de la enfermedad en la salud pública
Colombiana (Ministerio de Salud, 2000). Tal guía permite orientar y centrar las bases para el diseño,
desarrollo y ejecución del presente programa de adherencia al tratamiento en personas
diagnosticadas con hipertensión arterial.

Por consiguiente, las características de la población beneficiaria de este programa y con


base al último reporte de la IPS; se encuentra en la población adulta y adulto mayor, cuyas edades
oscilan entre los 40-60 años de edad, con aumento de presión arterial sistólica (PAS) mayor a 138
mm Hg, y presión arterial diastólica (PAD) mayor a 93 mm Hg. Identificando que el 60% de esta
población tiene sobre peso, el 50% ha dejado de ir a los controles médicos y el 20% ha
experimentado algún evento coronario menor. Podrían haber profundizado más en características
de esta población….la adherencia como saben es multifactorial y hay factores muy poderosos entre
las determinantes sociales que pesan aquí y que pueden mediar los efectos de su intervención.

Así pues, el presente programa se realiza porque la institución ha solicitado al área de


Promoción y Prevención, actualizar el programa de intervención en HTA, porque los resultados de
adherencia al tratamiento en los últimos 5 años de los pacientes que tienen control y seguimiento
en la institución, ha venido decreciendo sustancialmente según el reporte estadístico del último año
de la IPS; lo que tiene muy preocupados a las directivas de la misma, ya que han recibido una
notificación directamente de la secretaria de salud departamental donde informan esta novedad.
Por tal razón, se diseña un nuevo programa de intervención en adherencia al tratamiento de
hipertensión arterial, tomando como referente la teoría científica que soporta las investigaciones
de comportamiento en salud a nivel mundial, cómo también la revisión exhaustiva de los estudios
en intervención realizados en Colombia y América Latina. Esto con el fin de argumentar y consolidar
el nuevo programa, ya que los diseños con los que venían trabajando en la institución carecían de
soporte teórico y metodológico.

Es por esto, que los programas de prevención son útiles para los adultos con HTA, dado que
su incidencia es alta y el objetivo fundamental es generar la AT con miras a mejorar su calidad de
vida. También, mejorar la adherencia podría representar una posible fuente importante de
mejoramiento sanitario y económico, desde el punto de vista social, institucional y de los
empleadores (Psaty et al; Jeffery et al. como se cita en OMS, 2014).

Finalmente, es importante que el programa de intervención se lleve a cabo, ya que la


presión arterial en la población de los adultos mayores ha venido en aumento. Un porcentaje de la
población ha tenido una complicación de salud derivada de la enfermedad preexistente y los datos
estadísticos en adherencia no son alentadores. La calidad de vida de esta población se está viendo
comprometida y las consultas por urgencias han ido en crecimiento. Se debe evitar las
complicaciones de salud ya que esta enfermedad afecta órganos vitales (cerebro, corazón, riñones
entre otros), lo que implicaría comorbilidad de diferentes enfermedades y el sistema de salud ya no
tendría que atender una sino dos o tres enfermedades al tiempo, desencadenando una recurrencia
de estos pacientes en el punto de atención y tratamientos de alto costo. Sin lugar a duda el
desarrollo de este programa, debe generar impacto en esta población de forma vehemente, pero
también se lograría incidir en las relaciones familiares, acercando al paciente y a su núcleo en pro
de combatir conjuntamente esta enfermedad, logrando un aporte más para la adherencia al
tratamiento; cómo también se lograría impactar las relaciones entre el paciente y el profesional de
la salud.

MARCO TEORICO

Hipertensión arterial

La hipertensión arterial se define como el nivel de presión arterial sistólica (PAS) mayor o
igual a 140 mm Hg, o como el nivel de presión arterial diastólica (PAD) mayor o igual a 90 mm Hg.
Cuando la PAS es igual o mayor a 160 mmHg, generalmente en personas mayores de 60 años, se
considera hipertensión sistólica y es un factor de riesgo para enfermedad cardiocerebrovascular. Así
mismo, podría referirse como “aquellas cifras de presión arterial que llevan a complicaciones
cardiovasculares en un individuo, de acuerdo con su perfil de riesgo [factores de riesgo
cardiovascular, compromiso de órgano blanco, y posiblemente presencia de marcadores tempranos
de enfermedad]” (Roa, 2007, p. 195).

Al mismo tiempo, la HTA es una enfermedad silenciosa y lentamente progresiva que se


presenta en todas las edades con énfasis en personas entre 30 y 50 años, generalmente
asintomática, que después de 10 o 20 años ocasiona daños significativos en órganos blancos
(Ministerio de Salud, S.F.). La hipertensión rara vez produce síntomas en etapas tempranas y en
muchos casos no se diagnostica. Los casos que se diagnostican, a veces no tienen acceso al
tratamiento y es posible que no puedan controlar con éxito su enfermedad en el largo plazo
(Ministerio de salud, 2013).

En la HTA, se han identificado factores de riesgo no modificables y modificables. El primero,


hace referencia a edad, sexo, origen étnico y herencia. El segundo, se divide en factores
comportamentales tales como el tabaquismo, alcohol, sedentarismo, nutricional, psicológico y
social. Y en factores biológico como la obesidad, dislipedemias [aumento de lípidos] y diabetes
mellitus (Ministerio de Salud, S.F.).
Igualmente, existen complicaciones según la lesión del órgano blanco [cardiaco,
cerebrovascular, rinopatía, sistema renal, sistema vascular periférico] o según el estado de la
hipertensión arterial que se dividen en estadio I [Sin manifestaciones de modificación orgánica],
estadio II [al menos una de las manifestaciones de afectación en órganos] y estadio III [Aparición de
síntomas y signos como resultado de la lesión de órganos]. El tratamiento de la hipertensión arterial
en estados 1, 2 y 3 está determinado por el grado de presión arterial, la presencia o ausencia de
lesión de órgano blanco y la presencia o ausencia de factores de riesgo (Ministerio de Salud, S.F.).

En cuanto al tratamiento de elección, puede ser no farmacológico o farmacológico de


acuerdo al estado de la hipertensión y los factores de riesgo asociados. El tratamiento no
farmacológico, está orientado a dar educación en estilos de vida y comportamientos saludables e
intervenir los factores de riesgo causantes de la hipertensión arterial. En cuanto al objetivo del
tratamiento farmacológico no debe limitarse sólo al control de las cifras tensionales con metas de
140/90, sino que debe enfocarse a lograr adecuada protección de órgano blanco (Ministerio de
Salud, S.F.).

Por su parte, los cambios terapéuticos en el estilo de vida ayudan al control de la presión
arterial de los hipertensos y disminuyen el riesgo cardiovascular. Deben recomendarse en todos los
individuos, con o sin tratamiento farmacológico asociado. Existe amplia evidencia que indica que
estos cambios son de utilidad en el tratamiento de los pacientes hipertensos, ya que retardan la
utilización de medicamentos o permiten una disminución en las dosis (Burke, et al. como se cita en
Vélez, 2007). En pacientes sin hipertensión arterial establecida (pre-hipertensos), retardan la
aparición de la misma (Vélez, 2007).

Adherencia al tratamiento

La Adherencia al tratamiento (AT) es entendida como la colaboración y participación


proactiva y voluntaria del paciente con su tratamiento, para obtener unas mejores condiciones de
salud y de vida, que van más allá del cumplimiento pasivo de las indicaciones del profesional de la
salud. (Holguin, Correa, Arrivillaga, Cáceres y Varela, 2006). Para la OMS (2004), la AT está definida
como el grado en el cual el comportamiento del paciente, la toma de los medicamentos, la dieta y
la introducción de los cambios en sus estilos de vida, responden a las indicaciones o
recomendaciones dadas por el profesional de la salud.

Estudios evidencian que la buena adherencia se podría asociar con un mejor control de la
presión arterial y reducción de las complicaciones de la hipertensión. La efectividad del tratamiento
no farmacológico, como la reducción de la ingesta alimentaria de sal, la reducción de peso, la
moderación de la ingesta de alcohol y la mayor actividad física para disminuir la presión arterial, ha
sido demostrada (Lucher et al; Morisky, Levine, Green et al; Psaty et al; Jeffery et al; Nugent et al.,
como se cita en OMS, 2014).

De igual modo, existen factores que contribuyen a la adherencia terapéutica como los
factores socioceconomicos; factores relacionados con el sistema y el equipo de atención sanitaria;
factores relacionados con la enfermedad; factores relacionados con el tratamiento; y factores
relacionados con el paciente (OMS, 2014).

Modelo teórico” Modelo de Creencias de Salud”

Para lograr explicar las conductas protectoras de la salud y preventivas de la enfermedad diferentes
autores han propuesto teorías para dar respuesta a este fenómeno, tales como el Modelo de
Creencias de Salud (Becker, 1974a,b,c,d; Janz y Becker, 1984; Maiman y Becker, 1974; Rosenstock,
1974 como se cita en Moreno y Gil, 2003), la Teoría de la Utilidad Subjetiva Esperada (Edwards,
1954, 1961 como se cita en Moreno y Gil, 2003), la Teoría de la Motivación por la Protección (Rogers,
1975 como se cita en Moreno y Gil, 2003), la Teoría de la Acción Razonada (Ajzen y Fishbein, 1980;
Fishbein y Ajzen, 1975 como se cita en Moreno y Gil, 2003) y la Teoría de la Autoeficacia (Bandura,
1977, 1978, 1982, 1986 como se cita en Moreno y Gil, 2003), y finalmente, el modelo de Locus de
Control (Rotter,1966 como se cita en Moreno y Gil, 2003).

Hasta la fecha el Modelo de Creencias de Salud (MCS) es el que ha generado un mayor


número de investigaciones (p.ej., Cummings, Becker y Maile, 1980; Janz y Becker, 1984; Kirscht,
1988; Leventhal, Zimmerman y Gutmann, 1984; Rosenstock, 1966; Weinstein, 1993 como se cita en
Moreno y Gil, 2003), dando lugar a estudios, entre otros, en el ámbito de los trastornos cardíacos
(Avis, Smith y McKinlay, 1989; D. Becker y Levine, 1987; Kreuter y Strecher, 1995; Kulik y Mahler,
1987; Lee, 1989ª como se cita en Moreno y Gil, 2003). A partir de los años 50 este modelo surge por
un grupo de profesionales en psicología social del departamento de salud pública en los Estados
Unidos (Hochbaum, Kegeles, Leventhal y Rosenstock como se cita en Moreno y Gil, 2003), con el fin
de determinar la falta de asistencia a los programas de prevención de la enfermedad.
Posteriormente, este modelo fue adaptado para dar explicación al por qué el paciente cumplía o no
con los tratamientos y recomendaciones médicas (Moreno y Gil, 2003). Cómo la adherencia al
tratamiento de antirretrovirales (Geletko, Ballard & Mathews, 1995 como se cita en Moreno y Gil,
2003).

Luego este modelo se le atribuye a Rosenstock 1974 como se cita en Universidad de


Cantabria. (s,f), quien identifica cuatro variables específicas que al parecer inciden en la persona al
momento de llevar a cabo una acción preventiva con referencia a la enfermedad. La susceptibilidad
percibida, la severidad percibida, los beneficios (costos) percibidos y las barreras percibidas
(autoeficacia). El autor manifiesta que una persona no llevará a cabo una conducta de salud (de
prevención, participación, o rehabilitación) si no se ve así mismo(a) cómo susceptible de enfermar,
considere severo o amenazante una enfermedad, este convencido(a) de la eficacia de la
intervención y vea pocas dificultades para realizar conductas de salud.

