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Aquellos que presentan una capacidad reducida para resistirse o para categorizar o
identificar correctamente lo que están sufriendo, como es el caso de los niños que
todavía no hablan y los que tienen retrasos del desarrollo y discapacidades físicas y
psíquicas;
Aquellos que forman parte de familias desorganizadas o reconstituidas,
especialmente los que padecen falta de afecto que, inicialmente, pueden sentirse
halagados con las atenciones del abusador;
Aquellos en edad pre pubertad con claras muestras de desarrollo sexual;
Aquellos que son, también, víctimas de maltrato.
Los abusos a menores de edad se dan en todas las clases sociales, ambientes culturales o
razas. También, en todos los ámbitos sociales, aunque la mayor parte ocurre en el interior
de los hogares y se presentan habitualmente en forma de tocamientos por parte del padre,
los hermanos o el abuelo (las víctimas suelen ser, en este ámbito, mayoritariamente niñas).
Si a estos se añaden personas que proceden del círculo de amistades del menor y distintos
tipos de conocidos, el total constituye entre el 65 y el 85 % de los agresores.
Los agresores completamente desconocidos constituyen la cuarta parte de los casos y,
normalmente, ejercen actos de exhibicionismo; sus víctimas son chicos y chicas con la
misma frecuencia.
El 20-30 % de los abusos sexuales a niños son cometidos por otros menores.
Es un acto considerado un delito por la legislación internacional y la mayoría de los países
modernos, aunque no siempre haya una correspondencia entre el concepto psicológico y el
jurídico del problema y no exista consenso sobre los procesamientos jurídicos de los
abusadores.
Una vez establecido que el abuso sexual no es sino una forma de maltrato al niño o a la
niña y que este maltrato supone y se basa en un abuso de poder sobre el menor, es
importante, de cara a la conceptualización del abuso sexual infantil, abordar sus
particularidades. El abuso sexual es una forma de abuso que afecta a la sexualidad del
individuo. En este punto es importante diferenciar la intimidad de la sexualidad y de la
genitalidad. La intimidad de la persona está compuesta de múltiples contenidos y uno de
ellos es la sexualidad, que a su vez no puede ser limitada a la genitalidad. Este es uno de los
factores esenciales a la hora de comprender el abuso sexual infantil. En efecto, éste no se
limita a realizar conductas genitales con el niño sino a un abanico de conductas sexuales
mucho más amplio.
No todos los niños manifiestan el mismo grado de afectación, para algunos, el abuso, puede
significar un trauma y para otros las consecuencias pueden ser diferentes. En algunas
ocasiones, puede suceder que el grado de sufrimiento no esté relacionado o en proporción
con el suceso en el que el niño ha estado involucrado.
La Prevención implica toda acción que impide la aparición del problema y la disminución
de consecuencias negativas. Prevenir supone reducir los factores de riesgo y aumentar los
factores de protección.
En la elaboración de estos programas se deben considerar los problemas que pueden surgir
en su aplicación vinculados a la edad de los niños , la provocación de un miedo innecesario,
la posible inhibición de las expresiones afectivas, y la intromisión en las funciones de los
padres.(Lameiras,2002) El marco conceptual utilizado preferentemente es el
fortalecimiento (Cantón, 1999) :
• En el grado de conocimiento que posee sobre el abuso sexual
• Habilidades de afrontamiento.
Para una intervención preventiva eficaz es necesario considerar los factores de riesgo que
incrementan la probabilidad de aparición del abuso y los factores de protección que
contribuyen a disminuir o controlar los factores de riesgo reduciéndose la posibilidad del
abuso sexual. En el diseño de una propuesta de intervención se deberá tener en cuenta la
interrelación de estos dos grupos de factores. (Movimiento Cristiano Juntos por la Niñez ,
2005)
Conocimientos sobre:
• Derechos y responsabilidades
• Limites adecuadas en la relación con pares y con adultos. En particular cuando suponen
presión, engaño o violencia.
• Reconocer los distintos tipos de caricias por las partes del cuerpo en que se dan (Partes
visibles y partes privadas) y sentimientos que provocan (vergüenza, alegría. etc)
• Diferenciar entre información que se debe guardar y secretos que no deben ocultarse
• Concepto del abuso sexual e identificación acorde a la edad.
• Sentido de humor
• Capacidad de superación. Fijarse metas altas pero realistas, trabajando para lograrlas.
• Cuidado del cuerpo y habilidad de expresión corporal (juego, danza, teatro etc.)
• Adecuada autovaloración
• Reaccionar con comprensión ante las actitudes y manifestaciones sexuales de los niños,
sin censura, ni violencia, tratando de entender que están indicando con su conducta.
Referencias bibliografías: