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Maestría de Desarrollo Temprano y Educación Infantil

Tema

Formación de actitudes y desempeños en educadoras, favorecedores del desarrollo,

aprendizaje y bienestar de los niños de centros infantiles.

Guía

Sofía Mora Hernández

Maestrante

Ángela María Calderón

Guayaquil-Ecuador

20 de marzo del 2020


i

Índice

Índice de tablas iii

Índice de imágenes iii

Glosario de abreviaturas iv

Introducción 5

Punto de partida 10

Objetivos de la sistematización 14

Objetivo general 14

Objetivos específicos 14

Descripción de la sistematización 14

El juego 15

Juego sensopático 18

Tipos de juego 21

Bienestar 26

Involucramiento 28

Observación 33

Reflexión 36

Metodología WANDA 40

Retroalimentación 42

Técnicas de recolección de datos 45

Cronograma de actividades 49

Observación sistemática de un CDI 50

Observación 51

Metodología usada en la escuela 52

El juego como herramienta metodológica en la escuela 53


ii

Características de bienestar e involucramiento 54

El proceso de reflexión dentro de la escuela 55

El proceso de retroalimentación dentro de la escuela 56

Revisión de la literatura 56

Juego 56

Importancia del juego 58

El juego para promover el desarrollo 59

El rol del docente en el juego de los niños 59

Tipo de juego 61

Juego sensopático 62

Observación 63

Bienestar e involucramiento 66

Reflexión 71

La reflexión como aprendizaje y desarrollo personal 73

Retroalimentación 75

Característica de una retroalimentación efectiva 76

Conclusiones y reflexiones 78

Bibliografía 84
iii

Índice de tablas

Tabla 1. Hoja de trabajo 1: Juego sensorial 46

Tabla 2. Herramienta para asignar el nivel de participación 47

Tabla 3. Video clips para involucramiento 48

Tabla 4. Cronograma de actividades 49

Tabla 5. Relación entre bienestar e involucramiento en la experiencia educativa 69

Índice de imágenes

Figura 1. ¿Qué es jugar? 16

Figura 2. Desarrollo en todas las áreas 17

Figura 3. Materiales para armar juguetes didácticos 19

Figura 4. Actividad juego sensopático 20

Figura 5. Capacitando a las maestrantes sobre el juego sensorial 21

Figura 6. Juegos de movimiento (niños nadando) 22

Figura 7. Juego con cosas 23

Figura 8. Juegos de roles 24

Figura 9. Juegos con reglas 24

Figura 10. Juegos con lenguaje y música 25

Figura 11. Indicadores de bienestar 27

Figura 12. Indicadores de involucramiento 29

Figura 13. Escala de bienestar e involucramiento 31

Figura 14. Observar no es un objeto de sí mismo 34

Figura 15. Criterios para el reporte cinematográfico 35

Figura 16. Registro cinematográfico 35

Figura 17. Ficha de observación 36

Figura 18. Imagen STAR 37


iv

Figura 19. Las formadoras explicando en que consiste la reflexión 38

Figura 20. Iceberg cultural 39

Figura 21. Proceso WANDA 41

Figura 22. Actividad WANDA 42

Figura 23. Una buena retroalimentación 43

Figura 24. Frustración a comentarios negativos en la retroalimentación 43

Figura 25. Proceso en el aprendizaje reflexivo 75

Glosario de abreviaturas

AEPI: Atención y Educación de la Primera Infancia

BID: Banco Interamericano de Desarrollo

CDI: Centro de Desarrollo Infantil

CIBV: Centros Infantiles del Buen Vivir en Ecuador

DASE: Dirección de Acción Social y Educación

LOEI: Ley Orgánica de Educación Intercultural

MIES: Ministerio de Inclusión Económica y Social del Ecuador

ODNA: Observatorio de los Derechos de la Niñez y Adolescencia

PNBV: Plan Nacional del Buen Vivir

UCG: Universidad Casa Grande

UNESCO: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la

Cultura
5

Introducción

La etapa más importante en la vida de todo ser humano es la primera infancia, es por

ello que el estado ecuatoriano, en inicios del año 2003, ha implementado un sinnúmero

de iniciativas, programas, políticas institucionales y civiles para el desarrollo de la

infancia temprana (MIES, 2013). Pero estas iniciativas, ha sido insuficiente y muchas

veces las acciones han sido limitadas.

Con todo esto, el estado ha impulsado una política pública de desarrollo infantil de

mediano y largo plazo, siendo una manera de universalizar las acciones en favor de la

infancia temprana, incluyendo a todos los actores vinculados a la oferta de servicios de

calidad en desarrollo infantil integral (Plan Nacional del Buen Vivir, 2017).

En la actualidad, la Estrategia Nacional Intersectorial para la Primera Infancia o

Infancia Plena, liderada por el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social (MCDS),

organiza los servicios de desarrollo infantil públicos y privados en niños menores de 3

años de edad, procurando que este servicio sea de calidad.

Por otra parte, el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), brinda un

servicio de atención a la primera infancia en dos modalidades; el primer servicio

brindado se llama “Misión Ternura”, antes conocido como “Creciendo con Nuestros

Hijos” (CNH), cuyo objetivo es realizar un proceso de formación familiar y comunitaria

para lograr el desarrollo infantil integral, para ello, se realiza una capacitación a las

familias que tengan niños entre 0 a 5 años de edad.

El segundo servicio se llama “Centros de Desarrollo Infantil (CDI), estos centros

superan la visión de “guardería” y promueven las potencialidades de la niñez a partir del

trabajo pedagógico de los profesionales; de los sistemas de seguimiento, evaluación y

asistencia técnica; del involucramiento de diversos actores y de la corresponsabilidad de

la familia en el desarrollo de sus hijos e hijas. Sin duda alguna, el estado ecuatoriano, se
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preocupa por la calidad de los servicios en la primera infancia, ya que estos, sirven

como aporte para el desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños, pues ellos tienen el

derecho de gozar de un comienzo saludable en la vida, de una educación y de una

infancia segura y protegida (MIES, 2013).

Sin embargo, Araujo, López, Novella, Schodt y Tomé (2015), realizaron un estudio

que fue publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el cual,

analizaron una información recogida en el 2012, sobre una muestra de 404 centros de

cuidado infantil públicos del Ecuador, cuyos instrumentos elegidos para la evaluación

de la calidad de cada uno de los centros fueron: el Classroom Assessment Scoring

System (CLASS Párvulos), el Infant/Toddler Environment Rating Scale Revised

Edition (ITERS-R), el Observation for Measurement of the Environment (HOME), el

Missouri InfantToddler Responsive Caregiving Checklist (MITRCC), el Infant-Toddler

and Family Instrument (ITFI), el Knowledge of Infant Development Inventory (KIDI) y

la Escala sobre Prácticas de Cuidado y el Cuestionario de Infraestructura basado en el

Instituto de la Niñez y la Familia (INFA) (Araujo et al., 2015).

El estudio citado mostró resultados como “puntajes de bajo nivel registrados en la

dimensión de procesos que son adjudicados a las educadoras y su desempeño pobre

sobre el cuidado en el desarrollo de los niños y niñas e interacciones con las familias”

(p. 39), surgiendo nuevas necesidades en el marco de mejorar la calidad de atención.

En referencia a la calidad de los servicios de educación infantil, es necesario

mencionar que existen los factores estructurales y los factores procesuales, los mismos

que inciden de diferentes maneras en el desarrollo infantil integral. En lo que concierne

a los factores estructurales; se refieren a la infraestructura física, la ratio educador-niños,

la provisión de alimentación, la presencia de equipos, materiales e implementos para el

funcionamiento del centro o programa. En cuanto a los factores procesuales, se refieren


7

a las interacciones educadora-niños, a la participación de las familias en la vida del

centro, al cumplimiento y seguimiento de un currículo y la evaluación a los niños

(Araujo et al., 2015).

Los factores que más influyen en el desarrollo infantil son los factores procesuales y,

entre ellos, las interacciones entre educadora y niños, que han demostrado ser una de las

variables de mayor peso. Estos cambios son importantes pero difíciles, ya que tienen

que ver con la formación del talento humano que se encarga de los infantes y la

construcción de competencias que permitan ofrecer experiencias que maximicen el

bienestar y promuevan el aprendizaje en todas las áreas del desarrollo infantil (Araujo et

al., 2015).

Por tal motivo, la Universidad Casa Grande (UCG), en convenio con la Universidad

de Artevelde de la ciudad de Ghent – Bélgica han presentado como modalidad de

titulación, la presente sistematización que parte de un proceso llamado “formación de

formadores”, en el cual se busca conocer información, reflexiones y experiencias de

primera mano en referencia al desarrollo de actitudes y desempeños favorecedores del

desarrollo aprendizaje y bienestar infantil, en educadoras de diferentes centros

infantiles.

Los temas conceptuales con que se sistematizará este trabajo tienen que ver con

actitudes importantes en el desempeño de los docentes como: observación, reflexión y

retroalimentación. Siendo la primera, una de las técnica más relevante en la labor del

docente, ya que por medio de ella se obtiene información valiosa que permite actuar

oportunamente como manifiesta el MINEDUC (2014), en su Currículo de Educación

Inicial, la aplicación permanente de este componente de manera objetiva y sistemática,

ofrece la oportunidad de abrir un abanico de posibilidades de conocer a sus estudiantes,

de entender sus comportamientos, lo que permite aportar con procesos dinámicos que
8

ayuden a que el infante se mantenga con bienestar y predispuesto para desarrollar sus

potencialidades.

Igualmente, la reflexión docente juega un papel muy importante dentro de la labor

educativa, porque permite asumir responsabilidades de nuestras acciones permitiendo

modificar, diseñar e innovar propuestas que generen cambios que fortalezcan la práctica

docente (Chacón, 2007).

Otro aspecto importante dentro de la práctica educativa es que el docente consolide

sus habilidades de retroalimentación asertiva. Ávila (2009) se refiere a aquello, como un

procedimiento constante que permite al educador ser consciente de su accionar,

permitiendo tomar decisiones oportunas y pertinentes afianzando su labor proactiva en

el futuro.

Así mismo, se estudiará aspectos imprescindibles para el progreso del niño como:

juego, bienestar e involucramiento. En donde el juego es un recurso necesario para el

desarrollo del infante. Codemarín, Chadwick, Gorostegui, y Milicic (2016), manifiestan

que “el juego reúne características, calificaciones y estatus como factor fundamental del

desarrollo cognitivo, conductual y afectivo del niño” (p. 164). Es decir que constituye

un componente esencial en la vida de los infantes, además de ser de carácter divertido,

debe ser considerado como una herramienta eficaz en todo el proceso de enseñanza,

siendo una actividad placentera que ayuda a relacionarse con los demás y a comprender

su entorno. Como se señaló en el proceso de formación, al jugar el niño se involucra

con el mundo que le rodea, usa su imaginación y resuelve problemas (D’argent y

Vastmans, 2017).

Así mismo, el bienestar infantil es un estado especial en la vida interior del niño, que

se muestra a través de señales de satisfacción, de disfrute y de diversión, se trata de un


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estado básico que no cambia de un momento a otro, de manera que no es igual a

sentimientos momentáneos como: la alegría, tristeza, etc. (PROMEBAZ, 2007).

Por otra parte, el involucramiento, es una cualidad de la actividad que realizan los

niños, en donde se puede reconocer la concentración y persistencia. “Es evidente

cuando los niños se concentran y focalizan, se interesan y se fascinan y cuando están

operando en los límites de sus capacidades, están en una etapa de involucramiento”

(Laevers, 2011, p. 3).

De acuerdo con los temas mencionados, estos son argumentos relevantes para la

consecución de los objetivos planteados, cuyo propósito general es de aportar al

desarrollo integral de los niños

Esta experiencia se justifica debido a que hay que mejorar la calidad de los factores

procesuales en los centros infantiles, aportando al desarrollo, aprendizaje y bienestar de

los niños asistentes. De este modo, las beneficiarias directas de esta sistematización son

las educadoras de los centros infantiles, porque ellas al participar en el proceso, van a

mejorar su situación inicial debido al fortalecimiento en sus competencias profesionales.

De igual manera serán beneficiados de forma indirecta los niños que asisten a los

centros seleccionados, sus familias y la comunidad.

El desarrollo de este proceso de sistematización consiste en interpretar de manera

crítica una o varias experiencias a través de la observación, para luego ordenar u

organizar la información existente (Acosta, 2005). De esta manera, se van a realizar

observaciones en los diferentes centros infantiles asignados, para así lograr recopilar la

información necesaria sobre las experiencias que se dan en el ámbito educativo dentro

del marco de los temas a sistematizar.

Acosta (2005), menciona que la sistematización debe ser descrita con precisión, ya

sea el problema o la experiencia de desarrollo que se va estudiar. Es así que, la


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sistematización se puede concebir como la recuperación de memorias de las

experiencias obtenidas de manera habitual, junto con la abstracción teórica y con los

métodos de trabajos. Además viabiliza el análisis para aclarar y dar a conocer nuevas

vivencias, porque permite encontrar de manera ordenada el origen de las experiencias

obtenidas, descubriendo lo que aún no se sabe de la misma, ya que no solo se centra en

los sucesos sino también en su evolución, comportamiento e interpretaciones que

pueden ser asignadas por las personas hacia las mismas, esto hace que la sistematización

refleje la importancia que hace visible rescatar las experiencias de manera exitosa.

Estas experiencias deben ser llevadas de forma organizada mediante el registro de

apuntes personales, filmaciones, documentales, fotos, dibujos, etc.; la información es

recabada de acuerdo al interés del investigador y según lo que se desea observar

(Acosta, 2005).

Punto de partida

En la institución donde ejerzo como docente, he podido analizar que la formación de

actitudes y desempeños en las educadoras referente al desarrollo, aprendizaje y

bienestar de los niños, está en proceso de mejora, ya que hay ciertos aspectos que deben

ser ampliados. Las causas podrían ser las siguientes: la falta de aplicación de estrategias

metodológicas para el desarrollo integral de los niños y el desinterés de mejorar el

conocimiento académico por parte de las docentes, cabe añadir que, como docente he

desarrollado mis clases de una manera tradicional, debido a que me gusta conservar el

orden y asumir el poder y la autoridad al momento de transmitir los conocimientos a los

niños.

En consecuencia, analizando mi experiencia en relación a los temas a sistematizar,

puedo decir que consideraba al juego como una actividad común en el niño, que se daba

al momento del receso o cuando teníamos horas de clases en la asignatura de Educación


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Física. Dentro del contexto laboral, en pocas ocasiones realizaba esta actividad, y si lo

hacía, era para que los niños desarrollen alguna destreza con criterio de desempeño

según la asignatura.

De igual forma, consideraba al juego como una actividad de entretenimiento,

percibida como una acción de desgaste de energía del niño, incluso lo veía como un

premio a su buen comportamiento, pero, no participaba de ello, solo observaba e

intervenía cuando ellos se inquietaban más de lo normal, generalmente dejaba que el

infante, tome la iniciativa de jugar lo que él deseaba, sin enfocarme en un objetivo

específico. Mis compañeras de trabajo, consideraban al juego como una acción

pedagógica, es decir como una actividad lúdica en un contexto escolarizado con los

niños de educación inicial, pero sin ofrecer un enriquecimiento para el desarrollo

integral de los niños.

En cuanto a la observación, solo la empleaba con el fin de conocer si algún

comportamiento debía ser controlado o para conocer el desempeño del niño sobre el

cumplimiento de las actividades realizadas, pero en lo que más me enfocaba era en

observar, es decir, si había o no actos de violencia entre compañeros o peor aún que

entre ellos haya una agresión física, realizaba una lista de cotejo en el que detallaba una

rúbrica con indicadores que me permitieran observar los logros del alumno. En

ocasiones observaba aspectos concernientes a la higiene y presentación correcta del

uniforme en el niño, era de las personas que creía que se debía observar los defectos que

ellos presentaban.

Respecto al contexto laboral, mis compañeras utilizan la observación como una

técnica de evaluación, ellas realizan listas de cotejo para poder medir lo que aprenden

los niños. En cambio, otras compañeras realizan procesos de registros anecdóticos de las

actividades realizadas por los niños mediante una observación empírica, en donde
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observan la conducta y las habilidades alcanzadas por los infantes según las actividades

propuestas.

En referencia al bienestar, yo tenía un concepto un tanto confuso, ya que, asumía que

era algo que tenía que ver con la apariencia física y emocional del niño, para saber si era

aceptado o no por sus compañeros. Es importante señalar que también pensaba que, si

daba un buen trato al niño, estaba aportando con bienestar en su vida o estaba haciendo

que el infante estuviera feliz. En lo que concierne al contexto del grupo de trabajo donde

laboro, hay compañeras que tienen una ideología diferente referente al bienestar,

asumiendo que es tener salud mental y física, por eso, ellas se preocupan del cuidado de

los niños al prevenir cualquier tipo de maltrato o agresión física o emocional a través de

charlas a los padres de familia, pensando que aquello conlleva al bienestar del niño.

Así mismo sobre el involucramiento, yo lo relacionaba como la obligación del

docente en hacer partícipe al niño en todo tipo de actividades concernientes al ámbito

escolar como: hacerlo participar en el momento de la enseñanza con preguntas objetivas

o hacerlo pasar a la pizarra e incluirlo en el juego; ya que en ocasiones he tenido

alumnos cohibidos en donde he intervenido para que el resto de sus compañeros lo

involucren en las actividades grupales.

En referencia a la reflexión de la práctica como docente, la realizaba para determinar

mis fortalezas y debilidades en cuanto a la metodología de enseñanza que utilizaba con

mis alumnos, ya que, por medio de aquello, podría saber si mis niños lograban

desarrollar la destreza con criterio de desempeño, de manera que, si la estrategia no

daba un resultado favorable, realizaba otra propuesta metodológica, para así poder

afianzar mejor los conocimientos de mis alumnos según el ámbito de aprendizaje que

había impartido.
13

Además, se realizaba un proceso reflexivo de manera grupal con mis compañeras de

trabajo cada semana, en donde se comentaba sobre la estrategia que mayor impacto tuvo

en los niños para el desarrollo cognitivo, de esta forma se compartía las ideas para

posteriormente ser aplicadas en los niños.

Para seguir con el propósito de fortalecer la enseñanza-aprendizaje, realizaba una

retroalimentación para aquellos estudiantes que no habían comprendido lo trabajado en

clase, con un proceso que consistía en repasar los temas que habían quedado

inconclusos. Desarrollaba la retroalimentación con mis niños de dos maneras:

conformaba un equipo, que consistía en crear grupos de trabajo mezclando los niños que

sí habían alcanzado el aprendizaje, para que ellos ayuden a sus compañeros; luego en

clase reforzaba los temas. En referencia al contexto con el equipo de trabajo, se

mencionaba entre los docentes, los aspectos negativos de los procesos y actividades, en

especial las actividades lúdicas, para así tener como retroalimentación, las opiniones,

experiencias e información importante para abordar los problemas existentes.

Analizando mis experiencias de las prácticas como docente, he comprendido que

tengo que prepararme más en los temas relacionados a este trabajo de titulación, si bien

es cierto, la fundamentación teórica que tengo actualmente me ha sido de gran ayuda al

momento de realizar mi trabajo con los niños de una manera satisfactoria, no puedo

decir que la labor que mis compañeras y yo realizamos, estuviera en óptimas

condiciones, considerando las reuniones semanales que tenemos comprendí que no se

están aplicando los temas de estudio referente a esta sistematización, al menos de una

forma que aporte de manera integral, en este sentido, estamos lejos de realizar un aporte

adecuado para el desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños y niñas, pero sin duda

alguna vamos mejorando en cada reunión de trabajo que realizamos, ya que hacemos un
14

proceso de reflexión de los posibles problemas suscitados, para luego realizar un plan de

acción que genere una solución a dicho problema.

Dadas las circunstancias, me propuse aprovechar al máximo el proceso de formación,

con el propósito de desarrollar actitudes y desempeños favorecedores para el desarrollo,

aprendizaje y bienestar de los niños.

Objetivos de la sistematización

Objetivo general

Desarrollar un proceso de aprendizaje reflexivo a partir de la recuperación de la

experiencia de observación y participación en un centro de desarrollo infantil de la

ciudad de Milagro provincia del Guayas.

Objetivos específicos

 Fortalecer la habilidad de observación focalizándose en el desarrollo de los niños e

interacciones educadora-niños.

 Promover la habilidad de reflexión de su propia práctica profesional con la finalidad

de incorporar mejoras a favor del desarrollo de los niños.

 Desarrollar la capacidad de guiar a las educadoras en actividades enfocadas al

desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños.

Descripción de la sistematización

El trabajo de titulación con la modalidad de sistematización, fue una de las opciones

que la Universidad Casa Grande brindó a las estudiantes de posgrado para obtener la

titulación en la Maestría en Desarrollo Temprano y Educación Infantil, en donde

Fuimos seleccionados un grupo de maestrantes entre docentes y psicólogas para formar

parte de este proceso en conjunto con dos guías extranjeras pertenecientes a la

Universidad de Artevelde en Bélgica, las cuales visitaron ocasionalmente Ecuador para

realizar unos talleres de formación junto con nosotras, brindándonos pautas para
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mejorar la calidad de la práctica docente en los centros de desarrollo infantil de nuestro

país. Este taller se denominó “Formación de formadores”, y tuvo como finalidad

orientar en el proceso de reflexión a las educadoras en actividades enfocadas al

desarrollo, aprendizaje y bienestar de los niños tomando en cuenta sus intereses y el

ritmo de aprendizaje para lograr una educación de calidad en el centro infantil asignado.

De este modo, en esta sección se van a describir las experiencias vividas en el

proceso de “formador de formadores” sistematizando de forma organizada, todos los

temas tratados, adjuntando fotografías y tablas, para así poder avalar la información

detallada de las actividades que se realizaron durante el primer momento del proceso de

sistematización cuyos temas son: el juego, juego sensopático, bienestar,

involucramiento e interacción, la observación, reflexión, retroalimentación y el método

WANDA.

El juego

Jugar es una acción fundamental para el desarrollo de los niños en la primera

infancia, de manera que los docentes debemos valorar esta labor que sirve para

estimular el desarrollo de ellos. Uno de los materiales para realizar esta actividad, son

los juguetes; ya que estos, además de ser uno de los medios de distracción y de

entretenimiento para los niños, si son bien utilizados, pueden servir como estímulos para

favorecer el desarrollo de aprendizaje.

Al respecto Torres, Ramos y Tortólo (2016), argumentan que los juguetes “son

herramientas esenciales para el buen desarrollo del niño. Juegan un papel importante en

la formación de los conceptos, aptitudes, expectativas y socialización en los niños” (p.

115).

En la formación, destacaban en cada instante la actividad de jugar como un aporte

crucial para el desarrollo de los niños y la influencia que tiene sobre el aprendizaje. Es
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por ello que la interacción entre docente y niño por medio de esta acción, se debe

realizar con la intencionalidad de fomentar el desarrollo integral del niño.

Una de las actividades realizadas en la formación, fue la experiencia que tuvimos al

manipular un juguete, para ello, nos pidieron que lleváramos uno o varios juguetes, los

cuales colocamos en la mesa, posterior a esto, nos pidieron que los manipulemos de

diferentes maneras, luego se nos solicitó que formemos grupos por mesas reuniendo los

mismos, para luego ellas pasar a observar la manera en que estos estaban siendo

manipulados.

Nos pidieron luego que clasifiquemos los juguetes según el ámbito de aprendizaje a

desarrollar, por ejemplo: relaciones lógico matemático, relaciones con el medio natural

y cultural, expresión corporal y motricidad, expresión artística, convivencia, identidad y

autonomía.

Con la realización de esta actividad, tuve una experiencia enriquecedora, ya que pude

valorar la importancia que tienen los diversos materiales, las interacciones que se puede

realizar con ellos, y la intencionalidad que tiene la actividad enfocada al desarrollo

integral infantil.

Además, generó en mí una diversidad de sentimientos, lo que me produjo nostalgia al

recordar mi infancia con las actividades que realizaba y lo que significaban para mí esos

momentos de esparcimiento.

Figura 1. ¿Qué es jugar?


Fuente: Taller de Formador de Formadores
17

Tema: El Juego

Otro aspecto relevante que se consideró fue que, para fomentar el desarrollo integral

de los niños a través del juego en la vía institucional, los encargados de orientar este

proceso, son los agentes de educación que son los docentes. Los familiares también son

llamados a orientar este proceso en los hogares, previa preparación de los agentes de

educación, todo este proceso debe tener una relación entre enseñanza y desarrollo.

Las formadoras, nos enseñaron de manera oportuna a comprender cómo orientar el

juego de los niños, usando las tres competencias esenciales que son: explorar, conectar

y enriquecer. Nos mostraron que cuando el niño juega, tiene una libertad de accionar, en

otras palabras, ellos deciden a que quieren jugar, implicando las acciones que se realiza

en el juego, las reglas, materiales que se va usar, etc.

Es por ello que, los docentes debemos de adaptar esta actividad del juego en nuestras

clases, además, el Currículo de Educación a Inicial (2014), tiende a ser abierto y flexible

según la situación que el estudiante lo amerite, este accionar es muy relevante debido a

que los niños alcanzan un desarrollo en las siguientes áreas: en el desarrollo personal y

social, descubrimiento natural y cultural, expresión y comunicación. La figura 2 a

continuación presentada, brindará una mejor comprensión de lo expresado en este

párrafo (MINEDUC, 2014).


18

Figura 2. Desarrollo en todas las áreas


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego

Juego sensopático

Es una forma de aprendizaje basada en la experiencia, en donde los niños juegan

utilizando los cinco sentidos, siendo así una forma divertida y atractiva de aprender con

infinitos beneficios para el desarrollo infantil, así mismo trata de brindar a los niños una

oportunidad para que experimenten y comprendan el mundo a través de los sentidos,

pero principalmente se utiliza el sentido del tacto, ya que cuenta con el mayor sistema

sensorial del cuerpo. Sentir o tocar es una experiencia necesaria para el niño, pues, la

piel es el órgano más grande que tenemos, y es la que percibe la sensación que produce

el efecto del tacto o contacto con objetos o con otra piel.

El sentido de la vista es la forma más segura de contacto. Se experimenta por medio

de la mirada. Cuando se entrega un material, es necesario que cada niño lo mire, lo

señale, lo describa con detalles y lo vea desde diferentes puntos de vista. Se puede

experimentar con ambos ojos abiertos o con un ojo cerrado y el otro abierto.

El sentido del oído es importante para el juego sensorial. Entre los materiales que se

ofrece, es importante que algunos no generen sonidos por sí mismo, de tal manera que

el niño se sienta motivado a emitir él mismo algún sonido con el material que se le

ofrece. Otra manera de motivarlos a jugar con los sonidos es provocándolo con el

cuerpo al aplaudir, zapatear, chasquear la lengua, etc. El juego sensorial con el oído

debe orientar al niño a reconocer ritmos, de ahí la gran importancia que tiene la música

en la etapa inicial de todo ser humano.

El gusto es el sentido más difícil con el que las docentes podemos proponer juegos,

porque a los niños no se les permite probar todo; tal es el caso de la arena, la goma, la

pintura, etc. Para ofrecer materiales que involucren el aprendizaje a partir del gusto,
19

primero se debe considerar la edad, hacer buenas reglas para el uso del material y pensar

en lo que es seguro para probar o no.

El sentido del olfato, que es un sentido del que muy poco tomamos conciencia, pese

a que está permanentemente activado en los seres humanos. A menudo olvidamos

experimentar con materiales de diferentes olores; sin embargo, es importante que los

niños sean conscientes de ellos. Se puede experimentar oliendo diferentes materiales

con los ojos cerrados o jugar a adivinar lo que está oliendo.

De este modo, al utilizar los sentidos se ayuda a los niños a experimentar, entender y

disfrutar de la actividad que estén realizando, es decir que, a través del juego

sensopático, los infantes, aprenden por medio de las experiencias sensoriales, siendo

esta, una manera consolidada de aprendizaje significativo. Los materiales sensoriales

que se pueden utilizar en esta actividad son: harina, lentejas, fideos, lana, plumas de

colores; también materiales de exploración como: cajas, palas, muñecas, rastrillo,

cepillos, cucharas, botellas vacías, frascos, temperas, platos pequeños, tapas de

utensilios; y además materiales creativos como: pinturas, arcilla, tizas, cinta, papel de

dibujo, lápices, espejo, goma etc., tal como lo muestra la figura 3.

Figura 3. Materiales para armar juguetes didácticos


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego
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En el taller de formación (figura 4), realizamos una actividad en la cual se colocaron

un sinnúmero de elementos en el piso del salón, luego se formaron grupos y poco a

poco los compañeros maestrantes se integraron a la actividad, cuyo objetivo era sentir y

describir los objetos por medio del tacto, tal como lo ilustra la siguiente foto.

Figura 4. Actividad juego sensopático


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego

Esta actividad me pareció muy relevante y dinámica para trabajarla con los niños, ya

que en la primera infancia siempre ellos quieren explorar todo lo que ven y tocan.

Con el juego sensorial o sensopático, se aumentan las capacidades de aprendizaje de

los niños y les brinda la oportunidad de aprender por sí mismos las mecánicas de los

objetos y el mundo táctil, cuando ello no se cumple se puede ver seriamente afectada la

motricidad fina y gruesa. Martínez (2011), refiere que el desarrollo de las capacidades

sensoriales en la primera infancia es muy importante, ya que abarca el desarrollo

perceptivo y cognitivo del niño. A partir de la cantidad de información que el niño


21

reciba, podrá dar respuestas adaptadas a las condiciones del medio o del entorno, es

decir realizará acciones inteligentes.

Figura 5. Capacitando a las maestrantes sobre el juego sensorial


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego

A través del desarrollo sensorial, el niño creará una base para el posterior desarrollo

cognitivo, del lenguaje, físico y sociocultural. Esto va a constituir los canales por donde

el infante recibe la información de su entorno (colores, formas, olores, sabores, sonidos,

etc.), y de su propio cuerpo (sensaciones de hambre, de frío, de posiciones de cuerpo en

el espacio, etc.

Tipos de juego

En el proceso de formación, nos explicaron cuáles son los tipos de juego que existen

y qué propósito tiene cada uno de ellos para el desarrollo infantil. Según las formadoras,

s se clasifican en: juegos de movimiento, con cosas, de roles o de fantasía, con reglas,

con lenguaje y música. Al realizar cada uno de ellos, el niño va a desarrollar el área de

lenguaje, de pensamiento y social.

A continuación, se hace una breve explicación sobre cada uno de los tipos de juego,

cuya descripción tiene como base lo aprendido en este proceso de formación.


22

Juegos de movimiento. En este tipo de juego se involucra toda actividad que

conduce al movimiento corporal del niño como: correr, nadar, bailar, etc.; pero también

se lo puede realizar con la ayuda de diversos materiales como: la pelota, el hula, la

cuerda de saltar, la bicicleta, entre otros. Siendo estas actividades de gran utilidad para

lograr desarrollar las habilidades motrices en el niño.

En la formación, nos enviaron a realizar una tarea sobre el juego, la cual contenía la

siguiente pregunta: ¿están presentes todos los tipos de juego en tu entorno de

aprendizaje de manera balanceada? con esta pregunta yo pude reflexionar y darme

cuenta que no estaba aplicando estos tipos de juegos relacionados con el movimiento,

debido a la falta de conocimiento sobre la importancia que tienen estas actividades para

el desarrollo de los niños.

Figura 6. Juegos de movimiento (niños nadando)


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego

Juegos con cosas. Para la realización de este tipo de juego, se necesita la ayuda de

diversos materiales u objetos, a diferencia del tipo anterior, no necesita que el cuerpo

del niño esté en movimiento, sino solamente requiere la manipulación para que así el
23

niño logre experimentar, sentir y conocer cosas nuevas, se pueden usar canicas,

plastilinas, legos, rompecabezas, arena, etc.

Una de las actividades realizadas en la formación fue la manipulación de un juguete.

Para ello, las formadoras nos pidieron que lleváramos uno o varios de estos los cuales

colocamos en la mesa, luego nos pidieron que manejemos el juguete de diferentes

maneras, nos solicitaron que formemos grupos por mesas reuniendo los instrumentos,

posterior a aquello pasaron a observar la manera en que estábamos manipulando los

objetos. Luego se nos indicó que clasifiquemos los juguetes de acuerdo al ámbito de

aprendizaje que se desarrolla con su manipulación, por ejemplo: relaciones lógico

matemático, relaciones con el medio natural y cultural, expresión corporal y motricidad,

expresión artística, convivencia, identidad y autonomía.

Clasificados finalmente por áreas, las docentes preguntaban a cada maestrante, ¿qué

actividad podemos realizar en clases con este juguete? y señalaban un juguete en

particular, así se concluyó con la actividad; la misma que me ayudó bastante, ya que nos

pidieron como deber, crear un juguete y luego utilizarlo con los niños en clases. Durante

esta experiencia, puedo indicar que ellos realizaban varias actividades con el objeto

creado, actuaron, hicieron lo que quisieron, lo cual me trajo a colación el ejercicio de

observación que realizamos en el taller de formación sobre la lectura “la importancia de

jugar” donde un grupo de niños jugaban en un rincón y juntos armaron una cama con

los bloques de gomaespuma de tamaños y colores distintos que estaban en el rincón.

D'argent (s.f.) refiere que “desde la perspectiva de desarrollo, las actividades de juego

tienen un alto grado de libertad de acción”.


24

Figura 7. Juego con cosas


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego
Juegos de roles o juegos de fantasía. Este tipo de juego, favorece la imaginación y

la creatividad de los niños, permitiéndoles entrar en un mundo de fantasía en donde el

personaje principal es él mismo, puede ser expresado a través de un gesto sin la

necesidad de hablar.

Figura 8. Juegos de roles


Fuente: Buscador de Google
Tema: El Juego

Juegos con reglas. Como su nombre lo indica, son aquellos juegos que cuentan con

reglas en donde el niño aprende a autorregularse. Con este tipo de actividad el niño

puede desarrollar sus habilidades cognitivas además de fomentar la resolución de

problemas; hay varios juegos con reglas como, por ejemplo: el juego de dominó,

láminas de patrones, secuencias, figuras geométricas, etc.


25

Figura 9. Juegos con reglas


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego

Juegos con lenguaje y música. Este tipo de juego fomenta el desarrollo de las

habilidades del lenguaje, aquí el niño puede expresarse de múltiples maneras y disfrutar

de la actividad mientras la realiza, por ejemplo: usar trabalenguas, cuentos, repetir

sonidos, etc., y con ayuda de la música realizar rondas, amorfinos, entre otros.

Figura 10. Juegos con lenguaje y música


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: El Juego

Luego de explicar en qué consistían cada uno de los tipos de juego, las formadoras

nos pidieron realizar una actividad, la cual comprendía en leer un reporte de

observación titulado “el rincón de la construcción” identificando los tipos de juegos que

realizaban los niños que fueron objeto de la observación.


26

Cabe añadir algo que es muy fundamental para la realización de todos estos tipos de

juegos, como lo es la orientación por parte del adulto, ya sea antes, durante o después

del juego con el propósito de alentar al niño al desarrollo, ofreciéndoles nuevas

experiencias de aprendizaje, al igual que mejorar la calidad del juego.

Así mismo, se realizó un ejercicio en clases, donde las formadoras nos pidieron

pensar en una situación en la que estamos orientando el juego de los niños en tres

tiempos (antes, durante o después). El análisis se lo realizó entre dos compañeros, en el

cual intercambiamos ideas como: qué materiales se proveía a los niños o cómo se les

ayudaba a encontrar dicho material, entre otros. Esta actividad fue de gran ayuda para

mí, ya que lo puse en práctica con mis estudiantes según la situación de orientación que

creé en ese momento.

Bienestar

El bienestar se podría relacionar con algunos indicadores como: disfrutar y divertirse

en donde estas manifestaciones hacen que el niño muestre placer y gozo, esto se revela a

través de las actividades de jugar, ya que el juego es la acción que más aporta a la

consecución del bienestar, provocando en el infante un estado de relajamiento,

tranquilidad y seguridad.

Según PROMEBAZ (2007), el bienestar es un estado especial en la vida interior de

cada persona, que se reconoce por medio de señales de satisfacción, de disfrute y de

diversión, se encuentra en la persona que está relajada y muestra tranquilidad interna,

siente una corriente de energía e irradia vitalidad, adopta una actitud abierta y sensible

hacia su entorno, manifiesta espontaneidad y tiene confianza de ser él mismo.

En el taller de formación, iniciamos este tema con una reflexión inicial, la cual

consistía en pensar en dos casos diferentes. En el primer caso, tenía que pensar en un

niño que estaba en un estado emocional positivo y el segundo caso, con un estado
27

emocional negativo. En ambos casos debíamos responder a las preguntas ¿Por qué usted

supone que se siente bien/mal? ¿Qué puede observar en este niño? ¿Cómo se comporta?

¿Qué sentimientos, vivencias o experiencias tiene? Esta actividad nos sirvió como

experiencia previa para analizar lo que significa bienestar. Del mismo modo, este

ejercicio reflexivo lo aplicamos en nuestras vidas respondiendo a las preguntas ¿Cómo

le va a usted en su vida personal y profesional en relación con sus colegas, con sus

estudiantes? ¿Cómo se siente usted?

En el taller nos enseñaron que, para determinar el estado de bienestar, hay que ver los

aspectos que son mostrados por el niño, por ejemplo: cuando actúa espontáneamente,

cuando se siente a gusto en lo que hace, cuando muestra vitalidad y confianza en lo que

hace, de esta forma, al cumplir con todas estas necesidades básicas, quiere decir que el

niño está en un estado de bienestar activo.

También nos mostraron que el bienestar se lo mide a través de indicadores como lo

muestra la siguiente imagen.

Figura 11. Indicadores de bienestar


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Bienestar

Una de las actividades que realizamos en este taller se llamaba “como pez en el

agua”, nos pidieron formar parejas y debíamos entablar una conversación en donde el

tema principal era contar una situación concreta en la que contaba con un nivel alto de
28

bienestar, la maestrante que estaba escuchando tenía que observar el contexto y la forma

de cómo ésta cuenta la historia a su compañera, observando los indicadores como:

sonrisas, mayor fuerza en la tonalidad de la voz al contar la narración con mucha

emoción, el brillo de los ojos, satisfacción en las facciones del rostro, entre otros.

Finalmente, cada grupo compartía su experiencia a los demás compañeros. Este

ejercicio fue de mucha importancia para el grupo de maestrantes, ya que pudimos

conocernos mejor haciéndome sentir bien emocionalmente.

Así mismo, las formadoras nos recalcaron que hay que tener en claro que el bienestar

es un estado básico, no es igual a los sentimientos momentáneos como: la tristeza, la

alegría, el enojo, etc., que es manifestado en las personas, en este caso en la niñez.

Las facilitadoras explicaron que las evaluación tanto del estado de bienestar como el

de involucramiento de los niños, debe ser comparado a un semáforo para una mejor

comprensión, así, los colores para establecer y ubicar el nivel de escala de bienestar e

involucramiento en la que se encuentran los niños son: Verde 4 – 5 (bien, alto, no

preocuparse), Naranja 3 (riesgo, contexto no ideal, no se brinda las oportunidades

necesarias) y Rojo 1 – 2 (no se encuentra feliz, no se observa avance en su desarrollo,

significa preocupación). Estos colores fueron utilizados para explicar ambos conceptos

en el en el momento del análisis de cada uno de los casos expuestos.

Por último, nos recalcaron que debemos determinar y saber, cuándo el niño se siente

bien con lo que hace; la vitalidad está asociada a la energía que muestra el niño cuando

juega o realiza alguna acción, cuando brinca, cuando se ríe, corre, camina o conversa,

esto ayuda en el proceso para el desarrollo integral del niño ya que podríamos intervenir

de manera oportuna.
29

Involucramiento

El involucramiento en el campo de la Educación Infantil, se refiere a la

concentración y persistencia demostrada por el niño, esta acción se percibe cuando

muestra su mirada viva y centrada, junto a una típica expresión de persistencia al querer

seguir trabajando en sus deberes.

PROMEBAZ (2007), señala que “el involucramiento es un estado especial en el que

se encuentra una persona cuando realiza una actividad” (p. 61), es decir que, cuando se

desee observar el estado de involucramiento de una persona, no necesariamente hay que

enfocarse en el tipo de actividad, ni en el producto de su trabajo, sino que el centro de la

atención debe estar en lo que ocurre en el interior de la persona.

Al iniciar esta sesión en el taller de formación, hicimos una actividad la cual

consistía en dibujar una casa de mis sueños y contarle a mi compañero más cercano

sobre ella y preguntarle ¿qué le parece? Por otro lado, yo medía el grado de

involucramiento que tenía mi compañero a través de la observación para saber ¿qué

experimentó, cómo actuó, pensó y sintió hasta el final?

Finalmente, se compartió esta experiencia con los demás maestrantes. Esta actividad

me sirvió mucho, ya que pude ver a breves rasgos qué características tiene una persona

que está involucrada en una actividad.

Las facilitadoras acotaron además que, el involucramiento también se lo mide a

través de indicadores, los cuales se muestran en la siguiente imagen.


30

Figura 12. Indicadores de involucramiento


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Involucramiento

Así mismo, nos enseñaron que cuando el niño esta alerta, muestra una gran

sensibilidad por los detalles relevantes, siendo reflejado en la realización de las tareas,

ya que toma en consideración los detalles y actos con gran exactitud. También las

formadoras, nos mostraron que el impulso exploratorio contribuye en el niño una

necesidad de descubrir, conocer, comprender el mundo y saber actuar dentro de él, a

esto se denomina motivación intrínseca, que se concreta en un patrón de intereses,

necesidades y preguntas de acuerdo a su nivel de desarrollo.

Además, el involucramiento se sostiene en la motivación, energía y satisfacción, que

es manifestada en las ganas de trabajar inmediatamente sin perder el tiempo. En esta

etapa, los niños no presentan un sentimiento de coacción, por el contrario, ellos

disfrutan completamente lo que hacen, excluyendo la posibilidad de esforzarse para

entender o hacer algo.

Posteriormente, en el proceso de formación nos hicieron realizar una actividad

interesante, para lo cual nos entregó una hoja por grupo, debíamos escribir una historia

de un niño en particular, luego teníamos que leerlo y analizar la información de la

historia. Las docentes formadoras nos pidieron que realicemos diferentes materiales
31

ejemplo: un cuento, una imagen, para así poder medir el bienestar del niño que estaba

en la lectura, estos materiales se compartieron con las compañeras maestrantes.

Con la información analizada, luego realizamos diferentes materiales como por

ejemplo: un cuento, una imagen, según la problemática que estaba en el texto, para así

poder medir el bienestar del niño que se mostraba en la lectura, estos materiales se

compartieron con las compañeras.

La medición del bienestar e involucramiento, se la realizaba por medio de un puntaje

utilizando una escala del uno al cinco. Según el resultado obtenido en la escala, se les

asignaba un color a los niños, de la siguiente manera:

 Color verde Nivel 4-5: en la escala nos indicaba que el niño estaba bien.

 Color naranja Nivel 3: en la escala nos indicaba que el desarrollo del niño estaba en

riesgo.

 Color rojo Nivel 1-2: en la escala nos indicaba que el niño se encontraba en una

situación problemática.

A continuación, una ilustración de lo que trabajamos en el taller de formador a

formadores.

Figura 13. Escala de bienestar e involucramiento


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Involucramiento
32

Después de las consideraciones anteriores, puedo indicar que el involucramiento es

el sentido de interés y atención que mantiene un niño en referencia a una tarea

específica, esto se refleja en su participación, en la motivación, en la alegría y empeño

que muestre el niño, que es colocado en la realización de sus actividades que se

propongan a realizar, es decir, que el estado de involucramiento se demuestra a través

de actitudes que son realizadas cuando una persona, en este caso el niño, está inmersa

frente a actividades de diversas índoles.

El grupo PROMEBAZ (2007), nos indica que, las personas podemos estar

involucrados en todas las edades y en todos tipos de situaciones. Es posible constatarlo

tanto en el niño como en un adulto, por ejemplo: cuando el infante está inmerso en un

juego de rompecabezas, igual como un viejo poeta escribiendo su última copla, se puede

analizar que los seres humanos son seres activos, que se involucra en una actividad,

porque en el fondo siente una profunda necesidad de descubrir, conocer, comprender el

mundo y saber actuar dentro de él, naciendo así una motivación intrínseca que se

concreta en cada persona en un patrón de intereses, necesidades, preguntas, de acuerdo a

su nivel de desarrollo.

Basado en la recopilación de investigaciones realizadas por algunos expertos,

Laevers propone diez maneras claves para mejorar el bienestar y el involucramiento

(Laevers y Moons, 1997).

1. Reorganice el aula en rincones o áreas recreativas.

2. Compruebe el contenido de las áreas y hágalas más desafiantes.

3. Introduzca materiales y actividades nuevas y originales.

4. Identifique los intereses del infante y ofrezca actividades que respondan a esos

intereses.
33

5. Apoye las actividades estimulándoles a participar.

6. Amplíe las posibilidades de libre iniciativa y apóyelas con acuerdos sólidos.

7. Mejore la calidad de las relaciones entre los(as) niños(as) y los(as) profesores(as).

8. Introduzca actividades que ayuden a los(as) niños(as) a explorar el mundo del

comportamiento, los sentimientos y los valores.

9. Identifique a los(as) niños(as) con problemas emocionales y elabore intervenciones

sostenibles.

10. Identifique a los(as) niños(as) con necesidades de desarrollo y elabore estrategias que

generen su participación.

Estas diez acciones benefician el desarrollo del niño y, por lo tanto, Laevers propone

que las educadoras las emprendan para motivar y estimular el ambiente de aprendizaje,

y que al momento de observar cada actividad, se pueda detectar oportunamente el nivel

de involucramiento en el juego, y hacer, en los casos necesarios, las adaptaciones o

investigar las causas por las que no está participando.

Observación

Para dar inicio a este tema realizamos una dinámica, que consistía en que todos los

participantes se paseaban por la sala y al compañero que veían le decía “hola soy yo” y

el compañero respondía “si, ya veo”, pero había que hacerlo en diferentes estados de

ánimo, por ejemplo: triste, llorando, feliz, riéndose, asustado, nervioso, enojado, etc.

Este tema fue muy interesante durante el proceso de formación, ya que se pudo

identificar que los esquemas mentales/ perspectivas, influyen en lo que podamos

observar en los niños, por otra parte se adquirió la forma más idónea de cómo conocer a

nuestros aprendientes, con el solo hecho de observarlos, teniendo en cuenta que por

medio de la observación podremos obtener información valiosa sobre el niño, no solo


34

para poder enseñar, sino también para responder mejor a sus necesidades, porque la

observación es una percepción sistémica y especifica.

Además, la observación no solo es un objetivo en sí mismo, sino que es un proceso

debido a que, al momento de utilizarla, hay que realizar varios ciclos procesuales como:

registrar, interpretar, sacar conclusiones orientadas en la acción, actuar y evaluar las

acciones realizadas por el niño. A continuación, se presenta una imagen que las tutoras

nos la han facilitado.

Figura 14. Observar no es un objeto de sí mismo


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Observación

De acuerdo con lo antes planteado, las observaciones también pueden ser subjetivas,

ya que se lo realiza sin ningún objetivo específico, solo se va a ejecutar observaciones

sin ningún valor, por ejemplo: cuando dos personas observan a un niño, pero no se ha

establecido un objetivo específico de lo que desean ver, van a tener como resultado dos

perspectivas diferentes, ahí podríamos hablar de una intersubjetividad. Esto se debe,

porque al momento de observar, no se lo hace con una pregunta en la mente, ni tampoco

se utilizan las dos formas de observar, ya sea participando del juego con el aprendiente

o alejado del mismo. El primer estilo de observación hace referencia a observar de


35

manera “distante o sentada” y el segundo se refiere a la observación “participando o

trabajando”.

Como se ha indicado anteriormente, después de observar es necesario poder registrar

toda la información que se ha obtenido del niño durante las actividades que haya

realizado. Es así que, en el taller de formación, nos enseñaron como debemos de

registrar nuestras observaciones por medio de un reporte cinematográfico, donde se

debe anotar las indagaciones como si hubiéramos filmado con una cámara.

Existen varios criterios para poder escribir un buen reporte cinematográfico como lo

muestra la imagen siguiente:

Figura 15. Criterios para el reporte cinematográfico


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Observación

Del mismo modo, es importante indicar que hay que evitar los juicios de valor, las

suposiciones, las palabras extremas y los datos subjetivos, para la realización de un

buen reporte cinematográfico. Las formadoras nos enviaron como deber, realizar 2

reportes cinematográficos, a partir de una pregunta de observación clara para luego

poder interpretarla, este ejercicio lo realicé con mis niños en donde la observación que

hice fue de manera distante y participativa.


36

Esta experiencia fue muy relevante para mi formación, ya que pude darme cuenta

que el reporte cinematográfico, es un buen instrumento para registrar las observaciones

hechas a los niños.

Figura 16. Registro cinematográfico


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Observación

De la misma manera esta actividad se la realizó en el taller; en donde la actividad

consistía en observar un video sobre una niña que estaba en un rincón de su hogar,

luego nos pidieron que redactemos en una ficha de observación que ellas nos facilitaron.

Tendríamos que anotar todo lo que percibimos de la niña que estaba sentada en un

rincón sin crear juicios de valor, esta observación la realizamos sentada e íbamos

llenando la ficha tal como lo vimos como si lo hubiéramos filmado, es importante

recalcar que cuando realicemos esta actividad, hay que escribir lo que vemos y no lo

que pensemos.
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Figura 17. Ficha de observación


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Observación

Reflexión

La reflexión se basa en una introspección consciente y fundamentada sobre nuestras

propias experiencias, nuestras acciones, los sucesos que nos rodean afectan nuestro

proceder, y las acciones propias que influyen en otros. Exige de un análisis e

interpretación de dichos elementos, buscando que el ser humano aprenda sobre sus

propias experiencias.

Casassus (2009), argumenta que la reflexión es “una posición de conciencia que pone

a los maestros en un estado mental de conciencia acerca de qué es lo que él o ella está

haciendo y como lo está haciendo en relación al aprendizaje de sus alumnos” (p. 32).

Normalmente, estamos reflexionando sobre algo que es de nuestro interés o a su vez

algo que nos emociona, ya sea en sentido positivo o negativo, pero lo hacemos en

función de un momento específico, no en una serie de eventos. Considerando una

técnica para una reflexión individual, se presentó este método llamado STAR
38

(Situación, Tarea, Acción, Resultado), que consiste en preparar la escena, describir el

objetivo, explicar que hizo y por último compartir el resultado.

Figura 18. Imagen STAR


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Reflexión

Todos estos elementos son parte de la acción de pensar, con el objetivo de llevar la

reflexión a algo concreto, así, por ejemplo: si existe una situación que tiene que ver con

el comportamiento disruptivo en los niños, lo primero que debo hacer es plantear mi

objetivo que sería de mejorar las relaciones interpersonales de los niños, de modo que

me llevará a reflexionar que hacer con tal situación. Posteriormente empiezo a planificar

en base a actividades que me van a permitir conseguir mi objetivo, el mismo que se verá

evidenciado en los resultados obtenidos de las acciones realizadas.

Una de las actividades que se realizaron en la formación sobre este tema, consistía de

la siguiente manera: se dibujó una mano y en cada dedo se escribió lo siguiente; en el

pulgar. -que soy bueno; en el índice. - a dónde quiero ir; en el medio. – qué es lo que no

me gusta; en el anular. - qué me conecta; en el meñique (rosa) dónde está mi pequeño

lado, esta actividad se realizó entre pares. Este ejercicio, me permitió reflexionar sobre

mi posición actual como docente, es decir, tuve que pensar en lo bueno y malo que he
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hecho en la práctica y ver una posible solución para desarrollar la reflexión en mi

destreza con los niños.

Dewey (2001) menciona que las personas no aprendemos por experiencia,

aprendemos por reflexionar sobre la experiencia, ello quiere decir que las experiencias,

nos llevan a una profunda reflexión, a cuestionarnos, mejorar nuestra forma de enseñar,

producir conocimiento, pensar sobre nuevas formas de aprendizajes, y como

fomentarlas.

Figura 19. Las formadoras explicando en que consiste la reflexión


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Reflexión

En otra actividad realizada durante el proceso, se nos indicó que la reflexión podría

ser comprendida mediante la comparación de un “iceberg” debido a que está

conformado por una parte visible, que serían los comportamientos y una parte no

observable constituida por las actitudes que a su vez están constituidas por los valores

que son producto de las interacciones con nuestro entorno y que establecen gran parte

de nuestra personalidad. Las formadoras nos pidieron crear nuestro iceberg y

relacionarlo con un iceberg cultural, desde un análisis más detallado, primero

determinamos que los comportamientos y prácticas es lo que podemos ver de dicho


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iceberg, y relacionarlo con un ser humano. Por ejemplo, los comportamientos, prácticas,

hábitos, características que son perceptibles para el espectador. Segundo, relacionamos

un iceberg con lo no visible representado en los sentimientos, valores, experiencias

adquiridas en el medio sociocultural, en las interacciones que afloran en las decisiones.

Figura 20. Iceberg cultural


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Reflexión

Metodología WANDA

El proyecto WANDA fue creado hace ocho años por la Universidad de Artevelde de

Bélgica, con fondos del Fondo Social Europeo (FSE), inicialmente con la finalidad de

desarrollar una nueva manera de trabajar y reflexionar para profesionales de baja

cualificación.

Las docentes belgas, nos dieron a conocer sobre el uso de esta metodología cuyo

objetivo es de fomentar el aprendizaje mutuo, la reflexión grupal y conectar diferentes


41

perspectivas sobre situaciones en la práctica. Nos dieron a entender que haciendo esto,

vamos a surgir como grupo, con preguntas fascinantes y posibles interpretaciones,

creando así nuevas ideas para lograr un cambio ya sea individual como organizacional.

El proceso Wanda está conformado por cinco fases las cuales son:

 Fase 1: mirando hacia atrás

 Fase 2: elegir un caso

 Fase 3: hacer preguntas

 Fase 4: coleccionar perspectivas

 Fase 5: dar varios tipos de consejos

En cada fase de este proceso, las docentes belgas se tomaron alrededor de una hora

con treinta minutos a dos horas con un grupo fijo de participantes.

Figura 21. Proceso WANDA


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Reflexión

En el taller, realizamos una actividad en la cual nos pidieron formar grupos de cinco

personas, en donde cada miembro del equipo tenía que exponer un tema en particular

que le haya sucedido en su entorno aboral, luego se escogió el tema que más regía a las
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consignas de las formadoras; ellas presentaron un material concreto para trabajar, que

corresponde a las herramientas WANDA que eran unas imágenes, las cuales la

colocaron sobre el suelo, todos los miembros de los grupos teníamos que acercarnos y

escoger las imágenes según lo que debíamos representar, para ello las formadoras ya

nos habían dado las consignas a realizar. Por ejemplo: nuestro grupo representó a una

institución educativa; teníamos que escoger las ilustraciones que representaban a un

director, docente, alumno, salón de clases, etc.

Luego de escoger las perspectivas, debíamos de realizar varias preguntas y recoger

las ideas de cada participante. Finalmente se debía dar varios consejos al participante

cuyo caso se había escogido, es así que se trabajó las cinco fases del proceso WANDA.

A continuación, se presenta una imagen tomada del taller de formación.

Figura 22. Actividad WANDA


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Reflexión

Retroalimentación

La retroalimentación es un proceso mediante el cual se apoya en el aprendizaje de los

estudiantes, es importante proporcionar al alumno una contribución útil con las

herramientas y estrategias necesarias, para que así, ellos puedan identificar los
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problemas desde nuevas perspectivas y lograr alcanzar la máxima zona de aprendizaje.

Sánchez (como se citó en Osorio y López, 2014) aclara que, para dar una

retroalimentación eficaz, los docentes deben conocer las limitaciones del estudiante,

conocer sus dificultades, sus habilidades y preferencias, para luego dar una

retroalimentación que cumpla con la función formativa, orientada hacia el aprendizaje,

la cual se define como la retroalimentación que se le da al estudiante para que tome

acciones correctivas sobre su desempeño.

Figura 23. Una buena retroalimentación


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Retroalimentación

Las formadoras expusieron cuán importante es la retroalimentación para fortalecer el

aprendizaje significativo en los niños, para ello, este proceso tiene que ser percibida

como un presente, es decir que, cuando el docente esté dando el feedback debe mostrar

al alumno que quiere ayudarle a crecer en el conocimiento que se impartió para que el

niño este abierto a comentarios, caso contrario si se empieza con actitudes no

adecuados, el niño va a sentir ira, frustración, perdiendo así la capacidad de escuchar el

mensaje. A continuación, la imagen ilustra cuando un niño se siente frustrado.


44

Figura 24. Frustración a comentarios negativos en la retroalimentación


Fuente: Taller de Formador de Formadores
Tema: Retroalimentación

Del mismo modo nos mostraron que, la retroalimentación deber ser entendida como

una oportunidad de reforzar el conocimiento, previa reflexión de nuestro desempeño

como docentes, de manera que podamos realizar nuevas actividades junto con nuevas

estrategias metodológicas con la finalidad de que el niño adquiera el conocimiento

adecuado.

Una retroalimentación, no es llevar a un grupo de personas a una zona de pánico,

sino a una zona de aprendizaje. En el taller de formación, realizamos un ejercicio sobre

cómo realizar un feedback entre docentes ya que, en ocasiones, no sabemos cómo

retroalimentar al compañero o compañera en relación al trabajo con sus alumnos y

llevarlos a la zona de aprendizaje. Nos recomendaron que primero hay que formular

oraciones que expresen sentido positivo a sus competencias como: “yo encuentro que tú

tuviste una excelente forma de interactuar con los niños”, “me gustó mucho cómo

llevaste a cabo la actividad lúdica”, entre otros. De manera que estas personas abran su

pensamiento con acciones concretas.

Cuando se da lugar a confrontaciones, la evitación no es una resolución, en este caso

hay que seguir cinco pasos. Primero, es comprender la situación; el segundo, es buscar
45

mantener la relación; el tercero, es confrontar dicha situación (de qué se trata tu

perspectiva); el cuarto, es mencionar qué es lo que persigues, y qué te gustaría que haga

la otra persona; y el quinto, se relaciona a solicitar lo que quieres, dar un espacio para

que se dé una retroalimentación. Si, por el contrario, la otra persona se enoja o llora, se

lo debe permitir, a la vez, debemos expresarle que también sentimos lo mismo y que nos

vemos afectados, pero que sepa que es un aprendizaje por el que pasamos todos los

profesionales.

Una actividad realizada en el taller, consistía en pensar en el comportamiento de una

persona concreta y responder varias preguntas para confrontar una relación, que nos ha

pasado y no hemos podido solucionar. Para ello debemos de seguir estos pasos; apreciar

la relación, apoyar la relación, enfrentar la situación, que queremos hacer, emitir

comentarios. Se escogió a una compañera y confrontamos la relación siguiendo los

pasos expuestos, ejemplo:

- Te aprecio mucho, eres una persona sociable, agradable

- No quiero perder la relación de compañeras, pero yo veo que no cuidas bien los

niños en clases están sucios después que comen el lunch.

- Quisiera que por favor les prestes más atención porque después vas a tener

problemas en el trabajo. Si te he ofendido con mis palabras te pido disculpas.

Finalmente se puede decir según lo expuesto sobre este tema en el proceso de

formación, la retroalimentación no solo es aquella que se hace de manera verbal, el

docente debe de manejar una expresión corporal adecuada, ya que como lo mencionaron

ellas “a veces una mirada puede decir más que mil palabras juntas y esta exteriorización

de nuestros criterios puede empañar nuestra labor docente”.


46

Técnicas de recolección de datos

Se estableció una ficha de observación para el análisis en la aplicación del juego

sensopático, se realizó previo una planificación, en la cual se empieza por un tema,

luego se establece el objetivo de lo que se quiere lograr dentro del mismo, este

documento se lo utiliza para organizar el juego y darle la oportunidad al niño de que

aprende a través de la exploración de materiales de experimentación y creativo,

facilitando conexiones que surgen con otras áreas.

Esta herramienta será utilizada para valorar el nivel de participación que tiene el niño

durante el juego, teniendo en cuenta que a través de la misma se involucra con el medio.

Esta técnica se aplicará individualmente, respondiendo las preguntas y dándole un valor

según sea la representación, de lo que esta manifestado durante la observación directa,

en el rincón del hogar.

Tabla 1. Hoja de trabajo 1: Juego sensorial

Hoja de trabajo: juego sensorial – trabajo de arte sensorial


☐ 0-3 años
☐ 3-5 años
☐ 5 años en adelante

¿Tema?

¿Objetivos?
¿Conexión con otras áreas de aprendizaje?

 Preparación para la organización:


 El lugar
 Cómo vas a presentar el material
 Protección y seguridad
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 El material:
1. Material sensorial
 = el material para explorar y
experimentar
2. Material de exploración
 = herramientas, por ej.
pala, caja, muñeca, rastrillo, cepillo,
cuchara, botella vacía, frascos.
3. Material creativo
 Por ej. Pintura, tizas, pegamento, arcilla,
cinta, papel de dibujo, lápices, espejo,
plexiglás,

Puntos de atención Diferenciación para inclusión

Fuente: Taller de Formador de Formadores


Nota: La tabla es una ficha de observación para el análisis del juego sensopático

Nivel de involucramiento

Tabla 2. Herramienta para asignar el nivel de participación

Tool to assign the level of involvement


¿Hay actividad/ atención?
No = 1 Si
¿Cuánto dura esta actividad?
Interrumpida a menudo Trabajando continuamente
=2
¿Cómo es la calidad de la actividad?
Faltan signos de real involucramiento Hay signos de involucramiento
=3
¿Cuánto tiempo dura esto?
50-75% del tiempo = 4 75-100% del tiempo = 5
Fuente: Taller de formador de formadores
Nota: Inspirado por De Pauw, S. (2015). Experimenta y explora con todos tus sentidos. Actividades de
juego sensopático en la fase de desarrollo juvenil. Kalmthout: Abimo.

El hecho de establecer el reporte cinematográfico, como una herramienta valiosa

para la observación espontánea o directa, es de gran ayuda para un educador, se la

relaciona como si se estuviera grabando una escena del niño mientras interactúa en un

momento determinado, no solo con otros niños, sino también con materiales que se le da
48

la oportunidad de explorar. En la misma se encuentran establecidos varios puntos

específicos que son de mucha relevancia, para tomar en cuenta el desarrollo de las áreas

del alumno. Esta técnica fue aplicada secuencialmente por lo tanto se necesitó observar

al niño en cinco sesiones, lo que permite que cada vez que se observe se pueda entender

las acciones del niño con mayor objetividad.

Tabla 3. Video clips para involucramiento

Video 1 Video 2 Video 3 Video 4 Video 5


Motivación y satisfacción
Actividad mental intensa
Concentración
Persistencia
Apertura a los estímulos y
precisión
Fuente: Taller de Formador de Formadores
Nota: La tabla es una ficha de observación para medir el involucramiento del niño en cinco sesiones
diferentes.

Como resultado de todas estas experiencias, se puede sostener que fue muy

importante aplicarlas en el aula, ya que llevada a la práctica diaria se pudo afirmar que

el juego tomado como una actividad curricular no solo sirve para la diversión o

entretenimiento, sino para generar un entorno de aprendizaje y para el docente se

convierte en una forma de enseñanza. Esto mismo permite que se identifiquen con

facilidad las áreas próximas del desarrollo, además de establecer la idea de que un

determinado juego puede aportar de manera positiva al desarrollo de las diferentes áreas

en las que se incluye su participación.

Para la realización de estas técnicas de recolección de datos, fue necesario realizarse

tres preguntas en la cual pudimos analizar si iba a ser beneficioso tanto para los niños

como para los educadores. Las preguntas son:


49

1. ¿Qué fué lo que inspiró?

Esta forma de recopilación de datos despertó curiosidad y una enorme necesidad de

que se lleve a cabo en las diferentes instituciones educativas como medio para resolver

problemas educativos y poder así no solo ser un transmisor de conocimientos sino un

solucionador de posibles problemas originados en el quehacer educativo.

2. ¿ Qué le ayudará a convertirse en mejor educador?

La observación científica, dirigida y organizada potencia de forma eficiente las

aptitudes y capacidades del docente, ya que para emitir un comentario respecto al

desarrolo evolutivo del niño lo hará de forma precisa y con conocimiento de causa.

3. ¿Cuál será su punto de acción personal?

De esta situación se obtuvo como aprendizaeje personal la necesidad de establecer

dentro de los establecimientos destinados a la educación en primera infancia un espacio

donde el niño pueda jugar de una manera libre y voluntaria, que le permita explorar,

descubrir y experimentar el mumdo que le rodea, de esta formar el docente es objetivo

en cuanto a su valoración hacia el infante, pudiendo detectar posibles problemas de

aprendizajes de caracter cognitivo, procedimental y actitudinal, evitando subjetividades

y convirtiendo al docente no solo en un educador sino en un investigador que puede

emitir un criterio basado en el conocimiento del contexto del niño, para en lo posterior

derivar hacia los expertos pedagogos y propender en el un aprenizaje significativo y

activo.

Cronograma de actividades

A continuación, se detallará las actividades realizadas en esta experiencia de

sistematización iniciada de septiembre hasta junio.

Tabla 4. Cronograma de actividades

FECHA ACTIVIDADES REALIZADAS


50

Viernes 18 de mayo del 2018 Primera sesión, WANDA, donde se recibió la


explicación sobre la metodología, realizando ejercicios
de la misma.
Sábado 19 de mayo del 2018 Segunda sesión, se expusieron los casos para
analizarlos, con la metodología Wanda.
Sábado 19 de mayo del 2018 Tercera sesión, fue acerca de exploración y
experimentación, se dio a conocer Se aprendió sobre el
juego sensopático, luego se hizo la práctica del mismo
con loa materiales concretos, con la ficha del juego que
consiste en una planificación, para la aplicación del
mismo.
Domingo 20 de mayo del 2018 Cuarta sesión, calidad bienestar e involucramiento, Se
trabajó con la herramienta para evaluar el
involucramiento y con la ficha de video clip del mismo
tema.
Domingo 20 de mayo del 2018 Quinta sesión, Dinámica e Indicadores de
involucramiento, Se realizó ejercicios en clases, como la
elaboración de la casa d los sueños “contar a su vecino
lo que hizo, y como se involucra en el vecino en
dibujo”.
Viernes 19 de octubre del 2018 Fue la primera sesión, observación, empezamos con una
dinámica del árbol de expectativas y reforzar
conocimientos, dinámica sobre contacto visual “hola soy
yo, si ya veo”.
Sábado 20 de octubre del 2018 Segunda sesión, como registrar observación, analizar el
video de Elisa e interpretación.
Sábado 20 de octubre del 2018 Tercera sesión, Escribir y luego contar una
retroalimentación que se haya recibido.
Domingo 21 de octubre del 2018 Cuarta sesión, el juego Se habló sobre los tipos e juego
y la herramienta de autoevaluación docente.
Viernes 26 de octubre del 2018 Quinta sesión, reflexión, se realizó un ejercicio de
iceberg, el checklist y starr.
Sábado 27 de octubre del 2018 Sexta sesión Wanda, sesión de Wanda con todo su
proceso.
Fuente: las formadoras
Nota: en la columna de actividades realizadas, esta sistematizado lo que se realizó según el día
asignado de la columna que está la fecha.

Observación sistemática de un CDI

Parte de este proceso era realizar observaciones a Centros de Desarrollo Infantil en

un grupo específico de edad, con la finalidad de poner en práctica las recomendaciones

dadas en la formación, pero en mi caso, realicé las observaciones en una Escuela de

Educación Básica que se encuentra ubicado en la ciudad de Milagro que ofrece un nivel
51

educativo de Inicial y EGB, específicamente hice mis análisis en los niños de inicial,

cuyas edades son de 3 a 4 años.

Esta escuela tiene dos jornadas de trabajo: matutina con un horario de 7h30 hasta

12h20 y vespertina de 13h00 hasta 18h00, es relevante mencionar que en la jornada

vespertina no hay iniciales. Se cuenta con un personal docente conformado por veinte

educadores y una rectora quien es la líder de la escuela, de este grupo de docentes

cuatro son asignadas para la educación inicial. Se atiende un promedio de 90 niños en

los iniciales los mismos que están divididos de 20 a 25 niños para cada educadora.

La infraestructura es de construcción mixta de una sola planta, no tiene cerramiento,

las salas de clase son espacios divididos por paredes de cemento, con puertas pequeñas,

hay un bar, dos baños y un patio asfaltado. Al momento de servirse los alimentos, cada

grupo lo hace en su espacio, las mesas, así como las sillas son pequeñas y de plástico.

Este mismo recurso es utilizado para realizar las actividades de trabajo con los niños.

En esta escuela se realizaron seis observaciones y para cada una se aplicó la ficha

proporcionada en la formación, desde que los infantes llegaban con sus padres o

parientes a la escuela, hasta cuando se retiraban. La observación debía plantearse desde

nuestro proceso de sistematización; es decir, teníamos que buscar, comprender cómo

funcionaban, o la visión, metodología que tenía la escuela asignada con respecto a los

temas desarrollados durante toda la formación (juego, observación, bienestar e

involucramiento, reflexión y retroalimentación).

Esos temas centrales debían ser nuestros guías, para formular las preguntas y saber

qué y cómo observar, por eso nuestra observación fue planeada, de tal forma que

pudiéramos analizar datos sin llegar a ser subjetivos, estableciendo decisiones acorde a

las interrogantes planteadas; no obstante, también se da la observación espontánea,


52

ambas son válidas e importantes para evidenciar progresos o dificultades en el

desarrollo de los niños.

Observación

Mi observación estuvo enfocada en la forma de interactuar de la docente con los

niños de 3 a 4 años, en el juego y rutinas (bienvenida, aseo, almuerzo, actividades,

descanso, despedida), los recursos que brindaba al grupo para la exploración o creación,

la retroalimentación que podía realizarle a los niños o a padres ante algún suceso. Así

mismo, destinaba 10 minutos para interactuar con los niños y observar el juego

individual y de relación social de cada uno o de alguien específico si era necesario.

En estas observaciones también se evidenció que las docentes no realizan una

observación fija o planificada, guiada tal vez con alguna pregunta clave, para describir

el desarrollo de los niños, a su vez no utilizan un registro de observación clara para

detallar objetivamente situaciones de los infantes. Sin embargo, emplean una ficha de

registro de evaluación formal, donde se detallan las destrezas por cada ámbito de

aprendizaje, designando valores del 1 al 3 en una escala de inicio, proceso o adquirido.

Además, utilizan un registro anecdótico que no siempre es llenado y cuando se lo hace

es casi en la hora del descanso de los niños, también la descripción de este documento

suele se subjetivo, en algunos que pude leer se manifestaba solo la percepción del

docente y una que otra característica de los niños.

Metodología usada en la escuela

Para el registro de las observaciones utilicé la ficha de reporte cinematográfico,

recordando los criterios para la descripción tales como: ser objetivo, específico, lo

suficientemente detallado, escribir literalmente las palabras de las personas observadas,

y ponerlas entre comillas, procuraba escribir información significativa según la pregunta

de observación, escribir en tiempo presente y en forma precisa las acciones de los niños.
53

La observación que realicé fue distante y en interacción con los infantes. En la

primera forma, pude estar atenta y registrar los hechos, en la segunda olvidaba registrar

algunos detalles por la participación que tenía con el niño sin la necesidad de guiar su

juego. Por consiguiente, se desarrolló la actividad con una participación espontánea,

interactiva, natural entre ellos, evidenciando agrado por parte de los niños.

Personalmente, puedo decir que aprendí a registrar la observación de un hecho en la

ficha, sin llegar a ser subjetiva, sin embargo, esto debo realizarlo constantemente para

mejorar en la descripción y completar el proceso cíclico, el cual consiste en observar,

registrar, interpretar, formular conclusiones orientadas a la acción, actuar, y volver a

observar.

Antes de formular las preguntas para la observación y después para la interpretación

de las acciones de los niños, utilicé el currículo de educación inicial, ya que tenía que

conocer el desarrollo de los infantes del grupo de edad que había elegido. Esto fue de

gran apoyo porque señalaba las destrezas que aún necesitan fortalecer y las logradas.

Por ejemplo, la mayoría controlaba sus esfínteres, solicitando algunos la ayuda de un

adulto, otros iban solos, colaboraban con el orden de los espacios, ubicando juguetes en

su lugar, algunos se unían con otros compañeros para jugar y participaban en juegos

grupales según proponía la maestra.

Por todo esto, reconozco que la observación registrada y apoyada en el currículo,

para su interpretación y formulación de conclusiones, es nuestra mayor evidencia para

conocer al niño y contribuir en su crecimiento. La tarea de observar puede ser difícil,

porque no estamos acostumbrados, sin embargo, si queremos dar significado a lo que el

niño está haciendo tenemos que conocerlo a él y darle valor a su desarrollo.


54

El juego como herramienta metodológica en la escuela

Al observar los juegos de los niños de inicial de la escuela que hice las visitas,

encontré que no hay variedad de recursos que les permitan explorar con cosas del medio

o juguetes, constantemente se facilitaban legos, encajes, pelotas, rompecabezas, en

cuanto al espacio, había un rincón en cada salón y la docente mencionaba que

intercambiaban los materiales para darles a los niños y que así éstos puedan jugar. En

una observación pude evidenciar que en sus juegos se reflejaba una acción libre y

voluntaria, donde exploraron y conectaron sus acciones con el medio que los rodeaba,

por ejemplo, un niño cogió varios legos y simuló tener un avión. En este juego

simbólico también se evidenció su imaginación, creatividad, aunque cómo se

mencionaba en la formación, estas actitudes se demuestran con mucho más énfasis en

una etapa más avanzada de su desarrollo. Esta nueva visión del juego ocasionó que

salga de mi zona de confort, generando nuevas ideas para motivar el juego de los niños.

Características de bienestar e involucramiento

Cada mañana, las educadoras colocaban legos y algunos juguetes para que los niños

mientras llegan, puedan jugar con ellos. Cuando recibían a los niños se mostraban

atentas ante comentarios, aspectos personales o emocionales de ellos. La educadora

realizaba preguntas a los niños para saber cómo se sentían, si habían desayunado, etc.

Algunos infantes se manifestaban abiertos, con un abrazo, atentos ante el diálogo con la

educadora, e incluso con sus pares se reunían inmediatamente a jugar.

Sin embargo, también se presentó el caso de un niño que lloraba en las mañanas

cuando lo iban a dejar al Centro Infantil, esto afectaba en que no quería desayunar,

participar de las actividades y pase un buen tiempo en ese estado. Cuando ya se

calmaba, igual nombraba a su mamá y preguntaba a qué hora se iba, la docente ante esta

eventualidad, indirectamente buscaba llamar su atención con algún juego, canción, etc.,
55

esperaba a que se calmara, para luego asistirlo, luego buscaba integrarlo a la actividad,

darle juguetes, pero las veces que lo observé no había una participación voluntaria en el

niño. Este es un caso donde se evidencia poco interés y motivación intrínseca siendo

esto un factor que determina un bajo involucramiento del niño en su proceso escolar.

También se reconoce que la educadora durante la jornada de trabajo, se involucraba

con los niños para seguirlos conociendo y ayudarlos en la satisfacción de sus

necesidades básicas, tales como las físicas en cuanto alimentación, descanso, juego; les

brindaba afecto y seguridad al realizar sus actividades, en los juegos siempre les decía

que había que tratarse con amor y respeto. Estas acciones favorecían el bienestar e

involucramiento que los niños requerían para sentirse bien consigo mismo y con los

demás.

El proceso de reflexión dentro de la escuela

En los diálogos que mantuve con la educadora, le hice algunas preguntas como:

¿Qué hacen las docentes cuando los niños se van a casa? ¿Existe algún tipo de

reuniones en que se reflexione sobre las experiencias del día o de la jornada? La

respuesta fue que los momentos utilizaban para reflexionar eran después de que los

niños se iban a sus hogares. La mentora, que era una de las cuatro docentes de inicial,

dirigía las reuniones, en las que exponía las debilidades que había en general y, de

acuerdo a eso, se tomaban las decisiones para mejorar esos errores o debilidades. La

participación de las docentes era escasa, pues siempre se iniciaba por los aspectos

negativos, por ello, la reflexión de los procesos era limitada.

En cada visita tuve la oportunidad de dialogar con la mentora y compartí con ella mis

experiencias en el contexto laboral, en cuanto a la retroalimentación y la reflexión de las

prácticas pedagógicas y de lo que he aprendido durante mi camino como docente. Al

inicio, en las rutinas de aseo y alimentación, las interacciones entre docentes y niños
56

eran limitadas. Inmediatamente después de constatar esta práctica mediante la

observación, sugerí a la docente que conversara con el niño mientras realizara estas

actividades, pues, aunque el infante no logre contestar verbalmente, puede sentir que se

lo está atendiendo de la mejor manera y a la vez está estimulando en él habilidades

lingüísticas de escucha.

El proceso de retroalimentación dentro de la escuela

Luego del proceso de reflexión, se aborda el proceso de retroalimentación, que se lo

realizaba según las sugerencias, acuerdos, normativas recibidas en las reuniones hechas

por la mentora sobre el cuidado de los niños a nivel general. Este proceso de

retroalimentación se lo empleaba en las educadoras tomando en consideración las

propuestas dadas en los espacios de reflexión grupal, para así poder ejecutarlas y poder

desarrollar las necesidades de los niños.

Además, se les dio una retroalimentación a los padres de familia, sobre el cuidado

que se estaba dando a los niños, exponiéndoles todo los por menores de lo que acontecía

en las actividades cotidianas de los infantes.

Revisión de la literatura

En este apartado se exponen las teorías, conceptos o ideas de expertos, relacionadas

con los temas de esta sistematización que son el juego y desarrollo, observación,

reflexión, retroalimentación y bienestar e involucramiento, orientadas a desarrollar en

las docentes actitudes y desempeños favorecedores para el desarrollo, aprendizaje y

bienestar infantil.

Juego

El juego es uno de los temas que más ha llamado la atención de los investigadores

del proceso del desarrollo infantil, tanto por su aplicación en el campo educativo, como

en la psicología y el deporte. Según Ortega y Fernández (1997) “el juego permite a los
57

niños dominar el mundo que les rodea, ajustando la representación mental a la acción

práctica; los medios a los fines; la comunicación a las necesidades de comprensión entre

jugadores” (p. 25), y justamente, el proceso enseñanza-aprendizaje, busca que el infante

adquiera el dominio de nuevas habilidades y capacidades.

Siguiendo los aportes de Peralta y Hernández (2012), comprende que el juego tiene

un impacto altamente positivo en el desarrollo infantil por lo que se invita a los docentes

que sus aprendizajes se enseñen en parte empleando metodologías lúdico-creativas

considerando los siguientes aspectos:

1. La pertinencia del juego como proceso libre, espontáneo, placentero no

instrumentalizado para vaciar contenidos pedagógicos.

2. Permitir la indagación sobre las percepciones e interiorizaciones realizadas por los

estudiantes de forma tal que les permita evolucionar su pensamiento.

3. Permitir el tejido de relaciones intra e interpersonales, permitiéndoles conocerse a sí

mismos y que los demás le conozcan.

4. Empleando materiales del entorno que les permitan innovar y ser creativos en el

aprovechamiento de los materiales del medio en el que se encuentran.

5. Permitir la fluidez de las emociones físicamente, emocional e intelectualmente, de

forma tal que fluyan las ideas y las emociones de los niños (Peralta & Hernández,

2012, pág. 69).

El MINEDUC (2014) señala que, al utilizar el juego como una estrategia aplicada a

los niños en la Educación Inicial, comprende una valiosa herramienta que permite

generar bienestar, regular emociones, solucionar problemas, desarrollar lenguaje,

atención, ya que “es una actividad innata de los niños que puede tomar múltiples formas

y que va cambiando con la edad. Cuando juegan, los niños se involucran de manera

integral con cuerpo, mente y espíritu” (p. 21). En este sentido, esta acción se genera de
58

una motivación intrínseca que provoca placer, activa los sentidos y hace que los niños

se involucren en las actividades que realizan. Por eso, desde una perspectiva de

desarrollo las actividades de juego deben tener un alto grado de libertad de acción,

donde el niño puede demostrar autonomía e iniciativa, puesto que realiza la actividad

que desea, más no porque se sienta obligado.

Importancia del juego

El juego por ser una actividad física o mental, es necesaria para el buen desarrollo

integral de los niños, por eso es preciso que esté presente en sus actividades cotidianas

(Aquino Casal y Sánchez de Bustamante, 1999). Siendo así, éste permite descubrir a los

niños posibilidades, interpretar realidades y poder transformarlas conforme a sus deseos,

necesidades e intereses. Los adultos que acompañen en el proceso de crecimiento de los

niños, deben respetar el deseo de jugar, crear o inventar de ellos, pues a partir de estos

elementos se basa una educación conforme al respeto de los intereses y características

de los infantes.

La importancia del juego no solo tiene la finalidad de divertir, sino que también

radica en lo que aporta a las interacciones de los niños con sus pares, docentes, y medio

que le rodea, por esto, es un elemento básico en la vida de un infante, ya que apoya a su

desarrollo psicosocial. Como manifiesta Paniagua (2013), “Esta interacción con el

medio físico y social se desarrolla fundamentalmente bajo la forma de juego” (p. 27).

En este sentido, las diversas formas de juego permiten desarrollar habilidades de

pensamiento, sociales, comunicativas que necesitan los niños para un desenvolvimiento

pleno en su día a día.

De esta forma el juego como medio educativo, según Gómez (s.f.) es un elemento

muy significativo, porque:


59

 Enriquece la imaginación; y los pedagogos tienen muy claro, que el juego aporta

mucho en el proceso creativo.

 Desarrolla la observación, ejercita la atención, la concentración y la memoria.

El mismo autor menciona que el desarrollo, la imaginación, la observación, el

progreso en la atención y la memoria, son elementos que posteriormente serán

evidenciados en situaciones no lúdicas, y asegura que aquello fortalece la estructura

mental del niño y lo preparan para la vida académica y laboral.

El juego para promover el desarrollo

Durante el desarrollo de la persona, cambian los intereses y necesidades según la

etapa en la que se encuentre el ser humano. Como se menciona en el Currículo de

Educación Inicial (2014), “el desarrollo es concebido como ciertos cambios que ocurren

en los seres humanos, desde la concepción hasta la muerte, y se dan en forma ordenada

y permanente por un período razonable de tiempo” (p.15). En este sentido, al ser el

desarrollo un proceso en el que intervienen diferentes aspectos físicos y biológicos

desde la concepción, es primordial que en el periodo de 0 a 5 años se brinde al niño una

calidad de interacciones sociales entre las personas y el mundo que lo rodean, para su

desarrollo integral.

En ese proceso, el juego es esencial para aprender a desarrollar habilidades sociales.

No obstante, para los niños es una actividad que los mantiene ocupados y “constituye un

instrumento de desarrollo global, además de ser una actividad placentera y fascinante

que ayuda al niño a construir apego seguro” (Condemarín, Chadwick, Gorostegui, y

Milicic, 2016, p.170). En esta misma línea, el juego promueve el desarrollo, porque el

niño está en proceso continuo de aprendizaje, y mediante él, explora, experimenta, crea

y se conecta con diferentes personas y ambientes acogedores y estimulantes.


60

El rol del docente en el juego de los niños

El rol docente en el juego de los niños es muy importante, porque es quien puede

alentarlos en su desarrollo, a través de nuevas experiencias que mejoren la calidad de

sus juegos, favoreciendo a la participación, estimulando su acción, pensamiento y

comunicación. “La investigación en el desarrollo infantil demuestra que el niño no es un

simple receptor de lo que los adultos le enseñan, sino que realmente es él quien va

construyendo su aprendizaje de forma activa” (Paniagua, 2013, pág. 27).

Así, es necesario en la jornada del niño destinar espacios que le permitan

experimentar, aprender, socializar, conocerse a sí mismo, divertirse y jugar. De acuerdo

con el MINEDUC (2014) se describe que:

Los profesionales competentes y comprometidos deben ofrecer una variedad de

oportunidades de aprendizaje, que inviten a los niños a involucrarse, a pensar y a

hacer las cosas por ellos mismos, proporcionándoles el tiempo para que jueguen,

interactúen entre sí y con los materiales. Asimismo, deben conocer a los niños de su

grupo para saber cuáles son sus intereses, escucharlos atentamente y alentarlos (p.

22).

Entonces, la importancia no sólo se da en las formas de relacionarse, sino que

también se comprende, desde el uso de los materiales que facilita el docente o que están

al alcance de los niños, para que ellos puedan decidir qué, cómo y con qué van a realizar

su juego, teniendo de esta forma un máximo espacio para demostrar iniciativa,

creatividad y comunicación.

Por otro lado, Montessori (citado por Alonso, 2017) recomienda que el rol del

maestro es dar un paso detrás del alumno cuando éstos están jugando, lo que da

significado en la supervisión del proceso de aprendizaje de cada niño, atendiendo un

interés particular en la práctica pedagógica, siendo esta acción de dar un paso atrás en la
61

intención de poder observar de manera amplia las actitudes y comportamientos

procedimentales en el desarrollo de las actividades de cada niño. Bajo esta mirada el

educador es un guía y su orientación se da en forma indirecta al crear oportunidades de

aprendizaje que potencien y desarrollen las habilidades y destrezas de los niños,

conduciéndolos a través de interacciones positivas a su zona de desarrollo próximo.

Tipo de juego

Los diferentes tipos de juegos aparecen según el desarrollo de los niños. Hay algunas

clasificaciones de juegos, entre ellas, los que conocimos en el curso de Formación a

Formadores, sustentada por diferentes autores.

El juego de movimiento o de ejercicio implica actividad física, ejercicios con su

propio cuerpo: arrastrarse, caminar, correr. Además, el niño juega con aquellos juguetes

que requieren de su desplazamiento y coordinación de movimientos, como: pelota,

triciclo, andador, bailes, entre otros. El juego del ejercicio físico se incrementa

notablemente hasta los primeros años escolares, en que sus bases neuronales y

musculares alcanzan una notable coordinación física (Smith y Pellegrini, 2008).

En el juego con cosas u objetos, el niño manipula, explora y descubre lo que puede

hacer con ese objeto o juguete. Los mismos autores señalan que “el juego con objetos

les permite a los niños intentar nuevas combinaciones de acciones, sin restricción

externa y les puede ayudar a desarrollar habilidades de resolución de problemas” (p. 7).

El niño descubre lo que son las cosas, para qué sirven y cómo se utilizan y para esto

desarrolla su capacidad de pensamiento en cuanto a su imaginación y creatividad.

El juego con el lenguaje desarrolla su expresión verbal y no verbal a través de las

interacciones con las personas que le rodean. En algunos juegos los niños hacen sonidos

o ruidos mientras manipulan algún juguete. Otros niños cantan, se inventan cuentos,

crean historias, reproducen trabalenguas, adivinanzas, entre otros ejercicios fonológicos


62

del lenguaje. Chukovsky (citado por Garvey, 1977) considera a la primera infancia

como un periodo de creatividad verbal, ya que el recién llegado al mundo de los sonidos

y símbolos lingüísticos contempla las maravillas del lenguaje. El niño desarrolla las

habilidades del lenguaje por medio del juego con palabras, poco a poco adquiere

palabras, vocabulario y significado de su habla con las interacciones entre pares y

personas adultas.

El juego de roles o juego simbólico los niños lo aprenden en la práctica, a través de

la imitación de las personas que le rodean. En este tipo de juego los niños reflejan el

conocimiento de la realidad que vive cada día. Por ejemplo: jugar a familias, médicos,

superhéroes, etc. (Pecci, Herrero, López y Mozos, 2009).

Mediante los juegos de reglas, los niños desarrollan su capacidad cognitiva porque el

juego sigue ciertas normas, es decir, tienen una secuencia fija. Por ejemplo: series,

dominó, rompecabezas, tarjetas de secuencias, figuras geométricas, entre otros.

Juego sensopático

El juego sensopático o juego sensorial está basado en experimentar y jugar por medio

de los cinco sentidos. El juego es básico porque ayuda al niño a explorar con sus

sentidos el objeto y el entorno que le rodea. “La experimentación como forma de

aprendizaje no sería posible sin la intervención directa de los sentidos: tocar, oler,

probar, escuchar y ver todo lo que el entorno puede ofrecer…” (Gómez y Fenoy, 2016,

p. 63). El aprendizaje en los niños a temprana edad se construye por medio de los

sentidos. La curiosidad hace que los niños manipulen los objetos que les rodea y esto

genera aprendizaje.

En los juegos sensoriales es necesario que se preparen los materiales previamente, es

decir, el adulto debe probar o practicar algún juego que los niños experimenten con ese

material. La organización y selección de los materiales serán recursos para disfrutar el


63

juego, reforzar la autonomía e independencia, valores y actitudes que ayudan a la

socialización entre pares y a partir de ello se garantizará el aprendizaje (Moreno, 2017).

El juego sensopático debe ofrecer al niño conocimientos y desarrollar sus habilidades,

su creatividad e imaginación, además de estimularlo a que se conecte con las destrezas

propias de su edad.

Observación

Como se ha mencionado previamente, por lo que se amplía en este apartado, la

importancia de la observación docente dentro del aula; y es que una forma eficiente y

clave para comprender el entorno que rodea el ambiente educativo lo representa la

observación. Observar implica más que ver lo que sucede, implica interpretar lo que se

está observando, pero también detectar patrones de comportamiento de acuerdo a las

conductas que se están observando. De acuerdo con PROMEBAZ (2007), la

observación no implica especular en el aire sino reflexionar sobre lo que se está viendo,

escuchando y experimentando dentro del entorno educativo; es por ello que se observan

sobre todo niveles de bienestar e involucramiento en las actividades que se ofrecen al

estudiante.

Siguiendo los aportes de PROMEBAZ (2007):

Necesitamos observar lo que ocurre en el aula, cómo actúan los estudiantes, cómo

reaccionan a nuestras intervenciones, en qué condiciones ocurre, qué cambios se

dan… En ese sentido la observación acompaña nuestro actuar en el aula y da

insumos para la reflexión, siendo así una condición imprescindible para esta y para

realizar nuevas acciones (p. 134).

La observación está concebida como una técnica empleada en el desarrollo del

proceso educativo, por cuanto está presente en cada momento o fase de implementación
64

de las actividades y estrategias aplicadas por el docente. En este sentido, el MINEDUC

(2014) señala que:

El docente debe ser un “observador”; puede ser casual mientras los niños juegan,

para asegurar que ellos logren resolver las dificultades que surjan en el juego y

mantengan su comportamiento dentro de los límites establecidos; o puede conducir

una observación sistemática para registrar los aspectos que los niños requieran

desarrollar mejor. A los niños les encanta que sus maestros sean parte de la audiencia

cuando ellos actúan, muchas veces piden que los adultos se sienten y los vean actuar

en los rincones. Esto les hace sentir que son importantes y que su juego es valioso.

(p. 22)

Aquí, es donde el maestro pone en práctica su capacidad de mediador ante los

aprendizajes que se adquieren a través de la lúdica, en concordancia con los recursos y

estrategias con que cuente, haciendo de ello, su mejor papel en el proceso educativo,

pues de la interacción sistemática con los niños, dependen factores como los niveles de

confianza, bienestar, involucramiento, participación y ejercicio de tareas en el medio

educativo.

Montessori (citado en Bradford, 2014) desarrollo un pensamiento pedagógico basado

en las observaciones, afirmando que el niño es libre si el adulto es un buen observador

de su comportamiento, es decir, lo que hace posible que se dé un desarrollo y

aprendizaje es un entendimiento preciso de las necesidades del niño por parte de los

educadores infantiles.

Los docentes, al emplear esta técnica de observación, pueden diseñar y planificar

adecuadas actividades para el apoyo de los niños. En la práctica pedagógica las

observaciones ayudan a saber más acerca del niño; aportan un contexto para obtener

datos; las interpretaciones de datos se pueden exponer en las conversaciones entre


65

colegas y, al estar familiarizados con el currículo, los docentes podrán conocer cómo

aprenden los niños a temprana edad (Bradford, 2014).

Para Hernández, Fernández y Baptista (2010) considera que “este método de

recolección de datos consiste en el registro sistemático, válido y confiable de

comportamientos y situaciones observables a través de un conjunto de categorías y

subcategorías” (p.260). Es decir que la observación es una técnica cuya finalidad es

reunir información de un objeto en estudio, de manera detallada, precisa y concisa,

utilizando diferentes tipos de instrumentos que ayuden a identificar los motivos del

accionar de los sujetos. Así mismo, indican que la observación cualitativa “no es mera

contemplación” (sentarse a ver el mundo y tomar notas); implica adentrarnos en

profundidad a situaciones sociales y mantener un papel activo, así como una reflexión

permanente” (p.411). Por lo tanto, es un proceso ordenado donde el observador acumula

un sinnúmero de referencias necesarias, que dependerán de la motivación, reflexión y la

interpretación del investigador para realizar un estudio.

El escenario principal para que un docente aplique el proceso de observación, es el

entorno escolar, para lo cual debe estar preparado y comprometido en cumplir con

integridad la tarea de observar, es necesario que conozca cómo aplicar esta técnica, de

una manera metódica y reflexiva para interpretar adecuadamente toda la información

que obtenga del proceso, el aprendizaje de la observación abriendo un camino de

probabilidades para entender el accionar de los infantes, conocer qué aspectos favorece

o dificultan el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Además, tener una visión clara de ¿qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde? realizar la

acción de observar, conocer qué instrumentos se va a utilizar con la finalidad de que el

proceso llegue a alcanzar los fines propuestos. Gutiérrez (2008) refiere que “cuando

ponemos en práctica un proceso de observación en el aula tenemos que determinar


66

siempre el objeto, situación, caso, que vamos a observar, los objetivos y la forma con

que se van a registrar los datos” (p.338).

También manifiestan Hernández, Fernández y Baptista (2010), que un buen

observador cualitativo necesita:

Saber escuchar y utilizar todos los sentidos, poner atención a los detalles, poseer

habilidades para descifrar y comprender conductas no verbales, ser reflexivo y

disciplinado para escribir anotaciones, así como flexible para cambiar el centro de

atención, si es necesario (p. 418).

Como docentes, debemos hacer de la acción de observar un hábito en todas nuestras

actividades profesionales, de manera que se convierta en una habilidad, además se debe

considerar la correcta utilización de los instrumentos y para ello tener claro el propósito

del estudio y así realizar un trabajo óptimo.

Para Fuertes (2011) es “un proceso de recogida de información, la observación

resulta fundamental en toda evaluación formativa que tiene como finalidad última

conseguir mejorar la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje, y por consiguiente

del sistema educativo” (p.238). Las afirmaciones anteriores indican que la observación

desempeña un rol indispensable para evaluar las actitudes de los niños y que es de suma

importancia que la aplicación sea de manera sistémica en el quehacer pedagógico, para

que sea una contribución eficaz en mejor el proceso de enseñanza aprendizaje.

Bienestar e involucramiento

Para comprender los elementos que forman parte del bienestar de los niños es

necesario comprender las dimensiones en que se inscribe la calidad de la educación que

se desea obtener. Una primera dimensión a considerar de acuerdo con Peralta y

Hernández (2012), implica que, para poder emprender un proceso educativo de calidad,

la misma debe ser entendida desde el contexto en que se inscribe, y situarse en el


67

entorno en el que se va a implementar, esto es así debido a que el bienestar o sentido

último de la educación, difiere de acuerdo al entorno social, cultural y personal de los

niños pero también de los educadores. De tal manera, “un programa de calidad en un

sector urbano va a tener atributos diferentes a los de uno en zonas rurales o costeras, por

ejemplo, frente a la cuestión medioambiental. Lo mismo va a suceder con culturas

diversas (indígenas, migrantes, etc.)” (p. 14).

Lo anterior hace referencia a que la calidad de la educación tiene significados

distintos e interpretaciones diversas de acuerdo al contexto y el lugar en que se presente;

lo que a su vez tiene que ver con la observación de los significantes del contexto de

estudiantes a los que educa el docente para generar criterios de operacionalización de su

programa educativo en torno a los distintos elementos que el contexto cultural y

espacial le ofrece; en otras palabras, el docente debe observar las señales y

comportamientos de los niños, pero sobre todo los significados que ciertos objetos

tienen para ellos, para poder favorecer su incorporación en el programa formativo que

realiza, de forma tal que la educación sea integral y apegada al contexto en que el

infante se desarrolla.

Cuando se requiere evaluar la calidad se pueden presentar diferentes aspectos, unas

pueden enfocarse solo desde el perfil o valores que muestra el docente, otras, considerar

aspectos de infraestructura de una escuela o salón, o a su vez lo miden por las altas

notas de sus estudiantes. Sin embargo, existe un marco referencial que utiliza la

educación experiencial mencionada en PROMEBAZ (2007) la cual ordena diferentes

aspectos para medir la calidad educativa, este enfoque se direcciona en tres indicadores

interrelacionados como son:

 La intervención docente.
68

 El proceso de aprendizaje, el mismo que se basa en la experiencia del niño y en el

cual intervienen dos indicadores de calidad como son el bienestar e involucramiento.

 El efecto o resultado de aprendizaje que tiene que ver con el desarrollo de destrezas

y los cambios que se producen en el infante. Nuestra intervención como docentes es

considerar no sólo nuestro actuar didáctico-pedagógico en el aula, sino, además,

identificar el nivel de bienestar e involucramiento, que muestren los niños y niñas

por las experiencias que viven constantemente en el centro de cuidado, ya que esto

es una oportunidad para mejorar el entorno y vivencias que le ofrecemos a diario al

infante.

En este aspecto, deben primar los principios axiológicos en el quehacer educativo,

donde los involucrados en el proceso de enseñanza y aprendizaje orienten sus acciones a

procurar el bienestar e involucramiento del niño en todas las etapas de desarrollo. Por

ello, en concordancia con lo señalado por Peralta (2008) refiere que: “en el sentido

holístico y trascendente de la educación cabe replantear las nuevas expectativas y

avances, así como los estancamiento o retrocesos de la sociedad en función de los

desafíos en los momentos actuales” (p.1). En este sentido, se deduce que, al reflexionar

en función de estos desafíos, se tiene como base procurar el bienestar e involucramiento

de las personas en todas sus dimensiones como seres humanos.

Con las estrategias o herramientas favorables que el docente emplee para apoyar en

el desarrollo de los niños, se busca el bienestar, entendido como un proceso de

construcción que se va logrando a través de actitudes y experiencias positivas, que tiene

sentido personal y social acorde a las diferentes etapas de la vida (Peralta, 2012). Es

decir, el bienestar es el estado de la vida interior del niño y se refleja en el resultado de

sus experiencias, dadas por las diferentes situaciones de su vida y de las interacciones

que ofrece el docente, las cuales deben ser afectivas y en espacios lúdicos, con
69

actividades acorde a su edad, intereses, ritmos y estilos de aprendizaje, todo esto para no

afectar el comportamiento, ni el bienestar de ellos.

Por eso hay que considerar cuánto y en qué forma el estudiante se involucra con las

actividades que le permitan el desarrollo de su aprendizaje PROMEBAZ (2007) señala:

“El involucramiento es sentir satisfacción al explorar, sentirse retado al límite más alto

de sus posibilidades actuales” (p.32). El bienestar es importante, pero se complementa

con este indicador de proceso de aprendizaje, para evaluar al infante en su máximo

desarrollo, considerando la motivación, participación e interés que tenga el niño con su

experiencia de aprendizaje.

El bienestar e involucramiento son características de calidad en el proceso de

aprendizaje de los niños y durante el desarrollo de actividades nos permite identificar lo

que un ambiente de aprendizaje puede provocar en ellos. El bienestar se reconoce en la

relación social y emocional, mientras que el involucramiento refleja cómo va el proceso

de aprendizaje. A continuación según PROMEBAZ (2007) se muestra la relación entre

ambos indicadores.

Tabla 5. Relación entre bienestar e involucramiento en la experiencia educativa


Bienestar Involucramiento
Se refiere a que los estudiantes se Se refiere a la medida en que los niños se
encuentran bien social y meten en las actividades, se
emocionalmente, que se sienten seguros y comprometen y participan activamente en
reconocidos. la situación.
Señales: concentración, persistencia,
Señales: disfrute, relajamiento, vitalidad,
actividad mental intensa, energía y
apertura, espontaneidad.
satisfacción.
Puede variar según las circunstancias en
La condición es que el estudiante tenga
que se encuentran los niños. La condición
satisfecha sus necesidades básicas, que
es que las actividades atienden el afán
tenga una autoestima positiva, que esté
exploratorio de los estudiantes y que las
en contacto consigo mismo y vinculado
actividades las lleve al límite más alto de
con los otros.
sus capacidades. (ZDP)
Fuente: (PROMEBAZ, 2007)
Nota: El libro “Con nuevos lentes” hace referencia a la relación que tiene el bienestar e
involucramiento
70

Como muestra la tabla 5, el involucramiento está relacionado con el bienestar

porque, al tener el niño un alto nivel de participación, toman iniciativas para complacer

sus necesidades por medio de un despliegue de energía, sintiendo el deseo de descubrir,

de explorar y experimentar el mundo adaptándose al medio donde interactúa.

Desencadenan desafíos en cada actividad disponiendo de sus habilidades para ejecutar

las diversas actividades en el juego, obteniendo un bienestar elevado (PROMEBAZ,

2007).

Es importante no limitar o perturbar el juego de los niños, sobre todo cuando están

involucrados. De acuerdo a Laevers (2005), cuando los niños participan, sabemos que

abordan sus capacidades y que están "en desarrollo": aprenden en un nivel más

profundo, se vuelven más competentes, sentimos que no podemos desconectar o

desorganizar su juego, mucho menos interrumpirlos, ya que vemos que afloran sus

capacidades y que dentro de su desarrollo están aprendiendo y adquiriendo nuevas

habilidades. El no involucramiento del niño paralizará su desarrollo y ante esta situación

es vital crear ambientes enriquecedores con actividades que promocionen la

participación del mismo.

No se trata, solamente, de complacer en todos los aspectos a los niños, sino por el

contrario, de guiarlos y acompañarlos en sus habilidades y logros, permitirles que

jueguen un papel activo, que afiancen sus sentimientos, que logren aprendizajes en las

interacciones con sus pares, y experimenten sus habilidades por medio de su

autoconfianza.

También, es importante observar y preguntarse como docentes si los niños se sienten

bien en su ambiente de aprendizaje y en las actividades que participan, o si son

suficientes para que experimenten, pues con esto se podrá realizar un seguimiento y

valoración en el desarrollo del niño ejecutando un plan de acción en el caso de que el


71

infante lo requiera en beneficio a su desarrollo. Una vez más la participación del

docente es esencial, cuando se convierte en un espectador consciente de los avances del

infante, y logra evaluarlo, para buscar acciones que permitan el bienestar y desarrollo de

sus destrezas y habilidades (NAEYC, 2009).

Reflexión

Una etapa primordial del proceso de sistematización es la reflexión, sin ella, es

imposible continuar para obtener los resultados finales; según Jara (2013), es en esta

fase donde hacemos el análisis y la síntesis de toda la información recopilada,

interpretamos lo descrito y reconstruido, analizando los comportamientos y su

correlación con los comportamientos de los demás dentro del análisis, para que de ahí

surja el proceso crítico y cuestionador.

La reflexión es la concreción de lo descriptivo en lo comprensivo, identificando cada

acción o momento que genera cambios en los comportamientos observados. Algunos

autores, como Zúñiga y Zúñiga (2013) recomiendan generar una serie de preguntas para

favorecer este proceso facilitando la identificación de estos cambios, estas autoras,

agregan además, que es en la reflexión donde deberemos hacernos la pregunta de por

qué pasó lo que pasó, cuya respuesta nos ayudará a identificar los aspectos positivos y

negativos de la experiencia.

Considerando el proceso de enseñanza y aprendizaje, es necesario mencionar que la

reflexión es un aspecto implícito en todas las actividades realizadas por el docente,

pues, a partir de aquello se propicia el momento para enriquecer los nuevos

aprendizajes, a través del recuento de experiencias significativas realizadas en el

desarrollo de las actividades. Desde este punto de vista, Castellanos y Escobar (2012)

manifiestan que:
72

La reflexión sobre la acción permite valorar lo realizado frente a lo prescrito para

definir su viabilidad al favorecer la reorientación de las propias acciones de modo

justificado a partir de la observación de lo ocurrido y estimular el desarrollo de la

meta cognición cuando se es consciente de lo efectuado y de lo que ha incidido en

ello. (p. 3)

En relación a lo citado, se entiende que la reflexión obedece a un enfoque cualitativo

donde el docente emplea técnicas de evaluación, observación y evolución de los

objetivos propuestos en cada actividad que realiza. Por consiguiente, es importante

determinar los resultados más relevantes para la comprensión de los tipos de

aprendizajes que se pretenden lograr, por lo tanto, ha de ser un proceso continuo en el

quehacer educativo.

Pacheco (2013), expone que, a través de la reflexión, el docente alcanza entender su

práctica educativa y el rol como transformador de una sociedad, enriqueciendo su

actividad profesional teniendo la posibilidad de analizar sus acciones, comparar sus

efectos y reestructurar resultados en beneficio de los niños.

La práctica constante de la reflexión en el proceso enseñanza aprendizaje, producirá

una accionar dinámico, constructivo, sistemático, por medio del cual se podrá identificar

la realidad de una acción, examinar e incorporar nuevas estrategias que garanticen una

calidad en el proceso de enseñar.

Además, Chacón (2006), exterioriza que la reflexión es un proceso de revisión que

implica un acto de pensamiento para debatir consigo mismo, tratando de explicar las

propias acciones, mirar críticamente lo que se hace, con el fin de rectificar y tomar

decisiones para mejorar la práctica docente, además declara que “enseñar es una tarea

que implica competencia para revisar y evaluar constantemente el quehacer

pedagógico” (p.337).
73

Miek y Sophie, expusieron en sus talleres, que la reflexión en aprendizaje ayuda a

pensar y aprender, que es especialmente importante en tareas desafiantes y que debe ser

planificada. Además, remarcaron que la reflexión promueve habilidades necesarias para

la vida diaria y no tan sólo en lo científico o educativo.

La UNESCO (2016), define a la reflexión como un proceso útil para descubrir los

aprendizajes y lecciones aprendidas, señalando así la importancia de este proceso,

previo a la retroalimentación.

Con estas premisas, la reflexión, en resumen, es el análisis de la experiencia vivida y

recopilada, paso a paso, o cuadro por cuadro, para obtener toda la utilidad práctica que

ésta nos pueda brindar, de manera objetiva y evaluativa, para interiorizarla al mismo

tiempo y poder transmitirla a quienes lo necesiten.

La reflexión como aprendizaje y desarrollo personal

Cada aprendizaje dado desde la reflexión constituye un recurso para el desarrollo de

la persona ya que organiza y profundiza situaciones cotidianas con estrategias,

resultados y calidad, no es una repetición sino una construcción de esquemas reflexivos

y fundados. Daros (2009) describe la reflexión tomando el pensamiento de J. Dewey, de

tal manera, que la refleja en una consideración activa, creciente, persistente y cuidadosa

acerca de cualquier creencia o una problemática de conocimiento, en donde se derivan

los fundamentos en los que se basa y se abordan conclusiones que permiten plasmar

posibles soluciones.

Por lo tanto, las reflexiones constituyen en sí un valor importante en los aprendizajes

cotidianos, “se necesita reflexionar sobre lo que se ha visto, escuchado, experimentado

en el aula. Sólo una reflexión con base en los hechos, ayudará luego a preparar acciones

acertadas” (PROMEBAZ, 2007, p. 134).


74

En el estilo de aprendizaje reflexivo se procura que el estudiante tome decisiones

evaluando los pros y contras, lo que invita a investigar constantemente para encontrar

información que guie su aprendizaje. De acuerdo a Isaza (2014), este tipo de

aprendizaje además “se caracteriza por ser ponderado, concienzudo, receptivo, analítico

y exhaustivo” (pág. 28). Y es que las dinámicas educativas tienen la tendencia a

favorecer este estilo de aprendizaje, pues permite que el estudiante sea más reflexivo y

flexible en muchos casos, sin embargo, al aplicarlo es necesario considerar que, si bien

el estudiante reflexiona más sobre el aprendizaje recibido, también este estilo puede

resultar en un detrimento de la creatividad, la espontaneidad y la apertura (Isaza, 2014).

En ese sentido, las docentes que atraviesan por un proceso de aprendizaje reflexivo

pasan por actividades que les permitan la reflexión, el análisis; siendo la observación un

recurso básico para promover dicho aprendizaje.

De acuerdo a Laevers (2011):

Así, con el apoyo adecuado, los niños pueden ser en su adultez personas

equilibradas, seguras de sí mismas, curiosas y exploratorias, expresivas y

comunicativas, imaginativas y creativas, bien organizadas y emprendedoras, con

intuiciones desarrolladas sobre el mundo social y físico, y con un sentido de

pertenencia y conexión con el universo y todas sus criaturas. (pág. 3)

De acuerdo con Velázquez, Ulloa, y Hernández (2009), el aprendizaje reflexivo tiene

el elemento desarrollador de transformar el individuo y el medio en que actúa en tanto

se apropia de datos e informaciones del medio y ambiente que le rodea, y los transforma

en conocimiento como consecuencia de la reflexión. Ver figura 25


75

Figura 25. Proceso en el aprendizaje reflexivo


Fuente: Velázquez, Ulloa, y Hernández (2009)
Es claro entonces para los autores, que la reflexión y la práctica reflexiva siembran el

potencial de un aprendizaje profundo y significativo.

Retroalimentación

En el proceso de enseñanza - aprendizaje, Ávila (citado en Valdivia, 2014) señala

“que la retroalimentación es un proceso en el que se comparten inquietudes y

sugerencias para conocer el desempeño y mejorar en el futuro, además de potenciar e

invitar a la reflexión” (p. 20). Considerando este enunciado es necesario realizar una

revisión de nuestra práctica y la forma en que brindamos o recibimos retroalimentación.

Por eso, en este contexto se puede alegar que la retroalimentación influye en el

aprendizaje, pues invita al receptor a reflexionar, comparar el alcance actual con el

esperado, a fin de buscar tanto los logros como mejoras en el caso de que se necesite.
76

La retroalimentación es un factor relevante al momento de concluir una actividad

pedagógica, ya que permite detectar las bondades del aprendizaje y las debilidades que

puedan haber quedado, de esta manera el docente tiene la oportunidad de reforzar los

aprendizajes de acuerdo a las fases de inicio, desarrollo y cierre de la estrategia

realizada. En este sentido, Clarke (citado en Leiva, Montecinos y Aravena, 2016) define

“la retroalimentación como la información presentada a través de mensajes formales e

informales para mejorar el comportamiento más allá de la capacidad actual” (p. 4).

De lo citado, se interpreta que el momento de retroalimentar una actividad

pedagógica, es la oportunidad que tiene el docente para reflexionar y mejorar las

habilidades estratégicas del niño que aprende, identificando fortalezas y debilidades

sobre las acciones en el desarrollo de tareas, es allí donde el rol docente se considera

esencial al momento de avaluar resultados objetivos que sirvan como referente para

futuras planificaciones y progresivos avances en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

Característica de una retroalimentación efectiva

Según los aportes de Morgan (citado en Valdivia, 2014) la retroalimentación que se

realice para contribuir al aprendizaje, debe presentar algunas condiciones, tales como:

 Motivo: debe existir una intención que genere aprendizaje y que el receptor la pueda

utilizar para su desarrollo o formación.

 Oportunidad: se refiere al momento en el que el receptor recibe la retroalimentación.

 Medios: supone la manera como se comunica la retroalimentación, la relación con el

modo en que se la recibe y las acciones que se llevarán a cabo para mejorar en la

adquisición de una competencia. Estas condiciones permiten una retroalimentación

personalizada y contextualizada, según el nivel de conocimiento, desempeño y

expectativa tanto del emisor como receptor.


77

Seguido de las condiciones mencionadas Wiggins (citado en Valdivia, 2014) destaca

las siguientes características que complementan una retroalimentación efectiva. Así

tenemos:

 La retroalimentación debe ser objetiva, puesto que es necesario mencionar aspectos

concretos y no personales resaltados a través de la observación.

 También se inclina a ser constructivista, ya que se mencionan aspectos positivos,

pero así mismo, se debe proporcionar orientaciones para superar las debilidades

encontradas y corregir errores.

 La retroalimentación puede ser oral o escrita, por eso, los comentarios deberán darse

con un lenguaje claro y comprensible de las acciones ejecutadas.

 Finalmente, la retroalimentación deberá ser oportuna, es decir dada a tiempo para

mejorar el desempeño o redirigir el proceso de aprendizaje hacia aquello que ayude

a alcanzar los objetivos propuestos. En la medida que realicemos una

retroalimentación con las características planteadas, lograremos en el contexto de la

educación generar aprendizajes de calidad.

En este sentido, Padilla (citado en Leiva, Montecinos y Aravena, 2016) refieren que,

la práctica pedagógica requiere de un liderazgo que permita desarrollar las

competencias, aptitudes y motivaciones de quienes conforman la comunidad educativa

(directivos, docentes, estudiantes, padres), con el fin de alcanzar una educación de

calidad.

Así como señalan Casabianca, Montgomery y Taylor (citados en Leiva et al., 2016)

“la observación en el aula y la retroalimentación se han convertido en prácticas de

liderazgo pedagógico cada vez más comunes en varios sistemas educativos” (p. 2). Por

tanto, estas herramientas formativas utilizadas de manera constructiva y bajo una


78

comunicación asertiva y efectiva, logrará entre los involucrados alcanzar su máxima

zona de aprendizaje.

La retroalimentación es clave fundamental en los procesos de evaluación y de

enseñanza. La eficacia no depende únicamente del docente, o de forma general de quien

la da, ya que, para que sea instaurada, es preciso una actitud de parte del estudiante o

receptor, que quiera apropiarse de la información para lograr un aprendizaje.

Conclusiones y reflexiones

El presente proceso de sistematización tuvo como finalidad desarrollar en los

maestrantes un aprendizaje reflexivo y consciente de las experiencias y actitudes

docentes que son favorecedoras, para el desarrollo de aprendizaje y bienestar infantil, a

través de formaciones recibidas por expertas en este tema. El propósito era intercambiar

experiencias, afianzar conocimientos y relacionar nuestra práctica docente con los temas

tratados en las formaciones, a fin de poder sistematizar nuestra experiencia y plasmarla

en este documento.

La importancia de este proceso de sistematización, también radica en que a partir de

nuestras reflexiones y conocimientos adquiridos podamos guiar, retroalimentar a otros,

hacia aprendizajes significativos y de calidad para la atención a la primera infancia,

logrando establecer así, bases sólidas en el desarrollo y aprendizaje de los niños.

Todos los temas sistematizados se encuentran relacionados con la observación, pues

ésta no implica especular sino más bien reflexionar sobre los niveles de bienestar e

involucramiento en las actividades que se ofrecen a los niños.

Al fortalecer la capacidad de observación en las docentes enfocadas en la relación

con los niños, se determinó la importancia de generar mayor interacción a través de

juegos que reafirmen la confianza, bienestar e involucramiento de ellos, por esto, se

considera que la observación debe ser una herramienta instaurada y habitual en la


79

práctica docente, ya que así se podrá tener información útil para conocer a los niños, su

realidad, contexto, responder mejor a ellos en sus juegos, poder satisfacer y descubrir

sus necesidades.

Necesitamos como docentes estar atentos a las reacciones de los estudiantes, pues la

observación es una condición insustituible para la reflexión y en la ejecución de

acciones de mejora de la práctica educativa. Es preciso señalar, que como recurso para

llevar a cabo una buena observación objetiva y real, contamos con nuestro referente

curricular, el mismo que muestra destrezas aptas según la edad de cada niño, es parte de

nuestra responsabilidad potenciar las habilidades y destrezas necesarias para el

desarrollo de los infantes, así como también adaptarlas según el contexto de ellos.

La sociedad desde varios ámbitos ya sean culturales, sociales, políticos, tecnológicos

ha estado en constante cambio, y esto ha dado paso a renovar e innovar en cuanto a las

metodologías y estrategias que se implementan al impartir una enseñanza. Por eso, las

retroalimentaciones realizadas por las docentes belgas en cuanto al juego, interacciones,

bienestar e involucramiento, así como la observación, retroalimentación y reflexión,

provocaron un pensamiento crítico de las acciones que ejecuto en mis procesos de

enseñanza, siendo una fortaleza para mejorar, actualizar y aplicar óptimas estrategias

metodológicas en mi praxis educativa. Por las habilidades adquiridas durante este

proceso, resalto que no se trató de modelar un currículo internacional, por el contrario,

se buscó identificar al niño como centro del aprendizaje, pero así mismo se rescató la

identidad docente, ya que, como mediadores de la enseñanza, debemos estar en

constante actualización y preparación, por la responsabilidad y el compromiso de

formar vidas.

De la misma forma, las visitas para las observaciones áulicas a los establecimientos

asignados por la universidad Casa Grande, permitieron conocer un contexto diferente al


80

de mi lugar de trabajo y una fortaleza fue poder guiar la reflexión y observación de la

educadora del centro, enfocada en su relación con los niños y actividades que a diario

puede realizar para promover el desarrollo, aprendizaje y bienestar de ellos. Como un

recurso adicional, se facilitó a la mentora un modelo de ficha de observación y se

explicó la importancia y el detalle para poder llenarla de forma objetiva y efectiva, esto

fue un aspecto positivo, pues la coordinadora pudo socializar con las docentes del centro

asignado el documento, a fin de ponerlo en práctica.

Entre las dificultades presentadas estuvo el hecho de los permisos que tenía que

solicitar en mi trabajo, ya que las observaciones en la escuela asignada, eran de tiempo

completo y esto interfería con mi horario laboral, por tal motivo, no pude realizar las

observaciones en días seguidos, sino, que tuve que hacerlo una vez por semana.

En lo personal hubiera sido factible poder realizar más observaciones y de forma

continua, para así poder resaltar más aspectos en base a los temas planteados. Durante

este proceso de sistematización se enviaron tareas, las cuales por mi parte no fueron

cumplidas en su totalidad, esto fue una debilidad personal, el no haber podido organizar

mi tiempo para realizar a cabalidad las tareas recomendadas. En consecuencia, a esto

retrasé el tiempo para entregar mi primer avance. Sin embargo, seguí en el camino con

ánimos para culminar con éxito este proceso de sistematización.

Entre las debilidades del centro asignado, estaba su infraestructura, ya que los

salones eran pequeños, no tenían puerta, lo que en ocasiones provocaba que los niños se

salieran, además habían limitados recursos didácticos en el centro infantil, sin embargo,

las educadoras de forma creativa, adaptaban los materiales que tenían, para que los

niños pudieran realizar las actividades planificadas, así el juego de ellos no sea muy

monótono.
81

Por tanto, para favorecer el juego de los infantes en diferentes modalidades se

emplearon recursos que estaban al alcance del establecimiento educativo, las docentes y

de las familias, con este apoyo se pudo brindar a los infantes otras posibilidades de

disfrutar, experimentar con los sentidos y aprender a través del juego. Estos materiales

proporcionados fueron de fácil elaboración y en otras ocasiones eran objetos que se

tenían en casa y que ya no se utilizaban. Al observar los juegos de los niños, se pudo

reflexionar junto a la educadora que el único objetivo que debían tener los materiales

era poder ampliar la creatividad, imaginación y que provocaran una experiencia

sensorial, ya que al jugar los niños se enfocan más en el objeto en sí mismo que darle

una forma.

Por esto, el juego se torna significativo en cuanto al desarrollo integral de los

infantes, pues mediante este medio se siembran las bases de su personalidad y conductas

frente a diferentes situaciones, así como también se desarrollan sus sentidos desde sus

propias experiencias, interrelacionándose con el mundo que le rodea.

En este preámbulo, se precisa que el papel del docente está en preparar el juego y

permitirlo: adecuando y organizando el espacio, probando las actividades antes de que

las realicen los niños, favoreciendo los cuidados y protección que ellos necesitan. Así

mismo, es el responsable de orientar el juego de los niños, en el período de antes,

durante y después; esto, converge en la importancia de incrementar las relaciones entre

los docentes y los niños, reafirmando la confianza y propiciando un clima escolar

satisfactorio. Los niños tienen distintas formas de jugar, por tanto, los significados

creados son diversos y subjetivos en torno a la manera en la que se está observando el

mundo y sus particularidades.

El rol del docente, su desempeño y actitudes están intrínsecamente relacionados con

el óptimo desarrollo infantil, pues, es él quien debe provocar ambientes cálidos, seguros,
82

para la correcta formación del ser humano en la sociedad. La figura del docente debe

plantearse como una persona profesionalizada y estable al momento de compartir y

proporcionar experiencias a los niños, debe ser un orientador del estudiante, de manera

que pueda desarrollar hasta el límite de sus capacidades los aprendizajes adquiridos.

Se comprendió y evidenció a través de fichas, seguimientos, que un aspecto

fundamental en el desarrollo de las actividades lúdicas en este nivel de educación

preescolar, está comprendido por componentes como la observación, la reflexión y

retroalimentación de las actividades pedagógicas; ya que esto nos permite como

docentes, la evaluación en cuanto a las debilidades y fortalezas de los aprendizajes,

considerando el desarrollo de destrezas y habilidades cognitivas en la etapa

preoperatoria del niño. Estos factores son necesarios para llevar a cabo el proceso

educativo y deben fortalecer el desarrollo profesional de los docentes.

Así mismo, en todo el proceso se mantuvo la observación como una herramienta

clave para el conocimiento del niño y trabajar en función de él. Por esto, es necesario

que el docente planifique sus actividades en relación a las necesidades observadas, a

partir de un diagnóstico previo, esto permitirá determinar las necesidades, para

abordarlas a través de las estrategias aplicadas. Para ello, es necesario la disposición del

docente para establecer de manera precisa los momentos de inicio, desarrollo y cierre de

la actividad pedagógica, considerando las técnicas de observación y retroalimentación

durante todo el proceso de enseñanza y aprendizaje.

En base a las observaciones, reflexiones se pudo recopilar información para

identificar el grado de bienestar e involucramiento de los niños, de la misma forma se

rescata el hecho de conocer cómo se sentía y la disponibilidad del docente al instante de

realizar las planificaciones o actividades lúdicas.


83

Por la experiencia en este proceso de sistematización, considero que es un reto el ir

adoptando y mejorando en las estrategias metodológicas, así como en un cambio de

paradigmas acerca del desarrollo infantil, los mismos que permitan satisfacer las

necesidades e intereses de los niños, ya que sólo pensando en ellos podremos alcanzar

un bienestar no solo para su presente, sino también para su vida posterior. Es preciso

comprender que sólo desde las perspectivas de las vivencias o experiencias de los niños

se puede dar significado a la calidad educativa si existen altos grados de bienestar e

involucramiento, por esto debemos considerarnos responsables de las actividades que

proveemos a los niños, ya que de esto dependerá ayudarlos en su progreso de la zona de

desarrollo próximo.

En consecuencia, estas interpretaciones críticas me permitirán fortalecer y mejorar

mis capacidades y habilidades, reconociendo, identificando y comprendiendo las

particularidades de cada niño, para apoyarlos en su progreso pleno. Finalmente, como

docentes, es preciso reflexionar acerca de lo que necesitan los niños en esta era, puesto

que la recepción de estas necesidades a través de una observación consciente nos

permitirá transmitir los intereses, las carencias de los niños a las redes de apoyo como:

institución, la familia o entidades públicas que regulen las políticas y normas en la

primera infancia para de esta forma lograr una inclusión del niño en la sociedad y

educación de calidad.
84

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