Adicional de las variables anteriores, algunos autores han manifestado la necesidad de


considerar ciertos estímulos como imprescindibles para desencadenar el proceso de toma de
decisiones, estímulos que han recibido el nombre de claves para la acción (p.ej., Janz y Becker, 1984;
Rosenstock, 1974 como se cita en Moreno y Gil, 2003). En el área de salud, estas claves pueden ser
internas (por ejemplo, síntomas físicos o percepciones corporales) o externas (recomendaciones de
los medios de comunicación de masas, recordatorios de los servicios de salud, consejos de amigos,
etc.). La intensidad necesaria de una de estas claves para desencadenar la conducta puede variar de
sujeto a sujeto, e incluso en el mismo sujeto dependiendo de sus niveles de susceptibilidad y del
grado de severidad percibida (Moreno y Gil, 2003). También, se asume que diversas variables
demográficas, socio psicológicas y estructurales, puedan afectar la percepción del individuo y de esa
forma influir indirectamente en sus conductas de salud (Janz y Becker, 1984 como se cita en Moreno
y Gil, 2003). En el siguiente esquema se pude observar el modelo de predicción de conducta de salud
o conducta preventiva de la enfermedad, en relación con el Modelo de Creencias de Salud (Becker
y Maiman 1975 cómo se cita en Moreno y Gil, 2003).

Por tal razón, el MCS ha sido elegido para el desarrollo de este programa de intervención,
el cual brinda herramientas conceptuales que permiten analizar las conductas que tienen los seres
humanos en función de su salud. También se han logrado desarrollar una serie de investigaciones
utilizando este modelo desde los años 70, en diferentes países se ha respaldado tesis de maestría
y doctorado, como también ha sido utilizado para el diseño de intervenciones en salud, ciencias
aplicadas al comportamiento y educación en salud; para el año 1974 presentan la primera
compilación de evidencias en la práctica utilizando este modelo, describiendo orígenes y
correlaciones teóricas en prácticas preventivas durante el comportamiento de la enfermedad en
enfermos crónicos ( Cabrera, Tascon y Lucumí, 2001).

Para el año 1980 los autores Janz y Becker como se cita en Cabrera, Tascon y Lucumí (2001),
presentan la segunda compilación de estudios en los cuales utilizaron el MCS; los autores revisan 46
estudios donde los componentes del MCS fueron relacionados no solo con las conductas preventivas
en salud sino con las conductas durante la enfermedad en relación con patologías cómo la
hipertensión, diabetes y enfermedad renal.

Este modelo, también fue utilizado para el desarrollo de una investigación en hipertensión
descrito por Correa, Arrivillaga y Varela (2001) en la ciudad de Cali, los cuales toman como base
teórica el MCS y dentro de sus conclusiones manifiestan que este estudio aporta información clave
para el diseño de programas de prevención, orientándolos hacia la claridad de la información sobre
la hipertensión y la reestructuración de ideas que interfieran en conductas salutogénicas. Así
mismo, se implementaron actividades cómo talleres psicoeducativos para comprender las causas,
síntomas, tratamiento y consecuencias de la hipertensión y su relación con los riesgos para la salud,
lo que le permitirá al participante tener información precisa sobre su enfermedad, logrando
reestructurar algunas ideas que tal vez interfieran en la adquisición de conductas preventivas. Esta
propuesta, también sugiere incorporar en futuras intervenciones material gráfico y/o audiovisual
que de forma creativa, la cual contribuya con la adquisición de conocimientos relacionados con
factores de riesgo que a su vez cuestione y confronte información distorsionada. También estos
autores consideran que el abordaje debe implicar la adquisición y reforzamientos de
comportamientos de salud, vinculando métodos educativos bidireccionales, interactivos y
significativos que permitan la participación activa de los individuos intervenidos.

En otra investigación en la Ciudad de Cali, los autores concluyen que las metodologías
creativas y participativas promueven el cambio de creencias o concepciones erradas sobre la HTA,
responsabilidad personal y manejo eficaz de la enfermedad. En esta investigación también hacen
referencia a la vinculación activa familiar para los procesos de asimilación de los estilos de vida y
mantenimiento del mismo, los cuales son fundamentales para ayudar al paciente a generar una
mejor adherencia al tratamiento (Holguín, Correa, Arrivillaga, Cáceres y Varela, 2006).

De acuerdo a lo anterior, el presente programa de intervención incluye actividades en


diferentes sesiones, donde existe trabajo individual (proyecto de vida) pero también colectivo,
donde comparten sus experiencias y propósitos de vida. También historias inconclusas con láminas
muy gráficas, donde deberán darle un final con acciones efectivas para la adherencia al tratamiento.
Así mismo, se utilizaran videos sobre casos exitosos de personas que se han experimentado esta
enfermedad, teniendo consecuencias, pero que luego de haberse adherido al tratamiento han
logrado mejorar su condición de salud. En este proceso se tiene previsto la creación de una tarjeta
donde las personas hipertensas puedan llevar sus autoregistros acerca de su presión y de los
controles con las fechas médicas, la cual ubicaran en un sitio visible de su hogar para el fácil
recordatorio y cumplimiento de su tratamiento.

Finalmente, este programa de intervención vincula a las familias de los pacientes en el


proceso y en las actividades, para que se conviertan en su aliado estratégico [Gatillos para la acción].
Por consiguiente se espera que con la ejecución de estas actividades contribuyan al mejoramiento
en el proceso de adherencia al tratamiento farmacológico y no farmacológico.
Objetivo general: Generar adherencia al tratamiento en un grupo de hipertensión
Indicador: Nivel de adherencia al tratamiento
perteneciente a una IPS en la ciudad de Cali.
Objetivos específicos Actividades* Indicador Medio de verificación Meta
Que los pacientes del grupo Se realizarán talleres psicoeducativos con el grupo Percepción del nivel de Por medio de una escala El 80% aumentará
de hipertensión puedan de hipertensos para comprender las causas, vulnerabilidad. de 1-5 la persona la vulnerabilidad
sentir más vulnerabilidad síntomas, tratamiento y consecuencias de la señalará que tan frente a la
frente a la hipertensión. hipertensión y su relación con los riesgos para la cercana siente las enfermedad.
salud. consecuencias de la
enfermedad.
Que los pacientes del grupo Se realizarán talleres psicoeducativos con el grupo Percepción del nivel de Escala de 1-5 la persona El 70% aumente la
de hipertensión puedan de hipertensos para comprender las causas, severidad. señalará la percepción conciencia frente a
percibir la severidad de su síntomas, tratamiento y consecuencias de la de severidad de la la severidad de la
condición y sus hipertensión y su relación con los riesgos para la enfermedad. enfermedad.
consecuencias. salud.
Que los pacientes del grupo Se les pidirá a las personas que a nivel individual Nivel de percepción sobre Pregunta abierta sobre El 80% perciba los
de hipertensión puedan definan las barreras y beneficios para su los beneficios de los beneficios de la beneficios de la
percibir que los beneficios de autoconocimiento y posteriormente puedan adherencia al adherencia al adherencia.
la adherencia al tratamiento socializarlo con un compañero para develar las tratamiento. tratamiento (lluvias de
son mayores que los costos. barreras y trasformarlas. ideas).

Plasmar un proyecto de vida individual, donde las


personas analicen que pasaría con y sin adherencia
al tratamiento.
Que los pacientes del grupo Se le presentará casos de historias en donde no Percepción del nivel de Aplicar el test de Que el 70% de las
de hipertensión puedan estén concluidas y se le pedirá a los participantes autoeficacia. autoficacacia (EAF) personas generen
desarrollar la percepción de que terminen las historias con las acciones efectivas acciones eficaces.
autoeficacia frente a la para una excelente adherencia al tratamiento. Toma de presión arterial
adherencia al tratamiento. antes, durante y
Video documental sobre casos exitosos de personas después del programa
que se han experimentado esta enfermedad, de intervención, para
teniendo consecuencias y luego a través de haberse percibir la autoeficacia.
adherido al tratamiento han mejorado su condición
de salud. Hacer una reflexión a partir de allí.

Diseñar una tarjeta donde los hipertensos puedan


llevar sus autoregistros acerca de su presión y de los
controles con las fechas médicas, la cual ubicaran
en un sitio visible de su hogar para el fácil
recordatorio y cumplimiento de su tratamiento.

* Gatillos para la acción (transversal): Taller psicoeducativo al núcleo familiar de la persona hipertensa para comprender las causas, síntomas,
consecuencias, tratamiento de la hipertensión y su relación con los riesgos para la salud, con el fin de que se conviertan en aliados estratégicos.
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